UN IV ER SI DAD DE LA LAGÚNA HA CULT A D l>E FILOLÓGIA 4 REVTSTA DE FILOLÓGIA REDUCCION DE /s/ Y /n/ EN EL ESPASÍOL ISLENü DE LUISIANA: VESTIGlOS DEL ESPAŇOL CANARIO EN NORTE A MERICA John M. Lipskí University of Houston 4 I9RS SECRETAR1 ADO DE PUBLICACIONES REDUCCÍON DE /s/ Y /n/ EN EL ESPAŇOL 1SLEŇO DE f AJ I SI AN A; VESTiGÍOS DEL ESPAŇOL CAŇARIO EN NORTEA MERIC A John M. Lipskí University of Uouston Muchos dialect os del espaňol it través del mundo cxhiben clcmcntos arcaicos, que reŕlejan el lenguaje de siglos pasados, desaparecido hace mu-cho en el habla culta urbana de los países hispánicos. Estos dialeetos sue-len maniíestarse en Jos ámbitos rurales, que por razón de su marginaeión geográfica y social no han absorbido los cambíos que han afectado e! idiomu espaňol a nive! general, y ofrecen una rnanera indirecta de rcconstruir las etapas lingiiísticas anteriores que han sido borradas ciel lenguaje metro-poiitano. Entre los dialeetos aislados y por lo tanto arcaizantes del espa-fioh uno de los más curiosos es el habla de los Isleňos del estado de Luisia-na, Estados Unidos, caso único de la supervivencia del espaňol eanario en Norleamérica. Como es bien sabido, la mayoria de Jos isienos son descen-dientes de emigrates canaries que amb&ron al territorio espaňol de Lui~ siana hacia fines del siglo xviii; al pasar este tcrritorio a manos francesas y posteriormentc estadoumdenses, los isleftos apenas cambiaron su manera de vivir, debido al aíslamíento de la region que habitaban. y la falta dc interes de los varios gobiernos por integrar a las poblaciones rezagadas de Luisiana1, Después dc la primera ola de emigración canaria, terminada en 1797, ceso casi por complete la Ilegada programada de ciudadanos espa-ňoles a la pantanosa parroquia dc San Bernardo, aunque el puerto de Nueva Orleans scguia atrayendo hacia si a viajeros y aventureros de todo el mundo, y es logice que algunos espafíoles se hayan agregado al pueblo isleňo de aquel entonces. Durante las ultimas décadas del siglo pasado, llegaron a San Bernardo uno que otro marinere espaňol, quienes habían conocido a los tsteňos en Nueva Orleans y, fascinados por la existencia de este núcleo de compatriotas insospeehados, hicicron causa comun con los descendientes de canarios. En total, fueron relativamente pocos los espa-ňoles que engrosaron Jas filas de los tsteňos de los siglos XIX y XX, y lodos Revisiade FihlvRÍa dc la Universidaddc La Lafíttna, n* 4 (1985), 125-133 120 jostn M. LlPSK! Reducción de /SV y ,'N/ tN ľl FspaSol Isj_e.no de Luisiana.. 127 se adaptaron a la vida de este grupo, dejando para siempre las costumbrcs gallegas y andaluzas, siendo éstas las regiones más representadas entre los espafioles llegados a San Bernardo en el ultimo siglo. Tan absoluto era el air'amicmo de la parroquia de San Bernardo, un mundo aparte a escasos kilómetros de Nueva Orleans, y tan tenaces eran los vinculos cuUurales con ei archipiélago canario, que liasta la penúltima gene radon de isleňos, éstos se creían espaňoles, y much os no sabían, hasla llegar a la adolesccn-cia y salir de pesca. que eran ciudadanos de los Estados Unidos, cuyo idio-ma oticial y casi único era el inglés. Todavía existe esta ultima generation, sepluagenaria y octogenaria en su gran mayoría, y aunque la juven-tud isleňa ya está plenamente integrada a la vida nacionál desde la Tí Gue-rra Mundiai, los viejos todavía se refieren a los norteamericanos no isleňos como extranjeros, ansericanos y, aůn mas, como el gobierno. En las ultimas dos generaci ones, se ha efectuado una profunda Iransformacíón Hn-gíiíslica del espaňol al inglés como idioma predominante entre los isleňos, debido a varios factores; el servicio