2S BULLETIN HBPANIQUE signifiées »". On ne peut mieux appliquer cetle exclamation qu'ä Lazare dont 1'obscenitě de la conduile n'est jamais directement reflčtée par les signes linguistiques en principe charges ďédiíier le lecteur, parce qu'ils présentent toujours, ä quelques félures pres, une face innocente. Par le piöge linguistique, sou ven t lexical, parfois grammatical, oů Lazare oblige Vuestra Merced (que 1'on peut traduire par vous) ä tomber, ce dernier ne saurait avec certitude déceler formel-lement aucun mensonge dans le réclt du héros parce que ľambíguíté y est érigée en systéme, grace a une supercherie íondée, pour une bonne part, sur le recours a la gerigonza. 33. Ces paroles do Pantagruel m'ont etc" remises en memoire par Taliana Dubnová, qui les met en exergue dans sa belle etude F. Dclkado pueslo en relralo : Us elaves bajtinitmas de La Leuna Andaluza (Mexico, 1987). NOTAS SOBRE UN LENGUAJE QUE NUNCA EXISTIÓ : LA rERIGONZA Jose Luis ALONSO HERNANDEZ Universita de Groningue Mime si les lexicologues classiquos définisseni le • jargon ■ de facon ires precise : le ■> langage qu'utílisent les aveuglcs entre eux *, la these soulenue dans ce travail est que le •■ jargon » n'a jamais existe en lant que langage chiffré, special. La contusion est nrc du premier usage relevó du terme, dans le Lazarillo de Tonnes, quand Lázaro dit, á propos de soil maftre ľaveugle : «Comenzamosnuestrocamir«,ycnnwypocc«diasmem<>s*r6 jcrigonza ». De la vienl que le - jargon - est considŕré el délíni eomme le langage propre aux aveugles. En růalité il s'agit de n'ímporte quel type dc langage incomprehensible ou difficile ä comprendre, el non dun langage precis; plus encore : II peut s'aglr d'un type de comportement base sur la tromperie et la fraude, et möme de toute activité, loul instrument qu'un ne peut decrire facilcmcnt du fait dc sa complexite- La tesls que so plant ra en cue trabajo es la dc que la jcrigonza, como lenguaje criptico y especial nunca ha existido; y ello aunque los lexlcografos clásicos lo definan do mancra tan precisa como que es el * lenguaje que usan los ciegos entre sf». La confusion precede del primer registro del termlno en el Lawrillo de Tonnes, donde dice Lázaro de su amo el ciego : - Comcnzamos nuestro Camino, y en muy pocos d las me mostró jerigonza -; a partir de ahl sc torna y define jcrigonza como lenguaje especial de los degos. En realldad es cualquier tipo de lenguaje incomprcnsible o diffcil de enlcnder y no uno preciso ; más aún, es un lipo de comporlamiento basado en el engano y el fraude e, incluso, cualquier aettvidad, instrumento o máquina que, por su complejidad, no puede describirsc con facilidad. B. Hi, T. 92,1990, n° I, p. 29 á 44. 30 BUlJJmN HBPANIQÜE En las acepciones que para el término Jerigonza o JERINCONZA daba en mi Ĺéxko del marginalismo del Siglo de Oro (1976)' deda que era : « Is La melopoa rogalíva de los ciegos. // La lengua criptológica do los ciegos -. Acepción apoyada en una conocída cita del Pedro de Urdemalas, el Tesoro de Covarrubbs y el Tesoro de Oudin. - 2". En scntldo mis general, la lengua de la gente dc mala vida ; la dc rufos, gemunos o valient». //Lenguaje oscuio y dilicíl dc entender ». Apoyindomc csta vc7 en £1 sagaz tstacio. la jácara, eomposicion nD 1764 del Romaneero General, publicada por Hidalgo, la eomposicion LXXXV1I dc Poeiiat Germanescas editadas por ]. M. Hill, dc nucvo Oudin y cl Dkcionario de Auloridada. « 3°. Con mucha (rccucncia «e entlende por jerigonza b lengua de los giianos. Acepción particular deniro do la 2s acepción ». La autorfdad venfa aqui do Covarrubias que docfa que proccdla ■ corrompido cl vocablo de zingcrionza, lenguaje de los cíngaros ». • 4°. Hazanerla, la praxis en cualquicr olid» praciicado por la genie dc mala vida ■>. ; deducida de