216 EVOUJCIÓN t HISTÓRIA DE LA LENGUA ESPAŇOLA 5. Enumere las principal« caracterisücas del Mester de Clerecia. 6. iQué rcy caste llano-leonés es el primero en hacer uso en los do-cumentos de su cancilleria de una escritura castellana aliamente fonética? 7. (jCuál es la principal caracterísiica de la escritura anterior a 1250? 8. íQué letra, sola o en combination con otras, sirvió para represen-tar distintos sonidos palaiales? 9. Muchos de los apellidos en todas las lenguas contieiien la indica-ción del nombre del padre, con lo que vienen a significar 'hijó de". Diga qué mecanismo se emplea en el texto 1, ^Cuál es la ter-minación más habitual en los apellidos patronímicos espaňoles? 10. Bvisque en el texto 2 lodos los casos de la preposición a e indique su valor. M LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIIIY EL SIGLO XIV Introduction La segunda mitad del siglo xm tiene como protagonista en el ámbito de las letras al rev Alfonso X el Sabio, considerado el gran impulsor de la literatura en castellano y, en consecuencia. de la propia variedad linguística, que adquiere una solídez desconoci-da hasta entonces. Ciertamente, Alfonso el Sabio elige el castellano como lengua de la administración de su reino y, lo que es aún más importante, como lengua para la expresión de materias antes reservadas al latín o al árabe clásicos. No obstante, tanto el uso del castellano en la documentación emanada de la cancilleria castellana como la llamada "norma al-fonsí", basada en la correspondencia biunívoca letra-fonema, denen su origen en el reinado del padre de Alfonso, Fernando III el Santo. Tras la deseripción de las principales. caracterisücas del castellano del siglo xm y del comentario de un breve fragmento de la IV Parte de la General Estoria alfonsi, pasamos a comentar la situation histórica, lingüistica y literaria del siglo xiv, época de gran inestabilidad política y social en Espaňa y en la que buena parte de la literatura tiene una marcada iniención moralizante. Ademas de obras didácticas tales como el Libro del Conde Lucanor de don Juan Manuel, destacan las historiográficas y los ineipientes relatos caballerescos, como el libro del Caballero Zifar, asi como una de dificil clasiŕkación, el Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, cuyos rasgos lingüisticos serán objeto de análisis en el apartado dedicado al comentario de texto. «18 EVOLUCIÓN t HISTÓRIA DE LA LhNGLA ESPAŇOLA 11.1. La SI (.INDA MITAD DEL SIGLO XIII 11.1.1. La figura de Alfonso X el Sabio En 1252 sube al trono Alfonso X el Sabio. Su reinado (1252-1284) marca un antes y un dcspués en la história del espaňol, pues lue el gran promotor de la normalization del castellano escrito y de su empleo como lengua dc la administración y de la cultura, apropiada para la escritura de obras científicas e históricas que nuncii antes se habían redactado en románi e. La trascendencia dc la cpoca alfonsi ha hecho que se tome como punto de referencia para el esuidio del castellano medieval y clásico, especial relevancia de la segunda mi tad del siglo xiti que ha causado un cierto dcsinterés por los períodos inmediatamente anterior y posterior'. No obstante su importancia, no es posible atribuir a Alfonso X la creación de un "estándar castellano", como lantas veces se ha sostenido, un supuesto estándar suprarregional que desinienten las mismas obras alfonsíes, como comentaremos más adelanic. La estandarización de una lengua es un proceso plurisecular que re-quiere de la intervenciou consciente sobre la misma, y que se de-sarrolla en tres frentes (Fernández-Ordóňez, 2005: 382): "en primer lugar, la selection de la variedad linguística que šerá la base de la lengua estándar; en segundo término, la capacitación de esa variedad seleccionada. esto es, su utilización en todos los ámbitos funcionales posibles y que scan dc interes social