llega galuarino a don de estaba El. senado arauca-no: hace en el consejo una habla 1 con la cual desba-rata los parf.ceres de algunos. salen los espaňoles en busca del enemigo; píntase la cueva del hechice-ro fitón y las cosas QUE en ella había CANTO XXIII Jamás debe, Seňor, menospreciarse el enemigo vivo, pues sabemos puede de una centella- levantarse fuego, con que después nos abrasemos, y entonces es cordura recelarse cuando en mayor felicidad nos vemos, pues los que gozan próspera1 bonanza están aún más sujetos a mudanza. Sólo la muerte próspera asegura el breve curso del felice4 hado, que, mientras la incierta vida dura, nunca hay cosa que dure en un estado. Asi que quien jamás tuvo Ventura 1 kabla 'arenga' (Aul. con tcxtos contemporaneos de Im Araucana). 2 centclla 'chispa' (Nebrija). ' prospera entiendase «en la prosperidad». 4 felice porfeliz, como en el verso 8 infelice (XVI, n. 90). Iii motivo de la fortuna variable hasta la muerte habia sido tratado ya en el exordio al Ganto II y reaparece en XXVI,1. El töpico tienc larga tradieiön y se re-monta a los dichos de los siete sabios de Grecia, la Biblia, l'linio, Ovi-dio, et. Gfr. Pero Mexia, Silva de vana leeeiön 111,10,302. 625 podrá llamarse bienaventurado y sin prosperidad vivir contento pues no terne infelice acaecimiento. Y pues que ya tenemos certidumbre que nunca hay bien seguro ni reposo, que es ley usadá, es orden y costumbre por donde ha de pasar el más dichoso, gastar el tiempo en esto es pesadumbre y asi, por no ser largo y enojoso, sólo quiero contar a lo que vino el despreciar al mozo Galbarino. El cual, aunque herido y desangrado, tanto el coraje5 y rabia le inducía que llegó a Andalicán, donde alojado Caupolicán su ejército tenia. Era al tiempo que el ínclito6 Senado en secreto consejo proveía7 las cosas de la guerra y menesteres, dando y tomando en ello pareceres. Cuál con justo temor dificultaba la pretension de algunos imprudente, cuál, por mostrar valor, facilitaba cualquier dificultoso inconveniente, cuál un concierto lícito aprobaba, cuál8 era deste voto diferente 5 coraje 'ira' (XI, n. 22). Para la repeticion sinonimica, I, n. 112. Para otros ejcmplos en este Canro: 9,5 («hollado y abatido»); 12,2 («tratos y maranas»); 13,1 («color... apariencia»); 14,8 («allana y facilita»); 22,3 («astucia y mafia»); 22,8 («relacion y lengua»); 23,4 («arcabuco y espesu-ra»); 58,7 («turbas y alteras»); 65,1 («tardo y lento»); 85,4 («hervor y en-cendimientox). ' inclito 'celebre' (XII, n. 46). 7 proveer 'disponer' (Aut.). 8 oWPara este tipode anafora de disposicion simetrica, v. XIV, n. 22 y, mas proximo, XXII, n. 57. 626 procurando unos y otros con razones esforzar'; sus discursos y opiniones. En esta confusion y diferencia, Galbarino arribó apenas con vida, el cual pidiendo para entrar licencia, le fue graciosamente concedida donde con la debida reverencia, esforzando la voz enflaquecida, falto de sangre y muy cubierto della, comenzó desta suerte su querella1": J SQaaoÍo «Si soliades" vengar, sacros varones, las ajenas injurias tan de veras, y en las estraňas tierras y naciones hicieron sornbra12 ya vuestras banderas, <-cómo agora en las propias posesiones unas bastardas gentes estranjeras os vienen a oprimir y conquistaros, y tan tibios estáis en el vengaros? »Mirad mi cuerpo aqui despedazado, miembro del vuestro, que por más afrenta me envian lleno de injurias al Senado para que dellas sepa daros cuenta. Mirad vuestro valor vituperado11 y lo que en mi el tirano os representa, esfor&jr 'conhrmar con nuevos argumentos' (Aut. con la expresión «cstorzar una opinion)), que usa Ercilla). Notese que en la octava si-guiente aparece en el uso más frecuente con objeto animado). Cfr. IV, n. 64 para otra acepción. 111 querella 'acusación, queja' (Aut.). 11 soliades por soliais es forma antigua de la desinencia de la segunda persona del plural que subsistió hasta fines del XVII. Cfr. Lapesa, par. 96,2. Para otra forma, VII, n. 28. hacer sombra 'hacer deslucir a otro' es sentido metaforico registrado por Aut. pero todavia ausente de (^orreas y de Cavarrubias. 11 vituperado es adjetivo cultista introducido en la literatúra por los au-tores del siglo xv (C. C. Smith, 241 cita al Corbacho de 1438 y DCĽCH a Alfonso de Palencia, 1492). 627 jurando no dejar cacique14 alguno sin desmembrarlos todos uno a uno. »Por cierto, bien en vano han adquirido tanta gloria y honor vuestros agüelos15 y el araucano credito subido en su misma virtud hasta los cielos, si agora infame, hollado y abatido, anda de lengua en lengua16 por los suelos, y vuestra ilustre sangre resfriada'7, en los sucios rincones derramada. «jQue provincia hubo ya que no tremiese18 10 de vuestra voz en todo el mundo oida, ni naciön que las armas no rindiese por temor o por fuerza compelida", arribando a la cumbre porque fuese tanto de alli mayor vuestra caida, y al termino llegase el menosprecio donde de los pasados llegö el precio?20 »Pues unos estranjeros enemigos con titulo2' y con nombre de clemencia, ofrecen de acetaros por amigos, 14 cacique Cfr. I, n. 22 para este americanismo. 