CAPÍTULO 3 MORFOLÓGIA HISTÓRICA: LA EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS El desarrollo de los substantivos § 152a. En latín vulgär, los nombres tenian dos casos diferentes, el nominativo y el acusativo (§§ 27-30). Sin embargo, cuando el latín vulgär de Hispánia evolucionó al espafiol anti-guo, se perdió casi siempre el nominativo, y sólo se mantuvo de manera dominante el acusativo, mucho más corriente que el nominativo, por la variada gama de funciones que habia acumu-lado en latín vulgär. b. A continuación damos algunos ejemplos de la primera declinación del latín vulgär. Abarcan algunas formas que la primera declinación del latín vulgär heredó de diversas fuentes del latín clásico: por ejemplo, plurales neutrqs de la segunda declinación (pira, vota, § 28c); nombres de la tercera declinación que pasaron a la primera al aňadírseles un sufijo diminutivo {apic(u)la, oric(u)la, § 33c); nombres de la cuarta declinación con sufijos diminutivos (acuc(u)la, capitia, § 37b), y nombres de la quinta declinación {dia, matéria, § 32): acuc(u)la > aguja apic(u)la > abeja capitia > cabeza cepulla > cebolla dia > dia materia > maděra oric(u)la > oreja perna > pierna pira > pera porta > puerta vota > boda c. A continuación damos algunos ejemplos de la segunda declinación del latín vulgar. Comprenden algunas formas mas- evolución de las formas 139 culinas heredadas del neutro de la segunda declinación clásica (balneu, collu, vinu, § 28b) y otras de la cuarta declinación (cornu, manu, § 31): amicu > amigo balneu > baňo castellu > castillo collu > cuello cornu > cuerno dom(i)nu > dueňo filiu > hijó frax(i)nu > fresno manu > mano vinu > vino d. Los ejemplos que siguen provienen de la tercera declinación del latín vulgar. Se incluyen formas que derivan de la quinta declinación del latín clásico {facie, fide, § 32): calle > calle carcere > cárcel civ(i)tate > ciudad dolore > dolor facie > haz fide > fe fonte > fuente hom(i)ne > hombre lacte > leche latrone > ladrón mare > mar parete > pared ratione > razón rege > rey § 153a. Como siempre, la tercera declinaciön presenta mäs complicaciones que las otras. Muchos nombres de la tercera declinaciön, que servian tanto para el masculino como para el femenino, anadieron pronto una -a analögica al femenino en espanol antiguo, con el fin de diferenciar los generös; esta diferenciaciön ha pasado al espanol moderno: hispanione > esp. a. / espaňol > espaflola infante > esp. a. / infante > infanta latrone > esp. a. / ladrón > ladrona parente > esp. a. / pariente > parienta pastore > esp. a. / pastor > pastora seniore > esp. a. / seňor > seňora b. Algunos neutros de la tercera declinación planteaban un cierto problema, pues el acusativo terminaba en -s en singular (§ 21a). Esta s final pasó al espaňol antiguo a través del latín vulgar, y se puede ver en las siguientes formas: 140 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 141 corpus (sing.) > esp. a. cuerpos (sing.) pectus (sing)> esp. a. pechos (sing.) opus (sing.) > esp. a. huebos (sing.) tempus (sing.)> esp. a. tiempos (sing.) A veces, en espaňol antiguo, se los consideraba "razonable-mente" como plurales, y se creaban singulares analógicos, sin -s: cuerpo, pecho, tiempo (§ 148b). Todavía en el Siglo de Oro podemos encontrar ejemplos de pechos que parecen continuar el singular medieval, aunque parezca un plural enfático. Asi lo utiliza a veces Lope de Vega. Huebos se perdió. Podemos indicar de pasada, que la h- de huebos no es, naturalmente, etimológica. Se usaba en espaňol antiguo delante de una u vocálica, como signo ortográfico, para ayudar a distinguir la vocal [u] de la consonante [b], ambas gráficamente u. Otros ejemplos que suelen presentar una h- ortográfica aňadida son: orphanu > huérfano, ossu > hueso, ovu > huevo. De todas maneras, también se utilizaban las grafías sin h-. c. Las formas de acusativo neutro de la tercera declinación del latin vulgar que terminaban en consonante (que no fuera -s) se reconstruyeron con -e final, por analogía con los nombres masculinos y femeninos de la tercera declinación terminados en -e, que eran más corrientes en latin vulgar (por ejemplo, LV ac. hom(i)ne, civ(i)tate, dolore, ratione, monte). En las formas de latin vulgar que indicamos a continuación, las cinco primeras se han formado siguiendo el modelo de hom(i)ne. LC culmen > LV culm(i)ne > cumbre LC examen > LV exam(i)ne > enjambre LC inguen > LV ing(ui)ne > ingle LC nomen > LV nom(i)ne > nombre LC piper > LV pib(e)re > pebre LC sulphur > LV sulph(u)re > (a)zufre En § 149b se explica cómo, en algunos de los ejemplos que acabamos de ver, -m(i)ne pasó a -mbre. Las n - n de inguine se disimilaron en n-l (§ 149a). § 154. Las declinaciones cuarta y quinta no han dejado huella directa en la evolución normal, porque las dos cambiaron de grupo en latin vulgar. Sin embargo, el espaňol ha tomado directamente del latin clásico algunas formas cultas de la cuarta y quinta declinación: cuarta declinación espíritu tribu quinta declinación especie série superficie § 155a. Por lo general, la forma plural de los substantivos no presentó complicaciones, ya que era casi siempre la evolución directa del acusativo plural del latin vulgar: amicos > amigos calles > calles dom(i)nos > dueňos filios > hijos pernas > piernas capitias > cabezas civ(i)tates > ciudades Portas > puertas rationes > razones ver(i)tates > verdades b. Los singulares neutros que hacían el plural en latin clásico en -a, tomaron en espaňol plurales analógicos aňadien-do las terminaciones -os y -es: LC balneum, pi. balnea > baňo, baňos LC collum, pl. colla > cuello, cuellos LC cornu, pl. cornua > cuerno, cuernos LC mare, pl. maria > mar, mares LC vinum, pl. vina > vino, vinos c. Los plurales neutros de la segunda declinación, que en latin vulgar habían pasado a ser singulares de la primera declinación (§ 28c), construyeron plurales analógicos afiadiendo -s: LV cilia > ceja, pl. cejas LV festa > fiesta, pl. fiestas LV folia > hoja, pl. hojas LV pira > pera, pl. peras LV signa > sena, pl. sefias LV vascella > vajilla, pl. vajillas LV vota > boda, pl. bodas 14 gramática historica espanola I ■ Restos de casos latinos que no son acusativo § 156. Aunque la inmensa mayoria de los substantivos espafioles ha evolucionado a partir del acusativo del latin vulgar, sin embargo existen unos cuantos restos fosilizados que provie-nen de otros casos y que han conseguido sobrevivir en espaňol. a. El nominativo se ha mantenido en unos cuantos nom-bres, casi siempre propios: Car(o)lus > Carlos Deus > Dios Marcus > Marcos Naturalmente, existen algunos nominativos cultos que, en épocas más recientes, se tomaron directamente del latín clásico, como por ejemplo abdomen, carácter, crater, crisis, espécimen, régimen, tórax. b. El genitivo se ha fosilizado en las formas de unas cuantas palabras, particularmente en los días de la semana: (dies) martis > martes (esp. a. dia de martes) (dies) jovis > jueves (esp. a. dia de jueves) (dies) veneris > viernes (esp. a. dia de viernes) Por analógia con estas formas de la tercera declinación terminadas en -is, la forma (dies) lunae (= dia de la luna), de la primera declinación, pasó a ser lunis, lo que dio en espaňol lunes. (Dies) mercuri (= dia de Mercurio) pasó a mércuris y dio miércoles en espaňol (con disimilación de r - r en r -1). (Sábado viene del latín vulgar sábbatu y domingo procede de (dies) domin(i)cus, esp. a. didomingo.) Otros restos de genitivo (presentados en cursiva) son: comite stabuli > condestable filiu eclesiae > feligrés pedis ungula > pesufia fórum judicum > Fuero Juzgo Campi Gothorum > esp. a. campotoro > Toro evolución de las formas 143 c Restos casuales han quedado, como veremos, en los pronombres personales. d. Existen algunos restos del ablativo fosilizados en espa-fiol como adverbios: LC häc horä > esp. a. agora1 LC höc annö > hogaöo LC locö > luego LC quo modo > como prefijos y sufijos § 157. Los sufijos latinos que se han conservado en las lenguas romanicas son todos tonicos. Algunos atonos tuvieron que hacerse tonicos para conservarse. a. Los diminutivos generalizados fueron -ellu, que en espanol evoluciono hasta iello>illo (§ 81bII), y -qlu, que se hizo tonico y produjo -uelo. Asi, por ejemplo: anellu > anillo cannella > canilla rotella > rodilla fibella>hebilla filiolu > hijuelo linteolu > lenzuelo b. Solían confundirse a veces los sufijos, y prevalecían los más corrientes sobre los de menos uso: capellanu (+ -ane) > capellán foll(i)catianu (+ -ane) > holgazán tosoria (+ -aria) > tijera certitudine (+ -um[i]ne) > certidumbre cos(ue)tudine (+ -um[i]ne) > costumbre mans(u)etudine (+ -um[i]ne) > mansedumbre multitudine (+ -um[i]ne) > muchedumbre El sufijo latino -aticu evolucionó normalmente a -azgo (§ 125a), como en afflaticu> hallazgo;portaticu>portazgo. Pero en espaňol medieval se fue también imponiendo el resultado francos -age, esp. -aje, como se ve en los préstamos siguientes: 1. El espaňol moderno ahora proviene de ad horám. 144 gramática histórica espaňola portaje, sahaje, personaje, viaje, montaje... Ahora funciona tam-bién como sufijo espaňol. La i de tijera parece deberse a la influencia de la i del LV cisoriu. c. Los prefijos son, al contrario de los sufijos, átonos en el espaňol. Tendían, con relativa frecuencia, a confundirse. En nuestros ejemplos se ve cómo el prefijo ex- sustituyó a a(b)s-\ a(b)scondere > esconder ascultare > escuchar Otra tendencia del latín vulgar era la acumulación de prefijos. Los siguientes ejemplos muestran que in- se unió a las palabras: esagiu > in(e)xagiu > ensayo exam(i)ne > in(e)xam(i)ne > enjambre exemplu > in(e)xemplu > esp. a. enxiemplo En el caso de invierno, el LV hibemu > esp. a. ivierno. Luego, quizá por influencia de los substantivos que empezaban con in- se convirtió en invierno. Artículos § 158a. Los artículos determinados espaňoles derivan de los demostrativos latinos ille, Hla, illud2 que ya en latín vulgar habían empezado a utilizarse con función de artículos determinados (§ 34). Se ha discutido mucho si el singulár masculino procede del nominativo ille o del acusativo illum. Los plurales proceden del acusativo y los singulares femeninos y neutros pueden proceder normalmente del acusativo también. Es fundamental tener en cuenta que la acentuación proclítica y la posibilidad de apare-cer ante vocal o consonante configuraron su evolución fonética (demostrativos en § 162). Por ello, la -//- intervocálica se simplifi-có y perdieron la sílaba iniciál o la final (aféresis o apócope): 2. Hay que seňalar que la forma neutra (illud) se mantuvo, en contra de la tendencia de los neutros a perderse. evolución de las formas 145 LC Hlum > LV elo > esp. a. lo, el, ell > esp. m. el LC Hla > LV ela > esp. a. ela, la, el > esp. m. la (el + á-) LC illos > LV elos > esp. a. elos, los > esp. m. los LC íllas > LV elas > esp. a. elas, las > esp. m. las LC Illud > LV elo > esp. a. elo, lo > esp. m. lo b. Hay que decir unas palabras sobre el artículo femenino el (como en el águila, el agua, el alma); no procede de la segunda sílaba de Hla, sino de la primera, como aparece en los ejemplos siguientes: üla aqua (= [ilákwa]) > el agua illa aquila (= [ilákwUa]) > el águila illa anima (= [ilánima]) > el alma Debido a la fusion de las dos aes, la vocal iniciál tuvo que mantenerse. Luego la solución el, femenino, se extendió a otras palabras que empezaban por vocal, especialmente tónica. Den-tro de la utilización de el femenino había una escala. De menos a más: a) con'palabras empezadas con cualquier vocal átona; b) con palabras empezadas con cualquier vocal tónica; c) con palabras empezadas con a átona; d) con palabras empezadas con a tónica. Con estas ultimas todavía se utiliza hoy día el femenino. § 159. Los artículos indeterminados que empezaron a utilizarse en latín vulgar (§ 34) se mantuvieron en espaňol: unu > uno unos > unos una > una unas > unas Unu se apocopó por su naturaleza proclítica (es decir, su utilización como palabra no acentuada que forma unidad con la palabra que la sigue). Cuando no es proclítica, la sílaba se restablece: Yo tengo un coche bueno pero él tiene uno mejor. Adjetivos § 160. El acusativo de los adjetivos del latin vulgar pasó al espaňol sin complicaciones. a. El primer grupo de adjetivos, procedente de la primera y 146 gramática histórica espaňola de la segunda declinaciones, mantiene las diferencias entre masculino y femenino (§ 35a): bibitu,-a > beodo,-a bonu,-a > bueno,-a extraneu,-a > extraňo,-a fedu,-a (LC foedum) > feo,-a formosu,-a > hermoso,-a grossu,-a > grueso,-a integru,-a > entero,-a delicatu,-a > delgado,-a duru,-a > duro,-a limpidu,-a > limpio,-a mutu,-a > mudo,-a securu,-a > seguro,-a strictu,-a > estrecho,-a tepidu,-a > tibio,-a b. La segunda clase de adjetivos, originada en la tercera declinación latina, no tiene generalmente diferencia de género: alegre (LC alacrem) > alegre crudele > cruel equale > igual fidele > fiel felice > feliz forte > fuerte grande > grande paup(e)re > pobre regale > real stab(i)le > estable turpe > torpe vir(i)de > verde Delante de un nombre, grande se convierte en gran, que es un resto del espafiol antiguo grant. Los adjetivos de la tercera declinación que