INSOMNIO Quise seguir durmiendo, prolongar la linea de mi sueňo roto. Pero una sombra enemiga jj me arrastraba al abismo demispropias EMBOSCADAS voces. Me dijeron: no busques. Nada se te ha perdido. ROSARIO CASTELLANOS 28 Emboscadas Cuando llegó el principe azul era tan azul, tan azul que caia sobre mi rojo apagándolo. Que peligrosa tinta me trajo en sus pupilas. No conviene mezclar en la colada ropas que puedan destefiir, me dije. Antes de despedirlo tuvimos que lavarnos por separado. 31 consonancias conmigo en asonante i dándome pie La poesia no mata, pero encuentra la punta de su flecha. Por eso en esta plena tarde, cuando aún me queman, tus palabras ruedan como se deshilacha un collar de perlas falsas. Recogerlas —aunque duelan— es mi tragédia de chica sentimental de clase media. En el bianco que soy se clava mi poema. consonancias conmigo en asonante ii Ella Siempre estás a disgusto con ella, con la que dentro llevas. Quizá sea el origen de tus huellas, la pecadora Eva. ^Mas del origen quién se acuerda si el origen es niebla? Pero el pecado queda: haber dado a la história su belleza, arrastrar sus miserias. 32 33 DlNERO de BOLSILLO Frías estrellas Se aconseja no cotizar en bolsa. Una mujer no aprende el infimo valor de su moneda hasta que no circula en el devaluado mercado de las letras de cambio. Inalcanzables, como el aire Emily Dickinson Duerme la vanidad agazapada en su casa de noche y muy cerca se tiende la soberbia por descansar al lado. Una capa las envuelve, iino bielo, para que nadie se acerque. No quieren contaminarse, dicen, en su exilio dorado. Saben siempre estar lejos y a salvo de mezquinos errores. Se abrazan como si fueran una. Nunca se equivocan porque no ven —el mundo— más alia de sus limites: orgullo y prejuicio. 34 35 VlEJAS SERVIDUMBRES EL ORDENADOR, LA LECTURA Y EL TIEMPO (Canción desafinada) Por la mafiána abro un libro de poemas Campanas te llaman 7 leo un ratito —me dice— al orden. para aliviar la espera Campanas mecánicas mientras se enciende el ordenador. rompen un suefio Y luego, a lo largo del día, que no te pertenece. ya no lo cierro (el ordenador) Orden, por favor, lo dej o en suspenso, orden. para no perder más tiempo... No pierdas —,;leyendo poemas? el ritmo. Pregunto. Si no te apresuras bajará el técnico a ver que 1 pieza falla. 36 37 Boleros lugares de escritura Comentaste (no es reproche, es elogio, me advertias) que aquellos versos mios arrastraban un aire de bolero. Todavia me arrastra una sonrisa aquel viejo recuerdo: el aire de bolero, sigo pensando, sin duda hasta en mi entierro lo prefiero al de una marcha funebre. Entre el bolero y la marcha fúnebre, sin embargo, en el aire, ay, sólo preguntas. 38 Las palabras se buscan o te encuentran. S e entretejen —siempre distintas— donde menos lo esperas para alcanzar migajas de realidad, a veces un suculento almuerzo. Mientras lavo los platos, como pájaros, nuevos versos me rondan, entre el jabón y el agua, exigiendo cobijo, letra escrita (que luego borraré seguramente para empezar de nuevo). También revolotean aves y versos en lugares más clásicos, como el mar en verano, las noches de insomnio, el tren, el autobus o el recuerdo importuno, mas bellísimo acaso, de algo que no ocurrió tal vez como creemos 39 o el tiempo a su manera ya deshizo, pero aguarda el trazado de las líneas para ser otro, cobrar sentido en un papel cualquiera. Escribir es un vicio que nunca se detiene. invierno En la oquedad del árbol dos pájaros okupas se acurrucan y resguardan del frío. El bulevar blanquea entre ramas desnudas y el cielo anuncia nieve. La mafiána se detuvo un momento. Se me helaron las manos, pero no la sonrisa, el hueco del amor. 40 41 III Palabras nuestras Yo me escondo dentro de miflor Para que llevdndola en tu pecho — Tú - sin sospecharlo, me lleves también a mi— jYel resto lo sahen los Angeles! Emily Dickinson Sed Igual que una emoción te embarga y te deslumbra y sólo un leve resplandor de su luz consigues que contagie, asi la vida te guarda su secreto día a día, apenas entreabriendo los postigos de su cámara oculta: destello lento de inquietud que nos quema sin consumirse nunca. Agua en los labios. 