Notas Capitulo 11 la era de la emigraciön 1 Son muchas las lenguas que se encuentran en peligro de extincion. La unesco ha publicado un atlas con estas lenguas, donde se indica su grado de peligro: 1) lenguas extinguidas, 2) lenguas moribundas, 3) lenguas seriamente amenazadas, 4) lenguas amenazadas, y 5) lenguas potencialmente amenazadas. La extincion paulatina se debe a varios motivos, pero entre los mäs importantes figuran el tener un nümero muy reducido de hablantes, generalmente indige-nas, y que no permiten su uso en ciertos temas y ämbitos semänticos (nuevas tecnologias o ciencia, por ejemplo). 2 Mäs aün si se toman en cuenta, como procede, sus lenguas criollas: el cha-bacano de Filipinas, hablado por medio millön en las regiones de Zamboanga, Basilan, Cotabato, Davao y otras zonas del archipielago; el papiamento, utilizado en varias zonas caribenas, pero principalmente en Aruba, Bonaire y Curazao, hablado por casi el 80% de una poblaciön de 250 mil habitantes; el palenquero de Colombia, que languidece paulatinamente, ya sin hablantes monolingües, y el chamorro de la isla de Guam y de las Marianas, en Asia, hablado tan solo por unos pocos cientos (un 0.5% de la poblaciön). 3 Algunos cälculos indican que aunque hoy el espanol se mueve entre los puestos tercero y cuarto, existe la posibilidad de que muy pronto en nuestros dias llegue a superar al ingles en cuanto al nümero de hablantes nativos. Vid. Moreno Fernändez y Otero Roth (2008: 26). Espana en America; America en Espana. Pero los tiempos cambiaron y los papeles se invirtieron; los receptores de antes pasaron a ser inmigrantes a la peninsula Es mäs que evidente que Espana y los espanoles han estado en America desde que las naves de Colon descubrieron las prime-ras islas del nuevo continente. Y asi durante los siglos de domi-nacion y tambien con posterioridad; los origenes de la epoca republicana estuvieron en manos de criollos, muchos de ellos de primera y segunda generaciön. Para entonces, se calcula que de los apenas tres millones de hispanohablantes que existfan en todo el mundo hispanoamericano, casi dos eran oriundos de Espana. Y muchos de ellos no se marcharon a Europa tras las independencias de la antigua metröpoli. Este no fue el ünico caso. Se recordarä que tras la derrota en 1898 de las tropas espaholas en Cuba, cerca del 80% de los soldados y de los cargos militares de baja graduaciön decidieron quedarse en el pais, junto a las familias que ya habian consti-tuido. Es un hecho tan curioso que siempre ha sorprendido a los historiadores: los vencidos en la contienda militar, si bien no solo por los cubanos, lejos de volver a su pais deciden quedarse con los "enemigos" del dfa anterior. Inmigracion de espanoles a America siempre ha existido, pero nunca de manera tan contundente como en tres ocasio-nes: la llegada de peninsulares de las primeras decadas del siglo xx en busca de trabajo y de mejores oportunidades de vida; una mäs triste, causada por la cruenta guerra civil; y la de los cana-rios que se marchaban de sus islas a otras, antillanas, y sobre 224 225 La andadura del espaňol por el mundo LA era de la emigración todo, a Venezuela, no en balde llamada "la octava isla". El pri-mero de estos grupos estaba encabezado principalmente por gallegos y asturianos y su destino favorito, entre otros, fue Cuba, pais en el que dejaron una rutilante estela de honestidad, de trabajo duro y de éxito. Los emigrados forzosos tras la pérdida de la desgarradora guerra civil, más bien incivil, de 1936, fueron acogidos con verdadera generosidad, en primer lugar, por Mexico, donde quedó instalado el Gobierno de la República, y también abrie-ron sus brazos para recibirlos con cariňo Argentina y Chile, entre otros. Hasta hace muy poco tiempo, sin embargo, no había sido reconocido el papel desempeňado por Cuba en la recepción de estos inmigrantes politicos (Cuadriello 2009), tan solo porque a la isla antillana no habian llegado cantidades importantes de