566 Hugo Kubarth Sr<-yÝAjyAi^ý« . k U !!>>*_>** h top* M^é\.,1L, EL CALÓ REVISITADO Luis Fernando Lara El Colegio de Mexico. 100 90 -80-70-60 -50 -40 -30 -20 GRÁFICO 1 Indice de perfecto compuesto en conlexto B Promedios de los grupos 13-30. 31-49. 50-75 oflol Y /l Clote oo,o l\\l Ciojo metfio X///Á Clost ana 1. PARA construir el Corpus del espaňol mexicano contempord-neo (en adelante abreviado CEMC) en que se basa la elaboration del Diccionario del espaňol de Mexico (DEM), inten-tamos reunir muestras del habla viva mexicana de todos los ámbitos posibles, junto con muestras de la lengua escrita de todos los niveles y generös de textos que nos parecieron pertinentes para caracterizar el espaňol mexicano. Una parte de ese corpus está constituida por muestras de "jergas", entre las cuales cobra especial importancia el llamado "caló" l de los delincuentes. Como no encontramos material de esa clase en las colecciones de textos en que se basa nuestro CEMC," hubo necesidad de llevar a cabo una serie de entrevistas con delincuentes (ladrones y traficantes de mariguana, que son, según ellos mismos informaron, los que tradicionalmente hacen uso del caló) en la cárcel de Lecumberri, en la ciudad de Mexico, con el i Acerca dc la imposibilidad practica de distinguir entre argot y caló, cf. Clavería 1967. En Mexico, hoy en dla, caló designa, en scntido estricto, el vocabulario y las expresiones idiomática9 de los delincuentes, particularmente dc los rateros. No encon-tré ya rastros dc la designation sirigonza que registró Wagner en 1919. En scntido amplio, caló es una jcrga popular, contagiada de algunas expresiones caracterlsticas de la delincuencia. s Siempre que rue posible, aprovechamos recolecciones de textos claboradas por otros investigadores; en el caso del caló, sin embargo, salvo los dos pequeňos textos que incluye Trejo 1959 como apéndice de su tesis, no encontramos materiales de esa :jOÖ Luis Fernando Lara objeto de recoger los materiales léxicos correspondientes a esa ma-ňerá de hablar. Esas entrevistas, de terna libre, en las que tomaban parte dos informantes al mismo tiempo (para tratar de alentar el diálogo entre ellos), las realicé yo mismo con la ayuda de Manuel Fernandez Perera; se recogieron en cinta magnetofónica, y produ-jeron cerca de 12,000 ocurrencias léxicas. Ciertamente que la entre-vista directa con ios delincuentes, en una situación como la de la cárcel, bajo la mirada de los celadores de la prisión, a veces discreta, a veces amenazadora y .siempre, lo buscaran o no, represiva, no era la mejor manera de recabar material del caló, que tanto requiere de ia solidaridad entre los participantes en el diálogo y de la liber-tad de palabra; sin embargo, la necesidad de contar en nuestro C EM C con textos hablados en caló nos llevó a considerar que la única posibilidad relativamente rápida y económica que se nos ofre-cía en 1973 para completar nuestro corpus era llevar a cabo esas entrevistas. Asi fue como, con la ayuda del director de la prisión de Lecumberri, se seleccionó a cuatro informantes entre los delincuentes conocidos como "buenos hablantes de caló". Se trató de cuatro hombres, dos de ellos rateros, de 56 y 50 afios de edad, nacidos en Tlalpujahua, Michoacán y en Mexico, D. F., respectivamente, y los otros dos, de 27 y 50 afios de edad, nacidos en Mexico, D. F., y en Querétaro, respectivamente, sentenciados por mariguanos (aun-que posiblemente también eran traficantes de mariguana). 1.1. De las 12,000 ocurrencias aproximadas de unidades léxicas en esas grabaciones, pude obtener 167 vocablos y expresiones sus-ceptibles de ser considerados como propios del caló. Por orden alfa-bético y con una minima definición por sinónimos de la lengua común, las voces encontradas son las siguientes (van seguidas por dos abreviaturas que caracterizan su documentación y se explican abajo, en §§ 2 y 2.1): abril 'aňo' (seal, c) achicalar 'agresión (?)' (cal, n) agarrarla peladita 'resultar algo fácil de haceť (cal, n) apandar 'encerrar en el apando, encarcelar' (pop, c) apaňar 'coger algo, robar, apresar' var. paňar (cal, c) artegio 'especialidad de cada ratero' (cal, c) atizar 'fumar' (seal, c) baba 'pulque' (seal, c) bailar 'sobornar a la polícia con una parte de lo robado' (seal, c) bajarle algo a alguien 'robárselo, quitárselo' (pop, c) baril 'dinero' (cal, c) El caló revisitado 569 bato 'persona, victima del robo' (cal, c) bato escamado 'persona en la que no se puede confiar, por haber sido ya escarmentada' (cal, c) bato fu 'persona, persona astuta': (cal, c) bato fulastre 'persona astuta': "un bato fulastre... no pendejo, vaya" (cal, c) birria 'cerveza' (seal, p: pachuco) boňi 'prostituta' (cal, n) briago 'borracho' (pop, p) broza 'gente, compafieros' (cal, p) buitra 'pan del tipo telera' (cal, c) buti 'mucho'; como prefijo: butitransas, butitrabajo (cal, c) cab alio 'excusado, letrina' (seal, c) cdbula 'mala gente, mala persona' (pop, c) caer de a gallo 'dormir sin cobijarse' (cal, n) caer de a suelazo 'dormir en el suel'o' (cal, n) café 'mariguana' (seal, n) caifdn 'protector y explotador de prostitutas, padrote' (cal, p) cdmara! 'caramba!' (pop, p) cana 'cárceľ (cal, c) canal 'papel para liar cigarrillos' (seal, c) canton 'casa, hogar de uno' (pop, c) carton 'paquete de mariguana' (seal, c) cat e 'golpe' (cal, c) cementero 'adicto a la inhalación de cemento' (seal, n) cincho 'si' (seal, c) cirugia 'corte con una navaja de la bolsa (generalmente del pantalón) en que lleva la victima su dinero' (seal, n) colgar al lela 'distraer a la victima de un carterista' (cal, c) colgar los guantes 'retirarse del robo' (pop, p) conejo 'persona, ratero' (seal, c) cora 'moneda de 25 centavos' (cal, p: chicano) cruceta 'Have falsa o ganzúa' (cal, c) chale! 'caramba!, cómo!, cuidado!' (cal, c) chanate 'café' (seal, c) chante 'casa' (cal, c) chavalo 'muchacho' (cal, c) var. chabacanos chavo pesa 'joven, muchacho inexperto y temeroso' (pop, n) chela 'cerveza' (cal, n) cheve 'cerveza' (pop, n) chicharrero 'ratero que se dediča a abrir candados y puertas, para en- trar a las casas a robar' (cal, c) chido 'bueno, bonito' (cal, c) choco 'policía' (cal, c) choga 'gacho, feo, malo' (cal, c) chorla 'ganzua': "es como pufialito, chiquito, de ganchos" (cal, c) 70 Luis Fernando Lara chucurrear 'hablar, platicar' (cal, n) daily 'billete de cinco pesos' (cal, n) dar cochino 'distraer a la víctima del robo' (cal, n) darle fogata norteňa 'fumar mariguana' (cal, n) desafane 'abandono de algo, liberación' (cal, c) descuento 'descuido' (seal, n) encanar 'encarcelar' (cal, c) erizo 'bebido, drogado' (seal, c) escante 'poco' (cal, c) espada 'ganzúa' (seal, c) espadazo 'robo que consiste en introducirse a una casa abriendó la puerta con una espada (seal, c) estar alguien colgado 'estar distraido' (cal, n) feliciano 'feliz' (cal, n) flavio 'fumada o toque de mariguana' (cal, n) flota 'con j unto de los compaňeros de uno' (pop, c) forjar 'liar un cígarro de mariguana' (seal, c) frajo 'cigarro de mariguana' (cal, c) gil 'víctima de un robo' (cal, c) grif o 'mariguano, estar mariguano' (pop, c) guacha. 