í—i #Í b--J p ) u] U o **> r -Vs- ŕ J *UJ i BS « 8ľ g-ll-S LA MÉTRICA KSPA.NOLA ť.N Sť CONTEXTO ROMÁNICO ' • },< iiu;ratura (y más concretamente, de la Teória del len- ,;,i n.- poétko) que se ocupa de estudiar los principios que ■__,r--, ,/i lenguaje versificado. Su base lingüistica, los ele- >■-,-• c que integral! y estructuran dicho lenguaje, el ori-n -;• ' f onfiguración historka de esos elementos, asi como su evolution hasta el momento presente, sou los puntos centrales del estudio métrico. 2. Ei. campo conceptual de la Metrica La Métrica es susceptible de ser estudiada, como todas las disciplinas, desde un punto de vista sincrónico, puritual, atendiendo sólo a sus compouentes y estructura, o bien desde un punto de vista diacrónico, atendiendo al origen y evolúciou de sus elementos integrantes. En consecuencia, podemos hablar de Métrica sistemática en el primer easo, y de Métrica histórica en el segundo. Además, ambas perspectivas pueden ser aplicadas al lenguaje versificado de una nación o lengua (p. e., métrica 'espaňola, francesa, i taliana, etc.), o bien al conjunto de posi-bilidades métricas y sus realizaciones (Métrica general). También podemos examinar las semejanzas y diferencias de varias métricas nacionales (Métrica comparada). En el presente manual, atenderemos mayoritariamente a la Métrica sistemática de la lengua espaňola. Complemen-taremos ešte enfoque con datos de Métrica histórica espaňola, puesto que ambas consideraciones nos parecen imprescindibles e imbricadas. Además, insertaremos nuestro campo de estudio dentro de la Métrica general -muy poco estudiada hasta la fecha-.. Y, en el caso de elementos métri-cos (metros, poemas) que procedan de otras culturas, apor-taremos nociones de Métrica comparada. El conglomerado de estas perspectivas nos aproximará a la realidad de nuestro objeto de estudio. 3. MÉTRICA Y PrOSODIA / FONÉTICA Puesto que la Métrica es el arte de la paiabra rítmicamente confígurada, los datos métricos tienen que apoyarse sobre im MÉTRICA GENF.RAL conocimiento preciso de la lengua. De ahí que tradicional- mente se haya estudiado la Métrica en asociáciou con la Prosodia (u Ortología), que es la parte de la Gramática que enseňa la recta pronunciación y acentuación de las letras, sílabas y palabras. Por citar un sólo caso: la obra del fundador de la Métrica moderna, Andres Bello, se titula Pnnapios de la Ortología y Métrica de la lengua caslellana (1890). En los estudios gramaticales, la Prosodia ha sido susti-tuida por la Fonética, que es el estudio de los sonidos de uno o varios idiomas, tan to en su fisiología y acústica como en su evolución histórica. Este cambio responde al declive en nuestro siglo del enfoque normativo, y al correlative auge de la consideración deseriptiva, considerada más cien-íí'fica y no impositiva, en todos los campos del saber. Asi la Preceptiva literaria es sustituida en nuestro siglo por la Teória de la Literatura y la Retórica; y la Prosodia por la Fonética y Fonología. 4. VERSO Y POESÍA La asociáciou entre estos dos elementos es una constat!-te en el pensamiento occidental. Sin embargo, ya Aristoteles en su Poética se alza contra ella, situando la poesía (la erea-ción literaria) en un ti po especial de imitación (mimesis), no en su recipiente formal, el verso1. No obstante, ia firme-za de esa asociáciou se muestra a lo largo de la Edad Media, en las Artes poelkae (también llamadas Artes poetriae o Aries «Pero el arte que imita sólo con el lenguaje, en prosa o en verso, y, en ešte caso, con versos dilerentes combinados entre si o con un solo géne-ro de ellos, carece de noinbre hasta ahora. No podríaruos, en efecto, apli-car un término común a íos mimos de Sofrón y de Jenarco y a ios díálogos socráticos, ni a la imitación que pudiera hacerse en trímetros o en versos elegíacos u otros semejantes. Sólo que la gente, asociando al verst) la con-dición de poeta, a unos llama poetas elegíacos y a otros poetas épicos, dán-doles el nombre de poetas no por la imitación, sino en común por el verso. En efecto, también a los que exponen en verso algún terna de medicína o de física stielen llamarlos asi. Pero nadá común hay entre Moniert) v Empédocles, excepto el verso. Por eso al uno es justo llamarle poeta, pero al ot.ro naturalista más que poeta.» (Poética, 1447b). s4 I v ^ be y ,1 1*5 II o* Q-.J_j .