inmigrados. Las investigaciones anteriores habian puesto énfa-sis en que esta inmigración, muy importante por cantidad y ca-lidad de los inmigrantes, no había beneficiado a Cuba, donde el numero de llegados habia sido muy modesto. Smorkaloff (1987) habia escrito: Después de concluida la Guerra Civil espaňola, Cuba no se benefícia con la intelectualidad republicana exiliada. La coyuntura po-lítica no permitió que estos espaňoles, expulsados, sin patria, se asentaran en Cuba. Al llegar al pais encontraron un clima de hosti-lidad, y siguieron rumbo a Mexico. Los estatutos de la Universidad de La Habana —refugio y modus vivendi tradicional del intelectual desarraigado— estipulan que para ser profesor habia que ser cu-bano por nacimiento o naturalización, y el hacerse ciudadano del pais demoraba cinco aňos. Fue un problema a la vez práctico y político. Por un lado el gobierno fue reacio a darles acogida a los espaňoles por razones de índole política... Pero no fue ella sola: Del Toro, en su trabajo "Fernando Ortiz y la Hispanocubana de cultura" (1996), insistía en que la derrota de la Repüblica Espanola genero un cuantioso flujo mi-gratorio hispänico hacia las naciones latinoamericanas [sie], principalmente hacia Mexico. En esa coyuntura histörica, Cuba fue un pais de tränsito donde solo establecio su residencia una minoria de intelectuales exiliados como Francisco Prat Puig y Julian Alie-nes, entre otros. Se trata, desde luego, de apreciaciones nada objetivas, como de-muestran los hechos. Sin duda, no se han tomado en cuenta una serie de factores de singular importancia. Por un lado, como se-hala Cuadriello, no ha habido una investigacion seria y completa de los sucesos, y por otro, no llegaron al pais grandes contingen-tes de refugiados procedentes de Espaha, ni barcos repletos de exiliados, como ocurriö en Mexico con el Sinaia, en la Repüblica Dominicana con el Flanders y en Chile con el Winnipeg. Si bien : la eifra de exiliados no alcanzo la de otros paises americanos, la cantidad de emigrantes a Cuba no solo fue importante, sino que quedö disfrazada al llegar mediante otros paises como Francia I y la Repüblica Dominicana. Para una mayoria abrumadora, que ha logrado imponerse, ... el exilio republicano espanol en Cuba se limito a unos cuantos intelectuales sobresalientes como el poetajuan Ramon Jimenez, la pensadora Maria Zambrano, el ensayista Juan Chabäs, el hema-( tölogo Gustavo Pittaluga y el impresor Manuel Altolaguirre, quie- nes se han visto beneficiados por investigaciones que recogen sus respectivas labores en tierra eubana (XXVI). i Pero la presencia espanola no llegö por primera vez a Cuba con los exiliados espaholes. De mucho antes, desde el termino de la guerra de independencia muchos de los que partieiparon en la contienda belica decidieron quedarse en Cuba. Al margen de sus deseos personales, los espaholes establecidos en la Isla podian conservar su nacionalidad y sus propiedades con tan solo formalizar sus deseos en el Registro civil. Unos 66 834 espaholes nativos se acogieron a esta posibilidad; eran en su mayoria 226 227 La andadura del espaňol por el mundo la era de la emigración hombres y procedian de Galicia, Asturias y las Isias Canarias. A esta cifra deben sumarse las 72 721 personas a las que se otor-gaba la ciudadania por parentesco familiar: un total de 140 mil individuos, y no todos acudieron a efectuar esos trämites. Los canarios, ya viajeros frecuentes a suelo americano desde los inicios coloniales —,jquienes si no protagonizaron los pape-les estelares del despegue de la industria azucarera en La Espa-nola y poco despues en Cuba?, ^quienes, sino ellos, levantaron la brillante industria tabacalera cubana de Vuelta Abajo, donde celebraban con jübilo durante cinco dias consecutivos la fiesta de la Candelaria?