15 agüelo por abutlo es forma considerada hoy como vulgarismo y regis-trada en textos bastante anteriores (Lapesa, par. 116,5). 16 de lengua en lengua 'de boca en boca' y, generalmente, relacionada con la fama (XVII, n. 58). 17 resfiiado 'enfriado' (V, n. 5). 18 tremer 'temblar' (III, n. 73). 19 compelido 'obligado' (Cuervo, Dicc. con este texto de Ercilla y ejemplos de la aparición de este cultismo en textos de finales del xiv). 20 precio en el sentido traslaticio de 'estimación, crédito' (Aut.) que habilita la posibilidad de la repetición etimologizadora con el menosprecio del verso anterior. Cfr. I, n. 4; otros ejemplos de este uso retorico en el Canto: 40,7 («inhumano... humano», que reaparece en XXV1II,19,2); 57,8 («responderle... respondia»); 21 titulo 'pretexto' (Aut.) es acepción que refuerza el argumento de Galvarino quien ve con justificada sospecha el ofrecimiento espaňol. queriéndoos reducir22 a su obediencia. Y si no os sometéis, que con castigos prometen oprimir vuestra insolencia, sin quedar ďel cuchillo reservado género, religión, edad ni estado21. »Volved, volved en vos24, no deis oído a sus embustes, tratos y maraňas2S, pues todas se enderezan a un partido2" que viene a deslustrar vuestras hazaňas; que la ocasión que aquí los ha traído por mares y por tierras tan estraňas es el oro golosor que se encierra en las fértiles venas28 desta tierra. »Y es un colori;, es aparencia vana querer mostrar que el principál intento i*o *]*^\ , fue el estender la religión cristiana, woíammvxo&<'*'/ te^e> siendo el puro interes su fundamento; L^jit u or^doJ • su pretensión de la codicia mana, <^>l'^ / que todo lo demás es fingimiento, pues los vemos que son más que otras gentes adúlteros, ladrones, insolentes. 22 reducir 'volver', como en XI,29,5 y nota correspondientc. 2^ Fara este tipo de acumulación nominal cuatriparttta, que vuelve a usarse en 24,7, v. 111, n. 39. Notese en la octava siguiente, vcrso 2 v en 13,8 acumulación semc|ante tripartita. 24 vos 'vosotros' (11, n. 42). 25 trato 'engaňo' ((.ov. s.v. trato: «Tener buen trato o mal trato, nego-ciar con verdad o con engaňo. Trato doble, engaňo disfrazado»). Maraňa 'enredo, embuste' ya a mediados del xvi (DílliC^H). 2í' partido lconvenio', como luego, en 17,8; aquí, 'estrategia' (IX, n. 49). 2" goloso 'que excita el apetito' que ya aparece cn contexto seme|ante en X VI,76,7-8 y debe relacionarse con ei virgiliano bambre 'codicia' comen-tado en I, n. 119. 28 vena 'veta' (II, n. 121). 2<> color 'apariencia', 'razonamiento' (XII, n. 61 con ac. paralela). 628 629 »Cuando el siniestro hado y dura suerte nos amenacen cierto3" en lo futuro, podemos elegir honrada muerte, remedio breve, fäcil y seguro. Poned a la fortuna el hombro fuerte, a dura adversidad corazön duro11: que el pecho firme y anirno invencible allana y facilita aun lo imposible.» No pudo decir mäs de desmayado por la infinita sangre que perdia, que el laso cuello ya debilitado sostener la cabeza aun no podia; asi el rostro mortal desfigurado en el sangriento suelo se tendia, dejando, aun a los mäs endurecidos, de su esperada muerte condolidos. Mas como no tuviese tal herida que pudiese hallar la muerte entrada, retuvo luego la dudosa vida, en siendole la sangre restanada; y la virtud32 con tiempo socorrida fue de tantos remedios confortada, y el mozo se ayudö de tal manera, que recobrö su sanidad" primera. Fueron de tanta fuerza sus razones y el odio que a los nuestros concibieron, que los mäs entibiados corazones de cölera rabiosa se encendieron; asi las diferentes opiniones 15 cierto 'cicrtamente'; para este uso adverbial, I, n. 62. 31 Para esta repetition en quiasmo y juego de palabras cercano a la paronomasia con los dos significados de dun 'cruel' y 'firme' v. XI,82,3-4 y XV, 34,7 (I, n. 92). 32 virtud 'fuerza' es latinismo de sentido que ya aparece en Garcilaso (Eleg. 1,186 que Herrera, curiosamente, considera «humilde verso», a pesar del rasgo latinizante senalado en particular). 31 sanidad 'vigor' (A. de Palencia; Nebrija: «incolumitas, -atis»). a un fin y parecer se redujeron, quedando para siempre alii escluido quien tratase de medio y de partido. Los impacientes mozos, deseosos de venir a las armas, braveaban14, y con muestras y afectos hervorosos' el espacioso tiempo apresuraban; pero los mas maduros y espaciososv' aquella ardiente cölera templaban y el tern-lino1" de algunos indiscreto, no reprobando el general decreto. Dejemoslos un rato, pues, tratando de dar, no una batalla, sino ciento, del orden, la manera, dönde y cuando, con varios pareceres y un intento; que me voy poco a poco descuidando de nuestro alborotado alojamiento donde estuvimos todos recogidos con buena guardia y bien apercebidos. i/U Mas cuando el esperado sol salia, la gente de caballo en orden puesta marchö, quedando aträs la infanteria y del campo despues toda la resta,H, con tal velocidad, que a mediodia subimos la temida y agria cuesta de blancos huesos de cristianos llena, que despertö el cuidado y nos dio pena w. 20 M bravear 'jactarse, amenazar' (Nebrija; Aut.). ,5 bervoroso 'vehemente' (XIX, n. 100). 