LEXICOLOGIA Y SEMÄNTICA LEXICA cantante, cante, cancion, etc. y se puede examinar su estructura en rela-ciön con otros significantes del lexico espanol (correr, corredor, corrien-te, etc.). En el aspecto diacrönico se examinarä su continuidad y sus cam-bios a lo largo de la historia. 4. La lexicologia de! contenido. Es el estudio de las relaciones entre los sig-nificados lexicos. Se considera el piano del contenido como tal y no es ne-cesario referirse al «otro piano» del lexico. Apunta.a las relaciones multilaterales entre significados. El objeto de estudio son las relaciones C-C (entre contenidos). Asi, el significado de inteligente dependerä del signi-ficado de listo, tonto, häbil, diestro, torpe, experto, etc. Es precisamente la aplicaciön de las teorias estructuralistas a la lexicologia del contenido lo que ha dado lugar a la semäntica estructural como estudio sistemä-tico y estructural del contenido de las palabras. Coseriu defendiö lo que llamö la lexemätica, disciplina creada en la decada de 1960 como forma especial de la lexicologia. Trata el estudio del contenido de los lexemas (palabras lexemäticas) centrändose ünicamente en «los significados lexicos de una misma lengua fun-cional (sistema lingüistico)». Una exposicion mäs pormenorizada de la lexemätica serä llevada a cabo en el Capftulo 2. Apuntamos ahora que la lexemätica se enmarca en la lexicologia del contenido en que es factible el estudio sistemätico y estructural del lexico en el piano de los significados, hecho imposible en la semasiologia y en la onomasio-logfa. El estudio de fenomenos semänticos, como por ejemplo la polisemia y la si-nonimia, serän distintos si son realizados desde el punto de vista lexemätico o des-de el punto de vista de los campos de significaciones (semasiologia) y los campos de designaciones (onomasiologia) (cf. Capütulos 8 y 9). Por consiguiente, Coseriu establece una clara diferenciaciön entre estas disciplinas lexicolögicas tradi-cionales y la lexemätica. 2 Lexico. Vocabulario. Unidades en lexicologia 2.1. Introducciön A lo largo del Capitulo 1 hemos estado hablando de «lexico» y de «vocabulario». Incluso hemos defendido la definiciön actual de la lexicologia como «estudio del lexico y de los vocabularios». Ahora debemos precisar estos conceptos de «lexico» y «vocabulario», pues recubren realidades muy distintas. En primer lugar constatamos que resultan diferentes los empleos del termino lexico en el ämbito de la lexicografi'a y en el de la lexicologia. En lexicografla el termino lexico puede designar: ä) Diccionario de la lengua griega (Xe^ikov) o de cualquier lengua antigua (= lexicön). b) Especie de diccionario bilingüe o plurilingüe que recoge una lista de unidades con sus equivalentes en una o mäs lenguas. c) Recopilaciön o conjunto de las unidades lexicas utilizadas por una persona (ej., el lexico de Cervantes) en una tecnica (ej. el lexico de la publici-dad) o en una region (ej., el lexico andaluz). En lexicologia tiene dos acepciones principales: ä) En sentido amplio, es el conjunto de palabras o unidades lexicas por las que los miembros de una comunidad lingüistica se comunican entre ellos. 25 I 26 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 27 b) En sentido restringido, es decir, en la ciencia de la lexicología, la noción teórica del léxico va a diferir dentro de los estudios lingiiísticos, pues, como ya hemos apuntado en el Capítulo 1 y explicitamos en 2.2. y en 2.5, no es lo mismo para un estructuralista que para un generativista o para un analista del discurso. Destacamos dos maneras generales de concebir el léxico: 1. Opuesto a «gramatica» como conjunto indeterminado de elementos, de unidades o de «entradas», en oposición a los elementos que realizan di-rectamente funciones «gramaticales». Es decir, los lexemas o unidades sig-nificativas no gramaticales de una lengua (nombres, verbos, adjetivos y la mayoría de los adverbios). En este sentido léxico (sistema abierto e "ilimitado") se oponě a gramática o conjunto de sistemas de carácter cerrado y efectivos limi-tados. 2. Opuesto a «vocabulario». Léxico como noción teórica es el conjunto de lexemas de una lengua opuesto al vocabulario o conjunto de vocablos que se actualizan en el discurso, en el habla. Ningún espaňol conoce todas las palabras que se emplean en todo el territorio de Espaňa y tampoco existe un solo diccionario que contenga todas las palabras sin excepción. Čada individuo de una comunidad sólo utiliza una parte restringida del léxico, son los vocablos, que constituyen el vocabulario. Recordemos que para los estructuralistas la lexicología es el estudio científi-co exclusivamente de este léxico. La descripción científica de los lexemas de-sembocará en la elaboración del léxico. 2.2. Lexico/Vocabulario. Sus unidades_ Existe una oposicion lexico (lengua) vocabulario (habla). El lexico como conjunto de lexemas de una lengua es el conjunto de recursos de que disponen los locutores de una lengua. Estä constituido con unidades sig-nificativas de la lengua o competencia del hablante (lexemas). Es decir que la lengua, que preexiste al discurso y que lo hace posible, comporta un lexico, conjunto de lexemas. Por el contrario, el vocabulario es el conjunto de vocablos o usos discursivos en el habla o discurso. Hemos visto que ambos conjuntos tienen distintas unidades. En efecto, la unidad del lexico es el lexema o unidad lexica significativa de la lengua o competencia del hablante, que es una unidad denominativa construida en lengua y, por tanto, Virtual. Es una realidad abstracta y teorica en cuanto concepto lingüfstico que resulta necesario para comprender las observaciones que podemos hacer so-bre el funcionamiento de los vocablos. El vocablo es la unidad del vocabulario. Es la unidad denominativa observada en el discurso; el/los vocablo(s) actualiza(n) el lexema en los discursos. Gráficamente podríamos representar las diferencias en-tre léxico y vocabulario como se muestra en la Figura 2.1. La distinción entre léxico (= lengua) y vocabulario (= habla o discurso) está basada en la distinción saussureana de lengua y habla, pero ha de tratarse con pre-caución, pues existe una interacción entre lengua y discurso. Hay una relación entre lexemas y vocablos, entre lengua y discurso. Las palabras provistas de un valor denóminativo designan las cosas en los discursos en virtud de su significa-do en lengua. La referencia léxica, es decir, la correspondencia entre una palabra y una cosa, se opera en el discurso. Sólo accedemos al léxico (lengua) a través del conocimiento de los vocabularios particulares (discurso). Concebido asi el léxico, en lengua, en el sistema abstracto, se buscarán sus es-tructuras (cf. 2. 3). Por el contrario, en el estudio de los usos discursivos o vocabularios se nos proporcionarán las variedades (variantes) léxicas (cf. 2.4.). Figura 2.1. Í 28 LEXICOLOGÍA Y SEMANTIC A LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 29 2.3, Léxico y estructura Hemos visto en el Capítulo 1 que la aplicación de las teorías de Saussure rompió la tradition de los estudios lexicológicos, buscándose a partir de entonces el es-tudio cientifico del léxico. No obstante, este estudio sufrió notable retraso con respecto a otras disciplinas como la fonética y la gramática en que se aplicaron pronto las teorías estructuralistas. Incluso hubo autores que todavia a principios del siglo XX afirmaron que «las palabras no constituyen un sistema» (Meillet) y que el léxico «parece mucho menos reductible a los modelos estructurales que los morfemas gramaticales» (Martinet). Las razones de este retraso se cifran en que el elevado numero de las unidades léxicas, su inestabilidad, su falta de re-gularidad, etc., hacen dudar de la posibilidad de un tratamiento estructural del léxico. Pero el vocabulario de una lengua no es una nomenclatura, un saco de palabras, una pila de nombres o un agregado incoherente de palabras, sino que hay unas relaciones sistemáticas entre las palabras de una lengua. Ya Saussure propugnó que «en un estado de lengua todo se basa en relaciones» (1973: 207); que «en la lengua, todo se reduce a diferencias, pero todo se reduce también a agrupaciones» (1973: 215) y que «las relaciones y las diferencias entre términos se despliegan en dos esferas distintas, cada una generadora de cier-to orden de valores» (1973: 207). Para Saussure (1973: 214) «los contactos son ya asociativos, ya sintagmaticos». Estamos ante las relaciones sintagmáticas y las relaciones paradigmáticas. Recordemos que las primeras son las que contraen las unidades con otras del mismo ni vel, es decir, en el eje de contrastes (in praesen-tia); mientras que las relaciones paradigmáticas son relaciones existentes entre términos semánticamente (in absentia). Estas ultimas se producen en el eje de la selection. En otras palabras, son las relaciones entre una unidad de un sintagma determinado y las unidades permutables en el mismo sintagma. Con la aplicación de las teorías de Saussure el estudio ya no se va a constreňir a la palabra aislada, sino que se abre a sus relaciones con las demás palabras de la lengua, concebida esta ultima como estructura. Se abandona la conception del léxico como una lista ilimitada y caótica de elementos arbitrarios y se busca la sis-tematicidad. En el léxico se pueden observar diferentes tipos de estructuraciones. Según Coseriu (1977: 133), partiendo de que las unidades léxicas son unidades de dos caras (expresión y contenido), estas estructuraciones son: a) Estructuración de la expresión solamente. Se establecen cuáles son las estructuras de los significantes léxicos propios y característicos de una lengua y su evolución a lo largo de la história. b) Estructuración de la expresión y del contenido a la vez. Es posible en la medida en que el léxico es materialmente «regulär» (analógico). Constituyen clases formales gracias a las cuales podemos producir y comprender casi automáticamente un ingente numero de significados. Lo veremos en la formation de palabras (Capítulo 4). c) Estructuración del contenido solamente o estructuraciones conceptuales o semánticas. Pueden estar basadas en las relaciones semánticas sintagmáticas o en las relaciones semánticas paradigmáticas. Coseriu, fundamentándose en los dos tipos de relaciones (sintagmáticas y paradigmáticas), desarrolló una amplia conception de las estructuras lexemáticas1 que H. Geckeier representó asi: ESTRUCTURAS LEXEMÁTICAS ESTRUCTURAS PARADIGMÁTICAS {opositivas) Estructuras secundarías • Modification • Desarrolló • Composición Estructuras primarias • Campo léxico • Clase léxica ESTRUCTURAS SINTAGMÁTICAS (- solidaridades) {combinatorias) • Afinidad • Selección • Implicación Figura 2.2. Advertimos que otros autores han modificado o desarrollado estos tipos de estructuras. En las estructuras sintagmáticas en que las palabras que aparecen en una expresión compleja han de relacionarse semánticamente entre sí, estas relaciones es-tán determinadas, según Cruse (1986: 104), por dos tipos de construcciones: a) La construction modificadora en la que el modificador es el seleccionador y el núcleo es el seleccionado: una perra preňada, en la que el núcleo debe tener el rasgo «+ hembra». b) La construction complementadora en la que es el núcleo el seleccionador: partidario de la democracia, «democracia» es un complemento exigido por partidario. El núcleo tiene una serie de restricciones selectivas. Asi «asustar» tiene como restricción selectiva que su complemento sea un ser vivo. 1 Recordemos que la lexemática es para Coseriu «el estudio funcional del lexico»; «un tipo de se-mántica analítica y esencialmente paradigmática que estudia la estructuración u organization del piano del contenido léxico con ayuda de las oposiciones lexemáticas que funcionan en el». 