1 HUGO PORTELA GUARÍN EL PENSAMIENTO DE LAS AGUAS DE LAS MONTAÑAS COCONUCOS, GUAMBIANOS, PAECES, YANACONAS EDITORIAL UNIVERSIDAD DEL CAUCA ISBN: 958-96558-9-0 2 TABLA DE CONTENIDO AGRADECIMIENTOS 5 ELLOS SON HIJOS DEL AGUA 7 PRESENTACIÓN 8 INTRODUCCIÓN 9 CAPITULO I 16 EL ESPACIO VIVO DE LA VIDA 16 1.1. Este mundo 17 1.1.1. Bravo, salvaje, incultivado 18 1.1.2. Manso, doméstico, cultivado 23 1.2 El mundo de arriba 29 1.3. El mundo de abajo, el inframundo 34 1.4. El paisaje mítico andino 40 CAPITULO II. 45 EL AGUA, LÍQUIDO PRIMORDIAL 45 2.1.El agua, madre creadora 45 2.2. El agua está en todas partes 50 2.3. El agua y sus clasificaciones 54 2.3.1. Aguas calientes, aguas curativas 54 2.3.2. Aguas dulces y saladas 54 2.3.3. Aguas quietas pero en movimiento 55 2.3.4. Aguas en estado líquido 56 2.3.5. Aguas en estado sólido 60 2.3.6. Aguas en estado gaseoso 62 2.3.7. Aguas ariscas 62 2.4. Los guardianes del agua, “sus dueños” 63 2.5. El agua no tiene linderos, quiere estar con nosotros 68 2.6. El agua no se mezquina 68 2.7. El agua también se siembra, se seca y se resiembra 69 2.8. El agua se resacraliza para que no se acabe 70 CAPITULO III 71 TERRITORIO, AGUA Y ARMONIA DE LA SALUD 71 REFERENCIAS 75 3 Con mis padres Camilo y Luz Dary; con Lucía mi amor, con mis hijos Jorge Eduardo Sandra Carolina y Cristina Andrea, Dedico este trabajo a la memoria de mis amigos nasa: Hombres, mujeres y niños que el 6 de junio del año 1994, Inundados por lo impredecible, “lo salvaje”, Se quedaron a vivir en “el mundo de abajo” En compañía de los antigüanos, ancestros y héroes culturales Desde donde vigilan y testifican la nueva cotidianidad páez. 4 Las alegorías al agua que acompañan el libro fueron elaboradas por Jhon Ferney López Muñoz, hijo del Macizo Colombiano; a ello se debe su gran sensibilidad ante los “territorios” de esta vital porción de los Andes del Departamento del Cauca. Cuando nos empeñamos en dinamizar el texto a través de los Dibujos la tarea se hizo menos difícil porque la calidad de nativo De la cultura andina le permitió comprender lo escrito de manera Inmediata, despertando su memoria en imágenes que fue tejiendo a través de formas y colores en hermosas representaciones. Ahora Jhon es un ecólogo que no sólo comparte sino que vive Mucho de lo aquí plasmado. 5 AGRADECIMIENTOS A los miembros de las comunidades guambianas, paeces, Coconucos, yanaconas y, especialmente, a los profesores del programa de profesionalización, autores intelectuales de este libro. A los colegas y alumnos del Departamento de Antropología de la Universidad del Cauca y a los compañeros del grupo de investigaciones ANTROPOS, quienes me han colaborado y han entendido la importancia de zambullirme en el mundo andino y su gran conocimiento sobre el agua; a COLCIENCIAS por el apoyo económico a mis proyectos; y, especialmente a COLCULTURA, que me premió en el segundo semestre de 1993 con la Beca de Investigación Francisco de Paula Santander que permitió estructurar el primer borrador de este texto. A Mario Hernández, Camilo Arbeláez Albornoz, Roberto Pineda Camacho, Carlos Pinzón, Carlos Enrique Osorio, Cristobal Gnecco, Herinaldy Gómez mis amigos de siempre. A Franz Faust, con quien tengo preocupaciones afines y con quien, por diferentes vías, llegamos a interesarnos por el agua en las cosmovisiones indígenas. A todos aquellos que, de una u otra forma, hicieron posible el desarrollo de esta investigación. A mi familia y, especialmente, a la vida por acompañarme siempre. 6 Dibujo 1: Los paeces, hijos de la estrella 7 ELLOS SON HIJOS DEL AGUA “Somos hijos del agua…cuentan que un hijo llamado el cacique Calambás vino del agua, vino de la laguna Piendamú, lo alcanzaron, lo scaron y ese fue uno de los dirigentes, uno de los luchadores…nosotros decimos que somos hijos del agua porque él nos dirigió. Me parece que el mismo compañero Calambás se fue y se metió en un lago y desapareció” (voz guambiana)1 “Uno de los seres vivientes que se demoró un poco en conseguir su pareja fue nuestro padre 'estrella', nadie quería ser su pareja. El señor estrella de tanto recorrer y no encontrar mujer para esposa se estaba aburriendo mucho hasta que vio a una mujer muy bonita y empezó a conquistarla pero empezó a huir de él. Ella se llamaba 'agua '; ella vivía en lo alto de las montañas y vivía quieta en forma de laguna; cuando el señor estrella empezó a conquistarla ella comenzó a esquivarse del hombre, desde ese momento el agua empezó a correr pero su cuerpo quedaba en la laguna ... Al pasar el tiempo se entendieron a maravillas hubo mucho amor entre las parejas, el señor estrella desprendió una de sus puntas y la penetró en el ojo del agua y desde ese instante la señora agua quedó en embarazo, a los nueve meses nació el primer niño, este era nasa ... Al darse cuenta otros parientes de la estrella y la señora agua empezaron a enamorarse y así hubo varios partos y así creció la comunidad nasa porque entre diferentes parejas estrella y agua tuvieron varios hijos nasas hombre y mujer y en diferentes partos de la tierra, luego los paeces comenzaron a casarse enamorándose entre nasas de diferentes padres y sectores” (voz páez). (Véase el Dibujo 1). 1 Los textos citados como voz guambiana, voz páez, voz yanacona o voz coconuco son fragmentos de tradición oral recogidos en encuentros con miembros de esas comunidades. 2 Personas de montaña, herederos de pueblos y culturas que desde tiempos inmemoriales habitan el Macizo Colombiano. Desde 1990 se vienen descubriendo a nombre propio entre los colombianos y ya son reconocidos en la etnografía nacional (cf. Zambrano 1992) 3 Esta caracterización está basada en el informe final de la investigación “Hacia la Construcción de Planes de Salud 8 PRESENTACIÓN Después de décadas de intensos esfuerzos para entender culturas indígenas plasma el autor resultados fundamentales en este libro que describe el significado del agua en las culturas indígenas del Cauca. Los que entran a las profundidades de culturas ajenas se convierten de investigadores en aprendices. Todo miembro de la cultura supuestamente estudiada es un profesor y el científico el alumno. Un tema fijo de investigación se convierte en el mayor obstáculo en los avances de entendimiento. La misma cultura indica el camino. No hay otra alternativa que entregarse al río y este lleva al agua en las cosmovisiones indígenas, en la que se refleja el pensamiento y el sentimiento. Cuando el autor exprime sus apuntes después de muchos años de trabajo sale con el agua la esencia del pensamiento indígena. Siguiendo su cauce nos introduce a las profundidades de las culturas páez, guambiana, coconuco y yanacona y nos enseña complejos culturales esenciales que, por su valor ejemplar, son válidos para todos los que quieren entender culturas rurales de muchas partes del subcontinente indio-latino-americano. Este libro es una obra importante para la americanística; además, es interesante e informativo para todos los que quieren acercarse a un entendimiento de las culturas indígenas y campesinas del subcontinente. Franz Xaver Faust Popayán, marzo de 1999 9 INTRODUCCIÓN Nosotros existimos por el agua…que ella, si se va, vuelve a estar con nosotros…ella es eterna y quiere que existamos”. Esta afirmación de un hombre yanacona2 es muy cercana a la que hacen la generalidad de los científicos cuando aseveran que la cantidad de agua en el planeta ha sido constante desde sus orígenes y que teóricamente, es suficiente, a pesar del aumento progresivo de la población. “Si repartiéramos el agua del mundo entre sus habitantes a cada uno le correspondería el equivalente a unos 300 millones de metros cúbicos, es decir, suficiente como para llenar unos cien estadios de futbol. El problema es que el 97% de esta agua disponible es salada” ( Mans 1985:5). El 3% restante es agua dulce, porcentaje del cual depende el desarrollo de las principales formas de vida, incluyendo la humana. El 95% de ese 3% permanece en estado sólido en forma de hielo, y el 5% se encuentra distribuido entre ríos y lagos ( Simmons 1982), de tal manera que el agua potable puede ser considerada como un recurso finito y no renovable, altamente determinante para el desarrollo de la vida y de las sociedades en el planeta. Además, la suficiencia del vital líquido se encuentra mediatizada por la inequitativa distribución mundial de las aguas potables superficiales o subterráneas y, además, por la disminución continua de su disponibilidad debido a la deforestación y a la industrialización con su efecto contaminante. No obstante la necesidad que se tiene de agua la población mundial ha venido usándola indiscriminadamente, agotando paulatinamente el recurso potable, de tal manera que en un futuro muy cercano el agua será motivo de guerra en las próximas generaciones. El consumo de agua se ha multiplicado en más de 35 veces en los tres últimos siglos y para el año 2000 se tenía previsto un aumento entre el 30 y 35% ( UICN-PNUMA-WWF 1991) Colombia ha sido considerado como uno de los países de mayor riqueza hídrica en el mundo, producto de su localización geográfica en el trópico y de la interacción de diversos fenómenos geomorfológicos y climáticos, lo que determina que en un 88% del área del país se presenten zonas 2 Personas de montaña, herederos de pueblos y culturas que desde tiempos inmemoriales habitan el Macizo Colombiano. Desde 1990 se vienen descubriendo a nombre propio entre los colombianos y ya son reconocidos en la etnografía nacional (cf. Zambrano 1992) 10 con lluvias superiores a 2.000 mm. La precipitación promedio de Colombia se calcula en 3.000 mm y la evaporación media en 1.150 (Pombo, Ed., 1990). Así, el volumen de agua precipitado asciende a 3.245 km3 disponibles para escorrentía e infiltración, aspecto que determina el alto numero de cuencas hidrográficas del país. En Colombia los ecosistemas de aguas quietas o leniticos (lagos, ciénagas, lagunas y embalses) se calculan en unos 17.000 y cubren 2.680.204 hectáreas, con un volumen estimado de 175.3 kilómetros cúbicos. Los ecosistemas de aguas corrientes o loticos conforman microcuencas, de las cuales existen unas 720.000, formando una extensa red fluvial de 15.519 kilómetros. El rendimiento hídrico del país se estima en unos 58 litros/kilómetro cuadrado, superando unas seis veces el rendimiento mundial y triplicando el de Suramérica. El Cauca3 refleja de un modo paradigmático las características hídricas del país; entre los numerosos factores que lo disponen a esta riqueza hídrica es importante resaltar los siguientes: (a) la localización geográfica en la zona intertropical y, particularmente, en la zona en la que convergen diversas masas de aire que, por diferencias en sus temperaturas, originan la alta precipitación; (b) la presencia de cadenas montañosas que funcionan como barreras o trampas de estas masas de aire, contribuyendo a la precipitación; (c) la presencia de nubosidad prácticamente permanente, las continuas lluvias y las variaciones frecuentes de temperatura que determinan una menor evapotranspiración con respecto a la precipitación, con el subsecuente sobrante de agua que mantiene el ambiente altamente húmedo y permite su acumulación; (d) la geomorfología, la presencia de vegetación y las características de los suelos contribuyen a la formación de numerosas cuencas y sistemas de drenaje en los que se almacena y recircula el agua. En caso de no existir el bosque natural más del 50% del agua precipitada podría perderse por escorrentía, sin revertirse a la circulación atmosférica. Al mismo tiempo, la región refleja todos los elementos de la crisis que está alterando los recursos hídricos nacionales y mundiales. La riqueza hídrica está siendo limitada drásticamente por diversos fenómenos ambientales, sociales, culturales y políticos que han originado una relación muy inconveniente de las comunidades con la naturaleza. A manera de 3 Esta caracterización está basada en el informe final de la investigación “Hacia la Construcción de Planes de Salud con Participación Comunitaria y Procesos Democráticos”, coordinado por el autor y financiado por el Ministerio de Salud, Servicio de Salud del Cauca y Universidad del Cauca entre 1992 y 1993. Los análisis de la problemática del agua del Macizo Colombiano los dirigió el especialista Gerardo Naundorf. 11 ejemplo puedo mencionar que mientras el territorio apto para la ganadería en el país es de un 16.8% el uso actual indica que se ocupa aproximadamente el 35%. Nuestro país pierde cada año numerosos cauces menores que determinan la alteración de las microcuencas, con el consecuente deterioro ambiental y social. Pero el daño no es solamente sobre la cantidad sino también sobre la calidad del agua. A su manera, dos voces de hombres yanacona y coconuco4 , respectivamente, recrean esta problemática: “... se oyen las flautas entristecidas en los trigales de nuestro macizo, cuando toda Colombia no reconoce que nuestro Macizo Colombiano es como el corazón de todos los colombianos y tenemos todos que dar parte, para que se cuide, para que permanezca, para que no se destruya. Nosotros no tenemos la culpa si hemos cortado algunos bosques, porque como estamos tan escasos de tierras, estamos tan encuerados que si le ponemos velas a san cuerudo para que nos dé tierras, él nos va a dar tierras es en las orejas, pero nosotros en medio de eso, reconocemos que nos faltan muchas cosas, pero lo principal que nos falta es que el gobierno se concientice de que si acabamos con el Macizo Colombiano, se acaban los ríos Cauca, el río Magdalena, el río Caquetá, que si lo cuidamos habrá agua, que dentro de esos ríos va haber pescados, va haber vida, entonces no destruyamos parte de Colombia, construyamos parte de Colombia, hagamos lo posible para que esto subsista, para que esto exista y démosle recursos a los que vivimos en el Macizo Colombiano, para que lo mantengamos ...” (voz yanacona). “El ecosistema de Puracé tiene la contaminación por causa de la explotación de las minas de azufre y el río Vinagre está contaminado y contamina al Cauca, la explotación de las minas de Puracé causan destrucción de la naturaleza ... por ejemplo: las lluvias más peligrosas son las que caen la primera vez después de un largo lapso de tiempo que no ha llovido, por decir junio-julio-agosto y que ahí llueva es peligroso para los cultivos, inclusive puede dar lo de la gota y también si uno anda al descubierto pues le puede tumbar inclusive hasta el pelo, por qué?... porque estas zonas son de mucho ácido por las industrias y como las nubes recogen el agua de las cañadas, de las huecadas, entonces al caer eso tiene mucho ácido, eso también ha perjudicado en esta zona” (voz coconuco). Afortunadamente, en los foros mundiales interesados en la meta futurista de la planificación mundial la problemática del agua ha sido abordada mediante análisis y discusiones en las que se exigen tratamientos futuros distintos que, además de medidas tecnológicas5 , involucren las 4 Los coconuco fueron citados por primera vez por Pedro Cieza de León (1924) a finales del año 1539 y principios de 1540. Actualmente se asientan en los resguardos de Puracé y Coconuco, en el Municipio de Puracé. Son, en su mayoría, agricultores en el piso térmico frío y hablantes del español. 5 La gran tarea de redistribución de agua en la tierra ( a través de la desalinización del agua marina a gran escala; 12 experiencias centenarias de los pueblos en el manejo de los ecosistemas frágiles, fábricas naturales de agua. Si estas se tuvieran en cuenta en el diseño de estrategias de acción se podría frenar el desequilibrio en la disponibilidad de aguas potables superficiales o subterráneas. En el suroeste de Colombia, en la estrella fluvial que, como un gran corazón, distribuye el vital líquido por gran parte del territorio y en zonas aledañas de gran riqueza acuática se encuentran las comunidades guambianas, paeces, coconucos y yanaconas6 que están en condiciones de hacer grandes aportes en este sentido, gracias a su convicción de que lo esencial no es sobrevivir sino perdurar. Esta convicción está guiada por una cosmovisión en la que el agua ha sido de gran importancia en la búsqueda de la compresión del mundo, en tanto líquido esencial cargado de virtudes y energías que los ha convertido en fieles guardianes de la naturaleza. Para cada uno de los miembros de estas comunidades relacionarse étnicamente con su medio geográfico es convertirse en él; su razón de ser sólo se encuentra en armonía cuando ha comprendido en sus propios términos lo que la naturaleza significa en sus vidas. La relación seres humanos-medio no es, en su concepción, de tipo dominante, formal ni utilitarista7 . Por el contrario, es un encuentro inefable – difícil de explicar con palabras – en el que el único beneficiado es el ser humano, ya que el medio es una entidad superior que puede ser controlada y comprendida si se va a él con el ánimo de conocer la verdad, “su verdad”. Por eso, perdurar es equilibrio, armonía y bienestar y en su búsqueda es necesario poner en práctica, en la cotidianidad, la ética comunitaria (normatividad cultural) que guía la conducta individual, social y de relación con el entorno como sistema global de pensamiento, producto del ejercicio de control del desagüe de los ríos en el mar; estudios de factibilidad del control del ritmo y el volumen de las precipitaciones a través de medios químicos y tensoactivos que reduzcan la evaporación; transporte de icbergs hasta las plantas de potabilización en las costas) requiere un gran respaldo económico que es viable, en el modelo actual de sociedad, a través de un mercado mundial del agua. 6 Según un informe de febrero de 1992 de la División de Programas Especiales del Departamento de Planeación Nacional en Colombia hay una población indígena de un poco más de medio millón de personas, distribuída en 1.300 comunidades, 81 grupos étnicos y 14 familias Lingüísticas. Aproximadamente 150.000 de los habitantes del Departamento del Cauca son indígenas, el 17.6% del total de su población: 13.224 guambianos, 110.010 paeces, 5.344 coconucos, 20.777 yanaconas, 2.179 totoróes y eperá siapidara e inganos no desagregados en las estadísticas. 7 En contra de su normatividad cultural algunas personas en las comunidades han iniciado relaciones de dominación con respecto a sus territorios antes vedados, llegando a ellos por las necesidades generadas por la presión sobre la tierra desde un mercado desigual que no reconoce la legislación sobre resguardos y por el crecimiento demográfico de la población. 13 aprehensión y significación que se hace del cosmos para entenderlo, explicarlo y proyectarlo en las formas de relación intercultural. La normatividad cultural es socializada permanentemente por los hombres sabios - morobik (guambiano), thë'wala (páez), macuco (coconuco), curandero o yerbatero (yanacona) 8 - a través de los rituales ("ofrecimientos", "refrescamientos", "sahumerios" y "limpiezas"), siempre colectivos y sociales, con gran versatilidad en sus formas de realización, de acuerdo con las necesidades y los propósitos. En este libro se pone en evidencia la trascendencia que tiene el agua para las comunidades andinas del suroeste colombiano en la comprensión y explicación del mundo. En sus cosmovisiones se refleja la diversidad de clasificaciones (según sus energías), producto de un conocimiento íntimo del medio ambiente ( principios de distinción, clasificación y diferenciación que, operacionalizados en formas de comportamiento, garantizan perdurar en armonía con espacios geográficos agrestes). En ellas también se bosquejan las relaciones de respeto con una naturaleza vivificada que tiene energías y poderes percibidos en los fenómenos atmosféricos o en su antropomorfización, a su vez poseedores de la doctrina que tiene que ver con la ética y la normatividad cultural. En el proceso de develamiento de tal trascendencia tuve en cuenta que toda cultura existe en la medida que es dicha, hecha y ritualizada (sensu Levi Strauss 1982). En estos tres elementos se encierra una estrategia metodológica de observación etnográfica y de análisis etnológico que me posibilitó develar las formas de representación en la perspectiva emic, entendida como la capacidad de reconstruir la verdad tal y como es construida por cada uno de los miembros de las comunidades, e interpretar lo observado, es decir, la perspectiva etic. En correspondencia con este planteamiento privilegié tres elementos fundamentales observados (vividos participativamente) y analizados: (1) prácticas discursivas, esto es, mitos e historias; (2) prácticas sociales, esto es, la apropiación, uso y manejo del territorio; y (3) prácticas rituales 8 Morobik en guambiano /mor/:(oir), /morob/:(oir con la piel, sentir); es decir la persona que sabe sentir. The'wala en nasa yuwe o páez, /the'/: (viejo) y /wala/:(grande); es decir, el hombre mayor, el hombre sabio, depositario del conocimiento relacionado con la cosmovisión del grupo, el consejero político, el alquimista de las fuerzas de lo natural y lo social. También se lo llama “médico tradicional”. Al igual que los “curanderos o yerbateros” yanaconas y los “macucos” coconucos los the'wala son predestinados cultural mente por sueños y visiones de los seres en que se personifican las fuerzas de la naturaleza, como el duende. Estos sujetos agudizan y moldean sus sensopercepciones a través del insomnio, la dieta, las restricciones sexuales, el tabaco (puro y mascado) y el mambeo de hoja de coca, sintiendo en sus cuerpos unas señas que están codificadas y que guían su quehacer ritual. 