NUEVA REVISTA DE FILOLOGÍA HISPÁNICA TOMO LVI 2008 NÚM. 2 PARA LA HISTORIA DE LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO Para Antonio Alatorre En el primero de sus conocidos yjustamente apreciados estudios de los orígenes regionales de los colonizadores espaňoles de America, Peter Boyd-Bowman seňala con claridad que The growth of the Spanish American dialects has varied in each region with a number of factors, each of them important but none in itself decisive. These include: (1) the dates of conquest and the regional composition of the conquistadores; (2) the population density and cultural level of the conquered indians; (3) the varying degrees of bilingualism and linguistic interchange arising from such results of the conquest as religious conversion, mes-tizaje, enslavement, extinction, the importation of Negroes from Africa; and (4) (something all too forgotten) the contributions of subsequent waves of colonists and the amount of cultural contact throughout the colonial period with Spain itself1. No podría ser más claro el camino que hay que seguir si uno quiere llegar a comprender no sólo la manera en que se desarro-llaron los dialectos hispanoamericanos, sino también la historia de la expansion del espaňol por America, que no fue un simple transplante a un territorio deshabitado o poblado por salvajes, siempre ajenos a unos colonizadores que, por si solos, hicieron evolucionar la lengua traída de Espaňa y la implantaron en el nuevo continente. No: esa historia es tan compleja como lo seňa-laba Boyd Bowman y todavía está por escribirse. En este articulo me ocuparé de seguir esas líneas generales de investigación, revisar los datos que hay disponibles y ofrecer algunas hipótesis 1 Peter Boyd Bowman, "The regional origins of the earliest Spanish colonists of America", PMLA, 71 (1956), p. 1153, n. 6. NRFH, LVI (2008), num. 2, 297-362 298 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi y tesis acerca de la manera en que el espaňol se extendió por los territorios que ahora conforman la República Mexičana, como comienzo de un amplio tema de investigation que habrá de tener muchas secuelas en Mexico y en cada pais hispanoamericano. 1. De Mesoamérica a Nueva Espaňa Lo primero que hay que tomar en cuenta es que la expansion del espaňol por el centro de la antigua Mesoamérica2 y después por la Nueva Espaňa fue, en primera inštancia, resultado del modo en que se creó el virreinato sobre los fundamentos poblacionales, políticos y culturales del mundo prehispánico. La Nueva Espaňa no habría tenido las características que tuvo si las sociedades indigenas no hubieran transmitido a los conquistadores primero, y a los colonizadores después, su propia organization territorial, sus propias rutas de comercio, de tribute y de exploration, sus propios límites seňoriales, incluso el poderoso símbolo históri-co-mítico de México-Tenochtitlán3 y si su densidad poblacional no hubiera impedido la aniquilación de sus integrantes, como sucedió en las Antillas o en buena parte de las costas mexicanas y centroamericanas y de la America septentrional. El historiador Bernardo Garcia Martinez4 ha venido propo-niendo una conception de la geografia historka de Mexico que sirve de base para comprender las características que habría de adquirir el largo proceso de colonization espaňola de Mexico. Garcia Martinez divide la parte de la antigua Mesoamérica, que después corresponds al virreinato de la Nueva Espaňa, en una región central y dos regiones subsidiarias o "vertientes"; la 2 El concepto de 'Mesoamérica', propuesto por el antropólogo Paul Kirchhoff, es esencial para poder situar las culturas prehispánicas que dieron origen a la Nueva Espaňa y, después, a Mexico. Su artículo "Mesoamérica" apareció en 1943 en Acta Americana. Revista de la Sociedad de Antropológia y Geografia (Mexico). 3 No en balde el pais actual ha sido creación de la Ciudad de Mexico, al grado de tomar su nombre. B. García Martínez ("La organización colonial del espacio: un tema mexicano de geografia e história", Memorias del Tercer Simposio Panamericano de História, Instituto Panamericano de Geografia e História, Mexico, 1995, p. 84) afirma que "la geografia y la história de Mexico corresponden a un espacio definido, en el sentido más amplio del término, por ese centro [Mexico] tan relevante". 4 En "La organización colonial..." y en El desarrollo regional, siglos xvi al xx, en História económica de Mexico, coord. E. Semo, UNAM-Océano, Mexico, 2004. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 299 Mapa 1 (tornado de P. Gerhard, Geografia historka de la Nueva Espaňa). 300 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi primera queda definida por el territorio dominado desde la Antigiiedad por la gran ciudad de Teotihuacan5 (entre 100 a. C. y 600 d. C.) y, mas tarde, por el predominio de la Triple Alianza (mexica, tepaneca y acolhua, todos de lengua nahua), cuyo nucleo central fue Mexico-Tenochtitlan (desde 1300 d. C.) junto con la parte nuclear de Michoacan (que no estaba bajo el dominio mexica en epocas prehispanicas); esta region con-forma el llamado "Mexico central", situado en el altiplano6. Las regiones subsidiarias del altiplano son las dos vertientes costeras: del Golfo, correspondiente al actual estado de Veracruz hasta, aproximadamente, el macizo montanoso de los Tuxtlas, y del Pacifico, sobre todo el actual estado de Guerrero7 (vease Mapa 1). Dice Garcia Martinez: El altiplano dependia en gran medida del aprovisionamiento que obtenia de las tierras serranas y costeras. Por eso tuvo que construir un sistema de domination efectivo, a base de conquistas y control militar. Las sierras y las costas, tanto hacia un oceano como hacia el otro, vertientes fisiograficas del altiplano, se convir-tieron tambien en vertientes culturales y economicas en razon de la dependencia impuesta por el centro, que ocupaba la position mas alta... Una estructura radial confluia en el dominante Mexico Central y amarraba estas vertientes en el conjunto (El desarrollo..., p. 15). El limite septentrional de Mesoamerica alcanzaba el tropico de Cancer por las costas, en tanto que por el altiplano llegaba aproximadamente al actual estado de Queretaro. Esta enorme region, de poco interes para las culturas mesoamericanas, pobla-da por muchos grupos nomadas o seminomadas, guerreros -los chichimecas o barbaros, en la consideracion mexica- se habria 5 Aunque la lengua nahua prefiere las palabras graves, la tradiciön mexi-cana ha pasado el acento de sus topönimos a la silaba final. Asi, Teotihuacan se pronuncia en espahol mexicano como Teotihuacan y Tenochtitlan como Tenochtitlän. 6 Con la excepciön de algunos pequehos sehorios que pudieron resistir la dominaciön de Mexico-Tenochtitlän, como Tlaxcala, de tan importante papel en la Conquista. 7 No toda la costa del Pacifico correspondiente a Mesoamerica estaba bajo el dominio del Mexico central: el dominio purepecha o tarasco del occidente (Michoacän), enemigo del altiplano, bloqueaba el acceso a buena parte de la costa mesoamericana del Pacifico. Cf. Peter Gerhard, Geografia historica de la Nueva Espana, 1519-1821, trad. S. Mastrangelo, UNAM, Mexico, 1986, p. 4. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 301 Mapa 2 (tornado de B. Garcia Martinez, "La organization colonial del espacio..."). 302 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi de convertir, durante la Colonia, en una vertiente más del Mexico central, de creciente importancia: lo que todavia llamamos "El Norte". Por el sur, en cambio, más alia de Oaxaca y hacia la peninsula de Yucatan y el Soconusco, si bien habia influencia politica del Centro e interés por expandir sus zonas de tribu-tación hacia Centroamérica, no se puede considerar que haya habido una dependencia económica y cultural, sino solamente rutas de comercio y algunos enclaves tributarios (véase Mapa 2). La conquista y la primera expansion espaňola en Mesoamérica se ajustó a esas características del Mexico central. Segun Garcia Martinez, lo que comunmente se conoce como "conquista de Mexico" es la guerra por el control de [la Ciudad de Mexico], su ruta al exterior (es decir, las Antillas espaňolas), y las regiones adyacentes, inclui-da Tlaxcala, los valles altos de la cuenca del Balsas y las zonas de población totonaca. La conquista de Mexico, entendida como empresa global, se complete con el sometimiento de las provincias sujetas a Mexico (el imperio de la Lriple Alianza), asi como de otros seňoríos independientes, hacia ambas vertientes y muy espe-cialmente hacia Oaxaca8. La creation politica de los espaňoles, el Reino de la Nueva Espaňa, fue un heredero directo del estado mexica y conserve, reconstruida, pero sin solution de continuidad, su misma capital... No sólo heredó el al tipláno hegemónico y lo mantuvo como tal; reforzó incluso su position, o si se quiere su verticalidad, a lo que contribuyó el despoblamiento de las tierras costeras al pie de las vertientes ("La organization...", p. 86). Sobre esos fundamentos la Nueva Espaňa comenzó su expansion: hacia el Occidente, aprovechando la enemistad tarasco/ mexica, logró incorporar Michoacán9, conectarse directamente 8 Según B. García Martínez (El desarrollo..., p. 19) "algunas de las regiones oaxaqueňas -como los valles de Nochistlán y de Oaxaca- se con-formaron como ámbitos muy estables desde el siglo i, si no es que antes. Pero su predominio sobre otras areas no fue muy notable y si, en cambio, su gradual incorporation al ámbito mexicano. Podría considerárseles parte del altiplano. La región mixe, Tehuantepec, los valles centrales de Chiapas, Soconusco y otras areas menores quedaron como piezas relativamente sueltas de un mosaico pobremente interconectado". 9 García Martínez, El desarrollo..., p. 22: "Los espaňoles consumaron lo que los mexicas no habían logrado, y Michoacán experimentó, de hecho, dos conquistas simultáneas. Por cierto que no se trató de una hazafia militar, sino de una imposition seminegociada por Cortés, que convirtió Michoacán NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 303 Mapa 3 (tornado de P. Gerhard, Geografia historka de la Nueva Espaňa). 304 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi con Colima y anexar asi buena parte de la costa central del Pacífico; hacia el oeste-noroeste de la Ciudad de Mexico, la rivalidad de Nuňo de Guzman con Hernán Cortés llevó al primero a fundar el reino de Nueva Galícia (Guadalajara) en 153110; en tanto que Francisco de Garay alcanzó el río Pánuco (1527) en el limite noreste de Mesoamérica. Ambas expansiones pronto quedaron sometidas al virreinato de Mexico (1535). "Asi -dice Garcia Martinez (ibid., p. 89)- el area controlada desde la ciudad de Mexico se había más que duplicado entre 1519 y 1535. La ciudad conquistada había retomado su tradición de ciudad conquistadora" (véase Mapa 3). Si los seňoríos prehispánicos del altiplano no habían exten-dido su dominio hacia el istmo de Tehuantepec y la peninsula de Yucatan, pero si, desde época teotihuacana, hacia el Soconus-co, entre la sierra y el mar en el sur, y habían establecido rutas de comercio hacia Centroamérica, con algunas tributaciones de pueblos aislados, la conquista de Guatemala por Pedro de Alva-rado vino a imposibilitar una expansion novohispana hacia esa región, pues ocurrió en un momento en que Nueva Espaňa, aún no del todo consolidada, se envolvía en el caos politico. En Guatemala, en cambio, las circunstancias locales favorecieron la consolidación de un grupo de poder capaz de reclamar autonómia efectiva. Asi, en poco tiempo se organize un gobierno separado... Al centralizar el control de varias provincias encadenadas desde Chiapas hasta Costa Rica, la gobernación de Guatemala (con su audiencia adjunta) consolidó un ámbito espacial propio, efectivo, duradero... Con Guatemala se amarró un sistema espacial que propongo denominar Cadena Centroamericana (Garcia Martinez, El desarrollo..., pp. 25-26). Para este historiador, a diferencia de las vertientes del Golfo, del Pacífico y del Norte, la Cadena Centroamericana se carac-terizó por estar formada por "una concatenación de regiones en una especie de protectorado, conservando a su rey. [A causa de la rebe-liön de Nuno de Guzmän contra Cortes] la Corona dispuso la incorporaciön plena de Michoacän a la naciente Nueva Espana de manera que fuera gober-nado desde la ciudad de Mexico". 10 Nuno de Guzmän "optö por concentrar sus esfuerzos ya no en contro-lar Nueva Espana sino en organizar un gobierno aparte... Ese gobierno fue el que vino a conocerse con el nombre de Reino de Nueva Galicia (establecido en 1531)" (Garcia Martinez, El desarrollo..., p. 24). NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 305 de caracteristicas diversas, cada una con su propia expresion a pequena escala de altiplanos y vertientes, pero con mäs relacio-nes e intercambios en el sentido longitudinal que en el transversal" (Garcia Martinez, "La organizacion...", p. 90), que mantuvo relaciones distantes con el Mexico central. Yucatan, por su parte, junto con Tabasco, era ya excentrico en epoca precolombina, por lo que los espanoles organizaron una empresa especifica de conquista entre 1527 y 1544: Comprensiblemente, tambien aqui se estableciö un gobierno aparte. Pero los afios de guerra e inestabilidad propiciaron el des-poblamiento de algunas regiones, sobre todo hacia el sur (Acalän) y el Peten, y la desarticulaciön de las redes comerciales tradicio-nales de la peninsula con el exterior. El resultado fue la virtual insularidad del Yucatan colonial, la autonomia de su gobierno, que se explica mäs bien por su irrelevancia que por su poder, y sobre todo su vuelco hacia el Caribe espanol como eslabön de lo que propongo denominar Cadena Caribena, tendida desde Puerto Rico hasta Tabasco (vease Mapa 4). Afirma Garcia Martinez que "la caracteristica mäs notable de la Cadena Caribena era su ruptura con los sistemas espaciales preexistentes: se trataba, contundentemente, de una creacion colonial" (id.). El norte del Mexico central, como se adelantd, no formaba parte de los intereses de expansion mesoamericanos; pero pri-mero con la creacion del reino de Nueva Galicia y despues con el descubrimiento de la riqueza minera de Zacatecas en 1548, comenzo un permanente avance en tierras chichimecas que, por la belicosidad de sus habitantes, no permitio una colonizacion como la del centro de la Nueva Espana, sino que dio lugar a una apropiacion directa de territorio, constantemente apoyada por fuerzas militares: El descubrimiento de plata en Zacatecas en 1548 dio un sentido totalmente nuevo a la expansion... Zacatecas y las regiones vecinas estaban ocupadas por poblaciones no agricolas y seminömadas que los espanoles no podian enfrentar en guerra formal ni con-trolar por medio de alianzas o convenios... la llamada guerra chichimeca... terminö con el exterminio de los pobladores nativos (Garcia Martinez, El desarrollo..., p. 49). Esa expansion novohispana tambien Ueno los espacios que distanciaban al imperio mexica de los senorios rivales; asi, 306 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Mapa 4 (tomado de B. Garcia Martinez, "La organization colonial del espacio..."). NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 307 incorporo al Mexico central los territorios que mediaban entre los dominios mexicas y los tarascos11, como fue el caso de la cuenca alta del rio Lerma y, al norte, la media para formar el Bajio (ibid., p. 48); lo mismo hizo con el valle de Puebla, otra zona muy poco poblada a la llegada de los espanoles debido a las turbulencias politicas que habian llevado al aislamiento de Tlaxcala. Los espanoles fundaron la Ciudad de [Puebla de] los Angeles y la Villa de Carrion (hoy... Atlixco...), ...propiciaron importantes movimientos de poblaciön espanola e india, y tra-zaron caminos totalmente nuevos en funciön del comercio local y del conjunto de la colonia: la ruta de la ciudad de Mexico al literal del Golfo se tendiö por el valle, con lo cual se relegö la via pre-hispänica que se orientaba a Luxpan y no a Veracruz (ibid., p. 44). La expansion hacia Zacatecas, en el norte, fue el motivo para abrir el llamado "Camino de Tierradentro" que, pasando por Queretaro (1540), unia la Ciudad de Mexico con Guanajuato (1546), Zacatecas (1548), Durango (1562), Parral (1575), Chihuahua (1652), El Paso del Norte (1681), Alburquerque y Santa Fe (1693), en Nuevo Mexico (1598). Segün Garcia Martinez, "la mayoria de los demäs caminos [en el norte] fueron de un modo u otro tributarios de este" ("La organizacion...", p. 93). El conquistador Francisco de Ibarra se oriento hacia la sierra noroccidental, en donde las poblaciones indigenas eran agricolas y sedentarias, por lo que pudo organizar el reino de Nueva Vizcaya, que cubria los actuales estados de Durango y Chihuahua. Resume Garcia Martinez: "Asi cobro forma la ima-gen de la que se podria denominar la Gran Nueva Espaha... compuesta por la Nueva Espaha propiamente dicha, la Nueva Galicia y la Nueva Vizcaya" (ibid., pp. 93-94). Nuevo Leon y Nuevo Mexico no quedaron integrados a Nueva Vizcaya, para impedir que este reino cobrara demasiado poder. "Nuevo Leon funciono como una especie de traspatio del centro de Mexico, con el que establecio rutas relativamente directas. De todas las provincias nortehas fue la que menos dependio del eje central del Camino de Tierradentro". En cambio, las actividades misionales alimentaron el crecimiento de Nueva Vizcaya sobre las regiones situadas a su occidente, que los espano- 11 "Tarasco" era el nombre atribuido por los nahuas a los purepechas de Michoacän (este, a su vez, un toponimo nahua). 308 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi les agruparon en tres provincias delimitadas segvin su entender: Sinaloa, Ostimuri y Sonora. Pero este proceso fue relativamente lento y no pudo considerarse cumplido sino hasta finales del siglo xvii (El desarrollo..., p. 52). La colonizacion de la vertiente norte se produjo, entonces, en el siglo xvii pero su consolidacion fue posterior, en el xviii y el xix. Debido a las condiciones geograficas -desierto en el centro norte y en la costa sonorense y bajacaliforniana, grandes cadenas montanosas hacia las costas-, a la resistencia de los indios que la habitaban, unida a su baja densidad demografica -de la que hablare en seguida- no fue una colonizacion que cubriera homo-geneamente el territorio y que fuera avanzando paulatinamente hacia el norte. Por el contrario, la frontera cambiaba de lugar periodicamente; asentamientos humanos que se habian hecho a mediados o fines del siglo xvi se abandonaban, para volverse a poblar en el xvii o en el xviii. Las poblaciones mineras crecian o desaparecian segun los medios tecnicos de la epoca permitieran o no explotar los yacimientos de plata. Para 1650 un triangulo, con vertices en Guadalajara, Parral y Monterrey12, delimitaba la region de mayor consolidacion novohispana, junto con una faja costera en el Pacifico entre Bahia de Banderas y Culiacan. Toda la Sierra Madre Occidental y sus laderas, entre el occiden-te de la Nueva Galicia y el desierto de Sonora, en cambio, eran regiones en las que la Colonia tenia muy poca presencia, al igual que la vertiente nororiental, al norte del rio Panuco. Como decia antes, siguiendo a Garcia Martinez, las Cadenas Centroamericana y Caribena no se articularon con el Mexico central de la misma manera que el resto de la Nueva Espana. La frontera sur novohispana seguia una linea perpendicular al Golfo a la altura de Cardenas, Tabasco, un poco antes de Villahermosa, hasta unirse con la frontera mas o menos actual del Estado de Chiapas. La Cadena Caribena, por lo tanto, se conformaba con el resto de Tabasco, el Soconusco y toda la peninsula de Yucatan, aunque la colonizacion espahola quedo reducida hasta el siglo xix al nucleo que rodeaba Merida y la costa campechana; el resto de la peninsula y la selva chiapaneca y guatemalteca quedaron intocados. Chiapas era parte de Guatemala, eslabon de la Cadena Centroamericana. Los pueblos indigenas de esas regiones, hablantes de lenguas mayas, resistieron los avances espaholes y novohispanos. 