16 espacioso 'reposado' pero en el verso anterior, 'lerdo' (como en 24,7; cfr. VIII, n. 24). Para este tipo de rcpeticiön o traductio, ya utilizada en cl discurso de Galvarino (14,6, con cl adjetivo duro), v. I, n. 92. 1_ termino 'conducta' (I, n. 2). 3» resta 'resto' (III, n. 117). w Referenda a las grandes perdidas sufridas en esta cuesta de Andali-can, segun sc habia narrado en VI,19. 630 631 AI araucano valle, pues, bajamos, que el mar le bäte al lado del poniente, donde en llano lugar nos alojamos, de comidas y pastos suficiente40; y luego con promesas enviamos de aquella vecindad alguna gente a requerir4' la tierra comarcana con la segura paz y ley cristiana. Mas como al tiempo puesto no volviesen, y pasasen después algunos dias, ni por astucia y maňa no supiesen42 de su resolución nuestras espias43, fue acordado que algunos se partiesen por los vecinos pueblos y alquerías, al salir tardo44 de la escasa luna, a tomar relación y lengua45 alguna. Asi yo apercebido, sordamente, en medio del silencio y noche escura46 di sobre algunos pueblos de repente por un gran arcabuco47 y espesura, donde la miserable y triste gente 411 suficiente 'bastante', 'con provisión adecuada de algo'; la construc-ción con de más sustantivo se va haciendo más rara en autores del xvn. 41 requerir 'examinar' (IV, n. 31). 42 ni... no supiesen El uso de doble negación antes del verbo, aunque en declinación, todavía aparece en textos del xvi (Keniston, par. 40,81) y del xvii (Cfr. para Cervantes, J. Cejador, La lengua de Cervantes Madrid, 1905, 360). 41 espúi Para su género gramatical en textos áureos, XII, n. 79. 44 tardo 'tardío' (VII, n. 59). 45 lengua 'información', como luego en 25,4 (XVI, n. 140). 46 Para este verso, XVII, n. 69. 47 arcabuco 'bosque espeso' es indigenismo tornádo del taíno de Santo Domingo (DCECH; Friederici, quien lo atribuye al arawak insular, família de lenguas a la que perteneció el taíno; cfr. A. Tovar, Catáiogo de los lenguas de America del Sur, par. 16,1): Cfr. J. de Acosta, História natural...: «con ser infinita la tierra, tiene poca habitación, porque de suyo cría grandes y espesos arcabucos (que asi llaman allá los bôsques espesos)» (II, c. 22, BAE, LXXIII, 82b). vivía por su pobreza en paz segura, que el rumor y alboroto de la guerra aún no la había sacado de su tierra. Viniendo, pues, a dar al Chayllacano, que es donde nuestro campo se alojaba, vi en una loma, al rematar de un llano, por una angosta senda que cruzaba un indio laso48, flaco y tan anciano que apenas en los pies se sustentaba, corvo4', espacioso, debil, descarnado cual de raíces de árboles formado. Espantado del talle y la torpeza 25 de aquel retrato de vejez tardía, Uegué, por ayudarle en su pereza, y tomar lengua dél, si algo sabía; mas no sale con tanta ligereza sintiendo los lebreles por la vía la temerosa gama fugitiva como el viejo salió la cuesta arriba. Yo, sin más atención y advertimiento, arrimando las piernas al caballo5", a más correr sali en su seguimiento pensando, aunque volaba, de5' alcanzallo; mas el viejo", dejando atrás el viento, me fue forzoso a mi pesar dejallo, perdiéndole de vista en un instante sin poderie seguir más adelante. 48 laso 'fatigado' como antes en el Canto, en 15,3 (IV, n. 75). 49 Corvo 'encorvado' es ac. para personas que Aut. no registra y ya Cov. ejemplifica con sustantivo inanimado: «corva cosa, la que está torcida». 50 arrimar las piernas al c por arrimar los espuelas al c 'picarle para que parta con celeridaď (Aut. s.v. arrimar, con texto de Cervantes). 51 pensar de es construcción usual en textos áureos (XII, n. 26). 52 el viejo entiéndase alviejo; este uso de objeto directo animado sin pre-posición se repite en 33,4 (X, n. 8). 632 633 Halleme a la bajada de un repecho cerca de dos caminos desusados, por donde corre Rauco mäs estrecho, que le einen dos cerros los costados; y mirando a lo bajo y mäs derecho, en una selva de ärboles copados51 vi una mansa corcilla junto al rio, gustando de las hierbas y rocio. Ocurriö54 luego a la memoria mia que la Ra2Ön en suenos me dijera55 jt cömo habia de topar a caso56 un dia una simple corcilla en la ribera: y asi yo, con grandisima alegria, comence de57 bajar por la ladera paso a paso, siguiendo el un58 Camino, hasta que della vine a estar vecino. Püdelo bien hacer, que en las quebradas1 era grande el rumor de la corriente, y con pasos y orejas deseuidadas pacia la tierna hierba libremente; pero cuando sintiö ya mis pisadas y al rumor levantö la altiva frente, dejö el sabroso pasto y arboleda por una estrecha y äspera vereda. 5' copado 'frondoso' (XVII, n. 95). 54 ocurrir 'acudir' (VI, n. 40). 55 Referencia a XVIII.29,8; dijera 'había dicho' (VII, n. 76). 56 a caso por acaso 'casualmente' (III, n. 23). 57 comenzar de por comem&r a (XVII, n. 88). 58 Para el uso de los dos artículos antepuestos, que realza el aspecto distributivo («cerca de dos caminos desusados» en 27,2). Cft Keniston par. 21,2. 