30 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 31 Distingue Cruse (1986: 106) tres tipos de relación semántica sintagmática: • Tautonimia: «comer comida». El elemento seleccionado expresa sólo el ras-go semántico seleccionado. • Xenonimia: «varon hembra» hay una contradicción entre el rasgo que exi-ge el seleccionador y el que se encuentra en el seleccionado. • Filonimia: «comer carne» cuando no se dan las dos anteriores. Coseriu trató las llamadas solidaridades léxicas (relación tautonímica) como izar la bandera o levar anclas, pero, como veremos más adelante (cf. 2.5.2.3.4), se ha modificado esta concepción. En las estructuras paradigmáticas destaca la estructuración en campos lé-xicos. Aunque los trataremos más exhaustivamente en la semántica léxica (cf. Capítulo 7), ahora adelantamos unas definiciones formuladas por el propio Coseriu: ■ Un campo léxico es, desde el punto de vista estructural, un paradigma léxico que resulta de la repartición de un contenido léxico continuo entre diferentes unidades dadas en la lengua como palabras y que se oponen de manera inmediata unas a otras por medio de rasgos distintivos mínimos (1977: 146). ■ Conjunto de lexemas unidos por un valor léxico común (valor de campo), que es-tos lexemas subdividen en valores más determinados, oponiéndose entre sí por di-ferencias mínimas de contenido ("rasgos distintivos o semas"). (1977: 135). Un ejemplo sería el campo léxico de los «adjetivos de la edad» (valor de campo) que estará formado por los lexemas viejo, joven, adolescente, maduro, etc. 2.4, Vocabulario. Variación o variantes2. "Segundos nombres" en el léxico En el apartado 1.3.2.2 del Capi'tulo 1 hemos detectado que se produjo una reac-ciön contra el 16xico "ideal" del sujeto "ideal" de las teorias de Chomsky, asi como contra la «lengua funcional» (sintöpica, sinsträtica, sinfäsica) de E. Coseriu y los funcionalistas europeos, pues realmente existe una Variation en el sistema que no se puede obviar en su descripcion. En efecto, una lengua no es nunca iden-tica en los distintos lugares geogräficos en los que se utiliza (diferencias diatöpi-cas), en los distintos grupos sociales o estratos socio-culturales de una comunidad 2 Recordemos que en el léxico bajo los términos variante y variación se engloban más realidades que en fonología y morfológia. Nos remiten no sólo a las variantes (combinatorias, contextuales, etc.) sino tam-bién a la variación de un sistema, a las variantes que pertenecen a una diatopía, a una diastratía o diafasía determinadas y a una diacronía. (diferencias diasträticas), en los diversos estilos de lengua que se emplean (diferencias diafäsicas) ni en epocas distintas (Variation diacrönica). Recordemos que E. Coseriu diferenciö entre «lengua funcional» y «lengua historica». Con este ultimo concepto se refiere a las lenguas en general, como la lengua espanola, la lengua alemana, etc. Expone asi estos dos tipos de lengua (funcional e historica) (1978: 219-220): Una lengua historica [...] presenta diferencias en el espacio geogräfico, entre los estratos socio-culturales y entre los tipos situacionalmente condicionados de modalidades expresivas (diferencias diatopicas, diasträticas y diafäsicas). Por ello, una lengua historica es un conjunto («diasistema») de dialectos, niveles y estilos de lengua. Una lengua funcional es una lengua delimitada dentro de una lengua historica y homogenea desde estos tres puntos de vista; dicho de otro modo, es una lengua sintöpica, sinsträtica y sinfäsica, o sea, un dialecto determinado, en un determinado nivel y en un determinado estilo de lengua. Estas diferencias diatopicas, diasträticas y diafäsicas de una lengua o sistema se registran en la fon6tica, en la sintaxis y, sobre todo, en el lexico. Algunos au-tores defienden que estos tres tipos de variaciones no estän en el mismo nivel y si-tüan la diafasia en distinto rango que la diastrati'a y la diatopia. El lingüista espa-nol Gregorio Salvador distingue entre diferencias sistemäticas (las diatopicas) y normativas (las de naturaleza diasträtica y diafäsica). A. Gutierrez Ordönez va mäs lejos y niega incluso a la diatopia un caräcter sistemätico pues, segün el, constituye una condicion mäs de uso de tipo pragmätico. Contra el estudio de esta «lengua funcional» o sistema abstracto contemplado en el estructuralismo, tanto europeo como norteamericano, entendido como lin-güistica "pura", se produjeron numerosos estudios lexicolögicos que se apoyaron en "lo extralingüistico". (cf. 1.3.2.2) Actualmente ya ha quedado claro y generalmente aceptado que el objeto de la le-xicologia es el estudio del léxico y los vocabularios. En la descripcion de las unidades léxicas en la lengua se incluyen no sólo los rasgos sintácticos y semánticos sino también las características comunicativo-pragmático-situativas, es decir, las marcas diatopicas, diasträticas y diafäsicas, al igual que las indicaciones de preferencia de uso en determinados generös textuales y/o esferas de comunicación, etc. El estudio del léxico tiene que tener en cuenta la diversidad de usos o emple-os discursivos. Las variables que determinan la elección de las palabras en el dis-curso producido pueden ser de distintos órdenes: a) Geográfico -» diferencias diatopicas o en el espacio geogräfico. b) Socio-cultural —> diferencias diasträticas o entre estratos. c) De modalidad expresiva —» diferencias diafäsicas —> diferentes tipos de discurso. LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 33 Ahora bien, si reconocemos la existencia de todas estas diferencias que pro-ducen numerosas variantes en el 16xico ^podemos llegar a entendernos los ha-blantes de una misma comunidad en la que una misma cosa, hecho o concepto pueden estar designados de distinta manera por distintos hablantes que proceden de espacios geogräficos y de profesiones o clases sociales diversas? Nuestra experiencia nos aboca a responder afirmativamente. Sabemos que pa-ralelamente a esa lengua comün, formada por una serie de hablas particulares o par-ticularismos que comparten una zöna de esa lengua comün pero que se diferencia por otra parte debido a esos particularismos geogräficos, sociales, profesionales, etc., a esta lengua comün, decimos, corresponde tambien un lexico comün o lexico eständar, diferenciado de los vocabularios de esos particularismos o palabras asociadas con diversos registros de la lengua que crean un duplicado del lexico eständar y que algunos autores han denominado "segundos nombres", aunque, a ve-ces, hay terceros y cuartos nombres de una misma realidad (cf, Anexo I) y que Co-seriu llamö «designaciones secundarias», La problemätica surgida en torno a si son o no sinonimos la trataremos al estudiar la sinonimia lexica (cf. Capftulo 8). La Situation del lexico eständar con respecto a los vocabularios la podemos representar gräficamente del siguiente modo: Figura 2.3. Asi un médico y un arquitecto tienen una zona de lengua común y otra que se diferencia por el vocabulario de su profesión. De igual modo, un aristócrata y una persona del lumpen también tienen una zona común y otra diferenciada por su estrato social, que quedarä manifiesta por diferencias de sintaxis, de vocabulario, etc. Veamos ahora sucintamente estas diferencias que proporcionan variantes en el sistema. 2.4.1. Variantes o particularismos geogräficos (diatopía) Las palabras corresponden a realidades regionales, geográficas o etnológicas, dentro de las hablas locales, los dialectos y lenguas regionales. La dialectología y la geografia lingüistica estudian estos particularismos geogräficos o variantes de un sistema lingüistico por relaciones espaciales. Ambas disciplinas describen estas variedades de una leijgua en todos sus aspectos (foné-tico, sintäctico, etc.), pero inciden particularmente en la lexicologia por su estudio de las variantes o variedades léxicas de una lengua. Asi, por ejemplo, al describir el léxico andaluz se han observado: Arcaísmos: ej. munidor = "campana para avisar". Arabismos: ej. jamacuco = "cazurro". Residuos aragoneses o levantinos: ej. bardomera = "barrizal". Palabras jergales y gitanas (etnológicas): ej. churumbeles = "niňos"; menda = "yo", etc. El caló, que es el lenguaje de los gitanos espaňoles conservado de su antiguo dialecto indoeuropeo, tiene particularidades gramaticales y de afijos, pero sobre-sale su riqueza de vocabulario propio (parné = dinero; chipen = vida, etc.), que en ocasiones se ha introducido en el vocabulario empleado en determinados ämbitos de la vida espaňola, como por ejemplo churumbel. Otros ejemplos los encontramos en las diversas denominaciones de una "va-sija en forma de taza de gran diámetro y poca profundidad, que sirve principal-mente para lavarse la cara y las manos" conviviendo en el sudeste peninsular: jo-faina, zafa, de ämbito geogräfico más reducido que palangana, etc., o los distintos nombres de cubo como baldě, barreňo cuyo uso dependerä de la zona geogräfica, o las denominaciones col, berza y repollo para la misma planta hortense, o ca-cahuete y maní, denominación esta ultima que prevalece en America pues es voz taína. Por otra parte, si nos acercamos a un mercado en el Pais Vasco, en Navarra, la Rioja, Asturias o Burgos y pedimos «Un kilo de judias Verdes» nos entenderän a pesar de que alli se denominan vainas, si bien esta ultima denominación no será reconocida por hablantes de otras zonas de Espafia. Dentro de este marco también debemos explicar los fenómenos de bilingüismo y diglosia. En Espaňa, en la periféria se produce bilingüismo al utilizar los individuos dos lenguas como el vasco y el castellano en el Pais Vasco y el catalán y el castella-no en Catalufia. Este contacto entre los dos sistemas lingüisticos produce interferen-cias no sólo léxicas sino también fónicas y gramaticales3. La diglosia se produce cuando una de las lenguas en contacto se convierte en «alta», «culta» y/o se utiliza en las actividades "oficiales" (enseňanza, medios de comunicación, etc.), mientras que la otra es la «baja», «vulgär» y/o utilizada exclusivamente en el ámbito familiär. 