■wo vi. sprachen und Sprachgebiete: Spanisch saber nada de la literatura, y muchos estudiosos de las letras tampoco quieren enterarse de que existe la ciencia del lenguaje, la tarea interdis-ciplinaria que aguarda a unos y a otros es aún muy grande. ft Bibliografia Abad, Francisco, Lugar de don Juan Manuel en la história de la lengua, in: Academia Alfonso X el Sabio (ed.), Don Juan Manuel VII Centenario, Murcia, Universidad, 1982,9-15. Abad, Francisco, Hacia una história de la lengua li-teraria, in: Alarcos, Emjho (ed.), Serta philologica Fernando Lázaro Carreter, vol. 1, Madrid, Cátedra, 1983, 1-9. Abad, Francisco, Las ideas lingiiisticas en Espaňa en el sigloXX, Epos 1 (1984), 7-18 (= 1984a). Abad, Francisco, Ideas para una interpretaciön de Menéndez Pidal, in: Casanova, Emili (ed.), Misceblänia Sanchis Guarner, vol. 2, Valencia, Universidad, 1984, 7-11 (= 1984b). Abad, Francisco, jEsposible una História de las ideas lingúísticas en Espaňa?, ELUA 2 (1984), 233-250 (» 1984c). 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Si la primera se encarga del funciona-miento y estructura de la lengua (del sistema), la segunda se ocupará de todo squello que no pertenece al sistema de la lengua, de todos los factores extralinguísticos que influyen en la Lapesa, Rafael, Introducción a los estudios literarios, Madrid, Cátedra, 151985. López Estrada, Francisco, Introducción a la literatura medieval espaňola, Madrid, Gredos, 41979. Lotman, Yuri M., Estructura del texto artistico, Madrid, Istmo, 1978. Menéndez Pidal, Ramón, Mis páginas preferidas. Temas linguísticos e históricos, Madrid, Gredos, 1957. Menéndez Pidal, Ramón, Romancero Hispánico, vol. 1, Madrid, Espasa-Calpe, 21968. Menéndez Pidal, Ramón, Antológia de prosistas espa-ňoles, Madrid, Espasa-Calpe, M969. Menéndez Pidal, Ramón, En torno al Poema del Cid, Barcelona, Edhasa, 1970. Menéndez Pidal, Ramón, Estudios sobre el romancero, Madrid, Espasa-Calpe, 1973. Milien, Maria Clementa (ed.), El publico, Madrid, Cátedra, 1987. 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Serán objeto de estudio de la lingiiística externa: a) Cuestiones etnológicas: relación entre la lengua de una comunidad y la raza y la civilization de sus hablantes, sus costumbres, su forma de vida. b) Relación entre la lengua y la história polítíca y social de la nación o nacíones en que se asien-ta dicha lengua: hechos históricos, regímenes políticos, relaciones internacionales, actividad comercial e industria ... c) Relación entre la lengua y las Instituciones de una nación: Iglesia, Estado, Universidad, ... e influencia que éstas tienen en el desarrollo literarío de una lengua. d) Actividad cultural y cíentífica de una nación y su influjo sobre la lengua. e) Extension geográfica de una lengua y frac- 387. Spanisch: Externe Sprachgeschichte 407 cionamiento dialectal. Problemas de contacto con otras lenguas dentro del mismo ámbito nacionál o fuera de él. Aunque hayamos deslindado en cinco gran-des bloques los temas objeto de la lingüistica externa, es evidente la íntima relación entre ellos; es el conjunto de estos factores el que, a menudo, condiciona una situación linguístíca determinada. 1.2. Si lo que acabamos de mencionar lo exa-minamos desde una perspectiva histórica, nos hallaríamos ante la história lingüistica externa -objeto de estas páginas -, que tiene como fina-lidad el estudio de los factores extralinguísticos que configuran la trayectoria de una lengua, su história; es decir, se ocupará del conocimiento de los hechos históricos, sociales, económicos, políticos y culturales que deterrriínan el porve-nir de un idioma: su expansion o retroceso, su repercusión e influencia en otras lenguas, su destino dentro del propío marco geográfico en que se desenvuelve, la relación que mantiene con lenguas y dialectos que comparten su pro-pio espacio y las variaciones y cambios en dicha relación. 1.3. Cuando en el siglo XIX aparece en el panorama de los estudios linguísticos la gramática histórica, la metodológia de esta ciencia aislaba a la história general de los fenómenos grama-ticales que estudiaba; de ešte modo, los hablantes, en el seno de cuyas comunidades se fragua-ban los cambios linguísticos, no eran tenidos en cuenta por los estudiosos (Meier 1982, 192), manífestando asi una concepción naturalista del idioma y una vision surriamente estrecha y pobre de la lengua. Con F. de Saussure se inicia el cambio de actitud y se amplia el espectro de la lengua. En la esfera de la filológia espaňola la figúra que supone el abandono de la arriba mencio-nada «gramática histórica simplista» o «seudo-histórica» - según sus propias palabras - en favor de la auténtica gramática histórica, donde lengua y cultura van íntimamente unidas, es Ramón Menéndez Pidal. Con sus Orígenes del espaňoi ('1926) abre nuevas vías a la linguístíca diacrónica y muestra las ventajas del estudio de la história y la cultura para el mejor entendi-miento y explicación de los hechos linguísticos. En el Centro de Estudios Históricos de Madrid, fundado en 1910, Menéndez Pidal di-rige la Sección de Filológia y, pronto, se forma una auténtica escuela espaňola de filológia cuyos modelos de investigación y su influjo se extendieron no sólo por toda Espaňa, sino que se hicieron sentir también en America. Los au-tores espaňoles conciben para la história