en la comunidad linguística dada; en tercer lugar, la codification o (ijación de los empleos linguísticos de esa variedad". La selección del castellano como variedad linguística de la cancillería regia fue promovida, como dijimos, por Fernando III, que en los Ultimos aňos de su reinado mandó redactar más documents en castellano que en latín, pero fue su hijó Alfonso quien tomó la decision de usar la lengua vernácula para todo tipo de documentos, con la única salvedad de los dirigidos a otros reinos, que en muchos casos siguieron cscribiéndose en latín. El castellano se convirtió asi en la lengua de la administración de un reino que tendió a la centralización política, económica, jurídica y ad-ministraüva en aras de la creación de un esiado unifieado y de la ' Para esle aparlado. v. I. Fernandez-Ordonez (2005). LA SKGUNDA MľTAD DEL SIGLO XIII V EL SIGLO XIV 219 concentración del poder en la figura del monarca. Las rťformas fiscales, legislativas y económicas de Alfonso X pcrseguían acabar con las diferencias locales-e imponer un único sistema en todo el tcrriiorio. Pero aparte de ešte uso institucional del castellano, Alfonso el Sabio hizo algo que ningún predecesor ni contemporáneo suyo había llevado a cabo: emplear la lengua vernácula para la expresión de materias hasta entonces sólo redactadas en latín o árabe clásitos. El rev impulse, patrocinó v dirigió una extensa pro-ducción en prosa formada por lujosos manuseritos de contenido jurídico {Fuero Real, Espécuh, Siete ParUdas y Setenarío), historko {Estoria de Espaňa y General Estoria) y científico (Libro de la ochava esfera. Libro complido en los judizios de las estrellas, Libro de las cnizes, Libros del saber de astrológia o el Lapidario, entre otros). Este proyec-to de desarrollo cultural en lengua romance se enmarca dcniro de las corrientes ideológicas de la Europa del momento, tamo del enciclopedismo, que persigue reunir toda la información relativa a un tema para exponerla de una forma clara y didáctica, como del ideal de "rey sabio", cuya autoridad sobre el resto de la so-ciedad se basa, en buena medida, en su superioridad intelectual, ideal que alcanzó en su época y que le valió el sobrenombre por el que pasó a la história. Se han conservado muchos codices originales salidos del scrif>-torium alfonsi, y también se dispone de basiamcs versiones sobre una misma obra. lo que demuestra la preocupación personal del monarca por completar y mejorar los trabajos. Esta es una caracte-rística másque diferencia la production alfonsi de la emprendida por coetáneos suyos, asi como el protagonismo que adquiere el rey en las obras: en los prólogos que preceden a cada una de ellas, Alfonso X se proelama como mecenáš o autor, lo que contrasta con el anonimato que caracteriza a los escritos medievales: por primera vez el "autor" ocupa un lugar preeminente, antepuesto al texto (Fernández-Ordóňez. 2005: 387). Pero como decíamos al comienzo, lejos dc lo que con frecuen-cia se aíirma, las traducciones y obras alfonsíes no prescntan en absoluto una lengua homogénea; más bien al contrario, la variedad regional de los diversos colaboradores que intervenian en su elaboration aflora por doquier, con un resultado final no siempre 220 EVOLUCIÔN E HISTÓRIA DE LA LENCUA ESPAŇOLA fäcil de clasificar desde e] punto de vista de su adscripción geográ-fica. Por ejemplo, el castellano se salpica de rasgos orientales en el IJbro de las cruxes, mieiiiras que los primeros libros de los que forman los Libros del saber de astrológia muestran soluciones leonesas. 