34 JOSE CARLOS GONZALEZ BOIXO INTRODUCCIÓN 35 pesinos mexicanos, con un exceso de didactismo sobre la acción puramente narrativa. En resumen, la obra literaria galleguiana es reiterativa en su temática porque, paso a paso, le sirvió a su autor para irexpresando su angustia ante la realidad de su pais. En ningún momento pudo Gallegos abandonar su papel de educador —su compromiso con Venezuela— y a través de sus novelas quiso dejar un mensaje que tuviese una utilidad practica para su propio país y su época. El éxito fuera de aquellas fronteras muestra que Gallegos también consiguió crear un mundo de ficción cuyos va-lores transcendian lo regional y permitían a todo tipo de lectores identificarse con unos problemas de indole universal. Gallegos fue el ultimo gran maestro de una época narrativa. Con él culminaba la tendencia realista y las nuevas generaciones que, a partir de los afios cin-cuenta, toman el relevo, lo consideraron caduco porque las nuevas técnicas narrativas eran muy diferentes. Pero pasados los momentos en que la novedad no admitia comparación, el reconocimiento de Gallegos se impuso. Para disfrutar de esa larga galéria de personajes que Gallegos creó, el lector sólo necesita recordar que la literatúra se inscribe en un proceso históŕico. Gallegos fue un escritor realista, de técnica tradicional, y su obra responde a las tendencias de su época: la narrativa de-nominada «mundonovista», una literatúra que queria re-flejar lo auténticamente americano; una búsqueda que, más allá de los rasgos regionales que la caracterizan, intentaba encontrar la identidad del hombre en America. ii. Análisis de «Dona Barbara» Bien conocida es la génesis de esta novela, cuyo éxito creó en torno a ella una aureola mítica, plasmada en anécdotas que los críticos han relatado muchas veces. Ya me he referido, anteriormente, al viaje que Gallegos realizaba en 1927 a los Llanos para documentarse sobre una novela que estaba escribiendo y que abandonö ante las nuevas impresiones que recibiö en los pocos dias que paso en la regiön de Apure. El mismo Gallegos relatö cömo fue captado por el Llano venezolano y mencionö a las personas en que se habia inspirado para crear a sus personajes 6. Tal como sefiala Liscano (1969: 93) «es-cribe en veintiocho dias de apasionada creaciön inin-terrumpida otra novela a la cual titula La Coronela». A principios de 1928 la novela ya estä en prensas, pero apenas iniciada la edicion suspende la misma porque quiere modificar la novela. En abril se embarca para Europa y estä a punto de arrojar al mar el original, en un instante de desaliento; su esposa Teotiste, logra impe-dirlo. Por fin, entre junio y agosto, termina la novela en Bolonia, que publicarä en febrero de 1929, y a su costa, en la editorial Araluce de Barcelona. El tftulo ha cam-biado y ahora la novela se llama Dona Barbara. El exito fue inmediato y a el contribuyö, en gran me-dida, el hecho de que la prestigiosa asociaciön espaiiola del «Mejor Libro del Mes» le otorgase este galardön en septiembre de ese ano. La novela, sin embargo, no estaba definitivamente escrita ya que, para la 3.a edicion espaiiola de 1931, «volviö a revisar la novela, modifi-cando capitulos, cambiändoles tftulos a otros, y agre-gando cinco nuevos y un vocabulario» 1. Con las va-riantes de estilo que introdujo para la edicion de 1954 del F.C.E., la novela adquiria la forma definitiva. Lo hizo en «A manera de prologo», introduccion que escribio para la celebracion de los veinticinco anos de la 1." edicion, por en-cargo de la editorial F.C.E. (Mexico, 1954). El prologo ha aparecido en numerosas ediciones. 7 Segun testimonia su amigo Ricardo Montilla. Citado por Efrafn Subero y Consuelo Pirela de Benotto, «Dona Barbara, estu-dios de variantes», en VV. AA., 1980: 231-247. En este articulo se describen los cambios que Gallegos introdujo en su novela. Dada la importancia de las variantes (nada menos que cinco nuevos capitulos), su analisis es imprescindible en un estudio, en profundidad, de la genesis creadora de la novela. 