lin- guístíca la unidad de los enfoques interno y ex-terno (Catalan 1982, 59, 60). No en vano, la história de una lengua es parte de la história de un pueblo y, si esta ultima puede explicar la suerte de la lengua de una nación, también la história de su lengua arro-jará luz en la interpretáciou de esa história. Las palabras de R. Lapesa, uno de los maes-tros de la filológia espanola, ilustrarán perfec-tamente los conceptos que venimos comentan-do e insistirán en la importancia que tiene la história lingiiística externa para el estudio de la gramática histórica (1959): «El carácter hístórico de los estudios linguísticos fue casi exclusivo durante ia segunda mitad del siglo pasado y primeros decenios del actual; hoy, sin esa exclusividad la lingiiística histórica comparte la atención de Jos estudiosos con la proyección sin-crónica iniciada por Saussure. Ahora bien, hay dos maneras radicalmente distintas de entender la his-toricidad de los estudios linguísticos [...]. Eí abs-traccionismo Jinguístico tiene como principio bá-sico la separation entre la llamada lingiiística externa y la interna. A la primera - se dice - competen las relaciones entre la lengua y la cultura e instituciones, asi como todo lo referente a extension geográfica y fraccionamiento dialectal; en cambio, la lingüistica interna se ocupa del funcionamiento y estructura del sistema de signos que es la lengua [...]. Si queremos superar la insuficiencia de la gramática histórica para hacer auténtica história lingüistica, hay que aunar los enfoques Uamados ex-terno e interno». 1.4. Entre los muchos ejemplos que podriamos utilizar para explicar de forma practica lo dicho hasta ahora, hemos seleccionado dos por im-posición de la limitáciou de espacio. El primero de ellos se refíere a un fenómeno fonético del espaňoi clásico - para comprobar la directa relación entre los fenómeos internos, gramaticales de una lengua y los agentes externos a ella -, y el otro hárá hincapié en la importancia que la história polítíca de un pais tiene en la história de su lengua. 1.4.1. Como es bien sabido, en el tránsito del espaňoi medieval al clásico comienza a incu-barse un fenómeno que triunfará más adeiante, con cronología distinta en diferentes zonas de Espaňa, consístente en la confusion de las sibi-lantes medievales. En el andaluz el fenómeno tiene un cariz especial, originándose las varie-dades lingiiisticas conocidas como ceceo y se-seo. Junto a las explicaciones puramente lingiiisticas que nos aclaran el proceso fonético que condujo a la confusion andaluza de las si-bilantes s, ss, z y c y, también cuáles fueron las condiciones fonológicas en que tuvo lugar y sus consecuencias para el sistema de las consonan-tes, hay que tener en cuenta una serie de factores extralinguísticos que nos van a dar la pis- 408 VI. Sprachen und Sprachgebiete: Spanisch ta para conocer por qué ešte fenómeno arraigó en Andalucía y no en otros lugares y también nos aclaran la cronología del mismo: - factores geográflcos: la separación entre Cas- tilla y Andalucía, con impedimentos ortográ- fícos de importancia que hacen muy difícl la comunicación entre ambas; -factores híslórico-sociales: los moros grana- dinos están muy cerca, lo que favorece que la vida de la frontera se apartara de la caste- Uana. Por otro lado, Sevilla es el centro urbano en el que se reúnen gentes de toda procedencia y condición social y esta mezcla de la población sevillana era terreno propicio para las innova-ciones lingiiisticas. Estas especiales circunstan-cias permiten que tome cuerpo en Andalucía una variedad lingüistica del castellano y su dis-tribución en areas distintas (cf. Lapesa 1957, 67-94). Otro interesante ejemplo, en este mismo sentido, es el del problema de la apocope de la vocal en castellano antiguo. Remitimos a los estudios de R. Lapesa de 1951 y 1975. 1.4.2. Para poder entender por qué fue el castellano la variedad lingüistica que se impuso en todo el territorio espaňol hay que conocer las circunstancias históricas que lo hicieron posi-ble. Cuando en 1474 se unían politicamente Cas-tilla y Aragón, gracias al matrimonio entre Isabel I y Fernando V, se unían también dos mo-dalidades lingiiisticas diferentes: la aragonesa y la castellana. ;,Por qué šerá el castellano el 11a-mado a extenderse por todo el territorio espaňol cuando se consigue con los Reyes Católicos la unidad de los Reinos de Espaňa? La pre-ponderancia política de Castilla, la influencia de la Reina sobre su esposo, que hace que éste se castellanice progresivamente y el prestigio de la literatura castellana, que surte el mismo efec-to sobre los escritores aragoneses, hacen que la lengua de Castilla se convierta en la lengua de Espaňa y, a partir de 1492, en la lengua del «Nuevo Mundo». 