TEORÍAS LITERARIAS DEL SIGLO XX * Capííulo XII INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA CONTEMPORÁNEA DE LA LITERATURA Por tcoría contemporánea de la literatura debe entenderse !o más destacable que en el pasado siglo se ha pensado sobre la literatura. Inmediatamente hay que observar que teoría se resuelve en teorías de la literatura, pues lo que se ha pensado sobre el arte de la palabra no se reduce a un sistenia homogéneo, y, aun si pudiera aislarse un grupo de problemas cuyo planteamiento y discusión han estado vigentes en (odo el siglo XX, mucho más difícil resultaría la identification de una respuesía única a los mismos. Si por contemporáneo entendemos lo que es active en nuestro presente, no cabe duda de que lo que es active hoy todavía es todo lo que se ha produeido en el contexto de las principales escuelas de teoría literaria del siglo pasado, de"sde la estilfstica y el formalisme ruso a las ultimas manifestaciones postestructuralistas. Otra dificultad es la de poder trazar una frontera entre lo que de todo lo que se ha cscrito sobre la literatura -y que en su calidad de reflexion sobre el hecho artistico tiene ya un ingrediente teórico- debe entrar en el grupo de lo que hoy considéramos teorías de la literatura y lo que debe quedar fuera. Un ejemplo: ipor que estudiamos como teoría de la literatura del siglo XX la obra de Dámaso Alonso Poesía espaňola, y no es fre-cuente, sin embargo, incluir en tal grupo de trabajos la abundantísinia producción teó-rica de muchos escritores sobre su quehacer o sobre el arte de la palabra en general? Es decir, el pensamiento de Jorge Guillen o de Pedro Salinas sobre la literatura sucle ser atendido en los simposios o eongresos sobre su obra; más raramente en un manual de teoría de la literatura. Influye, por una parte, el predominio del carácter teórico sobre el critico, es decir, el de reflexion sobre los problemas generates -aunque tales consi-deraeiones se hagan a propósito de un autor o una obra concretes- por encima del analisis y valoración de obras concretas. Pero, por otra parte, influye también, y de forma decisiva, la presencia en la inštitúciou de la teoría literaria tal como puede estar repre -sentada en manuales, en presentaciones de lipo histórieo o como referencia bibliográfica de trabajos que se apoyan en las teorías de tales escuelas o autores como soportes teóri-cos en la solución de los problemas. f Hacia un canon de teoría literaria El repaso de algunas de estas presentaciones generales de las tendencias del siglo XX en teoría literaria, y el análisis. aunque sea por encima, de su contenido, ayudará a establecer el conjunto de escuelas y problemas que concreten lo que es la teoría contemporánea de la literatura, es decir, lo que hoy entendemos por tal, porque lo vemos como algo activo ahn. El analisis detallado de este proceso de institucionali-zación podria y debería ser objeto de un estudio mucho más extenso que las líneas que aquí se van a trazar. 186 José Domínguez Caparrós Una presentación sistemática tendría que diferenciar, en apartados distintos -como lo háce la Encyclopedia of Contemporary Literáty Theory, 1993, coordinada por Irena R. Makaryk-, entre escuelas o tendencies, figuras o antares, y conceptos o términos. Otra presentación general de la teória literaria, la editada por Michael Graden y Martin Kreiswirth en la Johns Hopkins University, 1994, con el título de Guide to Literaiy Theory and Criticism, trata, aunque no en secciones separadas, de escuelas a tendencias (por ejemplo, semiótica, estilística, escuela de Frankfurt) e história de la teória literaria de cada pais, junto a las figuras individuelles de la teória de todas las épo-cas (Aristoteles o Barthes, por ejemplo). A la hora de hacer la description de lo que es la teória literaria en el siglo XX, pue-den adoptarse, pues, puntos de partida distintos: uno podría ser el estrictamente cro-nológico, y hacer una história a la usanza tradicional en la que entraran los autores impor-tantes, con sus obras más significativas y un resumen del contenido de las mismas; otro podría ser cl arrrancar de una serie constituida por los problemas que se piensa que son los que definen la teória literaria y ver que dice cada corriente critica al respecto; otro podría ser el trazar la história de la teória literaria por parses, pero esto tiene el incon-veniente grave de prescindir del carácter internacionál de la teória literaria; por ultimo, se puede partir de las escuelas históricamente bien definidas, y de actitudes globales ante la literatura tradicionalmente diferenciadas de manera neta, y exponer al mismo tiempo sus posäciones y la forma de ver las cuestiones más importaníes que la teória se ha plan-teado en relación con la literatura (por ejemplo, las que tienen que ver con la lengua y los géneros literarios, o con las relaciones de la literatura con las demás artes), Como el objeto que nos proponemos estudiar son las escuelas y tendencias. veamos qué nos dicen a ešte propósito alsunas de las presentaciones generales de teória literaria del siglo XX. Por lo que se refiere a épocas más próximas a nosotros, hay la dificultad de la falta de perspectiva. En un artículo de R. Wellek titulado/A Map of Contemporary Criticism in Europe, escrito en 1969, en el que trata de dibujar un mapa de la critica contemporá-nea en Europa, tenemos el complemento de lo que iba a ser el quinto volumen de la monumental história de la critica moderna entre 1750 y 1950. Decimos que "iba a ser" porque ya se ha publicado el VIII volumen de tal história. Ľl V trata de la critica inglesa nadá más, y el VI de la americana entre 1900 y 1950. EL VII trata la critica rusa, alemana y del este europeo entre 1900 y 1950; y el VIII, de la francesa, italiana y espaňola del mismo periodo. Micntras que en esa época ya podia hacer una lista de los más grandes eríticos de las primeras décadas del siglo XX en distintos países -para Espaíia da R. Wellek solamente el nombre de José Ortega y Gasset-, no era igualmente posible establecer un panorama de la critica etiropea del momento sin muchas incertidumbres. Aunque R. Wellek se centra exclu-sivamente en la critica, el mismo estado de inseguridad es apreciable cuando se intenta limitar lo que a principios del siglo XXI debe considerarse activo en la teória literaria. Lógicamente, a medida que nos alejamos en el pasado el tiempo ayuda de forma implacable a establecer quiénes han influido en la Constitution del pensamiento teórico sobre la literatura en el pasado siglo. Panoramas de teória literaria Uno de los más tempranos panoramas de la teória literaria del siglo XX es el que en 1974, con el título de Estilística, poética y semiótica literaria, trazó la profesora Alicia Teoría de la literatúra 