12 En P. Gerhard, La frontera norte de la Nueva Espana, UNAM, Mexico, 1996, p. 44. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 309 Con esta exposición sumaria de las características geográ-ficas de la Mesoamérica precortesiana y la expansion novohis-pana hacia las vertientes costeras y norteňa, asi como de la floja relación de Nueva Espaňa con las Cadenas Centroamericana y Caribeňa podemos ahora pasar a considerar la población de estos territorios y su papel en la expansion de la lengua espaňola. 2. La población de la Nueva Espaňa Los estudios de demografía histórica de la Nueva Espaňa y después de Mexico no permiten determinar con toda certeza el papel que tuvieron las poblaciones aborigen, espaňola y negra en la conformación de la sociedad novohispana, aunque si ponde-rarlo con alguna verosimilitud. Contamos con suficientes datos -al menos desde el punto de vista probabilístico13- acerca de la población espaňola que pasó a la Nueva Espaňa, en particular durante el siglo xvi, pero también en los siglos posteriores e incluso al Mexico independiente durante el xix y el xx. Contamos con cálculos, basados en diversos tipos de datos14, que nos permiten evaluar las dimensiones de la población prehispánica, sobre todo del Mexico central, durante los siglos xvi al xvm, pero también del norte mesoamericano y del sur-sureste mexi-cano. Contamos con menos datos acerca de la población negra traída a la Nueva Espaňa, primero desde las Antillas y después directamente de Africa occidental y las islas de Cabo Verde15; 13 Peter Boyd Bowman, en el art. cit., afirma que si los datos por él reunidos a propósito de los pobladores espaňoles de America en el siglo xvi nos informan con relativa certeza del origen regional de 20 a 25% de ellos, podrán considerarse estadisticamente representativos. 14 Como resume Mórner en "Evolution demográfica de Hispanoamé-rica durante el periodo colonial", Research Paper Series, Institute of Latin American Studies, Stockholm, 1979, p. 3, basados en listas de tributos prehispánicos y coloniales, tamafio supuesto de las familias de indios, y de manera importante, cálculos de la capacidad de production alimenticia, de irrigation, de técnicas agrícolas, de tamafio de las ciudades, etc., que sigue ofreciendo, cada vez más, la arqueología. 15 Juan M. de la Serna, "Períodos, cifras y debates del comercio de esclavos novohispano, 1540-1820", America Latina en la Historia Económica, 21 (2004), 49-55, ofrece un panorama actualizado del comercio de esclavos en la Nueva Espafia comparado con otros, con estudios de esta población en el resto del continente. Los cálculos que citaré más adelante, de Aguirre Beltrán, se han tornado en cuenta en esos estudios más modernos. 310 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi por ultimo, los cälculos de la poblacion de mestizos y mulatos16, que, como se vera, fueron elemento central de la conformacion poblacional novohispana, son solo extrapolaciones a partir de los cälculos referidos a los dos primeros grupos. Todos juntos, sin embargo, permiten construir algunas hipotesis acerca del papel de la poblacion novohispana en la expansion del espahol por Mexico. No hace falta revisar y discutir de nuevo los cälculos de la poblacion prehispänica que han ofrecido Kroeber en 1934, Kubler en 1942, Simpson en 1948, Dobyns en 1966, Rosenblat en 1967, Cook y Borah en 196817, Sänchez de Albornoz en 1973 y Mörner en 1979. Frente a los cälculos de Rosenblat, que proponia una poblacion de 4 500000 en el Mexico central al momento de la Conquista, los que ofrecieron tiempo despues los historiadores y demografos de la escuela de Berkeley (Woo-drow Borah y Sherwood F. Cook) parecen corresponder mejor a la realidad indicada por los descubrimientos arqueologicos: 25200000 habitantes en 151918. La densidad demogräfica prehispänica era, sin embargo, diferente en el Mexico central y sus dos vertientes, segün las posibilidades de irrigacion en cada zona y sus caracteristicas climäticas; probablemente mayor en el altiplano que en las costas. En cuanto al norte de la Nueva Espaha, el historiador Peter Gerhard19 calcula 2 550000 en un 16 Las llamadas "castas" novohispanas, cuyo nücleo lo constituian los mestizos y mulatos, fueron combinaciones estamentales, culturales y raciales que la sociedad novohispana del siglo xviu tratö de distinguir para poner algün orden a su manera de comprender la poblacion novohispana, pero que no tuvieron existencia real ni son comparables a las sociedades de castas de la India, por ejemplo. Debo estas aclaraciones a Bernardo Garcia Martinez. 17 Cuidadosamente expuestos por Nicolas Sanchez de Albornoz en La poblacion de America Latina: desde los tiempos precolombinos hasta el ano 2000, Alianza, Madrid, 1973. 18 Ajuicio de Nicolas Sanchez de Albornoz: "a medida... que se consultan nuevos documentos y se afinan las tecnicas de elaboration, la magnitud de la poblacion aborigen del Mexico central ha tendido a crecer en la opinion de los historiadores... Todas las cantidades se inscriben ahora francamente dentro de la corriente alcista" (op. cit, p. 56). Gerhard (op. cit., p. 24), se adhiere al cälculo de Borah y Cook (The population of the Mixteca Alta, 1520-1960, Berkeley, 1968); Mörner (art. cit., p. 3), igualmente. Este ultimo ahade: "Lo que sobre todo habrä que tener en cuenta, sin embargo, son los hallazgos de la arqueologia moderna. Sugieren niveles mucho mäs elevados de irrigacion y de tecnologia agricola en los territorios de las altas culturas precolombinas y una extension mucho mayor de urbanization de lo que antes parecia posible". 19 En La frontera norte de la Nueva Espana, pp. 38-39. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 311 territorio tan grande, que tendría una densidad poblacional de apenas dos y medio habitantes por kilómetro cuadrado al momento de la Conquista. "La mayor densidad [hacia el norte] se encontraba en los fértiles valles de aluvión de la Nueva Galicia y Sinaloa hasta el delta del Yaqui en la costa occidental, y por el lado este en la región del Pánuco" (ibid., p. 48). En cuanto a los territorios que conformaban las Cadenas Centroamericana y Caribeňa que quedaron después dentro de las fronteras de Mexico, Gerhard20 calculó una población total en Tabasco, Cam-peche, Yucatan, Chiapas y el Soconusco de 1 728000 personas, de las cuales 110 000 habitaban el interior de Yucatan, que nunca lograron dominar los espaňoles. Como se sabe, el primer siglo de la colonización produjo en la Nueva Espaňa un despoblamiento catastrófico, que redujo la población aborigen a cerca de un milión de personas para el aňo 160521. Haya sido la población prehispánica de veintidós millo-nes o de sólo cinco, todas las fuentes documentales demuestran un descenso vertiginoso de la población india en ochenta aňos, como se ve en la Tabla l22: Tabla 1 Aňo Población en millones 1519 25.2 1523 16.8 1548 6.3 1568 2.6 1580 1.9 1595 1.3 1605 1 Afirma Mórner: Los datos sugieren ritmos de descenso [de la población] algo dis-tintos en los diversos lugares del Nuevo Mundo... Sobre todo... 20 En La frontera sureste de la Nueva Espaňa, trad. S. Mastrangelo, UNAM, Mexico, 1991, pp. 20-21. 21 Un despoblamiento debido, en orden de importancia, a las epide-mias de viruela, sarampión y tifo contagiadas por los espaňoles a los indios; en seguida, al trabajo forzoso en las minas y las plantaciones de caňa de azúcar; después, naturalmente, a la guerra y por ultimo, aunque de importancia, al "desgano vital" de los indios, que habían visto desaparecer su mundo de un golpe. 22 Borah y Cook citados por Sanchez Albornoz, op. cit., p. 62. 312 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi se trata de una diferencia entre tierras altas y bajas. En estas, la disminuciön, tanto en Mexico como en el Peru, fue aün mäs vio-lenta y asoladora que en aquellas. En muchas regiones y distritos de las tierras bajas ha consistido, en efecto, en un proceso de eliminaciön ("Evolution...", p. 3)23. Lo mismo senala Garcia Martinez: "Las vertientes sufrieron un desplome demogräfico mäs radical que el experimentado en el altiplano, al grado de que varias regiones quedaron vir-tualmente despobladas" ("La organizacion...", p. 95). Segün los cälculos de Cook y Borah, tomados por Mörner (id.), la poblacion indigena en las dos vertientes costeras disminuyo de 8 millones a 200000. Algo semejante se puede decir del sur-sureste: Gerhard (Lafrontera sureste..., p. 20) calcula la declinacion de la poblacion entre 1511 y 1550 en un 75%; mayor en las zonas cälidas y hüme-das de la costa, en donde supero el 90%, y de 50% o menos en los Altos de Chiapas y la costa noroeste de Yucatän. Lo que me parece crucial de estos datos es que, por un lado, a diferencia de otras regiones americanas, como las Antillas, la poblacion indigena no desaparecio por completo y siguio cons-tituyendo la mayor parte de los habitantes de la Nueva Espaha, como se verä en los datos que siguen; por el otro, que los habitantes de las zonas costeras de las dos vertientes y de la Cadena Centroamericana casi fueron aniquilados, lo cual dio lugar a un lento proceso de repoblamiento cuyas consecuencias habrä que tratar mäs tarde. Los colonizadores espaholes, segün Garcia Martinez24, nun-ca llegaron a sobrepasar el 4% o 5% de la poblacion total de la Nueva Espaha (unos 20 000 a mediados del siglo xvi, concentra-dos en ciudades como Mexico, Puebla, Guadalajara, Merida, Antequera -hoy Oaxaca- y Valladolid -hoy Morelia). Para Castro Aranda, basado en Aguirre Beiträn y este en Rosenblat25, en 23 Compärese con lo que afirma Jose Luis Rivarola en El espanol de America en su historia: "La costa, que era en el Peru prehispänico una regiön de alta densidad demogräfica, fue duramente afectada, aparentemente por-que las condiciones ecolögicas favorecieron las epidemias: su despoblaciön en dicho lapso ha llegado a ser calculada, posiblemente con exageraciön, en un 95 por ciento de la cifra poblacional postulada para 1520" (Universidad, Valladolid, 2001, p. 140). 24 En "La epoca colonial hasta 1760", cap. de la Nueva historia minima de Mexico, El Colegio de Mexico, Mexico, p. 72. 25 En Primer censo de poblacion de la Nueva Espana. Censo de Revillagigedo, ed. H. Castro Aranda, Mexico, 1977, p. 23. Su cälculo se basa en los de Gonzalo NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 313 cambio, nunca alcanzaron el 1%, según se ve en la Tabla 2, com-parativa de las poblaciones europea, india y mestiza: Tabla 2 Aňo Pobi. total Europeos % indios % mestizos % 1570 3380000 6464 0.2 3366800 98.7 - 1.1 1646 1712600 1378 0.4 1269600 74.6 429200 25 1742 2477200 9814 0.8 1540200 62.2 946200 38 1793 3799500 7904 0.2 2319700 61 1487700 39 1810 6122300 15000 0.2 3476200 60 2461100 40 1910 15160300 - - 1960300 13 13143300 87 El historiador Woodrow Borah, por su parte, ofrece el siguien-te cálculo en la Tabla 326: Tabla 3 Blancos Indios Aňo Nueva Espaňa Mexico central Mexico central 1570 63000 57000 4409000 (1565) 1646 125000 114000 1500000 (1650) 1742 565000 465000 1500000 1772 784000 586000 1793 1050000 780000 3700000 Probablemente, el calculo de Castro Aranda en cuanto a la poblacion llamada "europea" sea demasiado bajo en compara-cion con los datos que llevaron a Garcia Martinez a considerarla de 20000 y a Borah de 63000, pero hay que sehalar que los calculos de Borah no distinguen a los mestizos y los criollos de los "blancos", por lo que las cantidades expuestas en su calculo parecen corresponder a la suma de estos tres grupos; en cambio, la cercania entre los calculos de la poblacion india de Cook y Borah y Castro Aranda valida a este ultimo en lo que se refiere al descenso poblacional indigena y, mas adelante, en lo que se refiere a la poblacion mestiza27. Aguirre Beltran en La poblacion negra de Mexico. Estudio etnohistorico, 2a ed. corr. y aum., F.C.E., Mexico, 1972. 26 Apud M. Morner, Race mixture in the history of Latin America, Little, Brown & Co., Boston, 1967, pp. 97-98. 27 Englobare todas las "castas" novohispanas en el mestizaje, primero, porque a juicio de los historiadores contemporaneos las sutiles distinciones 314 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Faltan todavia más estudios de la población negra en Mexico, que puedan comprobar la veracidad de los que hizo Aguirre Bel-trán o corregirlos. Pero se sabe bien que no sólo venían esclavos negros como parte del servicio doméstico de los conquistadores, sino que desde muy temprano comenzó el tráfico de esclavos africanos hacia el continente americano. Los que venían con sus amos desde Espaňa ya hablaban espaňol, mientras que los que llegaban directamente, primero, a las Antillas y, después, a la Nueva Espaňa, procedentes de las islas de Cabo Verde y de las costas occidentales de Africa tendrían que aprenderlo en America. A la Nueva Espaňa, durante el siglo xvi, sólo podían entrar por Veracruz (Aguirre Beltrán, op. cit., p. 32); en el xvii, excepcionalmente, también desembarcaban en Pánuco y en Campeche. Aguirre Beltrán (p. 198) hizo los siguientes cálculos de la población negra en la Nueva Espaňa28: Tabla 4 Aňo Europeos Negros 1570 6464 20569 1646 13780 35089 1742 9 859 15980 Como se ve, la poblacion negra fue casi siempre mayor que la espahola, al grado de duplicarla y hasta triplicarla en 1646, por mas que no haya pasado del uno, dos o cinco por ciento de la poblacion total novohispana. Aguirre Beltran (op. cil, p. 208) aduce el testimonio del cronista Lopez de Velasco en 1570, quien juzgaba que "Puebla tendra como quinientos vecinos espaholes y mas de otros quinientos negros esclavos... Veracruz, 200 espaholes, no hay indios ningunos, aunque seiscientos esclavos". Morner lo cita tambien: "De los mas de 100000 habitantes de la ciudad de Mexico en 1612, no menos de 35 por ciento eran negros y entre castas creadas entre los siglos xvii y xviii no se sosteman en su pro-pia epoca y, segundo, porque hoy en dia nos basta con reconocer la mezcla racial que se produjo entre espaholes, indios y negros para comprender los fenomenos poblacionales y culturales que se produjeron durante la Colonia y el primer siglo del Mexico independiente. 28 El mismo calcula que, entre 1550 y 1640, llegaron al continente americano 170000 negros y que para 1700 eran ya medio millon. Garcia Martinez ("La epoca colonial...", p. 73) calcula 15000 negros en Nueva Espaha hacia 1550. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 315 mulatos" ("Evolucion...", p. 16). En la Relation de la visita eclesias-tica del obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, que lo llevo a recorrer el dilatado territorio del obispado de Puebla entre 1643 y 1646, se encuentran asientos como los siguientes: en el ingenio de Orduna, en la region dejalapa (sierra veracruzana): "siete espanoles, 80 negros y 26 indios"; en el poblado de Tlacuilolan: "100 vecinos espanoles y mäs de 200 negros y gente ordinaria" (pp. 48-49). A diferencia de los Altos de Chiapas, donde se asentd una comunidad espanola, en la selva y en la costa de Tabasco y Campeche, a causa de su clima opresivo e insalubre (muchos espanoles morian de malaria y fiebre amarilla) y de que no se descubrieron minas de oro ni de plata, las comunidades espano-las eran pequenas, familias provincianas aisladas endogämicas, "en un mar de indios hostiles", dice Gerhard (Lafrontera sureste, p. 22). En la zona costera del Golfo correspondiente a la Cadena Caribeha, donde la poblacion aborigen desaparecio en un 90% durante el siglo xvi, los esclavos negros sustituyeron a esa fuer-za de trabajo. Segün Gerhard (p. 23) "para fines del siglo xvin habia en el sureste alrededor de 68000 personas con sangre africana, aproximadamente la misma cantidad que de espanoles y mestizos. En Laguna de Terminos llegaron a ser el elemento numericamente mayor de la poblacion". Lo mismo afirma Agui-rre Beiträn29 acerca de la poblacion negra en el litoral sur de Guerrero. Dadas estas proporciones entre los pobladores aborigenes, los espanoles y los negros de la Nueva Espaha, es necesario preguntarse como fueron sus relaciones y en que medida la expansion del espahol y las caracteristicas dialectales que fue tomando en diferentes zonas del Mexico actual dependio de la poblacion india y negra de la Nueva Espaha y del largo proceso de mestizaje que caracterizo al pais, en comparacion con otras regiones hispanoamericanas. 3. El mestizaje Las uniones entre conquistadores e indias fueron inmediatas a partir de la Conquista. El apetito de los soldados, su anti- 29 En su estudio de 1958, Cuijla. Esbozo etnogräfico de un pueblo negro, F.C.E., Mexico, pp. 54 ss. 316 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi quísima costumbre de apoderarse y violar a las mujeres de los pueblos conquistados y la sumisión de las indias a las órdenes de sus seňores dieron lugar a un mestizaje que creció confor-me los colonizadores aumentaban y se expandían las regiones dominadas. Ese primer mestizaje, de carácter fortuito, anterior a la consolidación de la sociedad novohispana, se integró con facilidad a la población espaňola. Seňala Môrner: The first mestizos were being absorbed by one or the other parental group... And not a few of the first mestizos deserved to be accepted by society, despite its illegitimate birth, because they had been recognized by their fathers. But the increase in illegitimate mestizos, left to the care of their indian mothers, inevitably produced a group that was not accepted by either parental group (Race mixture, p. 55). Hay que agregar el esfuerzo de la Iglesia y la Corona para que el amancebamiento de espaňoles e indias se redujera, por lo que muy pronto se fomento el paso a Indias de mujeres espa-ňolas, asi que, si entre los primeros conquistadores habia 2 329 hombres, seis esclavos negros y sólo nueve mujeres, a lo largo del siglo xvi la proporción entre hombres y mujeres fue de ocho a una. Durante el reinado de Felipe III (1598 a 1621), esa proporción creció a dos hombres por cada mujer y ya habia casi un 28% de población infantil espaňola traída a la Nueva Espaňa30. Según Sanchez Albornoz (op. cit., p. 101), a los 15000 vecinos que calculaba Vazquez de Espinosa en la Ciudad de Mexico en 1625, podrian corresponder al menos 7500 mujeres. El combate al mestizaje ilegítimo y el correlativo aumento de los matrimonios entre espaňoles empeoró la situación de los hijos de espaňoles e indias, que de todas maneras seguían aumentando: Se originaron asi dos grupos sociales diferenciados: el de los hijos de legítimo matrimonio que fueron llamados espaňoles, criollos o americanos; y el de los ilegítimos que merecieron el calificativo de mestizos... Ello quiere decir que la separación entre los hĺbri-dos denominados criollos y los llamados mestizos tuvo una raíz fundamentalmente cultural y no biológica. Mientras los criollos 30 Carlos Martínez Shaw, "Geografia de la emigración: la distribución espacial de los emigrantes a la America Espaňola (1492-1824)", en Mexico en el mundo hispánico, ed. O. Mazín Gómez, El Colegio de Michoacán, Zamora, 2000, t. 1, p. 158. NRFH, ĽVI LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 317 eran hĺbridos encauzados por los canales de la cultura occidental, bajo el amparo y potestad del padre europeo, los mestizos eran los mismos hĺbridos retenidos por la madre nativa y ganados para la cultura indígena (Aguirre Beltrán, Lapoblación, p. 245). El numero de mulatos aumentó conforme negros e indias se amancebaban o se casaban, impulsados sobre todo porque, de acuerdo con las leyes, los hijos nacidos de esas uniones ya no que-daban sometidos a la esclavitud31, gracias al reconocimiento legal de la madre indígena. Asi lo comprueba un comentario del virrey Martin Enriquez a Felipe II, en que le cuenta que "las indias es gente muy flaca y muy perdida por los negros, y asi se huelgan más en casar con ellos que con indios, y ni más ni menos los negros se casan con ellas, antes que con otras negras, por razón de dejar a sus hijos libres" (Aguirre Beltrán, Lapoblación, p. 256). 