2. História lingüistica externa del espaňol desde el siglo XVI al XX 2.1. El espaňol de los siglos de or o 2.1.1. Si en el siglo XIII, con Alfonso X el Sa-bio, el castellano pasa a ser la lengua oficial de su Cancillería, dando un paso de gigante hacia su afirmación como lengua de cultura, y con los Reyes Católicos y el descubrimiento de America se reafirma la idea de lengua nacionál - no hay que olvidar que la Reina Isabel fomenta el estudio de las letras y utiliza la lengua caste- llana para todo tipo de asuntos -, es con Carlos V y sus aspiraciones en pro de la catolicidad europea con quien nuestra lengua alcanzará la dignidad de lengua universal. Veamos, aunque sea síntéticamete, los hechos que desembocan en tan importante suceso. El apogeo histórico de la Espaňa del siglo XVI influyó decisivamente en la difusión de nuestra lengua. Como afirma R. Menéndez Pidal (61971, 32, 35) Carlos V «fue el primero y único emperador europeo americano» y «des-pués de él toda universalidad quedó excluída». Se educa en Bruselas y crece sin saber espaňol ni latín - lengua diplomática internacionál-. Paulatinamente Carlos V se va hispanizando y acepta el Imperio para acometer la lucha contra los enemigos de la fe católica: Espaňa šerá el corazón del Imperio y el Emperador intenta in-fundir a Europa este espíritu de defensa contra los infieles, que inspiró la Reconquista. En 1536 Carlos V proclama la lengua espa-ňola como lengua oficial de la diplomacia y lengua común a toda la cristiandad. La sociedad europea se ve invadida por todo lo espaňol: la Iglesia se refuerza por una Orden de origen espaňol - la Compafiía de Jesús; los espafioles están combatiendo en Viena, Túnez y Argel; la vida diplomática y las Cortes adoptan los usos espafioles y se ven invadidas de nombres espafioles. La imprenta contribuye notablemente a esta difusión del espafiol porque, especialmente en Amberes, se imprimen numerosas obras en castellano y muchos diccionarios, lexicones y gra-máticas de nuestra lengua. En los Paises Bajos y Alemania se oía mucho la lengua de Castilla a causa de las estrechas relaciones con la Peninsula y por complacer al Emperador. En Francia e Inglaterra se leían obras en espafiol, se imitaba el estilo de las mismas y se publicaban gramáticas destinadas por sus au-tores a facilitar el aprendízaje de la lengua espa-fiola. En Itália va a ser grande la influencia del espafiol y - como explica R. Menéndez Pidal (51968, 55-62) - la intensa relación entre espafiol e italiano šerá decisiva en los terrenos lin-gíiístico y literario. De la importancia que el espafiol adquiere fuera de Espaňa da cuenta la abundancia de obras destinadas a extranjeros y los diccionarios bilingües (-» 405, 406). El espafiol se habla en todas partes como lengua común de la cristiandad. 2.1.2. Contienda entre latín v romance Es preciso recordar que el latín era aún en el siglo XVI la lengua literaria y científica por ex- 387. Spanisch: Externe Sprachgeschichte 409 celencia. De tal forma que - como dice Romera Navarro (1929, 205)- escribir en lengua vulgar constituía un tríbuto, una aprobación a la ignorancia. Pero una serie de circunstancias de-sencadenaron la destitución del latín como lengua viva: la fuerza de la lengua hablada y su uso literario - que en el caso del espafiol tiene ya una gran andadura -, apoyado no sólo por el pueblo, sino también por las clases cultas; la propia lucha que los ciceronianos entablaron contra el latín clásico medieval, con el deseo de devolverle su pureza primigenia; y, sobre todo, el movimiento en pro de la lenguas vulgares que, teniendo su origen en Italia, pasa a Espaňa y Alemania, a Portugal, Francia e Inglaterra (cf. Romera Navarro 1929, 205-206). En Espaňa, la lengua de Castilla - por su prestigio politico y literario - es la elegida para la gran tarea y asi, como recuerda R. Lapesa (81980, 298-299), dice Juan de Valdés en 1535: «La lengua castellana se habla no solamente por toda Castilla, pero en el reino de Aragón, en el de Murcia, con toda el Andalúzia y en Galizia, Asturias y Navarra; y esto aun hasta entre gente vulgar, porque entre la gente noble tanto bien se habla en todo el resto de Spafia». De este modo, el castellano adquiere la entidad de lengua nacionál y, desde un punto de vista denominativo bien justificado, lengua espaňola se impone a lengua de Castilla. Para informa-ción sobre esta cuestión remitimos a los traba-jos de A.Alonso ("1968), R. Lapesa (81980, 299), F. Marcos (1980, 51-66). 2.1.3. Desde un punto de vista institucional, hay que destacar la labor de Felipe II en pro del uso literario del espafiol y su ensefianza - no hay que perder de vista que el latin era la lengua escolástica y que el uso del espafiol para la ensefianza estaba expresamente prohibido-; pues bien, el monarca promulgó dos disposicio-nes: la primera en 1583, cuando se funda la Academia de Matemáticas en Madrid, propone que la instruction se dé en lengua común; y la segunda en 1588, en que se ordena que las per-sonas dedicadas a la ensefianza del espafiol de-ben pasar por una prueba de aprobación y, además, no pueden ensefiar a leer o escribir en lengua común sino en cartillas impresas con licencia del Consejo Real. Por lo que se refiere a la Iglesia - otro de los grandes podereš -, fue favorable al empleo de la lengua vulgar en materia religiosa hasta media-dos del siglo XVI. A partir de 1559, con la apa-rición del Catalogus librorum qui prohibentur mandato Ilmo. ac.Rmi. D. D. Fernandi de Values, Hispal. Archiepiscopi, Inquisitoris Generalis Hispaniae, se condenan obras de San Juan y Fray Luis de Granada. El mismo Fray Luis de León se vera encarcelado por su version castellana del Cantar de los Cantares. 