187 Yllera referido a las tendencias más formalistas de la teória literaria hasta el principio de los aňos 70. Allí se encuentra un buen tratamiento de la estilistica y sus principales tendencias en el siglo XX; un agrupamiento, bajo el epigrafe general de poetka, de forma-lismos tan clásicos coirio el ruso de los aňos 20, el checo de los 30, el americano de los aňos 40 y 50 conocido como New Criticism, y el ŕrancés de la Nouveíle Critique de los aňos 60, sin olvidar -y esto conviene ser destacado de forma especial- la referencia al postformalismo ruso de M. Bajtin. La tercera parte está consagrada a la semiótica, con sus diferentes tendencias, y es una presentación especialmente útil si no olvidamos la relevancia que las concepciones pragmáticas tienen en la actual teoría literaria. Si tene-mos en cuenta que no falta un lugar para sociocrífica y psicocrítica como apéndices, comprenderemos la voluntad de la autora en el sentido de trazar un panorama bastante amplio de la teoría literaria hasta la fecha. Trabajo clásico en la história de la teoría literaria de ešte siglo es el que publican en 1977 D. W. Fokkema y Eirud Ibsch con el título de Teorías de la literatura del siglo XX. En el subtítulo, la teoría literaria contemporánea se conereta en: estructuralismo, marxismo, estéíica de la recepción y semiótica. Como estnteturalistas son considera-dos y estudiados el formalism« ruso, la escuela cle Praga, los Ultimos desarrollos de la semiótica rusa y cl estructuralismo ŕrancés de los aňos 60. La gran novedad es la presentación de la estética de la recepción alemana, nacida a final de los 60 y de especial relevancia en el conjunto de los desarrollos postestructuralistas de la teoría literaria. La semiótica constituye, para los autores, la via por la que podría progresar a finales de los 70 la teoría literaria, junto a las prometedoras investigaciones que se centran en la recepción. Notemos la ausencia de la estilistica, el New Criticism o la psicocrítica, como movimientos bien caracterizados. El New Criticism, sin embargo, cuenta con un epigrafe especial en otro trabajo de conjunto de estos mismos autores sobre la teoría literaria del siglo XX (Ibsch y Fokkema, 1981). Un manual de gran éxito en el mundo anglosajón -a juzgar por el numero de reim-presiones- es el coordinado por Ann Jefferson y David Robey, donde cada capitulo está redactado por un specialista. Apareció en 1982 con el título de Modern Literary Theory, y en 1986 se hiz na segunda edition, que es la que comentamos. Pucs bien, la moderna teoría literaria di título, teniendo en cuenta el contenido del libro, es: el formuli's-mo ruso, los acercamjentos que parten de la lingiiística (estructuralismo checo, poética linguistic« de R. Jakobson y estilistica -pero solamente la de L. Spitzer y la estructural; no hay referencia alguna a Croce, Ch. Bally o K. Vossler, por ejemplo-), New Criticism angloa-mericano, estructuralismo y postestructuralismo (referidos a la teoría francesa de los aňos 60 y 70, incluyendo la deconstrucción de Jacques Derrida), estética de la recepción (pero en el contexto de la hennenéutica o teoría de la interpretation), erítka psicoanalíti-ca, marxista y feminista. Quizá lo más llamativo, por acercarse a los desarrollos más recientes de la teoría literaria, sea el capitulo especial consagrado a la erítica feminista, y el lugar importante de la hermeriéiitica en el capitulo titulado "lectura e interpretación". La organizáciou que hacc de la bibliografia por movimientos Terry Eagleton en su obra de 1983, Una introduction a la teoría literaria. es reflejo de un canon de la teoría literaria muy proximo al del panorama coordinado por A. Jefferson y D. Robey. Los apartados son: formal'istno ruso, erítica inglesa, mieva erítica norteamericana, fenomenologie! y hennenéutica. teoría cle la recepciou, estructuralismo y semiótica, postestructuralismo, psicoanálisis, feminisme, marxismo. Aparte de la insistencia en la hennenéutica y la fenomenología en relación con la teoría de la recepción. es de des-tacar la inclusion de los postulados barthesianos dentro del postestructuralismo, junto a la deconstroecíôn. 188 José Domínguez Caparrós De 1985 es el breve panorama trazado por Raman Seiden en La teória literaria con-temporánea. Encontramos de nuevo los conocidos movimientos:/o/wa/ismo ruso, Bajtin y el estructuralismo checo (Mukarovsky); teorias marxistas; estructuralismo francés; postestructuraUsmo (Barthes y la deconstrucción); teória de la recepciou. Es intere-sante comparar con ésta la segunda edición, de 1989 y no traducida al espanol, donde tenemos como novedades, muy sintomáticas de los cambios Ultimos en la teória literaria, la inclusion de un epigrafe sobre el nuevo historicismo influido por Foucault dentro de las teorias postestructuralistas, y un capitulo entero sobre la crítica feminista. En 1993, después de la muerte de Raman Seiden, ha aparecido la tercera edición. revisada por Peter Widdowson, y entre las novedades más destacadas hay que seňalar la inclusion de un capitulo sobre el New Criticism y F. R. Leavis -figura de la crítica inglesa anterior al estructuralismo-, otro sobre la crítica postmodernista y postcolonialista, y la revision profunda del capitulo sobre la crítica feminista. La presentation de la teória literaria moderna que hacen en 1989 Philip Rice y Patricia Waugh -en un trabajo cle tipo tan clásico en el mundo anglosajón como es la antológia de estudios representativos sobre un tema (reading)- confirma lo que ya va siendo imprescindible en la teória literaria: formalismo ruso, estructuralismo, marxismo, teória del lector, feminismo; el postestructuraUsmo, que ocupa la mitad del volumen, se centra en temas como los de sujeto, lenguaje y textualidad -donde entra la deconstrucción-, y discurso y sociedad. A todo lo anterior se pueden anadir las escuelas y orientaciones que recoge Irena R. Makaryk, en su mencionado trabajo, donde no falta ninguna de las mencionadas salvo la estilistica. Tampoco entre los autores están Ch. Bally, K. Vossler, L. Spitzer o D. Alonso; únicamente, B. Croce. Y en la lista de términos ni siquiera aparece el de "estilistica". Como vemos, la lista de teorias literarias cambia en los distintos panoramas. Si hav cier-tamente algunas constantes, como puede verse de forma gráfica en el siguiente esquema: La correspondencia de las abreviaturas del cuadro es la siguiente: Y74 = A. Yilera (1974): F77 = Fokkema e Ibsch (1977): J86 = Jefferson y Robey (1986); S85 = Seiden (1985); R89 = Rice y Waugh (1989). El signo + indica que está representado el movi-miento correspondente; y el signo - , que no lo está. Y74 F77 J86 S85 R89 Formalismo ruso + + + + + Escuela de Praga. Estr. checo + + + + - Estilistica + - + - - "New