Feliz nuevo siglo doktor Freud Sabina Berman Ediciones El Milagro Consejo Nacionál para la Cultura y las Artes FELIZ NUEVO SIGLO DOKTORFREUD Coordination editorial: Victor Manuel Mendiola Folografia: Laura Ulloa Primcra edition, noviembre 200! © Sabina Bennan © Arte y Escena Ediciones Manzanillo 154 PB Co Ionia Roma Sur 06760 Mexico, D.F. con-eo@edicioneselmilagro.com.mx Cocdicion: Arte y Escena Ediciones S.A, de C.V. / Conscjo National para la Oultura y las Artes Direceion General de Publicaciones ISBN: 968-6773-59-2 (Arte y Escena Ediciones) ISBN: 970-18-7157-X (Conaculta) Imp re so y hecho en Mexico Nadie es tan grandc para que no se encuentrc sometido a las Icycs quo gobieman con igual severidad la actividad normal y la patolögica. Sigmund Freud / i 'i linuli abslracto. Sigmund trend camina hacia no-\ntiu\ vcstido de profesor vienés definales delsiglo XIX, 11,11, de nespiezas, unpoco usado, bigote y barba corla-• ,il ra\ de la quijada. Tiene 45 unos y un porte dislingui- I, < In ludiestra lleva un pum y cd dedo gardo de.su sinies- II, i ,1, \, ansa en la bolsiía de su chaleeo. "m»: In 1X97, hacc ya třes aňos, adelanté ante ustedes v en este mismo foro científico — ciertos puntos de i.ta aeerea de la neurosis histérica. Quiero ahora sus-Ictiltir Mi]iie!la presentación teóricacon el reporte del 11 .ii.ni nento de unajoven aquejada, preeisamente, por Intomas histéricos. Para salvaguardar su verdadera Ml. ntidad, llamaré a mi paciente en este informe... ......undo breiid cruza a! fondo y horizonlalmente del i ip i n,n in mientras dice: mm i ii l: Pandora. Como ia caja de Pandora. i o i, i, , i trend entra dieiendu: » ni i o i: No, lo odiarán por presuntuoso. ....... ': Inlonces Dora. ■ .-i i ii Si: Dora. mm i i» »: Mi'is modesto, menos grecolatino. I l , run,l,i \ el lereer Freud caminan hacia nosotros: 13 I Kl III li I ln\ p U M.ii Mt 111 <.- COllSťieil.C I lil l l> 2: |ileiiamenlc conscieiile... i in in: quo mit anteriores publica ion es han sido lei- (las iil iiu-iKis cn csln nueslia... i Hl ii) 2: Mniliosa Viena i Kl i o i: I hm lido IcliluN on cierlos umhicntcs/ i km i>: /—iti—más hu-n como Roman »: delei livcscas' i in mi i: pornografii u i Kl I Ii: .il Ntilo Shn i i lolmM i Kl i i> i: {I'm In lui/n i Murqinis de Saclc. i Kl in |j in iiiiinm \ lloi I ii-nlilu SO I Kl Mi: I .In (iobido ■! IUI iil.r.r. en cl lema MXUal y, sepni in. h.in , upln .i,|.i ,i |,i iin.i icdai ción de la que snv ciipn/ Uiieno/ i Kl Mi 2: llipi'n i iiIis i Kl i li Kilu i nu il« i .iiImiIii desde .ilun.i que no ine so-mclcic i In Inpoi rcsla d< nu siglo i on respecto de la inilidiid l mil...... i. i .i-.ii .iliiiiulará en reťeren- i ins si vii.il«. i.....im rs iiiulil haMai tle la neurosis sin hubím de nexu i in Mi 2: Y ine nlieveié n n más lejos i im in i: Nu, »••■ sii Iii teilte i Kl Mi: Me alieveiě ,i deen que I Kl i Ii 2: la In pot lesiii/ i Kl i ic de ihichIiii i iiIiiii.i ai i ii i del sex»)/ I Ml ii) II ( ill.l.ldl),,. FREUD 2: Al que nucsli.i CUltUTI COloCI de inmediato en In iiiiIii'iihI.hI o la nnstilu-neuSn/ i ni i ii \ , 11 Hi ho de que la enferrnedad neurótíca sea II la pesle de nueslra epoca, no son dos datos ineonexos. Es la complicaeiön de la cnergia sexual lo que pro- voca la neurosis. i KiaiD 3: {Muy quedo.) Brillante. FREUD 2 Y 3: Ergo: FREUD: /vivimos hoy por hoy en una sociedad donde ser neurötico es ser normal. los tres Freud golpelean sus puros con el dedo indice para dejar caer la ceniza. Queda Freud solo ante nosotros. FREUD: En el verano de 1899 me visitö Herr F. Herr F.: un caballero de vasta fortuna e influencia en Viena. ( Oiisultorio. Freudy Herr F. hablan. Es notable la seme-janza entre ellos. Herr