59 quebrada 'abertura estrecha y áspera entre montaňas' a la que se ha-bía aludido en la estrofa 27,4-5 y que reaparece con los epítetos «espesa» y «áspera» en XXVII,61,2 y XXXIII,66,3; para las acepciones america-nas 'valle' y 'arroyo', v. DCECH. Comcncéla a seguir a toda priesa labrando''" a mi caballo los costados; mas tomando otra senda, que atraviesa, se entró por unos ásperos collados; al cabo enderezó a una selva espesa de matorrales y árboles cerrados, adonde se lanzó por una senda y yo también tras ella a toda rienda. Perdí el rastro y cerróseme el carnino, sobreviniendo un aire turbulento, y asi de acá y de allá, fuera de tino, de una espesura en otra andaba a tiento. Vista pues mi torpeza y desatino, arrepentido del primer intento sin pasar adelante me volviera"1 si alguna senda o rastro yo supiera. Gran rato anduve asi descarriado, que la oculta salida no acertaba, cuando sentí por el siniestro lado un arroyo que cerca mormuraba"1; y al vecino rumor encaminado, al pie de un roble que a la orilla estaba vi una pequeňa y misera casilla y junto a un hombre anciano la corcilla; el cual dijo: «<;Qué hado o desventura tan fuera de Camino te ha traído por este incultoM bosque y espesura donde jamás ninguno he conocido? 50 '■" labrar 'mortificar' (Au/.), como en XXII,1,6 v aqui 'henr con la espucla'. Para estc uso del imperfecto dc subjuntivo en el periodo condicio-nal, XII, n. 57. M mormurar por murmurar (que ya registra A. de Palencia) es variante común a todas las epocas v frecucnte en los clásicos, hoy pcrtcnccc a la lengua vulgar Hli. M mculto 'silvestre' (1, n. 106). 634 635 Que si por caso adverso y suerte dura andas de tus banderas foragido64, hare cuanto pudiere de mi parte en buscar el remedio y escaparte.» Viendo el ofrecimiento y acogida de aquel estrano y agradable viejo, mäs alegre que nunca fui en mi vida por hallar tal ayuda y aparejo; le dije la ocasiön de mi venida, pidiendole me diese algün consejo para saber la cueva do habitaba el mägico65 Fitön, a quien buscaba. El venerable viejo y padre anciano66 con un sospiro y tierno sentimiento me tomö blandamente por la mano, saliendo de su fragil aposento; y por ser a la entrada del verano, buscamos a la sombra un fresco asiento en una pedregosa y tosca fuente, do comenzö a decirme lo siguiente: «Mi tierra es en Arauco y soy llamado el desdichado viejo Guaticolo, que en los robustos anos fui soldado en cargo antecesor de Colocolo; y antes, por mi persona en estacado"" siete campos venci de solo a solo68, y mil veces de ramos fue cenida esta mi calva frente envejecida. 35 64 foragido 'salido fuera' y aquí, 'extraviado' (DCECH s.v. ir). 65 mägico 'mago', como en 45,2, ya en el Corbacho (C. C. Smith, 156). 66 Notese que la obvia sinonimia viejo-anciano está atenuada por el cambio de función sintáctica que convierte al segundo en adjetivo. 67 estacado por estacada 'liza'. Cfr. X, n. 70 y II, n. 33. 68 de solo a solo 'sin terceros' (XVI, n. 125); campo 'desafío' (XVI, n. 113). »Mas como en esta vida el bien no dura y todo está sujeto a desvarío6", mudóse mi fortuna en desventura, y en deshonor perpetuo el honor mío: que por estraňo caso y suerte dura perdí con Ainavillo en desafío la glória en tantos aňos adquirida, quitándome el honor y no la vida. »Viendome, pues, con vida y deshonrado (que mil veces quisiera"" antes ser muerto), de cobrar el honor desesperado me vine, como ves, a este desierto, donde más de veinte aňos he morado sin ser jamás de nadie descubierto sino agora de ti, que ha sido cosa no poco para mi maravillosa. »Así que tantos tiempos he vivido en este solitario apartamiento, y pues que la fortuna te ha traído a mi triste y humilde alojamiento, haré de voluntad lo que has pedido, que tengo con Fitón conocimiento que, aunque intratable y áspero, es mi tío, hermano de Guarcolo, padre mío. »Al pie de una asperísima montaňa, počas veces de humano pie pisada, hace su habitación y vida estraňa en una oculta y lóbrega morada que jamás el alegre sol la baňa, y es a su condición acomodada, 40 <<'> desvarío 'cambio, variación' es ac. común en la ľxlad Média y toda-via para Cov. desvariar 'vanar' con cita de las Pariidas. La ac. moderna ya se registra en textos del xv (Cuervo, Dicc, 1185b). 70 quisiera por hubiera qucrído (Vil, n. 76). 636 637 por ser fuera de termino71, inhumano, enemigo mortal del trato humano. »Mas su saber y su poder es tanto sobre las piedras, plantas y animales, que alcanza por su ciencia y arte72 cuanto pueden todas las causas naturales; y en el escuro reino del espanto73 apremia a los callados infernales74 a que digan por äspero conjuro75 lo pasado, presente y lo futuro. »En la furia del sol y luz Serena de noturnas tinieblas cubre el suelo, y sin fuerza de vientos llueve y truena, fuera de tiempo el sosegado cielo; el raudo curso de los rios enfrena76, 1 fuera de termino 'apartado, fuera del paso de la gente", califica tanto la morada «acomodada a su condicion» como al mismo Fitón, en uso zeug-mático. 72 arte 'habilidaď (XIV, n. 36). 71 lišta perífrasis del infierno combina magistralmente dos recuerdos de Garcilaso: Son. XV,8: «bajaron a los reinos del espanto», calificada por Herrera en sus Anotaciones como figura ornatísima v muy poética y que hace más sublime la oracion» (ed. Gallego Morell, 354) y tambičn Lgl. II1,139 «al triste reino de la escura gente». Reaparece en 59,3: «pro-tundo reino escuro» que reescribe Égl. 11,940: «convocare el interno v reino escuro». El mismo Herrera rehace la figura en «el negro lago y sombras del espanto» en Canc. VI,80 (pág. 815 de la edición de C. Cue-vas, Madrid, Cátedra, 1985). V. Lexis, Lima, 11,2 (1978) 209. Para su perduración en P. de Ona y Cervantes, Lida de Malkiel, 518. 