JOSE LUIS ALONSO HERNANDEZ Sandiosla, 105 Sanes, 110 Sangre de Dios por el Vino, 105 Sanseacabó, 110 Santa Maria, 107 Santiago, 109 Santisima Trinidad, 93,110 Santoral, 110 Santos, 109 Santos de diez, 105 Semana Santa sin Cristo [aburrido como una], 102 Seňor que padeció en la cruz, 101 Seňor Pilatos, 101 Seňora de los Campos, 107 Seňora de la Coronada, 107 Seňora de las Huertas, 107 Seňora que nació preservada de la Culpa Original, 108 Sepulcro Santo, 101 Sol, 106 Sos, 105 Sos...Cristo, etc., 105 Tal, 106 Tejidos y Novedades, 119 Todos los Santos, 110 Torcuato, san, 109 Verbo Divino, 100 Veronica de Jaén, 100,106 Veronica de Roma, 100 "* Via Dolorosa, 107 Virgen, 98 Virgen de Aguas Santas, 106 Virgen de la Cabeza, 106 Virgen de los Arboles, 107 Virgen de los Ciavos, 107 Virgen que concibió sin dolor, 108 Virgen del Remedio, 107 Virgen Santa de !a Peňa de Francia, 109 Virgen Santa preüada de Francia, 109 Virgen de los Tomates, 107 Zapatitos del Nino Jesus, 112 19.8 LA LENGUA DEL GITANO DE ESPANA, SEŇA DE IDENTIDAD EXCLUYENTE (siglos XV-XIX) Margarita TORRIONE Universidad de Toulouse-Le Mirail Introducción Tres son los elementos típificadores del gitano desde su llegada a la peninsula ibérica en la primera mitad del siglo XV: su lengm-, su traje y su estilo de vida Desde el siglo XVI basta 1783, afío de la pragmática de Carlos III, que merced a sus visos humanitarios logrará sedentarizar definitivamente a la minoría gitana, y que marca el momento cumbre de la presión ejercida por Austrias y Borbones para conseguir e! asentamiento y la dilución de la minoría gitano-espaňola en la mayoría cristianovieja, los textos legislativos insistirán machaconameníe en que los gitanos desechen "su lengua, y hábito e manera de bivir"1. Asi reza ya la pragmática castellana de 1539, pena de 6 aňos de galéra para los varones (el castigo de galeras duró entre 1539 y 1748) y de 100 azotes y expulsion de los Reinos para las mujeres, con Corte de las dos orejas, 60 días de cadena y destierro de los Reinos para las renuentes. Esta formula "manera de bivir" se expresará en otros textos como "modales", pero hemos de entenderla siempre en el sentido 'hábitos de vida1 propios en aquellos tiempos de los grupos gitanos: nomadismo, circulación en bandas, chalaneo, buhonería, mendicidad, a menudo asociada a la practica de la quiromancia, bailes y manifestaciones folclóricas propias del grupo. 1 Medidas supcrponibles a las que se adoptaron para el grupo morisco hasta su expulsion a comienzos del siglo XVII. MARGARTTA TORRIONE Voy a ocuparme, someramente, de la lengua gitana como sena de identidad diferenciadora en esta minoría y como arma de que el poder se servirá durante siglos para enunciar su exclusion. Sena de identidad tan externa como lo era su atuendo, pues no hay que olvidar, cuando hablamos de lengua gitana con una retrospectiva de siglos, que nos movemos en el terreno de la pura oralidad. Los gitanos la hablaban, no la escribian. La agraria gitana someterá al grupo a un constante retrato desde fuera, a unos estereotipos forjados desde la mirada y el oido del payo y del legislador. Los Reyes Católicos fueron, en honor a la verdad, bastante más tolerantes y dadivosos con los grupos gitanos, durante aflos, que otros monarcas europeos del tiempo. Ateniéndonos a fuentes históricas y no a caprichosas teorías, los primeros gitanos entran por el nordeste de nuestra peninsula en la primera mitad del siglo XV, en una época de tránsito en que todavía la intolerancia no ha destruido por complete la abigarrada familia de los pueblos que conviven en el suelo de la futura «Espaňa». Hay que decir también que las leyes expulsoras, a partir de mediados del XVI, se dirigen, y esto conviene subrayarlo, tanto a los grupos gitanos, como a los caldereros extranjeros (de nacionalidad no explicitada en los textos legislativos y cuya actividad de restaňadores repulsan ya los procuradores castellanos en las Cortes de Madrid, en 1528, y en las de Valladolid, en* 1537, detallando los daňos e inconvenientes que acarrea)2 y a otras gentes nacionales, como los mendigos válidos, vagantes y sin "oficios conocidos", y no al gitano como minoría racial. No se condena la estancia sedentaria sino la trashumancia, el "andar por el reyno", una existencia viajera 2 iSe trataria de otros grupos gitanos que no se declaraban oriundos de aquel "Egipto menor", o bien de caldereros ambulantes no gitanos?, £los futuros quinquisl. En el capitulo XII de The Zincali, obra de la que hablaré más adelante (ed. cit. en nota 26), George Borrow opina sobre este particular: "We presume, were meant the Calabrians, who are still to be seen upon the roads of Spain, wandering about from touwn to town, in much the same way as the itinerant thinkers of England at the present day. A man half savage, a haggard woman, who k generally a Spaniard, a wretched child, and still more miserable donkey, compose the group". Lo que no dice es por que picnsa que son calabreses. Notese, sin embargo, que algunos términos del argot de los caldereros del norte de Italia (Locana y Val Soana: Alpes piamonteses) parecen estar emparentados con otros usados por los gitanos espaňoles: vid. mi "Diccionario del dialecto caló y comparativo calo-RomanC (entrada alfabética arnplio y pallo), en Del dialecto caló y sus usuarios: la minoría git: ;:a de Espaňa, Materiales para una identidad, Universidad de Perpignan, Faculté des Sciences Humaines et Sociales, 1988, pp. 396 y 451. 130 LENGUA DEL GITANO que repugna al legislador, y cierta "trajineria" que molestaba igualmente en los moriscos, antitéticas del sedentarismo agricultor. LA CATALOGACIÓN DEL GRUPO Etiqueta "extranjero de nación" En los primeros tiempos de su venida, los gitanos dicen ser peregnnos que van por el mundo purgando un pecado de apostasía (tal sera el sambenito religioso de su diaspora) y huyendo del turco. Traen salvoconductos y documentos en apoyo de su calidad de peregrinos y tienen por lo tanto derecho, según era costumbre, a una limosna oficial de las ciudades que visitan. Conviene apuntar, sin embargo, que lo que se ha dado en llamar "edad de oro" de los gitanos, y que abarcaría parte del siglo XV y primer tercio del XVI, periodo durante el cual reciben sistemáticamente dicha limosna, más tiene de amable leyenda que de sólida realidad. Harto a menudo los gitanos se ven expulsados sin demora de los lugares a los que acuden. Las quejas que, fundada o infundadamente, se alzan contra estos grupos de extranjeros despiertan muy tempranamente ecos hostiles y, en general, el donativo que las ciudades les entregan, según rezan los libros de cuentas municipales, se les da "por servicio de Dios e por ganar los perdones que nuestro Santo Padre otorga por sus bulas apostólicas", a condition de que se vayan en plazo urgente, y en fecha explicitada las más de las veces, "porque fasían dannos algunos e se quexaban dellos"3. Mientras se les considere como extranjeros, "egypcianos" (es decir, gente de Egypto, Egibto, Egito, Gito, grafías comunes en el siglo XV, de las que deriva el gentilicio egypciano, ygiciano o egiciano, egibtano, egitano..., que darán la forma normalizada: gitano) y "grecianos", ya que, según la tradition de sus mayores, se dicen oriundos de "Egipto la Menor" y de Grecia, parecerá normal que usen una lengua diferente a la de los reinos que visitan. Pero al adentrarnos en el siglo XVI, a medida que algunos autores lleguen a hacer prevalecer la idea de que esta pretendida lengua extranjera no es sino un lenguaje artificial del que se sirven las tropillas de gitanos para enmascarar sus tramas, pues no son extranjeros sino espaňoles vagabundos y degenerados, el uso de un habla milenaria se 3 M. Torrione, Del dialecto caló..., p. 68. 