2.1.4. Difusión del espaňol Si damos un salto en el tiempo y nos ade-lantamos hasta nuestros dias, observaremos que las zonas en que se habla espafiol, fuera de Espafia, tienen en común la época similar en que se produce la extension de nuestra lengua a esas tierras. Asi, en poco más de un siglo, se configuran las areas fundamentales de la difusión del espafiol por el mundo; esta tarea, ini-ciada por los Reyes Católicos, culmina con Carlos V y su idea imperial. A principios del siglo XV tiene lugar la con-quista de las islas Canarias, donde el espafiol se convierte con rapidez en la lengua del archi-piélago, desplazando a las lenguas nativas (-» 395). En 1492 se produce el descubrimiento de America, por cuyas tierras la extension del espafiol se irá realizando de forma gradual (-» 397^100). En la misma fecha del descubrimiento de America se decreta la expulsion de los judíos, que difunden nuestra lengua por el Mediterrá-neo Asia Menor, aunque entre las comunidades sefardies el espafiol se vera relegado a ser lengua familiar (-» 476). En 1521 fueron descubiertas las islas Filipi-nas - pese a que su colonization no se realice hasta afios después -; su hispanización nunca se complete, debido, entre otras razones, al escaso contacto con Espafia por motivos de separación geográfica. Más adelante insistiremos en este téma (-^ 401). 2.1.5. El espaňol y las lenguas de Espaňa Si fuera de Espafia el siglo XVI marca, como hemos visto, el momento de maxima expansion de nuestra lengua y, por el contrario, el siglo XVII supone el ocaso del gran Imperio Hispano y, como consecuencia, el retroceso del espafiol fuera de nuestras fronteras, no šerá asi dentro del territorio nacionál: la lengua espa-fiola ha tomado las riendas linguísticas del pais no sólo como lengua de la Corte, la Administration y la Iglesia, sino también como lengua literaria. El gallego y el catalán experimentarán un grave retroceso en su manifestation escrita (—► 415 y 356). En el caso del vasco, la situation es algo diferente: como explica M" T. Echeni-que (in: Salvador et al. 1986, 84-86), el siglo XVI es el momento en que sale a la luz la literatura escrita en lengua vasca, que ya no se vera interrumpida hasta nuestros días. 2.2. El espaňol en el siglo XVIII 2.2.1. Espafia, tras los desastres políticos del siglo XVII y comienzos del XVIII, se siente 410 VI. Sprachen und Sprachgebiete: Spanisch consternada y está más unida a Europa de lo que había estado en etapas anteriores. La nueva dinastía borbónica se esforzó por mantener re-laciones cordiales con Francia, se establecieron importantes contactos de indole política con In-glaterra e Manda y con Italia. A comienzos del siglo XVIII Espaňa se en-contraba politicamente escindida: Felipe V (Castilla) y el Archiduque Carlos (Aragón); esto trae como consecuencia la Guerra de Su-cesión y la pérdida de los Paises Bajos, Nápo-les, Sicília, Menorca y Gibraltar. Pese a todo esto, hay una mejora de las con-diciones de vida urbana, estado de las ciencias, intento de reforma de la escuela y la Universi-dad. En lo politico triunfan las tendencias cen-tralistas y uniformadoras, puesto que la política a seguir consistia en reforzar la autoridad central, y asistimos a un cambio de tono en la vida nacionál y la cultura internacionál: crítica y erudición frente a creación. 2.2.2. La misma uniformidad política se busca para el idioma. La lengua se concibe como un instrumento perfecto y acabado en los siglos de oro; por ello, se considera en decadencia y corruption durante todo ešte periodo. Para evitar y detener esa corruption se crea la Real Academia Espaňola, uno de cuyos fines es contener los galicismos, ya que durante este siglo la vida y la lengua espaňolas se ven invadidas por todo lo francos. Feijoo, Tomáš de Iriarte, J. G. Her-vás, L. Fernandez de Moratín, J. Cadalso y A. de Capmany, entre otros, clamarán contra el galicismo innecesario. En Espaňa los «casticis-tas» se oponen a los afrancesados. 2.2.3. Desde un punto de vista politico, cultural y lingüistico es muy importante la influencia de lo italiano en la Espaňa de esta época. La política italianista de los Borbones y la expulsion de los jesuitas por el rey Carlos III explican, en buena parte, esta influencia de Italia. Los jesuitas exiliados en Italia se mantienen, en general, en sus moldes latinos, que encon-traban en Italia un campo y un idioma comunes con los italianos. Hay que tener en cuenta la diferente position que mantienen estos hombres respecto a lo que ocurria en el Renacimiento y Barroco donde nuestros intelectuales se conser-vaban impasiblemente hispánicos, cuando el espafiol era la primera lengua que aprendía la gente culta; ahota se mantienen en una position de equilibrio, a consecuencia de la cual florece una abundante literatura hispano-italiana. Además, estos hombres contribuyen a la difu-sión de teorias estéticas diferentes de las fran-cesas y dan noticia de las corrientes culturales europeas. 