74 callados infernales Se refiere a las silenciosas divinidades infernales a las que se dirige Fitón más adelante (octavas 80-81), y a las que debe amenazar para que respondan a sus órdenes. 75 conjuro Parece documentación literaria temprana de su uso. Los dic-cionarios no la registran hasta 1636 (T.L.) y Aut. trae texto de la Histona de Espaňa del P. Mariana (1592-1605) con esta acepción: «palabras que usan los hechiceros para sus maleficios». 7(1 listos atributos de Fitón deseritos en ésta y las dos octavas que si-guen, son, en verdad, un motivo que tiene vencrable tradición clásica; v. por ej., Ovidio, Heroides VII, 85-87: «lila reluctantes curru deducere lunám / mititur, et tenebris abdere solis equos; / illa refrenat aquas, obli- y las aves en medio de su vuelo vienen de golpe abajo amodorridas", por sus fuertes palabras compelidas. »Las yerbas en su agosto reverdece y entiende la virtud de cada una; el mař revuelve, el viento le obedece contra la fuerza y orden de la luna78. Tiembla la firme tierra y se estremece a su voz eficaz, sin causa alguna que la altere y remueva por de dentro, apretándose recio con su centro. »Los otros poderosos elementos a las palabras déste están sujetos y a las causas de arriba y movimientos hace perder la fuerza y Íos eťetos. Al fin por su saber y encantamentos escudriňa y entiende los secretos, y alcanza por los astros influentes~l) los destinos y hados de las gentes. »No sé, pues, cómo pueda encarecerte 45 el poder děste mágico adivino; sólo en tu menester quiero ofrecerte lo que ofrecerte puede un su"" sobrino. Mas para que mejor esto se acierte será bien que tomemos el camino, quaque flumina histit;» referidos a una maga griega. Notese la cercania del verbo refrenat de Ovidio y el enfrena de Lrcilla. Čfr. tb. Metamorphoseon VII,196 y ss. para los podereš de Médea; Lucano VI, 460 v ss.; Aeneidos IV,487 y ss.; v. Lida de Malkiel, 502. 77 amodorrido 'aturdido' (Palet, 1605 en T.L.); para Cov. ya cm «voca-bio viejo rústicon (s.v. moderno) que se ajusta a la persona de Guaticolo; pero Aut. todavía la registra en Quevedo. ~* Referencia a la influencia de la luna en las mareas, ya poetizada por Lucano en VI, 479 como uno de los podereš que vencen los magos. 79 injluente ant. influyente (DCECH) ambos todavía ausentes en Aut. m Para el uso de artículo indefinido más posesivo antepuesto, XV, n. 93. 638 639 r No?* v <í&r ty pues es la hora y sazón desocupada que podemos tener mejor entrada.» Luego de allí los dos nos levantamos y atando a mi caballo de la rienda a paso apresurado caminamos por una estrecha y intricada senda, la cual seguida un trecho, nos hallamos en una selva de árboles horrenda8', que los rayos del sol y claro cielo nunca allí vieron el umbroso82 suelo. Debajo de una pena socavada, de espesas ramas y árboles cubierto, vimos un callejón y angosta entrada y más adentro una pequeňa puerta de cabezas de fieras rodeada, la cual de par en par estaba abierta, por donde se lanzó el robusto anciano llevándome trabado de la mano. Bien83 por ella cien pasos anduvimos no sin algún temor de parte mía, cuando a una grande bóveda salimos do un perpetua luz en medio ardía: y a cada banda84 en torno delia vimos poyos puestos por orden, en que había multitud de redomas sobre escritas85 de ungüentos, yerbas y aguas infinitas86. 81 borrendo Cfr. III, n. 13 para este cultismo. 82 umbroso es cultismo ya usado por J. de Montemayor (Aut.) y fre-cuente en Herrera. 83 Para este uso del adverbio bien con significación cuantitativa 'apro-ximadamente, seguramente', v. Esbozo par. 3,9,11. 84 banda 'lado' como luego en el Canto, en 77,6 (IV, n. 129). 85 sobre escrito o sobrtscrito 'rotulado' (Aut. s.v. sobrescrito, con este texto). 86 La lista de materiales de virtud mágica enumerada en las octavas que siguen proviene, en su mayor parte, de Lucano (VI, 670 y ss.) y el libro IX; J. de Mena (Laberinto de Fortuna, 241 y ss.) ya habia imitado el Vimos alli del lince preparaclos los penetrantes ojos virtuososH" en cierto tiempo y conjunciön sacados y los del basilisco88 ponzonosos; sangre de hombres bermejos8" enojados, espumajos de perros1'" que rabiosos van huyendo del agua, y el pellejo del pecoso chersidros cuando es viejo". Tambien en otra parte parecia"-1 la coyuntura de la dura hiena", y el meollo del cencris"4, que se cria dentro de Libia en la caliente arena y un pedazo del ala de una harpia'\ la hiel de la biforme anfisibena'"' 50 primer pasaje de la ľbarsalia antes mencionado. (.fr. las notas correspon-dientes de la edición de Ducamin; Mcncndez y Pelayo, 11,227; l.ida de Malkicl, 505. 87 virtuoso 'vigoroso, que posec fuerza' (Cov. s.v. virtud).- 'que tiene valor curativo' (Aut.), Tanto Lucano (VI, 672: «visccra non Unnas... de-fuit») como Mena, que lo imita, (Laberinto... 