14 como “limpieza”, “refrescamiento” y “ofrecimiento” en los espacios sagrados y en el colectivo social. Estos elementos me permitieron, en su conjunto, establecer las formas de significación, aprehensión y representación que los guambianos, paeces, coconucos y yanaconas hacen de su mundo, especialmente de los territorios en los que nace y vive el agua, así como las relaciones territorio-sociedad que deben establecerse para garantizar la armonía, el equilibrio y el bienestar. Para acceder a estos conocimientos y poder “participar” y “observar” estas prácticas tuve en cuenta mi experiencia investigativa previa entre las comunidades paeces 9 que me ha enseñado que es indispensable, por encima de cualquier consideración metodológica o teórica, respetar los espacios, tiempos y situaciones que la cultura tiene para el desarrollo de prácticas rituales y míticas. En consecuencia, la práctica de campo estuvo orientada por los siguientes pasos: (a) se recopilaron los mitos de la tradición escrita; los del ámbito de la oralidad se obtuvieron en los espacios “sagrados” y de gran significación para la cultura a través de la voz de las personas autorizadas para contarlos (vivirlos) en sus comunidades, grabados en sus lenguas vernáculas y, varios, en español. Posteriormente se hicieron las traducciones, comparadas después con las versiones escritas existentes. (b) se recorrieron los territorios sugeridos por ellos para conocer las diversas formas de apropiación y semantización del espacio a través de su propia visión histórica. (c) hice parte de las prácticas rituales de “limpieza”, “refrescamiento” y “ofrecimiento” relacionadas con los espacios del agua. (d) se hicieron reuniones de socialización de concepciones sobre el agua y sus múltiples relaciones mediante la tradición oral con “médicos tradicionales” y otros “agentes tradicionales de salud” en cada una de las comunidades. 9 Desde 1984 me encuentro realizando trabajos de investigación sobre los saberes médicos páez con las comunidades de los diferentes resguardos del oriente del Departamento del Cauca. 15 (e) participé en reuniones conjuntas con médicos paeces, guambianos, coconucos y ancianos yanaconas para establecer lo disímil y lo afín en las formas de significación territorial y en las concepciones sobre el proceso de salud-enfermedad. El libro se compone de tres partes: "El espacio vivo de la vida: la tierra" es una aproximación a las concepciones que guambianos, paeces, coconucos y yanaconas tienen de los sustratos espaciales de gran riqueza acuática que habitan. Después de hacer las aproximaciones particulares a cada una de ellas hice una construcción discursiva caracterizando los territorios con un eje ordenador común, la existencia de tres mundos en sus cosmografías. Cada uno de estos mundos se reseñó según sus cualidades, sus virtudes, sus pobladores míticos y sus restricciones y usos como una normatividad sociocultural que pretende ser cumplida por los habitantes para asegurar la sobrevivencia en este agreste territorio. "El agua, líquido primordial", referencia textos sobre la importancia del agua y su papel en la comprensión del mundo, producto de los procesos de reflexión sobre territorio–agua–salud expresados por los miembros de las diferentes comunidades. En este capítulo se mencionan sus clasificaciones y las relaciones seres humanos–agua y seres humanos–medio acuático que posibilitan la armonía, el equilibrio y el bienestar individual y colectivo. Finalmente, “Territorio, agua y armonía de la salud” es una síntesis de los capítulos anteriores en el que se sugiere que en las comunidades andinas caucanas estudiadas existe una disposición cultural para la salud, a la manera de una “cultura de la salud”10 , entretejida con la etnicidad; en ella los conjuntos de recursos curativos, prácticas médicas, sistemas clasificatorios, pensamientos y concepciones hacen parte de los proyectos de vida que, necesariamente, pasan por una concepción de territorio que incluye la preservación y manejo del agua y de los ecosistemas en los que nace y vive. 10 Se denomina “cultura de la salud” a aquella dimensión de la cultura de un grupo “formada por un conjunto de conceptos, valores y comportamientos socialmente definidos que son adoptados para modificar o restituir la salud y que, por lo general, buscan restablecer la relación de equilibrio entre los grupos humanos y su medio ambiente natural y social dentro de los proyectos propios de desarrollo”. Este concepto fue desarrollado por el equipo de trabajo de Carlos Pinzón y acogido por la Red de Antropología Médica, de la cual hice parte. 16 CAPITULO I EL ESPACIO VIVO DE LA VIDA11 Con los guambianos, paeces, coconucos y yanaconas, hijos paridos por la tierra a través del agua, compartí los senderos de la vida sobre los contornos de la tierra, animada y vivificada por el conocimiento milenario que ha dado la ciencia de lo concreto, alcanzándose a escuchar sus pensamientos sobre ella, relatando multivocalmente sus historias recordadas cuando se recorría poco a poco, como si cada espacio del territorio fuese grafía, símbolo o simplemente escritura, a la manera de un recurso mnemotécnico en el que "se plasman recuerdos que permiten la continuidad de la tradición oral" (Vansina 1968:49-51). Para estos grupos andinos la historia no es un abstracto sin contenido; por eso, para contarla invitan a recorrer el territorio, porque sólo así pueden recordarla. Evidenciaron del territorio las expresiones de su vitalidad y, también, de su debilidad causada; describieron los sitios de poder y fuerza, así como el comportamiento de sus dueños protectores. De esta manera muchas experiencias y muchas voces me acercaron a un territorio que es madre, que es vida y da vida. La tierra, el entorno, la naturaleza, es una mujer y las plantas, los animales, el agua y los fenómenos atmosféricos (entre otros) son manifestaciones vivas con las que se establecen relaciones de amistad respetuosa en la permanente búsqueda de la armonía y el bienestar social. El cuerpo de la madre tierra lo componen, fundamentalmente, tres partes12 : "el mundo de arriba", "el mundo de abajo" o inframundo, y uno intermedio o "este mundo". En ellas se distribuyen el poder y la fuerza, razón de la existencia de territorios "sagrados" (bravos, salvajes, incultivados) y "no sagrados" (mansos, domésticos y cultivados), sitios de imágenes y encantos, sitios de la génesis etnocultural en los que viven los muchos dueños que cuidan la madre tierra y propenden por su armonía y equilibrio. Un ejemplo de esa distribución es la relación entre lo frío y lo caliente como expresión de la energía que 11 En este capítulo se hace alusión al sustrato espacial habitado por los guambianos en el Municipio de Silvia (resguardo de Guambía); por los paeces en los Municipios de Páez (resguardos de Tóez, lrlanda y Mosoco) y Jambaló; por los coconucos en el Municipio de Puracé (resguardos de Puracé y Coconuco); y por los yanaconas en los Municipios de Sotará (resguardo de Rioblanco) y la Sierra (comunidades civiles de Frontino, El Oso y El Moral). 12 Las investigaciones sobre la cosmografía páez (Portela y Gómez 1993) dejaron en evidencia tres mundos: eeka~ (“lo que está arriba”), kwes kiwe ~ (“nuestra tierra”) y kiwe dyihu~ (“lo que está más abajo”). Sin embargo, estudios lingüísticos más recientes (e.g., Portela 1995) dan cuenta de la existencia de cuatro mundos: eeka yat~ (“el espacio, casa de los seres supremos”), ks'ya'w yat~ (“el espacio, casa de los espíritus”), kiwe nyhi yet o kwes kiwe ~ (“madre tierra o nuestra tierra”) y kiwe dyihu yet ~ (“la casa dentro de la tierra o debajo”). Los dos primeros, en la estructura que presento para estas comunidades, corresponden al «mundo de arriba”. 17 mantiene viva la tierra desde su constitución más dura (roca) hasta la líquida (agua), pasando por diversidad de estados transitorios (pantanos, barros, tierra). 1.1. Este mundo Desde una perspectiva geomorfológica puede decirse que "este mundo" ha sido moldeado por la intensa actividad volcánica y los fuertes movimientos tectónicos. Según el pensamiento andino la movilidad de "este mundo" es causada por los seres del "mundo de abajo" o inframundo. Cuando estos seres, encargados de "sostener el mundo", mueven partes del cuerpo o su totalidad para apaciguar el cansancio producido por la misma posición causan los fuertes movimientos o temblores; también se mueven bruscamente en manifestación de “desagrado” por los inadecuados comportamientos que los hombres y mujeres asumen con “este mundo” y, en ocasiones, expulsan sus fluídos corporales causando avalanchas e inundaciones13 . Así se han moldeado montañas que dan origen a climas frío húmedo y muy frío húmedo (páramo), pie de laderas con planos inclinados y ondulados, valles glaciales con formas plano cóncavas y ligeramente inclinadas, colinas con relieve ondulado con cimas amplias y ligeramente planas y superficies aluviales caracterizadas por la formación de meandros y pequeñas vegas (IGAC 1982). Los suelos de las montañas se han originado a partir de materiales geológicos muy variados: sedimentos volcánicos (cenizas) y depósitos glacifluviales, poco estructurados y limitados por roca, de buenas características físicas pero de baja fertilidad natural por su alta acidez, bajo contenido de fósforo y altos niveles de aluminio, por lo que no son aptos para explotaciones agropecuarias; su vocación se orienta a la regeneración espontánea, protección de vida silvestre, protección y conservación de fuentes de agua. Los valles glaciales presentan suelos originados de dos maneras: (a) a partir de cenizas volcánicas, caracterizados por ser profundos, de buen drenaje y buenas propiedades físicas; y (b) a partir de sedimentos orgánicos vegetales, caracterizados por ser superficiales, pobremente drenados y de malas propiedades físico-químicas. Este último tipo de suelo forma una especie de “colchón” o “esponja” de gran fragilidad, con numerosas asociaciones vegetales de especies gramíneas, 13 Este tema se profundizará más adelante en El mundo de abajo, el inframundo. 18 principalmente, en las que se acumula gran cantidad de agua que convierte al suelo en un verdadero reservorio o fábrica de agua. Estos suelos son, en general, de baja fertilidad. Los aspectos geomorfólógicos y climáticos determinan la formación de numerosas lagunas, como las de la Magdalena, Cusiyaco, Santiago, Ortiz, El Buey, Ñimbe, Piendamú, Páez y Juan Tama. Algunas de ellas dan origen a las cuencas de los ríos Cauca, Magdalena, Caquetá y Patía, considerados entre los más importantes del país. Esta característica hace conocer a esta gran región del suroccidente como la Estrella Fluvial Colombiana. En la cosmografía guambiana, paez, coconuco y yanacona "este mundo" es "bravo" y "manso", haciendo alusión a atributos de la vida y a particulares comportamientos de los seres vivos. Cuando dicen que "este mundo es vivo y da vida" le conceden la calidad de ser vivo, de manera tal que los hombres y las mujeres instauran con él una relación de ser vivo a ser vivo, como de "hijos a madre". 1.1.1. Bravo, salvaje, incultivado Los bosques, las altas montañas rocosas y/o cubiertas de hielo (nevados), los páramos, los abismos, los cañones, las “huecadas”, las lagunas, las chorreras o cascadas (caídas de agua desde peñas de aproximadamente 200 metros de altura, como las de Alasana y Auca, que caen al cañón del río Guachicono), las cuencas de los ríos, los ojos de agua, en general todas las fuentes de agua, se ubican en los territorios bravos, salvajes, incultivados, no domesticados y sagrados, concebidos como morada de seres míticos o dueños de la naturaleza, portadores de poder y lugares de origen en los que se regenera la fuerza vital. En ellos la naturaleza reacciona ante la presencia de personas desconocidas. "Allá se defiende la misma naturaleza y las lagunas son las encargadas de defenderla, haciendo poner bravo al páramo" (voz yanacona). Es difícil establecer una delimitación clara entre los espacios clasificados como sagrados y los salvajes, puesto que conservan en común una escasa intervención humana, la norma de no construir habitaciones sobre o cerca de ellos y puesto que se les atribuyen poderes positivos y negativos especiales. Los modos de utilización observados permiten pensar que una diferencia fundamental se encuentra en que, siendo ambos espacios de mucho respeto, los sagrados son significados positivamente como lugares para el saber chamánico, como morada de los ancestros, como lugar de origen de los héroes culturales (en los que existe una 19 socialización que invita a acceder a ellos mediante rituales especiales), mientras en los salvajes el respeto se torna más en temor y sus significados más en el sentido de siempre evitarlos, restricción que no incumbe a los morobik, thë'wala, macucos y curanderos ("médicos tradicionales"). Esta forma de clasificación de espacios que, por un lado, invitan al acceso y, por otro, lo evitan, contiene implícita la valoración de que, a pesar de las diferencias de apropiación, deben conservarse, tal como lo expresa la clasificación que diferencia los espacios cultivados y los no cultivados (Gómez y Portela 1993). Estos espacios son extremadamente fríos. Sin embargo, esta categoría de frío difícilmente puede ser homologada únicamente con el concepto de temperatura que conocemos; más bien, corresponde a una definición de las culturas andinas en las que todo lo que significa perdida o falta se relaciona con frío. Es en estos espacios donde las personas pueden perder energía, pueden perder espíritu. En la cosmovisión elaborada a partir del diálogo recíproco seres humanos-naturaleza circulan categorías presentes en los ciclos de la naturaleza como expresiones vitales de los seres y la cosas. Entre ellas se diferencian “hielo”, “fresco”, “espíritus”, “virtud”, “poder”, “pta’ndz”14 , que hacen referencia a la trayectoria y la circulación de energía. Frío y calor, especialmente, expresan un sistema dialéctico en el que, aunque denotan estados opuestos y complementarios, son interdependientes y constituyen una unidad. Estas categorías han sido tratadas en la literatura antropológica como expresiones cualitativas de los fenómenos: "no tienen relación con la temperatura, cuando menos no en los términos de correspondencia forzosa" (López 1975:17). Pero los hombres sabios diferencian en su cateo ("escucha sensorial" o alucinación, "ver", "conocer", como especialistas de la sensopercepción) variaciones de circulación energética. En esta perspectiva, las categorías obedecen a una lógica de lo sensible y deben analizarse en los contextos históricos, sociales, culturales y geográficos de las comunidades. Las manifestaciones de frío y calor, con sus pérdidas y excesos, como no-vitalidad y vitalidad, en 14 pta’ndz es una categoría importante y compleja en la cosmovisión páez; indica amenaza al medio ambiente, al individuo, a la comunidad, y está latente en todo el territorio. 20 todo los aspectos que conforman la cosmografía indígena (incluído el cuerpo humano como naturaleza y su proyección), son reconocidos como «las señas». Se puede afirmar que estas tienen que ver con la energía cósmica del mundo andino y que, tanto en sus manifestaciones como en sus significados, participan de los fenómenos de la naturaleza y de los aspectos de la sociedad. En el territorio "bravo, salvaje e incultivado" "no entran los cristianos" (entiéndase como imposibilidad de establecer casa permanentemente). "Son sitios en los que las personas poco caminan" y si quieren caminar deben hacerlo "en silencio, no reírse duro, hablar pasito y no caminar tan rápido, ni gritar", acompañadas del médico tradicional15 que va conversando y concertando con los dueños de la naturaleza que él ve gracias a la agudización de los niveles de sensopercepción alcanzados por el mambeo de coca o la ingesta de plantas medicinales que le permiten la comunicación con la naturaleza. Otras alternativas para lograr el permiso de acceso tienen que ver con la realización de los rituales de ofrecimiento y refrescamiento, previamente a los recorridos. En esta región se encuentra selva andina, sub-andina y zonas de páramo. La presencia de una nubosidad prácticamente permanente y las continuas lluvias y las variaciones frecuentes de temperatura determinan que la evapotranspiración sea mucho menor que la precipitación, con el subsecuente sobrante de agua que mantiene el ambiente altamente húmedo y permite su acumulación en la zona. Estas características y la barrera física del cordón montañoso, que retiene las nubes en el sector, determinan la alta pluviosidad en la zona. Los registros pluviométricos oscilan entre 2.000 y 5.000 mm anuales, encontrándose valores anormales de hasta 10.000 mm. (Espinal y Montenegro 1963). Estos sitios son frecuentados, especialmente, por los morobik, thé'wala, macucos, curanderos o por quienes se inician en el conocimiento chamánico, por ser los que tienen el conocimiento y el 15 Los hombres sabios de las comunidades han sido denominados “médicos tradicionales” en una traducción imprecisa puesto que, además de oficiar como comuneros con todos los derechos y deberes que les asigna la sociedad, son los consejeros en los diversos planos de la cotidianidad, son los alquimistas de las fuerzas de lo natural y lo social. 21 poder para hacerlo. Por ser sitios portadores de poder son los preferidos por estos hombres sabios para el encuentro con la dimensión “secreta” de la naturaleza; en el diálogo con esta dimensión logran y afianzan sus conocimientos. Conocen la naturaleza sólo a través de ella, contando con aliados: seres míticos, coca y plantas bravas nativas de las grandes alturas, de lo más lejos, lo más sagrado, cerca del agua o con el agua, fuente de mayor poder -los sitios sagrados. Continuando con el territorio “bravo, salvaje e incultivado” debo decir que otro “espíritu” que habita las partes altas, las lagunas, los páramos, los volcanes y las partes retiradas en el mundo yanacona es jucas, el dueño de lo silvestre; en algunos sectores del Macizo es el mismo mohán. Este “espíritu” controla a los pescadores y cazadores. “Si las personas hacen una determinada actividad, por lo menos ir a truchar con demasiada frecuencia o ir a cazar, surge este espíritu que controla esta situación” (voz yanacona) a través de visiones (sueños) que advierten un castigo que se hará efectivo si no cumplen con las normas culturales relacionadas con la extracción de recursos, porque su exceso niega oportunidades a otros comuneros. Esos recursos tienen un dueño: “Una vez fue un señor que era muy pescador, siempre pescaba, o si no cogía patos, entonces un día pescó, cogió un pato y lo llevó en una mochila bien cosida, luego después de hacer un recorrido la mochila estaba vacía a pesar de que estaba bien cosida, o sea que no era ningún pato sino que era el espíritu que se estaba representando en ese pato... también se dice que en las lagunas que hay demasiada trucha, también hay una trucha que es demasiado grande y entretiene al pescador... tampoco es una trucha sino el espíritu que está haciendo que se haga ese control de que no se siga pescando en demasía. También se dice que en cuanto a la caza de animales de danta o de venados también surge lo mismo cuando se está cazando demasiado, porque ahora que recuerdo. Decía mi abuelito que, esos animales de los páramos estaban marcados no...ese espíritu le da un determinado número de animales para que sean cazados pero que otros no los deja cazar. También cuando se caza demasiado, surge una danta que es tan grande que en un sitio muy alejado, pues empieza a... a botar llamas por la boca. También dicen los de Paletará, que en los tiempos de semana santa o de cuaresma, se van a buscar los ramos, y la naturaleza reacciona, esto mismo también pasa en el Macizo Colombiano” (voz yanacona). Además del jucas, que se encarga de los animales y de los territorios, están “sus colaboradores”, encargados “del control social para que no haya una desmedida en las cosas” (voz yanacona). La duenda, compañera de jucas, también llamada “la puma”, es soñada como una mujer hermosa con senos muy grandes que engaña a los niños, a los hombres solteros y a los que permanecen 22 mucho tiempo en lo caliente; además, atrae a los caminantes que andan por los páramos: “Si un hombre no resiste esta tentación y se acerca a esta mujer ella muestra su verdadero carácter y se vuelve fiera felina que mata al hombre. Estas mujeres son protectoras de las montañas y también están muy relacionadas con la circulación de agua. La leche de sus senos puede causar las crecidas inesperadas de los ríos” (Faust y Hofer 1995:6). El duende se encarga de los niños muy juguetones y los controla haciéndoles maldades; los muy enamorados son controlados por la duenda y el guando (que es un espanto) “controla para que la gente no camine mucho por la noche” (voz yanacona). En los páramos también se encuentra “la viuda”, colaboradora de la duenda en el control de los muy mujeriegos; es una mujer vieja vestida de negro que asusta a la gente. Además, en los páramos se reúnen las brujas. “La sociedad blanca dice que es mito y leyenda, pero para nosotros no, la gente blanca no valora... viendo