EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL A finales del siglo xv se produce la primera gran revolución en la lexicografía. La aparición de la imprenta contribuye a que se difundan los diccionarios, obras de prestigio, y necesarias en multiples ocasiones. Las nuevas técnicas que facilitan la reproducción de los libros, junto con los nuevos vientos culturales que soplaban en Europa, permiten ampliar el horizonte de las posibilidades del contenido de los diccionarios, y pronto se comienza a dar cabida a las lenguas vulgares en lugares que habian estado reservados a las lenguas clásicas. Es la creciente curiosidad por esas lenguas por lo que aparecen en los repertorios para explicar las voces lati-nas. Primero rue Alonso de Palencia o Alfonso Fernandez de Palencia, quien tradujo los artículos latinos al espaňol en su Universal vocabu-lario en latin y en romance1, pero es Antonio de Nebrija, por multiples razones, quien representa el punto de partida de la actitud renova-dora. A él debemos dos diccionarios monodireccionales con el latin y el espaňol: el Lexicon hoc est Dictionarium ex sermone latino in hispa-niensem, más conocido como Diccionario latino-espaňol2, o Diccionario latín-espaňol, o Diccionario, sin más, y el Dictionarium ex hispaniensi in latinům sermonem, o Vocabulario espaňol-latín3, el primer repertorio en el que las voces de las entxadas pertenecen a una lengua vulgar. Y antes de que finalice el siglo todavia veremos aparecer otro diccio- 1 Alonso de Palencia o Alfonso Fernandez de Palencia, Universal vocabulario en latiny en romance, Pablo de Colonia Alemán con sus socios, Sevilla, 1490. Edición fac-símil con palabras introductorias de Samuel Gili Gaya, 2 vols., Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Espaňola, Madrid, 1967. í Elio Antonio de Nebrija, Lexicon hoc est Dictionarium ex sermone latino in hispa-niensem, s. i., Salamanca, 1492. Edición facsímil con estudio prelíminar de Germán Colon y Amadeu J. Soberanas, Puvill, Barcelona, 1979. 3 Elio Antonio de Nebrija, Dictionarium ex hispaniensi in latinům sermonem, s. i., Salamanca, s. a. <;1495? Edición facsímil, Real Academia Espaňola, Madrid, 1951, EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCWALL 171 nario con el espaňol, el Vocabulario ecclesiástico de Rodrigo Fernandez de Santaella4, cuyos impresores son algunos de los socios alemanes que ya habian estampado el Universal vocabulario de Alfonso Fernandez de Palencia. A la vuelta de la centuria comenzarían a publicarse repertorios con el latín y otra u otras lenguas modernas. Los diccionarios deja-ron de ser monolingües latinos y bilingües clásicos, para convertirse en multilingües y en bilingües con el latín y una lengua moderna5. Después ya sólo quedaba prescindir del latín poniendo en su lugar una de las lenguas habladas por todos para que tuviésemos delante un diccionario bilingüe de lenguas vulgares. El proceso fue lento, y con muchos titubeos, pero se llevó a cabo. Durante el siglo XVI fueron líegando los repertorios con el espaňol y otra lengua moderna, primero fueron breves elencos de palabras, después vinieron diccionarios extensos dignos del nombre de diccionario^, como el Vocabulario de las dos lenguas toscana y castellana de Cristobal de las Casas7, además de otras obras algo menores con el italiano y el francés. Sin embargo, eran muchos los repertorios plurilingües en los que el espaňol figuraba como una de las lenguas. El más famoso de esos diccionarios era el de Calepino, nombre que llegó a ser sinónimo de diccionario. La primera edición de ese repertorio (1502) contenía el latín con algunas equivalencias en griego, después se le fueron aňadiendo otras lenguas hasta que en 1559 figura también el espaňol8. Frente a la amplitud de la obra reproducida en Real Academia Espaňola, Madrid, 1989. Además, de la edición de Sevilla de 1516 realizó una transcription Gerald J. MacDonald, Castalia, Madrid, 1973, reimpresa en Madrid, 1981. 4 Rodrigo Fernandez de Santaella, Vocabularium ecclesiasticvm, Juan [Pegnitzer], Tomas [Glockner] y Magno [Herbst], Sevilla, 1499. Para las ediciones de esta obra debe consultarse Antonia Maria Medina Guerra, Las ediciones del Vocabularium seu lexicon ecclesiasticum de Rodrigo Fernandez de Santaella y Diego Jimenez Arias (1499-1798), Universidad de Malaga, Malaga, 1998. 5 Para todo el proceso que lleva desde los repertorios monolingües latinos a los monolingües con el espaňol, me remito a mi trabajo "El largo viaje hasta el diccionario monolingüe", recogido en este mismo volumen. 6 Véanse a este propósito mis trabajos "Los diccionarios del espaňol en su história", y "Los primeros siglos de nuestra lexicografía", recogidos en este mismo volumen. 7 Cristobal de las Casas, Vocabulario de las dos lenguas toscana y castellana, Alonso Escriuano, Sevilla, 1570. Hay una edición facsimilar de A. David Kossoff con prólo-go de Juan M. Lope Blanch, Istmo para Wareham Imprints, Madrid, 1988. 8 Para las ediciones de esta obra debe consultarse Albert Labarre, Bibliographie du 172 DE ANTIGUOS YNUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPANOL de Calepino, con gran numero de entradas y citas, pronto surgió un pequeňo diccionario manual que sería usado por comerciantes, viajeros y escolares, en el que constaba el espaňol desde 1551 junto a otras lenguas. Hubo algunos repertorios más en los que se inclu-ia el espaňol, pero no es este el lugar para detenernos en su análi-sis, aunque conviene no olvidar las nomenclaturas, pequeňos dic-cionarios de carácter didáctico en los que el léxico se clasifica temá-ticamente9. La lexicografía con el espaňol y el inglés da sus primeros pasos a mediados del siglo xvi con la aparición de dos pequeňos repertorios, el uno es una nomenclatura como tantas que circulaban y circularían por Europa, aunque con la caracteristica de ser sólo bilingüe, The Boke ofEnglysshe and Spanisshe10; el otro es un vocabulario que forma parte de un manual de enseňanza de espaňol para ingleses titulado A very profitable boke to lerne the maner of redyng writyng & speakyng english 6ŕ Spanish. Libro muy prouechoso para saber la manera de leer, y screuir, y hablar Angles, y Espaňol1, y cuyo contenido no sigue el orden alfabético como consecuencia de las fuentes que manejó: es calco del Vocabulare de Noěl de Berlaimont, publicado en Lovaina en 1551, del que se ha tornado la lista de palabras espaňolas tal y como constan en esta obra, suprimiéndose las otras tres lenguas, francés, latín y flamenco para poner en su lugar el inglés; el orden alfabético que seguía el original era el del flamenco, con lo que, al prescindirse de esta lengua y man-tenerse el orden de la lista de palabras espaňolas, resulta un vocabulario sin un orden aparente. La fecha de esta obra Consta en ella, 1554, y no en la anterior, aunque tal vez fuera editada en el mismo Dictionarium d'Ambrogio Calepino (1502-1779), Valentin Koerner, Baden-Baden, 1975. 