— ayudaron, y en no poca medida, al floreci-miento de Venezuela y del Caribe insular hispänico. Pero los tiempos cambiaron y los papeles se invirtieron; los receptores de antes pasaron a ser inmigrantes a la peninsula. (Otero 2007; Gutierrez 2007). Centenares de ecuatorianos, pe-ruanos y colombianos, sobre todo, se han instalado en suelo es-panol durante los Ultimos 20 anos. Alli trabajan, alli han nacido sus hijos y algunos de los mäs jovenes han muerto por Espaha en paises donde imperan el terror y la demencia talibän. En Colombia, de 115000 hispanos, 43 285 son venezoianos La migration entre paises hispanoamericanos ha sido siempre abundante, aunque no tanto como la de los Ultimos tiempos (Santillo 2004; cepal 2006). Estos flujos migratorios han sido relativamente numerosos en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y Venezuela, y mäs atenuados en El Salvador, Mexico, Nicaragua y la Repüblica Dominicana. De esos primeros paises poseemos datos censales altamente ilustrativos. En la Argentina viven actualmente 1140 822 extranjeros de habla hispana; y en Chile 1140180, pero son datos que no es-pecifican procedencia. Pero en Colombia, de 115 mil hispanos, 43 285 son venezolanos, y en Costa Rica suman 224 823, de los cuales una mayoria muy significativa son nicaragüenses. Esta inmigración ha llegado también a paises americanos no hispánicos, como es el caso de Belice. Pero Belice, con vecinos hispanohablantes por todos lados, ha ido dejando de mirar a los estados unidos y a Jamaica para fijarse en su alrededor Belice, pais con relativa autonómia, se rige por un modelo de democracia parlamentaria con Elizabeth II como soberana, es-tatus que alcanzó en 1983, tras una história colonial de más de 300 aňos, durante los cuales permaneció rígidamente unido a Inglaterra, como un curioso enclave en medio del mundo his-pánico centroamericano. El territorio del pequefio pais habia sido habitado por los mayas desde hacía aproximadamente unos doce siglos. A él habian llegado los espaňoles en la primera mi-tad del siglo xvi, que de inmediato proclamaron su soberania, en realidad, más simbólica que real, pues lo abandonaron casi de inmediato. Los ingleses, en cambio, se aposentaron en las cosas atlánticas en el xvii y desde alli asediaban a los galeones espaňoles (Le Page y Keller 1985: 62). Posee hoy una población de casi 300 mil habitantes, entre los que figuran una amalgama de criollos, mezcla de blancos euro-peos y africanos, mestizos, fusion de espaňoles con amerindios, principalmente mayas, caribes negros y una serie de inmigrantes indios, libaneses, menonitas, alemanes, franceses, italianos, ára-bes y chinos. Una nueva Babel de tono tropical. Naturalmente que la lengua mayoritaria es el inglés, con fuerte competencia de un criollo de base inglesa, de la variedad maya hablada en el lugar y, a mucha mayor dištancia, del chino. La mayoria de ellos son criollos (30%), le siguen los descendientes de los anti-guos dueňos del territorio, los mayas (12,5%), después los garí-funas (6,2%) y al final menonitas, asiáticos y árabes (3,5%) más un amplio residuo de mezclas entre indios arahuacos y esclavos africanos. Todos ellos conservan su lengua con empeňo, pues la consideran marca de identidad cultural. 228 229 La andadura del espanol por el mundo La era de la emigraciön De tal abanico de identidades se desprende un abanico de lenguas y dialectos diferentes, pero coparticipes... Cada una de las lenguas habladas en Beiice imprime un sello cultural a cada uno de sus correspondientes integrantes de las diferentes comunidades lin-güisticas en interaccion social (Quesada Pacheco 2010: 21). La lengua oficial es el ingles y ella es el vehiculo ünico de la ad-ministraciön politica, de las actividades turisticas y de la escola-rizaciön; el criollo beliceno, de base inglesa, es la lengua franca del pais. Entre este conjunto de lenguas, el espanol se fue imponiendo poco a poco, pero al principio, y todavia hoy, gozando de un es-tatus de poca consideraciön y con fuertes tonos de estigmatiza-ciön. Segün Quesada Pacheco (2010), la situaciön se debiö a varios factores, pero sin duda el mäs importante