1 EI ..EMENTOS CONSTITUTIVOS DEL LÉXICO ĽSľANOL 1. Pro pus no J. I. El tenia de esta contribución acerca de los elementos léxi-cos que han venido a conformar la lciigua espaňola es muy vasto. En primer lugar debemos decídir ta roanera de presentarlo. Aquf n o es posible ir más alia de un breve ensayo, e n el que se tratará cle seňalar algunas líneas de la formation del vocabulai io. Parece se impone un metodo diacrónico, que consigne sucesivamente las aportaciones de los distintos pueblos que han ocupado la Peninsula ibérica o de los que han influido ahí de una manera u utni para dej a ľ huellas de su acervo léxico, au n q ne h e m us op lado por poner de relieve In fundamental y colocado en pucslos más modestos lo accesorio, 1.2. Conviene no seguir el procedimiento de enumerar las con-rributiones situándolas en un mismo piano, desde la nehu i osa pre-rromana hasta las terrninologias estadounidenses de moda. (.reo equivocado actuar —sobre todo para el periodo de formáciou, hasta el apogeo de la Reconquista— partiendo de un substrato y un superstrato separados por un eje divisorio form ado por el elemento latino. Ni aun suponiéiido que los ej c m pi os que se aducen sean exacLos, no no.s parece el metodo más adecuado ese procedimiento de formar listas más o nienos largas de términos prelatinos, latinos, germánicos, ärabes, mozárabes, occitanos, etc., pues asi, al colocar esos aportes en identito n i ve I, se distorsíona un lan to la real i dad. No todos esos co i upon en tes tietien la misma transcendencia. Lo primordial es el elemento latino, que const ituye la hase y cimiento del idioina; en realidad, la lengua espaňola es la continuación del latín hablado en la Peninsula; lo demás son algunos materiales advenedi-/.os que la história j tistifica o explica. 20 I'a H a l.\ jiisiokia I Ml I F.Xrm KSI'AŇO]. elementcis constitutm )s hel léxico espaňol I Dejareinos do lado el problenia de la c reación léxica, a partir de materiales ya existentes: CuUbrón en la TV, pasota o plu-riempleovn la India por el vi vir, camello 'dealer' o chocolate 'shit' en el mundo de las drogas n ctwnzv en el de la delincuencia. Ks tin feilómeno que se ha dado sicmpre: faroi 'fanfarronada', puckera-zo 'trampa electoral", pico 'cima', culebra 'hroma, chasco', siftf colon's 'jilguei<>', urejím 'paperas', polina falcla', gala 'holsa de pieľ etc. Con todo, parece que en el idioma de las ciudades la cread-vidad metaťórica es hoy rnenor (pie en los siglos áureos, a expen-sas del piéstaino o del calco servil, aunque éste es nu punlo de vista qui/á excesivamente subjetivo. Olros aspectos, que no vamos a tratar aqni, son el de la crea-ción onomatopěyu a o fonosimbólica del géiiero lelo, tonto, fofo, zonzo, ni el de cómo se produce léxico a partir de procedimien-[os de derivation, composition o parasíntesis. 1.1. ľampnto el astinto de la osturidad pielatina nos deiendrá demasiado. Por cuauto respect a a los compoueutes prerromanos, nuestros conociintentos son escasos: los romanos, según Strábon, encoiilľaľon grupos de pueblos i omo los lurdelanos, iberos, celtas, celtíberos, 1 u si [ au os y \ ln vim antes tie (iisLo llegaraii aquí desde la Europa central esos soroiaplos supueslamcn-le veeinos de los balto-eslavos. Se inipone, pues, la maxima prudeii-cia al bablaľ de lo prerromaiio. Por lo demás, incluso aceptando las docenas de términos temerariamente propuestos, la can ti dad sería exigua 1.5. También dejaremos de lado lo que podríamos llamai la falacia del mozárabe. Para muchos, los mozárabes son los cristia-iios hispánieos cpie vivieron bajo la dominación sarracena y con-servaron no sólo la c reencia y el t iilio sino tainhién la lengua románíca. Son una especie de n u m an ti nos de la latinidad. No solameiite eso: se babia del «mozarabe peninsular» como de un fenomeno unitario. Debió de haber una rapa iiirontaini-nada, que mantuvo la herencia latina transmitida por los visigo-dos. Habria habido una iinidad linguisti ca hispániea, con supie-macfa de la capital Toledo, Los mtvárabes de l.íshoa y Ins de Caslilla sen'an hermanos o por lo menos pri mos hormanns de babia de los malloiquiues o valencianos, usuarios éstos de lo que se ha dado en llamar el «mozarabe levantino». Todo ello es tina invention (más o menos integrista tristiana ľrente a los infieles agarenos) que parte de E Simoiiet (IH97-1903), sin la menor base tieiitífira, pero ton notable éxilo. Esos vocahlos calilicados de mozárabes ban servido a algunos estudio-sos de cc'nnodo cajón de sastre para meter allí voces al parecer de abolengo latino, pero cuya etimología no resulta elara fonética-menie. A veces las motivaciones son más bajas, Lo que pudíeron llevarse en su huida los í risiianos de Al-anda-lu.s (liena en ílonde muy pronto se impuso el monolingüismo árabe) a los reinos cristianos son voces del dialecto o la jerga andalusí, incluso romauismos pasados al ärahe, pent no esa iniri-EíĽa lengua incontaminada. Que, como se ha pteteiulido, nluiof zar, horchatu, sapu, rhanquete, caurhil, bxlcaro y ta n t os o t ros sea n mozarahismos no deja de producir mucha desazón (cf. Colón, 1993a). Aquí no vamos a hablar de ese asiuilo. 