Capítulo 5 LA PAUSA 1. INI'RODUCCIÓN: PAUSAS FIJAS V PAUSAS VARIABLES El verso es unidad rítmica, indcpcndiente de las unída-dcs de sí-mido v sintácticas. Poi ello es necesario que en cada unidad versal exista una materia fónica flanqucada por dos silencios; el iniciál y el final. Los silencios o pausas son imprescindibles para la percepciou de los versos como tales. Pero no todas las pausas del poema lienen la misma duration ni la misma función métrica: unas son fort ui tas, potestativas, motivadas por el sentido de cada linea poétí-ca; y otras son estruc tu rales, necesarias para la armonía y la configuración rítmica de los versos. Estas ultimas son las que aquí nos interesan: las pausas fíjas. La pausa versal (final de cada verso) y la estrófica (final de cada estrofa) son pausas fijas. También lo es, en los versos compueslos, la cesura que divide anibos hemistiquios (pausa medial). Las demás que puedan producirse, por necesidades sin-tácticas o semánticas de cada verso concreto, son pausas variables. Son muy expresivas, pero su variabilidad y su dependencia del sentido imposibilitan una sistematización. 2. PAUSA VERSAL Y PAUSA ESTRÓFICA I .a pausa versal es la primera y más necesaria. Es la que define el verso, la que justifies su eseritura aislada en la pági-na. La pausa versal marca el final de cada verso, y sigue a la pausa absoluta o iniciál, Puede ser más larga o más corta. Šerá más larga si viene subrayada o refor/ada por la sintaxis con im sigiio ortográfico de punto, y algo menor si lleva I,\ I'M s\ '.17 punto y coma, dos puiitos o coma. Šerá más breve -pero no inexistente- si carece de estos signos. (El problema de la hipotética carencia de pausa versal, el eneabalgamiento, lo veremos en seguida). Más larga es la pausa estrófica, que se produce al final dc cada estrofa cuando el poema adopta esa estnictiira. Suele venir marcada por la ortografia con un punto y aparte, por lo que su duration es mayor {salvo en el caso del eneabalgamiento estrófico, que examinaremos después). Como existen bastantes poemas no estróficos, esta pausa no es tan constitutiva como la versal. 3. Palsa medial: cesura Cesura (lat. «caesura»= 'corte'1) es el lipo de pausa que se produce eiitie dos hemistiquios de un verso compuesto, generalmente en su parte medial. Veamos unos versos de la «Sonatina» de Ruben Dario: 14 (7+7) "1-a princesa csiá irisic. ;Qué tendrá la princesa? H (7+7) I .os suspiros sc eseapan -la princesa está pálida en su silla dc oro» 14 (H l-l 1+7) «jPiensa acaso en el principe dc Colconda o dc China?» El segundo eriterio distintivo de la cesura es que en esa 1 En latin, la -caesura" no iniplica division de verso compuesto; inclu-so originariamente eraia en interior de palabra. como hemos indfcado en el capitiilo dc- Méirica general. Pata el ccmcepiode cesura— uno de los que mayor desaruerd" concitan entre los invcsiÍĽadorcs de Métrica—, seguímos al profesor Antonio Quilis (1996:80). 98 IA METRIC» ESPAŇOLA EN SI' CONTKXTO ROMÁNKX) posición no sepuedeprodudr sinalefa. En el primero de estos dos Ultimos versos no es posible leer «pál i da en». 4. ESTICOMITIA La tendencia natural de la poesia es a ocupar cada ren-glón o unidad rítmica con una unidad de sentido. Asi, el sentido queda potenciado mediaiue ese aislamiento de la materia fónica entre el silencio iniciál y la pausa final de verso. La coincidencia entre linea poética y unidad de sentido se llama esticoinitia. No debe entenderse como simple convención, pnesto que casi todos los pueblos, épocas y culturas respetan este princi-pio. l-a poesia grecolatina. la biblica (originariamente prosa, dispiiesia en csticomitia por San Jeronimo en su Vulgáta), o en lengua espaňola la épica y la lírica primitivas, respelan la esticomitia versa!. A lo largo de loda la literatura hispánica hay un predominio de versos esticomiticos, pero encontra-mos ya algunos encabalgamientos -el ťenómeno