es la relaciön asociativa que se hacia entre la lengua y la clase social modesta y campesina de quienes la hablaban, muchos, producta de olas inmigratorias procedentes de los paises vecinos —principal-mente de El Salvador— fruto de luchas y guerras intestinas. Todo ello iba acompanado del bajo nivel academico de estos inmigra-dos. Poco a poco se va borrando este estigma, pero nuestra lengua todavia sigue sin tener demasiado prestigio social en aquellas tierras. Ultimamente, segün el censo de 2000, los criollos belicenos de base inglesa van perdiendo representatividad y en cambio crece el grupo de mestizos que tiene el espanol como lengua nativa, con lo cual nuestra lengua se ha convertido hoy en la mäs hablada del pais, a pesar de que no tiene peso gubernamen-tal ni se ensena oficialmente en la escuela primaria. Desde hace unos pocos ahos, sin embargo, el espahol ha ido ganando terreno, debido a dos razones principales: primero, a las constantes olas inmigratorias de sus vecinos guatemaltecos, salvadorehos y nicaragüenses, y segundo, porque la mayoria de los habitantes del nuevo pais, hablantes de criollo, han ido in-corporando el espahol. Hoy esta lengua es la nativa de casi el 50%, y la segunda de otro 20%. Este 70% afirma que el espahol es la lengua mäs hablada en el territorio. Es una situaciön esta que se nota a simple vista en la zona norte del pais, desde Orange Walk hasta Corozal, cerca de la frontera mexicana de Chetumal, y tambien en el sur, en el distrito de Cayo, sobre la frontera de Guatemala, donde su uso es general. Solo en la zona central de Beiice y en Punta Gorda, donde abunda la poblaciön gari-funa (caribes negros), el ingles se mantiene con hrmeza. Pero Beiice, con vecinos hispanohablantes por todos lados, ha dejado de mirar a los Estados Unidos y a Jamaica para fijarse en su al-rededor. Y este nuevo cambio de horizonte ha dado como resul-tado que se reconozca la raiz hispana de esta sociedad multietnica, su pertenencia a Centroamerica, y los firmes deseos de que el espahol se declare segunda lengua oficial. Mapa 11.1: Hispanohablantes en Beiice _1 Poblaciön ÜÜM Hispanohablantes Mexico ha acudido en su ayuda, fundando en 1993 el Instituto de Cooperaciön y Cultura de Mexico-Beiice. Entre sus ofertas mäs atractivas estän las clases de espahol, que han generado un entusiasmo desbordado; diganlo si no estas cifras: entre 1993 y 1995, tan solo en dos ahos academicos de un instituto recien 230 231 La andadura del espanol por el mundo La era de la emigrac1ön fundado, han tomado clases mäs de 680 alumnos adultos, lo que la misma directora del centro calificö de extraordinario. La poblaciön escolar de Beiice es de cerca de 60 mil alumnos. Todavia no se han hecho püblicos los planes de las autori-dades educativas de Beiice City con respecto al espanol, pero cuando sea lengua cooficial, lo menos que puede esperarse es la presencia de una asignatura diaria de espanol, desde los gra-dos iniciales de la escuela primaria. Con respecto a la poblaciön adulta, esta no necesita clases de espanol, pues el 43,6% de los mestizos y los criollos, ya lo hablan; faltaria por castella-nizar unos 85 mil habitantes como mucho, pero la cifra se irä reduciendo a medida que aumenten las nuevas promociones escolares. Un caso estrella: hispanos en los Estados Unidos. La inmigraciön. DESCONTANDO ALGUNAS AVENTURAS AISLADAS Y DE poca MONTA, la verdadera inmigraciön comienza en el siglo xx con Mexico a la cabeza La realidad actual de los "hispanos" en los Estados Unidos es, como siempre sucede, el resultado de un conjunto de procesos histöricos. La presencia hispänica en aquellas tierras no ha cum-plido aün los 500 ahos, pero no falta mucho tiempo mäs para que los cumpla, puesto que comenzö en 1513, con la Uegada de Ponce de Leon a las playas de la Florida. Los hispanos llegaron a lo que hoy son los Estados Unidos, como se vio, bastante antes que los peregrinos del Mayflower. Antes de que esta inmigraciön comenzara a