mil (tar prestado por muchos isleňos durante la II Gucrra MundiaJ, la apertura dc earreteras y mejoradas vías de comunieación entre San Bernardo y la villa de Nueva Orleans, la construction de eseuelas y otřas facilidades de educación publica, y los devas-tadores huracanes que azotaron la región en décadas pasadas, ocasionando un éxodo masivo que dispensó a los isleňos por lodo el estado. En la ac-tualidad, aunque los isleňos étnicos se cule dan en unos 40.000, los que todavía hablan el espaňol son menos, tal vez 500 personas de las cuales ninguna tiene menos de 50 afios. El espaňol que hablan es arcaico en gra-do sumo, salpicado de eletnentos léxicos derivados del criollo francés de Luisiana. y muestra las senas del abandono y la lalta de contacto con otros pueblos de habla hispana que ha sufrido durante van as generaciones. Durante la década de 1920, algunos isleňos se dedicaban al contraband© de aguardiente, efectuando viajes a Cuba para satisfacer el mercado dandesti-no en Estados Unidos, pero fuera de est os pcqueňos roces con unvecino pueblo hispánico, que no han de haber dejado profundas huellas lingiíísti-cas cn el habla de los isteňos, este dialecto puede considerarse como eonti-nuación legítima del espaňol canario de bace easi dos siglos, tal vez ligera-mente modificado por la infiltración de algunos elementos linguísticos pe-ninsulares a raíz de la presencia de espaňoles en la sociedad isleňa posco-lonial, Entre éstos podemos plantear la perdida casi total, en el espaňol is-těňo, del íbnema palatal lateral A M, que todavía se eneuentra en la mayo-ria de los dialectos canarios eontemporáneos, sobre todo cn las zonas rura-les, pero que ha desaparccido del habla dc grundes zonas de la Espaůa peninsular. El único estudio detallado del habla de los isleňos fue llevado a cabo en la década de 19401, y hasla hace muy poeo. el dialecto no había vuelto a figurar en las invest! gacione s linguísticas del espaňol norteamericano. Por lo tanto, es imprescindible la actualización de los datos sobrc el dialecto dc los isleňos, y la evaluación de este enclave lingiiístico como variante fosilizada del espaňoi canario de antaňo. El presente estudio va di-rigido hacia un aspecto clave del espanol de Luisiana, los procesos fonoló-gicos que atectan a los fonemas /s/ y /n/. Son estos los fonemas que más se prestaň a la formación de isoglosas dialectal cs, y representan las variables de mayor importancia en la dialeclología hispánica y en sus consecuencias para la teória ľonológica. Para los tines del análi sis que va a continuación, he aprovechado los materialcs lingúísticos recogidos durante una larga estancia cn Canarias en 1983, durante la cual me filé posible recorrer las siete islas y obtener una gran cantidad de muestraš grabadas del habla canaria en todos sus as-pectos3. Los datos sobre los isleňos provienen de las numcrosas visitas que he llevado a cabo al vecino estado de Luisiana, al aeogedor pueblo de los isleňos, y de los materiales grabados cn aquellas ocasiones4. La reducción de /s/ final de s j laba y final de palabra es un procese que afecla, en cierta medida, a casi todos los dialectos del espaňol, y que tiene arraigo especial en Andalucía y Extremadura, Canarias y la región earibeňa de Hispanoamérica. Es precisamenle la distribución de estas va-riantes reducidas de /s/, tt( y /d/ lo que ha dado ímpetu a las consabi-das teorías del "andalucismo" del espaňol aniericano/caribeňo, pero fal-lan aún datos precisos sobrc las fechas de aparición de los procesos de reducción íbnológica en el espaňol peninsular y canario. Existe evidencia indirecta que sugiere un origen bastante temprano para la reducción de /s/ final de sílaba en