'reloj, hora' (cal, n) guato 'cierta cantidad de mariguana' (cal, c) güisa 'mujer, esposa' (cal, c) ir a picharle 'copular' (seal, n) ir a planchar ore ja 'copular' (cal, n) ir al talón, ir a talonear 'caminar, buscando victimas' (cal, c) irse de pinta 'faltar a algo e irse a pasear' (pop, p) ir por capuchinos 'dejar de repartir lo robado con sus complices' (cal, c) jais, qué jais 'qué pasa?, que tal?' (pop, c) fale 'acción' (cal, n) jamba 'robo' (cal, n) fando 'mucho (dinero)' (cal, c) jaňa 'mujer' (cal, c) jarea 'hambre' (cal, c) jaulero 'ratero que se introduce de día en las casas y las roba durante la noche' (cal, c) jenquearse 'meterse o introducirse en cualquier parte' (cal, n) jicamas 'si' (seal, n) jifíar 'orinar' (cal, c) lelo, lula 'víctima de un robo' (cal, c) Hear 'mirar, observar y ponderar' (cal, c) luca 'billete de mil pesos' (cal, c) luz 'dinero' (spop, c) madrotona 'madrota, alcahueta' (cal. rs maje 'víctima de un robo' (cal, c) El caló revisitado 571 manís 'amigo' (pop, c) marro 'pan bolillo' (seal, c) melga 'cosa, acontecimiento' (cal, n) melón 'pulque' (seal, n) mesquite 'mes' (seal, n) miche 'cincuenta' variante: michelín (cal, c) milagro 'mil' (seal, c) mita 'mitad (de un carton de mariguana)' (cal, n) monda 'reloj' (cal, c) mota "mariguana' (cal, c) nel 'no' (cal, c) neta 'verdaď (pop, p) nicho 'no' (cal, n) niňo envuelto 'robo que consiste en vender una joya falsa, después de haber ofrecido una verdadera, envuelta en papeľ (cal, c) ňeris 'compaňero' (cal, p) oclayo 'mano' (!?) (cal, n) paco 'fajo de papel o de billetes falsos, puestos entre dos verdaderos, con los que se tima a la víctima' (cal, c) paica 'prostituta' (cal, n) paquero 'ratero que engaňa con el paco' (cal, c) paro 'pareja del carterista, que tiene por función distraer a la víctima' (cal, c) pasarle algo a uno 'gustarle' (spop, p) pastillo 'adicto a las pastillas tóxicas, como las anfetaminas' (cal, n) picomania 'gusto por la bebida' (cal, n) pirar(se) 'irse, huir' (cal, c) pistear 'beber' (cal, c) pisto 'bebida alcoholica' (cal, c) placerdrsele a alguien 'acercársele el ratero amigablemente a la víctima' (cal, n) ponerse almeja 'ponerse listo o atento' (cal, p) pozole 'cárceľ (seal, n) quinina 'quinientos' (seal, n) quintonil 'cinco pesos' (seal, n) relingo 'cosa usada' (cal, c) restaurante 'resto' (seal, n) rieles 'zapatos' (seal, c) ruco, ruca 'viejo, anciano, mujer, esposa' (cal, c) sdbanas 'sabes' (seal, c) sacar baleón 'mostrar la mariguana a los clientes' (cal, n) sacarle a algo 'temerle' (pop, c) santoniňo 'palanca de hierro que sirve para romper o chicharr ear candados y puertas' (cal, c) sobres 'dedicado a algo, atento a algo' en las expresiones andar, ir so-bres (cal, c) 572 Luis Fernando Lara soria 'tortilla' (cal, c) sura 'veinticinco pesos' (cal, c) tabique 'cárceľ (seal, c) tamo 'mariguana' (cal, n) tarisbel, taris 'cárceľ (caí, c) tatema 'billete de alta denóminäción' (cal, n) tevein 'veinte' (cal, n) tenata 'mano' (seal, n) teporocha limonáda (o refresco gaseoso con alcohol)' (cal, n) tineroso 'adicto a drogarse inhalando thinner' (cal, n) tira 'polícia' (pop, c) tocho morocho 'todo* (cal, n) toleco, tolón 'cineuenta' (cal, c) toque 'fümada de im cigarrö, cigarro' (pop, c) trabueo 'pantalón' (cal, c) irama 'coniida' (cal, c) tramar 'comer' (cal, c) trova 'bebida' (cal, c) tumbada 'robo que consiste en tirar mercancía desde la parte ■ trasera del camión que la acarrea' (cal, c) vale, valedor 'compafiero, amigo' (cal, c) vellona 'cobija' (cal, c) verbear 'platicar' (cal, c) virolear 'mirar* (cal, n) ya caliche! 'ya entendi!' (cal, n) yote 'policia encargado de la vigilancia de im dormitorio' (cal, c) zoquetiza 'golpiza' (pop, n) zorrero 'ratero que se introduce de noche a las casas para robar' (cal, c) Además de las voces anteriores, aparecieron las siguientes expre-siones humoristicas, muy posiblemente instantáneas: bisagras 've-mos' ("ái nos bisagras"), establas, tablets 'estabas' ("ion tablas?"), iqué transu? '^qué pasa?', y vidrios 'vemos'. 1.2. Desde háce siglos se viene sosteniendo, tan to en el campo filológico como en el de la cultura de la lengua, que la germania, el argot o jerga de los delineuentes "profesionales" o el caló consti-tuyen un "lenguaje" secreto, mediante el cual los miembros de la hermandad delincuente ocultan su comunicación para protegerse; y se sostiene también que, precisamente porque tal ocultamiento no se logra siempre, ese "lenguaje" se modifica, preventivamente, cada vez que el resto de la sociedad o la policia logran romper el secreto de su vocabulario. Max Leopold Wagner, a quien debemos no solamente uno de los trabajos más importantes sobre el caló mexicano (Wagner 1919), sino también el haber despertado el in- El caló revisitado 573 teres de la linguistica por esa clase de "lenguaje" desde fines del siglo pasado, afirma, por ejemplo, que "es ist eine bekannte und leicht erklärliche Tatsache, dass die Ausdrücke der Verbrechersprachen oft wechseln und durch neue Bildungen ersetzt werden" (1919: 516) y un conocedor del caló como Chabat da por hecho que ese "lenguaje" es "indescifrable, misterioso y hermético" (Chabat 1964: 6). Sin embargo, el mismo Wagner afirma en seguida que "doch kann man andererseits auch beobachten, dass manche Ausdrücke sich viele Jahrhunderte hindurch zäh behaupten, dann allerdings auch oft Gemeingut werden und in die allgemeine Sprache übergehen" (ibid.). La pequeňa colección de expresiones del caló mexicano que el azar de la estadística reunió en el CEMC se presta para tomarla como un pequefio universo suficíentemente compacte,-como para que, a la vez, sirva de base a una revision de esas ereen-cias y nos permita intentar una mejoría en nuestra comprensión de un fenómeno linguístico que, no por marginal de la lengua, ni por corresponder a un hecho social lamentable y moralmente enjui-ciable —la delincuencia— deja de representar una cuestión de interes para la linguistica. 2. El análisis estadístico de nuestro CEMC indica que sólo 21 4 entre los vocablos y las expresiones encontrados aparecen en otros 3 No es posible hablar, en ešte caso, de "representatividad" de los materiales léxicos reunidos en relación con el vocabulario caló; como toda jerga, el caló sólo tiene vocabulario para ciertos aspectos de la realidad (la policia, la cárcel y su organization, los trucos del robo —o artegios, que dice uno de los informantes de ešte trabajo—, los instrumentos para robar, el dinero, las victimas, etc.). De cada uno de esos aspectos hemos obtenido vocablos y expresiones, bajo la suposición de que los dialogantes en nuestras entrevistas harían uso del caló más común entre ellos, pero, al no haber una colección amplia y completa de expresiones de esa manera de hablar —ni siquiera se puede suponer esa cualidad en Chabat 1964, con mucho una obra fidedigna y útil— que sirva de referencia; es más, como se comprueba que por lo general las colecciones de caló son fragmentarias y posibles victimas de la confusion que produce recoger un habla que sus estudiosos no dominan, no es posible establecer un criterio de evaluation de la calidad del material recogido. Pese a ello, haber podido encontrar cien voces bien documentadas por otros trabajos y haber encontrado cineuenta más que no habia documentado nadie previamente, pennite suponer que los datos son suficientes para lograr una caracterización linguistica del caló, que a su vez sirva, en el futuro, para poder plantear más adecuadamente la investigation amplia y detenida que requiere esta manera de hablar. ■* El análisis de frecuencia corregida y el indice normalizado de dispersion de nuestro sistema estadístico nos dan slntomas importantes de la manera en que se reparten o se concentran vocablos en algún género de textos del CEMC, lo cual constituye un pequefio avance en la necesaria objetividad con que se deben juzgar los datos lingiiis-ticos. Cf. Lara/Ham 1974 y, más recientemente, Lara 1988. Considero que un vocablo de los registrados tiene vitalidad más alia del caló cuando los resultados de dispersion (frecuencia corregida, estrictamente hablando) muestran su existencia en un género más, aparte del de las jergas en que esté incluido. 574 Luis Fernando Lara textos y otros generös de nuestro corpus (los que llevan las abrevia-turas pop —"popular"— y spop "significado popular"— en la lista anterior), lo que puede llevar a la conclusion de que, o bien no son expresiones caracteristicas del caló, sino que forman parte del habla popular, o bien se trata de voces que han pasado del caló al ámbito mayor del habla popular. Treinta y dos más son palabras y expresiones suficientemente registradas en el habla común, que tienen solamente un significado particular en caló (seal —"significado caló"—), Quedan, por lo tanto, 109 voces y expresiones (cal —"caló".....-S que, por quedar registradas unicamente dentro del género del caló y porque tienen significados germanescos exclusivamente, parecen pertenecer al campo restringido del caló propiamente dicho. 