presentar cifras de cierta importancia, debe destacarse la existencia de varios asentamientos antiguos, residuos de nücleos poblacionales anteriores a la conformaciön moderna de ese pafs. Tal es el caso, sobre todo, de los mexicanos del suroeste, y despues, de los canarios de la Luisiana, y de los escasos restos espaholes de la Florida, pero, en cualquier caso, carecen de relieve para la Si- tuation actual. Estos constituyeron lo que los sociölogos llaman "inmigrantes en tierra propia". Descontando algunas aventuras aisladas y de poca monta, la verdadera inmigraciön comienza en el siglo xx con Mexico a la cabeza; le siguen los puertorriquenos, mäs tarde los cubanos y, en las ültimas decadas, los dominicanos, los centroamerica-nos y otros procedentes de diferentes zonas de la America del Sur. Los espanoles han sido y continüan siendo una notable minoria. La inmigraciön mexicana, la mäs temprana de todas, comenzo muy a finales del siglo xix; en 1910 ya era abundante, y seguia creciendo, de manera que en tiempos de la Gran De-presiön los expulsados del pafs fueron unos 500 mil. Las nuevas olas inmigratorias muy pronto recuperaron esas cifras, e incluso las multiplicö la necesidad de mano de obra para los trabajos ( agncolas en los Estados Unidos, desde entonces en constante expansiön. Ese fue el motivo principal de estos traslados hacia el norte, legales los mäs, ilegales en una proporciön descono-i cida, aunque minoritaria. La situaciön se ha mantenido con auge singular hasta nuestros dias. Despues de la Segunda Guerra Mundial le tocö el turno a los puertorriquenos. La situaciön era diferente, pues los nacidos en la isla eran desde 1917 ciudadanos norteamericanos, por lo que sus movilizaciones hacia Nueva York, lugar de asiento pre-ferido por este grupo, no presentaban problema inmigratorio alguno. En este caso, no hubo —ni hay— inmigrantes ilegales. Para 1960, ya esta ciudad y los territorios contiguos del noreste contaban con cerca de un millön de ciudadanos llegados de la isla caribena. Y el traslado solo daba sus primeros pasos. Los cubanos ocupan el tercer lugar en cuanto a cronologia de llegada. Aunque con anterioridad a 1959 ya habia pequenas concentraciones de individuos de este origen en los Estados Unidos, las cifras no se disparan hasta el triunfo de la Revoluciön castrista y las decadas subsiguientes. Aho tras ano, el volumen de refugiados cubanos en ese pais ha protagonizado un creci-miento autenticamente espectacular. 232 233 La andadura del espaňol por el mundo Con posterioridad, otras inmigraciones han venido a aumen-tar la presencia hispana en territorio norteamericano: dominica-nos, centroamericanos y suramericanos han ido protagonizando diversos capitulos de la história reciente. La dominicana no co-mienza en firme hasta mediados de la década de 1960; los de Centroamérica, encabezados por los salvadoreňos, poco después, con gran numero de entradas ilegales. Y más tarde empieza a sentirse la presencia de colombianos, ecuatorianos, peruanos, bolivianos, paraguayos y uruguayos, en números siempre más reducidos. En los primeros aňos de este siglo xxi les ha tocado el turno a los venezolanos y a los argentinos. aunque las causas de estos traslados son multiples y variadas, estas podrían reagruparse en tres grandes apartados: económicas, políticas y una combinación de ambas A razones de mejoras socioeconómicas o simplemente de sub-sistencia se deben en su mayoría las inmigraciones mexicanas. Asediados por la pobreza y por las barreras que impedían el ac-ceso a salarios dignos y seguros, a una vivienda mínimamente aceptable, a condiciones básicas de salud, a la escolarización de los hijos, y a un etcetera, que aunque no muy largo, si es fundamental, estos grupos de individuos abandonan sus lugares de origen para instalarse en una especie de "tierra prometida", que aunque no hubiera sido asi en realidad, era siempre mucho me-jor que la que hab fan tenido. Los perfiles socioeducativos de estos