131 MARGARITA TORRIONE convertirá en el punto de mira de la ley, que tendera a perseguir a sus usuarios legítimos y a todo aquel que les imite o adopte la practica de su habla hermética. No olvidemos que en este periodo de mediados del siglo XV la hermandad o germanesca va a cobrar entidad y una organización corporativa en los países vecinos. Los pfcaros se aglutinan y organizan, por decirlo de manera simplificadora, crean sus leyes, nombran a sus capitanes, codifican su lenguaje, su argot. Y los gitanos, con su lengua incomprensible para el occidente europeo, se convertirán también en el punto de mira del legislador que se aplicará a punir la gerigonca o girigonga de los grupos marginales. Pero la jerigonza, como se ha probado, era en realidad: ... cualquier tipo de lenguaje incomprensible o difícil de entender y no uno preciso; más aún, era un tipo de comportamiento basado en el engaíio y el fraude e, incluso, cualquier actividad, instrumento o máquina que, por su complejidad, no puede describirse con facilidad4. Jerigonza es, pues, un concepto que abarca y evoca una rica semiótica del marginalismo antiguo. Toda practica picaresca que permitiera vivir de manera socialmente improductiva, llevando en ocasiones hasta la acción delictiva, individual o colectiva, era jerigonza. Decir pues que los gitanos hablaban gerigonga, como dicen los textos literarios y legislatives, no es decir nada que nos proporcione datos especificos sobre la lengua gitana, la Romani de Espaňa. Desde muy temprano se dijo y repitió que "so color de gitanos" se juntaban con ellos vagabundos y libertinos, desertores y gente germana, malhallada a vtces con la justicia. En un texto de ley promulgada por Carlos I en 1539 se expresa la pesadumbre imperial ante los problemas que causan los nunca quietos egipcianos: ... e aun con ellos otros muchos e naturales destos nuestros reynos e de otras naciones que han tornado su lengua y hábito e manera de bivir5. 4 J. L. Alonso Hernandez, "Notas sobre un lenguaje que nunca existió: la juigonza", en Bulletin Hispanique (Hommage ä Maxime Chevalier), Editions Biere, Bordeaux, 1991, p. 29. 5 Quaderno de algunas leyes que no eslán en el Libro de las Premáticas, Pedro de Castro impressor. Medina del Campo, ařio de 1544. B.N. de Madrid, R-12094, sin foliación. Este texto no figura tampoco en la Novísima Recopilación, pero debió de 132 LENGUA DEL GUANO Ecos similares se reflejan desue muy temprano en la legislación portuguesa. En 1538, el rey Juan Úl prohibe la penetración dentro de sus reinos y seňoríos, bajo pena de públicos azotes y expulsion: ... assi nos ciganos como em quasquer outras pessoas de qualquer nacam que forem que andarem como ciganos6. Aunque aqui parece claro que, más que adherencia al grupo gitano de elementos ajenos a él, como apunta el documento espaňol un siglo más tarde, la real ordenanza subraya la emulación o la coincidencia de un comportamiento propio de gitanos en otros individuos o grupos marginales. De cualquier modo, estos textos preludian una imagen que andando el siglo XVI se irá imponiendo: el gitano no lo es de "nación" y el gitanismo no es más que una mezcolanza de gentes dadas a la vagancia y a la farándula, un modo de vida asocial. Al ir mediando el siglo XVI los textos legales que conciernen a vagabundos en general son superponibles a los que conciernen a los gitanos, estableciéndose a partir de determinado momento que estos Ultimos no constituyen sino una estirpe vagante más. Entre la primera mitad del siglo XV, momento de su llegada, y el primer tercio del XVII, los gitanos pasarán de ser considerados como la rama de un pueblo de extranjeros circulantes a un heterogéneo agregado de nacionales más o menos al margen de la ley, amantes ellos y ellas de la transhumancia anómica. De la política de los Reyes Católicos, tendente a la exdusión-expulsión de aquellos grupos gitanos que, en tanto que extranjeros vagantes, escapan al control catalogador de la ley, se derivará hacia otra política de reclusión-asimilación en tanto que espaňoles desviantes a los que hay que sacar de la mala vida, encarrilar, etiquetar socialmente y volver productivos. acompaňar, quizás como preámbulo de la parte impositiva, a la pragmatics Carolina expedida en Toledo ese mismo aňo. 6 Ley citada in extenso por F. Adolfo Coelho, Os ciganos de Portugal, com un estudo sobre o caláo. Congresso Internacionál dos Orientalistas, Lisboa, Imprensa Nacionál, 1892, p. 231. 133 MARGARITA TORRIONE Etiqueta "maleante" Hasta llegar al papel, hasta hacerse cédula real o pragmática, la mutación de esta imagen del gitano, su "otredad", va configurándose desde arriba, como tantos cliches que posibilitan la exclusion, y a su genesis contribuirán tratadistas, eclesiásticos y literatos, que pocas veces son originales y muchas heredan y asimilan los tópicos, a menudo extrafronterizos, de una realidad que conocen como la princesa mora al rey cristiano: de oídas, que no de vista. Cronológicamente, uno de los primeros culpables de infundadas aseveraciones sobre el carácter artificial de la lengua gitana fue, en su monumental Cosmographia Universalis1 publicada en 1544 (de la que aparecerán varias ediciones en latín, alemán y francés a lo largo del siglo XVI), el influyente Sebastián Münster (1489-1552), teólogo y geógrafo alemán que adherió a la Contrarreforma y enseňó hebreo y matemáticas en la Universidad de Basilea. Münster hereda las negras ideas que su compatriota Albrecht Krantz exponía a comienzos del siglo XVI sobre el grupo gitano, presentado como "la hez de las naciones", en su obra Rerum Germanicarum, publicada en Colonia, en 1520. Sin embargo, los gitanos le interesan, como interesaron a algunos eruditos en la Europa occidental, por su extraordinario don de lenguas. T Otro autor que hace pesar tempranamente puntos de vista similares es el humanista valenciano Lorenzo Palmireno, muerto en 1580, quien en su obra El estudioso cor tesáno, publicada en 1573, apuntaba: Fingen que salieron de Egypto menor, y que tienen su peregrinación por penitencia, y para probar esto muestran cartas del Rey de Polonia: pero mienten. Porque su vida no es de penitentes, sino de perros y ladrones. Un hombre docto, aflo 1540, con muchos halagos recabó dellos mostrassen la čaria del Rey, y vio en ella, ser ya acabado el tiempo de su penitencia. Habló con ellos en lengua de Egypto, dezían que como hávía mucho tiempo que eran salídos de ella, no lo entendían. Hablóles en griego vulgar, como hablan hoy en la Morea, y Arcipiélago, unos entendían, otros no, ansi que pues 7 En el libro VI, el capímlo consagrado a los gitanos lleva por título: De Gentilibus Christianis, quos vulgo Zuginer vocant & ladne Err ones. LENGUA DEL GITANO todos no entienden, serial es que la lengua que traen es fingida, y de ladrones, para encubrir sus hurtos, como la girigonga de los ciegos8. Este aserto de Palmireno se lo irán apropiando otros muchos autores para sus disertaciones contra los gitanos. El siglo XVII atizará ampliamente