Criticism" + - + 1993 - Formalismo, estr. francés + + + + + Semiótica + + - - - Marxismo. Sociocrítica + + + + + Psicocrítica. Psicoanálisis + - + - - Lector. Reception. Hermenéutica - + + + + Crítica feminista - - + 1989 + Postestr. Deconstrucción - - + + + TEÓRIA DE LA LITERÄJ'URA 189 Notese la prácticamente nuía presencia de la estilística en los panoramas produ-cidos en el mundo anglosajón, sobre todo las tradicionales crítica idealista y estilística de la lengua. Obsérvese igualmente -sin olvidar todas las precauciones de lo escaso del muestreo- cómo el cuadro dibuja claramente unas tendencias de la teória literaria que coinciden con lo que el estudioso considera importante. Resumiendo, podemos decir que: 1) es constante la aíención al formalisnio en sus distintas manifestaciones (ruso, checo o francés); 2) siempre hay un lugar para la consideración de la literatura en su relación con la sociedad y la história (marxismo, sociocritica, nuevo marxismo); 3) desde finales de los afios 70 se impone la atención a los problemas de la interpretáciou y recepciou del texto; 4) se generalize en los aňos 80 la consideración de las cuestiones que plantea la deconstrucción. Temas del postestructiiralismo Todavía podemos decir algo más del postestructiiralismo, sobre todo en los Estados Unidos de America, que es donde más vivas están estas cuestiones. Una buena lista de las orientaciones que interesan en la teória literaria norteame-ricana a finales de los aňos 80, se puede hacer con las aportaciones de distintos espe-cialistas recogidas en 1989 por G. Douglas Átkins y Laura Morrow con el třtulo de Contemporary Literary Theory. La relación incluye el formalisnio del New Criticism, la crítica arquetípica, estriictiiralismo y semiática, crítica orientácia al lector, crítica influi-da por lafenomenología, hermenčutica, deconstrucción, psicoanálisis, crítica feminista, crítica politico, crítica dialógica, crítica genealógica (de Foucault). La muestra no puede ser más'significativa de las preocupaciones de la teória literaria posíestructuraiista, de la variada combinación de ideas procedentes de distintos campos (filosofía, sociológia, lingiiística, psicología o polílica) que tienen un lugar en la forma de comprender hoy la literatura, y de la nccesaria colaboración entre ellas. Peter Collier y Helga Geyer-Ryan serial an (en la introducción a su recopilación de colaboraciones de distintos especialistas que tratan de las tendencias vivas en el postes-tructuralismo) cómo coiaboran formalisnio y teória de la recepciou, psicoanálisis y feministno, y cómo el marxismo tiene que prescindir de modelos decimonónicos. El resul-tado, para los autores de la recopilación, es que loda posicíón es insegura (Collier y Geyer-Ryan, eds., 1990: 8). En esta misma línea, recuérdese la inclusion del capítulo sobre posmodernismo y poscolonialismo en la tercera edición del panorama de R. Seiden revisada por Peter Widdowson (1993). Pero quienes aŕioren las seguridades de los dogmas pueden compensar su melanco-lía con la manifestáciou de tan variados puntos de vista, que no tienen por qué ser desechados por debiles; al contrario, tienen la fuerza de la rica diversidad de aspec-tos que descubren en la obra literaria, y de la conjunción de distintas disciplinas en una actividad claramente humanista. Propuesta de organizáciou En la teória literaria del siglo XX, vista en sus tendencias, pueden establecerse, desde nueslro punto de vista, cuatro apartados: 190 José Domíngubz Capakrós El primer grupo comprende las escuelas que se earacterizan por su estudio inma-nente de la literatura y cubren el vacio dejado por la poética clásica y clasicista, des-pue's de la crisis del siglo XIX. Aquí entrarían: elformalismo y los desarrollos posteriores de la teória literaria rusa (M. Bajtin, semiótica); la Escuela de Praga, heredera del formalismo ruso; el formalismo angloamericano del New Criticism; la Nouvelle Critique francesa. El segundo grupo comprende corrientes que preconizan acercamientos inmanentes, pero su punto de partida, en la comprensión de la literatura, es el análisis de la lengua literaria. Las diferentes corrientes estiiísticas forman el grueso de estas orientaciones. En el tercer grupo se mtegran las corrientes que van más allá del texto, normal-mente por la relativización de su valor como objeto autónomo de estudio con la intro-ducción de una consideración más atenta del lector, o de los demás factores de la comunicación literaria. La estética de la recepción o la pragmática ejemplifican esta consideración de la literatura. El ultimo grupo incluiría las corrientes de crítica que se earacterizan por la aplica-ción de una teória exterior (psicología, sociológia, o feminismo) al estudio de la literatura. Está ya admitido que la história de la teória literaria se interese por Ya p sic o crítica y por la socioerítica o la sociológia de la literatura. [Nosotros hemos tratado de estas corrientes a la hora de definir la literatura en la primera parte.] Últimamente. la teória feminista tiene un lugar definido en el estudio de la literatura. Y lo mismo oeurre con la crítica cultural en el ámbito anglosajón. Característica de ešte cuarto grupo es que se busca una explicación, una interpretación fuera del texto, en una teória (sociológica, psicológica o política) que dota al texto tle un sentido preciso. Por eso resulta apro-piado el nombre de hermenéutica para esta actitud ante la obra literaria. SELECCIÓN BIBLIOGRÁF1CA [La siguiente selección recoge títulos de importantes manuales y presenlaciones históricas dc la teoría literaria del siglo XX. Puede servir, pues, como BIBLIOGRAFÍA FUNDAMENTAL.] AGUIAR E SILVA, Vítor Manuel de: 1972 Teoría de la literatura, trad. Valentín Garcia Yebra, Madrid. Gredos. — 1986 Teoría da Literatura, volume I, Coimbra, Almedina. 