2. Et. latIn de Hučania 2.L Cunservadurismo e innovation Concedemos al latín una importance primordial, porque asi se desprende de los hechos comprohados y rompi ohables. En el caudal cle esta lengua distinguimos tres capas diastráticas o diaľá-sicas: L" términos de la lengua elevada, perlene« ieiiies al estilo sosienido; 2.° términos familiäres del habla coüdiana; 3.° términos de la lengua vulgar, fara la noción de '[omar alimentos', pot ejemplo, tenemos: 22 MRA LA HISTÓRIA DELLÉKOO ESRAKOL I I ľ.MEN I OS CONSTfl u I IVC >S DRI. I.EXtCO MSI'AMl )l. 1. EDERE 2. CO M El) E RE MAIM OH CARE En la recepciou de ese léxico por parte de la lberorromania vci ificanios esos ties casus: 1. CAECUS (esp. äego) orbu5 *AHOCUIJS 2. EM ERE COMI'ARARE (esp. comprar) ACCAPTARE S. s1llerľ TACERE *CALLARE (esp. callur) En general, las soluciones I. y 2. son mas frccucnlcs en la Hispania romana que en los derail dominios neolatinos. Tomemos primcro 1111 lexlo en cspariol medieval y veamos rapi-damente que elementos predominances contiene. I lemos clegido al a/ar, de la Central K.Uoria de Alfonso el Sabio, el texlo que es traduccion de los biblicos Proverbios XXX, 5-9 (Sancbez-Prieto- ■' Toda palabra de Dios es escu-do fecho con fuego para los que t-speran en el. 5 Omnis ser mo Dei Ignitus clypeus est speranlibtis in se Non eiiadrás iiiiiguna cosa a sus palabras ď el, porque sea reprehendido e fallado mintro so. iejos (alejar). Ello indica una reorganizáciou dentro del misnm sistema del caslellano. Tatnbién seňalarcmos lexenias cotno vani dal H. < 1111- ya permilen notar el peso del latín eclesiástico. 2.2. Todos los estudiosos están de ac nerdo en que fa latiuidad bispánica, y por tamo el léxico, es de una indole más c.onsei va dora y arislocrátka que la ilálica o la galoi romana (dejamos de lado la Dacia, la eual por nuichos motivos no se sitúa en el mismo piano que sus otras bermanas neolatinas). Algunos, coiiio W. von Wartburg (ľ.) Hi; 48-49), ya advirtieron que, p.u a exprcsar el conccpto del desaparec ido I'UiciiiH, elccciones como hermoso son más t lási< as que beau o bello üc\ Irancés o el ita-liano (< BEI.LUS 'guapo, matcin'). I.a lista de lexemas podria sc-i nuiy larga. Por ejemplo, lid es más selecto cpie batatlle, formado SM para la iiistoria del l.exjco e5panol a partir de im *battijaeja, (Irl vcrbo BATTUEBE 'dar golpes"; no iios ha de sorprender que luego el espanol tenga tamhieii Imla ///i, galicismo temprano, que llegö rodeado de pfettigio1. Jnd (1925: 1H1-182) aniepuso a su luminoso estudio sobre 'des-periar' eil la Romania im icnso de 24 contepios espafioles, que sc cxpresan mediante etinios divergentes del resto de los romances centrales: verano freute a akstaikm, riniela freute a pruna, etc. No todos los ejeinplos son acertados y cabe mati/ar —y hasta rechazar mas de iiuo—, pcro la tendenria va en el senndo aqui apuuiado. Lo mismo diremos de la relacion de Antonio Tovar (196H: 14) con oir, htrmoso, mesa, comer, feo, heder, enfermo, it; mala, madera, mujer, pregun-lti>; querer {cn los seniidos de amoy volo), trigu, luirrer, f/edir, ciego, cojo. Recurriendo al Ijxiam de Nebrija (1492) ya las adaplaciones con-lemporäneas de su repertorio a otros romances, respectivamente al caialäii, portugucs, franccs y siciliano, podemos od et er im paian-gön, como este: 1, Aegrotus.a.um. por cosa dolienit y enferma I cosa malaltal coiisa doeuic I malade I cosa malata 2, Anima.e. por el hitelgn I per lo ale I a ahna ou bafo I - I In yatu 3, Anser.anscri.s. por el dnsnr o pai.o I per la oca I ho pato I ung oyseau oye I la papara 1. Catarrhus.i. por tri romadizo I per lo cadai n I ho cadaräo I maladic caiene I In catarro rihedaiura !i. (ladrnia.c.pnr htdlin de horna/a de cobrc I suja de fornal de coure I ~ I ~ I certa filigina 6. Caecus.a.um. por cosa ciega I per cosa orba I cousa cega I aueugle I cosa orba 7. Cani.oium.por las canas de la cabeca I los cabells blaues del cap I as caäs I ~ I Ii capelli blaut Iii di la Lesta 8. Careo.es.ui por rarerer y no teuer I alietureiai e no tenir I carecer I non auoyr I per mancari V.l. Caseus.i. por el quesu I per formatge I ho qneyjo I fourma-ge I In raso oi fiirinaio 10. Cocna.e. por la cena I per lo sopar I a cea I < tue souper I la collaczioni di sira 1 Kl] Iii livaliilail que sc tillalilii paia siiMiliiii ,1 ptwriium, enir.i iti <-l <;uii|hi rlc-eslv. Iii <|iu- eil su origt'ii t-s 'plfho. lumbale puiidni)'. l'aia la auteola que iiimba .1 tmttdht. il. hl» Pariiiiitf fiel rey sahio (< ita en MtMieuilez Pidal, 1908-1911: II, 500). elementos constituttvos HEI- l.f.xico espanoe 25 1 I. C.oenuin.i. por el cieno I per lo lanch I a lama I ort fangen* I hi tag! ii 12. Cydoneum malum. por mtmbrilln \ per codoyn I ho marme-leyro I vng mal procure pour menger de re fruit [eydonias-vne maniere de pommes] I In cuuicnu 13. Damascena pruna. por cirurfas passas I per prunes seques I ameyxas passadas I pruncs seches on de danias I pruna pas-soli 14. Deligo.as.aui. por atar I per lligar I atar I deslier [sie] I attaccari 15. Delinguo.is. por lamber I per lepar I - I le< her: ineltre la langue Mir aulcunne chose I liccari 16. Dolabra.e. por \egiir para dolar I per destral pera dolar I a enxoo I vne doloire I la rhana 17. F.do.is.uel es. poi roiner I per menjar I feomeil I iiiengei I maniari 18. Kxentero.as.aui. por de.u>tinr\ per scorxai I estripai I tirer hors les boyaulx ou ce qui est par drdens: cliondi er esbou-llier poissou ou aiilue diose 1 sfundiirari 