4. La sociedad colonial Desde los comienzos de la Colonia las autoridades y la Iglesia se preocuparon por establecer una clara distinción y separación entre los colonizadores espaňoles y los indios, tanto para preser-var las estructuras de dominio y tributación precortesianas, que garantizaban el control de los pueblos conquistados y su usufruc-to -efecto de su magnitud poblacional-32, como para facilitar la evangelización de los indios, sustraídos a los "malos ejemplos" morales que les podían dar los espaňoles. Esa distinción, que 31 Que no era el caso de los hijos de uniones o matrimonios con negras: "As the slave condition of the mother dictated the bondage of the offspring, mulatto children also became slaves as a matter of course" (Môrner, Race mixture, p. 42). 32 "Este tipo de organization, caracteristico de la parte central de Nueva Espafia, era producto de dos circunstancias principales. La primera es la herencia prehispánica mesoamericana preservada tras la conquista espafiola. Los espaňoles consumaron su conquista dejando a los antiguos sefiorios un buen margen de autonómia y amplios privilegios a sus lideres nativos... La segunda circunstancia fue el proceso de congregation o concentration de la población, fundado en circunstancias económicas y políticas, e impul-sado conjuntamente por gobierno e iglesia, que indujo o forzó (según el caso) dentro de cada altépetl la formation de un cierto numero de nucleos urbanos de inspiration europea" (B. García Martínez en el pról. a Juan de Palafox y Mendoza, Relación de la visita eclesiástica del obispo de Puebla 1643-1646, transcr., introd. y notas B. Garcia Martinez, Gobierno del Estado de Puebla, Puebla, 1997, pp. xxvi-xxvii). 318 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi necesariamente reconocia el derecho legal de los caciques o tlatoques a conservar el control de sus pueblos (pueblos de indios o altepetlss) implicaba que los indios quedaban en el segundo nivel de la jerarquia social, debajo de los espanoles, pero arriba de los mestizos, los negros libres, mulatos y los esclavos34, aunque en la realidad esajerarquia se invirtiera al grado de dejar a los indios al final de la escala35. Pero la separacion entre ambos grupos de pobladores -y entre estos y los mestizos y mulatos- nunca pudo mantenerse, sino que hubo entre ellos contacto y cercania desde los primeros tiempos de la Colonia36. La mezcla racial emborronaba la rigida separacion legal entre espanoles e indios, y ademas las mismas condiciones legales y de tributacion que imponian esa separacion se convirtieron en un problema creciente, por cuanto mestizos y mulatos no estaban obligados a tributar a ninguna autoridad, por una parte y, por la otra, cada vez tenian menos cabida en las poblaciones pertenecientes a los dos grupos legalmente reconocidos. De ahi que constantemente se les persiguiera, se intentara expulsarlos de los pueblos y tendieran, ya a la vagancia, ya a concentrarse en las grandes aglomeraciones urbanas: Conforme aumentaba el numero de mestizos, se les fue limitando sus derechos: en 1549 no podian recibir encomiendas; en 1570 no podian ser protectores de indios, notarios, ni caciques, ni vivir entre los indios; en 1643 no podian ser soldados; practicamente 33 "En la epoca colonial el altepetl podia describirse como una entidad politica que tenia al menos dos atributos principales: en primer lugar, una Organization corporativa formada por un cierto nümero de integrantes (por ejemplo cien, quinientas, mil o mäs familias de uno o varios linajes), un cuer-po de gobierno o «repüblica» con su respectivo gobernador, y una tesoreria o «comunidad» que incluia tierras, dinero y otros bienes pertenecientes a la corporaciön... Frecuentemente esta Organization estaba acompanada de otros atributos, como la presencia de un jefe hereditario o «cacique» y una elite de individuos de posiciön preeminente o «principales»" (pröl. de Garcia Martinez a Palafox, Relation de la visita..., p. xxv). 34 M. Mörner, Estado, razas y cambio social en la Hispanoamerica colonial, SEP, Mexico, 1974, p. 91. 35 Segün Garcia Martinez, lajerarquizaciön de "castas" que propone Mörner no corresponde a la realidad novohispana, para la cual la sociedad se conformaba corporativamente, por sus "calidades" y no por sus diferencias raciales, segün se habia dicho antes. 36 Dice Garcia Martinez (El desarrollo..., p. 47): "En la practica, la poblaciön se mezclö en el espacio aün mäs de lo que se mezclö en la sangre". NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 319 se les excluyö de las ördenes sacerdotales, por ilegitimos (Mörner, Race mixture, p. 43). En esas condiciones, la poblacion de mestizos y mulatos crea-ba un problema que las autoridades coloniales nunca pudieron resolver, aunque se convirtio en el elemento mäs dinämico de la formacion de la nueva sociedad. Esa situacion se hizo mäs evidente con la caida poblacional indigena, pues la fuerza de trabajo india se volvio mäs escasa. Para poder ordenar y administrar mejor a esos trabajadores se introdujo el "repartimiento" o "mita" (Mörner, Estado, razas..., pp. 13-16), que a la postre habia de convertir a los indios en "gananes" de las haciendas, "laborios" o "naborios", jornaleros y peones. Pero si el "repartimiento" y el crecimiento de la poblacion de mestizos y mulatos comenzo a crear problemas en las ciudades y en los pueblos, la exploracion y conquista de Nueva Galicia y de la vertiente norte abrio una välvula de escape a esa poblacion: Gran parte de las explotaciones agropecuarias que fundaron los espanoles requirieron de nutrido personal. No fue raro que la mano de obra proviniera de los pueblos de indios inmediatos y se estableciera un movimiento regular de trabajadores residentes dentro de las propiedades espanolas. Estos asentamientos se nutrieron de gente muy diversa: esclavos africanos llevados ex profeso (comunes en las empresas dedicadas a la producciön de azücar), espanoles de variada extracciön, mestizos e indios emi-grados de sus pueblos... El resultado de este proceso fue el sur-gimiento de numerosos asentamientos humanos de origen por completo colonial a lo largo de todo el campo novohispano, en especial dentro de la zona central y hacia el Bajio y el Norte (Garcia Martinez, El desarrollo, p. 63). Otro fue el caso de las regiones costeras de las vertien-tes. Alii, el descenso demogräfico generalizado, desencadenado por las epidemias de los anos de la conquista y reforzado por varios ciclos mäs de epidemias devastadoras [tuvo] efectos mäs acusados... en especial, al parecer, en la vertiente del Pacifico. Al mismo tiempo hubo desplazamientos considerables de poblaciön, que desem-bocaron en la desapariciön casi completa de algunos ämbitos regionales, o en su repoblamiento con sangre afroamericana (ibid., p. 46). 320 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Asi por ejemplo, seňala Garcia Martinez (en la Relación, pp. xxxv-xxxvii): Veracruz Vieja (La Antigua) y Veracruz Nueva... eran fundaciones ciento por ciento espaňolas y coloniales y su estructura demográ-fica, política, social y económica era claramente diferente a la de los altépetl de raíces prehispánicas; los ingenios azucareros en esa región y las haciendas que se fue-ron formando, lo mismo, "se nutrían de gente mestiza de raíces diversas o difusas, o gente de origen africano (esclavos o libres)". Algo semejante sucedió en la costa del Golfo correspondiente a la Cadena Centroamericana (Tabasco y parte de Campeche). Comparativamente despoblada de sus pocos habitantes de len-gua nahua y chontal durante el siglo xvi, en el xvii se fue repo-blando con mayas de Yucatan y zoques de Chiapas (Gerhard, La frontera sureste, p. 22). Con toda razón afirma Mórner: But the advance of the mestizaje during the Conquest would have been much less conspicuous if the Indian masses had remain as numerous as they evidently were prior to contact with the Europeans. In order to assess the importance of the mestizaje during the sixteenth century, we must see it against the background of the terribly rapid decline in the Indian populations (Race mixture, p. 31). Esta afirmación es importante para comprender cómo se expandió la lengua espaňola por Mexico: en primer lugar hay que insistir en que, pese a su caída demográfica, la población indígena siguió siendo mayoritaria en la Nueva Espaňa, incluso, como se vio en el cuadro correspondiente, hasta el inicio del Mexico independiente y parte del siglo xix. Esta población, de hablantes de muchas lenguas diferentes, pero entre las cuales la náhuatl era la lengua materna de los habitantes del Mexico central y la más extendida como medio de comunicación con los otros pueblos aborígenes37, constituyó el sustento de la domina- 37 Incluso en la Nueva Galicia, que no formo parte del territorio mesoamericano controlado por los mexicas, fray Alonso Ponce, comisario general de los franciscanos, tras visitarla en 1584 observe: "Esta lengua mexicana [náhuatl] corre por toda la Nueva Espafia, que el que la sabe puede irse desde los zacatecas y desde mucho más adelante hasta el cabo de Nicaragua, que son más de seiscientas leguas y en todas hallar quien la entienda, porque no hay pueblo ninguno, al menos en el camino real y pasa- NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 321 cion espafiola y la que habria de dar su pauta cultural a la Nueva Espana e incluso al Mexico posterior. Una pauta subyacente de costumbres, creencias, preferencias alimenticias, comportamien-tos sociales e incluso, concepciones de la vida38. Con el telon de fondo de esa realidad demogräfica y no solo por motivos religiosos se puede comprender el largo esfuerzo de los misioneros de todas las ordenes, pero especialmente de los franciscanos en el siglo xvi, por conservar las lenguas ame-rindias y, en especial, por extender el nähuatl como lengua de la poblacion del Mexico central39. Despues de numerosas cedulas reales, que ora iban a favor de la ensenanza obligato-ria del espanol, por ejemplo, una de Carlos V en 155 040, ora a favor de convertir al nähuatl en "lengua general", como en otra de Felipe II en 1570, todavia Felipe III promulgo en 1595 un decreto para que los clerigos aprendieran las lenguas de sus respectivas greyes, hecho que se comprueba, por ejemplo, en los multiples comentarios del obispo Palafox durante su recorrido por el obispado de Puebla, en los que va sehalando el dominio de las lenguas nahua, totonaca y huasteca de los clerigos bajo su mitra. Sin embargo, la constante y räpida caida demogräfica indi-gena debe haber sido un elemento que tomaba cada vez mäs peso en los alegatos, sobre todo del clero secular, por obligar a los indios a aprender espanol y contrariar el apoyo misionero a la expansion del nähuatl y, en general, al respeto de las lenguas amerindias. A ello hay que agregar como factor determinante el crecimiento de la poblacion mestiza y mulata, para la cual el espanol era ya su lengua materna y la mäs conveniente a su subsistencia. Igualmente, el encarecimiento concomitante de la mano de obra india y sus consecuencias para la economia novohispana, al dar lugar al desplazamiento de los indios de sus pueblos hacia dife- jero, donde no haya indio mexicano o quien sepa aquella lengua, que por cierto es cosa grande" (informe del Comisario General fray Alonso Ponce, cit. por Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia en Mexico, Tlalpan, 1921-1926, apud Shirley Brice Heath, La politico, del lenguaje en Mexico: de la Colonia a la Nacion, INI, Mexico, 1972, p. 50). 38 Vease al respecto el sugerente libro de Solange Alberro, Delgachupin al criollo, o de cömo los espanoles de Mexico dejaron de serlo, El Colegio de Mexico, Mexico, 1992. 39 Vease Silvio Zavala, Podery lenguaje desde el siglo xvi, El Colegio de Mexico, Mexico, 1996. 40 Zavala, op. cit., p. 40 y Brice Heath, op. cit., p. 43. 322 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi rentes regiones, en particular hacia el Bajio, el valle de Puebla y la vertiente norte debe haber sido un factor de peso en el lento pero inexorable desplazamiento de las lenguas aborigenes por el espahol. El mestizaje espanol/indio, por su parte, habrä obligado a las madres indias a preferir la lengua espanola para sus hijos, a los que tratarian de integrar a la sociedad novohispana, en vez de reabsorberlos en la comunidad indigena, que probablemente los rechazara. Dice Mörner: "Las indias tenian otro particular estimulo para unirse con los foräneos, aun prefiriendoles a hombres de su propia raza. Los hijos con los advenedizos que-darian exentos de tributos y otras cargas propias de los indios y gozarian de mayor reputacion social" (Estado, razas..., p. 121). Asi, el espahol se convirtio en la lengua de la creciente poblacion mestiza. A esa poblacion hay que agregar los mulatos -especifi-camente, segün las clasificaciones sociorraciales novohispanas, los pardos-, mayoritariamente resultantes del amancebamiento o del matrimonio entre esclavos negros e indias, para los cuales la conservacion de la lengua materna tampoco resultaba funcional y si, en cambio, el aprendizaje del espahol. En las vertientes costeras, principalmente la del Golfo, en donde casi desaparecio la poblacion aborigen, la fuerza de tra-bajo mayoritaria era negra41; se puede suponer que, a diferencia de lo sucedido en otras regiones de America, era una poblacion discriminada, si, pero no mantenida en aislamiento: convivia con los restos de la poblacion indigena -el matrimonio con indias, como se vio antes, era determinante- y con la poblacion espanola, por lo cual era natural que terminara por aprender el espahol y no llegara a formar algün pidgin o, mäs tarde, una lengua criolla, como sucedio en varias regiones del Caribe42. Tratändose de la vertiente del Pacifico, particularmente en su franja de dominio mexica (aunque sus poblaciones aborigenes eran de varias lenguas diferentes) -el actual Estado de Guerre-ro- la desaparicion de su poblacion indigena llevo repobladores negros, empleados como capataces de ranchos y de plantacio- 41 Recientemente investigadores de la Universidad Autönoma de Yucatän encontraron restos de pobladores negros, originarios del Africa occidental, correspondientes al ultimo cuarto del siglo xvi y principios del xvii en la plaza principal de la ciudad de Campeche (Arqueologia Mexicana, XIV, 79, 2006, p. 12). 42 Concuerdo, por eso, con la critica de Juan Antonio Frago en Historia del espanol de America. Textos y contextos, Gredos, Madrid, 1999, § 3.3, pp. 179-199, a la ligereza con que algunos autores tratan el papel de la poblacion negra y la formaciön de lenguas criollas en Hispanoamerica. NRFH, ĽVI LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 323 nes de azvicar, y tambien como pescadores y vaqueros. Dado su aislamiento geografico, esa zona se convirtio mas tarde en una "region de refugio", como gustaba llamarlas Aguirre Beltran, para los negros "cimarrones" que huian de las plantaciones de azucar de Atlixco y de Guatulco y ponian de esa manera, entre ellos y el Mexico central, la torrida y peligrosa region de "tierra caliente". Las unicas comunidades mexicanas que conservan elementos de las culturas africanas son, precisamente, las de la Costa Chica del litoral de Guerrero y de Oaxaca, pero no hay huellas de la existencia anterior entre ellas de algun pidgin o de una lengua criolla43. Se conforma asi un mapa de las comunidades novohispanas al comienzo del siglo xvn, segun el cual en el Mexico central sigue predominando la poblacion aborigen pero el nahuatl, aunque continua siendo la principal lengua de comunicacion, va perdiendo terreno con el espahol como lengua de superestrato; en las vertientes costeras historicas del Golfo y, quiza en alguna medida, del Pacifico, restos del nahuatl y espahol de los coloniza-dores, los mestizos y los mulatos44; en la Nueva Galicia, extension inicial del nahuatl, pero paulatina sustitucion por el espahol; en las nacientes poblaciones del norte, un espahol llevado desde el Mexico central tanto por los jefes militares espaholes como por los colonizadores, en varios casos, indios tlaxcaltecas y mexicas (otomies en algunas zonas) -como lo comprueban los toponimos nahuas en Nueva Galicia y los varios pueblos de la Nueva Vizcaya llamados "Tlaxcaltecas", "Nueva Tlaxcala", etc.-, mas los negros, mestizos y mulatos que se sumaban a ellos. Esas migraciones, impuestas por la colonizacion, fueron determinantes para la conformacion de las sociedades de la Gran Nueva Espaha en los siglos xvn y xvm. Dice Morner ("Evo-lucion...", p. 28): En las regiones nucleares dominarian fuerzas centrifugas. A fin de escapar al tributo y servicios forzosos, los indios abandonarian sus pueblos nativos. Mas tarde o mas pronto, se establecerian en otros pueblos, pero ahora como elementos marginados, sin tierras (indios forasteros), o en las tierras de haciendas. La migracion, a 43 Cf. Aguirre Beltrán, Cuijla y Miguel Ángel Gutierrez Avila, Léxico del trabajo agricola en San Nicolas, Municipio de Cuajinicuilapa, Costa Chica de Guerrero, tesis, Escuela Nacional de Antropológia e História, Mexico, 1986. 44 No asi en el norte de Veracruz, en la región del Pánuco, que conservó, disminuida, por supuesto, su población nahua, totonaca y huasteca. 