9 Cfr. para esta cuestión mis "Apuntes para la história de las nomenclaturas del espaňol", en Actos del VII Congreso Internacionál de Lingiiística y Filológia de America Latina (ALFAL). Homenaje a Pedro Henríquez Ureňa. Santo Domingo, República Dominicana, 1984, t. I, Universidad Nacionál Pedro Henríquez Ureňa, Santo Domingo, 1987, págs. 457-470. Recogido en mi Lexicografía descriptiva, págs. 277-287; y Marta C. Ayala Castro, "El concepto de nomenclatura", en Euralex '90 Proceedings. Actos del IV Congreso Internacionál Benalmádena (Malaga) 28 agosto-1 septiembre 1990, Biblograf, Barcelona, 1992, págs. 437-444. 10 Robert Wyer, s. 1. [Londres], s. a. [1554]. Disponemos de una edición facsímil, The Scolar Press, Menston, 1971. 11 John Kyngston and Henry Sutton for John Wyght, Londres, 1554. De la obra hay una edición facsímil, The Scolar Press, Menston, 1971. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCWALL 173 aňo. Esta repentina eclosión de repertorios con las dos lenguas se produce coincidiendo con la boda de Felipe II y Maria Tudor12. No es hasta la ultima década de la centuria cuando comienza el verdadero despegue de la lexicografía hispano-inglesa. Como no podia ser de otro modo, las primeras obras surgen por las necesida-des del conocimiento y enseňanza de las lenguas. Para unos es el comercio entre Espaňa e Inglaterra lo que determina la necesidad de estos manuales13, para otros es la respuesta inglesa por conocer nuestra literatura14. Dado el carácter didáctico con que se concebian estos repertorios bilingües, su extension era reducida. Además, todavía no se habia producido ningun repertorio bilingüe extenso, aunque no tardaria en llegar, el inglés-italiano de John Florio, A Worlde ofWordes15. Entre los primeros repertorios extensos del inglés y el espaňol se encuentra el diccionario que aparece como segunda parte de la Bibliotheca Hispanica de Richard Percyvall16 bajo el titulo de "A Dictionarie in Spanish, English, and Latine". En el tiempo se le ade-lantaron los dos pequeňos repertorios de que he hablado más arri-ba y un breve elenco espaňol-inglés (no inglés-espaňol) de apenas mil términos, 'The Spanish Dictionarie", que acompanaba a The Spanish Grammer de John Thorie17, obra basada en las Reglas grama-ticales de Antonio del Corro18. También en ese mismo aňo de 1591 12 Véase Julio-César Santoyo, "Richard Percyvall y el primer diccionario Espafiol-Inglés", ES (Publicaciones del Departamento de Inglés-Universidad de Valladolid), 4, sep. 1974, págs. 73-108, y en especial la pág. 87. 13 Cfr. Sofia Martín-Gamero, La enseňanza del inglés en Espaňa (desde la Edad Media hasta el siglo xix), Gredos, Madrid, 1961, pág. 57. 14 Véase Carmen Buesa Gómez, "La traducción en Espaňa Inglaterra (siglos xv-xvn)", en Homenaje a LuisFlórez, Institute Čaro y Cuervo, Bogota, 1984, págs. 45-56. 15John Florio, A Worlde ofWordes, or Most copious, and exact Dictionarie in Italian and English, Arnold Hatfield for Edw. Blount, Londres, 1598. Disponemos una edición facsimilar de esta obra, Georg Olms, Hildesheim-Nueva York, 1972. 16 Bibliotheca Hispanica. Containing a Grammar, with a Dictionarie in Spanish, English, and Latine, gathered out ofdiuers good Authors: very profitable for the studious of the Spanish toong, lohn Iackson for Richard Watkins, Londres, 1591. 17 John Thorie, The Spanish Grammer with certeine Rules tracking both the Spanish and Franch tongues, John Wolfe, Londres, 1590. De la obra hay una edición facsimilar bajo el nombre de Antonio del Corro, The Spanish grammar (1590), The Scolar Press, Menston, 1967. 18 Antonio del Corro, Reglas gramaticales para aprender la lengua espaňola yfrancesa, confiriendo la vna con la otra, según el orden de las partes de la oration latinos, Joseph Barnes, Oxford, 1586. De la obra hay una edición facsimilar con un largo estudio de Lidio Nieto, Arco-Libros, Madrid, 1988. 174 DE ANT7GUOS Y NUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPAŇOL aparecia un pequeňo manual destinado a la enseňanza del espaňol para ingleses, The Spanish Scholle-master de William Stepney19, en el que figura un vocabulario inglés-espaňol, con el simple enunciado de "El vocabvlario", que no es sino una nomenclatura con unos 1700 términos. Es dentro de ešte contexto en el que ve la luz la Bibliotheca Hispanica de Richard Percyvall. Como los libritos de Thorie y de Stepney, es una obra destinada a la enseňanza del espaňol a ingleses, desde la perspectiva inglesa, resultando irrefutable el ejemplo apor-tado por Roger Steiner: en el articulo verengend se lee "a kinde of fruite common in Spaine but here unknowne, Malum insanum", con un here que no puede ser otra cosa que Inglaterra20. Como el manual de Thorie, el de Percyvall está dividido en dos partes, la gramática y el vocabulario, sin los diálogos y los refranes que hay en el de Stepney, y que serán habituales en los tratados de enseňanza de segundas lenguas, bien acompaňando a gramáticas, bien a diccionarios, bien constituyendo todo (gramática, vocabulario, diálogos y refranes) un complete manual para el aprendizaje de una lengua extranjera. Percyvall parece conceder mayor importan-cia al léxico, a la vista de la extension de cada una de las partes: la gramática ocupa veinticinco hojas y el resto (otras 92) es para el vocabulario. Nuestro autor debió comenzar la redacción de su diccionario como consecuencia de su trabajo como traductor al servicio del Lord Tesorero del Reino, William Cecil, lo cual explica, por otra parte, que sea monodireccional. El inicio de las tareas puede situar-se a finales de 1586 o comienzos del aňo siguiente, y debieron durar hasta octubre de 1590, en que conoció al médico de Oxford Thomas D'Oyley21. La fecha de edición es la de 1591, como puede verse en la por-tada, aunque la obra debía estar impresa a finales de 1590. Julio-César Santoyo afirma que se encontraba lista para la imprenta en 19 William Stepney, The Spanish Schoole-master. Containing seven Dialogues [...] Whereunto, besides seuen Dialogues, are annexed most fine Prouerbs and sentences, as also the Lords prayer, the Articles of our beliefe, the ten Commandements, and a Vocabularie, with diuers other things necessarie to be knowne in the said tongue, R. Field for John Harison, Londres, 1591. 20 Roger Steiner, Two Centuries of Spanish and English Bilingual Lexicography (1590-1800), Mouton, La Haya-Paris, 1970, pág. 35. 21 Cfr. Julio César Santoyo, op. cit., pág. 77. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 175 octubre de ese aňo (el día 19 el impresor solicitó una licencia de publicación), y en los Ultimos días del aňo el editor obtuvo la auto-rización para la publicación22, noticia que nos había proporciona-do Roger Steiner: "The entry in the Stationers' Registers (Arber, II, 570) under the date December 26, 1590 read as follows: "Master Watkins / Entred for his copie vnder thandes of Master HARTWELL and the wardens Bibliotheca Hispanica Contayninge A Grammar with a Dictionary in iij Languages gathered aout of diuerse good Aucthors. very profitable for the studious of the Spanyshe tonge. By R. PERCIUALL ... yjd"23. Por aquellos días se distribuirian ya algu-nos ejemplares, pues en el de mi biblioteca particular, procedente de la de William Lambarde (1536-1601), historiador de Kent, puede leerse una nota manuscrita que dice: "1590 Ex dono Authoris". Estoy convencido de. que, cuando el editor recibió la autorización, tenia ya impreso el libro, o, al menos, muy avanzada la impresión. Después no le quedaría nadá más que estampar el primer cuadernillo, si es que no se habia hecho ya con la fecha del afio inminente, por si no llegaba a tiempo el permiso, o por no poner un aňo al que le quedaban muy pocos días y que podría hacer pensar en una obra más vieja de lo que era. La cuestión no tiene, creo, mayor importancia, si no es la de anticiparse en unos días al aňo que estaba en puertas. Pero hay más, no todos los ejemplares que he consultado de la obra son iguales. Por ejemplo, en el que conserva la Real Academia Espaňola24 puede leerse tras la entrada Meliloto el equivalente latino Melilotas, y tras Mortalidad la forma latina Mrtalitas, mientras que en el citado de mi biblioteca o el de la Biblioteca Nacionál de Madrid25 aparecen ya corregidos como Melilotosy Mortalitas, respectivamente. Las dos entradas están en el pliego Q, mientras que no he encon-trado correcciones en otros lugares de la obra, de modo que en los tres ejemplares citados podemos ver las entradas Aftilejo (y no Astülejos, aunque está entre otras entradas con A/till-), Halagodora cosa (y no Halagodora), Hundiblo (y no Hundible), Pacto, concierro (y no concierto), Repuesta (y no Respuesta, aunque está entre la secuencia de voces que comienzan por Res-), Tataraneito (y no Tataranieto), el 22 En la pág. 78 del trabajo citado en la nota anterior. 23 Roger Steiner, op. cit., pág. 10. 24 Signatura 9-B-149. He consultado la fotocopia que se sirve habitualmente y el original guardado en el fondo. 25 Signatura 3/45017. 176 DE ANTIGUOS YNUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPANOL latín Srictus (y no Strictus) en la entrada Eftreňido, etc. Todo ello quie-re decir que, durante la impresión, al menos se corrigió el pliego Q, que fue šustituido en algunos ejemplares, entre ellos el que tiene la anotación manuscrita de 1590, por lo cual la emisión de la Academia -que contiene las formas con las erratas seňaladas- debe ser anterior a los ejemplares de la otra emisión, aunque sólo sea en unas horas —no creo que llegasen a ser días—, mientras se corre-gían las erratas durante la impresión del pliego, sin que se desecha-sen los estampados con errores. El libro, con seguridad, habia pasa-do por las prensas antes del 26 de diciembre -fecha de la autoriza-ción de impresión-, dando tiempo a que se repartiesen algunos ejemplares antes de que terminara el ano. En la portada de la Bibliotheca Hispanica, después del nombre de Richard Percyvall aparece un párrafo que ha dado lugar a equivo-cos y no pocas conjeturas. Dice asi: The Dictionarie being enlarged with the Latine, by the aduise and conference of Master Thomas DOYLEY Doctor in Physiche. Este Thomas D'Oyley habia estado recogiendo materiales léxicos en espaňol, inglés y latín, y puso su manuscrito a disposición de nuestro autor, posiblemente en 1590, pues el impresor John Wolfe había obtenido licencia para publicarlo el 19 de octubre de ese aňo26. iCuál es la razón por la que no llegó a publicarse esta obra? Julio-César Santoyo parece haber dado con la explicación adecuada: "el diccionario de D'Oyley sólo estaba entonces empezado -dos veces repite Percyvall en třes líneas la palabra begunne para hablar de esta obra-, el impresor John Wolfe se adelantó el 19 de octubre a solicitar una licencia de publica-ción"27. Durante el mes de noviembre los dos autores cotejaron sus materiales, y habiendo comprobado D'Oyley que los de Percyvall estaban más adelantados, dio el consentimiento para que se publi-caran, aunque solicitó de éste que incluyera los equivalentes latinos, para lo cual le presto su ayuda, según afirma Percyvall en las palabras dirigidas "To the reader": "In very good time, I chaunced to be acquainted with the learned Gentlemen, Master Thomas D'Oyley doctor in Phisicke; who had begunne a Dictionary in Spanish, English, and Latine; and seeing mee to bee more fore-ward to the presse then himselfe; very friendly gaue his consent to the publishing of mine; wishing me to adde the Latine to it as hee Cfr. Roger Steiner, op. cit, pág. 19. Julio César Santoyo, op. cit, pág. 78. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 177 had begunne in his; which I performed, being not a litüe furthered therein by his aduise and conference". D'Oyley estuvo practicando en los Países Bajos entre 1581 y 1585, lo que le permitiría conocer los diccionariós que circulaban por el continente, algunos de los cuales salían de las prensas de Amberes. Asi, en la licencia para imprimir su manuscrito se citan las obras de Calepino y de Nebrija. Pero esto no revela nadá, o muy poco, sobre las fuentes utilizadas, y no sabemos hasta qué punto pudo influir su nomenclatura en la del repertorio de Percyvall. Parece, por las palabras citadas antes, que D'Oyley cedió solamente los equivalentes, pues el resto lo llevaba más avanzado Percyvall. Julio-César Santoyo resume la gestación del repertorio léxico de Percyvall afirmando que debió comenzar su redacción a prin-cipios de 1587, sólo con voces espaňolas e inglesas; una vez complete, lo presentó para su revision y corrección a dos espaňoles, de los que hablaremos más abajo, después de agosto de 1588, encontrándose listo para la imprenta en octubre de 1590, cuando conoció a D'Oyley, quien no había hecho sino comenzar su diccionario trilingüe. Entre los dos aňadieron los equivalentes latinos al original de Percyvall durante los meses de noviembre y diciembre de 1590. El editor, Richard Watkins, obtuvo la licencia para la impresión a finales de diciembre, como ha quedado expuesto antes . Posiblemente Percyvall no tuviera todavía totalmente redactados sus materiales en 1590, y, desde luego, los aňadidos de D'Oyley debieron hacerse de forma muy apresurada, pues nos ha llegado alguna entrada a la que sólo sigue la forma latina, no la inglesa (como sucede con Agiíelo, abuelo, cuyo único equivalente es Amts, o en Almariete Alhazena pequeňa, con el equivalente Armariolum, o con Camino defanctiago, que tiene como solo equivalente el latin Lactea via, o con Ceňido animal, del que dice Infecta animalia, o Girafa animal seguido por el latin Camelopardalis, etc.). A partir de ello cabria interpretar que el autor habia dejado el hueco para ser rellenado más adelante -posiblemente la remisión a abuelo en el primer ejem-plo-, lo cual no ocurrió (recuérdese cómo a Nebrija le habia suce-dido también algo parecido en varios articulos). Menos frecuentes aun son las ocasiones en las que falta el equivalente latino, como en Lechera piedra, una de esas entradas incorporadas por Percyvall que Ibidem. 