11.1.2. Ĺosexempla Aparte de la production alfonsí, en la segunda mitad del siglo xili hay que destacar las colecciones de exempla, esto es, narracio-nes breves que introducían los predicadores en sus sermones para aleccionar a su auditorio de una forma amena y entretcnida. Esta tradition se daba ya en latín, una de cuyas principales compilacio-nes es la Disäplina clericalis, de Pedro Alfonso (comienzos del siglo xii)- Dos de las primeras colecciones en castellano son el Libro de los engaňos e los asayamientos de las mageres o Sendebar y el Calila e Ditnna (o Digrta), traduction del árabc de un texto de origen in-dio y que, probablemente, fue ordenada por el propio rey Alfonso antes de subir al trono. Estas obras son colecciones de cuentos orientales con los mar-cos narratives típicos de Oriente, como los cuentos que consti-tuyen la respuesta del maestro a un discípulo, o los que intentan ganar tiempo para retrasar el cumplimiento de una sentencia a muerte. La sabidurfa que encierran estas narraciones es de ca-rácter mundano más que propia de la moral cristiana, que šerá, sin embargo, la que se imponga a finales de la centuria, con los Castigos e documentos para bien vivir del rey doň Sancho. 11.1.3. El casteUano de la segunda mitad del siglo xw Debido a la suma importancia de la figura de Alfonso X en las letras castellanas de la segunda mitad del siglo xm, tradicio-nalmente se identifica el castellano medieval con el castellano al-fonsí, pero para llegar a esta conclusion deberíamos responder, al menos, a tres cuestiones: 1. ,{Las variedades castellanas habladas en, por ejemplo, Burgos, Toledo o Soria eran muy parecidas o mantenían entre ellas diferencia» importantes? 2. ~Qué modali- IASI-gi NiDA MITAD DEI SIGLO XIII VEL SIGLO \l\ 221 dad Hnguística se eseogió como base para el "castellano alfonsí", cuya falta de uniformidad ya hemos comentado2? 3. ^Las diťeren-cias gráficas apreciables entre los documentos alfonsíes y los pro-cedentes de otros centros de producción reflejaban, en realidad, unas soluciones fonéticas distíntas o se limitaban a la eseritura? A pesar de lo apuntado, obviaremos todos estos problemas, hasta ahora no resueltos, y tomaremos como paradigma del castellano de ešte periodo el alfonsí, punto de referencia para las modalidades coetáneas y posteriores. domo seňalamos en el comentario de los textos del capítulo anterior, al menos desde comienzos del siglo xui pueden darse por concluidos todos los procesos evolutivos que desembocaron en el llamado "castellano medieval", con las variaciones internas propias de cualquier lengua. La diferencia principal entre la pri-mera y la segunda mitad de la centuria está en la mayor fijeza ortográŕica del castellano que se da a partir de 1250 aproximada-mente, con claros ejemplos desde los aňos treinta. No obstante, no hay que olvidar que la variations una característica del espaňol medieval en todos los niveles, incluido el gráfico, por lo que la alternancia de formas en proximidad no debe interpretarse como falta de estabilidad, sino como reeurso estilístico intencionado. A continuación recogemos las principales características del castellano según los niveles de análisis propiamente linguísticos. 11.1.3.1. Fonología y fonética El sistema vocálico se ha simplifieado a los cinco elementos que se mantienen en la actualidad, es decir, /a, e, i, o, u/, Hmita-do a /a, e, o/ en posición final átona. Los diptongos procedentes de las vocales abiertas latinas /ie/ < /E/ (e, oe del latín clásico) y /ue/ < /d/ (o) dan muestras de falta de consolidación en de-terminadas palabras, como conde - cuende, como - cuemo, convento - conviento. Aunque desde fecha temprana hav casos de reduction de /ie/ a /i/ en el sufijo -iello > -iUo, lo normal sigue siendo Cas-tiella, sotiello, etc., sin que sea posible saber con exactitud cuándo debe considerarse un mero recuerdo gráfico; diferentes son los 3 Está muy cxccndída la idea de que d hubia de Toledo fue la variedad scleccioilad». pero se trala de una creencia sin funďamento empírico (Síuich«-Pi iťio, 2005: 4Ü4). 