F. es un burgués, como Freud; de 45 aňos, como Freud; vestido tambiěn con un traje de tres piezas —el suyo impecable y nuevisimo-—, y tambiěn como Freud con bigotey barba cortada al ras de las quija-das. (Jsa len tes gruesos. A hora sufre. Su voz sale quebra-da, nasál. IIkrk f.: Tengo otro hijo, pero Dora es mi preferida. Es sumamente inteligente; es mi consejera, mi/ He pen-sado incluso que Dora pueda ser la heredera de mis negocios, a pesar de ser mujer. {Se lleva la mano a la frente.) Tengo un matrimonio desdichado, Herr doc- 15 tor. Si no nie he separatio de mi mujer es ünicamente por Dora; porque no he querido perder su... (Lay lägri-mas se le derraman y deja la oraeiön inconclusa.) üisculpe. (Saca un panuelo para secarse las lägri-mas. Luego seca su lentes mientras continüa:) Tengo neurastenia, los ojos ine arden cuando me da un accc-so. En fln, decia que siendo que usted cura enferme-dades que no exislen/ imaginarias. mäs bien/ Bueno, quiero que la eure. freud: Usted piensa que su hija estä enferma de la Psiquc. herr f.: Ve cosas que no existen. Alucinaeiones. freud: /.Alucinaeiones? herr f.: Tiene ataques de tos —en pleno verano. Dolores de cabeza. Ataques de/ (bajando la voz conto stiele hacer cuando quiere debil itar cualquier asunto agre-sivo. Herr F. no soporta la agresiön:) de rabia -sobre todo hacia mi, que la amo tanto. Y ahora — ayer... (La voz se le quiebra.) Intcntö suicidarse. Breve paitsa. herr f.: La dejö en mi escritorio. (Le alarga una carta a Freudy tose.) Subi de inmediato a su dormitorio y le dije, supongo que en un tono muy desesperado: "Cömo se te oeurre que yo quiero tu muerte". En otra ärea, muy lejana, Dora tose, luego replica: dora: No mientas. Todo seria mas fäcil para ti y Frau K., esa puta. herr f.: Que palabras. (Tose.) La abofetec. (Dora reci-,6 !«■ la bofetada.) Por Dios, ;,que tiene que ver Frau K. . i in esto? I r/ v Herr F. se congelan. I in HD: (A nosotros.) Por supuesto Hämo aqui a Frau K., asi, Frau K., para proteger la identidad de la dama cn cuestiön. / / consultorio, Herr F. endende un puro. Freud, que si-huejumando su puro, le alcanza un cenicero de plata. HERR F.: Gracias. Hace cinco anos, cuando enferme de neurastenia y lleve a mi tamilia a vivir a Baden Baden. Es entonces que Frau K. entra en nuestras vidas. Frau K. se apiadö de mi y se convirtiö präeticamente en mi enfermera. preud: i Y su esposa? herr F.: Le dije ya: mi esposa y yo tenemos un no-ma-trimonio. Desde entonces Frau K. y yo somos ami-gos. (Tose.) Salimos de vacaciones juntos, las dos familias. Ahora cn Viena los visito casi a diario, por-que por ahora tengo negocios con Herr K. Y Herr K. se ha vuelto para mi hija como un tio, un tio cercano: tienen una amistad Uena de regalos y confidencias y/ ,'Perd6n? ^Que dijo usted? freud: Nada. Absolutamente nada. 17 herr v.: (Luego de tosen) Bueno, vera que, en este con-texto, la acusación de mi hija es terrible. freud: Que listed quiere su muertc. herr f.: Hay otra acusación previa. Hay varias otras acusaciones previas. (Se cuhre los ojos.) Me aver-gücnza hablar de esto. FREUD! Ľscucho. herr f.: Hace una semana Dora mc llamó a su dormito-rio y me dijo que Herr K. la había besado en los la-bios mientras 1c tocaba... sus partes nobles. freud: Sus genitales. herr f.: Sus senos. Yo por supuesto sali de inmediato en mi automóvil a casa de los K. y por supuesto Herr K., ante la acusación, se mostró sumamente ofendido. No es para menos: Herr K. es un hombre casado. De vuelta en mi casa le dijc a Dora lo que Herr K. había respondido —que el asunto del beso era una fantasia de Dora— y ella me respondió que tenia que elegir entre los K. y cíla. (Se pasa la