36 JOSE CARLOS GONZALEZ BOKO INľRODUCCIÓN 37 DoŇA BARBARA —y el resto de la novelística galle-guiana— se inscribe en la tendencia denominada «mundona\dsmai>, que fue la dominante en la narrativa hispanoamericana entre 1920 y 1940 aproximadamen-te . Los narradores mundonovistas abandonan la temá-tica universalista del modernismo (estilísticamente sue-len estar influenciados por el modernismo) y aspiran a crear una literatúra de fuerte sabor «americano», cre-yendo que de este modo reflejaban de forma más autén-tica la esencia de America. Surge, asi, la novela del 11a-no, de la selva, de la pampa, o la indigenista. Entre los autores de esta tendencia cabe destacar a Horacio Qui-roga, Ricardo Giiiraldes, Alcides Arguedas, José Eus-tasio Rivera y Rómulo Gallegos. Las novelas más ca-racterísticas y famosas fueron tres: La Vorágine (1924), Don Segundo Sombra (1926) y DoŇA BARBARA. La técnica narrativa El exotismo de la escena iniciál —un bongo que na-vega por aguas peligrosas en las que acechan los cai-manes— sitúa al lector —desconocedor del ambiente— ante la perspectiva de un relato de aventuras. No es ésta una sensación equivocada ya que la novela de Gallegos aúna la acción con la descripción de costumbres que para el lector son exóticas. Pero, además de esto, el autor estaba muy interesado en ofrecer un mensaje: a través de una acción que se desarrolla en los Llanos venezolanos, Gallegos quería mostrar los problemas que aquejaban a la sociedad de su país. Estos distintos elementos que van a conformar el mundo narrativo de DOŇA BARBARA pueden, por metodológia crítica, separarse en tres mo-dalidades narrativas: 8 Cfr. Cedomil Goic, História de la novela hispanoamericana. Santiago de Chile, Ediciones Universitarias, Valparaiso, 1972. 1) Acción. 2) Descripción. 3) Ideológia. Ninguna de ellas funciona aisladamente en la novela, por lo que sería un error marginar una de esas líneas narrativas, probablemente la referente a la ideológia, muy importante para el autor y, sin embargo, de escaso interes para el lector actual. La perfecta unión que existe entre estas tres modalidades narrativas podrá observarse en el análisis sobre la estructura de la novela. Además, el lector capta en las primeras páginas el sistema narrativo empleado por Gallegos. Un narrador en tercera persona, omnisciente, se encarga de ofrecer al lector todos los detalles de la história narrada: am-bientación, caracterización de los personajes, explica-ciones minuciosas de lo que va aconteciendo. Es un sistema narrativo sobradamente conocido: el tradicional en la narrativa realista que alcanza su maxima expresión en el siglo xix y que perdura en la época en que se eseribe DoŇA BARBARA. Por lo tanto, el lector actual, acostum-brado a otro sistema narrativo, debe situarse en ese contexto cronológico y no considerar como fallos na-rrativos los esquemas vigentes en ese momento, hoy ya caducos. Las diferencias entre el sistema narrativo de Gallegos y el hoy imperante, más notorias aún por la cercanía cronológica, no deben motivar un juicio de valor. Es una cuestión técnica que no afecta a la valoración intrínseca de la obra literaria, valoración que debe hacerse en re-lación al propio sistema narrativo. Pondré un ejemplo: «Bajo la toldilla, un joven a quien la contextura vigo-rosa, sin ser atlética, y las facciones enérgicas y expre-sivas prestanie gallardŕa casi altanera... aratos larepo-sada altivez de su rostro se anima con una expresión de entusiasmo...» (cap. i, presentación de Santos Lu-zardo). 38 JOSE CARLOS GONZALEZ B01X0 INTKODUCCIÓN 39 «Su compafiero de viaje es uno de esos hombres inquie-tantes, de facciones asiáticas... Un tipo de razas inferiores, crueles y sombrias» (cap. i, presentación de El Brujeador). Este tipo de descripciones no se encontrarán en un narrador contemporáneo. Sencillamente, la técnica na-rrativa actual funciona con unas relaciones entre el narrador y los personajes diametralmente distintas. Lo mismo podria decirse cuando Gallegos incluye largas descripciones paisajisticas, fragmentos en que el narrador se asombra ante la belleza de la Naturaleza, o capí-tulos enteros dedicados a recrear escenas costumbristas. ^Podemos, acaso, ccnsurar el proceder de Gallegos? En absoluto, ya que sus criterios estéticos no son los nues-tros. Lo que si hay que hacer es analizar los valores li-terarios de su novela en relación con su propia estética. Destacaré un ultimo aspecto que forma parte esencial de su técnica narrativa. Me refiero al lenguaje. Por su propia naturaleza, la literatura es un"ařfě que se expresa a través de la palabra y, en consecuencia, cualquier análisis de la obra literaria es siempre lingüistico. Sin embargo, al aludir ahora al lenguaje, mé sitúo en su perspectiva más específica, en el nivel del texto como eseritura. Más allá de las peculiaridades estilísticas de un narrador, éste puede adoptar un lenguaje que res-ponda a los criterios normativos de su época. Su