contrario-desde el siglo xv, y esa tendencia al encabalgamieiuo aumen-ta en los siglos XIX y XX. Los primeros eultivadores franceses del verso libre lo justifican precisamente por la eslicomitia: cada linea poética debe contener un pensamieiuo complete), con independencia de su extension; pero pronto el encabalgamieiuo gana terreuo también en el verso libre. En realidad, los valores estilislicos de los versos con esticoinitia y con encabalgamiento son antitéticos: serenidad/agi-tación; lentitud/prisa; calma/angustia; inmovilidad/movi-mienlo; racionalidad/emoción; etc. Obsérvense varios de estos valores en dos poemas de un mismo poeta, Jose Hierro: ľJ'/TM-W l'ARA IA TUMBA 1)1: í X I'iHTA ■Toque la creación con mi frente Scmí la crcacíón en mi alma. Las olas me llamaron a lo hondo. Yluego se cerraron las aguas.» »I.lcga a mi lado, Trae una rama. {Se mueve LA PAUSA 90 irreal: su elemenlo es la música. Viene quebrando los silencios maravillosamenie).» f». Rlľi 1 R\ in- 1 \ ľ\l SA: ENCABAJ GAMIENTO. Verso encabalgante yverso encabalgado El encabalgamiento (fr. «enjambement»') es el fenóme-no contrario a la esticomitia. Se produce ciiando el verso no contiene una unidad de sentido, ni mayor ni menor. sino sólo una parte. Median te el encabalgamiento, el sentido se prolonga en el verso siguiente, y la materia fónica versa! sufre algunos cambios: disminuye mucho la pausa versal (aunque no se suprima, en las buenas dicciones), y como compensación str produce un tonema3 inesperado, de suspension, en el final del verso cuyo sentido no está complete. De hecho. el encabalgamiento supone un efecto de suspension en el verso: de su sentido y de su sonido. Llamaremos verso encabalgante a aquet cuyo sentido se prolonga en el siguiente, y verso encabalgado a aquel que completa el sentido del anterior. 6. TlPOSDE ENCABALGAMIENTO Segim la unidad gramalkal que encabalga, hay dos tipos básicos: encabalgamiento de palabra, y encabalgamiento de sirrema (o de «miembro») -el más frecuente— . - F.n este capinilo tenenios que leľerirnos con mayor (recuencia que en oiros a la teori/adón francesa sobre Metrica, dado que esta culture es la que ante* y mas ha reflexionado sobre el fenomeno. Pierre Ronsard (s. XVI) es quíen crea el verbo «enjamber* con cl sentido de 'prolongar más alia del verso' (Deiixiéme Prelate de Li ľmnnnde). En el siglo XVII, Malherbe y Boileau proscribe)! el encabalgamientn, a) que Hainan -suspension-, 1 Emendemos por lonema, con T. Navarro {1966: 69-71) la inílcxión de vo/, que se produce en la ultima silaba aceniuada de un grupo lönico, e igiialmenie en la siguicmc o siguientes. Haycinco lonemas básicos en espaňol: dos ascendentes: el de antiiadencia y el de semianticadentia; y dos desrendentes: el de radencia y el de semicadencia. En el medio, ni ästenden«- ni destendente. está el lonema de suspension. 1 1.1 -Sim-ma», según Antonio Qui lis (1964 y 1996:81-83) es una agru- HM) LA METRIC* CSPAŇOLA EN St CONTEXTO ROMANI! O Según la unidad mélrica afcctada (hemisiiquio, verso, estrofa). hay ires tipos: medial, versal y estrófico. El eneabalgamiento medial prolonga el primer hemistiquio sobre el segundo; el versal desborda la semasia de un verso sobre el siguiente: y el estrófico hace lo mismo entre estrofas sttcesi-vas. Según el ejecto esíiUstíco producido, hay dos tipos: cnca-balgamienio suave y abrupto. 7. EM :.\1UI GAMIENTOS SUAVE Y ABRUPTO Comencemos por esie ultimo, pitesto que su dístínción es muy nitida. Eneabalgamiento suave es aquél que se pro-longa hasta más allá de la m i tad del verso siguiente. Eneabalgamiento abrupto, el que incide sobre las primeras sílabas del verso siguiente, antes de su mitad\ Veamos ambos tipos — respeclivamente, abrupto v suave- en estos versos de Garcilaso de la Vega: -Yo ya me consolaba en ver serena tu imagen, y tan bucna y amorosa.- "(iial queda cl blancocisne cuando pícrdc la duicc vida enlre la hierba verde.