178 DE ANTIGUOS YNUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPANOL no procede ni de Nebrija ni de Cristobal de las Casas29, y segura-mente tampoco de D'Oyley, o en Pradezuelo, Pradillo y Pungonäco, curiosamente las unicas voces con información no léxica (nos dice que son diminutivos de prado y pungón), y que no figuran en la obra nebrisense, aunque si la segunda en la del vocabulario toscano, pero sin más información que su traducción. La redacción del diccionario obligaba a plantearse algunas pre-guntas, como sobre cualquier otro diccionario de la época, aunque dos saltaban inmediatamente. Una de carácter general: £cómo se hizo el diccionario, cuáles fueron sus fuentes? La otra, más específi-ca: iqué se debe a D'Oyley y que a Percyvall? A la segunda de ellas parece haber contestado satisfactoriamente Julio-César Santoyo. Roger Steiner30 intentó, por su parte, echar un poco de luz en todo esto analizando el vocabulario y comparándolo con el de las obras que le precedieron. Hay una primera coincidencia, no dema-siado relevante: tan to el repertorio de Percyvall como el de Thorie son monodireccionales espaňol-inglés (el que nos ocupa ahora tiene además equivalentes en latin), actitud que debieron tomar aislada-mente los autores. Sin embargo, esa coincidencia se hace sospecho-sa cuando vemos que muchas de las palabras del primero y sus equivalentes ingleses están repetidos en el segundo. Seguramente por estar ya adelantado el trabajo de Percyvall es por lo que no entran en él todas las voces del repertorio de Thorie. Si comparamos sólo la primera página de la obra de éste vemos que Percyvall no toma las entradas Abfolution, Acabar, Affligido o Agradable (cuatro de las 41 que hay). Por otra parte, quedan aumentados los artículos Abuelo, la o Acertar ríerto, mientras que hay artículos con tra-ducciones no coincidentes (por ejemplo, Abogaäa, Abonado, Acetrero y Adelantar) o que sólo coinciden parcialmente (Abolorio, Afuziar), o que son ampliadas {Abrir, Agar) o reducidas (Agotar) por Percyvall. Es evidente que se ha producido, además de la copia, un considerable trabajo de enriquecimiento de los materiales, hasta el punto de que a la primera página de la obra de Thorie le corresponden doce en la de Percyvall. Esa es la proporción que rige en todo el diccionario, 29 En la parte toscano-castellano del Vocabulario de éste figura una entrada Lattaruolo con el equivalente piedra de leche, ,;procede de aqui la Lechera de Percyvall? En Lunar piedra pone el autor inglés un equivalente mixto {aftone called Seleni tes), con una forma latina que tampoco está en Nebrija; no hallo nada parecido en nin-guna de las dos partes de De las Casas. 30 Roger Steiner, op. dt, págs. 18-25. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 179 en el que las cerca de mil entradas de Thorie se han transformado en unas 12 50031. El trabajo realizado por Percyvall fue, por tanto, amplio, y debió utilizar otras fuentes. Hemos visto que en la solicitud de licencia para imprimir el manuscrito de D'Oyley se citaba a Antonio de Nebrija y Cristobal de la Casas, que vuelven a ser citados en la nota al lector de Percyvall: 'The Dictionarie hath coste me geatest paynes; for after that I had collected it into Spanish and English out of Christoval de las Casas, and Nebrissensis; casting in some small pit-taunce of mine owne, amounting well neere two 2000 [sic] wordes". Del sevillano proceden no pocas entradas a las que se afiadia el equivalente inglés y, cuando dispuso de los materiales de D'Oyley, la forma latina. Si el articulo procedia de Thorie sólo había que copiar la forma latina. La presencia del latin, aparte de la solicitud de D'Oyley, queda justificada no sólo por la tradición lexicográfica, sino también por las necesidades didácticas: pese al papel prepon-derante que ya tenian las lenguas vulgares, la enseňanza se seguía haciendo en latín, que era la lengua de transmisión cultural y el referente inequívoco32. Por su origen, el repertorio de Percyvall es, fundamentalmente, bilingüe, con el latín aňadido; las glosas en latin sólo Servian como control y como ayuda al usuario, sobre todo para distinguir sentidos33. Julio-César Santoyo piensa que Percyvall "utili-zó con toda probabilidad la edición de 1587"34 del Vocabulario ae De las Casas, aunque sin dar explicación alguna. Del mismo modo cabría conjeturar que empleara la primera edición, 1570, de la obra, aparecida en Sevilla y que circularía por Espaňa cuando él estuvo en la Peninsula. No resulta fácil saber cuál pudiera ser la edición empleada, pues los cambios de una edición a otra no son muchos, y el repertorio de Percyvall es más extenso que la parte espaňol-tosca-no de De las Casas, que tiene unos 10 500 artículos. Si sabemos que Percyvall estuvo en nuestro pais, no resulta demasiado aventurado conjeturar que manejaría alguna de las dos ediciones espaňolas del Vocabulario -el resto son venecianas-, la primera y la cuarta (1570 y 1583) -la de 1579 es fantasma35-. Si además sabemos que Percyvall 31 Julio César Santoyo, op. át, pág. 86, había calculado 13 000. 32 De nuevo remito a lo que expongo "El largo viaje hasta el diccionario mono-lingüe", en ešte volumen. 33 Roger Steiner, op. cit, pág. 28. 34Julio César Santoyo, op. cit, pág. 93. 35 Cfr. Annamaria Gallina, Contributi alia storia delia lessicografia italo-espagnola dá secoli xw e xvii, Leo S. Olschki, Florencia, 1959, pág. 171, n. 9. 180 DE ANTIGUOS YNUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPANOL llegó en 1579 a nuestro pais resulta más probable que conociera alguno de los ejemplares de la primera impresión que uno de la edi-ción siguiente (Venecia, 1576)36, y que se dejara impresionar por su contenido. iQuién sabe si ahí empezó a gestarse la idea de redactar un repertorio espaňol-inglés? Aunque parece seguir muy de cerca a Nebrija, Percyvall no lo tomó todo de él, entxe otras razones porque su diccionario tiene la mitad de articulos. Bien es cierto que el inglés reunía en una sola entrada lo que en el repertorio del humanista sevillano eran varias37, o formas femeninas, como Alferezá?8, pero es que eso mismo ya suce-día con Vocabulario espaňol-latino nebrisense: baste con comparar, por ejemplo, las ediciones de £1495? y 1520, hechas en vida de Elio Antonio, para darnos cuenta de que en la primera daba una entrada para cada sentido de la palabra, mientras que en la otra, con fre-cuencia, aparecen en una sola entrada lo que en aquella estaba en dos. No sabemos cuál de las muchas ediciones nebrisenses manejó Percyvall, aunque probablemente ŕuera una tardía de finales del siglo xvi39. Por ejemplo, la entrada Defcoftumbre o defufo no está en el Vocabulano de 1492, pero Samuel Gili Gaya40 la atestigua en una edition de 1581. En otras ocasiones las informaciones son iguales en uno y otro repertorio41. Gloria Guerrero ha comparado la nomen-clatura de Percyvall con la de Nebrija, y llega a la conclusion de que "de un total de 1723 entradas contadas en la A de Percyvall, frente a 2437 en la A de Nebrija, 990 vocablos, que suponen 995 entradas son comunes; 234 vocablos, que suponen 240 entradas se encuen- 36 La tercera es de Venecia, 1582. El contenido de las dos primeras ediciones es igual, por lo que no es posible averiguar cuál pudo constitruirse en fuente para Percyvall. 37 Cfr. Roger Steiner, op. dt., págs. 20-21. 38 Véase Gloria Guerrero Ramos, "La lexicografía bilingüe desde Nebrija a Oudin", en Euralex '90 Proceedings. Adas del IV Congreso Internacionál Benalmádena (Malaga) 28 agosto-1 septiembre 1990, Barcelona, Biblograf, 1992, págs. 463-471, y en especial las págs. 467-468. 39 El catálogo de los diccionarios de Nebrija más completo que conozco es el que hizo Gloria Guerrero Ramos, El Uxico en el Diccionario (1492) y en el Vocabulario (il495?) de Nebrija, Universidad de Sevilla-Ayuntamiento de Lebrija, Sevilla, 1995, págs. 53-98; por supuesto, existen otros repertorios nebrisenses, aunque no especi-ficamente dedicados a los diccionarios. 