Jose Luis Ramirez Luengo Breve história del espaňol de America A .Mia; LIBBOS. S.L H ADERNOS Ml Ĺengua Espanola Díľtiió/i: L. Gómez Torrego h) Areo Libros, S. L.. 2007 Juan Bauiisia de Toledo. 28. 281)02 Madrid ISBN: 978-84-7635^67.8 Dcpósito legal: M. 3.689-2007 Printed in Spain - Impreso por Uvel, S. A. (Madrid) INDIGE Págs. iMBiim «<:u>\........................................................................................... 7 1. LosOkígenes m i EspaňOL de America............................................. 9 1.1. La lengiia espanola en lornoala Epocadel Dcscubrimiento: los Finales del siglo xv v el siglo x\ i......................................... 9 1.1.1. El proeeso de expansion................................................ 9 1.1.2. ľa variation diatópica v diastmtica en la lengua........... II 1.1.3. La lengua en lortio al Descubrimieiito: características internát........................................................................... 12 1.1.4. La lengua en tamo at Descnlmmiento. lieiiijňlnlaeiún..... 14 1.2. Losemignidos a America: lacuestion demografia»............... I") 1.2.1. El factor diastrátieo: origen sadal tie los e/nigrados.......... 15 1.2.2. EJ factor diaiópico: naturalem regional de tos emignidos.. 17 1.3. Algiinas aportaciones regionales al espaňol de America....... 18 1.4. El espanol antillano, primer cspaňol ti iollo.......................... 21 1.4.1. El naamiento del npaňol antillano: procesos de criolUzadón 22 1.4.2. Iji trascendencia del espanol antiltano.......................... 25 1.5- La expansion de la lengua espanola put America................. 26 1.5.1. Im sihtadón del espanol antes de Im /raupenden rias....... 26 1.5.2. La lengua espanola Iras los proeesos independent!das: sighs six y XX............................................................. 28 2. desarroi.lo historic» del espanol de america. i: fonfenca, Fonoloc-Ía........................................................................................... 29 2.1. La cuestión del andalucismo en el espanol americano......... 29 2.1.1. Im polémica: Al. /.. Wagner y ľ. Henriquez Vřena.......... 30 2.1.2. I .u polémica hoy.......................................................... 31 2.2. Kl sesei) v su difusión en America............................................ 32 2.2.1. Orígenes v expansion del seseo americano....................... 32 2.2.2. Las otras pnmunáaciones............................................ 34 2.3. Kl yeísmo v turns problcinas conexos...................................... 36 2.3.1. El yeísmo en America: desarrollo hislórieo....................... 36 2.3.2. Rea/izaciones de /y/y de /V en America. El teldlamiento 38 2.4. Desarrollo histórico de otros rasgos fonéticos........................ 39 2.4.1. Algunos fenómenos vacálicas.......................................... 40 2.4.2. Aspiration y pénfída de /-s/ implosiva.......................... 41 2.4.3. Neutralization de /-r/ y /-// implmivas........................ 42 2.4.4. Caída de la /d/ intervocálka y final............................. 44 2.4.5. Olros fenómenos fonéticos............................................. 45 6 BREVE HISTÓRIA DEL EÄPAŇOI. DE AMERICA 3. DESARROIXO HISTÔRICO DEI. ESPAŇOI. DE AMERICA, II: MoKKisiM Wis. 47 3.1. Las formulas de traiamienio: el voseo. Distribution c história 47 3.1.1. Origen y evolution del voseo amerícano........................... 48 3.1.2. Desarroilos regionales: •■! Rio de la ľlalu v d Alfo Perú. Guatemala................................................................. 51 3.2. Oiras cuestiones pronominales............................................... 53 3.2.1. ľňdida ddpronombre -vosoltm-.................................. 53 3.2.2. Confusiones en los fnonomlnes átonos de Itrcera penová: ln\mn........................................................................ 55 3.2.3. El cambio-se lo» > -se Ictv-.......................................... 56 3.3. El sisu-ma verbal. Algunos aspCCtos......................................... 57 3.3.1. Seryestar. masy valom............................................. 58 3-3-2- l\\liittlnyii\ am el verbo '-hober-................................... 59 3.3.3. Los tiempos eompuestos en H espaňol amerieano.............. 02 3.3.4. Valores de los tiempos verbales del sut/junlivo.................. 65 3.4. Otros elementos morfosiniácticos........................................... 67 3.4.1. Desarrollo historko de algunos expresiones...................... 67 3.4.2. /'."/ dimiauiivo en In história del espaňol de Amétiea ........ 70 4. Desarrollo historic*) bö. espaňol de America, III: Léxico.......... 72 4.1. Las voces patrimoniales ysu adaptáciou a la realidad ameri-cana............................................................................................ 72 4.1.1. la adaptaeión del léxico patrimonial a la nueva realidad: soluciones.................................................................. 73 4.1.2. Campos láácos preferevíes de adaptaeión dri léxico patrimonial...................................................................... 74 4.2. Los térmi nos tndigtmas............................................................ 75 4.2.1. El origen de los indigenismas: prineipales lenguas........... 76 4.2.2. El inAigenismo m rl léxico espanol; principalis eampos léxicos........................................................................ 79 1.3. Otras aportai iones: afŕoamericanísmos, léxico marinero..... 80 4.3.1. El aparte del mar: léxico marinen................................... 80 4.3.2. El aparte de Africa: voces de origen africanoen America .. 81 4.4. Las otras lenguas europeas...................................................... 82 4.4.1. Ifxico de origen portugués........................................... 83 l. 4.2. Léxico de origen fiances .............................................. 84 4.4.3. Léxico de origen iialiano.............................................. 85 4.4.4. Léxico de origen inglěs................................................. 86 EjERQCIOS DE COMPROBAQÓN. Soi.l UOM'.s.............................................. 87 BlBUOCRAFÍA MINIMA.................................................................................. 92 INTRODl'CCION Tal vez una de las afirmaciones más emplcadas a la hora de hablar sobre la lengua espanola es que existe en ella una unidad fundamental que se acompaňa a su vez -y sin que sea coniradictorio- de una inmensa variedad que la enriqueee; tal unidad en In diversidad, defmitoria de su situación en el mundo, se evidencia cle forma clara en el caso de America, un continents en el que se extiende por die-cinueve países y millones de kilómetros cuadrados, y donde la rique-/a mencionada más arriba se hace especial men te visible. Precisamentc. oste libro se centra en el cstndio de los procese >s históricos que explican la variación lingúística existente en la Hispanoamérica actual: en efecto, se pretende que. al finalizar estas páginas, el lector cuente con una vision general sobre la evolúciou que la lengua espaňola experiments en el Nuevo Mundo durante los Ultimos quinientos aťios, y conozca, por tanto, las transforma-ciones que dan lugar a las difcrentes J&rwds de hablar espanol que se registran hoy en dia en el continente. Dado lo ambicioso del propósiio que se acaba de enunciar, parece necesario hacer hincapié en esie punto en el carácter emi-nentemente introductorio que anima a esta obra: como su mismo título deja cntrcver, se trata de una primer acercamiemo -y, por tanto. necesariameme parcial- a la história del espanol de America, que aspira a ser vir de manual de iniciáciou para el publico no cs|w-cializado y de obra de consults para qiiien, con cierto conocimien-to sobre la materia, desee profundizar posterior me n te en ella; de ešte modo, y teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento, se pue-den cifrar en dos los objetivos específicos que persigue ešte ü*abajo: por un lado, presentar una vision general del desarrollo histórico de los principales Fenómenos que caracleri/an las variedades lingüisü-cas del Nuevo Mundo; por otro, seňalar los aspectos de éslas que están aún sin invesligar y cuyo análisis es necesario llevar a cabo en ruturos estudios. En cuanto a stí organízación, la obra se divide en cuatro gran-des capítulos, el primero de los cuales se centra en lo que se pueden considerar los preliminares -la situación lingúística en la época de s KRYM HISTÓRIA I'll. KSPAŇOl. IH. AMERICA la colonization, el nacimienio de im espaňol propiamente ameri- cano y su expansion por el contincnic-, mieniras que los tres res-lantes se ocupan de los disiiutos nivclcs del sistema: el lonético-ťonológico (capítulo 2), el morfosintáctico (capímlo 3) y el léxico (capítnlo 4). Poľ otro lado, la explication teórica -especialmente en los capí-mlos 2, 3 y 4- se acompaňa de una abiindame ejemplificación, extraída de escritos coloniales y posicoloniales (siglos xvi al Xjx) que pertenecen a tipologías textuales niuv diversas -documentation notarial, correspondencia privada, obras literarias, etc.- y que pro vienen de diťerentes regiones del Nuevo Mundo. En concreto, muchosde estosejemplos apareccn en los manualesy ai"tícult)scita-dos en la bibliografia -vxi especial, Fontanella de Weinberg (1992) y Sanchez Menth-/ (2003)-- mienlras que oirosse han obrenitlo de diferenies corpora tie docinnentaciôn amerieana -como los Doannenlos para la História Lingüistica de Hispanoamhim publications por AI.FAL-, o de CORDE; en todos ellos se cila el aňo y el lugar (la eiudad o, en su defecto. el pais) en que se dala el tcxto, aunque no se especiFica la fuente concreta tle donde se loma. El carácter introductorio tle la obra se aprecia también en la bibliognifía que se presenta al Final, y que tiene la intención de ser-\ir como guía bibliográFiea para posteriores acercamientos a la dia-cronía del espaňol amcricano: en ella se encuenuan todos los tra-bajos que apareeen citados a lo largo los cuatro capítulos, asi como los que poralgún motivoson básicos para el conocimiento de la história linguíslica de Hispanoamérica; por supuesto, la necesaria concision ha obligatio a no incluir estudios de primera magniiutl -baste como ejemplo la ausencia de las Afmntaäoncs Crítkas de Cuervo-, aunque tal carencia puede ser subsanada íácilmente con la extensa bibliografia que presenta, entre otros, el excelente trabajo de con-junto de Fontanella de Weinberg (1992). Por ultimo, esta introduction no estaría completa sin dejar aquí testimonio de mi agradecimiento a las personas que han comribui-do a que estas páginas scan una realidad: en primer lugar, al Profesor Gónic/ Torrego, por su confianza en mi trabajo; a Carmen Isasi Marline/, por su enseňan/a y por su ejemplo, am bos determinants; y a Marta Villarino y Graciela Fiadiuo, de la Unřversidad National de Mar del Plata (Argentína), por su ayuda desde hace ya lanto tiempo. Graäas a mi família; gracias también a mis amigos \ muy especialmente a los lalinoameiicanos, que me enseňaron a querer sus cosas y, entre ellas, su forma de hablar nuestra lengua compartída. CaPÍTI'LO I LOS ORÍGĽNĽS DEL ESPAŇOL DE AMERICA 1.1. La i engua espaňola en torno a i_\ época del Descubrimien-to: los finales i>kl sk.lo xv v el siglo xvi c iinio no podía ser de otro modo, los orígenes tlel espaňol americano se han tle buscar, en primer lugar, en el castcllano que sc emplea en las diferenies regiones de la Peninsula Ibcrica en el momento del Descubrimiento: evidentemente, las variedades utili-zadas en America se han modelado -al menos en principio- a par-tír de las diversas/mw« de hab/arespaňolque los emigrados europeos Uevan a las nuevas tierras donde se asientan, de nianera que cono-cer la situáciou de la lengua espaňola en torno a 1492 resulta de gran ayuda para comprender los posteriores procesos que van a determinar las peculiandades de sus variedades del Nuevo Mundo. De este modo, se puedc decir que el espaňol se caracteriza en estos momentos por dos faclores: la variation y la expansion. Es decir, se trata de una lengua que se está extendiendo por nuevos territorios donde anteriormente no se hablaba, y que presenta, como lengua natural que es, diferencias de uso determinadas por factores de tipo diatópito y diastrático. 1-1.1- /T/ proceso de expansion Respecto a la expansion, hay que seňalar que, ya a partir de metliados tlel siglo xv -pero muy especialmente a lo largo de los siglos XVI y xvii-, el espaňol se transformará en la lengua predo minante en la Peninsula Ibérica, no solo por su difusión. sino también por su aceptación como una de las grandes lenguas de cultura; se traut, a este respecto, de una expansion en dos ejes: el horizontal, que conlleva su uso en /.onas donde anteriormente no se hablaba, y el vertical, que inipone su empleo en difcrentes campos anteriormente reservados al latin. 10 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA Este proccso no es algo mifvo; de hccho. en el siglo xvi úni-eamente se produce la culminación del desarrollo que durante loda la Edad Media, muy especialmente en los siglos XTV y xv -y debido a razones dc muy diverso lipo, como la pujan/a tlel reino de Castilla y su predominio demográfico o, desde olľo pun to de visia, el ti'iunfo de la mentalidad renaceniista-, está aupando al castellano a una posición de preponderancia en el mapa lingüis-tico peninsular. Am' piles, Lapesa (1981: 281) indica que en esia época el hows y el aragonés ostán ya arrinconados y en trance de desapari-ción, pot* lo que se puede decir que la unidad lingfiística de la zona central de la Peninsula se cncuentra prácticameitte conclui-da. Es necesario teuer en cuenta. a este respecto, que el grado dc semejanza de tales dialectos con el castellano es muy grande, por lo que el trasvase de hablantes de mi sistema al otro es relativa-mente sencillo, en especial cuando uno de ellos -el castellano-tiene el prestigio de norma culta o cortesana: a partir de ahora, el leonés se conservará como habla rústica propia de las comedias, si bien man tiene cierta presencia tambiéu en zonas aisladas del viejo reino; en el caso del aragonés, el proceso de susiitución lingfiística ai ranca de comienzos del siglo xv, cuando se produce la emroni/at'ión de la família castellana de los Trastámara en la Corona dť Aragón y, con ellos, cierta castellani/ación de la coric y del territorio. Por ot.ro lado, el espaňol se extiende también por las regiones actualmente bilingües: su empleo es biet» conocido en las zonas catalanohablantes como Valencia v Calaluňa (Lapesa, 1981: 285), muy especialmente en las ciudades y en las clases alias- que cons-tituyen activos fbcos de castellani/ación e imponen, por tan to, cierta 'decadencia' del Catalan; una situáciou semejante se descu-bre en Galícia -donde el gallego queda relegado a lengua sin eul-livo literario y el espaňol constituye el idioma de prestigio—, o en la región vascófona. que ofrece cierto bilingtiismo más o menos desarrollado en fun c ión, una vez más, de la zona y de la clase social consideradas. Asi pues, este proceso de expansion del espaňol por las dis-tinias regiones peninsulares perinke contextualizar la tan citada afirmación de Juan de Valdés en su Diálogo de la Lengua (1535), quien seňala que "la lengua castellana se babia no solamente por toda Castilla, pero en el reino de Aragón. en el de Murcia con todael Andalúzia v m Gali/ia. Asluriasy Navaria, y esto aim enlrc genie vulgar, porque entre la genlc noble tanto bien se habla en LOSORÍCENES DEL ESPASiOI.DF. AMERICA U lodo el resto de Spaňa"; parece evidente, por tanto, que en la Espaňa del siglo xvi el castellano constituye una lengua de amplia difusión entre los estratos bajos de la poblaeión. asi como de conocimienio general en los alios. Ahora bien. la expansion del espaňol no termina aquí. sino que se está produciendo también en otros terrilorios: por u n lado. en 1492 cae en reino Nazarí de Granada, lo que conlleva la castellani/ación de esie territorio -ya de por si, con muchas influencias romances-, bašta el punto de producir la desapari-ción del árabe, anteriormente oficial, en u n lapso de tiempo más o menos breve; por otro lado, desde mediados del siglo XV se está llevando a cabo la colonización de las Islas Canarias, a las que se trasplanta tamo la organización social castellana como la lengua del reino, por lo que la presencia del espaňol es también general en estos territorios en la época en que Colon llega a America. 1.1.2- La variaáón diatópicay diastrňtim en la lengua Por lo que toca a la variación, conviene tenet* presenle que la lengua no es en esta época un sistema uniiario, sino que registra ya una serie de divergencias y peculiaridadcs, tanto en sus dife-rentes niveles sociolinguísticos como en sus variedades geográH-cas o diatôpicas. Es especialmenle importante esu- ultimo factor para einender el nacimiento del espaňol americano, ya que su aparieión como varicdad diferenciada está estrechamenie vincu-lada a la diversidad existente en la lengua de los siglos xv y xvi, "cuando no se contaba con factores uniťormadores tan efeciivos como los que ahora existen y cuando el castellano acababa de expandirse por el Reino de Granada y de imponerse en extensos territorios leoneses y aragoneses, después de liaber ensanchado y alargado su dominio durante siglos h asta el Atlántico andaluz conforme avanzaba la reconquista" (Frago, en linea b). Asi pues, a ľmales del siglo xv no solo hay divergencias entre el habla castellana norteňa y la de Toledo (central), sino también entre estas dos y el castellano hahlado en el suroeste, en la Andalucía occidental, dado que, como seňala Frago (1990: 81), "'es posible afirmar que cuando se descubren las Indias, o no mucho después, ya existían unas hablas andaluzas del castellano originario díferenciadas en la mayoria de sus caracteres modernos, todos los cuales, aunque en variable medida geoi^ráíica y social, encontrarían cobijo en la nueva comunidad riispanoamericana" L2 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA Por lo (auto. es posible contar, va para finales del siglo x\. con una exiensa nómina de variedades casicllanas que sc paeden agrupar en dos usos distintos, el nortenß v el toledano, que a su vez sť acompaňan de las diferentes modalidades nacidas del contacts del (asU'llaiio con oiros dialectos \ lenguas peninsulares, asf tonn) de las hablas andalu/as, que rcsultarán de especial impor-lamia para el desarrollo y la configuración del canario y del espaňol hablado en America. 1.1.3. La Iengua en torno ßl DescuMmiento: caracteristicas internus Ahora bien, écuálcs son las earactcn'sticas linguisiicas del espaňol hablado en el momento en que Colon llega a America? Se debt- indie ar. a estc respecto, que en esia época la Iengua se encuentra inmersa en un impor tan te proceso de transformación que concierne a todos los nŕveles linguísticos -si bien afecia pri- mordialmenie al sisiema Ionológico—, lo que tendrá imporlantcs repercusiones en el espaňol amcricano. Am' pues, son especialmente importantes las iransformaciones del subsislema dť sibilanles: los ires pares del espaňol medieval pierden, en primer lugar, la correlation de sonoridad que oportia a sus fonemas, por lo que se reducen a tres unidades, lodas ellas sordas; a partii dť aqiu, la pre palatal Iricativa adasa su panto de articulation hasta convertírse, ya en el siglo xvn, en un fonema fricaiivo velar /x/, esto es. la del espaňol moderno. Fl raso de ft/ y /s/ es, sin embargo, algo más complejo: dado que es fácil coniundir ambos fonemas, .//'/ empir/a a ade-lantar su punlo de artículación hasta que. a prim ipios del siglo xvii, adquiere una pronunciation interdental fricativa sorda, /0/ (represi* t nado por la del espaňol); en parte de Andalucía, sin embargo, //'/ y /s/ se íinidcn en un único ľoncma, cúva realiza-ción (mede ser de dos tipos: - interdental con un resultado |e|, conocido como ceceo\ - alveolar, con im resultado [s|, denoininado »«.» I'.sios cambios, eviden temen te, se desarrollan a lo largo de los siglos \\i v xvn. peio Fiiigo (lDíí3: 327) recoge ejemplosde estas conŕusiones íbnetttáticas ya en la primeľa múad del siglo xv, lo que quiere dec ii i|ue loda esta revolution se está produciendo durante la époea del Dcscubrimiento y la coloni/ación de Annina, con especifu idades de lipo social y geografie©. I (|S ( IKÍCKNKS 1)1 1. ESPAŇOI. DE AMERICA L3 Aunque éste es, sin duda, el fenomén o Ionológico de mayor irascendencia, se da lambién en esta época la aparición o -más hceucnicmente- la expansion de otros: a numera de ejemplo, es posible detectar ya abundantes casos de yeismo, confusiones de /-r/ y /-I/ implosivas, aspiración de la /-s/ implosiva o Hnal {niiťtra, las entrada de la iglesia), o caída de /-d-/ intervorálica {(juľdan por auedado), umy especialmente en algimas de las variedades geográfieas que forman parle del sisiema castellano, como las hablas audalu/.is. También sc productm iransformaciones en el campo de la morfosiniaxis, aunque en estc caso se debe hablar más bien de una situation de variation entre diferentes soluciones, que se va decaniando poco a poco hada el resultado moderno: asi pues, m descubre aún, por ejemplo, la allernancia enlre la fusion del pro-nombre con el infinitive y la forma con -■/ (amaUo/amarlo), o la metátesis en el imperativo {haceldo/hacedlo); del mismo modo. lambién alternan tanio el futuro sintétíco v el aiialítico (te amaré/amarte héj, con preferencia cada vez mayor por el primero, como los de m ostrat Í vos, que presentan unas formas compuestas (aqueste, aquese) en decadeneia. Otros fenómenos de gran importaiicia -v que tendrán reper- cusiones en <•! espaňol americano- se producen en el campo de los pronombres: por un lado, la aniigua forma dc respeto vos comienza a perder este valor y a altemar en los usos de confian-za con tú, mientras que vuestra merced se impone como tratamien- to de cortesía; por otro, el teismo-e\ uso <\v le por lo como acusa-tivo masculino, muy especialmente con referencia a personas-, que se rccogc va en la Edad Media, parece acelerar a lo largo de toda esta época SU expansion geográlica y social, v logra consolidate en delerminadas areas. En i tianto al sistema verbal, son dos lambién los fenómenos que se pueden poner de relieve: a) la configuración de los valo-res model nos de wr v «tór-que, con todo, en el espaňol de America presemarán aliernaiicias y usos divergentes para con los actuates hasta al menos el siglo xvm—; y l>) la especialización sin-táctica de los verbos hoher y tener, de manera que halier se reduce a auxiliar de las formas compuestas uňciuias que tener se emplea para designar la posesión. A esto se han de sumár otros cambios en proceso, como el de la forma canlara (que presenut en este momento valores tanto de plust uamperfecto cle indicativo como de imperfecio de subjuniivo), o el comien/o de la decadeneia del futuro de subjuniivo ran/are. i ; BREVE HISTÓRIA DEI. ESPAŇOL UK AMERICA Por ultimo, en el piano léxico es rosen able la introducción de nuevos vocablos de diversa procedencia, fenómeno que tiene su origen en el desarrollo de las relaciones de Espaňa con otros parses, en especial Italia, Portugal y Francia; además, se ha de tener en cuenta también la abundante entrada de culiismos griegos o latinos por medio de la literatura de la época, todo lo cual enri-quece de forma notable el léxico espaňol. Asi pues, se debe conclnir que el espaňol que llega a America es una lengua en prohnulo proceso de catnbio, con mareadas diferencias de lipo diatópico y diastrático que caracteri/arán en pane su posterior desarrollo en ešte continent c; porta va desde sns orígenes peninsulares, cotno seňala Garrido Domínguez (1992: 47), "los fäctores que determinarán su evolución, aunque ésta se vera afectada de forma muy notable por condieiones del medio iísico, humano y lingiiístico que la acoge". 1.1.4. La lengua en torno al Desculmmiento. Recapitulation Por tan to, y a partir de lo iudicado hasta el momento, se debe hacer hincapié en dos caracteristicas que resultan fundamentales para obtener una vision acertada de ese espaňol que, llegando a America en oleadas sucesivas, va a generar una variedad distinta, propiamente americana: por un lado, que se trala de una lengua exttcmadameme variada, social y geográfícamente; por otro, que no se puede hablar, como origen de tal variedad, del espaňol de una determinada fecha -de 1492, por ejemplo-, sino "del de toda una época de exiraordinario dinamismo en lodos los órdenes que, por lo demás, sera de especial productividad y irascendencia para su futuro y su fisonomia" (Sanchez Méndez, 2003: 60). Ksto ultimo se hace evidente eon los datos históricos en la mano: la llegada del espaňol a America se produce en periodos diferentes -en 1492 en el caso de las Antillas, pero mediados del siglo XVI por lo que se refiere al continente en general, e incluso los siglos xvii y xvm si se atiende a ciertas zonas marginales, como Uruguay-, por lo que la lengua que se va asentando en las distin-tas regiones es también diferenic, resultado de las evoluciones sufridas en esos lapsos temporales; esta circunstancia obliga, asi pues, a enfocar el estudio de las distintas variedades americanas de forma individualizácia, ya que la cronologta del asentamiento luspanico -junto a otras razones- detormina que el espaňol de una región se configure de cierto modo y no de otro. LOS ORÍGENES DEL E5PANOL DL AMERICA 15 De esta forma, el espaňol de America no se gesta únicamente -como se ha man ten id o a veces- a partir de la variedad presente en el area caribeňa a finales ya del siglo XV, sino que su naci-miento es el resultado de los procesos de koineizat ión que toman como base la lengua del siglo X\i -e incluso del siglo XVII en oca-siones-, esto es, la lengua que va llegando a las distintas zonas del Nuevo Continente con los diferentes grupos de emigrados espa-ňoles, y que presenta, como no puede ser menos, todos los cam-bios que en estos mismos momentos se están produciendo en la metropoli; por lo tanto, como indica de nuevo Sanchez Méndez (2003: 61), "el punto de partida no es el espaňol de 1492, sino la lengua que a lo largo del siglo xvi está sufriendo una serie de cambios fundamentales que desembocarán en el espaňol moderno, y de los que America en ningún caso es ajena". 