la leyenda negra antigitana. Memorialistas y arbitristas, hombres asentados de justícia y de teológia (Fray Melchor de Huélamo, Juan de Quifiones, Sancho de Moncada, Salazar de Mendoza, fray Gregorio de Alfaro, fray Pedro de Figueroa, Navarrete, Pedro de Villalobos, Pedro de Salcedo...) elaboran tratados y discursos a cual más sofisticados contra la perniciosa gente. Sus ensafiadas acusaciones sustentaran las medidas represivas que irán adoptandose contra esta minoria extranjera presentida como enemiga y presentada como un cuerpo sin identidad, secta errante de zánganos, apatridas y malhechores que infama y atenta contra todo lo establecido. Fray Juan de la Puente, calificador del Santo Oficio y prior del convento madrileüo de Santo Tomas, trazará a comienzos del siglo XVII la senda que habrán de seguir ulteriores arbitristas. Asi dice: Pero los que aora Uamamos Gitanos, más les damos este nombre porque les imitan en el modo de vivir que por ser sus descendientes. Esta vil canalla, no es otra cosa que hombre y mugeres amotinados y facineroso... Traen las caras quemadas, hostigadas del sol y de las injurias del tiempo, y eso nos haze creer que no son Espaňoles, sino naturales de otra tierra tan abrasada como Africa o Egypto, ayudando al engaílo el vestido y el lenguage, pero sin duda son nacidos y criados en las tierras de Castilla9. 8 Valentiae, ex typographia Petri a Huete, 1573, pp. 56-57. En el siglo XVIII, el alemán Heinrich M. G. Grellmann (al que aludiremos más adelante, y en nota 23) dirá que: "Laurent Palmirenus..., a commis une fante, en confowlant ľempereur Sigismond avec Sigismond roi de Pologne. Les bohémiens de Pologne produisirent également, en 1422, une lettre de Sigismond; mais il paroit que ce n'est pas comme empereur et en Allemagne qu' il leur a donne ce sauf-conduit, mais en Hongrie, et comme roi de HONGRIE". Y, en nota a pie de página, cita a Muratori (Scriptores rerum halicarum, t. XVni, ad ann. 1422) como fuente de dicha información: "Aveano un decreto del re di Ungheria, ehe era imperadore ...", Greilmann, Histoire des Bohémiens, ou tableau des moeurs, usages et coutumes de ce peuple nomade; suivie de recherches historiqu.es swr lew origine, leur langage et lew premiére apparition en Europe" (Trad, de l'Aüemand sur la 2ěme edition par M. J., Paris, Chaumerot, 1810), p. 219. 9 Conueniendia de las dos Monarquías Católicas, la de la Iglesia Romana y la del lmperio Espaňol, y defensa de la Precedencia de los Reyes Catclicos de Espaňa a íodos los reyes del mundo, Imprenta Real, Madrid, 1612, t. II, p. 307 (libro II, cap. 135 MARGARITA TORRIQNE La idea de que el gitano debe su tez oscura ya al sol (Francisco Fernandez de Cordova, Didascalia multiplex, Lyon, 1605), ya al jugo de ciertas hierbas con que se lo tiňe por artificio (Juan de Quifiones, Discurso contra los Gitanos, Madrid, 1631) persistira hasta que en el ultimo tercio del siglo XVIII empiece a hablarse en Alemania de su probable origen indostánico. El rechazo basado en medidas expulsoras contra los egipcianos o gitanos no precisaba plantearse la existencia de unos perfiles culturales diferentes, la lengua entre ellos, pero si la politica de asimilación, de dilución en el grupo cristianoviejo dominante, cuya primera etapa es la reclusión. Por consiguiente, dicha politica se aplicará a probar que no se nace gitano, que no se es por origen sino que se deviene por la practica de un modo de vida anómalo. En esta linea se sitúan los escritos antigitanos más famosos de cuantos produjo el Antiguo Regimen, los del arbitrista Sancho de Moncada: No son gitanos sino enxambres de zánganos, y hombres ateos, y sin ley, ni religion alguna, Espafloles que han introducido esta vida o secta del gitanismo, y que admiten en ella cada día la gente más ociosa y rematada de toda Espafia... No son de Egipto sino Espafloles que toman el gitanismo por nuevo modo de vida, la cual consiste en andar en tropas, vagando y robando..., y obligándolos a vivir de por si, y de assiento, con oficios, o amos, quedan Espafloles meros, y les quitamos el Gitanismo10. Una Real Cédula firmada por r'elipe Úl en Belem de Portugal, el 28 de junio de 1619, en que desemboca una petición iniciál de las Cortes de Castilla formulada en 161011, prohibirá por vez primera el uso del traje y de la lengua propios, decretando que no se distingan con el nombre de Gitanos pues "no lo son de nación"12. XXXI). Citado por A. Gomez Alfaro, El expediente general de Gitanos, Universidad Complutense, Facultad de Derecho, Madrid, 1988,1.1, p. 55. 10 "Discurso de la expulsion de los Gitanos", en su obra dedicada a Felipe III Restauration politica de Espaňa, y deseos públicos..., Luis Sanchez, Madrid, 1619. La rara homogeneidad de criterios en la disertación de Moncada y su escasez de información novedosa son comentadas por J. Čaro Baroja en Vidas mágicas e Inquisición, Taurus, Madrid, 1967, t. I, p. 52. El Institute de Estudios Fiscales publico una edición crítica, a cargo de Jean Vilar, de la Restauration politica de Espaňa, Madrid, 1974. 11 Actos de las Cortes de Castilla, t. XXVI. Madrid, 1906, pp. 291-292, n8 35. Cf. Gómez Alfaro, op. cit., 1.1, nota 117. 12 Capítulos generates de las Cortes celebradas en la villa de Madrid..., Juan de la Cuesta, Madrid, 1619. La real cédula de 1619 entrará en la Nueva Recopilación (VIJI, XI, XV), y en la Novísima Recopilación (IV, XII, XVI). 136 LENGUA DEL GITANO En 1633, gobernando Felipe IV, el Consejo de Castilla reconocerá que: habiéndose discurrido largamente en los medios, no ha parecido conveniente el que debió de serlo en tiempos pasados, de mandar salir del reino a los gitanos. Y dará una razón de peso, la razón politica, siempre maleable: ... porque la despoblación en que se hallan estos reinos después que se expelieron los moriscos, y la que causan las necesidades presentes, no pueden sufrir ninguna evacuación por ligera que sea, principalmente de esta gente, que no son gitanos por naturaleza ni origen sino por artificio y bellaquería, y enmendados se reducirán a las costumbres y forma de vida que los demás. Para esto ha parecido mejor medio el de prohibirles el traje, la lengua y forma de vida, tratos y ocupaciones con que se han diferenciado de los demás vecinos Para asegurar "que quede perpetuamente este nombre y uso confundido y olvidado" se pasará a penalizar con dos aňos de destierro y multa de 50.000 maravedíes a quien se atreva a llamarlos asi: que el llamar uno a otro gitano se tenga por injuria grave, y como tal se castigue, y que ni en danzas ni en otro acto alguno se permita acción, representación, ni nombre de gitano13. Esta firme determinación llegará hasta la pragmática de Carlos III. El gitanismo acabará siendo catalogado como un modus vivendi que caracterizado por el comercio ambulante de bestias, y hasta por la simple ambulancia periodica, sin otro aditivo, incluia un lenguaje y un traje distintivos como elementos a reducir. Pero la tipificación legal del gitano se esboza siempre de manera sumamente vaga en los textos. Era gitano todo aquel que lo parecia 13 A.H.N., Consejos, 7.133. A. Dominguez Ortiz cita, con ortografia actualizada, parte de este memorial en su articulo "Documentos sobre los gitanos espaňoles en el siglo XVII", en Homenaje a Julio Caro Baroja, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1978, pp. 322-323. 