A la noche: comentario de un soneto de Lope de Vega Introducción El texto que vamos a comentar es un soneto de Lope de Vega, autor español del Siglo de oro, y se llama A la noche. Vamos a dedicarnos al tema de la noche – como la ve el autor y qué importancia la atribuye en relación con seres humanos. También nos vamos a interesar por los medios lingüísticos y estilísticos que utiliza el autor describiendo la noche y como están relacionadas la forma y el contenido del poema. Tema Como se trata de una obra lírica, no podemos decir que tenga una trama. El tema del soneto es la noche a que se dirige el autor. No se trata de un diálogo, sino de un monólogo interno del poeta. A pesar de eso, leyendo la obra podemos contemplar un cierto desarrollo de sentimientos e ideas. El poeta atribuye a la noche muchos nombres, como si sea un ser humano. La noche es comprendida como algo desgarrado: puede ayudar a uno y lo alienta, pero es también ayudante de refugiados. Es obvia la oscuridad de la noche debido a que pueden pasar cosas malas o misteriosas en ella. Es poderosa, pero también atemorizada por sí misma. Es consciente de que muchas veces no pasan hechos buenos de noche, pero no puede hacer nada con eso. Un hombre también tiene que aceptar la noche porque crea una mitad de su vida, no puede vivir sin ella. Argumento y estructura interna Ya el título del soneto descubre el objetivo del autor: quiere dirigirse a la noche. Antes de leer el poema, uno puede hacerse una imagen de cómo será el contenido del soneto: podemos imaginarnos que se tratará de un poema personal. La razón de esta suposición es que el título se parece a una dedicatoria de un libro y autores suelen dedicar sus libros a personas cercanas. Por eso podemos pensar que el poema tiene sentido positivo y que el autor tiene una relación extraordinaria a la noche. El primer cuarteto del soneto forma una introducción al tema de la poesía. El poeta se dirige o llama la noche culpándola de ser una productora de mentiras, porque en la noche no somos capaces de distinguir objetos. La llama «loca», también «imaginativa» lo que siempre puede aludir a su capacidad de crear cosas, también en los sueños cuando nuestra imaginación trabaja lo más posible. Esta cualidad está expresa también en la última palabra de la segunda línea, que es «quimerista». Luego el poeta reconoce su capacidad de mostrar a los que conquistan «su bien», es decir, el amor, «los montes llanos y los mares secos», esto es, hasta lo imposible: de nuevo subraya el hecho de que la noche engaña a la gente. En el segundo cuarteto continua la lista de las cualidades de la noche. Es llamada «habitadora de cerebros huecos», como si la intención del poeta fuera compararla a la oscuridad que domina en las cabezas de los tontos e ignorantes. No obstante, como la noche habita «cerebros huecos», podemos también decir que se trata de un oxímoron: un cerebro en su significado material o abstracto es una cosa capaz a estar llena de algo - de pensamientos, ideas o de sabiduría (o desde el punto de vista material, simplemente por sustancia). Luego el poeta dice de ella que es «mecánica, filósofa, alquimista». Con esto no deja de hablar de su poder de inventar cosas, mencionado ya en el primer cuarteto. Podemos comprender el primer adjetivo en modo de que la noche parece automática o porque viene siempre después del día y nosotros no pensamos en eso o porque durante la noche no ejercemos ninguna actividad intelectual. El último adjetivo se refiere a que la noche es también misteriosa, que suceden cosas sobrenaturales durante ella y que suele ser de noche cuando las brujas y magos realizaban sus hechizos. Sin embargo, hay otra manera de entender este verso. El carácter mecánico podemos unir a la habilidad manual y el carácter filosófico, en cambio, a la capacidad mental. Y son estas dos cualidades, es decir, lo que tenemos a nuestra disposición físicamente y lo que podemos imaginarnos, que representan perfectamente a un alquimista. Todos los atributos que aparecen en el segundo verso pueden tener o el sentido positivo o negativo. El verso siguiente nos muestra, sin embargo, la parte negativa de la noche: con «encubridora vil» aparece por la primera vez el tema de su poder de esconder con la oscuridad. Este tema siempre está unido con las mentiras y engaños, reprochados