1.2. I.OS EMIGRADOS A AMERICA: LA CCESTIÓN DEMOCRÁFICA El espaňol llega a America en 1492, y a partir de ahí, contbr-tiie avanza la presencia espaňola en el continente, se expande también el uso de la lengua por los territorios americanos. A este respecto, se debe indicar que su utilización en el Nuevo Mundo se debe principalmente a la llegada de multiples oleadas de emi-grantes, que desarrollan la sociedad colonial y, con ella, el espaňol como instrumento básico de coinunicación: en efecto, tal y como se estudiará más adelante (véase I.5.), a lo largo de la época colonial se produce una escasa hispanización linguística de la población autóctona, que en su mayor parte continua hablan-do lenguas indígenas, por lo que el espaňol va a constituir la lengua de la minoria social dominante, europea y crioUa. Ahora bien, dado que, como se ha seňalado ya antes, el espaňol de esta época presenta una notable variáciou, determinada por factores de tipo diastrático y diatópico, es de especial interes conocer el origen sociály regional de estos primeros pobladores, para poder deduciľ, asi, cómo es la lengua que va a servir de base a las diversas variedades habladas hoy en Uispanoamérica. 1.2.1. El factor diastrático: origen social de los emigrados Respecto al origen social, durante mucho tiempo se sostuvo la idea de que los emigrados a America pertenecían a los esuatos más bajos de la sociedad espaňola, y de ahí que utilizaran la varie- ni BREVE HISTÓRIA l)KI. KSI'AŇi M Hl AMERICA dad más popular y vulgar de la lengua, que determinácia cierto rusticismo del espaiiol americano. Sin embargo, no es ya posible mantciKT ešte tópico: si bien es verdad que emigran a America muchas gentes sin cul cur a, lambién lo es que pasan a estas tierras eolonos con un nivel dc instmcción muy alio, por lo que se debe COncluir que la colonización del Nuevo Mundo la realiza una población que es, en cuanio a su composición social, muy seme-jante a la que se queda en Espaňa; por tanto, a la luz de estos datos es incokcrente hablar de im supuesio origen vulgar del espaňol de America. Esta idea es defendida por Rosenblat (1984: 69), qiiien seňa-la la gran cantidad de genie de relativa cultura que interviene en la larea de poblar America, heme a la escasa participación de sec-Lores sociales de nivel más bajo, como los campesinos. Asi, entre los emigrados abundaii soldados, marinos v artesanos -grupos de nivel social más o inenos bajo-, pero se descubre también una presencia muy importante de escribanos, elérigos, oííciales del ejército y, en general, personal de la administrácie»n, todos ellos dotados de notable cultura. Este heclio lo corrobora, además, el alto grado de desarrollo cultural que pronto se da en las princi-pales ciudades americanas (muy en especial en las capitales de los dos virreinalos. Ciudad de Mexico y Uma), lo que sirve de argu-memo en contra de la preiendida base vulgar de la sociedad ame-ricana y, por lo tanto, de su espaňol. Asi pneš, es preeiso teuer en cuenta que la base social de la Colonia -y con ello, de la lengua que se utili/a en ella- no la cons-tiluyen exclusivamente los estratos más bajos de la sociedad peninsular; muy al contrario, los grupos medios y supeľiores tie-nen también tma gran importancia en su contiguración, por lo que es fácil concluir que ula gran cantidad de hidalgos y bombres de leiras asi como el elevado eoniingente de personas al servicio de la administraeión de la colonia impondrian im tipo de lengua culia, que actuó de factor nivelador de las dilcrencias sociales" (Garrido Domínguez, 1992: 55)'. En esie pun to, y en reláciou también con el nacimicnto de im espaňol pro-piainenie nmericano. se debc tcncr en cuenia la kidalguizaaón que se registra en esu nueva sociedad y que (lene mi reflrjo en 1a lengua: se puede definir lal ludal-guňadán como un proceso dc promotion social que cle forma sencilla «• produce cn las nuevas romunidades americanas, lo que tiene como reaultado el ascenso en la jerarquía social de rnuchos de suš miembros; ahora bien, en numerosos casos, tal ascenso no time su reflejo en un aumento del nivel cultural o un cambio de háhilos lingüisticos, lo que "explicaría la presencia de elememos populäres en la LOS ORÍCENESDKI.ESPAN01.DE AMERICA 17 1.2.2. El factor dialópico: naturaleza regional de los emigrados Por lo que toca al origen geográlico. los trabajos de Boyd-Bowman (1964, 1968, 1968b, 1976) demuestran ďe forma evidente la presencia mayoritaria de los andaluc.es entre los emigrados a America, los cuales representan más del duble de los colo-nos de otras regiones hasta el aňo 1600; esta primacia de los naturales de Andalucía resulia indiscutíble y especialmente importante en los primeros aňos de la colonización (1493-1519), esto es, durante el periodo en el que se gesta tanto la sociedad criolla -que inevitablemente adopts cierto aire andaluz- como la pri-mera variedad americana de la lengua, lo que se ha dado en 11a-mar espaňol atili/Uuw (véase 1.4.). En efecto. durante el periodo antillano o tsleňo -esto es, en el segmenio temporal de 1493 a 1519-, los emigrados de origen andaluz alcanzan casi el 40% del total, freute al 14% de los extre-meňos, o el 25% de los provenient.es de las dos Castillas; al mismo tiempo, tampoco es honiogénea la dislribución deiiiro de Andalucía, ya que son Sevilla y Huelva, con el 58% y el 20% res-pectivamente, las provincias que concentran más emigrames. Queda bien a las ciaras, por tanto, la presencia mayoritaria de andaluces-en especial, de Andalucía Occidental- en esie primer periodo de asentamiento en America. Esta siiuación se mantiene también en los dos periodos siguientes, 1520-1539 y 1540-1559, si bien conviene seňalar en este punto el notable aumento de pasajeros que se registra, y que, a manera de ejemplo, pasa de 5.481 a 13.261 en el primero de ellos; por otro lado, a partir de 1550 -y debido al final de las gue-rras de conquista en la mayoria del territorio americano- se observa un cambio en el tipo de emigrante que pasa a America. que deja de ser el aventurero-militar, para ascender de forma muy notable el numero de artesanos y proľesionales, asi como personal administrativo y religioso, encargado de la organizáciou social de la colonia. Volviendo a lo geográfico. queda claro que las ten-dencias migralorias del primer periodo se maniienen -e incluso acrecientan- en esia ěpoca: son el suroeste peninsular y Canarias. una vez más, las zonas que envían una mayor cantidad de emigrames a America. norma de algunas modalidadcs americanas y por que en los «..«iolcctos más cleva-dos se podian enenntrar, a veces, ntsRos <|ue en Hspana o en otras regiones de America estarian connolados |negativamenie|" (Sanchez Mende/. 2003: 133). 18 RREVF HISTÓRIA DU. EMANOL I)F AMERICA St bien se puede decir que este estado de cosas se mantiene en el periodo de 1560-1579, donde la emigration andaluza alcan-za el 37% del total, en el ultimo de los cortes cronologicos estu-diados por Boyd-Bowman, 1580-1600. se observa un descenso importante de colonos provenientes de las regiones que tradicio-nalmente han enviado mayor numero de éstos a las Indias; con todo. y a semejanza de lo ocurrido en las época anteriores, sigue siendo Andalucía la región que más cmigrantes aporta a las colo-nias amcricanas en este momenio. Aunque menos estudiado. se puede decir que una situaci on umy semejante a la inmediatamente descrita se da tambien en el siglo xvii, época en la que se descubre una preponderance clara de gentes de la Corona de Častil la: Andalucía, pero tambien Can arias, Extremadura, las dos Castillas, Leon, Pais Vasco...; solo a partir del siglo win, a causa de las reformas bor-bónicas. comienza a aumentar en importancia el numero de catalanes y valencianos que emigran a America, si bien eso no significa que las regiones tradicionales dejen de suministrar colonos. Posteriormente, ya en el siglo xix. serán Galícia, Asturias y Canarias las zonas espaňolas que más emigranies aporten a las nuevas repúblicas independientes, en especial a cienas areas como el Rio de la Plata, Venezuela o las Antillas (Saralegui, 1997: 22). Por tanto, si bien es cierto que, como indií a Cuervo, todas las regiones espaňolas contribuyen a la colonización y pobla-miento de America, tambien lo es que la preponderancia de Andalucía (en concreto, de la zona occidental de esta región) es clara durante todo el periodo comprendido entre 1493 y 1600. esto es. durante la época en que se está iraguando la sociedad colonial: de este modo, no rcsulta extraňo comprobar que se produce un general antluluzamiento de la vida colonial, y que esta circunstancia afecta tambien a la lengua: el espaňol que surja en America sera, primeramente, de base andaluza, y aunque cuente con aportes de otras variedades, va a mostrar, por sus niismos origenes importantes caracteristicas heredadas de las hablas de Andalucía. 1.3. AU a NAN AI'ORTAOK »NES REGIONALES \l ESPAŇOL DE AMERICA Como se ha indicado anieiiormente, se puede decir que, a grandes trazos, el espaňol de America se forma a partir de una LOS ORIGENES DEL ESPAŇOL DE AMÉRK A 19 base andaluza a la que se aňaden aportes de otras variedades regionales. Por lo tanto, es del todo cierla la aľirmación de R.J. Cuervo de que todas las regiones espaňolas contribuyen a la población de America y con ello a su lengua. idea en la que insis-te Frago al indicar que los emigrados eran de diferenu-s origenes. "con lo cual, cada contiiigente coloni/ador Iiubo de poner su pi-opia nota en la constitución del espaňol de America, segůn hieran sus peculiaridades originarias" (Frago, 1999: 11). A la luz de lo dicho hasta ahora, pues. parecc intei esante estu-diar las caracteristicas que las diferentes variedades regionales del espaňol ofrecen en los siglos xv y xvi, para, de este modo, poder conocer con cierto detaile los usus lingüistieos que van a servir de base al espaňol de America. En el caso concreto de Andalucía, se ha adelantado ya ante-riormeiite que su habla -y mas en concreto, la de la zona occidental de la región- contribuye de forma decisiva en la creación del espaňol de America, del que constituye la base. Estas influen-cias del andaluz, profundas y de gran importancia. se pueden apreciar en todos los niveles lingüistieos. pero muy especialmeri-te en lo ťonético, donde es posible seňalar los siguientes rasgos: seseo, alieraciones de As/ en posición implosiva (aspiración, elision, etc.), yasmo, confusion y pérdida de /-r, -1/ implosivas, o pér-dida de /-d/ intervocálica y Final, entre otros. En cuanto al nive! morfosimáctico, tal vez los rasgos más importantes de influencia andaluza scan por un lado la pérdida del pronombre personal vosolrosy su sustitución por ustedes como plural de tú y de ustcd -aunque el origen andaluz de esta caraete-rística sea muy discutible-, y por otro el mantenimiento del siste-ma etimológico en los pronombres átonos de tercera persona, esto es. la ausencia de fenómenos como el teismo o el laísmo; mayor influencia, sin embargo, se evidencia dentro del nivel léxi-co, en el que se documentan desde la primera época colonial andalucisnios como alfajor. búmro, capacho, estancia, hacienda, mačeta, pocillo, mneho, etc. (Frago, 1999: 88). Otra apor tación de notable importancia para el nacimiento del espaňol de America es la de los naturales del archipiélago canario, debido a la abundante emigración que, desde los pri-meros aňos, parte de las islas para et Nuevo Mundo. Por tanto, es imprescindible tener en cuenta la influencia que el espaňol propio de Canarias -que ya existe como tal en el siglo xvi-ejerce en el americano, y a este respecto conviene no olvidar que, como seňala Enguita Utrilla (1992: 94), estas hablas no 20 BREVE HISTÓRIA DI I. ESI'ANOI. 1)K AMERICA representan sino una prolongation de las andaluzas, ya que, debido a razones de indole histórica relacionadas con la colonization de esta región, el espaňol canario constituye una derivation de la variedad linguistica empleada en la Andalucia Occidental, por lo que m uch as característícas son comunes a ambas zonas. De este modo, lodos los rasgos ťonétieos y morfosiniácticos que se han seňalado ya para el andaluz se registran también en el espaňol canario. por lo que se puede decir que el papcl fundamental de las islas no es ono que el de rcfor/ar la presencia de tales características en las eiapas de formación del espaňol de America; mayor interes presenta por su especificidad, sin embargo, el aporte léxico del archipiélago, pues Canarias cuenta por diferentes circunstancias históricas con numerosas palabras de origen occidental (gallego, portugués y leonés). asi como guan-ches, muchas de las cuales pasan al Nww Mundo: ensopar, gofio, moja, enchumlmr, mrozt/, lnttart sotumo, /niraco, elc. En consonaticia con lo anterior, resulta también importante la aportación demográfíca de Extremadura a la colonization americana. por lo que es muy probable que algiinas caracterísiicas de las variedades habladas en esta región -tremeiidamente variadas, y que constituye n el tránsito entre el andaluz y el caste-llano- pasen a la lengua del micvo cotitinente. Así, Frago (199!): 47-50) registra rasgos propios de esta zona en emigrados a America, tales como el cam bio de [bl-] por [br-] (habrar por hablar). la relajación cle /-r/ y su neutralizáciou con /-!/ (barber por volver, cotnprá), el yeísmo, la ašpiráciou de la /-s/ implosiva o la pérdida de /-d/ Hnal e iniervocálica (salú por salud, bivia por vivido) entre oiros; aunque no todos, algunos de estos ťenómenos -y parte del léxico regional, muchas veces coin-cidente con el leonés o portugués- se van a incorporar a las variedades del espaňol del Nuevo Mundo, por lo que se puede poslu-lar que la abundante presencia extremeňa necesariamente ha de contribuir a que sea asi. Pese a su mentu- i m por tanci a demográfíca en la empresa de la colonization de America, conviene tener en cuenta también los aportes que se pueden deber a los originarios de GasüIIa v de León; una vez más, es Frago (1999: 19-20) quien sefiala algunas de las característícas generates del habla de esios emigrados: por ejemplo. presentan ya el ensordeeimiento de las sibilantes medie-vales, conservan rasgos arcaizanirs en la niorfosintaxis. muestran ejemplos de leismo y. por lo que loca al léxico, aportan diversos LOS ORÍGENES DEL ESPAŇOL DE AMERICA 21 regionalismos -en especial en el caso de los leoneses-, como apa-ňanfrijol, lama, sobrado, páramo, etc. Sin embargo, tal vez sea especialniente destacable en ellos su divergencia para con el mcridionalismo fonético -esto es, con los rasgos propios de Andalucia descritos con anterioridad-, lo que lleva a que en la America de los prinieros tiempos existan dos sis-temas fonétícos enlicntados. el andaluásta y el wjrteno, en una situáciou que se ha de solucionar posieriormente mediante tin proceso de koineizaäón (véanse 1.4 y 2.2); a este respecto, se debe indicar que este sistema fonético norlľňo no es propio únicamen-te de castellanos y leoneses. sino también de los emigrados de regiones como Navarra, La Rioja o Aragôn, que contribuyen, asi mismo, a la nivelación del espaňol del Nuevo Mundo. Por ultimo, no se puede olvidar la aportación del Pais Vasco, o mejor. de aquellos hablanics, tanto de esta región como de Navarra, cuya lengua materna es el vasco; pese a su relativa esca-sez cuantitativa, su presencia en America es importante debido a los elevados puestos sociales que ocupan en la sociedad indiána, donde abundan los clcrigos, comerciantes, miembros de la administráciou y, muy especialmente, eseríbanos de este origen. Entre todos los rasgos peculiares del hablar de los vascos, es sin duda el más importante la presencia del seseo, documentado ya en los siglos xv y XVI, y que supone, de acuerdo con Frago (1999: 133), "una includable ayiida. de imporiancia nada despre-ciable en determinadas areas, a la expansion del seseo en America"; ahora bien, otra serie de ťenómenos -torno la no confusion de /-r/ y /-I/, o la ausencia de yeísmo- relacionan el habla de esta región más bien con el sistema fonético que se ha deno-ininado nortóňo, v puede servir, por tanto, como ayuda para que ciertas peeuliaridades de este sistema tri un fen en determinadas variedades del espaňol americano. 1.4. El. ESPAŇOL ANTILLANO, PRIMER KSPANOl. CRIOLLO De todo lo deserito hasta ahora se desprende una situation notablemente compleja en el momento en que nace el espaňol americano. caracterizada. ante todo, por la existencia de una variedad linguistica muy grande en imas circunstancias muy diferentes a las que existen en l.spaňa: a las nuevas condiciones geo-gráfkas que rodean a los colonos, se tme, además, la diferente organization social de estas primeras comunidades urbanas que, 22 BREVE HISTÓRIA DEL ESPANOL DE AMERICA según rccucrda Frago (1999:304), "también seríaun factor actuan-te en la configuration del espariol americano, pues los emigrados so insialaron en centres urbanos de pequeňa dimension, donde todos ellos, de las más cliversas naturalezas regionales, sc runden y confunden en marcos sociales impensables hasia el momento". domo resultado de esia situación, se va a desarrollar en esta época im primer dialecto autóctono o críoUo, que sc ha dado en denominar espaňol antUlano y que, en principio. va a tener mucha importancia para el posterior desarrollo de las difcrcn-tes variedades utilizadas en America, ya que, com o indica Guitarte (1991: 169), "en este periodo la lengua espaňola se acomoda a las circun stand as de la nueva realidad americana, y es este espaňol, ya americanixado el que llevan a Mexico y al Pern los conquistadores". 1.4.1. El naehniento del espaňol anliUano: procesos de crioUización Este espanol an ti 11 an o es el resultado de un proceso de crio-lli/aeión a parlir de las primitivas variedades dialectales que los colonos traen, como lengua mater n a, de sus respectivos lugares de origen; por eriollizarión se entietide, en este caso. el proceso que describe de la siguiente manera Frago (1999: 300): La alteration del espanol dialectalmcmc diferenciado llevado a America (...), a partir del cual surgió cl espaňol americano. nueva modalidad a su vlíí< ENK* DtL ESPANOI. DE AMERICA 23 - Contacto lingiustico de diferentes variedades dialectales. - Reduction y simplification de los ťenôtncuos más caracteri-zados. - Creación de un dialecto con función de linguafianca regional. - Nativi/ación del dialecto originado por los pasos anteriores. - Estandarización del nuevo dialecto. Este proceso sc origina cuando la conlluencia de distintas variedades de lengua en una conviveneia tan estrecha como la que se da en las colonias americanas produce cierta acomodaäón lingüistica, la cual determina la progresiva reducäôn y simplification de los rasgos más dialectales de tales variedades a tin de con-Figurar una especie de dialecto neulro que tácilite la comunicación entre miembros de distintos orígenes; con todo, Fontanella de Weinberg (1992: 44) indica que "el lu-cho de que una koine tea el resultado del contacto dialectal no excluye que en su consti-tiición predomine una de las variedades en contacto", por lógica aquél ciiyos hablantes constituyen la mayoria social: en el caso del espanol antillano, el andaluz. En cuanto a la cronologia de esie proceso, se puede considerar que ya hacia 1650 se habia superado esta etapa iniciál de multidialectalismo en la gran mayoria de las regiones americanas, de modo que en este momento ha surgiďo ya una nueva variedad de espaňol en el continente. Existe ya, por tanto, una variedad nueva, diferente a todas las demás. y que es el resultado de la mezcla de las divei sas hablas que han iraído a la zona los colonos; tal variedad au-tóctona lunciona en general como lingua franca regional, esto es, como un sistema -tal vez sea más adecuado un registro lin-güistico- aprendido para facilitar la mejor intercomunicación con integrantes de la sociedad colonial de otra procedencia, por más que se siga em plea n do la variedad patrimonial en la comunicación eon los miembros del m ism o origen geográ-fico. Sin embargo, este dialecto muy pronto pierde su primitivo valor de lingua franca: como resultado del estrecho contacto entre los diversos miembros de la naciente sociedad colonial, la koinese generaliza como única variedad lingüistica para la mayor parle de los hablantes, papel preponderant que se acrecienta aim mils con su nativizaewn, esto es, con el nacimiento de criollos cuya lengua maierna no es ya ninguna de las variedades anieriores, sino 24 BR] \ I HISTÓRIA Dl I. I SI'ANOI. DE AMERICA la niisma hoiné americana; se ha producido, por tanto. el naci-mieitto de- una nueva variedad del espaňol. semejanie en cuanto a sus caracteríslicas fundamentales a cualquicra de las peninsulares o canarias. En un momento posterior, el proceso concluye con una lase de eslanéarizacián, que determina el establecimien to formal de modalidades sociolingúísticas prestigiosas v estigmatizadas dentro de esta nueva variedadi ya propiamenic americana, del espaňol. Por lo que sc re fie re a la (echa en la que se desarrollan estOS fenómenos en t*l caso concreto de la America Híspánica, Fontanella de Weinberg (en linea) seňala que "todos estos proce-SOS sť habían dado ya hatia Mi50 en el espaňol de la mayor parte de las regiones amerícanas, con excepción íle la estandari/ación que, si bien en alguuas regiones de temprano desarrollo politico y cultural, como Mexico, se da miiv rápidaiuenfc. en otras como el Rio de la Plála o ľaraguav es taidía". Por otro hulí), esia fusion de variedades para la ereación del espaňol antillano se hace especialmente visible en algunos de los nivelťs linguistic os como el lésico, donde clemenios de las dife-reines regiones de ľ.spaňa -leonesismos, galleguismos, andalut is-mos, canarismos, etc.- convive» dentro de esta nueva variedad puramente americana {Fontanella de Weinberg, 1992: 44). Ahora bien. esto no se opone, como se ha indieado va. a que en la conformation de la koinésc deseubra el predominio de una íle las primitnas variedades: asi. la prepoiidenmcia del espaňol de Andalucía es clara en el primer paso de nivelación íle los rasgos dialectalcs, \ se relleja en las numerosas caracteríslicas del espa ňol antillano que denen su origen en el andaluz, tales como la ašpiráciou de s/ Hnal. la confusion /-r/-/-\/, la elimination de la /-d-/ final o intervocálica, el teseo, v otras de indole morfosin-táctica, como (4 sistema eliinológico de clíiicos de lertera persona. Kn un momento posterior, v tonfornic avan/a la presencia espaňola en el NuCVO Mundo, ešte espaňol antillano pasa a tierra firme, yconstítuye la base dealgunasde las varíantes de la lengua <|ue sc van a desarfollar en el coniinente: asi, ešte přimet dialct-to, sometído a factores como la mayor o menor integration de la población indígena en la sociedad, el contacto con la metropoli o la llegada íle nuevos contingentes de población peninsular v can aria -que pueden dar lugar, a su vez, a una nueva koinehaáón, lanto más difícil cuanto más cslablc sea la sociedad v más estan-dari/aila esté su habla-, suirirá cambios y evoluciones propias en y^SORÍGENESDELESPANOl DE AMERICA 25 los leriitoriosen que seasienie. vdará como resultado algunas de las variedades del espaňol americano actual. 