137 MARGARITA TORRIONE exteriormente, o que vivia como tal, lo fuera realmente o no. Negros, mulatos, mestizos y otras gentes morenas serán a menudo registrados como gitanos, segun testimonian expedientes judiciales. Y al avanzar el siglo XVII, la asimilación tipológica: vagabundo, mendigo = gitano, y viceversa, irá aún más lejos: bandolero, salteador de caminos, facineroso = gitano, y vicerversa. Ciega sinonimia que rebaja al gitano y a todo aquel que lo parece por lengua, traje o trato, a la categona punible de delincuente. EL GITANO, ^LENGUA O JERGA? Para aludir a la lengua propia de los gitanos, los textos antiguos hablan de lengua gerigonga, de algarabía y de guirigay, lo que viene a decir 'lenguaje confuso', 'griterío incomprensible'. Los autores del Siglo de Oro, copiándose unos a otros e insistiendo en algunos tópicos que circulan sobre esta gran familia nómada y singular, no registran trazos distintivos del habla de los gitanos de Espafia, a no ser cierto ceceo, que ya emplean abundantemente los gitanos y gitanas del portugués Gil Vicente en la Farga das Ciganas, representada en Evora, en 1521, ante el rey Juan III14 y que prescribirá Cervantes como recurso escénico para caracterizar a la cáfila en su Pedro de Urdemalas: "adviértase que todos los que hiziesen figura de gitanos han de hablar ceceoso"15. Asi, de su Preciosa dirá que "como Gitana, hablaba ceceoso, y esto es artificio en ellas, que no naturaleza"16. Ni siquiera Cervantes, tan entendido como se muestra en el habla germanesca, conocía minimamente la lengua de los gitanos, limitándose a subrayar esta peculiaridad de su pronnnciación cuando se expresaban en castellano. Percepción por parte del oyente de una rnanera peculiar de articular, de un deje no del todo autóctono, apreciable en la manera de hablar de los gitanos en general a pesar de su temprano bilingüismo. Como recurso literario y escénico, el ceceo (que puede superponerse al convencionalismo de la pronunciación de otros personajes tipicos del teatro espaňol), asociado a menudo al 14 Junto con el Cancioneiro Geral, impreso en Lisboa en 1515, cs la primcra vez que los gitanos aparecen en tcxtos literarios Portugueses. 15 M. de Cervantes, El rufián dichoso & Pedro de Urdemalas. Ediciones Cátedra, "Letras Hispánicas", Madrid, 1986, p. 535. 16 Cervantes, Novelas ejemplares, Espasa C alpe, Madrid, 1957, t. I, p. 19. 138 LENGUA DEL GITANO oscurecimiento de la o en u, tendrá amplia acogida, convirtiéndose pronto en un atributo gitanil en comedias, entremeses, romances y villancicos, un guifio que permite al espectador de la época, habituado a los estereotipos, identificar rápidamente-al que cecea como gitano entre otros personajes variopintos. Respecto a la lengua de los gitanos, más elocuentes resultan ser algunos papeles judiciales de fecha temprana, como esta sentencia del tribunal de Corte de Pamplona, dada el 7 de abril de 1573: Carlos de Bustamante, Cristobal de Ribera, Francisco Moyno, Andres de Fecto (...), müden luego el ábito y traje que tienen y, el que tomaren, sea el mismo que se acostumbra traer en las villas de Falces y Larraga entre los vecinos dellas y que de adelante no ablen lengua que entre los dichos acusados suelen y acostumbran hablar que llaman gitano sino la mesma lengua que se habla por los dichos vecinos17. En expediente mucho más tardío (1718-1719), relativo a una familia de gitanos de Coria (Extremadura), uno de los informantes, vecino del lugar, declarará ante el juez que: Nunca ha oydo a ninguno de ellos hablar la lengua jerigonza. Aunque a las mujeres..., en una ocasión o dos, por ser vecinas, las oyó reOir, y no las entcndía lo que se decían18. Si es verdad que la 'lengua materna' brota espontáneamente cuando la adrenalina se alborota, este pásaje es buena prueba, y no aislada, de que los gitanos, contra azote y pragmática, usaban su lengua propia en la intimidad, o en cuanto el oído payo e inquisidor se desentendía. En el primer tercio del siglo XVII, el Alcalde de Corte Juan de Quiňones, que parece haber llevado a cabo un sondeo libresco en tomo al habla de la minoría, exponía en su Discurso contra ,os Gitanos: 17 F. Idoate, "Los gitanos de Navarra", Principe de Viana, 1949, ns 17, pp. 456-457. Notese que aún se habla de lengua gitana y no de lenguaje aUificial o gerigonga. 18 De este caso Irata ampliamente A. Gomez Alfaro, El expediente ... (vid. nota 10), t. li, p. 325 y ss. 139 MARGARITA TORRIONE Fr. Angelo De Camerino escrive, que esta mala gente ha fingido un lenguaje para no ser entendidos de nadie, y que él ha visto impresso el Bocabulario. En Castilla se llama gerigonca, corrompido el bocablo de gytgonga, que se llama el lenguaje de los Gitanos, como dizen don Sebastian de Covarrubias, Vulcanio, y Felipe Camerario. Y los Franceses I argon, y los Alemanes Rotwelsch. Es su modo de hablar de que usan todos ellos, mujeres y hijos, y con que se entienden de manera que nadie los puede entender19. Hasta el cantarcillo popular difundirá la misma terca idea: Es jente sin Dios ni Rey/ y introduzen una lengua/ con que ellos se entienden solos/ y nadie no los entienda20. Asi pues, la lengua de los gitanos šerá presentada como un argot del tiempo, proximo al habla alegórica de los ciegos y a la jerga germanesca de los ladrones, mendigos y rufianes. Pero resulta por demás curioso constatar que el primer documento de argot del marginalismo conocido en Espaňa, el Bocabulario de Germania de Juan Hidalgo, publicado por vez primera en Barcelona en 1609, y que tradicionalmente se atribuye a un abo^ado de la Real Audiencia sevillana, Critóbal de Chaves (f 1602) autor de la antaňo famosa y hoy olvidada Relation de la cár cel de Sevilla21, no contiene voces gitanas. Esta lista de 1.270 entradas alfabéticas, que podríamos considerar como un léxico básicode los germanos, marginales y ladrones de la época, y al que tanto el pueblo como los letrados podían llamar germania, gerigonga, algarabía, guirigay... etc (la voz caló aparece en el ultimo tercio del XVIII), no contiene rastros del habla git"na, salvo uno o dos sustantivos de aún no probado parentesco. Paralelamente, y si consideramos el único y brevísimo manuscrito conocido sobre el habla de los gitanos a finales del siglo XVII o primera mitad del XVIII, una hojita titulada Lengua Egipciaca, v más propio guirigay de Jitanos, conservada en la B.N. 19 Madrid, 1631, fol. 12 v. También pucde leerse en F. Grande, Memoria del Flamenco, Espasa Calpe, Madrid, 1979, t. II, pp. 678-692. 20 M. Torrione, Del dialecto caló..., p. 23. 21 Este vivero de primera mano para toda la literatura de germania, antigua y moderna, se terminó de redactar en 1572, según reza la copia que de ella se conserva en el A.M. de Sevilla. Fue publicada en su día por B. J. Gailardo en su Ensayo de una Biblioíeca de libros raros y euriosos (t. H, Gredos, Madrid, 1968); una edición más reciente es la de Clásicos El Arbol, J. Esteban editor, Madrid, 1983. 