19. Exfio.is. por alimpiar\ per neteiar I - I netloyer I annktari 20. Fauus.i. por el panal de la miel I per la bresca de la mel I ho lavo de mel I miel en la hriqiie ou en < ire I la brisca di nie Iii 21. FerveO.eS.Uel feruesco. por hrrrn bnllir I leruer I Imllii auoir chaleur: auoir chault I bugliri 22. Follis.is. por la juetle para soplar I per manxa pera hufar I ho (die ou pela de vento I soufflet a feure I nianth ha 23. Frixonum.ij. por la sarlen I per la pädia I a frigideyra I vne paelle a frire I la padella oi sartagina 24. Iinmaneo.es.si. por quedar dentro I per romandre dintre I ~ I ainsi tiemourer: en aulcun lieu peisistei I restari dintru 25. Imploro.as.aui. por rogar casi llorando I pregar quasi plo-rant I pedir socorro I prier retjueiii deinaiider iinpettcv I pregaii quasi chatigendo 26. Inquiro.is.inquisiui. por tniscar I per eercai I buscai I enquerir: encherclier I chirrari 27. Inst:endo.is.inscendi. por subir I per iiuiiitar I subir I pour monter I achanari 28. liisero.is.inserui.insitus. por enxerir \ per etnpeltar I ciimt tar I planter: einer 1 insitaii 29. liisidior.aris. por asserhar I per aguaytai' I armar eiladas I 26 para la história dei. léxico espaňol espier: guayller: attendre quelcun doleusement et en trai-son I insidiari 30. Intestinum.orum. por las tripas I per los budells I as tripas I entrailles: ou boyaulx i lí budelli 31. Imienio.is.inucni. por kallar I trobar I acbar I trouer: venir ens: ce que nous comioitons ou querons I per trouari 32. Laelamen.inis. por estiércol para estercolar I ťem per aľe-mar I ho estere o de cam po I *» I fumeri per stereo rar i 33. Later.lateris, por el ladňllo I per la rajola I ho tijolo por co/.ťr I argillc cuitte de qua fit minus et tegitur dom u s ťieu-lle I In maduni 34. Loquor.eris. por kablar naturalmeiile I parlar naturalment I falar I parier naturellement I parrari 35. Luteum,i. por la iema del uevo I per lo rouell del ou I u gema do ouo I ~ I lu russo di louu 3G. Meio.is.minxí, por meat I per pixar I mijar I pissier: vririer rendre son eaue I pixai i 37. Melimelum.i. por manfana temprana I per porna přiměřen ca I macaäs doces I pour pommes doulces qui sont meu-res des premieres I pumo promin ti 38. Mensa.e. por la mesa o banco de cambio I la taula o bane de cambi I a mesa, ou bäco da cäbeador I table a menjer: ou bane de changeur I tauula oi banco di canio 39. Metus.us por el miedo I per la por I ho rnedo I peitr I la pagura 40. Neptis.neptis- por la sobrina de erman/ix 1 la nebodá de ger-mana I a neta, ou sobrinha I pour la niepce fdlc du fil/ ou de la Fille I la ricputi Figlu di soru 41. Nihil indeclinable, por nadá I per no res I nadá I pour riens I iiľiii.i 42. Ose i to, as, o sei taui. por bocezar I per badallar I boce.jar I ouu-rir la bouche itiitnoderement baaller I per badaglari 43. Pallidus.a.um. por cosa amariila I per c osa grogga I cousa amarela I de forme de couleur: luridus secundum pale: blaue I cosa ialina 44. Pica.e. por la picafa o pega ave I per la garsa oceli I a pega, on picanco I oyscau: la pie I la carcaracza 45. Pitacium.ij, por pedago de hoja I per trot de fulla I urn peda-co da folha, ou a matricula I le tacon ou sc m c I u re ou fou-llier ou le pertuis au soullier I peczo di fogla 46. Presso.as.aui. por apreiara inenudo I strenyer souint I apre- elementos constitutivos del léxico espaňol 27 mar I estraindre souuent ou presser I stringiri frequcnti-menti 47. Pulcher.a.um. por cosa hermma I per cosa bella I cousa fer-mosa I beau: gracieulx de belle lor me I cosa bella 4H. Puis.pubis, por las puchas \ les fariiies I a papa í ung pola-ge de Jarine vug chaudéau I la simulata 49. Puteo.es.puliii. por heder\ per pudir I fedťr I puyr: senlir al: estre puant I fitiri 50. Pyga e, por la nalga I per la anca I a nadega I Ic pom mean ou summite des festes I la natura [sic] 51. Quero.is.quesiui, por pregunlar I per demanar I buscar, ou preguntiir I querir: inuestigucr: demander: interroguer: demander conscil I spiari 52. Queror.eris.questus. por se quexar I per claniar-se I quey-xarse I lamenter: querulier: se plaindre I lame n tarsi 53. Reseco.as.cui. por cortar\ per tallar I cortar i recoper: retainer: resquier: separer le manuals du bon I taglari 54. Rue to. as. au i, por regoldar\ per r o Lai I arrotar I reu per: faire i e u p es on ex pri in er I arruclari 55. Sero.as.seraui por rerrar I per tancar I ~ I ~ I chudiri 5G. Spuma, spume, por la espuma I per sc uma I a escuma I escu me I la scuma 57. Squaimna.e, por la escama I per la escata I a escama I esca-lie coquille crtisille [squanimo.as. escailler ou oster les escailles] I scarda 58. Sumptito.as.ui. por tomar a menudo I pendre suvint I ~ I prendre souuent I per piglari írequen timet) ti 59. Suspeiido.is.di, por colgara aJiorcar I penjar I pindurar, ou enforcar I esleue de terre: prendre en baull I suspcudin oi Lmpendtri 60. Trigeminus.], por wdliza u no de Ires I per bessó u de tres I os třes gemeos I - I uno genie I Jo di tri 61. Triticum.i, por el iri.go I per lo foniicnt I o trigo I Four ment pur I hi türmen to 62. Ululua.e. por el autillo ave I per xuta axi com mussol ocell I a cur uja aue I butor I lu scripichi auchello 63. Uro.is.ussi. por quejiuir\ cremar I queymar I bruller: ardoir I ardiri oi abrusari 64. Uva.e. por el ni7imo de uvas I exengló de raím I a vua I