análisis no revelará, por tanto, aspectos destacables. En cambio, si el lenguaje utilizado tiene características «especia-les» (la gama de registros es muy amplia), entonces, su análisis sí es importante porque sólo se justificaría su presencia si funciona como un elemento más en el pro-ceso creativo. Éste es el caso de Doňa Barbara, novela en la que se pretende dar una sensación de realismo me-diante la utilización de un lenguaje marcadamente populär. El lenguaje coloquial de los personajes llaneros, la utilización de un vocabulario localista, la deformación fonética del lenguaje hablado, son algunos de los elemen- tos que caracterizan un lenguaje cuyo registro quiere acercarse de la manera más fiel al lenguaje regionalista del Llano venezolano. Este recurso no es privativo de Ga-llegos; más bien, responde a la modade la novelística regionalista que terminó abusando de los términos localis-tas y de las expresiones coloquiales, haciendo necesaria la presencia de un^ocabulario, al final de la obra, que ex-plicase el signifieädo de las numerosas palabras que el lector, que no fuese oriundo de la región en la que se am-bientaba la novela, no podia conocer. El propio Gallegos incluyó dicho vocabulario a partir de la edición de 1931. Aunque no me detenga en el análisis de ese lenguaje populär que emplea Gallegos en la novela, sí quiero seňalar que es fácil de comprobar que es una de las piezas fundamentales para la creación de determinados personajes (los personajes «llaneros» en su conjunto, o la importancia que tiene en el personaje de Marisela por oposición al lenguaje «civilizado») y que el propio narrador, que utiliza un lenguaje convencional, consigue transmitir al lector el ambiente del Llano a través de una masiva incorporación de términos localistas 9. Estructura de la novela Gallegos dividió la novela en tres partes, guardando un hotable equilibrio en el numero de čapítulos de cada una de ellas (13 en las dos primeras, 15 en la tercera). Observemos que esta estructura es la habitual que emplea Gallegos en sus novelas, ya que La trepadora, Cantaclaro, El forastero, Sobre la misma tierra y La brizna depaja en el viento, también tienen una estructura tripartita. No creo que este tipo de estructura tenga una rele- Desde un punto de vista estilístico no debe olvidarse que la prosa de Gallegos, además de esa taceta popular, tiene influencias del modernismo. 40 JOSE CARLOS GONZALEZ BOIXO INTRODUCCIÖN 41 vancia especial, mäs allä de mostrar el gusto de Gallegos por 13 ordenaciön de la materia narrativa del modo mäs tradicional, facilitando al lector la comprensiön de la historia narrada. Asi, podrfa hablarse de una especie de introducciön, desarrollo y desenlace, en corresponden-cia con las tres partes, aunque el planteamiento real de la novela no sea tan esquemätico. En cambio, los capitulos si son indicativos para co-nocef la estructura de la novela. Prescindiendo de un detalle accesorio como es que cada uno de los capitulos lleva un titulo (tambien en el resto de las novelas, ex-cepto en las dos primeras en las que los capitulos solo van iiumerados), lo que, una vez mäs, demuestra la afi-ciön del autor a los recursos tradicionales, es interesante obsefvar que cada uno de ellos forma una unidad que se relaciona con el resto. De su anälisis se obtiene el si-guieflte esquema: Linea A: La historia de Santos Luzardo. 1. " parte: caps. I, II, IV, V, VIII, X, XII. 2. a parte: caps. I, IV. 3. a parte: caps. III, V, VIII, XII. Linea B: La historia de Dona Barbara. 1. aparte: caps. III, VI, IX, XIII. 2. a parte: caps. I, III, V, VIII, XIII. 3. " parte: caps. I, IV, VII, IX, X, XIII, XIV, XV. Linea C: La historia de Marisela. 1. a parte: cap. XI. 2. a parte: caps. II, VII, X, XI. 3. a parte: caps. II, VI, XI. Linea D: Historias de ambientaciön. 1. a parte: cap. VII. 2. a parte: caps. VI, IX, XII. Los esquemas tienen el merito de la sintesis, pero tambien el defecto de la simplificaciön. Por una parte, el que acabo de presentar, nos permite visualizar los tres nücleos narrativos de la novela, pero, en seguida, hay que advertir que estas divisiones solo son posi-bles desde una perspectiva de anälisis metodolögico, ya que en la novela ni los capitulos gozan de esa apa-rente autonomia, ni las historias evolucionan de forma individual. Dona Barbara es una historia sobre el Llano vene-zolano y por eso tienen gran importancia las historias de ambientaciön (linea D) que se corresponde con la mo-dalidad de «descripciön» (enunciada