KL ACENTO 77 Capitulo 4 EL ACENTO 1. EL ACENTO, ALMA DEL verso En todas his lenguas romänicas el acento es intensivo. La mayor o menor fuerza espiratoria distingue t:ntre las sila-bas de una palabra (a diferencia del latin y del griego cläsi-co, en las cuales las silabas se diferenciaban por su canti-dad: silabas largas y breves). En una palabra espanola la silaba marcada por el acento recibe una carga'de intensi-dad o fuerza espiratoria, de altura tonal y de duracion superior a las demäs. Vocablos como «cantara», «cantara» y «-cantara» se distinguen sernanticamente por la position del acento en una u otra silaba. Ello hace que la metrica de las lenguas romänicas tenga en el acento uno de sus principales elernentos de configuration ritmica. Con justeza se ha dicho1 que el acento es el alma de las palabras, y tambien es el alma del verso. 2. Acento fijo yacentos variables Tomemos un poema cualquiera; por ejemplo, un romance. Veamos el comienzo del «Romance del conde Arnaldos»: 8- 8-8a -iQjiicrn hubiese tal Ventura sobrc las aguas del mar como huho el conde Amaldoa la manana de San Juan!» En seguida observaremos que hay una posieiön siläbica que siempre estä acentuada: la 7*. Respectivamente: -tu», 1 A. Quilis {Jtiyfii 21>. «mar», «nal» y «Juan», En todos los versos de un romance, que es un poema en octosilabos, la silaba 74 recibira un acento. En todos los versos endecasilabos, lo harä la silaba 10'; en los pentasilabos, la 4*, y asi sucesivamente. Este acento fijo, que afecta siempre a la silaba penultima del verso si esa palabra es liana (a la ultima si es aguda, y a la antepe-nultima si es esdrujula), ha sido denominado de varios modos: acento versal, acento obligatorio, eje rilmico, axis rilmico, etc. Este acento es importantisimo, pues acompana indisolublemente al metro y recibe la rinia. Pero adernas de ese acento fijo o versal, el verso posee unos acentos variables repartidos eiitre las restautes silabas. y cuyo especial diseno configura el ritmo del verso. (De hecho, cuando st: habla del ritmo de un poema, casi siempre se alude a la disposition de acentos variables). Este ritmo stiele estar condicionado por el sentido de las palabras que el poeta emplea, como en el ejemplo que acabamos de citar. Adjudicando convencionalmente el signo [-] a las silabas tonicas del verso, y el signo [-1 a las ätonas, su ritmo es: El esquema ritmico es variable de un verso a otro, condicionado por las palahras con que el poeta desea expre-sarse. Este es el caso mäs frecuente. Pero en otras ocasio-nes, mäs raramente, el poeta desea expresarse con un ritmo uniforme, y ese esquema, fijo y anterior a las palabras, las condiciona: las palabras estän en funcion del ritmo e inclu-so supeditadas a el. Esto sucede en el tipo de versificacion que hemos Uamado «acentual», y tambien en la versificacion «de clausulas», modalidad de la anterior. Veamos una muestra, de Juan Ramön Jimenez: 16- «Muy lemotos..., muy remotos..., csfumändose en las nielilas 16 A de insondablcs i-ejanias melancolicas, sagradas, 16 - entre mägicos jardines de laureles y de myrtos, 16 A los palacios misienosos dcl EiMUCftO se levantan.,,» 78 l-a metric. a espanoi.\ in si.' c.ontexto romanic <) el acento 7S Es tos versos hexadecasilabos estan configurados sobre un esquema acentual -tambien llamado «pie» o «clausula»-de cuatro silabas (----), repetido cualro veces en cada verso: El pie o clausula en la metrica acentual refuerza la acen-tuaciön gramatical de las palabras cuando ambos acentos -el ritmicoy el gramatical- coinciden (p. ej. en las palabras de! veno primero «remotos», «esfumändose» y «nieblas»); pero tambien sucede que su Invasor esquema prevalece sobre el acento gramatical cuando este recae sobre palabra rftinicamente ätona (asi cn los dos «muy» dcl veno primero). En estos casos se produce el fenömeno que llamaremos desacentiiacion ritmica, y que consiste en una pcrdida parcial de tonicidad (gramatical) por encontrarse en posicion ritmica ätona. 