mano por la boca.) Más bien hablaba de los K. y Frau K. indistintamente. O ella o yo, decía. O dejas de veria o voy a matarme. Yo sali de su cuarto conslcrnado, y durante días no hablamos del asunto. Pero una semana despucs, ayer mismo. cuando volvía de casa de Frau K. ... freud: Fue usted a casa de Frau K. nuevamente. herr f.: (Miraiuio hacia otro lado.) Si. freud: Apesar de que su Iii ja amenazó con/ herr f.: SÍ. freud: Cuando volvió de casa de Frau K. ... herr f.: Hneontré la carta, subí a su habitación, como le lu- dicho. Dora tenia en la mano un frasco de sedantes, lo tiré de la mano... tra area menos distante que. la de su primera apa-■-, lán, Dora liene la mano extendida, abre la palma y WH unas pasti/las rojas... lil ku F.: Guardé cl frasco de sedantes en mi saco. Ella /ne dijo: POMA: Has elegido. Yo debo morir. lil KR F.: Le pedí que fuera sensata, pero ella siguió en su tono dramático: Hora: Es natural: te conviene creerle a él, porque tú y ella son amantes. m kr F.: Tenemos una amistad honorable, hija. Yo y Frau K. y su esposo. im tu a: Ja. Y ahora tú y el marido están de acuerdo en un precio por so mujer. m Kit F.: l,Qué precio? DORA: Tu hija. Yo. Él quiere usarme como tú usas a su mujer. in it R F.: Que idea delirante. Monstruosa. (Tose.) DORA: Yo seré su puta como ella es la tuya. HFitR F.: Y la obscenidad, doctor. Era como si un diablo —un espíritu socz y eslridente— se le hubiera mcti- do al cuerpo. Dora: Por ultima vcz: si me quieres, liencs que dejar dc verla. IIF.RR F.: Dora, no puedes pedirme esto. Es cruel, irra- cional. DORA: Ja. HERR F.: Me salvö la vida, lo sabes. (Tose.) DORA: Entonces has decidido por scgunda vez: prefie- res a Frau K. y yo debo morir. HERR F.: Como si dijera: no quiero vivir, por tanto debo morir. Le dije muy despaeio: Hija... Hija, cömo se te ocurre que yo quiero tu muerte. DORA: (Tose, luego replica.) No mientas. Todo seria mäs fäcil para ti y esa puta. HERR F.: (Luego de toser.) La abofetee. (Dora recibe la bo-fetada.) Por Dios, grite. Y luego no supe que mäs dccir 0 hacer y volvi a abofetearla una y otra y otra vez. Tres bofetones eaen sobre Dora. Oscuro sobre ella. HERR F.: (Transidopor eldolor.) Yo comprendo, doctor, que la vida de un hombre estä hecha de alegrias y sufrimientos, y que si vive suficientes anos/ Sigue hablando pew no lo escuchamos porque Freud nos habla directamente a nosotros: FREUD: (A nosotros.) Y aqui el padre de Dora se fugö a la filosofia. (Mientras saea de un bolsillo desu chale-eo un pastillero:) A ese bla bla bla de generalidades que llamamos Filosofia y con la que escapamos de nuestro destino individual. (Traga una pastilla, luego se dirige a Herr F., interrumpiendolo:) Herr F. HERR F.: ^Perdön? FREUD: FY la tos: cuändo dice que le empezö? HERR F.: ^,A-a mi? / a im espaeio contiguo estäya Dora sentada en el divan. DORA*. No, lo de mi papá es "neurastenia". (Dora indica con los dedos las comillas de sus palabras. Asi indi-cará siempre las comillas de lo que dice.) im im f.: <;,A mi hija? Dcsdc/ desde la alucinación del beso tose. (La luz va yéndose de sobre Herr F.) < hra vez el consultorio. Dora tiene 17 aňos, una cara mic/igente. Ahora estä enojada y su inteligencia se ha \m ito irónica. Habla mientras abrey cierra un portamo-ncdas. Freud no puede evitar distraerse con ese movimien-ii i automátieo y obsesivo. FREUD: (Marcando con los dedos, como Dora, las comillas.) i?ox qué dices "neurastenia"? dora: Porque se Mama neurastenia a un grupo de cnter-medades nerviosas que nadie sabe exactamente qué son, ^,o no? i REUD: Asi es. / h>ra deja en paz elportamonedas y Freud suspira aliviado. dora: A mi papá le cuesta trabajo la vida. Tiene pro-blemas, es indeciso: le duele la cabeza, tiene insom-nio, de pronto Hora. Pero le parece más elegante tencr neurastenia que ser un pobre infeliz. ^Puedo tomar una menta? 