Garcilaso de la Vega. Égloga III. Comentario de Texto 41 TIRRENO Cual suele, acompañada de su bando, aparecer la dulce primavera, cuando Favonio y Céfiro, soplando, al campo tornan su beldad primera y van artificiosos esmaltando de rojo, azul y blanco la ribera, en tal manera a mí, Flérida mía, viniendo, reverdece mi alegría. (1. Localización.) El texto propuesto para el comentario es la estrofa 41 de la Égloga III de Garcilaso de la Vega. Con la Égloga III, compuesta algún tiempo después de la muerte de Isabel Freire, culmina la etapa renacentista o italianizante del autor. Consta de 47 octavas reales, es decir, estrofas de ocho versos endecasílabos que riman en consonante siguiendo este esquema: 11A, 11B, 11A, 11B, 11A, 11B, 11C, 11C. La égloga es un subgénero poético muy cultivado en el Renacimiento que arranca de las Bucólicas del poeta latino Virgilio. La admiración hacia los clásicos grecolatinos puso de moda el género, que consistía en un diálogo en el que pastores idealizados expresaban sus sentimientos con un estilo culto y refinado, dentro de un marco natural de gran belleza (tópico del Locus amoenus). La Égloga III de Garcilaso sigue estas características. Se inicia con una dedicatoria que ocupa las siete primeras octavas. La segunda parte (estrofas 8-37) comienza con una descripción de un lugar cercano al Tajo, del cual emergen cuatro ninfas que se ponen a trabajar en sus tapices; los tapices representan antiguas leyendas griegas, cuyo tema común es el amor frustrado. Sin embargo, la última de las ninfas, Nise, representa en un tapiz la muerte de una joven ninfa, que se identifica sin duda con la amada de Garcilaso, Isabel Freire. En la tercera parte (estrofas 38-47), se acercan al lugar los pastores Tirreno y Alcino, que cantan alternativamente su amor hacia las pastoras Flérida y Filis. Estrofas 1-7 Dedicatoria Estancias 8-37 Labores de las ninfas Estancias 38-47 Cantos de Tirreno y Alcino (2. Tema.) La estrofa 41 pertenece a la tercera parte del poema, y contiene uno de los cantos del pastor Tirreno. El tema de la estrofa es la alegría que produce en Tirreno su amada Flérida. (3. Estructura.) La estrofa se organiza en torno a una comparación: del mismo modo que la primavera embellece y alegra los campos (versos 1-6), Flérida despierta la alegría de Tirreno (versos 7-8). Cada una de estas partes queda perfectamente delimitada mediante los nexos comparativos (cual ______ : en tal manera _____ ) con que se inician. Cual _____________________ _________________________ _________________________ _________________________ _________________________ _________________________: en tal manera ______________ _________________________ (4. Estilo.) Además de su funcionalidad estructural, la mencionada comparación es el recurso expresivo fundamental del texto. Toda la estrofa desarrolla este símil, en el que, según hemos indicado, se compara el embellecimiento de los campos que trae consigo la primavera con la alegría que Flérida despierta en Tirreno. Se trata de una comparación bimembre, en la que los dos términos reales (Flérida, Tirreno) se corresponden de modo preciso con dos imaginarios (la primavera, el campo). Versos 1-7 Versos 7-8 Términos imaginarios Términos reales La primavera (I1) Flérida (R1) embellece alegra a los campos (I2) Tirreno (R2) Existe también, no obstante, una comparación implícita entre las acciones (embellecer, alegrar), manifiesta sobre todo en el último verso (“reverdece mi alegría”, como la primavera reverdece y embellece los campos). La primera parte del poema, pues, se ocupa de los términos imaginarios de la Términos imaginarios Efecto de la primavera en el campo Términos reales Efecto de Flérida en Tirreno Comparación comparación. La personificación de la “dulce primavera” (eptíteto), que aparece “acompañada de su bando”, es consecuencia lógica de su posterior comparación con la amada Flérida. Hay que notar que el embellecimiento de los campos no se atribuye de hecho directamente a la primavera, sino a dos de sus acompañantes: Favonio y Céfiro, vientos suaves que también son personificados y que devuelven al campo “su beldad primera”, es decir, la belleza que tenían antes del invierno. Este efecto embellecedor de los vientos primaverales se refuerza mediante una metáfora pura (sin términos reales) que compara a Favonio y Céfiro con pintores. Del mismo modo que los artistas esmaltan con colores sus lienzos, Favonio y Céfiro decoran la ribera haciendo nacer en ellos flores de variados colores. Términos reales Los vientos hacen crecer flores de colores en la ribera Términos imaginarios Los pintores esmaltan de colores los lienzos Los dos versos finales, por último, contienen los términos reales de la comparación que desarrolla el texto: con la llegada de su amada Flérida, brota de nuevo la alegría en Tirreno, que mediante este largo símil ha expresado la fuerza de su amor. (5. Conclusión.) El texto comentado, en definitiva, es una buena muestra del estilo poético de la etapa italiana del autor y de la poesía renacentista en general. Hallamos en él numerosos rasgos de la lírica del Renacimiento: temática amorosa, presencia de una naturaleza bella e ideal, riqueza léxica y sensorial, comparaciones y metáforas, epítetos... Por otro lado, es visible la maestría de Garcilaso en el uso de los recursos expresivos. La alegría del pastor al reencontrarse con su amada queda perfectamente expresada en su canto mediante una extensa comparación con el regreso de la primavera a la naturaleza, comparación que además organiza el texto de modo equilibrado y armónico.