Capítu.o I METRI CA GENERAL 1. MÉTRICA y poética La Poética o Teória cle la literatura cstiidia los principles cit: la Literatúra y los elementos que la integran. La Poética se centra preferentemente en aquellos elementos (infra-textuales) que componen i as obras literarías: el lenguaje. los diversos tipos de obras (géneros), los elementos semán-ticos cle die h as obras (temas, i n o ti vos, niundos literarios). Aciemás, se ocwpa de los procesos extratextuales: la pro ducción y reception literarías. Dentľo de la Teória de la literatura, y más coneretamente dentro de la Teória del lenguaje poético (o literario), se inscribe el áre a conceptual cle la Métrica. De hecho, la Métrica o Versification es la codification más at upli a, complľta y sistemáli-ca del lenguaje poético a lo largo de los sighs. H asta tal punto es importante la Métrica coiiki Teória ciel lenguaje poético, que durante bas tan tes siglos Poética y Métrica 'nerosí con-sideradas sinónimas. .Durante íoda la Edad Media, los tra-tados denominados Ars poética eran simplemente tratados de Yvrsifk aeié>n (con o sin adiciones de «elocutio» retóri-ca), al igual que las prirneras Poética s en lengua castellana -Encina, Sánchez de Lima, Ren gilb, etc.-. Hoy d fa. cuancio las constricciones formales de la Métrica tradicional parece que caen en el olvido -incluso entre los propios poctas— por la frecuencia en el uso del aparenfemente caot.ico verso libre, coiisideramos errónea esta concepcíón, que sobrevalora la Métrica. Pero tamhién nos parece errónea la contraria: aquella c|ue infravalora la Métrica y la margina a nnas počas páginas dentro de los tnanuales escolares de Lengua y Literatura. La Métrica, pneš, es aquella parte de la Poética o Teória LA METRICA t..SP.\\OLA F.N SI' COMIAi'O KO\I \NICO METRICGRNKRAI. 21 ie la literatura (y mas concretamente, tie la Teon'a del len-ruaje poetico) que se ocupa de estiidiar los principios que rigen el lenguaje versifieado. Su base lingiiistka. los elementos que integral! y fstnirturan dicho lenguaje, el ori-rett v configuracion historica de esos elementos, asi como su evolucion hasta el momento presenie, son los puutos centrales del estudio metrico. 2. El campo conceptual de la Metrica La Metrica es susceptible de ser estudlada, coino todas las disciplinas, desde un punto cie vista sincronico, puntual, atendiendo solo a sus componentes y estructura. o bien desde un punto de vista diacrdnico, atendiendo al origcn y evolucion de sus elementos itU.egrantes. En consecueneia, podemos hablar de Metrica sistematica en el primer r.aso, y de Metrica historica en el segundo. Ademas, ambas perspectivas pueden ser aplicadas al lenguaje versificado de una nacion o lengua (p. e,. metrica espafiola, francesa, italiana, etc.), o bien al conjniHo de posi-bilidades metricas y sus realizaciones (Metrica general). Tambien podemos examinar las semejanzas y difcrcncias de varias metricas nacionales (Metrica comparada). En el presente manual, atenderemos mayoritariamente a la Metrica sistematica de la lengua espanola. Complemen-taremos este enfoque coo datos de Metrica historica espanola. puesto que ambas consideraciones eos parecen imprescindibles e imbricadas, Ademas, insertaremos tmestro campo de estudio dentro de la Metrica general -mm poco estudlada hasta la fecha-..Y, en el caso de elementos oietri-cos (metros, poemas) que procedan de olras culturas, apor-taremos nociones de Metrica comparada. El conglomerado de estas perspectivas nos aproximara a la realidad de nues-tro o'bjeto de estudio. 3. Metrica y Prosodia / Fonetica Puesio que la Metrica es el arte de la palabra ritmiramente configurada, los datos medicos iienco que apoyarse sobre un conocimiento precise) de la lengua. De ahf que tradicional-mente se haya estudiado la Metrica en asociacion con la Prosodia (u Oi tologi'a), que es la parte de la Gramatica que ensena la recta pronunciation y acentuacion de las letras, silabas y palabras. For char un solo caso: la obra del fundador de la Metrica moderna, Andres Bello, se titula Principios de la Ortologia y Metrica de la lengua castellana (1890). En los estudios gramaticales, la Prosodia ha sido susti-tuida por la Fonetica, que es el estudio de los sonidos de uno o varios idiomas, tanto en su fisiologia y acustica como en su evolucion historica. Este cambio responde al declive en nuestro siglo del enfoque normative, y al correlativo auge de la consideration descriptiva, considerada mas cien-tifica v no impositiva, en todos los campos del saber. Asi la Preceptiva Hteraria es sustituida en nuestro siglo por la Teon'a de la Literatura y la Retdrica; y la Prosodia por la Fonetica y Fonologfa. 