el espaňol andaluz, tal vez ya en el siglo XVI, y algunos núcleos arcaizantes del espaňol americano, que remontan al primer siglo de la conquista, dan evidencia de una debilitación incipiente dc /s/, aun-que cs probable que en el tiempo transcurrido desde entonces haya habido una ampliación de esta evolución fonológica natural, aun sin contacto prolongado con los dialectos peninsulares*. Ef caso del espanol canario ofrece más incognitas, pues el lenguaje insular es extraordinariamente ma-tizado, la variación regional es notable aun en ía actual i dad, y la cantidad dc /.onas arcaizantes, sobre todo en El Hicrro y La Gomera pero también en unos poblados interiores de las demás islas, sugiere una evolución es-pontánea de muehos procesos fonológicos, que dificilmente caben en un model o de difusión radial. Es por esta razón que el habla de los isleňos de Luisiana tiene importancia especial para la dialeclología canaria, pues permite la reconstrución parcial del conjunto dialectal insular de hacc casi 200 aňos. teniendo en cuenta siempre la inevitable dispersion de variantes ocasionada por el abandono lingiiístico y cultural de los isleňos. En el espaňol isleňo, el fonema /s/ sufre una fuerte reducción en posición final de I2B J°HN w Lirsiti Cuadro 1; Comportumicnto de Is/ en uoos dialectos del espaHol (%) /sCV /sttC/ /•**/ /s/#t [s] |h| |0] Is) lh| [0) 1*1 jh| |tJj hi |hj |0) ]s| |h) |0| Isteno 11 7d 13 3 62 35 4 11 85 49 30 21 10 57 33 3 82 15 0 88 12 Fuerttventura Irural) 0 17 83 53 46 1 1 92 7 5 93 2 2 94 4 La Gomera (ruralJ 11 12 77 84 II 5 4 93 3 0 88 12 0 87 13 Gran Canaria {rural} 0 11 88 73 21 6 0 94 6 46 54 0 15 84 1 El Hh'rrv (rural) 70 16 14 89 9 2 13 87 0 7 82 II 0 83 17 Lanzarote (rural 0 20 80 74 24 2 3 80 17 3 89 8 1 93 6 La Palma (rural) 2 18 80 48 52 0 3 94 3 2 66 32 0 90 10 Tenerife (rural) 3 19 78 84 16 0 3 87 10 0 95 5 0 91 9 Sevilla 5 2 93 69 10 21 1 46 54 0 82 18 0 85 15 Granada 1 2 97 0 15 85 2 50 48 3 97 0 2 75 23 Cuba 61 13 26 48 28 25 10 53 27 8 17 75 5 25 70 Repubiica Dotttinicana 36 10 54 50 5 45 17 22 61 2 89 9 1 82 17 1'anamä 25 6 69 69 17 14 2 39 59 3 92 5 4 69 27 Puerto Rico 46 22 32 45 32 23 16 53 31 7 40 53 3 47 50 Venezuela 38 16 46 57 26 17 15 52 33 C = consouante;#=conioroo de palabra;**= contorao de fräse; V = vocal tonica; V = vocal aiona ReDUCOÖN us fSi Y /N/ en t.l K>kFAJ!OL IsleSü Dt Luistana... 129 silaba y final de palabra, igualque en el archipielago canario. En posiciön preconsonantica, la rcalizacion fonetica suele ser una ligera aspiraciön [h], mientras que en posiciön final absoluta predomina el cero fönet ico. En contextos prcvocälicos finales de palabra (los amigos), el espanol isleno prefiere el cero fonetico, mientras que en Ja mayoriu Je los dialectos eari-benos y eanarios, es la Variante aspirada la que mäs se halla en cste ton-texto. Sin embargo, a pesar de la reducciön general de fe/ en el espaflol isleno, se conserva la Variante sibilante [s] con una frccuencia que no se puede dcber al azar, El cuadro 1 prcsenta los datos comparativos sobre el comportamiento de fsf en el diatecio isleno, en varios dialectos rundes ca-narios, y de algunos diaicclos claves de Espafia e Hispanoamerica6. Los datos procedenles del dialeclo isleno se parecen a los dialectos mäs arcaicos de las Isias Canarias, en lo que respccta a la reaJizaciön de /s/, pues las tasas de relendon de [s] son superiores a las que caractcrizan los dialectos canarios mäs evolueionados. Lamentable nie nte, no contamos con datos demogräficos que permitan verificar con certeza las islas de ori-gen de la mayoria de las familias isletlas, pero entre las pocas familias que guardan recuerdos de ta Ilados de sus antepasados, se