140 LENGUA DEL GUANO de Madrid y exhumada en su día por el hispanista nortearnericano John Hill22, veremos que de los 61 registros nominales contenidos en ešte mini-vocabulario sólo tres de ellos son jergales, los demás, a pesar de presentar una forma alterada, debida quizás a la torpeza o al mal oído de quien las apuntó, son voces puramente gitanas. Y por gitanas entiendo no sólo propias del dialecto gitano-espafiol, sino Romani, es decir comunes a las demás familias gitanas de Europa. Por consiguiente, al gitano se le cataloga como sospechoso a causa de ese signo externo de identidad que es su lengua, y en ešte aspecto se le rechaza por ignorancia y por miedo, esenciales ingredientes de la exclusion, pareciendo que lo que habla es un argot rnarginal-ladronesco. En cualquier caso, esta ignorancia servirá a la razón de Estado, a la oportunidad de una política expresada claramente por el Consejo de Castilla en 1633, y cuyo objetivo era, según vimos, utilizar al gitano, al que no se reconoce su oriundez, la otredad de un origen extranjero, como colono y cultivador de las tierras abandonadas por los moriscos expulsos. DISERTACIONES ACADÉMICAS: COBARRUYIAS Y HERVÁS Lo que llevamos dicho no implica en absolute que los gitanos desconocieran la germania, que no usaran, en determinadas situaciones de comunicación, términos germanescos, ojerigonza si se quiere. Es evidente que t.enían contactos con otros marginales vagabundos con quienes se cruzan en los caminos, peregrinaciones y mercados, con la soldadesca, a la que los jefes de las bandas gitanas gustan de imitar por lo coloreado de su atuendo, con picaros y rufianes de todo pelo con quienes conviven obligadamente en prisiones, arsenales y galeras, pero esto no implica que los grupos gitanos llegaran a formar comunidad estrecha con otros grupos marginales o delincuentes. Al contrario, su tendencia endógama y separatista frente al gachó (todo aquel que no nace gitano, cualquiera que sea su condición social o su grado de marginalidad), que les ayudó en definitiva a sobrevivh como grupo, šerá sancionada 22 Con algún que otro error de transeripción la publico bajo el título: "A gypsy-spanish word-list", en Revue Hispanique, LIU, 1921, pp. 614-615. 141 MARGARITA TORRIONE duramente por la ley, empeňada en diluirlos en el paisaje cristianoviejo. Ahora bien, ante una sociedad que los excluye y acosa, es lógico que pudiera darse en ocasiones una entente de intereses con individuos o grupos marginales, bien con miras defensivas, de mutuo sostén, bien para cubrir unas necesidades inmediatas de sobrevivencia y encubrir una manera de satisfacerlas a veces predadora, dada su ínfima condición y su nomadeo. Veamos lo que decía y a en 1610 Don Sebastián de Cobarruvias en su Tesoro de la Lengua Castellana o Espaňola, artículo GITANO: Refieren graves autores que éstos suelen traer un testimonio de los emperadores antiguos de Oriente, en que se narra que les antepassados déstos, en la Egypto Menor, se desviaron de la iglesia šanta y christianismo, y recibieron los errores de los paganos; pero bolviendo en si, y reconcialiándose, se les dió en penitencia que todas aquellas familias, cierto numero dellos, anduviessen peiegrinando por el mundo, para que con ešte trabajo purgassen el crimen de su perfidia y apostasía. Todo mentira y bellaquería, porque consta de graves autores ser esclavones, y vivir en los confines del imperio de los turcos y del reyno de Ungría; bien que venidos por acá admiten otras vellacos advenedizos que se les pegan. Y LA LENGUA QUE HABLAN PROPIA TIRA A ESCLAVONA; NO EMBARGANTE QUE TENGAN OTRA FICTICIA EON QUE SE ENTIENDEN, QUE COMUNMENTE LLAMAMOS GERIGONCA... y deprenden facilmente la lengua de la provincia por donde passan, y assí saben muchas. Todo lo que rcfiere Cobarruvias en ešte pásaje es válido, pero la interpretación de los hechos resulta tergiversada. Son los propios gitanos quienes, para explicar su vagabundeo, cuentan, y asi lo recogen los cronistas oficiales y escribanos locales, la história de su pasajera desviación religiosa que van purgando por el mundo a base de caminatas hacia Roma, Compostela y otros santos lugares. La calidad de peregrino 'oficiaľ confería una serie de ventajas materiales al caminante, al cual dignificaba su erranza penitente, era en definitiva un pequeňo lujo del tiempo, que se irá cerrando como el delgado chorro de un grifo y que el nómada gitano se aferraba lógicamente a conservar. Ei error tanto de Cobarruvias, como de otros "graves autores", consistió en tomar ese "Egipto Menor" (en la Europa medieval asi se denominaba a Siria -provincia de Egipto desde la dominación 142 LENGUA DEL GITANO mameluca: 1255, hasta la conquista otomana: 1560-, Chipre y áreas circunvecinas. Los viajeros occidentales y los colonos venecianos daban el mismo apelativo a Modon o Mutune, ciudad maritima de Mesenia donde se congregaban buen numero de egipcianos. Tanto la Grecia insular como la continental cuentan ya con numerosos asentamientos gitanos en el siglo XIV) por el Nilo de los faraones y estimar que los gitanos mentían. Cierto que, por aquellas fechas, a todo individuo oscuro de piel se le aplicaba con suma facilidad la etiqueta de egipciano, nubiano o etiópico ('cara quemada'), convirtiéndosele, mutatis mutandis, en oriundo de una región imprecisa del Africa oriental. Hoy podemos afirmar que los gitanos llegan, en el siglo XV, desde las comarcas balcánicas y desde distintos puntos del Peloponeso e islas del Egeo hasta nuestras tierras más occidentales siguiendo dos vías principales de avanzada: las proximidades del Danubio y las del Mediterráneo. Ahora bien, lo que dice ešte autor respecto a su habla no deja de ser sumamente interesante e imports subrayar la distinción, más o menos consciente, que establece sobre esa dualidad de lenguas, sugiriendo dos modalidades bien diferenciadas de expresión en el gitano: una ARTIFICIAL, amafiada a partir de su base castellana, simple vehículo de comunicación con otros grupos excluidos, etiquetada popularmente como gerigonqa y próxima, seguirá diciendo, a la germania de los pícaros, rufianes y ladrones, y otra EXTRANJERA, privativa del grupo, que únicamente utilizan los gitanos entre si, aparentemente más hermética al oído del curioso puesto que no puede decirse de ella sino que "tira a esclavona" en sus sonoridades. Desgraciadamente nadie ahondaría por entonces en estos detalles, capitales sin embargo, y el dialecto de los gitanos de Espana, dialecto oral de una minoría mayoritariamente ágrafa, seguiría ignorado como tal entre la gente letrada durante ires siglos más. Y, por ignorancia, repudiado y castigado a golpe de prisión y de galéra. El azote y la pena, conjugados con la obligada y progresiva sedentarización del grupo, acabaron por deteriorario hondamente en Espafia. Esta ignorancia no es sólo imputable a los letrados espaňoles, corno vamos viendo. Hasta rnediar el siglo XVIII persicte en la Europa occidental la creencia de que la lengua de los grupos gitanos que la recorren no se relaciona con ninguna familia liaguística, sino que es una forma de expresión fingida, por consiguiente comparable en su origen, funcionamiento interno y finalidad al rothwelsch o argot alemán y a 143 MARGARITA TORRIONE los argots románicos, el jargon francés, elfurbesco italiano, la gennanía espafíola...Y esto a pesar de haberse publicado ya algunos vocabularios y glosarios en distintos puntos de Europa desde la primera mitad del siglo XVI, sucintos, es cierto, pero sumamente interesantes para el estudio del gitano antiguo. Habrá que esperar a que dos alemanes, Ch. Riidiguer y H. M. Grellmann, publiquen sus primeros trabajos entre 1782 y 1783 para que la lengua gitana vaya saliendo de tinieblas y equívocos acumulados durante casi cuatro siglos y empiece a hablarse de su origen