1.4.2. /." trascendenáa del espaňol antillano Con todo, no se debe exa»erai la iras< endeneia de ešte espa-íiol n n i Hin n o: constítuye, por supuesto, el germen fiel espaňol cári-beňo, asi como la piiniera aclňnatación de la lengua a su nuevo medio, pero en ningún caso se puede considerar tal variante crÍo-11a de las Anlillas como base de la variedad americana del espaňol. Kn realidad. lo inieresante en esto caso es el proceso mismo que conlleva su apaiición como ílialecto diferentiadn. un proce-so que se va a repetir de forma setnejame en la ereación de lasdis-lintas variedades linguísticas de America: hav que lener en cuen-la que lodas las regiones se taracicri/an. en sus inicios, por la presem ia del multidialectalismo, de manera que en todas ellas sc repile el proceso ya deserito de modo tnás o ineuos semejanie -con especilicidades. evidenteinente, que dependen de las caracteríslicas propias del lugar-, v en todos los casos se obiiene tma kniiiŕ. base de esa \ariedad en concreto. No se debe hablai, por tanto, del espaňol antillano como ante-cedenle común de todo el espaňol de America, sino de un proceso común que genera diversas koines, influidas por factores como los ilisiintos orígenes dialectales de los eolonos. la diferente presen-■ ia y/o imporiancia de la población indígena, o (4 periodo histó-rico en que denen lugar. Ks evidente, asi, (pie la suma de factores lan distintos -consi-dérense. por ejetnplo. las diferencias linguistic as enire el espaňol que llega a Santo Domingo en I lí"> v el que recibe Montevideo 230 aňos después- ba de producir por fuerza koiná también dis-lintas. por más que el proceso que determina su ereación sea (4 mismo en todos los casos. Se puede hablar. por tanto. íle dilcren-les koinés repailidas por las distintas areas de coloilización. que sufritán nnevas modiľu aciones en epoeas posteriores por motivos como, pot ejetnplo. la llegada o node nuevos contingentes pobla-cionales, la reláciou más o nienOS esiret ha con las Cortes Virreinales v con Kspaňa, o la presencia -va en época indepen-dienie- de inniigrantes de diversos países europeos, todo lo cual produce nuevos procesos (U* koineizarión v. a partir de ellos, el nač iiniento de las ilisiinias variedades americanas actuales. De ešte modo, se puede concluň que en i.oda America se repile en periodos muy distintos el mismo proceso que determina la 26 BREVE HISTÓRIA »Kl. KSPAŇOL »K AMERICA creación del espaňol anääano, y que lal proceso va a ser el origen de las distintas variedades lingúístícas americanas; sin embargo, y a la luz de los datos expuestos, parece imposible sostcner la idea de que ešte espaňol de las is/as -area geografu ;t donde, eťectiva-mente, tiene lugar el Fenómeno por vez primera- constituya la base o el origen del espaňol de America en su totalidad. 1.5. L\ EXPANSION DK LA LENGUA tSPANOLA POR AMERICA Llegados a este punto, es impreseindihle distinguir cuidado samenle entre ia llegada del espaňol a America y -lo que es mas importante— su proceso de expansion y consolidaáón en el conti-nenie, fenómeno niuy lento y complejo cuyo desarrollo se extien-de prácticamente hasta el m o men to actual. A este respecto, no se puede hablar, una vez más, de America como una realidad homo-génea, sino que se haee necesario analizar la expansion por las distintas zonas de forma independienie. ya que el proceso ofrece importante diferencias en las diversas areas, de acuerdo con las especilicidades de cada una de ellas; ton toclo, es posible estable-cer unos pairones comunes en todas las regiones a los que se superponen tales especificidades, derivadas por ejemplo de la cantidad de lenguas indígenas habladas en la zona, o de la reláciou de los colonos eon la población autóctona. 1.5.1. La situation iM espaňol antes de los Independeneias Ľs preeiso tener en cuenta en primer lugar que. según indica Sánchez Ménclez (2003: 193), a principios del siglo XVIH los hablanies de espaňol son solo unos dos millones y medio en lodo el eontinente, (rente a lo que constituye la mayoría de la población hispanoamerieana colonial, h ab lan te de lenguas amerindias; en 1810, al inicio de los movimientos iiidependentistas, la cifra de hablantes no pasa de los tres millones. por loque la hispanización linguística de America -entendida como la difusión de la lengua espaňola por todas las zonas geográlicas y la mayor parle de las clases sociales- es obra del siglo xix, esio es. resultado de determinatus estrategias que se llevan a cabo ya en la época de las republicas independientes y que responden a unos presupuestos ideológicos y cul tu r ales propios de las nuevas naciones americanas, muy alejatlos, por tanio, de los que imperan en la sociedad colonial. LOSORKiKNKS 1"' ESPAŇOL »E AMERICA 27 Asi pues, a partir de lo anterior es necesario seňalar que la castellanización en cuanto a arraigo de la lengua en un mundo nuevo v en una sociedad distínta a la europea eorresponde, sin lugar a dtidas. al periodo colonial, pero no asi la expansion del idioma, tanio geográlica como socialmente. que sera el resultado -segiui se ha dicho ya- de la aplicación de políticas propias de la America independiente; de este modo, la época colonial es el momenio en el que el espaňol se asienta en el Nuevo Mundo a partir de los núcleos urbanos donde se centra el poder de la Metropoli, asi como el periodo durante el que se configura una muy compleja situáciou linguística en todo el continente, carae-terizada por la conviventia del castellano con multiples lenguas amerindias, en una situation más o menos armónica pero en general de carát ter diglósico. Por tanto, ;cuál es la situáciou del espaňol en America durante los siglos XVI, XVII y win? Hay que decir. en primer lugar. que en general -existen excepciones. como Uruguay, o algunos terri-torios de las Antillas- se trala de la lengua de un segmento de población niinoritario pero dominante: es la lengua de la ciudad, de la administráciou publica, de la education, de la eultura y, en general, de la sociedad criolUi; en contraposition con su estatus urbano, en las zonas rurales el espaňol convive como lengua niinoritaria con nuiTierosos idiomas indígenas. dado que el grue-so de la población rural continúa sieiulo monolingüe en su lengua autóctona, o cuenta, todo lo más, con un conoeimienio muy superficial del espaňol. A niaiiera de ejemplo. los dalos existentes demuestran tpie en la ultima parte del siglo XVIH, cti 1772. el espaňol cuenta en el territorio de la actual Guatemala con unos 90.000 hablantes. un 29*47 % de la población total, de los cuales cerca de 40.000 son indígenas, en su mayoría bilingües y en algunos casos probable-mente con un conoeimienio muy rudimentario de la lengua espaňola, de inanera que este porcentaje apuntado, de por si no demasiado alto, puede resultar incluso abultado. Además, c-s importante seňalar que la distribution de los hispanohablantes no es homogénea: la zona de la capital y la costa del Pacíľico pre-sentan la mayor cantidad de población luspanizada. en oposición a lo que oeurre en el norte y r) oeste. áreas de ftierte implanta-tión indígena donde el espaňol es hablado apenas por el 2% de sus pobladores (Ramirez Luengo. 2004: 165). ;'S BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA 1.5.2. L/i lengua espaňola tras los procesos independenästas: sighs a/v y v.v La situáciou esbozada bašta el momenta va a sufrir una trans-formación de peso con la Negada del siglo \|\, que constituye. según seňala Sánchez Méndez (2003: 424), im punio de inflexion fundamental para la posterior evolúciou de la lengua espaňola en America: de esie modo, frente a la situation dcscrita para la época colonial, caracteri/ada por una diglosia espaňol - lengua(s) iiuligenti(s) de acuerdo con crilcrios cle lipo diatópico y diasiráti-< o. en ešte periodo se va a producir la consolidation definitíva del espaňol entre práetitamentc todos los esiratos de las socitdades hispanoanieritanas. Kste cambio de eslalus de la lengua se produce, torno se ha seňalado ya, a par ti r de la independencia política de las d isti n tas repúblitas americanas: los planes generates de escolarización, la importante inlluencia de las nuevas capitales en la vida cle los dis-tintos países, las políticas de las nuevas elites ditij;eiites hispano-hablantes. las migrationes indígenas a las tiudades, la adoption del espaňol como uno más de los símbolos de la nueva nationa-lidad o síl imposition como eltmenio de prornoción social, son algunos de los motivos que explican que esie idioma se vaya expandiendo de forma paulatina por lodas las regiones americanas, en un proteso que dur;* prácticamenie hasta el día de hoy. Por tanlo, se hace evidente cómo el siglo xix constituve un punto de inllexión de iinportancia capital en la hisioria del espaňol en America, no solo por el int remento de habiantes que se des-cubre en esta época, sino también -y muy especialmente- por el cambio de estatus que suťre en esie periodo, y que asegura su COn-solidatiôn como lengua de uso general en todo el continents Ahora bien. conviene recordar una ve/, más que ésias que se han deserito sou las tendeneias generales que se pueden seňalar para todo el Nuevo Mundo, pero que, por su propio carácter general, se deben matizar de acuerdo con las diferentes realida-des de America: evidenteuiente, no es comparable la situation chilena -en la que el proteso encaja con el aquí deserito- ton la que se destubre en Uruguay- donde el espaňol es el idioma dominante prátticameiuc desde l"s initios de la colonization; o, en sentido contrario, eon el caso alucismo en el espaňol Americano La polémica sobre el andalutismo es probablemente la dišputa más importante que se ha produeido en torno al espaňol del Nuevo Mundo, no solo por la importancia del asunto que se ana-liza, sino también por la valía científica de los diferentes estudio-sos que intervienen en ella. Se debe indiear, en primer lugar, que por andahicisiiio se endende, segiin la definition de Feniándc/.-Scvilla (1987: 231), "la aceptatión de la exisiencia de algunos rasgos y fenómenos representatives compartidos entre America y Andalucía por filiation hisiórita de aquéllos respecto a ésta"; es deeir, en la polémi-ca sobre ešte término se distute si las cointidentias que se descu-bren -especialmente en el nivel lónito- entre el espaňol anicri-cano y el de ciertas áreas peninsulares (en concreto, Andalucía) son un arguineruo suficiente para estableter entre ellas una relation de dependencia o, por el contrario, se debe pensar en una evolution paralela, pero independiente. a ambos lados del Atlántieo. F,stas semejanzas entre las variedades lingiiísticas de ambas orillas habían sido ya apuntadas en el siglo xvii: en 1688 Lucas Fernande/, de Piedraliita seňala que los habiantes de Cartagena de ludias pronuncian el espaňol "ton aquéllos resabios que siem-pre participan de la gente de las costas de Andalucía", a lo que se Sumári testimonios similares en el siglo xvni y la primera mitad del siglo xix (Rosenblat, 1984: 171-2); es evidente, por tanto, que desde muy temprano existe cierta contientia sobre los parecidos que el espaňol de America guarda con las variedades linguisiicas habladas en el sur peninsular. 30 BRKVE HISTÓRIA UM. ESPANOl. DE AMERICA 2.1.1. Im polémica: M. L. Wagner y R Henríquez Ureňa Ahora bien, la polémica como tal estalla a prineipios del siglo XX, y tiene dos figuras principales: M. L. Wagner como defensor del andalucismo, y P. Henrique/- Ureňa como detractor de tal position. A estos estudiosos se suman posteriormente otros muchos que detienden alguna de las dos posturas: Amado Alonso, en el caso del antiandalucismo {esto es, lo que se ha 11a-mado la teória poligenétka); Menéndez Pidal. Navarro Tomas, Lapesa o Frago, y;i en época actual, a favor de la influencia anda-luza en la conformación del espaňol americano. El origen de ešte debate se e neue n tra en un estudio de Wagner publieado en 1920, donde seňala el influjo del espaňol meridional -es decir, el que presenta determinados rasgos pro-pios lambién de Aitdiilueía- en las Tierras Bajas americanas (las Antillas. Ui costíi de Mexico, la zona costera colonibiana y venezo-lana. Chile o el Rio de la Plata), idea que recibe una réplica por parte de Henríquez Ureňa en sus Observaciones sobre el espaňol de America (1921). En esie irabajo el autor ataca la generalizáciou que, a su entender, atribuycn los andalucistas al condnente americano, al que achaean una uniformidad en el piano de la lengua de la que, en realidad, America carece; de esie modo. I lem íqur/ Uren a seňala que solo podría seňalarse cietto andalucismo en Unas zonas coneretas, y, aún en esias, la daiaciôn de los fenóme-tios de supuesta influencia andalu/a a ambos lados del AÜänüco (coincidente, o incluso anterior en el Nuevo Mundo) favorece la idea de que las similitudes son el resultado de un desarrollo paralelo, y no lanto de una influencia de las variedades habladas en el sue de Espana. F.stas ideas del autor dominicano se recogen y amplían en un articulo posterior, El supuesto andalucismo de America (1925), alque Wagner responde en 1927 con "El supuesto andalucismo de America" y ta teória climalológica, estudios que constituyen el pun to central de la polemic;!, y en los que ambos estudiosos vuelvcn a desgra-nar sus argumentos en contra y a favor de la influencia andaluza en America. Aporta Henríquez Ureňa, adcinás. su segundo argu-mento contra ese supuesto andalucismo del espaňol americano: según sus cálculos, en la coloiii/ación de America no exisie una mayoria de emigrantes andaluces, sino de casiellanos, luego no existe predominio del andaluz en la formáciou linguístíca his-panoamcricana. -;Cuál es el origen de la radical oposición de Henríquez SARROLLO H1STÓRICO OKI. ESPANOl DE AMERICA 31 Ureňa al andalucismo? Guiiatte (1991: 11-61) seňala que existen razones profundas y de tipo afectivo: Henríquez Ureňa defiende desde la lengua su idea del ser americano, eslo es. la originalidad y valor de Hispanoamct ica como realidad propia y different«, lo que le obliga a desestimar. evidente m enté. cualquier tipo de dependence de Espaňa; por otro lado, la vision que en ese momemo se lietie de lo andaluz, su escasa valoración. es también un factor que hace que Henríquez Ureňa rechace estc origen para el espaňol americano. 2.1.2. La polémica hoy Con el avance de las investigaciones, tanto los trabajos de Boyd-Bowman (1964. 1968, 1968b, 1976) sobre el origen de los pobladores de America -que demuestran claramente la preemi-nencia de las gentes de Andalucía-, como los de Frago (1993) sobre la história del andalu/. parecen dar la razón a las tesis andalucistas, y muestran bien a las claras la influencia de las hablas de esta zona en la conformación del espaňol americano. Asi pues, si bien es absolutamente incorrecto considerar éste como una variante de las hablas andaluzas -ya que. como indica Sanchez Méndez (2003: 93), "lo andaluz es sólo un factor, uno más. de los diversos clememos que entran en su formación, en la cual han intervenido igualmente, en proportion variable, rasgos proce-dentes de regiones no meridionales de Espaňa"-, lo cierto es que nadie duda hoy de los lazos de dependencia existentes entre Andalucía y el espaňol de America; la vieja polémica parece estar ya totalmente superada. Volviendo los ojos a la controversia de principios del siglo XX, se debe indicar que no responde en exelusiva a motivaciones purameme filológicas. sino que. como seňala Fernández-Sevilla (1987: 239), "es producto de una época: surge como resultado de una crisis en que grupos de intelectuales buscan la deťmición y la afirmación de la personalidad americana"; con todo, es necesario seňalar que la polémica no es en ningún caso estéril. sino que tiene consecuencias muy (»ositivas para la investigación, como por ejemplo el cuidado con que. a partir de este momento, se habla-rá de la influencia andaluza sobre America, o el acicate que supo-ne para la búsqueda de datos y la ejecución de trabajos que per-mitan conocer de manera más completa la história del espaňol amei icano. 32 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOI DEAMÉRII \ 2.2. ľ i seseo \ si dim sió\ i s America Tai vez sea el seseo (la fusion de la interdental fricativa sorda v de la alveol;» Iricativa sorda en (in único fonema, pronunciado como alveolar fricativo: zapaio como |sapáto|) tino de los Icnó-menos más sobresalientes en la caracterización del espaňol de America, y probablemente el único que afecta .1 todas sus varie-dades v dene, poi- laiuo, alcance continental; en efceto, pese a que se piieden locali/ar eicrlos enclaves areaates en dilerentes regiones hispanoamericanas, lo cierto es que el seseo constituye la pronunciation más gcnerali/ada v -lo que es aún más impor-(aule- la que se acepta como propia de la norma cslándar en todas las regiones del continence. 'J.2.1. Orígčnes v expansion del seseo americano Para entender el origen y el desai rollo del seseo americano se debe considerar, en primer lugar. la existencia de csta pronun- ciación en algunos grupos de emigrados peninsulares a America como vascos o Portugueses, pero muy especialmente en andalu-ces \ canarios: asi, Frago (1989; 2H<>) seňalaquc "va antes del siglo xvi, mi seseo idéntíco o mm similar al actual se hallaba amplia-mente difundido en Andalucía, j no sólo cnuc usiiarios de una norma de hablar esirictamente vulgar". Por lo que se refierc al nacimiemo de ešte tenómeno en la región, panic deberse a determinadas cireunstancias históricas de la /ona. tales como su carácter Fronterizo o la presencia de gentes de inuv diverso origen en el territorio andaluz (v sobre todo en Sevilla), lo que lávo-rece cierta símplifícación linguística; porotro lado. razones seme-jantes -además de la abundanic einigración andaluza- explican la iinposición niuv lemprana de esta peculiaridad en el espaňol hahlado en las Isla.s Canarias. Asi pues, de acuerdo con 1<> ininediaianienie deserito -asi como con los datos apuntados en I.3.—, parece indudable que .1 America pasan dos formas deprvtiunciarel espaňol, una con lá dis-tincióii interdental/alveolar fricaüva sorda (propia -au n que no solo- de la /ona norte de la peninsula, v que se puede denominar distinguidora) \ otra con la («»illusion entre ambos lonemas; cn este ultimo caso. además, se registran dos realizaciones fonéticas de tal contusion: la seseante (esto es. la que presenta siempre la pronunciación alveolar fricativa: xapato como [sapáto]), mucho ||ESARROUX>HISTÓRICO DEL ESPANOL DE AMERICA 33 mas abundante, y la ceceanle (inversa a la anterior, ofrece en todas las ocasiones el resultado interdental fricativo: mesa como IméSa]), más limitada v de carácter más vulgar. (.on todo, es importance seňalar que la situación en America no essemejanle a la que se puede descubrir en la Andalucia de la épora: si en esta region el seseo v el ccceo apareccn en /onus geo-giálicas difcrenies -asi como en clases sociales disuntas. en aquc-llas areas en que se produce la convivencia de los dos ťenóme-110S-. "en America, por el contrario, desde los primeros afios de su colonización linguística lo habitual tue la ine/cla de los bablan-les distinguidores Con los confundidores seseosos \ ceceosos" (Frago, H'92: 131), Por tan to, desde su misma llegada a tierras americaiias el espaňol presenta dos pronunciaciones, la dntingui-dom y la confundidora -esta, además, con sus dos posibles realiza-(iones-, que eomiven en el misnto espacio geográíico y en las mismas clases sociales, v cuyo empleo esiá determinado, en prin-Cipio, poľ e| origen regional social de los dilerentes liablaiUes, eStO es, por sus bábitos lingUÍStíCOS individuales: 110 existcii cn eStOS primeros niomentos prefereneias geografu as o sociales que sc puedan considerar propianiente ameiicanas. Ahora bien, como resultado de csia situáciou en cierto modo caótica -y en el marco de la koinehacián seňalada anteriormente en 1.4.-, la coexistenria gcográlica v el contai lo social van a determinal el paso continuado de usuarios de la norma disiin-guidora al grupo de los que emplean la otra, más "andaluzada" v que pronto adquiere el carácier de nioüa, esto es, el valor de propia del espaňol americano (Frago, I91M): 77-8); léngase en cuenta, a este respecto, que el momento en que se produce este proceso consiiiiivc mi lactor de g ran importancia para que esto sea asi. va que. scguii seňala Sáncbez Méndez (2003: 252), "el seseo lue ampliandosu base social valcaii/aiido prestigio como rasgo patrimonial de la lengua colonial (...) en un nioinenio en el que la especial ebullirión del sistenia de sibilantes daba una serie de resultados sin que bubiera un paradigma orientador o normativu que permitiera la valoración social o la estigmaazación de estos resultados". Ambos tenómenos -la imposition del sisiema conliindidor como earactei istií o del espaňol americano y el irasvuse de nablantes de un sistema al (Uro- se ponen tl<- uianiľiestc) en el hecho de que las confusíones de sibilantes se registren tanto en documentos eseritos por criollos e indígenas que aprenden espaňol, como en los de los espaňoles de zonas no seseantes, pero que 4 34 BREVE HISTÓRIA DEL ESPANOL DK AMERICA han permanecido muchos aňos en America (Fontanella de Weinberg, 1992:56). De esic modo, los ejemplos de eonfusiones en las grafias de sibilanics se recogen ya en Nueva Granada (los territorios que aciualmente corresponden a Colombia) a partír de la segunda generáciou de pobladorcs -esto es, en los texios de los primeros criollos-, y parece alean/ar las capas alias de la sociedad colonial a finales del siglo xvi (Cock Hineapié, 1969: 98-9); al mismo tiem-po, una situación semejanie, que anuncia el desarrollo v Iriunfo de la norma conťundidora. se registra lambién en /onas tan disunites de Colombia como Mexico. Puerto Rico, o las regiones argentinas de Buenos Aires y Tucumán, de manera que es posible afirmar que, para 1650, esta pronunciación de lipo seseante está ya totalmemc generalizada en la sociedad americana, tamo entre los criollos como entre los mestizos o los indígenas hispani/ados (Fonianella de Weinberg, en linea). Asimismo -y en coincidencia con lo seňalado para las zonas de colonización temprana-, se debe indicar que también en areas marginales del Niu'vo Mundo, pobladas con posterioridad a esta fecha (como la Banda Oriental -hoy Uruguay-, cuya coloniza-ción arranca del siglo XVHl), el iriunfo del seseo es total desde muy pronto (Elizaindn el alii, 1997: 27). lo que no es de exiraňar si sc tiene en cuenta la presencia de ťactores que lo favorecen, como la generalidad de esie rasgo en las zona» geográficas de donde provienen los pobladores -en ei caso de Uruguay, las Islas Canarias y Buenos Aires- y muy especialmente el carácter presli-gioso-o, en todo caso, no estigmati/ado- de esta pronunciación en las disiintas variedades habladas en el continente. 2.2.2. Las otras pronundaewnes Para todos los casos descritos ameriormente -y de acuerdo con los resultados actuales-, se puedc postular que la reali/ación ľonética confundidora que se inipone es el seseo; el ceceo, asi como la variedad disiinguidora, son asimilados por la pronuncia-(ión seseante más general y terminan por desaparecer, muy pro-bablemente m el inarco de una generáciou. Sin embargo, la situación es d is tin ta en aquellos territorios en los que la población ceceosa es mayoritaria y, por lo tamo, forma grupos extensos y compactos: en ef'ecto, en estas areas exisic la posibilidad de que per viva el ceceo. especialmente si la DESARROLLO HISTÓRICO DELESPANOI.DE AMKRICA 35 zona en cuestión se eiicuenrra aislada y lejos de los grandes cen- iľos culturales del continente donde el seseo es la norma (tales como las capitales de Ins vii reinatos, Ciudad de Mexico o Lima). Eil estos casos. el proceso de im posic i ôn de un sistema común es seine jante al descrito anteriormente, pero con la peculiaii-dad de que la pronunciación ceceanie mayoritaria en la región es la que triunfa, y de que el aislamiento -y, por tanto, el escaso contacto con la norma eulta seseante de los centros de presti-gio- favorece su mantenimiento hasta hoy; de esie modo, la suma de estos dos ťactores permite explicar los actuales focos de ceceo de America Central, o de punlos de Colombia, Venezuela y Argentina. Co» todo, hav que decir que el trhmfo de la norma confun-didora-sescante en todo el continent*' no es un proceso ins-tantaneo, sino que requiere un largo periodo de tienipo para imponerse sobre las otras, durante el cual la situación más extendida en America debe de ser la convivencia de ambos sistemas: asi, no faltan texios a lo largo del seiscienlos que man-tienen la distinción entre los fonemas /s/ y /G/ (Frago. 1992: 133), si bien talcs ejemplos se pueclen considerar restox aislados de una pronunciación minoritaria dentro tie lo que constituye la generalidad del cspanol de America. A este respecto, seiiala Guitarte (1991: 103) que posiblemcnte hasta mediadosdel siglo xix se va a utilizar el fonema fricativo interdental /6/ -es decir, la norma disiinguidora- en el habla solemne de los grupos sociales más alios de Hispanoamérica, si bien de forma bastan-te artificial y como imiiación de la prestigiosa pronunciación de Espaňa. Así pues, la desaparición de esios usos afectados a finales del siglo Xlx y la progresiva asimiláciou de los focos ceceantes atneri-canos a lo que constituye el seseo general han determinado que esta pronunciación sea el único rasgo fonetico común a todas las variedades del eoniineiue; debido a ello, no es de extraňar que el II Congreso de Academias de la I-engua Espaňola -celebrado en Madrid, en 1956- admiiiera el seseo como pronunciación legíti-ma del espaňol, al mismo nivel que la distinción de los ťonemas alveolar/interdental fricativo sorclo (Guilarte, 1991: 104). lo que no hace sino refrendar la importancia que este fenómeno tiene en la longua espaňola, especialmente en lo que reliere a sus variedades aniericanas. 