108 TOMAS BÜESA OLIVER 7200), santanderino berzón (Alcalde del Rio, s. v.), portugués barcao y dialectal-mente bragao (Serra da Estreila) y brazao (Alentejo), formas citadas por Corominas, DCEC, I, 417-418, a donde remito para los problemas que plantea su etimologia. No labran en Pacho con parejas de bestias [béstjas] 'bestias, caballerias', sino con yunta de bueyes [yúnta de bwéyes] o yunía de giiěyes í[gwéyes]; güey por buey es forma vulgar y dialectal en todo el ámbito hispánico. También dicen yunta en la Argentina y Chile (Ronco, 24; Mori'nigo, 530, Oroz, 384). Significa enyugar [enýúgár] 'atar los bueyes al yugo, uncir', como en Zipaquirá (FlÓREZ y Amaya, 13); y desenyugar [desenyugar] 'desuncir, quitar el yugo'. Apa-rece enyugar en el Die. Real Acad.; Alvar lo anotó en el canario de Tenerife, igual que desenyugarsl, verbo éste usual en Bogota "5, Venezuela, Cuba y en general en las Antillas, Guatemala, Honduras, argentino de San Luis, Perú y Chile56. Yugos semej antes o parecidos al de Pacho pueden verse en los gráficos que acompaňan a los estudios de Flórez y Amaya, lámina II, 2; Dornheim, Ail, III. lamina 4a; Alvar, Tenerije, lám. VIII, dibujo 2; Krüger, Léxico rural del No-roeste ibérico, fig. 2a; Aránzadi, Aperos, págs. 338 y 341; Canellada, 57, fig. 8; Zámora, Libardón, 663; Alvar, Aezcoa, 42, fig. 9; Violant, «Rev. Dial. Trad. Pop.», XIV, 318 y foto 11. Tomas Buesa Oliver Universidad Laboral de Sevilla. hh^J /V^<\ V«*««. Suh^Mk, \jvi\ftmdiA M Sr/*«**h 54 Alvar, Esp. kablado en Tenerife, págs. 171 y 165 respectivamente. 55 Rufino Jose Cuervo, Apuntaciones criticas sobre el lenguaie bogoiano, Bogota, 1955, § 934. 58 Malaret, 363; Santamaría, t. I, 566b; Fernando Ortiz, Un catauro de cubanis-mos, «Rev. Bimestre Cubana», XVII, 1922, págs. 106, 224; Berta Elena Vídal de Bat-TINI, El habla rural de San Luis, BDH, VII, Buenos Aires, 1949, pág. 143; J. T. Medina, Chilenismos. Apuntes lexicográficos, Santiago de Chile, 192S, pág. 131 b. NOTAS SOBRE EL GITANO ESPAÍÍOL En mis estudios sobre voces de origen gitano en espaňol me limite, durante muchos afios, a investigar textos que reflejaran el lenguaje popular para documentar, en lo posible, su uso y difusión y aproximada fecha de incorporación al uso colo-quial, asi como de su introducción en la literatura. Pero ya en el ensayo preliminar de conjunto que escribi para una colección de monografías, algunas previamente publicadas y otras inéditas \ apunté algo sobre mis primeros intentos de utilizar, como ayuda de mis estudios, el caló que todavía hablan los gitanos espaňoles. Más tarde, en 1951 y 1952, dediqué varios meses de investigación sistemática al estado actual de decadencia de la lengua original que los gitanos trajeron a la Peninsula 2. Mis continuadas ausencias de Espaňa y las multiples interrupciones que, por razón de ello y por la urgencia de otras tareas, han sufrido mis estudios del gitano, han sido causa de ir aplazando la publicación de unas comprobaciones y resultados que sólo paciente y largo trabajo sobre el terreno y una dedicación prolongada y exclu-siva al tema podian establecer y justificar. Para que algunas de mis observaciones, por parciales y limitadas que sean, puedan algún día ser aprovechadas, me decido a dar sucinta relación de ellas en la esperanza de que haya ocasión de completarlas antes de que la absoluta decadencia del caló lo haga imposible. Resulta dificil abordar el problema del real estado actual del caló entre los gitanos espaňoles, porque nos encontramos ante un momento muy avanzado de un largo proceso de desintegración, cercano ya a una total extinción. La casi absoluta carencia de textos que nos documenten la lengua de los gitanos con anterioridad 1 Estudios sobre los gitanismos del espaňol (uRevista de Filológia Espaňolav, Anejo LIII), Madrid, 1951; véase especialmente p. 15, nota 14. 2 Quiero hacer constar mi gratitud a la American Philosophical Society y al Com-mitee for Advancement of Research de la Universidad de Pennsylvania por habcr hecho posible esta investigación; véase un breve resumen de la labor realŕzada en C. Clavería, «Studying the language of the Spanish Gypsies and its impact upon the Spanish colloquial speech and literature», American Philosophical Society, Yearbook, Philadelphia, 1952, p. 27 y ss. 110 CARLOS CLAVERÍA al siglo XIX 3, nos obliga a tomar como punto de partida el vocabulario de The Zincali de George Borrow, publicado en 1841, y que hay que suponer que recoge, con mayor o menor fidelidad, el estado de la lengua de los gitanos espaňoles entre 1835 y 1840, afios de sus famosas andanzas por Espaňa como agente de la Sociedad Biblica de Londres, en que tradujo también al caló el Evangelio de San Lucas, que apareció, por primera vez, en 18374. La preparation filológica y la autenticidad en sus conocimientos de caló han sido puestos en tela de juicio, asi como la arbi-trariedad de sus interpretaciones etimológicas. Pese a ello, los filólogos alemanes Pott y Miklosich, autoridades