234 EVOLUCIÓN I HISTÓRIA DE LA LENGUAESPaAOLA 2. fporquí se considers que Alfonso \ marci un antes y un después en la história de hi lengua espaňola? 3. ,;(>iié relation cnciicntia entrc el proyceio cultural y lingŕiístii o de Alfonso X v los resumes aspc< los tle su reinado- I. jQué er;in los exempkĚ Diga el liiulo de dos colccf iünes de exempla castellanas de origen oriental. 5. Drtina vbra más importante es el Labeiiulo de Fortuna, en la que de-ŕiende el poder de la monarquía y de don Alvaro de Luna frente a otros seelores de la nobleza. El poema, muestra de erudición combinada con pasajes en los que la mágia y las ciencias ocultas desempeňan un pape] importante, esiá escriio en un castellano que intenta emular al latín mediante el latinismo sintáctico y léxi-co. En la production poética de la segunda mitad de la centuria desiaca Jorge Manrique2 con sus Capias por la muerle de su padre, poema clegíaco m el que reflexioua sobre la brevedad de la vida. sobre el nulo valor de los bienes mundanales y sobre la fáma como premio a una vida ejemplar, y lo hace en un tono etnotivo y sobrio a un mismo tiempo. De entre las obras en prosa sólo destacaremos dos: el Corba-cho, de Alfonso Martinez de Toledo. Arcipreste de Talavera. v La 1 Don Alvaro de Luna, valid.» »Ic Juan 11 v eondestable de Castilla. fue cl hombre de más poder en la Castilla de la primera mil.id del siglo xv. PracöCO una polflica auioiitaria v defctlSOfa a Ultranza de la monarquia. t<■ que U* vultó la enemistad de hueiia parle de la noble/a castellana. aparte dr la dr lo* infames de Aragon. - Los Manrique. eniparentados con los Mendoza, eran contrario! a Alvaro de Luna; aňos despučs. iras la muerte de Knrique IV, tueroii firmes defensores de la sucesiön al Iroimde la himr.i lsabel laCatólka (icnie a [u.uia la Relinmcja. 240 EV01.UCION E HISTÓRIA DE LA LENGUA ESPAŇOLA Celestína, de Fernando de Rojas. Kl Corbacho -la primera edición es de 1498- tiene corno tema principal el aiaquc a las mujeres y al "amor loco". Se trata de una crítica moralista expresada con humor amargo y pesimista en la que el autor conjuga el estilo popular con escenas sacadas de la realidad cotidiana; y un discurso culto, Ueno de disquisiciones de alto contenido retórico. Pero, sin duda, la obra más sobresaliente de la prosa de finales del siglo xv es La Celestína, que primero fue Comedia y después Tragicomedia de Calisto y Melibea, version ampliada de la primera con un final más trágico. El joven Calixto, enamorado de Melibea, reeurre a la vieja alcahueta Celestína para conseguir el amor de aquélla, pero al final muere tras una caída y Melibea se suicida. La descripción realista de los personajes a través de su físico, de su psicologia y, lo que es más importance, de su lenguaje, no tiene parangón en la literatura medieval castellana. 12.4. El. CASTELLANO DEL SIGLO XV Auiique uadicionalmente se han fechado en el siglo xvi los cambios fonológicos que dan lugar al espaňol clásico y a la di-ferenciación dialectal meridional, hoy sabemos que muchos de ellos ya se habían consumado a finales del siglo xv y que otros estaban en marcha. Gran parte de los colonos llegados a America provenian del sur peninsular, por lo que la variedad alii llevada procedia dc csta zona. Pero del reajuste fonológico y de la dife-renciación de las dos norinas del espaňol nos ocuparemos en el capitulo siguiente. 