grappe atout les raisins I lu rappu di la rachina 65. Vaccus.a.um. por cosa vazťa I per cosa huyda I cousa vazia, ■2s. I'AkA I A [[[STOU Ia DM. [ KVľťlO KM'A Ň Ol ei .ementos oonstitutivos del léxico espaňol 29 on drsucupadu I vuid: vain na plus re (jiiil auoil rliose vuidc i Cosa uacanti 66. Verro.is.versi. por barrer I per escombrar <> raure I barrcr I torcher: purger: bal oyer: iiestoier: raser: coyuer: baloyer I stupari 67. Vespertilio.onis. por el mctráélagň I per la rata penada I ho morcego I rliauuesouris, vne ratte qui a pennes I la tallari- 68. Vinis.i. pur poncuua piema (freute al más plebeyo *CaMBa; cf. ŕr, jambe, cat. camfi, it. gamba). A lo largo del tiempo ha hahido reorganizacíones. Asi ave 62 ba dejado de ser un genérico para designar a los volátiles de grai) lamaňo. y retrocefle aule su rival pájarn; segitr 16 sc relrac aiilt: cl avance del gaticismo kačka; boceiar 42, reflejo de osc1tare, se ha transform ado por motivos fóuicos en betstezetr; fiega y pic.ac.aA4, fiel lal. PICA, ban hallado un competidor en el onomástico Urtaca, de acuerdo con la tendencia de inuchas lenguas que designan con iiombres de mujer a pájaros parlanchines. En este ultimo apartado hallaraos innovaciones de tipu semáu-tico, como querer, que a partir del sentido de VBLLE (cf. num. 69) ha cobrado la signilicación de Lamar', o la substitution hinieslTd vivio has (a el siglo xv, cuando quiza se vio acosado por un homonimo; que (echo < i.ectu aiin es normal en el lengnaje un poco elevado y que convivio con su rival desde la alta edad media; (]iic i i;<:■■■■< i.1-\i <:. i l t port, engo, casi. ani. yanga). Que de s p u é s entre franca, ya ds olro asnnto. Voy a ejtponer todavía unos cjcinplos i lust rat i vos de e s ta diver-Mil.id. Los gcrinauos son qiiiene.s ľahriean ti jabón (saipo); con su intro vxpuma, Asimismo *SKALJA desplaiíó el lat. schjama e n lodos lad Ojí menos aqui (esp. escama), l „i profusion de siiuitii irm- Ľ,et iitänicos para dcienuinadas arti-tudes afectivas *CßiNAN, *kkikan han dado buena cue n ta del lat. Kilvcn reehiiiai con los dien tes1 (cf. Íra n c és: gňgner, gňncsr, fran-cés ani. crisfief), conservado sin embargo en el esp. reňir. Un frán-cico *IjUTU barrio el lat. FOEDus que sólo exisle hoy en esp. feo y en port, feio (cf, f r. laid, cat. Ilaig). * <;«[ii|iáresc, en el aspcelo jurídko, sólo la latinizada I« rtmatui viiigtithnrum tun l.i más barbara Itx what. El vocabukirio guerrero, que es riqwisiinu entre los germanos (cf. la simbólica .siisiinición de BELLUM por *WERr.\ ), nos miieslra l.i inii-odiireióiL de i;MiíiM. 'linea de combate' (cf. ľľ. ranger, dérfin-ger, arranger) y la desaparición de ACTES, que sólo Hispánia ha mantenído: esp. (tijftz. Aquella misina VOZ cs la que dehió de ťavo-recer la extinción en la Romania del lat. CONCERTARE, cuya signi-ficación origiuaria enlaza con el léxico militai" solanietile Hispánia ha mantenído concertar (los euros romances lienen relle-jos cultos, inetuso el italiano), Pasando a o era esfera, también el *SINN germánico irradia dcsde las Galias; Mispanía no Lo c on oce como forma hereditaria, pnes sien, en tin principio juicio, dtscrecíón', es on prestaň m galo r r om ano, el cual rival i/a con los de rivados de sensus (tíjo) y COUDATUS (acordado, cuerdó). Y digamos que ese den, mediata-luente germánico, luchará con una serie de voces de aboleng» Litino com» ľnNS, PULSUS, TEMPORA, vitaua para lograr importer-se con una si g niti ca c ión dife rente, co nere ta. Las expresiones para 'lamer' eraii en latiu I L M: ľ. K ľ , que pervi-ve en rumano, y l.amhf.rk ; lal concepio se ptesiaba a sustitutin-ues de carácter onomatopéyico como *i apparf. (cf. cat. Hepar), que debieron debilitarlo y facililar el t rinn f o del germ, *lekkon (cf. fr. lédier)] sólo Hispánia y Sardinia pet manecieion ľieles a lambere. Fiiialmente indiquemos también que CUaŕldo los dernás romances adopian germanismos tales como *.SPAlllON o *waiítom para la notion de aeeehar', llis[)auia reeurre al acervo latino lle-vando al ex tretím una tendencia, ya iuiciada en Roma, de la tra-yectoria semántica de ASSECTAR1 (assechar, acechar), Este ultimo caso muesli a que Hispánia adopta soluciones de lipo latino, mien tras que c L galoi roiuanico y otras h ab las neolatinas acudeit a remedios ajenos a la romanidad (cf. Ír. épier, gutíter). 3. El elementu Ah ak k S.l. La apottación arábiga a la lengua espaňoLa es muy conapí-cna y posihlcmculc la más impoi tanie en numero, si dejamos de ladu el latin. Hesde que en 71 1 los árabes ponen Los pies en la Peninsula Ihérha hasla su expulsion en \-\&2. el inllujo seuiiiiin se dejó sentit consideraLjlemente. Incluso cuandu avan^a la reconquista quedan en territorio crisliaiio grandes masas de 34 PARA IA HISTORIA DEI, LEXJCO ESPANOE poblaciön arabofona, que sigue terciando lexicamente. No se puede allrmar que con Ja caida de Sevilla en 1248, la del Algarve en 1250 y la de Valencia en 1238, ya se acaba en la Espana cris-tiana el arabismo. Este esta muy presente en la loponfmia (que aqui dejamos de lado) y abarca grandes pareelas del vocabulario: la guerra, la agricultura, la artesania, las artes, las dencias, etc. Es ocioso dar listas de terminos de comerdo {quintal, arroba,almota-chi, alköndiga, almacen), agricultura (noria, aljibe, acequia), de ani-males y plantas {alaerän, ardüla, jabali, alcotän; alhucema, arrayän, zanahoria, berenjena), de cocina (alfenique, almirez, jofaina, redoma), de indumentaria (aljuba, alborrwz, zaragüelles), de arquitectura (alarifi, aleoba, azotea, zaguän, ajmez), de minerales (azogue, alba-yalde, almagre), de arte militar (rebato, algara, atalaya, adali/I). La relaciön podria prolongarse rnucho, aunque en ella encontraria-mos pocos adjetivos {raez, baldio, jarifo, horro) y pocos verbos (halagar, ackaear, aacalar). Tambien cabe tener en cuenta las voces greeolatinas que pasan a traves del ärabe: a-Udzar, ahnud, arroz, altramuz, acelga, madrono, etc., que a fin de cuentas ya for-man parte del acervo ärabe andalusi. 