3 También se reconoce como bilingüismo que determinados individuos utilicen una lengua culta y otra coloquial o una lengua escrita y otra oral, etc. LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 35 2.4.2. Variantes o particularismos de carácter social (diastratía) Las diferencias entre estratos o entornos socioculturales determinan usos lin-giiísticos diferentes (variantes). El vocabulario disponible para cada locutor varía según la clase social a la que pertenece y se distinguen diversos niveles de vocabulario: culto, medio o estándar, popular o vulgar y argótico. Ejemplos de vocabulario culto serían ebrio frente a borracho; anegar frente a inundar; raudo/rá-pido; seglarlsecular. Ejemplos de la gradación del vocabulario culto al vulgar serán laborar (culto), trabajar (estándar), currar (vulgar o popular). Por otra parte, las principales actividades humanas, sobre todo en las socie-dades más complejas, requieren estructuras léxicas y sintácticas particulares que constituyen los lenguajes especiales o dě grupo: profesionales, del mundo del deporte, del mundo de la comunicación, etc., que contienen sus vocabularios particulares4. Caracteristica de ciertas lenguas de grupo es el empleo de jergas o argots como algo exclusivo del grupo. Numerosos autores no distinguen entre argot, proveniente del francés argot, y jerga cuyo origen es jargón o lenguaje de las bandas de salteadores de ca-minos en Francia. En un principio, con ambos términos se designaba el lenguaje secreto de los malhechores, ladrones, rufianes y gente del hampa, lenguaje que originariamente se llamó germania en Espaňa, pues estaban asociados en gremios, hermandades o "germanías". Hoy en día se habla indistintamente de la jerga o argot estudiantil (matracas, catear, empollar, etc.), de la jerga o argot de los toreros (echar un capote, embolado, darle la puntilla, etc.), de la jerga o argot de los medicos {pasar por el cuchillo = operar), del argot juvenil (bocata, ordenata, drogata, pillar, etc.). Por tanto, siguiendo a F. Lázaro Carreter (1973: 251), el término jerga se puede entender en sentido lato, como «vocabulario especial de una profesión u oficio», es deck, «una lengua especial usada por diversos colec-tivos». No obstante tiene una cierta connotación peyorativa. Por el contrario, si se diferencian los lenguaje marginales (delincuencia, droga, etc.) y los lenguajes especiales (profesionales, del mundo del deporte, etc.). En algunas profesiones hay una tendencia a aňadir al término técnico un término de argot. Son numerosas las razones quejustifican el uso de una jerga o argot. Eric Partridge (1894-1979) diferencie hasta catorce: para ser diferente, para Uamar la aten-ción, para mostrar el grupo al que se pertenece, para ser menos serio, para favo-recer la interaction social, etc. Sobresale el uso de la jerga o argot como medio de destacar la identidad lin-giiística o social. Supone una separation del uso estándar, y es una fuente inago- 4 Recordemos que el léxico de! lenguaje científico šerá tratado por la terminológia (cf. 1.2.3) disciplína lexicoíógica que estudia los términos propios de un campo científico y técnico. El conjunto organizado de las voces técnicas o términos de un vocabulario especializado constituye la nomenclatura. Ej. terminológia de la industria. artesana, etc. table de segundas denominaciones. En efecto, una de las características generates del argot es que su contenido gira en torno a unos núcleos léxicos muy concretes, encontrándose grandes concentraciones de sinónimos alrededor de ciertos te-mas. Este es el caso de las denominaciones jergales del «dinero»: monis, cuartos, perras, blanca, parné, clavo, pasta, pastizara, tela, etc. Por ultimo, mencionaremos los numerosos procedimientos de formación de palabras argóticas: a) Formales: deformaciones fonéticas, inversion silábica, movilidad y susti-tución de sufijos, etc. (ej. chepe = pecho). b) Semánticas: metáforas que dan significaciones distintas a la verdadera palabra (ej. escarpias = orejas, noche = muerte, etc) y sinónimas (ej. coco, tarro, azotea, etc. para cabeza). c) Préstamos de origen muy diverso (ej.formaje = queso, del francés, espillar = jugar, del alemán, etc.). 2.4.3. Variantes o diferentes modalidades expresivas (diafasía) Los diferentes tipos de modalidad expresiva proporcionan diversos tipos de dis-curso o registros de lengua, es decir, diferentes maneras de expresarse: solemne, familiar, politico, religioso, de los hombres, de las mujeres, etc. Estos registros están definidos por la calidad de la pronunciación (vicios de pronunciation), de la sinta-xis (infracciones de la sintaxis) y, más claramente, por la election del vocabulario. Todos sabemos que empleamos distintas palabras según las circunstancias y los ámbitos en que nos encontremos. No utilizamos las mismas palabras para ha-cer un escrito oficial que si comunicamos lo mismo oralmente. En el ámbito profesionál, universitario o académico empleamos palabras o voces muy distintas (cultas) a las que proferimos en el lenguaje familiar, en una conversación en el bar, etc., aunque sea sobre el mismo terna. En la lengua literaria existen empleos de vocablos muy distintas del léxico estándar en incluso se constata una diferen-cia en los usos del lenguaje poético y de la prosa. 2.4.4. Otřas fuentes de variantes En la evolución diacrónica de una lengua no aparecen las palabras un día para ser sustituidas por otřas inmediatamente sino que, generalmente, se produce la coe-xistencia o convivencia de voces antiguas (arcaísmos) junto a voces nuevas (ne-ologismos) como sucede con yantar y comer, y palabras nacionales o autóctonas con extranjeras como basketball (basquetbol) y su traducción baloncesto, o voleyball (voleibol) y balonvolea. Resaltamos que el primer préstamo tiene menor 36 LEXICOLOGIA Y SEMÄNTICA LEXICA LEXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGIA 37 frecuencia de uso que voleyball. Estos fenomenos se estudiarän mäs detenida-mente en el Capitulo 3 (creaciön lexica). Ahora nos interesa mencionar el eufemismo como fuente de segundos notn-bres. Los tabues (personas o cosas que por la razön que sea no se pueden nom-brar), originados por trabas sociales que impiden o tienden a impedir la utilizaciön de determinadas palabras, provocan la creaciön de nuevas palabras para nom-brarlas produciendo gran nümero de eut'emismos o unidades mäs suaves o deco-rosas, como por ejemplo trasero y posaderas en vez de nalgas. Cuando la palabra ha conseguido asociaciones desagradables se intenta reemplazarla por otra, ej. sa-nitario por retrete, infravivienda por chabola. Estamos ante la existencia de segundos nombres generados por razones psicolögicas que coexisten en sincro-nia, aunque en muchas ocasiones Uega a desaparecer el uso del primer nombre. Asi sucede con bicha que sustituye a serpiente por los maleficios que se cree que implica el animal. Existe la palabra del primer nombre pero no puede emplearse. En la semäntica lexica veremos que la metäfora tambien serä productora de segundos nombres. (cf. Capitulo 10). 2.5. Las unidades en lexicologia Hasta aqui hemos visto que el lexema es la unidad del lexico y el vocablo la uni-dad del vocabulario. Ahora se nos plantea una serie de cuestiones: ^la lexicologia siempre ha tenido como objeto de estudio estas unidades? ^son estas las ünicas unidades lexicolögicas? Si hay diferentes unidades ^podemos detectar distintas es-tructuras internas en las diversas unidades? Una räpida ojeada a la historia de la lexicologia nos deja entrever la posibilidad de una respuesta negativa a las dos primeras preguntas. Si bien la palabra es una unidad fundamental en lexicologia, sin embargo, no es la ünica unidad objeto de estudio de dicha ciencia. En los estudios lexicolögicos se habla de morfema, palabra, lexema, lexia, sinapsia, locuciön, etc., pero estas diferentes unidades se han incor-porado en distintos momentos. Asi, si bien tradicionalmente desde la Antigüedad cläsica la palabra ha sido la unidad bäsica de la gramätica y del estudio del lexico, a principios del siglo xx se habla tanto de morfema o monema (Martinet) como de sintagma (Saussure). Mäs adelante los estructuralistas hablarän de lexema (Cose-riu); lexia simple, compleja, compuesta, textual (Pottier); sinapsia (Benveniste); co-locacion (Firth, 1957), locuciones, etc. En suma, con el paso del tiempo se van in-corporando unidades superiores a la palabra y su aceptaciön como objeto de estudio variarä dependiendo del concepto de lexicologia que se defienda. Si marcamos los limites de la lexicologia por su objeto de estudio, establece-remos el limite inferior en la palabra —nunca en el morfema en cuanto tal, sino como unidad menor que ella y subunidad de la misma— y el limite superior, aunque es dificil de establecer, generalmente se sitüa en la llamada "locuciön". Respondiendo a la tercera pregunta planteada avanzamos que las distintas unidades tendrän tambien diferentes estructuras internas. Por ejemplo, la estructura de ventanita (derivado, ventan-;>a) no es igual que la de pasatiempo (compuesto, pasa-tiempo) ni la de estrella de mar (lexia compleja) o al pie de la letra (locuciön = literalmente). Resaltamos que no todos los terminos anteriormente mencionados como unidades en lexicologia responden a un ünico concepto, como sucede, por ejemplo, con morfema o con lexema. Asi lo apreciamos en el hecho de que, en ocasiones, se nos hablarä de morfema como unidad en lexicologia; otras, como hemos estable-cido anteriormente, se negarä tal estatus pues es considerado subunidad de la palabra. En consecuencia, pensamos que es fundamental: a) delimitar y b) definir las unidades con las que se opera en lexicologia. Para ello partiremos de los procesos de delimitaciön de las unidades para, a continuaciön, describir someramente sus distintas concepciones dentro de las diversas teorias lingüisticas. 