2.2.4. Latin y espaňol en la enseňanza El latín sigue siendo la lengua escolástica, la lengua de la Universidad (Lázaro Carreter 1985, 163), pero es una lengua cada vez más ignorada, desde que el descenso cultural de fines del siglo anterior la dejase sin apenas practica. El 11 de septiembre de 1753 el rey firma un decreto por el que se establece que se hable latín en el recinto universitario, tanto en el trato universitäre, como en los ejercicios de oposición, seňalando severos castigos a los que no lo ha-gan asi (Lázaro Carreter 1985, 164). Junto a esta ignorancia, ya generalizada, de la lengua latina, existe - al margen del mundo universitario - un movimiento adverso al latín como lengua de ciencia. Los jesuitas, de tradition humanística, son defensores a ultranza de la lengua latina, mientras que hay un gran grupo de hombres de letras que defienden la lengua vulgar: Feijoo, Mayans, Forner, Antonio de Capmany y Jovellanos, entre otros. El 9 de septiembre de 1813 la Junta creada para la regencia propone una reforma general de la enseňanza (Lázaro Carreter 1985, 181-182), por la que el castellano pasará a ser la lengua utilizada en todos los niveles de la enseňanza en Espaňa. Por lo tanto, el latín que-da desplazado como lengua universitaria, aun-que, más adelante, con Fernando VII, de ideas absolutistas, haya un retorno al latin. 2.2.5. El espaňol v las lenguas de Espaňa A partir de 1704, con la Casa de Borbón, se refuerza el centralismo de tipo francés. Esto tendrá importantes repercusiones en el terreno de lo lingüistico, puesto que el espafiol se con-solida en las zonas gallega, vasca y catalana, haciéndose bilingües de forma progresiva. En 1780 Carlos III ordena que en todas las escuelas del Reino se ensefle la gramática que ha publicado la Real Academia Espaňola. Esto contribuye detisivamente al afianzamiento del castellano. Para el gallego, este siglo es de vital im-portancia para la imposition del castellano; motivos socioeconómicos y culturales le fran-quearán la puerta en Galícia. En palabras de Constantino Garcia (in: G. Salvador et al. 1986, 158): «Los movimientos socioeconómicos aparecidos en esta época hacen cambiar el status social gallego. Por una parte, los repre-sentantes del poder de las clases altas, imbuidos por las ideas del despotismo ilustrado, tratan de extender la cultura a las otras clases sociales, especialmente a través de la escuela y ésta [...] se desenvuelve en lengua castellana. Por otra 387. Spanisch: Externe Sprachgeschichte 411 parte, en esta misma época, aparte de la emigration gallega que va a Castilla y trae nue-vas formas de expresión a su regreso, hay una abundante inmigración en Galícia [...]. La bur-guesía o lo que podríamos llamar clase media se incorpora ahora al mundo de la cultura y de la civilization castellana, como tres siglos atrás lo hicieron los nobles». Para el catalán la situación es parecida: deja de ser oficial y en 1768 se prohibe el catalán en la escuela, por Real Cédula del Conde de Aran-da. Valencia, además, se castellaniza notable-mente (Germán Colon, in: Salvador et al. 1986, 134-135). Pese a todo ello, hay cierta tesistencia en Catalufia ante las presiones del poder central y se continúa utilizando el catalán en las juntas has-ta bien avanzado el siglo XVIII. En el caso del vasco, el siglo XVIII marca un retroceso de esta lengua y parece ser que «en los núcleos urbanos navarros se produjo una erosion progresiva que desembocó en la pérdida de la lengua un siglo después. Otro tanto sucedió en territorio francés [...]» (M* T. Echenique, in: Salvador et al. 1986, 86). 2.3. El espaňol en el siglo XIX La influencia política y cultural que Francia tiene sobre Espaňa bajo los primeros Borbones, desemboca en reaction espaňola antifrancesa; esta reaction comienza a incubarse antes de fi-nalizar el siglo XVIII y estalla ante la provocation de la invasion napoleónica. En los primeros aňos del siglo tiene lugar el exilio de escritores e intelectuales de nuestro pais, que beberán en el exterior las novedades estéticas y culturales y darán noticia de la vida espaňola. La Guerra de la Independencia y las espe-cialísimas condiciones históricas de Espaňa en esta época, ayudadas por la visión romántica del momento, ejercen en el extranjero cierta su-gestión por lo espaňol que tendrá sumanifes-tación linguística en la entrada de hispanismos en las literaturas francesa, inglesa e italiana, fundamentalmente. 2.3.1. A partir de 1833 surge el movimiento re-novador de las lenguas vernáculas; la base de este movimiento reside en el Romanticismo, que, como es sabido, tiene un especial interes por el pasado y hace que afloren los textos me-dievales. Se produce asi el renacimiento de la lengua y la literatura catalanas. En 1859 se restauran los Joes Florals, que han de ser exclusivamente en catalán, según los estatutos de los mismos. Hay un esfuerzo generalizado, desde los podereš eclesiástico y politico, en pro de la recuperación del habla y la cultura catalanas y, naturalmen-te, escritores y eruditos aunan su actividad en este mismo sentido; de entre ellos, destacare-mos, desde un punto de vista lingüistico, a A. M. Alcover, figura que enlaza ya con el siglo siguiente. Los primeros afios del siglo XX ven cuajada la labor que se realizó; en 1906 se organiza el Primer Congrés Internacionál de la Llengua Catalana y, al siguiente afio, se funda el Institut d'Estudis Catalans (cf. Germán Colon, in: Salvador et al. 1986, 135-136). En Galícia, junto a una progresiva desga-Ueguización de la población, asistimos también a la llegada de movimientos de defensa de la lengua autóctona - aunque más tardiamente que en Catalufia. La fecha de 1863, con la publication de los Cantares Gallegos de Rosalia de Castro, es decisiva para que se consolide el renacimiento literario de la lengua gallega. En el caso de la lengua vasca, a pesar del retroceso que sufre esta lengua - sobre todo en Navarra -, hay un creciente interes por ella no sólo en Espaňa, sino también fuera de nuestras fronteras; prueba de ello es que en febrero de 1886 surge en Alemania la Baskische Gesellschaft, que edita una revista titulada Euskara, publicada en Berlin entre 1886 y 1896 (cf. Ma T. Echenique, in: Salvador et al. 1986, 89). 