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Deck que se revitaliza el estudio de la forma literaria supone afirmar que tal enfoque no era el dominante en la crítica y la teória literarias rusas del momenta En efecto, la crítica literaria rusa del siglo XIX manifiesla una preocupación por el aspecto politico-social de la literatura. Representan bien esta forma de crítica Vissarion Bielinski (1811-1848) y sus scguidores: Nikolai Chernishevski (1828-1889), Nikolai Dobrolyubov (1836-1861) y Dimitri Pisarev (1840-1868). En los dos volúmenes editados por Jose Vallcs Calatrava y Marina Davidenko (2000) pueden leersc textos de estos autores traducidos al caslcllano. Para encontrar un interes por los aspectos formales de la literatura en el siglo XIX, hay que acudir a los trabajos del comparatista Alexander Veselovski (1838-1906) y del lingiiista Alexander Potebnia (1836-1891). Para una information más amplia sobre estos autores, vtíase René Wellek (1955-1992, III: 323-354; IV: 308-344, 360-363), y Victor Erlich (1974: 36-44). La teória de Potebnia sobre el lenguaje poe'tico sera comentada por los formalistas; algunos conceptos de Veselovski, como el de motivo, serán tenidos en cuenta tambie'n por los formalistas en su teória de la narration. En un contexto más proximo al formalismo ruso, no se puede entender este movi-miento sin una referencia al simbolismo, que supuso una renovation del interes por el estudio de la técnica del verso, y al futurismo.''Este, como movimiento de vanguardia, parece ilustrar en la creation literaria alguna de las tesis más Uamativas del formalismo: la primacia de la palabra autosuficiente en su forma íonica, gráfica o semántica. Tzvetan Todorov (1968) ha sintetizado las tesis que comparten futuristas y formalistas, y que explican la vigencia y el interes del formalismo en los movimientos estructuralistas de los aňos 60. Junto a la primacia del lenguaje en su forma, men-ciona Todorov: la ausencia del sujeto como objeti vo de interes, la confluencia de poe-sfay teória (los futuristas -Maiakovski, por ejemplo- intervienen en las actividades del Círculo Lingiiístico de Moscu), y de revolution poética y revolution política. Puede leerse la traduction francesa de algunos textos del futurista Velimir Khlebnikov 196 José Domínguez Caparrós (1970), entre los que hay textos de creación y fragmentos teóricos, como sobre el Ien-guaje transracional (II, 247-249) o sobre el verso (II, 241-242). El estudio más extenso sobre las relaciones de formalismo y futurismo es el de Krystyna Pomorska (1968), y también se encontrarán comentarios acerca de las relaciones entre formalismo y vanguardia en Ignazio Ambrogio (1973). Sobre el futurismo ruso véase Agnes Sola (1989). Vietor Erlich (1974: 68) seňala también la seme-janza de tono entre formalistas y futuristas. Trabajos asequibles del Jakobson de la época formalista que pueden servir de ejemplo del interes por el futurismo son: La nueva poesía rusa, 1921, y Futurismo, 1919 (véase Jakobson, 1973: 11-30). El mismo Jakobson, en un eserito de su ultima época sobre el Círculo de Moscú (1981: 281), ha destacado la participación de los poetas futuristas en las actividades del grupo. La erítica académica, la ensefianza de la literatura en la universidad, sigue uti-lizando las teorías de Potebnia y Veselovski, pero desprovistas de su fuerza feeundante. Veamos tres textos de otros tantos autores que explican perfectamente la actitud del formalismo respecto a la investigación literaria de su época. El primero de ellos es de Boris Eichenbaum: "En el momenta de la aparición de los formalistas, la ciencia académica, que ignoraba completamente los problemas teóricos y que utilizaba sin rigor los envejecidos axiomas prestados de la estética, la psicología y la história, liabía perdido la sensation de su objeto de estudio kasta tal punto que inclu-so su existencia se había hecho Umoria. [...] La herencia teórica de Potebnia y de Veselovski, conservada por sus discípulos, era como un capital inmovili-zado, como un tesoro que se privaba de su valor al no atreverse a tocarlo. La autoridad v la influencia ya no pertenecían a la ciencia académica, sino a los trabajos de los eríticos y teóricos del simbolismo" (TL, 35). De ahora en adelante se emplean las abreviaturas TL y QP para remilir a Todorov, T. (1965, ed.), y Jakobson, R. (1973), respectivamente. Los textos citados de estos dos libros son traducidos del francés por el autor del presente trabajo. El segundo texto es de V. Sklovski y se refiere tambie'n al ambiente reinante en la universidad cuando se funda el grupo de los formalistas de San Petersburgo: "La universidad en la que estudiábamos entonces no se ocupaba de la teória de la literatura. Alexander Veselovski había muerto hada liempo. Sus alumnos ya teniem los cabellos grises y no sabían qué hacer ni qué eseribir. Las inmensas investigaciones de Veselovski, su vasta comprensión del arte, la coordination de los hechos de acuerdo con su papel funcional, su importan-cia artistica, y no solamente su vinculo causal, no habian sido entenclidas por sus discípulos. La teória de Potebnia, que consideraba la imagen como un predicado cambiable que acompafia a un sujeto constants, teória que se redu-cia a decir que el arte es un método para la formáciou del pensamiento. un método para facilitar el pensar, cpte las imageries son anillos de union de varias claves, esta teória ya era caduca" (1972: 101). Por ultimo, el texto siguiente, de Roman Jakobson en su trabajo sobre la nueva poesía rusa (1921) -segunda version de su estudio sobre el poeta futurista Khlebnikov (1919)-, enuncia perfectamente el punto de partida del formalismo, y la gran diferencia que hay entre su forma de investigar y la de la tradicional história de la literatura: Teória de la literatura 197 "Asi, el objeto de la ciencia de la literatura no es la literatura sino la lite-rariedad, es decir, lo que háce de una obra concreto una obra literaria. Sin embargo, hasta ahora, los historiadores de la literatura se parecían más bien a aquella policía que, proponiéndose arrestar a alguien, cogiera totalmente al azar todo lo que encontrara en la casa, asi como las personas que pasaran por la calle. De la misma forma, los historiadores de la literatura se Servian de todo: vida personal, psicología, politico, filosofía. En lugar de una ciencia de la literatura, se creaba un conglomerado cle investigaciones artesanales, como si se olvidara que estos objetos pertenecen a las ciencias correspon-dientes: la história de la filosofía, la história de la cultura, la psicología, etc., y que estas ultimas paeden perfectamente utilizar los monumentos literarios como documentos defectuosos, de segundo ordert. Si los estudios literarios quieren convertirse en ciencia, deben reconocer el procedimiento como su "personaje" único. Después la cue•stión fundamental es la de la aplicación, la justification del procedimiento" (QP, 15). El formalismo nace como un movimiento de reacción al ambiente imperante en los estudios literarios, y como continuador de una tradición que se interesa sobre todo por los aspectos formales, por el procedimiento. Pero veamos algunos detalles de la história externa de la escuela formalista. Desde su primera edición, en 1955, el libro de Vietor Ľiiich, El formalismo ruso, es la fuente clásica para la história de esta escuela. Excepto cuando se da una referencia distinta, los datos del resumen histórico que se presenta a continuación están tornados de dieho trabajo, que fue traducido en 1974 al espaňol. II. NACIMIENTO DEL FORMALISMO RUSO En 1915 un grupo de estudiantes universitarios funda el Círculo Lingiiístico de Moscú; y en 1916, un conjunto de filólogos e historiadores de la literatura erean, en San Petersburgo, la Sociedad para el Estudio de la Lengua Poética, conocida como Opojaz.. Característica común de todos los fundadores es su juventud y su afán por abrir caminos nucvos en el estudio de la lengua y la literatura. 