indostánico. Los tres probaron de forma irreversible que los dialectos gitano-europeos nada tenian que ver, en su registro lingiifstico básico, tronco común a todos ellos, con las jergas ladronescas de los distintos países a los que alcanza la diaspora gitana, sino con las lenguas neosánscritas, que son al sánscrito lo que nuestras lenguas romances al latin culto. Pero sera la obra de Grellmann, Historischer Versuch über die Zigeuner21, traducida rápidamente a varias lenguas (la tradución al espaňol está por hacer), la que más difusión alcance en la Europa del siglo XIX entre filólogos e intelectuales interesados por la temática gitana. En ella incluye Grellmann un vocabulario de 457 registros (adjetivos, nombres, pronombres, verbos y algunos ejemplos de conjugación) comparados con su étimo indostánico. Se trata del más amplio muestreo recogido hasta aquellas alturas del siglo XVIH. En Espaňa pasarán todavía algunos aňos hasta que, entre 1800 y 1805, un conquense ilustre, el Padre Lorenzo Hervás y Panduro, fundador de la filológia comparada, publique su Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas24, donde recoge datos de más de 300 formas de habla, y se inscribe dentro de una corriente científica, muy en boga en la Europa del siglo XVIII, de inventariar lenguas y dialectos. En el capftulo sexto del tratado tercero, Hervás acopia sobre el pueblo gitano, como hárá con otras etnias mal catalogadas aún, los 23 Dessau und Leipzig, 1783. La segunda edición alemana se publico en Göttingen, en 1787. Un breve extracto de 91 pigs, (traducción de J. N. E. Baron de Bock) apareció poi vez prirnera en Paris, en 1787, con el título Rectterclies Historiques sur le peuple nomade, appelé en France Bohémien et en Allemngne Zigeuner; avec un vocohulaire comparatif des langu.es indisnne et bohémienne. La version francesa de la obra de Grellmann se ediió en Paris an líilO (op. cit. en nota 8). 24 Catálogo de las lengv.as de las naciones conoeidas, y numeracián, division y closes de éstas, según la diversidad de sus idiomas y dialectos, Madrid, Imprenta de la Administración del Real Arbitrio de Beneficencia, 1800-1805, 6 vols. Sobre los gitanos, t. HI, cap. V. 144 LENGUA DEL GITANO conocimientos de que se disponía en su tiempo, esparcidos en libros de autores de muy diversas nacionalidades, incluyendo antiquísimos testimonios. Diserta sobre lo que él llama "naciones advenedizas" en Europa y sobre sus respectivas lenguas, teniendo por tales a las teutónicas antiguas y modernas, a las esclavonas o Ulricas, a las escíticas o sármatas, a las de la antigua Dacia, a la turca, a las que hablan lengua albana o epirótica y a la cúigara o gitana. Entre las disertaciones que hace Hervás sobre todos estos pueblos, destaca por su extension la que consagra a los gitanos. Nos da noticias sobre su vida vagabunda, sus costumbres, sus fábulas religiosas, que les ayudan a sobrevivir en medio de sociedades sedentarias, y de la protección que lograron en los principios del reino de Segismundo de Bohemia25. Por la lengua de los gitanos de Pensilvania, sostiene, se vino en conocimiento de su verdadero origen que está en el Indostán, coneretamente en el pais llamado Shind, junto al río Sindo, el cual estaba habitado por los zinganes, que llevaban vida infame y huyendo del conquistador Tamerlán pasaron a Egipto, y de allí a los reinos europeos, siendo Bohemia y Hungría el primero en que se les vio. Su lengua es un dialecto de la sánserita, y ellos son indostánicos fugitivos. Naturalmente, el ambicioso soporte teórico del padre Hervás era puramente erudito y libresco, y, como puede comprobarse, hereda algunos errores difundidos ya en toda Europa. A pesar de todo, Hervás había leído a Grellmann y lo cita entre sus informadores más notorios y recientes, reconociendo con él la orientalidad del grupo gitano-europeo. Por primera vez queda dicho en las Letras espaňolas que los gitanos son otiundos del Indostán. Pero después de dejar ešte punto bien asentado, Hervás concluye diciendo que poco después de llegar los gitanos a los reinos occidentales de Europa su lengua "pereció" por la admisión de un numero considerable de proseritos en la fraternidad gitana y que los gitanos hablan en Espaňa e Italia la jerga alegórica de los ladrones. Asi, la conclusion a la que llega Hervás es que los gitanos hablan un lenguaje medio fabrieado medio ladronesco, o sea a ninguna novedosa en definitíva, por cuanto resulta ser la misma difundida en Espaňa en el siglo XVII por memorialistas y arbitristas según quedó dicho. 2- De ahí, y de los salvoconductos que muestran, deriva el gentilicio bohémiens con que se les designará en Francia. 145 MARGARITA TORRIONE GEORGE BORROW: AMBIGÜEDAD DE SU LEGADO Como vemos, la lengua gitana sigue siendo presentada a comienzos del XIX en Espaňa como una jerga más de maleantes, expuesta y merecedora de castigo, puesto que su identidad propia se plantea como algo sumamente vago, pretérito y fugitivo, que pudo, si, tener unas raices nobles, pero que ya se extinguieron definitivamente. Después de Hervás vinieron los escritos del británico George Borrow, agente de la Sociedad de la Biblia de Londres, viajero impenitente con visos de filólogo y absolutamente fascinado por la lengua de los gitanos de Europa, a los que consagró gran parte de su obra. Borrow residió en Espaňa entre 1836 y 1840. Sus libros, The Zincali 26 y The Bible in Spain 27 serán dos best-sellers de la segunda mitad del XIX, en que los libros de viaje se vendian como panecillos. El vocabulario anexo que contiene The Zincali, de 2.130 entradas alfabéticas sobre el caló, no lo recogerá la excelente, pero no integra, version castellana que Manuel Azafia publico en Madrid en 1923, Los Zincali: los Gitanos de Espaňa, y que aún podemos leer actualmente en reedición de la editorial Turner. Por consiguiente, los estudiosos de estos temas siguen sin disponer hoy dia, al menos a nivel divulgativo, de esta aportación, tan polémica como esencial, de la obra de Borrow: su diccionario del dialecto gitano-espaňol o caló. Si bien los gitanos de Espaňa, castizos y antiguos, hablaban de romanó, románi y romané(s) para aludir a su lengua, como los demás gitanos de Europa, y no de caló. Este término, referido al 'gitano', pero aún no a la 'lengua gitana', aparece por vez primera en un sainete del gaditano Ignacio Gonzalez del Castillo (Dia de tows en Cadiz), y empieza a circular dentro del espafiol coloquial entre 1790 y 1800, siendo recogido unos afios después por Borrow con la misma acepción, 'hombre gitano', sin referencia ninguna a su habla. Dentro del dialecto gitano-espaňol The Zincali; or, an account of the Gypsies of Spain, with an original collection of their songs and poetry, and a copious dictionary of their language, 2 vols., John Murray, London, 1841 (cdición principe). El vocabulario va en el 2° vol., pp. 1-113. 27 The Bible in Spain; or the journeys, adventures, and imprisonments of an englishman, in an attempt to circulate the scriptures in the Peninsula, 3 vols., London, John Murray, 1843. Edición principe. 