máximas en gitanologia en el siglo XIX, recurrieron a los materiales de primera mano que Borrow les proporcionaba, a falta de otros mejores, y consideraron, en vista de ellos, que la lengua que hablaban los gitanos espaňoles constituía la variedad lingiiística más evolucionada y corrupta entre todos los dialectos gitanos conocidos, tal como el propio Borrow habia reconocido, con pérdida casi absoluta de todo resto de la antigua flexion indoeuropea5. Pero, aparte 3 Véanse Estudios, p. 17; y del mismo, «Nuevas notas sobre los gitanismos del espaňol», Boletin de la Real Academia Espaňola, XXXIII, 1953, p. 76, sobre vocabulario gitano espaňol anterior al siglo XIX. En la introducción a una reedición de la version al gitano espaňol del Evangelio de San Lucas, por George Borrow, recojo nuevos testimonios de este vocabulario en otros autores, especialmente en Torres Villarroel. * Sobre el caló de Borrow, véase Estudios, p. 10 y s.; 72 y s., nota 41. Queda en pie la cuesrión de cómo y dónde aprendió Borrow la lengua de los gitanos espaňoles y si la reflejó fielmente en su vocabulario. Hace afios I. Brown, «The Vocabulary of the Zincali», Journal of the Gypsy Lore Society, Third Series, II, 1922, p. 192, se preguntaba si Borrow no habria tenido un modelo impreso o manuscrito para componer su diccionario gitano-espaňol. Recientemente R. FréCHET, George Borrow (1803-1881). Vagabond polyglotte —Agent biblique— Ecrivain, Paris, 1956, p. 196, ha indicado una posible fuente directa de los conocimientos de caló de Borrow: «Le seul ouvrage technique qu'il semble avoir étudié est le vocabulaire romani de Richard Bright». Esta afirmación se basa en lo que dice el gitanólogo inglés F. H. Groome, en la introducción al libro de Borrow, Lavengro, London, 1901, p. XXIII: «For his Spanish vocabulary certainly drew largely either on Richard Bright's Travels through Lower Hungary or on Brighťs Spanish authority, whatever that may have been». Fréchet afiade: «Dans une lettre inédite de 1874, conservée au Musée Britannique, F. H. Groome écrit: 'Borrow has quietly appropiated Brighťs Spanish Gypsy words for his own work, mistakes and all'». En efecto, el médico escocés Richard Bright publico como apéndice a su libro Travels from Vienna through Lower Hungary, Edim-burgh, 1818, p. LXV y ss.; y LXXXVIII y ss., un «State of the Gypsies in Spain, 1817», y una «List of Words» de la lengua de los gitanos espaňoles, comparándola con otras de los gitanos ingleses y de los cigari de Hungría. No parece ser que Bright recogiera perso-nalmente las palabras y frases del gitano espaňol de su lista, porque no estuvo nunca en Espaňa (véase The Dictionary of National Biography, II, London, 1921, p. 1242 y ss.). En todo caso una somera comparación de lo comunicado por Bright con The Zincali no corro-bora la afirmación de Groome, sobre todo en lo que se refiere al vocabulario. Convendrá, sin embargo, valorar la lista de Bright que ofrece variantes de interes, si bien documenta el mismo estado corrupto del caló que recoge Borrow. Después de redactadas estas notas ha llegado a mi conocimiento la existencia de un vocabulario de caló, manuscrito, de Usoz del Rio, tal vez independiente del de Borrow. 5 Sobre el gitano espaňol, estudiado muy someramente, en comparación con otros dialectos, por Pott y Miklosich, y que ofrece muchos problemas aún no abordados de origen y clasificación, véase lo que, en resumen, dice M. L. Wagner, Notes linguistiques sur I'argot barcehnais («Biblioteca Filológica de ľlnstitut de la llengua catalanat, XVI), Barcelona, 1924, p. H y ss. NOTAS SOBRE EL GITANO ESPANOL 111 de esto, el vocabulario de The Zincali y su version Etnbéo e Majaró Lucas pueden darnos una falsa impresión respecto a la riqueza del vocabulario autóctono de la lengua que usaban los gitanos en esa época. El propio Borrow nos confirma que habia gitanos que no entendían el «caló cerrado» de su traducción del Evangelio, que parece revisó varias veces, y también haber corregido para posteriores ediciones, exagerando el purismo de su vocabulario al eliminar y sustituir consecuentemente toda palabra espafiola por voces gitanas. Desde hacia tiempo, la lengua de los gitanos espaňoles no sólo habia perdido su viejo sistema lingiiistico para adaptarse al del castellano, sino que debia, ya en tiempos de Borrow, ser difícil concebir a un gitano expresándose en frases cuyo vocabulario fuera exclusivamente el de una lengua sin mezcla alguna de palabras espaňolas". Los escasos documentos que poseemos anteriores a Borrow, los cantares gitanos que él recogió juntamente con el vocabulario de The Zincali' y los diccionarios gitano-espaňoles 8 y textos gitanos publicados casi contemporáneamente o con posterioridad a la estancia de George Borrow en Espaňa, nos revelan, por un lado, el carácter del «lengua mixta» del gitano espaňol, y, por otro, la obsesión purista por parte de los no gitanos, que aprenden el caló con decidida afición, de emplear y preservar exageradamente un