a ella ya explícitamente en el primer verso del soneto. Tampoco se puede presuponer que un «lince sin vista» sea un símbolo de opiniones positivas cuando nos damos cuenta de que la vista es lo más favorable de un lince. Además, se puede pensar que el «lince sin vista» es un oxímoron paralelo a los «cerebros huecos», sólo que es una incapacidad corporal, mientras que la otra es más bien intelectual. Al final de este cuarteto el poeta nos presenta la noche como alguien que tiene miedo de lo que ha hecho, de sus propias acciones: «espantadiza de tus propios ecos». Como si el poeta revelara sus sentimientos casi humanos, como el temor o arrepentimiento, como si la personificara. La noche parece darse cuenta de que hace cosas malas pero también saber que no es en su poder cambiarlo. En el terceto que sigue, la noche es asociada a las sombras, el miedo y el mal. A continuación, el poeta ve la noche como algo diligente, cuidadoso, lo que puede significar que viene siempre. Considera la noche una poeta por su capacidad de inventar y imaginar cosas. Atribuye a ella la enfermad porque suele ser de noche cuando se espera si una enfermedad se acaba o si aún empeora. Y, por último, dice de ella que es fría lo que refleja la condición atmosférica real, porque las noches son más frías que los días. En el último verso está representada por «manos del bravo y pies del fugitivo». En esta frase podemos encontrar dos contrastes. En primer lugar, el de las extremidades de cuerpo humano. En segundo lugar, el de las características de los propietarios de esas extremidades. Con estos contrastes la noche adquiere un aspecto desgarrado, como si de nuevo fuera una persona, siendo por un lado un bravo, que alude a alguien que trata de comportarse bien, y por el otro lado, un prófugo. Esta metáfora puede ser comprendida, por el contrario, también como una expresión de su poder de esconder ya mencionado antes. La noche con su oscuridad cubre las actividades de un individuo y por eso alguien valiente puede pelear y un fugitivo puede huir. Llegado al último terceto, por la primera vez el poeta cesa de hablar de la noche y expresa a sí mismo. Admite que sin tener en cuenta si esté despierto o no, la noche ocupa la mitad de su vida. Con estas palabras no se refiere sólo a sí mismo, sino también a todo el mundo. Sigue el verso «si velo, te lo pago con el día». Puede significar que si uno está despierto por la noche, no puede gozar del día sea por dormir o sea por estar cansado. El día perdido es entonces una compensación y satisfacción para la noche personificada. Del último verso surge que no importa si uno duerma de día o de noche, porque durmiendo nunca siente lo que vive y, por lo tanto, solamente velando sabe lo que pasa alrededor a él. Análisis formal del género El soneto tiene forma absolutamente clásica: se divide en dos cuartetos y dos tercetos. Además está escrito en endecasílabos, versos típicos para el soneto español. El número de sílabas en versos es constante gracias a varias sinalefas como, por ejemplo, en el verso 10 entre las palabras «poeta» y «enferma»: «solícita, poeta, enferma, fría». La mayoría de los versos lleva el acento rítmico en la sexta sílaba, menos los versos 5 y 8 que lo llevan en la cuarta, octava y décima sílaba. También por lo que se refiere a las rimas del soneto es la forma clásica. Es consonante en todos los casos. Los dos cuartetos del soneto siguen la norma de construcción de este género: tienen esquema de rimas ABBA. Los dos tercetos tienen esquema de CDE CDE que es menos utilizada en sonetos. Podemos encontrar una semejanza formal entre los cuartetos: en primer verso vemos una característica de noche expresada por un nombre con atributo formado por la preposición «de» y una frase nominal, en el segundo verso se encuentran adjetivos que son unidos asindéticamente («loca, imaginativa, quimerista» en el primer cuarteto, «mecánica, filósofa, alquimista» en el segundo). Tanto como en estos versos de los cuartetos, también en el segundo verso del terceto: «solícita, poeta, enferma, fría» vemos una técnica de acumular palabras que la describen autónomamente. El poema lo podemos dividir en dos partes según la actuación del autor en ella. La primera parte, que es mucho más larga, es una apóstrofe en la que el autor se dirige a la noche casi