destacan las islas de Gran Canarias y Tenerife como probable lugar de procedencia. Una cx-trapülaciön de estos datos comparativos nos conduce a la conctusiön de que, en la epoca de la emigraeiön canaria al estado de Luisiaua, el l'onema /%/ todavia retenia una articulaeiön sibilante en algunos contextos iniplo-sivas y Anales de fräse, y que la extension geogräfica de la Variante sibilante era mucho m-yor que los pequeflos cnclaves del espanol canario con-tempoiiinco. Cabe niencionar que entre los Islenos, ninguno sabia leer y escribir en espanol (y de las generaciones anteriores, tampoco en ingles), de maneru que no puede pluntearse una altracorrecciun o influenria de la ortografia sobre la pronunciaeiön isleiia. Si a estas consideraciones le agre-gamos la probable extension de la reducciön de /s/ entre las siguientes generaciones de islenos, impulsada por la falta de intluencia Iingüistica con-Lrarrestantcs, es inevitable la conclusiön de que la elisiön masiva de ft/ final de palabra en el espanol canario ha avanaado suslancialmente en los Ultimos dos siglos. La vclarizacion de /rJ final de palabra es otro fenömeno caracteristi-co de muchos dialectos del espanol, entre ellos los de Andalucia, Extie-marJura, üalicia, la zona caribena y Centroamerica. El comportamiento de /n/ final de palabra en posiciön prevoeälica {bien hecko) es mäs variable, pues mientras que en la mayoria de los dialectos hispanosniericaiios en que se velariza la /n/ final de fräse, se extiende la velarizaciön a con-lextos prevoeäticos, en los dialectos peninsulares esta extension CS mucho menos frecuente7, aunque mis eneuestas rea'izadas en 19^3 indican que por lo meaos en et ambiente urbano, la velarizaciön de /n/ final de pala- 130 John M. Lipsju bra ante vocal está haciendo incursiones importantes en Andalucía y Ex-tremadura. En el espafioJ canario, la realización de /n/ final de palabra ofrece un desplícgue de variantes más amplio que en los dialectos penin-sulares e hispanoamerkanos, pues hay zonas que conservan la variante alveolar [n] (partes de FuerteVentura, La Palma, la mayoría de EJ Hierro y partes de La Gomera, etc.) y otras areas, que geográficamente pueden re-pre&entar la mayoría, en que la /n/ final de frase se velariza. En posición final de palabra ante vocal, es mucho menos frecuente la extension de la velarización, aunque, una vez más, en los sociolectos urbanos nemos de-tectado una extension incipiente que bien puede ampliar su radio socio-lingiiístico en Jas próximas generaciones. En el cuadro 2 figuran unos dales sobre la realización de /n/ final de palabra en unos dialectos claves de Espaňa, Canarias, Hispanoamérica y el habla de los islenoŕ, Estos da tos muestran de forma dramálica el poco desarrollo del pro-eeso de velarización de /n/ en el dialecto isleňo9, lo cual apunta hacia la conclusion de que a la altura de la emigraeión canaria a Luisiana, la velarización de /n/ apenas había iniciado su aparición en los dialectos del ar-chĺpíélago canario. La presentia de numerosas zonas canarias que hoy en día desconocen la velarización de /n/ confirma esta hipótesis, y subraya la naturaleza legitimamente arcaizante del lenguaje islefio, y su condition dc antecesor del habla canaria actual. Los datos presentados en Jos parrafos anteriores demuestran de una forma incontestable el aspecto arcaizante del dialecto islefio, en Jo que res-pec La a Ja pronunciation de /s/ y /n/. El cstudio comparativo de] dialecto islefio y de las variantes contemporáneas del espaňoJ canario revelan que la reduction masiva de /s/ todavía no se había extendido por todo el ar-ehipiélago canario para fines del siglo XVIII, sino que se caraeterizaba por un estado