'Todo modo: Hechos y palabras en la poesia de la experiencia' JOSÉ LUIS BELLÓN AGUILERA University of Ostrava (Czech Republic) Resumen La primera parte de este articulo analiza las conexiones ideológicas entre 'Poesia de la Experiencia' y el movimiento poético 'La Otra Sentimentalidad'. Este ultimo surgió en Granada a comienzos de los 80 como resultado de la fusion entre filosofia y literatúra. El movimiento, el cual estaba basado en una radical politica antisistema, intentó crear 'otra' forma de expresión en literatúra como medio para transformar la ideológia dominante, tomando el discurso literario como un instrumenta básico a través del cual crear 'el imaginario'. Sin embargo, tuvo corta vida. Este articulo analiza las razones ideológicas que subyacen bajo su desaparición y la resultante re-configuración del espectro literario en Granada. El movimiento conocido como 'La Poesia de la Experiencia' (o los experienciales) rue resultado de un ajuste ideológico después de que se asumió que el proyecto original habia fallado. La segunda parte de este articulo se concentra en el análisis de algunos poemas de Javier Egea, uno de los poetas más representatives de 'La Otra Sentimentalidad' (junto con Luis Garcia Montero y Álvaro Salvador). Se centra en el esfuerzo de Egea por poner en practica las ideas iniciadas por 'La Otra Sentimentalidad'. Abstract The first part of this article analyses the ideological connections between 'Poesia de la Experiencia and the poetic movement 'La Otra Sentimentalidad'. 'La Otra Sentimentalidad' was a literary movement that sprang up in Granada at the beginning of the 80s as a result of the merger of philosophy and literature. The movement, which was grounded in radical anti-system politics, attempted to create an 'other' form of expression in literature in order to transform the dominant ideology, positing literary discourse as one of the main instruments through which to create 'the imaginary'. However, the movement was short-lived. This article analyses the ideological reasons underlying its disappearance, and the resultant re-configuration of the literary landscape in Granada. The movement known as 'La Poesia de la Experiencia' (or los experienciales) was the outcome of an ideological adjustment after it was assumed that the original project had failed. The second part of this article concentrates on the analysis of some of Javier Egea's poems, one of the most important representatives of 'La Otra Sentimentalidad' (along with Luis Garcia Montero LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 799 25/10/07 10:25:50 800 Jose Luis Bellon Aguilera bhs,84(2oo7) and Alvaro Salvador). It focuses on Egea's endeavour to put into practice the ideas initiated by 'La Otra Sentimentalidad'. (E sto anche pensando a quel racconto di Anna Maria Ortese che appunto s'intitola Un paio di occMali: della bambina di vista debolissima cui danno finalmente gli occhiali; e la miseria del vicolo napoletano in cui vive le balza improwisamente incontro, le provoca vertigine e vomito). Leonardo Sciascia, Todo modo. 'One must have tradition in oneself, to hate it properly'. Theodor Adorno, Minima Moralia, 32. En este trabajo se analiza la dinamica y estructura del campo literario en Granada entre los alios 1979 y 1985, aproximadamente. En primer lugar, hay que aclarar algo el titulo, ya que el ensayo no se centra exclusivamente en el grupo poetico denominado 'La poesia de la experiencia', sino en la produccion del grupo conocido como 'La otra sentimentalidad' y, concretamente, enuno de sus poetas mas representatives, Javier Egea (1952-1999). El articulo se titula 'Hechos y palabras en la poesia de la experiencia', sin embargo, porque ambos grupos estan determinados (hasta cierto punto, como veremos) por la misma logica productiva, de manera que el analisis de esta se convierte en el principal objetivo de un trabajo que pretende dar una perspectiva general de esa logica, de las determinaciones compartidas y su desarrollo final hasta el inesperado desenlace. Este trabajo no es un estudio exhaustivo de ambos movimientos, sino un acercamiento a los elementos de analisis de sus determinaciones estructurales, una localizacion de los parametros necesarios para comprender tanto a los poetas 'La otra sentimentalidad' como la poesia de los experienciales, el fracaso de las pretensiones trans-formadoras de aquellos y la matrix ideologica de estos ultimos. La primera parte del ensayo se centra en los elementos nucleares de ambos proyectos (produccion y logica productiva); la segunda parte analiza la poesia de Javier Egea, esto es, analiza como las ideas de 'La otra sentimentalidad' operan en sus textos, ya que Egea fue, indudablemente, el poeta mas representative de esta tendencia. En Granada, entre los anos 1976 y 1985, tuvo lugar un entrelazamiento entre una polftica radical de transformacion y la literatura en el interior del campo cultural de esa ciudad. Se trataba de un acontecimiento de caracter politico-literario con pretensiones transformadoras, resultado deun 'cortocircuitarse' de los campos academico y literario, de una parte la heterodoxia radical del campo academico, representada por el historiador marxista de la literatura Juan Carlos Rodriguez, y de otra un grupo de poetas jovenes que empezaban su andadura en el dificil pasaje al campo literario, esto es, poetas situados en el polo dominado del campo; era, por tanto, un entretejido de los polos dominados de los campos literario y academico en el campo cultural granadino. De esta interaccion surgio un nuevo grupo de poetas, llamado 'La otra sentimentalidad'. Su objetivo principal era la transformacion de la literatura, convertirla en un lugar desde el que cuestionar, desde el marxismo, la ideologia dominante; la propuesta 'atacaria LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 800 25/10/07 10:25:50 BHs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 801 el problema de una cotidianidad y una subjetividad podrida sencillamente substituyéndola por una subjetividad otra' (Urrutia 2004: 4). Aunque el 'sencillamente' es problemático, está fuera de toda duda que existía un compromiso politico de corte marxista. En cierta manera, los planteamientos implicaban una relectura y reescritura de la noción sartreana del 'compromiso' del artista o escritor con un proyecto politico, pero este debate sobre la literature engagée había sido desde hacía tiempo 'sobreseído' y cancelado en el campo cultural. En ese momento, el movimiento de los Novísimos (y su 'Culturalismo') era el polo dominante del campo literario hispánico. Las bases teóricas de 'La otra sentimentalidaď ŕueron creadas por Juan Carlos Rodriguez, el cual nie, según comenta — algo carnavalescamente — Mainer: Mentor universitario de una generación granadina, Sócrates impenitente que enseňó a compatibilizar el tango y el marxismo, la lucidez exigente y el disfrute vital, (en Garcia 2002: 34) En 1974 había publicado Teória e história de laproducción ideológica, un estudio de las primeras literaturas burguesas en el que se teorizaban las condiciones de posi-bilidad de un texto, concebido como 'producción ideológica'.2 Su trabajo, desde una perspectiva marxista-althusseriana, tenia como referencias básicas a Jacques Lacan (1901-1981) y Louis Althusser (1918-1990).3 En 1976 Louis Althusser visitó Granada, donde impartió una conferencia titulada 'La transformación de la filo-sofía', un evento que puede considerarse como el acto ŕundacional de la fase que analizamos del campo literario en Granada. Para el marxismo althusseriano, de tanta ŕuerza en los sesenta y setenta, la ideológia es inconsciente, un des-conocimiento [méconnaissance] cuya visibilidad sólo es posible en los instersticios de los silencios y 'descuidos' [oversights] del texto. El principal descubrimiento de la escuela althusseriana es el de la ideológia inconsciente del sujeto y la interpelación ideológica. Althusser dio las hneas básicas desde las que Macherey, Balibar y J. C. Rodriguez (entre otros) partirían, si bien el filósofo francos no desarrolló estas intuiciones en profundidad (de hecho, la mayoría de sus trabajos son intervenciones, notas, con excepción de La revolu- 1 En términos generales, y sin considerar (porque constituyen otros campos y sub-campos con sus propias leyes de funcionamiento) las distintas 'nacionalidades': la literatúra vasca, catalana y gallega, recuperándose entonces de la larga noche de piedra del franquismo. 