40 Samuel Gili Gaya, Tesoro lexicográfico (1492-1726), 1.1, CSIC, Madrid, 1960. 41 Véanse las muestras que ofrece Gloria Guerrero Ramos, El Uxico en el Diccionario (1492) y en «/Vocabulario ($1495?) deNebrija, citado, págs. 104-110 y 133. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 181 trän ya de alguna manera en Nebrija -con especificaciones-; y sólo 474 vocablos, que suponen 488 entradas no son comunes a Nebrija, aunque se puede encontrar en éste la palabra de que han derivado en un porcentaje bastante elevado"42. Cristobal de las Casas toma, como era habitual, muchas de sus informaciones de los repertorios nebrisenses, por lo que resulta dificil averiguar que hay en el diccionario de Percyvall que proceda de uno o de otro. No obstante, en el vocabulario toscano hay térmi-nos que no se encuentran en la obra de Nebrija y que si aparecen en el repertorio del inglés (por ejemplo, Allanado, Arenque, Brear)43, igual que en éste hay voces nebrisenses que no pasaron a Cristobal de las Casas (como Alguaziladgo, Algibe, Alhurreca)44, entre ellas las que llevaban el calificativo "en arávigo"45. Una muestra de la manera en que debió utilizar el Vocabulario de Cristobal de las Casas nos la proporciona la entrada Gallochas capatos depaňo, que no estaba en el Vocabulario de Nebrija. Percyvall siguió la lista de entradas de la segunda parte (castellano-toscano) del italiano -en la edition que manejara-, y allí se tropezó con un Galocha que faltaba en Nebrija; como fíguraba tras las combinaciones de gall- lo llevó a sus materials con otra l más, ajena a la palabra que él debía desconocer; para saber lo que significaba fue a buscar más información a la primera parte (toscano-castellano) y ver qué decía del equivalente que le facilitaba, Galozza, donde se encontró no sólo con el equivalente, sino con una defínición, "Golocha calcado de palo", que le venia muy bien para su trabajo, la copió eliminando la forma espaňoliza-da (con errata aqui), poniendo todo en plural pues se trataba de zapatos, e introduciendo paňo por un palo que tal vez interprete como otra errata. Se habia ennoblecido equivocadamente un tipo de calzado que todavia hoy vemos definido en el diccionario acadé-mico como 'calzado de maděra con refuerzos de hierro, que se usa en algunas provincias para andar por la nieve, el lodo o por suelo 42 Ibidem, pág. 135. 43 Véase a ešte propósitojuan M. Lope Blanch, "Otro aspecto de la relation entre Ménage y Covarrubias", en Adas del V Congreso Internacionál de la Asodaáón de Lingiiística y Filológia de la America Latina (ALFAL). Caracas (Venezuela), enero de 1978, Universidad Central de Venezuela, Institute de Filológia Andres Bello, Caracas, 1986, págs. 393-400, recogido en sus Estudios de história lingiiística hispánica, Arco-Libros, Madrid, 1990, págs. 193-200, por donde cito, pág. 123. 44 Véanse los ejemplos que aduce Gloria Guerrero Ramos, El Uxico en el Diccionario (1492) y en ^Vocabulario (^1495?) deNebrija, citado, pág. 134. 45 Gloria Guerrero Ramos, "La lexicografía bilingüe desde Nebrija a Oudin", citado, págs. 467-468. L 82 DE ANTIGUOS Y NUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPAŇOL nuy mojado'46. Es más, hasta es posible que Percyvall recorriera la Drimera parte del Vocabulario italiano para conseguir más datos, y »eguramente rue asi cómo encontró la voz Gondola, que copió en sspaňol como Góndrola, a la que seguía un äquivalente genérico, Barquillo, que sustituyó por la explicación en inglés y una forma genérica en latín -empleada para otras embarcaciones-: "a kind of ímall bárke, Nauigij genus". Yseguramente debió tomar Percyvall de de las Casas la manera de presentar el vocabulario, separando cada combinación de dos letras, con las que encabeza cada serie. Asi estaba en el italiano, pero no en Nebrija, por más que en el repertorio de éste cada una de esas com-binaciones comenzara con una capital, y que cada plana o columna fuera encabezada por una combinación de dos letras que sirve de guía al usuario. De acuerdo con Lidio Nieto, "puede considerarse el A Dictionary de Percyvall un producto hibrido entre el Vocabulario de Nebrija y el Vocabulario de las dos knguas de Las Casas. De éste toma la macroes-tructura y una buena parte de sus entradas (56.06% y 54.00% res-pectivamente), y vuelve a Nebrija para recoger numerosas entradas más no tenidas en cuenta por Las Casas, y al mismo tiempo las voces latinas que el Catedrático salmantino trata de explicar con entradas injustificadas desde la perspectiva de un diccionario espaňol-otra len-gua"47. Para este investigador, Percyvall planteó su diccionario par-tiendo de de las Casas, por lo que es menos importante para la história de nuestra lexicografía, si bien en él encontremos voces docu-mentadas por vez primera en nuestros diccionarios: 253 en la letra a y 107 en la bi8. De ahí que considere "razonable pensar que el A Dictionary de Percyvall presente una novedad entre el 15 y el 20%. En definitíva que es mucho menos importante que Las Casas"49. Percyvall no sólo aprovechó lo que figuraba en la obra de sus pre-decesores, sino que comprobó sus datos de viva voz con dos prisio- 46 El entuerto se corrigió pronto, pues cuando Minsheu aumentó el repertorio de Percyvall se informó para proporcionar el equivalente inglés "winter Jhooes, Jockes of woollen to weare in Jhooes, Jhooes with woodden íoles». Véase más arriba lo que digo a propósito de Lecherapiedray de Lunarpiedra. 47 Lidio Nieto, "Coincidencias y divergencias entre los diccionarios de Nebrija, Las Casas y Percyvall", en R. Escavy, J. M. Hernandez Terrés y A. Roldán (eds.), Adas del Congreso Internaáonal de Historiografia Lingüistica. Nebrija V Centenario, III, Universidad de Murcia, Murcia, 1994, págs. 351-365; la cita procede de la pág. 358. 48 Cfr. Lidio Nieto, art. cit, pág. 359. 49 Ibidem, pág. 362. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 183 neros, de la Armada Invencible -Percyvall fue prior en el ataque a la Armada-, como hace constar en la nota "To the reader": ;'I ranne is ouer twise with Don Pedro de Valdés, and Don Vasco de Sylua, to whome I accesse, by the fauour of my worshipfull friend Maister Richard Drake, (a Gentleman as vertuouslie minded as any, to further any goods attemps) and hauing by their helpe made it readie for the presse with the English interpretation onely". Hizo esto, más que por modernidad, por obligación, ya que Percyvall no debia estar demasiado seguro de sus conocimientos y necesitaba contrastar sus informaciones. Se habia venido afirmando, aunque siempre ha habido voces bien informadas50, que esta consulta la habia realizado Percyvall por necesidad ya que sus conocimientos de espafiol eran escasos, pues nunca antes habia estado en Espaňa. Sin embargo, ello no es asi, y está en total desacuerdo con lo que nos dicen sus bió-grafos, como ha puésto de manifiesto claramente Julio-César Santoyo51. Los prisioneros que ayudaron a Percyvall eran importantes, y sus nombres fueron facilitados por el autor en las palabras que he cita-do más arriba, por lo que se han podido identificar. Pedro