36 BREVE HLSTORIA DKL ESľAŇOi. in: AMKRKiA 2.3. El. VEÍSMO Y OTROS PROBLEMAS ( (»NEXOS El yeismo se define como la deslatcralización del fonema palatal lateral A/, lo que da como resultado su confluencia con el palatal central />/: de este modo, caballo (lkabá>.o|) es promiii-ciado como eabayo ([kabayo]), en un proceso que eonllcva la reducción ťlel rcpertorio fonológico del espaňol en una tinídaťl. Por lo cpie toca a su distribución geográfica, se debe indicar que se trata de un fenómeno existente a ambos lados del Atlántico, tanto en determinadas areas de Espaňa -donde la pro-nunciación yeísia es probablemente mayoritaria, y presenta en ocasiones una distribución de lipo sociolingüisiico- como en algimas variedades del espaňol amerieano; en este continente, el yeismo esta lejos tle ser general. ya que la distinción de ambos foneinas se mantiene en una gran región del centro de Sudamérica que comprende las tierras altas de Perú, Ecuador y Colombia (incluida Bogota), casi toda Bolivia, Paraguay y la región nordeste de Argentina, ast como en punios aislados de Chile (Vaqucro de Ramire/.. 1998: 39). 2.3.1- El yeismo en America: desarrollo história) Según indica Lapesa (1981: 383), las primeras manifestacio-nes de la confusion yeista se registran de forma aislada en el reino de Toledo desde fines del siglo Xiv, zona en la que tainbién es posible tlescubrir algunos casos en el siglo XV, si bien muv espo-rádicauiente. En coniraste con este carácter ocasional. los ejem-plos del fenómeno son abundantes en esia época y en la centuria siguiente en Andalucia, donde, de acuerdo con Frago (1993: 507), el yeismo recibe un fuerte impulso expansivo que lo Neva a convertir.se en uno de los rasgos ťonético-fonológicos caracteriza-doies de las variedades habladas en la región. La confusion yeista registrada en la peninsula a lo largo del siglo xvi pasa también a America en esta centuria, y asi se recogeti ejemplos en Mexico desde 1517, en Cuzco en 1549. o cti zonas como Venezuela y Santo Domingo en esta misma época (Boyd-Bowman, 1975: 8). Sin embargo, Fontanella de Weinberg (1992: 58) indica que no se e neuen Iran lestinionios del fenómeno durante los siglos XVI y xvn en areas actualmente yeistas como la región bonaerense o Puerto Rico, lo que parece poner de mani-liesto un avance muy lento de este rasgo. cuya generalization se DESARROLLO HISTÓRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 37 produce únicamente con el transcurso de los siglos. y ni siquiera de forma general en todo el continente, en claro comrastc. por cjemplo. con el caso ya descrito del seseo. En cuanto a la distribución sociolingüistica del yeismo, hay que senalar. como bien apunta Guitarte (1991: 130), que los primeros casos aparecen en contextos de notable popnlarismo o vul-garidad. factores que parecen definir la caracierización social de este fenómeno en un primer momenlo; con todo, es precis»> teuer en cuenta que tal vez su valoración no sea igual en todas las regiones: por ejeniplo, Lope Blanch (2000: 186) calitka el yeismo de "cambio respaldado por la norma culta metropolitami" al des-cribir su expansion por el Mexico del siglo xvu lo que parece determinar su carácter prestigioso en esta zona. Sin embargo, más alia de esas posibles diferencias en su «status -que aún se deben analizar-, lo cierto es que la presencia del yeismo en los primeros tiempos parece ser más marcada en los grupos populäres; posteriormente, por medio de lo que Labov denomina un "cambio desde abajo" {changefrom below), esta pro-nunciación se extiende a otras capas sociales más elcvadas: asi, hacia 1680 parece ser una caracierística de los limeňos con inde-pendencia de su clase social, según indican unas sátirus o , incle-pendieniemcnte de que su realization fonética sea, por ejemplo, rehilada o no rehilada-, de manera que únicameme se pueden aicsiiguar por medio de datos extralinguísúcos, lales como lascrí-licas de purisias o los comenlarios de viajeros, difíciles dť encon-trar -o incluso inexistentes— en algunas zonas de America. Kutre estas realizaciones desiaca, en primer lugar, la mediopalatal africada [ýl propia de Paraguay y regiones limítrofes de Argentina, donde se opone a la palatal lateral /X/; por oiro lado, denmt ya de las zonas yeístas, parece ser habitual en el area cen-troaniericana la pérdida de /y/, en especial cuando el lonema se eticuentra en contactO con la vocal /i/ (esto es, casos de airhío [kučío], por cuchilio [kučíXo]), situáciou que puede dar lugar a ultracorreccioncs del tipo Mariya por Marta (Garrido Domínguez, 1992: 167), localizadas ya en el siglo xvm: en concreto, en la zona de Ľl Salvador se recogen casos de Arrillaga por Arriaga, lo que en principio podría demostrar la vigencia de tal fenómeno en esta centuria, si bien es necesario llevar a cabo más estudios que lo c oiilirmen. Por otro lado, es característica de ciertas variedades del espa-ňol americano la existencia de un rehŕlamimíu en el dominio cle las palatales, esto es, una reali/ac ión prepalatal Iricativa, sonora o sorda, de algtmo de estos ťoncmas: tanto la sierra de Ecuador como la provincia argen tina de Santiago del Estero constíluyen enclaves disiinguidorcs en los que se produce la cUstinción entre /y/ y A/, si bien el segundo íonema ha adquirido en estas zonas la ya mencionada pronunciación rehilada; en ambos casos. de a. uerdo con Granda (1994: 131-2), la transformáciou fonética de la primitiva palatal lateral se debe a la inílucnda del quechua. DBSAKROLLOHISTOWCOih;.! kspaňoi m \mkrk-\ 39 annque por el momento no hay estudios sobre cuándo comien/.a ial fenómeno. Otro caso de rehilamiento se produce en el area del Rio de la Plata si bien la situación no es del lodo semejante a la descrita más ariiba. en la que la distinción enire los dos fonem as palata-les se iiiantiene: en este caso, las dos unidades se han fundido en primer lugar en una, lo que da lugar a un sistema do tipo yeista cuyo imico fonema ha adquirido posteriormente la pronunciación rehilada. Como se ha indicado antes, el yeísmo se registra en el area bonaerense ya bacia finales del siglo win, y c-s en esta inisma época cuando se descubre la primera evidencia de la pronunciación rehilada: en un sainete gauchesco aparecen varios términos en los que la graľía reproducen la portugucsa. de realizáciou prepalatal ŕricativa sonora. lo que- parece demostrar la coin-cidencia de ambas pronunciaciones y pone de man i fi esto, por tanto, la existencia de rehilamiento en esie momento; poco des-pués, a este testimonio se suinan otros de muy diverse tipo -como determjnados comenlarios de puristas y exiranjeros- que van a evidential" de forma inequivoca el uso del yeísmo rehilado en el Buenos Aires de las primeras décadas del siglo xix (Fontanella de Weinberg, 1987:55-6,99). Por ultimo, es inieresante scualar tambien que este yeísmo rehilado, de carácter sonoro [ž] en sus primeros tiempos. sutre un proceso de ensordecimiento a paitir de 1930 y pasa a artícu-larse como prepalatal Iricativo sordo [5], en un cambio que afec-ta tambien a Uruguay y cine se e neuen tra todavía en expansion, con la consiguiente convivencia de ambas soluciones en las comu-nidades que lo presentan (Fontanella de Weinberg, 1987: 146-50). 2.4. DUSARROLU) HISTÓRICO DE OTROS RASGOS loxincos Aparte de rasgos tan signiticativos como el seseoy el yeísmo, el espaňol de America presenta otras j>ec uliarid ad es fonéticas de notable importancia para la caracieri/acióii dialectal de estas variedades. si bien es necesario seňalar que. en general, presentan una distribution geografiea bastante más restringida que los fenónienos antcrioi mente citados. Por otro lado, eabe indicar- que muchas de estas caracterisd-cas -tales como la asptración de la /-s/ implosiva, la neturaliza- 40 BREVE HISTÓRIA DEL ESPANOL DE AMERICA ción de /-r/ y /-I/, o la pérdida de la /-d-/ intervocálica, entre onas- aparecen ya en el siglo XV en íuentes documentales anda-luzas, por lo que es posible seňalar esia región -evidentemente, con la ayuda de pobladores originarios de otras donde también se registran, como Canarías- como difusora de estos fenómenos en America (Frago, 1990: 91-2), en la línea de los postulados que expone la teória andalucisia (véase 2.1.). 2.1.1. Algunos fenómenos vocálhm Como es cle sohra conocido. durante toda la ICdad Media es posible deseubrir confusiones en el timbre de las vocales átonas -en especial, entre /e/-/i/ y /0/-/11/-. que se mantienen hasta los sights XVI y XV] 1 en la peninsula v que aparecen también en el espaňol americano de estos sights. Ahora bien. si en el habla culta de Espaňa tales fluctuaciones parecen disuiinuir y terminan por desaparecer en el siglo xvii (Lapesa, 1981: 368), en el caso de America persisien con gran vitalídad hasta finales del siglo xviii en el habla de las capas altas cle la sociedad, e incluso hasta momentos posteriores en grupos sociales nienos cultivados: por ejemplo, en el caso del Uruguay de la primera mitad del siglo XIX se deseubre una clara distribúciou sociolingíiística de ešte ťenómeno, que aparcee abundantemente en los estratos bajos (con ejemplos como deveräon, poleda, llovio-so, o conbinienles) y inuesira, sin embargo, una preseneia casi nula en sociolectos más altos (Ramirez Iaiengo, 2004b: 316). Asi pues, a la lu/ de lo anterior no sorprende la aparición de sľpollurm-n Buenos Aires en 1711 (Fonianella de Weinberg. 1992: 62). it la de casos seniejantes en diferentes regiones hispanoame-ricanas a lo largo de lodo el siglo xviil: invio (Guatemala, 1716), desertaáón (Venezuela, 1723), hnphico {Santo Domingo, 1763), tor-cidura (Lima. 1792), etc. (Boyd-Bowman. 1982); es probable que tales casos se mantengan también en estas mismas variedades gco-gráticas -al menos, en el habla de determiuados estratos sociales-durante la centuria siguiente. Por otro lado, se registra también en numerosos d i alec tos del espaňol americano actual la supresión de los hiatos por medio del cambio de timbre de una de las vocales, que transforms el primitiv* > hialo en diptongo: de este modo, casos de ttatro [tjátro] por tralm I teátro], o pelió [peljó] por peleó [peleó| muestran una notable expansion geográfica v social, va que son freeuentes en eSSARROIXG msrÓRICO DKL ESPAŇOL DE AMERICA H zonas lan distantes como Argentina. Mexico o Colombia, y aparecen, además, no solo en el habla popular, sino también en la de los grupos cultos de algunos de estos paíscs. En cuanto al origen de ešte ťenómeno, se debe indicar que aparece desde antiguo en la documentation peninsular, repai ti-clo por amplias /onas geográfícas pero con una clara preferencia por las variedades del norte: desde uiuy pronto se documenta también en la mayor parte de las regiones de America, si bien es posible detectar ciertas diľerencias en cuanto a su desarrollo cro-nológico: asi, mientras que en areas como Mexico, Ecuador o Venezuela comien/.a a disminuir a finales del siglo xvn. en /onas argeniinas como Tucumán o Buenos Aires se mantiene en el habla culta hasta finales del siglo xvm, para quedar reducido a fenómeno propio de las clases populäres en la centuria siguiente (Sánchez Méndex, 2003: 237). 2.4.2. Aspiration y pérdida de /-s/ implosiva La realizáciou de la /-s/ implosiva constituye nno de los fenómenos más interesantes del espaňol, que divide las variedades de la lengua en dos grupos claramente diferenci ados: aquéllas que mantienen la pronunciation asibilada y aquéllas que la modifi-can; en este segundo caso, las posibiliďades de realisation son numerosas, dependiendo. enire otros factores, de su distribution en la palabra: se aspira u omite en position final (lkása'q, (kasa], por rasas (kásas]), se ashnila a la consonante siguiente en interior de palabra ([é'to] por estú [ésto]), o tratisforma la consonante que la sucede ([defarío] por desvarío [desbario]), entre olros fenómenos (Penny, 2004: 231). Aunque cxislen indicios de que la aspiration de la /-s/ enns-tiluia en la Edad Media un rasgo ampliameiitc difundido por toda la peninsula, una vez más hay que iucidir en la situation de Andalutia, donde "en los comienzos del cuatrocientos la pérdida y aspiración de /-s/ debían hallarse bastanie avan/adas tanto en las ciudades como en el cam po, y en los initios del siglo siguien-K-' tenían un arraigo social sin duda extraordinary" (Frago, 1993: 484). De este modo, y leniendo en cuenia lo va senalatlo sobre la emigración a Intlias de los primeros tiempos (véase 1.2.), no es de extranar que a lo largo del siglo xvi se puedan encomrar estos mismos tratamientos de la /-s/ implosiva en diferentes puntos de la geografia americana, tales como Guatemala. Panama, Bogota, 12 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA Quito, Lima. Potosí, Chile o el Rio de la Plata (Fontanella de Weinberg, L992: 59). asi como en Puerto Rico o la /«ma argentine de Sau la Fe durante los siglos \\i v wn (Älvarez Nazario, 1982: 84; Donni de Mirande, 2004: 57-«.)). No hay por el momenta estudios que tracen la evolución de cste fenómeno, debido en pane- a la dificultad que supom- su estudio, que al basarse únicameme en les lapsus mlami imposibi-lita dai datos demasiado precisos sobu- su consolidación y distri-bución poi el continente. Con todo, algunos análisis parciales parecen favorecer ta idea de que "a partír del siglo xvw, mientras en algunas areas sc intensifíca el fenómeno n aumentan los testimonies como en la región bonaerense. Puerto Rico. Venezuela, etc., en otras, como la Audiencia de Quito (excepto la costa) o Tucumán, el proccso cnira en rápido ictroceso" (Sám luv Méndez, 2(K):'.: '255); en cuanto a su distribution sociolinguística, sc debe indicar que, en el caso del Uruguay de la primera parte del siglo \i\. constítuye mi Fenómeno general, presente tan to en las capas sociales alias (eon ejemplos como mas de tie mil defacka-tez, n mima h lemores) como en los grupos populäres (ßteron acu-chiUado, o desto malditos). Por otro lado, con tamos también con los resultados actuales, que perm i ten suponer que esie uso se extendio v consolidó en las zonas ba jas (esto es. en las Anlillas. las costas caribeňa.* mexica-nas, Centroamérica, la rosia de Colombia \ Ecuador, Venezuela, Chile, Paraguay, el Rio de la Piata v algunas panes del interior de Argentina), mientras que no alcanzô -o, al menos, m. se consolidó en- las denominadas tierras altas (el Al tiplán o Central de Mexico, las regiones andinasde Colombia, Ecuadory Perú, y easi loda Bolivia), dotide la -s implosiva no solo sc man tiene SÍn muestras de ašpiráciou, sino que incluso llega a pronunciarse -por ejemplo, en Mexico- con una tension mayor de lo habitual. 2.4.3. Neutralization de /->/y /-// implúsivas Esta neutralizáciou no coiisiiniye un fenómeno prívativo de America, sino que sc deseubre también en diferentes variedades meridionales del espaňol europeo -entendido éste <«mw la suma de dialectos hablados en la Peninsula Ibérica v las Canarias-, tales como el andaluz o el canario; por otro lado, son varias las reali-zaciones posibles de esios fonemas en posicíón implosiva: ašpiráciou y/o asimiladón a la consonance siguienle ([páhte] o [pá'te] DESARROLLO HISTÓRICO DEI ESPAŇOL DE AMERICA 13 por parle), ten» fonético ([komé] por comer), igualación de atnh/,s ionemascn/-r/oen /-!/ ([amól] por amor, o Ikárdo] por ealdo), o vocalización del e leme n to i m pi osi vo ([táiÔe] por larde) (Vaquero de Ramirez, 1998: 50). \)v todas estas soluciones, sin duda la igualación -■ ya descritos, el espaňol de America presenta otros fenómenos fonéticos de notable interes, pero cuyo origen y desa-rrollo sc ha«en ditic iles de estudíar porque mi plasmación gráfi- ca en la docunientación es muy escasa o incluso nula: lal y como se indicô en 2.3.2. para el caso del yeísmo tchilado, se trata de cambios en la realizáciou t. »néiica de determinados ioucmas que no uascienden a la escritura -que maniiene el mismo graťema de forma invariable, independientemente de su pronunciación regional-, por lo que la única numera de lo, es destatable la asibilatión de la vibrantě /r/, tanto multiple como simple -en este caso, especialmente en el grupo [tí1]-, que se prodli,,- ). Esta pronunciación asibilada |í| aparece de forma ireeuente en amplias zonas americanas, talcs como Chile, Paraguay, el norte de Argentina, las zonas andinas de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia v Venezuela, parte de Centroamérica v las tierras alias mexicatias (Vaquero de Ramirez. 1998: 4(i-8). asi como en diferentes areas peninsulares (Aragon, l.a Rioja. Pais Vasco, Navaria); pare, e posi-ble, por tamo, postu 1 ar el origen nortepeninsular de este fenómeno, si bien no se posecn datos por el momento sobre su expansion y triunfo en America. Algo semejante ocurre con la velarización de la /-n/ implosi- 46 Ulil Vi HISTÓRIA IUI. ESPAŇOL DE AMERICA va. que adquiere la realization velar [tj] en las Antillas, Panama \ his zonas cosu-ras tie Venezuela. Colombia, Ecuador y Peru (Vaquero de Ramirez, 1998: 52-4); una vez más. se trata de un fenómeno no desconocido en el espaňol europeo del que nun pmbablcinrnie deriva el iiso amel ii aim. pero se ignora por ahora la Fecha en que se generalize en las zonas de este conti-nente donde hoy se cmplea. Capítulo 3 ĎESARROLLO HISTÓRICO DEL ESPANOL DE AMERICA, II: MORFOSINTAXIS Comtituye la morfosintaxis historka del espaňol americano un campo de esiudio todavia poco explorado, debido a una serie de circunstancias de distinia indole: por un lado, esta situáciou no se (mede desligai de la esease/ de trabajos que cxistc sobre la moi Fosintaxis histórica del espaňol en general; por otro, convie-ne recordar que, incluso en la sincronia. este nivel linguistico ha sido un area marginal en la dialectologia luspanoamericana, por lo que el desconocimiento de las características morfosintácticas del espaňol americano actual dificulta en gran medida el esiudio de su evolución histórica, así como la correcta interpretation de muchos leiióinenos que aparecen en los corpora regionales. De este modo, la suma de ambas circunstancias ha detci nňnado que esla parcela d** la história del espaňol de America sea probable- mente l.i más desconocida de todas las que la componen. A pesar de lo anterior, se i ueiita ya con algunos análisis que arrojan luz sobre el desarrollo histórico de determinados aspectos de este nivel linguistico, tales como las formulas de iralaiiiiento -lundanienialnienie en lo que se reľu-re al vo.wt-, » cierlas cuestio-nes del \isiema verbal, todo lo cual pennite esbo/ar una proviso] ia história de la morfosintaxis del espaňol de America; es necesario, COn todo, insisiir en su provisionalidad, a la cspcia de que posteriores trabajos couiplelen lo va eonot idocon nuevosdalos, lantode las anas paicialuiente estudiadas como-muy es|xrcial mente- de aque-llas que esián aim por anal i/a r. 3.1. Las k>rmu-\s in iratamiknto: ii. vosko. Distriki<:k>n E HISTÓRIA Deittro de la morfosintaxis, es sin duda el voseo-e&to es, el uso del antiguo pronombre vos y de sus formas verbales espeeificas en 48 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOI. Di; AMERICA la lengua familiar en susiitución de tú- uno de los rasgos más pcculiares del espannl americano, y probableincnte el único que diferencia en estc nivel lingiiistico las variedades de ambas orillas: desconocido en el espaňol europeo, su empleo es abundanie en America, donde se udliza en sus dos terceras paries; asi. es general en Argentina. Uruguay, Paraguay. Bolivia, Ecuador, Ce i u roam érica, y los estados mexicanos de Chiapas v Tabasco, y lampoco se desconoce en Chile, una parle de Perú, el interior de Colombia, algunas zonas de Venezuela v cierios puntos aislados de Cuba (Kany, 19(19:80-1). 3.1.1. Oiigen y evolution del voseo americano Para en lender el origen y la expansion del voseo por Hispanoamcrica es imprescindiblc conocer primero la siiuación en que so encuentran los pronombres de segunda persona singular en la época del Descubriuiiento: de acuerdo con Fonlanella de Weinberg (1992b: 9-10), se observa en esie momento el uso generalizado de ires fonnas pronominales, vos, tú y Vueslra Merced (V.M.), que denen asignados sus valores de forma -leóricamenie-clara. de modo que tú se emplea para aquel que se ubiea social-men te por debajo del hablanie, VM. aparece como formula de respeio y cortesía para alguíen superior jerárquicainente al hablanie, y vos es utilizado como forma de expresar la reláciou de igual a igual o una gran familiaridad. Ahora bien, esie sisieina no es del lodo esiable, y comienza a modificarse cuando la presencia y mayor uso de VM hace que el pronombre rw.vcambie de signifieado y adquiera un valor de gran familiaridad -e incluso de descortesía- que difiere del que en principio tenia asignado, y que lo lleva a aliernar de forma muv frecuente con tú: a esie uso se debe sumár, por oiro lado, el de vos con su sentido eiimológico de respeio -no bay que olvidar que vosera en sus orígenes la formula de respeio, y que mantiene este valor a lo largo de la Kclad Media-, lo que da como resuliado una siiuación confusa, caracterizada por el empleo de una misma forma, vos, para circunsiancias de gran familiaridad y de exiremo respeio (Kontanella de Weinberg. 1992b: lfi). asi como por la presencia de dos formulas de tratamienio, vosy tú, de uso indisiinio y signifieado prác tí c am enté igual (labia 4): DESARROl .LO H1STÖRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 19 SIGNIFK-VDO PFRIODO A PKRK)ÍK> B ------ RťSTWlO Viitstia Menní - Vos Yiľslm Mated - Vos Solidaľitlad Vos Tú Vos - Tú Tabla 4: Tiattsforni/ieione* en las formulas íle ímliuniiniu (sigfo S\'i) Tal situation resulia, por tanto, claramenie insatisfactoria. de manera que se va a producir una reesiructuración del sistema de formulas de traiamiento que (ermine con esias ambigüedades v dé lugar a oiro mucho más efeciivo: a esie respecio. la tabla anterior demuestrn que la solución es muy sencilla, ya que, como sefiala Fonlanella de Weinberg (1992b: 18), "VM preseniaba un uso bien defmido (...). en eambio, los pronombres menos formales vos y Mr presentaban una amplia superposición"; asi, no es de exiraňar que VM. -y su derivado moderno usted- no suíra ningún eambio y se siga manieniendo como formula de respeio en todo cl mundo hispánico, mientras que, en el caso de la dicotomía vos/tú -el punto más problemático-, las distintas variedades ame-ricanas han optado por suprímir uno de los dos elementos (labia 5)2: SlOMFiCADO PERIODO B PERIODO C Zonas tuteantes Zonas voseantes Rcspcto Vueslra Merced — Vos V Metmi > Usted V Metmi > Usted Solidari dad Vos-Tú Tú Vos Taiua 5: ŕľi nlurióa /k las formúl s de. traiamienio (fl po rlirdel Periodo lij No está muy clara la razón por la que las disiintas variedades se decantan por el voseo o el tuteo, pero generahnente se acepla que aquellas areas que t-sián en conlacto más estrecho con la norma peninsular se comportan como ésia y abandonan el voseo, mientras que las mis apartadas, con escasa relación con la inetró- 2 La siiuación es. en realidad, algo más compleja, dado que hay variedades -como las ccndoamt'iicaniLs. por ejemplo- en las que- se mantiene un sisicma lua-dico. con aliernanria en la forma ulilizada segiin el grado de confiaiiŕa; por oiro lado, iambién es posible registrar en deierminadas zonas del continent«; -enire "ii.is. las areas cenirales de Colombia- el empleo dc tulrd como formula de con-Hanza, fenómeno que prccisa aim de esiudios que analiccn su origen v difusión, 50 BREVE HISTÓRIA DKL ESPAXOL DK AMERICA poli, no adoptan los cambios del cspaňol europeo y man denen, por tan to, el sistema antigiio voseante (Penny. 2004: 235-6); asi, no es de exlranaf que opten por el tuteo zonas de gran desarro-llo cultural como Mexico y el centro de Perú (sede de las dos capi tales virreinales, Ciudad íle Mexico y lima), o de estrecho contacto con Espaňa, como Panama, las eostas de Venezuela y del Cari be colombiano o la practica totalidad de las An Ullas. Con todo, hay que seňalar que este proceso de generalizáciou del voseo y del tuleo en las distintas regiones ocurre de manera muy lenta: Fontanella de Weinberg (1992: 88) apunta la idea de que la imposition del tuteo exclusivo es más reciente de lo que en general se creia, piobablementc del siglo xix, ya que en los hoy tuteantes Mexico y Perú todavťa aparccen combinacioncs de formas de am bos paradigmas a l<> largo de los siglos xvii y xviii. En cuanto a las zonas actualmente voseantes, las me/clas de paradigma* tampoco son exíraňas: presentcs va en cartas del siglo xvi, se hacen mas frecuentes en los siglos xvu y xvm en los que al pare-eer se consolidan, dado que hoy en dfa la practica totalidad de las regiones dotide el voseo se utiliza presenla un paradigma pronominal mix to, que conserva formal correspondientes a vos (vos como sujeto y término de preposition: xx>s tenés, para vos) y otras propias de tú -en concreto. /-• y tu posesivo- (Fontanella de Weinberg, 1992b: 20). Por otro lado, conviene recordar que el voseo present;» pecii-liaridades no solo en lo que se reliere a los pronombres, sino tam-bién eil las formas verbales que los acompaiian; sín embargo. mien tras que el sistema pronominal es idéntico en todas las areas voseantes {con la excepción de una pequeňa parte de Cuba). la morfológia verbal presenla divergencias de gran importanda: asi, en regiones como el oesie vene/olano se mantienen las formas de segunda persona plural con diptongo Uimdis. comets, xrivis. en tan to que en otras zonas aparecen las formas verbales monop-toTigadas amás, comés, vivts, más generates y propias del Rio de la Plata y Gentroamérica (Kain; 1909: 93-117i; a esto se sumári, ade-más, paradigmas mixtos como los de Chile o de la sierra ecuato-riana, que combinan formas de los dos inmediaiamenie indica-dos: tomáis, pero comts y vivts. Por ultimo, a todo lo anterior se han de sumár las posibles combinaciones pronominales y verbales existentes: de este modo, sc puede diferenciar im voseo pronominal y verbal (V-V: vos anlas), propio por ejemplo de Buenos Aires, de otros usos como el tuieo con voseo verbal (T-V: /'/ amns). tipico de Montevideo, o. PBSARROLLO HISTÓR1CO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 51 la jnversa, el voseo pronominal con tuteo verbal (VT: vos amas), habitual en la sierra de Ecuador y algunas zonas de Argentina (Carricaburo. 