terminaban en -or en espafiol antiguo empeza-ron a tomar una -a analógica en femenino alrededor de 1300, como se indica en § 153a. Algunos ejemplos son entendedora, habladora. Igual se comportaron los en -ón (ladrona); en -án (holgazana); en -ensis > és (burguesa). c. El adjetivo mismo exige una breve explication. En latin clásico, para decir "yo mismo" sólo se necesitaba afiadir la particula -met al pronombre: egomet. Para dar más énfasis se afiadía el adjetivo ipse: egomet ipse. Con el paso del tiempo el énfasis original de esta construction se perdió, y se pasó a utilizar el superlativo de ipse: egomet ipsissimus. Esta construction se usaba tanto, que metipsissimus podia utilizarse solo. (En latin clásico -met no podia separarse del pronombre al que iba unido). En latin vulgar esta forma evolucionó a algo como: medissíssimu. En este punto tuvo lugar la haplología. La ha-plologia, que está relacionada con la disimilación, es el proceso según el cual dos sílabas iguales (iss-iss aqui) se reducen a una, y en este caso concreto dan medis(i)mu. Evolucionó a medesmo evolución de las formas 147 (-iss(i)mu tenia una Yen latin) > meismo > mismo, mesmo. Esta ultima forma, corriente en epoca de Cervantes, es igualmente comün en el portugues actual. La alternancia mismo, mesmo, procedentes de meismo, es normal en espafiol, como nos muestran mitady metad, procedentes de meitad, tinada y tenada procedentes de teinada. § 161a. Los sistemas de comparativo y de superlativo no han cambiado bäsicamente desde la epoca del latin vulgär (§ 37): magis fidele > mäs fiel magis felice > mäs feliz magis securu > mäs seguro il magis fidele > el mäs fiel la magis felice > la mäs feliz las magis securas > las mäs seguras Magis evolucionö a mais, meis, mes, en espafiol antiguo. Sin duda su normal utilizaciön proclitica contribuyö a que se generalizara la forma mäs. b. Los comparativos irreguläres (§ 38) evolucionaron nor-malmente: maiore > mayor meliore > mejor minore > menor peiore > peor Hay que sefialar que estos adjetivos de la tercera declination, aunque terminan en -or, no aceptaron formas femeninas analógicas en -a (en contra de §§ 153a, 160b). Demostrativos § 162. Los demostrativos que se mantuvieron en latin vulgar (§ 39ab) pasaron al espafiol. El nominativo dio lugar a las formas singulares espafiolas, mientras que del acusativo precede el plural en espafiol. Singular nom. iste > este ista > esta Plural ac. istos > estos istas > estas 148 gramática histórica espaňola ipse > ese ipsa > esa istud > eso ipsud > eso ipsos > esos ipsas > esas Se ha sugerido que la etimología de aquel, -la, -los, -las podría ser eccu ille. (Ecce, con el sentido de he aquí, se usaba en latín clásico delante de los demostrativos para dar énfasis, y sus derivados lingiiísticos son corrientes en formas modernas de francés y de italiano). Al llegar a la fase equel, la e iniciál pudo haberse disimilado en a. También se ha pensado en atque ille, que fonéticamente habría evolucionado más fácilmente a aquel, pero desde el punto de vista semántico esta solución es debil {atque = "e incluso"). Otras propuestas razonables parten de atque eccum ille. Relativos e interrogativos § 163. Las únicas formas que se mantuvieron de la declina-ción de los pronombres relativos e interrogativos del latín vulgar fueron el nominativo singular qui, el acusativo singular quem, y el neutro singular quid. Las dos primeras evolucionaron a qui y quién en espaňol, y ambas se utilizaban indistintamente en espa-ňol antiguo como nominativo o acusativo, como masculino o fe-menino y como singular o plural. Sin embargo, en el siglo xiv qui cayó en desuso. En el siglo xvi se creó un plural analógico para quién: quienes. Tanto qui como quien se reservaban para per-sonas. En cambio que < quern átono se usaba para personas y cosas (§ 40). El neutro quid originó el interrogativo qué. Además de su empleo interrogativo fue capaz de ir tomando otro tipo de funciones, quizá por haber desplazado al relativo neutro quod en latin vulgar, las relacionadas con la subordination oracional: melius quam > mejor que credo quia > creo que (§ 74c) Otros interrogativos evolucionaron sin especiales complica-ciones: evolución de las formas 149 de tínde > dónde quale > cuál quando > cuándo quomodo > cómo Todos ellos podían utilizarse como relativos. P al ab ras afirmativas y negativas § 164. Cierto numero de palabras afirmativas y negativas del latín clásico (pronombres indefinidos, adverbios) no pasa-ron al latín vulgär y se formaron otras nuevas. El participio pa-sado natum (nacido) utilizado con sentido negativo dio lugar a dos de las nuevas formas en Hispánia: (res) nata > (cosa) nada ('cosa nacida'), en sustitución del LC nihil (nada). El latín clásico nemo se sustituyó por una forma de (hominem) natum > (hom-bre) nado > nadie. El LC etiam se sustituyó por tarn bene. aliqu'unu > alguno aliquod > algo iam > ya numquam > nunca (res) nata > nada semper > siempre tarn bene > también tota via > todavia Para completar esta lista, hay tres palabras que requieren alguna explication: alguien, ninguno y nadie. El latín clásico áliquem habría dado *algue en espaňol, pero su acento cambió basándose en el modelo del monosílabo tónico quem (esp. quién), y dio alguién. Para unificar su acento con algo (y con otras palabras positivas y negativas) el acento se desplazó después a su lugar de origen: álguien. Nec + unu forma la base de ningun(o). Necunu debería normalmente haber evolucionado a neguno, raro en espaňol medieval. Hay que explicar dos cosas: la n que produjo las formas nenguno y la cerrazón de la iniciál ninguno. De entre todas las explicaciones barajadas parecen las más probables las siguientes: la sílaba iniciál muestra i porque otra negation muy general la tenia: ni. La n se explica por nin frecuente como ni y por non que alternaba con no. Por tanto, la analógia transformó doblemente a neguno para pasar a ninguno. En la Edad Media abundaban formas como nenguno y en algunas zonas niguno. 150 gramatica historica espanola Para explicar nadie se han construido hipótesis poco convin-centes. En algún caso se supone que nado + -i de qui evolucionó hasta nadi, mientras que nado + -e de ese, este evolucionó hasta nade. El cruce de nadi y «aífe(bastante raro en espaňol antiguo) produjo nadie. Más razonable parece pensar que nado continuó en las construcciones omne nado, muger nada mientras se desarrollaba nadi < (homines) nati. Nadi era la forma más generál en la Edad Média. Por otro lado, existían una serie de pronombres indefinidos cOmo otro, con las variantes otri < LC altérl (dat.) y otre, que sí se cruzaron en otrie. Otros pronombres que mostraban estructura paralela eran algo, algui, alguien, o que, qui, quien. No es raro, por tanto, que aparecieran formas tipo nado, nadi, nade, nadie. Tampoco es de extraňar que aparecieran formas como nadie ~ nadien, si alternaban algui ~ alguien, qui ~ quien. posesivos § 165. En espaňol moderno los posesivos evolucionaron en dos grupos diferentes: un grupo tónico en el que el posesivo es una palabra tónica que va a continuación del nombre (este amigo mío), y un grupo átono en el que el posesivo precede al nombre en posición proclítica (mi amigo). En espaňol moderno los dos grupos se diferencian en todas sus formas, excepto nuestro y vuestro, aunque en espaňol antiguo las formas de ambos grupos eran bastante parecidas, como se puede apreciar en el cuadro que incluimos más abajo. Se podría incluso afirmar que las formas del grupo "átono" eran en realidad tónicas en espaňol antiguo, puesto que meu, nostru y vostru, átonas en latín vulgar, tienen una evolución tónica en espaňol antiguo. En latín clásico los posesivos tenían el mismo timbre vocálico en masculino y en femenino singulár (méum, méam; túum, túam; súum, súam), mientras que en latín vulgar la forma femenina presentaba una vocal cerrada (meu, mea; tuu, tua; suu, sua);3 este rasgo afectó a los dos grupos de posesivos. 3. En § 80b encontramos un ejemplo atestiguado en el que la e de vea se cerró efectivamente en i, y dio via en latín vulgar. evolución de las formas 151 a. Los posesivos tónicos evolucionaron de la siguiente manera del latín vulgar al espaňol antiguo: meu > mieo (§ 81b/) > esp. a. mío mea > esp. a. mía tuu > esp. a. to tua > esp. a. tua suu > esp. a. so sua > esp. a. sua nostru > esp. a. nuestro nostra > esp. a. nuestra vostru > esp. a. vuestro vostra > esp. a. vuestra meos > mieos > esp. a. míos meas > esp. a. mías tyos > esp. a. tos tuas > esp. a. tuas syos > esp. a. sos suas > esp. a. suas nostros > esp. a. nuestros nostras > esp. a. nuestras vostros > esp. a. vuestros vostras > esp. a. vuestras En espaňol antiguo, mio existía junto con mió, y en realidad este último era una evolución normál, paralela a la de Deus, que dio Diéos, Díos, y finalmente Diós. La forma femenina de los posesivos era dominante; basán-dose en las formas tua(s) y sua(s), el espaňol antiguo to(s) y so(s) pasó a ser tuo(s) y suo(s). Estas últimas formas se encuen-tran raramente en la lengua antigua debido a otra analógia que afectó rápidamente a todas las formas. Tuyo(s) y suyo(s) se crearon por analógia de cuyo desde el principio de la lengua. b. En latín vulgar, algunos de los posesivos átonos empeza-ron a apocoparse por el uso proclítico; en espaňol antiguo evolucionaron de la siguiente manera: meu > esp. a. mío mea > esp. a. míe, mi tu > esp. a. to tua > esp. a. túe, tu su > esp. a. so sua > esp. a. súe, su nostru > esp. a. nuestro nostra > esp. a. nuestra vostru > esp. a. vuestro vostra > esp. a. vuestra meos > esp. a. míos meas > esp. a. mies, mis tus > esp. a. tos tuas > esp. a. túes, tus sus > esp. a. sos suas > esp. a. súes, sus nostros > esp. a. nuestros nostras > esp. a. nuestras vostros > esp. a. vuestros vostras > esp. a. vuestras Se ha dicho que la e fínal de míe(s) se debe a una asimilación de la -a, acercándose al punto de articulación de la i. En ese caso la e fínal de túe(s) y de súe(s) sería analógia de míe(s). Aquí tambien las formas masculinas se ajustaron a la evolución femenina y dieron mi(s), tu(s) y su(s) en espaňol moderno ± 152 gramática histórica espaňola Nuestro y vuestro, que no presentaban problemas de hiato que complicaran su desarrollo, evolucionaron de la misma manera en los dos grupos de posesivos. Numerales § 166. Los números cardinales presentan pocos problemas en su evolución del latín vulgär al espaňol. En latín vulgär los números unu, duos y tres eran declinables (§ 45a), mientras que en espaňol solamente uno hace diferencia entre masculino y femenino. a. La evolución de 1-10 del latín vulgär al espaňol es la siguiente: unu, -a > uno, -a dyos > dos tres > tres quatt(u)or > cuatro cinque > cinco sex > seis sette > siete octo > ocho nove > nueve dece > diez Los problemas fonéticos de cuatro y de seis se explican en § 148a. La o final de cinco es analógia de la -o de cuatro. b. La evolución de 11-19 es la siguiente: und(e)ce > once dodece > doce tred(e)ce > trece catordece > catorce quind(e)ce > quince (sed(e)ce > esp. a. seze) dece et sex > dieciséis dece et sette > diecisiete dece et octo > dieciocho dece et nove > diecinueve En la Edad Media era normal la forma dodze o tredze, con la -e mantenida de acuerdo con § 95c, pues las dos consonantes impedían su caída. Esta explicación es más sencilla que la propuesta por Hanssen. El LC quattuordecim debió de perder el wau intermedio por disimilación (como en LC quattuor > LV quattor), y más tarde cayó el iniciál, como era normal delante de todas las vocales excepto de la á. c. Las decenas presentan la siguiente evolución desde el latín vulgär: evolución de las formas 153 viínte > veínte > véinte tríinta > treínta > tréinta quaraénta > cuarenta cinquaénta > cincuenta sexaénta > sesenta settaénta > setenta octaénta > ochenta novaénta > noventa Veinte y treinta necesitan una explicación. La -/ final larga del LC vigíntí, según lo indicado en § 110, cerró en / la vocal breve tónica z (que normalmente habría evolucionado a e). La i final después pasó a e y el resultado fue viínte. Entonces se produjo una disimilación de las dos i (como en LC vícinum > esp. vedno, § 149d). En este punto, el acento se desplazó a la vocal más abierta y dio véinte. El LC triglnta > LV treginta, por influjo de tres, en la mayor parte de la Romania. d. Las centenas plurales derivan del acusativo plural (con terminaciones -os y -as), por lo que diferencian el masculino del femenino. La invariabilidad de ciento proviene del latín clásico. centu > ciento, cien ducentos > esp. a. dozientos > doscientos trecentos > esp. a. trezientos > trescientos quadringentos (forma perdida) quingentos > quinientos sexcentos > seiscientos septengentos (forma perdida) octingentos (forma perdida) nongentos (forma perdida) Cien procede de la forma apocopada del espaňol antiguo cient (del mismo modo que gran moderno es una continuación del espaňol antiguo grant). Por analógia con dos y tres, dozientos y trezientos dieron doscientos y trescientos. Quinientos y seiscientos reflejan la evolución normál. Las restantes formas (cuatrocientos, setecientos, ochocientos, novecientos) son analógia de los números básicos a los que se afiade -cientos. Hay