inmigrantes son gene-ralmente bajos, en su mayoría trabajadores agricolas no espe-cializados que, víctimas ellos mismos de la situación imperante, se han visto privados, entre otras cosas, de una educación que les permitiera avanzar en la vida, y que no desean que esa misma situación de depauperación se repita con sus descendientes. Son los llamados inmigrantes económicos. Por otra parte están los que escapan de situaciones políticas (y, a veces, religiosas) que consideran inaceptables, como es el La era de la emigración caso de los cubanos y de los nicaragüenses. La postura política del gobierno de La Habána en un caso, y los vaivenes de Managua entre Somoza y los Sandinistas en otro, obligaron a mu-chos a abandonar sus lugares, bien por nexos o simpatías con gobiernos anteriores, los menos, bien por rechazo moral a los planteamientos de los nuevos gobernantes, los más. Su perfil so-ciocultural es medio o alto, con buenos indices de educación, profesionales espečializados en diferentes areas, y con relativo éxito económico. Son los exiliados. El tercer grupo está constituido por aquellos que salen de sus países para huir de situaciones económicas angustiosas, producto de guerras intestinas, feroces dictaduras, impericias guberna-mentales —cuando no de flagrantes y continuas malversacio-nes— sufridas repetidamente por sus países de origen. Aunque la razón inmediata de su marcha sea de indole económica (acom-paňada, a veces, de inseguridad personal), esta ha sido causada directamente por el brutal deterioro social devenido de luchas intestinas o de políticas económicas trasnochadas e inoperan-tes. El grupo es mixto. Se encuentran en él desde profesionales altamente cualificados hasta obreros sin especialización, inser-tados en un amplísimo espectro socioeconómico. Son también inmigrantes, aunque el móvil que los haya impulsado sea mucho más complejo que el de los grupos anteriores. Los lugares de destino de estos inmigrantes son muy diversos, dependiendo, sobre todo, de la potencialidad de éxito que ofrez-can, de su accesibilidad, de los contactos personales y, por su-puesto, de las condiciones de los grupos y de los individuos. Con excepción de Los Angeles y ciudades medianas y peque-ňas, y esto recientemente, la gran inmigración mexicana ha ido a zonas rurales o a pequeňos poblados. En principio se centraba en los tradicionales territorios del suroeste, pero después se ha extendido, si bien en proporciones más modestas, hacia el norte y hasta la zona este, tanto al area de Nueva York como a la Florida. Los centroamericanos constituyen un punto de transición entre ciudad y ruralía, aunque su punto de asentamiento ha sido California preferentemente. También los suramericanos 235 La andadura del espanol por el mundo La era de la emigraciön han apostado por este estado del oeste, aunque su ubicacion ultima sea mucho mas abarcadora. En general podria afirmarse que puertorriquenos, cubanos, dominicanos, venezolanos y ar-gentinos constituyen una inmigracion urbana. Naturalmente que hoy es posible encontrar cualquier procedencia hispana en todos los estados de ese pais (Criado 2007). Demografia hispana en los Estados Unidos Se gün el Censo de 1990, el origen de la poblacion hispana en los Estados Unidos y su densidad demogräfica era la siguiente: Cuadro 11.1: Clasificaciön, segun su origen, de la poblacion hispana de los Estados Unidos en 1990 Origen Poblacion % Mexico 13 393 208 61,2 Puerto Rico 2 651 815 12,1 Cuba 1 053 000 4,8 El Salvador 565 081 2,6 R. Dominicana 520 151 2,4 Colombia 378 726 1,7 Guatemala 268 779 1,2 Nicaragua 202 658 0,9 Ecuador 191 198 0,9 Peru 175 035 0,8 Honduras 131 066 0,6 Panama 92 013 0,4 El resto de centroamericanos sumaba 64233 (0,3%), los demäs inmigrantes procedentes de Sudamerica, 378 726 (1,7%), y los de otros origenes, incluyendo a Espana, 1 922 286 (8,8%). Las inmigraciones hispanas a los Estados Unidos, cada vez mäs densas y constantes, han superado todos los cälculos estadisticos. 