20 21 Mien tras Dora abre su portamonedas paru (omar de adentro una menia, Freud nos hubia. freud: No pude —ni quise• — disimular la simpatía que me provocó esta precoz joven. Entendi por qué su padre quería enviarla a Leipzig, a la única facultad de Finanzas que admilía mujeres en Huropa. DORA: Además le digo: hace el amor con Frau K. y "se eura". Por eso me preoeupé cuando nos eambiamos a Viena, pero adivine quiénes se cambiaron también a Viena a las dos semanas. freud: ... dora: ... freud: Escucho. dora: Fs que es un salto de terna. £Eso es asociar: saltar de terna? freud: Escucho. dora: Pensé que usted me iba a preguntar de mi mama. freud: Bueno, te pregunto de tu mama. dora: Ay doctor, mi mama es una tonta -- una imbecil, pero profunda, doctor—. De verdad. No haee nada más que limpiar y coser y cocinar. Diee mi papá que de joven le interesaba el mundo—la polítiea, la literatúra- -. Pero el matrimonio le eneogió la inteligencia y ahora todo es los botones y los tapetes y las manchitas en la piata. Y eso que tiene tres sirvientas. Son las sirvientas más felices dcl mundo: se sientan a ver a mi mamá pulir los eandelabros. Quiero decir: no es eomo su esposa. doctor, que anda limpiando porque ustedes no tienen sirvientas —hoy la vi limpiando el recibidor del consultorio y me acordé de lo 22 que dijo mi papá, que usted gana apenas para tener dos trajes. No debí decirle esto. ,:,Se enojó conmigo? i u i i d: Te dije: debes deeir lo que se tc ocurra, con absoluta libertad. ix »k \: Es que, No sé si está bicn, pero no culpo a mi papá de haberse desenamorado de mi mamá y haberse enamorado de Irena asi, como un loco. Fn cuanto a mi mamá, a ella sólo le importa, "que nada le pase a su lamilia", asi lo dice; traducción: que no haya cs-cándalos ni divorcios. Y Herr K... bueno, el pobre deja las cosas ser y se torna un brandy. O dos. O sietc. Además mi papá lo ha vuelto rico. Qué le importa si mi papá y su esposa hacen lo que hacen. De todos modos qué hacen. Mi papá no... No se le... pone duro. freud: (Interesado.) ť>Cómo sabes eso? dora: Se lo oí dceir a nuestro médico. Lo dijo en latin para que yo no entendiera: Penis flaccidus. Pero yo hablo latin y griego. Y mi libro de cabecera es La fisiologia del amor de Mantegazza. freud: Ah. dora: Me lo regaló Frau K. Con ella hablo de sexo... freud: Pero si tu papá tiene penis flaccidus, ťientonccs cómo tu papá y Frau K...? dora: "cogen"? Con las bocas. freud: (,Tú tienes alguna idea de cómo se realiza cl coito? dora: Hc visto dibujos. freud: (:,Fntonccs cómo te imaginas...? dora: Se chupan. Se Hama eunnilingus. Si quiere pue- do tracrle unos dibujos para que vea cómo sc hace. Dora empieza a abriry cerrar su portamonedas. 23 freud: Oigamos. dora: Me acordc del beso de Herr K. Y de la traición de mi papá. freld: Dora, quiero que ine escuches con cuidado. <,Re-cuerdas que a los seis aňos tenías un asma nervioso? lira real, te hacía dano, te fatigaba. Sin embargo su causa era mental, no flsica. Bueno, existen recuerdos "ncrviosos". (Freud usa el ademún que usa Dora para marear Camillas. El y los otrospersona}es se han apropiado también el modismo de Dora y asi lo hárán: marcarán las Camillas con las dedas.) Tal vez —y sólo tal vez— el recuerdo del beso de Herr K. es resultado de un proceso mental como tu asma y como tal vez —de nuevo: sólo tal vez— tu tos actual. El recuerdo es real para ti, te lastima. Pero es importante que aquí aclaremos si sucedió en el mundo exterior o en tu imaginación. Dara tiene