2 Junto a Teória e história (traducida al inglés como Theory and History of Ideological Production — The First Bourgeois Literatures (2002)), sus obras más representativas son La norma literaria (1984) y La literatúra del pobre (1994b). Ha publicado también otros libros impor-tantes: Introducción al estudio de la literatúra hispanoamericana (1987), en colaboración con Álvaro Salvador; Moratin 0 el arte nuevo de hacer teatro (1991), La poesia, la música y el silencio (DeMallarméa Wittgenstein) (1994c), Lorcayel sentido (1994d); coordinó Brecht, siglo XX (1998), donde se incluye su texto 'Brecht y el poder de la literatúra' (pp. 15-207). En el 2003 apareció El escritor que compró su propio libro: para leer el Quijote. 3 No podemos entrar aquí los análisis de las dos literaturas del Siglo de Oro espaňol (animismo y organicismo), elaborados en Teória e história. Para una descripción sucinta de parte de la obra de Juan Carlos Rodriguez, ver el trabajo de Muzzioli: 'Juan Carlos Rodriguez y la poesia del no' (2002). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 801 25/10/07 10:25:50 802 JoséLuis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) ción teórica de Marx (1968)).4 El análisis de Rodríguez es, con todo, un paso adelante en relación a la teória de Althusser y Lacan: tanto Teória e história de la producción ideológica como La norma literaria — y esta es la diferencia fundamental entre su obra y la de Althusser — analizan la ideológia en su funcionamiento en los textos literarios. La tesis iniciál de J. C. Rodríguez supuso un desafío y una puesta en cuestión de las visiones tradicionales (ortodoxas) de la literatúra, fundamentalmente su noción de 'radical historicidaď de los textos. Desde su perspectiva, el término 'história' se tomaba muy en serio, y no simplemente desde un cierto historicismo relativista o desde una concepción de la história como una sucesión y progresión (hegeliana) de 'épocas': Entender la obra literaria desde su radical historicidad quiere decir [...] que tal historicidad constituye la base misma de la lógica productiva del texto: aquello sin lo cual el texto no puede existir (no puede funcionar ni 'en sf ni 'fuera de sf). (1990: 6; 2002: 18)5 La literatúra es, por tanto, un discurso ideológico, una estructura materiál para la producción y reproducción de las formas de subjetividad características de las formaciones sociales burguesas. El comienzo de Teória e história lo dejaba bastante claro: La literatúra no ha existido siempre. Los discursos a los que hoy aplicamos el nombre de 'literarios' constituyen una realidad histórica que sólo ha podido surgir a partir de una serie de condiciones — asimismo históricas — muy estrictas: las condiciones derivadas del nivel ideológico característico de las formaciones sociales 'modernas' o 'burguesas' en sentido generál. (Rodríguez 1990: 5; 2002: 17)6 4 Hay mas diferencias entre Althusser y J. C. Rodriguez, pero exponerlas no es el objeto de este trabajo. Dicho esquematicamente, el principal descubrimiento de la escuela althus-seriana es el de la ideologia inconsciente del sujeto y la interpelacion ideologica. Pasajes fundamentales en los que Althusser se refiere a la nocion de sujeto: 'La philosophie bourgeoise classique dominante (et ses sous-produits, meme modernes) est edifiee sur l'ideologie juridique, et ses 'objets philosophiques' (la philosophie n'apas d'objet, elle a ses objets) sont des categories ou entites juridiques: le Sujet, l'Objet, la Liberte, la Volonte, la (les) Propriete(s), la Representation, la Personne, la Chose, etc'. (1974: 37n). En otro lugar: 'It is for precise ideological ends that bourgeois philosophy has taken the legal-ideological notion of the subject, made it into a philosophical category, its number one philosophical category, and posed the question of the Subject of knowledge (the ego of the cogito, the Kantian or Husserlian transcendental subject, etc.), of morality, etc., and of the Subject of history' (1976: 95-96). 5 Tambien: 'Nuestra proposicion basica acerca de la radical historicidad de la literatura no puede referirse solo a los 'origenes' o la fecha de nacimiento de esta, sino que se refiere ante todo, como ahora podemos comprender mejor, al hecho de que esos discursos literarios (o cualesquiera otros de cualquier formacion social, anterior o posterior) estan siempre — y ünicamente — segregados desde (y determinados por) las necesidades especificas de una matriz ideologica historicamente dada' (1990: 15; 2002: 24). 6 Cf. Raymond Williams, desde otros presupuestos epistemologicos: 'In its modern form the concept of 'literature' did not emerge earlier than the eighteenth century and was not fully developed until the nineteenth century. Yet the conditions for its emergence had been developing since the Renaissance' (Eagletony Milne 1996: 261). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 802 25/10/07 10:25:51 BHs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 803 En resumen (y dicho muy esquemáticamente): el principál empuje de su teória se encuentra en la tesis del 'inconsciente ideológico' y, sobre todo, en el análisis de la producción y reproducción de la ideológia del sujeto en las literaturas burguesas. A la vez que 'mentor universitario' y 'Sócrates impenitente', Juan Carlos Rodríguez escribió en los ochenta uno de los textos teóricos más importantes para comprender el debate sobre la poesia producida en Espafia durante esa época: 'La Guarida Inútiľ, prólogo al libro de poemas de Álvaro Salvador, Las Cortezas delFruto (1980) en el que el Rodríguez expresaba: [...] La necesidad de una 'profesionalización poética', que no consistiría en el hecho de hacerle mucho caso al lenguaje, la forma o la sensibilidad en menoscabo del contenido, sino en 'asumir la practica poética como un instrumenta más de la lucha ideológica'. (García2002: 34) Se trataba de una nueva forma de escribir: Una 'nueva practica materialista de la poesia' pasaba por romper con la dicotomía razón / sentimiento, inscrita en el funcionamiento de la ideológia burguesa, pues 'transformar los ritos poéticos supuestamente neutrales en ritos poéticos consciente-mente ideológicos equivale a transformar el carácter ahistórico (burgués) de la poesia en su realidad histórica, en su realidad de clase'. (García 2002: 34) Lo cual implicaba, en otras palabras, un intento de transformar radicalmente la poesia poniendo en practica (en acción) una concepción althusseriana de las condiciones de posibilidad de la producción ideológica: 'Philosophy is, in the last instance, class struggle in the field of theory' (Althusser 1974: 86; 1976: 37). La poesia se sitúa, dentro de la matriz de la ideológia dominante, en el doble polo 'razón / sentimiento', y desde el romanticismo en la dimensión de la 'sentimen-talidaď, como espejo invertido de la 'razón'. Su transformación implicaba otra forma de escribir, una nueva practica poética. Ahora bien, ^córno llevar a cabo este proyecto? Echadas las bases teóricas, era el momento de la entrada en escena de los poetas, la hora de los poetas. En 198 3, Luis García Montero publicó un artículo en El País en el que, dramatúr-gicamente, proclamaba: 'La poesia es mentira [...]. Sólo cuando uno descubre que la poesia es mentira — en el sentido más teatral del término — puede empezar a escribirladeverdaď (enEgea, García Montero, Salvador 1983:14). Estadeclaración sacudió el paisaje literario del país y su onda expansiva puede sentirse todavía. Ciertamente, la declaración, desplegada en el manifiesto literario titulado La Otra Sentimentälidad (publicado en 1983 y firmado por Javier Egea, Luis García Montero y Álvaro Salvador), rezuma, casi intempestivamente, el aróma de las vanguardias: un grupo de escritores provocateur^ cuestionan el polo dominante del campo literario. Pero hay algo más, pues no se trata de una puesta en cuestión de una forma 7 Más trabajos y artículos de este tono pueden consultarse en Ľičhos y escritos (Sobre 'La otra sentimentälidad' y otros textos fechados de poética) (Rodríguez 1999). 