2.1, Para comprobar lo anterior, hay que cruzar las" indicaciones anteriores, que son exclusivamente estadisticas, con los datos que ofrecen los estudios y recopilaciones que se han hecho anteriormente del caló mexicano; asi, he encontrado documentados como voces del caló mexicano en Roumagnac 1904; Wagner 1919; Wagner 1953," Boggs 1954; Trejo 1959, y Chabat 1964, 100 vocablos y expresiones, que son los que aparecen marcados, en la lista anterior, median te la letra (c). Otros 50 no están documentados en ningún tra-bajo anterior, sea sobre caló o sea sobre habla popular; se trata de los marcados en la lista anterior con la letra (n). Por ultimo, he com-probado en esas obras y en las demás, citadas en la bibliografia, que recogen vocabulario popular mexicano, el uso popular —y, en con-secuencia, no privativo del caló— de 12 vocablos y expresiones, marcados arriba con la letra (p). 2.2. Resulta entonces que la comparación de las documentaciones anteriores del vocabulario recogido con las que ofrecen los datos estadisticos de nuestro CEMC sirve para delimitar de una rnanera más adecuada y fidedigna tanto lo que pertenece exclusivamente al caló, como lo que forma parte del habla popular, además de permi-tirnos reconocer, aunque sea de manera provisional, cierto trasiego de voces de un campo al otro. De esa forma se puede comprobar que los vocablos y expresiones caracterizados por las obras consul-tadas como propios del caló (c): apandar, atizar, bajarle (algo a al- 5 Este trabajo analiza el pachueo de los mexicano-norteamericanos del suroeste de los Estados Unidos de America; sin embargo, las documentaciones que ofrece para vocablos recopilados en nuestro CEMC son válidas para sostener el aspecto etimoló-gico de este estudio, asi como para documentar, de manera indirecta, la existencia de cieitos vocablos hacia 1953. Habrá que estudiar más tarde, y con mejores fuen-tes de consulta, la relación entre el pachuco y el caló de la ciudad de Mexico, asi como la relación entre este caló y el fronterizo. El caló revisitado 575 guien), cábula, cantón, cheve, erizo, flota, grifo, iqué jáisf, luz, maníš, mano ('amigo'), mota, sacarle (uno a algo), tira y toque, parecen haberse generalizado ya para 1973 en el habla popular, con el mismo significado que tenían en caló. Por el contrario, ninguna de las voces documentadas por primera vez en nuestro trabajo (n) pa-rece haberse registrado más allá del caló. Finalmente, entre los vocablos y expresiones ya documentados en el habla popular (p), los datos estadisticos de nuestro CEMC confirman la extension de: briago, ;cámara!, cheve, neta, irse de pinta, pasarle (a uno algo) y colgar los guantes. Es decir, 17 voces propias del caló (sobre 100) ya eran habla popular al menos nueve aňos después de la publica-ción del Diccionario cle caló de Chabat, y siete de doce vocablos y expresiones registrados previamente como habla popular 8 se confirman como tales.7 Estos datos, de carácter relativarnente sinerónico, si no indican solamente las fallas que inevitablemente se dan en el registro y el estudio del vocabulario, en especial cuando se trata de un vocabulario tan ajeno a la vida diaria de sus estudiosos, muestran especial-mente la existencia de un contacto más o menos cercano entre el habla popular y la jerga de los delineuentes —como lo seňalaba Wagner—, un contacto que no solamente se entiende tomando en cuenta que el caló es apenas un vocabulario del que dispone un gremio de la sociedad —una germania, para volver a iluminar el origen de esta palabra—, un sector del pueblo, sino sobre todo con-siderando que, como se verá más adelante y como lo> han asentado los estudiosos de la germania, los medios expresivos del habla popular y del caló tienen posiblemente los mismos resortes y se utili-zan de manera semejante. Pero antes de tratar estos aspectos, es pre-ferible conservar el paso lento de la investigación documental hasta agotar los filones más importantes del vocabulario que nos ocupa, y dejar para el final la cuestión recién esbozada. 3. La documentación más antigua de vocablos de la germania es-paňola, hecha por Juan Hidalgo en 1609 (Vocabulario de germania) fi La comparación entre los resultados obtenidos en nuestro CEMC y los registros de Jimenez 1977; Usandizaga 1972 y Velasco 1967 ha servido, de manera inversa, también para confirmar el valor documental de esas recolecciones del habla popular, a las que hay que distinguir cuidadosamente de las que se ocupan verdaderamente del caló, como es cl caso del valioso diccionario de Chabat. -i- Las voces broza, caifdn y ňeris, que en el CEMC sólo se documentan en caló, pero que aparecen registradas como pertenecientes al habla popular en las obras consultadas, habrán de considerarse populäres, y el registro restringido de nuestro corpus, una falla causada por la aleatoriedad estadistica. 576 Luis Fernando Lara quedó, según afirma Carlos Clavería (1951:350), íntegramente in-cluida en el Diccionario de Autoridades y ha pasado a formar parte del Diccionario de la Lengua Espaňola, de la Academia Espaňola, en el que se conserva con poco cambio; además de esas obras, se puede contar con colecciones de vocabios de germania que arrancan a mediados del siglo xix (una lista minima de gitanismos, en Borrow 1841; una recolección acompanada de un verdadero tratado sobre el iiampa espaňola en Salillas 1899, y el Diccionario de argot espaňoi de Besses 1906), junto con los contemporáneos diccionarios de Alon-so Hernandez 1977 y León 1980 para la germania peninsular. La germania mexicana se registra desde 1904 en el pequefio diccionario de Roumagnac, en el conocido trabajo de Wagner 1919 y en los posteriores trabajos de Aguilar 1941, Amor 1947, Boggs 1954, Trejo 1959 y Chabat Í964.8 5.1, He encontrado documentados por el Diccionario de Autoridades (1739) los siguientes vocabios: apanar ('Vale algunas veces coger, tomar, u ocupar por fuerza lo que es de otro. . . Mariana, Ca-listo y Melíbea"; también lo registra Alonso 1977); broza ("Se llama también por analógia el desecho y lo que queda inútil de cualquiera cosa. . . Metaphoricamente se toma por lo que es despreciable.. . cinco mil peones de toda broza. .. .Gente de toda broza: Se dice de la que vive con libertad, hecha a todo trabajo, sin tener oficio ni exercicio permanente"); cantón ("Extremo, ángulo interior, o es-quina de alguna figura que no sea redonda, como de calle, casa, castillo, etc."), colgar ("Estar pendiente, ... depender de otro, tener en él resignada la voluntad"), por lo que colgar al lela viene a acercarse al sentido doeumentado por Autoridades; flota ("Trans-laticiamente vale caterva, copia o multitud de alguna cosa"), lelo ("Lo mismo que fatuo o simple"), neto ("Limpio y puro"), pisto ("El xugo o sustancia, que machacándola o aprensándola, se saca del ave . . ."), tamo "Pelusa que sale en el telar al texer el lino; y también se llama asi las heces de las semillas, que quedan en la era s Las principales bibliotecas mexicanas son más pobres de lo acostumbrado en cuanto se refiere a publicaciones sobre ešte téma. No encontré en ellas las obras de Hidalgo, de J. M. Hill, Voces germanescas (1947) —que incluye y estudia el vocabu-lario de Hidalgo—, el tomo de Salillas 1899 en que se encuentra el vocabulario reco-gido por él, ni las obras de Aguilar 1941 y Amor 1947, para sólo citar las más importantes; afortunadamente, como seňalo arriba, el vocabulario de Hidalgo está incluido en el Diccionario de Autoridades y las obras de Aguilar y Amor han sido sistemáticamente consideradas por Wagner 1919 y 1953 y por Trejo 1959 (junto con algunas más acerca del pachuco en los Estados Unidos), por lo que no es tan grave no haber podido consultarlas directamente. El caló revisitado 577 después de recogidas"), valedor ("El que favorece, ampara o de-fiende"), vellón ("Lana"), y andar sobre aviso. El Diccionario de Autoridades no considera estos doce vocabios como propios de la germania, por lo que no es posible suponer que se trate de germania conservada durante más de doscientos afios; sin embargo, su supervivencia casi idéntica en el caló mexicano puede considerarse un hecho importante que habrá de servir para caracterizarlo poste-riormente.8 3.2 Si en seguida se rastrea el vocabulario- encontrado en los regis-tros peninsulares del siglo xix, resulta que Besses 1906 también registra: apandar 'coger, guardar, hurtar', apaňar, bare 'moneda de cinco pesetas', baribú y baribustré 'excelente', batico 'padre',10 čate, chabo y chabal, charite 'ceuta', (?) escamado 'receloso, escar-mentado', espadar 'abrir', fid 'falso', fando, jandaró y jandaripén 'dinero', jaňá 'mujer', jaňar 'apestar, orinar', lila 'tonto', luca 'peseta', luz 'dinero', manró 'pan', pirar 'andar, caminar, pisar', estari, estaribel, estaribó, estaripel y estarú 'cárceľ, y vellosa 'mania*. Salillas agrega la documentación de gil 'inocente, cándido, tonto' (apud Trejo 1959) y en los siglos de oro se registra pisto 'por extension [del significado asentado por Autoridades] cualquier tipo de comida o bebida que tiene la virtud de reconfortar a quien la toma' (Alonso 1977). Es decir, otros veintitrés vocabios del caló mexicano gozan de una documentación vieja de más de cien afios en la Peninsula Ibérica. 