2.5.1. Procedimientos para aislar, delimitar e identificar las unidades El lingüista frances E. Benveniste propuso dos operaciones para identificar las unidades: la segmentaciön y la conmutaciön. Con la segmentaciön se aislan las unidades partiendo del texto o enunciado, sea cual sea su extensiön, y se segmentan en unidades discretas, en porciones cada vez mäs reducidas hasta llegar a los elementos no descomponibles. Paralela-mente, se Ueva a cabo la conmutaciön para identificar esos elementos por las sus-tituciones que admiten en contextos identicos y en contextos diferentes, obte-niendo asi los elementos identicos y los elementos diferentes. En suma, como afirma Benveniste (1974: 118), se define cada elemento «por el conjunto de los alrededores en que se presenta y por medio de una doble relaciön, relaciön del elemento con los demäs elementos simultäneamente presentes en la misma porciön de enunciado (relaciön sintagmätica); relaciön del elemento con los demäs elementos mutuamente sustituibles (relaciön paradigmätica) »5. Apliquemoslo al estudio lexicolögico. Partimos de la segmentaciön de un enunciado, como por ejemplo: Abriö de par en par el ojo de buey porque tenla calor en el barquito. Al llegar a de par en par advertimos que se puede sustituir por "enteramen-te", "completamente", por tanto es una locuciön adverbial que funciona como unidad lexica. De igual modo ojo de buey conmuta con ventana, tragaluz, etc. Es tambien una unidad lexica. Si seguimos segmentando, en la unidad (morfema 5 Las negritas son nuestras. I LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 39 léxico, lexema) barquito constatamos por las relaciones sintagmáticas que en ella hay unidades menores: bar (qu)-iř-o. Son los llamados monemas o moifemas que si los conmutamos con los de otras unidades como cas-ita, libr-ito, etc., por las relaciones paradigmáticas, Uegamos a la conclusión de que son recurrentes en la lengua espaňola, uno como morféma de diminutivo (-it-) y otro de género i-ol-a). Pero la idéntificación de unidades se lleva a cabo en los dos componentes del signo: a) en el significante b) en el significado. 2.5.1.1. Idéntificación de unidades en el significante Ya hemos visto que por la segmentación y la conmutación Uegamos a la delimi-tación de las unidades léxicas. En el estudio sintagmático se procede a la segmentación de unidades léxicas, de palabras, y, dentro de éstas, de los moifemas (prefijos, sufijos, etc.), es decir, al segmentar una palabra en sus constituyentes la redupimos a sus elementos formales, los morfemas o subunidades de las palabras. En el estudio paradigmático, por medio de la prueba de la conmutación, se pueden establecer los alomorfos que pertenecen a un morféma (ej. in-, im- en in-tratable, imperdonable). No nos detenemos en este aspecto, pues ya se estudia en la gramática (morfológia). Sólo nos interesa resaltar que la segmentación en el significante no siempre es clara y nitida sino que, a veces, comporta dificultades y resulta una ta-rea difícil de alcanzar. De ahí que se hayan propuesto diversas teorías sobre la conveniencia o no de practicarla. Pero esas dificultades han abocado a la creación de nuevas nociones como «base», «tema», etc., y a la propuesta de una morfológia basada en el morféma o bien basada en la palabra. Ambos hechos redundan en el léxico, sobre todo en la llamada "formación de palabras", como veremos en el Capítulo 4. 2.5.1.2. Idéntificación de unidades en el significado La aplicación de la conmutación en el léxico también nos va a proporcionar los se-mas o unidades mínimas de significación de las unidades léxicas delimitadas en la segmentación de un enunciado. Asi, por ejemplo, al conmutar ojo de buey con tra-galuz y ventanuco en una serie de enunciados, en el mismo contexto semántico-sin-táctico, obtendremos unos rasgos que son comunes a las tres unidades en cuanto que son ventanas ('abertura en pareď, 'para dar luz y ventilación', etc.), pero tam- bién unos rasgos diferenciadores 'circular' en ojo de buey; 'abierta en el techo o parte superior de la pareď, en tragaluz; 'pequeňa y estrecha', en ventanuco. El con-junto se semas tanto comunes como distintivos constituye el semema del lexema o unidad léxica. El estudio del contenido de las unidades léxicas será tratado más detallada-mente en la semántica léxica (Capítulo 7). 2.5.2. Definición de las unidades En apartado 2.5.1 hemos podido comprobar que tan pronto se habla de morféma en cuanto unidad léxica (morféma léxico) como de morféma en cuanto subunidad de la palabra. La complejidad conceptual también se encuentra en el término lexema. (cf. 2.5.2.3.1). Además existe una gran complejidad terminológica dentro de las unidades lexicológicas (cf. 2.5.2.3 y Figura 2.4). Esta situación denuncia la necesidad imperiosa de definir, aunque sea someramente, las unidades con las que se trabaja en lexicología. ' 2.5.2.1. El morféma. iUnidad en lexicología? La cuestión planteada se debe a que, como apuntábamos, el concepto de morféma puede estar concebido de dos maneras diferentes en lexicología: a) como constituyente de la palabra b) como equivalente (terminológico) de palabra o unidad léxica. Tanto el concepto de morféma como su terminológia ha variado a lo largo del tiempo y de acuerdo con las diversas teorías lingiiísticas. Estas variaciones han re-dundado en su concepción como unidad o no en lexicología. Examinaremos bre-vemente la variedad conceptual y terminológica. Tradicionalmente la palabra ha sido la unidad básica tanto de la gramática como del estudio del léxico. En la gramática tradicional sólo se desciende por de-bajo de la palabra al hablar de raíces, sufijos, desinencias y alargamientos. En la lingiiística tradicional y preestructural se concibe el morféma como parte de la palabra o de un sintagma que indica la función en un enunciado y la pertenencia de esa palabra o de ese sintagma a una clase paradigmática. En sen-tido restringido, el morféma designa el elemento que otorga a la palabra (sustan-tivo o verbo) su aspecto gramatical. Siguiendo un criterio semántico, autores, como por ejemplo Vendryes, dife-rencian semantema (elemento portador de sentido léxico o lexema o unidad que recubre significado) y morféma (morfemas gramaticales) unidades que reflejan unidades gramaticales. Ej. LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 41 + morféma -ante —> caminante (sustantivo) + morféma -ará —» caminará (verbo) La terminológia de semantema + morféma ya está superada, pues se ha de tener en cuenta que los morfemas también tienen significado, aunque sea signi-ficado gramatical. No obstante, en linguística se mantiene la terminológia de lexema + morfemas para definir la palabra como compuesta de lexema o unidad básica (raíz, radical) y morfemas de género, de numero, morfemas afijos (sufijos, prefijos, etc.) Im prefijo perdon lexema (a)ble morféma sufijo morféma de numero En la linguística estructural, al concebir la lengua como sistema de relaciones, se buscan los «-emas», es decir, las unidades mínimas en los distintos planos del análisis lingiiístico (fonemas, morfemas, semas). La búsqueda de los signos mínimos provoca que en la linguística estructural, tanto funcional como distribucional, se abandone la palabra como unidad, pues conlleva gran-des dificultades en la segmentación. Los elementos mínimos serán ahora el monema para Martinet (linguística funcional) y el morféma (linguística distribucional). Hacemos hincapié en la equivalencia del concepto de morféma de la linguística descriptiva norteamericana con el de monema de la teória de Martinet en cuanto unidad minima de análisis gramatical. En este caso, el morféma puede ser una unidad minima con valor semántico o significado léxico (morféma léxico) o con valor gramatical o significado gramatical (morféma gramatical). Esta dis-tinción entre significado léxico y significado gramatical, aunque es problemática, es admitida de una manera u otra por la mayoría de los autores, pues sigue siendo de utilidad en linguística. En esta concepción, el morféma puede equivaler a una palabra, ya que ésta puede estar constituida por un solo morféma como en ayer, tres, etc. (libre), pero también puede resultar un constituyente de una palabra (morféma gramatical, en forma trabada). Recordamos que son considerados morfemas gramaticales: a) Los morfemas de género y numero del sustantivo y del adjetivo. b) Las desinencias verbales (persona, tiempo, modo, aspecto). c) Los determinantes: artículos, posesivos, etc. d) Preposiciones y conjunciones. e) Afijos (prefijos, sufijos, infijos, etc.) En conclusión. El morféma léxico como equivalentede palabra o unidad léxica si será unidad objeto de estudio de la lexicología. Por el contrario, el morféma gramatical no será unidad objeto de estudio de la lexicología. Únicamente el morféma gramatical trabado, es decir, como constituyente de una palabra, será estudiado por la lexicología, pero no como unidad sino como subunidad de la palabra (cf. Capítulo 4, morfológia flexiva y derivativa). El estudio de los morfemas como unidades por debajo de la palabra es imprescindible para conocer la estruciura interna de ésta y la incidencia de estos elementos en la creación léxica, en la formación de palabras, como recurso o procedimiento para la construcción de unidades léxicas nuevas. (cf. Capítulos 3 y 4). 