236 En 1982, la poblacion hispana del pais era de 15 millones, el 7% del total; 15 anos mäs tarde, ya eran 29 millones, el 11,1%. Se tra-taba de unas cifras —1997— que se acercaban mucho a la primera gran minoria, la de los negros (12,8%). En 1996 el U.S. Current Population Report suponia que para el aho 2000 la poblacion hispana sen'a de 31 366000, y que para 2012 (52 millones) habria superado con creces a la negra, convirtiendose asi en la primera minoria de la Union. Pronosticaba tambien que en 2016 la com-posiciön demogräfica de los Estados Unidos habria cambiado com-pletamente, y que continuaria haciendolo, pues para entonces la inmigracion hispana seria mayor que la de todos los grupos etni-cos juntos. Estas previsiones para el futuro son ya, desde 2002, una contundente realidad, pues los 35,3 millones de hispanos constituyen el 12,5%, mientras que la poblacion negra no hispana de la Union se queda en el 12%. Estamos hablando de un aumento de cerca del 60% con respeto a 1990, de un salto demogräfico espec-tacular que va de los 22,4 millones de entonces a los 35,3 millones. La cantidad de hispanos radicados en suelo norteamericano convertia a ese pais en la quinta nacion hispanohablante del mundo segun el nümero de hablantes, solo por debajo de Mexico (101 879170), Colombia (40 349388), Espana (40037995) yAr-gentina (37384816). Lo mäs interesante de este salto es que el aumento de la poblacion hispana se ha producido en los estados mäs importantes desde el triple punto de vista politico, cultural y econömico: Cuadro 11.2: Distribution de la poblacion hispana de los Estados Unidos Estado Total poblacion Hispanos % California 33 871 648 10 966 556 33,8 Texas 20 851 820 6 669 666 31,9 Florida 15 982 378 2 682 715 16.7 Nueva York 18 976 457 2 867 583 15,1 Illinois 12 419 293 1 530 262 12,3 237 la andadura del espanol por el mundo Estos datos van acompanados de un estancamiento en el creci-miento de la poblaciön negra y de una notable regresion entre habitantes blancos. Nada parecia indicar que estas olas fueran a disminuir en lo futuro. De una parte, las causas de tipo econömico que mueven a muchisimos de estos hombres y mujeres no tienen, por el mo-mento, posibilidad de sufrir cambios sustanciales; al contrario, se han agravado en los Ultimos anos por las terribles devastacio-nes producidas por huracanes, inundaciones y terremotos, sobre todo en Mexico y en Centroamerica, que son los puntos de pro-cedencia de la mayoria de los inmigrantes ilegales. Estos Ultimos —hoy mäs de siete millones— no cesan de crecer. De otra parte, la politica zigzagueante de los Estados Unidos en materia mi-gratoria, que aunque amenaza constantemente con deportacio-nes, termina por buscar algün acomodo y facilita los trämites para legalizar esas situaciones: los politicos quieren votos, los patronos, mano de obra barata, y las grandes empresas, consu-midores. Es verdad que algunas situaciones, sobre todo aquellas que impulsaban traslados debidos a causas politicas, han cam-biado sustancialmente, como por ejemplo, la vuelta en aquel momento a la normalidad democrätica en Nicaragua. No puede decirse lo mismo, sin embargo, de Cuba, que ya lleva producidos mäs de un millön de exiliados, contando solo los que se han instalado en tierras del tio Sam. El futuro aqui es imprevisible. Aunque el flujo migratorio es de una importancia notable en el crecimiento poblacional de los hispanos, hay otras dos ra- ' zones que intervienen muy activamente en el proceso: las altas tasas de fertilidad y los bajos indices de mortandad. Las familias hispanas tienen hoy una media de unos tres hi-jos (2,97), la tasa mäs alta de todos los grupos de la demografia norteamericana que, en general, ofrece un promedio de naci-mientos de 2,1 por mujer. Los datos indican que de un porcen-taje de distribuciön de nacimientos hispanos de un 15,6% del total del pais en 1995, se pasarä a un 32,8% en 2050. la era de la emigraciön La esperanza de vida es tambien