146 LENGUA DEL GITANO caló y payo son voces sumamente interesantes, en cuya explicación no puedo detenerme en el marco de este articulo. El pecado de Don Jorgito el inglés, que asi le apodaban los madrileňos en tóno afectuosamente socarrón, fue siempre su bulimia por engrosar con todo aquello que le parecia novedoso, fuera o no fiable, lo que él llamaba su "stock of languajes". Borrow no se contentó con hacer una encuesta entre los gitanos sino que engrosó su diccionario con numerosos íérminos dictados por simples aficionados. Bebió en cuantas fuentes tuvo a su alcance, en particular desde finales de 1837, el vocabulario que le transmitieron los gitanos de casta, pero también una jerga agitanada que era pasto cotidiano de chulos, toreros y bailadores (las fechas no me permiten hablar fundadamente de 'bailaores') por los días en que nos visitó. El repertorio léxico de Tlie Zincali debe tanto al testimonio oral de los calé de Badajoz, Madrid, Sevilla, Córdoba y Granada, como a los versos, cancioncillas y otros textos elaborados por la afición andaluza y sus "maestros de caló", según llama Borrow en sus cartas a una serie de sujetos aflamencados que se preciaban a menudo de manejar un "caló cerrao" del que los gitanos, reconoce, no entendían gran cosa, puesto que el suyo propio era bastante más modesto, desaprendido a golpe de pragmáticas. El testimonio de este inglés no deja de ser capital a pesar de todo, y lo subrayo, para el estudio de la lengua gitana. Pero sus verdades como sus errores los heredaron ulteriores y ocasionales autores. Me refiero a los de los "vocabularios" o "diccionarios" gitanos que, tras la publicación de The Zincali en Londres, en 1841, fueron apareciendo en Espaňa, como una móda, a partir de 1844 (elVocabulario del Dialecto gitano de Enrique Trujillo, publicado en Madrid, inaugura la serie) y de los que se han hecho recientes facsimiles. Como quiera que los primeros firmantes de estas obritas, filólogos de pandereta y entrada de sombra, saquearon a Borrow de manera indecente (algunos ejemplares originales de The Zincali circularon por Espaňa desde el aňo de su edición), y los demás se copiaron en cadena, diíatando y corrompiendo aún más, con su gitanofilia, el empobrecido dialecto de los gitanos espaňoles28, el caló pasará a ser etiquetado allende los Pirineos como un registro de tercera categoría. M. Torrione, "Debla : un arc ano del cante flamenco. Del vocativo románi al sustantivo caló", en Revista de Diaiectología y Tradiciones Populäres, t. XLV, CSÍC, Madrid, 1990, pp. 103-132. 147 MARGARITA TORRIONE En 1845 el indoeuropeísta alemán A. F. Pott y afios más tarde su compatriota Franz Miklosich, máximos especialistas de la Romani durante el pasado siglo, concluian en sendos trabajos29, esenciales aun hoy, que el dialecto de los gitanos de Espaňa representaba la variante más estragada en su evolución por contacto, dentro de los grupos gitanos hasta entonces estudiados. Conviene tener muy en cuenta que ambos basaban su investigación sobre el gitano-espafiol en los materiales publicados por Borrow. Según sus deducciones, el caló venia a ser casi una jerga, alejada del tronco lingiiístico básico de las otras familias gitanas de Europa. Por consiguiente, su marginación persistirá, casi fatídicamente, a pesar de los interesantísimos estudios que irán apareciendo sobre la lengua de los gitanos de otros horizontes a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, entre los cuales merecen citarse como indispensables el diccionario del médico y antropólogo Alexandros Georgios Paspati30 sobre los gitanos surbalcánicos y el de John Sampson sobre los gitanos británicos o gipsies31. Después de Borrow, vendrá un largo periodo de vacío hasta que un autor subraye, por primera vez de manera científica, la independencia del grupo gitano y de la lengua gitana frente al grupo marginal-delincuente con su habla jergal o moderna germania. Me refiero al penalista Rafael Salillas, que inaugura un tipo de investigación sociolingiiística rigurosa con dos obras: El delincuente espaňol: el lenguaje (estudio filológico, psicológico y sociológico) y El delincuente espaňol: el hampa. Antropológia picaresca32, en 1896 y 1898 respectivamente. 29 A. F. Pott, Die Zigeuner in Europa und Asien, Halle, 1845 // F. von Miklosich, Uber die Mundarten und die Wanderungen de Zigeuner Europa's, Wien, 1872-1881,1 vols. 30 Eludes sur les Tchingianés ou Bohémiens de l'Empire Ottoman, lüblio Verlag, Osnabrück, 1973. Reimpresión de la ed. principe de 1870. 31 The dialect of th. Gypsies of Wales (being the older form of British Romani preserved in the speech of the clan of Abram Wood), Oxford University Press, 1968. Facsímil de la edicióii original de 1926. l2 Libreria de Victoriano Suárez. 148 LENGUA DEL GITANO CONTRIBUCIÓN ESPAŇOLA A LA IDENTIDAD DE LA LENGUA GITANA O ROMÁNÍ iQuiere esto decir que ningún estudioso espaňol se interesó por la lengua de la comunidad gitana durante el pasado siglo?. Cuando empecé a investigar sobre el dialecto gitano-espaňol yo no me resignaba a creerlo. Un absoluto desinterés por el tema en nuestro pais desde el padre Lorenzo Hervás hasta Borrow resultaba, a mi entender, inexplicable, dado el creciente interes que en la Europa de comienzos del XIX despertaba el sánserito y las lenguas derivadas. Verdad es que en aquella agitada Espaňa decimonónica los tiempos no eran demasiado propicios al ejercicio de la erudición filológica. Y ya en el presente siglo, el académico Carlos Clavena, el más serio estudioso de los gitanismos del espaňol coloquial que transcendieron al teatro y a la literatura popular desde el ultimo tercio del siglo Xvni, momento en que los gitanos se asientan definitiva y libremente en las ciudades espafiolas, no consiguió desenterrar materiales de archivo sobre el antiguo dialecto gitano-espafiol, a pesar de su vivo interes y de la considerable cantidad de decumentos que explore sobre la lengua gitana, tanto en Espaňa como fuera de ella. Cabia preguntarse, y Clavena se lo preguntaba, si el caló habría tenido una textura compacta de dialecto, y menos contaminada de lo que los materiales de Borrow o los diccionarios de la afición sugerían. En lo que se refiere a mi propia aportación a la identidad y al estudio de la lengua gitana, creo que me ha ayudado simplemente la paciencia y cierta dosis de lógica. Si los trabajos de Carlos Claveria me han ensefiado y alentado mucho, su desánimo por localizar viejos y fiables testimonios de espafioles sobre el gitano no me ha ganado nunca. El hilo de Ariadna de mi investigación ha consistido en seguirles la pista a algunos orientalistas de finales del XVIII y comienzos del XIX hasta hallar la prueba que buseaba. El interes privado que la noble lengua de los gitanos, tan estragada y marginada, despertó desde comienzos del siglo XLX en eruditos y filólogos espaňoles resulta, hoy aún, ignorado. A través de mis propios estudios sobre la Romani he probado que al menos dos finos conocedores de los pueblos de Espaňa, interesados por ei habla de las capas populäres y marginadas, por las lenguas miiioritarias y por sus usuarios, investigaron sobre el habla de los gitanos de nuestra peninsula (probablemeníe no fueron los únicos; 149 MARGARITA TORRIONE t futuras investigaciones lo diran). Me estoy refmendo al arabista Jose Antonio Conde (1765-1820), descubridor de la literatura aljamiada en Espafia, amigo entraňable de Don Leandro Fernandez de Moratín, miembro numerario de la Real Academia Espaňola, de la que se le expulsó en septiembre de 1808, por "afrancesado", y a la que no se reincorporaría hasta 1819, y al erudito Luis de Usoz y Rio (1805-1865), amigo de George