un reflejo como de vómito que se convierte de inmediata en tos: tose das veces. dora: Es usted igual a mi papá. (Tose otra vez.) Ama-ble. Educado. (Tose.) Y mentiroso. Cree lo que lc con-viene, nada más. frelíd: i,Quě me convicne? dora: (Replica con una ira creciente.) Que haya imagi-nado el beso. freud: (A nosotros, apretándose con dos dedos el entre-cejo —le duele la cabeza.) Interesante. dora: Mi papá le paga para que "nada le pase a su família", como dice mi mamá. i reud: (A nosotros.) Sumamente interesante. dora: Para que cuando le pregunten cómo está su família él pueda decir: "Bien, muy bien, iy la suya?" I h ni i sigue hahlando pero no la escuchamos porque Freud Hos hahla —es to mien tras saca de una balsa de un cha-Ittca s u past Hiera y torna una pastilla: i reud: En una sola sesión Dora habia pasado conmigo de la complicidad amorosa al odio, un vinculo tan in-tenso, o más, que el amor. No en vano me llegó a decir hasta en tres ocasiones: dora: (En tanto Freud traga la pastilla, saliendo.) Si, es usted idéntico a mi papá. Freud a solas en su cansultorio. Se sienta tras su escri-torio y abre su cuaderno de tapas duras. freud: Es pertinente ahora hablar del fenómeno de la trans ferenda. Tenemos la impresión de que al cono-cer a una persona admitimos sin dificultad que nada sabemos de el la. En (ran Freud 2 y Freud 3. freud 2 Y 3: (Sucesivamente.) <,Cómo está? ()Cómo está usted? freud: /decimos y percibimos limpiamente a) perfecto 24 25 dcsconocido; y csperamos que se nos de a conocer poco a poco. freud 3: Digame algo de usted, porquc por lo pronto nie rcsulta un absoluto cxtrano. ereud: Falso: nunca es asi. Lo cierto es quc de inmediato asociamos a nuestras nuevas conoeencias con perso- nas significativas de nuestro pasado. Pensamos, cons- ciente o inconscientementc: freud 3: (A nosotros.) Este es un nino altanero y ladrön, como mi hermano menor. O bien/ ereud 2: (A nosotros.) /Este es un sonso presuntuoso como mi abuelo. ereud: Y reeditamos con ellos nucstra antigua rclaciön, haciendo breves correcciones para ajustarla a la nueva realidad. freud 3: Sere discreto con el como una sombra: como con mi hermano ei ladrön. Dändole la mano, condes-cendiente: Permitame: me voy, tengo una cita. freud 2: (Muy amable.) Tenga buen dia usted tambien —hablador de mierda. Mientras Freud 3 se retira caminando de espaldasy ob-sequioso: freud 3: No, no me robö ni un dedo. freud 2: Y muerete en la noche. freud: (Para si.) ^,Es necesario el cjemplo? freud 3: Se tacha. Freud lo tachay Freud 3 y Freud 2 van a sentarse. a sus respectivos escritorios. i Ki i d 3: Pero el coneepto es sumamente... i in i d 2: ...tnquictante. freud 3: Si, sumamente prometedor. iui ii): (A nosotros, con excitaeiön creciente.) Conocc-mos pues a pocas personas durante la vida. A nues-tros padres, hermanos, a unos cuantos mäs; y de ahi en adelante seguimos reconociendolos y reconocien-dolos en las personas que recientemente "conocemos'\ (Freud marca las comillas con los dedos.) En el con-sultorio de un sicoanalista/ fdarta, la esposa de Freud, entra. Lleva un delantal de una de cuyas bolsas asotna un plumero. Para no ser in-temunpido, Freud sc inclina dramälicamente sobre su i s( i itorio para escribir en tanto Freud 2 toma la direc-eion de la redaeeiön: ya no escribe sino que liabla bacia nosotros mientras Freudy Freud 3 apuntan en sus respectivos cuademos. freud 2: En el consultorio del sicoanalista, donde/ marta: La cena/ freud: (Un poco molesto, levantando la vista del escri- to.HSi? marta: La cena estarä lista en media hora. ereud: Correcto. Graeias Marta. Marta toma el cenicero de plata, lo vacia, lo limpia con su delantal, lo deja en su