2.5.2.2. La palabra en los estudios lexicológicos. Características. Tipos de palabras 2.5.2.2.1. La palabra en la cultura y en la linguística Existe en el hombre una clara conciencia de la palabra como unidad linguística que se refleja en el hecho de que, en la vida diaria, no se tiene ninguna dificultad en reconocer las palabras. Asi lo atestiguó Edward Sapir (1949:33) al tratar el ha-bla de los indios americanos: El indio ingenuo, completamente desacostumbrado al concepto de la palabra escrita, no tiene, sin embargo, ninguna dificultad séria al dictar un texto a un erudito lingiiista palabra por palabra. En efecto, incluso el analfabete piensa y pronuncia «palabras». La apreciación de la palabra como unidad linguística tiene su raíz en la concepción que el hombre tiene del lenguaje. Esta conciencia linguística, según F. Rodríguez Adrados (1974), depende del tipo de lengua, pues será más evidente en las lenguas flexionales, como las indoeuropeas, que en las aglutinantes como el turco o el quechua. Esta noción preteórica de la palabra ha sido superada con el estudio lingiiístico, que ha buscado y delimitado unidades inferiores a la palabra (cf. 2.5.2.1.) asi como unidades superiores (cf. 2.5.2.3). Es de destacar el papel que ha desempeňado la palabra en nuestra cultura. Toda la reflexión filosófico-linguística sobre el signo parte de la palabra y prin-cipalmente de la palabra denominativa. La palabra se ha constituido durante más de dos milenios en núcleo del concepto «signo», como veremos en la semántica léxica. En la lógica y en la semiótica, por lo menos desde Peirce, en buena parte de la filosofía del lenguaje y de la psicología epistemológica, la palabra y el signo léxico están en el centro de la problemática. La preocupación por las palabras la encontramos ya en la Antigüedad en los primeros "lingüistas" tanto de Oriente (Panini) como de Occidente. La lingiiísti- 42 LEXICOLOGfA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 43 ca se inicia en Occidente con la investigación de las relaciones entre las palabras y las cosas. Dos filósofos griegos fundaron dos escuelas de pensamiento origina-das en la controversia que se ha mantenido durante siglos entre naturalistas y con-vencionalistas. Los naturalistas, representados por Platón, defienden que existe una relación natural entre los nombres y las cosas. Por el contrario, para los con-vencionalistas, cuyo principál defensor fue Aristoteles, la significación de las palabras es arbitraria y se funda en la tradición y en la Convention social (cf. 1.2.2). Estas teorías responden al debate más reciente sobre la motivación (palabras transparentes) y convencionalidad (palabras opacas) de las palabras. (cf. 3.3). Las teorías de los clásicos se fundamentan en la consideración de la palabra como sig-no de pensamiento. Hay una equivalencia entre una palabra y una idea. Las palabras representan ideas, son signos de las ideas. Aristoteles fue el primero en definir la palabra y lo hizo en términos predo-minantemente semánticos ya que la consideró la más pequefla unidad signifi-cativa del habla. Se aňadió un criterio gramatical, pues las palabras denotan un objeto (sustantivo), una acción o estado (verbo), etc. Todas las palabras estaban repartidas en nueve partes del discurso: sustantivo, verbo, adjetivo, adverbio, preposición, conjunción, pronombre, artículo, interjección. Durante siglos ha reinado esta concepción de la palabra como elemento lin-giiístico significativo con autonómia formal basada en un criterio gráfico, ya que es un segmento gráfico, y en un criterio gramatical (las partes del discurso). Pero con la lingiiística estructural se pone en evidencia que la palabra no es la unidad minima y se plantea la necesidad de buscar esa unidad en otro sitio que no sea la palabra. En consecuencia, a pesar de que Saussure definió la lexicología como «ciencia de las palabras» (1973: 223), a partir de su teoría del signo lingiiístico, se cuestiona la supremacía de la palabra en el análisis lingiiístico y se pone en tela de juicio la especificidad de la palabra, resultando que la lexicología ya no tiene un objeto definido y delimitado. Se rechaza el concepto de palabra y el interés se va a centrar en dos ámbitos: a) el signo mínimo b) el signo funcional de naturaleza sintáctica. En la lingiiística distribucional (el descriptivismo americano) Bloomfield define la palabra como forma libre minima {minimum free form). Hockett dis-cute esta definición de palabra y, basándose en la irregularidad semántica de las unidades con significado estable y previsible, distingue la «palabra» de la «forma minima libre» y propone el concepto de «idioma o expresión idiomatica» 6 6 El lingiíista americano en A Course in Modern Linguistics (1958) propone el concepto de «idioma» o expresión idiomática que corresponde a «toda forma gramatical cuyo significado no puede ser deducido de la es-tructura» en morfemas en «toda ocurrencia en que ella no es el constituyente» de una unidad superior que res-ponde a esta misma definición. Tiene un significado conjunto inanalizable en cuanto que el significado global de la unidad no es deducible del significado aislado de cada uno de lo elementos que la constituyen. como unidad idiomática o unidad léxica, (locución, unidad fraseológica) que de-berá incorporarse al ámbito de lo lexicológico, además de la palabra. En la lingiiística funcional, Martinet critica el concepto de palabra y de-muestra que, aunque existe como unidad socio-cultural en todas las lenguas de cultura contemporánea, en verdad no se corresponde con una realidad lingiiística determinada. En consecuencia, propugna el denominado «sintagma autonomo» como unidad diferente de la palabra. Desde esta perspectiva, la «palabra» es un tipo particular de «sintagma autonomo». En suma, en ambas tendencias estructurales se rompe el signo-palabra y se concibe la palabra como elemento sintagmático. Basándose en criterios funcio-nales y semánticos se buscarán otras unidades que, en ocasiones, incluso serán su-periores a la palabra, como veremos en los apartados siguientes. Teorías posteriores han negado la existencia de la palabra como unidad lingiiística al admitir que sólo existe el morféma (Antal) o bien se ha afirmado que la verdadera unidad es la oración (Sweet, Casirer). En otros casos, si bien se reco-noce la existencia de la palabra, se tiende a limitar su trascendencia, o bien los in-vestigadores se desentienden de ese concepto, como sucede en la lingiiística ge-nerativa. (cf. 1.3.2.1.1.). Debemos concluir que si bien la «palabra» como unidad de rango intermedio entre el morféma y el sintagma no es una unidad generál en todas las lenguas, en espa-ňol, al igual que en la mayoría de las lenguas indoeuropeas, existe la palabra como unidad lingiiística (fonológica, distribucional, funcional y semántica) con entidad pro-pia y que está diferenciada de la unidad menor que ella, el morféma, asi como de la unidad superior (sintagma). Como tal unidad es objeto inevitable de la lexicología, aunque no es el único. La palabra en lexicología será unidad en ambos planos: unidad de lengua (léxico) y unidad de discurso (vocabulario). Pero aclaramos que no todas las llamadas «palabras» serán objeto de la lexicología. 2.5.2.2.2. Tipos de palabras Se han propuesto distintos tipos de palabras atendiendo a criterios formales, fun-cionales, semänticos e, incluso, semiöticos. Estos criterios han funcionado sepa-rada o combinadamente en la determinacion de los tipos. Recordemos que atendiendo al aspecto formal se han establecido tres tipos de palabras: monomorfemicas (ayer) y polimorfemicas (banc-o-s); variables (blanc-ola-s) e invariables {ayer, anteayer); simples {ayer) y complejas {banc-uzc-o, an-teayer). Siguiendo el criterio semäntico se ha determinado la existencia de palabras transparentes y opacas (segün el grado de arbitrariedad); plenas o autosemänticas y palabras forma o sinsemänticas (segün la extension gramatical); palabras autönomas o sinnomas (de acuerdo con la relaciön con la fräse). LEXICOLOGlA Y SEMÄNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGlA 45 Siguiendo el criterio semiötico, algunos autores las han clasificado en: a) formas lexicas b) morfemas relationales gramaticales (articulos, indicios temporales, as-pectuales, etc.) c) morfemas indiciales iyo, aqui, alia, etc.) Estas tres categorias se corresponden con las tres clases de palabras que distingue Coseriu (1978): a) palabras lexemäticas {hombre, bianco, correr, etc.) b) palabras morfemäticas o «instrumentales» (y, o, en, si, no, etc.) c) palabras categoremäticas o «pronombres» (yo, este, aqui, ahora, etc.) Destacamos lo afirmado por Goseriu (1978: 133) respectp a las unidades objeto de la lexicología: sólo las palabras lexemáticas pertenecen con pleno derecho al lé-xico y, en consecuencia, al objeto propio de la lexicología. 2.5.2.3. De la palabra a las unidades funcionales y semánticas o de significación (lexema, lexía, etc.) La lingiiística funcional, ya desde Saussure, busca la unidad lingiiística en térmi-nos de relaciones funcionales, desarrollando una série de teorías en el análisis de los elementos léxicos con relación a una unidad superior, a la frase. La semilla fue plantada por Saussure con el análisis sintagmático. Reconoce que (1973: 225) «desde el punto de vista de la función, el hecho lexicológico se puede confundir con el hecho sintactico». Esta semilla irá germinando en sus dis-cípulos. Ch. Bally considera las palabras como términos de sintagma en potencia y se refiere al concepto de «transposicion» de una categoría a otra cuando afirma que los participios, los infinitivos y los gerundios transponen la idea verbal res-pectiva en adjetivos, sustantivos y verbos7. Algo similar hallamos en la teoría de la «traslacion» de L. Tesniěre en su análisis que parte del principio sintáctico y define la traslación sustantiva, adjetiva, adverbial y verbal. La plena fructificación del proceso de análisis sintáctico se alcanza con E. Benveniste y su concepto de «integracion» de la palabra en la frase. Se basa en el concepto funcional y semántico de «integrante». La palabra es considerada so-bre todo como elemento sintagmático, constituyente de enunciados empíricos. Aclara Benveniste (1974: 124) que «las palabras o morfemas contienen consti-tuyentes y funcionan como integrantes» pues «por una parte se descomponen en unidades fonemäticas que son de nivel inferior; por otra entra, a titulo de unidad significante y con otras unidades significantes, en una unidad de nivel superior» (p. 122). La funciön asignada a la distinciön entre "constituyente" e "integrante" estä gobernada por la relaciön entre forma y sentido: «la forma de una unidad lin-güistica se define como su capacidad de disociarse en constituyentes de nivel inferior. El sentido [...] como capacidad de integrar una unidad de nivel superior». Se deja de lado el problema de las formas y se buscan esas unidades de significaciön llamadas a funcionar como integrantes de unidades superiores e identificadas con una funciön. El propio Benveniste propuso, en 1966, el concepto de «sinapsia» (1977: 172-173): «grupo entero de lexemas, ligados por diversos procedimientos y que forma una designaciön constante y especifica», resultando «una unidad fija». Paralelamente el lingüista americano Hockett, en 1958, propuso el de «idioma» o expresion idiomätica que corresponde a «toda forma gramati-cal cuyo significado no puede ser deducido de la estructura», en «toda ocurrencia en que ella no es el constituyente» de una unidad superior que responde a esta misma definiciön (cap. 19), es decir, que no entra en la Constitution de una forma mäs amplia. Resaltamos que la uniön de los miembros en la sinapsia es de natu-raleza sintäctica y no morfolögica, y el orden de sus elementos es siempre el mis-mo: determinado + determinante. Ej. mäquina de escribir, molino de viento. (cf. 4.6.2.1.2). Para el lingüista y lexicölogo frances A. Rey las teorias de Benveniste ponen los cimientos de la lexicologia moderna. Se amplia el abanico de las unidades en lexicologia. Dice asi este autor (1977: 184): [...] en la medida en que la unidad lexica, ya sea (a) un morfema-palabra, (b) una «palabra» reconocible como secuencia de morfemas, (c) un idioma [o expresion idiomätica] identificable a una secuencia de palabras, estä Uamada a funcionar como integrante de unidades superiores, puede y debe (en nuestra perspectiva) ser aprehendida como una entidad, incluso si resulta, en el caso (b) y (c) de una construcciön8. Las unidades de significaciön en el lexico serän las palabras pero tambien unidades superiores a las palabras. La unidad lexica que interesa al lexicölogo y al semäntico no siempre coincide con la palabra. Veamos esquemäticamente la variedad terminolögica y conceptual existente entre las unidades que se han considerado objeto de estudio en lexicologia, para despues desarrollarlas separada y sucintamente. 