-. pación de panes de la oración que no permit«! una pausa en su interior: susiantivo » adjelívo y viceversa; susiantivo + coin plemen to determinaiivo; verbo * adveibío y viceversa; prononibre átono. preposirión. tonjunción y artírulo * elemenio intioducido; tieni pos compueslos de 1"" verbos y peri-frasis verbales; palabras con preposición; y oraciones adjelivas especitiraúvas. Creemo.s que cste conceptu de sirrema es más prc-ductivo para la Meniča que el de ••sintagma". proximo a el. Con la palabra <-sintagma» designa F. de Saussure tualquier conibinarión de elemenios contiguos en la cadena hablada: pretijo *• palabra (-re-lire-), susiantivo + adjetivo (-la vie humaine»), oración simple (-Dieu est bon-), c incluso oración com-puesta ("s'il fait beau lemps. nous sorürons»)- Próxtma lambién al sirrema y a I sintagma esiá la clásica nociôn de ■kólon» (gr.), -mcmbium- (lat.). El kolon o miembro es cada una de las partes en que se divide el periodo, V'.s unidad iiienor, generalmentc breve, y no es independieiile -salvo en el caso de los pen'odos de un solo miembro-. a Cfr. Dámaso Alonso (1987: 69). LA HAUSA 101 Cierlos poetas que escriben una poesia intensa y de agi-uidas emociones utilizan mucho cl eneabalgamiento abrupto, eorrelato de su ánimo sacudido. Asi Blas de Otero: »Porqiie biisco esc horror, esa cadena mortal, que arrastra inconsolablemente.» Sin embargo, también podemos teuer encabalgamicn-tos abruptos -como en el ejemplo de Garcilaso que araba-mos de citar- sin esos \alores estilislicos de fuerza o brus- quedad . En mélrica fraiicesa, el verso encabalgado con eneabalgamiento abrupto se llama «rejet». 8. EnCABALGAMIENTOS SEGÚN LA I NIDAD GRAMATICAL Y LA UNIDAD Ml I RICA AFECTADAS La palabra y el sirrema son, como acabamos de ver. las unidades gratnaiicales que ptteden recibir el eneabalgamiento. Y las unidades métricas qtie lo rcciben son el hemis-tiquio, el verso y la estrofa. Por ello, destle el punio de vista métrico bay tres tipos de eneabalgamiento: medial, versal y estrófico. Una combinación de ambas clases de unidades da lugar a los siguientes tipos teóricos de eneabalgamiento: 1. De palabra (tmesis): en posición de hemisiiquio, verso o estrofa. 2. De sirrema: en posición de hemistiquio, verso o esirofa. Decimos tipos teóricos porque, en la realidad I i terária, alguna easilla puede quedar vacía. Asi no hemos encontra-do tmesis de estrofa, pero si de verso y -tal vez- de hemisti-quio. La posibilidad de tmesis estrófica sigue abierta. '' M. y A. Pardo (199«: 26-28) seňalan que en el eneabalgamiento abrupto, para el elecio de brusquedad, cuenia mucho no sólo el numero de sílabas aľeetadas. sino también el sentido de los versos. Esios autores subravan la COIljunciÓn frecuente del encabalgamienio abrupto con la ligura del hipérbaton. 102 LA Ml IRK \ E5PAŇOLA KN M COMTEXTO HOMWU o 8. 1. ľ.tifabnlgamxenuxle pal/ibra (tmesis) EI encabalgamiento léxico o tmesis (gr. «tmesis»: 'cone', "separáciou*; lat. «tmesis»; port «temese») es la ruptúra de una palabra, que se reparte entre dos unidades métricas consecutivas. Es un tif><» de encabalgamiento niuy llamati-vo, auiique poco i'recuenie. Lo hemos hallado en posición línal de verso, marcado ortográflcameme casi siempre con un gtiión que indica ruptúra de palabra. Podríamos pre-gun tar nos tambičn si existe en posición final de hemisti-quio, donde no recibe iiingvina marca ortográfica y stiele pasar desaperctbido. considerado como mera alteration rit-mica o j u ego de tensiones . leví« anfii portu. I,\ PAUSA 103 la poesía provenzaľ'. En lengiia espaňola encontramos tmesis versal con una cierta frcciieiicia en Fray Luis de Leon, como imitation clásica o bien renacentista italiana (Ariosto) : j -A -Y cómo la alevosa 11 B Aniea movio a Peiro con ringida 7 A querella apresurosa- 7 \y menie qui tar la vida» En tiempos más próximos, em plea el encabalgamiento léxico Paul Verlaine, y, en nuesiro pais, Juan Ramon Jimenez en su pri mora época: «Tú, que enire la noche bruna. »;Asno bianco; verde y ama- en una tone amari- rillo de parras de oioňo; IIa. eras como un punio. ;oh luna! asno dulec y blanco, penas sobrc una i.» Ileva in cluelo de adorno!