^J y c m - S ^ V F— n_ , ,3 | EiS 3 U -« SP C ■u 1'1'ÉI O li w S X 3 'ú Wi4 2 13 < 4J 1 cá •-f C S s H §J Ĺ ^ tsŕ"' (L "v w w <° \s r r fíJ <~ j * -^ 11 r* * 1 br Ü ' C ^ C Q ^ r Z1 1* /■ r"rf H* ß- w íf - O r r c< " > r O k fv '-" o V ri f; - Ě C" Zji u \3 ^ — ?•' S J S •c ô g äl ^ í ' 0 S s i 11 s- sr v - 7 •ä ü «j O, 4, / r r? w CL "O -S "^ lS r-ä Kí r" Lá pgiS o J ľ -1 *=í V^ ^ r,*« Wl * y C -5 y v i ŕ -; r « i Vi :!• oUr, «kola») unidos por la homofonia. '. J'- •" h: 'j, cis-. -;ic ",? Curia romána» enfatiza el uso sis-1- :'V'"!;:c o de r'íoi dele: 'iiinados esquemas silábico-acentua--f-s al ín:ai de los -kola»; el «cursus». El uso del «cursus» se p''-Ioi:«i'.;á hasia e! sig'.o XVI. Ir5 lo«. nlthnos a ť: o s del siglo XIX y en los comienzos del a 1. onVna i-mn- *e"so y prosa vuelve a plantearse con <4,-r.i;-/a en ;•] ; tl.-o >'l , verso libre. Para unos, el verso libre v1- i -s;1 i'mVJída : •priohosamente en lineas irreguläres. .'::.a oe ■ », "'• '"!:.: ťir.oa lingüistica intermedia entre verso í í j'osa. Pai.i ao.os :c.:ct-ros, entre los que nos contamos, es verso: dotado de elementos ritmicos que se reiteran —y por tan to generan ritmo—, aunque esa reiteración no es absolu-tamente periodica4. 6. El ritmo Precede esta palabra del griego «rythmós», que significa 'corriente', 'curso', 'medidadel movimiento o del tiempo', 'proporciou o simetría en las partes', 'orden, disposición'. El emparejamiento de los coneeptos de «ritmo» y «armonía» estuvo umy extendido entre los griegos y llega hasta hoy, sobre todo en las artes plásticas. Casi todos los diccionarios modernos recogen como aeepeiones más frecuentes de la palabra «ritmo» las de 'retorno periódico', 'frecuencia' y 'armonía'0. Consideramos, pues, que en la poesía el ritmo implica repetición, recursividad, retorno de algún elemento—linguís-tíco o no- en el texto6. El soporte material de ese elemento rít- o; i ^ ' - •> ' •" eptos en el capitulo del Verso Libre, i " i, i ' ./ j -. i ir ' ) 1 *( '> no de un determinado metro (p. ej. el octo- 1/11 i,"<'< i un tipo de ritmo tanto para el poeta como 'ni jo i , • .i i i« i, pues, en ia métrica hispana entre «metro» Ml'.lRK.A Oľ.M-.KAl 25 mico es el verso, por lo que podemos considerar el verso como la unidad rítmica, y la serie de versos (poema) como rítmica en sil conjunto por la repetición del esquema ritmico en cada u n idad7. Lo que ya es variable, según las diferentes culturas e incluso según los diversos momentos históricos de una cultu-ra, son los componentes fónicos y semántícos que se repiten, engarzados en el verso y vehiculados por él. La poesía -salvo pocas excepciones modernas— ha emplea-do siempre un lenguaje ritmico. Y como el ritmo implica repetición, ese lenguaje se ancla sobre el retorno de algún (o algunos) elemento (s) lingüistico(s) que la comunidad de liablantes encuentra hermosos, elevados o placenteros, diferentes del habla cotidiana, y que más pronto o más tarde codifica. Surge asi el sistema métrico de un pueblo o cultura, conocido y admirado por esa comunidad. La codificación no supone inmovilismo, ni tampoco uni-forniidad. Por el contrario, el sistema métrico de un pueblo vacua al principio entre diversas posibilidades, termina por decantarse a favor de unos