222 EVOI.UCIÓN K HISTÓRIA DE lA LENC.UA ESPAŇOLA casos del lipo priessa o viéspera, cuya reducción parece ser bastante posterior a la del sufijo. En posición iniciál, la yod del diptongo sc ha consonantízado: yegua, yelo 'hielo'. En cuanto a la apocope ex-Irema, no pviede aŕirmarse, como tradicionalrnente se ha hecho, que disminuye con brusqtiedad desde mediados del siglo, debi-do al reehazo de Alfonso X a ešte supuesto rasgo extranjerizante (coneretamente, franco), pues en algunas producciones alfonsícs de los Ultimos veinie aňos de la centuria se mantiene con fuerza. Del vocalismo átono sólo cabe destacar la vacilación del timbre en casos como reäbir- recebir, eserivir - eserevir o sufiir - sofrir. En el sistema consonántico. el proceso de lenición se ha com-pletado, de manera que las geminadas latinas se han simpliHcado o, en el caso de nn y i.i., han palaializado, las sordas han sonori-zado y las sonoras oclusivas se han vuelto fricativas. Aun asi, unas pocas palabras manticnen con freeuencia la grafía de geminada (abbad, abbat, sábbado) y otras conservan la corisonante sorda (du-p/ado- doblado) o la -d- fricativa, aliernancia ésta que půdo ser foné-tica* durante algún liempo (judizio - juizio, fulet-fiet). Laoposición entre /b/ oclusiva y fricativa se respeta en posición intervocálica, pero no en iniciál. Por su parte, los grupos consonánticos secun-darios. resultantes de la síncopa de una vocal, presenian distintas soluciones: omne-ombre, venré - vendré, comptar - contat; comde-con-de. En cuanto al sistema de sibilantes, la oposición de sonoridad se mantiene en las třes parejas, esto es, en alveolares (ss- sorda / -s- sonora), dentales {-c-, -f- sorda / -z- sonora) y prepalaiales (x sorda / i, j, g sonora), pero existen algunas confusiones en el orden alveolar, confusiones que posiblemente sean de carácter grálico, dada la fragilidad de la diferencia entre una y otra (el mismo signo simple o doble). También se documentan trueques esporádicos entre alveolares y prepalatales. 11.1.3.2. Morfosintaxis En 4.1.1 vimos que en el latin tardío \iilgar půdo existir un sistema bicasual que diferenciaba el nominativo del caso oblicuo, para todas las demás funciones. Restos de este posible caso oblicuo se eneuentran alguna que otra vez en la forma /oděl artículo LA SKtiUNDA MIT.-VD DELSIGLO XIII YELS1GLO XIV 223 cn lugar de el, si bien se trata de arcaísmos de poca incidencia desde comienzos de la centuria. La forma femenina del artículo es e/ante /a/ tónica o átona, y alterna con la ante las otras voca-les (el igfesia - la iglesia, el era - la era). En los posesivos se oponen los masculinos to, so a lbs femeninos tu, su, pero a medida que avanza la centuria, estas ultimas ťormas van ganando terreno ante sustanü-vo masculino. El relativo qui se emplea para referente personal sin antecedente, aunque en las primeras décadas del siglo xui se do-cumenta con referente animal, y que con lodo tipo de referente, pero con antecedente expreso. En cuanto al uso de los pronombres átonos, es muy frecuente el leismo, tanto de persona como de cosa, y el regimen de muchos verbos es vacilante. En el paradigma verbal, son muchos los periectos fuertes, a veces en competencia con los debiles {crovo • ereyô, fiixo -fuyé). También son aún frecuentes los participios de la 2ä conjugación en -udo (cono$udo, sabudo). El imperfecto y condicional racilan entre -ia e -ié, probablemente con una fase intermedia -ú, la primera en los documentos más antiguos y de nuevo, a finales de la centuria, en competencia con -it, que pre-domina. Alternan, asimismo, formas con la terminación escindida y no escindida del futuro y condicional; las no escindidas, muchas veces con síncopa vocálica {vivré '\i\ire'). Por otro lado, las formas compucstas con averno se han giamaticalizado (con serno llegaron a hacerlo nunca), pues el verbo mantiene parte de su significación plena y el participio concuerda con el objeto directo; y amara sigue funcionando