la siguienle cita tomada del Gute y Avisos de (orasteros de Uná n : - Ha bia so ya acuchillado una o dos voces, y aunquo no nulo ni hirió, no huyó que son los principles de b jerigonza valentônica... ■ Posleriormente, en El lenguaje de los maleantes1, y al tratar de aclarar que era exactamenle la germania y como no debía confundirse con otros términos que solian eniplearse como sinónimos suyos, insislfa en que « la jerigonza es, en primer lugar, - un cierto lenguaje particular de que usan las ciegos cntre sf », arropado por Covarrubias, y en que « la mayoria de las veces en que el lérmino es empleado se refiere al « lenguaje de los ciegos >>. Del punlo de visia etimológico Corominas' relaciona el término con jerga, registrado tardíamenle en Autoridades, y sin testimonio de autores, y dice : « Mucho más antiguo, con 1. J. L- Alonso Hernandez, Uxico del marginal/into del Sigh de Oto. Univcrsidad de Salamanca, 1976. 2. J. L. Alonso Hernandez, fc'I lenguaie de los ntaleanles espaňoles de /es siglos XVI y XVí/. la Germania, Universldad dc Salamanca, 1979. 3. ]. Corominas, Diccionario crílico etimológico dt la lengua ca*lellana. (4 vol.). E. Francké, Herna. 1970. UN 1.ENCUAJE QUE NUNCA EXISTIÔ : 1-A |ERICONZA M este significado [lenguaje especial, diíícil , « voz de los animales », « chisme, charloteo », * rumor que se hace corrcr»... pero pronlo se especializa en la ac. « lenguaje incomprensible del hampa »*. Después de poner en relacion el occitano girgons con girgonqa, « piedra preciosa », para justificar la forma jerigonza, termina Corominas : « Réstame sólo llamar la atención sobre ciertas evoluciones secundarlas del tipo jerigonza, que tendrán como base la idea de cosa rebuscada » : en Espinel ya signlfica « acción ridfcula y extraŕta ■> (Aut.), etc. ». 4. E n tře parŕntcsis, y para que se observe b varícdad, dentro do la conslancía dc lenguaje dilcrcnlo, de empleos que jargon lícne en trances, me parece úlil dar el resumen de las acepcinnos tomadas del - Li i IRE *, Dictionnalrc de la langue franchise. : 1 Lenguaje corruplo. 2 Las lengua s romances procedcnlcs del latin. 3 Lenguaje quo encanta y adormec© los sentidos. 4 Lenguaje de industria que los comicos alribuycn a campeslnos, inglescs, alemanes, etc- 5 Cualquicr lengua exlrankra quo no se comprende. 6 Lcnguaje especializado dc oficio ; filosofičtí, cienlifico, etc.. 7 Todo lo contrario : lenguaje asimiUdo al barbarismo. 8 Lenguap corlesano o de convention en dolcrminados tugarcs o situacioncs (p. C- para habbrcon las mujeres o con un cmbajador). 9 Lenguaje con doble sentido. 10 Lenguaje de 1c» maleantes (Villon). -:.: BULLETIN HISPANIQUE A. Moralejo5, que desconfía delicadamente del razona-miento de Corominas para justificar la procedencia de jcrigonza del medieval girgonca por confusion de ésta con girgonz, plantea una nueva hipótesis que damos resumida por el inleres que puede lener para nuestro ulterior análisis. jerigon2a procedería de un sustantivo latino -Ihericuntia cuyo adjetivo se registra en la Vita S. Emiliani de San Braulio. El final de una larguisima cita para justificar el por que escribe el Santo obispo de Zaragoza, es el siguiente : - Quamobren, disciplinarum saecularium studium, olsi ex parte aliigi, omnino hie serva re coniempsi ne, ct í nielli genua e díťficultatcm mínu» cruditis faccrem ct ox thericuntina lingua (el su bravado es mío| conturbarem Israetitica castra ■. <" Por lo cual, aunque aprcndi algo do las letras humanas, en manors alguna quise aprovecharme aqul de ellas, por no eousar diflcullad on el enlcnderlo a los monos instruidos, ni rurbar los reales de Israel con cl lenguaje do Jericó ■>. Trade, de (ray Torlbio Mtngucla, O.A.R. Edilada en cl libro San MUMn de la Cogolla, Madrid, 1976). Según A, Moralejo alude San Braulio a un pásaje