de evolución menos avanzado, semejante a las tasas de reducción de algunos dialectos centroamericanos. Asimismo, la velarización de /n/ final de palabra, proceso que aún hoy en día no abarea toda la zona canaria, apenas habria iniciado su trayecioria en la época de la emigraeión canaria a Luisiana. Huelga decir que hacen faJla más estudios de indole eomparativa para formulár conclusiones definitivas sobre el desarrollo del espaňol canario, y el impacto del dialecto isleňo sobre la dialectoJogía his-pánica. Oco haber demostrado, sin embargo, la importancia indiscutiblc del espafiol de Luisiana para los estudios diacrónicos del espaňol, y la urgencia de evaluar los material es isteňos antes de que desaparezca por com-pleto este ultimo vesligio lingüistico de la presencia espaňol a en Nortea-mérica. RlDUCCTÚN DE ÍŠI y /n/ EN EL EsFASOL fSLERO DE luistana— 131 Cuadro II: □ final de palabra en unos dialectos de) espaňol (5) Dialecto fa/ V N kl M LuJ M \o Islefio 82 2 16 94 0 6 Fuerteventura (Pto- Rosario) 30 54 16 50 37 13 Fuertevcnturu (rural) 17 26 57 56 21 23 La Gomera (S. Sebastian) 27 51 22 55 34 11 La Gomera (rural) 49 IS 33 80 11 9 Las Palmas de G.C 18 49 33 54 34 12 G. Canaria (rural) 29 29 42 73 10 17 El Hierro (Valverde) 71 5 24 96 0 4 Lanzarotc (Arrecife) 39 32 29 57 17 26 Lanzarote (rural) 31 S 61 76 4 20 La Palma (S. Cruz) 3 63 34 55 23 22 La Palma (rural) 34 32 32 61 18 21 S. Cruz de Tenerife 13 5] 36 63 19 IS Tenerife (rural) 36 35 29 63 26 11 Caceres 0 65 35 2! 51 28 Sevilla 2 42 36 40 38 22 Granada 0 77 23 48 35 17 Cuba 8 54 38 3 59 38 Panama 1 88 1! 5 80 15 Puerto Rico 22 69 9 8 79 13 Venezuela 1 86 13 13 72 15 /n/##= final dc fräse (muy bien) /n/# V = final de palabra prevocálica {bien hecho) Notas Raymond Mac Cuniy, TTfie Spanish Dialect of St. Bernard Parish Louisiana (Albuquerque: University of New Mexico Pnsr, 1950); Jose Montcro de Pedro, Espuňoles en .Vuf Orleans y Luisiana (Madrid: Ediciones Culture His,pánica, 1979); Joseph GuilMte, Masters of the marsh: an introduction to ike Ethnography of the Isteňos of Lower St. Bernard Parish, Lousiana (Nueva Orleans: Ucivcrsidad de Nueva Orleans, 1952)5 Samuel Armis-tead. "Romances traditional es entre los hispanohablantcs del estado de Luisiana". Ntieva Rerista de Filológia Hispánica. 27 (1978), 39-56; "Más romances de Luisiana", NRFH, 32 (1983), 41-54, John M. LtFSKi REDUCCTŮU DE /5/ Y /N/ EU £L EsPAFOL fsLEflÜ DE LrjISiANA... 133 2. Mae Curdy, op, cit- 3. La recolecciún de datoa se Ikvó a cabo bajo d patrocinio de una beta Fulbright, ariminis-trada por el Comilé Conjunto Hispano-Norteamericano. Quiero exprcsar mi.a£radcci-mientů especial a las siguientes pcrsonas, síti cuya ayuda generosa. y desinleresada el éxito del programs de csludios no habrta logrado. Oríenlarión iniciál; Or Mařme! Alvar, dc la Universidad Comprutense; Dr. Ramon Trujillo, de la Universidad de La Laguna; D. Alfonso Armas, de la Casa de Colon de Las Palmas. Ayuda material en la recolección de mattTiatesL Prof, Manuel Almeida, Prof Antonio Lorenzo Ramos, Prof. Mardal Morera, Prof- Gonzalo Ortega, D.J Lydia Garcia, todos de la Universidad de La Laguna; D. Virgi-lio Brito. de Hermigua, La Gomera; D-* Alvarita Padnjn, de Valverde, El Jiierro, D. Juan Brito, del Cabildo de Lanzarole. D." Alicia Navarro, de la Casa de la Cultura, Pto. Rosario de Fuertet-entura. Por supuesio, extiendo cl agradeeimiento a los cenienares de eanarios de toda condición, que colaboraron en las eneuestas Nevadas Sobre el leneno. 4. Entre los deslacados isfcnOí que han brindado su valiosa ayuda para asegurar el éxito de la investigation, sobresalen los siguientes: D. Frank Fernandez, historiador de los isleňos; D. Irván Perez, cantador de decimas; D. Ro^elio Lope?; D> Antonia Gonzalez, director? del musco istefiu del parque national de Chalniette. 