3.3. Los trabajos de Roumagnac y Wagner nos ofrecen preciosa documentación del estado del caló mexicano a principios del siglo xx. Baril 'bueno, bonito', bato, cartón, čate, frajo, gacho, guata 'coche' (?), jaulero, jiňar 'cagar', madrota, marro, mota, pirar, vieles, sories 'tortilla', sura y valedor los registra Wagner 1919; junto, con Roumagnac 1904, Wagner también registra chido, choco, giiisa,, faňa, maje, miche, mondo 'reloj', tabique, trabuco, trovo 'borra-cho', vellón 'cobija' y ver b ear; Roumagnac, por su parte, apunta furris 'cosa mala o fea'. Con estas documentación es reunimos trein-ta vocabios más que, por lo menos, han sido utilizados por tres generaciones de la germania mexicana. 9 Me parece difícil sumár a estos los vocabios bailar 'En la Germania significa hurtar' y tira 'En la Germania vale Camino. Vale también la Hor de fulleros', por más que pueda especularse alguna ruta de cambio semántico entre aquéllos y los re-gistrados en el CEMC. i« Cf. infra § 4.1.n.l5, bato. 578 Luis Fernando Lara Si resulta que cuarenta y ocho vocablos de los 167 registrados por el CEMC como propios del caló mexicano tienen una anti-güedad de más de cien aňos, o, lo que es lo mismo, que al menos tres generaciones de la germania mexicana no les han hecho modi-ficaciones sustanciales, puede uno preguntarse qué puede querer decir la idea recibida de la tradition, de que la jerga de la germania cambia consfantemente para asi asegurar que su naturaleza secreca se resguarde. La presencia de esos cuarenta y ocho vocablos en registros que se han venido haciendo desde háce 84 aňos, perinke suponer que no son vocablos marginales del caló, que no pueden servir para caracterizarlo, sino todo lo contrario, que la mayor parte de ellos deben formar parte de su nucleo. Por otra parte, sería lógico pensar que si algun vocablo puede cambiarse con facilidad en el seno de una comunidad linguistica, no sera uno de los centrales, sino de los marginales, por lo que, trátese de cuarenta y ocho vocablos centrales o marginales del caló, si hubiera cambios rapides de su vocabulario, éstos no serían los que lo ha-brian sufrido. <;0 sera una casualidad que, de un vocabulario cambiante, como se supone es el del caló, el CEMC haya detectado precisamente los unices vocablos que no cambiaron? 4. Según Clavería (1967:354) "la jerigonza del xvi era distinta a otras más tardías", en especial, la que ya varios autores de los siglos de oro llamaban "nueva germania" (Clavería, ibidem). Para él (aunque no lo afirma explícitamente), esa nueva germania sería la que constituye el punto de partida de la germania moderna, gestada a fines del siglo xvn y ligada al mestizaje que se produjo entre los delincuentes espafioles y los gitanos: "La simbiosis de las jergas de malhechores y gitanos en los bajos fondos sociales anti-guos debió de realizarse con lentitud y posiblemente no empieza a producirse hasta los Ultimos aňos del siglo xvn" (Clavería 1951: 17 y 1967:357, y Salillas 1899:178ss); de esa simbiosis resulta la confusion de ambas jergas, al punto de que la de los delincuentes habría de adoptar el nombre de la de los gitanos: caló. El cambio de la vieja a la nueva germania, operado entre los siglos xvi y xvn lo explica Clavería como un "normal proceso en todo argot, en renovación constante, con desplazamiento de antiguos términos por neologismos" (Clavería 1951:354). Habrá que estudiar, en con-secuencia, con qué germania espaňola tiene relaciones el caló mexicano, dado que se han podido documentar varios de sus vocablos en registros peninsulares del siglo xix, con los fines, tanto de caracterizarlo genealógicamente, como de situar el contexto histórico específico en que la pregunta más general, acerca del cambio per- El caló revisitado 579 manente del caló, puede cobrar un sentido que permita respon-derla en términos eríticos y lingüisticos. 4.1. Las fuentes consultadas documentan el origen gitanb de las siguientes voces: barii, que según Wagner 1919 pröviene del gitano espaňol bare, baró, fem. barí 'gran, grande, superior, excelente' y se retrotrae a un antiguo indio vadra; Besses 1906 registraba bari-bú, baribustré 'mucho', asi como bare 'moneda de cinco pesetas'; baro o varo (como parecen preferir los escritores mexicanos que utilizan esta palabra) tiene el mismo origen.11 Buti (y el prefijo buti-, aunque éste no lo registró) son tambien de origen gitano para Wagner 1933 (y hacen familia con la locución andaluza de buten "de primera, de lo mejor'); cate, registrado por Besses y ya generalizado a las hablas populäres mexicana y andaluza (Santa-maria 1959), viene del gitano espaňol catar 'agolpar, atropellar' (Wagner 1919); /chale!, que Wagner 1953 registra en varias hablas hispanomexicanas del suroeste de los Estados Unidos, tendría una forma más antigua, jchane! 'jcállenseľ, de chanar 'callar' y ésta del gitano chanar 'tener noticia';12 chavo y chaval o chavalo tienen, según Besses 1906, Clavería 1951 y Wagner 1953, su origen en chabó 'joven', 'muchacho';13 frajo, como las formas andaluzas pro-gio y plajo deriva del gitano prajandi 'cigarro, cigarrillo' y ésta de praco 'polvo'; gil es, para Clavería (1951:250) un eruce evidente entre un gitanismo gilí o jily (Salillas, apud Trejo 1959) 'inocente, tonto, ingenuo' y el nombre tradicional de personaje rústico del teátro espaňol, proveniente de algún aspecto de la leyenda de San Gil, el anacoreta que vivió en el sur de Francia hacia el siglo vín (čí. infra n. 15: bato); jando es de las voces que registra ya Borrow 1841 entre los gitanos; Besses 1906 registraba jandaró y jandaripén con el mismo signifieado de 'dinero'; jaňa es jaňá para Besses 1906 11 Chabat 1964 distingue bari y vari 'bueno, bonito' de varil 'peso piata, dinero'. 12 Wagner 1919 había registrado chale pero con el signifieado de 'americano, yanqui' (también 'chino'), como una forma popular humoristka de Charley; haría falta una buena explicación de cómo pudo haber evolucionado chane a chale, de 'tener noticia' a 'callar', que es todo lo contrario. El paso de '(cállense!' a 'jcuidado!' que registra Wagner 1953 en el pachuco de California y a la inespecificidad de la interjección tal como la he registrado, sería más explicable si se toma en cuenta que ľa muletilla jcállate! se escucha en conversaciones de la clase media mexicana como apoyo al mantenimiento del diálogo y como comentario semejante a ;caramba!, ivaya!, etcetera. 13 Ya Autoridades registraba chabo pero como "Voz chabacana y vulgar de que usa la gente zafia para explicar la moneda que comúnmente se llama ochabo"; no sería difícil que el gitanismo se hubiera apoyado en aquél vocablo de la germania antigua para imponerse. 