vocabulario que habia con seguridad caido, en gran parte, en desuso entre los 6 Todos Ios testimonios sobre la lengua gitana que poseemos con anterioridad y posterioridad a las voces y textos que da Borrow refiejan una lengua que ha perdido su flexion antigua y cuyo vocabulario original aparece entremezclado con el espaňol, y no únicamente con palabras de «germania»; asi ocurre en la lista y frases que recogió R. Bright en su libro citado en nota 4, en los diccionarios gitano-espaňoles del siglo XIX, y en los voca-bularios y textos sueltos publicados en el Journal of the Gypsy Lore Society, Old Series, I, 1888-89, p. 177 y s. [un vocabulario granadino de 1876]; y New Series, IX, 1915-16, p. 64 [unos cantares recogidos con anterioridad a 1836]. Las frases en caló que aparecen en saine-tes y pliegos de cordel de fines del XVIII y primeros afios del siglo XIX, que cite a lo largo de mis Estudios, revelan el mismo estado de lengua mixta. La fecha de la pérdida de la flexion en el gitano hablado en Castilla y en el Sur de Espaňa debe ser antigua y con-trasta con el «inflected romani» de algún dialecto periférico, como el de Catalufia, mejor preservado por el hecho de que los gitanos de esa región hablaban además Catalan, castellano y francés; véase F. G. Ackerley, «The romani Speech of Catalonia», Journal of the Gypsy Lore Society, New Series, VIII, 1914-15, p. 99 y ss., que documenta la conservation de la flexion en el gitano todavia a mediados de siglo, lo que contrasta con que sucede en el Pais Vasco por esas mismas fechas, segun el propio F. S. Ackerley, «Basque romani», Journal of the Gypsy Lore Society, Third Series, VIII, 1929, p. 50 y ss.; y con el caló de Portugal que depende del de los gitanos de Espaňa según los materiales publicados por A. Coelho, Os ciganos de Portugal, Lisboa, 1892, p. 7 y ss.; también R. von Sowa, «The Dialect of the Gypsies of Brazil», Journal of the Gypsy Lore Society, Old Series, I, 1888, p. 57 y ss., da cuenta de una variante emparentada con la espaňola y muy corrupta también. Aunque Borrow afirmó que la lengua hablada por los gitanos italianos era similar a la de los gitanos espaňoles, e igualmente corrupta, G. J. AscoLi, Zigeunerisches, Halle, 1865, p. 127 y ss., pudo documentar, en esas fechas, una variante gitana bastante pura, conservando la flexion, en el Sur de Italia, que poca similitud ofrecia con el estado decadente del caló de The Zincali. 7 Véase sobre la poca autenticidad del caló y del origen gitano de esos cantares, H. Schuchardt, «Die Cantes Flamencos», Zeilschrift für romanische Philologie, V, 1881, p. 255 y ss. 8 Véase Estudios, p. 61 v s. 112 CARLOS CLAVERÍA mismos gitanos ". Además, la pérdida de la flexion propia, de la que el vocabulario actual conserva únicamente restos sueltos e inconexos, en una confusion que data de antigua fecha, debió de tener lugar en la lengua de los gitanos del centro y del sur de Espaňa, ya en época muy anterior a las muestras de su lengua documentada por Borrow, y otros testimonies casi contemporáneos, que no era más que unas estructuras morfológicas y sintácticas espaňolas en que se incrustaban voces, en mayor o menor cantidad, de orígen gitano. En el vocabulario de Borrow, en los mencionados diccionarios gitanp-espaňoles que siguen la tradición de The Zincali y en el epitome de gramática gitana, que precede a su vocabulario, de Francisco Quindalé l0, que es de 1870, se nos conserva aún todo un sistema de artículos, demostrativos, posesivos e indefinidos, restos de la flexion de los pronombres personales y una serie de preposiciones, conjunciones y adverbios del viejo dialecto gitano espaňol, pero, según parece inferirse de los textos contemporáneos, la sus-titución, paso a paso, de todas esas formas por sus correspondientes espaňolas esta-ba muy avanzada con perspectivas seguras de desaparición total. Este fenómeno de desintegración de su propio sistema y de adaptacion de las distintas variantes lingüisticas gitanas al de la lengua nacionál del pais en que los gitanos viven y se establecen ha sido comprobado desde antiguo y en dialectos del Oriente Medio y del Este de Europa que entraron primero en contacto con pueblos de una lengua distinta que ejercia al prestigio de su cultura y autoridad sobre los nómadas advenedizos u. El gitano espaňol es el mejor ejemplo de lo que puede ser ultima etapa de un largo periodo de bilingüismo que lleva a la erosion y destruction de un sistema lingiiistico y al olvido y muerte de una lengua. En la decadencia actual del gitano espaňol han intervenido las circunstancias habituates que determinan la evolución linguística de todos los dialectos gitanos: Asimilación de los gitanos a las costumbres y formas de vida del pais donde viven; prestigio de 9 Ya Borrow seňaió la existencia de unos «aficionados» puristas y creadores de una poesía espaňola. Sobre ello insiste documentalmente H. Schuchardt en el estudio citado en nota 7. En varias ocasioncs gitanólogos extranjeros han mencionado el