que sefialar que sete- y nove- pierden el diptongo de la tónica > vocal protónica. e. En los millares, mille dio mil de acuerdo con lo visto en § 133b. Como es natural, se perdió el sistema latino de utilizar el plurál neutro para los múltiplos de mil (duo milia, tria milia, § 45d). En espaňol antiguo se expresaban de la siguiente ma- 154 gramática histórica esp aň ola evolución de las formas 155 nera: dos vezeš mil, tres vezeš mil. El espaňol moderno ha elimi-nado la palabra veces: dos mil, tres mil. Milión es una "inven-ción" italiana (it. milione) que el espaňol tomó en la Edad Media. § 167. El sistema ordinal espaňol presenta formas cultas a partir de sexto. LC primus y tertius se sustituyeron por LV primariu y tertiariu. primariu > primero secundu > segundo tertiariu > tercero quarto > cuarto quintu > quinto sextu > sexto (cultismo) septimu > septimo (cultismo) octavu > octavo (cultismo) nonu > nono (cultismo); noveno decimu > décimo (cultismo) La lengua antigua ofrecía soluciones tradicionales sustanti-vadas para septimu > sietmo; octavu > ochavo; decimu > diezmo. (Ochavo se mantiene en la lengua como nombre de moneda antigua, y diezmo con el sentido de 'impuesto'). En espaňol medieval existía el sufijo adjetivo ordinal -eno, que se aplicaba, sobre todo, desde siete en adelante: seteno, noveno, deceno, centeno. En latin -ěnus era un sufijo para formar los numerales distributivos. En castellano se han conservado docena y decena con ese sentido. Como ordinal normal, noveno. Pronombres personales § 168a. Los pronombres personales proceděn del latin vulgär con algunas evoluciones interesantes. Los pronombres personales de primera y segunda personas pasaron del latin vulgär al espaňol de la siguiente manera: ego > ieo > yo (§§ 7a, 41a) tu>tú nos > esp. a. nos (+ otros) > nosotros vos > esp. a. vos (+ otros) > vosotros Nos y vos tenían formas paralelas enfáticas en latin vulgär, nos alteros y vos alteros, y fueron finalmente estas formas las que se impusieron en espaňol frente a nos y a vos, a finales de la Edad Media. Usted procede de una evolución desgastada de vuestra merced, pasando por formas abreviadas como vuasted, vuestedy vusted. Ustedes es un plurál analógico sobre la base de usted. b. En latin vulgär, los pronombres objeto de primera y segunda personas que procedían del dativo del latin clásico (esp. mí, ti, nos, os) pasaron a ser pronombres tónicos de objeto directo o indirecto, mientras que los pronombres que procedían del acusativo del latin clásico (esp. me, te, nos, os) pasaron a ser pronombres átonos de objeto directo o indirecto (§ 41b). El espaňol ha mantenido siempre esta distinción salvo en el plurál del grupo tónico, donde se han sustituido los pronombres sujeto: tónicos (< dat. latino) átonos (< ac. latino) mi > mí me > me ti > ti te > te nos > (nosotros) nos > nos vos > (vosotros) vos > os Suele pensarse que el pronombre os< vos se desarrolló en el sintagma imperativo + vos. La forma vos dura hasta el xvi, en competencia desde el final de la Edad Media con os. Efectiva-mente, los primeros casos de os aparecen tras un imperativo acabado en -d. En la Edad Media, por tanto, venid-vos > venid-os; luego se extendió os a otros contextos. c. Los pronombres de tercera persona procedían de los mismos demostrativos latinos que dieron origen a los artículos determinados (§ 158a), aunque con algunas variantes. Las distin-ciones del latin vulgär entre pronombres dativos y acusativos se mantuvieron en los pronombres átonos espafioles, contraria-mente a lo que sucedió con los del apartado anterior: nominativo il(le)>él illa>ella illud > ello dativo (il)li>le sujetos tónicos illos > ellos illas > ellas c. indirecto átonos (il)lis>les 1 gramatica historica espanola acusativo c. directo átonos (il)lu > lo (il)la>la (il)los > los (il)las > las Los pronombres de dativo y de acusativo perdieron una silaba debido a su naturaleza proclitica, mientras que los pronombres de nominativo (salvo él) no la perdieron, ya que pertenecían al grupo tónico. Parece ser que en il(le) la e final cayó por la tendencia de la e final a perderse (§ 95, 133b). Las formas del LC Uli, Ulis, por su posición proclitica pasaron a (il)li, (il)lis; en algunos dialectos que conservaban la -I latina y en el castellano primitivo se conservan formas asi. Pero en el castellano, el resultado normal fue le, les. Todavía en el siglo xi hay formas como eli. Como todas las formas de dativo y de acusativo se usaban para los pronombres objeto átonos de tercera persona (al contrario de los pronombres del singular vistos en el apartado b), los pronombres objeto tónicos se tomaron de la única fuente que quedaba, es decir, de los pronombres sujeto. Un resultado afortunado de esta utilización de los pronombres sujeto es que permite distinciones que de otra forma serian imposibles: lo veo a él; lo veo a usted. d. Un caso especial lo plantea selo (= le lo). En latin clásico, cuando dos pronombres se empleaban juntos, el dativo precedia al acusativo: LC Uli ilium, Uli Was. Al evolucionar estos pronombres, el primero perdió su vocal iniciál, como ocurria cuando se empleaba solo. Pero, como los dos pronombres estaban prácticamente fusionados, la i "iniciál" del segundo no se perdia, puesto que en realidad no se encontraba en posición iniciál. Al llegar a este punto los ejem-plos en latin vulgar podrian haber sido lielo, lielas. Al evolucionar al espaňol antiguo, la / iniciál + yod pasó a [ž] (como lo hizo ese mismo grupo en muliere > esp. a. muger [mužer]. Los grupos antes citados dieron en espaňol antiguo gelo, gelas [žélo], [žélas]. Desde la etapa gelo la [ž] > [s], como cogecha > cosecha. Bien por un proceso disimilatorio, o bien por la analógia con el reflexivo se, que se presenta en modelos sintácticos similares: gelo dio (a él), se lo dio (a si mismo). La forma plural, que se ve en unos cuantos ejemplos de espaňol antiguo en variantes de leslo (evolución normal puesto que en el plural no habia yod, como la evolución de las formas 157 habia en singular), cedió pronto ante la forma singular y en espaňol moderno se lo significa tanto le + lo como les + lo. e. Mecum, tecum y secum (§ 41a) evolucionaron a micum, ticum y sicum en el latin vulgar de Hispánia, según lo que hemos visto en el apartado b) referente a los pronombres objeto tónicos. Estos evolucionaron fonéticamente de manera normal y dieron migo, tigo y sigo. De esta manera, cum se transformó en go y no se parecía en nada a con (que era el resultado fonético normal cuando se utilizaba sola, § 147b), se colocó la preposi-ción con como prefijo ante migo, tigo y sigo, y aparecieron las formas modernas conmigo, contigo y consigo; es decir, en estas formas de espaňol moderno el LC cum está representado dos veces. Evolución de los verbos Infinitivos § 169. La mayoría de los infinitivos del latin vulgar pasaron al espaňol con počas complicaciones. a. Los infinitivos en -are del latín vulgar pasaron sin problemas al espaňol. Fabulare, que figura entre los ejemplos que damos a continuación, era deponente en latín clásico (§ 62): circare > cercar clamare > llamar coll(o)care > colgar fab(u)lare > hablar lavare > lavar lucrare > lograr mesurare > mesurar (cultismo) mutare > mudar nom(i)nare > nombrar plicare > llegar Los verbos en -ar son los más comunes y los más reguläres de la lengua y prácticamente todos los verbos nuevos que se han introducido en espaňol son verbos en -ar, se deriven de adjeti-vos o de sustantivos, o sean de nueva creación: fechar, fotogra-fiar, fusilar, mejorar, igualar, ocasionar, telefonear. b. Los infinitivos en -ere del latín vulgar pasaron general-mente al espaňol sin dificultad. La lista que presentamos a continuación incluye ejemplos de la segunda conjugación (-ére) del latín clásico, de la tercera (LC bíběre, cuméděre.fácěre, légére, 1, 158 gramätica histörica espanola pönere, säpere, vendere, § 5 la), algunos incoativos del latin vulgar que derivan de infinitivos cläsicos no incoativos (LC carere, oboedire, parere, § 49), y el infinitivo del latin vulgar potere, que sustituyö al irregular LC posse (§ 63): bibere (LC bibere) > beber carescere (LC carere) > carecer comedere (LC cumedere) > comer debere > deber facere (LC fäcere) > hacer jacere > yacer habere > haber legere (LC legere) > leer obedescere (LC oboedire) > obedecer parescere (LC parere) > parecer ponere (LC pönere) > poner potere (LC posse) > poder sapere (LC säpere) > saber tenere (LC tenere) > tener timere (LC timere) > temer vendere (LC vendere) > vender videre > ver El infinitivo del latin vulgar essere (que sustituyo al LC esse) no paso al espanol; el espanol ■serderiva del LC sed'ere, 'sentar-se'. De forma curiosa, en espanol quedan dos restos de los infinitivos en -ere del latin cläsico. LC fäcere y dtcere tienen una doble evolution. Cambiaron de grupo de conjugation y dieron en espanol antiguo fazery dizer. Pero tambien podian man tener el acento del latin cläsico y evolucionaron asi: fäcere > fac're > fajie > fer fa(ce)re > fare > esp. &.far> dialectalmente har dicere > dic're > dire > dir De estos infinitivos se derivarian los tiempos del futuro y condicional en espanol: har-e; dir-ia. No hay que recalcar que las posibles evoluciones son muy discutidas. Se puede suponer, en un momento dado, agrupaciones tipo fac're o dic're que produjeran la yotizaciön de la c. c. Los infinitivos en -ire del latin vulgar pasaron tambien evoluciön de las formas 159 intactos al espanol. Los ejemplos que damos a continuation incluyen los infinitivos del latin vulgar que procedian de la tercera conjugation en / del latin cläsico (fügiö, -ere;päriö, -ere; recipiö, -ere, § 51b); los que derivan de la segunda conjugation cläsica (LC impfere, luc'ere, ridere, § 51c); y el LV sequire, que era deponente en latin cläsico (sequi, § 62): audire > oir dormire > dormir fugire (LC fügere) > huir glattire > latir implire (LC impl'ere) > henchir lucire (LC luce re) > lucir parire (LC pärere) > parir partire > partir recipire (LC recipere) > recibir ridire (LC ridere) > reir sentire > sentir sequire (LC sequi) > seguir servire > servir venire > venir Hubo otros infinitivos de la tercera conjugation del latin cläsico que se anadieron a los anteriores, por motivos que no estän claros: LC cfngere> esp. cenir, LC ringere> esp. renir, LC spärgere> esp. esparcir. Los infinitivos en -ere que tenian una z en la raiz pasaron tambien al grupo de verbos en -/Ven espanol, a veces con disimilaciön vocälica (§ 149d), como los dos primeros ejemplos que damos a continuation: LC dtcere> LV dicire> esp. decir, LC fngere~>YN frigire> esp./re/r; LC scrtbere > esp. escribir, LC vfvere> esp. vivir. El latin cläsicopetere tenia dos perfectos, uno basado en los verbos en -ire (petivi) y otro basado en los verbos en -ere (petui). Debido probablemente al perfecto en -ire, el resto de la conjugation cambiö tambien al modelo en -ire: esp. pedir. Presente de indicativo § 170. Aunque el presente de indicativo forma un sistema muy consistente en espanol moderno, tiene una historia bastan-te compleja. En realidad, la mayoria de las complicaciones 160 GRAMATICA HISTORICA ESPAŇOLA históricas surgieron precisamente porque la lengua regulariza-ba las conjugaciones y mantenía una raíz constante en todo el presente de indicativo. La presión para regularizar las conjugaciones fue tan grande que impidió en muchos casos la evolución regular fonética. Aunque las leyes fonéticas en si son bastante fuertes, las leyes morfológicas son seguramente todavía más fuertes y de mayores consecuencias, como se vera en los apar-tados que siguen. Por ahora daremos modelos de conjugaciones que no pre-sentan complicaciones después de la fase del latin vulgar. En los casos en que la forma del latin vulgar difiera de manera significati-va de la forma clásica, se indicará esta ultima entre paréntesis. En § 50 se ofrecen ejemplos de las conjugaciones completas del presente de indicativo del latín clásico. § 17 la. Esta es la evolución normal del presente de indicativo del latín vulgar al espafiol de los verbos que proceděn de la prim era conjugación, -ä re, del latin clásico: clámo > llamo clámas > llamas clámat > Hama clamámus > llamamos clamátis > esp. a. Uamades > esp. m. Uamáis clamant > llaman El único rasgo que merece un comentario en estos ejemplos es el que se refiere a la evolución de -atis> -áis. En el siglo xv, la [-ď-] de -ádes desapareció, y la -e-, en hiato, se convirtió en yod. Normalmente, la -d- procedente de -t- no se pierde en espaňol en otras ocasiones, pero es la más debil de las consonantes procedentes de las oclusivas latinas intervocálicas. Moderna-mente -ado, participio de la primera conjugación, Uega hasta -ao, -au (§ 125a). La pérdida de d- afectó también a las termina-ciones de las restantes conjugaciones (-étis > -eis, -ítis > -ís). b. Como muchos verbos en -are por la alternancia acen-tual (4 formas tónicas y 2 átonas) cambiaban la o tónica en ué o la ěpor ié, algunos verbos que tenían una b o una e en latín clásico diptongaron por analógia: EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS LC cölat> cuela LC mönstrat > muestra LC pěnsat > piensa LC rlcat > riega LC sěminat > siembra 161 Por