anteriormente); ambientaciön que es ademäs una presencia constante en todos los capitulos de la novela. Pero Gallegos no solo interna recrear el paisaje y costumbres de una regiön, sino plantear un conflicto ideolögico (modalidad «ideo-lögica») entre la civilizaciön y la barbarie, siguiendo la conocida teoria de Sarmiento. Esta carga ideolö-gica de la novela se manifiesta tambien en todos los capitulos, y, en ocasiones, es su aspecto fundamental (cap. X, de la l.a parte, por ejemplo). Por ultimo, la modalidad de «acciön» es la que, a traves de los per-sonajes, desarrolla los temas anteriores y conforma el, mundo novelesco. De este modo, la historia de Santos Luzardo es la historia del reencuentro con sus origenes familiäres en las tierras del Llano, de su cruzada contra la barbarie (relaciön con la linea B), de su apostolado civilizador y del nacimiento de un sentimiento amoroso hacia Marisela (relaciön con la linea C). Ademäs, la: historia de Doiia Barbara es la de una venganza y un amor, y la de Marisela, la historia de una heroina ro-mäntica. El criterio que he seguido para distribuir los capitulos en las distintas lineas narrativas ha sido el de buscar los elementos que indicasen una primacia en relaciön con los tres protagonistas. En algunos casos este criterio es fäcil de aplicar, ya que el capitulo se centra exclusiva-mente en uno de los protagonistas, tal como ocurre, por ejemplo, en los capitulos II y V de la primera parte (linea A), y en el III de la primera parte (linea B). Sin embar- 42 JOSÉ CARLOS GONZALEZ BOIXO INIRODUCCIÓN 43 go, en la mayoría de los capítulos, por el propio desarrollo de la acción, las historias de los tres protagonistas apare-cen entremezcladas. Sólo en un caso (cap. I de la 2.a parte, situado en las líneas A y B) un capítulo aparece endos series, debido a su importancia en ambas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, esa interdependencia de las líneas narrativas. Asi, por ejemplo, la linea C no puede separarse de la linea A (Luzardo como educador de Marisela y el amor de ésta hacia él), ni tampoco la B de la A (el amor no correspondido de Doňa Barbara a Luzardo). Otros capítulos, aparentemente, podrían ha-ber sido incluidos en nuevas líneas narrativas, pero he preferido mantener la unidad simbólica con que Gallegos concibió su novela (por ejemplo, el cap. XIII de la 1." parte, aunque desde el punto de vista de la acción muestra el encuentro entre «Mister Danger» y Santos Luzardo, es más importante considerarlo en la linea B, ya que «Mister Danger» pertenece al grupo de personajes malvados simbolizados por Doňa Barbara). Una vez presentadas las líneas narrativas de la novela, podemos continuar analizando su estructura distin-guiendo 4qs niveles: el de la historia narťada y el simbólica. 1) Nivel de la historia narrada.— Cuando Santos Luzardo se encamina hacia Altamira, con la intención de vender la hacienda, el lector —que inicia en ese mo-mento la lectura de la novela— tiene ante sí a un per-sonaje —el ultimo descendiente de la familia Luzardo— dispuesto a sellar el trágico pasado familiar mediante el olvido de sus orígenes y la huida a Europa. Santos, sin embargo, encontrará la motivación para redimirse de ese pasado y volver a ser el fundador —el regene-rador— de una estirpe. Para apreciar la importancia del elemento «familia», obsérvese el siguiente árbol genea-lógico: Evaristo Luzardo i otros descendientes i José de los Santos José Luzardo Panchita ' 1 '-7*- Felix Santos Lorenzo Barquero Sebastián Barquero Doňa Barbara Marisela Esta saga familiar se desarrolla en tres etapas bien diferenciadas: 1 .a) Fundación de la hacienda de Altamira por Evaristo Luzardo, «en aňos ya remotos». Es la época de la «apacible vida patriarcal» y de una familia que se mul-tiplica y se enriquece. La hacienda se convierte en «una de las más importantes de la region» y asi permanece hasta los tiempos de José de los Santos, abuelo de Santos Luzardo. 2. a) La hacienda se divide entre los hijos de José de los Santos: la parte heredada por José Luzardo conserva el nombre de Altamira, la que le corresponde a su her-mana Panchita pasará a llamarse La Barquereňa. La disputa por unas tierras divisorias origina el enfrenta-miento entre las dos ramas de la familia («mataronse entre sí Luzardos y Barqueros») y la tragedia finaliza personificada en el padre de Santos Luzardo, José Luzardo, que mata a su propio hijo, Felix, y a Sebastián Barquero. Sólo quedan dos supervivientes, uno de cada rama familiar: Santos Luzardo y Lorenzo Barquero. Es en esa época, después la intentaré concretar, cuando aparece Doňa Barbara, que terminará adueňándose de la hacienda de La Barquereňa, que pasará a llamarse El Miedo. 