virtuosismo de al-gunos espafloles hablando la lengua de los gitanos; véase, por ejemplo, I. Brown, «The knowledge of Gypsy among the Gentiles of Spain», Journal of the Gypsy Lore Society, Third Series, III, 1924, p. 143 y s. Los diccionarios gitano-espaňoles están compuestos todos por «aficionados» y en algunos de ellos (Quindalé, Pabanó, Tineo, Pérez y Dávila) se hace alusión al «purismo» de los no gitanosi El libro de C. J. DE LUNA, Los gitanos de la Bética, Madrid, 1951, con los textos en cáló que recoge, al parecer, de boca de «aficionados», es un buen ejemplo del artificioso lenguaje que se mantiene entre los no gitanos. En mis investigaciones me he enconttado yo mismo empleando frases con vocabulario exclusivamente gitano, más puro que el que empleaban los sujetos informantes, que lo en-tendían, muchas veces, pero que no hubieran empleado ellos mismos por iniciatíva propia. No hay que descartar, sin embargo, la posibilidad de encontrar a algún gitano que posea un vocabulario bastante extenso, pero el que nos transmiten los vocabularios antiguos res-ponde a un estado arcaico o extinto de la lengua. 10 F. de S. Mayo (Quindalé), El gitanismo, História, costumbres y dialecto de los gitanos, Madrid, 1870, p. 44 y ss. 11 Véase Estudios, p. 15; véase también la introducción de S. A. Wolf, Grosses Wörterbuch der Zigeunersprache, Manheim, 1960, especialmente p. 27 y ss. NOTAS SOBRE EL GITANO ESPANOL 113 la lengua de cultura sobre la lengua de los gitanos; y nueva conformación de esa lengua según el sistema de la lengua nacionál. El sedentarismo de los gitanos tenia necesariamente que acabar con la resistencia de unas formas de vida y costumbres propias que arrastraba también la pérdida de su lengua, lo mismo en Espaňa que en otros lugares12. Seria dificil reconstruir las etapas de un estado de bilingüismo que lleva a la creación de una «lengua mixta» 13 en que se produce la interferencia de dos sistemas lingüisticos y la adaptacion de la lengua gitana a la fonética, a la fonología, a la morfológia y la sintaxis del espaňolll. Los estudios modernos sobre el fenómeno del bilingüismo 15 nos permiten adivinar lo que debió ser el largo y complejo pročeso del contacto lingiiistico con otros pueblos, en general, y, en particular, con el espaňol, que ejerció sobre ellos, durante prolongada convivencia se-dentária y estrechas relaciones con ciertas capas sociales, una influencia más deci-siva que el que ejercieron otros pueblos y otras lenguas en otros lugares, aunque, tal vez por ello, integrando más a los gitanos en la vida y el espiritu a la comunidad nacionál y absorbiendo muchas voces de su lengua que se incorporan definitiva-mente a la lengua general. Una investigación del estado actual de la lengua de los gitanos tiene que resignarse hoy a operar sobre un montón de ruinas y a documen-tar, interrogando a gitanos de diversa edad y procedencia, un momento del pročeso, muy avanzado ya, de decadencia y desaparición de esa lengua. A acentuar esa decadencia ha contribuido precisamente, en una ultima etapa, perdida ya la flexión originaria y reducido grandemente su caudal léxico, la incorporation de numerosos gitanismos a la jerga delicuente espaňola, en el mundo del hampa y de las cárceles, más intensa y amplia que en otros países, y el fenómeno específica- I 12 W. Van Wijk, A Sociological Study of the Gypsies, Leiden, 1948; especialmente *sus conclusiones en p. 251. 13 Sobre el concepto de «lengua mixta», véase Estudios, p. 130 y ss.; y K. H. Schönfelder, Probleme der Völker- und Sprachmischung, Halle, 1956. 14 Véase, pese a la limitación de sus observaciones y la fecha en que se escribe, el viejo estudio de A. Keller, «Einfluus des Spanischen auf die Sprache der in Spanien lebenden Zigeuner», Zeitschrift für romanische Philologie, XVI, 1892, p. 165 y ss. Com-párese para lo que pudo ser ese proceso de penetración del espaňol y amoldamiento del gitano al reciente estudio de M. A. Moríňigo, «Influencia del espaňol en la estructura linguística del guaraní», Filológia, V, 1959, p. 235 y ss. Véase también, aparte de la abun-dante. bibliografia que di en Estudios, p. 134 y ss., en el cuadro de lo hispánico, M. L. Wagner, «Calcos lingüisticos en el habla de los sefarditas de Levante», Homenaje a F. Krüger, Mendoza, 1954, p. 269 y ss., acerca de la influencia linguística que en el espaňol de los sefarditas han ejercido las lenguas con las que convivieron; y sobre dos sistemas sin-tácticos, distintos, pero muy vecinos, compárese igualmente R. Aramón i Serra, «Notes sobre alguns calcs sintactics en ľactual catalá literari», Syntactica und Stilistica. Festschrift für E. Gamillscheg, Tübingen, 1952, p. 1 y ss. 15 Véase, por ejemplo, la abundante bibliografia en U. Weinrich, Languages in Contact («.Publications of the Linguistic Circle in New York», I), New York, 1953; E. Haugen, Bilingualism in the Americas: A Bibliography and Research Guide («Publication of the American Dialect Society», 26), University, Alabama, 1956; K. H. Schönfelder, Deutsches Lehngut im amerikanischen Englisch, Halle, 1957; T. Elwert, Das zweischprachige Individuum. Ein Selbstzeugnis («Akademie der Wissenschaften und der Literatur. Abhandlungen der Geistes- und Sozialwissenschaftlichen Klasse», Jahrg. 