3.2. Hay varios facto res que conviene tener en cuenta al estu-diar nuestros elementos : a) La distribueiön geogtäfica: no es igual el territorio del norte que los dominios meridionales; asi alhucema que da reducida al Sur mientras que espUega es la voz del castellano general (en espera de que ambas sean sepultadaa por la moda tontade lavanda...); b) La dimension cronologica: alma-draque, adufe, exea, eiche, enaciado, aimotacen, alfajeme, alfayate, maqnii.fi, albeitar, almogävar, almunia, al/oz y tantas voces rnäs perlenen en a la arqueologia filolögica, ya que ban desaparecido con la cosa designada o han sido suslituidas por rivales de otro origen (cf. albeitarpot vetennario, zaquepoT odre, azogue por merairio; raez por vil). Sin embargo, hoy en dia, y ya desde Azonn, hay entre los escritores una lendencia a actualizar viejos arabismos, a causa de su exoüsmo y su preciosa sonoridad: aljeizar, aljar, guadamecil, zaguän. acena, aljibe, alberca.... En el capitulo «Las Nubes» de su libro Castiüa escribe Azonn, por ejemplo, esta fräse: «En la cocina son es pejus los artelactos y cacharros de astöfar que en la espe-tera cuelgan, y los cäntaros y alcarrazas obrados por la mano de curioso almller en los alfares vecinos, muestran bien ordenados, su vientre redondo, limpio y rezumanle». Son hechos significaii-vos que im grupo poelico en Murcia se llame Azarbe o que E LEMENTOS OONSTITUTIVOS DEL LfcX ICO ESPANOL 35 Akancia sea el tfmlo de una reciente obra de la novelista Rosa Chacel. 3.3. Una tarea que habria que emprender, y que ya hemos senalado tmplicitamente, es la de senalar esa lucha entre una voz de estirpe arabiga y su convivencia o rivalidad con voces de pro-cedencia diversa: alfombra o alcatifa-tapete, aldm-vilta o pueblo, aljo-jar-perla, ajonjoli-alegria, adahd-paladin, aljibe-cisterna, adobe-ladrillo, almirez-mortero, hucha-alcanrta, etc. Esta pesquisa deberfa realizar-se en el campo de las tres lenguas hispänicas4, tratando de avei i guar que arabismos son comunes {mustassafahnotacäiHÜmotaci; sequia-aijffptia-acequia) y ctiäles predominan en una o dos de ellas freute a otra (esp.-pg. azogue, cat argent viu; aeeite-azeite, caCoß; [)%.-?sp.adelfa, cat. baladre). Puestos a pedir, Lnnbien seria de interes determinar que arabismos se van perdiendo en Espana y permanecen en Iberoamerica; ]jot ejem-pl<) alcandaque en Espana se muere ante fcuehay sigue lo/.aun allä. Ha habido unas susdtuciones a lo largo del tiempo. Si bellota ha triunfado, glande se mantuvo hasta la epoca de Nebrija, y alii hubo una lucha, como la hubo en catalän entre agla y bellota, con incidencias cronolögicas y geogräficas (cf. Coldn, 1987: 175-194) Es irnposible senalar aqui todo un cümulo de cambios seraänticos y metaforas que esconden muchos de estos vocablos, que Haina-mos arabismos, pero que requieren de aboia cn adelante mäs preeisiön terminologiea. Convendna hablar de ärabe andalusi, ärabe däsko, romanismo, voz de transmision libresca. No debemos olvidar los arabismos semänticos como pxiridad 'scereto' y d hasta ahora discutido amanecer. 4, apor'iaciön de otras linguas romAnicas 4.1. Vamos a considerar los prestamos de aquellas lenguas romänicas con las cuales el espanol ha estado en contacto. Tales prestamos son de indole muy diversa y en el idioma-meta de una aeeptaeiön lambien dispar, de manera que algunos siguen vien dose como extranjerismos y otros estän asimilados por completo. 4 A sei pusiblr, lambi&i en rl del siciliano (ya invesiigado por <_i-B. PclIcRrini), y cniiiä asf podriamos averiguar mucho sobre la* via.s de penelrarion (.Joiisültc-it* Coirienie, 199Ö. Mi PARA 1A I IIS [OHIA [)Kt, I.ÉXICI) f.SPW H ELEMKNTosciwsirnirivos e>j-.i lí.mu* i ,i •, .. .1 4.2. Los galicismos son la liiente mäs numeiosa entrc los prés-laiiios (cí, Pottiei, en ELU: II, 127-151). Ľmpleo t-1 lérmino gali-Cismo para reťerirme a préstamos del francos, no en cl sentido gramatical de elemento incorrccto en la lengna. Unas voces cop i o ancatroy ancestral, que mäs dě on escritor cursi emplea con fruition, són de esa proceilencia y en cl pais tle origin vienen de WIM .1 ssi iK, v atjiii mid ic los con side ra ajenos a la lengna. On as coitio abandonar hoy tampoco sc crecn extranjeras, pero en <'l Siglo de Oro eran rechazadas ante la presencia uríge-nes, como bay ad era (portugučs) o merengue (eslavo). En realidad, son ya galicismos. Pese al letioceso del galit ismo en el siglo XX conti n funí impo-uiéiidosc téiminos dc mucho uso como elite (pmiiiim ia< iôn arl libitum), constatar; controlar, reáclar, raUntixar, travesti, prit-d-perttr, por contra. Un caso preocupante es