del libro de )osué, 6, 18 que en la traducción de Nácar-Colunga*, dice asi: ■■ Guardáos bien de lo dado al anatema, no sea que, tomando algo de lo que asi habéis consagrado, hagáis anatema el campamento de Israel y traigáis sobre él la confusion ». Lo que se ha dado en anatema a Yavé es la ciudad de Jericó, de ahí que tomar algo de ella equivalga a llevar al campamento de Israel la confusion. Al no aludir directamente en la cita al « lenguaje de Jericó », seňala Moralejo que « el versículo se refiere a prevaricación de carácter moral y no meramente idiomático - literario » y que para el Ihericunlina lingua de San Braulio * habra que suponer una ťraslación de lo moral a lo lingüfstico en senlido metafórico ». For el interes que la etimologfa propuesta, dc aceptarse como buena, puede tener para el desarrollo previsto de esle trabajo, creo conveniente insistir en que mientras el texto biblico alude a una practica fraudulenta, aproptarse indebidamenle de lo dado en anatema a Yavé (la ciudad de 5. A. Moralejo, « Para la etimologia dc la pa labia " jcrigonza" •, RFE, LX 1978 -1980, p. 327-333. 6. Sagiada Biblia. Ed. dc Nácar - Colunga. D A.C., Madrid, 1963. UN LENGUAJE QUE NUNCA EXIST1Ó 1 LA JERIGONZA 33 Jericó menos alguna minucia) con la desgracia que ello acarrearia, el texto de San Braulio « traduce » esta transgresión en términos metafóricos de « lenguaje «, el de Jericó, que es causa también de confusion para los israelitas. Creo que varias son las conclusiones que debemos sacar de todas estas etimologfas, acepciones, afirmaciones y el arropo de las autoridades de lexicógraios y literatos en lo que respecta coneretamente a la utilización del término jerigonza en la tradición hispánica, a saber : 1° - Que se trata de un término con un valor polisémico bastante amplio aunque, eso si, siempre dentro de los Iímites de actividades y personajes más o menos marginales : ciegos, mendigos, ruťianes, valentones, gitanos, soldados {entiéndase desertores y maleantes si ereemos a Oudin : <• langage contrefait dont usent les soldats et les gueux »)... incluso griegos si nos atenemos a otra pintoresca etimologia de Covarrubias, « quasi gregigonoa : porque en tiempos passados era tan peregrina la lengua griega ». 2Ö - Que alude la mayor parte de las veces a un tipo de lenguaje especial, sea por los individuos que lo hablan, marginales, sea por su misma intencionalidad eríptica, de ocultación con fines defensivos ; en todo caso difícil o imposible de entender. A la vez alude a un tipo particular de comportamiento, 4a acepción de Léxico. 3° - Que la mayoría de las veces se considera como lenguaje tfpico de ciegos. Con respecto a esto me parece útil seňalar que la 1* acepción de Léxico, « melopea rogativa de los ciegos » implica una vacilación (no sé hasta qué punto inconsciente por mi parte cuando escribí el libro) ya que no alude directamente a un lenguaje especial sino a una forma especial de recitado cuyo mensaje no tiene que ser forzosamente críptico; y no lo es como veremos luego. Observaremos que de ešte análisis tres son las conclusiones fundamentales que se imponen : cicgo y lenguaje en cuanto a freeuencia y forma de comportamiento en cuanto a particularidad atribufda, aqui, además, a la valentónica. M BULLETIN IIISPANIQUE De mi punto de vista la asociación ciego - lenguaje procede del Lazarilb de Tormes donde se registra por primera vez (1554), hasla el momento, el término jerigonza de esla forma : ■ Comcnzamos nueslro camlno, y en muy pocos dias mo mostrô jerigonza. Y como me viese de buen Ingenio holgába« mucho... ■ (Lazarillo, I)7. A partir de ahí el término es registrado por C. de Casas, girigonca, en su Vocabulario de las lenguas toscana y castcllana (1570), C. Oudin, Tesoro de las dos lenguas espaňola u francesa (1607), « Jargon des aveugles et des Egyptiens, langage narquois », Covarrubias (1611), « Un clerto lenguaje particular de que usan los degos con que se entienden entre si >>, y as( hasla la actualidad en todas las obras de lexicografía donde va tomando sucesivas acepciones particulares, « H parlare in gergo, o furbesco » (F. Franciosini, 1620), <• lengua)e de mal gusto, complicado y difídl de entender » (DRAE), etc. En lextos literarios tambíén aparece en la mayoria de los autores dásicos desde prindpios del siglo XVII como Espinel, • Ellos [los gitanos) quedaron hablando en su lenguaje de jerigonza, y debieron de esperar o acechar al mereader para pedllle iímosna -. (M. de Oortgón. IXX, 979 a)", donde se presenta como lenguaje propio de gitanos, aunque los dichos gitanos sólo se identifican lingüfstica y expllcitamente como tales por un ceceo en la frase « Ya ha cerrado, mi cenor » ; o como Cervantes en media docena de ocasiones donde jerigonza expresa lenguaje incomprensíble, por el contenido que no por la forma, p. e. cuando don Quijote habla con labradores o cabreros que entienden sus cuestiones de caballeros andantes como si de griego se Iratara o, mis directamente relacionado con los ciegos en las citas que copio a contínuación por su indudable interes : 7. Para todos los cilas del Lazarillo de Tormes, La novela picaresca espaňola. Ed. de F. Rico. Planěla, Barcelona, 1967. 8. !n La novela picaresca espaňola. Ed. de Angel Valbuena Prat, Aguilar, Madrid, 1962. UN LENGUAJE QUE NUNCA EXIST1Ó : LA JERIGONZA 35 - Cadi. -1Y cuäles (lenguas) son las que sa bas ? Madr.. - La jerigonza de ciegos la betgamasca de Italia la gascona de la Galia y la antigua de los gríegos ». (La Gran Sultana. U 1600 ?), H, 386a>*. - Pedr. - Fuime, y tope con un ciego, a quien diez mescs serví, que, a seraftos, yo šuplera lo que no supu Merlin. Aprendi la jerigonza, y a ser visíoso aprendí, y a componer oraciones en verso airoso y gentíL Muríóscme ml buen ciego, dejome cual Juan Paulin, sin blanca, pero disereto, do ingenio claro y sutíl». (Pedro de Urdemalas, (1610 - 16111,1,508b). Si de la prímera číta resulta una identification tola! entre la jerigonza como lenguaje tipico de ciegos, de la segunda ya no puede decirse lo mismo y por eso la he copiado en extension. Llama la a tendon la similitud de empleo de jerigonza y el significado que contextualmente pretendemos aqui atribuirle, entre el Lazarillo y la cita del Pedro de Urdemalas de Cervantes que acabamos de ver. En lo que al Lazarillo se refiere nada que nos indique que se trala de un lipo de lenguaje especial; en todo caso queda claro que Lázaro no emplea ni describe ningun lenguaje especial. Resulla, asi, que si de jerigonza - lenguaje se iratara lo único que conocemos es el término y nada de lo que, lingiiistica-menle, recubre. Analizando el contexlo proximo en el que aparece observamos que vtene inmediatamente después de la burla con el loro de piedra a la enlrada o salida de Salamanca, según se mire, el dolor de cuya cornada le dura a Lázaro más de třes d fas ; 9. Para Cervantes, Obras complelas. Ed. de A. Valbuena Prat. Aguilar, Madrid, 1965. 36 BULLETIN HISPANIQUE ■ X'l.-..: - le dice el ciego - aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo ». Y la reflexion de Lázaro es : - Paresdóme que en aqucl instante despote de la simpleza en que, como nino dormido, estaba. Dije entrc ml: - Verdad dice Oste, que mc cumplc avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valor », En realidad ešte episodio, y las reflexiones que suscita, constituye la primera lección en el aprendizaje de la jerigonza. Ya el empleo de mostró, « me mostró jerigonza », en lugar de « enseňó », acaso comporte una sutil elección ya que con aclividades como aprender a leer, escribir, una lengua, etc., se