1959, n.° 6), Mainz, 1959; y A. von Weiss, Hauptprobleme der Zweisprachigkeit, Heidelberg, 1959. 8 114 CARLOS CLAVERÍA mentě espafiol de la penetración de gran cantidad de esos gitanismos en el lenguaje popular, y de la afición y perdurable entusiasmo que se ha dado entre los espaňoles de todas las clases sociales por los gitanos andaluces, sus formas de vida y su arte, el complejo fenómeno conocido en Espafia con el nombre de «flamenquismo» 1$. Todo ello ha sido causa de que los gitanos, en muchos casos, dejaran de usar, aca-bando por eliminarlas, aquellas voces de su propia lengua que habia recibido general aceptación en la lengua común y que, en muchas ocasiones, eran conocidas y usadas como gitanismos por los no gitanos. No se han tenido bastante en cuenta los efec-tos de ešte otro proceso de simplificación con que el caló defendía su carácter de Sondersprache, de lengua especial secreta ", que ha sido decisivo también en la reducción y pérdida del vocabulario gitano original. Todas estas circunstancias hacen dificultosa la investigación del estado actual del caló hablado por los gitanos espaňoles y también la presentación de unos resul-tados que no pueden equipararse a las de un estudio dialectológico corriente. Dentro del cuadro general de una variante linguística gitana corrupta y desarticulada desde hace siglos y del estado actual de aguda decadencia, cada sujeto supone un momento y un estado especial del complejo proceso de ultima desintegración de un sistema y de pérdida de un vocabulario. La irregularidad en los casos de los sujetos infor-mantes y en los resultados de las distintas encuestas ha constituido una característica constante de mis investigaciones: En ocasiones, sorprendía encontrar vivas, dentro de una gran pobreza de vocabulario, voces que parecía relegadas ya al pretérito de la Ústa de The Zincali o a los diccionarios del siglo XIX, y sobre cuya existencia y uso antiguos cabía hasta dudar. Algunos viejos y ciertos gitanos con interes por el caló conocían un vocabulario bastante extenso que posiblemente usaban poco en su lenguaje familiar y cotidiano, pero del que echaban mano en caso necesario, o que salía a la superficie en cuanto se inquiría en él, o cuando querían hacer exhibition de una lengua propia ininteligible a los extrafios. En todo caso, no he encon-trado gitanos que mantuvieran una conversación usando voces exclusivamente gita-nas, tal como la «afición» se empeňaba en el siglo XIX, e incluso en nuestros días. Entre los gitanos jóvenes de cíertas regiones el vocabulario gitano es muy reducido y les eran extrafias las palabras más corrientes y usuales, o tomaban por gitanas 16 Véase Estudios, p. 21 y ss.; Nuevas notas, p. 80 y ss. 17 Véase, acerca de estos problemas generales, C. Clavería, «Sobre el estudio del 'argot' y del lenguaje popular», Revista Nacionál de Education, n.° 12, 1941, p. 64 y ss.; y mi contribución sobre el «Argot» en el tomo II de la Enciclopedia Linguística Hispánica que publica el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid. No hay duda que actuará aquí espontáneamente la «función de protección» de lengua especial (en ešte caso, una lengua heredada), de que habla A. NlCÉFORO, Le genie de ľargot, Paris, 1912. Los gitanos con los que he hablado habían sustituido, por ejemplo, para no ser entendidos: gachí, por lacri, chinorrí; chaval, chavea, chavó, por chavorró; parné, por jayeres, bareles, etcetera (alguna vez usaban también el antiguo singular parná); si siguen usando pinrel, es para 'pierna', y no para 'pie'; nadie de los que pregunté usaba achares, 'celos', pero si el verbo acharar, 'quemar, hacer calor'; etc. NOTAS SOBRE EL GITANO ESPAŇOL 115 voces de «argot» o «germania», extraňas por completo al caló, aunque mostrando cierto orgullo al creerse en posesión un lenguaje especial de grupo, desconocido para los no gitanos. Aunque rastrear los caminos de reducción del vocabulario ofrece aspectos de interes que habría que clasificar en detaile partiendo de elementos des-criptivos, de campos semánticos o de actividades vitalesls, sólo tiene un valor rela-tivo el comprobar que el léxico antiguo, todavía extraordinariamente abundante, documentado por Borrow y los «aficionados» del siglo XIX, se ha perdido en su gran totalidad, he tratado de concentrar mis observaciones en establecer lo que se conserva y mantiene del antiguo sistema linguístico del gitano espaňol: En sus estudios sobre el gitano espaňol, M. L. Wagner prestó especial atención a la confusion flexional y puso de relieve la inconsecuencia en el uso de voces gitanas originarias como sing. m. gachó, 'hombre'; sing. f. gachí, 'mujer'; y pi. ga-ché, empleadas unas por otras, sin distinguir género ni numero 19. Esta confusion