12.4.1. Fonobgía yfonética En el vocalismo aun es posible reseňar algunos ľenómenos im-portantes. Como ya dijimos, la terminación -illo ha triunfado defi-nitivamentc sobre -iello. Igualmente, se reduce a /i/ el diptongo /ie/ en palabras como mierlo > mirlo, viéspera > víspera, sieglo > siglo o priessa > prissa, si bien aún alternan anibas formas. Lo mismo sucede con /ue/ - /e/ en las voces flueco - fleco, fruenle -/rentey euluebra - culebra. EL SIGLO XV _';i En cuanto al vocalismo átono, la vacilación entre /o/ - /u/ y /e/ - /i/ se intensifica, convirtiéndose en un rasgo característico de la eseritura de esta época y de los dos siglos siguientes. Una atención especial merece la apócope de -e. En el siglo xv se limita a los pronombres de 3a persona s(e), 1(e) enclíticos y a algunas formas verbales, como diz(e),fiz(e), val(e) y los imperativos ven, sal, pon, ten. Esta pérdida vocálica, que por las condiciones fonéticas puede calificarse de "normal", pues la consonante que queda en posición final es una dental o alveolar -al igual que en sol o voz-, por la categoria gramatical de las palabras a las que afecta puede considerarse "extrema", ya que, a diferencia de los sustantivos, los pronombres se, te presentaban obligatoriamenie la vocal si no iban enclíticos, y las formas verbales con apocope eran una excep-ción dentro del paradigma. En contraste con estos casos de apocope, a finales de esta misma centuria empiezan a documentarse cultismos del ůpofelice, hábite, facile, interesse, utile, etc., que parecen arrastrar a otras voces que ahora rcponen la -eperdida, como miesse (< messe),/aú?*haz, porción atada de mieses o hierbas' (< fasce / faz 'haz, cara, rostro' < facie), foce'hoz, insirumento para segar' (< FALCE / foz 'hoz, angostura que forma un no entre dos sierras' < fauce) o pece 'pez, animal acuático' {< pisce / pez 'sustancia resirio-sa' < pice). Dado que esta recuperación de la vocal sólo se da en las palabras que presentan sibilante sorda cuando queda en posición interior (en los plurales), ešte ťenómeno se ha interpretado como un intento de los autores eultos por marcar el carácter sordo de la consonante en la época en que se estaba perdiendo la oposición dc sonoridad, haciéndola intervocálica también en singular. De esta forma, podría hablarse de la sustitución de una oposición por otra: en lugar de consonante sonora frente a consonante sorda, se interna imponer la oposición entre consonante sorda y consonante sorda + e, En el consonantismo lo más importante es la serie de proce-sos de que es objeto la ariiculación de las sibilantes. Tradicional-mente se ha mantenido que estos cambios se iniciaron en el siglo xvi en el castellano norteňo, extendiéndose después hacia el sur hasta las tierras andalu/as, donde se llegana a soluciones aún más avanzadas. Sin embargo, aunque parecc cierto que las clases más altas pudieron seguir mantcniendo hasta bien entrado el siglo xvi una pronunciación cuidada que respetaba la reali/ación fonctica 242 EVOLUaÓN E HISTÓRIA DE LA LENGUÄ ESPAŇOIA medieval de los tres pares de sibilantes, es indudable que en el siglo xv, e incluso antes, algunos fenómenos debían de estar bas-tante extendidos en las clases menos cultas. Además, se ha demos-trado la igualdad y prioridad de dichos cambios cn los dialecios meridionales sobre los norieňos {Frago, 1ÍJ93). Una de es tas transformaeiones es la pérdida cn las sibilantes dentales de su carácter africado, de manera que /ts/ (represen-tada c, c) enipczaba a articularse como /s/fricatíva, a la vez que /dz/ (escrita z) sc realizaba /z/fricativa. Por otra parte, la oposi-ción de sonoridad se cstaba perdiendo, iniciada seguramente en el par de apicoalveolares /%/ y /z/, cuya coalescencia, al parecer, se pucde adelantar al siglo xiv, como ya apuntamos. En el siglo XV son muy abundames los ejemplos de c, $ por z o viceversa, lo que demuestra que la sonoridad lampoco se disiinguia en el orden dental y los escribas no eran capaces de rcspetarla en los textos; por el contrario, la pareja de sibilantes prepalatales se respeiaba en la escritura, lo que parece indicar que su confluencia en el miembro sordo lue posterior. De los Ultimos aňos del siglo xv son los primeros indieios de seseo y cecco en Sevilla, asi como las primeras muestras de yeismo (por ejemplo, cn los manuscritos P y O del Libro de Alexandre). Por otra parte, la oposición entre /b/ oclusiva (representada b) y /(i/ ŕricativa (escrica u, v) parece perderse definitivamente al producirse la coalescencia tambičn en posición inicrvoeálica, lo que no impide que algunos autores mantengan la disiinción, al menos en la eseritura, hasta comienzos del siglo xvn. Un ultimo fenómeno que hay que reseňar es la tendencia a la simplificación de los grupos cultos, que se traduce en la frecuente pérdida de la consonante implosiva; asi, por ejemplo, alternaii lección - licción y lición, ejectoy efeloo aee-ptary acetar. 