3. P.viabras ätona« y tönicas en 1A lengua rspanoia Ya henios senalado que la Metrica se asienta sobre la Fonctica o Prosodia. Para saber en que silabas de un verso recaen los acentos, tenemos que conocer previamente, en la lengua espanola, cuales palabras son ätonas y cuäles töni-cas. (Hablamos de tonicidad y atonicidad fonetica, no orto-gräfica: Ya sabenios que los acentos ortogräficos se sitüan en palabras tönkas, pero hay muchas palabras töniras que no llevan acento ortogräfico). Aunquc nuestro häbito lin-güi'stico de hispanohablantes nos sea de grandisima ayuda, necesitamos saber racionalmente las categorias gramaticales portadoras de acento. Para ello remiiimos encarecidainen-te a los libros de Fonetica y a las Gramäticas existentes, dado que las dimensiones de este libro no nos permiten la expli-citaciön de todos los casos. No obstante, enunciareinos aqui el principio general: Las categorias gramaticales que sustentan la oracidn en sus principales funciones (sujeto, verbo, complementos) son todas ellas acentuadas. Por el contrario, las categorias rela- cionantes (nexos), son ätonas. Asi d sustantivo, el verbo, el adjetivo, el pronombre, el adverbio y el artfculo indetcrmi-nado son casi siempre tonicos. En cam bin, la preposicion y la conjunciön son casi siempre ätonas. Sin embargo, se debe matizar este principio general, dado que en el interior de las categorias morfolögkas o partes de la oration hay excepciones, que se explican por el caracter secundario de algunoa elementos o bien por la eti-mologia. Asi el sustantivu nemos dicho que es tdnico, pero en los sustantivos compuestos el primer elemenlo pierde su tonicidad. Ej.: la palabra «Maria« es tonka, pero el nombre «Maria Luisa» lleva un solo acento, en el segundo elemen-to; «boca» es tonka, pero en «bocamanga» pierde su acento a favor del segundo componcnte, al considerarse el con-junto como una unidad. Los adjetivos son tonicos, tanto los calificativos como los detcrminativos. Se execptua el adjetivo posesivo, que es ätono (mi casa, nuestro hermano), Tambien constituye excepcion el primer elemenlo de los adjetivos (o pro-nombres) numerales: «tres» es tonico, pero en «trescien-tos» o en «tres mil» pierde su acento a favor del segundo elemenlo. considerändose el con junto una unidad. Las cifras mäs cdmplejaa mantienen el acento en cada uno de los bloques integrantes: «ocho mil doscientos treinta y cinco». El pronombre es tonico en estas funciones sintäcticas importantes: el pronombre personal sujeui (yo, tu) o el personal complcmento con preposicion (para mi, con el); el posesivo (mfo, suyo); el demostrativo (este, ese); el indefi-nido (ninguno, Marios); y el numeral (cinco, mil) -salvo en los numerales compuestos, cuyo primer elemento se desa-centüa, como acabamos de decir, exceptuandose «mil» y «cien», que siempre son tonicos incluso en compuestos: mil doscientos cuarenta y tres). F.1 pronombre complemento no preposicional es ätono («me lo dke»). El pronombre rcla-tivo (que, quien, cuyo) es ätono, pero «cual» es tönico, y todos ellos en funeiön interrogativa -tanto directa como indirecta- o en funeiön exclamativa son tonicos («v__ vasco, corto en palabras. Ved, oid. —»—"»'-«•- Prcgumad //iii/v calumnia a quien. Quün vivtr» ----------- En este ejemplo, creemos que derbe mantenerse la acen-tuaeiön de la silaba «gün>» del verso 2- aunque preceda al («he dicho», »has pensado»), y en el articulo indetenninado (-un nitio», "iinas cawa»), sobre todo ruando precederi a silaba riimicamentc tönica. * Cfr. M. Granimoni (1937 