es ton nez lä-dedans! U pas á ta maison en .. et ne me laisses-tu srl. i, moi aussi je veux jremier.... plus que sorciere!. cheveux. discussion, Bixu se oubliaient, et conti- hauteurs. Quand il o balai de la sorcie- on l'esquivant, lais-6e et de feu. se trouva avec un de ses yeux. II con-3 haut, et, plus en-ou, une jambe, un I sage d'un homme jn Gentil. Avec une nda a Bixu de tou- H malheureux qui ) fols-ci il s'arreta. un géant, ensuite ut sur la pente, les n<>. El Gentil empezö a quejarse a gritos para Intentar que se fueran. Estaba muy nervio-'.(). Bixu se sentia aün mäs pequeno de lo que |ra en realidad. Los tres gigantes discutian lin edtenderse demasiado. Se miraban unos 1 otros enconträndose parecidos jpero tan afferentes ! y gritaban... Por lo visto, todos deben querer la piedra ■Ii dijo Bixu, y sin hacerse notar se deslizö intre sus piernas y notö que todos las tenian mojadas. "Que raro... quizä sea una pista" P§nsö. Y siguiö subiendo dejändoles aträs entre potentes grufiidos. Pero no iba a Uegar muy lejos. Estaba can-lido de encontrarse con unos y con otros. lOr ello, cuando vio a la bella joven sentada tn una roca, ni siquiera la mirö, por si aca-10, m Pero ella le cantö y tan dulce que, en flontra de su voluntad, Bixu volviö sobre sus ilios. .; < |Hola!