7 Obsérvese que aqui está en germen el concepto de «transformacion» de la gramática generativa trans-formacional. La traduccion es nuestra. LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 47 UNIDADES EN LEXICOLOGÍA LEXEMA PALABRA UNIDADES SUPERIORES A LA PALABRA (Combinaciones sintagmáticas) LEXIA LEXIA COMPLEJA (Pottier) • «IDIOMA ..(Hockett) ■ SINAPSIA (Benveniste) ■ COLOCACIONES • LOCUCIONES l LEXIA CONTEXTUAL] NO ENTRAN EN LEXICOLOGÍA (en general) ENUNCIADOS FRASEOLÓGICOS Figura 2.4. 2.5.2.3.1. El lexema. Unidad lexicológica En el apartado 2.2. hemos expuesto el lexema como realidad abstracta y teórica, unidad del léxico, construida en lengua y virtual. También adelantamos que el término lexema se empleaba para designar otros conceptos dependiendo de las te-orías lingiiísticas. Ahora pretendernos esclarecer esta terminológia referente al lexema. Podríamos aportar hasta cinco diferenciaciones de lexema: a) Lexema = base léxica (raíz o radical) de la palabra opuesto a morféma, elemente gramatical (género, numero, etc.). La palabra estaba compuesta de lexema + morfemas (gat-o-s). b) Lexema = morféma léxico, con significado léxico, diferenciado del morféma gramatical (significado gramatical) o gramema. Puede ser mono-morfémico (norte, sur) o polimorfémico (banc-o-s). En espaňol, general-mente, los lexemas son dependientes, es decir que necesitan recurrir a los gramemas para su actualización. c) Lexema = unidad miembro de campo léxico = realización léxica de se-mema (concepto). d) Lexema = unidad de significación, incluso superior a la palabra. Ej. ojo de buey. e) Lexema * terna y morféma. Vamos a detenernos un poco en las tres últimas acepciones, pues inciden notoriamente en la concepción de la lexicología y de la semántica léxica que es-tudiaremos más adelante. La lingiiística estructural, funcional, hace hincapié en el carácter funcional de las unidades asi como en el significativo. Asi, Coseriu, identifica las palabras le-xemáticas, que estructuran y representan la realidad extralinguística y que gene-ralmente están constituidas por lexema + categorema + morféma, con los lexemas en cuanto «unidad de contenido lexico» expresada en el sistema linguístico (1977: 171) y portadores de la función léxica. Para Coseriu, los lexemas son las unidades básicas del léxico y, por tanto, de la lexemática (semántica estructural del contenido) y unidades miembros de un campo léxico. En la semántica estructural se ha asimilado el lexema al semema. Es decir, el conjunto de rasgos que constituyen el significado de una unidad tiene su realización en el lexema que formará parte de uno o varios campos léxicos dentro de la organización del contenido de una lengua. Asi, el campo de la «vivienda» estará constituido por los lexemas palacio, chalet, piso, apartamento, etc. que tendrán una serie de semas comunes (los equivalentes a «vivienda») y que se diferencia-rán por otros ('en una sola planta', para piso; 'de pequeňas dimensiones', para apartamento, etc.) No obstante, la terminológia en Coseriu es confusa, como podemos apreciar en las diferentes definiciones de campo léxico que sólo esbozamos, pues lo tra-taremos más detenidamente en el Capítulo 7. Dice Coseriu en distintas ocasiones: c) «El campo léxico es conjunto de lexemas [...]» (1977: 135)9 «El campo léxico es [...] un paradigma léxico que resulta de la repartition de un contenido léxico continuo entre diferentes unidades, dadas en la lengua como palabras [...]». «Toda unidad dada en la lengua como palabra es un lexema» (1977: 146) «Un campo léxico es una estructura paradigmática constituida por unidades léxicas (lexemas) [...]» (1977: 170). Coseriu salta de la palabra a una unidad de contenido (1968: 8): «Una unidad de contenido léxico expresada en el sistema linguístico (por ejemplo, el contenido 'senex' en latin) es un lexema». De ahí que Geckeler (1976: 297) afirme: «de-nominamos lexemas a los miembros de un campo léxico, es decir, a las unidades léxicas que funcionan en un campo lexico».10 Estamos ante la concepción del lexema en cuanto unidad de significado, unidad semántica del léxico con significado unitario que a veces es superior a la palabra, como la sinapsia de Benveniste, pero que es una unidad funcional, está 9 Las negritas son nuestras. 10 Las negritas son nuestras. 48 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 49 identificada con una función, y es conmutable con otras unidades dentro del mismo contexto semántico-sintáctico formando un paradigma léxico. Por ejemplo, temer, tener miedo, no tenerlas todas consigo, recelar, etc. {terno que llegue tarde, tengo miedo de que llegue tarde, etc.). Las unidades de significación en el léxico pueden ser palabras o unidades superiores a la palabra (lexía compleja, sinapsia, etc.) En la lingiiística generativa, concretamente a partir de la hipótesis lexicalista de Chomsky (1970), el lexema será una unidad abstracta compuesta de un con-junto de semas, no susceptible de división en unidades menores y que sirve para la formación de compuestos. Por ejemplo, observ —será el lexema o elemento abstracto del léxico básico del sustantivo Observation y del verbo observar. (cf. La formación de palabras). Las piezas léxicas serían en cierto modo piezas «abs-tractas polifaceticas» no marcadas como [+N] ni [+V] pero que sería posible in-sertar bajo un nudo [+N] o bajo [+V]. En la actualidad, y especialmente en los ámbitos continuadores de la morfológia de la lingiiística generativa, se distingue entre: terna, lexema y morféma. El tema es, dentro de una palabra, la unidad minima dependiente con signifi-cado léxico y sin autonómia gramatical. Se puede realizar fonológicamente de di-versas formas según el contexto morfológico (variantes temáticas). Ej. boná&áo-so bueno. El tema es bon. Toda palabra está constituida por un tema y uno o más morfemas, ej. bon - dad - es tema - afijo derivativo - afijo flexivo El morféma también es una unidad minima con significado, pero relacional (y no léxico), que no tiene autonómia gramatical, pues debe aparecer siempre afijado a un tema o a una palabra (prefijos, sufijos, etc.) y que se puede realizar fonológicamente de diversas formas, según el contexto morfológico (alomor-fos). Ej. /ndeseable, rápensable. El morféma prefijo es in-. Son flexivos cuan-do se afijan a temas para obtener palabras (cantamos) y poseen significado gramatical (tiempo, numero, persona), y son derivativos si se afijan a temas para obtener nuevos temas, que servirán de base para la formación de nuevas palabras. Gramaticalizan significados léxicos (agente, colectivo, capacidad) (enterrar —> desenterrar —> desenterrador) (cf. Capítulo 4. La formación de palabras). El lexema no es una unidad minima como el tema y el morféma, ya que todo lexema Consta de al menos un tema y posiblemente de algún morféma. Su significado es léxico y tiene autonómia morfológica, fonológica y sintáctica. Es la palabra independientemente de las formas flexivas que pueda adoptar. Se mani-fiesta siempre en una forma morfológicamente determinada, generalmente la menos marcada (en singulár o en plurál, en masculino o en femenino). Asi la for- ma bondad denota el lexema correspondiente. El lexema «comer» tiene distintas variantes que son las palabras como, comerán, comiendo, etc. Son, según la terminológia de algunos autores, formas diferentes de un solo elemento léxico o lexema. Según esto, en la palabra cardenal existen dos elementos léxicos cardenal, uno para 'prelado que compone el Sacro Colegio Eclesiástico' y otró para 'man-cha negruzca o amarillenta de la piel resultante de un golpe'. 2.5.2.3.2. La lexía Es la unidad léxica en la terminológia de B. Pottier. No podemos pasar por alto esta terminológia pues ha sido notoria su trascendencia en la semántica estruc-tural. Al igual que el lexema, la lexía puede equivaler a una palabra o a unidades superiores a la palabra. B. Pottier (1972: 55) propone la terminológia de lexía para la unidad funcional o, en palabras del lingiiista, «unidad de comporta-miento». Lexía es, por tanto, toda unidad léxica, sea palabra o construcción mayor. Es una «unidad léxica memorizada». Se opone al morféma (signo lingiiís-tico inferior) y no siempre coincide con la palabra. Pottier distingue varios tipos de lexía: — Lexía simple. Puede ser una palabra: perro, árbol, entre, etc. Incluye las lexías compuestas sólo por morfemas gramaticales como aquellos, ahora, más. — Lexía compuesta. Contiene varias palabras total o parcialmente integra-das, es decir, en vías de integración o ya integradas por aglutinación de le-xemas básicos: paticorto, sacamuelas, hazmerreir, matamoros, sacapun-tas, etc. Hoy se incluyen dentro de las unidades complejas junto con las palabras prefijadas (incorrecto) y derivadas (reconocible). — Lexía compleja. Es una secuencia de palabras más o menos estereotipada. Es una serie de lexemas que forman una sola unidad significativa. Puede ser: compleja estable {a hurtadillas, puente colgante) y compleja variable: un recién nacido (casado, llegado...). — Lexía textual. Está compuesta por frases, proverbios, refranes, etc.: «no por mucho madrugar, amanece más temprano» o «quien mucho abarca, poco aprieta». Advertimos que existe una similitud entre la lexía compleja y las colocaciones y