3. a) Trece afios después de la muerte de su hermano Felix, Santos vuelve a Altamira. Es la etapa que se narra 44 JOSE CARLOS GONZALEZ BOIXO en la novela (los hechos anteriores se refieren sucinta-mente en el cap. II de la 1parte), y que culmina con el matrimonio de Santos y Marisela, episodio que se men-ciona de pasada, pero de enorme trascendencia ya que de esa forma las haciendas de Altamira y La Barquereňa (El Miedo) vuelven a fusionarse, con lo que nuevamente queda fundada la Altamira original. Para entender cómo Gallegos estructuró la matéria narrativa en DoŇA BARBARA es muy importante consi-derar que la linea narrativa fundamental es esa história doble de la familia Luzardo / hacienda de Altamira. En la novela se narra un periodo de esa história y el resto de las lineas narrativas dependen de ella. Veámoslo en el siguiente esquema: Linea B El Brujeador, Juan Primito Balbino Paiba, Pernalete Los Mondragones, Mister Danger Dofia Barbara i l Linea A Pasado de los Luzardo Santos Luzardo tiempos remotos -1898 1911- Linea C Í IPajarote [Carmelito Maria Nieves lOtros peones Marisela Lorenzo Barquero Los comentarios sobre la novela siempre han girado en torno a la oposición Doňa Bárbara-Santos Luzardo, o, lo que es lo mismo, el conflicto entre «barbarie»-«civilizacion». Qué duda cabe que esta vision es co-rrecta, ya que en relación a estos dos personajes, llenos de simbolismo, se desarrolla la acción. Sin embargo, siguiendo el esquema anterior se aprecia de manera más exacta el avance de la narración. El personaje de Santos INTRODUCCION 45 Luzardo es el centro hacia el que convergen el resto de los personajes de la novela. Todos dependen de 61, in-cluso Doňa Barbara, en función de su papel «regene-rador», que se corresponde con el nivel simbólico de la novela. Queda un ultimo punto que aclarar, el de la cronología de la história narrada. La única mención a una fecha concreta nos la ofrece el narrador al relatar las discordias entre Luzardos y Barqueros: «Fue cuando la guerra entre Espaňa y los Estados Unidos», y el momento de la muerte de Felix ocurre cuando «Habia terminado ya con la victoria de los norteamericanos la desigual contien-da». Es decir, nos encontramos en torno al aňo 1898. A partir de esta fecha es fácil deducir la época en la que se sitúa la acción de la novela. A raíž de la muerte de Felix —«Dias después, doňa Asuncion abandonaba de-finitivamente el Llano para trasladarse a Caracas con Santos»— transcurre un tiempo en que Santos Luzardo está ausente de Altamira. En 1898 tenia.catorce afios y su vuelta tiene lugar trece afios después. Es decir que su regreso tiene lugar en 1911, aproximadamente. Ese, pues, es el afio en que se sitúa la acción novelesca, de-sarrollada a lo largo de uno o dos afios más. Otros datos corroboran esta fecha. Cuando Santos se encuentra con Lorenzo Barquero se dice que éste tiene unos cuarenta aňoís, por lo que su nacimiento se sitúa alrededor de 1871, y de Marisela se dice que tiene quince afios (ha nacido, entonces, en 1896). Lorenzo Barquero tiene unos veintiséis aňos cuando nace Marisela y Dofia Barbara una edad similar (el narrador, situado en el presente narrativo, sefiala que a pesar de «haber traspuesto ya los cuarenta, era todavía una mujer apetecible»). La fecha de 1896 se acomoda bien al momento en que se sitúa la relación entre Lorenzo Barquero y Doňa Barbara (en el tiempo de las disputas entre Luzardos y Barqueros). Estas correspondencias entre las fechas evidencian el detallismo con que Gallegos construye la narración, siguiendo el modelo de la novelística tradicional de tipo 46 JOSE CARLOS GONZALEZ BOIXO INTKODVCCldN 47 realista. También pueden tener un valor simbólico, que sólo seňalo a modo de hipótesis: 1898 es la fecha clave que simboliza el fin del imperio espaňol en America; el hecho de que en torno a esa fecha se sitúe la tragédia familiar de los Luzardo puede interpretarse como el finál de una época para la clase de los mantuanos, de la aris-tocracia criolla venezolana («José Luzardo, fiel a su sangre —decía—, simpatizaba con la Madre Patria»). Por otra parte, la fecha de 1911 marca el principio del poder del dictador Juan Vicente Gómez y no puede ol-vidarse que la misión de Santos Luzardo es la de acabar con la barbarie. La novela evita cuidadosamente cual-quier referencia personalista, pero no deja de ser sospe-chosa una mención que se hace en el capítulo III de la 3." parte: «^,No sabe usted que a El Miedo no llegan circulares, porque el presidente del Estado es amigo de doňa Bárbara?». 