4. Verso y poesia La asociacion entre estos dos elementos es una constan-te en el pensamiento occidental Sin embargo, ya ArIstdteies en su Partial se alza contra ella, siluando la poesia. (la creation literaria) en un tipo especial de imitation (mimesis), no en su recipiente formal, el verso1. No obstante, la firnie-za de esa asociacion se muestra a lo largo de la Edad Media, en las Artes poeticae (tambien llamadas Artes poetriae o Aries «Pei'o e! arte que iiuit.ii solo con ei lenguaje. en prosa o en verso, v. en esle caso. eon versos diferentes eombinados entre sf o con un solo gene-ro cie eilos, career de. nomfare hasta aliora, \o podriamos, en efecto, apli-car un termino comun a ios mimos de Sotron y de Jenarco y a ios dialogos socraticos, ni a la irnitacion que pudiera hacrne en tn'metros o en versos elegiacos u otros semejant.es. Solo que la genie, asociando al verst) la ton. dicion cie poeta, a unos llama poetas elegiacos y a otros poetas epicos, dan-doles el nombre de poetas no por la irnitacion. sino en comun por el verso. En efecto, tambien a los que exporters en verso algiin tenia de medio na o cie fisira suefen Uamarlos asi. Pen) nada comun hay entre Homero > Enipedocies.. excepto ei verso. Por eso a! uno es justo llarnarie poeia, pero al olro naluralisia mas one poela,» (i'oeiica, 1447b). ■ \ METR10A espaxoia en SU CONTEXTO romänico METRICA GKN1-.RAI. 23 "<•■•,/fiuiioiHie), v se incrementa en el Humanismo y Renaci- >;>» 'M Pomautk ismo ingles, Wordsworth votverä a diso-cidi* icöricamcnle el verso de la poesia, pero sus palabras escandalizarän, y su amigo Coleridge rectlficarä esa postura matizando que, aunque el verso no es esencial para Sa poe-sia, si es un elemento inseparable de ella. Con todo, la este tica romäntiea, en su profundo «contenidismo» -recorde-mos la rinia de Becquer «Yo se un himno gigante y extrano»- propiciara !a dlsociaciön entre verso y poesia. Y esa disociaciön culminarä en el Simbolismo franres, que prolonga en muchos sentidos el Roman ticismo. Con el se entroniza el «poema en prosa» (Baudelaire: Petits poemes en prose, 1861), el eual posibilitara libros tan excelsos como Plate ro y yo o Espanoles de, ires mundos, de Juan Krumm Jimenez, o bien Ocnos, de Cemuda. A su vez, el verso libre. con su andadura cercana a la de la prosa, coadyuvarä en nuestro siglo a la disociaciön entre verso y poesia. Sin embargo, a pesar de todos estos factores, esta disociaciön sigue siendo producta de una actitud inte-lectual, de persona entendida. En el fetiguaje diario y en la mentalidad populär, la asociacion entre verso y poesia per-siste hasta hoy. Tal vez porque, si bien es cierto que no todo lenguaje versificado es «poetieo» (podemos recordar ejem-plos de pesimos poemas), tambien es cierto que la mayor parte de la poesia sigue escribiendose en verso. A nuestro modo de ver, la poesia es un sentiiniento de ele-vaciön, que nos muestra lo contemplado bajo una luz de tras-cendencia, de ensueno o de eternidad. Ese sentiiniento de subliniidad es suscitado en nosotros por la naturaleza, por ciertas personas o seres, por ciertas ideas o comportamientos, etc. Yse expresa no solo por medio de la palabra, sino tambien por medio de las demäs artes -en parücular la müsica-. 2 Por ejemplo, el humanista alemän Augustinus Moravus Olmucensis, aposiado Käsenbrol, tlefine a la Foesj'a en su Diahgus in liefensnmem Poetim como «una estnictura metrica de verdadera u tingida narraciön. complicata en correcto ritmo o pie, y ajustada a la utilidad y placer». O bien Antonio Sebastiane Mintumo, en m De Poeta (1559), afirma que los orfgenes de la Poesfci (IJteratitra) liieroo en verso, v loclas las nociones comenzaron con ei Por lo que atane a la literatura, la. persistente asociacion de la poesia con el verso creemos que se basa en el hecho de que el verso es «poetizante» -es decir, potenciador de su poesia- al coiifigurarse el sentiiniento en un molde rftrni- co. De ahi la importancia de conocer «el arte del verso» que es la Metrica, y sus mecanisrnos de actuaciön. 