2.4. El espaňol en el siglo XX En la actualidad, el espafiol es la lengua de Espafia y de una veintena más de naciones. Cerca de trescientos millones de hablantes, junto a varios millones de personas que la conocen hacen de nuestra lengua una de las cuatro mayores, demolmgiiisticamente hablando (cf. Salvador et al. 1986, 30). 2.4.1. El espaňol en Espaňa 2.4.1.1. El espaňol v las lenguas de Espaňa Durante el periodo de la Dictadura de Primo de Rivera asistimos al retroceso de las lenguas vernáculas de Espafia, en favor del castellano; el mismo general dice: «Pediría al pueblo catalán, como pido al vasco y al gallego, que por todos se difunda y use el predommante (el castellano) como único medio eficaz de ensanchar y forta-lecer la base racial y espiritual de la Espafia grande» (Morales/Díez/Sabín 1976, 160). En 1926 se promulga un Real Decreto que prohibe la enseňanza en esas lenguas. El advenimiento de la República marca un cambio de gran transcendencia en favor del gallego, vasco y catalán y, asi, la Constitution del afio 1931 reconoce que «el castellano es el idio- 412 VI. Sprachen und Sprachgebiete: Spanisch ma oficial de la República» y, también dice: «Todo espaňol tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes reconozcan a las lenguas de las provincias o las regionales. Salvo lo que se dis-ponga en leyes especiales, a nadie se le podria exigir el conocimiento y uso de ninguna lengua regional» (Morales/Díez/Sabín 1976, 161). En Catalufia se aprueba el Estatuto de Autonómia el 9 de septiembre de 1931 y en él se reconoce al Catalan como lengua oficial de Catalufia, junto al castellano; e! Estatuto gallego se aprueba el 28 de junio de 1936, y el Estatuto vasco se vera aprobado en octubre de 1936. En los tres casos, junto al reconocimiento de sus lenguas oficiales junto al castellano, existe el compromiso de utilizar esta ultima lengua en todas las relaciones oficiales con el Estado espaňol (cf. Morales/Díez/Sabín 1976, 161-162). Desde el final de la Guerra Civil espafiola hasta 1969 asistimos a un nuevo arrincona-miento de las lenguas regionales. En 1970 se aprueba en las Cortes franquistas una Ley General de Educación en la que se abre tímida-mente la puerta hacia la enseflanza de estas lenguas en las escuelas e institutos de ensefianzas medias. Habrá que esperar al aňo 1978 en que la Constitution espafiola en su articulo 3° dispone «1.-E1 castellano es la lengua espafiola oficial del estado. Todos los espafioles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. 2.— Las demás lenguas espaňolas serán oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus estatutos [...]» (G. Colon, in: Salvador et al. 1986, 111). En nuestros dias - segun M* T. Echenique (in: Salvador et al. 1986, 97) - el vascuence es todavia una lengua minoritaria que va alcan-zando notables progresos, más importantes desde un punto de vista científico que desde ei punto de vista del uso real de la lengua por parte de sus hablantes. Por lo que respecta al gallego, existe una situación de diglosia, en la que el castellano es la lengua de prestigio social; curiosamente, el mayor grado de diglosia activa se da en el sector eclesiástjco: gallego en la calle, castellano en la iglesia (C. Garcia, in: Salvador et al. 1986, 163-167). Al Catalan actual se le plantean una serie de problemas importantes: la presencia de un gran numero de inmigrantes que hacen que sea el castellano la lengua que se hable, casi exclusivamente, sobre todo en nú~ cleos fabriles e industriales; además, en muchos sectores lingüisticos catalanes la lengua de la administración publica, la justicia y la enseňan-za es el castellano (G. Colon, in: Salvador et al. 1986, 136-139). 2.4.1.2. Junto con las cuatro lenguas peninsula- res (castellano, gallego, vasco y catalán) existen en el territorio espaňol otras variedades língííís-ticas: - El dialecto astur-leonés, cuya area linguistica comprende Asturias, el centro y oeste de Santander, norte y oeste de Leon, oeste de Zámora y Salamanca y parte de Cáceres (La-pesa 81980, 482; -> 407-Í08). - El aragoněs, cuyos límites lingüisticos se han visto seriamente estrechados por el castellano, está recluido en los valles de Ansó, He-cho, Aragiiés, Lanuza, Biescas, Sobrarbe y Ribagorza, y, más al sur, hacia la sierra de Guara (Lapesa "1980, 120; -* 360). - Variedades Meridionales: el andaluz, se ex-tiende por las ocho provincias andaluzas y ofrece variedades distintas dentro de su pro-pio ámbito geográilco (->394). Extremeňo, murciano y canario, son las denominadas ha-blas de tränsito, por mezclarse en ellas rasgos lingüisticos de diferentes dialectos o lenguas, debido, fundamentalmente, a proximidad geográfica. Asi, en el extremeňo, sobre fondo castellano, se mezclan leonesismos y rasgos meridionales (en Cáceres están más acentua-dos los rasgos leoneses, mientras en Badajoz predominan los andaluces) (-* 409b); el murciano superpone a su base castellana rasgos aragoneses y catalanes, junto a rasgos meridionales; y, por fin, el canario, que ofrece, sobre su fondo castellano, rasgos andaluces, ya que - durante la incorporation de Cana-rias a Castilla - las expediciones de colonos y conquistadores se realizan, fundamentalmente, desde puertos andaluces (Lapesa 81980, 519ss.;->395). 