324 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi veces, por implicar cierto grado de transculturación, podia llevar a un cambio del estado étnico al transformar, por ejemplo, a un indio en mestizo, pues "allí se impuso la convivencia con gente de otra raza y se aceleró por necesidad practica la transculturación, por ejemplo en la adopción del castellano" (Mörner, Estado, razas..., p. 115). En el siglo xvii, segun sintetiza Mörner: están en vías de realizarse dos procesos de cambio social trascen-dentales. Primero, se trata de una saturación de la urbanización iniciada con la Conquista con su secuela de una ruralización en la que destaca la formación de la gran propiedad senorial. Segundo, la baja extraordinaria de la población indígena está llegando a su punto más bajo para ser reemplazada, más tarde o más tempra-no por una tendencia al alza. Consecuentemente, en gran parte los indios también tomarán parte de la expansión demográfica ("Evolution...", p. 16). Si bien el avance del espaňol era cada vez mayor y el indio hispanizado se volvió indistinguible de los mestizos, la lengua nahua siguió teniendo un papel importante en el Mexico central, al grado de que, para sorpresa del arzobispo Francisco Antonio de Lorenzana a su llegada a Mexico en 1766 se encontró con que los indios en los contornos de la Ciudad de Mexico sólo hablaban náhuatl o se rehusaban a hablar espaňol (Mörner, Estado, razas..., p. 142). Pero no sólo los indios conservaban el náhuatl, sino que los mismos espaňoles, comerciantes y agricul-tores, tenian que hablarlo (al igual que las otras lenguas de cada región) para poderse comunicar con ellos. Durante el siglo xvin los prejuicios sociorraciales se incre-mentaron en la sociedad novohispana (Mörner, Race mixture, p. 57), quizá impulsados por el crecimiento de la población mesti-za y mulata; asi, mientras que en 1790 el rey declaró que los infor-mes sobre la pureza de sangre no debian incluir la de los indios entre las malas y deficientes, a mestizos, mulatos y negros se les restringía el movimiento, se regulaba su manera de vestir y se les prohibía tener armas. Negros y mulatos podian ser enviados a trabajos forzados y debian vivir separados de los indios, aunque en la colonización del nořte se les usaba como militares y, frente a los ataques de los indios nómadas, se les consideraba aliados. La lengua espaňola, el náhuatl, el otomí, y las demás lenguas mesoamericanas convivieron, en consecuencia, durante toda la NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 325 época colonial y hasta principios del siglo xx, en que el espaňol logró imponerse como lengua materna del 80% de la población mexicana. En las costas de la vertiente del Golfo, al sur del rio Pánuco y hasta el río Grijalva, por lo menos, los negros y los mulatos sustituyeron a los indios; en la vertiente norte, en cons-tante expansión desde el siglo xvii, en cambio, la mezcla entre espaňoles, mestizos, negros y mulatos fue más abierta que en el Mexico central, en tanto que las poblaciones indigenas casi fue-ron exterminadas o, en el caso de la vertiente noroeste, lograron conservarse por efecto de su belicosidad, de la protección de los jesuitas y de la dištancia a que se encontraban del Mexico central y el Camino de Tierradentro. iQué efectos tuvo esta compleja sociedad de la Gran Nueva Espaňa en la manera en que se expandió la lengua espaňola por su territorio? A plantear más claramente esta pregunta, ya que la investigación no nos ofrece hasta ahora datos suficientes para poderla contestar plenamente, me dedicaré en la siguiente parte de este trabajo. 6. los colonizadores y su lengua Después de los estudios de Peter Boyd Bowman acerca de la pro-cedencia regional de los colonizadores espaňoles en el siglo xvi no cabe duda de su origen predominantemente andaluz en ese siglo (36.9%, equivalente a 20229 individuos, en toda America); del conjunto total, el 40.6% de los que llegaron a la Nueva Espaňa eran andaluces, y mayor fue su porcentaje en las Antillas y Panama45; aun en los dos siglos posteriores, a decir de Martínez Shaw ("Geografia...", p. 160), cuando en toda America dismi-nuye la presencia andaluza, el 43.64% del total de los espaňoles que vienen a la Nueva Espaňa son andaluces46. Asi, esa población tuvo un papel determinante en la colonización de Mexico. El resto de los colonizadores era, como se sabe, de castellanos nue-vos, extremeňos, castellanos viejos, leoneses y vascos en el siglo xvi, más cantidades menores de habitantes de otras regiones espaňolas. Las ciudades que aportaron más colonizadores fueron Sevilla, Badajoz, Toledo y Cáceres. Martínez Shaw reafirma que "las cuatro... incluyen la mitad aproximada de los metropolita- 45 P. Boyd Bowman, "Regional origins", p. 587. 46 La inmigración extremeňa casi desaparece durante el segundo siglo, mientras crece la de vascos (9.53%), cántabros (5.47%) y gallegos (5.15%). 326 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi nos instalados en Mexico (51.8%)" (ibid., p. 154). Hacia 1600 los procedentes de Sevilla superaban por mucho a los que venian de otras ciudades, al grado de que uno de cada cinco colonizadores, una mujer de cada tres de ellos y uno de cada dos comerciantes eran sevillanos47. Boyd Bowman (op. eil, p. 592) observa que, tratändose de los comerciantes, entre los que daban como lugar de procedencia Sevilla se encontraban apellidos como Illescas, Ucles, Burgos, So-ria, Llerena, Plasencia, lo que revela su origen no andaluz y, en cambio, es sintoma del poder de atraccion de la ciudad de Sevilla en el siglo xvi. (Entre los comerciantes no andaluces, los vascos formaban el conjunto mayor, con el 14%.) Es decir, el papel de la ciudad y la provincia de Sevilla, por su poblacion y su fuerza de atraccion debe haber sido uno de los determinantes de las caracteristicas sociales de la Colonia. En su muy conocido y apreciado articulo, "Sevilla frente a Madrid, algunas precisiones sobre el espanol de America", Menendez Pidal48 pondera el creeimiento y el papel que adquirio Andalucia a partir de los Ultimos anos del siglo xv: "La Andalu-cia habia alcanzado a partir de los Ultimos anos del siglo xv un extraordinario engrandeeimiento, gracias a las dos mayores fuer-zas propagadoras del idioma que entonces operaron, la recon-quista y los deseubrimientos geogräficos". Mas adelante afirma: "Conforme avanza el siglo xvi Andalucia se sentia mäs firme en su valor cultural y llevaba con menos conformidad la suprema-cia lingüistica de Castilla" (pp. 104 ss.). Si bien Menendez Pidal ofrece muchos datos que documentan el orgullo cultural de los sevillanos y el origen sevillano o andaluz de varios grandes escri-tores, solo eneuentro en Lapesa49 una posible indicacion de que tal orgullo tuviera tambien un aspecto lingüistico: la afirmacion de Fernando de Herrera al Prete Jacopin: "^Pensäis que es tan estrecha el Andalucia como el condado de Burgos, o que no podremos usar vocablos en toda la grandeza de esta provincia sin 47 Alli mismo aporta datos que demuestran que, en la epoca de Felipe III, Andalucia llega a dominar con el 48.29% de la emigraeiön a America; Castilla la Nueva aumenta su partieipaeiön (19.80%), en tanto que Extremadura desciende (15.65%) y Leön-Castilla la Vieja retroceden al 9.5% de los colonizadores. 48 Publicado en Estructuralismo e historia. Miscelänea homenaje a Andre Martinet, Universidad de La Laguna, Canarias, 1957, t. 3, pp. 99-165. 49 Rafael Lapesa, "Sobre el ceceo y el seseo andaluces", tambien en Estructuralismo e historia, t. 1, pp. 67-94. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 327 estar admitidos al lenguaje de los condes de Carrion o de los sie-te Infantes de Lara?"; en cambio, segün Ramon Menendez Pidal, al igual que en Castilla la Vieja, en Andalucia se atendia como ünica norma de bien hablar al patron toledano. En 1503-1507, Nebrija, aunque la confusion eraya sin duda preponderante entre las clases bajas y debia estar muy tolerada entre las clases altas, describe desde Sevilla un espanol con /ss/ y /s/ distintas de /c/ y /z/; y por su parte tendia a considerar risible la practica ceceosa que seguian muchos de sus convecinos50. El gegeo-zezeo51 se hace evidente en los comentarios lin-güisticos de Arias Montano y Mateo Alemän, y se comprueba en textos de Juan de la Cueva e incluso de Luis de Gongora. Si Sevilla tuvo un papel central en la conquista de Granada y despues el control de la emigracion hacia America durante 50 Op. tit., p. 118. Respeto las barras diagonales con que Menendez Pidal indica que se trata de fonemas, aunque luego utilice las grafias con que se los representa en la escritura. En lo que sigue, salvo cuando se trata de citas de otros autores, me ajustare a la convention de indicar fonemas mediante barras diagonales, sonidos mediante corchetes y letras mediante ängulos. 51 Hoy solo se habla de seseo para caracterizar la inexistencia de una oposicion fonologica entre /s/ escrita y /9/ escrita (propia del espanol castellano) en los dialectos andaluces, canario e hispanoamerica-nos (el llamado "espanol atläntico"), cuyo sistema tiene un solo fonema /s/. Pero en el origen de este fenomeno se encuentra el llamado ceceo-zezeo, que Emilio Alarcos Llorach (en su Fonologia espanola, 4a ed. aum. y rev., Credos, Madrid, 1965, p. 276) explica asi: "En una amplia zona del castellano, la andaluza (y en su prolongation canariay americana), donde vimos que el ablandamiento de las antiguas africadas precedio al del castellano, tampoco se mantuvo la diferencia /§/ apical y /s/ predorsal: incluso antes de que la perdida de la sonoridad alcanzara al Sur, las dos sibilantes confluyeron en beneficio de la realization predorsal [§], originando el fenomeno llamado en el xvi ceceo (igualaciön de /s/ y /s/ en favor de [§]), y zezeo (igualaciön de /£/ y /z/ en favor de [z]). De este fenomeno, cuando la confluencia castellana de sordas y sonoras se propaga al Sur a fines del xvi, queda solo el ceceo, que significaba la igualaciön de la predorso-dental y la äpico-alveolar en favor de la primera, es decir, en realizar tanto /§/ como /§/ con la articulation [§] (mientras el seseo se reservaba para esa igualaciön realizada con la apical [s], como en Catalan). Solo modernamente se distinguen el ceceo y el seseo andaluces con otro criterio, segün que la primitiva [s] predorsal se realice con un orificio piano (como nuestra [castellana] [9]) o con un canal longitudinal (como las sibilantes); pero todas las variedades andaluzas hodiernas del fenomeno (dento-interdental [9], o predorso-dental [s] o corono-dental [s]) son histöricamente ceceo (en la pronunciation del siglo xvi [§e§eo]), es decir, articulation de la antigua apical /§/ como una predorsal igual a /§/". 328 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi el siglo xvi, junto con el del comercio ultramarino, no seria de extrafiar que, al menos entre la poblacion trabajadora rela-cionada con el pasaje a Indias, los soldados, los marineros, los comerciantes, poco o nada educados, y despues en los mismos pasajeros, creciera un principio de orgullo propio que se mani-festara en la afirmacion de su modo de hablar y, en consecuen-cia, se produjera una presion social para que los espanoles de otras regiones peninsulares que esperaran, durante semanas o meses, conseguir el permiso y el lugar para venir a America52, adoptaran o se asimilaran al hablar sevillano en lo que seria una primera "nivelacion" lingüistica, aun anterior a la que los espe-cialistas suponen se produjo en las Antillas53. Seria un hablar sin prestigio culto ni manifestaciones literarias, pero quizä con una normatividad implicita real para la poblacion que se estacionaba en Sevilla a la espera de la partida de la flota y que emprendia la peligrosa travesia del Atläntico. De ser asi, no habria que atribuir a las Antillas la primera nivelacion lingüistica en la historia del espahol americano54, 52 Dice Menendez Pidal (op. cit., p. 143): la flota que partia hacia America "se carenaba, se equipaba, se cargaba y se despachaba en Sevilla y en San Lücar; su alistamiento obligaba a todo viajero indiano a permanecer en Andalucia una temporada (casos hubo, como el de 1552, en que toda la flota con sus 64 navios estuvo detenida diez meses por averia de las naves y todo el numeroso pasaje vagando en Sevilla y en Cädiz)". 53 Es decir, que ya desde Sevilla se produciria el proceso de "convergencia y nivelacion entre variedades lingüisticas que o bien estän estrechamente relacionadas desde el punto de vista generico o son muy semejantes tipolö-gicamente. [Un] proceso... condicionado... por la tendencia denominada por los psicolingüistas acomodaciön lingüistica... que se caracteriza por la adaptaciön mutua entre modalidades idiomäticas pröximas, cuando estas son manejadas por hablantes que conviven en comunidades reducidas y dotadas de redes sociales muy densas y fuertes (como lo eran las estable-cidas por los espanoles en America en los primeros decenios del siglo xvi e incluso posteriormente) con el fin de aumentar la integraciön social eliminando de las mismas indeseables diferenciaciones grupales internas", propuestojaor German de Granda ("Formation y evoluciön del espahol de America. Epoca colonial", en Espanol de America, espanol deAfricay hablas crio-llas hispanoamericanas: cambios, contactosy textos, Gredos, Madrid, 1994, p. 63). 54 Con todo el respeto y el aprecio que me merece German de Granda, me atrevo a proponer esta hipötesis, relativamente contraria a su afirmacion de que la primera etapa del espanol americano "estä centrada en un proceso de koineizaciön que, a partir de una Situation initial de heterogeneidad lingüistica originada en la traslaciön a tierras americanas de las diferenciaciones diatöpicas y diasträticas de la metröpoli, conduce progresivamente hacia un estadio final caracterizado por la cristalizaciön de una modalidad NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 329 sino solo una cristalizacion normativa implicita y tendencial55 de un hablar sevillano previo en una poblacion de aventureros y pioneros entre quienes, como se comprueba en casos semejan-tes, hablar con ciertas caracteristicas contribuye a consolidar sus relaciones de solidaridad y se convierte en sena de identidad56. Es decir, ese hablar isleno o baquiano de que hablaban los cro-nistas57, aunque solo reconocido por sus peculiaridades lexicas, podria haber sido un hablar de pioneros cuyo sevillanismo se hubiera visto solamente reforzado y salpicado con vocabulario antillano. 7. El andalucismo americano La llamada "primera nivelacion del espanol americano" (puesto que la mayoria de los estudiosos la consideran asi), atribuida al periodo antillano, se ha reconocido sobre todo en el sistema fonolögico: seseo, yeismo y velarizacion de /s/ para dar lugar lingüistica comün, obtenida por convergencia de las variantes de uso ante-riormente existentes" (op. dt, p. 61). 55 Sobre esta clase de normatividad vease mi Lengua histörica y normati-vidad, El Colegio de Mexico, Mexico, 2004, p. 60. 56 Aducir ejemplos de otras epocas siempre tiene el peligro de deshistori-zar los acontecimientos reales, atribuyendole al pasado comportamientos que son solamente modernos (algo en lo que los estadounidenses son verdaderos expertos); sin embargo, el ejemplo de lo sucedido en el espanol de Cuba despues de la Revolution puede dar idea de la manera en que una Situation social radicalmente nueva promueve el prestigio de una sola capa social sobre el resto y conduce a modificaciones dialectales importantes, como se colige del articulo de Max Figueroa, "Normas en conflicto y polos variacionales en el espanol de Cuba", Lingüistica Mexicana, 2 (2005), nüm. 2, 251-276. 5''Jose Luis Rivarola en El espanol de America en su historia, Universidad, Valladolid, 2001, p. 52, es quien mejor lo ha sehalado: "Hay menciones anti-guas de cronistas que se refieren a un «lenguaje de las islas» con referencia al espahol antillano primitivo: como ha sugerido Guitarte, este espahol quizä no estaba caracterizado solamente por fenömenos del nivel lexico (por ejemplo, prestamos indigenas) sino tambien por fenömenos de otros niveles... si bien no creo que pueda pensarse en una modalidad uniforme u homogenea, determinados rasgos de este «lenguaje» son probablemente los que se difundieron a lo ancho y largo del continente y en algunos casos lle-garon a tener difusiön general. En este sentido se puede postular una cierta continuidad entre esta habla isleha o baquiana, y el espahol de los criollos" (vease tambien Guillermo L. Guitarte, "Perspectivas de la investigaciön diacrönica en Hispanoamerica", en Perspectivas de la investigaciön lingüistica en Hispanoamerica, ed.J. M. Lope Blanch, Mexico, 1980, p. 123). 330 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi a un nuevo fonema /x/, junto con los fenomenos foneticos de aspiracion o eliminacion de [-s] implosiva, neutralizacion de la distincion /-r/ : /-l/ finales de silaba, perdida de [-d-] intervo-cälica y aspiracion de /x/ 58, a los que se puede agregar "la pre-servacion de la aspiracion en formas lexicas derivadas de etimos latinos con /f-/ inicial o de voces ärabes con aspirada, el empleo de [s] dorsodental y, ocasionalmente, de variedades ciceantes de /s/ y la articulacion velar [rj] de /-n/"59. En el sistema morfosin-täctico, se caracteriza, segün De Granda, "por la neutralizacion de la oposicion [+deferencial] - [-deferencial] en el pronombre personal de quinta persona [sie] conducente a la utilizacion exclusiva de ustedes (o de sus antecesores inmediatos), el mante-nimiento del esquema etimologico de los cliticos pronominales de tercera y sexta personas y, muy probablemente, tambien la reformulacion simplificadora del subsistema de posesivos". En el lexico, la incorporacion de antillanismos. Fenomenos fonologicos. Ya Menendez Pidal, Amado Alonso, Rafael Lapesa, Diego Catalän, y los posteriores especialistas mostraron suficientes documentos de la aparicion del gegeo-zezeo y luego seseo en Sevilla desde mediados del siglo xv60. Lapesa (op. eil, p. 70) y Alarcos (op. eil, p. 273) agregan que el fenomeno de sim-plificacion de las oposiciones entre los cuatro fonemas sibilantes alfonsies (/s/: /z/: /s/: /z/) fue anälogo en frances, provenzal, portugues y catalän, por lo que se puede suponer que obedecia mäs a una tendencia fonologica interna al sistema61, que a un efecto exclusivamente social, ya fuera de sustrato o de prestigio. Si fue asi, la inestabilidad de la evolucion de las sibilantes, que no se habia resuelto todavia en el siglo xvi -la distincion /s/: /9/ del castellano moderno vino a consolidarse apenas entre el xvii 58 Cf. Juan M. Lope Blanch, "Esbozo histörico del espanol de Mexico", en Historia y presente del espanol de America, Junta de Castilla y Leon, Valladolid, 1992, p. 610. 59 De Granda, op. cit., pp. 64-68. 60 Menendez Pidal, op. cit., pp. 111-117. 61 El rendimiento funcional de las oposiciones entre las sibilantes dependia de sus posiciones en la palabra. Alarcos (op. cit., p. 267) afirma que la distincion sorda/sonora, en las sibilantes, solo era pertinente en posieiön interna intervoeälica, lo que facilitaba las confusiones, a la vez que "habia una excesiva aeumulaeiön fonemätica en las zonas dento-palatales" por lo que "parece natural que la economia intentara reorganizar el sistema integrando mejor sus miembros". NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 331 y el xviii62- se manifestaria en los colonizadores, tanto andaluces como castellanos (y leoneses, etc.) y no habria lugar, todavia, a que se enfrentaran con claridad un sistema castellano distin-guidor de /s/ y /9/ con un sistema andaluz de /s/63. Sobrevivia vigorosamente, en cambio, la tradicion ortogräfica alfonsi, que conservaba las distinciones de las sibilantes entre los colonizadores educados, frente a los errores de ortografia inducidos por la propia inestabilidad del sistema y la tendencia andaluza antigua al seseo64. De ahi que me parezca posible suponer que el seseo, que vendria a distinguir a todo el llamado "espanol atläntico" (Anda-lucia, Canarias, Hispanoamerica) se haya impuesto lentamente durante el siglo xvi por su caräcter fonologico y, en consecuencia, inconsciente, de un modo que no admitiria correccion ni election, a pesar de la ortografia, como si sucedio con los demäs fenome-nos foneticos, no fonologicos, que se considera caracterizan la nivelacion antillana del principio del siglo xvi. Lo mismo se puede suponer en cuanto al yeismo, en que la sustitucion de la oposicion /A/: /y/ por un solo fonema /y/ se vio auspiciada por su bajo rendimiento funcional, el caräcter aislado de la oposicion y la velarizacion de /s/ y /z/, que impul-saron la aparicion de /y/ palatal. Aunque el fenomeno es tan antiguo como el mozärabe y se daba entre rüsticos, moriscos y 62 Segün Alarcos (op. cit., p. 272): "La interdentalizaciön de /s/ y /£/ es un proceso solo definitivamente cumplido muy tarde, pues si los testimonios inequivocos de las articulation [9] son del siglo xviii, no podemos creer que estuviera realmente extendido antes de la segunda mitad entrada del xvn". 