elementos mayoritariamen-te seguidos por los poetas, y por lo tanto caracterizadores (lo que llamaremos «base rítmica»); evoluciona a lo largo de su história, y se va transformando en sus rasgos consti-tuyentes. En esa evolución, puede suceder que emerja como posible base rítmica futura alguna latente, coexists con la anterior, e incluso Hegne a sustituirla. Miichas novedades métricas, las más diseutidas, tienen ešte fundament«. Por ejemplo, en ei Modernismo hispáni-co encontramos una innovación de José Asuncion Silva, seguida con entusiasmo por numerosos autores, consisten-te en stistituir la base rítmica del metro por la base rítmica de la clausula o pie acentual. La que se Hamaría después «versificación de cláusulas» —y que nosotros preferimos y «ritmo», sino inclusion del primero en e! segundo. En camhio, en la métrica latina hallamos oposición entre ambos coneoptos: freute al «metro» o versiŕicación cuantitativa, propia de ia literatura clásica, ei «ritmo», «verso ritmico» o «versiľicacíón rítmica» era la propia del pueblo, y se desarrolló a partir del síglo n, primem en coneurrencia con la versífícación cuantitativa o «metro», y luego va en solitario. " ("Ír. F. Henríqiuv Ureňa (1961: 254-255). 1> CM I C S 1 i 1 l "k f-». lí -; ü ^ " i i llí I 3 ~"C II ^ ä o .tí K PW K V bJD C/3 p c- I CS k! tu ~-o L, '" "x., _ ", c X ? tr z u r w ř '•i r- * r- *-■ n .- '"" .2 f « H u '" cu '-. C ■íl ži w w ü 3J - . Cß !■=»* f™J a u ^ J T1 o X' í K "t •-:• ;j A- ^ w ta Ü Cd s n t; s IC íí ,, D ^™ r#» ^ Q « •« r ; I- x z! n« y ^ w ^, ^ « "u U v í™. « í ~ q S C- ^ s o äl -1 u a, .g i 1 5 .It g t« c -o x ■* x ^ •* > a. ií i r _s 1 J - -a r f* C. yJl J" f? r* r* /■ j- ■< ri ■* O K ^ ; / X iJ i -ŕ í, -' * f? - C •/• v. w í. ô í L\ M: i «[CA KSI'AXOlA EX SI" COXTF.XTO ROMANI0O n , , (*i • 'i'mos- , Ľ n. sa c.i< f i u ,1 evíaň'i'a, los distin tos tipos de versifica-;i',-) snigeo rk'I numero de estos ritmos presente en cada "•..-o, v del i))ľiinni:i'ť> Cv algnno de ellos sobre los demás. i V.T.ľ) *.ei •- r, to« "'i sr-qaida, en la métrica de otros países \ í u'hit..« oNemo« ;: s ucontrax estos misinos ritmos -que !!a*.n itiüo« -(óa:ro>. po' basarse en componentes del soni-iio-. v adeauis o'uos: aaiuino también fónico, como la lon-gitia! íle la« sílaba« ínicírica cuantitativa), y alguno de natural;-/;, «enuinuía í ixčv'w i paralelística). 9. La dicción poética La distinción de Saussure entre «langne» y «parole» resnlta iluminadora también en Métrica, Conviene distin-guir entre unos esquemas de «langne», teóricos, sistemáti-cos, y la realizáciou concreta de esos esquemas por parte del poeta o de los lectores («parole», dicción). Aunque habi-tualmente la ejecución y la norma se ajnstan, hay momentos cle tension entre ambas: especialmente seňalemos los casos de acentnación y desacentuación rítmicas -que veremos en el capítulo de! Acento-, y el caso del encabalgamiento -que abordaremos en el capítulo de la Pausa—. 10. La presentación tipográfíca Por ultimo, seňalemos que, aunque el poetra e->tá t m i j-to para su ejecución fónica, para el ordo, apaicce e«crito e u una página, y por tanto entra también por lc« o;os. Este vehículo de la escritura, el más usual e MK.TRICAGK.NT.RAl. 29 ayuda a la lectura, cle que las líneas poéticas no ocupen la totalidad del renglón; en la costumbre en muchas literaturas nacionales de que cada verso em piece con letra mayúscula («versa!»); incluso en la consideración del poema como objeto artístico para los ojos, en la Uamada «poesía visual», que se remonta al Helenismo y reaparece en diversos momentos históricos, escuelas y autores: Edad Media, «laberintos» rena-centistas, ideogramas, caligramas, etc. 1 1. SiSTEMAS DE VERSIFICACIÓN Si contemplamos el conjunto de los pueblos, Ilegamos a la conclusion cle que, según