que eso no es mito, es la realidad” (voz guambiana). Para los coconucos la “madre agua” es la dueña de las lagunas y los peces que viven allí. Son frecuentes los cuentos de pescadores avisados por la “madre agua”; el contravenir sus normas produce escalofríos y sudor frío. “La madre agua” se manifiesta como una gran culebra o como una hermosa mujer. A ella se agregan “la madre monte o soledad de monte”, que reina lejos del llano y de la huerta, siendo la dueña de las plantas silvestres que esconde o posibilita a los macucos el encuentro de las plantas medicinales; “ella pierde su dominio cuando los humanos modifican la vegetación de una zona” (Faust 1989:47). En los territorios sagrados se gesta la sabiduría; en ellos reposan el poder y la doctrina y moran los héroes culturales que hacen historia con la gente para, posteriormente, regresar al seno de la laguna desde donde continúan siendo fundamento de la vida social, la cultura y la etnicidad: “Somos hijos del agua...cuentan que un hijo llamado el cacique Calambás vino del agua, vino de la laguna Piendamú, lo alcanzaron, lo sacaron y ese fue uno de los dirigentes, uno de los luchadores...nosotros decimos que somos hijos del agua porque él nos dirigió, me parece que el mismo compañero Calambás se fue y se metió en un lago y desapareció” (voz guambiana). La concepción sobre el agua ("detenida" y almacenada en las altas lagunas, asociada con piedras, peñascos y rocas, como fuente de vida, poder y saber) se encuentra difundida en estas comunidades 23 indígenas y en toda la región andina y evoca los lugares de origen de los seres humanos, de los pueblos16 . Los trabajos etnográficos dejan en evidencia que para el mundo andino suramericano los territorios con esta características son considerados como sumamente peligrosos y fieros: “Aunque tienen una cara positiva, por ejemplo, las vertientes de agua son tan salvajes que no hay que acercarse a ellas sino con grandes precauciones; pero a la vez en estos lugares se enseña a la gente a cantar o tocar... son peligrosos, pero a la vez fuentes de energía y riqueza desmesurada... este carácter, a la vez fiero y fecundador, que tienen tantos lugares sagrados hace que la gente los trate como diabólicos ... tienen un poder genésico, no sólo por haber engendrado a los pobladores actuales sino también por el poder generador de los muertos en general, y su intervención imprescindible en la agricultura ... no todos los lugares sagrados se comportan de forma tan 'salvaje'. Algunos son guardianes, sea de casas familiares, sea de una comunidad entera, y son, por lo general, benévolos, velando por la prosperidad de los que le tratan bien y castigando a los que no se comportan debidamente. Estos ejercen un poder no tanto genésico sino 'ordenador'” (Bouysee-Cassagne y Harris 1987:44-45). El territorio sagrado, de acuerdo con Polia (1988:85), es una interpretación nuestra de lo que piensan los indígenas sobre los espacios "encantados" y "poderosos". En español la nominación "sagrado" expresa, parcialmente, el significado que ellos atribuyen a estos espacios y se alterna con el uso de términos como "virtudes" y "espíritus", que son "las fuerzas de los genios tutelares de los lugares, siendo incumbencia del curandero evocar la virtud de los lugares y volverla activa" (Polia 1988:85) . 1.1.2. Manso, doméstico, cultivado Geomorfológicamente este territorio se ubica en dos unidades fisiográficas: las superficies de colinas con suelos originados en cenizas volcánicas y las superficies aluviales. Las primeras están afectadas por solifluxión, deslizamiento y acumulaciones; son de buenas cualidades físicas con limitaciones en sus características químicas, como lo son todos los suelos originados en cenizas 16 Los aymará de Perú y Bolivia designan como lugar primigenio a la Isla del Sol del lago Titicaca o Tiwanaku; su nombre aymará, Taypi Qala, significa “la piedra central” (Bouysse-Cassagne y Harris 1987:19. Para los incas el Collasuyu, una de las cuatro reparticiones de la tierra (Wachtel 1973), ubicada al sur, debía su nombre a los indígenas colla. Colla significa “cosa salida del agua” y por esta zona se originaban los pueblos. En esta región se encuentra el lago Titicaca, el lugar de origen de donde Wira Cocha trajo el sol, la luna y las estrellas. 24 volcánicas. Las superficies aluviales se presentan, básicamente, en la formación de vegas y tienen suelos de profundidad variable pero, generalmente, superficiales debido a la presencia de afloramientos rocosos. Presentan buen drenaje pero reacción fuertemente ácida; se pueden utilizar para la protección de la vida silvestre y algunos cultivos de pancoger. Las comunidades andinas poseen sus propios conceptos sobre el ordenamiento cronológico: diferencian los ciclos climatológicos (régimen de lluvias, de secas), las temporadas de actividad, las de contemplación y, haciendo parte de estas, también los tiempos de los ancestros y los seres espirituales. En consecuencia con ese ordenamiento desarrollan sus actividades cotidianas y la agricultura: preparan los terrenos e incluyen la deforestación cuando las necesidades lo exigen, siembran, deshierban y cosechan los cultivos (plantas domesticadas), constituyéndose esta actividad en un proceso de "amansamiento" de "este mundo". En el territorio "manso y doméstico" se cultiva y se "siembran las personas al territorio". Después del nacimiento de los niños las placentas deben ser "sembradas"17 bajo las tulpas del fogón, en el espacio donde ocurre el parto, con el propósito de que la mujer no reciba frío; lo que sucede a la placenta puede suceder a la madre o al recién nacido. Si la placenta se siembra fuera de la vivienda sin remedios calientes y en un ambiente húmedo la madre y el niño pueden ser atacados por el frío. En cambio, dentro de un ambiente fresco no se correrá ese riesgo: la placenta sigue estando unida, simbólicamente, a la madre y al niño; lo que le suceda repercute en ambos. Hay partes del cuerpo que tienen su correlato con el árbol. En el caso de los paeces de Jambaló: “…se siembra una parte que estuvo asociada con el cuerpo del niño; la placenta se siembra como un árbol y se espera que lo que le suceda a la placenta le suceda al niño. Si se le evita el frío al enterrarla y al cubrirla de brasas el niño no recibirá frío. Sólo sembrándose se mantiene la vitalidad metafórica; si se pudre se pierde la vitalidad, el niño morirá” (Portela et al.1988:168). 17 Cuando se siembra algo es porque se espera un resultado, se siembra un elemento que potencia vitalidad. Por ejemplo, se siembra una semilla para que germine y nazca una planta. Para conocer similitudes frente a lo que se hace con la placenta en otros pueblos del mundo véase Tibón (1981:62-78). 25 En Tierradentro Alto18 la placenta es sembrada fuera de la vivienda, al lado izquierdo; se hace un hoyo y se entierra con plantas medicinales calientes. De esta manera se regresa el frío a la sección simbólica que corresponde (la izquierda) y, además, se tiene contento al duende, que tiene que ver con lo terrenal, lo cultivado, lo culturizado19 . Un hombre y una mujer del mundo andino caucano se identifican con el territorio en el que fue sembrada su placenta: “yo soy del sitio donde tengo enterrado el ombligo” (voz guambiana). En el proceso de adecuación de terrenos para la agricultura se reduce lo salvaje, a la vez que, al deforestar, se aleja más la montaña. Poco a poco se reducen los espacios de poder, se doméstica y se desacraliza. Este es el procedimiento más usual de “amansamiento” del territorio. Lo salvaje se hace cristiano a través del bautizo: “...para aplacar el ímpetu de la laguna se hizo necesaria la intervención de un cura que utilizó el bautizo; la laguna le dijo al sacerdote que ella no se “retiraría”, simplemente se calmaría” (Cerón 1990:37). Según los antepasados, “se tenían que llevar unos elementos como sal o aguardiente para colocarlos cerca de las lagunas y los páramos; esto se haría para amansar esos lugares” (voz yanacona). Sin embargo, en los territorios mansos hay enclaves de poder, tanto como en su periferia: “…en ellos hay sitios y lugares donde no puede vivir la gente y para entrar en ellos tenían que hacer una especie de curación y refrescamiento... los territorios mansos son donde uno, donde la mano del indígena ha intervenido, adonde todo el mundo puede pasear, puede andar, puede cultivar... eso es lo que es más o menos para el territorio guambiano... En el territorio manso la persona puede entrar sin ningún problema... creo que de pronto ese conocimiento que se practica en páez también se puede hacer en el sector yanacona y coconuco” (voz guambiana). 18 Comprendido por los resguardos de Lame, Chinas, Swin, Mosoco y Vitoncó, con una población indígena que mantiene vigente sus tradiciones culturales. 19 Los paeces hacen los siguientes comentarios en relación con el frío, hielo y duende: “Cuando nace un niño el duende, desde que le huele el hielo, se pone más bravo, cuando está dando luz, cuando huele eso... la mujer menstruando es que produce hielo, el duende no consiente que tiene hielo”. Por eso se tiene que cumplir con los rituales de enterramiento de la placenta y “la suciedad” del parto y de la menstruación con remedios calientes. 26 En la búsqueda del equilibrio el frío extrae calor aumentando el frío; el calor, en la búsqueda de equilibrio, extrae frío aumentando el calor. Por eso las personas deben estar “frescas” o “refrescadas” (léase equilibrio entre frío y calor), estado que se logra permaneciendo en las alturas medias; es allí donde se encuentran los espacios cultivados y domesticados, permitiendo la vida al indígena en un asentamiento permanente con sus cultivos de frijol y maíz, productos básicos de la alimentación, y con sus animales domésticos. Pero no sólo en las alturas medias se rotura para el cultivo; también en las zonas más frías o más cálidas se hacen huertas familiares que deben ser visitadas temporalmente en épocas de siembra y cosecha, previos rituales de “ofrecimiento” y “refrescamiento” (antes y después de acceder a los territorios fríos y calientes), ya que deben estar lo menos expuestos a excesos de temperatura para evitar los desequilibrios en el medio ambiente y el cuerpo humano: “En la parte fría están las plantas calientes y en la parte caliente se encuentran las plantas frías, como al contrario del clima; así mismo, las personas que viven en las partes altas se cree son las personas de sangre caliente y las que viven en la parte baja son de sangre fría ...ese es el problema que si uno se mete a una parte caliente, el calor tan tremendo que siente; lo mismo pasa con la gente de tierra caliente, si sube a ese frío, qué frío tan tremendo el que siente” (voz yanacona). Existe, pues, una movilidad del indígena por la diversidad de pisos térmicos, aprovechando recursos potenciales, dejando en evidencia un uso microvertical del suelo generalizado en el mundo andino (Murra 1975; Oberem 1981; Langebaek 1987; Mejía 1990). Este uso microvertical del suelo, en el caso de los paeces, conserva su vigencia debido a la conjugación de tres factores: la persistencia ancestral de formas de apropiación de los recursos naturales, la conformación de resguardos con disponibilidad de tierras en los diversos pisos térmicos y la existencia de formas jurídicas propias de distribución de tenencia de la tierra (adjudicación de parcelas familiares, tierras comunales y zona de reserva). En el espacio territorial de lo cultivado se organiza la mayor parte de la vida social y económica. La tierra de cultivo para las parcelas familiares constituye la fuente principal de autoabastecimiento; en las tierras cultivadas en común la producción se orienta a satisfacer 27 necesidades comunales, fiestas patronales, sostenimiento del cabildo. De los bosques comunales se extrae la materia prima para la construcción de la vivienda, casa del cabildo, puentes, arreglo de caminos. Para el usufructo de estas tierras en sus diferentes niveles se impone el sentido de pertenencia y adscripción étnica. El uso microvertical del suelo para los cuatro grupos indígenas considerados en este libro ha ido entrando en crisis: “Al no disponer de terrenos suficientes para poder llevar a cabo un manejo de La tierra de acuerdo con su tradición cultural los indígenas se ven forzados a desplazarse cada vez más hacia las partes más altas, último refugio de vegetación primaria, animales silvestres y de seres espirituales, que con el miedo y el respeto que inspiran cumplen con la función de ayudar a controlar el uso y a conservar estos frágiles ecosistemas” (Muñoz; y Paredes 1995:68). “A pesar de que el indígena tenga mucho amor a la naturaleza ha seguido con una gran deforestación por la falta de tierra” (voz yanacona). En ese nuevo proceso de amansamiento a través de la deforestación se han causado estragos al ecosistema, los suelos se han vuelto más vulnerables y la climatología es impredecible: “Los tiempos de lluvia de verano son diferentes; uno no se puede confiar en que en tal tiempo tal vez va a llegar la lluvia. Por eso también se han tenido que cambiar los tiempos de siembra y los tiempos de cosecha” (voz coconuco). Cuando no es posible el amansamiento de nuevos territorios el excesivo amansamiento de los actuales los convierte en sustratos espaciales erosionados cuyas aguas se alejan más y la tierra se vuelve pobre e incultivable y la gente debe desplazarse a otros lugares; las regiones se vuelven inhabitables. Domina, entonces, lo bravo, lo “no amansable”, lo “incontrolable”, la tierra sin gente, sin cultivo. En la concepción andina no es posible garantizar la armonía, el equilibrio y el consiguiente “sano bienestar”, individual, familiar y colectivo si el territorio es muy “bravo” o muy “amansado”. Pero nada mejor que la narración de un hombre yanacona para recrear esta situación: “Las comunidades indígenas de la Sierra hace cerca de diez años éramos desconocidos, éramos los ruanudos, frianos que llegamos de un territorio en la parte más alta a ocupar, 28 digamos, la tierra caliente; entonces se comenzó a llamarse los frianos y los calentanos, se comenzó a dar esa diferencia entre unos y otros. De pronto la gente de lo caliente empezó a discriminar al que venía de lo frío; siempre decían los frianos porque hablan mal, porque visten mal, porque son unos ruanudos; siempre se descriminaba de ese punto de vista; quizá la misma educación o el mismo modelo de la escuela también se le decía no... es que usted debe hablar así, si usted no habla así… indio bruto, indio tonto ... desde esos parámetros de pronto, eso no lo puede decir uno, pero de pronto nuestros papás, nuestros vecinos, nuestros tíos, pueden decir cómo fue la situación que ellos vivieron ¿ .... qué ha sucedido ? ¿Por qué ellos se vinieron hace unos tantos años? Por decir unos treinta o cuarenta o más años... porque la tierra alta, o en el clima frío, no había el territorio suficiente; más que eso, la productividad era baja y de pronto nosotros nos atrevemos a dar como una hipótesis de decir que de pronto se vinieron porque de pronto alguien salió de lo frío y se consiguió una compañera de clima caliente y de pronto se comenzó ese nexo familiar y de pronto detrás de él, del que salió, fueron saliendo otros más, ya fueron encontrando más relaciones interpersonales en la parte de clima cálido, en la parte baja, formándose pequeños grupos de personas que venían de clima frío, o sea de indígenas. Nosotros también decimos lo siguiente, qué más fue lo que hizo que salieran de los territorios donde antes ocupaban... la necesidad económica porque ... y eso trajo muchos problemas ... la gente salió de su territorio con aspiraciones de quedarse en la ciudad o de ir a buscar mejor sustento ... tomó camino para el Valle, tomó camino para Armenia o al Huila y eso trajo una gran cantidad de problemas, como problemas sociales, por decir algo el indígena que antes salió con una mentalidad de trabajo ya regresó con una mentalidad diferente de decir no, es que yo me visto así, uh... yo ya me avergüenzo de colocarme una ruana, me avergüenzo de hablar de esta forma, entonces ya cambió sus patrones culturales que traía, los cambió a medida que fue saliendo de su territorio ... mirando un poco más de lo nuestro, o sea de las comunidades de la Sierra... nosotros no estimamos el territorio como tal ... el territorio para nosotros debe ser productivo, nosotros lo explotamos con un fin económico ... no con un fin de respetar esa tierra... de pronto sin mirar qué consecuencias nos trae, nos puede traer, sino que el territorio ... como se dice vulgarmente ... por las buenas o por las malas da, si no nos da así tenemos que abonarlo o tenemos que fumigarlo, o colocarle una cantidad de elementos, para que esa tierra dé... entonces nosotros lo miramos es con un fin netamente económico y eso ha llegado a traer consecuencias como la destrucción ...el problema no está muy arraigado en La Sierra pero de pronto sí en la parte más alta que no es comunidad indígena pero es comunidad campesina, donde no tenemos una conciencia ... donde cerca a las riberas de los ríos, por decir algo, en La Sierra el río San Pedro, que ya era un río caudaloso cuando uno era niño y hoy el río ya no es caudaloso, ya es un simple riachuelo ... en unos años puede quedar seco, y ese es el que distribuye el agua a muchas veredas, por la siembra de cultivos ilícitos, que hoy nadie está controlando eso, que esa misma producción de cultivos ilícitos se le ha hecho perder en los territorios de las comunidades indígenas la autoridad ... el gobernador ya no puede decirle vamos a ... o respétenme como autoridad o yo digo como gobernador que se haga lo siguiente ... en ese preciso instante le están sacando su revólver o pistola o le están colocando su tiro. Hoy las autoridades indígenas que antes se manejaban por allá perdieron su respeto; entonces miramos que nuestro territorio está mal por muchos y muchos inconvenientes que antes anotábamos... La gente de nuestros territorios ve la necesidad de agua y sus recursos pero no hace nada por remediarlos ... los indígenas por 29 tradición valoran sus recursos pero el problema es que la carencia de tierras es presente; entonces de todas maneras el indígena tiene que avanzar hacia la montaña. Las nuevas generaciones vuelven sus parcelas en retazos y avanzan cada vez más hacia el páramo por la necesidad de supervivencia ya que no hay otras formas de sustento” (voz yanacona). 