La patada en la puerta Una chica de 18 aos iba de Espaa a Francia con su madre y otras mujeres por un camión. Bajaron con sus maletas en un pueblo. En ese sitio un hombre les ofreció ayuda ­ dar una patada en una puerta y pasar la noche allí (porque toda la gente estaba evacuada). Las mujeres no lo intentaron y durmieron en un pasillo. Buscaron la estación donde un hombre ayudó a pasarlas a un vagón de carga. Llegaron a Figueras ­ estación bombardeada y llena de refugiados. Estuvieron unos día allí. Las noches frías pasaron en los campos. Mucha gente buscaba un tren a Francia. Volvieron a salir pero se empezó a bombardear. Sonaba el ruido terrible. La chica se sentó al lado de la carretera y se dio por vencida. Primeros pantalones vaqueros En los aos setenta una chica de 18 aos llavaba los pantalones azules (era la imitación de los pantalones vaqueros). Algunos jóvenes probaban raspar por arena esos imitaciones para adquirir el efecto de los vaqueros originales. La chica querría mucho los pantalones vaqueros originales como los demás. En esta época comunista no era fácil conseguirlo. Era necesario tener dinero correspondiente, es decir ,,los bones". Un bon equivalía a cinco coronas. Después de obtener esos bones la chica tenía que preguntarse por la mercancía a los vendedores. Cuando recibieron la mercancía mucha gente había llegado para hacer la compra. Muchas veces la chica intentaba hacer cola delante de la tienda ­ la única tienda de ropa. En ningún otro sitio se podía comprar algo para vestirse. Hacía tan larga cola con otras personas que al final ya no quedaban ningunos pantalones o tenían sólo pantalones muy pequeos o muy grandes. Gracias a unas vendedoras la chica finalmente compró los pantalones deseados. No los compró en la tienda de ropa pero las vendedoras los llevaron a la tienda donde la chica trabajaba. Era + panadería donde las vendedoras compraban pan. 1 La chica no quería llevar los pantalones muchas veces, quería guardarlos ­ guardar sus primeros pantalones vaqueros originales por 100 bones, estrechos por la parte superior y ensanchados por la parte inferior. Pero no lo cumplió. Los llevaba tan frecuentamente como podía. Buena historia 2