5. RaraeL Lapesa, Hiszoria de la lengua espaňola (Madrid: Gncdoa, 1980, 9.* ed.); Peter Boyd-Bowman, "A sample of sixteenth century <> Spanish phonology", en W, Milan, J, StaczeV, J. Zámora, eds., 1974 Colloquium u on Spanish ami Portuguese Linguistics (Washington: Georgetown University, 1975), págs. 1-11; Maximitiano Jimenez Sabater, Mas datos sabre el espanol de Santo Domingo (Santo Domingo: Instituto Tccno-Lógico de Santo Domingo, 1975 p, págs. 34-35; Manuel Alvar, Teoría lingiiisika de lat regione* (Barcelona: PlanetA'Universidajd Complulense, 1975). 6. Los datos sobre el espaüol peninsular y canario fueron recogidos en 1983; para cada dia-[ecio, fueron entrevistados diez personas, y ias entrevislas duraban un promedio de 30 mi-nutos. Los datos canarios íiguran en mi trabajo Pratesos fönetkos yfonottgicot en et espu-ňol de Fuertevertittra, de próxima publication. Los datos hispanoaiiieficanos fueron reco-gidos de acuerdo con los mismos critcrios, y aparecen cn Eos sigukntes trabajos: "La norma tulia y la norma radiofoni«; !%/ y ivj en espanol". Language Prvblttms and Langwage Planning. 7 (1983), 239-62; "'On the weakening of iV in Latin American Spanish", Zeitschrift für Dialektologie und Linguistik, 51 (1984), 31-43; "/s/ in Central American Spanish", Hispanki, 68 (1935), 143-149; "Reducción de Isf en e! espaňol de Honduras". Nueva Remsa de Filologia iihpůnita, 32 (1983) 272-288- Los sifcuientes esludicd ruenMi ulilizados para veriflcar los datos recogidos personalmente: Orlando Alba, "Función del aůento en el proceso de elision de /V en la República Dominicana", en O. Alba, ed., El espaňol del Caribe (Santiago de loj Caballeru UnLversidad Catůlica Madní >■ Maestra, 19&2), págs. 15-26; Henrietta Cedergren, "En tomo a la variation de vV final de sílaba en Panama", en H, Lopez Morales, ed., Corrienies actuates en la diatectvlogía del Caribe hispátiico (Rio Piedras: Ed- Uni versi [aria, L97S), págs. 35-50; Rafael Núňez Ceděno, La fanvfogla moderna y el espaňol de Santo Domingo (Santo Etomingo; Ed. Taller, 1980); Tracy Terrell, "Aspiración y elision de /s/en el espaňol porteňo", Anuurh de lotras: 16 (1978), 45-66; "Final far in Cuban Spanish", Hispania, 62 (1979), 599-612; "Constraints on the aspiration and deletion of final /&/ in Cuba and Puerto Rico", Revista Bilirtgüe, 4 (1977), 35-5 L. 7. Manuel AI var, El espanoi hablado en Tenerife (Madrid: Consejo Superior de Investigacio-nes Cientíiieas, 1959K Niveies sociv-cttlturales el habta de Las Palmas de Gran Cana-rin (Las Palmas: Excmo. Cabildo Insular, 1972); Manuel Alvarez Nazario, La herencia litigüistiea de Canarias en Fuerto Rico (San Juan: Instituto de Cultura Pucrtomiiuefia, 1971). S. Los datos provienen de las mismas fuentes indicadas en la nota 6; ademis, fucron consul-tadbs los sifcuientes cstudios: Tracy Terrel, "La nasal implosiva y final en ei espanol dc Cuba", Anuario de Letras. 13 (257-71); Shana Poplack, "Sobre la elision y la ambigiiedad en el espafiol puertorriuueno; el caso de la /n / verba]", Bvletin de La Atademiu Puerto-rriaveha de la Lengua EspafivH 1:2 (1979), 129-43; Humberto Lope? Morales, h'Velari-zacion dc /n/ en el espanol de Puerto Rico", Ungulstica Espahola Actual. 2 (1980), 203-217. 9. Mac Curdy, op. cit.. pag. 38, indrca que la velarizacion de /n' final de palabra era corrieo-te en el habla de los islenos, despues de vocales posteriores. Nucstros datos no. eonfirman estas observaciones, a nesar de haber cntrevistado a sujetos que tonlsban con casi tien anos, quienes habian sido entrevistados por el propio Mae Curdy.