45 lo que ocurre con la luz Hay versos que se endenden engastados en la radiante luz del firmamento poético. Despliegan su ancha cola de cometas atravesando el cielo con su brillo estelar. Otros apenas, con velado fulgor, alumbran la sombra ardiente de una conciencia, aqui en el fin del mundo: sólo para tus ojos. Hoy es mi día ■ ;i This is Just to Say ■ William Carlos Williams I Sali a la calle y dije: .j hoy es mi día. ''. El sol es un pozo de fuego, j nubes ligeras Ir me acompaňan. i El cuerpo no quiere pesar : co mo no pesa la alegria. El aire deja en mis labios el azul de tus besos. Miro a la gente que no me mira, cruzo el puente y nadie se detiene. Yo paso feliz (te siento). La vida es como un rio. i Y me Ueva. 46 47 I - íi Palabras nuestras :) Como un murmullo, un sonido indeciso y creciente, ,; igual que el bisbiseo de la luz avanza, a gatas, f entre los árboles sin hojas del invierno, se acercan lentamente, * palabras nuestras, pálidas, j pues vienen de la noche. Como el crujir de unos zapatos bundiéndose en la aréna i han de llegar abriendo f un día la mafiána. Crecen en las laderas oscuras de tus suefios, : entre las sombras de mis calles perdidas, tras las esquinas donde la gente desespera de otro tiempo posible. Crecen bajo la cara oculta de la luna, detrás de las estrellas, en los suburbios ensimismados. Germinan bajo tierra donde la historia, poco a poco, esparce sus semillas. La tarde arroja en los caminos melancolía. Y ellas řlorecen allá donde se pierde el horizonte, abandonando sombras, abriéndose en cascadas repetidas, cristales de la noche, con esa música secreta que esconden los nombres del mafiána. 48 49 CUMPLIENDO AŇOS Senalé el día en el calendario sólo por resaltar en rojo las fechas que nos unen. Aunque lo que nos une es una linea fina que se alarga hacia el p as ado y el ŕuturo con principio y sin fin que vislumbremos. Y el calendario va colgando sus dias como las cuentas de un collar en el hilo del tiempo. El tiempo somos tú y yo que caminamos juntos por esa linea frágil de la vida. En el amor el tiempo se escribe en compaňía, y el collar va creciendo cada noche como la hiedra enreda la pared de una casa. Seňalé el día en el calendario, aunque sabemos que la felicidad a lo largo no necesita fechas. Lo que importa es la viva sensación de compartir, ese ŕuego Uenando el corazón. No, no hace falta resaltar las fechas cuando dos viven juntos el vuelo cotidiano del amor. Pero brindemos, sin embargo, cada ano por el día del comienzo, la noche que aún deslumbra. 50 51 TUS LARGOS DEDOS Cuándo me peinarán tus largos dedos... decia en la penumbra la lengua del deseo en el justo momento en que los dioses aparecieron derramando su gracia. Asi nos regaló el destino un minuto de eternidad. Lástima tantas horas amontonadas una cayendo sobre la otra, que pasaron y pasarán sin conmovernos ante la indiferencia del cielo: Uuvia fina resbalando en la tela del paraguas. Afán Amor y poesía, cada día J.RJ. La poesía, como el amor, se escribe cada día. No basta el poema de ayer y el amor no descansa. Algo nos queda siempre sin decir bajo los versos, rlotando