1.2 El mundo de arriba Este es el mundo de lo genésico, de lo creador; en él flotan las "sombras", "los espíritus", energías que alguna vez estuvieron materializadas en "este mundo", en forma de personas, animales y plantas, y que son sentidas por los sabios; ocasionalmente se manifiestan a través de fenomenos de la naturaleza que, inicialmente, son interpretados por estos y hacen parte de la gran semiología de la cultura. Los testigos más evidentes y tangibles de la energía cósmica y su regulación son los seres celestes: el sol, las estrellas y la luna. Para los paeces en «el mundo de arriba» existe otro mundo, el de los espíritus, en el que se encuentra el gran espíritu (ksya'w wala), creador principal masculino y femenino. De este espíritu se crean otros hijos espírituales, como el sol; a su vez estos crean la tierra, los seres humanos, los animales, los minerales y los astros que se conciben como sus nietos. Por último, crean los hijos menores, llamados yu'k hi' pmenas (tapanos): "En los primeros tiempos no había tierra, ni gente, sólo existía ks'a'w wala, ‘gran espíritu’. Este espíritu era a la vez masculino y femenino; así se reproducía así mismo y de ahí otros espíritus como el ekthe', ‘sabio del espacio’; el trueno, t:iwe yase, ‘nombrador de la tierra’; weet'ahn, ‘el que deja las enfermedades en el tiempo’; el kl'um, ‘duende que controla el ambiente’; el daat'i, ‘espíritu del control social’; s'i, ‘espíritu de la transformación’; tay, ‘el sol’; a'te, ‘la luna’; weh'a, ‘viento dueño de la atmósfera’. Esos son los hijos mayores de ks'a'w wala, ‘gran espíritu’, los hijos mayores se reprodujeron y originaron las plantas, los animales, los minerales y crearon a un hijo especial llamado nasa, ‘el ser humano’ (gente). Todos estos espíritus mayores y menores vivían unidos, tenían un sólo idioma, el nasa yuwe (lengua páez), y sabían muchas cosas; unos eran cantores, otros artesanos, otros chamanes, consejeros, músicos y agricultores, entre otros ... Antes ks'a'w wala tenía una casa grande; allí vivía con los demás espíritus mayores. Los hijos mayores deambulaban permanentemente por todas partes porque no tenían lugar fijo donde vivir. Un día ks'a'w wala les dijo que tenían que construir su propio hogar, donde vivir cada uno; entonces estos se transformaron en personas e hicieron sus casas en diferentes lugares por separado” (voz páez). "En un comienzo vivieron en conflicto, Tay ‘sol’ con sus rayos los quemaba, sek era una persona muy amable, conversaba con la gente, el problema era que quemaba a la gente con quien hablaba; entonces decidieron cogerlo y enviarlo al espacio donde vive ahora. En ese lugar lo enterraron; después salió y se vino rodando hasta llegar a la tierra ... la gente lo 30 volvió a coger para devolverlo a su lugar y al pelear se dividió en dos pedazos; de la cintura hacia abajo se enterró en la tierra y se convirtió en fuego originando los volcanes para ponerse en contacto con el espacio y de la cintura hacia arriba se fue a su lugar donde vive ahora y desde allí continúa mirándonos (ver Dibujo 2, sección superior) ... el agua lo inundaba todo; al ver esto ks’a’w wala los orientó para que se unieran en uno solo y así formaran un solo hogar; así lo hicieron, y al unirse continuaban reproduciéndose en animales, hombres, vegetales, minerales, machos y hembras, para que continuaran reproduciéndose y generando más vida. Como la tierra era débil, gelatinosa, entonces las piedras hembras y machos se juntaron y se reprodujeron para que la tierra fuera más firme» (ver Dibujo 2, sección inferior derecha) ... De esta manera se formaron cuatro casas y cuatro caminos: la casa principal del ks’a’w wala, la casa de los hijos mayores y la casa de los hijos menores, en donde vivían los Nasa, los animales, los vegetales y la casa de los yu’khipmenas, ‘los tapanos’, hombres sin rabo, los que viven bajo la tierra” (voz páez). (Ver Dibujo 2, sección inferior izquierda)” El k’dul, “condor”; el meweh, “rey de los gallinazos”; el s’uita, “armadillo”; y el The’, “médico”, entre otros, conocen el camino para llegar a las cuatro casas porque entienden el idioma para comunicarse con los seres que viven allí20 20 . Para los paeces el mundo que está muy arriba es el mundo habitado por el sol, las estrellas y la luna. El sol es sek atsya, "dios de energía caliente"; la luna, a'te fyndze, "dios de energía fría", en relación importante con los ciclos del desarrollo de la vida; las estrellas y las constelaciones son hijos primarios de sek y a'te y, como hijo de la estrella, el héroe cultural Juan Tama que fue engendrado por ella en la alta laguna que luego llevó su nombre. Las plantas y los animales son sus hijos secundarios (Dibujo 3) 20 Mito recogido por Marcos Yule, etnolingüista páez del resguardo de Toribio ( Osorio, Ed., 1994) 31 Dibujo 2: El origen del mundo páez 32 Dibujo 3 : Genealogía páez El padre Castillo i Orozco (1877), en el diccionario páez-castellano que escribió entre 1735 y 1750, hace referencias a concepciones sobre el sol que no se han podido constatar en la memoria colectiva actual: 33 “Itaqui; esta palabra significa el sol, a quien estos paeces, a semejanza de los incas, tuvieron algún tiempo por Dios. Hasta ahora no he podido desarraigar de algunos indios la costumbre que desde entonces tenían de decir, al despedirse Itaqui Piticá, que quiere decir, id con el sol, o en compañía del sol… Itaqui finó, asiento o plano de la casa del sol que estos indios paeces tienen por tal, hai dos de estos asientos cerca del pueblo de Tálaga y en la Cima de Taravira con una longitud de más de dos cuadras… la tradición es que en estos asientos daba respuestas el sol, afirmándoles que en dicho lugar había baile, que fuesen a hallarse en él, allá corrían...” (Castillo 1877:58). Sobre las estrellas existen varias referencias en la oralidad actual, en las que se asocian con la paternidad de los paeces; una de ellas es su padre: "Uno de los seres vivientes que se demoró un poco en conseguir su pareja fue nuestro padre estrella, nadie quería ser su pareja; el señor estrella, de tanto recoger y no encontrar mujer para esposa, se estaba aburriendo mucho hasta que vio a una mujer muy bonita y empezó a conquistarla pero empezó a huir de él. Ella se llamaba agua; ella vivía en lo alto de las montañas y vivía quieta en forma de laguna. Cuando el señor estrella empezó a conquistarla a ella comenzó a esquivarse del hombre; desde ese momento el agua empezó a correr, pero su cuerpo quedaba en la laguna ... al pasar el tiempo se entendieron a maravillas, hubo mucho amor entre la pareja; el señor estrella desprendió una de sus puntas y la penetró en el ojo del agua y desde ese instante la señora agua quedó en embarazo. A los nueve meses nació el primer niño; este era nasa” (voz páez). En la lengua nasa se reconoce como pu's a un grupo de estrellas que se asocia con los ciclos agrícolas y con ciertos estados del cuerpo humanos, de igual manera que la luna. El grupo de estrellas ubicado en el momento en que el sol se sitúa a las 9 de la mañana coincide con junio y es la época de la deshierba; así, con la posición de las estrellas se establecen las épocas apropiadas para la quema, siembra y cosecha. Cuando el grupo de estrellas coincide con el espacio en el que el sol se dispone a alumbrar el mundo de la oscuridad es el mes de octubre. En otro tiempo cualquiera podía visualizar el grupo de estrellas y luego, con cacho, se comunicaba a los demás y se festejaba. Cuando la luna está como "una astillita de paja", a'te luts, "luna niña" o luna nueva, se siembran plantas que no crecerán mucho pero sí pueden dar fruto rápido. En esta luna se matan los parásitos de las plantas, animales y personas; como la luna es niña, débil, se cree que los parásitos también, y por eso se pueden morir más fácilmente. Cuando los niños no crecen se aprovecha esta luna para "fuetiarlos" con los cogollos del mejicano para hacerlos crecer más rápidamente. Y así como la 34 luna va creciendo, la gente también. Cuando las personas nacen en la luna a'te tandy, "luna redonda", crecen más rápido y son más fuertes; se deben sembrar las plantas que florecen y, especialmente, el maíz. Pero cuando nace un niño en la luna menguante, "más gecha, mas madura", a'te thë'sa, mucho mejor, más fuerte, más sano para el trabajo. Según los coconucos el mundo de arriba es habitado por la luna y el sol, encargados de la regulación de la energía para el desarrollo de la vida y, sobre todo, del crecimiento y desarrollo de los seres vivos. Para los yanaconas el sol y la luna están arriba y, después de alumbrar "este mundo", pasan al inframundo, giran alternadamente: cuando en este mundo está el sol y es de día en el de abajo está la luna y es de noche. Como común denominador en las comunidades andinas del Cauca el sol da calor y es frío y la luna, cuando crece, se calienta a costa de todo lo demás, enfriando al mundo (Faust y Hofer 1995:4). 1.3.El mundo de abajo, el inframundo El mundo de abajo es lo que no se ve porque está bajo la tierra; en él hay agua21 y se puede acceder a él través de cuevas en la tierra (entre los yanaconas, urco significa cerro con cuevas que conducen a lagunas subterráneas)22 , huecadas o depresiones (localizadas en las partes mas bajas de la topografía pero, también, en las partes altas por donde brota agua), ojos de agua, nacimientos y lagunas: "Aquí en Guambía donde está, mucho antes la tierra era bien plana como una mesa. Y apareció entonces el Pedro Urdinales que hizo inundar todito con el agua, por lo cual toda la gente y todos los animales se subieron al plano; más el peso de tantos y tantos la loma se arrancó y vino a dar a este punto lejano” (citado por Hernández de Alba y Tumiñá 1965:107). 21 Igual concepción tienen los pueblos de los Andes centrales, quienes ven flotando la tierra encima de un mar. Entre los grupos amazónicos lo subterráneo es acuático y entre los coyaimas y natagaimas del Tolima existe el mismo pensamiento (cf. Faust 1989). Los mundos acuáticos en las profundidades pertenecen a la cosmología de la mayoría de los indígenas del subcontinente (Dreyfus 1963; Baldus 1968; Roe 1982; Sherbondy 1982; Cipoletti 1983; Sullivan 1989). 22 Los sistemas de túneles subterráneos pertenecen tanto a la mitología de los Andes ( cf.Sherbondy 1982:4-8) como de la amazonia ( cf. Gebhart-Sayer 1987:85) 35 El plano era el sombrero guambiano (Ver Dibujo 4): "... este sombrero era el mundo, que flotaba sobre el agua. De las estrellas cayó un rayo, una luz que pegaba en el sombrero. Así duró varios días y la gente tuvo miedo, pues pensó que la luz podía romper el mundo y el agua entraría por el hueco e inundaría la tierra” (Dagua et al. 1998:218). Dibujo 4: El origen del mundo guambiano 36 Dibujo 5: La puma Algunas narraciones de yanaconas del resguardo de Pancitará dan cuenta de la existencia de fuerzas naturales que pueden provocar que este mundo de la vuelta hacia abajo, como ocurrió en épocas pasadas. Los pobladores recuerdan en sus memorias diluvios como el del pueblo de Almaguer, con un único testigo: la iglesia de San Francisco. Este hecho fue atribuído a la puma (responsable de las avalanchas, crecientes y diluvios) que exprimió sus enormes senos en manifestación de disgusto por 37 las actitudes de los seres humanos que no tuvieron en cuenta las normas culturales, inundando «este mundo» con lo salvaje, con lo sagrado, como para volver a empezar (Dibujo 5). En esta perspectiva el origen del relieve es explicado por el desplazamiento de las aguas a los niveles normales después de los diluvios; el agua fue moldeando la tierra, dando forma al relieve actual. Estas conceptualizaciones se evidencian también en relatos de los grupos andinos peruanos ( Baer 1984:222) El mundo de abajo es semejante a "este mundo" (kiwe nyhi yat entre los paeces) habitado por los pijaos, quienes al llegar los conquistadores españoles rehusaron el impositivo bautizo, prefiriendo enterrarse vivos con todas sus pertenencias. A los sitios donde se encuentran sus restos se les denominan "guacas de pijao", siendo las señales más tangibles de una edad pretérita, "antes de Dios", que trasciende en tiempo originario el mundo cristiano, develándose la conciencia histórica que tiene el grupo de que su origen no es cristiano y de que su existencia es antes de dios, antes del dios cristiano (Urrutia 1991:6). Estos antepasados, además de habitar el mundo de abajo, viven también en los territorios sagrados, salvajes e incultivados de «este mundo» a donde no llegan los seres humanos, compartiendo su lugar con los espíritus de los niños que murieron sin el bautizo. Compartiendo con los pijaos el mundo de abajo se encuentra la gente pequeñita (nasa letsy kwe entre los paeces) o gente sin rabito que se "alimenta del vapor de las comidas". Son varias las referencias que existen a este respecto en el Cauca. Entre los yanaconas de la parte alta del municipio de Sotará y del resguardo de Pancitará, en el municipio de La Vega (Cerón 1990:18), existen los tapanos (tapa-ano=ano tapado) o "tapujos", que son los dueños de los armadillos y en su mundo es de día cuando en "este mundo" es de noche y viceversa: “En el sitio denominado 'La cueva del diablo' (en el resguardo de Vitoncó), esto queda dentro de una roca, allí salían unos animalitos, o sea que salía ganado de la profundidad de la roca hacia la superficie, salía mucho ganado, sólo ganado en una noche se veía blanquear de puro ganado, los lameños paraban a recoger el ganado,mientras que los de allí mismo no lo hacían, pero si lo estaban llevando los del otro lado, solo los de Lame lo estaban llevando todo el ganado y por eso los lameños fueron ricos. A los vitonqueños no los dejaron criar, apenas veían salir un ganado inmediatamente lo recogían, así siguieron llevando el ganado todo hacia Lame. Por un hueco de la roca entraban también las personas y entraban llevando cuatro hachones (velas largas), para ir alumbrando por un camino que era muy oscuro, cuando se acababan dos hachones llegaban a otra superficie (a otra tierra), donde vivían personas muy pequeñas que tenían mucho ganado. Alcanzaron 38 bajar a ir hacia la otra superficie tres veces. En esos viajes el Santo Tomás lo acompañaba siempre, iba junto con las personas de acá, cuando bajaron allá a la profundidad, vieron personas pequeñas, por ser tan pequeñas no tenían fuerza para coger el ganado ni para sacrificar. Entonces como Santo Tomás iba junto, como ahora también, que cuando se invita, pues acompañamos de uno al otro a cualquier viaje. Las personas pequeñas contaban a los visitantes, nosotros queremos coger un ganado y sacrificar pero nosotros no podemos, para que no bajan ustedes para que ayuden, a los visitantes cuidaban dando caldito de gallina y todos sentaban a la comida, pero ellos dejaban el plato de comida en el suelo y solo quedaban mirando hacia abajo, cuando estaban mirando solo hacia abajo sin comer los de acá pensaban porque será que no comen mientras que los de acá comían. Entonces la gente de acá le avisaron a Santo Tomás, porque será que no comen, Santo Tomás le preguntó ¿por qué no comen?, si nosotros comemos, pero así echando la comida en la espalda cuando ya está frío, ellos con echar la comida en la espalda quedaban alimentados, entonces Santo Tomás dijo: ¿por qué no comen?, será que no tienen por donde cagar ... dijo ... yo les abro para que puedan comer, ustedes comida tienen pero no tienen culo (ano) por donde cagar dijo Santo Tomás, respondieron ellos bueno, pero eso ha de ser muy caliente, entonces respondió Santo Tomás no, eso no es caliente y comenzó a calentar el hierro en la candela, con ese hierro que calentó y ahora si dijo agáchense y lo pasó destapando el culo a todos, en un rato dejó a toda la gente con que cagar. Decían que la gente de acá siempre viajaba hacia el interior de la roca y ellos permanecían agradecidos, una abuelita o viejita permanecía siempre sentada donde terminaba la bajada, remendando cobijas viejas, ella miraba, pero decía: ustedes que andan haciendo... que dicen, los que iban a visitar respondían: a nosotros nos dio por venir a pasear unos vinimos. Alrededor donde estaba sentada tenía un poco de gargantillas regadas en el suelo, unas gargantillas gruesas de color rojo, antes existían de cargar nuestras abuelas, yo también la conocí eran esas. Como ella permanecía cerrando los ojos, los que iban para allá aprovechaban en recoger y traer para acá. Dicen que alcanzaron ir y regresar bien por tres veces, por cuarta vez es que se fue una mujer en embarazo, alcanzó bajar bien y ya iba subiendo otra vez asomando de nuevo en el hueco y la mujer embarazada dijo: no decían que las mujeres embarazadas no podíamos bajar, como yo baje y subí, y vengo otra vez. Hasta allí llegó esa mujer, se convirtió en piedra quedando tapado el hueco de la roca para siempre” (voz páez). Entre los yanaconas de Río Blanco los tapanos viven debajo de la tierra en una gran laguna subterránea. En el submundo se encuentran los que sostienen este mundo y son los causantes de sus grandes transformaciones a partir de los diluvios y de los temblores o terremotos. Entre los guambianos “Pedro Urdinales” es el encargado de producir las grandes inundaciones desde el fondo de la tierra; lo hace por el enfado que le causan los seres humanos por la desatención a las normas sociales y culturales que rigen su comportamiento, especialmente con el medio ambiente. No se sabe cuál es la norma desatendida que da origen a este enfado o si las rupturas son acumulativas; lo claro es que es una decisión impredecible. Para los yanaconas la puma causa, con el simple acto de exprimir sus senos, las inundaciones con 39 características de diluvios, borrando “este mundo” y dando paso a los seres de abajo como habitantes en un nuevo renacer, permitiendo a los que estaban en “este mundo” vivir en “el submundo”. Al igual que sucede con Pedro Urdinales la decisión de la puma de inundar y borrar este mundo es difícil de predecir y es causada por el malestar que le produce el inadecuado comportamiento de los seres humanos con el espacio vivo de la vida. Entre los paeces el mundo es sostenido por Santo Tomas, término del santoral cristiano traído por los doctrineros españoles y redefinido por la cultura paéz, asignándolo a la personificación en piedra de una fuerza relacionada con los movimientos de la tierra, pero también con el endurecimiento de la tierra cuando recién se formó. Los temblores son causados por Santo Tomás al mover partes de su cuerpo para apaciguar el cansancio producido por la misma posición de su cuerpo al sostener "este mundo". La intensidad y fortaleza del movimiento depende de la parte del cuerpo que se mueve: si son los hombros los movimientos de la tierra son tan fuertes que pueden causar grandes transformaciones en su geomorfología; si son los dedos de las manos o de los pies los movimientos son menores; y si se mueven las uñas23 se producen los movimientos que frecuentemente se suceden en este territorio de origen volcánico. La tierra en sus inicios "era muy blandita, agua barro: lodo" (voz páez). Mediante la capacidad de Santo Tomas de convertirse en piedra y transformar en piedra a otros seres convirtió en piedra a los habitantes del submundo que iban saliendo a la superficie, para que la tierra se fuera apretando24 . 23 El movimiento de una uña por sí sola es imposible si no va acompañada del movimiento de un dedo. Con la afirmación “movimiento de las uñas” hay un nivel de exageración como una forma de producir significación. Véase “Santo Tomás hace temblar la tierra” (Gómez y Ruiz 1997) para más detalles del rol de Santo Tomás en la cultura páez y, especialmente, las reflexiones acerca del tratamiento cultural de los eventos impredecibles. 24 Drexler (1996:11) indica que la noción de piedras vivas y animadas es muy importante en el pensamiento amerindio. Según Roe (1982:21, 127) en la mitología de los campa, canelo quichua, jivaro y makusi hay piedras que se asumen como transformaciones de caracteres míticos, seres protohumanos e imperfectos. Especialmente entre los canelo quichua los rumí, “piedras de almas” que contienen el tiempo mítico, juegan un rol sobresaliente: in filo tempore eran gente que pobló el mundo antes de la creación y antes del diluvio (véase Whitten 1976:42, 62). Al principio de este mundo ocurrió con frecuencia una petrificación universal. Entre los mapuches el ser primordial manquian es transformado en piedra (Sullivan 1989:716). En los Andes las piedras sagradas son los nawpaq e inca, seres ancestrales petrificados por el sol en el momento de la llegada del primer día; es aquí donde encontramos la localización de huacas en piedras representando el cuerpo sacrificado de héroes ancestrales transformados en piedras (Sullivan 1989). Los aché tratan de encontrar y adquirir “piedras de alma” que contienen los espíritus de los ancestros y de seres sobrenaturales poderosos (Clastres 1972:131). Entre los krahó (Sullivan 1989:543) ocurre una metempsicosis de las almas de los muertos que durante su metamorfosis asumen forma de piedra. Además, existen relaciones entre “piedras mágicas” y el chamanismo suramericano (Sullivan 1989:403,409,418,712,825,837). Así, el chamán delos matsiguenga adquiere varias “piedras-tabaco” protectoras de un hombre “invisible” durante su iniciación; estas piedras también existen como figuras antropomorfas de madera (Baer 1984:122-123). Entre los camayura existe gente de madera; mavutsiné creó los primeros hombres tallándolos del tallo de camiuva (Zerries 40 El mundo de abajo aparece como lugar de origen y vida, de poder genésico para los guambianos, paeces, coconucos y yanaconas, quienes afirman que los futuros pobladores de "este mundo" serán los que habitan el mundo de abajo: "Decían que se revolcaba la tierra y salían los que estaban debajo de la tierra y que se hundían los que estamos como ahora" (Cerón 1990:18). 1.4. El paisaje mítico andino El territorio es la semantización que los grupos humanos hacen del espacio físico-geográfico en el que viven . El proceso de aproximación al territorio se puede comparar con el hecho de recorrer un camino "...que conduce desde la objetividad fotográfica de un paisaje humano hasta las complicadas estructuras mentales y significativas que le sustentan y le hacen humano" (García 1976:13). El cosmos de los guambianos, paeces, coconucos y yanaconas se concibe como una estructura en la que, armónicamente, se dispone la multiplicidad de elementos igualados u opuestos que la componen. Es como una escritura en la que, además de leerse una señalización y una orientación, también se leen las relaciones con la historia, los antepasados, los ancestros, sus "deidades" y "héroes culturales", a la manera de un entramado de signos y significantes basados en referentes concretos que ven y sienten todos los individuos y sin los cuales no habría significado. El territorio de las comunidades indígenas en mención se encuentra mayoritariamente dominado por el agua y el bosque y se caracteriza por condiciones topográficas agrestes. En esas comunidades prima una cultura rica en principios de clasificación y diferenciación que, operacionalizados, permiten el desarrollo humano y le dan sentido a su vida y a su etnicidad. Esos grupos han descubierto en la naturaleza la energía que, como un mundo espiritual, les sirve para soportar y vitalizar su cultura. Por esta razón las sociedades indígenas han podido establecer relaciones armónicas con el medio ambiente. 1973). 