las diferentes épocas y las diver-sas culturas, lo que se coiisidera «verso» varia: en cuanto a sus bases linguísticas y en cuanto a sus manifestaciones formales. Sin embargo, todas las culturas establecen uno o más elementos que se consolidan como esquemas ritmicos estructurantes. Asi en China la formula versa! más frecuen-te es la que reúne metro, tono, rirna y paralelismo. (Otras formulas: verso fluctuante más rima; heterometría más riina). En Japón, heterometría más estrofa. (Otra: metro más paralelismo). Entre los árabes, verso fluctuante más cesura más rima. (Otras: cesura más acento más rima; heterometría más cesura más acento más rima). Etc.10 Varnos a pasar revista a algunos cle esos sistemas versifi-catorios que .han caracterizado a diversas culturas en alguna época importante de su história, y que han dejado su hue-lla en la métrica espaňola. 11. 1. La versification paralelística En la versification de la Biblia11, la linea poética es su uiiidad estructura!, dividida en dos partes o miembros por " Or. P. Henrique/ Urcňa; «En busca del verso pure» (196!: 253-270). \'éase también W. K.. Wimsatt (1972). "' El texto bebreo de la Biblia esfaba escrilo con rengk>nes seguidos, Fiie San Jerónimo (c, 347-120) quieti, on su version latina (ie la Biblia (Vulga/a), fragmente tipogľáíicaitiente esos renglones de prosa. !A MÉTRICA F.SPAXOLA ť,\ Sľ CONTEXTO ROMANIC« :esura —a veces eti tres partes, por dos cesuras-. Gada expresa una idea o una parte importante de ella, por le el verso bíblico carece de encabalgamiento. Y en to a su base ritmica, a lo que sustenta ese conjunto de s o Iíneas poéticas, es el paralelismo. • considera que hay dos grandes tipos de paralelismo poesia biblica hebrea: el seinántico y el estructural rmal). En el seinántico, la idea expresada en el pri-miembro de la línea, o bien en la línea completa, •cute positiva o negativamente en la segunda parte de ea o en la línea siguiente. En el paralelismo estruc-, hav semejanzas sintácticas entre los miembros o • las Iíneas, i cuanto a la reláciou semántica que se establece : las Iíneas, podemos teuer básicamente dos; Cuando :a expresada en un versículo se repíte en el siguiente ruientes) para reforzar su mensaje, estamos aute un ie paralelismo sinonímico: Asi en estos versos de! salmo ue se agrupan en dos parejas: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, Yel firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a o tra noche declara sabiduría.» ite es el ti po de repetición más frecuente a !o l?rc/o ňc >lia. Es de naturaleza semántica —puesto que *e ie"* '• -5" "'O' i if) F'} on ' • i -f1» m,s , ľ i- >/•, í i ld ')0 < • i ĺ s ,. i < «i i i l.i. • i i >• <)ľ > • " a )S>, , _lí,..-lA.)s í > ». ^ <. i i> ■> VIÉTRÍCA GENERAL 31 Se habla también de un tercer tipo de paralelismo12, el emblemático. Consiste en que cada miembro o cada línea suministra un emblema o sírníl para el siguiente. Asi en Proverbios, U, 22: «domo pendiente de oro en el hocičo de un cerdo Es la mujer hermosa e indiscreta.» Dejando cle lado la importancia del paralelismo en la poesía eclesiástica en prosa latina, por influencia de! libro de los Salmos o Salterio -de lo cual hablaremos en el capí-tulo siguiente-, tenemos que centrarnos en la métrica espa-ňola. Aquí, y por influencia gallego-portuguesa, el paralelismo ha sido base ritmica durante los siglos Xio y xiv, en el tipo de poema llamado «cantiga paralelística». Se apoya en la pareja de versos monorrimos asonantes seguida de estri-billo, que repercute en la pareja siguiente, y am bas parejas en las dos sucesivas, y éstas en las siguientes, en un compli-eado tejido métrico (llamado en provenzal «leixa-pren») cle enorme hermosura. Veamos u n ej e m plo de Nu n o Fernandes Torneol, donde adjudicamos una letra no a la riina sino