Borrow y de Serafín Estébanez Calderón, a quien el inglés debe, inconfesadamente, como también al Solitario, no pocos materiales sobre los gitanos de Espafia. Usoz fue un fino hebraizante y profundo conocedor de los aspectos más castizos de lengua castellana, incluso en la inclemente opinion de Menéndez Pelayo33, experto en cuestiones del Siglo de Oro y en textos escriturarios de heterodoxos espafioles. Como tantos otros intelectuales de su tiempo, habia estudiado lenguas antiguas en Bolonia con el cardenal Giuseppe Mezzofanti, estimadísimo filólogo de quien fueron alumnos muchos jóvenes de la burguesia europea de la época34. Usoz debe sus conocimientos de sánscrito y con toda probabilidad un primitivo interes por la lengua de los gitanos no a Borrow sino a este famoso poliglota, quien la estudió y comparó con aplicación y respeto, si bien sus escritos sobre ella, consultables en una de las más espléndidas bibliotecas de Bolonia, siguen estando inéditos, como lo está gran parte de su obra35. -f Con algunas interrupciones en su estancia, Usoz pasaría varios aňos en Inglaterra, acusado desde lejos por la mala lengua de muchos estudiosos espaňoles, algunos amigos (Serafín Estébanez Calderón entre ellos), de desviación protestante y de "hereje". 33 Vid. História de los heterodoxos espaňoles, Madrid, 1880. De Usoz habla en el lib. Vili, cap. II, y passim. 34 "Mérimée n'était pas sans savoir que le Pr. Mezzofanti, de Bologne, polyglotte prodigieux et une des curiosités intellectuelles de lltalie dans le premier tiers du XDCe siecle, avait declare que la langue des Bohémiens était la plus belle et la plus riche d'Europe. Et, en 1832, lorsque Mezzofanti devint fou, Mérimée, cornme toute l'Europc, apprit que ľillustre personnage avait oublié toutes les langues (32, dit-on) qu'il avait parlées ä ľexception, précisément, de la langue des Bohémiens, dans laquelle il parvenait encore á s'exprimer". V. Larbaud, prólogo a la edición cn'tica de Carmen, de Prosper Mérimée, Coll. "Prose et Vers", Payot, Paris, 1927. 35 En la Bibliotcca Cormmale dcll'Archiginnasio de Bolonia, su ciudad natal y en la que ejerció su magisterio, se Italian los siguientes materiales autografts: Mss. Mezzofanti, cart. V, n" 17, a) Racolta delle parolle; b)Diiionarietto della Lingua Zingara. Ignoro si existen otros apuntes al respecto entre los manuscritos de Mezzofanti que pasaron a EF..UU. 150 LENGUA DEL GITANO Conde y Usoz escribieron sendos diccionarios de gitano, sumamente interesantes, que no llegaron a publicarse y durmieron entre los papeles de la Biblioteca Nacionál de Madrid y la Real Academia de la História. Hay que decir que ambbs autores no fueron precisamente profetas en su tierra y sufrieron de marginación por culpa de una libertad de pensamiento a contracorriente de los tiempos en que les tocó vivir. El diccionario autograft) de Luis de Usoz lo deseubrí en 1985, fue publicado dos aňos después por la Universidad de Perpignan y estoy actualizando una segunda edición para Espafia con novedades sobre su biografia que permitirán completar algunos aspectos de la redacción del manuscrito. Consta éste de 1.268 entradas alfabéticas y de numerosas etimologías sánseritas, persas y griegas, y data con bastante probabilidad de 1836. Aunque Usoz seguirá reuniendo apuntes de vocabulario gitano36. El manuscrito de Jose Antonio Conde, que localicé posteriormente, es, en fecha, el más antiguo y denso trabajo lexicográfico tanto de los que vieron la luz en Espaňa como en el resto de Europa, pues fue compuesto, según mi argumentada estimación, entre 1808 y 181037, ofreciendo la garantía de basarse en una encuesta oral, realizada por su autor entre los patriarcas gitanos de la baja Andalucía, un auténtico "trabajo de campo" diríamos hoy. Consta de 32 capítulos, 18 areas semánticas, frases, modismos y explicaciones gramaticales, constituyendo un denso corpus temático-ilustrado del dialecto gitano-espafiol, que los gitanos encuestados por Conde Uaman romanó y romané(s), no caló. El autor declara haber interrogado a los gitanos más ancianos, cuya memoria remonta firmemente hasta la cruel redada del Borbón Fernando VI, llevada a cabo en todo el territorio espafiol a mediodía del tristemente famoso "miéreoles negro": 30 de julio de 1749. El amplio material lingiiístico recogido por Conde está limpio de germania. Su gitano-espafiol conserva aún algunos casos flexivos, vocativo y genitivo por ejemplo, la neta delimitación de los géneros en las palabras de origen persa (masculino singular terminado en -o y femenino en -i, plural masculino en -e y femenino en -iá) y en muchas de étimo sánscrito, e incluso un ramillete de arcaismos que 36 En la B.N., ms. 21294, hay apuntes fechados (28-6-1842) sobre godo, vascuence y caló, 37 M. Torrione, Del dialecto..., pp. 311-314. Transcripción del diccionario manuscrito en pp. 332-383. 151 MARGARITA TORRIONE algo más tardíamente sólo hallo en la lengua de algunos grupos nómadas de la Europa oriental. A través del diccionario de Jose Antonio Conde, el gitano-espaňol cobra textura e identidad. Yo he trabajado comparativamente su contenido a fin de contribuir, tarde ya desgraciadamente, a una mejor identificación de muchos elementos de esta lengua oral, por lo tanto frágil, y larga, duramente castigada, por lo tanto casi exausta hoy en Espaňa. Puedo decir que el habla de estos gitanos, herreros algunos de ellos, afincados en tierras bajoandaluzas, se aproxima fielmente a la de los grupos kalderas surbalcánicos, estudiados durante afios, también a través de una larga encuesta personal, por Alexandras Paspati en la segunda mitad del siglo XIX. A modo de conclusion Parece importante sefialar que el diccionario de Jose Antonio Conde se abre con este breve y rotundo preámbulo: «PARA CONFUSION DE LOS QUE AFIRMAN QUE LA LENGUA DE LOS GITANOS ES SÓLO GERIGONZA» Viniendo de pluma del erudito académico, quiero suponer que tal afirmación (algo tiene de implicita denuncia y afrontamiento, pues que "confusion" es 'perplejidaď, pero también 'vergüenza' e 'ignominia'), ilustrada por las pruebas que aporta su material lingiiístico, podrían haber contado, de haber visto la luz su diccionario a comienzos del pasado siglo, para una simbólica "reparación histórica" de la opresión y el oprobio que venían pesando sobre el habla de los gitanos de Espafia desde más de dos siglos atrás. Hora va siendo, me atrevo a sugerir, de que la Real Academia revise las etimologías de las voces -muy pocas- que integran el registro GITANO en su Diccionario de uso (siquiera sea en reconocimiento póstumo a uno de sus más beneméritos y discretes miembros, para quien nunca existieron parcelas prestigiosas y -parcelas serviles en materia de kngua), sin descuidar el de GERMANIA, que, por extension, algunos errores lleva, y amplíe el numero de entradas de unidades gitanas, concediendo estatuto a otras muchas que aún están por reconocer y etiquetar, antes de que 152 LENGUA DEL GITANO la Romani, noble hija del sanscnto, que tan fuerte impronta ha dej ado en el habla popular espafiola, se convierta en materia puramente arqueológica: Ande muri chib e kris, muri kris e chib si, so le duj kamen te len, chordon le gludii. En mi lengua (está) el derecho, mi derecho la lengua es, que los dos quieren quitarme, y trozo a trozo se van. Estrofa en lengua románi del poeta gitano-húngaro Jótsef Daróczi. 153