el de ortlenadnr para el térmi-no iníormático; primem se inlrodujo campu ladom (por los aňos 198fi~l990), todavía vigente en Hispanoaniérica, qne es un caleo del inglés computer. Pero pronto se sustituyó en Espaňa por orde-nador, que es calco del fraucés urdinateur, con ello se erea una quiebra más en la unidad del idioma común. Varios gal icismos iiutsnales en Espaňa arraigau en America, como chatiľe, o bien nos Megan de ahí, como el horrendo masane (jfemenino!), masacrar. Precisamente en este c am po de la unidad lingúística son los galicismos que no pasan al Nuevo Mundo, sino que allí vienen expresados por anglicismos, en donde hay de nuevo riesgo dc escisión: ascensor, cache, volanie freute a elevudar (o lift'.), carroo timón. Ahí está el peligro y no en botar-erhar, halar e.stirar, guinea o banana platanu, cle. No cabe duda de que los préstamos del fiances constituyen la contribution más importante de clcmenios exiraňos en espaňol. A lo largo del liempo se ha mantenido el ílujo de galicismos y ello en los campos conccptuales más variados. No obstante hay que decir que los investigadores, sobre todo fianceses, ven más de la cuenta, piies a menudo los supuestos galicismos son occi- 38 para IA história del léx1c0 espaňoi. Lanismos o catalanismos. O bien alguna de esas voces pasaron primero al Catalan y de ahí llegaron al espaňol, con lo cual ya no podernos hablar de préstamos franceses. Tal es el caso, exempli gratia, de chajlán, chimenea, rosicler, daraboya, chambrana, bribón, entre otros, 4,3. Occitanismos y catalanismos. Cuanto acabamos d e decir nos lleva a tratar ahora de estas dos fuentes de pre s tamo. Gonvengamos en que es una participación muchísimo más esca-sa que la del Frances, EI occitano, por raiones historical, deja de tener influjo pasado el siglo xni; sus campos semänticos se redu-cen a la terminológia religiosa y a la vida palacicga o cortesana: rapeltdn, fmile, capitel, hostal; rima, trobadm; desdén. lisonja, prei, vihwela, flauta, balada, son, ruiseňor, refrén, it/arm. Po cos más voca-blos se pueden seňalar inequívocamente de ese origen: carlabón, burdel, barrica, embajada, Todos se tiencn que estudiar más a i'oudo, pues podria haber catalanismos o francesísmos entre ellos. La misma precaución, o todavía mayor, se ha de tener al elen-car gran numero de voces como catalanismos. Se ha exagcrado mueho. No crco que lo scan, aunque 1<> contrario se afirme con rotundidad, traste, irasto, pantalla, linaje, tusón,vinagre, por ejem-plo. Es verdad que las tierras de lcngua catataua han estado cons-tamemente en contacto geográfico, cultural y politico con Castilla. y los préstamos ban circulado en las dos direcciones, Por ello se hallan catalanismos en todos los ambitus del espaňol, aunque no cabe exagerar su numero. El DECH, con loable ardor patriótico, lleva la contribution a extremes sorprendentes (cf. Colon, en ELll. II, 154-238), Otro rasgo que diferencia esta aportación de la de Occitania consiste en que aqui no ha habido solution de continuidad. Incluso en épocas de decadencia, ha pasado al espaňol léxico Catalan, y además se ha introducido en los dialectos inmediatos, aragonés y murciano (baladre 'adelfa', melsa 'bazo', fhmeel 'ajen-jo', ratio 'esparavel, red1, etc.). Entre los catalanismos debemos citar aquellas voces que hacen referencia a cosas tipicas de las tierras del Esie peninsular: hor-dtala, paella, sumatén, ensaima/la, bulifarra, las f alias, barraca, payés, pedreňal, sardana, barreiina, etc. Pero no sólo eso. Voces calalanas exislen en todas las esferas del léxico: en la alitiientacíón {turrón, fla&n, cuduňate; calamar, e1.EMENTOS t'X.)NS'ITnj'l IV( )S DEL LÉXJCO ESPAŇt )1. 39 pechina, septa, mújol, rape), en la tcrminología marítima {brújuUt, nalito, gobernalie, galéra, nao, remoicar), en cl comercio {balance, a granel, tarifa, mercader) y en cualquier campo semántico: clavel, palmera, escorzonera, imprenta, vineta, papel, galéra y galerada, faena, anorar, ttrale, rox.aga.nte, cohete, esqueje, retal, perol, seo. Son los citados algunos de los forasterismos de esc origen que parecen más seguros. También heinos de seňalar que, como quedó apunlado, el ealalán sirvió de vehículo transmisor de ele-mentos de otros idiomas, en partieular del francés o del occitano {bosque, tartana, chimenea, thaflán, entremés, bribtm, rosider) y del itatiano (esquife, sěmola, sobrasada, horchata, artesano, jorajido), 4,4, Mucha importancia reviste el capítulo de los iialianismos. Desde el siglo xv hasta hoy roismo, con mayor o rnenor íntensi-dad, el espaňol ha aceptado italíanisrnos. Pero este acervo sc limita por lo generál a ciertos campos semánticos, como el de las artes, la terminología coniercial y pocos más. También hay que advertir que en los clencos de italíanisrnos que se prosen lan hay bastante que eliminar y mucho que afinar todavía. De todos modos convendría no olvidar aquellas listas de palabras italianas que Juan de Valdés, altá por 1535, deseaba ver adoptadas: aspirar, faálitar, entretener, diseurrir, cómodo, manda, pedante... En las artes, el italianismo es řev. Asi términos de teatro: pulco, payaso, sallim.banqui; de las artes plásticas: acuarela,daroscuro, gro-tesco, caricatum, modelo, escorzo, diseňo; de la arquitectura y la cscul-tura: baleón, fachada,cúpula, retieve, pergola^ de