2) Niveljimbólicg.— Para Gallegos el Llano, des-pués de que lo conociera directamente, se convirtió en la expresión más genuina del pueblo venezolano. La novela termina con estas significativas palabras: «;Lla-nura venezolana! jPropicia para el esfuerzo, como lo fue para la hazafia, tierra de horizontes abiertos, donde una raza buena, ama, sufre y espera!...» Frases admirativas de este tipo son frecuentes, lo que unido a las constantes escenas e, incluso, capítulos enteros (los del nivel D) que recrean ese ambiente, dejan bien claro que la novela es un canto lírico y épico de esas tierras. No podemos es-pecular con el resultado novelístico, en el caso de que Gallegos se hubiese limitado a esa perspectiva, porque ya no sería Doňa barbara, sino otra novela. El caso es que, en efecto, Gallegos quiso plantear en su novela un conflicto ideológico, el de la civilización y la barbarie, como expresión de la vision de la realidad venezolana y poder, asi, transmitir sus propias teorías reformistas. El tema del conflicto entre la civilización y la barbarie aparece en la novela desde la primera a la última página. y de manera tan insistente y manifiesta en sus plantea-mientos que obviaré el hacer la más minima referencia al mismo. Por otra parte, la carga ideológica de la novela motiva la aparición de análisis de confrontación con la propia ideológia de Gallegos, estudios sin duda lícitos, pero que son marginales a la novela en cuanto obra li-leraria10. Me limitaré, por tanto, a observar este conflicto ideológico como parte del proceso creador de doňa barbara. Si nos fijamos en el esquema anterior observamos que Santos Luzardo ocupa un lugar centrál hacia el que convergen el resto de los personajes. La história narrada, aunque aparentemente tiene una estructura bipolar (el enfrentamiento entre Doňa Barbara y Santos Luzardo), en realidad tiene un solo núcleo: el personaje de Santos como símbolo de la civilización. El resto de los personajes, incluido Doňa Barbara, simbolizan, al comienzo de la novela, la barbarie. En el transcurso de la narración podrá el lector apreciar cómo la civilización se impone sobre la barbarie. Asi, pueden trazarse las siguientes secuencias que dependen de la acción civilizadora de Santos: a) Regeneración del propio tronco familiar que ha llegado a su maxima expresión de barbarie con los acontecimientos trágicos situados alrededor de 1898. 10 Son varios los críticos que han apuntado las limitaciones de los planteamientos reformistas de Gallegos. No tiene en cuenta, en generál, las incidencias económicas (la aparición del petróleo venezolano, por ejemplo) y su perspectiva es en exceso teórica. Por otra parte, su modelo de la sociedad venezolana es muy conservador ya que no plantea una ruptúra del sistema social vigente en la Venezuela de su época, a no ser por una potenciación de la clase media burguesa. Si nos fijamos en Doňa Barbara, por ejemplo, puede observarse que lo que consigue Santos Luzardo es restablecer un latifundio, eso sí, bajo la impronta de la legalidad y el orden. De todas formas sería bastante injusto medir las opiniones de Gallegos desde la perspectiva de una visión política o social de carácter práctico. El suyo es un planteamiento regeneracionista sobre la conciencia colectiva de los venezolanos, un ľntento de despertar su propia dignidad. 48 JOSE CARLOS GONZALEZ B01XO IMRODUCCIÓN 49 b) Proceso civilizador de los trabajadores de Alta-mira mediante la acción ejemplarizante de Santos. Este grupo de personajes —simbólicamente situados desde el principio de la novela en el campo semántico del «bien»— sólo ven en la llegada de Santos Luzardo la presencia de un jefe que, siguiendo las leyes bárbaras del Llano, imponga su dominio sobre Dona Barbara. El proceso civilizador culmina, sin embargo, al final de la novela. Recuérdese, por ejemplo, la actitud de Antonio cuando, en un momento de desánimo, el propio Santos Luzardo se deja vencer por la barbarie. c) La educación de Marisela. En este personaje simboliza Gallegos su concepción de la bondad inhe-rente al ser humano. Su primitivismo iniciál sólo es consecuencia del ambiente de barbarie que domina el Llano y, al ser «transplantada» a Altamira, los efectos de la civilización