al verso que repercute en otro: A «Levaď, amigo, que dormide-las nianhäas frias: B toda-las aves do mundo ďamor dizian. z l.,eda m'anďeu. A' Levad, amigo, que dormide-las frias nianhäas: B' toda-las aves do mundo ďamor cantavan. z Leda m'anďeu. B Toda-las aves do mundo ďamor ctízían, C do meu amor e do voss' en mente avian. z I.eda m'anďeu. B' Toda-las aves do mundo ďamor cantavan, C do meu amor e do voss' i enmentavan. z Leda m'anďeu.» '" I .a idea de que el paralelismo constituye la esencia versal de la métrica bíblica, asi como sus tipos básicos {sinonímico y antitético) fue expresada por Róbert Lowth (1753). El paralelismo emblemático es aňadido por Ch. Briggs (i906). Ll Sobre el origen de esta técnica paralelística, unos investigadores con-sideran que es la «secuencia» eclesiástica, y otros que es el canto y baile. Personalmente no consideramos incompatibles am bas teorías. í s í f r ŕ u 5J ,—! *2 0 sä 7 a n Ů 11 s s < S 5 £ = £ x É 'w t« s 0-, u 5S j /• y ', Xi x ~ ^~ -s, "t J §11 = ll II Milí o £ j= S s" II •š-s I Iff s 3-r c E 11 Síl P -2 'S I. g-:- S 'S ü " S a S" s ~í 3 '" f | -f si 2 &4 X k 5 ü s. 2 5 r. ; I [! 11 s w c 'S g ~. 1 Ü í- «— 1 | i g EL ■3 c v E 1 13 "é i S •s c 0 S £ s o 1 u 1 3 g 1 Ä ■g 1 ä g 1 -S iS I 1 >-S s s r4 F 1 1 š! >&> -0 c c •c 1 J f 1 i c E 1 1 i 1 c > 5ß c U w t^ -C (U Ľ l 1 -g 1 ^ 1 i 1 Q u Ľ T3 s ii "3 S "C -c >•-. cr C C" br 3 .1 _ r J: y 5\f en L< x 34 lA METRICA ESPAXOIA EX SĽ CONTEXTO ROMANICO dos unidades más pequeňas llamadas «pies», de donde pro-cede la concepción moderna de aquellos metros como pies)'6. Gada verso (gr. «stíjos») está compuesto por dos, tres, cuatro o seis repedciones de esos metros, Los versos dactilicos (ritmo ->-•- ---) son habitualmen-te hexámetms; los versos trocaicos (ritmo -~ -- ~- --) son habitualmente tetrámetrosr, los versos anapésticos (ritmo -"*- "--), tetrámetros o —a veces- ch'metros; los yámbicos (ritmo -- ~~ ~- ~-), trímetros o tetrámetros. Los poemas están compuestos por uno o más «sistemas» o por un numero de repedciones del mismo dímetro, trímetro, tetráme tro o hexámetro. Gada verso suele terminar en pausa. El anapesto, metro con ritmo cle marcha, se encuentra en la tragédia, donde sistemas anapésticos acompaňan habitualmente las entradas y salidas del coro. El hexámetro dac-tilico es el metro de la épica, los oráculos y los poemas dídácticos, El trímetro yámbico y el tetrámetro trocaico apa-recen en los diálogos de las tragedías. La unidad estructural de la métrica griega es el verso. Una cesura central divide la linea en dos «kola» o miembros similares. Pero -a diferencia cle la cesura en las métricas 'OT-y'Vi's es tos r«'p t-b t s o -<'ío)n-> pt»ť!fa s«-] e^rrta- nu " '. ',. ,-n, nii l • >.,,( , r, v,i _ „,, . mi^ i'V.ľ'iK'n >in • ii.'»< a'v», ""M "''"•', « c, »••' .1».' ť-i i«.«^,' o '/ íi" •" \ni \'<~ "> ii'" ill ' */ . ) » 5 .si/' i ,", 1 , > h ' f ' ' í y >, s-,n < Q.™'" j í > *> a1 < ^ru f 'i \ ^e .ie,n ("v^ i ] ' ^ ^^i-i^á i s i 'c1,*/.',«,^ iV»'~ik] '' i3 •" " is lO'iiľl ' O .L > i l..«i 1 ť ť ' l/c - .. < niíTj D, , (It'll « " S 'ľlp\'S ( í !)i"p",('S'lh I <). plC-> »iirj«1 o ,- , 'j ľ)> <\< s v'.i'i is drib > i - i» ľ'ľ]' o>' i -j 15s 'tes mVKi>: '"1 ^" n i « ' )■"') -»|,i a'.!>x«i >, , ř mt" !u» •»"» f o"ipi\'» ii» '" i" ; t< *■ ľj v f » > , ' ,?í r' k í u *>; V* *vs ikí) i pi i 'c n , - , i h i » i - ot '< :'3 -1 '' ' ir oi i ,ni , t -, i , i i ,s i í 1 i i "i i - ľ, , . ., ' ,, ,'ľi i -, ep í no u iin i ' / Mť.TRiCA GENERAL 35 un pie, y no -como entre nosotros- en su final, Puede haber más de una cesura en un verso, Por su repercusión sobre la métrica espaňola, tenemos que mencionar brevemente los tipos métricos más frecuentes: el dístico elegíaco y el hexámetro. El dístico elegíaco, la gran forma métrica cle la lírica individual, es una secuencia de dos líneas (hexámetro + pentaniet.ro), repetidas para for mar poema. La primera de ellas es un hexámetro (5 pies dactilicos, de los cuales los 4 primeros pueden ser o dáctilos o espon-deos o combinaciones de ambos; el 5" siempre es un dáctilo; y el 6*r.ylos de losgriegos, aunque tratándolo>;' "leoc-Hieuu uk rže. p. ej., recogiendo rasgos del habla co-une,' o i n ^ v i >• de intensidad u Asi el tetrámetro gri- h> ■>•.'