otro lado, algunos verbos que en la Edad Media habían diptongado, presentan una vocal simple en espaňol moderno, por la influencia analógica de otras formas sin diptongo: LC contórtat > esp. a. confuerta > esp. m. conforta LC vetat > esp. a. vieda > esp. m. veda LC temperat > esp. a. tiempla > esp. m. templa En algunos casos la alternancia se puede buscar en los cultismos: LC integrat > esp. a. entriega-entrega LC praesto > esp. a. priesto-presto c. El verbo del latin clásico leva re presenta una evolución interesante. En espafiol antiguo evolucionó a levary se conjugó lievo, lievas, lieva, levamos, levades, lievan. Es fácil observar que en las cuatro formas con li- se palatalizó esta tardía Ij- en Q,-], y después toda la conjugación, incluidos el infinitivo y las formas de nosotros y vosotros, cambiaron a [1,-], grafía //-. d. El verbo del latín clásico jöcäre presenta un auténtico problema fonético en la forma de espafiol moderno jugar. Se ha sugerido que el verbo podría haber derivado del LV jugare, pero, en este caso, el resultado en espafiol antiguo no habría tenido formas diptongadas (como en realidad tuyo: esp. ant. juego, juegas, juega, juegarí). Se ha sugerido también que jugar representa una evolución leonesa en la que el diptongo ué se ha generalizado al infinitivo y luego se ha simplificado en u; el LV jocare habría dado en leonés juegary luego se habría simplificado en jugar, como ocurre con el LV contare, leonés cuentar > cuntar. Sin embargo, parece poco probable que un verbo tan corriente haya tenido que tomarse prestado de un dialecto. § 172. Esta es la evolución normal del latín vulgar al espafiol del presente de indicativo de los verbos que proceděn de la segunda conjugación del latin clásico, -ere: 162 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA débo (LC debeo) > debo débes > debes débet > debe debémus > debemos debétis > esp. a. debedes > esp. m. debéis débent > deben Ya se ha sefialado en § 51c que en algunos verbos la -e- de la primera persona del singular del latín clásico se convirtió en yod, y que ello tuvo como resultado que estos determinados verbos pasaran a la conjugación en -ire en latín vulgar. En los casos normales, como los de la conjugación modelo que acaba-mos de dar, la -e- se perdía sin dejar rastro. Otros ejemplos son: LC tímeô > esp. terno LC möveb > esp. muevo El LC video evolucionó de forma normal a veyo en espaňol antiguo (§ 129a). Más tarde se perdió la yod procedente de la dj, absorbida en la vocal anterior, y apareció la forma moderna veo. Al simplificarse el infinitivo en ver, las demás formas se basaron en el nuevo infinitivo: ves, ve. Pero en espaňol antiguo también existían las formas vees, vee, veer bebo bíbes (LC bibis) > bebes bíbet (LC bíbit) > bebe bibémus (LC bíbimus) > bebemos bibétis (LC bíbitis) > esp. a. bebedes > bebéis bíbent (LC bíbunt) > beben En zonas del latín vulgar, la tercera conjugación del latín clásico se mezcló con la segunda conjugación clásica (§ 51a); tomó de la segunda conjugación no solamente las terminacio-nes verbales, sino también el acento. (§ 52.) b. Con la caída de la d y de la g intervocálicas (§§ 129a, EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 163 130a), se habría podido esperar que LC credit hubiera dado en espaňol *crey y que legit hubiera dado *ley, según lo expuesto en § 95d. Sin embargo, la situación no es en este caso igual al de gree > grey, porque el morféma verbal, -it > -e, evolucionó de acuerdo con las otras formas verbales. El nivel morfológico interfirió aquí en el nivel fonológico. § 174. Esta es la evolución normal del latín vulgar al espaňol del presente de indicativo de los verbos que proceděn de la cuarta conjugación clásica, -ire: dormo (LC dórmiô) > duermo dórmis > duermes dórmit > duerme dormímus > dormimos dormítis > esp. a. dormides > esp. dormís dórment (LC dormiunt) > duermen La yod de la terminación de la primera persona del singular del latín clásico se perdió generalmente en latín vulgar (§ 50), pero, en muchos casos, desapareció más tarde que en los ejemplos vistos y, por ello, aparecieron algunas dificultades fonéticas y morfológicas, que veremos en § 176. Otros ejemplos que muestran la pérdida temprana de la yod serían: LC apériô > esp. abro, LCßriö > esp. hiero, LC partia > esp. parto. El espaňol antiguo -ides habría dado -íes, -iés con pérdida de la -d-. Pero en este caso, como -ades dio -áis, -ides siguió su ejemplo y dio -íis que se simplificó en -is. La terminación de la tercera persona del plural del latín vulgar es analógica con el -ent de la conjugación en -ere (§ 172). § 175. Conviene hacer unos comentarios suplementarios sobre la unificación del acento del latín clásico en latin vulgar. En latín clásico, un verbo podia estar acentuado en unas personas en la primera sílaba de la raíz (áperis, súccutis), y en otras personas en la segunda sílaba de la raíz (apério, succútio). Esta variación de acentos se unificó en latin vulgar, pero no de manera uniforme. Algunos verbos unificaron su acento basán-dose en la primera persona del singular: LV ápero, áperis, áperit, mientras que otros unificaron el suyo basándose en el modelo 164 GRAMÄTICA HISTÖRICA ESPANOLA de las demäs formas: LV sucüto, sucütis, sucütit. El acento del latin vulgar se mantuvo en espafiol: äbro, obres, obre; sacüdo, sacüdes, sacüde. Hay que mencionar tambien que en espafiol el acento del presente de indicativo recae siempre sobre la penültima silaba (excepto en la forma de vosotros), por lo que los verbos "cultos" que se han ido afiadiendo a la lengua no han conservado su acento "culto", sino que lo han cambiado para ajustarse al esquema normal en espafiol: LC cölloco > colöco LC commünico > comunico LC considero > considero LC vindico > vindico El primero, el segundo y el cuarto de estos verbos, en su evoluciön tradicional, han mantenido el acento latino original: LC cöll(o)cö > esp. cuelgo LC commun(i)cö > esp. comülgo LC vmd(i)cö > esp. vengo § 176a. El presente de los verbos en /Vsufre la influencia de la analogia y de la inflexion mäs que el de los verbos en -ary en -er. Hemos dicho en § 52 y de nuevo en § 174 que la yod de las terminaciones de la primera persona del singular, en algunos presentes de indicativo de la tercera y en la mayoria de la cuarta conjugaciön, cayö en latin vulgar sin dejar rastro (LC faciö > LV faco > esp. hago, LC partiö > LV parto > esp. partö). Sin embargo, cuando la vocal de la raiz de un verbo del latin vulgar en -ire era una e cerrada (que procedia del LC 'e o I), la yod del latin vulgar la cerraba en / antes de desaparecer. Este efecto estä generalizado en los mäs antiguos textos castellanos. Asi, el latin vulgar metio pasö a mido ya en espafiol antiguo. Por otro lado, habria sido de esperar que las formas del LV metis, metity metent hubieran dado *medes, *medey *meden en espafiol, puesto que no aparecia una yod deträs de la e cerrada. Sin embargo, estas formas no existen en espafiol, y por una razön muy sencilla. En las conjugaciones en -ar y en -er, cuando hay un cambio vocälico, este afecta a las cuatro formas fuertes, como se ve en los siguientes ejemplos: -AR s/'ento s/entas s/enta EVOLUCIÖN DE LAS FORMAS -ER sentamos vudvo sentäis vuehes s/entan vwelve 165 volvemos volveis vuelven Por analogia, los verbos en -ir que tenian la primera persona del singular mflexionada siguieron el modelo de los verbos en Z modoT7 C°l0Car0n 6n 138 demäs formas AS latin vulgar metio metis metit meti'mus metitis metent espafiol m/do m/des m/de medimos medis m/den Este rasgo analögico, que afecta a la segunda y a la tercera personas del singular y a la tercera del plural, se encuentra en los primeros textos castellanos. Este fenömeno afectö igualmente a verbos con yod que, procedentes de otras fuentes, pasaron en LV a la conjugaciön en -ire, como se puede ver en los siguientes ejemplos: LCimplere, Tmpleö LC concipere, concipiö LV implere > henchir LV jmplio > h/ncho LV implis > hmches (anal.) LV implimus > henchimos LV concjpire > concebir LV concjpio > conc/bo LV conqpis > conc/bes (anal.) LV concjpimus > concebimos Hay que senalar que el resultado espafiol del LC recipere, que es präcticamente gemelo de concipere, generalize) la / en todas las formas, mientras que concipere no lo hizo: LC recipere LV recjpire > esp. recibir (anal.) LV recipiö LV recjpio > esp. recibo LV recjpis > esp. recibes (anal.) 166 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA LV recjpimus > recibimos (anal.) En cambio, LC concípěre: LV concjpimus > concebimos (no anal.) b. Lo que acabamos de decir vale para los verbos en -/>con una e cerrada del latín clásico en la raíz. Pero, iqué sucedió con los verbos en -ír que tenían una e abierta? Moviéndonos en un terreno puramente fonético, podría-mos haber esperado que la yod del latín vulgar hubiera cerrado la e abierta en e cerrada en la primera persona del singular únicamente, mientras que las tres formas fuertes restantes, que no tenían yodes en sus terminaciones, habrían mantenido vocales diptongadas. Es decir, que habríamos podido esperar estas conjugaciones (que no existen precisamente tal como las indicamos): latín vulgar espaňol latín vulgar espanol sérvio servo séntio sento servis sierves séntis sientes sérvit sierve sentit siente servímus servimos sentímus sentimos servítis servis sentítis sentís sérvent sierven séntent sienten Pero, puesto que ni servir ni sentir se conjugan según las previsiones fonéticas, ócómo se pueden explicar las conjugaciones de estos dos verbos que encontramos en espaňol? Una vez más entra en juego la analógia, y en cada ejemplo encontramos un tipo de analógia diferente. Servir se ha construido simple-mente según el modelo de medir, utilizando esta forma de relación: medimos: servimos: mido: x (= sirvo). Una vez forma-do sirvo, aparecieron sirves, sirve, sirven, según se explica en el apartado a). Otros verbos que funcionan igual que servir son vestir, del LC věstí re (esp. visto, no vesto), y embestir del LC ínvestľre (esp. embisto, no *embestó). El caso más corriente es el de sentir. Aquí, la primera persona del singulár cedió simplemente ante la presión morfoló-gica que ejercían las otras formas fuertes y tomó -ie- por analógia. Otros verbos que funcionan como sentir son herir, del LC férire (esp. hiero, no hero) y mentir, del LC mentlre (esp. miento, no mento). EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 167 c. Algunos verbos del latín clásico, que no tenían yod en la primera persona del singular, pasaron en latín vulgar a la conjugación en -ire, y, por analógia, muchos de ellos siguieron la conjugación "inflexionada" que hemos descrito en el apartado a). Para facilitar la comparación indicamos los infinitivos del latín clásico y las primeras personas del singular: latín clásico cíngěre, cíngô dícěre, dfcö pětěre, pětó rěgěre, rěgo sequi, sěquor espaňol cefiir, cmo decir, d/go pedir, p/do regir, njo seguir, s/go d. El otro tipo de conjugación en -ire era aquel en el que, en espaňol antiguo, la o cerrada de la primera persona del singular se cerraba en u. En estos verbos, la primera persona del singular era tan importante que todas las formas del verbo, todas las personas de todos los tiempos, y no únicamente las formas fuertes del presente (como en el apartado a), adoptaron u como vocal temática. En los ejemplos que damos a continuation, del LC sůbire y coópěrire, las formas del espaňol moderno revelan una generalization analógica de la u: latín vulgar sybire subio sybis subit subimus subitis subent cop(e)rire cop(e)rio cop(e)ris cop(e)rit cop(e)rimus cop(e)ritis cop(e)rent espaňol antiguo sobir swbo sobes sobe sobimos sobides soben cobrir CHbro cobres cobre cobrimos cobrides cobren espanol s«bir (anal.) swbo swbes (anal.) sube (anal.) swbimos (anal.) swbis (anal.) swben (anal.) cwbrir (anal.) cwbro cubres (anal.) cwbre (anal.) cubrimos (anal.) cubris (anal.) cwbren (anal.) 168 GRAMÄTICA HISTÖRICA ESPANOLA Este fenomeno afecto a los verbos con yod que, procedentes de otrasfuentes dellatin clasico, sepasaronala conjugation en-/Ve del latin vulgar, como muestran los siguientes ejemplos: LC complere, cömpleö LV complire > esp. a. complir > esp. cwmplir (anal.) LV complio > esp. a. cwmplo > esp. cwmplo LV cömplis > esp. a. comples > esp. cumples (anal.) LV cpmplimus > esp. a. complimos > esp. cwmplimos (anal.) LC fügere, LV fugire > esp. a. foir > esp. hi/ir (anal.) fügiö LV fugio > es. a. fwyo > esp. hwyo LV fugis > esp. a. foes > esp. hwyes (anal.) LV fugimus > esp. a. foimos > esp. hwimos (anal.) LC süfferre, LV sufferire > esp. a. sofrir > esp. swfrir (anal.) süfferö LV syfferio > esp. a. sttfro > esp. sttfro LV sufferis > esp. a. softes > esp. softes (anal.) LV sufferimus > esp. a. sofrimos > esp. sitfrimos (anal.) El LC süfferre era un compuesto del irregulär fem (ferre), y pasö a la conjugaciön en -Ire del latin vulgär (§ 63). e. En el caso del LV dqrmio y mqrio (LC morior, verbo deponente), podriamos haber esperado que la yod cerrase la o abierta en o cerrada y que hubiese dado en espafiol las formas hipoteticas siguientes: dormo y moro. Las formas espafiolas duermo y muero son evidentemente formas analögicas basadas en las restantes