denen un efecto inmediato. Marisela y Doňa Barbara son las dos caras de la misma moneda: ambas tienen quince aňos cuando en sus vidas ocurre un hecho trascendental, Marisela se encuentra con Santos Luzardo (encuentro civilizador), Barbarita encuentra el amor con Asdrúbal, pero, al mismo tiempo, las fuerzas de la barbarie (asesinato de Asdrúbal y violación de Barbarita) son la causa de su transformación en un personaje barbaro (ya no será Barbarita sino Doňa Barbara). d) Extirpación del mal, simbolizado en Doňa Barbara y los personajes que se sitúan en su área de influen-cia. Al final de la novela, unos han muerto (El Brujeador, Balbino Paiba, uno de los hermanos Mondragones) y otros han desaparecido (Mister Danger, Doňa Barbara). El enfrentamiento entre civilización y barbarie se hace también patente en el simbolismo del léxico y de muchas acciones particulares de la novela. Citaré algu-nos cašos más significativos: Doňa Barbara frente a Santos Luzardo; Altamira frente al Miedo; Mister Danger o Mister Peligro; el espanto del Bramador, el cai-mán que es muerto por los peones de Altamira; El Brujeador. Por ultimo, para que pueda apreciarse la importancia que en la estructura de DOŇA BARBARA tiene el simbó-lico enfrentamiento entre civilización y barbarie, haré una breve comparación con La Vorágine y Don Segundo Sombra, las otras dos novelas contemporáneas y más significativas de la corriente mundonovista. Las tres son deudoras de la célebre confrontación sarmentiana entre civilización y barbarie, pero los términos de esa oposi-ción han variado sustancialmente. Para Sarmiento, que publicaba su Facundo en 1845, eran términos antitéticos y la civilización (el tipo de sociedad europea y estadou-nidense) debía ser el modelo que se implantase en His-panoamérica para acabar con la barbarie (representada por el modelo de la sociedad rural, analizada muy ne-gativamente a causa de una vision determinista del medio natural, problemas étnicos y falta de preparación política, social y cultural). Las condiciones en que escribe Sarmiento —su lucha personal con el dictador ar-gentino, Juan Manuel de Rosas— se repiten, en cierta manera, en el caso de Rómulo Gallegos (su aventura personal tiene un cierto paralelismo ya que ambos lle-garon a ser presidentes de sus respectivos países). De ahí que, en el caso de Gallegos, nos encontremos más cerca de los planteamientos de Sarmiento. Sin embargo, para Gallegos, la implantación de la civilización no exige la desaparición de la barbarie, en el sentido de que el tér-mino «barbarie» tiene un significado distinto que en Sarmiento: si, por una parte, «barbarie» significa —co-mo en Sarmiento— caciquismo y violencia, por otra parte también tiene el valor semántico de vida natural propia del ambiente rural y, en este segundo sentido, es vista positivamente. Lo que pretende Gallegos es al-canzar un mundo utópico donde sobre la base positiva de esa vida natural se cree una sociedad perfecta gra-cias al progreso de la civilización. Se trata, en definitíva, de eliminar la parte negativa de la barbarie (la violencia). En cambio, para Güiraldes y Rivera, la civilización aparece como algo artificial, carente de autenticidad. Su 50 JOSE CARLOS GONZALEZ BOKO INTRODUCCIÓN 51 posición se decanta claramente en favor de la «barba-rie», término que, para ser más exactos, habría que cam-biar por el de «naturaleza». Don Segundo Sombra es un canto épico y lírico de la vida natural de los gauchos: cuando Fabio Cáceres acepta la hacienda lo hace con la nostalgia y resignación de quien sabe que ha perdido un modo de vida. En La Vorágine el planteamiento es aún más drástico: la selva «devoradora», con toda su vio-lencia, es un mundo que atrapa con su encanto mágico a Arturo Cova. El protagonista, a medida que se interna en la selva, va abandonando sus costumbres civilizadas, como quien se despoja de ropas inútiles, para convertirse en un hombre mucho más auténtico. La civilización, que en Gallegos se asocia al modelo de bienestar de la so-ciedad burguesa, ha pasado a ser el punto de crítica para Giiiraldes y Rivera, actitud que seguirán los narradores hispanoamericanos a partir de los aňos cincuenta. Los tres coinciden, sin embargo, en lo que podríamos llamar «utopia americana», la vision idealizada de la Naturaleza y de su poderoso influjo en la vida del hombre. La creación de los personajes Doňa Barbara sigue teniendo ante los ojos del lec-tor actual ese interes que siempre permanece en las grandes creaciones