I. INTRODUCCIÓN La [alta de serenidad espiritual del período barroco se manifiesta en o 1 erano en una total del e uilibrio entre conienido y eX/2resión. Góngora crea un estilo personal y original en el que dicho equilibrio se rompe a expensas del contenido, ya que la ex resión pasa al primer lano oético. Esto es 10 quě'š'e a lamado culteranismo. Se trata de una poesía de gran artificiosidád, con una'ěnorrne utilización de elementos ornamentale~Jlf: m-ácter cu o un ams:ntalmente, y una máxima valora- 3..0n de los _valores sensoriales del poema. Este estilo, que va a ir analizándose a través e as lecturas reflexivas, es el último eslabón, el punto extremo, de la renova:ión poética iniciada por Garcilas~ a ~r Ir eTpetfařRUlsmoitaliano. A media camino entre ambos tenemos la poesía arriOrOSade érnando.de Herrera. 395 Comparando los tres sonetos se puede notar un.a resencia gradualmente mayor de los elementos decoratip de los recursos literarios. Por otra parte, hay un vO~ento de la «oscuridad» o dificultad de comprensión. ~ťe!egimos una metafora q~~ esté en los t~~s sonetos (cabellos rubios = iIf)) es fácil ver la gradacíón de que hablamos: . 1.o En Garcilaso, se habla slmplemente de «cabellos de oro» (escogidos en la vena del oro~. ., . , 2. o Herrera hace más directa la identificación- Ya no aparece la palabra cabellos: ~on hebra~ d~ oro puro. , 3. o Góngora llega al maximo atrevirniento en la metafora: ni siquiera e! esfuerzo del sol, que relurnbra, puede competir con ese oro bruiiido que es e! cabello. Centrándonos en el soneto gongonno, destacan las beHas metáforas, que vancomo engastad~~ ~n una estructura complicadísima Y enormemente artl~ICIOSa que supone una cuidada elaboración. Esta consiste en una sene de correlaciones o paralelismos léxicos que se van organizando a 10 argo de los cuartetos Y tercetos de la composición. Vamos a verlos en este esquema: '\- Durante mucho tiempo se había creído ver en la obra de Góngora una diferenciación cronológica: una primera etapa, de claridad y sencillez, correspondiente a las composiciones en metros cortos; una segunda (sus «obras mayores»), llena de oscuridad y dificultades, y más proiamente culterana o gongorina. Esto es falso, pues el culteranismo es evidente desde las más tempranas obras e on Luis. Todos os artificios estilísticos más característícos deši.lěstilo culterano están presentes tanto en las composiciones populares (en metros cortos generalmente) como en las más cultas y refinadas. Más que dos etapas cronológicas, pues, 10 que sí es cierto es que existen dos tendencias o manifestaciones distintas del arte gongořmo, como ha puesto en evidencia Qi o Alonso: por un lado, la huida de la realidad el acercamiento a la belleza absoluta' por otro, a a roximačlón a 10-reaCi;:10 concreto, auň en sus aspectos des a'gradables; muchas veces, incluso, en forma de caricatura. A la primera de las tendencias (idealización, esti1ización, esp en orosa elleza) pertenecen, fundamentalmente, el «Polifemo» y las «Soledades», A la se unda (burla, ironía, 10 alegre, 10 gro esco y 10 misérable de la vida) las letrillas, los romances satíricos, los sonet os h orísticos, etc. Insistimos en que estas dos tendencias artísticas se manifiestan a 10 largo de toda la poesía de Góngora, coexistiendo desde sus obras de juventud hasta las últimas que compuso. II. LECTURAS REFLEXIV AS Primera. Tres sonetos Presentamos tres sonetos en los que Garcilaso, Herrera y Góngora poetizan un mismo tema: el «Car e diem» horaciano, introducido en Espafia a través de la influencia italiana. 396 -primer cuarteto: cabello = oro frente = lilio ('lirio') primer terceto: cuello, cabello, labio, frente cristal oro, clavel, lilio (< humo -> polvo -> sombra -> nada. EI violento contraste barroco que tanto prodigará Góngora en sus obras de madurez está ya presente en este hermoso soneto juvenil. 1. Garcilaso de la Vega (Primer Renacimiento: primera mitad del sigJo XVI) EN TANTO QI'E DE ROSA Y AZlJCENA se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogiá, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena: 398 coged de vuestra alegre primavera . el dulce fruto antes que el tiempo airado cubra de nieve ta hermosa cumbre. Marchitará ta rosa el v~ento helado, todo 10mudará la edad ligera por no hacer muaanza en su costumbre. 2. Fernando de Herrera (Segundo Renacimiento: segunda mitad del siglo XVI) QUE LA FRENTE LAS HEBRAS DE ORO PURO • cercan en ricas vueltas, do el ttrano seiior teje los lazos con su mano, . y arde en ta dulce luz; resplandeclente, cuando el mviemo frio se presente vencedor de las flores del verano, el purpúreo color tomando va,!o, en plata volverán su lustre ardlente. Y no por eso amor mudará e~puesto, que el valor 10asegura y eortesta; el ingenio Y del alma la noblezaEs mi cadena y fuego el pe~ho honesto, y virtud generosa, Lumbre mla, de vuestra etema, angélica bellel.a. 3. Luis de Góngora (Barroco: primera mitad del siglo XVII) MIENTRAS POR COMPETlR CON TU CABELLO. oro bruňido el sol relumbra en va~o, mientras con menosprecio en medio el Ilano mira tu blanca frente ellilio bello; 399 ~ientras a cada labio, por cogello, stguen más ojos que aJclavel temprano y mientras triunfa con desdén lozano ' delluciente cristal tu gentil cuello; goza cuello, cabello, labio y frente, antes 9~e 10que fue en tu edad dorada oro, lilio, clavel, cristalluciente no sólo en plata o viola troncada se v'!elva, mas tú y ello juntamente en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. Segunda. Fragmento del Polifemo r L~s ;lef!1entos culteranos se utilizan en gran profusión I ~n ~ olifemo, las So~edades y el Panegírico al Duque L,;:.e ./rm.a. La «oscuridad», es decir, la complejidad sl~m icatrva, es también mayor a causa del amontonaFlent~ de elem:ntos cultos: citas mitológicas, hl érbato a l~lsmos, cultismos, etc. Su sentido sin ěITibar o e~ p~slble ,compre~de~l? si se analizan ias alusione; ~ la mitología y el significado del léxico culto utilizado y si ~e «reord,enan» los atrevidos hipérbatos. Esto es 10 q~e ha eChf. amaso ~lons,?, facilitándonos con sus profundos y .va lOSOS estudios sobre la obra gongorina el acercarmento a este gran poeta barroco. raJoa~os, p,ues, a contemplar el estilo más culto y depu~ Gongora leyendo un fragmento de su F..4ilJJJJL e Polifemo y Galateq; (1613 en la que se manifiesta c aramente la tendencia cultista e idealizadora del autor P ?-~nuevo un tema de la mitología clásica: el mito' de .01 emo, uno de los más antiguos de la Humanidad (el gigante .de un s~lo ojo que se enfrenta con Ulises en tLa. Odisea»). ~ongora parece haberse basado en el tra~ml~~to que dio ~l tema el poeta latino Ovidiu. de ran difusión en Espana a partir de 1500' I' g.ff' . e gígante Poliemo, en urecido por los celos a causa de los amores 400 que descubre entre su amada, la ninfa Galatea, y el pastor Acis, arroja una roca sobre su joven riva\. lnvocadas las deidades marinas, la sangre y el cuerpo del muchacho se transforman en un riachuelo que fluye hacia el mar.