entre los brazos y los oj os del poema. Igual que una piel, al despegarse de otra piel, desde la plenitud de dos cae en la soledad que renueva el deseo. Por eso, como la noche inevitablemente despierta en la mafiána, siempre vuelvo a escribir poemas, vuelvo siempre a perderme en ti. 52 53 T" ŕ. Una forma de vída Tú me acostumbraste... FRANK DOMINGUEZ No estaba escrito mas tu me acostumbraste a esta guarida azul, que es una nave que va desordenada y viva atravesando las corrientes marinas sin seguir ninguna, a tu aire extravagante y solo, lobo de mar, ojos de agua. No estaba escrito pero aprendi a vivir en el desorden de las letras, los libros como cuerpos que me miran, las päginas manchadas ä diario, la tinta cruel que atraviesa el papel de la manana limpia. No estaba escrito el mar revuelto de mi vida pequefia entre las olas deslavazadas de la tuya, pensamientos, imägenes, obsesiones rompiendose en las noches duras como el diamante. Y sin embargo, tú me acostumbraste a esta forma de vida, a esta casa viajera que nos arrastra sin movernos hasta el vertiginoso, raro aliento del ser y la existencia, las primeras, las últimas preguntas. No estaba escrito, hub o que rehacer palabras, los renglones torcidos, posar en los estantes el vuelo de las hoja: contagiar gestos, empaňarnos como cristales con el vapor del corazón. No estaba escrito pero abrazamos la intemperie peculiar del peregrino que ya somos, que todo lo acapara, lo Ueva encima, que no se queda quieto ni va a ninguna parte porque el mundo está aquí. 54 55 IN THE WINDMILLS OF YOUR MIND (O el bilo de una historia) Fue el primer dia. Llamé a la puerta equivocada. Pulse el timbre una vez y otra, impaciente, y tú abriste a mi espalda. Sabías que era yo quien apretaba en vano el timbre del vecino. Me dijiste "es aqui" y sonreías burlón. Me volvi avergonzada. Parecias un diablo divertido ante la puerta de su infierno. Tropecé con tus ojos y me precipité al vacio. Aún me endende el futuro aquella puerta abierta, aquella rendija por la que Alicia atravesó el espejo y yo alcancé otro tiempo. La luz devora más que el fuego. Hay una claridad que no está a la vista, que gira como un molino de viento en la cabeza. Un pensamiento puede tener la llave para cambiar de sitio la noche. En aquel mundo extrafio, al otro lado del mui supe de ti y de mí como no se anunciaba en mi destino. Pero existe un destino que sólo se conquista. Un espacio de sueno y desafío para escribir lo nuevo. Aquel mundo distinto que en ti ardía estalló en mi conciencia como definitivo. Me trajo el argumento para urdir la novela de una vida. En aquel laberinto de luces de tu mentě, řui la invitada que se quedó a cenar. 56 57 El hueco de lo vt/ido El rio, "la calle mas larga de Londres"... Anne Perry Y tras deck adiös despedimos la tarde. Desde entonces un rio arrastra para siempre entre sus aguas turbias aquel trozo de vida que quisimos guardar en una imagen quieta. Una foto pretende ser testigo del pasado, de una tarde fugaz, de un instante de luz. No es lo que mas me importa: la verdadera foto ha quedado en el aire. La imagen que mas hiere estä pasando siempre, otra y la misma, repitiendose en mi, igual que el Tamesis escribe sin cesar el corazon de Londres. He vuelto del viaje y sin embargo no regrese del todo, algo me deje atras y algo me traje que no entrö en la maleta. No me duele esta foto con su luz, con su tarde brillando por mis ojos y los tuyos, me duele aquel instante eterno que no se fija ni se va, aquel momento nuestro para siempre: tu y yo, el rio y sus aguas revueltas. El tiempo corriendo con el dia entrenublado y el leve azul del norte. 58 59