12.4.2. Morfosintaxis El artículo femenino ŕ/ya no se emplea ante vocal distinta de /a/ y cs cada vez más extraňo ante /a/ átona. En los posesivos, aparte de la desaparición del artículo antepucsto (ya no se dice la mi casa), con el indelinido se empieza a preferir una casa mín a una mi casa, como sc había dicho hasta la fecha. En cuanto a los demostrativos, sólo a finales del siglo xv esse adquiere su deíini- EL siglo xv 243 tivo valor de demostraiivo de 2* persona, al abandonar el matiz identilieador de 'el mismo, ese mismo' que había heredado del enfático ipse. En los pronombres personales tónicos asistimos a la gramati-calización de nosotros y vosotros, aunque los antiguos nos y vos no desaparecen del todo. Por otra parte, vos, que había extendido si-glos antes su uso al singular como formula de cortesía, ya en el siglo xv se empleaba entre conocidos y familiäres, por lo que había perdido su carácter deferencial. Esto hizo que se erearan nuevas ťormas de tratamiento, en concreto, las constituidas por el adjeti-vo posesivo vuestra(s) más cl sustantivo que designaba la dignidad a la que se dirigía el hablante: vuestra seňoría, vueslra mnjestad y, el más general, vuestra merceil, origen del actual usted En los pronombres átonos, os sustituye a vos, forma muy exten-dida a finales del siglo xv, y también en esta época se encucntra bastante avanzada la sustitución de ge lo por se lo. Las interferencias entre el sistema casual etimológico y el basado en el genero del sustantivo y, sobre todo, del referente en el caso de seres sexuados provocan el leísmo generalizado, asi como ejemplos más esporá-dicos de loísmo y laísmo. En cuanto a la posición del pronombre átono en la oración, se prefiere su anteposición cuando la oración comienza por el sujeto explícito (ya sea pronominal o sustantivo), pero se pospone al verbo conjugado que inicia oración y al infíni-tivo con preposición (por dezirlo en lugar de por lo dezir). En cstos casos de infinitivo seguido de clítico que empieza por /-, lo más habitual šerá la asimilación y palatalización (dezirlo > dezilló) y en los casos de imperativo de 2- persona de plural šerá muy frecuente la metätesis (dezidlo > dezUdo). Tambien es cn cl siglo xv cuando hace su aparición el indefi-nido a/guien, que sustituye a afgiino 'alguien', 'alguno', y nadie (anti-guo nadi) se impone sobre nínguno 'nadie', 'ninguno'. También va desapareciendo ál Respecto aj sistema verbal, en el siglo xv se prefieren las for-mas de presente cn -y (soy, voy, day, esloy) frente a la terminación en -o; junto a Irayo, oyoo cayo, aparecen traigo, oigoy caigo; para la persona vos siguen coexistiendo las variances atnás - amáis y tenés - tenets. Otro cambio fonético en la morfológia verbal es el cierre de /o/ en /u/ en luve, estuve, uve, cupe, supe, etc. En cuanto al uso de los tiempos, aunque todavía he amado y ňwíialternan de vez en cuando, lo normal es que he amado se em- 241 KVOLťCION E HISTÓRIA DE LA UNGUA ESPAŇOLA plec en contextos de presenie; la forma del pluscuamperfecto es la compuesta (haha amado), mientras que amora se decanta por sus usos como imperfecto de subjunüvo. Cabe seňalar, asimismo, la aparición de la pasiva refleja con se. 12.4.3. Uxico El siglo xv sc caracteriza por la entrada de laünismos y neolo-gisrnos de base latina que llenarán lagunas conceptuales