5. Verso y prosa La palabra «verso» pnxede del latin «versus» ('renglön*. 'linea'). Aunque se refiere a la representacion gräfica del poema, denomina un tipo especial de lenguaje opuesto al de la comunicacicm: «prosa oratio» u «oratio proversa» ('lenguaje que va todo seguido', 'charla'). En espanol actual, entendemos por «verso» bäsicamente dos cosas bien diversas: 1: Conjunto -mayor o menor- de palabras sujetas a las leyes metricas (por ejemplo, cuando decimos que estarnos leyendo una comedia en verso, o que el Caniar de Mio Cid esta escrito en verso, o que preferimos el verso a la prosa). 2: Cada una de las unidades-tipografi-cas y ritrnicas- de ese conjunto. Asi decimos que el soneto tiene catorce versos. Este segundo sentido se emplea a menudo en los libros de Versificacion como sinönimo de «metro»: asi decimos «los metros espanoles» o «los versos espanoles»''5. En cuanto a la prosa, se endende por tal la de la comu-nicaciön diaria, no sujeta a patrones o esquemas previos. No obstante, la prosa artistica, oral o escrita, ha sido objeto de retlexiön y regulaciön desde que la Retörica grecolatina la analizase en la «cornpositio». Despues, a partir del siglo in, el ideal de prosa es la «numerosa» -es decir, !a sujeta a «numerus», a medida cacienciosa-, y este ideal invade entre Ksta sinonimia la encontramos ya en el i'mhrmio e Cartu del Marques de Santifiana (1446-1449), donde leemos: «Quanta tnäs sea la excelencia e prerrogatiua de los rimos e metros que de la soluta prosa, [...] inani-fiesta cosa es. E, assy, [... ] me esfuerco a dezir el metro ser anies en tienpo e de mayor perf'ecciön e mäs aurtoridad que la soluta prosa.» LA MÉTRICA KSPAMHA RX Sf COXTEXTO ROMAXKO Ml'.l RH.A l.ľ XI- RAI 25 > ,i ' ■ xi xili la hagiografía. la omilética, la epistoio- ; i'.. 1 i '.r:;adístíca, etc. .La prosa «isidoriana» -empleada ,. e Idcloro cle Sevilla, c. 560-636- se fundamenta en ■ . ,j ,v«ľs /wralelismos entre períodosy miembros del perí-' 4n«>. • koloti»; plur. «kola») unidos por la homofonía. \ -.n •■. o la prosa «de la Curia romana» enfatiza el uso sis-1- incite o ď." imí).s determinados esquemas silábico-acentua-"'•s ;-I í ä i: u 1 de los «kola»: el «cursus>o El uso del «cursiis» se p-'-Ifuspá !>asta el siglo xvi. Ľ;i "o» Ultimos aňos del síglo XIX y en los corníenzos del XX, la frontera entre verso y prosa vuelve a plantearse con agudeza en el caso del verso libre. Para unos, el verso libre es prosa dividida caprichosamente en líneas irreguläres. Para otros, es una forma ľmgäística intermedia entre verso y prosa. Para unos terceros, entre los que nos coiilamos, es verso: dolado de elementos rítmicos que se reiteran -v por tan to generan ritmo-, aunque esa reiteración no es absolu-tamente periodica4. 6. El ritmo Procede esta palabra del griego «rythmos», que sigiiifica. 'corrieníe'. 'curso', 'medidadel movimiento o del tieni po', 'proporciou o simetría en las partes', 'orden, disposición'. El emparejamiento de los conceptos cle «ritmo» y «armonia» estuvo umy extendido entre los gríegos y llega bašta hoy, sobre todo en las art.es plásticas. Casi todos los cliccionarios modernos recogen como acepciones más frecuentes de la palabra <-ritmo» las de 'retorno periódico', 'frecuencia' y 'arnionía'''. Consideramos, pues, que en la poesía el ritmo implica repetíción, recursividad, retorno tie aigún eiemento -linguís-tíco o no- en el texto6. El soporte material de ese eiemento rít- eptos en c! eapítuio del Verso libre. 5 C fir 1 Pane so í 1976' 42) i » i it 1 ) * i *< no de nn deíerminado metro íp. ej. el orfo t j i. i». man, < ]« t un lipo f If ritmo Santo para ei poeta conio i • ' n]o í . ,in ,ii i, pues. en !a tnólrira hispana ensie -metro.. iiiico es el vmo, por lo que podemos consíderar el verso corno la unidad rítrníea, y la serie de versos (poéma) como rítrnica en sn conjunio por la repetíción del esquema rítmico en cada unidad . Lo que ya es variable, según las díferentes cultures e incluso según los diversos momentos históricos de una cultu-ra, sou los romponeni.es ťónitos v semánticos que se repken, engarzados en el verso y vehícnlados por él. La poesía -salvo počas excepciones modernas— ha emplea-do siempre un lenguaje rítmico. Y como el ritmo implica repetíción, ese lenguaje se ancla sobre el retorno de