41 Dibujo 6 : Paisaje mítico Dibujo 6: Paisaje Mítico En su cosmografía los tres mundos25 configuran, a la manera de una red, la unidad del 25 Es necesario reiterar que el mundo en tres niveles (“el mundo de arriba”, “este mundo” y el “mundo de abajo”) es común a los cuatro grupos indígenas estudiados. Aunque entre los paeces el mundo de arriba se subdivide en dos 42 espacio-territorio (ver Dibujo 6) que da sentidos particulares a los diversos mundos; estos adquieren todo su sentido sólo en sus múltiples relaciones a través del discurso especializado que tejen el morobik, el thë'wala, el macuco y el curandero en sus prácticas rituales. Los tres mundos se encuentran conectados y articulados, constituyendo una unidad territorial y entre sus fronteras se hallan los espacios de mayor poder y espiritualidad. La frontera entre "este mundo" y el de "arriba" o entre "este mundo" y el mundo de abajo la constituyen los bosques, las altas montañas pobladas de vegetación o con afloraciones rocosas y/o cubiertas de hielo: los nevados, los páramos, los abismos, los cañones, las huecadas, las lagunas, las chorreras o cascadas, las cuencas de los ríos, ojos de agua y toda fuente de agua. Es así como la asignación espacial arriba, medio y abajo no tiene que entenderse siempre en sentido literal. El eje en torno al cual giran los tres mundos está constituído por la producción del saber–poder que nace de la relación trueno26 -ancestros-lagunas: el trueno (antropomorfizado en pishimisak, duende, pantasma negra y jucas), terrestre y celeste a la vez, se erige como poder y sabiduría desde el centro de las altas lagunas; los ancestros, desde el fondo de las lagunas, son conocedores del mundo, héroes culturales encargados de la socialización de la normatividad cultural; y las lagunas son las fuentes de vida. Por eso los hombres sabios que han recibido su poder y sabiduría se desenvuelven en los tres mundos, recuperan y recrean su unidad, los recorren permanentemente, física y/o mentalmente. Formando parte de los tres mundos y circulando bidireccionalmente (izquierda-derecha-izquierda, abajo-arriba-abajo) están el frío y el calor, cuyo equilibrio (los no excesos de frío o calor, lo “fresco”) surge del uso social que hacen los indígenas del territorio a partir de su clasificación, interpretación y operacionalización a través de normas. En esta perspectiva “lo bravo”, “hieloso”, “pta’ndz”, “auca”, son categorías que en los universos indígenas indican, recuerdan y anuncian la para formar cuatro sólo hago alusión a tres mundos con el propósito de comparar y encontrar correspondencias. En este sentido, una aproximación a la complejidad y riqueza de estas múltiples relaciones simbólicas requiere un mayor tiempo de investigación; por eso privilegio aquellas representaciones que, aunque cotidianas, no son por ello menos complejas. 26 El trueno es una de las deidades principales en la mitología de los indígenas surarnericanos; es considerado como el más poderoso de los “espíritus. ayudantes del curandero (Faust 1989). Entre los coconuco es el espíritu “más fregado” (difícil y peligroso) para trabajar con él. En el trabajo con los macucos (hombres sabios) este tema es tabú; sin embargo, se dice que en el cerro de Cushma los macucos buenos lo invocan ...”invocan la tempestad”. 43 amenaza potencial porque son estados de desarmonía; cuando las personas los sienten suponen que hubo ruptura del equilibrio y que, por lo tanto, son la materialización de la sanción. La verticalidad de los tres mundos en la cosmografía indígena es una unidad. En su horizontalidad esa unidad se encuentra diferenciada en dos secciones, una izquierda y una derecha, articuladas por un punto central, indicador del equilibrio, la armonía y el bienestar. Al hacer una extrapolación al cuerpo humano también encontramos una sección izquierda y una derecha, con la coronilla como punto central marcador de equilibrio. Esas secciones quedan en evidencia cuando se disponen, material y simbólicamente, los elementos que constituyen la parafernalia para los rituales de limpieza y refrescamiento. Al lado izquierdo están las señas que indican bienestar, la energía "positiva": el sol, el páramo, lo salvaje, los ancestros, el trueno, las plantas bravas, los animales de sangre caliente, el morobik, el thë'wala, el macuco, el curandero, el río que corre de derecha a izquierda sacando la suciedad (el mal) del territorio. Al lado derecho está la luna, las plantas frías, el médico que no trabaja bien, la seña que indica no-bienestar, el exceso de lo bravo, hieloso, pta'ndz, auca, algo así como la energía "negativa". El trueno es el habitante del centro de las lagunas, la expresión del poder, la fuerza y la sabiduría. Los que se inician como macucos van al encuentro con la “pantasma negra” en las altas y frías lagunas, invocándola: es el trueno, el espíritu de la tempestad, del saber, del poder. En las partes altas (dicen los indígenas) es donde más caen los rayos, "buscando las guacas" o entierros precolombinos. Los taitas, los morobik, van al encuentro con el "hermano" trueno en las partes altas, como en la laguna de Piendamú, donde, antropomorfizado como pishimisak, "gran dios", imparte las enseñanzas. Entre los paeces la persona que ha sido cogida por el trueno ("que ha sido juetiada por el trueno") y ha sobrevivido es seña de que puede ser thë'wala porque se contamina del poder del trueno, que sino mata da poder de vida27 . El trueno pasa de dador de poder y sabiduría a guardián de la norma por medio de su 27 Entre los aymará todas las creencias que acompañan a los “tocados por el rayo” los designan como seres fronterizos, siendo probable que de esta situación liminal provengan sus poderes para comunicarse con los diablos, con los cerros, el rayo mismo, las almas y los pachamama. “Soy amado por Dios porque no me mató (el rayo)... por esta razón empecé a actuar como mago. Pero primero aprendí a leer la coca” (Bouysee-Cassagne y Harris 1987 :46). 44 antropomorfización en pishimisak, duende y jucas que se desplaza por estos territorios ("siempre está el duende", "tienen duende"); es por eso que para adentrarse en esos territorios, para recorrerlos o extraer parte de sus recursos, cada persona debe realizar previamente rituales de refrescamiento y ofrecimiento al trueno con el propósito de reiterar normas relacionadas con el uso racional de los recursos y las acciones de reciprocidad. A través de las visiones y los sueños el duende encausa al individuo en la búsqueda de sabiduría y poder: poder como capacidad de conocer, sabiduría como capacidad de orientar la vida colectivamente y en equilibro con la naturaleza. Cuando se revela como un hombre muy adulto con su jigra llena de plantas medicinales le indica a la persona que lo ve que será “medico tradicional” y que debe ir en busca de un thë'wala para que lo encamine en la búsqueda de los secretos y conocimientos páez relacionados con la etnoecología, la etnobotánica, la cosmografía, es decir, la cosmovisión (sustento de la ética), la normatividad y la tradición cultural. El arco (iris) vive en las orillas de las lagunas pero se desplaza desde allí a todos los lugares del territorio en los que existe agua: ríos, quebradas, ojos de agua y charcos. El arco es el puente entre los espacios sagrados- salvajes y los no sagrados-cultivados pero, a la vez, como fenómeno celeste, produce relaciones entre "el mundo de arriba" y "este mundo". El arco, moldeado por el sol a través de los cristales de la llovizna, puede causar irritaciones en la piel a las personas que se dejan lloviznar ("miao de arco"), a manera de ronchas, vesículas, máculas y prurito. El arco puede hacerles "botar familia"28 a las mujeres embarazadas que no se guardan en su casa cuando está presente. 28 Para los aymará “el lugar más peligroso es el pie del arco; es decir, la región donde se confunden los colores desdoblados del prisma, la tierra y el cielo” (Bouysee-Cassagne y Harris 1987:25). El arco es un habitante de los territorios andinos suramericanos. 45 CAPITULO II. El agua, líquido primordial El agua es vida, da vida, es madre creadora, es líquido primordial, es genésico, está en todas partes y en muchas formas, tiene sus guardianes, "sus dueños", quiere ser de todos, no se puede mezquinar, se puede sembrar y, sino se cuida, se puede secar, quedando las comunidades sólo en el recuerdo de la historia. En este capítulo afloran las reflexiones que hacen los guambianos, paeces, coconucos y yanaconas sobre el agua en sus propios términos. Así, nos zambullimos en el líquido primordial con las percepciones que los miembros de estas comunidades tienen de él y de sus múltiples relaciones. 2.1.El agua, madre creadora Para los guambianos: "Primero era la tierra y las lagunas... grandes lagunas. La mayor de todas era la de Piendamú, en el centro de la sabana, del páramo; como una matriz, como un corazón. El agua es vida. Primero era la tierra y el agua. El agua no es buena ni es mala; de ella resultan cosas buenas y cosas malas. El agua es vida, nace en las cabeceras y baja en los ríos hasta el mar y se devuelve, pero no por los mismos ríos, sino por el aire por la nube. Allá arriba con la tierra y el agua, estaba él-ella. Era el pishimisak, que también ha existido desde siempre: todo blanco, todo bueno, todo fresco. Del agua nació el arco iris que alumbra todo con su luz; allí brillaba, el pishimisak lo veía alumbrar. Dieron mucho fruto, dieron mucha vida. El agua estaba arriba, en el páramo. Abajo se secaban las plantas, se caían las flores, morían los animales. Cuando bajó el agua todo creció y floreció; retoñó toda la hierba y hubo alimentos aquí. Era el agua buena. Antes en las sabanas del páramo, el pishimisak tenía todas las comidas, todos los alimentos, el-ella, es el dueño de todo. Ya estaba allí cuando se produjeron los derrumbes que, arrastrando gigantescas piedras, formaron las guaicadas ... Pero hubo otros derrumbes. A veces el agua no nacía en las lagunas, para correr hacia el mar, sino que se filtraba en la tierra, la removía, la aflojaba y entonces caían los derrumbes. Estos se produjeron desde muchos siglos adelante, dejando grandes heridas en las montañas. De ellos salieron los humanos que eran la raíz de los nativos. Al derrumbe le decían pikuk, es decir, parir el agua. A los humanos que allí nacieron los nombraron los pishau. Los pishau vinieron de los derrumbes. Llegaron en las crecientes de los ríos. Por debajo del agua venían arrastrándose y golpeando las grandes piedras. Por encima de ellas, venían el barro, la tierra; luego el agua sucia. En la superficie venía la palizada: ramas, las hojas, los árboles arrancados y, encima de todo, venían los niños, chumbados. Los anteriores nacieron del 46 agua, venían en los restos de vegetación (shau) que arrastra la creciente. Son nativos de aquí, de siglos y siglos. En donde salía el derrumbe, en la gran herida de la tierra, quedaba olor a sangre. Es la sangre regada por la naturaleza, así como una mujer riega su sangre al dar luz a un niño. Los pishau no eran otra gente, eran los mismos guambianos, gigantes muy sabios, que comían sal de aquí, de nuestros propios salados y no eran bautizados. Ellos ocuparon todo nuestro territorio, ellos construyeron nuestro nupirrapu, antes de llegar los españoles. Era grande nuestra tierra y muy rica. En ellas teníamos minas de minerales muy valiosos, como el oro que se encontraba en Chisquío, en San José y en Corrales. También maderas finas, peces, animales del monte y muchos otros recursos, que sabíamos utilizar con nuestro trabajo para vivir bien. Grande, hermosos y rico era nuestro territorio. Los españoles lo fueron quitando, recortando nuestro derecho, hasta arrinconarnos en este corral de hoy: el resguardo” (Cabildo del Pueblo Guambiano 1994:17-19. Evocando hechos pasados los viejos yanaconas recuerdan relatos de los más antiguos: la gente que estaba debajo de la tierra, en el inframundo acuático, salía cuando se revolcaba y se abría la tierra y la gente que estaba en él se hundía: "El mundo viejo ... decían ... que cuando moría el mundo había de voltear ... que se voltiaba el mundo de abajo para encima y que los que estaban de abajo del mundo que esos estaban ya purificados, que salían sanos porque más antes había sido un respeto único" (voz yanacona). Para los paeces: "Cuentan que no fue hijo de mujer alguna, que el cacique de ellos era un hijo que nació digamos de la estrella... hoy día se conoce como Juan Tama de la estrella ... Una estrella cayó en el río que está pasando por el resguardo en la parte alta de la montaña; en el nacimiento dicen la estrella cayó allí y los indígenas no nos dimos cuenta o los que vivían en esos tiempos no se dieron cuenta y pasó un tiempo cuando la tierra, el arroyo reventó y llevó un mundo de tierra; entonces esa tierra iba bajando lentamente, los que vivían, nuestros antepasados tuvieron curiosidad, ¿por qué ese mundo de piedra iba yéndose por el camino donde circulaba el río? entonces nuestros antepasados se reunieron a mirar, a observar donde iba el alud de piedra corriendo y cuentan que cuando ese alud de tierra pasaba donde ellos estaban mirando en el sitio donde lo atajaron, una parte estrecha pá mirar qué, porque cuentan que iba un... digamos una choza, una canasta, no, no canasta sino algo de muchas ramas como entretejidas y allí lloraba un niño, dice que lloraba un niño y ellos sintieron curiosidad y se reunieron más personas y reunieron sogas intentaron enlazarla, entre todas la lograron enlazar y amarraron otro palo, sostuvieron esa especie de nido donde se oía ese llanto, entonces lograron sostener y el agua pasó, todo el alud de tierra y quedó allí esa cuna, entonces se fueron a destaparlo y dicen que había solamente un gusano más o menos a la 47 longitud de un mexicano, una victoria de ese tamaño" (voz páez). (Ver Dibujo 7). Dibujo 7: El nacimiento del Cacique 48 Dibujo 8: la avalancha del río páez “Entonces dice que solamente tenía los ojos y la boca y ellos tuvieron temor de ese ser viviente, entonces quisieron arrojarlo al agua pero ellos pensaron: ¿qué pasará sin nosotros no lo dejamos ir y después lo queremos echar o despacharlo, qué pasará? Sintieron valor y dicen que lo llevaron pero el llanto era semejante al llanto de un niño; y entonces ellos sentían curiosidad porque el llanto era semejante al de un niño, entonces lo llevaron a la casa y dicen que había una madre de familia que no hacía mucho tiempo que había tenido bebé y lo 49 empezaron a hacer mamar a él, ese animal empezó a consumir la leche de esta señora pero dice que a los tres días esta señora murió pero ese monstruo, ese animal empezó a cambiar que se fue formando la parte de la cabeza, donde estaban los ojos y ellos sintieron más curiosidad de ver que parecía el rostro o la parte del cráneo de ellos, de uno mismo. Entonces buscaron otra señora y rápidamente hicieron amamantar a este animal digamos porque todavía no era niño, a los tres días también murió esta señora pero ya formó la cabeza, ya era la cabeza de ser humano y siguieron así el proceso sacrificando las mujeres, las señoras que tenían sus bebés pequeños, al terminar siete señoras muertas ya era un niño normal: ya tenía pies, tenía manos, era un ser humano, entonces empezaron a suministrarle otros alimentos, creció y dicen que cuando él creció tenía un cuaderno bajo el brazo, de eso pasaron muchos años y en ese cuaderno el tenía anotado aquello que los demás caciques tenían bajo su dominio y bajo su posesión comunidad. Entonces dicen que Juan Tama él defendió 5 pueblos que son Pitayó, Quichaya, Pueblo Nuevo, Caldono, y Jambaló, ahora están constituidos resguardos y de ahí que dice la historia que nosotros todos los paeces hemos salido de un solo pueblo y allí de tantos pueblos que él ayudaba, que él protegía, la nación páez no se ha podido destruir, ni dividir y hasta ahora cuando ventea decimos está viviendo Juan” ( Perdomo, 1990:260-1) El agua es fuerza vital que quita y da vida, transforma la vida: "se revolcaba la tierra" y "paría el agua" aflojando la tierra, produciendo derrumbes y avalanchas, "salían los que estaban abajo": las personas primigenias y, luego, los caciques. El agua "se filtraba de la tierra", procedente del "inframundo" subterráneo y acuático. Se inundaba "este mundo" con lo "salvaje", lo "bravo"; se "volteaba" llevándose a la gente de "este mundo" y trayendo a "los nuevos". Los yanaconas dirían: "como para volver a empezar"; los paeces, "como recién casados". En las versiones de los textos guambianos, paeces, coconucos y yanaconas se evidencian realidades comunes del mundo de “adelante” (pasado) y del presente más cercano. La avalancha que el 6 de junio de 1994 borró del mapa a Wila, Irlanda, Tóez (ver Dibujo 8) y un barrio de la cabecera municipal de Belalcázar, en la región de Tierradentro, y destruyó muchos otros asentamientos es atribuída por los yanaconas a “la puma” como reacción a la actitud de un arqueólogo, quien, según algunos paeces, durante excavaciones inconsultas alcanzó una de las columnas que sostienen a la tierra sobre el océano subterráneo: “En un acto de furiosa defensa la puma exprimió sus senos causando así una avalancha de lodo y agua que acabó con pueblos enteros; esto significaba que la tierra se inundó del mundo salvaje. Esto marca el fin de una época, pero conlleva también a un nuevo principio. Tales avalanchas son llamadas los caciques. Se dice que de los senos nacieron dos gemelos que bajaron con la espuma del frente de la avalancha. Ellos van a reorganizar la nación de los páez como lo hicieron los héroes culturales Calambás y Juan Tama, quienes vencieron a 50 los españoles” (Faust y Hofer 1995:7)29 . Entre los paeces existe gran desconcierto porque no se tiene certeza del rescate de los caciques que venían en las cabeceras de las avalanchas y que, según su historia, han generado doctrina, han enseñado y han gobernado desde el “inframundo”, al cual ingresan a través de las lagunas. Este relato de la avalancha es muy ilustrativo en este sentido: “… esto es un temblor, y se cayó la casa. Yo me puse a mirar por donde venía el río Páez, al ratico bajaba negro, negro, eso venia revolcándose desde la meseta… los demás lloraban, entonces la loma de Huila se vino y venía como una culebra y alcanzó a coger todo el pueblo y cuando cogió la iglesia allí echaba humo negro y se reventó y se juntó el río Páez con San Miguel y dejó parejo, no había zanja ni cuando bajó el río Páez, venían las piedras como granadas, yo dije ahora me alcanzan a pegar, yo arrodillado y pidiendo a nuestro señor Cristo, entonces iban tres negros así, parados yo lo vi con mis ojos…esos negros que pasaron quien sabe donde irán a dar esos que iban cogiendo las almas…” (voz páez). 2.2. El agua está en todas partes “El agua se encuentra en todas partes, en lagunas, ríos, riachuelos, ojos de agua, ciénagas y pantanos, el agua se encuentra en forma líquida, en los nevados, sólida, en épocas de verano cae helada y también en forma de lluvia” ( voz guambiana) “Se encuentra y nace el agua en los páramos, en las partes altas, en las partes frías --como el Parque Natural Nacional de Puracé -- de la misma tierra, los montes, en las faldas del volcán Puracé, de la laguna de San Rafael, decimos que allí nacen porque nacen dos ríos: el San Francisco y el río Verón que más luego se llama la Plata ... hay otros ríos en la zona, son Anambío en la zona de aquí del alto, Agua Blanca, es bueno de tener en cuenta que sirve de límite a este resguardo -Puracé- y a la vez ese sector también llama Agua Blanca y aparece en la escritura más antigua que ha tenido el resguardo de Puracé, esa fue la primera porción que le cedieron al resguardo de Puracé y eso se encuentra en los archivos de Popayán, también está San Nicolás el cuál también tiene una cascada, también surgen los ríos, las aguas de las reservas naturales y en general decimos en todos los sitios se encuentra el agua, en el aire por las nubes, nace en los bosques, en la tierra, en las diversas partes, cuando llueve y al caer el agua y después calienta el sol, pues hay un proceso de evaporación, se encuentra agua ahí y vuelve otra vez al espacio” (voz coconuco). "En los territorios salvajes la agua se encuentra ahí en las selvas vírgenes donde uno no puede dentrarse allá y decir aquí nace el agua en este sector o sea supongamos el río Cauca se dice que nace de la laguna y no nace exactamente en la laguna, sino en una parte que 29 En la cosmovisión andina existen muchas referencias para cataclismos y diluvios provocados por personajes míticos ( e.g., Nimuendajú 1914; Shaden 1955, 1962; Sullivan, 1989) 51 llama el pico Colón en lo que es las Josefinas, nadie, pues casi nadie ha ido a ese sector, en los grandes peñascos también se encuentra el agua porque hay gente que dice allá en esa peña nace el agua mire que allá nace, pero no ha ido allá porque no se puede ir, de pronto no existe la técnica para llegar allá no hay manilas, no hay esas cuestiones entonces no se puede subir al peñasco a mirar el agua exactamente donde nace. Hay unos cañones, nosotros denominamos cañones a unas depresiones bien hondas, tampoco accesibles, allá donde ese sector no puede ser explorado, esos serían los territorios salvajes; los territorios bravos los encontramos en los páramos, en los bosques, al pie de los cerros, volcanes y de las lagunas; y de los territorios mansos pues son los ojitos de agua, son los que nosotros podemos explorar uno puede meterse a un ojito de agua a una quebrada y dice vea aquí nace el agua exactamente y se mete ahí y no hay tanto problema como meterse a una selva virgen, en la ciénaga, en los pantanos todo eso, los ríos, los riachuelos uno puede más o menos mirar que están en los territorios mansos" (voz yanacona). “En el municipio de la Sierra donde nos encontramos asentados, en cada una de las tres comunidades, hay un número bien grande de quebradas de pequeños ríos, de pequeños ojos de agua, decía una compañera, agua de los pozos y le preguntábamos a ella ¿ qué son los pozos… entonces yo no conocía no reconocía personalmente, el pozo era un agua estancada que hay, se consumía, que servía únicamente, casi exclusivamente para el consumo de animales, no era para…no era que naciera bastante agua para consumir la gente … era exclusivamente para el consumo de animales o sea que son como pequeñas ciénagas donde se estanca el agua” (voz yanacona) “Encontramos el agua en las veredas, en pequeñas quebradas y en las partes más altas, nosotros no podemos decir territorios bravos, porque nosotros no los conocemos porque el nuestros es un territorio caliente, nace en la parte más alta del municipio y en la parte un poquito de clima frío, no es páramo, sino de clima un poco más frío, allá podemos encontrar el agua, de allá es donde se origina la mayor parte de agua…hoy esa agua es mínima…por escasez de tierra y eso por lo menos tomando el caso de la comunidad indígena del Oso que reconozco y de Frontino; la escasez de tierra obliga a la gente a sembrar sus matas de café, su caña muy cerca de la orilla de la quebrada, tiene que tumbar el monte para poder sembrar su café y la tierra es muy escasa y en la parte más alta pues ya es el problema conocido por los cultivos ilícitos, o sea que la gente tiene que tumbar su montaña para poder sembrar la amapola” ( voz yanacona). El agua de muchas formas y colores, con sus virtudes y energías, circula por toda la cosmografía indígena (Dibujo 9), desde el inframundo subterráneo que sustenta la tierra, aflorando en su periferia (el nevado, el páramo, las lagunas, los ojos de agua, viajando por los ríos, en las partes intermedias y bajas), hasta llegar al mundo de arriba en forma de nubes, moldeando el arco, produciendo truenos y rayos y, a través de la lluvia, regresando a su estado de reposo en el inframundo. Sus características físico-químicas la hacen maleable a las condiciones y transformaciones; es posible hallarla quieta y en movimiento; serena y "brava" o "arisca"; caliente en los manantiales; fresca y fría; dulce; salada; en estados líquido, gaseoso y sólido; pura; putrefacta; normal; y en los fluidos de los otros seres vivos como la orina, la sangre, el sudor, las lágrimas, la savia, los zumos, las diarreas. 