2.4.2. El espaňol fuera de Espaňa Comprende el espafiol de America, Filipinas, el judeo-espafiol y el canario, sin olvidar los enclaves hispanos 8e Africa, lingüisticamente hablando. (El canario lo hemos incluido en el apartado anterior porque pertenece al Estado espafiol, aunque, geográficamente, esté fuera de la Peninsula Ibérica). El espaňol de America comprende, fundamentalmente, Nuevo Méjico y la zonas de ha-bla hispana en Estados Unidos; Méjico, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panama; Cuba, Puerto Rico y An-tillas; Venezuela; Colombia, Ecuador, Peru, Bolivia; Chile; Paraguay; Argentina y Uruguay. Para lo referente a la influencia que tienen en el espafiol las lenguas aborigenes americanas cf. Lapesa (81980, 536ss). En Estados Unidos es notable la extension que el espafiol está experimentando; de tal suer-te, que los demolingüistas establecen que en el 387. Spanisch: Externe Sprachgeschichte 413 afio 2000 es probable que existan veintitrés mi-llones de ciudadanos norteamericanos hablantes de espafiol (-» 397). El espaňol de Filipinas: como veiamos con an-terioridad, las Filipinas fueron descubiertas por Espafia en 1521, pero nunca se liego a con-seguir la hispanización de estas islas. El espafiol se limito a ser una lengua minoritaria - habla-da, sobre todo, en los estratos gubernamentales y cultos -, que no alcanzó gran difusión en las capas populäres de la sotiedad fibpina. Las ra-zones de ello - según A. Quilis (1980, 82-83) -podrían ser las siguientes: el alejamiento geográfico entre las islas y Espafia y sus domi-nios, que, naturalmente dificulta la relation; el largo espacio temporal - setenta y dos aňos -transcurrido entre el descubrimiento de las islas y su colonization; las dificultades que para la comunicación y la evangelization suponen el gran numero de lenguas que se hablaban en estas islas y, por fin, la aplicación del derecho consuetudinario en lugar del derecho espafiol. Además, en 1898, con la pérdida de la so-berania de las islas por parte de Espafia, el go-bierno filipino elimina la enseflanza del espafiol. Estados Unidos invierte gran cantidad de di-nero en pro de la introduction del inglés en las islas y la Constitution filipina contempla la obligación de mantener el inglés como lengua de ensefianza. Por todo ello, el espafiol está en franco retroceso en Filipinas (-»401). Por lo que respecta al judeo-espaňol, es pre-ciso tener en cuenta la dispersion geográfica de los hablantes, ya que, a raiz de la expulsion de los judios de Espafia en el siglo XV, se estable-cieron en zonas bien distintas, fundamentalmente en el Norte de Africa y en los Balcanes (se encuentran comunidades de hablantes de judeo-espafiol en Rumania, Bulgaria, Turquia, Grecia, Marruecos e Israel, además de los que viven en Estados Unidos y Francia). Su iniciál situación histórica de aislamiento respecto a la Peninsula Ibérica caracteriza su arcaísmo y la vulnerablidad frente a las lenguas en contacto con las comunidades sefardíes: es evidente el in-flujo que, sobre todo en su léxico, tienen las lenguas eslavas, por ejemplo, sin olvidar la de-cisiva influencia que el francés está desarrollan-do en los Ultimos tiempos sobre el judeo-espafiol de las comunidades sefarditas de Francia; por otra parte, no hay que olvidar su condition, casi exclusiva de lengua familiar, lo que está conduciendo a su retroceso. Pese a todo, es muy esperanzadora la gran labor que se está realizando en favor de la supervivencia de esta hermosa variedad linguistica del espafiol (-476). 2.5. Como se ha podido apreciar, la história linguistica externa del espafiol ha pasado por vi- cisitudes distintas, en estos casi cinco siglos: desde su esplendor y difusión internacionál en el siglo XVI, pasando por períodos de retroceso fuera de nuestras fronteras, hasta el momento actual en que las previsiones a corto plazo pa-recen indicar un progresivo ascenso de hablantes de espafiol. Asimismo, la situación del espaňol respecto al resto de las lenguas peninsulares ha ido variando en la medida que los cambios políticos e ideológicos han ido configurando su suerte. La gran extension geográfica de la lengua espafiola y su abultado numero de hablantes son armas de doble filo, porque, al tiempo que son indices del prestigio y la importantia de nuestra lengua, pueden ser, también, la via de futuras fisuras en la unidad de la misma. A esto habria que afiadir la despreocupación oficial por el idioma - observable en los planes de la ensefianza o en la desatención al futuro del espafiol en países extranjeros, caso de Guinea Ecuatorial, por ejemplo - y muchos problemas más que podrían poner en peligro el futuro del espafiol y no es competencia nuestra analizar desde estas páginas. Pero es evidente que su porvenir está sujeto no sólo a los cambios que a lo largo del tiempo se vayan operando en el interior de su sistema, sino que, de manera especial, habrá que atender y tener muy en cuenta los factores que determinan su evolution linguistica externa. 