como pluscuamperfecto de indicativo. Por ultimo, la sintaxis oracional y supraoracional es bastante pobre, con la reitera-ción de e ~ y y otrossíy de que. no obstante, tienen un amplio uso los adverbios relativos, como quando, quanto, como, comoquier qut, (d)onde, además de la causal cay la concesiva maguer. La forma de la preposi-ción final eragencralniente/wíi. 11.1.3.3. Léxico El siglo xiii es rico en ereación de palabras mediartte meca-nismos morfológicos, principalmente por prefijación y sufijación; muchas de estas creaciones surgieron en la iniensa labor de uaduc-ción al castellano de textos latinos, árabes o griegos; por ejemplo, alternan vez y vegtula (simple y derivada, respectiramente), gafeza y 224 EVOI.UCIÓN E HISTÓRIA DE LA LENGUA KSPAŇOLA gafedad'\epra', anchuray ancheza, siervoy sirvknte, cavar, excavary des-cavar, etc. Estas variantes responden, ademis, al deseo de variatio, lan presente en la escritura de esia época, la cual también se logra mediante la alternancia en proximidad de latinismo y voz patrimonial, como signoy sena, íntegroy entere, cursoy cosso, etc.; o entre pa-labras de raíz distinta. como iray sařui, peteary barajar, maderoy kňo, aver y riqueza... Algunas palabras comunes de uso muy frecuente en el siglo xiii se perdieron posteriormente, como el verbo ear'salir', vegada, eras 'manana', cam 'ciudad'. postremero 'ultimo', aina 'rápidamente' o lue-ňť'lejos*. 11.1.4. Comentario de un texto alfonsi Se trata de un fragmento de la IV Parte de la General Estoria, Iransmiüda en un manuscrito original salido de la cámara regia alfonsi, fechado en 1280 y conservado en la Biblioteca Vaticana con la signatura Urb. Lat. 539. El fragmento corresponde al inicio de la história del Nabueodonosor, rey de Babilonia y de Caldea hacia el aňo 600 a. C. Dado que el sistema gráfico alfonsi ya se ha descrito y que apenas prescnta fisuras en el texto que analizamos, ofrecemos una edición erítica en la que hemos normalizado algu-nos usos, como u para vocal y v para consonante, además de intervener en la union y separación de palabras y poner tilde según las normas actuales (pero respetando la acentuación de la época). También hemos puntuado según criterios actuales, de manera que se facilita la lectura y comprensión del texto sin comprometer por ello la realidad lingüistica de la que es rellejo el documento. Aquí se comienca la estoria de Nabueodonosor, rey de Babiloňa e de Caldea. Muy nombrado lue Nabuconodosor, rey de Babiloňa e de Caldea. por muctias tícrras. e sera en quanio duraren los escripios de los libros que agora son, ea dcstruyó grandes yen tes c conquistó muchas tierras c fuc seňor ďellas. [...] Cuenta maestre Ciodofre* que ell engendramiemo de Nabueodonosor fiie cosa qual los omrics non avién vista e que fuc eomo maravilla. Ca di* que uno de los espíritos que vos díxieinos en la estoria de la tercera edad a que llamavan íneubos. e son los íneubos spiritus de natura aial que quando quieren ques inuestrafl a los omnes e quando quieren sc aseonden e fazen sc s Se refiere al historiador Codofrcy o Godofredo de Vherbo (1125-1192). 1_\ SEGUNOA MITAD DEL S1GLO XIII Y EL SIGLO XIV ;■.:.-. no n vcsibles. de guisa que los non puede veer ninguno. Uno d'estos spiritus atales diz que yogo con una mugier, ca lo fazién muchas vezeš estos spiritus de venir e yazersc con las mugiírres; e la mugier emprcňosse e parió un niňo a ťurto e nol osó tener. [...J Tomó el fijo e levol e eehol en un mom a ascuso. E partiendosse ella ďél, diz que vino un búho c eehosle dc suso al niňo e crubiol con las alas por le tener a calentura e que non morísse, c deffendc-rle de las aves e dc las otras cosas que nol comiessen. E vino una cabra con lech t- diole la teta. Empós esto diz que acaecio por allí un omne gafo, c vio aqucl niňuclo e paró mientes cómo era fermosiello, e ovo duelo ďéll e tolliol al búho