locuciones, asi como entre la lexía textual y los refranes o paremias. Pero, re-almente ^son todas unidades objeto de estudio de la lexicologia? Veremos que, de acuerdo con determinadas teorías, la lexía textual pertenece al habla (enunciados fraseológicos) y, consecuentemente, no será considerada como unidad en lexicologia, aunque si en fraseologia. LEXICOLOGfA Y SEMÄNTICA LEXICA LEXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGIA 51 2.5.2.3.3. Combinaciones sintagmäticas que forman unidades supehores a la palabra Si bien los terminos lexema y lexia se emplean para designar tanto la palabra como tambien unidades superiores a la palabra, ahora vamos a contemplar los conceptos y la terminologia de las combinaciones sintagmäticas que constituyen unidades superiores a la palabra y su posibilidad de ser consideradas o no como unidades en lexicologia. Si observamos nuestro comportamiento lingiiistico, nuestras producciones lin-güisticas, advertimos que si bien, en general, vamos construyendo el discurso formando frases libremente, en muchas ocasiones echamos mano de estructuras o bloques prefabricados, combinaciones de palabras creadas con anterioridad, que son mäs o menos fijas debido a su empleo a lo largo de la tradiciön y que perma-necen almacenadas en nuestra memoria. Pero estas combinaciones sintagmäticas no son todas iguales. Veämoslo en un ejemplo de producciön lingüi'stica que po-demos emitir cualquier dia por la mafiana al coincidir con un vecino en el ascensor: /Buenos dias! ique tal? Hasta ahora hemos gozado de un clima benigno, pero hoy hace un dia de pe-rros y yo voy a poner a prueba mis viejas botas. Tengo que asistir a un ciclo de conferencias en la Universidad y no me importa si estän viejas o no. Como digo ya, ande yo caliente y Hase la gente. Las combinaciones en cursiva son todas unidades superiores a la palabra, pero son distintas. Asi, por ejemplo, no responden a las mismas caracteristicas la colocaciön clima benigno que el refrän ande yo caliente y riase la gente. No parece haber acuerdo sobre la denominaciön generica que deben recibir es-tos distintos tipos de combinaciones sintagmäticas. Se las denomina: expresiones pluriverbales, unidades lexicas pluriverbales, unidades pluriverbales lexicali-zadas, expresiones fijas, etc. Tampoco hay total coincidencia en las caracteristicas propuestas por los inves-tigadores para definir y delimitar los diferentes tipos de estas combinaciones de palabras mäs o menos estables que constituyen unidades lexicas cuya denotaciön se asigna en bloque y no se deduce de sus partes constituyentes: sintagma, sinapsia, colocaciön, locuciön, «idioma» o expresion idiomdtica, idiotismo, expresiön, lexia compleja, modismo, refrän, etc. Todo ello demuestra la complejidad del fenömeno. Intentaremos explicar la disparidad de nociones correspondientes a esta vasta terminologia y dilucidar su inclusiön o no en los estudios lexicolögicos, hecho que va a depender de las caracteristicas de los fenomenos (si son sintäcticos o lexicos), asi como del concepto de lexicologia que se defienda. El embriön del fenömeno se encuentra en los conceptos de «sintagma» (Saussure), «idioma» (Hockett) y de «sinapsia» " (Benveniste) vistos anterior- " La sinapsia tambien se tratarä en el Capitulo 4 (Formation de palabras. Composiciön). mente (cf. 2.5.2.3). Ya Saussure emplea el termino sintagma como combinaciön en la cadena hablada, ya sea dentro de la palabra misma (piano infralexico, su-bunidades) o en unidades superiores a ella. Incluso deja entrever una distinciön entre sintagmas libres y sintagmas estables. En lexicologia nos interesan estos Ultimos. Los sintagmas estables o coherentes o trabados son combinaciones de vo-cablos que ofrecen una disposiciön formal mäs o menos inalterable y un sentido unitario al igual que las unidades lexicas con las que pueden conmutar en el piano paradigmätico (prestar atenciön I atender; ponerle o colgarle a alguien un sambenito I desacreditarle, etc). Los elementos constitutivos de estas combinaciones no son conmutables pero si las unidades globales que forman con signifi-cado unitario. Pero entre los sintagmas estables hay diversos tipos que se dife-rencian formal y semänticamente. Veamos estas diferencias al tiempo que contemplamos sus caracteristicas lingüisticas mäs sobresalientes: 1) Son expresiones formadas por varias palabras gräficas. Pueden ser combinaciones binarias (tener miedo, cuestiön clave, etc.) y combinaciones pluriverbales (de golpe y porrazo, romper una lanza por...) 2) Son estables en diverso grado por su frecuencia de uso y de coapariciön de sus elementos integrantes. Ej. aliviar (calmar) un dolor es menos estable que pagar el pato y esta menos que la expresion Quien bien te quiere te harä llorar, pues en esta ultima no se puede modificar ningün miembro, mientras que en las anteriores se conjuga el verbo. 3) Institucionalizadas en terminos de fijaciön y especializaciön semäntica o lexicalizaciön. 4) Con cierta particularidad sintäctica o semäntica. A estas caracteristicas responden las llamadas unidades fraseolögicas, pero no todas entrarän en el estudio de la lexicologia. Las razones para su inclusiön serän dos: d) Por el concepto de lexicologia y de lexico; b) Por la naturaleza de las unidades. La localizaciön del limite superior de las unidades que estudia la lexicologia y que integran el lexico dependerä de los conceptos de lexicologia y de lexico que se acepten. A modo de ejemplo, veremos las posturas de Coseriu y del lexicölogo frances A. Rey al respecto. Coseriu, al teorizar sobre la lexemätica o estudio funcional del vocabulario, distingue, dentro de la sincronia, entre tecnica libre de discurso (elementos y procedimientos de una lengua libremente disponibles) y discurso repetido (todo lo que en la tradiciön lingüistica aparece en forma fijada como expresiones y frases hechas, proverbios, citas, etc.). Delimita tres tipos de estas ültimas unidades: LEXICOLOGfA Y SEMÄNTICA LEXICA LEXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGIA 53 a) Textemas o frasemas que conmutan con frases o textos enteros como re-franes, proverbios, dichos, etc. b) Los sintagmas estereotipados o unidades equivalentes de sintagmas. c) Las perifrasis lexicas o unidades equivalentes de palabras que conmutan con palabras simples (hacer hincapie I resaltar). Segün Coseriu, las dos primeras unidades no entran en la lexemätica pero st las perifrasis 16xicas, pues funcionan como lexemas en un campo lexico en opo-siciön a palabras simples. Por su parte A. Rey, aunque reconoce la dificultad existente para establecer el limite superior de la lexicologia, lo enclava en lo que llama «idioma» (ex-presiön idiomätica) considerado tradicionalmente como «locuciön». Afirma A. Rey (1977: 189) que «las unidades superiores a la palabra son indispensables en la descripciön de una lengua». Estamos ante la lexicalizaciön de la sintaxis en-carnada en lo que algunos han denominado el idiotisnio12 o estructura sintäcti-ca compleja compuesta de varias piezas 16xicas que se comporta denotativa-mente como si fuera una ünica pieza 16xica. En efecto, la denotacion de estas construcciones es tan idiosincräsica como la de un elemento lexico inanalizable. En todas las lenguas conocidas existen estas unidades superiores a la palabra, pero son peculiares de cada lengua. En el ämbito de la lexicologia espanola son numerosos los investigadores que han propuesto criterios para delimitar las unidades fraseolögicas. Unos autores hacen hincapie en el grado de motivaciön, pudiendo ser el significado de estas unidades parcialmente composicional, es decir, que su significado se puede deducir mäs o me-nos del de los elementos que componen la unidad (suma composicional de los sig-nificados de los componentes) o que las unidades sean totalmente opacas. Para otros autores, la restricciön combinatoria de las unidades constituyentes puede ser li-mitada o total. Julio Casares senala el criterio de que constituyan un elemento ora-cional (locuciön) o bien una oraciön completa (frases proverbiales y refranes). Gloria Corpas afiade el criterio de que la fijaciön se haya producido en el sistema, en la norma o en el habla. Reproducimos, en la Figura 2.5, el esquema de clasificaciön que propone esta autora (1996: 52) En suma, los enunciados fraseolögicos se diferencian de las colocaciones y las locuciones por dos caractensticas esenciales: ä) los enunciados fraseolögicos constituyen «enunciados completos en si mismos» y b) pertenecen al "habla", son unidades del habla. 12 El sentido restringido de idiotismo es toda construcciön que pertenece a una lengua determinada y que no posee ningün correspondiente sintactico en otra lengua. Ej. Por si las moscas es un idiotismo cas-tellano, un hispanismo. UPS -Enunciado +Enunciado [-acto de habla] [+acto de hablal Fij. Norma Fij. Sistema Fij. Habla I I I ESFERAI ESFERA II » ESFERA III I I I Colocaciones Locuciones Enunciados fraseolögicos Figura 2.5. Ademäs, aunque los enunciados fraseolögicos son tambien parte del acervo de la lengua y no se distinguen, en ocasiones, de palabras individuales (buenos dias I hold), sin embargo, como afirma Corpas (1996: 134), «se trata mäs bien de un fenömeno cultural que de un fenömeno lingüistico en sentido estricto». Por otra parte, desde el punto de vista lexico-semäntico, las colocaciones y las locuciones tienen el estatuto de palabras, pudiendo entrar a formar parte de un campo lexico, como lexemas en oposiciön a otras palabras {tomar una decisiön I decidir; al pie de la letra I literalmente; poner a alguien a parir I criticar, cen-surar, etc.). Todas estas razones favorecen el hecho de que de todas las unidades fraseolögicas ünicamente incluyamos las colocaciones y las locuciones como unidades en el estudio cientifico del lexico. Veamos estas unidades sucintamente. 