de las terminaciones -o,-i,-e, que encontramos hoy en textos espaňoles que docu-mentan estas formas de una palabra incorporada de antiguo al lenguaje popular, se debió, en parte, a la trasplantación al espafiol de un sistema linguístico extraůo a él, pero también a que los gitanos espaňoles habían ya iniciado ese proceso de confusion al adaptar en su sistema la terminación del plural espaňol (gachós y gachés, por gaché). Quedan, sin embargo, reminiscencias del plural del tipo gaché, conservado posiblemente por la pérdida normal en la pronunciación del Sur de Espafia de la s final. La diferenciación genérica en las terminaciones masculinas y femeninas -o,-i, sigue conservándose en pares de palabras de oposición genérica estereotipada en el uso: barnó (basnó), barní (basfit), 'gallo, gallina'; busnó, busní (buňí), 'hombre, mujer' (refiriéndose principalmente a los no gitanos); gra(o) grasti, 'caballo, yegua'; rom, rotní, 'esposo, esposa'. Se dan algunos femeninos aislados por haber caido en desuso el masculino correspondiente o haber adquirido distinta significación: asi lacri, 'muchacha, esposa' (lacró sólo lo he oído usar esporádica-mente significando 'guardia civil'). Los adjetivos han mantenido con mayor firmeza la oposición de los géneros en las terminaciones -o,-í, entre los gitanos que mejor conservan el caló: nasaló, nasaltt, 'enfermo'; chulló, chullí, 'grueso'; mulló, mullí, 'muerto'; chungó, chunguí, 'malo'; lachó, lachí, 'bueno' (el sustantivo lachí, 'ver-giienza' se usa aún frente a lacha, gitanismo arraigado en el habla popular). 18 Sirvan de ejemplo del proceso de reducción del vocabulario de los gitanos espaňoles : El empleo de sueti, 'familia', para indicar a un miembro determinado de ella Cpa-riente, esposa, suegra'); de chi, chichi, 'cabeza', para las facciones u otras partes del cuer-po; de gao, 'ciudaď, para cualquier lugar o cosa; chibé, 'día', para otras fracciones de tiempo ('semana, aňo', casi siempre en plural); etc. Algunos gitanos diferenciaban, sin embargo, y mantenían conjuntamente el uso de lacri, 'esposa'; jeró, 'cara'; quer, 'casa'; be, beji, brejé, 'aňo'; etc. El sistema numeral parece haber desaparecido (sólo algún gitano seguía usando esporádicamente dui, 'dos'); y también los colores (algunos sujetos coinci-dían en el uso de chungó, 'negro', aunque originariamente signiŕicara 'malo' y con esa acepción siga usándose; otros afirmaban usar gallardó, 'café', para 'rojo'). 19 M. L. Wagner, «Stray Notes on Spanish Romani», Journal oj the Gypsy Lore Society, Third Series, XVI, 1937, p. 30; véase Estudios, p. 217 y s. 116 CARLOS CLAVERIA El sistema pronominal del gitano espafiol ha llegado hoy a una gran simplifi-cación. Ya H. Schuchardt20 seňaló los restos de la flexion originaria y las conta-minaciones con los pronombres espafioles de los pronombres posesivos gitanos: Junto a una forma amaró, se da nonrió, 'nuestro', formado sobre minrió, 'mío', que puede provenir del espafiol mi. El vocabulario de Quindalé distingue todavía entre el uso «serio» y «familiar» de las formas amaró, nonrió, 'nuestro' respectivamente, pero en el epitome de gramática que le precede da amaró, amarí, amarés, amarías, 'mío, mía, míos, mías' como formas de los pronombres posesivos gitanos *\ No he encontrado hoy a ningún sujeto que empleara ninguna de las formas citadas, y pare-ce probable que sean sólo vestigios usados raramente por alguien. En cuanto a los pronombres personales, ya Borrow documentó únicamente restos del antiguo sistema flexional. Las formas del pronombre personal man, manda, mangue, 'yo' del vocabulario de The Zincali, revelan la confusion en el espafiol de los distintos casos de una declinación en el gitano espafiol de los distintos casos de una decli-nación primitiva, menda y mangue, casos oblicuos del pronombre de primera persona, se incorporaron al sistema pronominal del lenguaje popular espafiol y al de las obras literarias que tratan de reproducirlo, convirtiéndose en formas «argóticas» sustitutivas del pronombre de primera persona 22. El nominative man, men, del pronombre debió de perderse pronto, y de los casos oblicuos, menda no se usa entre los gitanos con los que he hablado, probablemente por haber pasado a ser voz co-rriente en el sur de Espaňa primero, y en la lengua común después. La forma más corriente del pronombre de primera persona entre los gitanos es mangui o amangui, restos de distintos casos de la antigua flexion, con probable confusion del singular y plural, usados ahora como nominativo o haciendo sus veces. He inquirido insisten-temente, en mis interrogatorios, con distintos sujetos acerca de las voces de que se Servian para designar a las demás personas gramaticales: En muchos casos, aun usando mangui, amangui, los pronombres espafioles tú y usted eran los únicos términos que conocían. Los que sabían mejor el caló conocían, y usaban eventual-mente, las formas tuque, atuque, tuqui, y tusa, atusa, para la segunda persona. También, aunque menos, tucue, atestiguada en los vocabularios gitanos del si-glo XIX. En la coexistencia de las formas citadas se comprueban igualmente una confusion de casos distintos de la antigua flexión, paralela a la de las formas del pronombre de primera persona 23. El pronombre de tercera persona es hoy un adver- 20 Slazvo-deutsckes und Slavo-italienisches, Graz, 1885, p. 8. 