prefiere la idea de « ensefianza » mientras que mostrar es manifestar o senalar para que algo se vea, experimente como existencia real, palpable, tangible direetamente. Ante la buena disposición y aptitud de Lázaro el ciego insiste: ■ Yo oro ní plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te moslraré. Y tue ansi, que, despuis dc Dios, eslc mc dio la vída, y, síendo ciego, me alumbro y adestró en la carrera de vivir ■. Son consejos y demostraciones prácticas de comportamien-to astuto lo que el ciego enseňa a Lázaro : el tono bajo y reposado en el rezar, el rostro humilde y devoto, a no hacer gestos ni visajes ridiculos, abreviar el rezar que •> la mitad de la oraclón no acababa » ; al margen de saber oraciones y conocer recetas para cualquier tipo de enfermedad o negocio que se llevaban tras s( a todo el mundo y especialmente mujeres... Con tan buen maestro en trazas y arlimaftas Lázaro tenia obligatoriamente que aprender y después de las primeras lecciones, de jerigonza, él mismo decide desarrollarlas en prácticas, y asf se las arregla para vaciarle el fardel de las provisiones, transformar las blancas de la limosna en su milad, bcberle el vino del jarrillo, tratar de engaňarle en el reparto del racimo de uvas, etc.. Observaremos que estas anécdotas acumuladas, cuentecillos que diría nuestro homenajeado y admirado Maxime Chevalier, tienen como denominador común el intentar salir r UN LENGUAJE QUE NUNCA EXtSTtÓ : LA JERIGONZA 37 airoso de situaciones a veces sumamente complejas y difidles, de apanárselas sea como sea. Cuando Lázaro se considera seguro de sus habilidades no duda en abandonar al ciego doctorándose merced al cabezazo contra el poste de piedra (obsérvese el sutil paralelismo entre ešte y el primer cabezazo, el de Lázaro, contra el toro de piedra) que le hace dar dejándole medio muerto. En adelante, y con sus otros amos, no ceja en la aplicación de los principios asimilados, en la practica de la jerigonza aprendida con el ciego como muy oportunamente apunta el clérigo de Maqueda al despedirle : « No es posible sino que hayas sido mozo de ciego », en la línea del estereolipo folklórico que atribuye a los ciegos más astucia que al mismísimo diablo. Algo semejante a ešte aprendizaje de trueos y astucias se desprende de la coníesión de Pedro de Urdemalas. Pedro sirve al ciego diez meses que de naber sido afios hubieran hecho de él alguien más listo que Merlin. Aprende la jerigonza, y a « ser vistoso -, es decir, a tener vista, a abrir el ojo, a no ser tonlo ni dejarse engaňar ; a componer oraciones en verso airoso y gentil, es decir, agradable y, desde luego, nadá erípticas. Finalmente, el ciego se muere y le deja pobre pero disereto « de ingenio claro y sutil », base sufieiente para pasar en el futuro por mil clases de oťicios y tener siempre uno : el de vivir de ťrapazas y engaňos. Al margen de la denuncia y procedencia de las citas y referencias en que se basa, falsamente, la identificación de la jerigonza como lenguaje especial en sentido literal, nos queda, ante afirmaciones tan categóricas como la de Covarrubias de que es « un cierto lenguaje de que usan los ciegos entre si », el aceptar como hipótesis el que, efectivamente, los ciegos hablen, o hablaran, de una determinada manera diferente de la norma linguística general y tratar de ver cómo serfa « ese lenguaje particular ». Pues bien, nadá entre los numerosos ciegos que aparecen en la literatura, algunos bastante charlatanes, nos indica ninguna particularidad : los ciegos hablan y lo hacen como el resto de los personajes videntes y no mareados por ningún profe-sionalismo o especialización como puede ser la del ceceo de los gitanos, la germania de los maleantes o los varios lenguajes de industria que suelen encontrarse sobre todo en - » :.