52 Dibujo 9: El agua está en todas partes 53 Dibujo 10: Aguas calientes en Puracé 54 El agua está en todas partes porque el territorio de guambianos, paeces, coconucos y yanaconas tiene como base espacial un medio geográfico en el que predominan los ecosistemas frágiles de gran riqueza acuática. Sin embargo, los textos indígenas aseveran que por la presión sobre sus tierras y por la expansión de la frontera agrícola y ganadera, especialmente sobre el páramo, el agua poco a poco se ha alejado, "está desapareciendo". 2.3. El agua y sus clasificaciones 2.3.1. Aguas calientes, aguas curativas "Hay una manera de clasificación pues en las aguas calientes se tienen la de Pilimbalá, la de San Juan, la de Guarqueyó, la de industrias Puracé, la piscina de Távio y una chorrera que hay en la zona de Pululó que inclusive no aparece reconocida en ningún documento ni proyecto que hayan hecho en estas zonas..." (voz coconuco). (Ver Dibujo 10). "Hay otra clasificación que hacemos de las mismas aguas, por el poder curativo y el nivel geográfico y hacemos un esquema como de regla de tres, decimos a más altura, más poder curativo, decía un compañero de nosotros, lo explicó en estas palabras... si vamos a Pilimbalá o vamos a San Juan, allá todavía esos bosques son como un poco más vírgenes, podíamos llamar así, la gente ha entrado menos, entonces tienen mayor poder curativo, en cambio las partes más bajas tienen menor poder curativo es proporcional, el caso de Guarqueyó que ahora ya la gente ni va pues, algunos van pero por pasar el tiempo, ya inclusive le cogieron desconfianza porque en las partes de arriba contaminan una quebrada que pasa por allí y creen que es la misma agua" (voz coconuco). "... hay una parte donde nace el agua en una peña que se llama Agua Bendita y allí van las personas que están enfermas de arco, de cualquier enfermedad, se bañan allí, llevan los animales y los bañan y eso también el agua los cura, y para eso lo más importante --eso es en Ríoblanco--, cuando tenían siete luchas se iban a bañar allí ... pero lo más importante que había que tener era la fe, hay que tener fe en esas cuestiones para uno poderse curar, sino va con fe pues entonces no se curaba..." (voz yanacona). "...también en cuanto a la salud dicen que la salud y la enfermedad, que de acuerdo a la enfermedad existe la curación que si es por los espíritus, como la mayoría de los espíritus, en nuestra etnias en nuestras comunidades proviene del agua porque allí se originó la vida, tengo entendido, entonces invocan los espíritus, pero que si es algo otro problema se puede curar simplemente con yerbas medicinales y que para eso es necesario interrogar al paciente muy detenidamente” (voz guambiana). 2.3.2. Aguas dulces y saladas "Y otra diferencia es de aguas dulces y aguas saladas en esta misma zona, decimos que las 55 aguas saladas son no más del mar y tenemos algo comprobado en la zona de Pululó, en el trayecto que va de Tavío --Pululó-- Cuaré, hay una parte que han hecho una especie de cueva y eso me pasó personalmente a mi... allí se ve blanco... cogí eso y lo probé y es sal... entonces esa agua es salada y donde vemos la cueva está por hay a quinientos, setecientos metros, donde pasa el agua y el agua a la vez que es salada es tibia ... entonces uno puede afirmar que no sólo en el mar el agua es salada, que en esta zona hay un ejemplo” (voz coconuco). "...Las aguas saladas pues son las que se dan en los salados que se dicen que se llaman y hay allá en mi tierra esto se utiliza para la ganadería y además es fuente de mejoramiento para los ganados y por tanto mejoramiento económico para los indígenas” (voz yanacona). 2.3.3. Aguas quietas pero en movimiento "En los ojos de agua, lagunas, riachuelos, ríos, quebradas, lagos, pozos, aljibes, cascadas, y en aguas termales, aquí dividimos aguas quietas y aguas en movimiento, las quietas pues son las lagunas los lagos, los aljibes, los pantanos y las ciénagas, en movimiento están las cascadas, los ríos los riachuelos las quebradas, los ojos de agua y las termales. Nosotros dijimos que las termales estaban entre aguas quietas porque en nuestro caso en Coconuco encontramos dos partes donde hay aguas termales, una que es agua hirviendo y otra que es agua tibia y se le denomina el salado, en esa región la agua está en un pozo, está quieta ahí, ella está en movimiento porque está saliendo está buscando una forma de como expandirse y así mismo es en la otra parte decimos que puede estar quieta y puede estar en movimiento, siempre está surgiendo y está surgiendo agua pero está en una sola parte..." (voz coconuco). El agua en calma y detenida en el inframundo y en las lagunas aporta vida. "Considerada como viva, y aunque no corra, es alimentada por el aguacero que es vivo"30 y por el afloramiento de las aguas subterráneas; aquí es donde se logra el contacto con el mundo primigenio, génesis del mundo indígena andino31 (véase más atrás El agua, madre creadora). En el lenguaje concreto de las parteras paeces (en nasa tuty bahisa, de /tuty/:barriga y /bahisa/:quien soba, literalmente quien soba barrigas) el inicio de la vida en el vientre materno se identifica con el 30 Este es el pensamiento de los totoróes relatado por Palacios (1990) 31 Para los inganos del piedemonte amazónico el agua es líquido primordial: “Cuando Dios creó el mundo los hombres vivían con él y lo veían, pero el hombre incurrió en grandes pecados entre los cuales el peor consistía en haberse cruzado con diversos tipos de animales, produciendo los monos actuales. Ante tanta inequidad quiso Dios quitar al hombre de su presencia, por lo cual lo privó de su figura humana y lo convirtió en todo lo que existe actualmente: agua, montañas, piedras etc. Después de esta recreación hizo al hombre actual y puso a su disposición todo lo existente... Pero al agua como favor especial, en consonancia con su antigua naturaleza humana, le concedió la capacidad de alimentarse de manera incesante de todo lo que se pusiera a su alcance. Por eso el agua de hoy en día tiene la misma virtud y solamente le es dado desplazarse a través de ella al que tenga un pacto especial con su antiguo espíritu humano” (mito primigenio narrado por Baltazar Peña, indígena Guayuyaco, citado por Galarza 1990:54). 56 término "la mujer se detiene"; es decir, cuando no vuelve a correr agua de su cuerpo, cuando no menstrua. El término para menstruación en nasa es kakwe yu' vyaa, de /kakwe/: (cuerpo), /yu'/:agua y /vyaa/:aparecer, correr. Es muy ilustrativo que la menstruación aparezca como un estado del agua, ya que dentro del pensamiento páez, guambiano, coconuco, yanacona y totoró se la considera un estado delicado, como si fuese un estado frío (no-concepción, no vida) que, de aumentar su grado, corre el riesgo de congelarse, morirse la madre. En estas consideraciones se evidencian dos analogías: "mujer detenida" y "agua detenida" son análogas a la vida, mientras "menstruar" y "agua que corre" son análogas a no-concepción, a "no-dar vida", como un desequilibrio a favor del frío con tendencia al hielo, a la muerte, razón por la cual es un estado de mucho peligro para los indígenas. 2.3.4. Aguas en estado líquido "En estado líquido, en los términos de la comunidad, un aguacero, cuando el agua cae en gran cantidad de las nubes, la lluvia, la mayor cantidad de agua que cae de arriba, es un aguacero para nosotros; llovizna es una brisita de agua eso es una llovizna para nosotros y páramo, páramo que no es ni aguacero ni llovizna es algo más fuertecito que la llovizna y menos que el aguacero eso fue la diferencia.” (voz yanacona). Según la cosmovisión indígena el agua en estado líquido (brotando de los páramos; viajando por los ríos; putrefacta en los pantanos; en la llovizna; moldeando el arco y borrascosa en la lluvias; provocando rayos y truenos, fenómenos atmosféricos por cierto comunes y frecuentes en estos territorios) es sinónimo de voracidad de la naturaleza, debilita la vida y la puede consumir. Entre los inganos el agua corriente emana energía negativa "espiritualmente activa", "muy celosa", y es prohibida para los niños con el mal de espanto o susto y para las mujeres menstruantes, de dieta y de parto. En contraposición al agua detenida -vida según los paeces- las aguas corrientes en quebradas y ríos están contraindicadas para el baño de las mujeres menstruantes: "Como baja es agua misma, se encuentra con el arco, ese sino deja pasar la hemorragia, entonces hay que ir a buscar al thë'’wala, quien trata con plantas calientes" (CRIC 1991:4). La menstruación es un estado frío y las mujeres no deben acudir a ambientes fríos que puedan robar su espíritu y vitalidad. En estas situaciones las mujeres deben hacer un hueco al lado izquierdo de la casa: "En este tiene que bañarse y allí mismo lavar la ropa que ensucia durante la regla; algunas veces estos baños son acompañados de remedios dados por el thë'wala" (Portela et al. 1988:163). 57 Los ambientes pantanosos deben ser evitados por las mujeres que recorren el territorio en estado frío o menstruando: “ese frío en esos barriales se hiela” (véase más adelante Agua en estado sólido). Para las mujeres inganas habría una sobreacumulación de humedad y las guambianas correrían el gran riesgo de ser atacadas por el arco, que reside en estos sitios: “... nosotros encontramos que donde está el agua azulosa con amarillo, es donde está el kuiche (arcoiris), pues esta tierra sería por decirlo así inútil, o sea que no se puede utilizar para sacarle algún provecho y lógicamente el agua tampoco porque el agua, en caso de consumirse, pues le causaría alguna intoxicación o algún problema que de todas maneras perjudique la salud de la persona, entonces ... esas tres cosas: el territorio, más el agua, más de pronto el kuiche que sería el mismo arco, ocasionan una enfermedad que solamente puede curar es un médico tradicional ... un médico facultativo u ortodoxo no podría hacer ese trabajo» (voz yanacona). Mediante la llovizna se moldea el arco iris que vive y se desplaza por los territorios indígenas: lagunas, ríos, quebradas y charcos. Entre los totoroes el arco vive en los sitios fríos no cultivados y no intervenidos del territorio y sus manifestaciones se relacionan con enfermedades frías (Palacios 1990); se presenta en muchas formas, como persona, culebra o proyectado en el aire como un “chumbe”32 de colores. Entre los coconucos, además, es dueño de la vegetación (musgos y llamas de agua) que crece en los pantanos, morada del arco. Según los paeces la presencia del arco puede hacer “botar familia” a las mujeres embarazadas que no se guardan en casa; también causa ronchas, vesículas, maculas y prurito en la piel ( “graneras”, “picada de arco”) a quienes se dejan lloviznar o reciben el “rayo” cuando el arco está presente ( “miao de arco”): “... cuando una mujer está en época de fertilidad y atraviesa el kuiche o un pantano entonces queda en embarazo y el resultado de ese embarazo es una persona común y corriente o de pronto sale un fenómeno como decía alguien... Consiste en lo siguiente ... ella iba buscando unas vacas que se le habían perdido en el páramo, entonces ella se metió en los pantanos que nunca había pasado y ella estaba en la época de la fertilidad, faltaban como dos o tres días para la menstruación, entonces al pasar por allí, a los cinco meses empezó a sentir los dolores a los seis meses ella sintió más dolor; más dolor y a los siete meses ya ella es que cayó en cama pero esos dolores no… eran muy intensos que ella no podía soportar y decía que esos 32 El chumbe es un tejido de muchos colores y formas en el que se plasman historias del grupo; puede tener de 4 a 6 centímetros de ancho y longitudes variables entre 1.5 y 3 metros. 58 dolores eran más fuertes que la de un niño, que esos dolores nadie podía aguantar y nos tocó que ir por ejemplo a los de la casa, nos llevó a la casa, pues llegó el cuñado de nosotros diciendo eso, que a los siete meses no más ya él decía que iba a nacer el niño, nosotros fuimos allá, cuando nosotros llegamos allá, ella ya estaba, ya había, perdido el conocimiento, ¿qué nos tocó que hacer? Invitar al médico tradicional, al de nosotros, porque cuando él empezó a sentir y a ver lo que estaba sucediendo... llegó y dijo no pues esto es el hijo del duende y al rato pues, ya después de mambiar; después de hacer curaciones por delante de la casa, empezó a dar luz, pero eran, no eran niños, sino que eran especie de sapos que brincaban y chillaban, y los otros parecían como lagartijas, ellos salieron como cinco cosas y nos tocó que recoger eso y el médico decía hay que quemarlos hay que echar ceniza caliente, cuando recogimos eso, antes de recoger, eso empezaba a brincar y otra vez se iba a meter en la vagina, en el útero, y nos tocó que alzar eso y esconder en una esquina, al rato pues, cuando nació todo eso, nosotros echamos ceniza caliente yeso chillaba, chillaba como ratón, como un ratón eso chillaba y dejamos en una esquina ceniza caliente y al otro día desapareció todo, no quedó ni una huella, eso sería como un especie que es algo verídico, no es una leyenda ni un mito, es una realidad que pasa en la comunidad” (voz guambiana). Para los páez el “ataque de arco” recae primero sobre los animales domésticos de la huerta a cargo de la mujer, cada uno de los cuales tiene su dueño entre los miembros del grupo familiar: “Al nacer un niño se le da un animalito (por ejemplo un perro, un pollito) para cuando se infrinja una norma, de manera tal que el ataque del arco y del duende recaiga primero sobre el animal” (Portela et al.1988:41). Como fenómeno de la naturaleza el arco ha sido zoomorfizado (Dibujo 11): camina (“El arco camina pero nadie lo ve caminando... que él tiene su camino, pero nadie lo va a ver caminando porque se ubica a otro barro... el arco tiene pasadero de un barro a otro barro ... es cosa de costumbre, de que dicen”; texto recogido en Jambaló en 1987); come (“De todo lo que tiene el animal, de todo lo que tiene se le saca un pedacito y eso como que se le echa con remedio... no sé muy bien ... pero en todo caso se le echa con remedio y se le deja en una parte donde está el arco ... donde él tiene que llegar ... para que él coma y entonces desde que él come, digamos ... eso se llama darle de comer al arco entonces el arco no le hace nada malo al animal”; Jambaló, 1987); y orina (“Cuando los niños son pequeños no se deben dejar lloviznar del arco... no se le dice es lloviznar sino que es miao de arco el que llueve así, cuando está calentando sol... mismo sol está duro y está lloviznando ... está orinando el arco... que ese es el orín del arco”; Vitoyó, 1987). Además, puede transformarse en animales que tienen sus moradas específicas y a los cuales hay que respetar para evitar que causen daño: “A veces se vuelve un puerco, en otras partes dicen que lo han visto... un puerco durmiendo en las peñas, y así es pues cuando e deja ver del público, así de color rojo como un chumbe, se para, para que lo vea el público y cuando no es para verlo así es para gentes que lo van a ver así no más. Hay (ahí) está en las peñas, así como un puerco está durmiendo en una peña. Hay otros que se dejan ver como un gato... él se deja ver de muchas diferencias” (voz páez). 59 Dibujo 11: El Arco Para que el arco no se vaya en contra de los humanos y los animales e indispensable guardar normas en relación con la menstruación, el embarazo, la construcción de viviendas, la compraventa, la cría de animales. Una versión del origen del arco iris es la siguiente: “Cuentan los abuelos que en el sitio de Hato Viejo, en la quebrada del mismo nombre, una señora encontró a un niño que bajaba por el agua envuelto en pañales. La señora lo sacó y se lo llevó para la casa. Este niño cada mes cambiaba de piel como las 60 culebras, en forma de escamas, y su alimentación consistía en comer pescado y nunca debía faltarle. Así el niño creció rápidamente. En Hato Viejo existía una gran iglesia y algunas casas. En una ocasión la señora, o sea la mamá del niño, se fue a misa y no quiso llevar al niño; lo dejó encerrado en la casa. El niño al verse acosado por el hambre buscó la salida. Lo único que encontró fue una olla de barro que estaba boca abajo. Este la levantó, se metió debajo de la olla, abrió un gran hueco y se fue por dentro de la tierra hasta salir a la iglesia. Al llegar a la iglesia estaba convertido en una gigantesca culebra. Era tan grande, tan grande, que alcanzó a rodear la iglesia con su cuerpo. En la iglesia se encontraba la mamá, el sacerdote y todos los feligreses que asistían a la misa. La gran culebra penetró con su gran cabeza a la iglesia y todos los que intentaban escapar eran devorados por ella. Los únicos que sobrevivieron fueron el papá, la mamá y el sacerdote. Una vez terminó su cometido la culebra se desplazó hasta el morro de Hato Viejo; quedó tan llena que gastó quince días en llegar. Una vez llegó se dedicó a descansar. Era tanto su peso que en el sitio donde se enroscó se formó una gran chamba. Después de quince días la culebra se paró sobre su cola como intentando tocar el cielo; en esta posición estuvo varios días. Luego aparecieron unas águilas que empezaron a rasgarle la piel hasta arrancarla por pedazos, tirándolos por el aire. Allí se unieron nuevamente los pedazos para formar el arco iris. Una vez formado el arco iris este destruyó el caserío de Hato Viejo; hoy sólo se encuentran las señas donde existieron la iglesia y las casas. (Después vinieron los gallinazas a comérsela, todos la desgarraban hasta que en el aire explotó y destruyó al pueblo de Hato Viejo y con los pedazos de culebra se formó el arco iris). Según las personas, en el sitio donde estuvo la culebra enroscada, o sea en el morro de Hato Viejo, al hacer excavaciones han encontrado anillos, aretes y otros implementos personales. Esto apareció de los excrementos depositados por la culebra. Debido a la destrucción del caserío de Hato Viejo por el arco iris este caserío se trasladó a lo que hoyes Paniquitá. Cuando orina el arco orina sangre de todas las personas que se comió, y por eso hace daño (voz páez)”. El agua cumple un papel esencial en los rituales de limpieza, especialmente el agua corriente; es por ello que estos rituales se realizan en las orillas de los ríos, donde se arrojan los “males” extraídos para sacarlos del territorio, alejando así las amenazas. En algunos rituales páez el cuerpo del thé'wala se sitúa de tal manera que su derecha coincida con la dirección “hacia arriba” (cabecera de los ríos, quebradas y riachuelos) y la izquierda con dirección “hacia abajo”, coincidiendo con la salida de las aguas, dirección que marca la salida del territorio y por donde se expulsa (a través del ritual de “limpieza”) el pta'ndz, categoría que indica amenaza al medio ambiente, al individuo y a la comunidad y que ha sido mal traducido como “sucio”. El agua, además, es indispensable para el baño de las personas, puesto que después de los rituales de refrescamiento su estado debe ser fresco; esto se logra preparando el agua con hierbas medicinales. 