c a U cabra e tomol c levosle. E diz que en Armenia que llaman nabiu por búho, e eoäo por cabra c nosor por gafeza. E asmó aquel gafo qué nombre pornié a ešte niňo. e quando mesurô a si c al búho e a la cabra cómo ellos todos tres le guariran de muert yl dieran vida, tomó aquellos tres nombres que dixiemos que di?,ién en Armenia por gafo e por búho e por cabra e ayuntolos e fízolo ďellos ešte nombre Nabueodonosor e pusol a aquel niňo- - Léxico El léxico es de carácter patrimonial, con excepción de un par de cultismos: spiritu, palabra del ámbito religioso que ha llegado en esta forma hasta nuestros días a pesar de naber mosirado en el pasado cierta evolución fonética {espĺňto, asi también en el texto); e íncubo, préstamo latino que los redactores de ešte pásaje de la General Estoria consideran necesario deŕinir en el propio texto; ín-c«ŕ»osigniíicó también 'pcsadilla' en la Edad Media, y de su família hoy tenemos el cultismo ineubary derivados (< incubare 'estar echado sobre algo'). Damos el signifieado de las palabras y expresiones más difí-ciles: asmar 'pensať; a ascuso 'a escondidas, en secreto'; afurto 'furtivamente, sin ser visto' (hoy se emplea la expresion a hurtadi-llas); (h guisa /h/ en las palabras que evolucionaron a0. Aunque no hay consenso entre los investigado-res, muchos creen que hay que adelantar a ešte siglo los primeros indicios de desaľricación de las sibilantes dentales y también la coalescencia de las sibilantes alveolares /z/ y /s/ en el elemente sordo /s/. También en esta época se produce la vocalización de la /b/ implosiva, en alternancia con la conservation: cibäad - ciudad, debda - deuda. H.2.3.2. Morfosintaxis En el siglo xiv la forma el del artículo femenino se limita a su anteposición aay.a veces, a e. El posesivo es tu, su, y empieza a prcferiľsc la secucncia mi casa en Lugar de la mi casa, El relativa qui apenas se usa, y comienzan a aller nar gelo y el aún min Ontario se lo. Un cambio fonético de conseeuencias morfológicas impor-tantes es la pérdida de -d- en la persona vos, que da lugar a la alternancia entre amatUs, amties, amáis y comedes, comees, comets, c, incluso, aittás, comes. Disminuyen los perfectos fuertes v decrece de forma acusada el empleo de la terminacion -iedel imperfecto. En los tiempos compuestos, ftaferva ganando terreno a ser, y habia cantado a cantara. 11.2.3.3. Léxico A lo largo de los siglos xiv y xv algunos doblctes culios rccm-plazan a las formas vernáculas propias del siglo xm, por ejemplo. aorar • adorar, antigo - antiguo (por analógia con antigua), enter -ge-mir, esieer - elegir. Igualmeme, triunfan los cambios rcsultantes de un proceso morfológico, como es la extension de los prelijos más comunes en acend.tr > encender, ascuckar > escuckar, estroir > destroir LASEGUNDA MTTAD OKI. SIGLO XIII VĽL SIGLO XI\' 2S1 (Dworkin, 2005: 645). La pérdida de prestigio del árabe en la Baja Edad Media hace que numerosos arabismos sean reeinplazados por palabras de ortgen latino, como veterinario, que sustituye a ah béilar, fisico a alfaquim, saslre a alfayate, batato a rafez o leproso a gafo (Dworkin, 2005:649). Por el contrario, comienzan a entrar latinis-mos, especialmente a finales del siglo xiv y en el siglo xv. 11.2.4. Comentario de un fragmente del Libro de Buen Amor1 El LBA se nos ha transmitido en tres mamiscriios: el ms. S (co-piado en 1415), en el que se fecha la obra en 1343; el ms. T (también de principiosdelsigloxv),quedatael Libro en 1330; y el ms. G (de 1389), sin fecha de composición. Algunos fragmentos de S no están en G y T, lo que ha llevado a pensar a muchos estudiosos en la existencia de dos redacciones disiintas, siendo la de S posterior y más completa. En contra de esta opinion, A. Blecua (Juan Ruiz, 1992), tras el csludio de los errores conjuntivos y separativos de los manuseritos, llega a la conclusion de que G y T