formas fuertes en ue. Este proceso es similar al que hemos descrito en el apartado b (siento). § 177. En espafiol, en algunas formas de la primera persona del Singular ha aparecido una g sin que aparentemente haya razön para ello. Estas formas se dividen en dos grupos: 1) caigo, oigo, traigo, y 2) vengo, pongo, tengo, salgo, valgo. a. El resultado del LV cadeo (LC cado) y audio fue cayo y oyo en espafiol antiguo; traho dio trayo ya que se afiadiö unay epentetica para evitar el hiato. En espafiol antiguo los verbos digo yfago, que eran corrientes e importantes, y que tenian una g etimolögica, y que procedian del LV dico yfaco (LC facio), EVOLUCIÖN DE LAS FORMAS 169 impusieron una g no etimolögica a cayo, oyo y trayo, lo que hizo que dieran caigo, oigo y traigo. b. La evoluciön del segundo grupo todavia se discute: LV venio - esp. vengo LV tenio (LC teneö) - esp. tengo LV ponio (LC pönö) - esp. pongo LV valio (LC valeö) - esp. valgo LV salio - esp. salgo La explication que se viene generalmente dando para la apariciön de la -g- es que las formas vengo, tengo y pongo son analögicas con formas de espafiol antiguo que tenian -r go etimolögico, como frango, plango y tango. Incluso valgo y salgo, con Ago final, tendrian una cierta analogia con esas formas. Las formas italianas muestran tambien el mismo rasgo (it. vengo, tengo, valgo, de venire, tenerey valere) por lo que la -g- no debe ser ünicamente un fenömeno hispänico. Todas estas formas tenian una yod en la terminaciön del latin vulgar. Esto nos hace pensar que la -g- estä relacionada de alguna manera con la yod, pero hasta ahora no se ha encontrado una explicaciön convin-cente.4 § 178. Otro grupo de formas "agresivas" de la primera persona del singular era en espafiol antiguo oyo yfuyo, con unay que habia evolucionado de manera regular del LV audio y fugio. Esta y tenia gran poder en dos sentidos. Primero se propagö a las restantes formas fuertes del presente: oyes, oye, oyen; fuyes, fuye, fuyen. (Las formas del latin vulgar por si solas no podian dar origen a una y: audis, audit, audent; fugis, fugit, fugent). Despues, la y se infiltrö en las formas fuertes de los verbos cultos como construir, en el que ninguna de las formas, ni siquiera la primera persona del singular, tenia base etimolögica para llevar y: LC cönstruo > construyo LC cönstruis > construyes LC cönstrait > construye LC construunt > construyen 4. Existen, en cambio, ejemplos en espanol antiguo que muestran la evoluciön normal de estos verbos desde formas latinas sin yod: valo < LV valo ('valgo') y sola < LV salat ('saiga'). 170 GRAMÁTICA HISTORIC A ESPAŇOLA Entre los verbos que siguen este modelo se encuentran argiiir, atribuir, contribuir, destruir, diluir, disminuir, influir, susti-tuir. § 179. Las formas de los verbos modernos doy, soy, voy, estoy, que tienený final, evolucionaron en espafiol antiguo a su resultado fonético normal sin y: LV do (LC dô) > esp. a. do LV sum > esp. a. so5 LV vao (LC vadö) > esp. a. vo LV sto (LC stb) > esp. a. estó Los primeros documentos en los que aparece una de estas cuatro formas con v final, doy, datan de principios del siglo xili; laj> final se refiere a un complemento locativo, como muestran algunos de los ejemplos que damos a continuation. Estay< ibi, 'ahi', en la Edad Media es similar al adverbio francos y en j'y vais: do y la otra heredat a este monasterio (Staaff, p. 39) do hy cuanto eredamiento a Sancta Maria de Piasca (Staaff, p. 39) do y ueinte uaccas (Staaff, p. 77) do i por mi alma ... vi tabladas {Doc. ling., p. 124) do hi conmigo quanto he {Doc. ling., p. 134)6 Hasta el siglo xvi la -y no se unió permanentemente a do y pasó a so y a vo, que estaban ambos relacionados con do, puesto que los tres eran primeras personas del singular monosílabas y muy corrientes. (La y de estoy es analógia de soy). En esa misma época ha, "hay ahí", tomó también una y final, que la hizo similar a la construction francesa ily a (fr. y + a = esp. ha +y). § 180a. El presente del verbo ser evolucionó desde la conjugation esse del latín clásico con algunas modificaciones: 5. El resultado de sum, muy raro, ha sido son, igual que tarn > tan, quern > quien (§ 147b), pero la -n desapareció para diferenciar so de la tercera persona del plural son (< sunt). 6. Staaff, Erik, Etude sur ľancien dialecte léonais (ďaprěs des chartes du XlIIe siěcle), Uppsala, Almqvist & Wikseil, 1907; Menéndez Pidal, Ramón, Documentos lingiiisti-cos de Espaňa (vol. I. Reino de Castillo), Madrid, Centro de estudios históricos, 1919. EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 171 LC sum > esp. a. so > esp. soy (§ 179) LC es (se perdió); eris > esp. eres LC est > esp. es LC sumus > esp. somos LC estis (se perdió); LV sutis > esp. a. sodes > esp. sois LC sunt > esp. son Las dos formas del LC es y esŕhabrían evolucionado a es en espaňol; para evitar esta confusion, la lengua retuvo el futuro del latín clásico (de esse) eris, que evolucionó a eres. Esta forma aislada es el unico resto del futuro del latin clásico en espaňol, y además el único resto del futuro clásico en todas las lenguas románicas importantes. El LC estis se perdió en espaňol, proba-blemente porque su raiz se basaba en el singular es, est y no en las formas de plural; se creó una nueva forma, sutis, basada en sumus, sunt, que dio sois en espaňol, siguiendo una evolution fonética normal. b. El infinitivo del latin clásico ľrepasó al espafiol (ir), pero al espafiol moderno no ha llegado nada de su conjugation de presente; la mayoria de sus formas habrian sido demasiado cortas o demasiado confusas: LC ego eb habría dado en espafiol yoyo, por ejemplo. Imos (del LC imus) e ides (del LC Itis) fueron las unicas formas de ire que pasaron al espafiol antiguo. El presente de indicativo del LC vaděre, 'pasear' sustituyó al presente de indicativo de ire en espafiol: ! LC vadö > LV vao > esp. a. vo > esp. voy (§ 179) LC vadis > LV vas > esp. vas LC vadit > LV vat > esp. va LC vádimus > LV vamus > esp. vamos LC váditis > LV vatis > esp. vais LC vadunt > LV vant > esp. van § 181. La conjugation del LC habere perdió una silaba en las formas fuertes del latin vulgar (§ 54b): LC habeo > LV aio > esp. he LC habes > LV as > esp. has LC habet > LV at > esp. ha LC habemus > LV abemus > esp. a. (av)emos > esp. hemos LC habětis > LV abetis > esp. habéis LC habent > LV ant > esp. han 172 GRAMATICA HISTÓRICA ESPAŇOLA EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 173 La h- repuesta es una simple grafía culta en espafiol. La evolución de la primera persona del singular no está clara. La o final de la forma del latin vulgar tuvo que perderse pronto para que ai pasara a ei (como en portugués hei) y luego se simplificara en (h)e. Hay que comparar probai > probei (provei en portugués) >probé (§ 107). Si la o se hubiera mantenido, aio habria dado simplemente hayo, o posiblemente haigo por analógia con otros verbos. Lo más dificil es, naturalmente, saber por qué cayó primero la -o. En espafiol antiguo avemos se usaba de manera regular como verbo principal y como auxiliar, mientras que emos se usaba en relación con la formación del futuro. Es esta ultima forma la que se ha mantenido en espaňol moderno, tanto como auxiliar (lo hemos hecho) como en la terminación de futuro (lo haremos). § 182. El LC sapére plantea también un problema en la primera persona del singular. Según el modelo de evolución fonética normal (§ 109), sapio debería de haber dado sepo, igual que sapiam ha dado sepa. La explicación corriente de sé es que es analógia de he. Esto parece ser muy posible, ya que otras lenguas románicas muestran en sus formas el mismo paralelo: it. so, ho; port, sei, hei; fr. sais, ai [se, e]. Presente de subjuntivo §183. El subjuntivo espaňol retuvo las caracteristicas de las terminaciones del presente de subjuntivo del latín clásico: la conjugation en -are tenia terminaciones basadas en e, y las de las restantes conjugaciones se basaban en a (§ 65). Estas son las evoluciones tipicas del latin vulgar al espaňol: -are clamem > llame clames > llames clamet > llame clamemus > llamemos clametis > Uaméis clament > Uamen -ere( tema timas (LC timeäs) > temas timat (LC timeat) > tema timamus (LC timeämus) > temamos timatis (LC timeä tis) > temáis timant (LC timeant) > teman -ere (< LC -ere) bibam > beba bibas > bebas bibat>beba bibamus > bebamos bibatis > bebáis bibant > beban -ire partám (LC partiám) > parta partas (LC partia s) > partas partat (LC partiat) > parta partiamus (LC partia mus) > partamos partiatis (LC partia tis) > partáis partant (LC partiant) > partan La raiz del subjuntivo estaba influida por la del indicativo, y de manera específica por la primera persona del singular. Si pacare y plicare, por ejemplo, hubieran evolucionado según las convenciones fonéticas, pacem habria dado pace en espafiol, y plicem habria dado Hece (en lugar de pague y llegue), como se indica en § 126c. Pero la presión morfológica del indicativo impidió esta evolución fonética normal. La yod que se perdió en la primera persona del singular del presente de indicativo de la conjugation en -ere del latín clásico (LC timeo > LV timo) se perdió igualmente en el subjuntivo en latin vulgar. Los verbos espafioles que tienen una g en la primera persona del singular del indicativo, tanto si es etimológica como si no lo es, tienen también una g en todas las formas del presente de subjuntivo. En estos mismos verbos, si no diptongaba la primera persona del singular del presente de indicativo (como en tengo, vengo que aparecen a continuation), no diptongaba tampoco ninguna de las formas del presente de subjuntivo. Esto 174 GRAMÄTICA HISTÖRICA ESPANOLA EVOLUCIÖN DE LAS FORMAS 175 pone de relieve una vez mäs la enorme influencia de la primera persona del singular del presente de indicativo. LC dicö > esp. digo LC dicam > esp. diga LC teneö > esp. tengo LC teneat > esp. tenga LC veniö > esp. vengo LC venia s > esp. vengas § 184a. En el subjuntivo de la conjugaciön en -ire, si la vocal temätica era i, ao u, la yod de la primera y de la segunda persona del plural caia simplemente sin dejar rastro, como en LV partiamus > esp. partamos que hemos visto mäs arriba. b. Sin embargo, si la vocal temätica de la conjugaciön en -ire era e u o, la yod de la primera y de la segunda personas del plural las cerraba en / o en u, y luego desaparecia: latin vulgär met/amus met/atis sent/amus sent/atis dorm/'amus dorm/atis espahol m/damos mz'däis s/ntamos s/ntäis dwrmamos dwrmäis Como el latin vulgär distinguia en el vocalismo inicial solamente dos grados de abertura (§ 87), la yod solo tenia que cerrar la e y la o un grado en el triängulo vocälico, respectivamen-te, hasta llegar a la / y la u. § 185. Conviene deck unas palabras sobre los presentes de subjuntivo irreguläres en espaiiol, esto es, los subjuntivos que presentan una raiz diferente de la primera persona del singular del presente de indicativo. a. El subjuntivo de esse (LC sim, sis, sit, simus, sitis, sint) habria evolucionado a formas demasiado cortas o demasiado confusas en espaiiol; fueron sustituidas por el presente de subjuntivo del LC sedere: LV sedeam > esp. a. seya > esp. sea LV sedeas > esp. a. seyas > esp. seas LV sedeat > esp. a. seya > esp. sea LV sedeamus > esp. a. seyamos > esp. seamos LV sedeatis > esp. a. seyades > esp. seäis LV sedeant > esp. a. seyan > esp. sean Las formas del espaiiol antiguo, como otras palabras cony< dj (§ 138a), perdieron la yod. Otro ejemplo de esta perdida de yod lo tenemos en la evoluciön de ver: LV videas> esp. a. veyas > esp. veas. b. El presente de subjuntivo de -ire (LC eam, eäs, eat, eämus, eätis, eani) se perdiö igualmente por las razones que hemos visto. En espaiiol antiguo este subjuntivo tomö una y epentetica. Dos vocales iguales en hiato producido por la perdida de d se hubieran reducido a una sola en espaiiol antiguo. Se podian encontrar algunas veces las formas etimolögi-cas de la primera y segunda personas del plural sin y: vaamos, vaades. vadam > vaya vadas > vayas vadat > vaya vadamus > vayamos vadatis > vayäis vadant > vayan Sin embargo, el resultado etimolögico de vadamus ha sobre-vivido como mandato o deseo: ivamos! c. El presente de subjuntivo de habere presenta la soluciön poco frecuente dej>< bj (§ 137b). La resoluciön de bj tuvo lugar aparentemente en latin vulgär, como las formas del indicativo (§ 179): LC habeam > haya LC habeäs > hayas LC habeat > haya LC habeämus > hayamos LC habeätis > hayäis LC habeant > hayan EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 177 d. El presente de subjuntivo de dare y de stare presenta un problema fonológico menor. En todos los demás subjunti-vos en -örelas terminaciones son átonas (excepto en la primera y en la segunda personas del plural); por ello no importa nada el que la primera y tercera personas del singular y la tercera del plural tengan una ě del LC, mientras que la segunda persona del singular tenga una e en la terminación; los dos tipos de e en estas circunstancias dan e en espaňol (§ 93). Sin embargo, en el caso de dare y de stä re, la vocal tónica va en las terminaciones de estas personas por lo que la primera y tercera personas del singular y la tercera del plural