en ámbi-tos como la ciencia, el arte o la ŕilosofía, y que reemplazarán a pa-labras patrimoniales que habían gozado de gran vitalidad durante la Edad Media. El Humanismo hace que los eseritores acudan a las ľucmes clásicas e incorporcn a sus obras un gran caudal de lati-nismos, muchos de los cuales Ilegaron a pasar a la lengua hablada y hoy forman parte del léxico usual del cspaňol. Algunas de estas voces son (Dworkin, 2005: 652): abominable, accesible, acción, admirable, adolescente, ambición, ampliar, angustia, atención, bélico, benevolencia, cándido, cauto, clausura, colegio, comu-nicar, conducii; consultat; debil, decenie, definition, dišputa, doctrina, doméstico, dominio, efecto, elegancia, eminente, explicar, fábrica, família, fértil, globo, grato, hostil, incendio, industria, inocencia, invención, lector, ledum, líäto, limite, lined, matéria, moral, nocturno, océano, oäoso, ftaáente, patnmonio, perf/etuo, poétko, politico, producta, recto, refugia, relación, replicar, rumor, secretario, sesión, sexo, terna, terrible, terror, tragédia, universal, universo, vaeilar, virilidad, visible, vision, etc. Tam-bién se crean derivados mediante sufijos cultos, que compiten con los patrimoniales: destrucción/destroimiento, longitud/longueza, almndancia/abondanca, exaltación/exaltamiento. 12.5. COMENTARIO OE UN FRAC.MENTO DE IA CELESTÍNA El fragmento que comentamos pertenece a la escena 10* del primer acto de la Comedia de Calisto y Melibea (Burgos, 1499), es dear, de la primera version de la obra*. Celestína, que a cambio ' La iranscripción es de E. de Miguel (Fernando de Rojas, 19!HJ: ÍIH-H*)). que acemúa. puniúa y separa las palabras de acuetdo con los criierios acniales- Aunque es basuuiie fiel al original (sii facsirnil sc ofrecc en rl segundo volumen). es necesaiio hater ires pequenas corrccciones dc acuerdo con el inclinable: transcribimos inmérilo vn lugardc iménia. tavia y no rabta. y suprtmimo* el pronombrr se que rie Miguel anadc en por que el línaje de tas hombrts íe perpeiuitse. ELSIGLOXV 245 de dinero va a conseguirle a Calixto el amor de Melibea, acaba de llcgar a la casa de éste acompaňada de Sempronio. Calixto la aguarda junto a otro de sus eriados, Parméno, que conoce las malas artes de Olestina por naber vivido con ella durante algún tiempo al quedar huerfano y desconfía de sus intenciones. Celestína, sabedora dc los recelos de Parméno y de que su aciitud puede dar al traste con sus planes, interna convencerlo para que traicione a su seňor v entre en el negocio, a lo que éstc inicialmen-ce se resiste. Ce.: -Plázeme, Parméno, que havemos avido oportunidad para que conozeas el amor mío contigo y la pane que en mí, i.nmérito, tienes. Ydigo inméríto por lo que te he oýdo dezir. de que no bago caso, porque virtud nos amonesta sufrir las teutaciones y no dar mal por mal y especial quando somos tentados por mocos y no bien ins-trutos en lo mundano, en que con necia lealtad pierdan a si y sus amos, como agora tú a Calisto. Bien te oý y no pienses que el oýr con los otros exteriores sesos mi vejez aya perdido. Que no sólo lo que veo, ovo v conozco, mas aun lo intrinseco con los intellectuales ojos peneiro. i las de saber, Parméno, que Calisto anda de amor quexoso, y no lo juzgues por eso por flaco, que el amor impervio todas las co-sas vence. Y sabe, si no sabes, que dos conclusiones son verdaderas. La primera, que es forcoso el hombre amar a la muger y la muger al hombre. La segunda, que el que verdaderamente ama es necessario que se turbe con la ducura del soberano deleyte, que por el Hazcdor cle las cosas ťuc puesio por que el línaje de los hombres perpetuase, sin lo qual perescería. Y no sólo en la humana especie, mas en los peaces, en las bestias, en las aves, en las reptilias; y en lo vegetative, algunas plantas ban este respeto si sin interposición de otra cosa en poca dištancia de tierra