1. El "Círculo Lingiiístico de Moscú" El Círculo Lingiiístico de Moscú desarroha su actividad entre 1915 y 1920, ano en que Roman Jakobson (1896-1982). su principal animador, se establece en Praga. Los estudios consagrados a la lengua poética van ocupando un lugar cada vez mayor hasta ser claramente dominantes entre los leídos en el curso 1918-1919: estudios de métrica de Boris Tomachevski (1890-1957) [sobre B. Tomachevski, véase R. Wellek (1991: 347)], o el de Roman Jakobson sobre La lengua poética de Khlebnikov. Trabajo éste que, en su publication ampliada dos aňos más tarde, en 1921, con el título de La nueva poesía rusá, constituye un buen lugar dontle encontrar enunciadas las tesis más carac-terísticas del primer formalismo. Fragmentes de ešte estudio traducidos al francés son asequibles en la recopilación de trabajos de R. Jakobson hecha por Todorov (QP, 11 -24). Allí puede leerse. por ejem-plo: "La forma existe en tanto en cuanto nos es difícil percihirla, en tanto en cuanto 198 José Domínguez Caparrós sentimos la rezistencia de la materia, en tanto en cuanto dudamos" (QP, 11). O una observation del carácter estético general de ia poesía como la siguiente: Si la pintura es una conformation del material visual con valor autonoma, si la tmisica es la conformation del material sonoro con valor autónomo, y la coreografía, del material ges-tual con valor autónomo, entonces la poesía es la conformation de la palabra con valor autónomo, de la palabra 'autonoma', como dice Khlebnikov" (QP, 15). Obs6rve.se la concordancia explicita de las tesis formalistas y futuristas respecto a la lengua poética. En su colaboración al homenaje a Eugenio Coseriu, Roman Jakobson hace una precisa y sucinta reseňa de las actividades del grupo de Moscú, que él consi-dera liquidado en 1924 "por factores en parte externos y en parte interims" (1981: 282). Es también muy interesante el esquema de la história de los distintos círculos lim giiísticos del siglo XX que traza Jakobson a propósito del comentario del Círculo de Moscú, escrito que reelabora un poco más tarde (Jakobson, 1971). En sus conversa-ciones con Krystina Pomorska, Jakobson da cuenta también de sus investigaciones de la etapa formalista (Jakobson, 1980). Interesantísimas son las respuestas de una entre-vistarealizada a Jakobson en 1972, nunca »nitida, que Todorov editaen 1984. La parte pubiicada, un tercio del total, se rel'iere a los aňos que van desde su nacimiento (1896) hasta 1920 (Jakobson, 1984). 2. OPOJAZ: "Sociedad para el Estudio de la Lengua Poética" El grupo de Opojaz es más heterogéneo, pues a los profesionales de la lengua se unen teóricos de la literatura como Victor Sklovski (1893-1984) o Boris Eächenbaum (1886-1959). Además, el carácter de B. Eichenbaum, quien se adhiere al movimiento peters-burgués al poco de su fundación, es mucho menos impulsivo y revolucionario en sus ideas sobre el arte que el de V. Sklovski. Este es visto asi por V. Erlich (1974: 95): "Brillante, exuberante, versátil, oscikmdo entre la teorización literaria v el panfletismo, entre la filológia y las artes visuelles, este enfant terrible del formalismo niso se sentia más a gusto entre el rttido de los cafes literarios que en la placidez de la tranquila atmosféra de las aulas de la universidad". Sobrc V. Sklovski y B. Eichenbaum, véase R. Wellek (1991: 327-339). Osip Brik (1888-1945) acogía en su casa de San Pelersburgo las reuniones de los formalistas, y su aporte al movimiento se hizo más a trave's de la conversación que de la eseritura. Seňala Vietor Erlich tres etapas en la história del formalismo ruso: 1916-1920, e'poca de enfrentamiento y polémica; 1921-1926, aňos de desarrollo turbulento; y 1926-1930, momento de la crisis y desbandada. Emil Volek (1992: 117), por su parte. propone una periodización un tanto diferente de la história del formalismo: 1914-1921, formalismo temprano; 1922-1925, primer postformalismo; 1926-1929, nuevos rumbos y forzada disolución. III. PRIMER A ETAPA FORMALISTA: 1916-1920 Es el momento de enunciar de forma más tajante las tesis que pudieran dejar clara una posición nueva respecto a la ciencia literaria del momento, como B. Eichenbaum deja ver en las siguientes palabras: Teoría de la literatura 199 "La história nos pedía im verdadero patos revolucionario, tesis categóri-cas, una irónia implacable, un rechazo audaz de todo espíritu de conciliación. Lo que importaba en nuestra lucha era opaner los principios estéticos subje-tivos que inspiraban a los simbolistas en sus obras teóricas a la exigencia de una actitud científica y objetiva en relación con los hechos" (TL, 36). Los principals documentos de esta etapa formalista son las tres colecciones de artículos publicadas por el grupo de San Petersburgo con e] título de Estudios sobre la teoría del lenguaje poético (1916, y 1917, ampliada) y Poética (1919); y el trabajo ya citado de Jakobson La nueva poesía rusa (1921). En Poética se encuentra el trabajo sobre la prosa de ficción de Boris Eichenbaum Cómo está hecho "El abrigo" de Gogol; y un artículo de V. Sklovski, escrito en 1917, que puede considerarse como el manifiesto de la estética formalista, El arte como procedimiento, partiendo de una crí-tica de las ideas de Potebnia sobre la lengua poética. Fragmentes del trabajo de Eichenbaum pueden leerse en francés en TL (212-233). Sobre la novedad del análisis de Eichenbaum respecto de la forma en que la erítica rusa anterior entendía el relate de Gogol, véase S. Wahnón Bensusan (1992). El artículo de V. Sklovski está traducido al espaňol en Tynianov, Eikhenbaum. Shklovski (1973: 85-113), y al francés en TL (76-97). En contra de lo que pensaba Potebnia, explica Sklovski que la imagen poética no hace más asequible la realidad, sino todo lo contrario: ext mňa el objeto a que se refie-re. La imagen poética trala de reforzar la impresiou, y es un medio más del arte, pues la finalidad de ešte es "[...] dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimien-to; el procedimiento del arte es el procedimiento de singularización de los objetos y el procedimiento que consiste en oseurecer la forma, en alimentär la dificultad y la duración de la percepciou. El acto de percepciou en arte es un fin en si y debe ser prolongado; el arte es un medio de experimental- la manifestáciou del objeto, lo que ya está "manifestado" no importa para el arte" (TL, 83). Hecho importante en esta época de expansion del formalismo es la fundación, en 1920, del "Departamento de História de la