580 Luis Fernando Lara y proviene del gitano jaňí, jaňa 'virgen', originado, según Wagner 1919 en un antiguo indio kaní; jiňar que Besses 1906 documeiita como jaňar 'apestar, orinar' —lo que constituiria una molesta homo-nimia con la palabra anterior, en vista de sus significados— es para Wagner 1919 giňar 'descargar el vientre'; Hear, mediante un cam-bio "no extrafio de la dental d, dice Wagner 1953, es con diguelar, del caló espaňol, una forma intensiva del gitano dicar; marro, ya registrada como marró 'pan' p or j. M. Hill (1921) en un texto espaňol de fines del sigio xvn es manró en Besses 1906, como la forma guana originaria, precedente del antiguo indio manda, mondhha (Wagner 1919); pirar tiene igualmente documentation en Borrow 1841, con su variante pirelar; según Wagner 1919 proviene de un. indostano phirna *rr': " tar is y tarisbel son variaciones del gitano estarisbel) estaripel, junto con las formas que registró Besses 190C: estari, estaró, estaribel, estambó, estarú, toda ellas derivadas de una raiz gitana star-, p.p. síardó 'apresado, aprehendido' (Wagner 1953),!E Son, entonces, catorce los vocablos del caló mexicano recogido en el CEMC —quince, si incluimos caló— los que provienen de la jer-ga de los gitanos espafioles.16 i* Claveria 1951:157 lo deriva del sánserito pir 'to walk about'. is Tres palabras más pueden tener origen gitano, aun cuando todo hace pensar que no sea asi: Ľato, que se documenta desde 1841 como 'padre' le parecia a Wagner 1919 de origen gitano —Borrow 1841:248 inicia su traducción del Padre Nuestto al gitano con Bato nosrro y Claveria registra, sin comentarios, una composición popular andaluza "El gitano", recolectada por Reus en 1849, que dice: "Si menda llega a dicar/ algún currío, algún bato j que le pene con boato..." en que aparentemente ya el significado de bato ha dejado de ser 'padre' para acercarse a 'persona'—; pero el hecho de que solamente tenga los significados 'tonto, ingenuo, persona' entre los gitanos espaňoles y no entre los demás gitanos, lo inclina a preferir la etimologia de Ccrominas batueco, baturro 'tonto, bobo, necio'. Santamaria 1959, s.v. anota: "En los Nacimientos de Navidad, pastor que forzosamente figura con su mujer Gila a ambos lados del portal." (Cf. gil). Chido, documentado xido por Roumagnac 1904 y varies más, podría provenir, según Wagner 1919, de un gitano guido que, a su vez, tendľía su origen en un germánico guido (ya documentado en el vocabulario de Hidalgo como 'bueno') relacionado con el actual alemán gut. Trejo 1959:173 re-fiere a un asturiano xidu 'hermoso, bello, bueno'. Ful vendria del gitano 'estiéreol, porquería' (Trejo 1959), aunque furris, que en la documentación encontrada parece ser forma del mismo vocablo, es del aragonés 'tramposo, embrullón (voz familiar)' según Wagner 1919. Gacho, en cambio, no parece tener nada que ver con gachó, gachi de los gitanos (Calvería 1951:138). i« Queda abierta la cuestión que plantea, justamente, Claveria 1951:49, n. 67, de "clarificar la difusión de los gitanismos en la America de habla espafiola [pues] la gran difusión de los gitanismos en el lenguaje popular espaňol de la peninsula parece haber tenido lugar después de la independencia de los países de la America espafiola". El descubrimiento que hizo Wagner 1919 de gitanismos en el caló mexicano —en cuyo trabajo me he basado— movia a Claveria (1951:16, n. 15) a propo-ner que "habría que estudiar cuidadosamente el caudal de voces gitanas „en los libros El caló revisitado 581 4.2. Son anglicismos birria —la cerveza, no el platillo tradicional— de beer (Wagner 1953); cincho, que Wagner 1953 sólo registra en la locución de cincho 'for sure', que corresponde a la expresión "slang" cinch 'a sure or easy thing' cruzada con de cierto (cabe la posibilidad de que en la forma cincho sólo se trate de un juego de significante a partir de s í); cora de quarter, el nombre de la moneda de 25 centavos de dolar;17 chante de shanty 'choza';18 es-cante de scant 'poco, escaso' (Wagner 1953); guacha de watch 'reloj' y daily (el informante que la usa sefialó: "la aprendí en el Norte"). 4.3. Tienen su origen en el náhuatl las voces: chanate que, como se sabe, es una de las variantes de zanate, el nombre del pájaro de plumaje negro que se considera un tordo (Cabrera 1974: tzánatl); quintonil (Cabrera 1974: quintonil), tatema (Cabrera 1974: tlatle-tnati) y achicalar}■' sobre las jergas delincuentes de Hispanoamérica, antes y después del estudio de Wagner, y estimar lo que es aportación antigua y lo que esas jergas tienen de común con el "caló delincuente" espaňol moderno. Pero es un hecho que Miklosich [en su trabajo, central para el estudio de los gitanos en Europa, Ueber die Mundarten und Wanderungen der Zigeuner, Viena, 1876] pudo probar la mezcla de elementos gitanos en las jergas europeas antiguas". Para Claveria, un motor importante para la adopción de gitanismos por la sociedad espafiola —no necesariamente su germania—• fue la boga deciinonónica del "fiamenquismo" en Espaňa, que terminó por definir el actual estereotipo del folklore espaňol. Según él, los espectáculos flamencos y la zarzuela pusieron en circulación muchos de los gitanismos hoy populäres en Espaňa, asi como también en Cuba y Argentína. Tratándose de Mexico se puede pensar fácilmente que los delincuentes espaňoles no dejaron de llegar a nuestro pais a partir de la independencia, pues es un hecho que la inmigración espafiola a Mexico duró hasta entrado el siglo xx. Lo difícil séria demostrarlo, precisamente en la medida en que la delincuencia se ocupa de no dejar huellas claras de sus actividades. No sé hasta qué punto la boga de la zarzuela a fines del siglo pasado y principios de éste en Mexico haya contribuido a la difusión de gitanismos de modo semejante a lo que sucedió en otras regiones hispánicas. 17 Forma que, según me coniunica Giorgio Perissinotto, es usual entre los chica-nos de California. 1S Wagner 1953 seflala que el origen de shanty es discutible: algunos piensan que viéne del francés canadiense chantier, en tanto que otros la refieren al irlandés. is Según Santamaria 1959, los significados de esta palabra son: 1. En el estado de Querétaro, empapar, cubrir o llcnar de miel; 2. Entre gentes de carripo, en otros lugares, como en el Estado de Hidalgo, secar la alfalfa de modo que conserve su color verde; 3. También se dice asi por empacar la alfalfa seca. Según Cabrera 1974 significa 'mazorca de elote puesta a secar' y 'fruta Hena de miel después de hornea-da' y viene de chical, xicali 'hacerse viejo' (Islas Escárcega 1961 también la registra asi). El pásaje de la entrevista ayuda muy poco a reconocer un significado preciso a este vocablo: uno de los informantes le relata al otro lo mal que lo trataron al entrar a la cárcel, cómo le qultaron sus cosas, etc. El otro contesta: "Chale!, los hubiěras hasta achicalado, pos qué ondal" Ý el primero responde: "No, nomas lo que queria eran mis chivas...". De acuerdo con el contexto, achicalar es algún típo de agresión o al menos de acción sobre una persona; Usandizaga 1972 registra 582 Luis Fernando Lara 4.4. Origenes varios tienen cana (que, según Kany Sem., es prés-tamo de algún dialecto del norte italiano, documentado también y sobre todo en el Rio de la Piata, y en Chile, Perú y Colombia); giiisa, registrada por Wagner 1953 en el argot de la Tixileira, en Espafia como quiza 'seňorita' (aunque en 1919 la refiere a un ger-mánico iza 'ramera'); miche, que le parece a Wagner 1919 del Catalan miti 'mitaď, y ruco, del quechua (!) rucu (H. Toscano, Ecuador, apud Wagner 1953). El resto del vocabulario encontrado, tiene origen regular en la iengua espafiola. 4.5. Como se ve, genealógicamente, el caló mexicano de 1973 se puede carácterizar de la siguiente manera: vocablos pertene-denies a la tradition común. de la Iengua espafiola, como apaňar. broza, cantón, flota y pisto (registrados por Autoridades, pero sin indication de que pertenecieran a la germania antigua), junto con apandar, carton, gacho, jaulero, paco y zorrero; palabras de esa misma tradición que, sin embargo, han recibido modificaciones en su piano semántico, sobre todo mediante usos originariamente metafóricos, como: abril, baba, bailar, bajarle algo a alguien, ca-ballo, cábula,w caifán?1 canal, forjar, ir al talón o talonear, grifo?z luz, neles, sacarle a algo, tabique?3 toque y vellona; voces comu- achingatar 'Ejercer presión sobre una persona para lograr de ella algo contra su voluntaď. ^Ha habido una confusion en el informante —natural de Tlalpujahua, Michoacán— entre una voz rural y una vulgar? so Trejo 1959 define cdbula como 'discolo, perverso, picaro, malvado, mentiroso, maňoso' y supone que viene de cábala, según el DRAE 'negociación secreta y artificial', un significado ya metaforico del originario. Icazbalceta (apud Trejo 1959 ibidem) registra los mismos significados en Ecuador, Guatemala y Chile, en tanto que Santamaria 1959 la define como 'superstición'. Chabat 1964 y Jimenez 1977 la definen como 'mentira'. Lo interesante del registro en el CEMC es que aqui es un adjetivo para calificar a una persona. 