2.3.5. Aguas en estado sólido "... lo sólido, hielo, escarcha, nieve y granizo. El hielo lo hemos encontrado en los picos del volcán Puracé, lo que es pico Coconucos, lo que es el volcán Sotará, escarcha siempre se ha encontrado en las mañanas en los ... por los potreros, uno ve el potrero como si hubiera caído harto hielo y uno va y eso toca y eso se desvanece, la escarcha y el granizo es cuando 61 la lluvia cae en forma de pepitas" (voz coconuco). "... también el estado, de pronto, el estado sólido del agua en las partes frías sobre todo en los valles ocasiona el problema de las heladas que por allá comúnmente se le llama es la escarcha, la escarchada esto pues es un ... se produce cuando está totalmente despejado en la noche y al otro día amanece todos los cultivos llenos de hielo por encima" (voz guambiana). “... entonces la gente también se ha rebuscado una forma de controlar esa escarcha; en Valencia les comentaba aquí se presenta el hecho de que ellos cogen unas llantas de carro echan gasolina y las prenden, el humo que producen las llantas hace de que se nuble y al otro día cuando sale el sol hace de que demoren en llegar los rayos del sol al cultivo por tanto el hielo se derrite y se evita la quema del cultivo. Es una forma de poder controlar también el agua” (voz yanacona). “En Puracé... casi el mismo problema de la escarcha es así mismo pero allá no se quema llanta sino que se quema el pajonal cerca al volcán... hogueras no” (voz coconuco). En estado sólido el agua es el máximo exceso de frío y pérdida de calor, es hielo, es la muerte, concepto generalizado en el Cauca indígena: "Al morir una persona pierde totalmente su energía vital y es por eso que se habla de "hielo de muerto". Entre los coconucos "el hielo" es una sobrecategoría utilizada para todo aquello que es causa de una pérdida de espíritu personal, incluídos los espíritus de la naturaleza; se habla, así, del hielo de agua, del monte, del pantano, de la peña... Está incluido todo lo que se relaciona con la muerte, como cadáver, velorio, entierro, guaca, todos los cuales causan aires" (Faust 1989: 64). En la cosmovisión páez el “hielo de muerto” es el único caso en el que se da el proceso de contaminación: “El hielo de muerto contamina a todos aquellos que habitan la casa del cadáver; como contra se utiliza la limpieza que hace el thë’wala después de enterrar el difunto” ( Portela et al. 1988:67) Pero no sólo la muerte lo emite; el nacimiento de un niño también, "porque el hielo se penetra en la casa" (voz páez). Los caminos escarbados y barrosos son propicios para contraer hielo. Más que todo las mujeres menstruantes, las parturientas y las que han tenido contactos con cadáveres deben evitar esos ambientes, así como los riachuelos, charcos de agua y lagunas. Las enfermedades así contraídas son imputadas al duende, ya que habita esos lugares. El hielo también está donde existen 62 restos arqueológicos. El término nasa para referirse al estado sólido del agua es /yu' kwet/, de /yu'/: agua y /kwet/:piedra; literalmente, agua piedra. Las formaciones pedregosas y rocosas asociadas con nacimientos de agua o agua corriente son muy frecuentes en el territorio páez, custodiadas permanentemente por el duende. Por lo demás, la piedra es muy importante en la mitología páez; Santo Tomás —uno de los caciques— nace de la relación simbólica sexual hombre-piedra; por eso se le llama “el hijo de la piedra” y su madre fue una piedra con figura de mujer. 2.3.6. Aguas en estado gaseoso "... el agua en estado gaseoso pues en las nubes, cuando la tierra está en... por lo menos llueve y hace un poco de calor, empieza a hacerse un vaporcito de agua entonces cuando la tierra evapora, en los termales, los termales también cuando están en el punto de ebullición siempre están evaporando agua, también hemos visto eso en la evaporación de los ríos, siempre los ríos están evaporando agua; cuando uno se hace de cierta parte, le hace un poco de calor esta haciendo sol entonces vemos que hace un humito el río, le sale humito entonces en eso también hicimos énfasis" (voz coconuco). El agua en estado gaseoso, formando nubes, puede presagiar, vigilar, testificar. Los nubarrones negros significan para los páez que hay acumulación de pta'ndz y presagian amenaza de conflictos interculturales, tensión social, olvido u ausencia de normas y rituales prescritos para el logro del bienestar comunitario. Entre los coconucos las nubes negras son la manifestación de la pantasma negra, espíritu causante de tempestad y aguacero que también puede tomar la forma de "perro negro peludo o gato negro". Las nubes blancas, en cambio, testifican que los rituales de limpieza, de restauración del equilibrio y alejamiento de la amenaza (/pta'ndz/) han terminado. El cielo azul despejado es buen augurio, es buena seña, hay tranquilidad, hay armonía, aunque temporal. Los espíritus de los difuntos recientes que vigilan la dinámica social y cultural van al aire, a las nubes; el espíritu del difunto se proyecta en el territorio como vigilante, como amenaza. 2.3.7. Aguas ariscas "...las aguas ariscas, ustedes algunos que han viajado mucho deben conocer que en el 63 páramo de Letreros hay una laguna de Santiago sino estoy mal y sale una quebrada que como que va a depositar sus aguas al Magdalena y esta quebrada tiene la particularidad que si uno va a una gran distancia la quebrada está cayendo normalmente, si uno se apega a tratar de cogerla, inmediatamente el agua cae mucho más abajo y si uno va a cogerla allá vuelve a su cauce normal, entonces esa es la cuestión del agua arisca" (voz yanacona). Las aguas que no se dejan coger se asocian con las lagunas bravas y su dinámica tiene que ver con la reacción frente a personas que "desconoce", extraños. Así como los lagos del páramo tienen su forma de asustar a los desconocidos que se les acercan también las chorreras y cascadas lo hacen, provocando inesperados movimientos o crecidas de agua: "En el caso de la primera cascada, es la cascada de Pilimbalá, esta cascada tiene un mito y es el siguiente. En ... en la pared de la peña hay un una circunferencia no... y las personas que tienen esa capacidad visual y quizás auditiva, comentan que en época de semana santa, como la que se nos aproxima, más concretamente el día viernes santo tipo 12 de la noche, el agua que cae en bastante cantidad pues trata de... esquivar un poco el centro de la peña, haciéndose a cualquiera de los lados, ya sea al lado derecho o al lado izquierdo y deja mirar una especie de ... no especie sino un tesoro no... es una bola grande maciza en oro, pues según las personas que comentan, pues tiene una capacidad reflectiva, enceguecedora no... pero que cuando quieren llegar a la peña no es factible pues llegar hasta allá, porque la... el agua se encarga de ... de volver a cubrir él ... el espacio y de pronto la misma peña se... se enfurece y comienza a evaporar, porque el agua que baja es semitibia no... a pesar de que ya está tan contaminada, el agua es semitibia y entonces comienza a evaporar y se llena todo, todo él, él entorno de vapor y entonces la gente que ha querido llegar hasta allá no ha podido pues cumplir ese.. ese deseo, esa es la historia que hay sobre la primera cascada que lleva el nombre de Pilimbalá" (voz coconuco). 2.4. Los guardianes del agua, “sus dueños” "Nosotros decimos: quien cuida las quebradas y los ojos de agua, son los duendes... le decían a uno con miedo no vaya allá porque el duende lo coge y lo cuelga allá en la peña o en la quebrada de un solo cabellito, entonces uno ya sentía ... temor ... decía uno ya no debo ir a la quebrada y eso era como ... una manera de decirle a uno aprenda a cuidar la naturaleza, de pronto uno no lo tomó desde ese punto de vista sino que se le olvidó» (voz yanacona). “Creemos que sí cuida las quebradas, porque él lo llama o sea que le dice el nombre por decir algo que se llame Jaime que se llame Carlos, le llama Carlos y entonces uno va a la quebrada y uno ... cómo así que ... ¿quién está en la quebrada?, ¿quién me está llamando? ... entonces uno ya analiza que debe haber alguien que cuida eso, que le tira piedras... la gente dice es que se enamoró y la persona que se enamora le comienza a tirar piedras o le comienza a tirar ramas y dicen al hombre él que se enamore la duenda y de pronto ya no es como ahora que le escribe carticas, ya lo llama, lo comienza a molestar, lo comienza ... por 64 la noche como a asediar y hay mucha gente que uno puede conversar y le comenta una cantidad de historias que uno las puede tomar que no son verídicas, pero si uno va a analizar la situación en la misma comunidad eso se presenta” (voz yanacona). "Personalmente yo contaba que también el duende tiene parte en lo de los ojos de agua, no es ni monte, no es ni ninguna de esas cosas, sino que hay una casa cerca al pueblo, hay una casa y ahí nace, hay un nacimiento de agua, ahí nace el agua, y el duende ahí, a las seis de la tarde, los que viven ahí dicen: nosotros lo vemos lo sentimos, lo oímos, y les he preguntado ¿qué les hace? no pues ... el nos tira piedras, uno va a jabonar y ahí mismo nos tira piedras, uno se va a lavar la cara y ahí mismo le echa piedras, se va a lavar los dientes y le echa piedritas, le echa hojas, le echa ramas, le echa esas cuestiones y no hay ningún monte, ni nada sino que ahí nace al lado de un palo simplemente y el duende se la pasa ahí” (voz coconuco). "En cuanto al duende, pues por allá cree la gente, o tenemos el agüero de que el duende es el dueño del agua. En la quebrada de Putanga, cuando vamos sobre todo con los niños menores de cinco años, las mamás nos dicen o nos recomiendan que cuando salgamos de ahí tenemos que garrotiar las piedras ... porque los niños cuando van así a recrearse, ellos gritan, saltan, corren alrededor, entonces dicen estos padres que el duende se pone a jugar con ellos, entonces cuando uno se va ya para la casa, tiene que garrotiar las piedras y decirles los nombres de los niños, por ejemplo Libio, Carlos, para la casa Libio y se le da un fuetazo a la piedra, y eso es verídico, porque si uno llega a la casa y no hace eso al niño le puede dar fiebre y puede comenzar con síntomas de cualesquier enfermedad. Ese es un caso pues yo creo que real, porque a mí me sucedió el año pasado, fueron bastantes sobrinitos y llevé a mi propio hijo allá y nos olvidamos de garrotiar las piedras, y para salir de la Putanga a la casa hay que salir por un potrero que es cuesta, cuando ya íbamos por la cuesta, ya al niño le comenzó el sueño, cuando llegamos el niño durmió un ratico y después se levantó con bastante fiebre y molestoncito y la mamá dijo que era por eso, entonces, nos tocó que ir de noche a garrotiar la piedra ... es algo que me pasó y por lo tanto siento respeto...” (voz yanacona). El trueno, expresión de fuerza y sabiduría, se antropomorfiza en el duende y se desplaza por los territorios incultivados (páramos, bosques, ojos de agua, quebradas y cerca a los pantanos) como espíritu protector, vigilante de la normatividad. Para el mundo andino caucano en estos sitios está siempre el duende33 , tienen duende. Los indígenas totoroes deben "sahumarse" antes de ingresar a estos territorios para protegerse de la acción de los espíritus del entorno (Palacios 1990). Los coconucos y yanaconas deben "cerrarse el cuerpo", mientras que los paeces, para recorrerlos o extraer parte de sus recursos, deben realizar 33 Para los totoróes el duende siempre está relacionado con el arco iris y vive, preferencialmente, en barrancos, quebradas y pantanos. 65 previamente un ritual de refrescamiento y ofrecimiento al duende que tiene como propósito reiterar normas relacionadas con el uso racional de los recursos y las acciones de reciprocidad. Si no se hacen los rituales el duende se puede "enojar" y causar daño a la persona que no los practica. A través de visiones y sueños el duende también emana sabiduría. Si en ellos el duende realiza labores como interpretar instrumentos musicales, labrar y sembrar la tierra, transmite sabiduría. Cuando se anuncia con la jigra llena de plantas medicinales es señal, para el individuo que lo ve, de que debe ir en busca de los hombres sabios para que lo guíen (con sus aliados el trueno, el duende o la mujer blanca o mona) en la búsqueda de los secretos y conocimientos relacionados con el ecosistema, la etnobotánica y la tradición cultural. La visión del duende para los morobik, los thë'wala, macucos y curanderos o sus iniciados es benéfica como personificación del trueno, gran maestro, simbolizado en el ajuar de la parafernalia ritual por la vara de chonta. Esta personificación puede ser peligrosa, sobre todo cuando la actitud del duende es de enojo, cuando "se pone bravo"34 porque se infringieron normas relacionadas con lo económico, social, histórico, ecológico y con los espacios incultivados o acuáticos que extraen, debilitan y consumen la vitalidad y el calor de la gente indígena. “En Coconuco también se decía, que por estos lados se dice, dueño de todos los ojos de agua, o sea cada ojo de agua tiene un dueño y que ese dueño siempre es una culebra, lo decíamos porque en Agua Tibia donde es la piscina siempre ha salido una culebra y que esa es la madre del agua, ha sido una culebra bien grande, eso lo cuentan los abuelos” (voz coconuco). “En cuanto a la laguna, es una laguna bastante amplia (laguna de Santa Marta, en la comunidad de Moral) porque está dentro de la vereda de Santa Marta. Esa laguna, si uno la recorre demorará unos 40 minutos, es bastante amplia, antes la visitaban mucho, acudía la gente a paseos, a pescar; incluso había una batea decían y pasiaban ahí o canoa, luego se fue perdiendo ya o sea pasó a manos de otras familias y esas familias pues ya no eran tan activas y entonces se fue perdiendo poco a poco el amor -podriamos decir- por esa laguna, ya no la visitaban y ahorita está enmontada toda ella o sea la maleza de la misma laguna. Han tratado de limpiarla, pero es bastante extensa, el dueño de eso, si es que puede tener dueño, llamó a 34 “Hay la tendencia a atribuirle enfermedades al duende. No obstante, chamanes más relacionados con la lengua hispana y la cultura dominante hacen la clarificación de que el duende no enferma, sólo se pone bravo” (Portela et al. 1988:57). 66 una minga y como en tres días sólo le hicieron una partecita no más porque estaba bastante, o sea por medio del agua eso estaba supercocida de raíces y de todo eso, trataron de secarla para limpiarla -dijeron- y tampoco pudieron secarla, y en esta época que se acerca la semana santa la gente pues le teme mucho, como por el lado y lado hay caminos, tratan de no pasar sobre todo por la noche, porque dizque ven animales bastantes deformes, vacas ....y una culebra con copete de oro... como de oro que brilla resalta demasiado pero muchos ambiciosos que vienen a ver pues se lanzan así (se zambullen) y en el fondo no aparecía ya nada ... y vuelven y la ven en otra parte ...” (voz yanacona). Donde surge el agua surgen los seres espirituales; donde está el agua viven los seres espirituales. Estos lugares, generalmente coinciden con los territorios "bravos, salvajes, incultivados" y estos seres son los guardianes de la naturaleza. El principal, común a los cuatro grupos en mención, es el trueno (pantasma negro, espíritu de la tempestad, jucas, pishimisak o diablo) que se manifiesta como un ser zoomorfo, antropomorfo o antropozoomorfo, según el contexto, la situación y su función social; la forma de su aparición está en relación con su rol en la naturaleza. Cuando se personifica al trueno como el duende (descrito como un hombre-niño pequeño con un gran sombrero y pies volteados, como guardián del agua y sus usos sociales) se dice que "atemoriza". La realidad es que la persona que transgrede normas socialmente establecidas y resocializadas a través del mito y la tradición oral lo ve en actitud amenazante, "ve visiones de duende", se atemoriza. Las visiones de duende logran su cometido: controlar. Hay espíritus que se zoomorfizan en la culebra o gran anaconda como la madre agua, que también se transforma en una hermosa mujer que, además, trastorna a quienes quieren aprovecharse en exceso de los recursos acuáticos. La madre agua se manifiesta de muchos colores en el arco iris y establece una comunicación entre "este mundo" y el "mundo de arriba". También se encuentra la puma que regula con sus grandes senos la circulación del agua de acuerdo con sus estados de regocijo o furia provocados por los comportamientos de los seres humanos en relación con el manejo de las fábricas naturales de agua (Dibujo 12). Entre los guambianos se encuentran, además del duende, el trueno y el arco, otros espíritus del entorno como Pedro animal, que vigila el páramo, y mamarominga, que vive y cuida las lagunas acompañada del arco invisible y de su esposo, el señor viento. De no tener en cuenta las normas establecidas relacionadas con estos ambientes y sus espíritus pueden presentarse enfermedades clasificadas como frías: emparamar, empelotar, abortar y granos de la piel. Entre los coconucos existe la madremonte o soledad de monte, que reina lejos del llano y de la huerta; siendo la dueña de 67 las plantas silvestres esconde o posibilita el encuentro de plantas medicinales. "Ella pierde su dominio cuando los humanos modifican la vegetación de una zona" (Faust 1988:47). Además, existen la madre agua, dueña de los ríos y lagunas con los peces que viven allí; la pantasma negra y blanca; el guando; y satanás, que vive en el volcán Puracé con "la gente mala" ya enunciada. Dibujo 12: Los dueños del Agua 68 2.5. El agua no tiene linderos, quiere estar con nosotros “Los invito de corazón a que me acompañen y escuchen la historia del recorrido que hicimos por todo el resguardo para conocer los ríos, los nacimientos de agua, los riachuelos, los ojitos de agua, los pozos y las quebradas que consolidan la alegría, nuestra esperanza y nuestro futuro. Hemos andado por los montes más altos de nuestro resguardo; hemos visto cómo es de importante que dentro del camino cuando sintamos nuestras plantas heridas del cansancio no lo recorramos en el polvo sino que estén frescas. Cuando tenemos la brisa de la mañana, cuando miramos las flores que nacen y se mantienen porque hay aguas que las riegan, cuando miramos los trigales verdes, los trigales amarillos porque el agua los riega los hace vivir, uno es como las flores, nace y el corazón le corcovea, porque ve en el agua algo necesario, algo importante, algo nuestro, algo eterno, que tiene que convivir siempre, porque el agua no tiene linderos, igual que nuestros corazones yanaconas... el agua se va río abajo, se golpea en las piedras, sufre, llega al mar, se une con otras, sube en las nubes, se vuelve otra vez y cae en forma de invierno para acompañar nuestros pueblos, para acompañar nuestras matas, para darle de beber a nuestras vacas, a nuestros perros, a nuestros gatos, a todos los que necesitamos del agua, nunca podremos olvidarla, tenemos que conservarla, ayudarla a mantener, no dejarla que desaparezca, porque el día que el agua desaparezca nuestros dioses, nuestras hadas, nuestros hijos, necesitaran de ella y desaparecerán ... No podemos desconocer, entonces, como les decía, que el agua no tiene linderos, el agua quiere estar con nosotros, quiere ser para todos, quiere ser eterna ... el agua no la podemos olvidar, tiene que estar con nosotros, hoy mañana y siempre, para que podamos sobrevivir, porque el día en que se acaben los bosques, que se acaben las montañas, que pisemos el agua, que la dejemos pisar de los animales, que la ensuciemos, siempre viviremos enfermos, ese día moriremos y no sabemos si la culpa es de nosotros o de nuestros dioses que nos castigan por no cuidar a nuestra madre tierra y a nuestra diosa agua… lo más importante ahora es darnos cuenta que nosotros existimos para el agua, que ella si se va, ella vuelve a estar con nosotros y quiere que existamos, porque si nosotros dejamos que el agua desaparezca, nosotros desapareceremos después de ella. Esperamos, entonces, que la luna, que el sol, que las estrellas, que las selvas, se unan en tomo a los indios yanaconas, indios buenos, indios sinceros, indios valientes, indios que quieren en un mañana ser mejores, pero también queremos que el agua sea mejor y que el agua viva para todos porque el agua no tiene linderos, el agua quiere ser para todos hoy, mañana y siempre” (voz yanacona). 2.6. El agua no se mezquina “Resulta que acerca del agua había en la vereda donde yo vivo, que es Patía un nombre caliente en tierra fría, había un ... por cierto creo que algo tiene que tener de familiar mío, de apellido Quilindo y un señor llamado José, vivían por ahí a quinientos metros no más, pero el uno vivía en la parte más alta donde había harta agua, había ciénaga, bajaba agua inclusive, estamos al frente de donde ellos viven, del cerro Pusná, (decía un compañero son 69 los cerros tutelares de la zona), pero el hombre era muy hambriento, si hasta el agua la mezquinaba pues y maldadoso, y el hombre, el otro, el tal José, hizo un tanque inclusive para traer el agua para el sector donde él, porque era una loma por el lado de acá y el otro no lo dejaba en paz, no lo dejaba tranquilo, una vez le quitó la tapa como quitarle una tapa a una alcantarilla para echarle cosas, sólo para no dejar en tranquila paz al señor José, bueno resulta que como a los seis o siete meses las cosas cambian y eso es verdad, porque uno lo puede ir a comprobar ahora, él le siguió haciendo la guerra, - llamémosle así a los problemas entre los mismos de la comunidad, más concretamente en esa zona -, hasta que al fin le salió el agua en la esquina de la casa de él - entonces pues yo estaba muy pequeño y no lo recordaba bien y ahora último que estábamos tratando estos temas de salud y medio ambiente teníamos ese conocimiento y le averigüe de vuelta a mi papá como era el cuentoy le tocó que irse de allí como a ochocientos metros hacia la izquierda, hacer otra casa porque allí no pudo vivir, ya el agua era en cantidades...creo que hasta nos deja una gran enseñanza, que no hay que mezquinar agua, de pronto le sale más o en el infierno le hace falta, si es que existe el infierno cuando estamos hablando de territorio” (voz coconuco). 