63 Rivarola (op. cit., p. 56) ofrece la hipötesis de que "dentro de las marcas meridionales de lo que he llamado habla baquiana, por ser el seseo la mäs extendida social y geogräficamente en el Mediodia espanol era la menos susceptible de estigmatizacion y, en consecuencia, la mäs apta para constituirse en rasgo de identidad general en America. En un momento de la historia fonetico-fonologica del espanol en el que las sibilantes estaban en situation de inestabilidad y en el que se iban esbozando soluciones distintas definitivas, la modalidad seseante -a diferencia de las otras particularidades foneticas meridionales que quedaron restringidas en su vigencia america-na- tenia una capacidad mayor para resistir a la option diferenciadora que muchos recien llegados aportaban y para convertirse en una sehal -quizä no reconocida muy tempranamente- de lo americano diferenciador, trans-mitida del habla baquiana al habla criolla". 64 Rivarola (op. cit., p. 22) tambien lo ha sehalado: "La ausencia de grafias confundidoras no implica necesariamente ausencia de norma con-fundidora en el piano oral-fonologico y, por otra parte... las grafias confundidoras apuntan en principio a la confusion fonologica, pero no permiten ver en que direction alofonica se materializaba". 332 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi menestrales del reino de Toledo desde el siglo xiv65, no llegó a consolidarse hasta el xvii. Según observa Beatriz Arias66, en los documentos novohispanos que estudió, escritos entre 1524 y 1554, no hay casos de confusion entre las letras correspondien-tes <11> y y tampoco se encuentran en los textos estudiados por Parodi67, aunque Boyd Bowman68, Guitarte (apud Boyd Bowman) y Frago (op. cit., p. 68) encuentran casos de yeísmo en cartas de pobladores andaluces en 1573 y 1581, donde escriben llierto 'yerto', cabayo, valleta 'bayeta', negociayo 'negociallo', vallan 'vayan', hayares 'hallares', o yamais 'llamais'. Asi que, si bien el yeísmo caracteriza al diasistema linguis-tico hispanoamericano y atlántico, no parece ser resultado de esa "primera nivelación antillana" y no se consolidó antes de la conquista de Mexico, sino que se extiende durante más de un siglo por el "espaňol atlántico" y triunfa hacia el ultimo cuarto del siglo xvi. El ultimo fenómeno fonológico, el de la velarización de /š/, implicado en la reorganización sistemática de las sibilantes, podría haberse iniciado en la Peninsula ya en el s. xv, pero, en cualquier caso, procedió lentamente, de modo que durante todo el xvi debieron de convivir al menos cuatro alófonos, tanto en Espaňa como en America: el palatal originario (que terminó por desaparecer en el xvn, si hacemos caso omiso del judeo-espaňol), el medio palatal no coronal (del tipo ich-Laut), el aspirado -carac-teristico del espaňol meridional- y el velar, según lo interpreta Rivarola (op. cit., p. 64). Rivarola afirma después que: los testimonios gráficos y las observaciones metalinguísticas... nos muestran de modo indudable que el lapso de coexistencia de los tipos de variantes seňalados fue bastante amplio, por lo menos de siglo y medio. Esto quiere decir que durante todo el siglo xvi y hasta muy entrado el xvn, junto a la variante medieval correspon- 65 En Rafael Lapesa, História de la lengua espaňola, 9a ed. corr. y aum., Credos, Madrid, 1981, § 93, 1. 66 En su libro El espaňol de Mexico en el siglo xvi, UNAM, Mexico, 1997, p. 38. 67 Claudia Parodi, Origenes del espaňol americano, UNAM, Mexico, 1995, p. 90. Todos los textos estudiados son de colonizadores y amanuenses nacidos en Espaňa y la mayoría andaluces. 68 En "Brotes de fonetismo andaluz en Mexico hacia fines del siglo xvi", NRFH, 36 (1988), p. 80. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 333 diente al tipo originario, es decir [s], se daban, probablemente, [c] (es decir, ich-Laut), [x] y [h] (p. 202). Elpapel de los documentos escritos. La escritura en los documentos conservados de entre los siglos xvi y xvii y aun en muchos del xviii no es fiel reflejo de la pronunciacion; basta ver lo que sucede en nuestra epoca, en que los hispanoamericanos, cuyo sistema lingüistico tiene un solo fonema /s/ y un solo fonema /y/, dominamos un sistema ortogräfico que distingue las letras de , y <11> de , que no tienen correspondencia fonologica. Si bien esto es evidente para la gran mayoria de los especialistas aludidos, hay que sacar la consecuencia general de que la conser-vacion de la ortografia alfonsi en la Nueva Espana69, sobre todo durante buena parte del siglo xvi, puede no reflejar un sistema fonologico toledano conservado entre las primeras generaciones de colonizadores espanoles. Los documentos, en cambio, que muestran constante fluctuacion ortogräfica, lo ünico que revelan con seguridad es aquella inestabilidad del sistema fonologico cas-tellano y andaluz, o en muchos casos dudas de escritura produci-das por un bajo nivel de educacion escrita y cierta capacidad para dejar traslucir en la escritura una pronunciacion propia, como se ve en los textos, citados mäs adelante, en que se elide la letra en posicion implosiva o final de palabra, o cuando se confunden las letras <1> y en final de silaba o de palabra. Claudia Parodi afirma, por ejemplo, que en los documentos que estudio, escritos hacia 1523 en la naciente Nueva Espaha (dos ahos despues, apenas, de la toma de Tenochtitlän), constituidos entre otros de diversos colonizadores y amanuenses, por textos de los conquis-tadores Francisco de Garay y Francisco de Orduha, pocos son los casos en que un autor... refleja consistentemente la pronunciacion de un solo dialecto en las grafias de sus manuscri-tos. [Lo que] sugiere que la mayoria de los primeros habitantes hispanos de America no hablaban un solo dialecto peninsular sino un espanol nivelado, el cual contenia rasgos de todos los dialectos, aunque fuera predominantemente andaluzado (op. cit., p. 24). Me parece que no es esa la conclusion que se puede sacar, a menos que se piense que el "espahol nivelado" es una especie de 69 Un convencimiento que preside el estudio citado de Arias. 334 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi conjuncion entre diferentes pronunciaciones70. Por el contrario, lo que esos documentos revelan es la tension producida entre la tradicion ortogräfica alfonsi, la inestabilidad del sistema fonolo-gico castellano y andaluz, y la mayor o menor educacion escrita de sus autores. Son mejores testigos indirectos de fenomenos de la pronun-ciacion de los espanoles las versiones escritas de palabras de las lenguas amerindias, pues en esos casos los colonizadores se enfrentaban con sonidos que tenian que interpretar activamente con su propio sistema de escritura; es decir, no podian seguir pasivamente una tradicion ortogräfica, sino que tenian que tratar de reflejar con esa tradicion los sonidos de una lengua verdaderamente extrana. Fray Andres de Olmos, franciscano, nativo de Burgos y con estudios en Valladolid, llegado a la Nueva Espana en 1528, lo senala claramente: La ortographia y manera de escriuir y pronunciar suele se tomar de las escrituras de los sabios y antiguos donde los hay; pero en esta lengua que no tenian escritura, falta esta lumbre y ansi en ella hemos de andar adeuinando; pero pondre aqui lo que me parecerä acerca de la ortographia y pronunciaciön"71. Elpapel del nähuatl. Para poder interpretar adecuadamente esas versiones escritas de palabras nahuas en el espahol de los prime-ros colonizadores hay que considerar primero las caracteristicas del sistema fonologico nahua, por cuanto el contraste entre ambos sistemas fonologicos sirve para explicar las primeras. 170 Creo, junto con Rivarola (op. dt, p. 78), que: "En lo que respecta al andaluz, se trataba de una variedad (o de un conjunto de variedades) del castellano mismo, moldeada con elementos de otras procedencias, y sobre cuya real distancia respecto del castellano central no se puede dar juicio preciso, problemätica como es ya la antigüedad misma del andaluz, una de las principales quaestiones disputatae de la dialectologia histörica espanola. En cualquier caso, en el nivel escrito el castellano era hegemönico. En el registro literario y administrativo-oficial existia una cierta estandarizaciön homogeneizadora -que venia forjändose desde hacia siglos-, aunque con märgenes amplios a la Variation, sobre todo en el terreno ortogräfico, pero tambien en el fonologico, cuya Variation podia verse reflejada en la grafia. Este registro es el que permite, en mi opiniön, suponer de modo plausible la existencia, tambien en el nivel oral, de una variedad alta con caracteristicas homölogas de estandarizaciön". 71 ApudDELOS L. Canfield, Spanish literature in Mexican languages as a sourcefor the study of Spanish pronunciation, Instituto de las Espanas, New York, 1934, p. 41. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 335 El sistema fonologico del nähuatl cläsico, segün se ha recons-truido modernamente, constaba de un fonema dental fricativo sordo /§/, un dental africado sordo /s/, un palatal fricativo sordo /s/ y un palatal africado sordo /c/72. Se podria pensar que, en consecuencia, la escritura del nähuatl no debiera haber causado ninguna dificultad a los primeros misioneros interesados en ella, cuando se tratara de esos cuatro fonemas, tan semejantes a los castellanos. Fray Alonso de Molina, quien llego niho a la Nueva Espaha, aprendio el nähuatl por inmersioh73 y sirvio como maestro e interprete a los frailes mayores de su orden francisca-na, dice en su Arte de la lengua mexicanay castellana (1571) que el nähuatl "tiene una letra Hebrayca, que es tsade. La qual se ha de escreuir con t y s o con t y z y ase de pronunciar como t y s dizien-do nimitztlagotla, nitzatzi, niuetzi"74. Si tanto el fonema nähuatl /%/ como el espahol alfonsi, escrito con la letra eran africa-dos, podria uno suponer que, si el fonema espahol se conservaba y todavia no sufria la perdida de la oclusion que caracterizo su evolucion en Castilla, Molina no habria tenido dificultad para asignar al fonema nahua la letra ; pero el fraile franciscano no lo identificaba de esa manera y por eso lo comparaba con la letra "tsade hebrea" (aunque en su Vocabulario de 1571 sehala que "el tza, tzi, tzo, tzu [que se usa mucho en este lengua] va a la pronunciacion de ga, ce, ci, go, gu")75; Horacio Carochi, autor de otro Arte de la lengua mexicana (1645), afirmaba por su parte 72 Segün Mauricio Swadesh y Madalena Sancho, Los mil elementos del mexicano cläsico, UNAM, Mexico, 1966, p. 6; B. Arias, op. cit., p. 47 y James Lockhart, The Nahuas after the conquest. A social and cultural history of the Indians of Central Mexico, Sixteenth through Eighteenth Centuries, Stanford University Press, Stanford, 1992, p. 296. 73 Dice en el pröl. de su Vocabulario en lengua castellana y mexicana, de 1555: "Algunas dificultades que se me han ofrecido an sido causa que antes de agora no aya puesto mano en esta obra. Lo primero y principal, no auer mamado esta lengua con la leche, ni serme natural: sino averla aprendido por un poco de uso y exercicio" (apud Canfield, op. cit., p. 46). 74 Apud Canfield, ibid., p. 133. 75 Canfield, op. cit., p. 134. Una gramätica espanola del siglo xvi del sevillano Antonio del Corro, traducida al ingles en 1590 afirmaba que "the pronunciation of this letter [c] is answerable to a letter which the Hebrews have, which they call cadic" y se pronunciaba "by applying the tongue to both ranks of the teeth, making the winde go out by force, like many of the Grecians pronounce the letter sigma" (apud Canfield, op. cit., p. 161). Vease tambien, para aclararlo, Lope Blanch, "La influencia del sustrato en la fonetica del espahol de Mexico", en Estudios sobre el espanol de Mexico, UNAM, Mexico, 1983 [1967], p. 108. 336 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi que "otra letra tienen parecida en la pronunciacion a la z y a la g pero es de mäs fuerte pronunciacion" (apudCanfield, p. 134). Alarcos (op. eil, p. 272) observa que el fonema castellano medie-val /z/ "debio ineurrir en el proceso de variacion contextual de los otros oclusivos sonoros (/b/, /d/, /g/, /£/), es decir, que en posiciones tras consonante y pausa seria [z], pero entre vocales seria /z/ (una fricativa dorso-dental y no äpico-alveolar como el fonema /z/)". En tal caso, se puede suponer que la oclusion del fonema nahua, por ser mäs fuerte que la de los dos fonemas castellanos indujera a Molina y a Carochi, quien lo nota, a dis-tinguirla de estos, cuya perdida de la oclusion ya estuviera tan avanzada que, para sus oidos, la letra espanola ya corres-ponderia a una fricativa dorso-dental o incluso ya estuviera Camino de la interdentalizacion, como piensa Canfield76. A una conclusion semejante llega el cuidadoso estudio de Beatriz Arias (op. cit., p. 50): A traves [sie] de los datos que ofrecen nuestros documentos pode-mos pensar que el castellano ya no presenta el sonido africado sordo /§/ (gräficamente "c") y si un sonido dental /s/77 ya que tanto para el sonido africado dental sordo indigena como para el sonido fricativo dental nahua se utiliza la grafia "c" - "c", ademäs de otras grafias como "z" y "s" y la digrafia "ts". Eso explicaria que el sistema de escritura del nähuatl mäs extendido haya preferido adoptar el digrafo o para el fonema /s/78. En cambio, al parecer, puesto que el fonema dental fricativo sordo /§/ del nähuatl resultaba de un sonido muy diferente al 76 Richard Perceval, Bibliotheca Hispanica (1591) describia "c sounding almost as the Italian z... or like Hebrew tsade as our ts in English, but not altogether so strong upon the t" (apud Caneield, op. cit., p. 161). n Vale la pena agregar la idea de Alarcos (op. cit., pp. 273-274): "En ciertas zonas, este ablandamiento de ambas africadas es temprano: en Sevilla y en toda su comarca, durante el siglo xv, hay testimonios de que /s, z/ no eran mas que fricativas predorso-dentales [§, ?]... Por tanto, la transformation de estas africadas en fricativas es anterior a la conf luencia de ambas en un solo sonido sordo". 78 Lockhart (op. cit., p. 335) hace una observation muy importante: para el, el corpus de textos nahuas mas temprano escrito con el alfabeto latino es un censo de Cuernavaca de finales de 1530 o principios de 1540. Los varios autores de esos textos parecen revelar un sistema de escritura uni-ficado, probablemente establecido por un fraile del monasterio franciscano del lugar. Ese sistema, que corresponde esencialmente al mas extendido posteriormente, no transcribia /s/ con sino con . NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 337" apico-alveolar fricativo sordo castellano /s/ y quiza tambien del ceceante andaluz (lo cual indicaria que la articulacion dorso-dental atribuida al andaluz de esa epoca y a la supuesta nivelacion antillana no era todavia predominante), los misione-ros preferian transcribirlo con ante las vocales /a, o, u/ o en posicion final, y con o ante las vocales /e, i/ (lo que confirma la hipotesis propuesta por Alarcos recien citada); una practica relativamente diferente de la seguida por los autores de los textos que estudio Arias (op. cit., p. 48), quienes optaban por , y : tianguez hoy 'tianguis, mercado temporal o ambu-lante', Tezcatepucal< Tezcatlipoca, Escapucalco < Azcaputzalco, en un aparente desconcierto, que podria revelar la inestabilidad propia de las sibilantes espaholas, o el sonido dental muy diferente al del fonema /s/ espahol. Esa diferencia sonora entre los fonemas /s/ del nahuatl y del castellano -que al parecer tambien era de muchos andaluces al comienzo del siglo xvi- hacia que los indios reprodujeran, por su parte, para el fonema /s/ castellano un sonido [s], corres-pondiente a su fonema palatal fricativo sordo79 en los vocablos espaholes que incorporaban a su lengua; por ejemplo, en el Vocabulario manual de las lenguas castellana y mexicana, de Pedro de Arenas (1611), aparecen los siguientes prestamos al nahuatl: caxtillan ajox (ajos), montzanex 'manganas', polatanox 'platanos', ce poyox 'un polio', colex 'coles'. Molina, en su Vocabulario, apunta: axno conetl 'burrico', hicox 'higos'80 y caxtil 'gallo o gallina de Castilla'. En el Vocabulario trilinguede Sahagun (1583) se asienta caxtilla metlatl 'acenna para moler (hoy diriamos metatef, frente a castillan oquichtoch conetl 'asno pequeho'. Sorprende la fideli-dad de los misioneros al sonido que percibian como [s] en los prestamos del espahol al nahuatl81, a pesar de que muy bien 79 Cf. Canfield (op. cit., p. 155): "As far as the sibilants are concerned, the outstanding facts revealed by the use of the Spanish alphabet for the transcription of Indian languages of Mexico are that there was a constant distinction made between s and c in the work of all Spaniards until about 1600, and that the s of some twenty Indian languages was best represented by Spanish p. Spanish s, when written, stood for s in the native pronunciation, and the latter sound is still heard for Spanish s in words borrowed from Castilian during the early years". 80 Como lo notaba Molina, en nahuatl no habia fonemas de la serie sonora /b, d, g/. 81 Vale la pena tomar en cuenta las observaciones que hace Lockhart (op. cit., p. 338) en cuanto a la manera en que los nahuas adoptaron la escri-tura alfabetica: "The primary innovation that indigenous writers made in 338 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi podrian haberlo transcrito como -lo que hace a veces Saha-gun-, reconociendo la procedencia espanola de esos vocablos. Por ultimo, en la Coleccion de documentos para la historia mexicana, publicada por Antonio Penafiel82, aparecen en un grupo de can-tares mexicanos formas como las siguientes: Xampalacizco 'San Francisco', Malquex 'marques', Tomax 'Tomas', caxtilteca 'espanol', Patele Xanto 'Padre Santo', celextialy Tiox 'Dios'83. Este mismo autor (p. 224) sostiene que en la escritura de los prestamos espanoles a las lenguas amerindias mexicanas la the system, technically speaking, was to apply the introduced symbols to a different object. Spaniards used letters to spell words; the Nahuas used them to reproduce pronunciation". Es decir, los amanuenses indios que formaron parte de los grupos de redaction de Sahagun, Molina y muchos otros, aun cuando ya conocieran las palabras espaholas, tendian a reproducir su sonido tal como lo escuchaban. 82 Cantares del idioma mexicano, reproduction facs. del manuscrito original existente en la Biblioteca National por Antonio Penafiel, Oficina Tipogra-fica de la Secretaria de Fomento, Mexico, 1904. 