241a «Pulmon de l.incco allí non fallcscc») mencionan las visceras y no los ojos, cuyo p bermejo «el hombrc que tiene el cabello y barba de color rojo muy su-hido... v assí son tenidos los bermejos por cautclosos v astutos» (Cov.). ' '"' Cfr., como para los versos 1 y 2, 1.ucano VI, 671: «... Non spuma canum quibus unda timori est, ... detuit» '" chersidros o chersydros, especie de serpiente antibia (I.ucano, IX, "11). "- parecer 'aparecer' (111, n. 25). M bunaCix. Lucano, VI, 672: «... non durae nodus hyacnac detuit...» y Plinio, N.H., VIII, par. 105. '" caneris o cancbns 'especie de serpiente de piel manchada' (Lucano, 1X.712; Plinio, N.H., XX, par. 245). ',5 harpia Monstruo alado con nanz en forma de pico (Aeneidos, 111,216-218 para su deseripción). '"' anfisibena o ampbisibaena Serpiente de dos calxrzas (Plinio, N.H. VIII, vergens par. 85) de aqui el «biforme»; Lucano. IX, 719: «et gravis in ge-minum vergens caput amphisibaena» 640 641 y la cola del äspide revuelta97, que da la muerte en dulce sueno envuelta. Moho de calavera destroncada del cuerpo que no alcanza sepultura; carne de nina por nacer, sacada no por donde la llama la natura98; y la espina tambien descoyuntada de la sierpe cerastas99, y la dura lengua de la emorröys100, que aquel que hiere suda toda la sangre hasta que muere. Vello de cuantos monstruos prodigiosos la superflua natura ha producido""; escupidos de sierpes venenosos, las dos alas del jäculo temido'02; y de las seps los dientes ponzonosos1"1, que el hombre o animal della mordido, de subito hinchado como un odre, huesos y carne se convierte en podre. 97 aspide o aspid Serpiente venenosa cuya mordedura causa «profundi-simo sueno al cual sigue el pasmo universal y la muerte» (Aul. con texto del Guzmän de Alfarache, que menciona esta caracteristica). 98 Cfr. Lucano, VI,706-710 para el uso de carne humana en conjuros y hechicerias. Para el empleo de materia fetal para «remediar amores», recuerdese el mantillo de mAo entre los elementos que usaba Celestina en su practica hechicera (Daniel Devoto, «Un ingrediente de Celestina» en Textos y contextos Madrid, Gredos, 1974,150-169. Para natura 'naturaleza', que reaparece en el Canto en 54,8, v. IX, n. 3. 99 cerastas o, mejor, cerastes 'serpiente con dos pares de cuernos (a veces, cuatro pares, como en Plinio, N.H. VIII, par. 85). Cfr. Lucano IX, 716: «... spinaque vagi torquente Cerastae». 100 emonvys o hemorrois 'especie de serpiente venenosa'. Cfr. Lucano IX.708-9 y Plinio, N.H. XXIII, par. 43. 101 El texto, sin duda por error, trae da procedido. Seguimos aqui la lectura de la princeps y las demas ediciones antiguas hasta Madrid, 1589-1590. 102 jäculo Cfr. VII, n. 42 para la fuente en Lucano. V. ademas Plinio, H.N. VIII, par. 85. 103 seps 'especie de serpiente venenosa' (Lucano, IX, 764 y ss.). Estaba cn un grau vaso trasparente el corazön del grifo"" atravesado, y ceniza del fenix, que en Oriente se quema el mismo de vivir cansado"1"; el unto de la scitala serpiente""', y el pescado echineys, que en mar airado al curso de las naves contraviene y a pesar de los vientos las detiene1"7. No faltaban cabezas de escorpiones y mortiferas sierpes enconadas1""; alacranes y colas de dragones y las piedras del aguila pren^as"1''; buches de los hambriento tiburones"", menstruo y leche de hembras azotadas"1, landres, pestes, venenos, cuantas cosas produce la natura ponzonosas. 1114 grifo Para cstc animal cuadrüpedo fabuloso con calx.za de aguila y orejas puntiagudas, Plinio, H.N. X, par. 136. ,"'> Referenda a los quinientos anos atribuidos a la vida del fenix, que prepara su propia pira funeraria (( h'idto, Metamorphoseon XV, 391 -407. scitala o scytala 'serpiente ponzonosa de cuerpo de igual grosor', de aqui el nombre, pues scytala tambien significaba 'rollo, cilindro', particu-larmente los de madera para poncr pergaminos (Lucano, IX, 717). 1117 echineys o echeneis es el pez llamado tambien remora (Lucano, VI, 674-675). Su presencia en la cueva de Litön sc debe a que tambien sc lo usaba en preparaciones de filtros amorosos y por su p la historia con la inclusion de todos los posiblcs avatares belicos que universalizan, asi, la narraeiön. 648 649 y el gran Mediterräneo mar seguro quedarä por la gente vitoriosa, y la parte vencida y destrozada la maritima fuerza quebrantada144. »Por tanto, a mis palabras no te älteres ni te espante el horrisono145 conjuro; que si atento con änimo estuvieres, veräs aqui presente lo futuro. Todo, punto por punto, lo que vieres lo disponen los hados, y aseguro que podräs, como digo, ser de vista testigo y verdadero coronista»146. Yo, con mayor codicia, por un lado llegue el rostro a la bola trasparente, donde vi dentro un mundo fabricado tan grande como el nuestro, y tan patente como en redondo espejo relevado147. Llegando junto el rostro, claramente 75 144 En efecto, la victoria sobre la armada turca el 7 de octubre de 1571 reprcsentö la quiebra del peligro que el poderio naval turco signifi-caba. I'cro no representö una derrota total ni quedö el Mediterräneo «mar seguro», como dice el poema. Los turcos volvieron a ocupar Tünez (mayo de 1574) y La Goleta (agosto del mismo ano) con lo que dcsapa-rcciö definitivamente la presencia de Espana en aquellas costas. (.it. M. Tunön de Lara, Historia de Espana, Madrid, Labor, 1989, V.193 y un anä-lisis detallado en F. Braudel, El Mediterräneo y el mundo mediterräneo en la epoca de Felipe II, Mexico, FCE, 1953,11,353 y ss. Para una revisiön de las consecuencias de este «choque fronterizo en la brutal contienda entre dos civilizaciones diferentes», v. Andrew C Hess, «La batalla de Lepan-to y su lugar en la historia del Mediterräneo» en J. H. Elliott, ed. Podery sociedad en la Espafla de los Austrias, Barcelona, Critica, 1982. 