csián puestas; en que ay determinación de hervolarios y agriciiltores ser machos y hembras. ^Qué dirás a eso. Pármeno? jNecieuelo. loquito, angelico, perlica, simplezico! |Lobi-tos en tal gestico? Llégate acá, putico, que no sabes nadá del mundo ni de sus deleytes. jMas ravia mala me mate si te llego a mi, aunque vicja! Que la voz tienes ronca, las barbas tc apuntan. j Mal sosegadilla deves tener la puma de la barriga! Pár.: -jComo cola de alacrán! Co.:-Yaun peor, que la otra muerde sin hincharyla tuya hincha por nueve meses. Pár.:-[Hy, hy, hy! Ce.: -^Riešte, landrezilla, fijo? Pár.: -Calla, madre; no me culpes ni me lengas, aunque moco, por insipiente. Arno a Calisto porque Ic devo lidelidad, por crianca, por 246 EVOLUaÓN E HISTÓRIA DE LA LENGIIA ESPAŇOLA bcncficios, por ser de él honrrado y bien tratado. que es la mayor cadena que el amor del servidor al servicio del seňor prende, quanto lo contrario aparia. Véole perdido, y no ay cosa peor que yr tras des-seo sin esperanca de buen fin y especial pensando mediar su hecho tan arduo y (an diíícil con vanos consejos y recias razones de aquel bruto Sempronio, que es pensar sacar aradores a pala y acadón. No lo puedo sufrir. Dígolo y lloro. Ce.: -Parméno ^tú no vees que es necedad o sirnpleza llorar por lo que con llorar no se puede remediar? Pár.: -Por esso lloro. Que si con llorar fuesse possible iraer a mi amo el remedio, tan grande sería el plazer de la tal esperanca, que de gozo no podria llorar. Pero assí, perdida ya la esperanca, pierdo el alegría y lloro. - Léxico y fraseología Al lector actual le pucden llamar la aiención algunos latinis-mos puros de introducción coetánea a la obra, como inmérito 'que no es merecedor de algo', instruto 'insuuido', impervio'constante' e insipiente 'sin inteligencia o entendimiento', voces que nunca pasaron a formar parte del léxico general. No obstante, hay otros muchos cultismos que hoy son comunes, pero que en la fecha en la que se eseribió La Celestína llevaban pocos aňos udlizándose, č*omo mundano, intellectual 'del entendimiento'4, vegetativo, interposition, determination, especie {especialya en el siglo xm), hervola-rio (después con b) 'conocedor de hierbas', perpetuar, agricultoro arduo. Fidelidad cs forma culta que sustituye a las anúguas ßeldad o fialdad; otros cultismos o semicultismos fonéticos, como necio y serviäo, se docunicntan desde el siglo xui, y reptilias 'reptiles', pro-cedentc del acusativo neutro ladno en -a, aparece en el siglo xiv. En este fragmento no abundan los términos coloquiales, pero se convierten en tales varias palabras comunes utilizadas como insultos cariňosos y en forma de diminulivos: neduelo, loquito, sim-plezico, pulico, landrezilla. Esta ultima voz, landre (documentada en esta forma hacia 1400, pero lande en el siglo xm), procede del latin GI.ANDINK 'bellota', y de ahí pasó a significar 'tumor' y después 'peste que se manifesiaba con tumores' y 'pestilencia' (Corominas y Pascual, 1980, s.v.); lobitos, diminutivo de lobo, es interpretada por los distintos editores como 'mala cara' o 'pucheros (conato de llanto)'. ' lx> más probable es que la -It en csia palabra no sea más que mcro laiinismo grafico. El.SIGLO XV 247 El uso y sentido de algunos verbos no es exactamente el mis-mo que ahora. Asi, .su/rirequivale a 'soportar, aguantar', y perderz. 