literarias. El conflicto que plantea entre civilización y barbarie, con ser el eje estructural de la obra, debe ser situado en una posición marginal res-pecto a lo que literariamente apreciamos en la novela: la creación artística de un mundo ficticio en el que cobran vida vigorosos personajes. Dicho de otra manera, los personajes nacen de ese conflicto pero alcanzan una personalidad propia que les independiza desde el punto de vista de la creación literaria. Gallegos fue un gran creador de personajes, algo que queda patente en el conjunto de su obra. En doňa barbara su capacidad fabuladora —característica de los grandes narradores— nos dejó una serie de personajes difíciles de olvidar para el lector. No creo que sea ne-cesario hacer aquí su presentación: el lector no precisa de esa ayuda y podrá disfrutar de su «existencia» en el transcurso de su lectura de la novela. Sí, en cambio, aludiré a algunos aspectos que deben ser tenidos en cuenta. Gallegos no sólo se limitó a dar vida a los personajes importantes en la novela. Con igual esmero creó a los personajes secundarios, algunos de los cuales como Mujiquita o Juan Primito podrían ser eliminados sin que la acción novelesca se resintiese. Pero, ^cómo suprimir, por ejemplo, a un personaje como Juan Primito, «gre-ňudo, piojoso», «bobo con alternativas de lunático fu-rioso», que inventa «los rebullones» y que ama a Mari-sela? En cuanto a los protagonistas, haré algunas observa-ciones. Santos Luzardo es un personaje un tanto acar-tonado a causa del simbolismo que pesa sobre él. Al encarnar la «perfeccion», muchas de sus acciones y su forma de sentir y pensar están ya tan mediatizadas que adolecen de falta de vitalidad (algo palpable en su re-lación con Doňa Barbara). No obstante, sus dudas y, sobre todo, lapérdida de confianza en su propio proyecto educador (3.a parte) contribuyen a dar vida a un personaje trazado de manera demasiado piana. Tampoco de-be'n olvidarse un buen numero de escenas en que el personaje se «humaniza» —cuando el personaje deja de funcionar a nivel simbólico— como aquella en que pre-tende que Marisela le enseňe su rostro, donde, frente al hieratismo habitual, surge un Santos Luzardo tierno e irónico a la vez: «—No me movere de este sitio mientras no me hayas dejado ver tu cara. He venido sólo a cono-certe, porque me han dicho que eres muy fea y no quiero creerlo hasta que lo vea con mis propios ojos. Me cues-ta trabajo creer que pueda ser fea una parienta mía...» (cap. XI, l.a parte). No es un personaje, pues, creado de una sola pieza. Pero, sin duda, la gran creación galleguiana es el 52 JOSE CARLOS GONZALEZ B01X0 personaje de Doňa Barbara. Existia el peligro de crear un personaje dominado por el simbolo que encarna, la barbaric Sin embargo, Gallegos consiguió crear un personaje de gran complejidad: es violenta, dominante, viste como los hombres y los aventaja en las tareas cam-pestres, pero también es un personaje que no puede ol-vidar el amor frustrado de su juventud y que, cuando encuentra a Santos Luzardo, siente renacer. De hecho, no es Luzardo quien vence a Doňa Barbara, sino que ella, purificada por el sentimiento amoroso, intenta con sus concesiones atraerlo y, al no poderlo conseguir, aban-dona la hacienda de El Miedo. Esta trama amorosa, ele-mento tradicional de la novela del siglo xix, tiene una importancia capital en DoŇA barbara ya que es la que explica el cambio de actitud de este personaje e, igual-mente, el de Marisela. También ella, enamorada de Santos Luzardo, acepta el proceso educador, no por sus valores intrinsecos, sino como consecuencia del amor. Al final de la novela nos encontramos, pues, con una solución paradójica: El éxito final de Santos no es tanto fruto de su propia acción civilizadora cuanto resultado del amor que despierta en Dona Barbara y Marisela. La propia peripecia novelesca se impone, pues, al simbo-lismo ideológico. (,Es Doňa Barbara una novela de tesis? Sin duda, pero por encima de ese planteamiento ideológico lo importante es que Gallegos consiguió crear un mundo ficticio con personajes inolvidables. El lector tiene ante si una novela «clasica», representativa de la narrativa hispanoamericana de la primera mitad del siglo xx. Se-guro que su lectura no le defraudará. Seixo, julio de 1990. Jose Carlos Gonzalez Boixo BIBLIOGRAFIA ARAUJO, ORLANDO: Lengua y creación en la obra de Rómulo Gallegos (3.a ed.), Caracas, Ediciones en la Raya, 2 vols., 1977. 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