- " Más cerca de nosotros la utilizan Blas de Otero. Jose Hierro y Arcadio Pardo'\ De lodos modos, no es procedi-miento usual. En los poetas modernos parece deberse a una búsqueda de orighialidad musical, de tension enire pavisa versal v palabra. I hunu t ha« hanu- m.iyis sub biter-lunia vinni.. V bunbién en la oda »Oiiuni divos rogat in paienii ■■: I...| -(iro-splu-, non gi-mnús. ncquc purpurave-nalr HW niiii-F.n las 'linis trencat/», menrionadas en el čapnulo de la Rima. "' Ludovico Ariosio escribe rn el cranio 28 del Orlando furioM> (1516, 1521 y 1532): •(•iurar lo Ic" che ně per etwa denn, Nč < he tfli sia mosiraia i he i^li spiaccta. Ancor ch'cgli conosca che diwiia-mříne a sua MacstH danno >i laccia - " Ksi;»sestU)lks|K'iienecen. ies)«.'tlivaiiienie.a IjiftwjasiwffSyPiUtomks. Oiros ejeniplos de esie ultimo Uhro: -aquella pucria con jara- mago <'ii suš rojos ladrilhis...--; -lento \ mudo, como otro dios. andandn enire los chopos de oro. que cantando- / le están al cielo libre v transparente.- '*' Otero, eil -Paso a pas..", de EstO no ^ nn Mm -Ponte la tnuerte por los hombros. Ven. A- leiémonos de Kuropa.■• Hierro. en dm /at piedras, con el vimta ~;Quirn <>s <\,i trcsoentos, tres- / cientos mil pájaros teiiues?-; o en Qianla drl 42. -Por que tenias que ser tú. precisa- mente ni. «on el nonibiediluido-. Y Arcadio Panic», en Silin de ivjit« realitlad (1W9): "Con la di-/l'erencia de que ahi< -me conviven, me con-/temporímean v me hacen*. 104 lA UM RICA ESPA&OLA EN SI CONTEXTO UOMANK <> 8. 1. 2. ^Tmesis medial? Podemos, como hipótcsis. formulár la posibilidad citľ que exisla tambicn tmesis enlre hemisfiquias (o medial). Menos 11a-maiiva que la imesis versal, carece de signo ortográfico que indique la ruptúra rítmica de la palabra. Los modernistas utilizan esia ruptúra de palabra, en los versos compuestos, para crear variedad y tension métrica. Asi en estos ejemplos de Rubén Dano y Julian del Casal -respectivamente-, tal vez hava que leer con tmesis «sonaban alter-/nativamente» y «con el espíri-/tu de Dálila»: 10 (545) •> j Antes de todo, gloria» ti- Leda! --------: ---— 10 (f)+5> Tu duke vientre cubrio de seda ---—:-------- 10 (5+5) cl dios. Micl y oro sobrc la brisa —---: ----- 10 sonaban altern ativamente...- -----*-<* ~------ 10 (5*5) »Kníre cojines de raso y lila,--------:-------- 10 con cl espíritu de Dálila...» ----- ».____ 8. 2. Encabalgamienti) de sirrema: versal, medial y estrófico Es, con mucho, el lipo de encabalgamiento más fire-cuente. Rompe una unidad gramatical men or -de cual-quier clase- dentro de una oracion. En el poema, puede producirse encabalgamiento tanto enlre hemistiquios como entre versos e incluso entre estrof'as, todos ellos consecmi-vos. Gitarcmos como cjemplo de encagalgamiento sirremáti-co versal este fragmento de Garcilaso de la Vega: 11 «Con tanta manscdumbre el cristalino 11 Tajo en aquella parte caminaba» Como ejemplo de encabalgamiento sirremático medial, este otro de Ruben Dario: 7+7 -Maravillosamente danzaba. Iajs diamantes 7+7 negros de sus pupilas vertian su desu-llo; 7+7 era bcllo su rostro, era un rostro tan bello 7+7 como el de las giianas de don Miguel Cervantes LA PAUSA 105 Y. por ultimo, como ejemplo de encabalgamiento estrófico, estos otros de Jorge Luis Borges: 11 «Todas las cosas son palabras del 11 Idioma en que Alguicn o Algo, nochc y <\v,\. 