1997: 24-47); se hace evidente, por tanto, la rique-Jade subsistemas que engloba el voseo, todos los cuales -deriva-dos del primer paradigma que Ilega a America- ban de presenter evoluciones geográficas y sociales propias cuyo estudio está aún por reahzarse. $. 1.2. Desarrollos regionales: el Rio de la Plata y el Alio Perú. Guatemala Asi pues, pese a que en general los procesos diacrónicos que Heran desde el primer sistema comi'm a los distintOS paradigmas actuates están aún sin estudiar, algunos trabajos permiten ya des-cribir el dcsarrollo hislórico de determinadas variantes regionales: en este momento, se puede decir que se conoce con relative detaile la evolúciou del voseo bonaerense, asi como ciertos aspec-tos de la história de este fenómeno en otras zonas argentinas, la Banda Oriental, el Alto Perú -actualmente Bolivia- y Guatemala. Por lo que se rcfiere a Buenos Aires, Fontanella de Weinberg (1989: 26-7) registra las ya mencionadas mezclas de paradigmas de vos y tú, tanto en lo pronominal como en lo verbal, en i ex los eseritos por criollos de la /ona en la segunda mitad del siglo xvin: asevte elfabor de manäarmeb (1776); hertnano Manuel si te quereis aser cargo (1784). Ahora bien, desde finales de este siglo se deseubre una serie de cambios que van a terminar por esiablecer un sistema pronominal similar al existente actualmente en la zona, con la única excepción de la forma sujeto, en la que alternan tú y vos hasta mediados del siglo xix; en cuanto al sistema verbal, las mezclas dieeiochescas -con formas de tuteo y de voseo dipton-gado- dan pa&o a un sistema totalmente tuteante en la primera mitad del siglo Xix. lo que da como resultado el emplco de un sistema V-T (vos amas) en el Buenos Aires de esta época, seme-jante al usado hoy en otras zonas como el noroeste argentino (Fontanella de Weinberg, 1989: 64-5): por lo o? vos previenes no If he entregado la carta dirigida a el (1808); vos asi to tendras entendido (1814). Sin embargo, a partir de 1850 este uso empieza a ser des-plazado por otro, en el que el sistema verbal sustituye las formas tuteantes por las propias del voseo monoptongado, lo que crea un sistema V-V similar al actual: qucdaremos con vos si tenes gusto ■Ľ BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA (18(Í6). Por Canto, la evolution del vosco bonaerense a lo largo de los siglos xv i ji v xfx se puede resumir de la siguiente manera (tabla 6): S1STEMA Pronominal Verbal Sijílo MIK li» lu Cantáu - Canjas I »00 - 1850 Vos Cantos I85Q-... Vos Canlás Tabu 6: Evúludón >lel voseo b&naavfíse (sighs win y xfx) Asi pues. se puedc deeir que a paľtir de 1850 la variedad V-V, con voseo pronominal y verbal monoptongado, es Hi piopia de Buenos Aires, con un predorniiiio que no solo se maniiene hasla hoy, sino que ine.luso se va imponiendo lentamente sobre los o t ros sisteinas existentes en el pais debido al presiigio lingüistico de la capital argen dna (Fontanella do Weinberg, 1989: 55-5). En el caso de Uruguay, Ios esiudios desairollados liasta el momento demuestran una situation un tan to diferente a la de Buenos Aires, va que viis h ace su aparición en cl siglo xis y ofre-ce en su primera tnitad un einpleo todavia muy minoritario fren-te al tuteo, lo que parece denotaľ el carácter incipiente de estos usos en la región (Elizaincúi et aUi, 1997: 63); por otro lado, el voseo pronominal parete ser en esta época más abundame que el verbal, si bien se registrar] algunos ejemplos de éste, especial-menie en el imperativo: esaibime largo (1833); asi yndag/tr m in poU'cia (1839). Esta convivencia de los dos paradigma?» verbales se eneuentra. asi misnio, en el espaňol del Alto Pern a coniien/os del siglo xix: en este caso, la docimientación analizada ofreee i'or-mas verbales tuteantes y voseantes, y dentro de es tas, monopion-gadas {ronchiyás, teftts) y diptongadas (soix, aprobareis), asi COittO im sisiema pronominal va consolidado v coincidente con el actual (Ramirez Luengo, 2003b: 185). En cuanto a Guatemala, en el siglo xvni se docunientan con cierta abundancia las mezcla-s pronominales y verbales de los paradigmas tnieanie y voseante diptongado (quest no volbés en ti y vuestro Herni detestas, 1772), sin que se deseubra, además, una reláciou clara enire las formulas de tratamiento y los distintos gra-dos de cortesía o familiaridad; como resultado de tal situación, es posible que el espaňol guaiemalteco sufra en un momento posterior im procesí) de simplification que comience por ímponer el voseo monoptongado sobre la Variante dipiongada y siga con el pESARROL[.o HISTORKU DEL ESPANOL DE AMERICA 53 n junto de esie tratamiento sobre el tuteo, presente todavia en el siglo XVUJ (Ramirez Luengo, 2003: 272-3). Con todo, la escasez de análisis He vad os a cabo hasia el momento obliga a tomarcon cierta cautela esta idea, a la cspora de que nuevos esiudios confirmen hi evolution aquí propuesta. 3.2. Otras cuEsnONES pronominales Más alia del voseo, existen en el espaňol americano otros fenómenos pronominales que, sin ser exelusivos de éste -pues lambién aparecen en las variedades europeas-, resulian inte-resantes y caracte h/adores de las hablas del Nuevo Mundo. De los tres seiialados en esie punto, uno es general en Hispanoamé-rica -la pérdida de vosotros-, mientras que la sustitución de se lo por se los se extiende por numerosas areas del contineme; por ultimo, el otro aparece -al menos, en el momenio actual- en algunas regiones exclusivaincnic. en concreto Ecuador y Paraguay. 3.2.1. Pérdida delpronombre -vosotros» La pérdida de la oposición de cortfianza-respefo en la segunda persona del plural -debida a la desaparición del pronombre voso-trosy, por tamo, al uso de ustedescon ambosvalores-consiítuye un fenómeno común en todo el espaňol americano que es compar-lido, además, por el andaluz occidental y el canarío; la situación, sin embargo, no es semejante en todas estas variedades, ya que en America y Canarias el verbo aparece siempre en tercera persona (ustedes son), mientras que en Andalucía son frecuentes los paradigmas mixios. del tipo ustedes sots (Lapesa, 1981: 582). Esias me/clas paradigmáticas parecen haber pasado al Nuevo Minulo en las primeras épocas del espaňol americano: asi, los ejemplos de ustedŕs sois conviven en el siglo XVI con los de vosotros y min formas propias (Fontanella de Weinberg, 1992b: 16-7). pro-bablemente con una distribúciou de tipo diatópico y diastrático; el triunfo de ustedes son, sin embargo, dista mucho de afianzarse rápidamenie, ya que casos de vosotros sois se documenian en Venezuela y Ecuador en los primeros aňos del siglo xvil (Sánchez Méndoz, 1997: 186) o en la Guatemala del siglo xvm. donde ambos usos aparecen perfectamente delimitados, tan to en lo que 5 I BREW. HISTÓRIA DEL ESPAŇOI. 1)1 AMERICA se refiere a sus paradigmas como a la ťunción que se adjudica a cada uno de ellos (Ramirez Luengo, 2003: 272). Sin embargo, las confusiones em re los paradigmas de vosotws y xistedes se van i n cremen lan do ton el paso del tiempo: se locali-zan en este mismo siglo en Peru (Frago, 1999: 244), o en la Argentina de principios del siglo xix, donde las cartas familiäres muestraii ailcinás la i n existencia, ya en este momento, de la opo-sición ^/-formal con ustedes (Fontanella de Weinberg, 1992b: 16, nota II): Tubulins la uolisia de vueslrti llegada a limihes el 19 dl Ainu am lo q~. ele-nitiogran consneto de saimif. ya estan en esa (.«r/c (Buenos Aires, 1811) Rerilmn miiespresionesdeSUSermanas yermanosyetS. /"sbendiga(...) p'. if. viban como Christianas i Buenos Aires, 1811) Vosotros disrurren > dispone» mui bien f/f estan en la tiara de In jarana (Tucumán, Argentina, 1812) Algo semejanic parece octirrir en el Uruguay de la primcra mitad del siglo xix, donde, no obstante, es precise» apuntar algu-nas matizaciones sociolingüisticas: en efecto, mien tras que la siuiación coincide con Buenos Aires en el caso de los informan-tes del nivel culto -también se produce la alternancia de las for-mas de us/edesy vosotros. si biert con un claro predominio de las de ustedes-, en el nivel popular no es posible senalar un solo ejemplo. pronominal o verbal, de vosotros, lo que establecc una diferencia de cierto interes entre ambos grupos sociales v autoriza a pensar que tal vez el empleo de este ultimo pronombre por parte de los estratos cul tos no sea sino una convención del registro episiolar, sin reflejo va en la lengua del momento (Ramirez Luengo, 2004b: 324). A pai'tir de este momento, es probable que se produzca en todo el con tin en te una decantación clara bacia el uso de ustedes. que se generalize para la expresión de la segunda persona de plural tamo de respeto como de conlian/a y termina por imponerse a lo largo del siglo xix; de este modo, vosotros qucda relegado en esta época a registros de gran ibrmalidad en los que se pretende imitar la lengua peninsular -como por ejemplo los discursos ofi-ciales-, uso artificial que desaparece también para dar paso a la situáciou actual, en la que ustédes-Cou las lormas verbales de tercera persona del plural- constituye el único pronombre de segunda persona del plural en todas las variedadrs que compo-nen el espaňol de America. PESARROIXO HISTÓRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 55 3.2.2. Confusiones en los pronom/rres átonos de tercera persona: leísmo I'ese a que en general el espaňol de America man tiene la dis-tinción etimológica en lo que respecta a los pronombres átonos de tercera persona, lo cierto es que el teismo-e\ uso de k por lo en ťunción de complftiienio directo- se localiza en zonas como el interior de Ecuador, Paraguay v muy probablemctitc otras areas más resiringidas, como la Guayana vene/ohma (Katiy, 1969: 134-5). Estos cmpleos no etimológicos se pueden remontar bašta los primeros tiempos de la lengua -especialmente el empleo de le como acusativo masculine referido a persona-, y establecen en los pronombres átonos una distmción de lipo genérico, más pro-pia del espaňol que la casual: asi, se erea un sistema con le para referente masculino, la para femenino y lo para neutro. Esporádícos en la Edad Media, estos usos se hacen mucho más Irecuentes en el siglo XVI, y terminan por imponerse -con varian-tes diatópicas y diastráticas- en todo el norte y centro peninsular, ťrente a Andalucía, Canarias y Aragon, que manticiicn el sistema etimológico (Lapesa, 1981: 405-6). Ya en America, los casos de leísmo se encuentran a lo largo de los siglos xvi. x.\ ii v xviii no solo en las areas donde actualmente se registra el fenómeno como Ecuador (Sanchez Méndez, 1997: 164-6), sino también en otras, como el altiplano mexicano (Company, 1994: 16), Venezuela, Colombia o Centroamérica: Teniendo nidicia que el bisitadoi te qiieria prender (Quito, 1626) Ctmoäó que era e% aunque n<> U pudo ver (Pucbla, Mexico. 1630) Desdequeesieíestipp feconoce, len Vistoiralary contratar (Caracas, 1638) Su Preludu te reformo htegv, y le saco de la Úoctrina (Asuncion del Paraguay. 1703) Dela victoria insigru q (...) atcanzaron de los enemigos de la arrona, dejan-dotes en el todo derroiados (Comayagna, Honduras. 1711) Humilde Subdito de W". YW" -/'"■ desea Seruiríe (Guatemala, 1738) Asi pues. parece claro que el leísmo se extiende en época colonial por zonas americanas donde hoy se emplea el paradigma etimológico, lo que tal vez se deba relacionar en parte con el pres-tigio de estos usos en los siglos XVII y xviii, cjiie determina su apa-ríción incluso en regiones peninsulares que actualmente lo des-eonoecn, como Aragón o Andalucía; es evidente, por tanto, la necesidad de nuevos estudios que analicen no solo su grado de implamación en las areas de America ya mencionadas, sino tarn- 56 RRKVK I IISTORJA DEI. ESPANOL DE AMERICA bién sú proceso de desaparición en cpocas posteriores, asi como las causas que deiermiiian esie cambio pronominal. Por lo que se refiere al leisnio paraguayo, Granda (1988: 220-3) indica que sus origenes se dcbert buscar en principio en la pro-cedencia geográfica de los pi imeros colonos: dado el predominio de vascos y castellanos vicjos en la época fundacional. es evidente que un rasgo propio de su habla como el leismo puede muy bien formar parle de la primitiva koiné regional; posteriormenic, las peculiares caracterisdeas historical de Paraguay -tales como la ausencia de coloni/adores entre los siglos xv y win, su caräcter fronterizo, o su escaso desarrollo cultural- sir ven para reforzar de forma determinante la presencia de ešte rasgo en la zona, a lo que contribuye también el contacto linguíslico entre el espaňol y el guaraní. La extrapolación del caso paraguayo a otras areas del continence permite, por tanto, suponer la presencia del leísmo en un primer momento en diversas variedades regionales, de algunas de las cuale.s podrá desaparecer posteriormenic por la presión de los usuarios del sistema etimológico; desde lucgo, los testimonios registrados en otros pun tos de America en los siglos xvi, xvu y xviii avalan esta idea, si bien son necesarios aún nuevos estudios que achtren en que variedades triunfan -siquiera temporalmen-te- estos usos leíslas, cuál es su disiribución sociolinguística, hasta cuándo se mantienen y qué determina su sustitución por un sistema de lipo etimológico. 3.2.3. El cambio ■•.«? h" > <-se los-' Constítuye una característica de gran interes del espaňol de America la sustitución de se lo por se los, que se produce cuando se tiene un referente plural y h (o lu) indica. por el contrario, un singular: en ešte caso -y a Fín de marcar la pluralidad del dativo y romper la ambigücdad del segmenio se /<>, idéntico con comple-mcnto indirecto singular y plural-, el complemento directo se pluraliza v sc crca un aparenle acusativo plural, pero de referente singular; de ešte modo, la respuesta a i dis//- el libro a (us primos ? šerá .ví, ya se los di, en vez del normativo ya se lo di. Aunque es aún m ucho lo que qiieda por estudiar sobre la dis-tribución geográfica de este fenómeno, los datos recogidos hasta el momento parecen poner de manífiesto su presencia en la practica totalidad del espaňol atlántico, tanto en las variantes ameri- DESARKOI.I.() HISTORKO DII. t-M'AŇl )l I>1 AMERICA 57 can as como en his canarias. mientras que en el espaňol de Espaňa su empleo es muy restringido. prácticameiite inexistente. Ku cuanto a su datación en America. Company (1992: 350) seňala que "debía de estar ya en franca difusión en el espaňol ainericano, y no solo en el de Mexico, a mediados del sigloxix", lo que jusiifica con im ejemplo mexicano de 1816 y con el recha-zo que Andres Bello muestra a esie uso en su Gramálica; por tanto, considera que los origenes del cambio se han de ras t rear en los siglos xvii o xvm. ya que los estudios llevados a cabo hasta el momento sobre el siglo xvi no lo docuuicnian. En todo caso, su empleo se atestigua en diversas zonas de America a lo largo del siglo xix, si bien es posible que existan dife-rencias entre las distintas varieda BREVE HISTÓRIA DII DiPAXOL I)ť AMERICA bíén su proceso do desaparición en épocas posteriores, asi como las causas que determinan esie cambio pronominal. For lo que se reliere al leísmo paraguayo, Granda (1988: 220-3) indica que sus orígenes se deben buscar en principio en la pro-cedencía geográí iea de Ins prinieros colonos: dado el predomimo de vascos y castellanos viejos en la época fundacional, es evident« que im rasgo propio de su habla como el leísmo puede muv bien formar parte de la primitiva koiné regional; posteriormente, las peculiares características históricas de Paraguay -tales como la ausencia do coloni/adores entre los siglos xv v xvm, su carácter fronterizo, o su escaso desarrollo cultural- sirven para reťorzar de forma determinante la presencia de este rasgo en la zona, a lo que eontribuye también el coniaeto linguístico eutre el espaňol v el guaraní. La extrapolation del raso paraguayo a otras areas del conti-tiente permite, por tamo. suponer la presencia del leísmo en un primer momento en diversas variedades regionales, de algunas de las cuales podrá desaparecer posteriormenie por la presión de los usiiarios del sisteina etimológico; desde Iucgo, los testimonios registrados en oiros puntos de America en los siglos xvi. xvn v xvm avalan esta idea, si bien son necesarios aún nuevos estudios que aclaren en qué variedades triunfan -siquiera temporalmen-te-estos usos leístas, cuál es su distribution sociolingúística. hasia cuándo se mantieneu y qué determina su sustitución por un sis-tema de tipo etimológico. 3.2.3. Elcamino -selo- > «selos» Constituye una característica de gran interes del espaňol de America la sustitución de se h por se los, que se produce cuando se tiene tin referenie plural y to (o la) indica, por el contrario, un singular: en esie caso -y a fin de marcar la pluralidad del dativo y romper la ambigfiedad del segmento se h, idéntico con comple-mento indirecto singular y plural-, el complement« directo se pluraliza y se crea un aparente acusativo plural, pero de referente singular; de este modo. la respuesta a idiste el libro a tus ftrimos? sera si, ya se los di, en vez del norrnativo ya se lo dl Aunque es aún muclio lo que queda'por estudiar sobre la dis-tribución geográfica de este ťenómeno, los datos recogidos hasta el momento parecen poner de manifiesto su presencia en la practica totalidad del espaňol atlántieo, tanto en las variantes ameri- DESARRQLLO IIISIORtCO DKL ESPAŇOL 1>E AMERICA 57 eanas como en las canarias. mientras que en el espaňol de Ľspaňa su cmpleo es muy resuingido. prácticamente inexistente. En cuanto a su daiación en America. Company (1992: 350) seňala que "debia de estar ya en franca difusión en el espaňol americano, y no solo en el de Mexico, a mediados del sigloxix". lo que justifies con un cjcmplo mexicano de 1816 y con el recha-zo que Andres Bello muestra a esie viso en su Gramatica; por tanto, considera que los orígenes del cambio se ban de rastrear en los siglos xvn o xvm. ya que los estudios Uevados a cabo hasta el momento sobre el siglo xvi no lo docuinentan. En todo caso. su cmpleo se atestigua en diversas zonas de America a lo largo del siglo xix, si bien es posible que existan dife-rencias entre las distintas variedades: presente ya en Mexico en 1810, Cuervo indica que es poco frecuente en Bogota a finales del siglo XIX. mientras que en el Uruguay de la primera mitad de esta ccnturia se localiza en todos los estratos sociales. Podra Viiesim Reverenda (...) hater que tfeehtrn lo tftif omtiene el dichit Ulmi: que Irs ha pareriilo; quién se Im presló; y tle /limite hi huvo la Persona (Ciudad de Mexico, 1816) Tatemos la eslancia quem tle Posolo y de F.ustnquio q.' sefas e cotifnado (Uruguay. 1839) A pesar de lodo lo mdieado, son aún muchos los aspectos de este cambio morfosintáctico que quedan por investigar, no solo en lo que loca a su expansion geográfica y social por el conti-nente. sino también en relación con sus mismos origenes, ya que la presencia de estos usos en America y Canarias obliga a plaritcarse por ejemplo si sus inicios se han de buscar en Europa -con un posterior trasplante a America-, o se trata, por el contrario, de un ťenómeno poligenético, que se desarrolla de forma independiente en los distintos territorios donde hoy existe. 3.3. El. SISTF.MA VERBAL. Al.í.l NOS ASľKK >s Por lo que sc n-fiere al sistema verbal, hay que seňalar que no existe en Hispanoamérica ningún fenómeno especiTico que se desconozca en el espaňol europeo -al estilo del voseo~, por lo que las diferencias a este respecto se producen únicaincnie en el ámbito de las frecuencias de uso, o. desde el punto de vista hisió- 58 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA rico m la cronología de algunos de los cambios, por lo general mas le.itos que en el espaňol peninsular. 3.3.1. Sery estar: usos y volares Si bien en líneas generates los verbos ser y estar t oniiguran sus empleos modernos en el siglo xvi, lo cierio es que durante esia centum todavía es posible documentar su aliernancia en deter-minados contextos, lo que poae de- manifiesto el proceso de cam-bio que está sufriendo la lengua en esta parte de su sintaxis; lal situation -que en muchos casos no es sino la conservación de determinados usos antiguos- parece prolongarse durante más tiempo en el espaňol de America, en algunas de cuyas variedades se aiesuguan lales altemancias hasta bien entrado el siglo xvm o incluso el siglo xix. Asi, el empleo de ser en predieados locativos, habitual en Espaňa hasia el siglo xvn, se mantiene en determinadas zonas aitiericanas a lo largo de ešte siglo y no resulia tampoco desco-nocido en la centuria siguiente, si bien en deeadencia va frente al uso moderno (Sanchez Méndc/, 2003: 333): En la cibdad del Castillo itt> Garáomuňoz, que es en tas p'binrim del Nuevo Cartago (Costa Rica. 1562) No los ha visto ni saw donde fueron las pueblos (Popayán, Colombia 1674) Im lercera pob/aäon es en el volle de San Blas de Cuaeo (Pnmo Rico 1079) Älli em la puerta delpatmitfa (TihiihkÍii. Argentina, 170(5) Por otro lado. durante estos siglos la documentación ame-ricana oťrece también casos de estructuras copulativas con ser que hoy exigen el verbo estar. al estilo de ser present*?, ser libre o ser exisadif, en sentido contrario, expresiones que acttialmentc se construyen con ser aparecen en este momenio eon el verbo estar. E siendo presents le pregunto por lejigiut de los ynteipretes (AnguúKn Mexico, 1545) En los ires alios que o sido a mi cargo (Tucumán. Argentina, 1673) Deelaro qtiefui Casada de Primer Matrimortio (La Paz. 1758) Soy conttenta que se me entriege (San Jose dc Costa Rica. 176(1) ij>s veziiios desfa ribdad (...) eslanpobres (Riohacha, Colombia, 1576) DESARROM.O HISTORKO DKL ESPAŇOL DE AMERICA 59 At presenile permaneun las dhas miciones de piritu por estar verinos v ser- canas a la dhu riudad iCumana. Venezuela, 1087) Y ten mando a tas mandas/orsosas y acostumbradas (...) alms dos Reales por estarpobre (Vatic dc la Conception, Bolivia, 1709) Podece el defecto de estar alguiwS de SUS annates (...) mui penosos para los earruages (Santiago de Chile, 1795) Por ultimo, es lambién de destucar la pi esencia de Seren fra-ses verbales pasivas que expresan el resultado de una acción anterior: lal estruetura, que sera desplazada posleriormente por estar + participia, se mantiene en numerosas regiones durante los siglos XVI y xvii. e incluso llega al siglo win en areas de carácter arcai-/ante (Fontanella de Weinberg, 1992: 72): Vn yiutio que se immbra "Cam~(...) y no es bautizado {AngithKin, Mexico, 1545) Todo aqueth que (...) somas oblig/ulos a protestor (Potosi, Bolivia. 1025) Si estaban rmrieiites y que esiipendios les eran asigtmdm (Guatemala, 1755) Cumplulo y pagado esle d/io mi testanŕ" nana dim es (San Jose dc Costa Rica. 1768) Por tamo, a la luz de lo anterior se puede concluir que, en la história de los usos de ser y estar, las variedades americanas no difieren stistancialmente del espaňol tlel otro lado del Atlántico; es posible seňalar, todo lo más, distintos ritmos en el desarrollo de unos procesos que se earaeieri/an precisamente por stí casi total coincidencia en todo el mundo hispánico. :í.3.2. Estructuras eon el verbo "kalter" Por lo que toca a la aliernancia haber/tener, es bien sabido que en la Edad Media ambos verbos si r ven para expresar la posesión, y es durante el siglo XVI cuando haber va perdiendo poco a poco este valor y consolidando sus ťuneiones como au-xiliar (Lapesa. 1981: 400). Este proceso s<- documenta también en el espaňol americano, por lo que no es diťícil cneontrar casos de haber transitivo en el siglo XVI en zonas como Mexico o Puerto Rico (Fontanella de Weinberg, 1992: 08-9). a veces incluso en dobletes donde ambos verbos, tener y haf/er, aparecen coordinados: 60 BREVE HISTÓRIA DEI. ESPAŇOL DE AMÉRK !A Im provision nmlqutdtm allem fieetengo (Puerto Rico, 1521) I'ara & atvr pot firme oMigaron los bienes y rrentas desta dha riudad (Bogota, 1553) Las nimm de! amúe de lienaven/e. que D/os aya en glóriu (Texcoco, Mexico. 1578) Algtin rregalo Extranrdinario que algun enfermo ma menesler (Lima, 1587) Sin embargo, ya hacia mediados del siglo xvn el verbo halm con valor iransitivo aparece unicamente en irases hechas -del lipo halter menesler o haber lugar- y contextos muy rulinizados, coino la documentation notarial: asi, es posible cíeteclar ejem-plos de ešte tipo en Centroamérica en el siglo xvm o en el area bonaerense de esta cpoea, donde incluso se recogen a principios del siglo xix, aunque con ťrectiencia cada vez menor (Fontaneila de Weinberg, 1992: 69): (hu Volga (...) por I» que mas y mejor de derecho lugar aya (Potosi, Bolivia, 1625) Lo que en otra qualqu/er manera se me debit e Yo aya de haver (Guatemala, 1719) Comodesseanws, v la Christiandad há Aíenesler (l.rtm, Nicaragua. I7f>3) Una quinia que hubo por Herenáa (Buenos Aires. 