83 Todos los ejemplos, tornados de Canfield (op. cit.). Claudia Parodi (op. cit., p. 54) ofrece mas ejemplos de la misma clase, correspondientes a lenguas amerindias actuales del tronco maya de Chiapas, zona en la que hubo poco contacto entre espanoles e indios y fue mas tardio (Chiapas, segun Garcia Martinez, como se dijo antes, formaba parte de la Cadena Centroamericana, en donde la penentracion espanola fue posterior y reduci-da): jabon' [sa:puh] del motocintleco, [saBon] deltzotzily [sbo:n] del maya quiche, [wakas] 'vacas' del tzotzil, [lawus] 'clavos' del tzeltal, [kostal] 'costal' del kekchi y del chol, [salten] 'sarten' y [pesu] del tzotzil, asi como tambien [se:r] 'cera' para nombrar a la abeja en kekchi; [sakristan] en tzeltal, [kostiya] en tzotzil y [yegwas] en acateco. Lo mismo sucedia en los prestamos al otomi: mixa 'misa', axta 'hasta'; al zapoteca: mesha 'mesa', shiah 'silla', misha 'misa' (recogidos en 1899); al huasteco: pacasch 'vacas', pollosch 'polios' (recogidos en 1896); todos ellos, apud Canfield, op. cit., pp. 183-201. Mas registros de /s/ espanola como [s] se encuentran en Lockhart, op. cit., cap. 7, por los que no queda ninguna duda de que la /s/ de los conquistadores ya era la [s] castellana y no la [§] andaluza. J. L. Rivarola (op. cit, p. 134) anota la misma situation en los prestamos al quechua: se transcribe con Xauxa (Jauja) y no Sausa, Caxamarca (Cajamarca) y no Casamarca. Segun la opinion de Cerron Palomino y B. Mannheim, a quienes cita, las escrituras y en la primera gramatica del quechua de fray Domingo de Santo Tomas (1560) "apuntan a la existencia de una sibilante apical en la variedad quechua des-crita por Fray Domingo". Aunque, sehala, para A. Torero, en tal variedad no existia la sibilante apical, y mas bien considera que tales grafias reproducian un fonema /§/, por lo que "si Fray Domingo no usaba la letra para este proposito, como habria podido esperarse, era porque la letra ya no estaba en capacidad de representar dicho fonema, en vista de que el espanol habia pasado a la fase [c], hecho que habria sido rapidamente reconocido por el fraile dominico". NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 339 confusion entre los fonemas /A/ y /y/ se registra mucho mäs tarde en la epoca colonial. La lengua nahua tenia un fonema /y/ y un fonema /l:/ -como en latin <11>-, pero ninguno parecido a /A/. Por eso en los numerosos prestamos en que aparece castilla para significar lo espanol, Molina, como se vio antes, transcribia caxtilparzL 'gallo o gallina', aunque la mayor parte de las veces se conservaba la escritura castilla84. Se puede entonces pensar que la tendencia al yeismo traida de Andalucia se haya visto reforzada por la imposibilidad nahua de pronunciar el fonema /A/. Parodi (op. cit., p. 55) sehala que en las lenguas mayas el fonema /A / se reinterprete) como /\/+/y/\ el grupo ly se divide en dos silabas, como en [sebolya] en acateco, [towalya] en tzotzil, [kastilya] en tzotzil; aunque en otros casos se simplifica a /l/ como en [law] 'Have' (maya quiche), [sila] 'silla' (quiche, tzotzil), [kaslan] o [kastilan] 'castizo' (quiche); es decir, el fonema castellano /A/ tambien llego a la Nueva Espaha. Durante el siglo xvi, el yeismo se fue imponiendo, como lo demuestran los siguientes ejemplos: cauayo 'caballo' en el Arte de la lengua de Michuacän (tarasco) de fray Maturino Gilberti (1558); yahue 'Have' (Arte del idioma mexicano, de Manuel Perez, 1713), y [kaway] 'caballo' en kejchi, [kostiya] en tzotzil, [yewas] en acateco85. Por ultimo, en cuanto al fonema alfonsi prepalatal fricativo sonoro /z/, el nähuatl, que no tenia un fonema semejante, ten-dia a adoptarlo tambien como [s] sordo: Xoano o Xihuan 'Juan' se registra entre los mencionados cantares mexicanos; en el Arte del idioma Monaco Joseph Zambrano y Bonilla (1715), recoge Xoxep por Joseph86; Lockhart recoge lexitol 'regidor' (op. cit., p. 298); otros documentos novohispanos -pero no indios- parecen reflejar la aspiracion andaluza de /x/ como confusion entre las letras , , y : galapa 'Xalapa', guannico 'Juanico', enogo 'enojo', megico 'Mexico', trugo 'truxo', gerera 'Herrera', etc. 84 Lockhart (op. cit., pp. 276-279) explica como caxtillan-pronunciado [kastikan]- para nombrar lo espanol se convierte räpidamente en nähuatl en un vocablo propio, que da lugar a muchas formaciones nahuas, como caxtillan acalli 'bote espanol', caxtillan tlatolli 'habla castellana', caxtillan totolin 'gallina' y caxtiltecatl 'espanol'. 85 Lockhart (op. cit., p. 292) cita la oracion nahua "yn castila textl quitocayotia blanquilio" ('la harina espahola que llaman blanquillo'), de Anales de Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, ms. 212 de la Biblioteca Nacional de Paris (siglo xvu) en donde se ve que el fonema /X / se oia tambien en nähuatl como [1+y]. 86 Apud Canfield, op. cit., p. 180. 340 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Parodi (op. dt., p. 55) encuentra [kasa] 'caja' en tzeltal, tzo-tzil yjacalteco, [kusa] 'aguja' en acalteco y [nawusa] 'navaja' en chol; tambien [lex] 'lejia', [änxl] 'ängel' en maya quiche, pero ya registra casos de aspiracion del fonema resultante de la velarizacion de /z/ > /x/ > [h]: [teheles] 'tijeras' en chol y [kaha] 'caja' en itzä (aunque esta ultima, como dice Parodi, podria ser un prestamo del espahol mäs moderno); Arias documenta la vacilacion entre las letras , y : trujese, träxolas, trabajo, trabaxos (op. cit., p. 37). Es decir, no se han encontrado todavia documentos que demuestren mäs fehacientemente la existen-cia consolidada de la velarizacion de /z/ a /x/ en el siglo xvi, pero si datos que indican la presencia de la aspiracion, aunque entre las lenguas mayas de Chiapas y Guatemala, es decir, de la Cadena Centroamericana, cuyas comunidades hispanohablantes eran pequehas y estaban aisladas de la evolucion en el Mexico central. No es posible hasta ahora saber en que epoca tomaron esos prestamos las lenguas mayas de Chiapas y Guatemala. Asi que, en lo que se refiere a los cambios fonologicos que se ha considerado caracterizan la "nivelacion antillana" de un espahol andaluz, los datos anteriores llevan a concluir que a la Nueva Espaha llego la misma inestabilidad fonologica que caracterizaba al castellano y al andaluz de finales del siglo xv y primera mitad del xvi, y que los fenomenos de seseo, yeismo y velarizacion de /s/ se produjeron en estos territorios al mis-mo paso que en Andalucia y las Antillas. Creo que tenia razon Lope Blanch ("Esbozo...", p. 610) al afirmar que el seseo y el yeismo serian... fenomenos foneticos [sie] que se des-arrollarian en la Nueva Espana, como en otras partes, durante mu-chos anos posteriores a la conquista. Sin negarla, no conviene tampoco exagerar la importancia de la etapa antillana dentro de la historia del espanol americano8"7. 87 Por lo que hay que insistir, con Frago (Historia, p. 307), en que "la lengua que encontraremos en los origenes del espanol americano serä una y diversa al mismo tiempo, siendo que la diversidad tendrä su mäs clara mani-festaeiön en los usos populäres de las diferentes regiones. Todo intento de mantener la fieeiön de un espanol uniforme para el tramo final del siglo xv y las dos centurias siguientes, contra el viento y la marea de la abrumadora informaeiön documental que la contradice, no solo estä abocada al fracaso cientifico, sino que obstaculiza un correcto enfoque de la genesis del espanol de America". NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 341 Pero hay que subrayar la diferencia entre los fenomenos fonologicos, sobre los cuales, insisto, la sociedad no tiene control y no hay normas que se les puedan imponer, y los fenomenos foneticos, que durante cierto lapso se hacen patentes a la sociedad y promueven reacciones en ella, tanto de aceptacion como de rechazo. Fenomenos foneticos. Ahora hay que revisar los fenomenos foneticos para construir un cuadro de conjunto de la pronunciacion del espahol que llego a la Nueva Espaha y las zonas de las Cadenas Caribeha y Centroamericana que despues pasaron a formar parte de Mexico. Hay que recordar que la aspiracion [h] toledana y andalu-za de /{-/ inicial no era fonologica, sino, como sehala Alarcos (Fonologia, p. 264), "mäs estilistica que contextual", aunque caracterizaba la pronunciacion toledana y andaluza frente a la castellana vieja, que la habia perdido. Parodi (op. cit., p. 63) encuentra en los textos estudiados que "los escribanos mäs cultos seguian la norma88 toledana" y que "los manuscritos comprue-ban que en los primeros ahos del siglo xvi en la Nueva Espaha algunos hablantes aspiraban la /f/ latina [inicial de palabra] y otros la perdian". Lo mismo documenta Arias (op. cit., pp. 29-31). Parodi (p. 49) registra prestamos a lenguas mayas que adop-taron la aspiracion: [hiye:ra] 'higuerilla', [hila] 'hilo' [o hila 'hilera de la siembra del maiz'], pero tambien su perdida: [i:lo], [a:ca] y [?a:ca] 'hacha', [a:ba] 'haba' en huasteco (esta lengua, de la region mesoamericana del noreste, al sur del Pänuco, tuvo constante contacto con el espahol desde muy temprano), [haca] 'hacha' en tzeltal, [horno] en chol, [hebrero] en tzotzil, [hari:na] y [ari:na] en motocintleco, pero [umu] 'humo' en tzotzil. De ello se puede concluir que tampoco se impuso del todo en la Nueva Espaha la aspiracion andaluza de /f-/ inicial, sino que convivio con su perdida, caracteristica del castellano viejo. Acerca de la aspiracion de /-s/ implosiva o final de palabra, Juan Antonio Frago (op. cit., p. 19) observa que en el Codice Florentino (Historia general de las cosas de la Nueva Espana), termi- 88 La desafortunada confusion con que se usa el termino norma en la lingüistica hispänica no permite distinguir cuändo se trata de usos generali-zados y cuändo de verdaderas normas de correction. En este caso hay que considerar que se trata de una verdadera norma de correction, que por serlo da lugar a multitud de ultracorrecciones entre los amanuenses que no aspiraban el fonema /£/ en position inicial de palabra (cf. Parodi, op. cit, p. 62). 342 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi nado de escribir en 1577, fray Bernardino de Sahagun, leones, "casi medio siglo llevaba en tierras novohispanas cuando se puso a redactar... su extraordinaria cronica etnografica" y "acabo siendo atraido a la fonetica andalucista, a tenor de lo que significan en su manuscrito elisiones de -s y presencias de eses finales ultracorrectas, trueques de hporjen hunco 'junco' y alternancias de s con c-z". Hay que tomar esta afirmacion con reservas, pues el manuscrito fue obra de amanuenses indios y no sabemos si escribian al dictado y si fray Bernardino revisaba sus textos; Boyd Bowman ("Brotes...", p. 81) encuentra, en cartas escritas en Veracruz en 1568 y 1569 por andaluces, formas como demole por demosle, decanso por descanso, decisey por dieciseis, bito que por visto que, mimo por mismo y varias mas, que pueden ser efecto de la extrema aspiration de /-s/ (hasta su elimination). Este mismo autor (ibid., pp. 83-84) tambien encuentra en el Codice Florentino de Sahagun confusiones entre <1> y : sartar por sartal, liberates por liberales, exelcicio por exercicio, seno-realse por sehorearse, atabar por atabal, adulteral por adulterar, quarquierpor qualquier, salnapor sarna, etc.; hay que notar que el nahuatl no tenia fonemas /r/ ni /rr/, por lo que la confusion andaluza se podria ver reforzada por la manera en que sus amanuenses interpretaran la oposicion /l/:/r/89. Tambien aparecen escrituras como martiles por martires, hastas por hartas, enfemedad por enfermedad, vedorpor verdor, persadumbre por pesadumbre, o maltatalla por maltratarla, obrigarpor obligar, etc., pero si bien muchos de estos errores de escritura pueden corresponder a la fonetica andaluza o a la fonetica nahua del espahol, liberares, martiles, hastasy hasta obrigarpodrmn indicar mas una confusion de fonemas y letras entre los amanuenses indios, que un fonetis-mo andaluz. En cuanto a la perdida de /-d-/ intervocalica, Boyd Bowman (ibid., p. 81) encuentra muy pocos casos en las cartas estudiadas: perdio por perdido o que por quede. Lo mismo sucede en cuanto al debilitamiento, perdida o velarizacion de /-n/ final de silaba; pogo por pongo. Se puede concluir entonces que, en los textos provenientes del comienzo de la colonization de Mexico, el fonetismo andaluz no 89 Lockhart (op. cit., p. 560, n. 43) registra varios ejemplos de la confusion r/1 de los nahuas, lo que indica que su interpretation era sistematica en favor de /l/ y no de /r/, un fonema que no existia en su lengua: Genelal capitdn, toya ixapeltzin 'dona Isabel', ixpayolme, un calco hibrido de 'espanol', Alalia 'Maria', y Malintzin < Marina. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 343 se manifiesta como se esperaría si la nivelación antillana hubiera sido tan poderosa como se supone, por más que hubieran pasado ya más de veinte aňos de la llegada de los espaňoles a America y la vida antillana fuera la matriz dialectal de los conquistadores del continente; en el ultimo cuarto del siglo xvi, como lo indi-ca el título del artículo de Boyd Bowman, se aprecian "brotes de fonetismo andaluz en Mexico", todos ellos documentados en cartas de colonizadores andaluces. Las lenguas indígenas mexicanas, en cambio, no revelan en los préstamos tomados del espaňol un fonetismo andaluz, con excepción de la aspiración de /£■/ o el mantenimiento de la aspirada [h] en algunos casos90. Fenómenos morfológicos y sintácticos. Además de los rasgos fonoló-gicos y fonéticos atribuidos a la "nivelación antillana", como se apuntó antes, hay otros morfológicos, léxicos y sintácticos que se ha considerado que la caracterizaban. El que más destaca, por su carácter no sólo linguístico, sino simbólico social, es el de la conservación en algunas regiones americanas del uso de la segunda persona del singulár vos, frente a la generalización de usted. Aquí estamos ante un caso muy diferente de los consi-derados hasta ahora, porque el pronombre es un signo que en la gran mayoría de las lenguas no sólo sirve para significar al interlocutor presente ante quien habla, sino para simbolizar rela-ciones sociales. Yajuan de Valdés, en el Diálogo de la lengua91, al hablar de las formas del imperativo afirma que utiliza torna "para quando hablo con un muy inferior, a quien digo tu", torná "para quando hablo con un casi igual, a quien digo vos". Lapesa92 confirma que en la Espaňa del 1500 tú era el tratamiento que se daba a los inferiores, o entre iguales cuando había maxima intimidad; en otros casos, aun dentro de la mayor confianza, se hacía uso de vos. Al generalizarse vuestra merced> usted como tratamiento de respeto, tú recobró terreno a costa de vos en el coloquio familiär, hasta eliminarlo durante el siglo xvn y quizá parte del xvin. 90 Frago (Historia, p. 71) juzga también que habría muchos andaluces, "genuinos aspiradores de /£/, mientras otros en diferentes grados la estaban perdiendo, sin que tal vez faltaran los que a finales del quinientos casi la desconocían ya, con excepciones lexicalizadas". 91 Ed. porj. M. Lope Blanch, Castalia, Madrid, 1969, p. 92. 92 En "Las formas verbales de segunda persona y los orígenes del voseo", Actas del Tercer Congreso International de Hispanistas, El Colegio de Mexico, Mexico, 1969 y en Historia, § 132. 344 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Los usos del 1500 se ven claramente reproducidos en un proceso inquisitorial de 1539, transcrito y estudiado por Beatriz Arias (op. cit., pp. 432-433) contra don Carlos Ometochtzin, un indio, seňor de Texcoco, descendiente de Nezahualcóyotl, acusa-do de proposiciones heréticas: al dirigirse éste a su acusador, otro indio, claramente de condición social inferior, lo increpa, segun el amanuense, diciéndole: "jPobre de ti... ^qué's esto que hazes?... Pues hágotesaber...". Aunque es casi seguro que esa declaración haya si do hecha originalmente en náhuatl, los traductores (jy nada menos que fray Alonso de Molina y fray Bernardino de Sahagún, según consta en el proceso!) deben haber hecho asi la versión al espaňol, que transcribe el amanuense, por lo que el texto confirma el tuteo hacia los inferiores, correspondiente a las normas de uso de los pronombres en esa época. Lamenta-blemente en esos textos, como debe suceder con la gran mayo-ria de los del género jurídico procesal, no hay transcripciones fieles de las declaraciones y los diálogos de los participantes en los juicios, por lo que no es fácil encontrar ejemplos que demues-tren los usos de tú, vosy usteden esa sociedad novohispana. Por el contrario, Frago (História, p. 47) encuentra, en una carta del extremeňo Alonso Ortíz a su mujer, escrita en 1574 y enviada desde Mexico: "sacá recados en gafra de cómo soys mi mujer"; en otra semejante: "Yde todo esto ospodésynformar del mensaxero que llevaba estas cartas, quesjuan Maya, vecino de Frejenal... si acaso lo Vierdes, miraldelas manos. Y miráque habrá mucho; ypro-qurá de sentaros.. ."93. Estas cuatro lineas son una buena muestra del uso de los pronombres y la conjugación verbal que Lapesa expuso en 1970, asi como del uso de vos entre los pobladores andaluces de la Nueva Espaňa. Ahora bien, es fácil deducir que las diferencias sociales entre los espaňoles y los indios, en que éstos quedaban en situación inferior, extendieran por la Nueva Espaňa el uso de tú de los espaňoles a los indios y probablemente de los seňores "princi-pales" o caciques indios a sus subditos -como se ve en el juicio a don Carlos Ometochtzin y en correspondencia con el respe-to que se sabe sentian los indios por sus tlatoaques-, en tanto que en sentido inverso, los indios, en cuya sociedad los matices de la cortesia se manifestaban de manera multiple en el discurso, habrán aprendido el voseo para hablar entre ellos, normal entre 93 Documentos lingüisticos de la Nueva Espaňa. Altiplano central, ed. C. Company, UNAM, Mexico, 1994, docs. 44-45. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 345 los espaňoles, el tuteo de inferioridad con que éstos los tratarían y el uso de vuestra mercedy más tarde de usted para dirigirse a los miembros de la sociedad dominante en el centro de la Nueva Espaňa. En cambio, en las regiones más alejadas del Mexico central, en Tabasco y Chiapas, parte de la Cadena Centroameri-cana, y en la vertiente del Pacífico, en el litoral sur de Guerrero, en donde había pocas familias espaňolas, una sociedad menos estratificada que la de la capital virreinal y sus regiones, y una población indígena pequeňa y más refractaria al contacto que las demás (en Guerrero, además, una predominante población negra) las diferencias sociales serían menores. Se puede entonces pensar que el tratamiento de vos, característico de los poblado-res espaňoles de la región, se pudo conservar por la muy simple estratificación social entre ellos y que asi se haya conservado en los siglos posteriores, aunque reorganizado, como lo testimonia la escritora Rosario Castellanos, originaria de Comitán, muy cerca de la frontera con Guatemala, y buena observadora de las costumbres de su tiempo, quien ofrece claros ejemplos de la conservación del voseo en su novela Balún Canán: "Oílo vos, este indio igualado. Está hablando castilla ^quién le daria permiso? Porque hay reglas: el espaňol es privilegio nuestro. Y lo usamos hablando de usted a los superiores; de tú a los iguales; de vos a los indios". Y sigue: "Indio embelequero, subí, subí"94. A diferencia de los usos clásicos del vos en Toledo, en la Cadena Centroameri-cana se convirtió en la manera de hablar a los inferiores. Muchos indios de la región, en la actualidad, utilizan el vos como único pronombre de segunda persona del singulár cuando hablan espaňol. Aguirre Beltrán (Cuijla, p. 204), en su estudio sobre Cuijla, en Guerrero, registra el mismo voseo, con aspiración de /-s/ final: [boh soh], [no te ehpantéh]. Como lo seňalaban Menéndez Pidal ("Sevilla...", p. 157) y Lapesa (História, § 132), deben haber sido las grandes diferencias sociales de la Nueva Espaňa las que llevaron a la eliminación del voseo y al reforzamiento de la dištancia social mediante el uso de tú entre iguales y usted como manifestación de respeto. Chiapas y Tabasco, y el litoral sur de Guerrero, los primeros nunca articu-lados al virreinato y socialmente parte de la Cadena Centroame- 94 Balún Canán, ed. D. Sales, Cátedra, Madrid, 2005. Este voseo en Tabasco se registra muy poco en el habla formal, como lo observa Rodney Williamson en su tesis El habla de Tabasco, estudio linguístico, El Colegio de Mexico, Mexico, 1986, § 3.8, pp. 140-141. 