8 Curioso, sin embargo, que el manifiesto fuese publicado en el punto climático del grupo; fue una especie de principio del fin. LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 803 25/10/07 10:25:51 8o4 Jose Luis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) de hacer Arte, una 'crítica crítica', sino que late una pretensión política que apunta demasiado alto. El mensaje, el comunicado, deja claro en su totalidad que el objetivo de su practica poética es la ideológia dominante. Los poetas de 'La otra sentimentalidaď cuestionaban la legitimidad de las concepciones dominantes de la literatúra y la visión ortodoxa de la 'Literatúra' (y el 'Arte') como manifesta-ciones intemporales del Espŕritu Humano. Posicionándose ellos mismos como antagonistas de un sistema en el que no creían y que no aceptaban, concebían la literatúra como un artefacto cultural, una pieza más en la maquinaria incon-sciente de la producción ideológica. De nuevo, en estos gestos teatrales, en esta escenificación anti-burguesa, el analista se siente tentado de efectuar un análisis literal y establecer paralelos con otros escritores y movimientos vanguardistas que voceaban su desprecio por el 'burgués' (Baudelaire, Dario, los surrealistas, dadaístas... prácticamente los movimientos de vanguardia tout court). Incluso las alusiones anti-sistémicas, similares a las de los surrealistas y otras vanguardias, pueden ser leídas como un posicionamiento de los agentes situados en el campo cultural contra una sociedad (la capitalista) que ha dejado de valorar al artista. En el análisis hay algo de cierto, de hecho puede ser especialmente cierto para los poetas, aunque no en lo que se refiere a los planteamientos de batalla. También es cierto que se suponía que los miembros de 'La otra sentimentalidaď debían ser conscientes de su posicionamiento como escritores y evitar a toda costa su asimilación ideológica. Avanzaremos ahora algunas de las conclusiones de este ensayo, para leer la história desde el final, puesto que, como comenta Isaac Deutscher en el prólogo a su biografia de Stalin (1967), sólo cuando todas las armas han sido disparadas le es posible al historiador evaluar los desastres de la guerra. La cita de la novela de Sciascia Todo modo (1974: 100) (el cuento de una nifia de vista deficiente a la que le regalan unas gafas nuevas y que cuando ve la miseria del lugar en que vive siente náuseas), colocada al principio del presente trabajo, puede servir como alegória de la situación del campo literario en Granada en 1985, cuando el principál empuje de 'La otra sentimentalidaď se desvanecía lenta e irreversiblemente en el aire de la Espafia post-fordista. El cuento escenifica el magma de sentimientos en conflicto desatado en las contradicciones ideológicas del imaginario de los poetas en este espacio social específico en ese momento. Casi todos los literáti implicados en el movimiento de 'La otra sentimentalidaď abandonaron el barco alrededor de 1985 para re-embarcarse en la escritura de una cosmovisión literaria que había sido, precisamente, el objetivo ideológico-político del grupo. Anteriormente hemos dicho que la principál ofensiva de 'La otra sentimentalidaď había sido el intento de 'romper con la dicotomía razón / sentimiento' (García 2002: 34). Sin embargo, si la poesía es segregada o produ-cida por la matriz ideológica dominante, eso implicaba (en términos althusse-rianos) una coupure radical con la manera de escribir. Si eso no era posible (pues no se puede mudar por las buenas la piel de uno mismo, esto es, evadir la propia ontológia histórica, el inconsciente ideológico) al menos se quería trazar un comienzo, un inicio, trampeando el discurso dominante en la búsqueda de un LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 804 25/10/07 10:25:51 BHs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 805 lenguaje-otro. Sabemos que es radical el que va a las raíces. La propuesta teórica (radical) de esta practica poética conllevaba una tensión (intentio) constante no sólo con sus textos poéticos, sino con su propia condición de sujetos y poetas, intentio opuesta a la relajación (la 'inspiración') del fluir de la producción lite-raria en el interior de la dicotomía razón / sentimiento. En cualquier caso, cuando todas las armas habían sido disparadas, la dinámica de 'jabandonen el barco!', quizá meramente un simple abandono de intenciones, tuvo el efecto de hacer re-emerger, como si retornara lo reprimido, el imaginario dominante en las producciones literarias, en la debacle de 'La otra sentimentalidaď y su desplazamiento al experiencialismo. Hay dos posibles razones para explicar ese fracaso, dos razones que son antitéticas. En primer lugar, algunos poetas no pudieron soportar la conciencia de sus propias contradicciones internas como poetas (como productores de bienes culturales), contradicciones inherentes a la logica productiva de los artefactos culturales arrojadas a la aréna del debate sobre la practica teórica. En segundo lugar, en relación con este argumento y en cierta manera de forma contraria al mismo, puede afirmarse que muchos de los agentes del campo literario, sintiéndose 'como en casa' dentro de la concepción tradicional de la literatura, a partir de un básico des-conocimiento o malentendido (méconnaissance) de lo que se traía entre manos, se retiraron del proyecto cuando sus objetivos principales se hicieron evidentes. No pudieron tal vez asumir los efectos de su forma de escribir, de producir literatura, en su practica, el conocimiento teórico que los enfrentaba con el negativo de sus propias condiciones de posibilidad, hasta el punto de hacerles sentir los límites de matriz ideológica. Había una colisión entre la teória y la practica. Los poetas fueron incapaces de enfrentarse y bregar con la intentio ('tensión') que hemos mencionado arriba y, en este sentido, pudieron haber optado por la autonómia total respecto de la política y la teória y por su asimilación parcial en la tradición (esto es, en el imaginario dominante) hasta convertirse en ortodoxia (la producción de algunos de estos poetas, como experienciales, acabó convirtién-dose en el polo dominante del campo literario). Más aún, puede decirse que no hubo intenciones reales de llevar a cabo ninguna 'revolución' en literatura o de intentar romper con nada, sino de usar el debate y proyecto, con más o menos sinceridad consciente y compromiso personal consciente (esto está fuera de toda duda), como una plataforma para un posicionamiento personal dentro del campo literario hispánico sin intentar transformar radicalmente las bases de su estructura quebrando las fronteras que lo separan de otros campos, como el político, cultural o filosófico. Un cierto sentimiento de futilidad surge durante el análisis, sobre todo porque no es posible olvidar que en Espafia, durante los ochenta, se publicaban casi cada día tres libros de poesia y una novela: 'Se ha multiplicado por cinco el numero de libros publicados, a razón de novela por día y más de mil libros de poesia por ano' (Geist, en Monleón 1995: 146). No deja de sorprender la cantidad de energia movilizada en la lucha por capital simbólico dentro de un campo cultural y entre los distintos polos del mismo campo. LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 805 25/10/07 10:25:51 8o6 JoséLuis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) Un excurso teórico sobre la dinámica del campo literario puede ser útil en este punto. Los niveles politico, ideológico y económico de toda formación social están enlazados en una red de determinaciones mutuas, están sobredeterminados. Para comprender la lógica productiva del campo cultural, es decisivo enfatizar la materialidad de las prácticas de significación, 'the historical, material place and determination of the whole language-game' (Prendergast 2001: 144). En el titulo de este ensayo ('Todo modo: Hechos y palabras en la poesía de la experiencia') hay una cita de León Trotsky, relacionada con el material de una forma, digamos, 'lateral': The Formalists show a fast ripening religiousness. They are followers of St. John. They believe that Tn the beginning was the Word'. But we believe that in the beginning was the deed. The word followed, as its phonetic shadow. (1960: 183) En cierto sentido, Trotsky se equivocó. La 'palabra', incluso la más 'formalista', es de hecho un 'acto' — un 'acto' o 'hecho' de carácter mágico — de 'represent-ación' social (la palabra inglesa performance recoge mejor lo que queremos decir). Sin embargo, es posible que, consciente o inconscientemente, Trotsky supiera que los miembros de la escuela formalista no eran sólo una secta de creyentes en la Pureza Pristina de la Poesía, sino también activistas de una concepción de la palabra con efectos sociales y, por tanto, públicos, esto es, politicos. En ese sentido no se equivocaba en absolute, si leemos su texte en lo que no dice, desde su 'sombra fonética' ('phonetic shadow'). Como Voloshinov y Bajtin apuntaron, los 'signos' son la arena de conflictos sociales: 'Countless ideological threads running through all areas of social intercourse register effect in the word' (Voloshinov 1996: 63). Esta lucha por la legitimación de los diferentes discursos en un espacio social especffico ha sido analizada por el sociólogo francés Pierre Bourdieu en numerosos trabajos sobre la economía de los bienes simbólicos.9 Dijimos 'arena', pero tal vez 'escena' seria una palabra igualmente apropiada. De hecho, parece más ajustado traer a colación la metafora brechtiana (o la mise en scéne freudiana, si todo circula en torno a la negación / afirmación del Padre). Los agentes (o individuos) no actuan es espacios vacios, sino en situaciones sociales concretas determinadas por una serie de dispositivos de relaciones obje-tivas. Para dar cuenta de estas 'situaciones' o 'contextos', Bourdieu desarrolló el concepto de campo [champ]. El campo, un sistema competitivo de relaciones sociales que funciona de acuerdo con su propia lógica interna, está formado por instituciones e individuos (agentes) que efectúan diversas y diferentes estrategias en la competición por el dominio o el status. Puede considerarse como un espacio estructurado de posiciones en las que estas y sus interrelaciones están determinadas por la distribución de diferentes tipos de recursos o 'capital'. Cada campo o espacio social es un universo autónomo, una arena en la que los individuos juegan segun una serie distinta de reglas, desarrollando diferentes estrategias. La vida social contiene un numero diferente de habitus (o sentido 9 Ver (entre otros): The Rules of Art: Genesis and Structure of the Literary Field (1996), The Field of Cultural Production (1993), Language & Symbolic Power (1992) o Distinction (1984). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 806 25/10/07 10:25:51 bhs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy palabras en lapoesia de la experiencia' 807 del juego), cada sistema adaptado a im campo. El rango y poder social especi-fico proveido a los agentes en un campo determinado depende, en primer lugar, del capital especifico que puedan movilizar, independientemente de la riqueza econömica u otras formas de capital disponible (aunque esto pueda producir un efecto de contaminaciön) (Bourdieu 1984: 113). Diferentes präcticas y percep-ciones no son el producta del habitus, sino una relaciön entre este y los campos (el juego) en los que los agentes actüan. Con todo, el 'sentido del juego' no siempre se articula sin complicaciones a las reglas del juego: el habitus no estä necesaria-mente adaptado y no es necesariamente coherente.10 El campo de la producciön cultural estä dividido en diferentes sub-campos que se sobredeterminan mutuamente: el campo academico, el campo literario, el artistico, filosöfico, etc. El capital simbölico adquirido y acumulado en el campo academico no es socialmente valorado de la misma forma que el del campo literario, donde la (por asi decirlo) 'pristina pureza' de la 'verdad ultima' se mani-fiesta a si misma en todo su 'esplendor'. Los artistas no quieren ser tachados de 'academicos'. Incluso si, como sucede a menudo, utilizan las mismas herra-mientas analiticas y teorias criticas que sus homölogos academicos (no hay que olvidar que muchos escritores son academicos), pueden usarlas de una manera diferente, mäs en relaciön con las disposiciones y häbitus propias del artista o el escritor. El critico y el academico son cruciales para la creaciön de opiniön en el mercado de bienes simbölicos, a pesar de que el academico este, normalmente, mäs separado de la esfera econömica (aunque el critico, el academico y el editor pueden aparecer en ocasiones formando una especie de 'misteriosa trinidad'). La comunicaciön entre los campos literario y academico es hoy mäs acentuada debido a la centralidad de la universidad como centro productor de legitimaciön cultural, en relaciön directa con las dinämicas de canonizaciön de las obras liter-arias. De hecho, cuando tiene lugar una lucha por el reconocimiento de una doxa literaria, puede producirse un 'cortocircuito' entre la teoria y la literatura (Sartre y el realismo, nouveau roman y el posmodernismo). Parece bastante claro que las dinämicas del campo cultural descritas por Bourdieu (sin los esquematismos de este ensayo, evidentemente) son cruciales en la reproducciön del imaginario dominante, en los procesos de adquisiciön y gestiön del capital simbölico y cultural de los agentes implicados en los distintos campos (literario, academico, filosöfico). Los artefactos culturales son discursos ideolögicos, vitales para la reproducciön de las relaciones de producciön y para la cohesiön social, pero en los campos de producciön la lucha por el Status o 10 'Tiene sus grados de integracion, que corresponden, en particular, a grados de 'cristal-izacion' del Status ocupado. Se observa asi que a posiciones contradictorias, aptas para ejercer sobre sus ocupantes 'dobles coerciones' estructurales, corresponden a menudo habitus desgarrados, dados a la contradicciony la division contra si mismos, generadora de sufrimiento. (...) Hay una inercia (o una histeresis) de los habitus que tienen una tendencia espontanea (inscrita en la biologia) a perpetuar unas estructuras que corresponden a sus condiciones de producciön. En consecuencia, puede ocurrir que, segün el paradigma de don Quijote, las disposiciones esten en desacuerdo con el campo y las 'expectativas colec-tivas' que son constitutivas de su normalidad' (Bourdieu 1999: 210). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 807 25/10/07 10:25:51 8o8 JoséLuis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) rango, por la distinción, se entrelaza a la necesidad del sistema por reproducirse constantemente.11 En los enfrentamientos entre las distintas doxai literarias del campo cultural, hay un dogma que permanece inalterado: el de la misma existencia de la literatúra. La existencia del sujeto (y su noción correspondiente, el Espíritu Humano) es uno de los mitos fundacionales del imaginario dominante y, como todos los mitos, necesita de una narrativa o discurso para funcionar, para desplegarse y ser. Entre los diferentes discursos, la literatúra ocupa un lugar privilegiado, por constituir el lugar de representación 'pura' de la esencia más 'íntima' (intimus signiŕica 'lo más recóndito, o secreto') de este Sujeto. Con todo, ninguna ideológia carece de contradicciones; la literatúra es, precisamente, un discurso que se halla en el doble filo del lenguaje. La existencia de contradicciones internas explica la continua producción de textos (y no sólo los mecanismos de mercado, ya que el consumidor no es únicamente una máquina que compra porque sí). La diferencia fundamental entre la literatúra y la teória es que la literatúra admite la contra-dicción y la resuelve, presentándola como no contradicción (en la mayoría de las ocasiones simplemente la presenta). La teória, por el contrario, no admite la contradicción y la representa como contradicción resuelta (o disuelta) (Rodriguez 1997: 3; 1999: 78, 261).12 A pesar de que los análisis de determinadas escuelas de teória crítica han conducido a la desmitiŕicación de la literatúra, descubriendo su materialidad y su carácter ideológico (la sociológia, la semiótica, el pos-estructuralismo, el femi-nismo, todos aquellos a los que Bloom denomina, con tan insultante candidez, como la 'Escuela del resentimiento' (1995: passim)), el dogma de la Inmaculada Concepción de la Literatúra no suele cuestionarse en el interior del campo literario. El artista, el poeta, en la hobbesiana pugna en pos del reconocimiento, concibe la literatúra como el lugar de la libertad absoluta, de la imaginación creadora e increada. La negación radical de la independencia de esta 'imaginación', incurre en el sacrilegio y la herejía. Fue aquí donde el grupo de 'La otra sentimentalidaď jugó sus cartas. Los tres poetas más importantes de esta tendencia fueron Luis Garcia Montero, Álvaro Salvador y Javier Egea. Poco después se unieron José Carlos Rosales, Maria Angeles Mora, Luis Mufioz, Javier Salvago y muchos otros. En 1983, Luis Garcia Montero, Alvaro Salvador y Javier Egea publicaron el mani-fiesto La otra sentimentalidad, en el cual sentaban las bases de su poética, en la que describian una poesía comprometida en la transformación del sistema capi-talista, desde el interior de la ideológia. El libro constaba de dos artículos, ambos 11 Es importante recordar que el campo 'refracta' las influencias externas y las re-traduce según su propia lógica; la lucha por y defensa de su autonómia es constante. Pero también es cierto que, como hace el mismo Bourdieu, es necesario sofisticar la sobredeterminación althusseriana para no caer una exageración ad absurdum de las 'refracciones' y 'autonómia' del campo (insistimos: este artículo es una exposición esquemática). 12 También Balibar y Macherey: 'Literature is produced finally through the effect of one or more ideological contradictions precisely because these contradictions cannot be solved within the ideology, i.e., in the last analysis through the effect of contradictory class positions within the ideology, as such irreconcilable' (1996: 284). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 808 25/10/07 10:25:51 BHs, 84 (2007) Toďo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 809 firmados por Luis García Montero y Álvaro Salvador, en los que se explicaba la poética del grupo, y un soneto, escrito por Javier Egea (que era también una reflexión meta-poética). Los artículos habían sido publicados un mes antes en El País. Para comprender los objetivos de este nuevo movimiento, es importante manejar con gran cuidado las nociones, alusiones y conceptos que implicaba su poética. Es un error pensar que se trataba simplemente de una recuperación del 'realismo' o de una variante o re-contextualización del engagement sartreano.13 No hay que confundir la noción de compromiso, tal y como la teorizó Sartre en iQuées la literatura? (1947) con los postulados de 'La otra sentimentalidaď. Aunque había una presencia obvia Gramsci (sobre todo la idea del 'intelectual orgánico'), no hay que olvidar que el realismo social de los 50, en novela o poesia, nunca cues-tionó la validez de la literatura como un instrumente privilegiado de 'reflejo' de la realidad con el que denunciar la explotación. 'La otra sentimentalidaď no sólo negaba la teória (lukacsiana) del reflejo como ideológica, sino que abogaba por una transformación del discurso mismo, ahora bajo sospecha: la poesia no era un instrumente, sino la primera cosa a transformar, debido a la centralidad de los 'mitos fundacionales' de la ideológia burguesa. Pretendían problematizar el discurso mismo, romper no sólo con una tradición literaria, sino con su matriz ideológica, viviendo en la ideológia de otra forma. Como sefialara Álvaro Salvador en su texto 'De la Nueva Sentimentalidad a la Otra Sentimentalidaď: 'Cuando la vida y sus relaciones no sólo se 'entienden' de otra manera, sino que también se 'viven' de otra manera [...]' (en Egea, Montero y Salvador 1983: 22-23). No se trataba de un problema de participación en la política usando la literatura como arma, sino de la socialización de la política a través de la literatura, como si se quisiera poetizar la política y politizar la poesia, partiendo de una desmiti-ficación de la poesia misma y convirtiéndola el lugar de reflexión en el que la miseria de la explotación es visible. El infierno no son los otros (como dijeran, por ejemplo, Baudelaire o Sartre), sino nuestra propia subjetividad, puesto que es en nuestros cuerpos donde las relaciones de poder (clase, género, raza) se incorporan en primera inštancia: ^córno narrar las tensiones y contradicciones internas de nuestras propias experiencias? Para alcanzar este objetivo, era necesaria otra sentimentalidad, no enraizada en el imaginario dominante. Luis García Montero ofreció una síntesis del proyecto al final de su contribución al manifiesto: 'Este cansado mundo finisecular necesita otra sentimentalidad distinta con la que abordar la vida. Y en este sentido la ternura puede ser también una forma de rebeldía' (en Egea, Montero y Salvador 1983: 15). Se mencionaba a Machado y sus ideas sobre una 'Nueva sentimentalidaď, aparecían Gil de Biedma, Brecht y Pasolini como ancestros literarios; se intentaba seguir sus huellas para encontrar caminos propios. El núcleo principál de este proyecto encontraría el materiál de 13 Dos conclusiones pueden extraerse de los apuntes de García Martin sobre la 'La otra sentimentalidaď (1992: 114): (1) neutraliza cualquier posible relación entre la obra de arte y la realidad (histórico-política) en la que es producida, y (2) al no percibir la problemática interna, su apreciación puede servir para reconstruir el la recepción de la propuesta (teórica, literaria, política) del grupo. LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 809 25/10/07 10:25:51 8io Jose Luis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) sus poemas en la vida diaria, en una actitud otra frente la cotidianeidad mercan-tilizada del capitalismo posmoderno. Se haría énfasis en la experiencia, cómo es experimentado el capitalismo como productor y determinante de nuestras propias subjetividades y cómo existen esas subjetividades. Como sefiala Juan Carlos Rodriguez: Aquí nadie negó ni escondió la palabra maldita: el marxismo. Más aún: se hacía explícito que se trataba de escribir desde esa otra concepción del mundo que era el marxismo para todo ese ámbito, sólo que desde un punto de vista un tanto peculiar: no ya arrancando desde lo colectivo sino desde la propia subjetividad (pero no conci-biéndola como un principio absoluta, sino como construida y podrida por el capitalismo). Partir de la subjetividad (a la vez que se la ponia en duda) tue, de hecho, la clave de la otra sentimentalidad y de gran parte del experiencialismo. Al menos en sus origenes: lo que vino después es otra história. (Rodriguez 1999: 25-26) Cristalino: pero si la ideológia es inconsciente y hunde sus raíces proŕunda-mente en nuestro lenguaje y nuestra hexis corporal, parece imposible superarla. En principio, sólo se la podría negar, decir no, pero ^córno negar lo que te niega? t,Cómo vivir ŕuera del imaginario dominante si domina! El proyecto implicaba una ruptúra con la dicotomía razón / sentimiento (fácilmente asimilable por despla-zamiento a una dicotomía público / privado, a partir de una igualación razón = no-verdad del sujeto, esto es, impureza, y sentimiento = verdad del sujeto o pureza), razón y sentimiento como nociones básicas de origen kantiano y núcleo ideológico en la estética contemporánea occidental. Si la interpelación en la literatúra se dirige a un sujeto, el objetivo era preguntarse quién era este 'yo', cuáles eran las relaciones imaginarias entre el texto y el lector, qué relación de poder estaba en juego. Se requería una lucidez sobre las propias condiciones de posibi-lidad como sujeto-poeta, es decir, como productor profesionál de ideológia, para desde ahí, en primer lugar, desgarrar la distinción nodal del yo (falsa y verdadera al mismo tiempo, como todas las realidades ideológicas) articulada alrededor del binarismo privado / público. Consideraban que era crucial dar voz en los poemas a los explotados, hablar sobre el sufrimiento producido en nuestras vidas cotidianas por la explotación en la sociedad del mercado y el espectáculo. En la practica poética, el proceso de escritura y lectura sería activo, más aun, activista, militante, cómplice. El texto sería extrafiamiento, experiencia desgarrada, ternura, el despliegue de un yo consciente de su yo-soy como ser construido por las relaciones de explotación, sabedor de que el espectro del capitalismo lo impregna todo: se echaría abajo la casa del amo con las herramientas del amo. Pero si se quería de la poesía un 'constituirse en el intento de arrancar al dios de la explotación algunas palabras verdaderas que tiene secuestradas' (Enríquez, prólogo en Egea 2003: 9) había que ser büingüe en tu propia lengua: El poeta del 'no', el poeta verdaderamente 'materialista' — Rodriguez lo indica con perfecta claridad — surge de la experiencia básica de ser «bilingüe en la lengua propia», en el sentido de no poseer verdaderamente una 'lengua propia' (que no es sino la experiencia de todos los oprimidos de cada época, que se ven obligados a hablar en una lengua que no 'poseen'), sino de comprender y practicar la lengua, LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 810 25/10/07 10:25:51 BHs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 811 siempre y en cualquiera de los casos, como «lengua de los otros», lengua «de la hegemónia inscrita en cada piel». (Muzzioli 2002) El grupo no duró demasiado: alrededor de 1984 rue rebasado por otro movimiento que, de alguna manera, estaba sobrelapado y que reclame sus derechos en el mercado literario: 'La poesia de la experiencia'. El principal poeta de los experienciales rue Luis Garcia Montero. De 'La otra sentimentalidaď sólo quedaba una vaga alusión a la cotidianeidad y a la experiencia. Las razones de su desaparición (además de las expuestas más arriba) son multiples; desliar este embrollo es complicado. Es posible el proyecto fuera demasiado abstracto, teórico, que no se pudiera incorporar la carga filosófica a la praxis: un hilo de Ariadna que quemaba ('^puedes decirme aquí mismo algo de lo que pueda acord-arme cuando escriba?' (en Egea 2003: 8)). El althusserianismo es radicalmente anti-humanista (en la teória), y el impasse productivo se mezcló a los nerviosos debates humanismo versus anti-humanismo. La tension en el campo literario era excesiva y los poetas optaron por la independencia total (numen del habitus en el campo literario) como escritores. Como dijimos más arriba, la cita de Sciascia colocada al inicio de este ensayo sirve como metafora. Aunque lo que se pretendía crear fuera otra cosa, la linea que separa la logica productiva de 'La otra sentimentalidaď de la 'La poesia de la experiencia' es tan delgada que ambos movimientos se fundieron (quizás esa delgada linea es la política, lo publico). Un síntoma de esta fusion es el cambio de lenguaje hacia la 'Nueva sensibilidad' machadiana y el énfasis en la 'experiencia'. En este punto el clásico de Robert Langbaum, La poesia de la experiencia arroja luz sobre la logica de ambos movimientos. Como apunta Jimenez Heffernan en la introducción a su traducción del Langbaum, la innovación