1804) Por otro lado, lambién se encuentra el verbo hater en estruc-turasde carácter temporal (del estilo ha dos anas que...), en las que sera sustituido posteriormente por hacer. A este respecto, se debe decir que la presencia de haber en estas construct: ion es es prácti-camente total durante los siglos xvi y xvii en zonas como Puerto Rico. Venezuela, Ecuador o el Rio de la Plata, entre otras: Ha siete u ocho aňos que no hay Indios (Puerto Rico, 1534) Dias l,a q Isfmssea por esta d'/idad (La Plata, Bolivia, 1590) Dixo que abra mas de dine aňos que conoaa al sargento uuiior (Caracas, 1662) IIa Veynle v dm messes que no se ěmlňa de Lima el siluado de [os Dosrie/itos y doíe milíducados (Santiago de Chile, 1671) Ahora bien, a lo largo del siglo xvm se regisira la alternancia entre haiier/hacercon estr valor, tanto en el area centroamericana como en Buenos .Aires O Tucumán (Fontanella de Weinberg. en linea), situación que se manüene en estas zonas argendnas -v en otras, como Uruguay, Ecuador o Venezuela- durante toda esta ,.i mavor o menor vitalidaci dcpendiendo de la zona IV nutria y, con mayor o menor vitalidad dependtendo de la zona. DESARROLLO llISľÓRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 61 durante parte de la siguiente; de hecho, aunque el habla culta hava generalizado el verbo hacer en estos usos, se debe indicar que la construcción antigua pervive aún en el siglo XX en cici los registros y variedades del con dnen te. Uiez dias b" que rsiso i/e la lengua raslellana (1833-1834). 62 BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA 3.3.3. Los tiempos compufstos en el espaňol americano Dentro de lo que sc refiere a los tiempos compuestos, son dos los aspectos que más iijteresan: por un lado, el emplco de sptv towreomo auxiliares en esias esiructuras; por oiro, los tisosy valo-resde hecarUadoy la oposieióii significative que se esiablece entre esia forma y el pretéi iio raute, si bien es aún mucho lo que falta por estudiar a esie respecto. Como es sabido. el espaňol liereda de la Edad Media un sistema doble de auxiliares para la creación de los tiempos compuestos, hober y set\ aliora bien, el progresivo triuníb de haberWáct que, ya para el siglo XVI, el uso de sertn este eoniexio esté en decade ne i a, y se mantenga exclusivamente con unos pocos verbos, en especial de movimiento (del esiilo de es ido por ha idú). Esta situación de ahernancia es la que pasa a America en los primeros aňos de la colonization espaňola, de modo que no es difíci) documeniar en el siglo XVI formas compuestas auxiliadas por ser en diferentes regiones del coniinente (Fonianella de Weinberg. 1992:71): Despues que Ortal era solido de la Herta (Puerto Rico, 1536) El Adelaniado don //' de /media con cierta gpite es yilo a pobfar las minas (Cartagena dc Indias. Colombia, 1542) Qtiando ay dear que la flola era benida, enbié luego a Mexico (Mexico, 1572) Ahora bien, si en el espaňol peninsular esia construcción es rara a panir del siglo xvu, en el caso de America parece mante-nerse con \i(alidad durante más tiempo: asi, se documentan ejemplos en Venezuela. F.cuador o Centroamérica bašta bien entrado el sigh) xvm, e incluso a finales de esta cen turia en areas arcaizantes (Sanchez Méndez, 2003: 334): Oicho encamendero que es ido al Vafle Catehaqui (Tucuman. Argentina, 1688) Siendo pasados ya com ocho meses de Esíar etenundo Esta Akaidia (San Miguel, El Salvador, 1719) Es llegado a notisia de! testigo am loda euidencia (Quito. 1732) A la luz de estos datos, por (anto, no es de extraňar que la estructura con serse localice aim hoy en los extremos occidental y oriental de Colombia o en Venezuela (Monies Giraldo, 1976: DESARROLLO HISIOKICO DEL KSPANOI. \W. AMERICA 63 502), lo que parece demostrar la permanencia de esie uso en America durante un periodo temporal noiablemente mayor que en Espaňa. Por otro lado, tampoco es desconocido en el espaňol general el uso de tenor + participia, perífrasis verbal que en ocasiones adquiere un valor similar al de los tiempos compuestos con hoher, en el caso de America, se descubren testimonies en diferentes regiones desde los siglos xvi y \vn (Fontanella de Weinberg, 1992: 70-1), aunque tal vez se pueda hablar de cierta intensiľicaeión cle estos empleos en el siglo xvm. para disminuir posterionnente a lo largo de la centuria siguiente: Tengn escriUiS malm hints (CllZCO, Pcn'i, 1581) Teneinos Audit tiolirias at füuslmimo seňor vissorrey (Chodila, Mexico, 1594) I.e tenia muy l/ien eonorido el Consejo (Puerto Rico. 1647) En Cava atendon presento la Carla aur lenia Escrila á su Mgd (Guatemala. 1738) Como sf lo lenia anundado, füe de mucho tmbajo (Tucuman. Argentína, 1896) En cuanto <* los valores de he can/ado y su oposición con ainlé, se debe decir en primer lugar que en los comienzos del espaňol de America esios usos no cstan pcrfcctaincntc delimi-tados, por lo que no es extraňo encontrar ambos preterites coordinados en el mismo enunciado; posteriormente, sin embargo, parece producir.se cieria cspcci;ili/aci<>n de cada itiui de las formas, de manera que canté pasa a expresar acciones, puntuales o reiteradas, que pertenecen al pasado remoto y no denen, por tan to, eonexión con el presente del hablantc (Fontanella de Weinberg, 1992: 74): HaSta dos dr intirai destepresenteana (...) que me subfedio el castellano don Alonso ď Guzman, vso y exerdo los dichos ofirios (Veracruz, Mexico, 1633) De lo\ <;h-'v 30 n -ft) ggvernaron en aquella plaza das caaatlena (Puerto Rico, 1679) En mi fuventud Jui easada con •>! I)."7 D." Pedro dr Ua flxos (Santiago tie Chile. 1782) En oposición a lo anterior, he canlado se emplea para referir-se a "las acciones reileradas o habimales que habicndo.se iniciado en el pasado, se prolongan al 'ahora' (pasado imperfecto) o se M BRUT. I [[STORIAOKLF-SI'ANOl. OK AMERICA sienteo como parte de la época -amplia- en que esta situado el hablante (pasado actual)" (Lope Blanch, 1985: 121): Muchos embarasos de residenáas y pesquisas que ha av'tdo y ay (Puerto Rico, 1662) An ten/do en su lugm un religioso Uamado Ffr. Fran*, de Arte liempo de dim poro nuis o menos (Asuncion del Paraguay, 1699) I'M'» dins que esiado A berie no me Alrevida A dairle anno if me saques de isle aogo {Buenos Aires, I 776) Pese a lo indicado hasta ahora, las diversas significaciones que he canUtdo muesira en las actuates variedades americanas ponen de manificsto que el sistema descrilo lia sufrido posteriores evo-luciones en algunas areas del continente: por ejemplo, eit la Guatemala del sigh) win parece descubrirse yn una Oposición de valor preferentemente aspectual, dado que mientras que cantése em plea para inarcar el carácter terminado de la acción. con inde-pendencia del m omen to en que se haya desarrollado, la forma compuesta parece exprcsar tanto una acción pasada pero pro-yectada al prcscntc como una acción reiierada, que ha ocurrido en el pasado de forma repetida: ,1 fines de Sepliembre se tiestiiuyo V. S. lit."* á esta Ciudad (Guatemala, 1738) Los atilos (...) se han seguida desde el aito de dies hasta el fnesenlr (Guatemala, 1738) Thoerosso de lo paeion eon que diehos Seňores han proeedido en perjuieio de los referidos Yndfos (Guatemala, 1738) Es de destacar, asimismo, el caso del area bonacrense, donde el pre téri to compuesto prácticamente ha desapareťido de la len-gua hablada: de uso habitual a principios del siglo XIX. es probable que he cantado se deje de utílizar a lo largo de esa centuria en el espaňol de Buenos Aires, en un proceso al que tat vez no sea ajena la masiva emigráciou de la segunda mitad de siglo, cti la que se produce la llegada de un gran numero de gallegos e ita-lianos del Sur, esto es, de hablantes cuyas \iariedades lingfu'sticas s<- caracterizan precisamente por el uso preferente del pretériio simple: c°n todo, la falta de estudios impide por el momento cali-brar la imporiancia de este factor, asi como ofrecer delalles sobre el declive de este tiempo verbal en el habla portcna. msAKKOll.OHISTÓRICOOKI. KSI'AŇOl OK AMI-.KK \ 65 3.3.4. Valores de los tiempos verbillig del subjuntivo Es también de interes el análisis de los valores de de term i na-dos lieinpos verbales, que, a semejan/a de lo que ocurre en la peninsula, experimental! cicnos cambios a partir de la implantáciou del espafiol en America; tales procesos de iransformación son especiaimente im por tan tes en lo que respecta al subjuntivo, que sufre una notable rcestructuración entre los siglos XVI y \l\. De este modo, raiitam muesira también en este continente los cambios modo-temporales que se están produciendo en Kspaňa, tal vez con cierto reiraso respecto al espaňol peninsular, aunque esta hipótesis requiere todavía más estudio: aparece. asi, en el siglo xvi con el valor de pluscuamperfecto de subjuntivo -espe-cialmeme eti las oraciones condicionales- o como si n ón i ma de la forma cantaria, simple o compuesta. en unos usos que se mantie-nen en las diferentes regiones hasia el siglo XVIII o iiicluso el XIX (Fontanella de Weinberg. 1992: 7.1-4). ľites que abian trespOSado la rasa a trueque de veinte durados. kmentn su kauenda sin agradecei nadá n nndie {Mexico. 1574> Si como se comeruo dieha igtesia. se ejeeulara hasla el fin (Puerto Rico. 1647) I'rtsumio esle amfesante que pudieni aba lltgado la dieha eedula {Quito. I64K) (hie liene para si lo v&o ton Usensia del Goiieinndoi y que de aim manera no se !e consbltiera rmbarcar (Caracas. 16U0) Siento que am. eslé Ian lejos, que quisiera ver n v.m. (Xalapa, Mexico, 1736) Qiii'ieya darte Notidas pdinables de la famt/i/i, p'. Xn me es poáble (Uruguay, 1827) Ahora bien, su empleo como imperfecto de subjuntivo hace que alterne también con cat/last; cuvos contextos de aparición ocupa cada vez más frecuentemetite; el resultado de tal alternan-cia no es sino el desplazamiento de la forma en -se, en un proceso que sigue ritmos diferentes en las dísiintas variedades americanas: las primeras décadas del siglo xix en Mexico, mien tras que en el caso de Venezuela o del Rio de la Plata es necesario esperar hasta la segunda mitad de esta misma centuria (Ramirez Luengo. 2001-2). Con todo, a pesar de tales difcrendas cronológicas, la sustitución es general, ya que actualmente ran/am es el alomorfo de imperfecto de subjuntivo predominante en todas las variedades americanas (Kany, 1969: 221-3). hf> BREVE HISTÓRIA DEL ESPAŇOL DE AMERICA Por oiro lado. y .sin perder su valor de imperlécto de subjun-tívo, cantara parece haber mantenido esporádicamente t-n algu-nas zonas de America su uso etimológico de pluscuamperfecto de indicativo, en un enipleo que se i n cremen ta de nianeľa abun-dante a partir det siglo xix y que i mi u so afecta, por analógia, a cantase, este valor -presente, por ejemplo, en Venezuela en el siglo xvin y de forma más habitual en Uruguay desde las prime-ras décadas del siglo xix (Sanchez Ménde/. 1997: 282: Ramirez Luengo, 2004b: 322)- se ha generalizado en Hispanoaméríca, donde en estos m omen tos se puede en con tra r en prácticamente todas las variedades, en especial en la lengua escrita (Kany, 1969: 211-2): Se entro en ef quarto del exptesado Don Pablo, quien u hatiam solo (Caracas, 1774) Apenas tubimas espiicaäones y nie digest elUi qtie le abían ruga Undo, se me quito el enofo (Durazno. Uruguay, 1828) La enmdia, la rivalidad ... eertatan Ins oidos u In razán y cottjesando la injustuia de la idea no se resolx'ienrn (Buenos Aires, 1833) Por otro lado, ofrece también interes la evolúciou del future de subjuntívo en el espaüol de America, cuya desaparición en estas variedades se produce tras im proceso de progresiva deca-dencia: en efecto, csta forma verbal pre.senta gran vitaliclad durante los siglos XVI y xvii en todas las areas de America y en lodos los grupos sociales, por lo que aparece abundamemente no solo en contextos formales, sino también en otros de carác-ter informal -corao la correspondencia familiar-, o en la lengua de personas de escasa cul iura (Fontanella de Weinberg. 1992: 75). l.o que se heúefe o se viere en aquet/as paries pot' donde andoviere (Puerto Rico, 1521) Se berú v abmguau't qiiando buestra majesiad lo mandate (Ciudail de Mexico, 1577)" Y.« antes de tntregtmelas las quisiere Ver don franfisro lo hagffn en pre- settfia del presente esemř (Quito, 1646) Saque las botijfis que le paresiere ser tnnbenienie (Sani» Fe. Argentina, 1666) Tod/is las Mertadurias y patos que En elhs vniieren y el sinco por dento debts que lleuaten de ftetorno n essos Re\nos (Comayagua, Honduras, 1715) Par Ins anas que V. M. fitere may Seruido (San Miguel, El Salvador, 1721) DESARROLIX) MISTÓRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 67 Asi pues, los ejemplos anteriores evidencian su uso durante estos siglos en las disiinias variedades de espaüol del continente, en una situáciou que se man tiene hasta el siglo xvin; a partir de este momento. sin embargo, los textos comien/an a dar muestras del proceso de pérdida que va a deierminar su susiiiución por otras formas verbales: así, conforme avan/a este siglo su presen-cia en Mexico y Ceniroamérica se hace más escasa -y especial-men te frecuente en frases hechas-, mientras que en el caso de Buenos Aires y Chile el periodo 1750-1800 marca el final del uso de la forma en -re (Fontanella de Weinberg, 1987: 71-2; Cartagena, 2002: 48), lo que con algo de retraso se repite en Uruguay o la región argemina de Santa Fe, donde aparece hasta mediados del siglo xix (Ramirez Luengo. 2002: 315; Don n i de M i r an d e, 2004: 304-5). Es, por tanto. en el siglo xix cuando se establece la situáciou actual del espaüol americano, caracicri/ada por la practica desaparición de cantareexcepto en /onas umy con-crelas de la República Dominicana, Colombia, Panama y la sierra de Ecuador. 3.4. Otros elemkntos moriomm.uticos Adcmás de lo indieado hasta el momento, existen también otros elementos morfosintácticos cuya evolution resulta cle interes para la história del espaüol de America, bien porque en F.spaňa han desaparecido y en el Nucvo Mundo, sin embargo, continúan vivos -por lo que se podrian denominar, en cierto modo, arcaísmos-, o bien porque en este continente han adquiri-clo caracierisiicas novedosas v valores diferenles a los que presen-tan -o presentaban- en el espanol europeo. Con lodo, se debe indicar que. excepto en lo que se refiere al diminuiivo, los estudios sobre estas cuestiones son por el momento claramente insuficientes, por lo que a menudo tan solo es posi-ble apuntar el origen de la estructura v su difusión actual, pero en ningún caso trazar su desarrollo \ su evolúciou semántica en las disiinias variedades amei icanas. 3.4.1. Desarrollo fästórico de algunas expresiones Asi pues. se presents brevemenie a conlimiación una serie de expresiones de uso habitual en Hispanoamérica que, si bien no 68 BKKVK HISTÓRIA DEL LSI'AŇOL DE AMERICA son desconocidas en t'l espaňol peninsular, mueslran una abun-dancia en la lengua del Nuevo Mund*) que las hace características de las vaľiedades habladas en ešte continence. Por Io que respecta a disque, hay que sen alar que se utilize para indicarque el hablame repite noticiasde origen imprecise, de mancra que atenúa su responsabilidad en la veracidad de los h ech os (Garrido Donňngue/, 1992; 261). Tal expresión, abun-dan temen te registrada en la época medieval, comiťnza a declinar en el siglo \vi. hasia el punto de adquirir un marcado earácter n'istico en el siglo Xvil, cuando Covarrubias la califica de "palabra aldeana" (Kany, 1969: 290); en el caso de Hispanoamérica, sin embargo, su empleo parece haber sido mayor, y asi es poši biť recoger ejemplos de dhquecn la documeniación notarial o en la poesŕa de esta época. A los christíanos hechaban en In laguna porquf dk ifiie los han prooado y sou duros (Ciudad de Mexico, 1525) Que diztfiiľen elPufgatorio lambién seaäuian de-penas (Lima. 1697) Junto a lo anterior, parete también favorecer la idea de la mayor vigencia de esta expresión en America el hecho de que se inamenga lodavía hoy en la mayoría de sus regiones e incluso en el habla de los estratos sociales altos, con variantes conio izqae (Mexico, Ecuador, Chile), o i que, en Venezuela y Colombia (Kany, 1969:290-1). Por ittro lado, resulta también de interes el desarrollo y la evolúciou semántica que ha experimentado reden en el espaňol americano: si en la lengua estándar peninsular se usa como modi-fieador de tin participiu -al estilo de reden casado-, en el caso de America puede funeionar de manera autonoma, sin que aconi-pane a esta forma verbal, y con significados que equivalen a 'ahora mismo', 'sólo entonces' o 'no an les'; en cuanto a su distribúciou geogrática. se emplea en regiones como Chile. Bolivia, Perú o Ecuador, aunqtie es especiahuente frecuente en el area del Rio de la Plata (Kany. 1969: 379-80). Ahora reden profan eaando se fando, \ se made de un silio carlo (Chile, 1605) Ream d aim posado d Padre Nieolas bc/bió ä atrtistar (Ecuador, 1735) Y mirando tedén enlottas n su ahededor empezó a repartir (Buenos Aires, 1854) Elfxtegp debiit haberempezado reden (Montevideo, 1892) DESARROLLO HISTÓRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 69 Es aim necesario llevar a cabo estudios que expliquen en que mom en to y por que motivos sufre reden las modilicaciones ya mencionadas; sin embargo, a la luz de unas primeras calas se puede decir que estos nuevos usos se atestiguan ya tt\ el siglo xvn, si bien su aparíción se hace más Frecuente a partir del siglo xix. en especial en la zona rioplatense, También habitual en las variedades americanas del espaňol es la adjeiivización del adverbio medio, que concuerda en género y numero con la palabra que modifica: detectable ya en el espaňol peninsular del siglo Wi. el fenómeno se locali/a hoy en numero-sas /onas de America, como el Rio de la Plata. Chile v Perú, Centroamérica, Mexico y las Antillas (Kany, 1969: 56-7); por lo que se refiere a su cronologia en este continente, el hecho de que apare/ca en Espaňa en el siglo xvi parece favorecer la idea de su paso al Nuevo Mundo descle los primeros momentos, por más t[ue no se cuente por ahora con ejemplos anteriores al siglo will: Dejandoa mi partem tadhacasa badaya media muerla (La Paz, 1704) ICslando fodos medios borrachos, les dijo ei Cura, se irlirasen (Lorcto. Paraguay, 1770) Estamospot oara medios povres (Tacuarcmbo, Uruguay, 1844) Por ultimo, caracteriza igualmente el habla de ciertas regiones del Nuevo Mundo su peculiar utili/ación de la expresión nomas: el origen de estos usos se puede raslrear en el espaňol de los Siglos de Oro, pero mienlras que en Espaňa ha terminado por desaparecer. en America no solo se ha conservado, sino que ha adquirido además significados muy diversos, de manera que hoy en dia. junto a su valor cle \solamente' (hace dos días nomas), se utiliza también como refuerzo de adjetivo, adverbios (akí nomas) o incluso de verbos (diga nomas); algunos ejemplos de estos empleos se descubren ya en la documeniación colonial de diver-sas areas del contincnie: Preguntado (...) sy tuvo aceso con aJguna ď1 Ins didtas sus h&jas, di.w que no inns dr am In madre (Ciudad de Mexico. 1538) Les mando n los alquilones estubiecm ceys dias n<> mas (Costa Rita. 1599) )' lodos salgamos del euidadu que t* toda nomas de q nro g" V. S. muchos aňos (La Plata, Bolivia, 1604). En cuanto a su distribúciou geográfica actual, nomas se emplea con una u otra de las sign i lita c i one s deseritas en casi todas las variedades del espaňol americano -Rio de la Plata, 70 BREVE HISTÓRIA DEI ESPAŇO) DP AMERICA Chile, Perú, Colombia, Veiie/uela. Keuadoi, Ceniioamérira, las Anlillas-, si bien parcce ser especialmenl.t* abundaiite en Mexico (Kany, 1969: 368-70). 3.1.2. El ditttinuüvo en la história del espaňol de America Por In que respecia al diminuiivo, aunque en los siglos tfvi \ w n sc documenta el empleo de numerosos sufijos como -ico, -ui'lo, -rift lo (ieno es (pie parcce sei -itlo la forma preponderante (-n el espaňol americano de esta época, según ponen de relieve los irabajos sobre ľuerio Rico, Tucunián o Buenos Aires (Fontanella de Weinberg, 1992: 96): en esia ultima zona, por ejemplo. -Hlo aparcce en el .">2'i de las ocasiones. micniras que -uffoUi hace en el 44% e -i/oen el 4% restante. Aliora bien. desde finales del siglo xvn lal esiado de cosas \.i a sul'rir una drásiica altera, ion. ipie lerminará por imponer «'1 Sufijo -(tosobre <"l reslo: esie pmceso -comi'm a lodo el coniincn- te- parece adoptar ritmos diversos en las distintas region es: de este modo, el cambio de freeucneia se deseubre va a finales de esa eeniuria en Venezuela y a principio« del siglo will en Buenos Aiies. mientras que se debe esperar a los úllimos aňos del sete-eienios para poder pereibirlo en Tuciunáii, e ineluso a los initios del siglo xix en /onas más arcai/antes como la Audiencia de Quito (Fomanellade Weinberg, 199'»: 9b; Sanchez Mt-ndez, 199": 124). Asi pues, se puede decir que a pat'lir de la scgunda milad del siglo win -i/o consiiiuve el diminuiivo de u so preferenie en gran pane '/ de los casos, iniemras que -ilia y oiros, de piescneia casi nula, s<' dan preferentcmeiitc en lormas lexicalizadas, en una situáciou semejanle a la de la Argeniiiia actual. En el caso de Mexico. Coinpanv (1994: 13) seňala <|ue desde inicios del siglo XVII se descubre cieria proliferation íle diminuii-vos en la documentation de este origen. algo que se considera caracteristico de esia variedad lingůística: asi, a lo largo de los třes siglos de la etapa colonial se produce vm aumento gradual en su uso (|ue da como resultado un empleo mucho más abundantc -en ocasiones excesivo- de estos sufijos en el siglo xvin. DESARROLLO HISTÓRICO DEI. ESPAŇOL DE AMERICA 71 ^ u- tastima ei lunico los ptchilosT (...) Vosotras soys deücadilas en ew /«»í'*, is aitretadUos a nunester cuidarios (Ciudad de Mexico, •.Telastima d tunica y aunqiu los traheis afmtad 1797) Por olro lado. el ejemplo anterior pone de manifiesto el pre-dominio del sufijo -iioen esta época, asi como su uso con una fun-ción valoraüva más que designativa -esto es, su utilización para expresai |iielerentemenle aspectOS alecmos-, en consonancia con lo que es habitual hoy en dia en el espanol mexicano. Capítulo 4 DESARROU.O HISTÓRICO DEL ESPANOL DE AMERICA, III: I.ÉXICO A su llegada a America- los col o n i /adores se lopaii con una realidad desconocida en todos los ámbitos -la naturaleza, la geografia, la sociedad, etc.- que han de ba u (i za r para asi poder expresar lo que conforma su nuevo mundo. Tal situación resulta absolulameiue novedosa, no tamo por la presencia de elementos desconocidos a los que noinbrar -algo que también oeurre en Europa-, sino por la caniidad de referent.es sin nombre, que obliga ;i primeros colonizadores a desarrollar "una terminológia apropiada para designar una realidad totalmente nueva, que comprende elementos hasia entonces desconocidos de hi fauna, la flora, los academesgeográíicos, la toponimia y aún de las rela-ciones sociales, la vida cultural y la organization institucionaľ (Fontanella de Weinberg, 1992: 97). De esie modo, son varios los reciirsos que se van a utilizar para solucionar esta situación, tales como el enipleo del léxico ya existente, la adopciou de voces indigents, o la generalizáciou de těnninos de origen marinero y afŕicano; por otro lado, el contac-to del espaňol con otras lenguas europeas conlleva la introduc-ción de vocablos tornados de estos idiomas, lo que, sumado a lo anterior, deiennina la existencia de especificidades en el léxico americano cityo desarrollo historic*» resulta de gran interes. 4.1. Las voces patrimoniales vsu adaptación a i a reaupad Americana Adic la situación deserita anteriormente, una de las solucio-nes que los espaňoles encuentran es la adaptation de los térmi-nos hispánicos putrimoiiiales a los nuevos refe rentes americanos: como indica Franco Figueroa (1991: 220), "los conquistadores ŕueron bauii/ando con nombres viejos y familiäres los objeto* y DESARROLLO HISTÓRICO DEL ESPAŇOL DE A.MÉRIC- 73 animates que iban encontrando", esto es, utilizan las voces ya existentes en espaňol para denominar las nuevas cealidades que pre-sentan algún parecido con el referente europeo, en un proceso de metafbrización y cam bi o semántico que sc rec'oge en la docu-mentación americana desde los primeros momenios. 