2.7. El agua también se siembra, se seca y se resiembra “Una compañera del alto también nos comentaba que donde es la escuela... yo creo que es una de las partes más planas donde es la escuela, toda esa parte plana era cubierta por una laguna, como la gente quería hacer sus casas y no tenía donde, entonces llamaron a los... a un médico tradicional a un macuco, lo llamaron y le dijeron no... nosotros queremos que nos quite la laguna de aquí sí, es que nosotros necesitamos vivir aquí y los macucos llegaron y la secaron, la quitaron de ahí y se la llevaron para otra parte. ¿Por qué se dice que se la llevaron para otra parte? Porque en una vereda, en un cerro que se llama el Canelo no existía esa laguna y ellos la cogieron, una culebra que era la madre de la laguna la llevaron y en esa otra, la sembraron en esa otra vereda” (voz coconuco). “Algo que se nos comentaba es que ahí también existió otra laguna más pequeña. La señora, la dueña de eso pues llevó no sé por qué cuestiones o no quiso tener más la laguna en el predio de ella y un día llevó sal del reino, como que se llama sal del reino y le echó a la laguna y la laguna se secó, se nos decía por parte de la compañera que en el alto se les está yendo el agua, se les está quitando el agua, pero que el agua no se les acaba, que ellos siempre secaban una parte y aparecía por otro lado y que por eso no existía la gran preocupación de reforestar, de cuidar el agua porque nunca les había hecho falta” (voz coconuco). “En la cultura guambiana para conservar el agua los médicos más que todo los que saben más, sembraban un ojo de agua, me parece que en los años 40 o en los años 50, había una gran sequía por Guambía y se reunieron los que sabían más, los médicos que sabían más de eso y sembraron agua y hasta ahora esa agua hay, sembraron ojo de agua hasta ahora ese ojo agua...no sé cómo lo habrán sembrado... el lugar se encuentra en alto de Los Troches que se llama ... también hay lagunas sembradas, por ejemplo esa laguna se llama la laguna el Abejorral, la laguna de Mauembisu maoe: quiere decir abejorro, mbisu: el lago, o sea la 70 laguna de abejorral ...” (voz guambiana). “Sí acerca de lo que refería el profesor lo de las plantas que de pronto indican si hay agua el nombre de esa plantica que le dan los indígenas donde vivo yo que es San Sebastián es ayabara; si la planta es pequeña indica que el agua está bastante profunda y si la planta es grande, entonces indica de que de pronto el agua está a menos profundidad” (voz yanacona). 2.8. El agua se resacraliza para que no se acabe Lo sagrado es susceptible de perder espiritualidad, de perder poder, se amansa; las fuentes de agua se pueden acabar, se van. Ante lo poco "enérgico" del duende en el cuidado de los ojos de agua las comunidades yanaconas han optado, dada su fe y credibilidad en los santos cristianos, por resacralizar estos espacios con piedras benditas de los espacios de mayor sacralidad cristiana: “Que de la comunidad de Ríoblanco las personas iban al santuario de las lajas en son de visita... en son de romería y de allá tomaban una piedrita de la roca donde está la virgen, la llevaban y la colocaban ahí ( en el ojo de agua) en memoria de la virgen para que nunca se les fuera a secar el agua” (voz yanacona)35 . “Actualmente, ahora (la gente de San Sebastián) se va al santuario de las Lajas y escoge una piedra y después la siembra en los ojos de agua para que no se seque y también siembra plantas nacederas, pero hay que sembrar con mucha fe” (voz yanacona). “Una leyenda o un mito es que alrededor de los ojos de agua los ancianos los abuelos iban y sembraban un ombligo o un pupito de zapayo para que el agua no se secara de ese ojo” (voz yanacona). 35 “Una leyenda o un mito es que alrededor de los ojos de agua lo0s ancianos, los abuelos, iban y sembraban un ombligo o un pupito de zapallo para que el agua no se secara de ese ojo” (voz guambiana) 71 CAPITULO III TERRITORIO, AGUA Y ARMONIA DE LA SALUD La aproximación a la realidad sociocultural de guambianos, paeces, coconucos y yanaconas de la región andina del suroccidente colombiano permite afirmar la existencia de un pensamiento andino sustentado en la particularidad de dos aspectos fundamentales: el control y manejo de pisos ecológicos (verticalidad y microverticalidad )36 y la concepción del proceso salud-enfermedad. La verticalidad parece ser la constante de un proceso instaurado a través de largos períodos de asentamiento que, además del aprovechamiento de gran variedad de productos agrícolas, ha permitido formas de aprehensión, significación y ordenamiento lógico del medio en las condiciones que sólo puede ofrecer esta abrupta topografía andina (Murra 1975; Oberem 1981). Este ordenamiento vertical, según Osborn (1985), va más allá del manejo agrícola, puesto que se relaciona con la concepción mítica: los desplazamientos corresponden a ceremonias que hacen parte de ciertos sistemas de creencias. Los indígenas caucanos andinos sitúan los lugares sagrados en las partes altas, con preferencia en los sitios con alta presencia de agua: montañas (nevados del Huila y Pan de Azúcar; cadena volcánica de los Coconucos; volcanes de Puracé y Sotará); páramos (Guanacas, Las Delicias, Moras y Barbillas); estrella fluvial de Colombia; lagunas sagradas (Piendamú, Páez, Juan Tama, San Rafael). Aunque habitan los sectores medios, menos fríos y menos cálidos, y aunque realizan actividades agrícolas en zonas más cálidas y más frías, sus desplazamientos son temporales, previos rituales de refrescamientos que tienen como propósito resocializar la normatividad relacionada con el uso y manejo de los recursos, pero también con el comportamiento frente a las diversas gradaciones de “temperatura” para evitar desequilibrios por excesos de calor o de frío. Por las características del ecosistema la tendencia cultural está dirigida a evitar más los excesos de frío que de calor; por ello los ecosistemas del agua son de gran trascendencia para las comunidades indígenas del suroeste colombiano en la comprensión y explicación del mundo. 36 Se denomina verticalidad y microverticalidad al control y manejo vertical de pisos ecológicos. Esta estrategia permite lograr el acceso a diferentes pisos altitudinales en una misma región a través de un corto recorrido, generalmente de pocas horas. 72 Los seres espirituales que moran lugares templados y cálidos difieren de los ubicados en las partes medias y, a su vez, se distinguen de los que habitan en las partes frías y de páramo. Los seres espirituales que afloran con el agua son los dueños de la sabiduría y el poder; además, son los dueños de lo que existe en la naturaleza y se desplazan por la cosmografía indígena en formas diferentes según los espacios, situaciones y roles a desempeñar en la sociedad. Estas clasificaciones hacen parte de la cosmovisión y ordenan, siguiendo un sentido vertical, los tres mundos en donde todo tiene vida: el cerro tiene vida, el volcán ruge, la tierra es brava o es mansa, el arco iris camina, el agua es arisca, es fuente de vida. No existe elemento estático o muerto; al contrario, todo tiene vida, tanto como los mismos seres humanos. El sustrato espacial de las comunidades indígenas y todo lo contenido en él ha sido vivificado mediante un proceso de semantización (territorialidad). Para ellas no existe mundo inanimado. Todo tiene vida y la relación del indígena con su medio es de ser vivo a ser vivo, del hijo (hombre-mujer) con su madre naturaleza. En la cosmografía indígena circulan categorías que dan cuenta de las expresiones vitales de los seres y las cosas. Entre ellas se distinguen hielo, fresco, señas, hieloso, pulsos, espíritus, virtud, poder, auca, pta’ndz, que hacen referencia a la trayectoria, circulación e intensidad de las energías. Frío y calor 37 37, especialmente, expresan un sistema dialéctico que denota estados opuestos y complementarios, aunque interdependientes y constituyentes de una unidad. En relación con la concepción salud-enfermedad se evidencia una permanente búsqueda de una vida en armonía y equilibrio en los diferentes momentos de la cotidianidad de los indígenas, puesto que debe ser puesta en práctica una ética que rige la conducta individual, social y de relación con el entorno. Esta ética es un sistema global de pensamiento que rige y garantiza el bienestar y la etnicidad de sus sociedades como producto del ejercicio de aprehensión y significación que se hace del cosmos para entenderlo, explicarlo y proyectarlo en sus formas de relación intercultural. La cultura médica de guambianos, paeces, coconucos y yanaconas está íntimamente ligada al medio geográfico. El comportamiento de los ecosistemas frágiles y el recurso hídrico son los referentes sobre los cuales se construyen los modelos culturales médicos. El nacer, enfermar y morir, entre 37 En las clasificaciones de la cosmovisión indígena del Cauca las categorías frío, caliente y fresco comprenden una gran esfera de la realidad: estados del cuerpo, medicamentos, alimentos y ambientes. Hay estados del cuerpo que están catalogados como fríos; las plantas medicinales están clasificadas entre calientes y frescas; de igual forma, los alimentos y sitios geográficos se encuentran distribuidos en esas categorías. 73 otros aspectos fundamentales del desarrollo humano indígena, son de mucha trascendencia porque, además de tener que ver con la existencia del grupo sociocultural, se convierten en indicadores del tipo de relación existente entre los individuos y su medio. Esta aseveración se refleja en categorías como "hieloso", "mal viento", "auca", "pta'ndz", algo así como peligros latentes por todas partes y que bajo cualquier descuido de las personas puede causar mal. Para evitar que esto suceda se deben tener en cuenta normas relacionadas con el comportamiento social, con el medio circundante, con lo económico; es decir, con la cotidianidad del mundo indígena. Por ello enfermar y morir son eventos sociales registrados cualitativamente en la memoria familiar, social y colectiva dentro de una clasificación cultural de enfermedades que tiene que ver con la forma como estos indígenas piensan su cuerpo en relación con toda su comunidad, en relación con la tierra, los árboles, los páramos, las lagunas, los ríos, el trueno, los tiempos fríos, calientes, frescos, la luna, el sol, la noche, el día, la lluvia y muchas cosas de la naturaleza nominada. Cuando se transgreden las normas hay desórdenes que repercuten en la sociedad y los individuos, hay acumulación de “amenazas” y los especialistas de la sensopercepción empiezan a sentir en sus cuerpos “señas” de una circulación energética transtornada o a “ver” las causas del susto, disfunciones orgánicas, malas cosechas y muerte de los animales, atribuyéndolas a enojos del trueno, del duende, del arco, de la madre monte, de la madre agua. Esta filosofía étnica deja en evidencia que para los indígenas caucanos el territorio es una escritura, un referente de signos y significantes que permite construir una cosmovisión basándose en lo concreto que ven y sienten todos los individuos y sin lo cual no habría significado. En este proceso priman principios de clasificación y diferenciación que, operacionalizados como condiciones y normas, permiten poder vivir allí; también resaltan los principios que propenden por el equilibrio, la armonía y la reciprocidad. Las cosmovisiones andinas del Cauca son un gran aporte como conocimiento íntimo de la dinámica de los ecosistemas a través de los tiempos. Si se estudia con más detalle la convivencia armónica de las comunidades con el medio es posible reforzar las concepciones que fortalecerán su ser étnico, el territorio, y contribuirán pedagógicamente al freno del desequilibrio en la disponibilidad de aguas potables, superficiales o subterráneas. No en vano se autodenominan los “guardianes de la naturaleza”. 74 La filosofía de la que hablo podría ser traducida al siguiente lenguaje: establecimiento de actividades socioeconómicas y sociales según caracterización de los recursos (aprovechamiento racional); previsión y control de actividades impactantes o alterantes de los ecosistemas; desconcentración y diversificación de las actividades socioeconómicas; conservación de la biodiversidad; delimitación de los usos y fines de la tierra de acuerdo con el conocimiento milenario que coincide con su vocación ecológica; definición de los espacios sujetos a protección especial -– frágiles y críticos— a partir de la caracterización como espacios de mayor espiritualidad dentro de la naturaleza, incluidos sus dueños protectores y la normatividad socio-cultural relacionada con ellos. Lo más importante es que estas cosmovisiones indígenas se vean como el fundamento de sistemas sociales que dan un verdadero apoyo al desarrollo sustentable. Aceptar a plenitud estas múltiples concepciones que los indígenas han construido en su relación histórico-cultural con el medio ambiente significa darle concreción real al principio constitucional de que "El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana": "Nosotros existimos por el agua, que ella, si se va vuelve a estar con nosotros, ella es eterna y quiere que existamos" (voz yanacona). 75 REFERENCIAS Baer, G. 1984 Die Religion der Matsigenka, Ost-Peru, Monographie zu Kulturund Religion eines Indianervolkes des Oberen Amazonas. Wepf Verlag, Basel. Baldus, H. 1968 Vertikale und horizontale struktur im religiösen weltbild sudamerikanischer indianer. Anthropos 63/64:16-21. Bouysee-Cassagne, T. y O. Harris 1987 Pacha: en torno al pensamiento aymará. En Tres Reflexiones sobre el Pensamiento Andino, editado por J. Medina, pp 11-59. Hisbol, La Paz. Cabildo del Pueblo Guambiano 1994 Diagnóstico y Plan de Vida del Pueblo Guambiano. 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Paideuma 19-20: 365-443. 81 INDICE ANALITICO A a’te a’te tandy a’te thë’sa Abejorral Abortar aché adscripción afirmación agropecuarias Agua Blanca Agua Tibia Aguacero aguardiente agua(s) ariscas corrientes quietas marina Alasana Almaguer almas alquimista(s) alucinación alud aluminio aluviales amansable 82 amansamiento amansar amapola amazonia amazónico(s) ambiental(es) amenaza(s) americanística ancestros Andes Andina(o) animada animales antepasados antes de Dios antropológica antropomorfización antropomorfo(as) aprehensión apropiación arco arisca armadillo(s) astillita de Paja ataque de arco atmosférica auca(s) autoabastecimiento avalanchas aymará azufre B Barbillas barro bautizo Belalcázar Benévolos bienestar blanco Bolivia borrascosa bosque botar familia bravo 83 brujas C cabildo cacique(s) cadáver(es) café Calambás Caldono calidad cálidas calientes calma calor camayura camino campa canasta Canelo Cañadas cañones Caquetá casarse cascadas castigando Castillo i Orozco Cataclismos cateo Cauca cauces celestes cenizas chamán chamánico Chinas Chisquío chonta chorreras chumbados chumbe cielo ciénagas Cieza de León P. circulación clasificaciones 84 climático climatológico coca coconuco(s) Coconuco colchón colectivos colla Collasuyu Colombia colombianos colores complejos culturales complementarios comunicación comunidad(es) civil(es) cóndor conducta conocimientos conquistadores consejero(s) conservación contaminación contaminante corazón coronilla cosecha cósmica cosmografía cosmología cosmos cosmovisión(es) indígenas costas coyaimas crecientes cristiano(s) Cristo cronológico cualidades cualitativas Cuaré cuencas cuevas culebra(s) 85 cultivado cultura ajenas de la salud indígenas páez rurales D daat’i dando luz dar a luz danta deforestación deforestar deidades demográfico derrumbes desacraliza desagrado desalinización desequilibrio detenida deterioro develamiento diálogo diarreas dieta diluvio(s) dirigentes discursivas disminución disponibilidad doctrina domesticados doméstico dominación dominante drenados drenaje(s) Drexler, J. duenda duende dueños dulce 86 E Ecosistema(s) frágiles eeka eeka yat eje ekthe’ El Buey Embalses emic emparamar empelotar energía(s) cósmica enfermedad(es) entierros entorno eperá-siapidara equilibrio erosionados escarcha escorrentía escritura escucha sensorial espacio(s) espanto espíritu(s) esponja este mundo estrella fluvial estrellas eterna ética étnicamente etnicidad etnobotánica etnoecología etnografía nacional etnográfica evaporación evapotranspiración excesos 87 F fábrica falta familiar familias lingüísticas faust, F. fe fenómenos ambientales atmosféricos geomorfológicos fertilidad finito físicas fisiográficas fluvial fogón frescas fresco frianos fríjol frío Frontino G Galarza, F. gaseoso genésico genios tutelares gente sin rabito geomorfología geomorfológicamente glaciales glacifluviales global grafía gramíneas granizo Guachicono Guambía guambianos Guanacas guando guardián es) 88 Guarqueyó Guayuyaco H hachones Hato Viejo herederos heridas en las montañas héroes culturales hielo de muerto hieloso hierbas medicinales hijos del agua nasas historia(s) histórica hombre niño piedra huacas huecadas huerta Huila Húmedo I imágenes impredecible incas incontrolable incultivados industrialización inequitativa inesperados inframundo Ingano(s) insomnio intercultural intertropical inundaciones Irlanda 89 itaqui J Jambaló Jívaro Jucas Juguetones K k’dul kiwe dyihu kiwe dyihu yet kiwe nyhi yet kl’um krahó ks’ya’w wala ks’ya’w yat Kuiche Kwes kiwe L La Plata La Sierra la tierra lagos laguna(s) Lame Las Delicias Legislación lenguaje concreto leniticos Letreros leyenda limpiezas linderos literatura localización lodo López, M. Lóticos luchadores luna menguante 90 niña nueva redonda M Macizo Colombiano Macucos máculas madre agua monte Magdalena Maíz makusi mal viento maldades mambeo manantiales manquian manso(s) mapuche mar masas de aire masculino matriz matsiguenga Mauembisu médicas médico(s) tradicional medio medios químicos memoria menstruación metodológica meweh mexicano miao de arco microcuenca microvertical minerales miticas(os) mito(s) mnemotécnico mochila 91 mohan moldeado montañas morada Moral Morobik Mosoco movimiento muerte mujeres mujeriego(s) multivocalmente mundial mundo andino de abajo de arriba N nasa yuwe natagaimas natural naturaleza Naundorf, G. nawpaq necesidades nevados nieve niño(s) no domesticados normatividad nubes blancas negras nubosidad ñimbe O observación Océano ofrecimiento ojos de agua ombligo opuestos oralidad 92 orgánicos orina Ortiz Oso P Pachamama Padre “estrella” paeces Páez paisaje mítico Palacios, A. Pan de Azúcar Pancitará pancoger pantasma páramos paría el agua paridos por la tierra parteras parto(s) de la tierra Patía Pedro animal Pedro Urdinales Pensamiento Peña, B. peñas peñascos perdurar Perú piedra(s) central mágicas sagradas vivas Piendamú Pijaos Pikuk Pinzón, C. pishau pishimisak piso(s) térmico(s) Pitayó Placenta(s) plantas 93 Bravas calientes domesticadas frías medicinales nacederas pluviométricos pluviosidad poder(es) negativos positivos Polia, M. Político(s) potabilización potable precipitación(es) precolombinos predecir predestinados preservación primigenias primigenio profundos progresivo protección protectores(as) pta’ndz (sucio) pu’s Pueblo Nuevo Pululó puma Pupito de zapallo Puracé puro Putanga Putrefacta Q quebrada quema Quichaya químicos R rayo recién nacido 94 refrescamientos regeneración espontánea remedios calientes renovable representación resacraliza resguardo(s) resiembra restricción restricciones sexuales riachuelo río Río Blanco riqueza acuática Hídrica ritual(es) ritualizada roca rocosas Roe, P. Ronchas ruanudos S s’i s’uita saber Chamánico sabio(s) sagrados sahumerios sal salada(s) salud salvaje San Francisco San Juan San Miguel San Nicolás San Rafael San Sebastián sangre caliente fría Santa Marta Santiago 95 Santo Tomás satanás savia secas secreta sectores sedimentos sek Semana Santa semantización Semiología Senos Sensopercepciones sentimiento señas señor estrella viento seres ancestrales humanos míticos vivientes siembra significación silvestre Silvia símbolo sistemas social socializada sol soledad de Monte sólido sombrero Sotará submundo subcontinente subterráneo suciedad sudor suelos sueños superficial(es) superficie(s) suramericano(s) 96 Swin T t:iwe yase tabaco Tálaga Tama, J. Tapanos Taravira Távio Tay taypi Qala tectónicos tecnológicas temblores temor temperatura tempestad tensoactivos termales territorio(s) thë’wala tibia Tibón G. tierra Tierradento Titicaca Tiwanaku Tocados por el rayo Tóez Tolima Toribío totoroes tradición escrita oral traducción(es) tres mundos tres negros trópico trueno tulpas túneles subterráneos U Unidad 97 Uso actual utilitarista V Valle(s) vedados vegas vegetación vegetales velorio venado(s) verdad Verón verticalidad victoria vida vigilante Vinagre Virtude(s) Visión(es) vital vitalidad Vitoncó Vitoyó viuda vivificada volcanes volcánica volcánica(s) W weet’ahn weh’a Wila Wira Cocha Y Yanacona(s) yerbatero yu’k hi’pmenas yu’k hipmenas yu’vyaa yu’ yu’Kwet Yule, M. 98 Z zoomorfizado zoomorfo zumos