21 El gitanismo, pp. 3, 50 y 58. 22 Véase Estitdios, p. 165: IV, «menda y mangue en el sistema pronominal espaňol». 23 Compárese el cuadro general de los pronombres personales en gitano en A. C. Woolner, «Studies in Romani Philology, I: Personal Pronouns», Journal of the Gypsy Lore Society, New Series, IX, 1915, p. 119 y ss.; y J. Sampson, The Dialect of the Gypsies of Wales, Oxford, 1926, p. 158. NOTAS SOBRE EL GITANO ESPAŇOL 117 bio locativo acobd, 'aqui'24, que, en ocasiones, se convierte en pronombre universal, designando asimismo la primera y segunda personas. Un gesto indicativo es lo unico que determina a que persona se refiere. Este adverbio locativo, tan en uso hoy, constituye, sin duda, un cruce entre un antiguo pronombre demostrativo acabd 'éste' y el adverbio acoi, 'aqui' 25. La amplíación a otras esferas personales y la generalization del uso de acobá forma parte del proceso de emprobecimiento y sim-plificación del vocabulario del caló a que nos hemos referido. Su incorporation al sistema pronominal del gitano espafiol ha obligado a mantener en uso, sin embargo, otros adverbios locativos como acoté, acoi, que han quedado limitados, al lado del sentido general de acobá, a la signification de su función específica. Pueden oirse frases como ésta: acobá sinela acoté, 'él está aqui'. Los plurales parecen haberse perdido. Sin embargo, amangui era usado eventualmente por algunos gitanos por 'nosotros'. En el fenómeno de adaptation completa del verbo gitano al sistema de conjugación espafiola, se comprueba que los verbos gitanos adoptaron sólo la conjugación en -ar, partiendo de las formas de su presente de indicativo. Se habia observado igualmente la peculiaridad del dialecto gitano espafiol de conservar un tipo de derivation con el sufijo -elar que corresponde a un aspecto intensivo e iterativo de la action verbal: asi, chinar, 'cortar', y chinelar, 'segar'; querar, 'hacer', y querelar, 'ejercer, obrar'; chibar, 'poner', y chibelar, 'meter, incluir'2e. Este resto del antiguo sistema flexional parece, sin embargo, en el uso actual, haber perdido la vieja función ". Seguramente el sufijo -elar amplió su esfera de action y desarrolló un grari poder de contamination, acabando por crear un tipo de derivation general de todos los verbos gitanos aun en uso. Después de interrogar insistentemente a muchos sujetos sobre esta cuestión y de contrastar sus hábitos en el uso de distintos verbos, desde diversos puntos de vista, se puede llegar a la conclusion de que los verbos en -ar y sus derivados en -elar constituyen hoy sólo dobletes para designar una misma action sin diferenciación de aspecto, y que los verbos en -elar sirven únicamente para la conjugación de las formas personales del verbo, reduciéndose el uso de la forma simple en -ar al infinitivo: asi, querar, 'hacer', se usa sólo en el infinitivo (a veces se da un participio querao, en lugar de querelao) y querelar se conjugará en todos los tiempos de la conjugación espafiola con idéntico signifi- 2í Se han perdido los pronombres de tercera persona que documema Borrow :o, on-doU. Ondolé era también originariamente un demostrativo, o como tal lo da la gramática de Quindalé. En cambio, andova, otro demostrativo gitano, penetró en el lenguaje popular; véase Estudios, p. 142 y ss. 25 Véase The Dialect of the Gypsies of Wales, p. 4 y s. 26 El gitanismo, p. 61 j véase Estudios, p. 123. I 27 M. L. Wagner, «Sobre algunas voces gitano-espaňolas y otras jergales», Revista de I Filológia Espaňola, XXV, 1941, p. 177; y «Apropósito de algunas palabras gitano-espaňo-\ las», Filológia, III, 1951, p. 162, ha llamado la atención sobre el antiguo arranque de esta \ confusion flexional, y la suplantación de la forma sencilla por el derivado en -elar. 118 CARLOS CLAVERÍA cado. Todos los verbos han llegado, en este proceso de nivelación, a tener dos formas, la simple y la derivada, aunque eon la limitación ya seňalada, en un uso que parece haberse hecho general. Una investigación más detallada no podrá sino confirmar la pérdida absoluta del aspecto, lo que cae también dentro del cuadro del proceso de simplificación del léxico de los gitanos con incapacidad de distinguir entre distintos aspectos de una acción verbal. En la gramática de Quindalé se observaba que en el caló no había diferencia entre ser y estar: El verbo sinar o sinelar es el único que usaban los gitanos para significados y usos tan diferenciados en el espaňol moderno. Borrow, en su version al gitano espaňol del Evangelio de San Lucas, usa indistintamente sinar, sinelar2*. Se trata tal vez del caso de mayor resistencia del sistema linguístico gitano a