* u v j rui er • - o nario en latín, y el trímetro yámb - <. u v n , o Los esquemas de sílabas tonic-'* • uora» i,i., c " v, u - 1 hexámetro latino, el metro reci t a* > ,•> • et i •'< a \ "o hacen incluso en su etapa de maj o, -ťľ.Kik ^n . .. c_-o. Se combina la cadencia de sílabas ;ou:t<\» ^ ae^ v>' ob u 'V sílabas largas y breves. Habitualircnfe í--- n ^daď-s '1" -., >>-tido coinciden con los versos. Este- w <■ do >"A1; t; e- ' ' :!,-, tico elegíaco latino, el metro ret ;,u.to »v ' >• tn -m* '-1 hexámetro, constituye el 90% de 'a poc-í > o ď."^ >'.'■ i >'o latín. La métrica latina recoge, adeovs .'• ■ .:.,\*. , > >-r í<> \ •■ como el saturnio y la version pop i1 u A I »t -;<. e •■ ,o » <- , i eo, llamado «versus quadrates» 'vire •'"• '"-it> i ? > n -, extenso en el capítulo siguiente). El sistema métrico grecolati.no gta'di ■ >:e ,pve *> A< ■ 1 cultura occidental, y de manera e.-,-et i 1 u> n * a-,r'1, , i Renacimiento y en los períodos cia-uc j- as i * Is ) e p - ^ ' que el elemento prosódico que lo ■> .i ería - 't t >ur 'trní ď-; . ~p^í^3^ :ss^*^ŕ"'^r'íísí5^^ METRICA Gl-'.NKRAI. a/ 11. 3. L« versificación acentual Este ti po de métrica reposa también sobre un hecho fó ničo: la existencia en bastant.es lenguas de acentos de intensidad que diferencian unas sílabas cle otras y unas palabras de otras (asi en espaňol «cántara», «cantara» y «cantará»). En las lenguas geraiánicas primitivas, el acento -con la ali-teración- fundamenta la métrica, bien acompaňado de la cantidad (en el antiguo verso germánico), bien solo (en el verso épico medio-alto y en los siguientes siglos). Asi el verso de cuatro acentos -con independencia del numero de sílabas- se convierte en el más característico de la Edaci Media germanica, Por iníluencia de otras culturas —francesa, espa-ňola, italiana- se i rán aňadiendo a esta base rítmica la rima, el isosilabismo y la estrofa, has ta configurar el verso germánico actual. No podemos olvidar el sustrato germánico de nuestra cultura (domiiiio de Hispánia por los visigodos entre los siglos v y vín: exactamente, desde el aňo 41.8 h as ta el 711), lo que nos pennite comprender la creciente importancia del acento en el latín vulgar hablado en la Peninsula, e incluso ver en. él las raíces de alguna versificación concre-ta, como la gallego-portuguesa popular, en la cual es fundamental el numero de acentos en cacla verso. Los cuatro acentos por verso -con cesura o sin ella— son la base de estos poemitas burlescos: «Meu maridiňo foise por probe, -----: -----tlcixou un fillo, topoo dezanovc.» -----: ------- «Tanto bailé con el aina tlel tura, ----------- tantt) bailé que ine tut) calenitira.» ----------- Antique, para. enternder esta versificación acentual popular gallego-portuguesa, Sal vez mayor importancia que el sustrato germánico pueda tener el canto y el hmle. Estos fijan los tiempos fuertes en cada frase melódica, y se desentienden de los tiempos debiles, especialmente los anteriores al primer acento o tiempo mareado. Eos cuatro acentos por verso fundamentan igualmente, en la métrica castellana, el «arte mayor», la gran forma poe- 58 LA METRICA KSPAŇOIA F.X St' COXTEXTO ROMÁMCO mática del siglo xv que entronca con la métrica cul ta galle-go-portuguesa («cantiga de maestría»). En tiempos más próximos a los nuestros, cuando ya la métrica silábica está plenamente