algún (o algunos) eiemento (s) linguístico(s) que la comunidad de liablant.es encuentra hermosos, clevados o placenteros, díferentes de! babia cotidiana, y que más pronto o más tarde cadifica. Surge asi el sistema métrico de un pueblo o cultura, conocido y ad m i rado por esa comunidad. La codificación no supone ininovilisrno, ní tampoco uni-formidad. Por el contrario, el sistema métrico de n n pueblo vacila al principio entre diversas posibilidades, termina por decantarse a favor de unos elementos mayoritaríamen-te seguidos por los poetas, y por lo tan to caracterizadores (lo que llamarernos «base ritmica»); evolncíona a lo largo de su história, y se va transformando en sus rasgos cousti-tuyentes. En esa evolución, puedc suceder que emerja como posible base rítrnica futura alguna latente, coexista con la anterior, e incluso Hegne a sustituirla. Muchas novedades métricas, las más discuticlas, tíenen ešte fundamento. Por ejemplo, en el Modernismo hispáni-co encontramos una innovación de José Asuncion Silva, seguida con entusiasmo por ninnerosos autores, consisíen-te en susiituir la base rítrnica del metro por la base rítrnica cle la clausula o pie acentual. La que se Hamaría después «versificacion de clausulas» -v que nosotros preíerirnos y «ritmo», sino inclusion del primero en el segundo. En cambio, en la métrica latina hallamos oposición entre ambos conceptos: frente al «mein.»» o \ersiiiracion cnantitativa, ptopia de ia literatúra clásiea. ei «ritmo», -a'erso ritmico» o «versilicarion i'iimiea» era la propia del puc-blo, v se flesari'oüo a partir del sigio ti, prinicro en concurrcncia eon hi versificacion cuaniiíaliva «> «metre)». v Uiego va en soUtano. 7 tXr. P Hemííjiiez Ureňa (1901: 25T255;. ! MKRK \l->PV\OI \ 7\ SV í ON n\ľO ROMÁNK'O METRIC* GENERAL 27 ueriomirmr «versincación de cláusulas librr», por considerar que también existe una versiílcación de cláusulas ligada al metro- prescinde efectivamente ciel metro, lo transgrede, para anclar el poéma sobre la repetición «ad libitum» de im mismo pie acentuai. Veamos unos versos de Rubén Darío, «Desde la Pampa»: 8 «i)e la pampa en las augitstas 4 soledades, 8 al clamor de la robustas 16 cien borinas del pampero, yo saludo a i as ciudades 4(3+1) dc la m;ir» Este poenia está construido sobre la repe!ición indefini- dadel pie tetrasílabo (-■----)*, Man tiene la rima tonsonan- te, pero prescinde del metro (el metro, que ha consíituido la base n'tmica de la versiífcación espaňola descle los sigios XIII al XX —como veremos en breve—). Y precisamente pot" ello la versificación de cláusulas libre fue atacadísima en su raoraento por los sesudos estudiosos, mien tras los jóvenes modernistas la imitaron con entusiasmo. El argumento esgrimido por los primeros fue que ese t i po de poéma no era verso, si n o prosa, Fero la tradition literaria lerminó por absorber la innovation, y los iectores de hoy la adscriben al verso. Más radicales sen'an otras innovaciones modernistas, que las Vanguardias populari/arían: las formas que h e m os ila-mado «verso de iniágenes yuxtapuestas» y «verso paralelís- fico libre*. En eilas tenemos ya una ruptúra más radical aim con la base rítinica traditional: Renuncian no sólo al metro, siiio también al acento y frecueníeiiiente también a la rinia. Apartados estos elernentos fónicos, proponen un verso cuyas repeticiones son de naínrale/.a semántica y city a periodic!-dad está muy disminuida: respectivamente, el retorno de imágenes con similar tono aféctivo, y el paralelismo. Na-turalmente, los def.ractores de estas modalidades versoli- i -------------- : i A' j n i i ),i 4 ,jí i s, 'i!, 'i n \ h uinioi con el Mgno !-], j 1 < >< i • j j o' "i suni) -! '.-'ty < i. 'do tratemos de métrica { •i i i i <>h loe .1 ■>( mi ). i' ,' para indicar sílaba larga, . , I .,.< i. v o., t bristas -especialmente los coetáneos- consideran «prosa» esos poemas. Basten estos ejempios para niostrar que, en la reaiidad literaria de cualquier épiiräo de algimo de ellos sobre los demás. Como veretm» en seguida, en la métrica de f>tios países v cultiiras volvensos a encontrar estos mi.smos rilmos -que Hamaremos «fonieos» |K)ľ basarse en eornponentcs del soni-do-, y adeniás otros: algiino también fóiiiro, corno la lon-gitnd de las sílabas (métrica cuantitativa), y aiguno de natu-rale/a semántica (métrica paralelística). 