4.1.1. Im adaptation del léxico patrimonial a la nueva realidad: soíudones Asi, el uso ciel léxico patrimonial aplieado a nuevos referenies c-s vín lenômeno ampliamente atestiguado en .America desde los mismos origenes, del que se puedeii seňalar varios lipos segiin se produzcan o no cambios en el lénni no cmpleado. Como indican Buesa y Enguita Utrilla (1992: 166), el más directo de todo los procedimientos de adaptación es el empleo del térmi no traditional, sin modificaciones de ningún lipo, para la designation de realidades del Nuevo Mundo: de esta manera, desde muy pronto se denomina piňa a un fruto tropical que present«! semejanzas con el fruto del piiio, y. asimismo, se conoce como lean al 'puma', o lugarUľA 'caiman'. Ahora bien, en ocasiones no se ernplea la forma patrimonial propiamente dicha, sino que por medio de la derivation se erea un nuevo vocablo que se utiliza para denominar el referente americano: tal es el caso de voces como limondlloo naranjiUo, aplica-das a diferentes especies vegetales del coniincntc, o caňazo, con el valor de 'aguardiente de c<\ňa (Saralegui, 1997: 59). En otros casos, sin embargo, la voz hispánica se acompaňa de un complemenio que sirve como aclaración de que los referentes son similares pero no idénticos, con el propósito de eviiar "la posible ambigüedad que acarrearía aplicar la misnr.i voz a referentes distintos" (Buesa y Enguita Utrilla, 1992: 173): de ešte modo, es habitual enconirar especi ft cation es como "de allá", "de la tierra" (jazmin He ki tierra, gallinas de ta tierra) o de marcado carácter geogräfico (äruebs de Nicaragua, cedro de las Indios), asi como otras que hacen alusión, por el contrario, a su origen peninsular, al estilo de palonm de CastiUa o adabam de Castillo. Por ultimo, también se ulili/au a veces dialectalismos léxicos para denominar las mievas realidades americanas, algo que ocu-rre con relativa frecuencia con los canarismos y muy especial-mente con los andalucismos: tal proceso se descubre en términos como faenero 'trabajador agrícola', o panteón 'cementerio', res- 7-1 IIKIAT. IIISIORIA HI I I.SI'ANOI. 1)1 Wit.RICA tringidos en la peninsula a Andalucfa pero de uso extenso en AiiK'i ii a, o mojo 'caldo de guisado* v gojin 'malz tosuulo y molido con azúcar' por lo que sc reliere a voces de origen canario (Buesa y Enguita Utrilla, 1992: 191-207). Por In lanio, sc puede concluir que. lal y como seňala Franco Figueroa (1991; 221). Ins procesos de adaptation de Ins términos patrímoniales a la niieva realidad americana sou tres; en primer lugar, la adapiación conceptual/semánlica del vocablo, tanto por Iransformación del sentido básico de la palabra como por el sur-gimiento de nuevas acepciones -algo que constituye un "factor muy aclivo en la creation de .unci icanismos léxicos*' según Frago (en linea)-\ por otro lado, la derivación a parür de las voces his-pánicas, con derivados propiamente diclios o con agrupaciones sintagmáticas que expliciian su naturale/a autóctona; y por ultimo, el empleo de regionalismos del espaňol europeo. muy espe-cialmente de origen meridional. 4.1.2. Campos léxicos preferentes de adaptation del léxico patrimonial En Cuanto a los campos léxicos donde se produce la adaptáciou de términos patrímoniales, es evidente que algunos como la fauna o la flora son los más proclives a esie proceso, dado el exo-tisnio v la novedad que la naturale/.i americana preseula a los nuevos colonizadores, por lo que los procesos inmediatamente deserítos son muy abundantes en el.los. Sin embargo, es de destacar también el hecho de que scan asi mismo muy Irecuentes las adaptaciones léxicas que se relacionan con aspectos del nuevo modo de vida impuesto por la colonia -del lipo rodeo, eslancia, modra, baud, principál, tortilla, etc., todos con im significado diferente al que poseen en Espaňa-, lo que "evidencia la rapide/ con que la riacientc sociedad colonial se asienta y aclimata al Nuevo Mundo" (Franco Figueroa. 1991: 225-6), dado que todos los casos art iba indicados aparecen \a durante el primer siglo de presencia espaňola en America. Algo en cierto modo sentejante ocurre con la toponimia, donde también se produce la adaptáciou de los nombies de lugar espauoles a la realidad americana, a meinido con la aclaración de su carácter novedoso, como Nueva Espaňa, Nueva Granada o Nueva Segovia, aunque no siempre: Lean, Córdoba, Trujillo, MedelUn, Durangpo La Riqja (Fontanella de Weinberg. 1992; 99). A veces. además, el térmi n o hispano se acompaňa de un comple- UISUÍROI K) HISTÓRICODEL ESPANOI. DEAMKRK A ;:> mento que especifíca el carácter amerícano del lugar: son claros a ešte rcspeclo. entre otros. los casos de Cartagena de IndiaS, Santiago de Cuba, o Mérida del Yucatan. 4.2. LOS TÉRMINOS INDÍCENAS En numerosas ocasiones, lo original y diferente de la realidad de America liacc que los espauoles se enirenten a seres que en nadá se parei en a losconocidos en F.uropa; en estos casos, la faha de un referente les impide dar un nombre patrimonial a la novedad dcsrubici la. por lo que la solución es introduch* en el espaňol la VOZ indígena con que se conoce el ser en euesiión. De esla manera se produce la adapiación de los pi micros indigenismos Ctí el espaňol de America, que i m plica, según sen ala Fontanella de Weinberg (1992: 103), la eutrada del nuevo elemento en la culture hispánica/colonialjunto al vocablo con que se denomina en la lengua indígena del lugar. Al igual que en el raso de la adaptáciou del léxico patrimonial, ešte proceso se produce de forma muy rápida. lo que demuestra el hecho de que Colon atestigúe algunos de estos términos en mis diarios -tales como ají, cacique, iiburón-, o que en 1495 Nebrija introduzea la palabra canoa en su Vocabulario del Romance al Latín (Buesa. 1992: 170); en cuanio a los faetorcs que favorecen la temprana dífusión de los indigenismos en el espaňol, Buesa v ľnguila Utrilla (1992: 47-8) scňalan algunos como las relaciones comcrciales entre ambos conlincntes, con la dífusión en Espaňa v Europa de productos exóticos, la adaptáciou de cultívos americanos, la documentación propia de la buronacia colonial, la literatura cronística que desde muy pronto se desa-rrolla sobre las Indias, o el intercambio linguist i co con los colonizadores que regresan a Espaňa. habituados ya a los usos idio-máticos del nuevo continente. Por otro lado. es muy interesante anali/ar la introduction de estos vocablos en la lengua. ya que, como bien indica Frago {en linea), "el ainericanismo léxico es un claro exponente de la adap-lación del espaňol al medio indiano y, por (onsiguiente, constituye im fiel rellejo de la lendciu ía eriolli/adora de la lengua, en el sentido más ampliamente cultural del término". A esie respecto, se deseubre una clara evolución en el empleo de los indigenismos. ya que si en los primeros textOS es frecuente el uso de sinónimos, defi- niciones, deseripciones, o comparaciones con un referente hispá- 76 BREVE HISTÓRIA OKI. ESPAŇOI Dl \MER1CA nico -debido a que "el escrilor aun no sc siente familiarizado con d exólico vocabulario, quizá lampoco con la it-alidad ol)jcio dc ml designación, \ (...) asimismo laJ vez leme epic esas extraňas pala-bras no serán comprendidas por mis lectores" (Frago, m Hum)-, desde muj pronto, sin embargo, las voces amerindias sc pasan a emplear sin explication de ninguna clase, lo que indica la asimiláciou de tales palabras en his diversas variedades del espaňol ameri-cano; la conciencia de este fenómenose descubre, porejemplo, en las Notions Historiales de Fray Pedro Simon (1627): Parecióme .ti príncipio destos libros poncr una declaración por modo de Abecedafio de algiinos vocablos, que s se vsan en cstas panes de las indii« Occidentals que se han tornado de algunas naciones de los indios que se han ydo pacificando; v para mejoi podei cntendersc los Espaňoles con cllos en sustratos, los han vsado (an de ordinario que ya l<" han liecho lan Espanolizados, que no no-, podemos en tender acá sin cllos. ni dcclarar nos en las historias s-i 11 introducirlos, 4.2-1. Elorigen de los indigenismos: principála lenguas En cuanio a las lenguas amerindias de las que sc toman los indigenismos, conviene seňalar que no todas contribuyen en el mismo grado al enriquecimienio léxico del espanol: en rcali-dad, la sociedad colonial no está, en general, en < ontacto ( on la inmensa variedad lingüisiica americana, sino unicamente con algunos idiomas -como el náhuatl, el quechua o el guarani, emu- otros- que adquieren el papel de Lenguas Generates y sii ven de sistema de comunicación entre los espaňoles \ los indígcnas hablantes de otras de m e nor important ia; a la luz de ešte hecho se explica, por tamo, que scan precisamente estas Lenguas las que aportan la practica totalidad de los indigenismos al espaňol, habida cuenta de que son las que liencn ida-ción con él. Por oü"0 lado, el liecho de que los primmis comae tos emit- los colonizadores y los naturales de America se produzcaen lasAntillas determina, como es natural, (pie scan las lenguas de estas islas (el arahuaco y el taíno especialmente) las que faciliian los términos másantiguos, tales como arnoa (1493), iguana (1510) j cayo »15411 en el caso del arahtiaco, o au a/at (1493), qp (1493), yuca (1495 i, ) barbacoa (1535) en el del taíno. HI SARKOI I .(> HIMORICO DEL ESPANOL Dl AMI Kir A 77 Aden).is, sc dehe indicar que los indigenismos tornados de csias lenguas se expanden después por todo el continente v ho) son habituates en la mayor parte de America c incluso en Espaňa, lo que en principio sc < onsidera resultado de la adopción de tales términos l"11 parle del espaňol ant ilia no (\easc I.I.). que se des-pla/a (on los COlonOS a I icrra Finne, v dituiide, por tan to, el lexi- < •• originario de las islas (Enguita I u ilia. 1996; 236); sin embargo, es ne* es.u io icncr lamlmn en cttenta que el COnOCimientO de cstos vocablos en la Peninsula Ibéríca se produce desde mu) pronto, por lo que no results improbable (pie muchos de ellos se hayan extendido a otras zonas amerícanas a pai cit de Espaňa, en mi viaje de vuella al (onliiicnlc que conllc\a SU generalization por todo el mundo hispánico. Posteriormente, el contacto de los colonos t on otros pueblos en lien,is (oniiiicntales aporia nuevos indigenismos al espanol americano, especialmente para nombrai cosas desconocidas en Lis Aniillas. En csic caso. son el nahnali, el mava. el qiu-cliua. el aimara, d mapuche v el guarani las principales lenguas que aportan préstamos léxicos, si bien se debe seňalar (pie. a diferencia de los antiilanos, la mayoría de los términos de esios orígenes no pasan al espaňol general, sino (pie se emplean únicamente en aquellas variedades relacionadas de forma directa con las lenguas indígenas en cuestión, \ dcuiro de ésias son mucho mas habituates en hablas populäres o rurales (Buesa, 1992: 198-9). Por lo (pie se reliere al nahnali, hay que indií ar díla Plaia. Algunos de estos términos son mandioca (1526), Jaguar (1556), iucán (1558), yaairé (1560). ňandú (1560), ombú (1590), maraca (1587), surubí (1774), gaucho (1787), a los que se deben sumář otros -como ananás (1580)- que no Hegau al espanol de forma direeta, sino a través del portugués brasileňo. Asi pues, a la luz de lo anterior se pone de manifieslo la existencia de determinados factores que favorecen que cierias len-guas aporten un mayor numero de indigenismos al espanol: el contacto más temprano con los colonizadores, su estatus de Lenguas Generales en la sociedad colonial o la inisma integráciou de sus hablantes en esa sociedad son algunos de los aspectos que establecen diferencias cle peso entre los clistituos idiomas amerindios y que permiten entender, por tamo, su desigual influencia en la conformation léxica del espaňol americano. 4.2.2. Et indigenismo en el léxko espaňol: pri impales eatnpas léxicas En cuahto a los campos semánticos doncle el indigenismo aparece, Mejías (1980: 19) indica que son la Hora (29'2%), la organizáciou social (14%) y la fauna (12'5't.) -seguidos de otros como la minería (7*4%), las prendas de vestir (7'2%) o los ali-mciuos (6'8%)- los más permeables al préstamo en el siglo xvn. siiuación que. con pocos cambios, persisle en la Guatemala del siglo xviii (Polo Cano, 2005: 190); por tamo, teniendo en cuenta esms dalos parece posible sosiener que algunas areas léxicas mantienen a lo largo de los siglos cierta tendencia a la incorporation SU BRKVE HISTÓRIA DM. KSI'WOI ľtt AMERICA de voces indigenas, en especial las que se relacionan más estre-chamente con la vida cotidiana de los hablantes de las lenguas autóctonas, como la flora o la fauna. Por otro lado. se debe recordar que esta adaptáciou de vorablos indigenas se produce lainbién en la toponimia. en especial en zonas donde la presencia indigena es abundante. como Nueva E.spaiia o las regiones andinas. En esios casos es frecuente que el nombre indigena se tnantenga (al cual -Ciudad de Mexico, Tepotzollán, Yucatan, Quezaltenanga, Onto, Potosi, etc-, aunque en ocasiones se produce su "ťristiaiiización" medianle la anieposi-ción de una advocation religiosa, como en Santiago Ttatetolco, Santiago Atitíán, Santa Fe de Bogota, San Franmco de Quito, o San Salvador de j'ujuy, enlre otros muchos. 4.3. ÜTRA.S APORTAGIONKS: AFROAMKRICVMSMOS, LÉXICO MARINKRO Aparte de lo seňalado hasta ahora, hay que coniar también con la presencia de otros aportes de notable importancia para la configuración del léxico del espaňol americano en genera) o, de forma mls especíťica, de algunas de sus variedades. Entre estos destacan sin duda las voces propias de los marinos y los términos introducidos por los conlingentes aí'ricanos. 4.3.1 - El aporte del mar: léxico marinero For lo que respecta al léxico de origen marinero, indica Garasa (1952-3: 169) que "la conquista y colonización de America lue obra de hombres de tnar, o bien de hombres que. aunque de procedeitcia mediterráiica. Uegaban aquí al cabo de largas y asendereadas travesías. Por ťuerza el habla de esos pri-tTieros pobladores estan'a plagada de voces y giros inarinescos"; se hace hincapié, asi, en los dos factores que explican la presencia de numeiosos marinerismos en el espaňol de America: por un lado, la abundante presencia de marinos en la colonización; por otro -y de forma muy importanic- el hecho de que los colonos luvieran que vivir largo tiempo en contacto con ellos, tanto en los puertos andaluces como en la posterior travesía. lo que les j>er-mitía incorporar ešte nuevo caudal léxico a su propia lengua. De ešte modo, no sorprende que las voces de este origen se encuentren muy exiendidas en America, y no solo en las zonas DKSARROU.O HISTORIC*) DM. ESPANOL OK AMI-RICA 81 costeras, sino también en otras areas inferiores muy alejadas del mar como Bogota, Bolivia, Paraguay, o la provincia argentina de San Luis (Sanchez Méndez, 2003: 386); en estos casos, según seňala Franco Figueroa (1988: 147-8), el significado de estos términos ha variado, ya que, tras aclimatarse a la icalidad americana y perder sus connotaciones náuticas, han adquirido acepciones no marincras que se basan en la semejanza entre el nuevo y el pri-mitivo referente, tal y como maniflestan, entre otros muchos ejemplos, (/rscm/wrrar'descender de un medio de transporte',//^ "transporte de mercancías*. botar *tirar\ abra 'espacio entre dos colinas", amarrar 'atar', etc. En cuanto a la cronologia de estos vocablos en America, Franco Figueroa (1988: 152) indica que la mayor parte de ellos se registran ya en el mismo siglo XVI en diversas regiones del conti-nente, lo que delata la importancia e iirfluencia de los marineros desde los primeros tiempos de la vida colonial; además, ya en esta čpoca se advierl.en Ins signilicaciones que sou hov habiiualcs tie-rra adentro. lo que parece demostrar una rápida adaptation de este léxico a la nueva realidad americana. 4.3.2. FA aporte de Africa: voces de origen afrieano en America Para einender la presencia del afroamericanismo en el espaňol americano, hay que lener en cuenta que ya desde el mismo siglo XVI se empie/.an a llcvar a America grandes cantidades de esclavos negros provenientes de Africa, lo que da como resultado la presencia de códigos lingüisticos de este origen en determina-das areas ciel continente; parece posible, por lanto, que tal situáciou -de duration e intensidad variable dependiendo de la zona geográfica- hava faciliiado la ituroducción de elementos léxicos de esias lenguas en algunas variedades del Nuevo Mundo. Además, al intercambio lingüisüco entre hispanohablantes y poblaciones aťricanas se suman otros factores que contribuyen también a la difusión de voces de esta procedencta: tal y como indica Frago (1999: 184), los marineros dedicados al tráíico de esclavos sin duda facilitan la entrada del préstamo léxico africano -previamente incorporado a su lengua- en las hablas de America, y más en concreto en las variedades de las zonas donde esta población es más abundante, como el Mar Caribe o las An til las; por otro lado, el contacto con el portugués de Brasil -que Prc" senta gran caniidad de estos términos- es causa también de la 82 URFVF HISTÓRIA 1)1.1. ESPAŇOL HF AMERICA incorporation de al'roamericanismos como mamino, muleque o quihmbo, En este punto, es imporianie recordarque la influencia de las lenguas africanas en el espaňol, mayor o menor dependiendo díla zona geogräfica y del m omen to, se reduce prác tic amen te al vocabulario, y en especial a algunos campos .semániicos concretos como la alimeniación, la música y la danza. Esta concentración en tales campos léxico.s se debe a que muv pocos términos africa-nos representan conceptos originales que no se pneden expresar por medio de vocablos hispánicos, por lo que en general son éstos los que sobreviven en los dialectos del Nuevo Mundo y aca-ban por superponerse a los originarios de Africa. Con todo, y pese a discutirse su importancia, no se puede negar que la influencia de- las lenguas africanas en el espaůol de America existe, según demuestra la aparición de un cierto numero de alVicanismos en el léxico hispanoamericano: a los ya apun-tados más arriba se pueden sumar otros como bongo, cackimba, candombe, marimba, mihngao mucama, que sin duda ayudan a con-ferir originalidad v pcrsonalidad propia a las variedades de la len-gua que se emplean en el continente. 4.4. I AS OTRAS LKNOl'AS Ft'ROPFAS Según se indicó con anterioridad. el contacto que se protluče en America en t re el espaňol y otras lenguas europeas -en especial el inglés, el trances, el italiano y el portugués- tiene lambién una importancia capital en la configuration del léxico hispanoamericano: en efecto, el empleo de algunos de estos idiomas en areas limitrofcs con la America Hispánica, la llegada de sus hablantes a determinadas regiones o el prestigio que se otorga a lenguas como el fiances o el inglés en diferentes periodos, son algunas de las ra/o-nes que explican que las bablas del continente cuenten con un numero relativamente alto de préstanios de este origen. Con todo, es necesario senalar que el empleo de voces tomadas de estas lenguas no es semejante en todo el espaňol americano, sino que presenta caraelcristicas especificas en sus diferentes variedades regionales o en los disiintos niomentos de su história; se puede afir-mar, por tanto, que la influencia ejercida por el trances, el portugués, el inglés o el italiano sera mayor o menor de acuerdo con fac-tores como la variedad diatópica considerada, el nivel social de sus hablantes, o la etapa cronológica que se esté teniendo en cvienia. UESARROLLO IllSTORICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 83 4.4.1. Léxico ď- origen portugués En cuanto al léxico portugués. hay que senalar que constim-w i\ua presem ia mm importante en el espaňol americano desde sus mismos orígenes, cuya introducción en las variedades del Nuevo Mundo se produce por diferentes laelorcs: de acuerdo con Salvador (1967: 259), algunos portuguesismos "him entrado por la via niarinera, otros se deben a la emignición gallega y, par-ticulannente en la zona del Rio de la Plata, hay otros muchos que son préstanios brasileňos". Sin negar la importancia de estas vias de entrada del lusismo en America, Granda (1908) seňala otras, de lania o mayor tras-cendencia que las anteriores: asi, itidica que un factor muy desta-cable que l'avorece el préstamo de esta procedencia lo constitu-yen los abundantes emigrados originarios de las regiones leone-sas y extremeňas fronterizas con Portugal, asi como de la Andalucia más occidental y de Canarias, zonas cuyas variedades lingüisticas se caracleri/an precisamenle por la importancia del componente portugués en su léxico; por otro lado, el hecho de que tales areas aporten un elevado contingente de colonos en la ť-] i« na an ti liana-es decir, cuando se gesta la primera koine-ayudn a explicar no solo el gran numero de portuguesismos del espaňol americano, sino también que éstos se puedan localizer en todas sus variedades geográílcas (Granda, 1%8: 346). Junto a lo anterior, Frago (1999: 159) indica que es necesario teuer en cuenta también circunstatu ias como la elevada cniigra-ción de Portugueses a la America espanola, la abundancia de marineros de este origen. o, en el caso de las regiones del Plata, el contacto directo con Brasil, todo lo cual -en union a las razo-nes apuntadas va por Salvador y Granda- permite explicar de forma clara la abundancia de términos Portugueses en el espaňol hablado en America. En cuanto a su distribución geografie», se ha indicado ya que el lusismo aparece indistintamente en todas las variedades del espaňol del Nuevo Mundo, ailnque tal vez resulte más abundan-te en zonas como Uruguay, donde la presencia canaria o el con-tacto con Brasil -factores que, según se dijo ya, lo favorecen- denen gran importancia bistórica: de este modo, en el espaňol deci-monónico de esta región se documenian voces como farina *hari-na de mandioca', peiixo 'caballo enano'. fogaje 'erupción en la pieľ o melladocon su valor portugués de 'debil, flaco', a los que se pueden sumar otros, más o menos generales en America, como si BREVE HISTÓRIA »El. ESPANOL DK AMERICA Imraco 'agujero', charuto 'cigarro puro', hosta "estiércoľ, cachaza 'aguardiente', caneca 'vasija', o z///íi//íisinverguenza\ 4.4.2. Léxico de origen fiances Por lo que se refiere al franeés, cabe indicar que el aporte léxico de ešte idioma es cscaso durante la época colonial -se reduce a unos pocos vocablos de la terminológia maríncra y a icc-nicismos de diversa indole, sobre todo en el Setecientos (Frago, 1999: 173-8)-, pero se hace muy notable a lo largo del siglo xix. especial men te entre las capas más alias de la población ameriea-na; la I esiado de cosas no es sino continuación de una tendencia general del espaňol del siglo win, consísiente en imroducir numerosos términos de ešte origen como resultado de la hegemónia politico-cultural que Francia ejerce en ešte siglo. De ešte modo, muchas de estas voces entran en el espaňol de America a resultas del papel que Francia desempeňa como mode-lo en los afios de la Independencia -a grandes trazos, las tres pri-meras décadas del siglo xix-, asi como por la llegada al con Činenie de ideas filosóíkas propias del siglo xvm franeés que se expresan por medio de esta lengua (Corbellá. 1996-7: 571); a la luz de estos datos, es comprensible que los galicismos que pasan a las variedades linguistics del Nuevo Mundo se concentren pre-fere n cemente en el habla de los grupos sociales más elevados, donde aparecen con una fřecuencia mucho mayor. Ahora Wen, la iiilluentia de esie lengua no se restringe solo a la época mencionada, sino que se mantiene durante lodo el siglo xix debido al prestigio que la civilization francesa posee en America en esta ceiuuria: asi, las clases alcas adopean los modelos culturales de Francia y esta imitación trae como consecuencia la entrada de tiiimeiosas voces de esla procedencia en su espaňol (Corbellá. 1996-7: 571-2); de éstas. algunas se pierden tras un corto periodo de tiempo, mientras que otras, por el contrario, se afian/an y pasan a fbrmar parte del léxico común hispanoamericano: coinuna 'ayunta-miento' en Argentina, Chile, Perú y Guatemala: renta viajera 'renta viialicia' en Colombia; poisano 'campesino' en el Rio de la Piata; usina 'central electrica' en Sudamérica; etc. Una situation especial se produce en la Republics Dominican a, donde el contacto directo con una /ona franeófona como es Haiti constituye un factor afiadido que contribuye, junto a los ya mencionados, a la presencia de galicismos léxicos: en un DE&VRROLLO HISTÓRICO DEL ESPAŇOL DE AMERICA 85 estudio sobre el espaňol de esta región en la segunda mitad del siglo XVIII, Granda (1990: 215-7) localiza una serie de préstamos del franeés metropolitane) -romance'novela', patriótko- que se explican por el prestigio de esla lengua en la época, mientras que oiros, pro-pios de la variedad haitiana del franeés -habitaciôn 'plantation. hacienda", tafia 'aguardiente de caňa-. se debeii interpretar más bieii como resultado del contacto entre ambos idiomas en la isla; en cuanto a su uso, parece que la mayoria de tales galicismos desa-parecen en el siglo xix. si bien algunos de ellos se han incorpora-do al espaňol dominicano y se man denen hasta el momento actual. 