podrían haber evolucionado a die, die, dien y estié, estié, estién. Pero la presión morfológica era demasiado fuerte para permitir una irregularidad semejante: LC děm > dé LC děs > des LCdet>dé LC démus > demos LC de tis > deis LC děnt > den LC stěm > esté LC stě s > estés LC stět > esté LC stěmus > estemos LC stě tis > estéis LC stěnt > estén Imperativos § 186a. En latín clásico los imperativos sólo tenían forma positiva, ya que la prohibición se expresaba con el verbo noli(te) 'no queráis' + infinitivo (§ 53). Sin embargo, el latín clásico utilizaba también el subjuntivo de mandato (Fráter meus id faciat = 'Que mi hermano lo haga') como imperativo, tanto en forma positiva como negativa. Este subjuntivo es el que sirvió de base para la forma del latín vulgar non + subjuntivo que sustituyó a la construcción del LC noli(te) + infinitivo como forma negatíva del imperativo (§ 53). La lengua espafiola utiliza los imperativos positivos del latín clásico en las personas tú y vosotros: LC clamä > Hama; LC clamäte> llamad. Para la prohibición (no llames, no llaméis), las formas del latín vulgar non + subjuntivo. b. Conviene dar unas indicaciones particulares sobre los rasgos fonológicos de los imperativos positivos. Primero, en los verbos en -ir que tenían alternancia vocálica (servir-sirvo, mentir-miento, dormir-duermo), la analógia era tan activa en la forma tú de imperativo como en el presente de indicativo (§ 176a-d). En lugar de seguir una evolución fonética normal, las formas tú de imperativo en estos verbos se basaban en formas fuertes del presente de indicativo. Asi, los mandatos de segunda persona sine, mientey duerme son analogías de sirvo, miento y duermo. Si se hubiera dado una evolución fonética normal, las formas del LC servi, měnti y dörmi habrían tenido como resultado hipotético en espaňol serve, mente y dorme, puesto que una -/ final larga cierra la vocal abierta que la precede (§ 110) e impide que se diptongue. c. En latín clásico existían 2.as personas de imperativo que no tenían ninguna terminación, como por ejemplo/ac (áe fa-cěre), die (de dicěre), due (de ducěre) y as (de esse). De todas ellas, sólo die pasó al espaňol: du Es posible que di tuviera una influen-cia analógica sobre otros imperativos corrientes, lo que habría hecho que perdieran la e final por analógia, contrariamente a lo que se dice en § 95b. LV die > di LV face > haz LV pone > pon LV sali > sal LV teni (LC -těně) > ten LV veni > ven Teni era aparentemente analógia de veni; el LC těně, que no tenia una í final que evitase el diptongo, habría evolucionado a tien(e). El LC fac habría evolucionado en espaňol a. fa (§ 147a) d. Finalmente, hay que seňalar ve (ir) y sé (ser). El LV vade sustituyó al imperativo clásico í, demasiado corto, y perdió la d, con lo que dio la siguiente evolución: vade > vai > vei > ve. El mandato plural de ire (ite) pasó al espaňol: id. Las formas de imperativo del LV esse (esy este) se perdieron y se sustituyeron en latín vulgar por los imperativos de sedere (LV sede y seděte), que, siguiendo una evolución fonética normal, dieron en espaňol sé y sed. 178 GRAMATICA HISTORICA ESPANOLA Flexion incoativa § 187a. La flexión incoativa (§ 49), que se amplió en latin vulgär, al mismo tiempo que perdía su significación característi-ca, continuó ganando terreno en la evolución al espaňol. En esta conjugación, la terminación -sco de primera persona del singulár debería de haber dado también -sco en espafiol, pero debido a la analogía evolucionó a -zco. LV paresco > esp. a. paresco > esp. parezco LV paresces > esp. pareces LV parescet > esp. parece LV parescemus > esp. parecemos LV parescetis > esp. parecéis LV parescent > esp. parecen Este es un ejemplo en el que la primera persona del singulár cedió ante la presión analógica ejercida por el resto de la conjugación. Como en los verbos incoativos la consonante que precedía a la terminación evolucionó a [ 6] en todas las personas excepto en la primera, en la que había [s], esta ultima forma cedió, y cambió la terminación etimológica -sco por la analógica -zco. b. En espafiol antiguo había algunos verbos que tenían un infinitivo en -iry otro incoativo. Normalmente en casi todos los casos sólo se mantuvo la forma incoativa: LC dormire esp. a. adormir—adormescer LC fallěre esp. a. fallir-fallesfer LC florěre esp. a. ílorir—florescer LC offerre esp. a. ofrir—ofres9er LC pati esp. a. padir—padescer LC perire esp. a. perir—perescer LC stabilíre esp. a. establir—establescer De estos infinitivos dobles solamente aburrir y aborrecer (del LC abhorrere) se han conservado en espafiol, porque los dos se diferenciaron semánticamente. c. La conjugación incoativa tuvo mucha influencia en EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 179 espafiol antiguo, y se impuso a verbos que no habían sido nunca incoativos, pero que tenían simplemente el infinitivo en -cer o en -cir. LV jacer, jaco (LC jaced) evolucionó de manera muy regular al espafiol antiguo y dio yacer, yago, pero la conjugación incoativa penetró pronto en el verbo y el resultado moderno es yacer, yazgo. Otros ejemplos incluyen: latin vulgar cognoscere, cognosco complacere, complaco conducire, conduco reducire, reduco traducire, traduco espaňol conocer, conozco complacer, complazco conducir, conduzco reducir, reduzco traducir, traduzco Cognoscere, aunque parece proceder de un verbo incoativo, originalmente no lo era (prueba de ello es la o de -oscere, ya que ningún infinitivo incoativo tenía el infinitivo en -oscere). d. Muchos de los nuevos verbos que se construían partien-do de nombres o de adjetivos pasaban a la conjugación incoativa, muy a menudo tomando el prefijo en- (em-). (bello) (blanco) (claro) (favor) (mane = maňana) (negro) (oscuro) (pobre) (rico) (tarde) (verde) (viejo) embellecer emblanquecer esclarecer favorecer amanecer ennegrecer oscurecer empobrecer enriquecer atardecer enverdecer, reverdecer. envejecer Resultados del gerundioy del participio de presente § 188. El gerundio, § 75a, el sustantivo verbal neutro re-lacionado formalmente con el gerundiva, se mantiene en espaňol como forma verbal no conjugable: 180 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA LC clamandum > llamando LC bibendum > bebiendo LC movéndum > moviendo LC audiéndum > oyendo De las cuatro conjugaciones, ünicamente el grupo en -ire tenia yod en latin vulgär; esta yod se mantuvo y cerrö la e o la o pretönicas en i o en u: - LV dormiendu > dwrmiendo LV met/endu > midiendo LV mor/endu > muriendo LV serv/endu > s/rviendo LV ven/endu > v/niendo LV vest/endu > v/stiendo Los gerundios de las conjugaciones segunda y tercera del latin cläsico desarrollaron una yod con la diptongaciön de la e abierta: moviendo, bebiendo. Esta yod apareciö demasiado tarde para poder cerrar la vocal que la precedia; la yod de -ire se habia adelantado varios siglos para conseguir cerrar la vocal. El verbo posse del latin cläsico (LVpotere) no tenia participio futuro pasivo, por lo que el espafiol poder tuvo que construirse uno especificamente; se echö mano de la raiz del preterito: pudiendo. En espafiol antiguo los gerundios se podian formar en ocasiones de la raiz del preterito: toviendo, dixiendo, oviendo, supiendo. Todos ellos, salvo pudiendo, perdieron terreno frente a las formas del presente en espafiol moderno (teniendo, dicien-do, habiendo, sabiendo); pudiendo no cambiö porque no tenia forma de presente etimolögica en que basarse. El LC esse 'ser', no tenia tampoco gerundio. El espafiol siendo procede de sedendu (de sedere). El gerundio del LC Ire era eundum, que se "regularizö" en iendu en latin vulgär, y que dio yendo en espafiol. Sintäcticamente, la nociön de gerundio del latin cläsico pasö al espafiol, como muestra el siguiente ejemplo: Yendo a Madrid, hice mucho. Pero, por otro lado, el gerundio dio lugar en espafiol a los tiempos durativos: Estoy leyendo, siguen durmiendo, iban trabajando. EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 181 § 189. El participio de presente activo del latín cläsico ha perdido su cualidad verbal y se ha mantenido como substantivo o como adjetivo: LC cantäntem > cantante LC ponéntem > poniente LC tenéntem > teniente LC dormiéntem > durmiente El diptongo ie del espafiol teniente y poniente no tiene base etimolögica (la e era larga en latin cläsico); está por analógia con la conjugaciön en -ire y por los gerundios. La yod latina del grupo en -ire fue también capaz de cerrar la vocal e u o que la precedia: sirviente (< sérvi'entem), durmiente. Imperfecto de indicativo § 190a. Las terminaciones -aba- del latín cläsico pasaron intactas al espafiol, mientras que la termination LC (i)ebase simplificö en -ea en latin vulgar (§ 57b); el resultado fonético en espafiol es -ia-. En los ejemplos que indicamos a continuation hay que sefialar que el acento, que variaba en latin, se regularizö sobre la misma vocal en espafiol, en todas las conjugaciones: LV clamába > llamaba LV clamábas > llamabas LV clamábat > llamaba LV clamabámus > llamábamos LV clamabátis > Uamabais LV clamábant > llamaban LV debéa (LC deb'ebam) > esp. debia LV debéas > debias LV debéat > debia LV debeámus > debíamos LV debeátis > debíais LV debéant > debían 182 GRAMÁTICA HISTÓR1CA ESPAŇOLA LV bibéa (LC bibebam) > esp. bebía LV bibéas > bebías LV bibéat > bebía LV bibeámus > bebiamos LV bibeátis > bebíais LV bibéant > bebían LV dorméa (LC dormíebam) > dormía LV dorméas > dormías LV dorméat > dormía LV dormeámus > dormíamos LV dormeátis > dormíais LV dorméant > dormían La forma de vosotros -abais, procedente del espaňol antiguo -ábades, no se fijó hasta el siglo xvn. (En el presente de indicativo, el espaňol antiguo -ades se simplificó en -áis en el siglo XV, § 171a). b. En el siglo Xlli el imperfecto de los verbos en -er y en -ir cambiaba a veces la terminación y el acento: -ía pasó primero a -íe al asimilarse la a a la /, y después el acento pasó a la e (como en LC mulíerem > LV muliéré). Sin embargo, la primera persona del singular se resistió al cambio: tenia teniés tenié teniémos teniédes tenién Este esquema de acentuaciön se comprueba por dos he-chos. Primero, algunas formas presentan una vocal protönica inflexionada por la yod que se acaba de formar: esp. ant. sirvie en lugar de servia. Segundo, la terminaciön del imperfecto -ie rimaba con e, lo que demuestra que debia pronunciarse -ie y no -ie. c. Los imperfectos irreguläres espanoles heredan sus irre-gularidades del latin cläsico. La e del imperfecto del LC esse no se diptongö en el espanol por el caräcter ätono del verbo ser. LC ěram > era LC eras > eras LC erat > era LC ěrámus > éramos LC ěrátis > erais LC érant > eran EVOLUCIÖN DE LAS FORMAS 183 El imperfecto irregular del LC Ire pasó al espafiol y evolu-cionó normalmente: LC f bam > iba LC f bas > ibas LCíbat>iba LC íbámus > íbamos LC iba tis > ibais LC1bant> iban El imperfecto irregular espafiol veia es el reflejo del resulta-do regular del imperfecto de veer en espafiol antiguo. No habia ninguna razón fonética para que veia perdiera una vocal (contra-riamente a lo que ocurrió en formas como veer, vee, veemos, en las que las dos vocales iguales se fundieron), por lo que pasó intacto al espafiol moderno. Resultados del perfecta § 191a. Los perfectos debiles de la conjugation en -are del latin vulgar (§ 58a) evolucionaron normalmente al espafiol: LV clamái > Uamé LV clamásti > llamaste LV clamáut > llamó LV clamámus > Uamamos LV clamástis > llamastes > esp. llamasteis LV clamárunt > Uamaron En espafiol antiguo la terminación -stes de la segunda persona del plural era etimolögica; el cambio a -steis en espafiol moderno es analógico de todos los demás tiempos en los que hay una t en la terminación de vosotros. b. El espafiol antiguo mantuvo en el plural la doble evoluciön de la conjugación en -ire del latín vulgar (§ 58a), mientras que el espafiol moderno sólo ha mantenido una forma para cada persona. Las formas de plural de primera y segunda persona derivan de las formas del latín vulgar que habían prescindido del -v/- del latín clásico, mientras que el plural de tercera persona se basa en la forma del latín vulgar que sólo había eliminado la -v-: 184 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA latín clásico latín vulgär espaňol antiguo espaňol moderno partt(v)í partii partí partí parti(ví)stT partísti partiste partiste partfv(i)t partíut partió partió partí(v)imus partí(vi)mus partiémus partímus partiemos partimos partimos partľ(v)ístis partí(ví)stis partiéstis partístis partiestes partistes partisteis partí(v)erunt parti(vé)runt partiérunt partírunt partieron partiron partieron En espaňol antiguo las formas de plural de la conjugación en -ir que tenían una yod cerraban normalmente la e o la o que la precedía en i o en u. Sin embargo, las formas de plural que no tenían yod no podían inflexionar la e o la o que las precedía; asi: latín vulgar espaňol antiguo latín vulgar espaňol antiguo pet/emus pet/estis pet/erunt dorm/'emus dorm/estis dorm/'erunt pŕdiemos p/'diestes p/dieron durmiemos durmiestes durmieron petimus petiste petirunt dormimus dormistes dormirunt pedimos pedistes pediron dormimos dormistes dormiron El espaňol moderno, que sólo ha mantenido la yod