9. í A DKXIIÓV !f)lČni-A La distinción de Saussure entre «laiigue» y -" 1 "i b e» '• i in' oesia visual», que se remonta aí Helenismo y reaparece en diversos momemos histórie*>s. esrnelas y aulores: Edad Media, «laberintos» rena-centistas, ideogramas, caligramas, e!e. 1 L SlSTF.MAS DE VERSIHCACION Si tont.einpla.nios el conjunto de los pueblos, ílegamos a la eondnsion de que, según las diféreutes époeas y las diver-sa.s rulturas, io que se considera «verso» varia: en cnanto a sns bases iinguísiicas y en cuanlo a sus rnanifestaciones formales. Sin embargo, todas las culiuras establecen u n o o más elernentos que se consolidan romo esquenias rítmicos estruct.urani.es. Asi en China la formula versal más ľrecuen-te es la que reúne metro, t.ono, rima y paraleiismo. (Otras fórmulas; verso ílnctuante más rinva; heterornetría más rima). F.njapón, heterornetría más estrofa. (Otra: metro inás paraleiismo). Entre los árabes. verso fluctuante más cesura más rima. (Otras: cesura más acento más rima; heterornetría más cesura. más acemo más rima). Etc.'° Vamos a pasar revista a algnnos de esos sisternas versifi-catorios que han caracterizado a. diversas cultnras en alguna época importante de su história, v que han dejado sn hue-11a en la métrica espaňola. 11. 1. í.n vľrsijicación pamlelíslim V v. la versificarión de la Biblia11, la línea poetu a es su unida.d estruclural, dividida en dos parles o miembros por ''' ("Ír. ľ. í lenriquc/ íireňa: «En busra tiel verso [»uro» (196!: 253-270e Véase t.tmbičn W. fv. Winisat! (1972). " F.1 texte hebreo de la Biblia estaba eserilo eon rengSones seguklos, Fiie San Jeróttimo (c, 347-420) quien, on su version latina de la Biblia 0 iiígal'i). baianemó tipográfiťameme esos renglones de prosa. i 30 I.A MÉTRICA F.SPAXOCA ť. X Sť CON'Tť.XTO KOMAXKX) MÍTRiCA OF.XERAÍ. 31 una cesura -a veces en tres partes, por dos cesuras-. Gada línea expresa una idea o una parte iniportante de ella, por lo que el verso bíblico carece cic encabaigamíento. Yen c u an to a s u base rítmica, a lo que sustenta ese conjunto de versos o Iíneas poéticas, es el paralelismo. Se considers que hay dos grandes tipos de paralelismo en la poesía biblica hebrea: el semántíco y el estructural (o formal). En el semáiitico, la idea expresada en el primer miembľo de la línea, o bien en la línea com p! e ta, repercute positiva o negativamente en la segunda parte de la línea o en la línea siguiente. En el paralelismo estructural, hay semejanzas sintácticas entre los mienibros o entre las Iíneas. En c u an to a la reláciou semántica que se establece entre las iíneas, podemos teuer bäsicamente dos; Cuando la idea expresada en un versículo se repke en el siguiente (o siguientes) para reforzar su m e n saj e, estamos ante u n ti po de paralelismo sinonímico: Asi en estos versos del salmo 19, que se agrupan en dos parejas: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, Yel firm am ť n to amincia la obra de sus nianos. Un día emite palabra a otro dfa, Y ona noche a otra noche declara sabiduria.» Este es el ti po de repetición más ťrecuente a lo largo de la Biblia. Es de natnraleza semántica -puesto que se repite una idea-, pero a ntenudo cuenta con apoyaturas sintácticas -estructuras de frases similares- e incluso apoyaturas léxí-cas -palabras repetidas-. Moclalidad menos frecuente del paraleSisino es el llama-do antitético, que repite una idea poniéndola en forma positiva y negativa. Asi en estos versículos del salmo 20: «Ahora conozco que Jehova sa1-' ->a vo^i «. • b "> > Mas nosotros del nombre dejťi i ' i " " > tend,eii o-> , n< ■> , t . ■>•', > s ti-, m j de hereditär - vj i • - ••• • <' ,m ,inii i de asistencia y di'as de tnr. • i< f e <. ],<".< que subsiste , ) -i,- , i ( > », so :mj i < i p 1 De tni lecho < !'n \ i'. l u ^ '*m -i< v . •> -i ji, H quien no es Este tipo verso Biblia, de la cual el - jupr'-T' ; i ' ; i-d p> > con notable eseánd í ' ei, < o, < ' v • •> , i i . m i contemporáneos y " >"»<«• ') .'L * ". ti 'i - * >) las diversas literátu e- *vv :ín 1 c „ř/ nnj libre» —dentro del ce ú hemps e-st-nguiVlp - -c ' po , p neríenHo e! eierno'e s ono-s Vj'h el í:oo si" < < ľ • sc y; a e 1 i • pi'ic/i vi vh'í: ' •'; M' ■ . ' men tos. De ah í que suela venir acompaňado de la enut ibiearrado consti ti rias tamiliare: rušte ti ta sobrt n otr j i i lo a Por eso algunos lectores perciben como «prosa» versos de esta natiiraleza1 . 