dejarse penetrar por el espaňol, aunque bien pronto sinar, sinelar, debieron entrar a for-mar parte del tipo de construcción estar + gerundio, característico del espaňol, que la traducción de Borrow y los diccionarios y textos casi contemporáneos suyos ates-tiguan. Una simplificación temprana del léxico gitano hizo desaparecer del uso otros verbos que, en el vocabulario de The Zincalí y en los diccionarios del si-glo XIX, trataban de dar el uso locativo de estar, o de diferenciarlo de ser, reve-lando la confusion producida por el contacto con el sistema linguístico espaňol29. La convivencia, sin embargo, de los gitanos con la lengua espafiola y el retroceso progresivo de su propia lengua creó la necesidad de encontrar en el caló una corres-pondencia al espaňol estar. En muchos casos, los sujetos informantes usan sinar, y sus variantes sinelar, sinlar, sílar, significando indistintamente 'ser, estar', pero otros han introducido neologismos como estiňelar, estobelar, 'estar', en que se combinan el verbo espaňol estar y sufijos argóticos corrientes en la derivación del caló moderno peninsular30. No es fácil determinar cuál debió ser el cuadro de la conjugación en el antiguo dialecto gitano, dada su asimilación total al sistema verbal espaňol. Haber debió 28 Véase sobre el verbo ser en gitano, J. Sampson, The Dialect of the Gypsies of Wales, p. 208 y ss.; y la recension de A. C. Woolner al estudio de J. Bloch, Le present du verbe «étre» en tsigane, Journal of the Gypsy Lore Society, Third Series, XIII, 1934, p. 212 y ss. 29 Los viejos diccionarios gitano-espaňoles revelan la confusion en el uso de sinar y de otros verbos para diferenciar los significados y usos de ser y estar: Por ejemplo, D. A. DE C, Diccionario del dialecto gitano, Barcelona, 1851, da sinar, 'estar', como auxiliar en las construcciones con gerundio, pero como verbo independiente lo interpreta como 'existir de algún modo o hallarse actualmente en algún lugar', lo que demuestra que correspondía a los espaŕioles ser y estar; daba también quesar, 'ser', como verbo auxiliar en la pasiva, y como verbo independiente quería decir 'servir' y 'estar en algún lugar o situación'. Incluye socabar, ehabitar, morar en', que aparecía ya en el vocabulario de The Zincali con las acep-ciones 'to inhabit, dwell, habitar, morar', y también 'to be, estar'. Quindalé da quesar, quesarelar, 'ser', como desusados; sinar, sinelar, 'ser, estar', 'existir, permanecer'; socabar, socabelar, 'estar, permanecer, habitar, morar, existir'. Esta confusion se mantiene en otros diccionarios gitano-espaňoles contemporáneos y posteriores. 30 Véase M. L. Wagner, Argot barcelonais, p. 18; y F. A. Coelho, Os ciganos de Portugal, p. 46 y ss. í NOTAS SOBRE EL GITANO ESPAŇOL 119 pronto entrar a formar parte, como verbo auxiliar, de la conjugación de los tiempos compuestos, al perderse la estructura peculiar del verbo gitano. Es corriente en la traducción del Evangelio de Borrow y en los cantares recogidos en The Zincali, y sigue hoy en uso como único verbo auxiliar entre los gitanos. Pero en el vocabulario de The Zincali aparecen ya los verbos abelar y terelar, 'to have, hold, posses', 'tener' ". Quindalé da terelar, 'tener, poner', pero ignoro por qué razón únicamente con el significado de 'haber', considerándolo (junto con el anticuado aisnar) único verbo auxiliar para la conjugación de los tiempos compuestos. Abelar y terelar son usados hoy indistintamente por los gitanos espafioles con el significado de 'tener', 'poseer', y abelar les sirve para reproducir las construcciones impersonales espaňolas hay, había, hubo. La similitud de terelar con tener (algunos gitanos dicen tenelar) hace que la frecuencia de su uso haya aumentado, si bien el uso de abelar, 'tener, poseer', sigue manteniéndose. Ciertos sujetos usaban también el neologismo tiňelar, seguramente por analógia con el verbo estiňelar, 'estar', citado. De otros restos conservados de un sistema linguístico casi desaparecido (espe-cialmente, de los adverbios) šerá preferible tratar en particular cuando publique una serie de frases en que pueden todavía adivinarse vestigios de una antigua estructura o percibirse lo idiomático por debajo del calco linguístico gitano-espafiol. Sir-van de ejemplo: sinela nasaló acóba, 'le duele el estómago, la cabeza, etc' (un gesto indicativo concreta el sentido literal de la frase: 'está enfermo de aquí'); penélale que nastis, 'dile que no, de ningún modo'; necli(s), 'que no (vaya)'; unga, 'que si, ya lo creo, exacto'; camela butén, 'quiere más'; achara baribú, 'hace mucho calor'; abela (abillela) un baributén de jay eres, 'tiene muchísimo dinero' [no puede descartarse la posibilidad de un calco sobre 'tiene un montón de cuartos']; se chaló de sigo, 'se marchó enseguida'; etc. Carlos Clavería University of California, Los Angeles. i 31 M. L. Wagner, Argot barcelonais, p. 24 y ss. La infiuencia temprana de haber y tener sobre la formation, significado y uso de avelar y terelar parece evidente.