asentada en Espaňa, encontramos otras modalidades de versiřicación acentual. Asi el tipo de versa libre que repite un mismo patrón acentual (p. ej.: ----) dent.ro del esquema de metros. Veámoslo en el poema inaugural: el «Nocturno» (1892) de José Asuncion Silva (1865-1896): 4 - «Una noche, 24 A una noche toda Hena de perfumes, de murmullos y cle [música de älas; 4 - una noche 20 A en que ardian en la sombra nupcial y húmeda las luciérna- [gas fantásticas,20 16 - a mi lado lentamente, contra mí ceňida toda, 4 a muda y pálida, 16 - como si un presentimiento de amarguras infinitas 16 A hasta el fondo más secreto de las fibras te agitara, 16 - por la senda que atraviesa la llanura florecida 4 a caminabas» Dejando aparte ešte tipo de versificaciói., ľanrula ' de cláusulas» -por su repetition indefinida de "i i usrr i * : - i clausula acentual-, la versificación acentual je;Fco tJ3J f1> •" tuante, tiene dos rasgos que con frecueneia 1a arn_mv ň ><->-su carácter popular y su asociáciou con la n>:i'' S- ■_ t," ter popular, porque la fluctuation supone ir»a Vc lü'L t ,e< -sifícatoria: la no necesidad absoluta de medV.a ,i;n. Y«.-" °so S , f*i)"( < i« i "'i "in í', df 'a d u M'la f"u, >.[' '.i 'jtíiCii '■"w ' s , a< ">sí'ix.( a mi ntiis'l, K c'e«»e so ire^l-- i i jr' >') sí<> i >'!uu( iď i í1 ( »> 'í i \ v« i(> . ,a i de! v i '■ f i 1 I M O h t 1 1 i ' 1 - . k 1 ,1 \ 1 J 1 • J C J , J 1 1 11 „ , la' ,1 ^Itwlf,! "v ",* i , r ' i ľ I . / i J J ,' i i >■> vi i a f < t v ' t» «>•> 'a j ii" M> i ( rl i d in »in' > 1 (> ,i ] .,1 ( .) 1 ' I i • ' 5 1 11 i ŕy' r i v / ) » I ' í v ! i r ' 111 I 1 > p H ' r 1 j 1 i ' i i,. i a i r i . i "■ . > o .! i "■ i o '"i j „1 »1 k . 1. MÉTRICA GFA'ERAL 39 ciación con la música o con algún tipo de melódia, porque la frase melódica, con su posibilidad de acortar o alargar los tiempos de ias palabras, regulariza ei conjunto . 11. 4. La versificación irregular: ametría y fluctuation Las versificaciones irreguläres nos parece que están conectadas con la versificación acentual -hasta el punto de que es posible pensar que constituyen una modalidad más de ella- Entendemos por versificación irregular la no silábica, primitiva, característica de los modos de versificar en la Romania entre los síglos ix y xil. Objeto a menudo cle minus-valoración -por ser contemplada desde el punto de vista de la versificación silábica regular-, stiele ser tenida por defec-tuosa e inculta, estadío anterior a la regularización métrica. Sin embargo, pensamos que no debe ser mtrada asi, sino atendiendo a su raíz métrica acentual, no silábica. (Yesta raíz acentual, a su vez, veria ligada a la música que acompaňa y fundamenta las palabras). Comprende en esencia dos tipos: amétrica y fluctuante. La versificación amétrica es aquélla en que las medidas silá-bicas de los distintos versos varían mucho, p. ej. el Cantar de Mio Cid, donde encontramos metros entre las 10 y las 20 sílabas, repartidas en dos hemistiquios variables -predomi-nan los versos de 14 sílabas seguidos por los de 15, 13, 16 y 12-. Asi en los siguientes versos (nas. 1672-1675), unifica-dos musicalmente por la. salmodia del juglar, volvemos a tener como principio regularizador los cuatro acenlos sepa-rados por la cesura : 14 (7+7) «Vídolo el atalaya e tanxo el esqnila; 15 (7+8) prestas son las mesnadas de las yentes de Roy Diaz, 17 (9+8) adóbanse de coragón e dan salto de la villa.» 