de la poesia romántica y post-romántica (y su literatura en general) consiste en la elaboración de poemas que poseen una dimension cognitiva; el poeta busca aprender algo sobre su propia vida: 'Su único objetivo es capturar el significado ultimo de su propia vida' (Langbaum 1996: 27). Esta es la vision del inconsciente ideológico hoy, el del empirismo anglosajón (ostensible en Gil de Biedma). Históricamente, se relaciona con la invención y consolidación de la identidad del yo de las formaciones sociales capitalistas alrededor del siglo XVIII. Esta matriz ideológica está presente en 'La otra sentimentalidaď y en los experienciales, pero con una importante diferencia: en los Ultimos, toda sospecha, crítica y extranamiento sobre las raíces del yo-soy histórico, la 'experiencia' como producida, se ha desvanecido. El poema puramente experien-cial deja de ser un lugar de autorreflexión en el que se cuestione la magia de la ideológia para ser arrastrado por la opacidad de las intensidades posmodernas. Era como si la retirada hacia esas 'intensidades' sirviera como un refugio o un consuelo frente a las derrotas y desencanto de finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Esta diferencia radical puede detectarse en una lectura comparada de los primeros libros de Luis Garcia Montero, por ejemplo Tristia (1982) o Eljardín extranjero (1983) y los Ultimos, como Hdbitaciones separadas (1994). Esto no quiere decir que aparte de los dos grupos poéticos descritos en este ensayo no hubiera otros proyectos alternativos en poesia relacionados con el LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 811 25/10/07 10:25:52 812 JoséLuis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) marxismo. En 1988, José Tito Rojo finalizó un libro que fue publicado en 1996, titulado La Perspectiva Nevski. Los poemas del libro narran las purgas estalinistas en Barcelona durante la Guerra Civil espafiola contra el POUM y la CNT. Junto a los poemas, se colocan como parte del texto imágenes, fotografías y fragmentos de libros de história, como efectos para producir distanciamiento. La voz del texto es un 'yo' que parece ser la de un personaje principál, Antonov Ovseenko, pero hay una tercera persona del singulár en numerosos poemas. Los procesos de distanciamiento son puestos a trabajar de forma que se crea un escenario poético que despliega una realidad compleja en los textos, que no pretenden únicamente arrastrar por la identificación directa y la intensidad formal, sino que exigen un lector activo capaz de pensar por si mismo. Pero este no es el lugar de analizar La Perspectiva Nevski. Lo anotamos para mencionar que hubo otros intentos de escribir de otra manera, más allá de los flecos del movimiento, los cenáculos y los satélites, si bien los experienciáles se aduenarían (como ortodoxia) del campo literario. Si 'La otra sentimentälidad' se enfrentó a un callejón sin salida, debemos preguntarnos cuáles fueron las causas de tal impasse. La posesión del significado y la búsqueda de un lenguaje otro eran sus principales objetivos; ahora bien <^es posible escribir unlenguaje-otro, una poesia del noľ^Cómo escribir, cómoaprender a hablar otra lengua en tu propio idioma? Vamos a analizar estas ideas en acción, en los textos. Para este propósito hemos seleccionado algunos poemas de Javier Egea (1952-1999) que desarrollan las ideas de 'La otra sentimentälidad'. Egea fue el poeta con más fuerza del grupo y probablemente el único que fue capaz de acercarse en sus poemas a un lenguaje-otro. Escribió cinco libros, si bien destacan Paseo de los Tristes (1982), Troppo Mare (1982) y Raro de luna (1990).14 El análisis se centrará en el segundo libro, pero es importante primeramente vérselas con los versos del poéma 'Otro romanticismo' (en Egea, Montero y Salvador 1983: 36-38 y Egea 1996: 87-89), de Paseo de los Tristes. Este poéma es una carta en la que se desarrolla la temática del 'desamor' y se dirige a una ex-compafiera no identifi-cada. Es importante notár que en esta composición la subjetividad es intensifi-cada por medio de la unión de la poesia y el género epistolar, salvo que en el texto tendrá lugar una implosión del sujeto. En su lenguaje, amor, muerte personál y memoria se revelan como explotación y muerte anónima. Sirviéndose del poéma de César Vallejo 'Los Heraldos Negros' como intertexto, la composición comienza con una imagen de una realidad dominada por el frío en la que la soledad y la desesperanza se constituyen en el eje del trabajo conceptual e imaginativo: Te escribo nuevamente desde una tarde helada de esas en que nos puede el sentimiento y la obsesión — ese pingajo de la soledad — 14 Paseo de los Tristes fue galardonado con el importante 'Premio Hispanoamericano de poesia 'Juan Ramón Jiménez" en 1982. Troppo Mare fue 'Premio Antonio González de Lama', también en 1982 (en este trabajo usamos la edición de Granada: Dauro, 2000). Otros libros son: A boca deparir, Granada, 1976; Argentína 78, Granada, 1983; Serena luz del viento, Granada, 1974. LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 812 25/10/07 10:25:52 BHs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 813 te derriba, te ocupa, sienta plaza en tu cuerpo y, lo más peligroso, te alumbra, te interroga. (Egea 1996: 87) A partir del frío, el acto de cuestionamiento de las causas de esta soledad causada por el desamor se aduenan del poema. El axis rítmico, en la sexta sílaba, concentra la atención y enfatiza la idea: 'nuevamente', 'nos puede', 'te ocupa', etc. ^Porqué esta soledad, este dolor, de dónde proceděn? No extrafia que en la introducción al manifiestode 1983, la contribución de Egea fiiera un poema titulado 'Poética', en el que las dos ultimas líneas rezaban: 'y me mantengo firme gracias a ti, poesia, / pequeno pueblo en armas contra la soledad' (en Egea, Montero y Salvador 1983: 25, w. 13-14). Esta 'Poética' es un soneto, la forma más tradicional de la poesia espanola desde el Siglo de Oro; es interesante notár aquí el uso de la tradición como algo con lo que romper desde dentro. Volvamos a 'Otro romanticismo'; tras plant ear las preguntas, el poema lee: No es posible saber cuando todo enmudece y la vida se ha vuelto una sórdida esquina si nos falló el presentimiento o será que el mercado nos tue tragando [...] Será que llevaremos inevitablemente un lenguaje podrido que amarga el paladar. (Egea 1996: 88) La voz de esas líneas percibe que las causas del desamor son un efecto de la ideológia y la explotación cotidiana, que constituyen fiientes de dolor: 'el mercado nos fue tragando'. (Notar 'lenguaje podrido', similar a la cita de Juan Carlos Rodriguez: '[...] la propia subjetividad (pero no concibiéndola como un principio absolute, sino como construida y podrida por el capitalismo)' (1999: 25-26)). El final es claro en este punto: y te da por pens ar que es posible que no nos conociéramos aunque fuimos viviendo el mismo frío, la misma explotación, el mismo compromiso de seguir adelante a pesar del dolor. (Egea 1996: 89) La fiierza de los temas y el lenguaje de Troppo Mare es tan intensa como en Paseo de los Tristes. Ambos libros son conscientes de su objetivo ideológico, centrándose en la construcción del self, del yo-soy historko como una subjetividad mercantili-zada del capitalismo tardío. El libro está dedicado a Juan Carlos Rodriguez, cuyas reflexiones fiieron cruciales en Egea. Troppo Mare es un libro compuesto en cinco partes ('Troppo Mare', 'Rosetta', 'El viajero', 'El Estrago', 'Córam Pópulo') y una 'Coda', un poema final que se convierte en una poética y una teória de lectura del libro y de la realidad. Troppo Mare, título de la obray también de la primera parte, son las dos primeras palabras del libro de Pavese, Lavorare Stanca (1936). El poema que inicia el conjunto ('Troppo Mare' I, en Egea 2000: 33-34) está dominado por un lenguaje de carácter LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 813 25/10/07 10:25:52 8i4 Jose Luis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) onírico y por un sentimiento de derrota personal, por medio, de nuevo, del tema del 'desamor', si bien hay alusiones a una derrota colectiva. Este tipo de lenguaje está presente en todo el libro. La derrota ('derrota' en castellano significa también 'rumbo de una embarcación') es resumida en la metafora de 'La Nube' (Troppo Mare' I, en Egea 2000: 34, v. 32, también en otros lugares), una nube que mata todo lo que encuentra a su paso y que es usadá como metafora de destrucción.15 Tanto la derrota como la destrucción pueden ser decodificadas como história: 'sobre la espalda azul del exterminio / raro este cielo para ser de Mayo' (Egea 2000: 33, w. 12-13), fundiéndose con el yo como parte de una gran narrativa sobre las derrotas históricas: 'tanta história y vencida, / ya corazón mojado sobre