11. 2. La versificación maniüaliva Característica de las literaturas griega y latina en sus períodos áureos, ha ejercido enorme influencia sobre las literaturas occidentales; de ahí que debamos mencionar stis principios básicos y las formas que han sido más imitadas con posterioridad. Tan to la métrica griega como la latina elásícas tienen su fundamento en el hecho prosódico de la existencia de sílabas largas y breves. Las largas son las terminadas en clip-tongo, vocal larga o consonante; las breves, las terminadas en vocal breve1*. La divisibilidad del habla en sílabas, y la distinción entre largas y breves son los fundamentos de esta métrica. La métrica grecolatina establece una equivalence formal entre secuencias que necesitan un tiempo de emisión similar, aunque no scan idénticas. La equivalencia más frecuente es la que iguala dos sílabas breves a una larga, y al revés («disolucion» y «contraccion»). Junto a este principio de equivalencia formal o igualdad cuantitativa, encontramos otros dos: el de identidad (secuencias con idéntica disposi-ción de sílabas largas y breves), y el cle igualdad sílábica (el misrno numero de sílabas en varias secuencias). Los metros básicos en el verso recítaclo de la época arcai-ca y clásica griega -anterior a la época helenística- son el dáctiio, el anapesto y el troqueo (los cuales pasaron a ser considerados, en el periodo helenístico, combinación de 11 En 1865 Gerald Manley Hopkins, en «Sobre el origen de la belleza», alirma que las cstructuras canónicas de la poesía hebraica, que obedecen al paralelismu como principio de repetíción, son bien conocidas, pero el importantc papel desempeňado por el paralelismo en el piano de expire-sión de la poesía es muchísimo menos explorado. Plensa Hopkins que sor-prenderá a todo el mundo cuando se comience a sararlo a la iuz. '•' Para una determination más predsa y compleja de las sílabas largas y breves en latín, ďr. F. Crusius (1981: 13-24). Téngase en cuenta, ade-inás, las díferenrias sustanciales entre la métrica griega y la latina. M I-A MJ.ľRiCA F.SPANOi A EN SI: COXTEXTO ROM.-iXICO dos unidades más pequefias llamadas «pies», de donde pro-cede la conception moderna cle aquellos rneíros corao pies)'6. Cada verso (gr. «stijos») está compuesto por dos, tres, cuatro o seis repeticiones de esos nietros. I,os versos dactílicos (ritmo •) son habilualmen- te hexámetros; los versos trocaicos (ritmo ~~ ~-son habitualmcnte teirámetros; los versos anapésticos (ritmo «-~~), teirámetros o —a veces- dímetros; los yámbicos (ritmo — w_ ~- <--), tri nie tm s o teirámetros. Los poemas cstán compuestos por nno o más «sistemas» o por im numero de repeticiones del mismo dímetro, trírnetro, tetrá-metro o hexámetro. Cada verso snele terminar en pausa. El anapesto, metro con ritmo de marcha, se encuentra en la tragédia, donde sistemas anapéstícos acompanan habi-tualmente las entradas y salidas del coro. El hexámetro dac-tílico es el metro de la épica, los oráculos y los poemas dklácticos. El trí'metro yámbico y el tetráraetro trocaico apa-recen en los diálogos de las trageclias. La unidad estructural de la métríca giiega es el verso. ť'na cesura centra! divide la línea en dos «kola» o mietnbros sirnilares. Pero -a diferencia de la cesura en las métricas románicas- estos mieinbros o «kola» nunca son exacta-mente iguales. Además, la cesura stiele caer en medio de ) ' - i \ » « i i '» » . «• J t es iarga o breve segün un esqt ir \ si' vc r >" ' " '>' c ' n dos semipies, cl ruai unn corresoonne al rnomenro oe elevaeion •, «arsis» i v otro al momc * ) \ , , r sj ; e ) >' ^itM) c5 ct Ce» ~ nf! 's ' ' >, i o '] i' i o 1 r« s „ ib > l - j i oq t, j q )t aes si', ba-> r i H ) l OH') I 1 ,1 '. IX M ) i i 1 s I' 11 , ; 1 . -!, rx a a.... j , L, ,m,... i ,.\ ,u o^.i..sto el eg: ! 1 1 i l ! il , . O !<-.(. p I lO 1 IT 1 j - 1 , : I ' i i / i 1 (i > 1 ! i o, rc°t n > i ' u i j J |. -orten nw-r j I, ;oi1 indicamos sílaba que puede ser larga o breve, indis-tintameriíe. 18 Para una completa exposicíor. de los inetros grecolatiiüss, véase Lesio Basio (54 a.