2i Esta parece ser también una metafora de Caifds, que Chabat 1964 registra como expresión para exigir el pago de algo, asi como 'juez, jefe, autoridaď. Habrá que suponer que de un originario ;cáete! para exigir el pago, el juego verbal caracte-ristico del habla popular haya conducido al nombre del sacerdote bíblico y que, dado que el padrote a la vez exige dinero a las prostitutas que domina y es una especie de autoridad para ellas, se haya dado un Caijás y luego el caifdn para designarlo, 22 Documentada por Wagner 1953, Santamaria 1959, Chabat 1964 y Jimenez 1977, no parece tener nada que ver con "Avaro hasta la rapiňería" que registra Älonso 1977 en la germania de los siglos de orp; Wagner piensa, quizá con razón, que se refiere al cabello crespo, como una forma de imaginär el efectp de la mariguana en las personas. 23 Se puede pensar también en un apoyo mutuo de tarisbel y tabique 'ladrilio de construcción' y también 'pared', determinado por el parecido de ambos signi-ficantes. El caló revisitado 583 nes con otras regiones hispanohablantes,24 pero que, por eso mismo, indican una notable unidad entre los miembros de las germanías de diferentes países; gitanismos, anglicismos y aztequismos. Salvo por el orden de importancia que me parece debe asignárseles, esta caracterización del caló mexicano corresponde a la que Wagner propuso en 1919 (p. 516). Puede, por lo tanto, concluirse que, desde el punto de vista de la genealógia del caló mexicano, se trata de un vocabulario en el que predomina su carácter tradicíonal hispánico, correspondiente a las características generales de la lengua espafiola, asi como, en cíerta medida, a un núcleo lingiíístico germanesco que comparte tanto con Espafia como con otras regiones hispanoamerícanas. Si esta conclusion se puede verifícar ampliando los materiales en estudio y poniéndolos en relacíón con las otras germanías, como el lunfardo argentine» y la cubana, la colombiana, la mexicano-norteamericana, etc., tendrá visos de verosimilitud la idea de que la germania se extendió desde Espafia hasta America posiblemente desde poco después de la Conquista, pero sobre todo a partir del siglo xvn, como eree Clavería (cf. supra §4); que ha experimentado cambios semejantes a los que se dieron en Espafia entre la vieja y la nueva germania, y que se ha conservado admirablemente, al menos, hasta 1973, fecha del levantamiento realizado para el CEMC.25 De ser asi, lo que se comprueba es una evolución de la germania semejante, al menos, a la que ha tenido la misma lengua espafiola entre sus origenes peninsulares y su desarrollo posterior en America; lo que equivale a destacar, más que un carácter de cambio y secreto permanentes, una lenta evolución de carácter tradicíonal, de la misma clase que la evolución de toda la lengua. 5. Aunque el hecho de que, en un levantamiento aleatorio de datos como el que hemos llevado a cabo, puedan aparecer cíncuen-ta voces no documentadas prevíamente por ningún otro investi-gador (casi la tercera parte del total), podría contradecir la conclusion anterior, en la medida en que, pese a la conservación de un núcleo tradicíonal caló, esos vocablos podrían ser indicios de una ereatividad muy dinámica del gremio delincuente, efecto a su vez de aquélla supuesta necesidad de secreto. Para encontrar 24 Que no exploro, por falta de datos sufícientes. 25 Roumagnac 1904:376 ya afirmaba "desde luego, que la mayor parte de los tér-minos... pertenecen al caló espaňol, lo que significa a las claras la ínfluencia que ha tenido en nuestros delincuentes el roce con los delincuentes de ultramar". 584 Luis Fernando Lara una respuesta a esta nueva cuestión, habrá que estudiar ahora las caracteristicas intrinsecamente lingüisticas del caló. 5.1. Wagner 1919:517-18, Clavería 1967:355ss. y Trejo 1959 han öfrecido esbozos de caracterización lingüistica del caló. Para ellos destaca, en primer lugar, el carácter metafórico de este vocabulario, como se sefialó arriba (§4.5). A las metáforas allí tratadas pueden agregarse las de las expresiones santoniňo, niňoenvuelto;26 sacar halcón, colgar los guantes (quizá tornáda de la jerga perio-oístíca deportiva, en la que se refieren asi al retiro de los boxea-dores, cí. Lope Blanch 1963, s.v.) y agarrarla peladita. Entre las voces por primera vez registradas en el CEMC, se encuentran las creaciones metafóricas siguientes: cirugía, chavo fresa (ipo-r la su-position, cle carácter cultural, de que el color fresa es cursi?), picomanía 'vicio de la bebida' (formado por pico 'boca' y mania, lo que da una formación festiva) y tenaza 'mano con la que se roba'. 5.2. Wagner 1919 (ibidem) considera "besonders charakteristisch für die uns beschäftigende Art von Sprache . . . Bildungen, bei denen durch Entstellung der Endung ein Wort in eines der Geheimsprache von verschiedener Bedeutung verwandelt wird"; Trejo 1959 (ibid.) habla también de casos de adiciones y sustituciones —y hay que agregar aféresis y apocopes—, que operan en el signi-ficante, como: fu, fulastre y furris,27 cerveza > chela y cheve, cha-vo/chabo > choval, chovalo y chabacano, feliz > feliciano, lelo, lula, lela/s hermano > mano y manis, si > jícamas, cincho (cf. supra §4.3) madrota y madrotona, mes > mesquite, miche y michelin, 2« Que Trejo 1959 también documenta: santoniňo 'barreta metálica idéntica al quincón [^King-Kong, el famoso gorila gigante de una popular película de 1939?], sólo que de menor tamaňo', junto con Aguilar 1941, Amor 1947, Santamaría 1959: 'barra de hierro pesada y fuerte, a modo de gran cincel, usadá por el pelado como palanca para fracturar, a modo de ganzúa', Chabat 1964 y Jiménez 1977; según Trejo, también se llama "Santoniňo de Atocha", llamada asi por semejar el centro que tiene esa imagen. Niňoenvuelto tiene otra definición en Chabat 1964: "barretín o cuchillo envuelto en trapo o papeles'; ir por capuchinos: 'dícese cuando el ladrón huye sin compartir con sus socios el producta del robo' y encuentra explicación en la huida del ladrón hacia la calle de Capuchinas, en la ciudad de Mexico (?). 27 Trejo 1959 considera fu una variante de ful, a su vez apócope de furris, y da para furris un origen latino fur 'ladrón'; para Wagner 1919, ful puede ser gitano (cf. supra n. 15), mientras que furris 'tramposo, embrullón' puede venir del arago-nés; independientemente de cuál sea su origen, la libre variación de estas tres formas en el discurso caló hace pensar que se trata de la misma voz, modificada juguetona-mente. as Cf. Malkiel 1984, en donde propone una interesante manera de comprender formaciónes como lelo, lula y lela en relación con el habla dé niňera y la estruc-tura duplicada de consonante -f- vocal. El caló revisitado 585 mil > milagro, no > nel y nicho, compaňero > ňero, ňeris, pozo 'cárceľ > pozole, quinientos > quinina, quintonil, tolón y toleco, taris y tarisbel (cf. .supra §4.1), vale y valedor, y además resto > restaurant, vemos > vimos, bisagras, vidrios, estabas > establas, tabids, descuido > descuento, sabes > sábanas. etc. En todos estos casos, que constituyen una parte importante del vocabulario reco-gido, el juego con el significante, ya sea agregando al vocablo base una terminación sin valor morfológico, como entre fu, furris y fulastre, y cerveza, chela y cheve; aproximándolo a otro mediante un morféma con significado específico, como entre chovalo y chabacano; feliz y feliciano; o convirtiéndolo en otro sobre la base de su semejanza fónica, como en mes y mesquite; quinientos, quinina y quintonil; hermano y mano; si, jícamas y cincho; pozo y pozole; descuido y descuento, etc.,29 más parece operar el juego con la len-gua que el interes por la ocultación de las palabras; muchas de ellas resultan, por esa razón, no vocablos de una parcela social del vocabulario, sino creaciones espontáneas, ligadas a los actos verbales hic et nunc en que ocurren; es decir, muchas de ellas pueden no formar parte real de un léxico caló, sino ser acontecimientos verbales que desaparecen tras haberse pronunciado. Esta caracte-rística habrá de tomarse en cuenta como elemento crucial de la definición de la naturaleza del caló. Aparte del vocabulario his-tóricamente restringido del caló, documentado en §§ 3 y 4, es posiblemente esta ultima caracteristica la que le da su aspecto de secreto, pues sin duda contribuye a que no todos los miembros de la comunidad lingüistica global puedan comprender rápidamen-te de qué está hablando un delincuente; pero eso no es una causa del caló sino su efecto sobre hablantes determinados.30 Que preci-samente esa dinámica creadora del hablante de caló sea también la que da la impresión de que el vocabulario cambia incesante y rápidamente, y la que vuelve tan dificil documentar un vocabulario caló suficiente y bien probado, tampoco hay duda; pero aqui se trata, en primer lugar, de una caracteristica de la creatividad 2® Cf. Rivarola 1979, en donde estudia la misma clase de procesos como elemento de efectos humoristicos. 