la můsica: piano, opera, aria, concierto, etc. En el comercio: bancu, bancarrota, letra de cambio, montefňo, monte de pitdad. El goteo no cesa y desde voces po co poétieas como facka, parola (aut-), diatíatán, bagatela, super-chería, fiasco, manipulación, mafia hasta exquisitos manjares llega el italianismo: mortadúa, macarrones, salchicha, jrresvnlo 'jamem1 (ant,), menestra. En el tcrreno de la política actual entran areo parhirnrntario, ente, redimensiemar, sorpaso, mo-nncolor (gabínetc -), etc. Algunos de estos términos serán quizá flor de un día. 4.5, Los lusismos. La aportaciňu portuguesa es merior de lo que cabría esperar, y es que Espaňa y Portugal han vivido hasta ahora de espaldas. Se suelen citar ejemplos venidos de la lírica gallegoportuguesa, como kdo, enjado o núia. En el campo lexico de la navegación hay algún elemento más, como vaivén, carabela, PARA 1.4 HTSTORTA OKI. LEX [CO KfiPANOL E[.EMENTOSC()NJmTLITPVOS DEL I .EX ICO ESPANOL II baliza, vigia, pleamar, marejada, monzan, garua, dejpejar, ckubasco; tambien con prodnctos del mar se relacionan mejillnn, astro, alme-ja; tanque, en su acepcion guerrera, es un moderno lusismo veni-do a travcs del ingles. Proceden del poi Lugues algunas otras voces como morrina, bnnquino, mermeladn. En el Siglo de Oro entraron, pur ejemplo, menina, cha 'te\ biombo, bicho. Como se ve, varios de los icrrninos mencioiiados llegan del Extremo Oriente, y el por-tugues ha desemperiado un importante papcl transmisor a los idiomas europeos. Otros presuntos ' como payo, basquina, echar de menus carecen de todo fundamento. 5, iNDICENISMOS AMERICANOS Con el descubrimiento de America y el contacto con los pueblos del Nnevo Mundo, los con cut is Lad ores se encontraron con unas realidades desconocidas en Espafia a las que hahia que nombrar. Desde un principio se adoptaron muchos nombres empleados por los indios; el primcro que tenemos docuinentado es canoa (h. 1495 en el Vocabulario de Nebrija) y a el le siguieron muchos como cacique, tomate, cacao, chocolate, cacahuete o mani, mangle, condor, vicuna, lluma, liburon, caiman, iguana, cazabi, maiz, patata, nopal, petaca, hamaca, piragua, hurar/m... Una buena pane del numeroso acervo americano pasado al espanol, entro luego, a traves de esta lengua, en los demas idiomas europeos de cultu-ra. Tambien hubo la tendencia a bautizar animates y objetos por coin paracion o por similitud con otros nombres europeos, a menudo con el aditivo *de Indias« o «de la tierni»: el pecan pot ejemplo, era puerco de la tierra. El puma era lean; la canoa, almadia; el aji, pimiento; el mani, avellana; el jaguar, ligre. De ahi quedaron nombres como pldtano o pina (cf. ingles pine apple) para realidades diferentes, y estas denominaciones compiten en varios luga-res con otras aborigenes como banana o ananas. Asi se llamo lagarto a un animal mucho mayor que este bichito, o bien alcairaz a una ave diferente; de ahi nacicron el ingles alligatoro el Frances albatros. Las lenguas indigenas del continente americano son muchisi-mas y los esl.udiosos no siempre se ponen de acuerdo sobre cual es el habla de origen de tal denomination. Los primeros ameri- canismos proceden del ambito del Caiibc (del uji'iio <> del ;ira-huaco), pero luego son las lenguas mayoritarias como el nahuatl, el quechua, y tambien el maya, el araucano, el aimara, el guara-Hi, etc., las que aporian mas elementos. No vamos a entiar aqui en el delicado problema de la procedencia. Tambien hay que decir que con la colonization, los propios espariolcs tlevaron nombres de un lugar a otro, y asi vemos antillanismos en el Peru, por ejemplo papaya; en la Argentina y en gran parte del continente mani, que en Espaha y en Centroameriea tuvo un rival en cacahuete o cacakuate, procedentc del naluiad; por todo el continente se ex den den iiburont aji, hamaca, maiz. Son mucMsimos los prestamos indigenas al espanol de America y tambien es conspicua la cantidad que paso a Espana, Los ejem-plos mencionados en este capitulo son todos conocidos en la Peninsula, y hemos prescindido de aquellos que solo tiencn curso en el Nnevo Mundo, lnteresa no tar luego la penetracidn de varios americanismos a Europa a traves del espanol: canoa, tomate, canx-bed. Las vicisitudes para adaptar nombres como patata, tomate, maiz, hamaca o huracdneu las lenguas curopeas constituyc un apa-sionante capitulo dc historia lexica; veanse, Trances pomme de terre, pomme d'amour, die de Turqttie o ble d'Espagne, italiano pomodoro, granturco, aleman Hdngematle, ingles hurricane, etc. 6. Anglic ism os I-Iasta que acabo la Segunda Cuerra Mundial (1945) apenas si hahia en el espanol de Espana mas anglicismos que los (pocos) deportivos y alguna palabra aislada como mitin (meeting). En Hispanoamei ica el influjo era mayor. Hoy en dia el peso del ingles, en particular del ingles estadounidense, sobre cualquier lengua es abrumador («Siempre la lengua fue compafiera del imperio»), ya imponga direciamente terminos, ya provoqne adaptacioiu's for males y calcos semanticos: cheaueo, zapear, conte-nedor, enj'atizar, pateiico, evidencias 'pruebas judiciales', especulacion lconjetura\ ignorar 'hacer caso omiso', perjil 'conjunto de earac-ten'sticas' por ejemplo; algunos calcos son bastante jocosos como pincha-discos, pernios calientes o porde/ecto (t. de informatica). Pero estos casos tambien demuestran la capacidad asimiladora del espanol, mucho mayor que la otras lenguas vecinas, en donde el extranjei ismo mantiene a menudo su marchamo dc origen. 