personificada. La segunda parte es creada solamente por la última estrofa en la cual aparece el personaje del autor en la primera persona. Esta selección en dos partes podemos hacerla también según otro criterio: según el léxico utilizado en el poema. En los cuartetos y en el primer terceto aparecen sólo tres finitas formas verbales, mientras tanto en la última estrofa aparece el doble de estas formas. Este hecho está naturalmente en concordancia con el contenido del poema: si en el segundo terceto aparece el autor en la primera persona, es lógico que utiliza finitas formas verbales hablando sobre sí. Por otro lado, una apóstrofe no necesita utilizar verbos, sino frases nominales. En cuanto a la estructura del soneto, también podemos partir del esquema según el cual los dos cuartetos deberían contener o esbozar un problema, o sea, un tema, desarrollándolo, y los dos tercetos deberían encontrar una solución y desembocar en una reflexión. Después en la última estrofa se pone en oposición al tema el hecho de que la noche simplemente existe y que hay que aceptarlo. Lenguaje y figuras retóricas El texto consiste particularmente de enumeraciones de las cualidades atribuidas a la noche por el poeta. Por esta razón en el texto prevale la categoría lexical de nombre. Estas enumeraciones están sin conjunciones, son asindéticas. El texto entero es una apóstrofe: la noche está tratada como una persona viva, el autor se dirige a ella sobre todo para exponer sus características. Además, aparecen en el texto varias metáforas como «fabricadora de embelecos». Hay varios oxímoros, por ejemplo, en el verso cuatro: «los montes llanos y mares secos», y contrastes, por ejemplo, entre la vigilia y el dormir. El hecho de que la noche se espantadiza de sus propias acciones resulta un poco paradojo. De igual manera, el número elevado de las metáforas, los contrastes y las expresiones variadas de ámbitos heterogéneos usadas para denominar las cualidades de la noche, como «quimerista», y hasta su comparación con un lince son una prueba de la habilitad del poeta de la época barroca. Conclusiones Del texto hemos comprendido que la noche forma una parte muy importante de la vida humana. La noche es descrita como algo misterioso y oscuro, como un personaje fuerte que tiene el poder de manipular a alguien, pero al otro lado es presentada también como un ser lleno de temor que provoca el entendimiento de la noche como algo desgarrado. El autor combina de forma precisa la forma con el contenido del soneto: lo podemos dividir en dos partes (los cuartetos y el primer terceto versus el segundo terceto). En primera parte se desarrolla el tema del soneto, y después, en la última estrofa, se ofrece la solución. Esto está en correspondencia con los personajes que aparecen en el poema: en primera parte está en el primer plano la noche, en segunda el hombre. Y, al fin y al cabo, con estas dos posibilidades de dividir la obra concuerda también que el autor utiliza pocas veces verbos hablando de la noche, mientras tanto, cuando hace referencia a sí mismo se pierde la abundancia de frases nominales de primera parte y aparecen numerosas formas verbales. El autor sigue rigurosamente reglas del soneto español y lo enriquece por frecuentes figuras retóricas como metáforas, oxímoros o asíndeton. El texto tratado y su traducción al checo A la noche Noche, fabricadora de embelecos, loca, imaginativa, quimerista, que muestras al que en ti su bien conquista los montes llanos y los mares secos; habitadora de cerebros huecos, mecánica, filósofa, alquimista, encubridora vil, lince sin vista, espantadiza de tus mismos ecos: la sombra, el miedo, el mal se te atribuya, solícita, poeta, enferma, fría, manos del bravo y pies del fugitivo. Que vele o duerma, media vida es tuya: si velo, te lo pago con el día, y si duermo, no siento lo que vivo. Noci Noci, výrobkyně lichotek, šílená, vynalézavá, chimérická, která ukazuješ tomu, kdo v tobě své dobro dobývá, rovné hory a suchá moře. Obyvatelko prázdných hlav, mechanická, přemýšlivá, alchymistická, bídná kuplířko, rysi beze zraku, ustrašená ze svých vlastních ozvěn: stín, strach, zlo se ti přisuzuje, pečlivá, básnivá, nemocná, chladná, ruce odvážného a nohy uprchlíka. Ať bdím či spím, půlka života je tvá: když bdím, splatím ti to dnem, a když spím, necítím to, co prožívám.