'echar a perdeť en no pienses que el oýr [...] mi vejez aya perdido. Una atención especial han merecido los refranes y expresiones populäres que los personajes insertan con soltura en un discurso nunca falto de retórica. Aparte de la expresión ilobitos en talgesti-cóť, empleada por Celestína, Parméno cierra su respuesta con el refrán sacar aradores a pala y acadón1, donde arador es uii parasito, coneretamente el ácaro que provoca la sama al ir excavando gale-rías o surcos bajo la epidermis (de ahí su nombre); este proverbio podría equivaler a nuestro actual matar mosquitos a caňonazos. - Grafía y fonética En el nivel fonético-fonológico, eontrasta el espaňol reřlejado en este incunable con el que ofrecen muchos documerttos coetá-neos, en los que las alternancias y vacilaciones son niimerosas. Por el contrario, el texto de La Celestína apenas da muestras de confusiones fonédeas, lo que puede deberse tanto a la cul tura y nivel social de su autor, como al esmero del escritor y del propio tmpresor en la edición del texto, que utiliza los mismos tipos de la escritura gótica libraria del periodo alfonsí y, con ellos, los mismos usos gráfico-paleográficos, como escribir v- iniciál y -u- interior (vegetatiuo), usar y con valor vocálico en posición iniciál o tras otra vocal {yr, oydo, deíeyte, oy *oV) o emplear cante e, iy fante las demás vocales. Poco hay que comentar en el vocalismo, salvo el mantenimien-to de las dos vocales en veer. La vacilación de átonas, earacterística de otros textos de la época, no se da en estc fragmento. En cuanto al consonantismo, el reparto gráťico de b/v respon-de a la oposición fonológica vigente en el castellauo medieval {saber, lobito, bairiga / aver, ravia, vegetativa), lo que no significa que no se hubiera producido la coalescencia en la pronunciación. Sólo se vacila en la representación de la labial fricativa tras líquida, pues lue habitual desdc el siglo xm el mantenimiento de la grafía cii-mológica en contra de la realización real, y se escribe hervolario, derivado de herba, pero barba < barba, asi desde los orígenes. El sistema de sibilantes también parece respetarse en el orden de las prepalatales {muger. Hnoje, vieja /quexoso) y de las dentoalveolares ' Recogido por Gonzalo de Correas en su \beabulario de refmnei y fiaia fnoverUales que junto el maestro. 24S EVOLUaÓN K HISTÓRIA DE LA LENGÜÄ KSPAŇOLA (plazer, dezir, razón / moco, duleura, necio, pesces)", que en position implosiva, desde siempre sorda aunque escrita z, ha sustituido a la denial en juzgar< iud(i)care. En el caso de las alveolares, el empleo de s y ss suele ajustarse a la antigua oposición (cosa / ne-cessario, desseo, fuesse...), sin duda perdida tiempo airás, pero hay algunos ejemplos de confusion, todos ellos a favor de la grafía simple: eso (pero también esso), perpetuase y sosegadüla. La F- se conserva ante líquida (flaco) o por tradition grálíca sólo en fijot pues es h- en el verbo hazery derivados (kago, hazedor, hecho), en hembra < femina y en hinchar < inflare, cuya aspiration iniciál se explica por melátesis de la h procedente de la v interior (Corominas y Pascual, 1980, s.v.); no sabemos si Fernando de Ro-jas aspiraba cstas h- o las realizaba como cero fonético. pero es casi seguro que representan aspiración en las interjeccionesde la risa: hy, ky, hy. Los restantes casos de k- (muda) del texto son etimoló-gicos, tanto su vacilamc presencia en las formas del actual verbo habet (kavernös avido), como en hervo/arioy honrado. ~ Morfosintaxis Comenzamos este apartado por una cuestión que ha sido am-plianiente iratada por los esludiosos: el empleo de los diminutivos. fji este fragmento se suceden diez diminutivos en pocas líneas, y los sufijos utilizados son cuatro disunios, aplicados sobre sustanti-vo o adjetivo: -uelo (neäeuelo), -ito (loquiio, lobitos), -iüo (sosegadüla, landrezilla) e -ico, el más empleado (angeüco, perlica, simplezico, ges-tico, pulico). Hoy este suftjo es caracteristico de Aragon y zonas de America, pero fue muy produetivo en castellano entre la segunda mitad del siglo xv y la segunda mitad del siglo xvn (Pharies, 2002, s.v.). En dos de estos derivados se hace uso, adeinás, del interlijo -z-, al que se unen dos sufijos diferentes: simplezicoy landrezilla. Casi todas estas palabras son usadas por Celesüna como apclativos di-rigidos a Parméno, la mayoría insultos que el sufijo se encarga de convertir en términos