3« Se trata del mismo fenómeno que uno encuentra en el famoso albur popular mexicano; en esa competencia verbal, triunfa quien, con mayor celeridad e ingenio, es capaz de aludir a un inesperado, pero siempre justificado, significado metafórico de una palabra, o de modificar el significante de otra para llevarla al tema sexual del albur; nadie pensaria que el albur es secreto, aunque muchos son incapaces de participar con éxito en un lance verbal de esa clase. Véase el interesante trabajo al respecto de Nóé Gutierrez G., La construcción interactiva del albur en Tepho, Tesis, UAM-Iztapalapa, 1988. 586 Luis Fernando Lara del hablante de caló que es la misma de muchos hablantes populäres, como el caso estereotipico de Cantinflas; en segundo lugar, de una actividad que sin duda produce cambios, pero sólo en re-lación con la conservación de un vocabulario tradicional, en el que se encuentran los elementos de partida de la creatividad; en tercero, de hechos de hab la, fundamentalmente, que sólo confron-tándose con el vocabulario de los demás, pasando por el tamiz social de la herniandad delincuente, llegan a ser hechos de lengua, 5.3, El caló mexicano aprovecha también formas sistemáticas de derivación de palabras. especialmente vivas en el habla popular, como en: espadazo y zoquetiza, encanar, pistear, verbear y virolear, cementero, pastille y tineroso, y desafane y tumbada.31 5.4 Resultan de especial interes en la caracterización lingiiística del caló dos casos aparentemente excepcionales: la conversion del adjetivo bulí en un prefijo: butitransas, butitrabajo, que no he encontrado considerada en ninguna de las fuentes consul tadas, y el sintagma fando barii 'mucho dinero'; pues en ešte ultimo caso, si originariamente fando signifieaba 'dinero' (cf. supra §4.1) y baril 'bueno, mucho', parece que para los hablantes de caló se han in-vertido los signifieados —los informantes no reconocían la posibi-lidad de que en esa expresión estuvieran diciendo el equivalente a "dinero mucho, dinero bueno"— como quedó registrado des-de Wagner 1953. A ešte respecto no hay que olvidar que mientras Wagner 1919 retrotraía baril a un gitano bare, Besses 1906 ya registraba bare como 'moneda de cinco pesetas' (cf. supra §4.1), que podría haber dado el mexicano baro/varo 'dinero'. Asi, baro y baril serían dos formas del mismo vocablo, la primera para nombrar la moneda, los pesos: "tengo cinco baros", y la segunda como un sustantivo indefinido. 5.5. Se ha considerado, desde la antigüedad, que el fenómeno conocido por los latinos como scinderatio o habla revesada32 es característico de la germania; sin embargo, en el vocabulario reu-nido en el CEMC sólo se dieron dos casos: choga 'gacho' y tevein 'veinte'. En cuanto a la primera, se repetía tanto en las entrevistas, que parece estar ya lexicalizada; la segunda podría ser todavía un caso de ereación instantánea, característica de esta habla revesada. 3i Cf. Moreno de Alba 1986. La productividad de los sufijos —azo, —iza, —ada, —e y ~ero en la derivación nominal, y —ear en la Verbal puede ser mayor en el habla popular mexicana que en la culta. 32 Cf. respectivamente Wagner 1919:518, que apunta que la designation proviene de Virgilio Marón y se conserve durante toda la Edad Media y Glavería 1967:355. El caló revisitado 587 Se debe uno preguntar, dada la prácticamente inexistente scinderatio en nuestro CEMC si ešte mecanismo ha desaparecido ya del caló, o si fue un mal efecto del tipo de entrevista realizada. 5.6. Clavería 1951:355 considera característico también de todo argot —del que el caló es una variedad— "la tendencia a la proli-feración de sinónimos". En el CEMC se han documentado varios casos de estos: para 'prostituta', boňi y paica; para 'mujer', sea es-posa o amante, giiisa, rúca y faňa; para 'víctima' bato, gil, maje, lelo, lula y lela; para 'borracho' briago y trovo; para 'cerveza' hirria, cheve y chela; cantón y chante para 'casa'; cana, taris, tarisbel, tabique y pozole para 'cárceľ; neris, vale y vale dor para 'amigo, compafiero'; choco y tira para 'polícia', etc. 6. Hasta ahora, en los parágrafos anteriores (§§ 5), había estado considerando de igual manera las voces cuya existencia está re-gistrada desde antes de haber realizado la recolección de caló para nuestro CEMC y las que se documentaron en nuestro levanta-miento por primera vez; los registros previos a los nuestros, multiples y procedentes de diversas épocas, aseguran el carácter fijo y social de esos vocablos. En cambio, los cincuenta vocablos que nuestro CEMC registra aparentemente por primera vez, en la medida en que son oeurrencias aisladas o, a lo más, repetidas tres o cuatro veces durante las entrevistas, no tienen todavía euno social. Muchas de ellas, en especial las que son variantes festivas de otras anteriores podrían ser fenómenos pasajeros, ligados a las preferencias y los estados de ánimo de sus emisores en el momento de la entrevista. Sin embargo, entre ellas parecen ser verdaderos vocablos del caló y no meras variaciones: boňi, café, dar cochino, flavio, fale, jamba,33 fenquearse, melón, teporocha, mita y virolear.34, Oclayo como 'mano' puede ser un error del informante (desde Wagner 1919 se documenta aclayo 'ojo'); chucurrear, si bien Autoridades documenta un cuchurrear 'cuchichear', podría ser también error del informante. Las construcciones placerársele a uno —con lo sugerente que es—, ir a planchar oreja, ir a picharle, darle fogata norteňa, caer de a gallo y caer de a suelazo podrían ser erea- 33 Besses 1906 registra jamba como 'ama de casa' en la jerga delincuente y 'mujer lista, amante, querida', en el habla popular espaňola. 34 Están mínimamente documentadas, por lo que requieren mayor confirmación: artegío, por Jiménez 1977 como arpegio: "en caló del hampa, profesión, actividad, trabajo, especialidad"; buitra por Chabat 1964 y Jiménez 1977 ■—que evidentemente, cuando recoge algún vocablo del hampa, sigue a Chabat— como huitra 'pan'; col-gar al lela, por Trejo 1959; conejo, en sus dos signifieados, por Trejo 1959; luca por Chabat 1964; yete y no jote, por Chabat 1964, seguido por Jiménez 1977. 588 Luis Fernando Lara ciones instantáneas, fácilmente comprensibles desde el ámbito más general del habla popular. 