y 1948: 108-111). «■I LA METRICA E5PANOLA EN SU CONTEXT* J ROMANICO El- ACENTO 85 acento versal; e igualmente los acentos en ei verso 5U clel primer «qtiien» -que sigue a acento ritmico- y del segun-do «quien» -que tambien sigue a acento ritmico y ademäs precede a acento versal-, El acento antirn'tmico se trans-forma en estos casos en un tipo especial de acento expresi-vo, que llamaremos acento enfätico. Sobre la doble posibilidad de realizaciön fönica que ofre-ce, tri la lectura concreta, el acento an rir ritmico -desacen-tuaeiön secundaria, o bien mantenimieiuo enfätico de el-, queda al buen criterio literario del lector decidirse por una opeiön o por otra, A menudo la diferencia entre una mala lectura prosaica y una buena lectura expresiva radica en clecr.iones de este tipo. 7. Acentos constituyentes y acentos ext^rritmicos. Poemas monorrjtmicos y polirrItmicos Puesto que muchos autores mencionan estos acentos, trataremos brevemente de ellos, Podemos llamar constituyentes a aquellos que definen el esquema acentual de un verso o un conjunto de ellos. Cuando mäs arriba hemos hablado de «norma ritmica» nos referiamos precisamente a este esquema acentual. Por el contrario, los acentos extrarritmicos son todos aqucllos que se ariaden o caen fuera de csa estruetura acciiutal. En el caso de los poemas con rümo uniforme o monorritmicos (por ejemplo, los de versificaeiön de cläusulas que aca-bamos de citar), los acentos constituyentes son muy fariles de detertar. Por ejemplo, en estos versos de Julio Herrera y Reissig: «El viejo Patriarca que todo lo abarca x riza la barba. de principe asirio; su nivea cabe/.a parece un grau Iiiio, parece un gran lirio la nivea cabeza del viejo Patriarca,» Al estarconfigurado sobre la clausula tern aria [---1 repe-tida (dos veces en los versos 1 y 2; cuatro veces en los versos 3 y 4; seis veces en el verso 5), los acentos constituyentes ocupan las posiciones 2, 5,8, 11, 14 y 17 de los versos. (Incluimos entre estos acentos constituyentes el acento final de verso, fijo)'4. Lp difTcil es senalar los acentos constituyentes en los versos de ritmo no uniforme, que son la in in en sa mayor ia, En on poema cualquiera, lo habitual es encontrar diversos patrories acentuales coexistiendo: en esos casos hablamos de poema polirritmico, Por ejemplo, el antes citado «Romance del Conde Arnaldos» es un poema polirritmico, cuyos cuatro primeros versos presentan esta estruetura acentual: «jQuicn hubiese ial Ventura ___ sobre las agiias del mar comu hubo el conde Amaldot la Dianana de San Juan!» _____„_ Los acentos gramatkales y los ritmicos coinciden en todos los casos, salvo en el verso 2, en que podriamos ver una ligera acentuacion ritmica secundaria en la silaba pri-mera de «sobre» por la difkultad en mantener tres silabas älonas comenzando verso, En este poema polirritmico, la ünica position con acento fijo es la de silaba 7* (acento versal), La silaba 3* sc acen-tiia en tres de los cuatro casos, y la silaba 5ä en dos. Al no deilnirse con ebridad un patron acentual, no podemos bablar en estos versos de acentos constituyentes -salvo el acento final, fijo-, ni de acentos extrarritmicos. No siempre sucede esto en los poemas polirritmicos. Es frecuente que uno, dos o pocos mäs esquetnas acentuales se reiteren; el lector los capta sin necesidad de anälisis, guia-d<> por su oido avezado. El lector entonces ha capiado «la mtisica» del poema. Yesa musica viene dada por el esquema o esquemas basicos -Ins acentos constituyentes- y sus varia-ciones -acentos extrarritmicos, acentuaciones y desacen-tuaciones ritmicas-. J L^as palabras »im gran», en los versos 4 y 5, snn prirtadoras de acentos antim'rmicos que, al ir rnire dos acenios constituyentes, surren una claradesarenmacion llütlica.