Literatura" en el Instituto Estatal de História del Arte de Petrogrado. Lo preside V. Zirmunski (1891-1971), uno de los más conoci-dos simpatizantes del formalismo, y junto a los ya mencionados B. Eichenbaum, V. Sklovski y B. Tomachevski, parlicipan otros destacados formalistas como luri Tinianov ' (1894-1943) o Victor Vinogradov (1895-1969). Mientras que la Sociedad para el Estudio de la Lengua Poética representa el formalismo militante, el Instituto aglutina las labores de investigación, que se publican en una serie titulada Prohlemas de poética. La revista Littérature (Paris. Larousse) publica en el n° 95, de octubre de 1994. una serie de artículos sobre Tinianov en el centenario de sii nacimiento. Alii se encon-trarán datos sobre su vida -se traducen textos sobre la vida de Tinianov de su cuňado Veniamin Kaverin- v comenlarios a su obra. Sobre la figura de I. Tinianov. véase tam-bién R. Wellek (1991: 339-347). - 200 Jose Domi'nguf.z Caparrós IV ÉPOCA DE DESARROLLO: 1921-1926 1. Ampliation de temas La necesidad quizá de marcar con fuerza la nueva orientación llevó a que en la primera etapa se destacaran los aspectos relacionados con el significante poético, con la "autonómia" de la forma literaria, basándose especialmente en la eufónia poética. Ahora el análisis de la poesřa se extiende a consideraciones que tienen en cuenta también la sintaxis y la semántica poéticas. Los estudios de métrica de Osip Brik y de Boris Tomachevski, por ejemplo, muestran esta expansion del campo de estudio de la lengua poética. 2. Interes por la história literaria Otra novedad en las preocupaciones formalistas es su interes por la história literaria. Lo que está debajo de ešte interes es una consideración más amplia de la obra artistka: ya no se trata de una "suma de procedimientos", sino de un "sistema" en el que cada procedimiento tiene una función. Claramente lo dice I. Tinianov: "La unidad de la obra no consiste en una entidad cerrada y simétrica, sino en una integridad ďmámica con desarrollo propio. Entre sus elementos no media el signo estático de adición e igualdad, sino que siempre aparece el signo dinámico de la correlación y la integráciou" (1924: 13). Este tcxto pucde leerse también en francés en TL (117). Más adelante se refiere Tinianov a la implicación histórica del principio constructive de la obra. Véase en V. Erlich (1974: 129-132) una reláciou de trabajos formalistas dedieados a la história literaria rasa en el periodo 1922-1926; y en B. Eichenbaum (TL, 67) una explicación de la necesidad de acudir a una consideración de la história literaria en si, para oponerse a la história académica de la literatura, y de acudir también a una consideración de la inestabilidad de las formas literarias, para oponerse a la erítica periodística. 3. Diversidad de intereses No debe pensarse que el formalismo era monolítico en su manera de pensar. Antes bien, hay posturas distinías respecto a la relation de literatura y lingiiística, más estrechas para los de Moscú que para los de San Petersburgo, o sobre la exigencia de un rigor metodológico extremo ťrente a un pluralismo como el que gusta a V. Zirmunski, por ejemplo. Esta época de desarrollo y consolidation produce también síntesis tan valiosas como la de Boris Tomachevski, Teória de la literatura. Poética, 1925, frecuentemente reedi-tada en aquellos aňos. Allí se encontrará una muy elocuente relation de cuestiones que interesan a los formalistas en el estudio sinerónico de la literatura, lo que constituye una verdadera poética: estilística, métrica, teória de la narration y de los géneros. Afortunadamente, desde 1982 contamos con una traducción espaňola de ešte uti-lísimo trabajo de B. Tomachevski prologado por Fernando Lázaro Carreter. 4. Formalismo y marxismo Pero el hecho más importante en la história del formalismo en esta fase es la consolidation de su guerra con el marxismo. El iniciál ahistoricismo y la posterior consi- Teoría or; la literatura 201 deración de la história literaria como algo autónomo entire los formalistas chocaba con los postulados de la crítica marxista. Cuando esta se siente armada con una teoria literaria ya constituida, empieza su enfrentamiento sistemático con los formalistas. Trotski, en su obra Literatura y revolución (1923), ofrece el primer ejemplo de desa-cuerdo marxista con el formalismo, aunquc la crítica no es totalmente hostil: se acep-tan como utiles los resultados de la investigación formalista -aunque su carácter es "partial, fragmentario, subsidiario y preparatory" (1923: 83)- y se reconocen unas exigen-cias propias del arte. El marxista, sin embargo, explica las razones históricas de las manifestaciones artísticas. Třes capítulos de] libro de Trotski están traducidos en su recopilación Sobre arte y cultiira (1971). El capítulo 5 se titula La escuela formalista de poesía y el marxismo y ocupa las páginas 82-101 de dícha recopilación. Se detiene Trotski en desmontar las razones que Sklovski había dado contra la concepción materialista del arte en un opús-culo titulado La marcha del caballo (1923: 92-96). El final del capítulo es bastante explicite respecto a las diferencias de formalismo y marxismo: "La escuela formalista es un idealismo abortivo aplicado a los problemas del arte. Los formalistas muestran una religiosidad que madura rápidamente. Son los discípulos de San Juan: para ellos, 'en el principio era el Verba'. Pero para nosotros en el principle) era la Acetón. La palabra la siguió, como una sombra fonétiea" (1923: 101). La polémica contintia con inientos de dejar la puerta abierta a una sintesis cntre formalismo y marxismo, como hace Bujarin por parte marxista; o la insistencia en acu-saciones de escapismo contra los formalistas, en la revista Prensa y revolución en 1924. En esta misma revista, en 1924, aparece un articulo de Eichenbaum en que se defienden los postulados formalistas frente a tales ataques, con especial atención a los argumentos de Trotski. Es asequible la traducción espaňola de parte de dieho trabajo, titulado En torno a la eueslión de los 'formalistas' (en Ľ. Volek, ed. 1992: 47-55). En* esta misma antológia de E. Volek se encontrarán otras trabajos formalistas relaciona-dos con la polémica (1992: 35-61). Y en el estudio clásico de V. Erlich (1974: 141-167) están los datos y el resumen de los argumentos esgrimidos en la dišputa. El aíaque más duro contra el formalismo, al tiempo que la propuesta de una poéti-ca sociologies, precede del eíreulo de M. M. Bajtin, lleva el título de El método formal en la ciencia literaria y aparece en 1928 firmado por P. N. Medvedev. El trabajo ptiede leerse en las verstörtes inglesa o italiana mencionadas en la bibliografia. También se ha traducido al cspaňol direetamente del ruso e inelinándose a la