3. Bibliografia Alonso, Amado, Castellano, espaňol. idioma nacionál, Buenos Aires, Losada, 41968. Alonso, Dámaso, Obros Completas, 1. Estudios Lingüisticos Peninsulares, Madrid, Gredos, 1972. Asensio, Eugenio, La lengua compaňera del Imperio. História de una idea de Nebrija en Espaňa y Portugal, RFE 43 (1960), 399-413. 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Spanisch: Geschichte der Verschriftung 415 Buchstaben sind von der ersten Verschriftung bis zur heutigen Orthographie folgende Phasen entscheidend gewesen: 1) die Adaption des lateinischen Alphabets zu Beginn der Verschriftung; 2) die erste Konventionalisierung im 13. Jh.; 3) die wachsende Diskrepanz zwischen Phonemsprache und Graphemsprache im Siglo de Oro als Folge der Veränderungen im phonolo-gischen System und der seit der Renaissance wachsenden Zahl von Latinismen; 4) die von Nebrija initiierte Orthographie-Diskussion, in der sich eine starke Reformtradition herausbildet; 5) die schrittweise Modernisierung und Kodifizierung der Rechtschreibung ab dem 18. Jh. durch die Real Academia Espaňola und die Annahme dieser Orthographie im gesamten spanischsprachigen Raum. 1.2. Am Anfang der Verschriftung wird im wesentlichen der Graphembestand des Spätlateins übernommen, d. h. das Inventar des klassischen Lateins, ergänzt durch die mit der christlichen Terminologie griechischen Ursprungs vermehrt gebrauchten Buchstaben k, y und z. Die Anpassung erfolgt durch neue Funktionszuweisungen, die nötige Erweiterung des Inventars geschieht durch Kombination oder Abwandlung von vorhandenen Buchstaben, durch diakritische Zeichen oder durch Differenzierung von AUoformen (alle Versuche, wirklich neue Zeichen einzuführen, scheiterten). Die Entstehung des Zeichens f geht auf eine besondere Form des z in der westgotischen Schrift zurück (Menéndez Pidal 1954, 212-221), ň entstand aus nn. Der Digraph ch für /tf/ dürfte aus dem Französischen übernommen worden sein (Lapesa 1981, 170). Die Zeichen i und/ sowie u und v waren ursprünglich Varianten je eines Graphems. Während des Mittelalters war ihre Distribution in erster Linie kalligraphisch bedingt (so schrieb man z. B. neben und zwischen m oder n aus Gründen der Lesbarkeit eher die längere Form j). Mit der Zeit empfand man sie als zwei Grapheme, die schließlich funktionell differenziert wurden. 1.3. Die Entwicklung der Graphie vollzieht sich im Spannungsfeld widersprüchlicher Kräfte: auf der einen Seite das Bestreben, die Schrift der sich wandelnden Aussprache anzupassen, auf der andern das Festhalten an der gewohnten Schreibweise. Dazu kommt als dritte Kraft der gelehrte Einfluß, der z. T. vergangene Zustände wiederherstellt. Von der Kontinuität des Schriftbildes zeugt die Tatsache, daß ein großer Teil der spanischen Wörter heute noch gleich geschrieben wird wie vor zweitausend Jahren (z. B. cena, valle), obwohl sich die Lautwerte im Laufe der Jahrhunderte gewandelt haben. Die heutige spanische Orthographie ist eine vorwiegend phonologische, sie enthält aber auch historisch-traditionelle (h in huevo, y in rey) und historisch-etymologische (h in humano, x in explicaf) Elemente. 2. Die Graphie der romanischen Laute in mittellateinischen und frühen volkssprachlichen Schriftstücken 2.1. Die Verschriftung der Volkssprache geschieht in einem Prozeß, der über romanische Formen, Orts- und Personennamen, Glossen und einzelne volkssprachliche Wörter und Sätze in lateinisch abgefaßten Dokumenten führt. In dieser Übergangszeit fällt es bisweilen schwer, zwischen Lateinisch und Romanisch zu trennen. Einerseits zeigt sich in der Graphie die z. T. romanische Aussprache des Lateinischen (z. B. escambiare, maderia, edivigare), andererseits wurde für die romanischen Laute oft die lateinische Schreibweise beibehalten, und spanische Wörter bekamen einen (pseudo)lateini-schen Anstrich, cf. z. B. die überkorrekten Schreibungen plosa, flosa, flausa für llosa < clausa (DCECH, s. v.). Solche Interferenzen nehmen im 13. Jh. ab, als sich unter den Notaren und Schreibern der bewußte Gebrauch des Kastüischen verallgemeinerte. 2.2. Die Hauptschwierigkeit bei der Adaption des lateinischen Alphabets für die Verschriftung der volkssprachlichen Formen bestand darin, daß für einige dem Latein fremde Laute keine Zeichen zur Verfügung standen. 2.2.1. Während die graphische Wiedergabe der einfachen Vokale keine Schwierigkeiten bot, sind bei den Diphthongen ie und ue/uo (aus lat. * und O) bis ins 12. Jh. Unsicherheiten zu verzeichnen. In Dokumenten des 11. Jh. äußert sich die Unerfahrenheit des Schreibers bisweilen darin, daß er die beiden Vokale übereinander setzt: Agsiu'ellas, spu'ras (Menéndez Pidal 1968, 46-47). Oft wird nur eines der beiden Elemente, in der Regel der geschlossene Vokal, geschrieben: mircoles 'miércoles', uirnes 'viernes', funt 'fuente'. Solche Graphien sind noch im Auto de los Reyes Magos zahlreich: timpo 'tiem-po', tirrajterra 'tierra', füre 'fuere', pusto 'pues-to'. Demgegenüber sind die Diphthonge in den Glosas meist treffend wiedergegeben: conuienet, tienet, nuestro dueno, mientre, muertos fuerent. 2.2.2. Im Bereich des Konsonantismus, wo sich eine Reihe von neuen Palatallauten entwickelt hatte, ist die Unsicherheit besonders ausgeprägt. Im allgemeinen wird das lateinische Schriftbild für den neuen Laut beibehalten: anno /apo/ < annu, caballo /kaßaXo/ < ca-ballu, exir /ejir/ < extre. Dort wo ein romanischer Laut auf verschiedene lateinische Korn-