superior en los grupos hispanos: en 1995 era de 78,6 ahos (frente a los 76 de media general) y en 2050 serä de 87 (frente a los 82 de la poblaciön en su conjunto). Debe ser tenida en cuenta tambien otra circunstancia impor-tante, y es que la poblaciön hispana en general estä integrada por individuos muyjövenes, como se ve fäcilmente en el cuadro siguiente. Cuadro 11.3: Diferencias, en la distribuciön generational, entre la poblaciön general de los Estados Unidos y los hispanos Poblaciön general Hispanos 0-19 anos 29,5% 39,2% 20-49 45% 46,6% 50-69 17,1% 11% 70 o mäs 8,4% 3,2% La comparaciön de estos datos sobre distribuciön generacional (U.S. Current Population Survey, 1997) no deja lugar a dudas sobre este aspecto. La aculturaciön, deseada y buscada, no se detiene solo en cuestiones superficiales, como la aceptaciön del AMERICAN WAY OF LIFE Los datos aportados con anterioridad llevan aparejados varias diferencias de comportamiento. Los que proceden de ambien-tes poco o nada favorecidos socioeconömicamente ven en el pais anfitrion la meca deseada —mejores sueldos, mäs disponi-bilidad habitacional, mäs alto nivel de vida, mejor escolarizaciön para sus hijos, etc.— y, en consecuencia, las comparaciones con las condiciones sufridas en su pais de origen sitüan a este en una escala muy inferior. Los exitos alcanzados, aunque sean en si modestos, suelen producir unas actitudes muy positivas hacia la 238 239 La andadura del espaňol por el mundo la era de la emigración cultura anglo. Ello podria dar origen a un proceso de acultura- ciön, a veces abiertamente impulsado en el caso de sus descen- ) dientes. La aculturaciön, deseada y buscada, no se detiene solo en cuestiones superficiales, como la aceptaciön del American way of life (vestuario, comidas, costumbres, preferencias musicales, etc.), sino tambien en asuntos de mäs calado como la visiön del " «Ii mundo, la cultura en general y, en particular, la lengua. Se sub- I estiman los supuestos valores anteriores (que no le han produ-cido el menor beneficio) y se abrazan los nuevos (que si han significado mucho en sus vidas). Desaparecido el orgullo etnico-cultural inicial, si es que alguna vez se tuvo, se tiende a incor-porarse a crecientes procesos de desetnizacion y a llegar, quizäs, a la transculturaciön total. El paralelo con aspectos lingüisticos es obligado: abandono creciente de actitudes positivas hacia la lengua materna, debili-tamiento progresivo de la lealtad lingüistica, restricciön de los ämbitos de uso del espahol, empobrecimiento gradual y, posi-blemente, estadios avanzados de mortandad lingüistica o quizäs, ¥ la muerte total de la lengua materna. En estos casos extremos se parte de un monolingüismo (en lengua materna), se avanza hacia diferentes situaciones de bilingüismo (incipiente, medio, avanzado) al tiempo que se debilita la lengua propia, y se puede desembocar de nuevo en un monolingüismo, pero en esta oca-siön, de signo contrario. La situaciön opuesta es muy clara. El orgullo etnico-cultural conlleva un conjunto de actitudes positivas hacia la lengua materna, que no solo la mantiene viva sino cuidada, segün los cri- 1 terios de correcciön idiomätica mantenidos por la comunidad. La lealtad lingüistica es un hecho. En estos casos encontramos situaciones bilingües desequilibradas a favor de aquella, o bilingüismo perfectamente equilibrado. Los datos de que disponemos en la actualidad sobre indices de mortalidad del espahol entre los inmigrados y exiliados en los Estados Unidos nos dice que un 23% de ellos ha perdido su lengua materna (mäs de siete millones); cuando este porcentaje general se analiza por estados, el espectro va desde la Florida, donde la mortandad es de solo el 8%, a Colorado, donde alcanza un altisimo 52%. iexiste realmente una "comunidad hispana" en los Estados Unidos? Todo lo visto anteriormente nos lleva por fuerza a desembocar en un tema apasionante pero dificil. <;Existe realmente una comunidad hispana en los Estados Unidos?