atitoría de M. M. Bajtin (1928). Véase, para la reláciou entre el eíreulo de Bajtin y el formalismo. I. R. Titunik (1973). Desde una perspectiva ideológica, Galvano delia Volpe (1967) también hace un comentario erítieo de las tesis formalistas. V. PERIODO FINAL: 1926-1930 1. Consäderadón de! contexto literario En la ultima etapa formalista es perceptible la conciencia de la necesidad de atender más al contexto exterior. El eserito autobiográfico de V. Sklovski, La tercerafábnea (1926), es un síntoma de ešte nuevo rumbo. Y en el trabajo de Boris Eichenbaum, Literatura v hábi- t 202 José Domíngufz Caparrós tos literarios (1927), es patente la orientación socioformalista. Asi puede apreciarse cn el concepto de hábito literario, que, según la descripción de V. Erlich (1974: 180), es "[...] im conglomerate de problemas que incidían en la condition social del autor, tales como la relation entre el artista literario y su publico, las conditioner de su obra, el fin y el mecanismo del mercado literario". Ya en 1925, en su presentación general del movimiento formalist», La teória del método formal, Eichenbaum observaba la aparición de nuevos problemas, del tipo de los que apuntaban en el artículo de Tinianov, El hecho literario (1924), donde se defiende una conception dinámina de la literatura, centrada más en lo que es el "hecho literario''. Del muy conocido e imprescindiblc trabajo de B. Eichenbaum paeden leerse dos traducciones espaňolas: Tynianov, Eikhenbaum, Shklovski (1973: 27-83), Volek (ed. 1992: 69-113); una francesa (TL, 31-75), y la inlgesa en Matějka y Pomorska (ed. 1978: 3-37). El importante trabajo de Tinianov puede leerse ahora en espaňol en la selección de E. Volek (ed. 1992: 205-225), aunque "ligeramente abreviado", según el traductor (pág. 225, n. 11). Dice, por ejemplo. Tinianov a propósito de la definición de literatura: "Todas las definiciones estáticas, firmes, de la literatura quedan barridas por el hecho de la evolution. Las definiciones de la literatura que operan con sus rasgos 'fundamentales' tropiezan con el hecho literario vivo. Mientras que se liace cada vez. más difí-cíl dar una definición firme de la literatura, cualquier contemporáneo sehalarú sin vacilar que es un hecho literario" (Volek, ed. 1992: 208). No hay que detenerse en la actualidad de un pensamiento como el que subyace en estas afirmaciones. Se encontra-rá una traducción francesa de ešte mismo trabajo en Tinianov (1991: 212-231). 2. Teória de la história literaria En esta linea, el mismo Tinianov enuncia en 1927 la más conocida teória sobre la história literaria, que prueba la apertura del ultimo pensamiento formalista a las cues-tiones contextuales. Tales propuestas se encuentran en su trabajo titulado Sobre la evolution literaria. Pueden leerse dos versiones espaňolas distintas de ešte artículo, dos fran-cesas y una inglesa. La espaňolas están en: Tynianov, Eikhenbaum y Shklovski (1973: 115-139), y en E. Volek (ed. 1992: 251-267); las francesas, en: TL (120-137), v Tinianov (1991: 232-247); y la inglesa, en: Matějka y Pomorska (eds. 1978: 66-78). El punto de llegada del formalisme en su aspecto teórico lo representa muy bien el conocido trabajo conjunto de Roman Jakobson y Iura Tinianov, Los problemas del estudlo de la literatura y la lengua (1928). Allí se expone de forma escueta la definición funciona! de la literatura, y la necesidad de una consideración diacrónica del siste-ma literario en correlation con las otras series históricas. Puede leerse la traducción espaňola de ešte trabajo en E. Volek (ed. 1992: 269-271). la francesa en TL (138-140), y la inglesa en L. Matějka y K. Pomorska (eds. 1978: 79-81). 3. Análisis estructural del cuento maravilloso Por la gran repereusión que ha tenido en los estudios estrucíuralistas de los aňos 60, conviene recordar también como una importante aportación del ultimo formalisme el Teoría de la literatura 203 trabajo de Vladimir Propp (1895-1970), Morfológia del cuento (1928), donde se esta-blecia un modelo de 31 funciones básicas que, dispuestas en una secuencia precisa, explicaban todas las manifestaciones concretas de los cuentos maravillosos. 4. Disolución del grupo Las condiciones políticas han evolucionado mucho en la Rušia de los Ultimos aňos veinte: la construccion del sociaiismo se convierte en e! objeíivo de la acción social. La Asociáciou Rusa de Escritores Proletaries controls y dinge toda actividad literaria y crítica hacia tal fm. El más beligerante de los formalistas, v/Sklovski, va a ser también quien firme el acta de desaparición del grupo en 1930, cuando en su artículo Un monumentu al error científico eseriba: "Par lo que a mi se refiere el formalismo es algo que pertenece al posado. Todo lo que queda del formalismo es la terminológia, hoy en día general-inente aceptada, asi conto una serie de observaciones tecnológicas" (en V Erlich, 1974: 196). Cualquier actividad de investigación está acabada; es la dispersion del grupo y de sus intereses. Aunque inmediatamente después de la muerte de Stalin empiezan a gozar de un margen mayor de maniobra y aparecen trabajos de Sklovski sobre la feci ón narrativa (Prosa artística. Reflexiones y análisis, 1959), de Eichenbaum sobre Tolstoi o Lermontov, de Tomachevski sobre Pushkin o sobre versificación (Verso y len-gua, 1959), y de V. Vinogradov, entre otros estudios, sobre Estilística. Teoría del len-guaje poétko. Poética (1963) (Erlich, 1974: 201-206). [Vinogradov (1963), citado en la bibliografia, es traduction italiana de esta obra.] VI. HERENCIA FORMALISTA 1. Círculo Lingiiístico de Praga Aunque la producción teórica del formalismo queda truneada en 1930, como se ha visto, sus ideas tuvieron una continuidad evidente en el Círculo Lingiiístico de Praga; en la constitución del mismo, cuyas actividades se desarrollan entre 1926 y 1940. tuvieron un papel central los miembros ciel Círculo Lingiiístico de Moscú, Roman Jakobson y Pietr Bogatirev (Erlich, 1974: 221-233). El análisis de las teorías del grupo checo demostrará sus raíces formalistas. Jakobson (1981). por ejemplo, insiste en esta continuidad entre los dos grupos. jgualmente influyente fne el formalismo en la teoría literaria polaea anterior a la segunda guerra mundial, aunque esta corriente es menos conocida. y, por tanto. menos aetiva en el pensamiento contemporáneo (Erlich. 1974: 234-241). 