2* Hay, no obstante, aiguna excepción histórica a estos dos rasgos liga-dos a la fluctiiación: ei culto «verso de arte mayor» (s. xv) es levemente fluctuante v no cantado, aunque si lo era en su origen gallego-portugués. Otro caso más proximo es el que hemos Uamado «verso fluctuante libre» (s. xx), obra de escritores ci.ilt.os cuya palabra está alejadísima ciel acoin-paňaniiento musical. Creemos que el patron arcai/ante subyace en esta eSeeción versolibrista. LA METRIC:A KSľAXOlA EX Sľ OONTKXTO ROMÁN'tCX) oil a parte, verslfleacioii fluctuante es aquélla que "' " *:,iiitáiieamente en el niimero de acentos por '•s't'ii en el metro, pero no entendido éste de iíuiiitíii ugu; osa, sino como ašpiráciou o tendencia, Por lo tan to, en un poema de versos fluctuantes las medidas oscilan en torno a algún metro. Este puede encontrarse, pero también otros de una, dos o tres sílabas más o menos. Puesto que históricamente sucede a la versificación amé-trica, podemos considerar la versificación fluctuante como un paso intermedio entre ametría (apoyada en el numero de acentos) y silabismo: como un importante paso hacia la regularización de la irregúlarídad métrica. Es un rasgo característico de la poesía espaňola la per-sistencia de la fluctuación en ella. Nacida básicamente de la latina medieval -sobre la que hablaremos en seguida—, priinero se configura en forma amétrica {Cantar de Mio Cid, jarchas). Probablemente por inílujo de la métrica de sílabas contadas (poesía latina medieval, provenzal, fran-cesa), la espaňola se va regularizando progresivamente, a través de la versificación fluctuante. Esta ;;urr"n ~' "igl" xii y coexiste con la versificación silábica •- <: ' -s -t,j ■-, v i . v XIV. con alguna prolongación en el s. X f>( * i rV ľ, mayor) y xvi (romance), además de sus ""' i',-i< '<, i • -j el sigio xx. Pero la tendencia a la ametría y fluctuaf >••> i )>r> >-j> ti« de desaparecer. Refugiada en la métrica p siglos xvi y xix, aflora entonces en las letrc «. bailes populäres, solos o insertos en obras l Lope de Vega, p. ej.) En el Romanticismo, r\... . tad y de innovación que caracteriza a sus iy*< t , marcha de inievo la métrica irregular, »! * ->:,;.s. Después, los modernistas y sobre todo las \ t '_,■ siglo XX intensifican el u so de la versificacirv bordando incluso los moldes priniitivos2": verso libre. *a í, \j 1 a 22 Cfr, P. I-Ienríquez Ureňa (1.961). Para ešte auíi verso libre; el antiguo (popular, anónímo) y el inodei ciilto). METRICA Oť.M'.RAI. 41 11.5. La versificación silábica ( o métrica) El numero igual de sílabas («metro») en los distintos versos de un poema es la base rítmica más difundida en las literaturas occidentales y también en la espaňola. En el metro se anclan todos los demás ritmos versales: rima, acen-to, estroía, pausas. Es un sistema que implica cultura, dominio del material lingüistico, hábito de versificar. Cienéticamente, por tan to, no puede ser el primero que surja en las lenguas románi-cas, y no en todas al mismo tíenipo. Ea versificación silábica nace en la métrica latina medieval culta, y necesitará siglos para imponerse en las literaturas «vulgares». Hallamos desde la baja Edacl Media la versificación silábica, practica-da primero en la poesía eclesiástíca en lengua latina, y desde all í irradiada a todas las literaturas occidentales. Estas no llegan a la regularidad métrica de repente, ni en sus primeros balbuceos literarios. En el poema Frances de «Sainte Eulalie» («secuencia» del s. ix en honor de esta mártir) o en la «Passion du Christ» (s, x); en el «Cantico delle creature» cle San. Francisco de Asís (s. XII), o en el Cantar de Mio Cid (s. Xll), los versos oscilan en torno a cier-tas c if ras. A partir del siglo Xlli en Espaňa, con nuestra primera escuela culta, el «mester de clerecía», se ab re paso el sistema versificatorio que se convertirá en el dominante: el basado en un metro que se reitera a lo largo del poema, Ha nacido la versificación métrica. Las demás versificaciones concu-rrentes -amétrica, fluctuante, acentual- irán desaparecien-do de modo progresivo, y en el siglo XVI nos encontramos con que ya -salvo algún reducto popular- toda la poesía espaňola es métrica.