Wolfgang Iser (1926) El acto du leer Estrategias del texto 1. Tarea de las estrategias El repertorio del texto designa cl materiál selectivo por cuyo medio el texto queda referido a los sistemas de su entorno, que en principio son aquellos del mundo de la vida sociál y de la literatura precedente. Las normas encapsuladas y las relaciones literarias sitúan cl horizonte del texto, mediante el cual es previamente dado un contexto de referencia determinado de los elementos del repertorio elegido y a partir del cual debc constituirse el sistema de equivalencia del texto. A fin de concretar esta equivalencia del repertorio que todavía es virtual, resul-ta necesaria la organización que realizan las estrategias del texto. Sus ta-reas están orientadas en sus objetivos de maneras distintas. Deben in-dicar las relaciones entre los elementos del repertorio, y esto significa proyectar determinadas posibilidades de combinación de tales elementos con el fin de producir la equivalencia. Pero también deben fundar relaciones entre el contexto de referencias del repertorio que organizan y el lector del texto que tiene que realizar el sistema de equivalencia. Consecuentemente, las estrategias organizan la previsión del tema del texto, asi como sus condiciones de comunicación. Por tanto, no deben equivaler exclusivamente ni a la presentación ni al efecto del texto. Más bien, son ya siempre previas a esta separación de carácter realista 393 de la estética. Pues en ellas coincide la organización del repertorio in-manente al texto con la iniciación de los actos de comprensión del lector. En qué forma regulan las estrategias la articulación de los clemen-tos del repertorio en el texto, asi como la protección de las condicio-nes de recepción, sólo puede evaluarse cuando han dejado de actuar. Esto sucede en la narración, contada con posterioridad, de las novelas o dramas, o en las paráfrasis de las poesias. Tales reproducciones ani-quilan el texto, precisamente porque ahora se puede prcsentar entera-mente el «contenido». Asi, el repetidor de la narración šuple las estrategias del texto mediante sus propios puntos de vista organizadores. Entonces los textos, con frecuencia, parecen tener una «historia» muy extraordinaria; repetidamente se ha hecho la experiencia de estas reproducciones narradas. Las informaciones sobre el contenido denotan el material, que como puro «denotado» a la vez carece de significado. Porque, sin embargo, el sistema de equivalencia del texto se deriva de la combination de sus elementos, las estrategias del texto, por su parte, no pueden organizar totalmente ni el contexto de referencias del repertorio ni las condiciones de su recepción. Por su medio se le dan previamente al lector únicamente determinadas posibilidades de combinación, pues una organización total significaría hacer ya enteramen-te determinable en su disposición el efecto conjunto de los elementos del repertorio, asi como su comprensión. Si esto realmente sucediera asi, entonces, a la vez, se haría urgente la cuestión de en qué sentido esta determinación debería ser completa. En los textos de ficción —en oposición total a los textos objetivos— dificilmente se puede dar res-puesta a esta pregunta; pues el texto de ficción no protocoliza un hecho, sino, en el mejor de los casos, lo esboza en relación a la actividad de las representaciones del lector. Pero esta actividad estaría ausente, si las estrategias porporcionaran una determinación total de lo que el lector tiene que producir siguiendo sus instrucciones. Cuanto más clara-mente la organización efectuada por las estrategias haga conocer esta pretension, con mayor prontitud deberá reaccionar el lector ante ésta; por lo que ciertamente, en este caso, se vería alejado del hecho hacia el que se debería orientar. Si las estrategias son las condiciones de combinación propias de los textos de ficción, entonces no puede ni ser ni re-presentar lo que posibilitan. Por regia general, las estrategias se pueden configurar mediante las técnicas que se pueden encontrar en los textos particulares. Piénsese so-lamente en la técnica narrativa en la novela, frecuentemente practica-da de manera muy distinta, o en aquellas técnicas como se dan, por ejemplo, en el soneto, por medio de la oposición dialéctica entre la oc-tava y el sexteto, asi como su supresión en el pareado. De ello se sigue que una discusión acerca de las estrategias del texto no debe perderse en hacer el inventario de sus técnicas muy ricas en variaciones y mediante las cuales se realizan las estrategias; más bien debe tratar de la estructura que subyace a las técnicas practicadas. <ÍDe qué clase es esta estructura? Piénsese que las estrategias no sólo organizan el contexto de referencia del repertorio y no sólo designan su comprensión, sino que también deben cumplir aquellas funciones que corresponden en el modelo dia-lógico del acto de habla a los accepted procedures; entonces la cuestión por su estructura se explicita a la vez como problema. «Procedimientos aceptados» encarnan en el acto de habla aquellos procedimientos o re-glas que deben ser previamente dados al interlocutor y su oyente, si es que tiene que alcanzar su objetivo la acción de habla. Pero en un texto de ficción, cuya organización horizontal del repertorio ha proble-matizado la validez de lo conocido,