72 BÄLTASAR CíRAClÄN —.jPues cómo hemüs de poder vivir en un mundo como éstc? —porŕiaba, afligičndosc, Andrcnio—. Y más päta mi condición, si no me mudo, que uo puedo sufrir cosas mal hechas. Ytj habre de re-ventar sin duda. —;Eh, que te harás a ello en cuauro dias —dijo Quitún—, y serás tal cumu los otros! —j Eso no! ťYo Iooo, yo necio, yo vulgär? —Ven acá —dijo Critilo—. <;No podrás tú pasát por donde tan-tos sabíos pasaron, aunquc sca tragando saliva? —Dcbía cstar de otra data I7ÍI el mundo. Conde de Castrillo. Marques de Grüna —El misuio fue siempre que es: asi le hallamn todos y asi 1c dcjaroít, Vive un entendedot conde dc Castrillo1'* y no revienta, un entendi-do marques Carretoltv y pasa. —Pues tcómo hacen para poder vivir, siendo tan ciicrdos? —^Cómo?: ver, oír y callar, —Yo no diría dc esa suerte, sino ver, otr y reventar. —No dijeta más Heráelito. —Ahora díme, ^nunca sc ha tratado de adobar lH1 cl mundo? —Sí, cada día Io tratan los necios. —ŕ Por qué necios? —Potque es tan imposiblc como conccrtar a Časti 11a y duscompo tiet a Aragon. ^Quičn podrá recabar que unos no cengan nepoteš y otros privados, que los ftanceses no seati tiranos, los indeses tan feos en el alma cuan hermoso en cl cucrpo, los espaňoles K^^H bios y los ginoveses &c.l6í? —No hay que traiar,"' yo me vuelvo a mi cutva y a m:s fierss>,;J pues no hay otro remedio, —Yo (c lc he dc dar —dijo el Quirón—, tan fdbs como verda-dero, si me escuchas en la crisi siguiente. 178. data, dlRoosiciAn, calldad. 179. Don García Lopez de Ham, perteneclente 4 la corto, í * quten Gracián pudo conocer perponalmente. 180. General italiano, opuesto at Conde-Duque áf. OMvares. y em- J foftjwlor de Alemania en Madrid. 181. adobar, arrŕtflar, coordinar. 1S2. Fs etudir con cl etri'cra (fljando con ello la atención) el fleatlvo de usureros y mpiaors (me AcOmp»|teb« a loa generöses. * tan dlíundldo enlrií ten eserltorcs dni slfe-lu xvii. Cfr. do M. Herr*™ Garda. Ideou dr. lo* «»rjöflolrr« «11 «1 *i£rf<> XVtl, Madrid, 1968. 133. que tratar, quo hablar m**. CRISI VII. LA FUENTE DE LOS ENGAŇOS DF.CLAEARON todos los males al homhrc por su enemigo común, no mís de por tme: r cl razón. Estando y a para daric 'a bata-1U, dicen que llcgó al campo la Discordia, que venia, no del inücr* no, como algunos pensaron, ni de los pahclloncs militares, como otros ereyeron, sino de casa dc la hipócrita Ambicion. En estando allí hizo de las suyas: movió iina rcňida competenda snbre quien había de llevar la vanguardia, no queriendo Statt ningún vicío es ta ventaja del itlor y del valer. Pretendía la Gula, por primera pasión del hombre, que eoinienza a triunfar desde la euna. La l^scivia llevábalo por va-Hente, jactándose de k más poderosa pasión, refiríendo sus \Hctorias, j favorccíank muclios. La Codicia alcgaba ser la raíz de todos los males. La Soberbia hlasonaba su noblesa, haciéndose oriunda del delo 181 y ser d vicio más de hombres, cuando los más son de bestias. La Íra lo tomaba fuertemente. De esta suerte pdeaban entre sí y todo paraba en coníusión. 'ľomó la mano la Malida y hízoles una pesada-inente gtave arenga: encargóles sobre todo la uníón, aquel ir enca-'denados todos y, tocando el punto de la diücuitad, les dijo: ■—Esa bizarría del embestir, sabida cosa es que toca a mi hija I ptíniogc'niia, la Mcntira. ŕQuién dudó jamás cn eso? Ella es la auto-ti dc toda maldad, fuente de todo vicio, madre del peeado, atpía I que todo lo inficiona, fitón que todo lo anda, hidra de muchas cabc-«s, Protco de muebas formas, ccntíniano que a todas manos pelea, Caco que a todos desmiente, progenitora al fin del Engaňo, aquď po-deroso tev que abarca todo d mundo entre engafiadores y cngafia-dos, unos de ignorancia y otras de malida. La Mentira, pues, con el Engaiio embistan la ineauta candidez del faombrc cuando mozo y cuando niňo, valiéndosc de sus invenciones, ardides, estratagemas, asc-lOianias, trazas, ficciones, emhustcs, cnredos, embdccos, dolos, ma-'sfas, ilusiones, trampas, fraudes, falacias y todo gčnero de italiano r; que de cstc modo, entrando Um demás vicios por su orden, *" duda que tarde o temprano, a la mocedad o a la vejez, sc conse-lft«írá la deseada vitoria. I Cuúnta verdad sca csta, confírmelo lo que les sucedió a Critilo y [•"ldrejiio a poco rato que se habían despedido del ssu;a7 Onifín. El cJia|, habiéndolos sacado de aquel coníuso Babel, rcgistro de todo ™ mundo, y Lntroducídolos cn el Camino más dercebo, volviósc a .^'inar otros; y clíos pasaron adelante cn el peregrino viajc dc su Por ser el peeado d c Satanaa. en el eiclo.