42 kaka la HISTÓRIA del 1EX1CO ESI'AŇOL ELEMENTOS CONSTITUTrVOS DEL LEXTCO ESFAŇOJ. El ingles es quizá el idioma europeo que más extranjeriamos ha asimilado, asi que muchas de sus voces pasadas al espariol no siempre tendrári origen anglosajón (cf. tunnel, tennis, etc.), pero cllo no obsta para que las consideremos pertenecientes al haber angloarnericano, D ad a la cantidad de anglicismos que hoy en día se difunden, los estudios sobre ese fenómeno ban proliferado. Tenemos cjue con-venir en que algunos investigadores han sido excesivamente gene-rosos a la hora de con tar esos supuestos préstamos, y que también aquí sc: impone el rigor y la prudencia. Algunos «anglicismos» com o smoking o esmoquin son en realidad galitfsmos; nunca en Inglaterra se emplea en el send d o que aquf se I e atribuye. En el vocahulario de la teleeomunicación y de la tnformáUca y la electronic;! todo es inglés, desde chip (inchiso con usos meta-ľóricos: «cambiar el chip») hasta software, el web, cliquear, ciber-nauta, bit, file sharing, desde flash a playback. También predomina en la ciencia: clan, clvnaje, etc; en lo técníco.ya convertido en cotidiano: espray, estrés, poluáón; en las fmanzas: holding, leasing, manager (o ejecutivo), marketing, espónsor (esponsorizar)... En el campo de la móda y la vestimenla se nota cada vez más la presión : e-slip, chompa, pullover, suiter, body... Ya hemos dicbo que los anglicismos más antiguos pertenecen al deporte: futbol, gol (golear, golcador), tenis, of say (offside), penalty, ranking, indoor, play-off. Hay una tendencia a la hisparii/ación de la terminológia, aunque las soluciones no siempre son las mismas en Hispanoamérica que en Espana. Asi, diblar o driblear se enfrenta a regatear, camera saque de esquina, offside a fuera de piego. Pudemos afirmar que actualmente no bay parcela del saber en donde no se aloje esta clase de vocablos. Cualquiera que practi-que el deporte fluvial hablará de rafting, quien vaya al cine vera un thriller de mucho suspense, el conductor llevará en su coche por precaution u n airbag, el oficinista nos dará el telélono de s u e m pre sa con la correspondiente extension. Para no bablar de bestsellery de show, sex-appeal (hoy concurrido por sexy). La lista sería interminable. El problema con los anglicismos nuevos (y con todos los neologismos) es que no se sabe si perdurarán; algunos quedan anticuados al pun to, corao los del tipo seat-in (o la senta-da), típicos de los aňos 70. s4*oľ <|i>ó m rspaŕnil ihifi y software, cuamlo ulroí idiomas sp'las ingenian para encontrar denaminacioncj propíai? Cf. IVancčs f>ur* 'pul^a' y logfáei Lo más peligroso, como en todas las modas, es la imitáciou ser-vil. Baste mencionar la nominaäán para Los premios, o el calco inútil realízar ('romprender, darse cuenta'), maniaco, severu, con-templar. No hablainos aquf de eonsirucciones si n tactic as de la calaŕia de «Le estoy Uamando para comunicarle que ...» 7. Otras procedencias Quedati por tratar las contribuciones de otras lenguas, como el eslavo, el alemán o el neerlandés, i d lom as del Extremo Oriente, etc. No vatu o š a euirar aquí en esta cuestión, pues se puede afirmar que casi todos esos préstamos son mediates, las más de las veces a través del francés; otras, del portugués o del inglés : samovar, merengue, alzacuelh, corbata, gripe, níquel, kimonu, nirvana, avatar, iabú, etc. han llegado vehiculados por otra len-gua. 8. Conclusion Hemos proeurado indicar a grandes rasgos las líneas de fuer-za en la formáciou del léxico espaňol. De los elementos del substráte prerromano apenas sabemos nada. hisistairms en que la aportación fundamental es la del latín, tanto como punto de partida del caudal hereditario o tradicional como de los cultis-mos. El contacto con la lengua madre nunca se ha interrumpi-do. En el capítulo de las voces patrimoniales nos encontramos con un aristocrático conservadurismo al lado de sorpreudentes innovaciones. Lo germánico es bas taňte desdeňable y lo ärabe, mucho más i m por taňte, tiene unos límites cronológicos de vigenciá y unas restricciones en varios campos semánticos. Olvidaremos de una vez el fan tas mal «mozárabe». Mucha impor-tancia, pero ya con carácter de préstamos y no con el de elementos de lenguas que han dominado la derra espaňol a, tienen los galicismos o francesismos, quizá. tras el latín, la presencia mayor. Van seguidos en numero, tal vez, por los i talian ismos, con muchas limitaciones en el tiempo y en los campos riocionales. El inglés es hoy el lenguaje dominador y acaparador, pero hay que seňalar la restricción diasträtica y diafásica; los anglicismos no ■I'r I para LA HISTÓRIA DELLÉXJCO ESPAŇOL penetran por igual en todas las capas de la sociedad. No todos los eampesinos de Castilla sabran lo que es un holding o un thriller. Occitanismos, lusísinos y catalanismos tienen menor akan-ce, aunque la de estos Ultimos es algo más consistente. Los indi-genisrnos amcricanos, su difusión y vicisitudes son sin duda el problema más apasionanle para un hispanista y también consti-tuyen a deberian constituir un transcendental capftulo de la lin-güistica general.