en la tercera persona del plurál, únicamente inflexiona las vocales en esta persona. En el singulár, en los casos en que el LV -íut cedió a -ió, la inflexión fue generál: petíut> pidió, dormíut> durmió. § 192. De las dos restantes conjugaciones del latín clásico (-érey -ére), únicamente -eretenía perfectos débiles, y eran muy pocos (§ 58b). Los pocos que existían, o bien desaparecieron de la lengua (defere, delévi, 'destruiť, por ejemplo, no continuó) o bien cambiaron de grupo de conjugación (impľere, impltvi 'lle-nar', pasó a henchir, henchí; compľere, complevi 'completar' dio cumplir, cumplí, por ejemplo). El espaňol no heredó del latín clásico ni un solo perfecto debil en -ere, aunque existen muchos EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 185 perfectos débiles en la conjugación espafiola en -er. Es, por lo tanto, evidente que un porcentaje elevado de perfectos fuertes del latín clásico se reconstruyeron basándose en el sistema debil, como ya veremos. Evolution de los perfectos fuertes § 193. Cuando un perfecto fuerte del latin cläsico (la mayoria, de las conjugaciones en -ere y en -ere) se reconstruia basändose en un modelo debil, tomaba las terminaciones de los perfectos debiles en -ire debido a las similitudes foneticas y formales que existian entre las conjugaciones en juego. Por lo general, en latin cläsico los perfectos fuertes solo tenian realmente tres formas "fuertes": la primera y la tercera persona del Singular y la primera persona del plural. (En § 58c-d hay buenos ejemplos de ello). En espanol los preteritos fuertes solo tienen dos formas fuertes: la primera y la tercera persona del Singular. Las formas de plural, que ahora son todas debiles, tomaron por analogia las terminaciones debiles de -ir. Las observaciones que hemos hecho en este apartado se pueden aplicar a todos los siguientes que tratan sobre el perfecto. § 194a. Los perfectos fuertes en -«- (§ 58b) que cambiaron para adaptarse al modelo debil, presentan la siguiente evolu-ciön (ejemplos del LC timere): latin cläsico latin vulgar espaňol timui timii temí timuístí timisti temiste timuit timiut temió timúimus timimus temimos timuistis timistis temisteis timuérunt timiérunt temieron Los ejemplos espafioles muestran las terminaciones de -ire descritas en el apartado anterior. Si la conjugación fuerte se hubiera mantenido, algunas formas hubieran podido crear ambigüedades: la tercera persona del singular y la primera ji I 186 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA persona del plurál sonarían como las formas del presente de indicativo: teme, tememos. Otros perfectos fuertes en -u- que pasaron a debiles son: aperíre (apérui > abrí); cooperíre (coopérui > cubrí); debére (débul > debí); dolěre (dóluí > doli); jacěre (jácui > yací); valěre (váluí > valí). Merere (méruí) y pare re (párui) pasaron a ser incoativos (y por tanto débiles) en espaňol: merecer (merecí) y parecer (parecí). b. Los perfectos fuertes en -u- que se mantuvieron, sufrie-ron cambios para lograrlo; el proceso es bastante complejo. Es lógico empezar con la evolución del perfecto de habere: latín clásico hábui habuístí hábuit habúimus habuístis habuérunt espaňol antiguo ove oviste ovo oviemos oviestes ovieron En este verbo, como ocurre con el LV cäpui (LC cepi) y el LC säpui que presentamos mäs abajo, el wau (-u-) se vio atraido por la vocal que le precedia y se mezclö con ella pasando a o: LC häbui > LV aubi > esp. ant. ove. (v es tan solo una grafia diferente de [-1)-]). Este proceso es similar al que ocurre cuando una yod resulta atraida por la vocal que la precede y se mezcla con ella, como en capto > caipo > queipo > quepo [kepo]; sapiat > saipat > seipa > sepa (§ 109). Los otros perfectos en -u- con una a en la raiz eran el LV cäpui > esp. a. cope; el LC sapui > esp. a. sope; el LC placui > plogue... Se observa que la tercera persona habuit deberia de haber evolucionado a ove, pero si lo hubiera hecho, habria sido exactamente igual que la forma de la primera persona del singular. Las conjugaciones debiles crearon una -o analögica para evitar esta confusiön. La -o ätona final es un rasgo general de todos los preteritos "fuertes" en espafiol (excepto fue). Este perfecto especial, el de habere, iba a tener una influen-cia analögica en unos cuantos verbos espafioles. El LC tenul (de tenere "sostener") nunca dio tene en espafiol; siguiö el modelo EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 187 de ovey dio tove. De igual modo, el perfecto reduplicado steti (de stäre) renunciö a su evoluciön normal, estide, poco frecuente en espafiol antiguo, y creö un preteritp analögico basado en ove: estove. El misterioso andarcreö tambien un preterito analögico: andove. En espafiol antiguo se presentaban a veces otros preteritos analögicos en -ove: crove de creer y crecer, sove de ser. Las formas de espafiol antiguo ove, tove, cope, estove y andove necesitan un paso mäs para evolucionar a las modernas hübe, tuve, cupe, estuve y anduve, como veremos a continuaciön. c. AI mezclarse el wau de los perfectos del latin cläsico pötüi (del LC posse) y pösui (del LC pönere "poner, colocar") con la o que le precedia, el resultado fue u: latín clásico espaňol antiguo latín clásico espaňol antiguo pótui potuísti pótuit potúimus potuístis potuérunt pude pudiste pudo pudimos pudistes pudieron posui posuístľ pósuit posúimus posuístis posuerunt puse pusiste puso pusimos pusistes pusieron Pudeypudo aparecen en los textos espafioles más antiguos. La u de estos dos verbos tenía mucha fuerza, e hizo que todos los verbos del apartado anterior cambiaran la o etimológi-ca por una u analögica: espaňol antiguo ove tove cope sope estove andove + pwse pwde espaňol moderno hwbe tme cwpe swpe estave andt/ve § 195a. En el caso de los perfectos sigmäticos (§ 58c), algunos se perdieron pronto y volvieron a formarse partiendo del modelo debil, utilizando la raiz del infinitivo y tomando las terminaciones debiles en -in 1 188 GRAMATICA HISTORICA ESPANOLA LC arděre, ársí > esp. arder, ardí LC erigěre, eréxf > esp. erguir, erguí LC torquě re, tórsí > esp. torcer, torcí b. Otros perfectos sigmáticos que eran corrientes en espaňol antiguo se perdieron más tarde y se crearon otros débiles basados en el infinitivo: latin clásico cingěre, cínxí coquěre, cóxí mittěre, mísí riděre, rísí scriběre, scrfpsí tingěre, tínxí espaňol antiguo ceňir, cínxe cocer, cóxe meter, míse reír, rise escribir, escrísse teňir, tínxe espaňol cemr, cení cocer, cocí meter, metí reír, reí escribir, escribí teňir, teňí c. Los pocos perfectos sigmáticos que han pasado al espaňol moderno son LC dtxi (dícěre), los compuestos del LC dúxi (ducěre), el LV quési en lugar del LC quaesíví (quaerěre), y tráxi (trahěre). latin clásico espaňol latin clásico espaňol dixí dije traduxí traduje díxístT dijiste traduxístí tradujiste dixit dijo tradúxit traduj o díximus dijimos tradůximus tradujimos díxístis dijisteis tradúxístis tradujisteis díxérunt dijeron tradúxérunt traduj eron En espaňol antiguo, la tercera persona del plurál de estos verbos (dixieron, traduxieron [dišjéron, tradušjéron]) presentaba una yod que a veces quedaba absorbida por la [š] palatal. Hay que sefialar que la yod la absorben también las palatales que están al finál de la raíz en los pretéritos del espaňol moderno del tipo de ciňeron y bulleron. Otros compuestos de ducěre son: aducir, conducir, deducir, introducir, producir. El latin vulgar quési parece haber tenido una e cerrada que pasó a / por efecto de la / finál cerrada y dio quise en espaňol moderno. El resultado fonético de tráxl debía de haber sido treje (§ 143), pero la a es analógia de la raíz traer. EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS § 196a De los perfectos fuertes del tercer tipo, que general-mente solo tenían una inflexion vocálica (§ 58d) todos salvo res se reconstruyeron basándose en el infinitivo y uľiäzSdo las terminales de la conjugación debil en -/>. Estos ejemplos muestran algunas de las formas reconstruidas: ejemPlos latín clásico legěre, lě"gí recipěre, recépí rumpěre, rúpí vincěre, vfcí espaňol leer, lei recibir, recibí romper, rompí veneer, vend Sedí el perfecta fuerte de seďere, cayó en desuso y se sustituyo por el perfecta de esse (fui), que explicamos más abajo rnnb;„.ÍOS ?es- perfect?s fuertes de esta clase que se mantuvie-ron, videre, facerey venire, son los siguientes: latín clásico vŤdi vídístí vfdit vidimus vídístis vídérunt espaňol vi viste vio vimos visteis vieron latín clásico feci fécístí fecit fecimus fěcístis fěcerunt véní věnístí ve" nit vénimus věnístis věnérunt espaňol antiguo fize feziste fezo fezimos fezistes fizieron vine veniste veno venimos venistes vinieron espaňol nice hiciste hizo hicimos hicisteis hicieron vine viniste vino vinimos vinisteis vinieron ■ 190 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA En el caso de facere y venire el espafiol antiguo presenta el resultado fonetico que era de esperar; ünicamente la primera persona del singular (§ 110) y la tercera del plural (§§ 193, 105) podian tener una vocal infiexionada. Sin embargo, como siem-pre, en espafiol moderno la forma fuerte de primera persona del singular hizo que toda la conjugaciön tomara por analogia la vocal infiexionada. § 197a. Todos los perfectos reduplicados (§ 58e), excepto dos, se reconstruyeron segün el modelo debil, basändose en el infinitivo. Estos son algunos ejemplos de perfectos reduplicados que se han reconstruido. latín clásico cadére, cécidi credére, crédidí currére, cucúrri mordére, momórdí tendére, teténdí vendére, véndidi espaňol caer, caí creer, creí correr, corrí morder, mordí tender, tendí vender, vendí b. Los dos perfectos reduplicados que se mantuvieron en la lengua son dedí (de dare) y steti (de staré). A continuación presentamos la evolución del perfecto de dare: LC deoí > di LC dédístí > diste LC dédit > dio LC dédimus > dimos LC dedístis > disteis LC déderunt > dieron La conjugación espafiola tendió a la "regularidad" por analógia con las terminaciones en -ir. (La evolución normál habría llevado a la diptongación de la e breve en las formas fuertes.) Se puede decir que steti continuó con reorganizaciones analógicas, puesto que el resultado normál, esp. ant. estide, se modificó primero en el esp. ant. estove por analógia con ove, y luego en el espafiol estuve por analógia con pude (§ 194 bc). EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 191 §198. Fui, que es en espafiol la forma de pretérito tanto de ser como de ir, necesita una explicación. El perfecto del LC Ire (il, Isti, iit, imus, Istis, íerunt) no pódia tener una vida larga, a causa de su aspecto fonológico, pero habría que preguntarse los motivos por los que le sustituyó el perfecto de esse. Para ello tendremos que extendernos brevemente sobre algunas cuestio-nes un poco lejanas en apariencia: a) En latín clásico existía una oposición entre dos grupos de verbos desde el punto de vista aspectual. Uno sefialaba el aspecto resultativo de la acción y otro no: asi sucedía con las parejas sido I sedeo; sisto I stoifio I sunt; calesco I caleo. b) El perfecto de todos estos verbos era el mismo: sedi, steti, fui, calui. c) Cuando se pierde fw en las lenguas románicas, parece que eo ('ir') y sum ('estať y 'ser') se relacionan como no resulta-tivo/resultativo. Entonces, el perfecto de los dos es fui. Que fun-cionaban asi lo vemos por el tipo de construcciones: venit mihi in mentem I est mihi in mente - est mihi in mentem. d) Esta Situation debía ser panrománica, no sólo peninsular, pues resulta que en italiano y francés existe también. e) La facilidad con que en Espafia se produjo la confusión se debió al desdoblamiento ser / estar. En esta pareja estar era resultativo. Ser, en cambio, ocupaba la plaza que en la anterior ecuación ir /serestaba destinada a ir. No es extrafio, por tanto, si los perfectos de ambos se confundieron. Ésta es la evolución normal de la conjugación: LC ftii > fui LC fuisti > fuiste LC fuit > fue LC fuimus > fuimos LC fuistis > fuisteis LC fuérunt > fueron Las formas fui, fuimos y fuisteis tomaron las terminaciones analógicas de -ir, el resultado moderno siguiendo una evolución normal habría sido fue, fuemos, fuiste(i)s (en realidad estas formas figuran como modelo en la gramática espafiola de Nebrija de 1492). GRAMATICA HISTÓRICA ESPAŇOLA Evolúciou del imperfecto de subjuntivo § 199a. Ya en latín vulgar, debido a la amenazadora homo-nimia, el perfecta y el imperfecto de subjuntivo habían empeza-do a perderse y se sustituyeron por el pluscuamperfecto de subjuntivo latino (§ 65). La pérdida de -vffl- en el perfecta (§ 58a) fue general en latín vulgar en las conjugaciones en -are e -ire. Como el pluscuamperfecto de subjuntivo deriva de la raíz del perfecto, aquí también se perdió la -v(i)- en las conjugaciones en -are y en -ire: latín vulgar clamá(vi)sse clamá(vi)sses clamá(vi)sset clama(vi)ssémus clama(vi)ssétis clamá(vi)ssent deb(u)ísse deb(u)ísses deb(u)ísset deb(u)issémus deb(u)issétis deb(u)íssent bibísse bibísses bibísset bibissémus bibissétis bibíssent dormi(v)jsse dormi(v)jsses dormi(v)|sset dormi(v)jssémus dormi(v)jssétis dormi(v)jssent espaňol llamase Uamases llamase llamásemos