2. René Wellek en Estados Unidos René Wellek (nacido en Austria en 1903). miembro activo del Círculo de Praga entre 1930 y 1935. emigrado a los Estados Unidos cuando Checoslovaquia fue invadida por los alemanes, no puede ignorar las ideas formalistas cuando escribe, junto con Austin 204 José Domínguez Caparrós Warren, una muy conocida Teória literaria (1949). Los autores, en el prólogo a la pri-mera edición, reconocen como modelo para su obra, entre otros, la Teória de la literatura de Tomachevski (Wellek y Warren, 1949: 11-12). Y basta consultar el índice ono-mástico de la obra para apreciar que no falta ninguno de los nombres de los formalis-tas más conocidos, salvo el de V. Propp, quizá por el carácter muy especifico de su aportación, que se limita al cuento folclórico. La obra de Wellek y Warren se tradujo en 1953 al espafiol con un prólogo de Dámaso Alonso. 3. Victor Erlich y su panorama del formalismo Hecho importante para la difusión del pensamiento formalista es la publicación en 1955 de la obra de Victor Erlich, El formalismo ruso. Historici. Bactrim, que sigue sien-do el trabajo clásico e imprescindible para documentarse sobre esta escuela. 4. Formalismo y estilística Si Wellek y Warren pom'an entre los modelos de su obra el manual de Tomachevski, Dámaso Alonso en el prólogo a la traducción espaiiola del trabajo de Wellek y Warren hablaba de "entrařlable afinidad" con los autores. Porque estos dos crílicos, seguía Dámaso Alonso, "no sólo tocaban en esta TEÓRIA LITERARIA una gran parte de los temas que más me habian preocupado a lo largo de muchos aiios, sino que los trataban desde un punto de vista bastante eercano al mio, tanlo que yo podia asentir sin la menor violencia a las tesis fundamentales de la pre-sente obra" (Wellek y Warren, 1949: 7). Quizá no extraňará entonces que Helmut Hatzfeld establezca en 1956 una relation entre estilística y formalismo ruso. Lo que si llama la atención es que sea en fecha tan temprana como la indicada, y en un trabajo titulado precisamente Métodos de investigation estilística, publicado además en una revista espahola. Por lo demas, no se trata de una mention de pasada, sino de la recension, en dos páginas, con referencias biblio-gráficas, y con un epigrafe propio: EI formalismo ruso e investigation de métodos. Mucho más llamativa es la página en que el mexicano Alfonso Reyes se refiere a la mieva crítica rusá en un trabajo de 1940, cuando habla de la estilística. Allí están los nombres de Erik, Eichenbaum, Vinogradov y Zirmunski (Reyes, 1986: 440). 5. Roman Jakobson y su conferencia de 1958 Pero el principto de la verdadera revitalización del formalismo está en la conferencia de Roman Jakobson en la reunion interdisciplinar sobre cl estilo que tuvo lugar en la Lniversidad de Indiana, en Bloomington, entre el 17 y el 19 de abril de 1958, y que Deva por título Lingiiístka y poetka. La explicación que allí hace Jakobson de la funcián poetka como aquella por la que el mensaje Hama la atención sobre si mismo ha llegado a ser la más conocida y extendida idea de la lengua poéíica entre los modernos estu-diosos de la lengua y la literatura. Las raíces de esta definition están claramente, pri-mero, en las teorias formalistas, y, después, en las funcionalistas del Círculo de Praga; la obra del mismo Jakobson, como habrá ocasión de ver, lo demuestra. Por lo demás, la figura del lingiiista ruso está unida a los grandes episodios de la história de las distintas manifestaciones del formalismo en los estudios literarios del siglo XX: el ruso, el checo, y el estructural de los aňos 60. Teoría de la literatura 205 6. La traducción de Tzvetan Todorov Una aportacjón muy importante a la difusión de las ideas de los formalistas rusos en la poética estructuralista de los anos 60 y 70 es la antológia de textos tradueida al trances por el entonces discipulo de R. Barthes, el búlgaro T. Todorov, que hacía poco, en 1963, había llegado a Francia. Tal selección de textos se publico en 1965, con el título de Theorie de la littérature, lleva un prefacio de Roman Jakobson, y constituye una referencia clásica, y por tanto imprescindible, de la teoría literaria del siglo XX. 7. Formalismo y semiótica Cuando en 1970 le preguntan a M. M. Bajtin, para la revista Novy Mir, por su opinion sobre los estudios literarios, el teórico ruso establece una relación entre el carácter de las investigaciones fonnalistas y las de la escuela semióíica de Tartu, que empiezan en los aňos 60 y tienen a I. Lotman como figura más conocida (Bajtin, 1979: 347). Más claramente se refiere T. Todorov (1972) al resurgir de la poética en Rušia hacia 1962, y establece un parentesco entre ešte resurgir, que tiene que ver con el estruc-turalismo y la semiótica, y la poética de los formalistas, cuya herencia, aunque ocul-tada durante treinta anos (1930-1960), no fue del todo olvidada. El artículo de T. Todorov es una reseňa de tres obras recientes que se inscriben en esa resurrección de los estudios de carácter formalista; entre ellas se encuentra la más conocida y traducida de I. Lotman. La estructura del texto artístico, 1970. que. según Todorov, no es del todo original. En efecto. "secciones enteras de su Uhm desarro-llan ideas hoy muy conocidas (especialmente las de Tinianor v Jakobson, o ineluso de Vaiéry), un poco en el estilo de un manual" (1972: 104). Por lo demás, el mismo Lotman no oculta su deuda con los estudios formalistas del verso que lleva a cabo Tomachevski, por ejemplo (Lotman. 1970: 148). 8. Formalismo y esíética de la recepción Ya nos hemos podiclo hacer una idea de que todo acercamiento a la literatura que parte de planteamientos en los que imports una consideración inmanente de la misma, encuentra en las teorias de los formalistas rusos el origen de muchas de las euestio-nes que le interesan. Hans Robert Jauss no olvida a los formalistas para fundamental' las propuestas de una corriente tan fértil en los estudios literarios más recientes como es la "estética de la recepción". En efecto, en el discurso inaugural del clfa 13 de abril de 1967, en la Univcrsidad de Conslanza, que constituye el manifiesto dc clicha tendencia crítica, el teórico alemán tiene muy en cuenta las ideas formalistas sobre la história' literaria (1967: 63-67), y no sorprende el leer alii mismo: "Para mi, la teoría formalista de la 'evolución literaria'constituye el inten-to más importante de renovar la historiografia literaria" (Jauss. 1967: 93). Pero no se trata de acumular más datos. Los textos de los formalistas son de lectura obligatoria para el estudioso de la literatura que se preocupa por una comprensión de lo que la constituye como técnica peculiar, artistka, del lenguaje; en definitíva, para quien se situe en un punto de vista inmanente. heredero del punto de vista de la -; 206______ José Domínguez Caparrós vieja poética y en sintonía con los numerosos estudios producidos a la luz de la moderna lingíiística o la semiótica más actual. Pues como recuerda Peter Brooks (1994), la poética, concebida como estudio formal, debe ser parte includible del estudio de la literatura, independientemente del componente valorativo e interpretativo de la crítica literaria. í