cariňosos y afeciivos. equivalentes a los de por si positivos angelko o perlka, con los que se mezclan. Su fun-ción es activa, es decir, Celestína los emplea para simpatizar con el joven y poder, asi, influir en él y convencerlo de sus intenciones. • En peitscería y pesos sc utíliza el dfgrafo -se- eiiniológico pani la sibilantc sottla. pero »o asi en nedo. ELSIGLOXV 249 Respecto al aruculo, podemos ver que todavía se emplea la forma el del femenino ante /a-/ átona: el alegría. El posesivo ca-rece de artículo antepuesto (a mi amo) y aparece la secuencia ar-tículo + sustanlivo + posesivo tón ico para dar mayor énfasis (para que eonozeas el amor mio contigo). Si se usa el artículo ante el adjetivo talen de ta tat espemnfa 'de dicha esperanza', y no es necesaria la forma neutra ante el relative queen la oración adjetiva explicativa de que no hago caso 'de lo que, de lo cuaľ. En el fragmento sólo sc registran dos oraciones con pronom-bre átono con referente personal, uno de ellos, leísmo: véoleperdi-doy dicho por Pármeno. En este y en los demás casos de verbo al comienzo de oración, el pronombre aparece enclítico. De los üempos verbales utilizados puede seňalarse el mante-nimiento de la forma oyo en lugar de oigo, y de kavernös en lugar de hemos en el pretérito perfecto, que, aunque preferido en los contextos de presente, como es el caso, sigue alternando con el indefinido, como se ve en la sucesión de te he oýdo dezir y bien te oý. El uso de la pasiva era habitual en la lengua literaria de la época: somos íentados, juepuesto, pero también hav un caso de pasiva refle-ja: lo que con llorar no se remedia. La si n taxis oracional es muy variada, con completivas, adjeti-vas y diversos tipos de adverbiales que se combinan en enunciados complejos. Es de destacar la alternancia de la construction ser + adjelivo con sujeto concreto, seguida de infinitivo: esforcoso elhom-bre amar a la mager, o de que más subjuntivo, como en el espaňol actual: el que verdaderamente ama es mcessano quese turbe. En cuanto al orden de palabras, es frecuente la anteposición del adjetivo al sustantivo (exteriores sesos "sentidos', sobemno deteyte, humana especie). Se aprecia cierto gusto por la colocación simétri-ca de los elementos que se repiten, reeurso retórico que permite acentuar el paralelismo de ideas: que la olra muerde sin kinckary la fuya hincha por nueve meses, i tú no vees que es necedad o simpleza llorar par lo que con llorar no se puede remediarf No podemos concluir este análisis sin hacer un breve comen-tario sobre el estilo y la función del lenguaje de Celestína. Como personaje central de la obra, la alcahueta es la que más habla, y su diseurso varia dependiendo de su interlocutor y de los fines que persiga en cada caso, lo que le confiere una singular riqueza. El estilo retórico y erudito que domina en todo el texto se ve salpi-cado en el diseurso característicamente femenino de Celestína de palabras malsonanies junto a elementos afectivos, refranes, im- 250 EVOl.IJCIÓN t: HISTÓRIA DK lA LENGUA ESPAŇOLA perativos. diminutivos, frases exclamativas e interrogativas... que hacen de su lengua un eficaz instrumento de persuasion. Los ras-gos sociolingiiísticos de los distintos pcrsonajes los convierien en seres reales, definidos tanto por su aspecto y sus acciones como por su lenguaje. EjERClClOS 1. (jCuáles fueron los eres pilares de la política de los Reyes Católi-cos? 2. tPor qué se ha dicho que la literatura espaňola no pariicipó plena-men te de lascorrientes humanistas? 3. Enumere las principále» características de la lengua literaria del siglo XV. 4. ^Quiénes fueron los autores de las siguienies obras? - Las doze Irabajos de Héraäes - O.ncionero - Laberinto de Fortuna - Capias a la muerte de su padre - Corbaeho - Tragicometiia de Calistoy Melibea * 5. č Qué dos cambios en el sistema de sibilantes se inidan en esta época? 6.