lugai; todo esto mientras Freud sigue escribiendo y Freud 2 redactando. ereud 2: En el consultorio de un sicoanalista, que perma- 26 27 nece buena parte del tiempo en silencio y que nunca se muevc por otros intereses... freud 3: (Escribiendo.) Idealmcntc. freud 2: /idealmente nunca sc mueve por otros intereses que los de clarificar a su pacientc, cl fenomeno de la transferencia es innegable. freud 3: (A Freud2.) Las mediciones cientiticas. Eso pe- diran: las mediciones. Las rcplicaciones en laboratorio. freud 2: <-,...? freud 3: El fenomeno es muy notable. Moria sale y Freud retoma la batuta. freud: Es claro que en un principio del anälisis yo fui colocado en la imaginaciön de Dora en el lugar de su padrc. (Freud 2 y Freudque se cala los lenles grue-sos que lo eonvierten en Herr F., seponen en pie; se mueven de manera identica mientras Freud ha conti-nuado sin pausa algtma.) Asociaciön consciente en ella. y por lo demäs acertada, dadas las semejanzas entrc cl padre y yo: freud 3: /semejanzas en nuestra cdad, nuestro aspecto fisico, nucstros ademanes/ freud 2: /adquiridos en un milieu similar/ freud: LI hecho de que ambos fueramos judios. freud 3 y freud 2: Sh. freud 3: Irrelevante. freud 2: Ja. freud 3: Se tacha. (Lo tachan.) freud: /semejanzas de educaeiön y de/ y de/ freud 2: Y punto y aparte. freud: (Volviendo a sentarse.) LI caso de Dora no era un caso de gran histeria, con espectacularcs sintomas como cegueras repenlinas, parálisis de extremidades o amnesias súbitas. Meramcnte se trataba de un caso de petite histérie con los más comunes sintomas. Intra Ana al consultorio eon una eharola. Freud de nue-vo se inelina para concentrarse sobre su escrito. freud 3: Precisamente por ello habría de ensenarmc mu- cho más sobre los procesos sanos de la mente. ana: Papá. freud 3: Talcs como la translcrencia/ freud: (Alzando despaeio el rostro.) Si, Do... freud 2: (;,Do...? jDora! freud 3: No: Ana. Ana. freud 3 y 2: (Seňalando a Freud.) Lapsus lingiie, lapsus lingiie. freud: i,S\ hija? ana: La cena. freud: (Luego de consultar el reloj que se encuentra sobre su escritorio.) Se me pasó cl tiempo. (Sepone en pie y mientras sale con su hija:) Gracias, Ana. Vamos a ver qué cocinó tu mamá. ana: Y yo. freud 2: /la inescapable transferencia. Punto y apatie. Fin de capitulo. Cambio de luz: luz sólo sobre Freud 3, que al ponerse los lentes gruesos es de nuevo Herr F, quien saca del interior de su saco un estuchepequeňoy lo abre. Fstamos en: 2 H 29 Antesala en casa de los K. hf.rr F.: Irena. Frau K. No: Irena. Estc cs un regalo dc despedida. Si nos dcjamos de ver, tal vcz Dora se cure y... Entra Frau K., Herr F. gitarda deprisa el estuche. Frau K. es una mujer de 40 aňos, fisica y emocionalmente adorable. Se hesan en las mejillas. Ella entunees mini a un lado y a otro para asegurarse de que nadie Ins ve, toma el rostro de él entre las manosy lo besa en los la-bios. El se entrega al beso ávidamente. luego se aparta culpable. Luego de una pausa breve. frau k.: <;,Por qué la urgencia? ť-,Fue algo que dijo el doctor? iifrr f.: S-si. Me me advirtió que su cura cs como abrir una caja de Pandora. Debe abrirla para curar, pero entonces todas las complejidades psiquicas emergen y cl paciente empcora, antes de mejorar. (De pronto irrilado.) Irena, ,;,por que tu marido me cita en casa de/ dc ustedes? fral k.: Si quiere vcrmc, dijo, que venga a "nuestro hogar". iifrr f.: Irena... Es muy complicada nuestra... situa/ si-tuación. Irena... (Se Ileva la mono al bolsillo donde ha guardado el estuche.) He pensado que... 30 lino él no pare.eepoder completar la frase ella le mues-i tu afecto: lo besa en los labios. iV k.: ...Sé amable con él. //