4.4.3. Léxico de origen italiano El italiano, por su parte, tiene una presencia más restringida que el portugués o el franeés en el léxico hispanoamericano: más allá de ciertos términos náuticos como chusma, escollo o busarda que aparecen desde los primeros tiempos (Frago, 1999: 171), su inlluencia está limitada casi totalmente al Rio de la Piata, la región del dominio hispánieo en la que se radica el mayor numero de inmigranies de esta procedencia. Esta llegada masiva de ita-lianos, que se produce especiahnente entre 1880 y 1940, deter-mina la existencia durante décadas de un intenso bilingňismo espaňol-italiano a ambas orillas del Piata, situáciou que a su vez conlleva la entrada de numerosos préstamos de ešte origen en el espaňol de la /ona (Fontanella de Weinberg, 1987: 160-1). El proceso es, por tanto, parecido al que se deseribió ante-riormente para el franeés: en ambos casos se trala de una lengua romance usadá en la región pot un grupo determinado de hablanies que aporta préstamos léxicos al espaňol de la zona; sin embargo, es preciso seňalar que existe una diferencia fundamental entre ambas situaciones. ya que en la sociedad rioplatense de la segunda mitad del siglo xi'x el italiano posee, en contraste con el prestigio de la lengua de Francia, una cstimación mucho menor y un carácter casi familiar. Asi plies, el estatus que se coneede a esta lengua va a tener repereusiones en el lipo de italianismo que pasa al espaňol rioplatense, ya que "debido al nivel cultural generalmeiite bajo de los hablames de italiano y a la función de esta lengua (...), redu-cida en sus ultimas etapas de uso a un empleo casi exclusivamen-te doméstico, los préstamos del iialianos se coneentran en los dominion más cercanos al habla familiar" (Fontanella de 86 BRKVK HISTÓRIA DKI. K5PAŇOL DE AMERICA Weinberg, 1987: 161), tales como la alimentación, la família o la vida cotidiana: ricola 'requesón'. grapa 'bebida alcoholica', pibe 'niňo', nana 'abitela', laburo 'trabajo', capo 'jete', elf. 4.4.4. IJxiro de origen inglés Por lo que toca al ingles, su i n flu end a en el espaňol de America se puede descubrir ya en los primeros anos del siglo xi\: en efecto, el ejemplo de los Esiados Unidos -independizado unas décadasanu\s-vaa ser dc.suma importancia para las nuevasrepú-blicas americanas, que imitan sus instituciones politicas y adop-tan, asi, abundance léxico de este origcit referido a tales realida-des: congreso, senado, secrelario 'ministro1, corte 'tribunal', etc (Sánehe/ Méndez, 2003: 453). Por olio lado, la creciente importancia de este pais en el panorama internacionál hace que a lo largo del siglo xix el ingles comience a sustituir al francés como lengua de prestigio y de cul-tura, lo que intensifica su inlluencia sobre las diversas variedades de espaňol del Nuevo Mundo y ťavorece, asi, la penetration del anglicismo; con lodo. este proceso no se desarrolla al mismo tiem-po en el conjunto del continente. sino que afecta en primer lugar a los países hispanoamerícanosque tienen conlactos más estrcclios con los Kstados Unidos, como las Aiitillas o Mexico, y en un momento posterior al resto de America (Lapesa, 1981: 457-8). Ku C u an to a los préstamos en si, se debe decir que se con-centran especialmente en ciertos campos semánticos como la ciencia y la tecnología, los transportes, los depones o la vida social (Fontanella de Weinberg, 1987: 161), bien en su forma ori-ginaria {walkman, bestseller, jeans, basket, freeze)) o bien adaptados al espaňol (overof, pulóver, chance, escáner, cliifuear), a los que se deben sumar adcinas las voces Inspánicas que iraducen un lérini-no inglés: abanico electrica (electric fan) 'ventilador', altopartanle (hud-speaker) 'altavoz* o apUmción (application) 'solicituď. F.s necesario indicaľ, por ultimo, que en estos momenios parece esiar produciéndose en todo el continente cierto proceso de decantación del anglicismo, mediante el cual algunos de estos vocablos son sustituidos por otros de origen hispánico; es probable, por tanto, que en el fuluro unicamenu- parte de los que se emplean actual men te sobrevivan y se incorporen a las diferenics variedades que componen el espaňol americano. EJERCICIOS DĽ COMPROBACION. SOLUCIONES i. 6. EjERCICIOSDl■ COUľKOliUlON 1. ;Cuáles son las dos caracterisiica.s que definen la sitiiación del espaňol en la É|KK-a del Descubrimienio? ;Quc rcpcicusiones ticnen tales caracterís-ticas en la configuración del espaňol americano? 2. Establezca las principales aporiariones de cada región de Espana ;i la configuración del espaňol americano. Interne relacionarias en conjunt» ales: aiendiendoa losdatosdel pumo 1.2. ,;rnmo se pucde esperar que sea el primkivo espaňol de America? ;A que conjunto se puede parecer más? 3. ;Quě se (-niiende por erioUitiieión?(i'\w kotneizaáón} ;Quc procesos inlei vienen en este fcnónienoľ- ;Oinore algiin caso aparte del espaňol americano- ;Coincide el momento de la llcgada del espaňol a America con el de SU consolidation? Si no es asi. ;en que momento se producen ambos Fenó-menos? ;qué factores favorecen el segundo de ellos? 5. Resuma las argumentos a favor v en contra dc la (eoria andaludsta sobrc los origen« del espaňol americano. ;Qué postura le parece másjustificada? Indique los grupos geográficos de colonos que transplantan el seseo a America. ;Escl úiiico sistema de sibilantcs que pasa al Nuevo Mundo I el unito que exisie en la actualidad? Si no es asi. ;por que este rasgo liene una importancia capital en el espaňol americano? 7. ;Que sc endende i*>i yeismo? -Es general en todo el coiitin, no? En cuamo a su evolvicion históriea, --que caracter i/a a este tenjnero. .Coincide, a este respecto, con el desarrollo dc otras peculiar irtades nivel fonético-fonológico del espaňol americano? ,„ia»ü,«« a ' rccen poi pnmera vex en las bablas del Nuevo Mundo.- fr maní invariablementc en éstas a través de la história? clementos 9. ;Existe un únieo lipo de voseo? En caso d«jqw>*>«*£ Ä, de voseo? puede u-ner en cuenta para dastfica, los d « ^J |()s l!|)m,„,s ,-Pueden combmarse los eiementos uiilutados para tiasi -Klil,m.„ üpos? ,;Qué rasgo denen en común (prácticamente) todos los p. que se dan en el fenómeno del voseo? ^^^ ^ v.„.jťdades del 10. ;Qué fciiómcno inorlosiniáetico es coinun en t« *"* llM,Sen el con-cspaňol de America? ;Eii qué momento se ímponen ^ ] y f lineme? -;Hay algun otro aspeeio morfosintáctico que mera en este niisnio momento? SS BRKVK I IISTORIA lil I. I SľANOI. IH-. AM KRU A 11. A partir de los daios sobre la história del sistema verbal, senate en que aspettos el espaňol de Amenta aparcnia sei más artai/ante que las vai u dades peninsulares; -hay otros elemenios morfosintacticos en los que se descubra esa misma tendencia hacia cl conservadurismo? 11?. Enumcrc los difcrenies típos de adaptation del léxico patrimunial a la nueva rcalidad que sc protlučen en el espaňol de America; ;en quo momenlo lienen lugar estos procesos? ;hav algún otro aporte léxico de iniporumcia en cl espaňol amcricano en el que se produzca también cste leiiómcno? 13. ;Kn que campos semánticos se concentran de forma preferente los indi-genumos léxicos? -;V tos afroamericanismos? ;Kxisicn coincidcncias entre ambos." Si es asi. ;qué ra/ones jusiiľican lales cointideiioiasř 14.. jDe que lenguas eurapeas toma principalmcntc préstamos léxicos el espaňol de America? ;Que razones explican el influjo dc talcs idiomas? ;lnlln-yen lodos ellos en el mismo momenlo y en los misnios campos léxicos? SoilCIONtS 1. las dos carat terísticas son sn expansion por /onas donde no sc hablaba. y su variación interna, de acuerdo con factorcs diatópicos y diasuáiitos; sua ropcicusíoncs -en especial en el easo .le la variation interna- son muy importanics. ya que la existencia de tal variáciou es lo que va a deteniiinar que na/ca tin dialecio propiamente amcricano del espaňol como resulta-do dc uu proccso de koinei/a< ión. 2. Las prim ipales aportacioncs son las siguientes: Andalucía: seseo y ceceo. yeísmo, alteraciones de /-s, -r, -1/ implosivas, pérdida dc /-d-/ final e iniervocálica; sistema etiinológico de clíticos dc len era persona y pérdida de vasotros (dudoso); . se entiende como "la alteration tlel espaňol dialecialmeiite difcrciu iadu Hovado a America (...). a partir del cual surgió el espaňol anieritano. nueva modalidad a su vez dotada do variedadt-s sociocul tu rales o geográlitas menorcs" (Frago, 1999: 3(10). Por koineizaiión sc conocc el proceso tie convergench i>rtigresiva que se produce entre varias lenguas (ovariedades de lengua) que conviven en un espacio, y que determina la creación tle un sistema Hngňístico diferente -al menos parcialmenic- a los anteriores. Los protesos quo sc dan en la koinei/atión son los siguientes; I) contacio linguístico de diľerentesvarie-dades dialcctales, 2) reduction y simplification de los íenónienos más caracteri/ados, 3) creation de im dialetio ton tunción tle Unguafranca regional. 4) nativi/ación del dialecio originado por It« pasos anteriores, y ~->\ estandaiÍAu ión del nuevo dialccto. Kste protest» dc koincizaciôn se ha dado de forma niuv habitual en el mundo: por ejeinplo, es el origen de los criollos de base pomigucsa (crioulovn Calw) Verde), franccsa (ořuA-on Haiti), inglesa (toft/»«;» en Nueva Guinea), oespaňola (papiwimilof.n Curacao); en cuanio al contacto entre variedades dialctiales -como en cl espaňol americano-, destacan. entre otros, los easos del portugués dc Btasil o del inglés dc Estados l'nidos v Australia. 4. No coinciden ambos protesos. ya que la lU^ada del espaňol a America se produce desde cl primer momento en que los colon izado res se asiontan en las nuevas tier ras (finales del siglo XV en las Anttllas. siglo xvi en la mayor parte del continent« y siglos xvii-xviii para algunas zonas marginales), pero su consiiliÄfiiión tiene lugar a lo largo del siglo xix, en época inde-pendienie, y por factoies como la estolai i/ación general, la migration indígena a las ciudades. la imposition tlel espaňol como símbolo national v clcmeiito de promotion social o la influencia de las .apitales nationales hispanohablantcs. ô. Ix>s argiimentos son los siguientes: E)i roním: 1) la variedad dialectal del espaňol de \uui i, a; 2) la (supuesta) presencia inavoriiaria de castellanos en la colonization y 3) la (pretendi-<\a) anielatión cronológica tie America -t) al menos, su eoincidencia con la peninsula-en «nanu» a la aparitión cle los lenómciios de lipo andaluz (yeísmo, seseo, etc.). A favor. 1) las iiicucstionahles semejan/a entie jntrle del espaňol de America v cl andalu/; 2) la demosu*ada niayoría andalu/a ctili.- bxs colonos en el momenlo en que está uaeicndo el espaňol americano; 3) la presencia de los fcnómeuos que aparecen en America en la Andalucía de los siglos xrv v xv. A la luz. por tanlo, de los estudios attuales, parete indndable que la teória andalucista está más justifieada: el andaluz influye en la conformación dol espaňol amcricano. min especialmctilc en su nivel fonótico-fonológico. 6. Losgrupos de colonos que trasplanian el seseo a America denen varios ori-genes g«- sistema dc sibilanies que pasa a America -tam- BKfcVK MlSIORlA DLI. ESPANOLDE AMERICA bién pusan cl ceceo y In norma distiiiguídoru-, y ni siquiera es el úiňeo quo existe actualmente, dado que aún es posible encontrar focos de ceceo en /onus como Colombia, Argentína y Centroamérica; sin embargo, la impor-(ancia dc este rasgo es grande, dado que desde antiguo sc considera pro-pio de America —ilt* la idcniidad linguisiica de los hispanoamcricanos- y actuaJmcntc forma paru-, además, de la norma culia de todas Ins varieda-desdel conlinente. Sc endende por yeísmo la deslateralización del fonema palatal lateral /%/ y su confluenda con el palatal c entral / y/. lo que conlleva la reduction del repcrtorio fonologieo del espaňol en una unidail; i-sic fenóineno, presen-ic a umbos lados del Adanrico, no cs general en America, uiinque sj muy frecuenie: aparece en la Amillus. Mexico j Centroamérica, las zonas cot leras dc Colombia, Ecuador y Perú, Uruguay y la casi totalidad dc Venezuela, Chile y Argentina. En cuanto a su evolución hisióricn, parece caracteri/arse |jor una expansion coniinuada pero muy Icuia -lanto gco-gräfica como socialmeme- de ešte fenómeno, lo que contrasta con el uiunfo muy räpido dc otros. coino el seseo. Son vurios. como In ašpiráciou dc In /-s/ implosiva. la neutralizáciou dc /~r, -1/ implosŕvas o la tarda de la /-d/ intervocalic» y final: con lodo. en iiingún caso sc pueden considcrur cxclusivos de esia variedad lingüistica, v;i que el ultimo catá ampliamente extendido por loda la peninsula y los otros aparecen en regione« como Canarias y Extremadura, Kn cuanto a su datación en America, los ejcmplos se documentan desdc cl mismo siglo xvi, si bien su frccucncia de uso varta a lo largo del tiempo en regiones como Costa Rira o Buenos Aires: en elcasode las /—i; —1/ implo-sivas, por ejemplo, el fenómeno parece experimentar un importante avan-ce hasta cl siglo xvui, pero a partir de esc momento retrocede y se reduce al habla rural, en un proceso que apareniemente también sufren otras características de las apnmadas más arriba. No. «xisten varios tÍ|>os. Son dos los ek-mcntos clasificatorios: I) la rombi-nación de formas voseantes y/o tuteantes en los paradigmas pronominal y verbal (V-V. TV. V-T). v 2) la morfológia dc las formas verbales voseantes (monoptongadas o diptongadas); ambos criterion se combinan a su vez, v c renn multiples sistemas diferentes (iii atntás, im cantos, vos eanlás, im am-táis, etc). Hay un rasgo comtin a casi todos los paradigmas voseantes (a exception del cubano): el mismo sistcma pronominal (vos, te, ttl poscsivo, VOS plC|Hlsj(i(íUUl). La pérdida de la oposiciÓD confiama-respeto en la segunda persona del pitími, que se manificsia en la desaparición »lei pronombre vasotmsjunto a sus l< n mas verbales pii ipias, v su sustítución por u$tede$\ de acuerdo con los pri-meros estudios. este fenómeno términa por imponerse a lo largo del siglo XIX, aunquc las confusiones entre »witav y utíedes se registran ya desde el siglo \\i. Además. en el siglo xix se data |kii primera ve/ otro fenómeno morlosimáctito muy generalbado en el espaňol americano: el pmceso de sustítución dc selo por se los paru maicar In plni alidad del dativo (Ciudad ■le Mexico. 1816). El espaňol dc America parece ser más arcai/aiite en aspectos como la deli-uición dc los empleos de séry estar, cl mantenimiento de /urfirrcon valor temporal y de wcomo auxiliur en los tienipos conipuestos. y (qui/ú) la evolución mode-temporal «le cantamy la desaparición del liiiuro de sul> i:jerck;ios ÍH juntívo, Además, exisicn otros Fenómenos morfosintácticos en los que sc manifiesi.i mi i onsei vadurismo: más alia de la prcsencia del vosco. se des-cubre también en cl uso de expresiones como doquef nomas, propias del espaňol áureo. 12. Son lossiguientes: 1) emplco del terminu patrimonial, sin modificacioncs de ningún tijxi {lagrtrlo); 2) creation de un vocablo nuevo a partir del ira-dic ional por medio de la derivación (naranfitio): :i) utilization dc la voz his-pánica con un complemento que precisa su nanirale/a americana (gislliitti lie In limn, eedro de Ins i/iifiiis); y 4) generalization de diulcciulismos -más escasamente, de urcuísnios- para los ouevos referente« (faenem, gofio). I.sios procesos de adapiación semántíca del léxico hispánico sc producen desde muy pronto, ya en el mismo ägk» xvi. v afectan también a los niart-nerisTiios. que sc ad.ipian n In realidad americana y adquieren, por tanto, acepciones no marineras que sebasan en los paretidos entne el nuevo y el antiguo referente. 13. El indigenismo léxico se concentra prcfcrentenictitc en la flora (29'2%), la organization social (14%), la rannú (12'5%), la minería (7'4%), las prendasdevestír (7*2%) o losalimentos (6'8%); el afroamericanismo, por su parte, sc registra en la alimentation o en aspecuxs sociales como la must* ca y la danza. Asi pues, se deseubreu i oincidencias en los eampos semánticos donde apa-recen los términosde origen indígena o airicano, justificables en principio por cl lipo de contepto a i|ue sc leľur.n: esias voces corresponden en general n realidades propias de estos grupos que no existen en la sociedad hispánica y que. cvídcnteincine, no tienen un nomine en espaňol; por tanto, mando se produce su enu*ada en la vida de lacolonía, la faltadc un vocablo patrimonial con que expresarlas bate que sc tome la denomination originaria indígena o aŕricana, que pasa a engrosar de este modo el léxico del espaňol americano. 14. Ľ1 espaňol de America torna préstanios ľundnmenlahnentc dc cuatfO len-guas european portugués. liancés, inglés c ilaUano (en el Rio de la Plaut); en cuanto a las rn/ones que explican el influjo dc esios idiomas, sc ecialmente a fines del siglo XVIII y durante el siglo xix. mientras que la inglesa se extíende por los agios xi\ > xx y la Italian» -en el caso del Rio de la Plata- cntrc 1S75 y 1950; del mismo modo, tampoco afectan a los mismos cainpOS léxicos: el préstamo fiances aparece principalmentc en el léxico intelectual o de la cultura, el italiano m- .oiucntra en campos semánticos toino lu nlimeniación, la vida familiar o la cociua, y el inglés. sin embargo, hace su aparición prefercntc en la ciencia y la tecnología, los Iransportes, losdeporteso la «ida social. BIBLIOGRAFIA MINIMA ÁlVAREZ Nazario, M. (1982): Origenesy desarroUo dell espaňol de Puerto Hi to. Rio Piedras: Univcrsidad de* Puerto Rico. BOYD-BOWMAN, P. (1964): Indite geobiogr/ipco de marenia mil pobtadores espaňo- les en America en el sigh XVI, i (1493-1519). Bogota: Insüiulo Čaro y Cuervo. Ii( niv Bow man, P. (1968): Indite geobiográfico de tuarenta mil ftobf/uUnes nfttňo- les en Ammta en et siglo xvi, II <1520-1539). Mexico: \< ademia Mexičana de Genealógia y Heraldic». Boyd-Bowman, P. (1968b): -Regional origins of the Spanish colonists of America: 1540-1559". Studies on Latin America: a Miscellany. Buffalo: State University of New Vork ai Buffalo. 3-26. Bovit-BoWMAN. P. (1975): "A sample of sixteenth ceniury 'Carihbean' Spanish Phonology". 1974 Colht/uium on Spanish and Portuguese Linguistics. Washington DC: Georgetown University Press. 1-11. BOYD-BOWMAN, P. (1976): "Patterns ol Spanish emigration to the Indies until 1600". Hispanic American Historical RexňeuK 56/4, 580-604. Bom>-Bowman, P. (1982): Léxico liispanoamericano del sigh xvtn. Madison: Hispanic Seminar of Medieval Studies. Buesa, T. (1992): "Indoamericanismos léxicos", en C. Hernandez Alonso (ed.): Históriu y presents del espaiiot de America. Valladolid: Junta de Casiillayl^ón, 169-200. Bi t.sv. T. y |. M. Km.i iia (1992): Léxico delespaňol de America. Su elemmio patrimonial e indígena. Madrid: MAPFRĽ. Carricabcro, N. (1997): Las formulas de itaiamiento en et espaiiot actual Madrid: Areo l.ibros. CARTAGENA, N. (2002): Apuntespara la história del espaiiot en Chile. Santiago de Chile: Academia Chilena de la Lcngxia. Cock HincafiÉ, O. (1969): El seseo en el Nuevo Iteino de Granada. Bogota: Instititto Čaro y Cuervo. Company, C. (1992): *Un cambioen prooeso: *el libro, ^quién w&v presto?'", en K. I .una Traill (ed.): Scripta ľhihhgica in honoremjuan M. Lope Blanch, II. Mexico: UNAM, 349-62. COMPANY, C. (1994): Documentos Lingütsticos de la Nueva Bsfmňa. Mexico: I NAM. CORBELLÁ, D. (1996-7): "Galicismos léxicos en .4 espaňol de America". Anuario de Ijngiiíslica Hispánica, 12, 569-82. DONN! DE MlRANDE, N. E. (2(H)4): História del espaiiot en Santa ľe del sigh at/ at sigh six. Buenos Aires: Academia Argentina de Letras. BIBUOGRAFtA MINIMA 93 Kii/aincIn, A. el alii. (1997): /•„'/ espaiiot en la liando Oriental del sigh xvm. Montevideo: Universidad de la Republic». Encitia Utriua.J. M. (1992): "Rasgos lingúíscicos andaluces en las hablas dc Hispanoamérica", en C. Hernandez Alonso (ed.): História y presente de/ espaiiot de Amenta. Valladolid: Junta de (Vistula v Leon, 85-112. Km.i ha ľ iRii i a, ). M. (1996). "Indoamericanismos léxicos en algunos tex- ios relativos a la conquista y colonization del Nnevo Mundo". Studia S-ophilohgua, 68. 233-243. Fi rnanui/-Sevilla. J. (1987): "La polemics andalucista; esiado de la cues- tión". Adas del I Congreso Internacionál sobre el espaiiot tie America* San Juan: Academia Puertorriqueňa de la Lcngua, 231-253. KoMAMiiAľľ Weinberg, M. B. (1973): "Kl rehilamieniobonaerensea lines del siglo xvm". Thesaurus. Boletín del I u st d u to Caroy Cuervo, 38. 338-43. F< >NI \Nľii,\ DK Weinberg, M. B. (1987): El espaiiot bonaerense. Cnatro sigtos de evolution linguistic» (1580-1980). Buenos Aires: Harheite. FontanelLa de WEINBERG, M. B. (1989): El voseo bonaennse. Vision diacrimita. Bahia Bianca: L'niversidad Nacionál del Sur. Fontanei i a in. Weinberg, M. B. (1992): El espaňol de America, Madrid: MAPFRE. Fovi wi i ia de Weinberg, M. B. (1992b): "La evolución de los usos ameri- canos de segunda persona singular". Lingüistita, 4. 7-25. Fontane!J,\ ni Weinberg, M. B. {m linea): "El espaňol de America a partir dc 1650". en hup:// cvc.ee r van tcs.es/obref/congresos/sevilla/unidad/ ponenc_fontanclla.htm (consults: 27/04/2004) Frago Grácia, J. A. (1989): "El seseo «iure Andaluria y America". Hevistade Fihhgia Esptmola, 69. 277-310. Frago Gracia.J. A. (1990): "F.l ändaluz en la formáciou del espaňol ameri- cano". / Simposio de Filológia Iberotimericana. Zaragoza: Portico I.ibros, 77-96. Frago Grácia, J, A. (1992): "Kl seseo: origeues y difusión americana", en C. Hernandez Alonso (ed.): História y presente del espaňol de America, Valladolid:Junta de Castilla y León, i 13-42. Frago Grácia, j. A. (1993): História de las hablas andaluzas. Madrid: Arco/Libros. Frago Grácia, J. A. (1999): História del espaňol de America. Madrid: Credos. Frago Grácia, J. A. (en linea): "Estrategias para la investigation en el espaňol americano hasla 1656". en h«p://cvc.cervanies.cs/obref/congre-$os/sevilla/unidad/poncnc_gracia. htm (consults: 03/05/2004). FraGO Grácia,J. A. {en lineab): "El espaňol entre Espaňa \ America: causas históricas de su unidad", en http://cvc.cervarues.es/obref/congre-sos/valladolid/ponencias/unidad_ diversidad_del_espanol/2_el_espa-nol_de_ america/fragoj.htm ( consulta 05/05/2004). Franco Figueroa, M. (1988): "Léxico marinero en dorumentos americanos de los siglos x\ i v \\n". Anuario de Lingiiistiea Hispánica, 4. 147-179. Franco FicuerOa, M. (1991): "El fondo léxico patrimonial: americanismos seiuánticos en documentos de los siglos XVI y xvu". Anuario de Lingutstica Hispánica, 7, 219-47. 94 BREVE HISTOKIA 111 1. ESPANOL 111. AMERICA Garasa, 1). L. (1952-3): 'Voces náuticas en tierra firme". Filológia, 4. 169-209. GarridoDomim.i i/.A. (1992): OrigenesdetespanoldeAmerica. Madrid: MAPFRE. Granda, G. dc (1968): "Acerca de los porUiguesismos en d espaňol de America*. Thesaurus. Boleiín del Institute Cam v Cuervo, 23. 344-58. Granda, (.. de (1988): "Origen y formación del leísmo en cl espanol del Paraguay". Sociedad, história y lengua en el Paraguay. Bogota: Institute Čaro y Cuervo, 211-41. Granda, G. dc (1990): "Galicismos léxicos en el espanol dominicano dc la segunda milad del siglo xvm". Lexis, 14/2, 197-219. Granda, G. cle (1994): Espaňol de America, espanol de Africa y hablas crioUas his- pánicas. Madrid: Credos. Granda, G. de (1991b): "El proceso de kohiei/aeión en el periodo iniciál del d.sanollo del espaňol de America", en J. Lüdtkc (ed.): El espanol de America e» el siglo XM. Frankfurt: Vcrvuet, 87-108. Guitarte, G. [-. (1991): Siete estudios sobre et espanol de America, Mexico: 1 NAM. Kany, G Ľ. (1969): Sinlaxis Hispanoamericana. Madrid: Credos. Lapesa, R. (1981): História de la lenguaespaňola. Madrid: Credos. Lore Blanch,J, M. (1985): El halM deDiego de Qrdaz. Mexico: l'NAM. Lore Blanch, J- M. (2000); "Esbozo historko del espaňol en Mexico", en Espanol de America y Espanol de Mexico. Mexico: inam. 177-202. Mejías, H. (1980): Préstamosdelenguas indtgenmenelespaňolamericanodasigfo xv/i. Mexico: L'NAM. Months GiraldO.J.J. (1976): "Un arcaísmo gramatical en Colombia. l.a construction del pretérito compuesio de subjuntivo um ser. Thesaurus. Bulletin del Institute Corny Cuervo. 31. 561-562. Penny, R. (2004): Variadon \ eamtňo en espaňoL Madrid: Credos. Polo Cano, \ (2005): "Algunos indigenismos léxicos en cl espanol de Guatemala del siglo win", en A. Garcia Lenza y A. Rodriguez Barreiro ( coords.): Res Diachronicae Virtual 4: El amtacto de lenguas, 185-202 (en red: www.resdi.com, 4). Quesada l*u MY.cn, M. A. (1990): El espanol colonial de Costa Rica. San Jose de Costa Rita: I'niversidad de Costa Rica. Ramiri/ Likní.c.J. L. (2001-2): "El pretérito de subjuntivo en la Venezuela de la independencia: aliernancia -ra/seea el epistolario de Bolivar". Anuario de LJngüistica Hispánica, 17-8, 257-72. RauIri/ Lľr.Mai.J. L. (2002): "El futuru dc subjuntivo en la Banda Oriental del siglo Win". lievista de Filológiu de la I'niversidad de In Ijtguna, 20, 305-17. RAMfREZ l.i i \i.r>. J. L. (2003): "I-as segundas personas en cl espaňol guate- malteeo del siglo xvm". Res DiacJiromcae. Amtario de ta AJIHLE, 2. 266-74 (en red: www.resdi.com, 2). R.wiiRi /.I.i k\(.c. J. I.. (2003b): "Contribution a la história del vosco: el paradigma altoperuano a inicios del sigh» xin". Estudios ľilológicos, 38. 179-88. BIBLIOGRAFIA MINIMA 95 RAMIREZ LUENGO.J. L (2004): "Para una história del espaňol en Guatemala: notas sobre história externa en el siglo xvni", en M. Fuertes Gutierrez, M. J. Garda Folgado v J. L. Ramirez Luengo (coords.): Res Diackronkae Virtual 3; Estudios sobre el siglo xviit, 153-70 (en red: www.resdi.com, 3). Ramírez Luengo,J. L. (2004b): "Variación diastrálica en la história del espaňol; algunos ejemplos del Uruguay del siglo xix". lioletin de la Real Academia Espaňola, 84/290, 307 30. RlVAROLA, J. L (2000); lil espaňol de America en sn história. V'alladolid: Universidad de V'alladolid. ROSENBIAT, A. (1984): Estudios sobre el espaňol de America. Caracas: Monte Avila. Salvador, G. (1967): "Lusismos". Enádopedia Ĺingutstíca Hispánica, II. Madrid: CSIC, 239-61. SÄNCHEZ MĚ.NDEZ, |. (1997): Aproximáciou historka iú espaňol de Venezuela y Ecuaaot durarUe los siglos xvriy xvtti, Valencia: Tirant lo Blanch. S\\i HEZ Mi.Mii/. J. (2003): História de la lengua espaňola en America. Valencia: Tirant lo Blanch. S\R\i.n.i i. C. (1997): El espaňol americano: teória) textos. Pamplona: EfJNSA. \'aoiiko m Ramírez, M. (1998): II espaiwl de America, 1. Promtnciación. Madrid: Ano I.ibros.