3 ODA A LAS GLORIAS DE DON JUAN DE AUSTRIA Fuit homo misus a Deo, cui nomen erat Johannes. TAL fue el resumen que, como ejemplo de altas jornadas, se dio a los hombres par a recuerdo de tus conquistas; y así tres razas para tu empeňo coaligadas te saludaron con las palabras evangelistas. Por vanagloria del magno triunfo imperecedero Marte y Neptuno se congraciaron en tu aventura: Mario de Numen fue la que entonces filó tu acero y esmaltó en oro los hipocampos de tu armadura. iSol de Corinto! Tus resplandores su frente ornaron; la isla Trinacria viera el ilustre vuelo aquilino cuando a su orden trescientas gavias se desplegaron oscureciendo la azul llanura del Mar Latino. iEn marcha! Y lentos, cabeceando, pasan flotantes nobJes escudos, doradas proas, recias amuras, baj o un revuelo de gallardetes altisonantes, suntuoso ornato de las soberbias arboladuras. iSon Jas de Roma! Sus vigorosas leyes severas al soj pregonan los orgullosos fastos papales: bordadas llevan en eJ jacinto de Jas banderas Ja Tiara augusta sobre Jas Llaves pontificaJes ... iSon las Duxarias! En sus carenas de ébano y pjata las venecianas pompas cimentan su gJoria púbJica: el aire signan con su estridente signo escarlata los pabellones galardonados de la República. 198 i Son las del César! Mástiles llenos de gonfalones donde Felipe grabó la empresa de maravillas: cabe el severo coJor morado de los pendones el colurnnario "Plus Ultra", emblema de las Castillas ... i Para tres flotas, tres Capitanes! Y a su gobierno, Marco Colonna, de quien las famas guardan memoria; el Marqués bravo, de los Bazanes orgullo eterno, y el condotiero, pavor de mares, Andrea Doria ... Y en la a!ta nao, que a todas vence por su apariencia y el estandarte de la Gran Liga tremola ufana, Tú, que al donarle la aristocracia de tu presencia, sólo por eso, nombrada Iuera HLa Capitana" ... Uegó la noche. Tu alma, abarcando futuras huellas, glorias soňaba sobre el aIcázar, donde arrogante vio tu silueta la muchedumbre de Jas estrellas: i tal vez prendadas de la belleza del Almirante! El!as sirvieron de luminares a tu fortuna; rnientras, solernne, la vía láctea de blancos velos era la estela de un gran navío, del que la luna -áncora rota-fue abandonada sobre los cielos. Y en la alta noche, cuando en el sueňo todo callaba =-único digno de ser consorte de tus acciones=-, otro soldado que era poeta, también dejaba viajar su ensueňo por las doradas consteJaciones ... Amanecía: tras el misterio de las neb!inas se vio a 10 lejos la poderosa flota sultana como un pasmado volar de ingentes aves marinas, partiendo en plata la raya de oro de la maňana ... iSon las Turquescas! Bajo la libre racha sonora, sus recias quillas la mar dividen de orgullo plenas: son como alfanjes resplandecientes bajo la aurora, las medias lunas en el remate de las entenas .. 199 Se acercan.. Fieras para el combate se alzan las manos. i La alta epopeya dará al triunfante palma completa! iSantiago el Grande guía la rabia de los cristianos, y en el coraje del otomano lucha el Profeta! Y frente a frente para el supremo trance violento, la artillería retumbó torva su voz salvaje, y el mar fue sangre, y el cielo incendio, y horror el viento que unió las jarcias para la furia del abordaje. Y en el momento de más fiereza de la jornada, iflorón invicto sólo guardado para tus glorias!, las enemigas naves se hundieron bajo tu espada, que era en tu mano la del Arcángel de las Victorias ... i Don Juan de Austria! iSol de caudillos! Hispania avara de ti recibe su más sonora pompa guerrera: tu heroico nornbre, cuya grandeza Car los legara para decoro de la alta popa de una galera ... i Yo al mar invoco para estas honras a tus derechos, y oscuro hijo de aquel lmperio que hoy se derrumba, un ditirambo pone mi alma sobre tus Hechos, y un estandarte negro, mi mano, sobre tu Tumba! 4 ODA AL ATLANTICO (ESTROFAS FINA LES : XV-XXIV) iLA Nave ! ... cancreción de olímpica sonrisa; vaso rnaravilloso de tablazón sonora, pájaro de alas blancas para vencer la brisa: amar de las estrellas y orgullo de la aurora. El sol iluminaba las jarcias distendidas; el coro dia sus hombros a las bandas pulidas; y al deslizarse grave por la arena salada -galardón infinita de la empeňada guerrade aplausos coreada, en inverso prodigio, iba hacia el Mar la Tierra ... 200 iHonor para el que apresta los flotantes maderos, para los calafates, para los carpinteros de ribera, nutridos de las rachas eternas de la playa sonora!. iY para aquel más hábil, que trazó las cuadernas, la caricia del aura de la fama armadora: las condiciones náuticas del casco celebrado nacen de su acertado promedio entre la manga, el puntal y la eslora! iHonor para vosotros y gloria a los primeros que arriesgaron la vida sobre los lomos fieros del salvaje elemento de la rnar dilatada: nautas sin otro amparo que la merced del viento y sin más brujulario para la ruta incierta que la carta marina de la noche estrellada, sobre sus ternerarias ambiciones, abierta! ... iTripulantes! i La lIama del entusiasmo prenda vuestras almas bravías! La custodia del barco que os entregan reclama la actividad conjunta de vuestras energías. En vosotros se afianza la utilidad del tlete. Todos sois necesarios, todos: desde el grumete recién nacido apenas a la brisa salobre, hasta el contramaestre de pórnulos de cobre y cana sotabarba que en el túrgido vientre de las nubes escarba. Los que en la negra noche hacen de centinelas, los que tienen las jarcias para largar Ias velas, el que en la labor dura del baldeo trajina y los estibadores de carga en la sentina. Los que trepan a 10 alto de las largas entenas y los que desentornan las chirriantes cadenas de las anc1as combadas ... iAmigos, camaradas! i Tmpávidos muchachos ante el acaso ignoto! ... iQue vuestra quilla siempre taje un mar en bonanza! 201