de Valdés fue general de la tercera escuadra de Andalucia; el otro, segundo del Almirante de la armada de ureas, don Juan Lopez de Medina. Richard Percyvall se habia hecho recomendar a ellos por su amigo Richard Drake, pariente de Francis Drake, que capturó al menos al primero52. Por otra parte, el latín de la obra nebrisense y del manuscrito de D'Oyley le debió servir como pista para buscar nuevas palabras en los vocabularios multilingües que circulaban por el continente, alguno de los cuales debió cruzar el Canal de La Mancha53 -si es que D'Oyley no los conoció durante su estancia en el continente-, lo cual sirve para explicar la presencia en la obra que nos ocupa de voces que no constan en sus dos fuentes más importantes, pero sólo para aquellas en las que las correspondencias se establecen palabra a palabra, pues 50 Amado Alonso, De la pronunciation medieval a la moderna en espaňol, I, 2ä ed., Gredos, Madrid, 1976, pág. 199, n. 154, dice que, según consta en el Dictionary of National Biography, Percyvall estuvo de joven cuatro aňos en Espaňa, hasta la muerte de su mujer, noticia desmentida por Dámaso Alonso, "Una distinción temprana de by d fricativas", RFE, XVIII, 1931, págs. 15-23, en la pág. 20, n. 4. 51 Julio César Santoyo, op. át, págs. 81-82. 52 Cfr. Amado Alonso, op. cit, pág. 199, y, sobre todo, Julio César Santoyo, op. at, págs. 95-96, quien da bastantes informaciones del cautiverio. 53 Cfr. Roger Steiner, op. át, págs. 22-23. 184 DE ANTIGUOS Y NUEVOS DICCIONABIOS DEL ESPANOL no ofrecen definiciones, explicaciones o aclaraciones de ningun tipo. He intentado averiguar cuál de esos repertorios alfabéticos o temáti-cos se půdo utilizar para el espaňol-inglés, y no llego a ninguna conclusion satisfactoria tras mirar varias ediciones con diferentes lenguas. Es más, encuentro algunas seňales que me guían hacia diccionarios italiano-latín, aunque tampoco consigo ver claro. Hay dos palabras que me llaman la atención, Lasaňa (traducida como "pancake, Laganum") y Macarrones ("fresh cheese & creame, Caseus recens cum floře lactis"), pues parecen responder a una realidad más italiana que inglesa o espanola. La primera de esas voces figura en el Vocabulario espaňol-latino de Nebrija con el mismo equivalente, pero no la segun-da, y no constan en la parte toscano-castellano del de Cristobal de las Casas, aunque si en la otra. Los equivalentes que proporciona en espaňol no sirven para explicarnos la traducción inglesa de Percyvall (Lasagna es "Empanadilla o hojuela hecha con quejo y ejpecias" y Maccheroni se traduce por "Fruta de majja como fideos"), que no creo fuera original, por más que la explicación de los macarrones sea insu-ficiente. He mirado en el repertorio de Luc' Antonio Bevilacqua, el Vocabolario volgare et latino, que siguió a algunas ediciones del Dictionarium de Calepino54, pero sin mayores resultados: aparece lasagna con el conocido equivalente latino, y Maccherone, cuya explicación en italiano y traducción latina no coinciden con las que nos ocupan55. Si exploramos otras pistas, en el muy conocido y difundido en la época Nomenclator omnium rerum de Hadrianus Junius56 aparece la voz latina laganum con el equivalente inglés pannecoeckey el espaňol lasana, aunque no la otra voz que nos ocupa, y tampoco son muchas más las coincidencias que encuentro con el resto del repertorio. No he conseguido avanzar más por ešte camino. El aumento con respecto al material de los lexicógrafos anteriores lo cifra Percyvall en unas 2000 palabras, lo cual supone, según Steiner57, un 15% del diccionario. Sin embargo, el enriquecimiento 54 Albert Labarre, op. át., lo registra por primera vez en una edición de Nicolao Bevilacqua de Venecia, 1567 (ficha ns 111). 55 He utilizado una edición veneciana de Domenico Farri de 1590, para aproxi-marme lo más posible al repertorio de Percyvall. 56 Manejo la edición de Christophorus Plantínus, Amberes, 1567, en la repro-ducción facsimilar de Georg Olms, Hildesheim-Nueva York, 1976. 57 Roger Steiner, "The three-century recension in Spanish and english lexicography", apud R. R. K. Hartmann (ed.), The history of lexicography, papers from the dictionary research centre seminar at Exeter, march 1986, John Benjamins, Amsterdam-Filadelfia, 1986, págs. 229-239, en especial la pág. 230. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 185 no es tan grande como pueda entreverse en esa aíirmación, ya que la mitad de las nuevas incorporaciones son voces o expresiones deri-vadas de otras voces que están en la nomenclatura, siguiendo el modelo que puede verse, por ejemplo, en Nebrija, donde son fre-cuentes las series de palabras derivadas de una misma raiz. La forma del contenido del diccionario responde a la que habitual en la tradición lexicográfica: las entradas en nuestra lengua, con las equivalencias en inglés (en letra gótica) y el latin afiadido en cur-sivas, pero no incluye una parte inglés-espaňol -ni latín-espafiol o inglés-. Esto es asi porque lo que pretendía Percyvall era facilitar a los ingleses la comprensión del espaňol, nadá más. El repertorio sigue el orden alfabético, aunque con muchas irre-gularidades en el interior de cada combinación de letras. También se rompe la secuencia del alfabeto pära agrupar derivados (véase, por ejemplo, la secuencia Efcarvagear, Efcarvar, Efcarvadura, Efcarvador, Efcarvadientes, Efcarvaorejas Efcaffo, Efcaffeza, Efcaffamente, etc.). Con frecuencia, cuando la entrada es un verbo, se pone la forma del infi-nitivo acompaňada con la terminación de la primera persona del pre-sente de indicativo: Defcreuir, fcriuo; Entefar tiefo; Forfar fuerco; Hazer, hago, hize, haré; Impedirpido; Nevar, nievo; Redemir, dimo; foffegar, fiego, y muchas más, especialmente si hay alguna irregularidad. Y en alguna ocasión, la secuencia de palabras espaňolas en la entrada sólo es la enumeración de formas que deben buscarse con otra grafia en el repertorio, como vemos tras la entrada Caxcabel, cáxcara, caxquillo, cax-quete, donde se nos dice "vide Cafcabeľ. Lo que pretendía Percyvall era facilitar a los ingleses la comprensión del espaňol, lo cual resulta mucho más evidente en el interior de los artículos donde, frecuentemente, aparece más de un equivalente para la entrada, o donde hay definiciones en inglés (véanse algunos ejemplos más adelante). Que figuren sinónimos latinos no es sino prueba, una más, de la intención de facilitar al usuario la buena comprensión de la entrada espafiola. Y puede ocurrir que en los artículos nos encontremos unas veces con sinónimos en una de las lenguas, y otras en la otra; asi, por ejemplo, la entrada Conjurar, tiene los equivalentes ingleses to confpire y to coniure, y el latino Coniurare, pero, en esa misma página, la entrada Confpirar se traduce al inglés como to confpire y al latin como Coniurare, confpirare, podria aumentar extensamente el numero de ejemplos, pero no vale la pena. No resultan infrecuentes los casos en que se facilita la sinonimia en la entrada espaňola, unas veces expuestos los términos uno a con- 186 DE ANTIGUOS YNUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPAŇOL tinuación del otro (por ejemplo Alborogo, alborote, alboroto; Encaxe, encaxadura;Fardo, fardel; Poftrero, poftrimero, etc.), otras