7. Reducida como es la colección de caló que encontramos re-gistrado en el CEMC, ya ha resultado bastante rica en informa-ción como para ensayar algunas conclusiones que contribuyan a desentrafiar sus caracteristicas bajo una luz relativamente diferente de la que tradicionalmente lo ha venido alumbrando. Por una parte, se ha visto que el vocabulario del caló mexícano conserva híí buen numero de voces pertenecientes a la nueva germania espafiola y al vocabulario traditional de la lengua espafiola; estas voces son mayoritarias en comparación con las que han aparecido en Mexico —entre ellas anglicismos y nahuatlismos— desde que Roumagnac y Wagner hicieron sus investigaciones a principios de esse sigio. Si bien es muy probable que el caló mexicano tenga su origen en aquélla "nueva germania", determinado por la emigration a America de delincuentes espanoles durante cuatrocientos anos, ese fenómeno debe haberse reducido desde principios del siglo xx hasta el punto de que pueda considerarse que la germania mexicana actual es autonoma y está desligada ya de la espafiola. Si esto es asi, no es la fuerza del contacto con Espaňa la que man-tiene la continuidad espafiola y gitanesca del caló mexicano. Tam-poco ha de ser —pues los datos lo niegan— el prurito de los delincuentes mexicanos por guardar el secreto de su habla, como se ha venido sosteniendo desde hace mucho tiempo; todo lo contrario: la conservation del caló mexicano dentro de los límites de la "nueva germania" espafiola habrá de comprenderse mejor si se busca una explicación diferente de la que ha privado hasta hoy, puesto que, de acuerdo con ella, el caló mexicano ya no debiera ser en absoluto reconocible a partir de los documentos antiguos que se han consultado. Por otra parte, se ha podido demostrar que el caló mexicano, a la vez que conserva una parte nuclear de su vocabulario desde hace más de cien anos, somete el resto a una variación muy notable, tanto del piano del significante, mediante juegos morfoló-gicos que aparentemente disfrazan el vocablo originario, como mediante la multiplication sinonímica de sus designaciones de los obje tos o de los procesos que le interesan. Esta variation, en la medida en que no produce formas totalmente nuevas y efectiva-mente ininteligibles, no puede considerarse un verdadero cambio y, en consecuencia, requiere una nueva interpretation para poderla comprender. El caló revisitado 589 El caló resulta ser entonces, a la vez, producto de la conservation y de la variación. Hay dos hechos importantes en el caló que nadie parece haber tomado en cuenta: por un lado, que el discurso en caló está formado tanto por los medios expresivos que la germania ha acufiado socialmente —el vocabulario que se ha venido registrando a lo largo del tiempo, notablemente conservado y relativamente modificado, como siempre sucede en la lengua—- como por los medios expresivos que pone en actividad la creatividad del hablante —los juegos verbales, tanto de carácter morfológico, como metafó-rico, asi como ei "arte" del habla revesada (no recogida en este levantamiento de datos)—; es decir, el discurso caló pone de manifesto un fenómeno natural del hablar: el juego constante entre el hablar social, tradicionalmente transmitido, la lengua en sentido saussureano, y la puesta en practica de la capacidad de hablar una lengua, más allá de los límites del "discurso repetido" (que dir í a Coseriu), el habla en uno de los sentidos saussureanos. La variación del caló es, en principio, un hecho de habla, como podia comprobarse cuando varias de las cincuenta voces documentadas por primera vez en el CEMC queden sin confirmation posterior. La conservation del caló, en cambio, es un hecho de lengua. Habrá cambios en la lengua inducidos por el triunfo de varios hechos de habla, como sucede siempre; sin embargo, lo que parece dar al caló su identidad es su carácter de lengua —de lengua espafiola, ade-más— y decir lengua es decir conservation y tradition. Por el otro lado, nadie tampoco ha sefialado que el caló no se escribe; es exclusivamente una lengua hablada, para la cual la es-critura, que para el resto de la lengua es su más importante medio de conservation y fijación, no constituye ningun punto de referencia. Asi el hablante de caló sólo dispone de su conocimiento traditional y su memoria de acontecimientos orales para construir su discurso, y en esa medida, en cuanto la lengua exclusivamente hablada está limitada por el esfuerzo de cada individuo y por la cohesion de su grupo social, que le sirve de memoria y de vehículo para transmitir su tradition, el caló experimenta la variation y aun el olvido de la configuration de ciertas voces tradicionales, que han ido perdiendo su transparencia. Que, por ejemplo, jandaró, janda-ripén y jando, como fu, furrisj furriel y fulastre, como lelo, lela y lula, etc., oscurezcan sus relaciones, que jaňar y jaňa entren en co-lisión y se disimile la primera en jiňar para distinguirse de la se-gunda, que boňi, ruca, güisa y paica exploten juntas el significado de la mujer, amante, virgen y prostituta, o que jando y barii se rese-manticen para no alterar la estructura espafiola del sintagma adje- 590 Luis Fernando Lara tivo ;+ sustantivo (quizá ayudados por el sustantivo bard), no son sino manifestaciones de una lengua solamente hablada, sólo mante-nida por la cohesion social del gremio que la domina, es decir, por la misma clase de cohesion social que da a las lenguas su verdadera unidad y la razón de su diversidad, más acá de las instituciones, como la escritura y los agentes socializadores que son las academias, los diccionarios y las gramáticas. El caló no parece ser, en conse-cuencia, una secreta y organizada convención de los delincuentes —un "contrato social" cuidadosamente cumplido y eficazmente no-tificado, cuando se altera, a sus firmaníes— sino una rara manifestation de la lengua hablada, transmitida por la tradición, conservada por la cohesion del grupo social que la maneja y que la aprecia, variada por el paso del tiempo, por las necesidades expresivas de sus ha blan tes y por el olvido de cada uno de ell os. Asi, el desconoci-miento del caló que tenemos el resto de los miembros de la sociedad no es por su secreto y su cumplido convencionalismo; si Roumag-nac, Wagner, Chabat y yo mismo hemos podidos acercarnos a ella y comprobar su mantenimiento; si el caló lo dominan tanto los delincuentes (y por cierto que sólo los "profesionales", los que hacen del delito su manera de vivir, los rateros, no los defraudadores, ni los asesinos) como la policia, lo que se revela es su verdadero sen-tido: el caló es una forma de reconocerse los delincuentes entre ellos mismos; es un vehiculo de solidaridad o, si se quiere, de complici-dad. No lo hablará, aunque lo conozca, nadie que no quiera arries-garse a ser tornado por hampón sin serlo; en cambio, el ratero, el carterista, el jaulero, el zorrero o el paquero, hechos a esa manera de vivir, se saben miembros de la germania y tienen en el caló su estandarte y su salvoconducto. Sólo asi podemos comprender la con-tinuidad del caló mexicano con la germania espafiola: no se trata de ocultar el discurso, ni impedir una penetración policiaca de su secreto, sino de manifestarse a si mismos, hoy como en el siglo xvn, entre picaros, rufianes y gitanos, broza, hez de la sociedad, su propia identidad solidaria. Cita el Diccionario de Autoridades a Quevedo: "Habláronse los dos en germania, de lo cual resultó darme un abra-zo, y ofrecérseme" (Vida del buscón, cap. XIV). ■El caló revisitado 591 BIBLIOGRAFIA Aguilar 1941 = Aguilar, Jose Raul, Los métodos criminelles en Mexico, Mexico, 1941. Alonso 1977 = Alonso Hernandez, Jose Luis, Léxico del margina-lismo del siglo de oro, Salamanca, 1977. Amor 1947 ~ Amor, Ricardo, Diccionario del hampa, Mexico, 1947. Autoridades ■= Diccionario de autoridades, ed. facs., Gredos, Madrid, 1984. 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MUESTRA DE LÉXICO PANANTILLANO: EL CUERPO HUMANO Humberto Lopez Morales Universidad de Puerto Rico. 1. H ACE ya muchos afios que los dialectólogos vienen echando en falta un repertorio de formas lingüisticas integradoras del espaňol general o lengua estándar; sin esos inventarios, la comparación de los materiales obtenidos en una investigación dada se háce imposible, ofreciendo como resultado que nunca se sepa a ciencia cierta si se trata de fenómenos generales, panhispá-nicos, o si, por el contrario, estamos ante caracteristicas particulares de determinada zona dialectal. Esta situación, que se deja ver más ostensiblemente en el traba-jo lexicográfico, ha sido paliada acudiendo a inventarios como el DRAE, totalmente inadecuados, puesto que su finalidad es otra y, consecuentemente, sus materiales no siempre describen la lengua general. 2. El concepto mismo de "lengua general" —lo reconozco— no está exento de interpretaciones diversas: lo mismo puede tratarse de a: "el conjunto de todos los elementos de todas las variedades del idioma espaňol, es decir, de todos los elementos que pertenecen al idioma espaňol, independientemente de que pertenezcan solo al espaňol de determinada parte del mundo hispanohablante, sea al espaňol europeo, sea al espaňol americano", o de b: "aquellos elementos que sean patrimonio común de todas las variedades del espaňol, ďefinidas según un criterio uniforme, o de todos los sub-