346 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi ricana, y el segundo muy aislado del Mexico central, demuestran esa realidad historka con la conservación del voseo. El ultimo fenómeno morfosintáctico que se atribuye a la nive-lación antillana es la conservación de la oposición etimológica entre lo para el objeto directo y fepara el indirecto, contra el em-pleo de fepara el objeto directo referido a personas (leismo) ya generalizado en Espaňa en el siglo xvi. Tanto Lapesa (História, § 97) como Frago (História, p. 13) afirman que eran leístas los cas-tellanos viejos, mientras que solian ser distinguidores de loy Mos leoneses -como fray Toribio de Benavente, Motolinia-, los arago-neses y particularmente los andaluces. Por eso Frago sostiene que el leismo en la primera mitad del quinientos va a Indias sobre todo en el habla de los castellanos viejos, aunque no siempre con pleno arraigo, y que dicho modismo präcticamente se habia generalizado a finales de este siglo en Castilla la Vieja, seguida en su implantaciön por Castilla la Nueva. La distinciön lo/le era propia de aragoneses, leoneses y andaluces -con Extremadura como zona de transiciön, aunque mäs apegada a la norma distinguidora-, siendo asimismo el uso predominante en Canarias. Esto explica que en America la diferenciaciön pronominal de tipo etimolögico se impusiera. Se ve que ha sido mucho más difícil identificar otros elemen-tos morfosintácticos que realmente demuestren tener caracteris-ticas andaluzas, tan claramente definidas como las fonológicas y las fonéticas. Hacen falta muchos más para poder llegar a formarse una idea de conjunto de las tendencias lingüisticas que se produjeron en la Nueva Espaňa entre el comienzo de la colonización, el final del siglo xvi, cuando ya viven varias gene-raciones de mestizos y mulatos, y los siglos posteriores. El léxico. El léxico, por su parte, resulta mucho más heterogéneo, como corresponde a su naturaleza lingüistica, que no depende de un sistema, como sucede con la fonología, la morfológia y la sintaxis, sino que está sujeto a la experiencia de la vida en cada región y de cada individuo. En especial hay que reconocer que, para indios, mestizos y mulatos, que comenzaban a aprender el espaňol, el vocablo que oyeran por primera vez era el que constituia su acervo léxico iniciál, viniera de donde viniera: al que traian los colonizadores andaluces hay que agregar el de los extremeňos, los castellanos viejos y nuevos, los leoneses, quizá también los vascos. Frago (História, pp. 126-129) demuestra el NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 347 origen andaluz de vocablos como lama, chinchorro, lancha, maceta, andancia, pocillo, rancho, hacienda, anafre, gurbia, garlopa -todos ellos del acervo tradicional mexicano- y quiza guindar 'colgar' en Veracruz. Tambien candela (ipor 'fuego' como se dice todavia en el campo veracruzano?), cobija, chicharra, chorrillo, pdmpano, pargo, y albardon, agarradera, alambique, ameritar, etc.95. Aunque, dado el caracter ilimitado del lexico de una lengua, todos estos vocablos no son suficientes para demostrar una constitucion andaluza del lexico novohispano, mientras no se puedan compa-rar con la totalidad del vocabulario que se haya podido registrar entre los siglos xvi -sobre todo, pues es lo que contribuiria a probar el andalucismo originario y la nivelacion antillana previa del espanol novohispano- y xvm en la Nueva Espaha. Los colonizadores trajeron tambien, ciertamente, antillanis-mos que se extendieron por el resto de Hispanoamerica. Son notables maiz, que logro imponerse al nahuatl centli (el grano) o tlayolli (la mazorca); cacique, que desplazo a tlatoani, o tabaco en vez de piciyetl, triunfantes a pesar de la importancia cultural mesoamericana de los objetos que nombraban; en cambio, aji no resistio al nahua chile, ni mania cacahuate; entraron al espanol novohispano, sin competencia, canoa, enaguas, tiburon, loro, iguana, etc., pero a la vez se impusieron multitud de voces nahuas para hablar de flora, fauna, alimentos, utensilios domesticos, etc. Chile, pulque, jitomatey tomate, chocolatey cacao, atole, aguacate, acocil, mezclapique, chicozapote, zapote, quelite, ahuautle y muchos mas vocablos se integraron al espanol novohispano cuando se modificaron las costumbres alimenticias de los colonizadores96; los nombres de las hierbas medicinales tradicionales pasaron a formar parte del vocabulario de la farmacopea novohispana: cocoztomatl, caxuchitl, izcapatli, maztla de losfrailes, muicle, nopalillo, sacatlascale, y cientos mas; los utensilios domesticos y del campo introdujeron sus nombres, como acocote, tlachique, chiluca, chiqui-huite, tompiate, guaje, itacate, metate, molcajete, mecate, popote, quimil, tecomate, tequesquite, apantle, etc. Que hoy en dia la mayor parte 95 Estas ultimas en Moreno de Alba, El espanol en America, 3a ed. corr. y aum., F.C.E., Mexico, 2001, p. 59, a partir de Tomas Buesa Oliveryj. M. Enguita, Lexico del espanol de America: su elemento patrimonial e indigena, Mapfre, Madrid, 1992, pp. 194-198. Lope Blanch, en Investigaciones sobre dialectologia mexicana, UNAM, Mexico, 1979, pp. 163-164, agrega muchas mas, aunque no es claro si provienen de fuentes del siglo xvi o del xx. 96 Sobre esa modification entre los espanoles, vease el libro de Solange Alberro antes citado, sin duda el que con mayor profundidad expone la penetration indigena en las costumbres de los colonizadores. 348 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi de este vocabulario nahua haya caido en completo desuso no niega su gran importancia al menos hasta principios del siglo xx. La normatividad castellana. Uno de los dos argumentos centrales de Menendez Pidal en su ya citado articulo "Sevilla frente a Madrid" consiste en la suposicion de que el "ideal de lengua", tanto para castellanos como para andaluces era el toledano. Ese "ideal de lengua", para poderse materializar necesitaba normas que valoraran las pronunciaciones, sobre todo, y la escritura. Para una poblacion mayoritariamente analfabeta, como debe haber sido la de los colonizadores, solo la pronunciacion y algu-nos vocablos caracteristicos podrian evidenciar las diferencias entre andaluces y castellanos (por reducir a dos polos mi argu-mentacion, puesto que castellanos viejos, extremenos y leoneses quizä quepan entre ellos)97. Y si Fernando de Herrera apreciaba la cultura de Sevilla frente a la castellana, eso no quiere decir, como pensaba Menendez Pidal, que hubiera ya una normatividad andaluza que pudiera contraponerse con la castellana; quizä la pronunciacion andaluza, con su /s/ dorsodental y su yeismo en proceso de expansion, su aspiracion de /x/ y de /s/ final de sila-ba ante consonante y final de palabra, hayan llegado a constituir-se, como decia antes, en sena de identidad, muy importante para todos los habitantes del resto de Espana que esperaban en Sevilla para embarcarse hacia America y para el sentimiento pionero que debe haberlos invadido despues de un viaje tan peligroso por el Atläntico y de una cadena de enfrentamientos con la naturaleza ajenay los pobladores originarios del continente. Decia antes que eso puede haber dado lugar a una normatividad implicita tenden-cial entre los colonizadores espaholes, de caräcter andaluz. Pero enfrente de ella estaria la normatividad castellana, manifiesta sobre todo en la escritura. No hacia falta que predominaran los pobladores castellanos para que se impusiera la normatividad toledana, ni que fueran ellos quienes ocuparan los mäs altos cargos del gobierno virreinal. Basta con que los andaluces hayan reconocido un valor mayor a la normatividad castellana para que, ellos mismos, fueran derrotando poco a poco sus propias normas implicitas tendenciales. Tal reconocimiento es evidente en 97 Vease la Observation de Frago (Historia, p. 21): "En lo fonetico los naturales de Castilla la Vieja y de Leon probablemente ejercerian algün influjo nivelador frente al meridionalismo de acusados perfiles, apoyados por cäntabros, asturianos y gallegos, cuyas salidas hacia America aumenta-ron considerablemente en el siglo xvin". NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 349 la ortografia, como se mostró en este apartado; y sólo las cartas personales, de pobladores menos educados, revelan por eso la existencia del andalucismo en Mexico. Tratándose de signos lingůísticos de primera articulación -y no de segunda, como el fonema y el sonido- la normatividad podia mezclarse con una normatividad social, de carácter simbólico, que se prestaba a elecciones mucho más claras entre los colonizadores. Ese es el caso de la posterior reorganización de los pronombres de segunda persona. El voseo tan claramente definido por Juan de Valdés, toledano, se ve sustituido en el centro del virreinato por las distinciones entre tú, vosy usted, en donde el ultimo es deferencial, el segundo se vuelve vulgär y el primero conserva su valor de pro-nombre entre iguales. En el ámbito del léxico, habrá que detectar posibles juicios normativos en correcciones puntuales al modo de hablar o de escribir de los colonizadores o de indios, negros, mes-tizos y mulatos, semejantes a lo que sucede hoy en día en el mundo hispánico: cuando queremos utilizar un espaňol más internacionál, los mexicanos sustituimos nuestra banqueta por acera. Por eso me parece que Menéndez Pidal tenía razón al afirmar que "Méjico... se mostró refractaria a los neologismos andaluzantes dialectales o vulgares... y se mantuvo fiel al espaňol literario del siglo xvi con un conservatismo mayor que el de la propia Madrid"98. Mexico, es decir, el centro de la Nueva Espaňa. 8. Las lenguas de los pueblos mayoritarios La lengua nahua era la lengua de la mayoría de la población de la Nueva Espaňa. A pesar de su rápida declinación, como se vio antes, seguía siendo la base social de la colonización, y sus costumbres y tradiciones formaban parte de la adaptación de los conquistadores a su nuevo mundo. Costumbres, tradiciones y comportamientos sociales, aunque atacados por la evangelización y la ley espaňola, dejaban su pauta en la nueva sociedad, como todavía se percibe en la zona mesoamericana del Mexico actual, aunque hayan pasado casi quinientos aňos. Cabe entonces preguntarse si el náhuatl, junto con muchas de las 98 Es claro que el contexto de la discusión y las propuestas acerca del andalucismo en America fue la larga polémica que se dio en la filológia his-pánica desde Rufinojosé Cuervo hasta Angel Rosenblat. Cf. Guillermo L. Guitarte, "Cuervo, Henríquez Ureňa y la polémica sobre el andalucismo de America", VR, 17 (1958), 363-416, y Mořeno de Alba, El espaňol..., pp. 28-64. 350 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi demäs lenguas aborigenes, dejo tambien su impronta en la len-gua espafiola, como para haber contribuido tanto a la manera en que se expandio por Mexico como a sus caracteristicas internas. Se puede proponer que la impronta de las lenguas amerin-dias, en especial del nähuatl, puede ser de dos tipos: una espe-cifica, de influencia de sus caracteristicas sobre el espahol del Mexico central, y una mäs general, social, que hubiera determi-nado pasivamente los cauces de adopcion del espanol entre los indios primero, y despues entre los mestizos y mulatos. James Lockhart, en el capitulo 7 de su libro Los nahuas despues de la Conquista, da cuenta de como reaccionaron los indios del Mexico central a la llegada de los espaholes y pusieron en juego su cultura y su lengua para adaptarse a la dominacion. Segün Lockhart interpreta ese largo proceso, la historia del nähuatl a partir de la llegada de los colonizadores espaholes puede dividirse al menos en cuatro periodos. Durante el primero, que correspon-de a los ahos 1519 -fecha del primer contacto- a 1540 o 1550, el nähuatl reacciono con su propia creatividad para significar las nuevas realidades con que se enfrentaba; es decir, los indios no adoptaron inmediatamente el espahol, sino que significaron la presencia espahola y las novedades sociales, juridicas, tecnicas y religiosas en nähuatl y desde su propia experiencia de la vida. Asi, nombran a los espaholes caxtiltecas, asimilando la voz castellano como si fuera raiz nahua, caxtillan-, y forman el gentilicio de la misma manera en que formaron tlaxcalteca, azteca, totonaca, tepoz-teca, tlahuica, etc.; ahaden a los nombres espaholes el reverencial -tzin: Malintzin para doha Marina, y acuden naturalmente a sus propios recursos semänticos para formar nombres de objetos nuevos; por ejemplo, para hablar de los caballos utilizan el nom-bre del ünico cuadrüpedo semejante, el ciervo, llamado macatl, y forman, por ejemplo, macaconetl joven del ciervo' para nombrar al potro; al asno joven, en esa primera etapa, lo llaman caxtillan oquichtoch conetl, como se vio antes; nombran a la oveja metafori-zando el nombre del algodon: ichcatl; y al gallo caxtillan huexolotl (notese el paralelismo contrario en Europa: llamar al guajoloteo pavo gallina delndias). La pronunciacion de los vocablos espaholes se adapta a las condiciones fonologicas de su lengua, en la que no habia la serie fricativa sonora /b, d, g/, ni /n/ ni /r/: ixpayolme para espanol, toya Ixapeltzin 'Doha Isabel' (notese que la /s/ que escuchaban debia ser äpico-alveolar y no dental, parecida a la suya; por eso la remedaron con su fonema palatal fricativo sordo, como se vio antes); al no haber sonido correspondiente a /r/ o NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 351 /rr/ sustituyen marques por malquex, Maria por Malta, regidor por legitol, ejerciciopor exelcicio, sarnapor salna, etc.; ajustan el silabeo al esquema CV predominante en su patron canonico: Xampala-cizco por &m Francisco, y Patele Xanto por Parfre Santo, etc. El segundo periodo transcurre de 1540 o 1550 a 1640 o 1650. En este, todo parece indicar que el espanol comenzo a pasar de ser una lengua de adstrato, a una de superestrato, por lo que es cuando crecen räpidamente los prestamos y la formacion de hibridos: cahuallo, cahuallocalli 'casa del caballo' por caballeriza, polio, tlapalvino 'vino coloreado' o vino tinto, quixtiano 'cristiano', xinola 'senora' para hablar de las mujeres espanolas, etc. El ter-cer periodo va de 1640 o 1650 a mediados del siglo xvin; segün Lockhart es cuando el nähuatl incorpora sonidos del espanol que no tenian semejanza con los suyos, para poder pronunciar el gran nümero de prestamos de esta lengua. El cuarto subdivide esa ultima epoca, a partir del momento en que comienzan a registrarse grandes cantidades de textos escritos en espanol por hablantes nahuas; es decir, pasaron dos siglos y medio antes de que los nahuas comenzaran a escribir en espanol, lo cual no solo refleja la velocidad de adopcion del espanol entre ellos, sino el cambio de las condiciones juridicas en que se encontraban. Es sugerente el hecho de que la segunda etapa de la histo-ria de la lengua nahua despues de la Conquista coincida con el momento en que la primera generacion mestiza llega a la madurez y que, a partir de entonces, se acelere la presencia del espanol incluso entre los indios. Se puede suponer que el espanol aprendido por los indios en la primera epoca y por los primeros mestizos, educados en la nueva lengua por sus madres indias, habrä tenido un fuerte cariz nahua. Incluso mäs tarde, Domingo Chimalpähin, descendiente de la nobleza de Chalco y educado por los espaholes, quien vivio durante la primera mitad del siglo xvii, debia hablar el espanol con fuerte acento nahua, segün opina Lockhart (op. cit., p. 461), y en la misma epoca varios misioneros registran todavia calcos de la sintaxis nahua en el habla espahola de los indios. Es decir, el nähuatl, como segura-mente las demäs lenguas aborigenes, determino pasivamente las caracteristicas del espanol de la Nueva Espaha. En cuanto a la influencia especifica del nähuatl, lo que se entiende como sustrato activo, en tanto se investiga su probable influencia en siglos pasados, solo se puede afirmar que en el espanol mexicano actual es minima, salvo por la conservacion de la capacidad fonetica de los mexicanos de articular el fonema 352 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi lateral oclusivo sordo /tl/ nahua, en vez de convertirlo en un grupo A+l/, como en el resto del espaňol; y de articular los fone-mas palatal fricativo sordo /š/ y dentoalveolar africado sordo /§/ del náhuatl en muchos vocablos -por eso no son fenómenos fonológicos-; en cambio, no se han ofrecido pruebas de una influencia determinante de la fonología nahua sobre el espaňol mexicano"; si las hay en cuanto a la influencia maya sobre el espaňol yucateco y, si uno se adentra en muchas sociedades amerindias modernas, encontrará fuerte influencia actual de sus lenguas sobre su espaňol. Igualmente, la influencia del náhuatl en la morfológia y la sintaxis modernas parece ser minima: el sufijo -čca para formar gentilicios: cholulteca, azteca, caxtilteca. En el léxico, en cambio, el nahuatlismo fue muy amplio en siglos anteriores, en tanto que ha descendido al mínimo en la actuali-dad (con excepción de los topónimos)100. Mestizos y mulatos. Si bien los documentos nahuas estudiados por Lockhart, del que tomé los ejemplos anteriores, permiten formarse una idea de la manera en que los indios fueron adap-tando voces, sonidos y algunos elementos sintácticos al náhuatl (una investigación que todavía habrá de ofrecer muchos datos y más de una sorpresa), lo que no parece haberse registrado es el proceso de adquisición del espaňol como primera lengua entre mestizos, negros y mulatos, ni las características que debe haber tenido el habla de esa población, que fue creciendo, como se vio antes, a lo largo del siglo xvi y que terminó por imponerse en los siglos subsecuentes. Quizá esa falta de documentos se deba a la separación legal de las comunidades espaňolas e indias y a la "invisibilidad" jurídica de los negros, los mestizos y los mulatos: los archivos en Mexico y en Sevilla ofrecen abundantes documentos del espaňol de los colonizadores, como se ha visto; hay un rico legado de testamentos y anales nahuas del Mexico central a partir de la segunda etapa, comenzados a estudiar por Lockhart y su círculo de la Universidad de California, por Miguel León 99 Véase al respecto Juan M. Lope Blanch, "La -r final del espaňol mexicano y el sustrato nahua" y "La influencia del sustrato en la fonética del espaňol de Mexico", en Estudios sobre el espaňol de Mexico, UNAM, Mexico, 1983 [1967], pp. 97-112, y 79-95, respectivamente. íoo véase J. M. Lope Blanch, El léxico indigena en el espaňol de Mexico, El Colegio de Mexico, Mexico, 1969 y mi "Activité normative, anglicismes et mots indigénes dans le Diccionario del espaňol de Mexico", La norme linguistique, éds. E. Bédard etj. Maurais, Conseil de la Langue Francaise, Québec, 1983, pp. 571-601. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 353 Portilla y por Teresa Rojas et al.101, que no solo han servido para dibujar la historia del nähuatl despues de la Conquista, sino que tambien permitirän pepenar o espigar tanto posibles observacio-nes de la manera de hablar espanol durante los siglos xvn y xvin en la Nueva Espana, como fragmentos del espanol usado por los indios a partir de 1580. Mientras no exploremos con detalle ese acervo no sera posible demostrar el papel que pueden haber tenido negros, mestizos y mulatos en las caracteristicas que tomo el espanol en Mexico, aunque si elaborar algunas hipotesis. Para la gran mayoria de la poblacion novohispana el espanol de la primera mitad del siglo xvi era una lengua nueva, sin seme-janza al menos tipologica con las aborigenes y sin tradiciones adecuadas propias con que orientar su adquisicion y con que seleccionar variantes; una lengua que se aprendia, una segunda lengua, en cuyas primeras caracteristicas fonologicas y foneticas predominaban la inestabilidad propia de la Peninsula iberica en esa epoca y las condiciones fonologicas de las lenguas amerin-dias, particularmente del nähuatl. Lamentablemente tampoco parece haber documentos que registren el modo de hablar de las madres indias a sus hijos de la primera generacion mestiza; pero si se sabe que hubo pocas mujeres espaholas en esos primeros ahos y que el aman-cebamiento de los conquistadores con las indias fue un hecho natural. Si, ademäs, se toma en cuenta que las indias, una vez prehadas por los conquistadores, ya no eran bien recibidas en sus comunidades originarias y, en cambio, se quedaban en la casa espahola, es de suponerse que habrän intentado que sus hijos mestizos adquirieran el espanol desde su nacimiento para que se asimilaran lo mäs räpidamente posible a la sociedad de sus padres, a la sociedad dominante, como hoy sigue sucedien-do con los hijos de las "marias" otomies, mazahuas y mixtecas que emigran a las ciudades y a las regiones turisticas mexicanas como vendedoras callejeras, y como sucede con la gran mayoria de los mexicanos que emigran a los Estados Unidos de America. ^Como habrän ensehado las indias ese espahol de los amos desde su propia lengua nähuatl? Lo mismo puede preguntarse incluso en cuanto a las pilmamas o nodrizas indias de nihos de madre espahola, muchos de los cuales no solo recibieron el espahol de sus padres, sino tambien el nähuatl de sus pilmamas. 101 Vease la introd. de Lockhart a su obra citada; de Teresa Rojas et ed., Vida y bienes olvidados, testamentos indigenas novohispanos, CIESAS, Mexico, 1999-2000. 354 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Tampoco parece haber documentos (notariales, judiciales, cartas personales) -o no se han estudiado- del modo de hablar de las siguientes generaciones de mestizos102, ni del modo en que los africanos recién llegados a las vertiente del Golfo y del Pacífico y después diseminados por el Mexico central y el Norte aprendían y hablaban espaňol. Pero esa falta de datos, con ser muy importante, no puede inhibirnos de hacer suposiciones avaladas por lo que la sociolingiiísticay la sociológia del lenguaje modernas han venido estudiando en otros períodos y en socie-dades que podemos considerar semejantes a la que se comenzó a formar en el siglo xvi. Por eso me parece que, al menos por ahora, no es posible suponer la extensión del andalucismo a todos los habitantes novo-hispanos; es decir, ese andalucismo que se ha querido reconocer como generál en el continente puede haber sido parcial en la Nueva Espaňa, propio de una parte de su población total: los colonizadores andaluces y los trabajadores indios, mestizos y mulatos que dependieran de ellos, en zonas alejadas del Mexico central. En contra de la tesis de Germán de Granda ("Formacion. ..", pp. 74-75), de que se haya formado una "koiné" antillana de caracteristicas andaluzas, que se haya expandido "con carácter generál, en la totalidad de las áreas territoriales de Hispanoamé-rica", y sólo mucho más tarde haya sido suplantada en la Nueva Espaňa por otro tipo de lengua en que los rasgos fonéticos andaluces están ausentes, me parece que hay que sostener, con Riva-rola (História, p. 55), que "no se dio una difusión uniforme y de que más bien en ciertas zonas o lugares arraigaron unos rasgos, en otras otros, y que en unas hubo mayores coincidencias que en otras. Es decir, pienso en una especie de selección en la difusión, dependiendo de variables vinculadas a la história regional y local". Se puede postular, más que la difusión de una "koiné" antillana en la Nueva Espaňa, ante todo, una larga etapa de "espaňol indio" a partir de la Conquista, que haya terminado por implantar la /s/ dorsodental (diferente, como se vio antes, probablemente, 102 Fueron mestizos de origen noble Domingo Chimalpáhin, Hernando Alvarado Tezozomoc, que era nieto del rey Moctezuma; y Fernando de Alva Ixtlixóchitl, descendiente de la familia real de Tezcoco, y educado en las dos lenguas nahua y espaňola. Al parecer, los textos históricos que dejó están escritos originariamente en espaňol, aunque se haya basado en Codices y relatos nahuas. Hasta donde llega mi información, el espafiol de los textos de estos tres mestizos mexicanos, publicados apenas en el siglo xix, fue objeto de una modernización lingüistica, que no permite investigar feha-cientemente su manera de escribir el espafiol. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 355 de la /s/ andaluza) y el yeismo, y haya resultado refractario a la fonetica andaluza, tanto por las caracteristicas fonologicas del nähuatl, como por la influencia normativa castellana. Tambien habrä que demostrar, en consecuencia, que la expansion del espanol por el centro de la Nueva Espana desde el siglo xvi adquirio, debido al modo en que se estaban modifi-cando los componentes de su poblacion, una impronta mestiza y mulata, determinada a su vez, en su fonetica, por la manera en que los nahuas adaptaron los fonemas espanoles, por las tenden-cias evolutivas que seguia el espanol atläntico y por la presion normativa de la sociedad virreinal. El espanol de las vertientes. El segundo argumenta con que Menen-dez Pidal sostenia su explicacion del modo en que evoluciono el espanol en America, consiste en la distincion entre las regiones costeras americanas visitadas por la flota, en constante contacto con Andalucia, y las regiones del centro de los virreinatos, dirigi-das por la normatividad castellana. Me parece que hay que modi-ficar esta hipotesis de Menendez Pidal. La flota llegaba al puerto de Veracruz solo dos veces al aho; durante las semanas que tomaba descargar y cargar los navios, la poblacion porteha crecia, pero al irse se reducia, debido a la insalubridad del clima. Por el otro lado, la vertiente del Pacifico no recibio visitas de la flota -aunque haya sido Acapulco el puerto de enlace de la nao de China con las Isias Filipinas-, por lo que dificilmente se puede considerar "tierra visitada por la flota". Mas bien, para explicar el evidente andalucismo de esas vertientes hay que considerar su papel en la conformacion de la Nueva Espana y en las Cadenas Caribeha y Centroamericana, es decir, hay que considerar el papel que tuvo el despoblamiento inicial y su posterior repoblamiento a base de negros y mulatos, bajo el dominio de sus pobladores andaluces. Habia expuesto antes, siguiendo a Garcia Martinez, como la Cadeha Caribeha, creada durante la colonizacion y orienta-da a las Antillas, no formaba parte de la Nueva Espana. Tambien, como en la vertiente costera del Golfo, correspondiente a Veracruz, desde el sur del Pänuco, aproximadamente, hasta el macizo montahoso de los Tuxtlas, la poblacion indigena fue virtualmente aniquilada y sustituida por esclavos negros. Lo mismo sucedio en la costa occidental de Yucatan y en el sur de Campeche, un hecho amplificado mäs tarde por la ocupacion inglesa de la Laguna de Terminos (1660-1716), que aporto mäs poblacion africana. Una gran parte de esos esclavos se quedaba 356 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi en la costa, en las plantaciones de cafia de azücar, y se unia a las pocas mujeres indias que sobrevivian, para liberar a sus hijos de la esclavitud. Los primeros esclavos africanos procedian de las Antillas y alli habrän aprendido su primer espahol, el que, junto con el andaluz de sus amos, senores de grandes extensiones de tierra, se habrä convertido en el espanol caracteristico de esas regiones, que luego se transmitio a los esclavos nuevos, traidos directamente desde Africa, y a la creciente poblacion mulata que siguio repoblando las costas. No en balde a los veracruzanos de esa region se les llama tradicionalmente en Mexico jarochos, que, como senala Aguirre Beiträn: "fue el termino aplicado en la region veracruzana a la mezcla del negro y el indio", es decir, a los mulatos pardos103. Mulatos y negros llegaron a ser mayoritarios. Lo mismo sucedio en la costa de la vertiente del Pacifico. La comunicacion hacia el Soconusco, en la costa sur del Pacifico, era sencilla a traves del Istmo de Tehuantepec, por lo que hubo migraciones de negros y mulatos hacia allä, los que, junto con los asentados en la vertiente del Pacifico, en el sur de Guerrero, habrän diseminado tambien su andalucismo fonetico. Si en la vertiente del Golfo y en la Cadena Caribeha los colonizadores andaluces, alejados del nücleo del virreinato, de su normatividad castellana y de su compleja estratificacion social, eran quienes ensehaban espahol a los negros y los mulatos, se endende la conservacion de la fonetica andalucista, no tanto por un con-tacto frecuente con la flota como por la falta de obstäculos al desarrollo de su dialecto. Eso tambien puede explicar la inexistencia de pidgines o lenguas criollas en estos territorios: la conservacion de las lenguas africanas de los esclavos no tenia suficiente soporte social y comunicativo; tampoco la conforma-cion de una lengua hibrida. Casados o amancebados los negros con indias, para que su descendencia eludiera la condicion de esclava, la mujer india hablaria nähuatl o alguna de las lenguas de la region, pero ni podria hablaria con su pareja, ni estaria dispuesta a enseharla a sus hijos mulatos, rechazados por la poblacion indigena; los esclavos no tendrian ninguna motiva-cion para aprender el nähuatl o las otras lenguas amerindias, ni tenia sentido conservar las propias; solo el espahol de los amos serviria para la comunicacion familiär y social. Los esclavos, los 103 La poblacion..., p. 179. En Puebla eran los chinos -de alli la "china poblana", personaje que se ha convertido en estereotipo de la mexicana-y en Oaxaca los cambujos (ibid., p. 169). NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 357 indios y los mulatos, discriminados seguramente pero no aisla-dos, no dejaron por eso de integrarse a la sociedad hispánica y al dialecto andalucista de la región. En consecuencia, más que a causa de una peculiaridad lin-guística de las lenguas africanas traídas por los esclavos negros -cuya posibilidad y características no hay que descartar y, por el contrario, investigar con cuidado-, es probable que el andalucis-mo de las vertientes mexicanas del Golfo y del Pacífico haya sido resultado de la manera en que se las repobló, bajo la influencia social y cultural de la Cadena Caribeňa. Las tierras de la Cadena Centroamericana, correspondientes en el Mexico actual al Estado de Chiapas y la parte de Tabasco alejada de la costa, sólo se caracterizan hoy por la conservación del voseo (en decadencia, debido al poder expansivo de la rádio y la televisión nacionales, que impone el dialecto de la Ciudad de Mexico). Fueron tierras, como se mostró antes, poco pobladas por espaňoles, a las que tampoco llegaron cantidades importan-tes de esclavos africanos; en cambio, las poblaciones indígenas, protegidas por la selva, se mantuvieron relativamente refrac-tarias al espaňol. Quizá eso explique por qué no se propagó el andalucismo por ellas y tampoco el dialecto que se iba forjando en el centro del virreinato. Por el contrario, la expansión del espaňol hacia Nueva Gali-cia y el nořte (Nueva Vizcaya, Nuevo Leon y la costa noroeste de Sinaloa y Sonora, junto con las poblaciones de Baja California) sigue constituyendo una gran interrogante. Esas regiones se colonizaron desde la Ciudad de Mexico, como seňalé antes, a base de indios hispanizados y mestizos, sobre todo durante los siglos xvii y xviii, cuando es probable que el espaňol del Mexico central ya tuviera rasgos propios. iQué factores contribuyeron a la formación de los dialectos de Nueva Galicia, del nořte y de las costas noroeste y noreste? Esa es una pregunta que debemos tratar de contestar con la investigación futura. 9. El espaňol actual de las vertientes y de la Cadena Caribeňa Las hipótesis y los argumentos que he venido ofreciendo para sus-tentarlas podrían ser meras especulaciones si no hubiera datos actuales que confirmaran, al menos por ahora, algunas de ellas. Para eso me basaré en los mapas que ofrecen el Atlas linguístico 358 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi de Mexico y el estudio de Jose Moreno de Alba basado en el, La pronunciation del espanol en Mexico104. Los mapas 18 de Moreno de Alba, en que se comprueba la extension del relajamiento de /s/ final de palabra ante pausa; 20, de /s/ final de palabra ante vocal inicial; 26, de /s/ final de palabra seguida de oclusiva sorda inicial; 27, de /s/ final de palabra seguida de oclusiva sonora inicial; y 31, que resume el relajamiento algo frecuente de /s/ implosiva, junto con el 32, del relajamiento de /x/, muestran sistemäticamente su presencia en las vertientes historicas del Golfo y del Pacifico, asi como en la Cadena Caribena del actual Mexico. No son fenomenos privativos de esas zonas, pero solo en ellas son sistemäticos. Quizä sean pruebas del andalucismo de la Cadena Caribena, difundido por las caracte-risticas de su repoblamiento y su alejamiento historico del centro de la Nueva Espana. Son las mismas zonas que llevaron a pro-poner a Menendez Pidal que eran "tierras visitadas por la flota". La peninsula de Yucatan, historicamente parte de la Cadena Caribena, no muestra los mismos rasgos que las vertientes. Como se decia antes, solo la costa occidental de la peninsula recibio poblacion espanola y africana; los indios se parapetaron en el interior y volvieron a repoblar esas regiones a mediados del si-glo xvii. En consecuencia, fue la repoblacion maya de la costa occidental de Yucatan la que hizo desaparecer el andalucismo probable del siglo xvi y la que dio al actual espanol yucateco sus peculiares caracteristicas105. Los resultados del Atlas lingüistico de Mexico plantean una enorme cantidad de interrogaciones a proposito de la confor-macion dialectal actual mexicana, que todavia no tienen res-puesta, asi como permiten proponer preguntas necesarias para comprender la forma en que el espanol se difundio por el norte de la Nueva Espana. Los mismos mapas citados muestran, por ejemplo, la extension de la relajacion y aspiracion de /s/ en la costa noroccidental de Mexico, correspondientes a los territorios que se conquistaron a finales del siglo xvi y, sobre todo, en el xvii, en los que hay que estudiar con detenimiento el papel de las misionesjesuitas en Sinaloay Sonora, junto con los procesos de poblamiento de esas tierras que, como lo indica la investiga-cion de Everardo Mendoza, El lexico de Sinaloa, provinieron de la sierra, es decir, del interior de la Nueva Vizcaya. 104 El primero, dir. por J. M. Lope Blanch, El Colegio de Mexico, Mexico, 1990; el segundo, publicado en El Colegio de Mexico, Mexico, en 1994. 105 Vease el importante articulo de J. M. Lope Blanch, "El lexico de la zona maya en el marco de la dialectologia mexicana", NRFH, 20 (1971), 1-63. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPAŇOL POR MEXICO 359 Mapa 6. Relajamiento de -s final ante vocal iniciál. 360 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi Mapa 8. Relajamiento de -s implosiva + consonante nasal. NRFH, lvi LA EXPANSION DEL ESPANOL POR MEXICO 361 Mapa 10. Relajamiento de /x/. 362 LUIS FERNANDO LARA NRFH, lvi <;C6mo se poblo el norte de la Nueva Espana? Se ha senalado que los contingentes poblacionales de esas enormes regiones prove-nian del centro de la Nueva Espana y estaban formados mayoritaria-mente por mestizos, mulatos e indios (especialmente, tlaxcaltecas). <;C6mo es posible que en los dialectos modernos del norte el rela-jamiento y la aspiracion de /s/ se haya diseminado, al parecer, tan aleatoriamente? ^Corresponden afenomenos posteriores o a errores de interpretacion de las encuestas del Atlas lingüistico? Tenemos por delante una tarea de investigacion documental, historica y lingüistica tan inmensa como el Mexico septentrional, pero que hay que comenzar si queremos comprender el modo en que el espanol se difundio por Mexico a lo largo de cinco siglos y, de esa manera, aumentar nuestro conocimiento de la historia de la lengua espanola, desde hace mucho tiempo, lengua de los mexicanos. Por eso ha sido mi objetivo en este trabajo, no solo problematizar un poco la historia general del espanol en America, sino ante todo mostrar la necesidad de que se estudie el espanol mexicano integrando la vision que nos ofrecen los ricos y variados estudios historicos de la Gran Nueva Espana con que contamos, a la exploracion exhaustiva del legado de documentos, espanoles e indios, de que gozamos en Mexico. El espanol novohispano resulta asi de enorme complejidad, como corresponde a su historia, a la compleja cultura mesoame-ricana que lo recibio y a la composicion etnica de sus habitantes. La evolucion castellano-andaluza del espanol, extendida a las Antillas, determino el sistema fonologico del espanol novohispano y despues mexicano, asi como algunas caracteristicas de su sistema gramatical y dejo su herencia en el lexico, junto al resto del vocabulario hispänico; pero no parece haber sido un transplante completo de la supuesta nivelacion antillana, pos-teriormente suplantado por un espanol de caracteristicas mäs castellanas, sino el resultado de multiples factores geogräficos, politicos, demogräficos y sociales propios de la Nueva Espana y las Cadenas Caribena y Centroamericana, y que dificilmente pueden ser iguales en el resto del continente americano. El estu-dio de la historia del espanol en America necesita regionalizarse y superar la ilusion de unidad que propaga la historia canonica de la lengua espanola, mäs producta del etnocentrismo metropo-litano y de una abstraccion excesiva, que de los datos historicos de que disponemos. Luis Fernando Lara El Colegio de Mexico