M^a Ángeles Calero Fernández: Sexismo lingüístico 1) …la inmensa mayoría de las y los docentes todavía no ha percibido ni de lejos los caminos por los que campan a sus anchas los tópicos tradicionales sobre la mujer: creen, ilusas e ilusos, que el problema está resuelto. 2) El subconsciente nos traiciona innumerables veces, aun en el caso de que estemos muy concienciadas y concienciados de la existencia de un sexismo latente (…), de modo que, con cierta frecuencia, nos sorprendemos a nosotras y nosotros mismos con comentarios y actitudes nada igualitarias… 3) El deber de quien educa no es otro que ofrecer la misma calidad de enseñanza a todas sus alumnas y alumnos… 4) Las y los educadores, incluidos los más jóvenes, no se comportan de igual modo ante las chicas que ante los chicos. 5) Los juicios de valor y el discurso de las docentes y los docentes está mediatizado (...) por los estereotipos tradicionales… 6) Y su influencia en la formación de las universitarias y universitarios es tal que incluso conduce a que en el desarrollo de las clases no se hable comúnmente de esa ocultación del sexo femenino. 7) En el caso que nos ocupa, estamos conduciendo al alumnado a una idea equivocada del funcionamiento de la lengua… 8) Hay que decir que no siempre el profesorado de la asignatura que nos ocupa enseña a sus alumnas y alumnos cómo ha de consultarse un compendio lexicográfico. 9) En este libro he intentado contribuir a que el personal docente se percate del grado de discriminación sexual que arrastra nuestra lengua… “Debemos atender a nuestro alumnado como personas, esto es, como seres asexuados, en lo que se refiere a las habilidades e intereses que manifiesten espontáneamente; hemos de prepararlos para todas las circunstancias con las que se van a enfrentar, por lo tanto, también para asumir la responsabilidad de las actividades domésticas (en especial a los varones, a los que inutilizamos o desmotivamos en este aspecto); en última instancia, tenemos que favorecer que nuestras alumnas y nuestros alumnos crezcan sin verse como grupos enfrentados y hasta enemigos, sino como seres humanos cuyo funcionamiento biológico no es el mismo, como no son iguales los genes que tienen los rubios, los morenos y los pelirrojos.” (p. 65) Juan es médico. Miguel me ha arreglado el coche en su taller. El médico me ha recetado un medicamento muy caro. La pequeña se viste con mucha gracia. Esta chica borda que es un primor. X María trepó al árbol con gran rapidez. Luis friega los platos mientras Elvira arregla la lámpara del salón. Teresa y Javier quieren ser Ingenieros de Caminos. A mi hermana le gustan mucho los juegos de construcción.