(.L-f)8 ď.C): Suhie los iiwlros (1997). LA MO'RICA KS!»A\Oi,\ SC CONTKXTO ROMÄNIOO METRICA Gi-'.Nt.RAl uiw secuencta de las estrofas lesbias primiüvas y !a repii.lö estiquicamente, fortnando coit ella poemas completos (aselepiadeosj. Del mismo modo, naeen de bis seciieneias lesbias el glieonio y ei l'alaceo, ei metro favorito de Catulo. De un modo sirnilar se crea la estrofa akaica, que Horacio adapid inagistralmente, (Tratarcmos de esfe punto mäs adelante, al hablar de los Poemas estroficos espanoies). En Sa metrica latina, los inet >s > i c '\ides b - • o-i ' i n r\>s dt: los griegos, aunqiie tratar« noi . "k ^ . de uu in« te. p. ej., recogiendo rasgos del ha1 1 < < > " v 'i: 1 i' de intensidad19. Asi el teträinetn • ■ • iV'n.MEi ( . o n Los esqueriias de silabas n> 1 < * • voi1 »iai c ■ /. ■> „1 hexärnetro laäino, el metro <• - uaf.\ > * ,ii 'in i env \ 1 > hacen incluso eil su etapa de * a m c L 1 u n» % n . >. Se eombina la cadencia de su. » a mas ' au. i. >« od i Ue sfLibas largas y breves, Habiti« -dad( s i ■< i to ' ■> > ' ' hexärnetro, ronstituye el 90b de L p.v m > ns ct> ■• la'" i ■>> latin. La metrica latina recoge u1 'i,>, . * a-, ( o< , < como el saturnio v la versidn p<»> i1i. rK ' v , tt n . ,o t " , i-eo, Hamado «versus quadra »> ' \ e t 1 )s s. <-to o u extenso en el capitulo siguie" eu El sistema metrico greeoia io gLt M > ee np - »ob» 1 ciiltura occidental, y de man« * ->ta 11 1. < iic • d tJ, i Renacimiento v en los periooo«. i 'asu i-> as i ,. Ii >, pt -1 ck cjue el elemento prosödico q * ■ - - < bica, eon su distincion entie sil« h< s Lugas \ lnt*\ev «io sobrevive en ninguna de las '"egue-. * x*n > w 1 ' (,'• )' IC v r\ "I , \uh<< i i t<> . t . 1< > - I III. > i 1 i ß i H l •> i ! 1 »'" 1 1 < ■) I Ii i, i "i Ii 1 _ll * l 1 H "Sr i 1 1 1 i 11 I ■ i 1 Hi Tl . -i i a( >i } p j , \ i 3 I 1 1 I [I 1 "1 l ' I 1 U i' <~\ . [I I J i , I. 1 < i I ,! . ,, , i 1. 3. Im, imrsificathm acenlual Este lipo de metrica reposa tamhien sobre un hecho (oni-co: la cxislencia en bastantes ienguas de acenlos de inlen-sidad que dJR-rencian unas sflabas de otras v unas palalbras de otras (asi en espanol «cäntara», «cantara» y «cantarä»). En las lenguas geonäuicas primiüvas, el acetilo -ron la ali-leraciön— tundameiita la inetrica, bicai acouipafiado de. la caiitidad (en el antiguo verso gennänico), bien solo (en el veis») epico ineclio-alk) y en los siguient.es siglos). Asi el verso de cuatro acentos -eon inflependencia. del nunier« de sflabas- se ronvierte en el mäs caracten'stico de la Fxlad Media germanica. Por inilueocia de otras eukuras -francesa, espa-Aola, italiana- se irän anadiendo a evta ba.se ritinica la i irna. isosilabismo y la estrofa, basta conligiirar el verso gennänico actuai. No podemos olvidar ei sustraio gernuinico de nuesua culüira (doininio de Hispauia por los visigodos entre los siglos \' y S'iil: exactatr.enie, desde el .nio -1 i 8 basta el 711). io que iios permite coiiiprender la. crecietite iniporlaucia del acento en el latin vulgär hablado en la Pem'nsula, e inciuso ver en. e! las raü es de alguua versificaeiön cot Kreta, corno la gallego-portuguesa populär, en la cual es Fun-(laiiienS.al el nuniero de acentos en cada verso. Los { ualro acenlos por verso -eon cesuni o sin ella- son la base de estos poeniitas burlescos: «Nfeii mariditi« foise por prob*-, — --- dchnu un Jlflo, lopnsi dezanow.» -----~:---------- «Tanio baile eon rl aina erso libre que repke im mismo patrón acentual (p. ej.: dentro del esquema de metros. Veámoslo en ei poema inaugural: el «Nocturno» (1892) de Jose Asuncion Silva (1865-1896): 4 - «Una noche, 24 A una noche toda Hena de perfumes, de niurmullos y de (música tie alas; ■! - una noche 20 A en que ardían en la sombra nupciai v h ú med a las luciórna- jgas fantásticas,"'" 16 - a iní lack) lentamente, contra mi ceňida toda, 1 a muda y pálida, ü*> - t omo si an presentimiemo de amarguras iufiniias 16 A hasta el fondo más serrcto de las fihras te agitara, 11> - por la sewia que atravtosa la Hamir.t ilorecida 4 a caminabas» Dejando aparte este tipo de versiílcación, llamada «de ciausulas» -por su repetíción índefinida de im mismo pie o clausula acentual-, 3a versificación acentual traditional, fluc-tnante, liene dos rasgos que con 'recuencia -a aromn-urm: su carácter popular y su asot at i" 1 to i la .n -1 - > -a, a< -ter popular, porque la due >u f o i >tvo s- mv as ill \ i ,■ r-siiicatoria: la no necesidad absei, ia i\ -m dic'a R'.i Vvi »s'>- "'" La repeiieión