145 horrisono es latinismo introducido en textos literarios por Ercilla, sin duda a traves de Virgilio, Aeneidos IX,55, y pronto usado por Herrera (Kossoff). 146 coronista por cronista es Variante muy usada hasta la primera mitad del xvii; la forma moderna ya aparece a fines del xvi (DCECH). 147 relevado 'trabajado con relieve' (IV, n. 42). 650 vemos"* dentro un anchisimo palacio y en muy pequena forma grande espacio. Y por aquel lugar sc descubria el turbado y revuelto mar Ausonio14', donde se difiniö la gran porfia, entre Cesar Augusto1^" v Marco Antonio; asi en la misma forma parecia por la banda de Lepanto y Favonio,sl, junto a las Curchularesls', hacia el puerto, de galeras el ancho mar cubierto. Mas viendo las devisas15* senaladas del Papa, de Felipe y venecianos, luego reconoci ser las armadas de los infieles turcos y cristianos, que en orden de batalla aparejadas para venir estaban a las manos1^, ,AH vemos es probable errata por vimos, que tiene mayor sentidö que un presente historico en esta octava. ,4'' Ausonio (.omo adjetivo signiticö poeticamente en latin 'romano, de Italia' {Aeneidos, IV, 349); en verdad, la batalla naval de Actium a la que se retiere la octava, tuvo lugar cn el mar |önico, en 31 a.(.., a las afucras del golfo de Ambracia. En cl promontorio que da cl nombre a Li batalla, M. Antonio habia instalado su campamento; cl adjetivo rcaparc-cc en XXIV,1,4. ,s" Cesar Aupusto es decir, (.. < )ctavio, al que el Scnado romano conec-diö cl titulo de Augustus en el ano 2~ a.(.. 151 Lepanto Nombre del largo golfo en donde la flota de la Liga (Espana, Venecia, el Papa) encerraron a los 230 barcos de la (Iota turca. Lavo riio 'oeste'. ls2 Curchulares Las islas Curzolarcs en el mar |6nico, llamadas Lchina-des en la antiguedad (Plinio, N.H., 1.11, 85, par. 201). ( fr. I . de Herrera, Relaaön de taguerra de C.hipre y suceso de la batalla naval de Lepanto (1 572), capi-tulo XX V:«Estänentrc Lepanto via ( hafaloniaunos penascoso islas llamadas (.uzorales a ocho millas de Lepanto, contrapuestas a la boca del no Aqueloo, que hoy llaman Aspropotamo y antiguamente tucron las islas Echinades... No muy lejos de aqui esta aquel cabo donde Augusto (lesar combatio en batalla naval con Marco Antonio v lo veneiö» (.DI XXI (1852) 347. Cbafalonia es la actual Kefalinia. 153 devisa por divisa (XXI, n. 63). l" devisa por amsa y*™, ••• >•••/• , „. IS4 venir a las manos 'batallar con las armas (D(.i.( 651 aunque a mi parecer no se movían, ni más que figuradas155 parecían. Pero el mago Fitón me dijo: «Presto verás una naval batalla estraňa, donde se mostrará bien manifiesto el supremo valor de nuestra Espaňa.» Y luego con airado y fíero gesto, hiriendo el ancho globo con la caňa, una vez al través, otra al derecho, sacó una horrible voz del ronco pecho, diciendo: «jOrco amarillo, Cancerbero!156 80 jOh gran Pluton, retor157 del bajo infierno! jOh cansado Carón'58, viejo barquero, y vos, laguna Estigia y lago Averno!,5<) jOh Demogorgon160, tú, que lo postrero 155 figurado 'delineado' (Aul.) 156 Oreo es divinidad infernal sinönima del Plutön griego del verso si-guiente, como ya lo llama San Isidro (J. Perez de Moya, L1I, capitu-lo 17,1,126). Cancerbero de Can y Cerbero; Cerberus es el perro de tres cabezas, guardian de los infiernos (Cicerön, Tusculanaedisputationes 1,10). El adjeti-vo amarillo 'palido', en Lucano VI,714-15 (pallentis... Orci). 157 retor por rector 'el que dirige' es cultismo ya usado por Alvar Gomez, h. 1525, primera edicion, 1587; C. C. Smith, 264 y DCECH). Para Plutön, Perez de Moya, o.e., Ill, cap. XIV,I,124 y ss. 158 Caron «Carön hijo de Herebo y de la noche, segun Hesiodo, es el barquero que los poetas fingen que pasa las änimas por el Flegeton y los demäs rios» (Perez de Moya, o.e., 1,7, cap. VI, 11,317); cfr. Aeneidos VI, 298 y ss. para la descripeiön de este «horrendo barquero» («portitor ho-rrendus»), 159 Estigia es la laguna infernal en la que juraban los dioses (Aeneidos VI.323-4). Cfr. Perez de Moya, 1.7, cap. 11,11,309 y ss. Averno es el lago de la Campania en Italia donde los poetas latinos ubicaban una de las entra-das del infierno (Aeneidos VI, 126). 