Uamaseis Uamasen debiese debieses debiese debiésemos debieseis debiesen bebiese bebieses bebiese bebiésemos bebieseis bebiesen durmiese durmieses durmiese durmiésemos durmieseis durmiesen En todos los casos, la primera y la segunda personas del plural adelantaron su acento una sílaba en espaňol para que el acento recayera en la misma vocal en toda la conjugación. EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 193 En la cuarta conjugación, la yod que se había formado en la termination inflexionó, como era normal, la e o la o que la precedían: LV metiesse > esp. midiese, LV moriesse > esp. muriese. Una vez más las terminaciones de -ire se impusieron en las conjugaciones de -ere. (Si las formas de -ere hubieran evolucio-nado normalmente, su conjugación habría mantenido debese y bebese.) Asi, las formas espafiolas de -er tienen una yod en la terminación; sin embargo, como las terminaciones habían sido tomadas en préstamo, y no procedían históricamente de los tiempos del latín vulgar, la conjugación en -er no presenta ninguna vocal inflexionada en la raíz. b. El pluscuamperfecto de indicativo del latín clásico (LC scňpseram 'yo había escrito'), que también se formó sobre la raíz del perfecto, mantuvo su signifícado de pluscuamperfecto en espaňol antiguo (llamara 'yo había Uamado', bebiera 'yo había bebido'). Cuando la construcción analítica (habia Uamado, habías bebido) empezó a penetrar de manera firme en el campo del pluscuamperfecto sintético, este ultimo empezó a usarse como subjuntivo. Con el paso del tiempo cobró importancia y ganó terreno hasta el punto de que actualmente es la forma más corriente de imperfecto de subjuntivo en espaňol. LV clama(ve)ra > llamara LV deb(u)era > debiera LV bibera > bebiera LV dormi(v)era > durmiera § 200. Hay que mencionar el ya extinguido futuro de subjuntivo espaňol que (salvo en frases legales y en unas cuantas locuciones hechas, como sea lo que fuere) se ha sustitui-do por el presente de subjuntivo (esp. a. quando viniere = esp. cuando vengä). El futuro de subjuntivo se derivaba del futuro perfecto de indicativo clásico, que se formaba con la raíz de perfecto más las formas de futuro de esse como terminación: LV clama(ve)ro > Uamare LV clama(ve)ris > llamares LV deb(u)ero > debiere LV deb(u)eris > debieres •y- 194 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA LV bibero > bebiere LV biberis > bebieres LV dormi(v)ero > durmiere LV dormi(v)eris > durmieres En espaňol la terminación de la primera persona del singular es, naturalmente, analógica del resto de la conjugación. Hay que seňalar que el resultado etimológico, amaro (por amare), aparece en Berceo, en el Poéma del Cid y en otros documentos. Futuro y condicional § 20 la. El futuro del latin vulgar (§ 54b), que se formo con el infinitivo seguido del presente de indicativo de habere, sustitu-yo al futuro del latin clasico y paso al espafiol: latin vulgar clamare + aio debere + aio bibere + aio dormire + aio espaňol llamaré deberé beberé dormiré Hay que sefialar que en espafiol antiguo habia dos variantes para la segunda persona del plural de haben habedes y hedes. Fue esta ultima forma la que se usö en la formaciön del futuro en espanol antiguo, y la que pasö al espanol moderno como -eis. En espanol antiguo la naturaleza analitica del tiempo de futuro estaba vigente; se consideraba formado por dos partes, lo que hacia que estas se pudieran separar, como en portugues moderno, por medio de un pronombre unido al infinitivo: darlo e traervoslo he darmelo hedes De todas maneras, en los textos medievales la intercalation de un pronombre entre los dos componentes del futuro era una norma flexible. Por ejemplo, en el Poema del Cid, aparecen formas de futuro separadas por pronombres y otras que no lo están, como esta: dexaré vos las posadas. EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS 195 b. El futuro de hacer y de decir se formó sobre las antiguas variantes de infinitivo/ar (moderno har) y dir. haré, diré(§ 169b). c. Cuando las dos partes del futuro se unieron, la nueva forma empezó a funcionar fonéticamente como una sola pala-bra, por lo que la e o la i átonas pudieron caer (§ 102a). En espanol antiguo este fenómeno era más corriente que en la actuali-dad, como muestran estos ejemplos: (arder) ardré (beber) bevrás (caber) cabrá (haber) habremos (perder) perdrán (poder) podré (querer) querrás (recibir) recibrá (saber) sabremos (vivir) vivrán A veces, al caer una vocal, dos sonidos no tolerados queda-ban en contacto y se intercalaba una consonante suplementaria con el fin de que el grupo pudiese pronunciarse: m'r> mbr (§ 149b), n'r> ndr, l'r> Idr. (comer) combré (poner) pondrás (salir) saldré (temer) tembremos (tener) tendré (valer) valdrás (venir) vendrá El espaňol antiguo tenia una solution alternativa a lo que acabamos de exponer: a veces, las dos consonantes en conflicto cambiaban de lugar, con lo que se conseguia que el grupo se pudiera pronunciar más fácilmente: (poner) porne (tener) terne (venir) verná En espafiol moderno son casi siempre los verbos más corrientes los que mantienen la forma sincopada: (caber) cabré (haber) habrás (poder) podrá (poner) pondremos (querer) querrán (saber) sabrás (salir) saldrás (tener) tendrá (valer) valdremos (venir) vendrán 196 GRAMATICA HISTORICA ESPANOLA § 202. La evolución del condicional es paralela a la del futuro. Las terminaciones del condicional derivan de las terminaciones de imperfecto de haber. llamar-ia, deber-ia, beber-ia, dormir-ia, sabr-ia. Participios pasados § 203a. De los participios debiles pasivos de perfecto (§ 59a) sólo se han mantenido de manera regular los de la primera y la cuarta conjugaciones: LV -are clamátu > llamado lavátu > lavado lucrátu > logrado mesurátu > mesurado nom(i)nátu > nombrado plicátu > llegado LV -ire auditu > oído dormítu > dormido ítu > ido partitu > partido servítu > servido vestítu > vestido b. Los participios perfectos debiles de la conjugation en -ére del latin clásico tenian terminaciones en -étus: compíetus 'complete', delétus 'destruido', impletus 'Ueno'. Sin embargo, ningun participio debil de perfecto en -érepasó al espaňol; estos verbos, o bien se perdieron (delétus, por ejemplo), o bien pasaron a la conjugation en -ire; LC complétus > esp. cumpli-do,1 LC implétus> esp. henchido. Este fenómeno es paralelo a la pérdida de los perfectos debiles en -ére del latín clásico (§ 192). c. Los participios perfectos debiles de la conjugación en -ére del latín clásico terminaban en -ütus, y aunque únicamente unos cuantos pasaron al espaňol antiguo (por ejemplo, tribuére, tribütus > esp. ant. (a)trevudo; battuére, battütus > esp. ant. batudo), la termination -udo tuvo mucha capacidad de arrastre y se extendió analógicamente a muchos verbos. En el Poéma del Cid se encuentra metudo, vengudo, y en el Libro de Alexandre, abatudo, percebudo, metudo, corrompudo, sabudo, temudo. Nin-guno de estos verbos tenia terminaciones en -ütus en latín 7. Completo es un cultismo. EVOLUCIÖN DE LAS FORMAS 197 cläsico. A partir del siglo Xin -udo empezö a perderse (probable-mente porque la u tönica no se utilizaba en ninguna otra terminaciön verbal en espahol) y todos estos verbos se recons-truyeron con la terminaciön -ido. Unos cuantos participios pasivos del LC -ütus se mantu-vieron, pero como adjetivos: LC acuere, acutus > esp. agudo; LC minuere, minü tus > esp. menudo. § 204. En latin vulgär, algunos participios de perfecto fuertes del latin cläsico pasaron a debiles, como se ve en § 60. Sin embargo, otros participios fuertes del latin cläsico pasaron al espanol: LV apertu > abierto LV cop^rtu > cubierto LV dictu > dicho LV fäctu > hecho LV frjctu > frito LV m^rtu (LC mortuus) > muerto LV p^situ > puesto LV ryptu > roto LV scn'ptu > escrito LV vjstu (LC Visus) > visto Algunos de los participios fuertes que pasaron al espanol antiguo se convirtieron despues en debiles, reconstruidos sobre el infinitivo: LC missus > esp. a. meso / metido LC nátus > esp. a. nado / nacido LV quéstu > esp. a. quisto / querido Unos cuantos participios fuertes del espafiol antiguo se han mantenido en espafiol moderno únicamente como adjetivos y sustantivos, al mismo tiempo que se creaban nuevas formas para el participio: LV coctu > esp. a. cocho / cocido LV duetu > esp. a. ducho / -ducido LV tractu > esp. a. trecho / traído 1 ■ 198 gramática histórica espaňola Encontramos cocho en biscocho (literalmente 'cocido dos veces'). La forma moderna -ducido se encuentra sólo en los compuestos (traducido, introducido, etc.). Adverbios § 205a. El sistema del latín vulgar de derivar adverbios de adjetivos aňadiendo -mente (§ 68) pasó al espaňol: abierta + mente lenta + mente tranquila + mente b. Algunos adverbios del latín clásico que no derivan de adjetivos pasaron también al espaňol: LC adhúc > aún LC ante > antes LC circa > cerca LC jam > ya LC quando > cuando LC quo modo > como LC tantum > tanto LC magis > más La -n de aim es analogica de la n de en, con, segun, sin. La -s de antes es analogica de la s de despues, detrds, mas, menos. Otros ejemplos de s adverbial son: qui sa(be) > quiza (+ s) > quizas in tunc ce > entonce (+ s) > entonces c. Algunos adverbios clasicos eran muy cortos, por lo que en latin vulgar se les anadieron preposiciones, nombres, o incluso otros adverbios, con el fin de que tuvieran mas enfasis o mas sustancia fonica: LV ad fora > afuera LV ad hie > ahi LV ad iliac > alia LV ad pressa > aprisa LV ad satis > asaz (probablemente a traves del provenzal) LV de ex post > esp. a. depues LV de in ante > delante evolución de las formas LV de trans > detrás LV in tunc ce > esp. a. entonce LV ex tunc ce > esp. a. estonce 199 preposiciones y conjunciones § 206a. La mayoria de las preposiciones del latín clásico pasaron al espaňol: LC ad > esp. a LC ante > esp. ante LC circa > esp. cerca LC cum > esp. con LC de > esp. de LC in > esp. en LC inter > esp. entre LC post > esp. pues LC pro > esp. por LC secundum > esp. segun LC sine > esp. sin LC super > esp. sobre LC trans > esp. tras La evolución del LC sine (con / breve) al espaňol sin no se ha podido explicar; la evolución normál al espaňol debería de haber sido sen (comparar con el portugués sem). Sin podría ser analógia de algunas palabras cortas que tienen una /; mi, ti, si, ni. b. Unas cuantas preposiciones romances se componen de dos o más preposiciones clásicas: de + ex + post > después pro + ad > esp. a. pora > esp. para c. Algunas preposiciones clásicas se perdieron, o bien porque dos preposiciones sinónimas se redujeron a una por motivos de economía, o bien, como en el último ejemplo de los que damos a continuación, porque una preposición latina se sustituyó por otra de otro origen: ab, de > esp. de ex, de > esp. de apud, cum > esp. con ob, pro > esp. por versus, facies (LV facia) > esp. hacia tenus, arab. hatta > esp. hasta 200 GRAMÁTICA HISTÓRICA ESPAŇOLA § 207a. Se mantuvieron unas cuantas conjunciones cläsi-cas importantes: LC et > esp. y, e LC nec > esp. ni LC sf > esp. si La evoluciön de et al espafiol antiguo e es regulär; no hubo diptongaciön debido al caräcter ätono de esta conjunciön. Lay moderna, sin embargo, presenta un problema. Generalmente se da la siguiente explicaciön sobre la evoluciön de y: la e del espanol antiguo iba normalmente delante de vocales y por ello tenia naturalmente tendencia a convertirse en yod: esp. a. e amigos tjamigos] > esp. y amigos esp. a. e obispos [jöbispos] > esp. y obispos esp. a. e uno [jüno] > esp. y uno Se piensa que este caso corriente de e ante vocales (excepto z) es el que hizo que la y se generalizara. Sin embargo, delante de i no habia razön fonetica para que la e cambiara su pronuncia-ciön; por ello el espanol moderno mantiene la e delante de las palabras que empiezan por [i]: e hijos, e infantes. La evoluciön de nec a ni es oscura; ya la hemos examinado en el § 147a. b. Mientras necesita cierta explicaciön. Dum 'mientras' e interim 'mientras tanto' se veian juntas en latin populär: dum interim. Con un cambio en las vocales tönicas, de i abierta a e abierta, esta pareja evolucionö a domientre en espanol antiguo. Como existian muchas otras palabras de espanol antiguo que empezaban con de-, que era mäs corriente (debaxo, denantes, deträs, despues), domientre pasö a demientre. Y como habia muchos pares de palabras que empezaban por de- y sin de-(demäs, mäs; dende, ende; defuera.fuera), se creö por analogia la forma mientre. Mientre pasö a mientra porque existian bastantes adverbios que terminaban en -a (contra, fuera, nunca). AI llegar a esta fase, se anadiö la s adverbial, y se creö el moderno mientras. EVOLUCIÓN DE LAS FORM AS 201 c. Sin embargo, la mayoría de las conjunciones del latín clásico se perdieron, y se sustituyeron por conjunciones sinóni-mas o por otras de origen románico: LC etsi = esp. aunque LC quia = esp. porque LC ut = esp. que LC ígitur = esp. por eso LC sed = esp. pero LC cum = esp. cuando Hemos llegado al final de este libro y, en opinion del autor, el lector dispone ahora de unos conocimientos mínimos de latín clásico y vulgar, y de fonología y morfológia históricas, que le permitirán emprender un estudio provechoso de obras más complejas de esta materia. ■:,.iJisJ:í.