el abra, / ya mensaje dormido, preterido' (Egea 2000: 33, w. 16-18). El comienzo, anclado en el pasado pero también en el presente, es por tanto desastre, pero la cita de Pasolini ('No es de Mayo este aire impuro', en Egea 2000: 31), y el primer verso del primer poéma del libro ('Troppo Mare' I), 'Extrafio tanto mar, raro este cielo' (Egea 2000: 33), nos hablan de un extrafiamiento y distanciamiento como claves para el desciframiento del lenguaje que dominará a partir de entonces. El verso es una cita intertextual de Lorca: 'Entre los juncos y la baja tarde / qué raro que me llame Federico', en el que hay un cuestionamiento del propio nombre, un extrafiamiento sobre el yo que recoge el verso de Egea. Pasado y presente se han fusionado en un instante de ruptúra con la história linear, como una especie de tiempo del inconsciente, en el que la posesión del Nombre 'suena' raro, como si fuera algo que no fuera yo, sino algo dado. La cita iniciál, de Pasolini, proviene del libro Le ceneri di Gramsci (Egea descubrió a Pasolini a través de Juan Carlos Rodríguez), aludiendo al mito del Ave Fénix, mito de creación y renacimiento por excelencia. Explotación, duda sobre la propia subjetividad y una lucha antagónica contra el lenguaje 'dado' serán los hilos principales del libro, hasta llegar a una Coda, un nuevo comienzo en el que se despliega y reescribe la propia história, en el doble sentido de narrativa personal y ontológia histórica: 'Leer El Capital' (Egea 2000: 87). Este proceso de auto-reflexión no es solamente un proceso individual, de auto-contemplación de la ipseidad, sino que se dirige asimismo a otros, efecto marcado a través del uso de los pronombres ('vosotros', 'nosotros', tú / yo). La voz del texto, por tanto, comienza con un deseo de conocer los elementos implicados en el texto, pero es el texto mismo lo que es analizado, y esa es la razón por la que el poéma 'Rosetta' II (Egea 2000: 47^18) es tan importante. En la segunda parte de Troppo Mare, titulada 'Rosetta' (Egea 2000: 41-50), el segundo poéma desarrolla una concepción materialista de cómo se construye nuestro inconsciente ideológico. El poéma 'Rosetta' I finaliza con el verso: 'En medio de la calle cesaba yerto el soľ (Egea 2000: 45^16), donde domina una sensación de muerte, de una cotidinanedidad oscura que es arrojada al lector. Finalmente, el poéma muere con una puesta de sol; los dos poemas de la sigu-iente composición ('Rosetta' II, en Egea 2000: 47-48): 'No fue sino en los muros 15 'Habitantes de la zóna narraban la história de una nube (La Nube) de aire caliente proven-iente de África que nie arrasando cuanto tocaba, dejando a su paso cadáveres de pájaros, ancianos, etc'. (Rienda, prólogo en Egea 2000: 22). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 814 25/10/07 10:25:52 BHs, 84 (2007) Toďo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 815 que estaba su lenguaje. / Mas no supo mirar' (Egea 2000: 47, w. 1-2) enfrentan al lector con una teória de la lectura en forma poética: hay ecos de Althusser, Spinoza y Juan Carlos Rodriguez. En estos versos, es crucial tener en cuenca la tercera persona del singular, el 'éľ, que en realidad es el pronombre de la novela (como el tú lo es del teatro y el yo de la hrica). El poema quiere romper con los parámetros tradicionales de género, intentando por tanto romper con la centralidad del 'yo', en cierta manera una especie de epoche de la identidad, esto es, una interrogación radical de la categoria inquestionada por excelencia de la ideológia dominante (el yo). En consecuencia, el sintagma 'Su lenguaje' genera una serie de preguntas: ^Qué lengua no pudo 'mirar', 'ver'? <^E1 lenguaje del yo, su identidad, su subjetividad o el de las ciudades, los muros o la vida diaria (como en la dicotomia publico / privado)? Puede que sean ambas esferas, pero este 'éľ está ciego, no puede ver, y está atónito, inmerso en el vertigo de un movimiento de la história hacia atrás, hasta el momento primigenio: Se tue quedando atónito delante de las piedras escritas, frente a los capiteles acobardado y ciego, tras de los frisos habladores sordo, solo en Persépolis, solo en Pompeya y en Altamira solo, ciego y solo. (Egea 2000: 47, w. 3-10) Momento en el que se revela la urgencia del trabajo de desciframiento: Jeroglfficos números, arcanos que no supo mirar, mas le miraban. (Egea 2000: 47, w. 11-14) La voz que efectúa la decodificación es ella misma sometida a desciframiento y descubierta como un constructo histórico y cultural: tú lees el texto, pero también eres leído por el texto, afectado, invadido por los mitos ideológicos desplegados en el texto: el elemento decisivo aquí es el de la invasion de la ideológia.16 No se trata de un yo kantiano-fichteano entrando en el texto armado de un arsenal de categorías, sino el efecto del texto en la identidad (self), čQué sucede cuando leo un texto? čQué es lo que hace conmigo? El resto del poema enfatiza el enigma y la soledad, el frio y la indefensión de esta identidad dominada por el poder, el cual parece ser eterno, pero construido por la história, es decir, poder como 'ideológia'. La imagen usada es la del silencio, pero es importante escuchar un lenguaje que habla de la dominación (senalado por mi en cursiva en el texto): 16 'El hecho de que yo entre en una habitación y de pronto toda la habitación cambie; o bien el hecho de que yo entre en un libro, y de pronto todo su significado cambie, supone, obvia-mente, la circularidad del yo y lo otro, la circularidad que posibilita el que lo otro también pueda invadirme, pueda transgredirme, pueda anegarme ... En suma, la posibilidad de que lo otro se convierta en Notredad' (Rodriguez 1997a: 55) LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 815 25/10/07 10:25:52 8i6 JoséLuis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) Y quién hablara, quién rasgara los velos, quién alzara una mano sobre restos y huellas, fustes y losas, si era enorme el silencio y unos ojos de märmol vigilaban sus ojos, testigos de la sombra, centinelas de nieve. No se atrevió, no supo y des nudo quedó palideciendo. (Egea 2000: 47^18, w. 15-25) La ultima estrofa revela el impasse. Este 'éľ no puede veneer el poder de la história, la cultura y la ideológia. Es posible seguir sus huellas, pero ahora lo reál es opacidad y opresión y es inevitable. Sin embargo, este frío tesoro (<^la poesía?) está frente a nosotros como instrumente del Arno. Los tres versos resumen el sentido completo de la composición: 'Allí, desde los cofres milenarios, / la soledad miraba / y era un tesoro Mo' (Egea 2000: 48, w. 26-28). El siguiente poema ('Rosetta' III, Egea 2000: 49-50) se enfrenta de nuevo a esta problemática de la lectura. El ultimo verso es importante, enfatizando la urgencia del trabajo colectigo: 'Sin ti polvo, ceniza. Sin vosotros la nada' (Egea 2000: 50), aludiendo además al famoso final del soneto de Quevedo ('polvo serán, mas polvo enamorado'); en el poema de Quevedo no hay nada sino muerte, pero también una persistencia animista de del alma más allá de la muerte: 'polvo — mas — enamorado' (i.e. una muerte organicista del cuerpo, pero tenida de una concepción animista de la materia). En Egea, elyo es social: 'Sin ti, sin vosotros — nada', en relación con un 'tú', rompiendo con la dicotomía privado / publico. Los poemas en Troppo Mare está dominados por un sentimiento de imposibi-lidad en lucha, de una derrota en nuestras vidas, nuestra sexualidad y muerte. 'Rosetta' I (Egea 2000:45-46) es un poema de desencanto, desesperanza e ilusiones rotas. Los versos inciales hablan de la ilusión, en sus dos sentidos: como felicidad, pero también como error. La experiencia inmediata es la de un universo de illusio, la vaga experientia de Spinoza: Cuando tu cuerpo todo era distinto, inesperado y joven: habitaban los ojos rompeolas, caballos, pleamares y era Agosto feliz y sorprendido frente a nuestra pasión, frente al misterio. (Egea 2000: 45, w. 1-8) Entonces colapsa: 'Mas he aquí, de pronto, que vinieron / los cuchillos del miedo a desnudar el frío' (Egea 2000: 45, w. 12-13), desvelando la realidad como miedo.17 17 Las imágenes del 'frío' serán una referencia en el ensayo de García Montero, Poesía, cuartel de invierno (1988), y su libro de poemas, Lasflores delfrío (1991). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 816 25/10/07 10:25:52 BHs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy pálábras en lapoesia de la experiencia' 817 En 'El Estrago' IV (Egea 2000: 73-74) el lenguaje y los temas son similares: un sujeto no-constituyente, que vive en la ideológia, la tentativa de distanciarse, el planteamiento de preguntas radicales, la explotación y el diálogo yo / tú. La 'luz extraňa' es algo que el yo ve pero ignora, y que coloniza nuestra auto-percepción y la percepción de los otros, generando de esta forma aislamiento y un sentido de perplejidad y desconcierto.18 Incluso si se adquiere algún conocimiento, este es una comprensión subita de la derrota y el dolor, en el que el Infierno no son los otros, sino nuestra propia subjetividad. La aproximación a una reconstitución de una narrativa capaz de producir significado para una subjetividad dominada comienza a 'balbucear' en una lengua otra en la sección titulada 'Córam Pópulo' (Egea 2000: 75-86), que sigue a 'El Estrago'; esta aproximación a un 'lenguaje-otro' había sucedido ya a lo largo de la obra, según parece sugerirse en los poemas de 'El Estrago'. El otrora ciego 'éľ (de 'Rosetta II', en Egea 2000: 47^18), ha planteado una serie de preguntas ('pero tanta pregunta sin sol, acumulándose, [...] / no es posible la luz pero tus ojos' ('Rosetta' III, en Egea 2000: 50, w. 31, 38)), que, finalmente han dado fruto, respuestas. En 'El Estrago' II (Egea 2000: 69) se anuncia desde el primer verso que el alejamiento de la ceguera ha tenido lugar: 'Será que tuve suerte de no quedarme ciego'; en IV, al final, la voz de la narrativa del texto reafirma la conciencia del papel de la história en la formación nuestras subjetividades.19 El pronombre personal 'nosotros' es transformado en un 'vosotros' en el título de la ultima sección del libro, 'Córam Pópulo' (Egea 2000: 75-86), que precede la 'Coda' (Egea 2000: 87-90). En su primer poema, la voz del texto narra que ha sucedido una comprensión, un encuentro con la vida como história e ideológia; esta sección en su totalidad puede considerarse como una recapitulación, como la narración de un viaje. La fuerza increíble de los tres primeros versos rompe la dicotomía privado / publico ('Córam Pópulo' significa 'en presencia del pueblo') y establecen este sentimiento de la identidad y del poema como producción, no como invención o creación: Lo que pueda contaros es todo lo que sé desde el dolor y eso nunca se inventa. (Egea 2000: 79, w. 1-3) Tras estas líneas se hace un relato de este 'extrafio viaje', como una Odisea, pero con un 'ulises' con minúsculas.20 El lenguaje del Arno, el lenguaje del poder, 18 'iQué luz extraňa, dime, ha poblado este cuerpo / repetido en portales, escaparates, brumas, / ingenuo paseante de la ciudad, hermano, / caminante del mismo aturdimiento / que estos siglos de expolio pusieron en los ojos, / qué luz extraňa, dime, / hay en la soledad y en la memoria?' (Egea 2000: 73, w. 1-7). 19 'Es cierto que la história / nos condenó a las calles ateridas / y no el azar que llega maldito restallando. / iQné luz extraňa, dime, / hay en la soledad y en la memoria? / Hoy supimos, mirándonos las manos, / [...] que siempre es tarde, siempre, para volver a casa / como se vuelve al sitio de las tunicas rotas, / de las mascaras frías, / del polvo atrincherado, / de los andrajos de la luz' (Egea 2000: 74, w. 22-34). 20 'Porque llegar aquí nie una larga sentina, / un extraňo viaje, / una curva de sangre sobre el río, / mientras todo era un grito / y ya se perfilaba resuelto en latigazos / el crepúsculo. // LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 817 25/10/07 10:25:52 818 JoséLuis Bellón Aguilera bhs,84(2oo7) está siendo usado para echar abajo la casa del Amo. El resto de los poemas de esta sección merecen asimismo una atención especial, pues hablan de un ciclo cronológico de una vida consciente de su ontológia histórica. En la 'Coda' el texto enfatiza la importancia de este sentimiento-comprensión, reforzado por la estructura del libro, que ahora se revela como una construcción en anillo: Hipócrita lector, hermano, camarada, hoy me atrevo a contar tus aňos y los míos: mira tanta ceniza como una herencia gris entre las manos, mira sangre o asombro tu corazón y el mío tiritando sobre el extraňo hedor de las palabras muertas. (Egea 2000: 89, w. 1-6) El 'extrafio hedor de las palabras muertas — lenguaje podrido' invoca los versos de 'Otro Romanticismo': 'Será que llevaremos inevitablemente / un lenguaje podrido que amarga el paladar' (Egea 1996: 88); asimismo, alude a 'Rosetta' II: 'No se atrevió, no supo' (Egea 2000: 47, v. 23), pero con un cambio de actitud radical: 'Hoy me atrevo'. El texto cita a Baudelaire ('hipócrita lector') pero dándole un signiŕicado diferente a los conocidos versos, impregnándolos de complicidad política: 'camarada', el cual es interpelado, llamado, para inmediatamente esta-blecer un diálogo: Aventada la vida — sus pavesas —, es urgente romper hacia otro norte aun llevando en los pas os la certeza diaria de la muerte. Hoy es preciso un alto en la derrota. ^Acaso en tu costado no latía, no era la misma cicatriz en todos? iPor qué la soledad, cómo la muerte, sino muérdago en flór de tanto expolio? Hoy parece imposible aquella história, imposible y brutal tanto mar a lo lejos, rosetta de los muros descrifrados, los raíles brillantes bajo el puente y miguel, la ciudad adentrada en el estrago y yo desnudo aquí y en público sangrando como si nunca nada me hubiera sucedido. Hoy sólo sé que existo y amanece. (Egea 2000: 89-90, w. 7-23) Habiendo escapado a un naufragio, de las ruinas, ahora las metáforas de la derrota, el frío y el dolor han sido sustituidas y reubicadas en la luz, en un amanecer distinto. Cómplices en este proceso de lectura, el autor, el texto y el lector establecen para sí distintos parámetros de existencia. Cada uno de ellos Las historias se cuentan con los ojos del trio / y algún sabor a sal y paso a paso / — lengua y camino — / porque la sangre se nos va despacio, / sin borbotón apenas, / desmadejadamente por los labios. // Las historias se cuentan una vez y se pierden' (Egea 2000: 79, w. 4-16). LUP_BHS84_6_07_Aguilera.indd 818 25/10/07 10:25:52 bhs, 84 (2007) Todo modo: Hechosy palabras en lapoesia de la experiencia' 819 posee su historia personal, siempre impregnada y producida por la ideologia dominante, pero ahora la lucidez de la mentira tiene un origen diferente, otra forma de vivir en el interior de la ideologia, de nuestro propio lenguaje. 'Rosetta', nnalmente, es un lenguaje descifrado, y ahora, a traves de su opacidad, la piedra, la materialidad pura, se ha convertido en legible. Con todo, a pesar de las reafirmaciones radicales de victoria del libro en relaciön a una auto-comprensiön del yo-soy histörico, de su ontologia histörica, es nece-sario ir con cautela y no dejarse atrapar por el texto. Es cierto que el texto intenta ser radicalmente consciente de sus simpatias politicas, pero si realmente alcanza su objetivo es cuestionable. Al nivel del inconsciente del texto, en Troppo Mare abundan las metäforas y sfmbolos freudianos, lo cual no puede ser ignorado, por ejemplo la continua y obsesiva presencia, desde el titulo, de la metäfora del mar, que simboliza la madre. Como apunta tambien Juan Carlos Rodriguez: 'El "piel roja" de Marx y el "rostro pälido" Freud [...] nunca acabaron de amalgamarse bien enaquellacapacidadpoeticaincomparable' (Rodriguez 2004:7). Con todo, latenta-tiva del texto de politizarse y de construirse como ser histörico abre un espacio al 'nosotros', rompe con la explosiön contemporänea de intensidades posmodernas que pueblan, como una constelaciön de imägenes virtuales, una formaciön social en la que la hipöstasis de la privacidad, la amnesia histörica y el darwinismo social son la electricidad estätica del presente. En 'La poesia de la experiencia' la dominaciön ideolögica del capitalismo contemporäneo puede ser intuida en el despliegue opaco y sin forma de la privacidad, de un ensamblamiento de yoes privados sin diferencias fundamentales entre ellos, yoes que describen sus vidas privadas sin cuestionar indefinidamente sus propias condiciones de posibilidad o incluso (en el caso de la forma poetica) con un contenidismo informe. Como contraste, 'La otra sentimentalidad' intentö plasmar y cuestionar las condiciones reales de existencia de nuestras vidas y la relaciön imaginaria que mantenemos con las mismas, interrogando el poema y escribiendo la producciön de los arte-factos culturales, desafiando los discursos que apoyaban esta mitologia silen-ciosa del yo que hoy va adquiriendo, inquietantemente, los nebulosos contornos de una religiön incuestionada. Dijeron que habian asumido que uno debe tener la tradiciön muy dentro para odiarla como es debido: es posible que fuera cierto. Pero pudiera ser, simplemente, que muchos de aquellos poetas confundieron las cosas de la poesia con la poesia de las cosas. Obras citadas Adorno, Theodor, 1999 [19741]. Minima Moralia. Reflections from Damaged Life, London y New York: Verso. Althusser, Louis, 1976. 'Reply to John Lewis', en Essays in Self-Criticism (London: NLB), pp. 33-99. --, 1974. Elements d'autocritique (Paris: Hachette). Balibar, fitienne y Pierre Macherey, 1996. 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