veces separa-dos por la conjunción o (valgan las entradas Alquiler o arrendamiento; Arroyar, o tornar, o arar lofembrado; Defcoftumbre o defufo; Hazino o mef-quino; Manguillo o guante, etc.). El interes por ofrecer la sinonimia espaňola se manifiesta, también, mediante la remisiýn de unas pala-bras a otras, aunque habitualmente no Consta en el interior del arti-culo al que se remite la voz desde la que se envia (como en Abollado, al que se manda desde Abollonado), e incluso puede suceder que la palabra a la que se remite no figure en el diccionario bajo esa forma (por ejemplo, desde Abolengo se envia a un Abolerio que no aparece, tal vez por errata, ya que si consta la entrada Abolorio, Abolengo, que en Nebrija era Abolorio o abolengo). Pero no siempre que en la entrada aparece más de una forma espaňola se trata de sinónimos, pues en ocasiones son meras variantes morfológicas (como Arqueta, arqui-ta, arquilla). De vez en cuando podemos encontrarnos con entradas dobles que nos muestran variantes -o asi las considera el autor- de una misma voz, unidas habitualmente mediante la copulativa 31: Ef quadra y efquadrón; Galea, y galéra; Gargageary gargarzar; Guedejudo, y guedejofo; Mandragora y mandrágula; Manilla y manija; etc.; pero la presentación formal de estas variantes puede hacerse con otros medios: Empleyta 0 emplenta; Efportica, efportilla; Efquileta, efquilón; Foffa, foffo; Lavajo, lavajal; etc. Los sinónimos y variantes de una misma voz no siempre son seňa-lados en la misma entrada, y frecuentemente aparecen como entradas consecutivas sin que se repitan en la segunda los equivalentes, siendo sustituidos por un idem como podemos ver con Abollar y Abollonar, Blancura y Blancor, Concha y Conchilla, Grof/ura y Grof/edad, Hijadas e Hijares, Mella y Melladura, Ochavas y Ochavario, Papado y Papudo, etc. E incluso podemos hallar las variantes de una misma voz en el lugar que les corresponde por el orden alfabético, sin que se indique ninguna relación entre ellas, como sucede, por ejemplo con Epitaphio y Petafio, con Pecina y Picina, Relicario y Reliquario, etc., en cuyos equivalentes no hay diferencia alguna, o Efpital y Ofpital, par-cialmente coincidentes en las traducciones. Esto ocurre por las dife-rencias que hay en las fuentes manejadas, y la dificultad para con-trolar todo lo que pasaba al vocabulario, pues Nebrija, para los ejemplos aducidos, documenta Petafio de fepultura, Pecina de eftanque de peces, Efpital, y Reliquiario (posiblemente el Reliquario de Percyvall sea una errata), mientras que Cristobal de las Casas recoge las formas Epitafio, Picina, Ofpital y Relicario. EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 187 Y, por supuesto, en el interior del diccionario se pueden ver voces sinónimas, incluso emparentadas formalmente, sin remisión de unas a otras, pese a que los equivalentes que proporciona Percyvall son los mismos, como ocurre con Pofpelo y Redropelo, que se traducen como "againyt the haire, Pilus aduer/üs". Pero esto es también here-dado de sus fuentes, ya que en el vocabulario nebrisense constan las dos formas espaňolas con la misma equivalencia latina. No siempre que acompaňan varios equivalentes en inglés o en latin a la voz de la entrada se trata de sinónimos, ya que puede ocu-rrir que la palabra en cuestión sea polisémica y necesite ser traduci-da por más de una palabra a las otras lenguas para dar cuenta de sus sentidos, lo cual llega a producir series largas como las que encontrarnos en el articulo Embay'r, "to deceaue, to cosen, to make a man beleeue an unthruth, to make giddie, In fraudem inducere, f allere, deci-pere, seducere, imponere, vertigine corripere". Con frecuencia, en la misma entrada del articulo pueden hallar-se especificaciones, aproximaciones al sentido, contornos, o usos contextuales para diferenciar los valores de la palabra: tras la entrada Albarrana, referida a la torre, aparece Albarrana cebolla, tras Prender viene Prendimiento, y después Prender la planta. Son las de los ejemplos anteriores aclaraciones que ya estaban en el Vocabulario nebrisense, pero otras vienen del de Cristobal de las Casas, como vimos antes con Gallochas capatos depaňo, o la Lonja de cafa, que sigue a Lonja de tocino y Lonja de mercaderes, estas dos en la obra nebrisense. El carácter semibilingüe que podemos atribuir al repertorio del maestro sevillano por la presencia de este tipo de especificaciones queda roto en el del inglés cuando traduce a su lengua las defini-ciones que había en espaňol; por ejemplo, de Baharí decía Nebrija "eypecie de halcón. accipiter", y en el diccionario que nos ocupa ahora queda como "a kinde of hauke, Accipiter"; o en Cloque decía el espaňol "garfio de nave, harpago, onis", mientras que el Percyvall escribe "a hooke of a ship, Harpago". En ambos ocasiones lo que se pre-tende es aclarar el significado: no se ha proporcionado el equiva-lente inglés, se ha traducido la definición de Nebrija. En algun caso, se amplía la explicación de Nebrija, como se puede ver en Empadronar, que en el repertorio latino tenia dos entradas, la pri-mera simple, con la traducción "in matriculam redigo", y la segunda Empadronar en efta manera"cenfeo", mientras que en el diccionario inglés sólo aparece una entrada, bajo la cual se explica "to register in the number of such as are no gentlemen; censere". Una vez esta-blecido el procedimiento, se hace con otras voces que no proceden 188 DE ANTIGUOS Y NUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPANOL de los vocabularios de Nebrija y de Cristobal de las Casas, y, por ejemplo, Gango tiene el equivalente inglés y su explicación: "a barnacle, one that/peaketh through the no/e", además del equivalente latino Chenolopex. En el diccionario de Percyvall no se proporcionan informaciones sobre el uso de las voces, aunque hay alguna (como en Erguir, de la que dice "lujitanicum ejt"); se trata de un tipo de informaciones que tardará en consolidarse en lexicografia, por más que muy pocos aňos después Lorenzo Franciosini, que también tuvo como fuente el repertorio de Cristobal de las Casas, nos ofrezca más casos de lo que venia siendo corriente. A veces le resulta imposible a Percyvall proporcionar un equivalente inglés, por diferencias linguísticas o culturales, y lo que hace constar es la definición de la voz de la entrada (como en Alcándara "a perch for a hawke, Pertica", o en Cruxia "the planks in a gaily for men to pajje on, a hinde of crane"), o una explicación para que el usuario inglés sepa que es lo designado (por ejemplo, en Chinche "a worme that in hot countries lieth about beds, & bitheth venemoujly"; o en Verengend, citado al comienzo de estas páginas, "a kinde of fruite common in Spaine, but here vnknowne"). Ocasionalmente, Percyvall no encuentra la forma inglesa -antes hemos visto que falta en algunos artículos- y nos ofrece una explicación que no facilita la compresión al usuario (por ejemplo, de la entrada Amonio, que no consta ni en Nebrija ni en Las Casas -al menos en sus primeras ediciones- nos dice "an herbe Jo called, Amonium"). En la lista de entradas de la obra que nos ocupa son raros los nom-bres propios, y cuando aparecen no son tratados