Paul Viejo Ventanas I mirar una lámpara un libro una esquina y recordar una lámpara un libro una esquina de cualquier calle mirar una fotografía y recordar una fotografía mirar una cara y recordar una cara mirar unos ojos y recordar esos ojos mirar la hora señalada por el reloj y recordar relojes horas momentos mirar la soledad de la escritura y recordar la soledad mirar un hombre a través de una ventana y recordarme a mí Muchacha joven, cuarto piso, Dormitorio, lamparilla de mesa, 23h ¿Por qué miras, apoyada, hacia afuera? Las estrellas, los brillos, la farola, los sonidos son los mismos. La aurora será también la misma cuando muera el día. Esta noche aunque quiera no va a ser diferente. Una hora tras otra. ¿Qué pensabas, soñadora? Será otra vez una noche cualquiera. Nada va a cambiar esta noche. Todo igual que ayer: está la calle mojada y el silencio duele del mismo modo. ¿Por qué no vuelves dentro? Estás cansada. Desnúdate, apaga, olvida cómo se empapa siempre de ansiedad tu almohada. Hombre fumando en el sofá, segundo piso, salón, luz apagada, 23h 34m La cabeza de un cigarro permite imaginar un faro solitario que no ilumina ningún mar. A diario, mismo lugar y hora, lo repites. Tratas de relajarte con envites de humo ardiendo que tragas despacio. Después la mano navega del labio a los ojos, mesa el cabello, e insistes. Un gesto que te libera de tanto peso, tanta angustia. Piensas que puede ser por siempre. La noche se va llevando los problemas. Fumas. Miras al frente y no están. Pero, ¿qué ocurrirá cuando se apague el cigarro? ¿Vendrá la muerte? Hombre empapado, portal del edificio, luz de una farola, 2h Estás esperando a que te abra alguien y te invite a pasar a dentro y diga “tranquilo, sí, la soledad termina por irse pero tardará en secarse”. Y sin embargo no contesta nadie. Llueve y un coche al pasar te salpica. Vuelves a llamar, a gritos suplicas y notas cómo ya te falta el aire. La luz del portal se apaga. Tus ojos se están cerrando y lento te desplomas en el suelo, necesitas reposo. Cuánto cansa estar triste, verdad. Lloras y después duermes. Ellos están solos, no lo olvides, igual que tú a estas horas. niño acostado, primer piso, dormitorio, sin luz, 22h Sigue durmiendo. No dejes que nada interrumpa tu sueño. Aún es pronto para tener miedo a cerrar los ojos cada vez que te metas en la cama. Duerme, duerme. La puerta está cerrada. Esas sombras tan extrañas son sólo reflejo de tus temores. No hay modo de echarlas. Trata de dormir, descansa. Mañana tomarás precauciones, pero aquí nadie puede hacerte daño. El resto de los sitios son peores. Durante la noche estarás a salvo. Los monstruos son en realidad otra cosa y no se esconden nunca en los armarios. Hombre mirando por una ventana, estudio, apenas luz, 22 horas Esto lo has intentado, tú lo sabes, en más de una ocasión: sentir lo que otros sienten, ver así a través de sus ojos otros ojos, que te acaricien suaves manos que nunca te rozaron. Tal vez hacer por fin las cosas de otro modo a como las hiciste, tener todo, robarles un recuerdo, alguna frase perdida, una imagen que hacer tuya. ¿Y qué ha recompensado la tarea? No más que un par de horas, acaso, de angustia, un sudor frío, estos poemas. Apenas más nostalgia, y saber ya bien que nunca las segundas personas fueron buenas. Hombre, tercer piso, cuarto de baño, fluorescente, 21h 30m Ese espejo no va a mentir. No pidas cosas imposibles. Son tuyos esos surcos, grietas, arrugas, agujeros en el lienzo de la piel. Las heridas que regala el tiempo. Primero mira bien y luego recuerda en qué momento aparecieron. ¿Tiene culpa el miedo por tirar a la basura tu vida? ¿Ella por marcharse y dejarte hundido? ¿Esa monotonía que te vence? Golpéalo si quieres, es lo mismo, pero hoy aunque te duela estás de suerte. Te ves roto, acabado, sin sentido. Puede que mañana no te reflejes. II mirar un hombre a través de una ventana que se ha iluminado en mitad de la noche dejando todo al descubierto el hueco de un cuerpo en el colchón frases pronunciadas resonando en la memoria que anota con dolor para que no se pierdan tras encender la luz mira el cristal que da hacia otro cristal por donde alguien lo está observando desde hace tiempo y recordarme a mí