Lectura obligatoria: Rodrigo García, Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta

Con la caída del régimen franquista llegaron grandes cambios para el teatro. El principal de ellos, y el que afectó más profundamente a la producción dramática, fue el nuevo sistema de financiación teatral, en el que pasaron a tener un papel principal las subvenciones del estado. El resultado tuvo dos caras: por una parte, el reconocimiento de autores relegados durante la dictadura, los medios económicos para poner en pie montajes culturalmente interesantes y empresarialmente peligrosos, etc. Por otra parte, los últimos veinte años se han caracterizado por la práctica imposibilidad de llevar a escena textos innovadores, que se tienen que refugiar en las pequeñas salas alternativas.