como tales -salvo San Pablo, una de las incorporaciones de Percyvall, que no tomó de Nebrija el nombre de Santiago-, pues suelen ser nombres de cuerpos celestes y relacionados con la astronómia cuyo origen está, por lo general, en los vulgares, como Cabrillos o Camino de fanctiago en el delo, pero también Cancer o Sagittario. Son muy pocos los nombres propios de lugar, como cocodover, cuya presencia podría explicarse por el interes del autor por presentar la realidad más conocida de Espaňa, si bien se documenta en el "Compendio de algunos nombres arábigos" de Francisco Lopez Tamarid, que acompafió por vez primera al diccionario de Nebrija en su salida granadina de 1585. Esa voz, que no figura ni en Nebrija ni en Las Casas, hárá fortuna y pasará al Vocabolario de Franciosini, donde si son más frecuentes estos nombres. Tan sólo encuentro un antropónimo, Macias, el EL DICCIONARIO DE RICHARD PERCYVALL 189 poeta ("the poet Macer, Macer"), voz que ya constaba en el repertorio nebrisense como nombre de varón en general, y traducido al latín como Mattias. De vez en cuando podemos encontrarnos con entradas repetidas, aunque con grafías distintas, como sucede con Cárabo y Cáravo, en ambos casos con el sentido de navío, pero el segundo únicamente con el equivalente en latín. Esto sólo puede explicarse por el mane-jo de diferentes ŕuentes por parte de dos autores distintos, como se vio más arriba (en Nebrija cáravo es el ave y cárabo la embarcación, formas que no recoge Cristobal de las Casas). La obra de Percyvall gozó de un gran prestigio y en pocos aňos se acabaron los ejemplares, siendo la guía más popular de las publica-das en Inglaterra durante la ultima década del siglo xvi58. Entre sus méritos, concluye Julio-César Santoyo59, está el ser el primer diccionario espafiol-inglés de cierta extension, pero también el haber incorporado muchas palabras de su propia cosecha, siendo el primer testimonio en espaňol de muchas de ellas: chichón, follaje, mato-rral, melliza, mojicón, pasamano, pepitoria, riňa, sarao, zurra, etc.60; en otras ocasiones es el primer lexicógrafo en consignar algunas palabras como arrebol, balagó, bulbo, escolta, felpa, malvasía, quilla, rabadán, riel, santero, etc.61 Desde 1591, o 1590, no se ha vuelto a imprimir la Bibliotheca Hispanica de Richard Percyvall, pero ello no quiere decir que su labor haya sido infecunda. Estando él ya ocupado en menesteres más importantes, no tuvo inconveniente alguno para que en 1599 John Minsheu publicara los materiales muy modificados, trabajo para el que había sido animado un par de afios antes por Edward Hoby. No se trata de una copia descarada, sino de una reelaboración en la que el texto del diccionario de Percyvall fue aumentado nota-blemente, partiendo, cómo no, del Vocabulario de Nebrija en su edi-ción de 150662, del de Cristobal de las Casas, a la vez que consultaba Julio César Santoyo, op. cit., pág. 79. 59 Ibidem, págs. 96-98. 60 Sólo tomo unas počas de las que citaJulio César Santoyo, op. cit, pág. 97. 61 Julio César Santoyo proporciona más en la obra que vengo citando, págs. 97-98. 62 Cfr. Gloria Guerrero Ramos, "La lexicografia bilingüe desde Nebrija a Oudin", citado, pág. 468. 190 DE ANTIGUOS Y NUEVOS DICCIONARIOS DEL ESPANOL el de Florio, publicado un aňo antes, y otros repertorios latín-inglés y los políglotos que circulaban por Europa63. El cambio más impor-tante, sin embargo, fue que Minsheu suprimió las correspondencias latinas y aňadió una parte inglés-espaňol, con lo que la fisonomía del diccionario era totalmente distinta. Si a ello sumamos las otras partes que no tenia la obra de Percyvall, hemos de admitir que, prác-ticamente, se trataba de un libro nuevo: A Dictionarie in Spanish and English64. No es, como se dice con más frecuencia de lo que resulta admisible, una segunda edición del repertorio de Percyvall, sino uno nuevo con vida nueva, aunque tan sólo fue reimpreso en una ocasión, en 1623. En muy pocos aňos se pasó de no disponer de ningún repertorio bilingůe espaňol-inglés a una lexicografia consolidada en la que tuvo mucho que ver el empeňo de Richard Percyvall. 63 Cfr. Roger Steiner, op. cit., pág. 231. 64 John Minsheu, A Dictionarie in Spanish and English, first published into the English tongue by Ric. Perciuale [...] Hereunto for the further profite and pleasure of the learner or delighted this tongue, is annexed an ample English Dictionarie [...]. Edm. Bollifant, Londres, 1599. Disponemos de una reciente edición facsimilar, aunque sólo del diccionario, con prólogo de Gloria Guerrero Ramos y Manuel F. Perez Lagos, Universidad de Malaga, Malaga, 2000. EL VOCABOLARIOITALLANO E SPAGNOLO DE LORENZO FRANCIOSINI italiano espaňolado es linda cosa l'italian che ě spagnolato ě vna buona cosa (s. v. italianó) spagnolato, colui che é auuezzo secondo loftile, e coftumi di Spagna. che nonpolrä efferfe non galant'humo (s. v. espaňolado) de buena gana pondré la uida por los efpaňoles moko volontieri metterô la uita por amor de gli spagnoli (s. v. vida) En 1620 se publico en Roma el Vocabolario italiano e spagnolo de Lorenzo Franciosini, personaje de quien sólo conocemos sus obras1, una temprana traducción del Quijote1, una gramática espaňola e ita-liana3, unos diálogos bilingües4 a los que sigue una nomenclatura5, alguna otra cosa sobre el italiano, y el Vocabolario6. 1 Murió en 1645. Para las obras, véase Martin de Riquer, "La obra del hispanista Lorenzo Franciosini, primer traductor del «Don Quijote» al italiano", Revista Nacionál de Education, 21, sept. 1942, págs. 21-28, y en especial las págs. 23-24. «Venecia, 1621-1625. 3 Venecia, 1624. Sobre la gramática de Franciosini debe verse el trabajo de Bianca Periňán, "La Gramática de Lorenzo Franciosini", Prohemio, 1-2, 1970, págs. 225-250, asi como e! de Christine Bierbach, "Spanische Grammatik und Sprachlehre im 17. Jh. Das hispanistische Werk des Lorenzo Franciosini", apud Ursula Klenk, Karl-Hermann Körner y Wolf Thümmel (coords.), Variatio Linguarum. Beiträge zu Sprachvegfeich und Sprachentwitcklung. Festschrift zum 60. Geburtstag von Gustav Ineichen, Franz Steiner, Stuttgart, 1989, págs. 13-32, quien también se ocupa del diccionario. 4 Los torno de la edición de 1622 de los que publico en francés César Oudin en 1608, quien a su vez los había sacado del inglésjohn Minsheu (1599); cfr. el arucu-lo citado de Martin de Riquer, págs. 24-25. 5 Seguramente también copiada de la del francés César Oudin. Véase, por otro lado, lo que expongo en "Apuntes para la história de las nomenclaturas del espa-ňol", en Actos del VIJ Congreso Asotiación de Lingůistica y Filológia de America Latina (ALFAL). Homenaje a Pedro Henríquez Ureňa. Santo Domingo, República Dominicana, 1984,1, UNPHU, Santo Domingo. 1987, págs. 457^470, recogido en mi Lexicografia des-criptiva, Biblograf, Barcelona. 1993, págs. 277-287, y en especial la pág. 281; asi como Marta C. Ayala Castro, Edición y esludio del Epitome del Tesoro de la Lengua Castellana deFrayfuan deSanJosé, Universidad de Malaga, Malaga, 1988 (edición en microfichas), págs. 391-394. 6 Cfr. Annamaria Gallina, Contribuli alia stoiia delta lessicografia italo-espagnola dei secoli xvi e mi, Leo S. Olschki, Florencia, 1959, págs. 267-284.