descienden de un subarquetipo a que, a su vex, se remonta al arquetipo X, del que también se deriva S. Por otra parte, hav leonesismos en S y T, atribuidos por la mayoría de los investigadores a los copistas, si bien Blecua cree que fue el propio Juan Ruiz quien los tomó de los modelos literarios que empleó para la redacción. Como ya hemos seňalado antes, el desconocimiento de la transmisión textual de una obra merma mucho su validez para el conocimiento de la história de la lengua. En palabras de Frago (2002: 342), que comenta unas estrofas del LBA, "la obra de Juan Ruiz es de gran importancia literaria, esto no precisa de encareci-mtento alguno, pero su utilidad lingüistica cs mucho menor, pues le falta la fiabilidad diacrónica y la determinación diatópica"1. Dezirte he la fazaňa de los dos perezosos 457 que querian casamiento e andavan aeuziossos: amos por una dueňa estavajn | codiciossos, eran muy bien apuestos e verás quán fermosos: el uno era tuerto del su ojo derecho, 458 ronco era el otro, de la pierna contrecho; [e] el uno del oüo avia muy grand despecho, ' Uiilizamos la edition de Blecua (|uan Ruiz. 1992). 232 LVOLLUÓN K HISTÓRIA DE LA LENGUA ESFAŇOLA 459 460 coidando que tenían $u cassamiento fecho. Respondiólos la dueňa que clla queria casar con el más perezosso e aquél queria tomar (esto dizie la dueňa qucriéndolos abeiiar). Fabló luego el coxo, coidó sc adelaniar, dixo: "Seňora, oid primero la mi razón: yo só más perezosso que éste mi compaňón; por pcreza de lender el pie fasta el escalón, caí del escalera, finqué con esia ligión. Desque calló el coxo, dixo el tuerto: "Seňora, 462 chica es la pereza que éste dixo agora; dezirvos he la mía, nos vistes lal ningufnjd ora, nin veer lal la puede omne que en Dios adora. Yo era cnamorado de una dueňa en abril; 463 estando delaine ella, sosscgado e omil, vinome descend i mien to a las narizes muy vil: por pereza de alinpiarme perdi la dueňa gentil." ''Buscad con quien casedes, ca dueňa non se paga 467 de perezoso torpe nin que vileza faga." Por ende, mi amigo, en (u coraeón non yaga ilin Lac h a nin vileza, dť que dueňa se despaga. - Léxico Desiacan en estas estrofas los adjetivos, la mayoria negatives {perezoso, acuziosso 'deseoso, inquieto', codiciosso, vil, torpe) o positivus en sentido irónico, como es el caso de apuesto y firmoso. Son lambién positives .fos«gado*tranquilo\ omiťUumUáe' y gentiľcor-tés'. Palabras que posteriormente eayeron en desuso o que hoy se emplean con oiro sentido son abetiar'€ng cultural, Europa vive el despertar al Humanismo naeido en Italia, con el regreso a la Antigüedad clásica y la exaltation de la sabiduría como ideales para la filosofía, la política, la ciencia y las artes de la época- A pesar de que en Espaňa no se rompe con la religiosidad medieval, los nuevos aires renacentistas penetraron pronto y se produjo una particular simbiosis entre ambas tenden-ctas, lo que singularita a Espaňa en el coniexto europeo. La influencia de los eseritores iialianos y de los clásicos latinos se traduce en una literatura castellana de carácter cuko y eleva-do en la que despuntan autores como el Marques de Santillana y Juan de Mena, u obras como el Ctyrbachox La Celestína. El influjo de las corrientes humanistas y de la lengua clásica en el espaňol se aprecia especialmente en el nivel léxico, piles son cientos los cultismos y latinismos que se introducen en cl siglo XV. La sintaxis tambien reťlcja ešte peso del latín, mien tras en la lengua hablada se producen muchos de los cambios que encaminan el castellano medieval hacia el espaňol moderno. Se cierra el capítulo con el comentario de un fragmente de Im Celestína en el que no sólo se pueden observar muchos de los ras-gos generales de la lengua de la época, sino también la habilidad de Fernando de Rojas para caracterizar a la alcahueta a través de su manera de hablar.