11 Escribe esa infinita algarabia 11 Que es la história del mundo. En su tropei 11 Pasan Cartago y Roma, yo, in, el, 11 Mi vida que no entiendo, esta agónia 11 De ser enigma, a/ar, criptografia 11 Ytoda la discordia cle Babel.» Con relation al encabalgamiento estrófico (también lla-madú interestrófico). aňadiremos que, antique la pausa cstrófica stiele respetarse, en el Modernismo y Postmodernismů-con algún precedente en el Barroco e incluso entre los trovadoresH- encontramos infťacciones a esie principio. El encabalgamiento estrófico produce efecto de sorpresa en el lector, y también de ligazón entre los conte-nidos de las diversas estrofas. Pero sobre todo produce sensation de transgresión, de modernidad. 9. Encabalgamiento precedido de pausaí contra-encabalgamiento abrupto Dentro del amplio tenia del encabalgamiento, vamos a tratar de tin caso especial: el que en métrica francesa se conoce como «contre-rejet»'1, y que nosotros denominare-mos contra-encabalgamiento abrupto. Consiste en que un " Por ejemplo, en Quevedo: ~tl yelmo de Segura de la Sierra", en sex-tetos-lira. encabalga su primera estrofa sobre la segunda. Más exuemada-mente aiin. cl «Himno a las estrcllas-, igualmenie en sťxtetos-lira. no con-chiyc oracion (no incluye punto estrófico) hasta después de la 9" esirola. las 8 csirol'as anteriores esián scparadas entre si solamcntc por coma o por punto y coma. 1 P. cj. en Peire Caidenal: «Lna dutat fo. no sai caU». F.nlaza la estrofa que empieza por -Que.l ve/on esiar suaumen- ton la siguienie: «Qu.il son savi v. brn senat-. 16 Ej. 3 -) 3a iíl 3-3-3a alegres estampas... Los niňos..." O bien en Jorge Manrique: a «No se os haga tan amarga b la baialla i e nie rosa Afinu a este autor que -en comien/o del verso podemos enirar con medio pie perdido, el cual no entra en el cuento et nu-dida con los otros. Tan bicn avetnos de presuponer [...] que cuando alguna dición acabare en vocal et se signiere otra que comience esso mesttio en vocal, echamos algu-nas vezeš la primera dcllas.» (Nebrija. 1492; cfr. 1990: 163) Para la definición dc ambos fenómenos y su fundameniación en la Fonética experimental, véasc M* Josefa Canellada de zámora (1949). 108 LA METRICA ESPAŇOlA IN SĽ (OSIKXTO ROMANICO ■1< 8 a 8 b 5 che- que esperais, pues oira vída más larga de la Lun.i gloriosa acá dejáis.» En Jorge Manrique encontramos igualmente compen-sación: 8a 8 b 5c>4c 8a 8b 5c>4c «Antique esia vida de honor tampOCO es elemal ni vcrdadcra; mas. con lodo, es muy mejor que la otra temporal. perecedera.» Capítulo 6 EL METRO 1. Metroyverso El metro es el numero de sílabas que integran cada verso o línea poética. La palabra procede dol gríego «tnétron» {'medida', 'norma'). El metro es el elemento básico en la versification de todas las lenguas románicas1. Tiene tanta importancia el metro y es tan configurador de la unidad poética -el verso-, que a menudo ambas pala-bras, «verso» y «metro», son usadas como sinónimas. Por ejemplo: cuando hablamo.s de verso octosílabo o metro octosílabo. Hemos deľmido el verso como la porción del poema que se halla separada por dos pausas versales (y gráficamente por dos blancos: el iniciál del verso y el línal). Ydetinimos ahora el metro como el numero de sílabas comprendidas en ese verso. La unidad que ahora llamamos «metro» recibió en las Poéticas medievales y renacentistas el nombre de «pie» . Este iiso sobrevive en la Métrica actual cuando hablamos de «coplas de pie quebrado». Ortográlícamente. los versos espaňoles (y los Portugueses e italianos) -salvo el iniciál, o cuando lo pida la orto- También en otras versifícaciones muy lejanas a la nuestra, como la japonrsa, el metro es el elemento fundamental. En las lenguas germanicas. cuya base rftmica cs el csquema acentual, el metro adquiere valor esiruc-turame a partir del stglo XVIII por influencia francesa. Asi lo define Juan rirl Enrina: «Pie no es otra cosa en el u obar s'mo vn ayuntamiento de rierto numero de sílabas; y Uámase pie porque por él se nude todo lo que trobamos; y aobre los tales pies, eorre y roda el soni-do de la topia.- También en la méirica iialiana encontramos la palabra °picde» con estc semido. Su origen es mediolatino.