Índefinida de \\ tiai'snía >• ü, m! '~>a úcmi > ''i»t a't j------], si coiitamosdesde ia priineia s'laK Ai e-so o i>>" 1 - j ,i ir" >o "wrs el -»">do de í o"*t" e1 ••'•tv-i de t \ <. o < ,>a i ď ' p i ' > <~< i f l»i n ) > 1 ľ - i -j , i ,1 , x'l • f ' . , i f aosorner alguna Hrt'^ulaticiart orosodica. r,n este ver so esdruniio no soi* i ">r j j a oík is'i i a . i i k 'oi i x í i o*, Ja ai i"< j <' I 1 n (onv í Uro si"<> ' >l>áO i>a\>' >• i i -' < hi ' 1 1 'i I 1 1 1 S 1 'j 1 r i ti 1 , ,1» í 'l t 1 -ť V'l 1 ( í , , J i i I ) i P f * ' I 1 j s- 1 . ».» Aim • i íiias,»u a i4 t imuraaora wl miniem ae suaisas en ><>s n i 1 i V r-inia. ciación con la música o con algiin tipo de melódia, porque la frase melódica, con su posibilidad de acortar o alargar los tiempos de las palabras, regulari/a el eonjunto" 11.4. La versificación irregular: ametría y ßuetuacion Las versificacioties irreguläres nos parece que están conectadas con la versificación acentual -bašta el punto de Cfue es posible pen sa r que consütuyen una modalidad más de ella-. Entendemos por versificación irregular la no silábica, primitiva, caraclerística de los modos de versíficar en la Romania entre los síglos IX y XII. Objeto a menudo de minus-valoraoión -por ser coníemplada desde el punto de vista de la \ersiíicación silábica regulär-, stiele ser tenida por defec-tuosa e inculta, estadío anterior a la regularización métrica. Sin embargo, pensamos tjiie no debe ser mirada asi, si n o atendiendo a su raíz métrica acenlual, no silábica. (Yesta raíz acentual, a su vez, veria ligada a la música que acompaňa y fundamenta las palabras). Comprende en esencia cios tipos: amétrica y íluctuante. La versificación amétrica es aquélla en que las medidas silá-bicas de los distintos versos varían mucho, p. ej. el Cantor de Mio Cid, donde encontramos metros entre las 10 y las 20 siiabas, repartidas en dos hemistiquios variables -predomi-oan lt>s versos de 14 siiabas seguidos por los de 15, 13, 16 y 12-. Asi en los siguientes versos (nBs. 1672-1675), unifica-dos musicalmente por la. salmodia del juglar, voivemos a tenet com o prineipio regularizador los ciiatro armlos sepa-rados por la cesura : 11 (7+7) «Vidolo el alalaya e tanxo el esquila; lö (7+8) presias son las mesnadas de las rentes de Roy Diaz, 17 (9+8) adóbanse de coraeón e dan salto de la villa.» "'* Hav, no obstán Se, algiina exception liistórica a estos clos rasgos liga-dos a la iliirmadóii: e! eullo «verst) de ane nun or* t v xv) es levemenie fliiriuanie v no canuitlo, aunt|ue sí lo era en sít origen gallego poríiigués. Ol!!) caso niás proximo es el f|íie henios !!,>inado «verso fluctuante iibre» (s. XX), obra de eseritores cnlíos cuya palabra está alejadísinia tlel aconi-panamiento niusifal. ("reernos que el patrón arcai/anie subyaee en esta eleťfión versolibrista. !.A MF. I'RICA KSPAVOiA l-'.N SC CONTI-ATO ROMÄXICO '■''vi otra parte, versificacion fliictuante es aqnella que se apoya simultaneamente en el miniere, de acentos por verso y tambien en el metro, peio no enteiidido este de manera rigurosa, sino como aspiraeiön o tendencia. Por lo tatito. en un poema de versos tluctuantes las inedidas oseilan en torno a algün metro. Este puede encontrarse, pero tarntuen otros de ima, dos o (res silabas mäs o ineiios. Puesto que histdricatiiente sticede a la versificacion amc-friea. ncirlemm ronsirierxr la wrstfirarinn flurftiantt» romo ii vv/ ei irt ic i nc ii y' i ' s o,,. < ,1 ii-' i i i [ ' i , p n r » 1 ' i rr i t ' 1 j'J 'i r s i, ,i 1 •« ,! i i 1 c >< ' I 's 1 ' • i p< -> * 1 ) i! n • -i ii i I . j ' > i i i ei s,» u, i < >n i. , « ''» 1 1 ' _ äd 1 — , ) T i » i '^M i c.) i .iti «:,>:;'. -st r . o > < . - *j ia . - > . n . n „jac. 1 na id tn J t' ' um 1,1 <> » ■ i I j • 1 J", i f * 1 ' ;> u n i , o, ' .(.! ' ( ■> V < ) * t f r ■ mayor) y xvi (romance), aderaäs de sus derivaciones en el sigio XX. « t < -a )a < ( j »i la > n ti i a po> i i,u , no u » ' - 1 » , i I v Uf l 1 ' 1 t II 1 I j J i«i S popi , ' »< '<"«, - 1 'S "i lO-> s i1 i.L ,h ' i\ IS <1< o i ' c _a, > v ■ ' i l 11 >i" m i s is >o, ' ' i sc >' - .» di nu,o\a< io'i . ,e c a ai ter i/a a si(s no; f< s oom < > , ! ' i ( \ e i 1 ' Li 1 i s " is , ' - i . a i >» r O'' 1 U'>i > i )bi. i w b's > s LI» 1 dl 1 i 'i . i-u a 1 ' ' ' w m ' r> i ,i it e 1 iv i /o , i i i s . (Uli r ,ii <