š BULLETIN HISPANIQrJE el teatro : el vizcaíno, el morisco, el negro o guineo. el sayagués, el sacristanesco, etc.10. Lingüisticamente nuestros ciegos no muestran ningún rasgo específico y si, unicamente del punlo de vista temático, una constante en lo que se refiere a las coplas que canlan y oraciones con virtudes mágicas o curativas que recitan. Constante que es bagaje importante en su profeslón mendicante y que, si pueden tacharse esas composiciones de estar escritas en lengua vulgar, de ninguna manera de estarlo en lenguaje especial. Por lo demás, coplas y oraciones, de pliegos de cordel, son muy parecidas, heredera's directas de las antiguas, a las que no hace mucho tiempo, cantaban o recitaban a las puertas o en la plaza de los mercados los modernos ciegos. Ya Pedro de Urdemalas, fingido ciego con vistas a realizar una trapaza, nos ilustra accrca de los conocimientos que el prototipo de ciego solfa tener para ganarse la vida. Dice Pedro : ■ So la loración) del ánima sota y so U do San Pancracío, que na die cual esta viola ; U de San Qulrce y Acaclo, y la de Olalla espaftola, y otras mil...... so la do los sabaňones la de curar la (ericia y resolver lamparones, la de templar la codícla on avaros corazones, etc. d. {Pedro de UrderwUs, II, 515b, 516a). En la Plaza Mayor de Ecija cantan, en El Diablo Cojuelo, unos ciegos unas relaciones muy verdaderas que tratan de « cómo una maldita duefia se habfa hecho prenada del diablo, y que por permisión de Dios había parido una manada de lechones, con un romance de don Alvaro de Luna y una letrilla contra los demonios » de la que se copian algunas estrofas que dan lugar a que el Cojuelo, oiendido, provoque una pendencia y barahúnda que termina con los cantores y el publico a palos. En el Estebanillo Gonzalez, nos cuenta 10. J. L. Alonso Hernandez, • Los lenguajes de industria. (Funeión y descrípcí6n do algunos) °. Scgundo Congroso Internacionál de História do la lengua Espafiola. Sevilla, 5 - 10 de mano . • Con el nuovo lenguaje que habb / no los han dcscubierlo minca. / Comen y beben gratis / en las ventas del Camino y en los lugares habitados ». 42 BULLETIN HßPANIQUE <■ (Old) una gerigonc.a nueva y una caitilla do motes de a quel de )a vida inquteta »egadurdo toda s flores... Oyganmc, los nifoi, digo; nuevos voca Hos y notnbres... L. LA HAGADÁ DE PESAH DE AMSTERDAM (1687) Manuel AL VAR Real Academia Espaňola Comparison do deux toxics (1687 et lßl3) de la ]lagodáde Pesah et relevč des varia nies. Cotejo do do* textos (1687 y 1813) de la Hagadá de Pesah con indieacíón de las varia nies. 1. La litera Iura escrita en ladino no podemos decir que ha Sido muy afortunada. Para unir mis esfuerzos a los de olros pocos investigadores voy a considerar la Hagadá de Pesah, impresa en Amsterdam en 1687 (5447 de la Creación). Está incluída en un libro siimamente eurioso, y del que nadie se ha ocupado: Orden de bendiciones y las ocaziones en que se deven dezir, eserito por Yshack de Matitya Aboab y edilado por Binyamin Senior Godines. El libro es sumamente interesante porque, aparte třes niveles muy distintos de lengua (ladino sacralizado, espaňol literario, usos familiäres), la multiŕud de textos tornados de mil sttios diferentes hace que nos encontremos ante unas complejísimas posibilidades de esťudio. A partir de la p. 84 se incluye la lectura ritual de la que voy a ocuparme. Lo hago porque el texto es un todo independiente del coiijunto en el que se inserta y porque no hace mucho estudié una buena colección de hagadot, entre las que consideré una tardfa de Amsterdam (1813), cuyo autor es Jacob Meldula1. I. La Icytnda de Pascua. Tradieián cultural y aicadmo léxko en una - Hagadá de Pesah » en fudeo - espaňd. Sabadell, 1986. (El tirulo w. del editor. Yo no hubiera ß. Hi., T. 92, lW0,n°l, p. 45 á 57.