González Ferrín, E. (2007): Historia general de Al Ándalus Planteamos que no es comprensible el nacimiento de lo andalusí sin partir de que Hiospania y el norte de África participaban –antes de la supuesta invasión del 711– de un mismo proyecto cultural. El mito de la homogeneidad de ambos lados del Estrecho en el tiempo árabe se cae por su propio peso –fueron rivales políticos y ocasionalmente militares–, no así en el tiempo pre-islámico o post-romano. Cada vez que se dice béreber en los primeros siglos de expansión musulmana, significa simple y llanamente cuanto entonces implicaba la palabra: bárbaro. Para limpiar la narración histórica de esta intoxicación tan común –la berberización de la invasión–, deberíamos emplear la palabra bárbaro o nativo en lugar de béreber. La cuestión es proclamar la duda metódica y romper los pares constituidos por lo beréber-tuareg y lo beréber-imazighen. Cuanto vale para la realidad actual, no tiene por qué valer –de hecho, se opone diametralmente– para realidades de la misma geografía, contemplada unos cuantos siglos antes. Deberíamos –por proseguir con los deberes– respetar aquellas apreciaciones sobre lo beréber con que reconocían su perplejidad los primeros etnógrafos ˗sociólogos, antropólogos culturales– al estudiar el universo poblacional norteafricano: que, en el norte de África, se llama beréber a todo aquel que no es negro. De tal suerte, deberíamos decir algo así como Taric entró en la península con tropas constituidas, en su mayor parte, por naturales del norte de África. Es ésta la interpretación de beréber en ese contexto. Porque el exotismo en las crónicas es engañoso: si Taric –palabra cercana a Alaric o Roderic, nombres góticos de reyes visigodos, latinizados como Alarico o Roderico, pero no decimos Tarico para, así berberizarlo. Si el tal Taric era beréber según las crónicas, es que era bizantino-visigodo-ex vándalo. Amalgama norte-africana de la época. Desde luego, hablaba latín tardío preñado de púnico y griego –lo mismo que se hablaba en el sur de Hispania–, no árabe, el idioma que aún no había tenido tiempo de salir de la península Arábiga. Porque los invasores son bereberes/bárbaros en la terminología de Roma; para la Roma que les da nombre, la aún existente en esos tiempos, e incluso a la espera de sus mayores logros: Bizancio. Los barbari –plural de barbarus– que en el griego de los bizantinos pasa a ser barbaroi. ¿Por qué es esencial el matiz de homogeneizar ambos lados del Estrecho el día antes de 711? Porque, los mande quien los mande, las tropas que entran en Hispania no son diferenciables de las que ya habitan el territorio hispano. Porque, si son nativos del norte de África, son parte de cualquiera de los pueblos que ya pasaron por aquí. Desde luego, cristianos; en cualquiera de sus vetas cromáticas de la época: herejes arrianos o donatistas, seguramente. Úkoly: 1. Přeložte text do češtiny a u problematických míst či výrazů připojte krátký komentář či alternativní řešení (využijte prosím možnosti vkládat komentáře pomocí nástrojů Word v záložce Revize). 2. Přečtěte si pozorně text (pasáž z knihy) a zaměřte se na jeho stylistické vlastnosti. K jakému funkčnímu stylu by se dal nejspíše přiřadit (např. styl odborný: čistě vědecký/akademický, učební, populárně-naučný; styl umělecký; kombinace více stylů…)? 3. Jakým způsobem zde téma ovlivňuje použité výrazivo a slohové postupy? 4. Co podle Vás charakterizuje styl autora a jaké výrazové prostředky (lexikální a syntaktické) považujete z tohoto hlediska za nejpříznačnější? Překlad a komentář ke stylistickým aspektům textu (viz otázky 2-4; nejméně 1000 znaků, může být česky) mi prosím zašlete nejpozději do 20. května na adresu stehlik@phil.muni.cz.