2.5.2.3.4. Colocaciones y locuciones El termino colocation fue empleado por primera vez por el ingles J. R. Firth (1957) para referirse a un tipo de combinaciones frecuentes de unidades lexicas. Sin embargo, tanto el termino como la nociön que recubre son de reciente adqui-siciön en la filologia espanola pues, aunque las primeras referencias las encon-tramos a finales de los anos 80 del siglo xx, no serä hasta la decada de los 90 cuando empiecen a aparecer investigaciones sobre las colocaciones espanolas. Rastreando en la teoria lingüfstica podrfamos encontrar la nociön de coloca-ciön en las denominadas solidaridades lexicas de E. Coseriu (cf. 2.3; 7.8.1.2) pero aquella es mäs amplia que la de solidaridad. Aunque algunos autores consideran que el concepto de colocaciön pertenece a la gramätica por las restricciones lexicas que comporta, sin embargo, un gran nümero de estudiosos conciben las colocaciones como unidades lexicolögicas, y como tales las vamos a tratar aqui. Aportamos la definlciön de colocaciön propuesta por G. Corpas (1996: 66) pues concuerda con la que acepta una mayorfa de autores en el ämbito de la filologia espanola: LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LÉXICO. VOCABULARIO, UNIDADES EN LEXICOLOGÍA 55 Unidades fonológicas formadas por dos unidades léxicas en relación sintáctica, que no constituyen, por si mismas, actos de habla ni enunciados; y que, debido a su fijación en la norma, presentan restricciones de combinaciones establecidas por el uso, generalmente de base semántica: el colocado autónomo semánticamente (la base) no sólo determina la elección del colocativo sino que además, selecciona en éste una acepción especial, frecuentemente de carácter abstracto o figurative Advertimos que, aunque las colocaciones pueden ser gramaticales (consistir en) y colocaciones léxicas (corre un rumor), nos limitamos a estas ultimas por tra-tarse de una coocurrencia y vinculo propiamente léxico. Las caracteristicas principales de las colocaciones son: • Coocurrencia frecuente de dos palabras (arma blanca, ignorancia šupina, zarpar un barco, zanjar una diseusión, etc.). • Restricciones combinatorias por razones semántico-sintácticas (tomar una decision y no * hacer una decision). • Flexibilidad formal, pues sólo uno de los colocados presenta restriction (de-sempeňar un cargo, una función, un papel). Pueden tener modification ad-jetival (entablar una animada conversación). • Semánticamente, su significado se deduce en parte del significado de sus componentes (desatarse una polémica), y muestra diversos grados de redundancia e intensificación (fracasar estrepitosamente, esfuerzo ímprobo). Exponemos ahora la definition de locution facilitada por esta misma autora (1996: 88) para, con posteridad, establecer las diferencias entre ambas unidades: Unidades fraseológicas del sistema de la lengua con los siguientes rasgos dis-tintivos: fijación interna, unidad de significado y fijación externa frasemática [...] no constituyen enunciados completes y, generalmente, funcionan como elementos ora-cionales. Las principales caracteristicas de las locuciones son: ■ Cohesion morfosintáctica. Son combinaciones estables inalterables, pues sus componentes léxicos son invariables {romper el hielo y no *los hielos), no son conmutables por otros (meter y no *introducir la patd), no admiten alteraciones de orden (dar gato por liebre y no *liebre por gato) y no se puede insertar nada entre ellos (*matar dos pájaros blancos de un tiro). ■ Cohesion semántica. Constituyen una unidad de signification en la lengua, ya tengan significado compositivo (sano y salvo) o traslaticio (meterse en camisa de once varas). Su estructura semántica global es arbitraria respecto a la de sus partes, es decir, su significado no es transparente. El significado literal de la expresión puede ponerse en relación con el de la locution pero no se puede hacer en términos exclusivamente lingiiisticos, sino en términos culturales, sociales o religiosos como en pasar a mejor vida (= morir). Las locuciones pueden ser nominales, (mesa redonda = grupo de personas versadas en determinada matéria que se reúnen para confrontar sus opiniones sin diferencia de jerarquía entre los participantes; cuesta de enero, borrón y cuenta nue-va), adjetivas (ligero de cascos, contante y sonante, más blanco que la leche, de tomo y lomo), adverbiales (a grito limpio—modo—, más tarde o más temprano — tiempo—; al pie de —lugar—, más o menos —cantidad—) y verbales (dar y tomar, zurrar la badana, meter a alguien en vereda, venderle (a alguien) la moto). Son casos de lexicalización de la sintaxis. Una estructura sintáctica compleja compuesta de varias piezas léxicas que se comporta semánticamente como si fuera una única pieza léxica. Por tanto, estos sintagmas lexicalizados entrarán en el diccionario o lexieón como elementos léxicos con su significado representado sistemáticamente como veremos en el Capítulo 7 (análisis componencial). Resulta muy difícil establecer una diferencia entre las colocaciones, las locuciones, las combinaciones libres y las palabras compuestas (cf. 4.6.2.1). De hecho, podemos encontrarnos con que un mismo ejemplo puede estar considerado como colocación, como locución o como palabra compuesta, dependiendo de los criterios - seguidos por los autores. En efecto, no hay una frontera nitida entre las combinaciones libres y las colocaciones, entre éstas y las locuciones, ni entre las locuciones nominales y las palabras compuestas. No obstante, intentaremos establecer las principales diferencias entre colocaciones y locuciones esquemáticamente: Colocaciones Locuciones Fijación En norma En sistema Cohesion morfosintáctica Flexible Estructura fijada Composionalidad sintáctica Muy relativa Desaparece (aunque hay grados) Cohesion semántica Significado transparente (se deduce en parte de sus componentes) Un sólo significado Significado no transparente Significados literales y traslaticios Figura 2.6. 2.^.2.3.5. ftems léxicos. Lisfema. Lema No podemos firlalizar la exposición de las unidades en lexicología sin mencionar esta terminológia. \ Ya hemos visto (cf. 1.3.2.1.1) que en la gramática generativa el Diccionario o lexieón (léxico) es «una lista (ordenada o no) de los ítems léxicos o elementos lé- LEXICOLOGIA Y SEMÄNTICA LEXICA LEXICO. VOCABULARIO. UNIDADES EN LEXICOLOGIA 57 xicos de lalengua [...]» (Katz y Fodor 1976: 56-57). Katz y Fodor no determinan «si los items lexicos han de ser palabras, morfemas o alguna otra unidad [...]», pero afirman «La consideraciön mäs importante es que escogemos la unidad que nos permitirä describir la mayor cantidad de estractura composicional de la lengua». Es decir, que no estarän cantamos y cantas sino el lexema verbal «canta» con sus pro-piedades fonolögicas, morfolögicas, sintäcticas, semänticas, pues las unidades cantamos y cantas se obtienen con la aplicaciön de unas reglas de flexion, de igual modo no estarän bondad y bondadoso sino ünicamente bon. Katz y Fodor defien-den que «el significado de una palabra es una funciön composicional de los signi-ficados de sus partes y nos gustaria poder captar esto composicionalmente. [...] donde podamos usar la composiciön, se evitan las entradas de diccionario.» La discusiön sobre las «entradas» del diccionario se entablö de nuevo con la hipötesis lexicalista de N. Chomsky (1970) pues sugiere que las relaciones entre palabras como por ejemplo destruir y destrucciön pueden ser descritas asignän-doles una ünica entrada de diccionario, neutra con respecto a su caräcter de nom-bre y verbo, respectivamente, y asi las propiedades fonolögicas, sintäcticas y semänticas de una y otra, serian especificadas en el diccionario una sola vez. Posteriormente, Jackendoff (1975) propuso que el verbo y el nombre deben reci-bir entradas de diccionario separadas y que el solapamiento de sus propiedades semänticas y sintäcticas sea expresado por medio de reglas de redundancia que pon-gan en relaciön ambas entradas. Tambien afirmö (1990: 20) que «estä bastante claro que palabras que difieren solo en el sufijo de flexion, como perro y perros, deben contarse como formas alternativas del mismo item lexico». En la morfologia postgenerativa o morfologia lexica, en el lexicön o diccionario de base quedarä incluida una lista finita de palabras simples, morfemas ra-dicales, morfemas afijos y morfemas temäticos. Son los formantes sobre los que actuarän las reglas de formaciön de palabras (cf. Capftulo 4 y Figura 4.1). Las palabras complejas generadas como resultado de la aplicaciön de las reglas de formaciön de palabras no aparecerän en el diccionario base o lexicön, pues sus propiedades sintäcticas, semänticas y fonolögicas reguläres pueden deducirse de la gramätica. Por tanto, generalmente, no serän listemas o unidades que se encuen-tran almacenadas en el lexicön. Asi, si bien la palabra simple cruz figurarä en el diccionario - base o lexicön con sus propiedades sintäcticas, significado propio y representaciön fonolögica, no sucederä lo mismo con sus derivados como cruce-cita, crucificar, crucero, veracruz, etc. El acervo lexico que el hablante tiene que conocer, que se ha aprendido desde pequeflo y que se va ampliando a lo largo de la vida, estä contenido en el lexicön como lista de unidades mäs o menos extensas de nuestra lengua. Por tanto, el lexicön es la lista de lexemas, formas de lexemas e incluso sintagmas que el hablante ha de aprender y almacenar en su memoria. Recalcamos que no son listemas todas las palabras, como hemos visto que su-cede con cantamos y cantas, o crucecita y si lo son los lexemas y unidades su-periores a la palabra (tomar el pelo). Por otra parte, en la Lingiiistica del habla y especialmente en el Anälisis del Discurso, al aplicar los metodos estadi'sticos se pueden delimitar unidades como formas o como lemas. La forma, es la forma gräfica que corresponde a las ocurrencias que son identicas en un corpus de textos, es decir a las ocurrencias compuestas con los mismos caracteres. No necesariamente son palabras, tambien pueden ser unidades mayores. Pueden ser palabras, "segmentos regetidos" (o poliformas repetidas como y de la, la puesta en, de la sociedad, de todos los) y "locuciones", etc. El lema es una forma elegida convencionalmente cuando el lexema de una entrada de diccionario es variable y puede tener varias formas gräficas en el texto (bailo, bailäbamos; blanco, blanca, blancos). Se agrupan estas distintas formas gräficas bajo el lema que serä, por ejemplo, el infinitivo para los verbos, el Singular para los sustantivos, el masculino singular para los adjetivos, etc. Este agrupamiento se denomina lexematizaciön. En lexicografia el lema es la entrada de un diccionario o enciclopedia. Resumiendo. Al lexicölogo y al semäntico les interesa la unidad lexica, tambien llamada a veces lexema, en cuanto unidad funcional y unidad semäntica o de sig-nificaciön o unidad de contenido lexico que puede ser una palabra (mar) o una unidad constituida por mäs de una palabra (brazo de mar, ciudad dormitoriö) e incluso por una locuciön (creer a pies juntillas). Esta unidad lexica estä caracterizada por sus posibilidades de conmutaciön en una oraciön con otras unidades con rendimiento funcional equivalente (temer, tener miedo, etc.).