160 Demogorgon «dios padre de todos los dioses y todas las cosas, que ha-bitaba en las entranas de la tierra» (ibid., 1.2 cap. 1,1,39 y ss. Ercilla debiö tomarlo de Juan de Mena, Laberinto..., 252f; Mena, a su vez, recogiö de la Genealogie deorum gentilium, liber I el dato que relaciona a Demogorgon con la laguna Estigia. La relaciön con Statius y Lactancio debiö tomarla Lida de Malkiel, 508, del ya citado Perez de Moya o directamente de Boccaccio (t. 1,14 y ss.; utilizo la edieiön de V. Romano, Bari, Later-za, 1951). habitas del tartáreo"'1 reino eterno, y las hervientes aguas de Aqueronte1"-, de Leteo, Cocito y Flegetonte!",!. »jY vos, Furias,M, que asi con crueldades atormentáis las ánimas daňadas, que aún temen ver las inferas16S deidades vuestras frentes de viboras crinadas1M>; y vosotras, gorgóneas"'7 potestades por mis fuertes palabras apremiadas, haced que claramente aqui se vea, aunque futura, esta naval pelea! »jY tú, Hecate"8 ahumada y mal compuesta, nos muestra lo que pido aqui visible! ■ <>■ lartdreo 'infernal' (Aeneidos VI,395; Lucano VI,"12); Perez de Moya, 1.7, cap. XII,II,327. 162 Aqueronteo Acberonte, primer rio infernal que atravesaban las .ilnus (Perez de Moya, 1,7, cap. 1,11,307-309). Leteo 'rio infernal cuyas aguas hacian olvidarel pasado' Cfr. Lucano V',221 V Perez de Moya, 1.7, cap. V, 11,316. (.oato (Aeneidos. VI,132) rio infernal sobre cuya idcntidad habia diversas opiniones entre los anti-guos. Hegetonte (Aeneidos V1.265) rio infernal de aguas ardicntes. Perez de Moya, 1.7, cap. 111,11,312 lo asimila al Cocito. "A funas o Lumenides «ejecutoras o vcrdugos v tcsligos de los que los jueces han condenado a padecer tormcntos en el Tartaro» (Md., 1.7, cap. XII,11,328 y ss.). Cfr. Lucano VI,695: «Eumcnides Stygiumquc ne-fas Poenaeque nocentum.» l*s infero 'profundo, infernal' es latinismo ausente de los diccionarios que Ercilla debiö tomar de Boccaccio, Genalogie..., por ej. en el «Prohc-mium» del liber primus, en que aparece en la forma sustantiva o, tal vez, directamente del italiano. I«' ennado aqui 'en forma de crines", es latinismo prcsente ya en Mena; debe tencrse en cuenta, sin embargo, Lucano VI, 653-656 en que sc describe a la maga Lricto como semcjante a una tuna: «... voltusque aperi-tur crinc remoto, , et coma uipcreis substringitur horrida scrtis.» V. tb. Aeneidos VI.280-281 (vipereum crinem). '*7 Corgonea porque una de las trcs Gorgonas, Medusa, tue amada de Poseidon, dios del mar. Hecate Diosa de los fantasmas y la magia, como recuerda Lucano (VI,700): «... nostracquc Hccates pars ultima, per quam manibus et mihi sunt tacitae commercia linguae»; habitaba los infiernos, cle aqui el «p.humada» y su presencia en el conjuro de Lricto. 652 653 jHola! <:A quien digo? <-Que tardanza es esta, que no os hace temblar mi voz terrible? Mirad que rompere la tierra opuesta y os herire con luz aborrecible y por fuerza absoluta y poder nuevo quebrantare las leyes del Erebo»169. No acabö de decir bien esto, cuando las aguas en el mar se alborotaron, y el seco lesnordeste17" respirando, las cuerdas y anchas velas se estiraron; y aquellas gentes subito anhelandom, poco a poco moverse comenzaron, haciendo de aquel modo en los objetos todas las demäs causas sus efetos172. Mirando, aunque espantado, atentamente la multitud de gente que alli habia, vi que escrito de letras en la frente su nombre y cargo cada cual tenia, y mucho me admirö los que al presente en la primera edad yo conocia verlos en su vigor y anos lozanos, y otros floridos jövenes ya canos171. Luego, pues, los cristianos dispararon 85 una pieza en senal de rompimientor\ Erebo Iii infierno de los antiguos, tambien llamado Tärtaro (cfr. «tartäreo reino eterno» de 80,6). La recreaciön de la förmula de este con-juro por Lrcilla tiene su precedente en Mena ( Laberinto.... 251) y ambos se apoyan en Lucano VI,730 y ss., especialmente 741-750. Cfr. Duca-min, Menendez y Pelayo, 227 y Lida de Malkiel, 505. 1711 lesnordeste 'viento del este-nordeste'. 171 anhelar 'respirar' (Cuervo, Dicc. I, 468b); subito 'sübitamente' (IV, n. 16). 172 efeto por efeeto (XXI, n. 81). 171 Recuerdese que el momento de la narraciön es fines de 1557 a principios de 1558 y lo que aparece en la esfera de Fitön son los «futu-ros» hechos de Lepanto, en 1571. 17< rompimiento 'ataque' (XVI, n. 99; v. tb. IV, n. 27), que reaparece en XXIV,2,6. 654 y en alto un crucifijo enarbolaron, que acrecentó el hervor y encendimiento: todos humildemente le salvaron1" con grande devoción y acatamiento, bajo del cual estaban a los lados las armas de los fieles colegados'"''. En esto, con rumor de varios1" sones, acercándose siempre, caminaban; estandartes, banderas y pendones sobre las altas popas trcmolaban; las ordenadas bandas y escuadrones, esgrimiendo las armas se mostraban en torno las galeras rodeadas de caňones de bronce y pavesadasr*. Mas en el bajo tono que ahora llevo no es bien que de tan grande cosa cante, que, cierto, es menester aliento nuevo, lengua más espedida1"'1 y voz pujante; asi medroso desto, no me atrevo a proseguir. Seňor, más adelante. En el siguiente y nuevo canto os pido. me deis vuestro favor y atento oido. I IN 175 sahar 'saludar' es ac. antigua (DCLCII) ausentc cn Aut. \ URAL. 116 colegados por coligados 'miembros de la Liga, ahados'. !" vano 'ditcrente' (VII, n. 15). I7" pavesada o empavesada 'protección de los navios contra el ahordaje' (Aul.). m espedida por expedida 'dcsenvuelta'. (,tr. Oarcilaso, F.gl. 11,399 y 1104, como epiteto para «lengua» y «voz» respectivamente. La forma moderna expedito, ya en Cervantes («Iii licenciado Vidriera»), tal vez por italianismo (DCliCH). 655