10 Los cambios de significado o cambios semánticos 10.1. Introducción 359 El estudio del cambio de significado o cambio semántico en el tiempo es realmen-te un area de la lingüistica comparada e historka, pues se trata de cambios lin-güisticos que, junto a los cambios fonéticos, morfológicos y sintácticos, se produ-cen a lo largo de la vida de las lenguas. Comparando o relacionando unas lenguas con otras se busca construir la história de las mismas y descubrir la posibilidad de un origen o "antepasado" común. Hoy en día también existen otras disciplinas que se apoyan en el estudio del léxico para dar cuenta de la evolución de las lenguas. Este es el caso de la glotocronología que con métodos cuantitativos (esta-dísticos) busca precisar en qué época se ha llevado a cabo la diferenciación de una lengua (protolengua) en dos o más lenguas modernas. La introducción de las nuevas tecnologías, como el ordenador, facilita crear modelos de la evolución genética y ti-pológica de las lenguas asi como tratar el vocabulario y su evolución cronológica estadísticamente en el análisis del discurso (cf. lexicometría, 1.2.1; 1.3.2.3). El estudio diacrónico centrado en el léxico se ha canalizado tradicionalmente a través de la retórica desde la Antigiiedad clásica hasta su tratamiento en la Se-mántica propiamente dicha a partir de su creación en el siglo xix (Bréal). De he-cho, como ya sabemos, la semántica tradicional se identificó con el estudio de los cambios de significado. Sólo con la puesta en practica de las teorías saussureanas de la diferencia entre sincronía y diacronía, que redundó en la preminencia del estudio sincrónico, se proyectó la semántica estructural diacrónica. 360 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LEXICA Ahora se nos plantea la siguiente cuestión: si la semántica léxica que nos ocu-pa es descriptiva de un estado de lengua determinado £por qué se tratan los cam-bios de significado, estando considerados como fenómenos de evolución y, por tanto, diacrónicos? Son varias las razones que justifican la dedicación de un capítulo a los cam-bios de significado o cambios semánticos: 1. Resulta difícil separar la perspectiva diacrónica y la sincrónica en una descripción de semántica léxica, no sólo porque el léxico de una lengua actual es el resultado de la creación y la evolución, sino también porque siempre hay una diacronía en la sincronía. (cf. Capítulo 3). 2. Los cambios semánticos inciden en la revitalización del léxico, en la creación léxica (neología semántica) (cf. 3.2). 3. Son fuente de fenómenos semánticos léxicos como la sinonimia y la poli-semia. (cf. Capítulos 8 y 9). 4. Desembocan en una reestructuración de la organización del nivel semán-tico en el léxico de una lengua. De igual modo que a lo largo de la descripción de la semántica léxica (sincrónica) hemos comprobado que no se puede diferenciar tajantemente entre lengua y discurso, ahora hemos de tener en cuenta que los cambios de significado son hechos de semántica lingiiística, pero también de pragmática, como veremos más adelante. 10.2. AI adentrarnos en esta area de la semántica léxica, advertimos su gran com-plejidad debido a la diversidad de procesos o manifestaciones de los cambios semánticos y su realización formal, la multiplicidad de factores que intervienen y los numerosos resultados de estos cambios. Ello ha redundado en una variedad de perspectivas a la hora de abordarlos que se fundamentan en diferentes presupuestos teóricos y aplican diversas metodologías para explicar los cambios de significado. El primer paso que debemos dar para llegar a conocer este complejo entra-mado es intentar dar una respuesta a la pregunta iqué es un cambio de significado? Descripción general del cambio semántico en el léxico_ A pesar de que se han propuesto distintas concepciones del cambio semántico, adelantamos una vision de conjunto que facilitará la comprensión de su descripción más pormenorizada en sus diversas concepciones como proceso lógico, psi-coasociativo o cognitivo, descripción que realizaremos en el apartado 10.3. LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 361 Si partimos de la concepción del signo lingiiístico como entidad de dos caras (significante-significado) y asumimos la definición de significación como la relation entre un nombre (significante) y un sentido (significado), podemos verifi-car que en el cambio semántico se ha producido un cambio (desplazamiento) en esa relación entre significante y significado. Asi, por ejemplo, en secare, que en latin significaba "cortar", se ha producido una modification en esa relación al pa-sar a la lengua espaňola como segar con el significado más específico de "cortar mieses o hierba". Este cambio o desplazamiento puede generarse por nominación y/o por evolución (cf. 3.3). Con la nominación damos un nombre a un ser u objeto (referente o realidad extralingiiística), es decir, creamos una palabra. Es un acto de creación consciente e individual. La nominación puede ser cognitiva o expresiva. En la nominación cognitiva se tienen en cuenta los caracteres objetivos que definen el ser del referente. Por ejemplo, denominamos red al entramado telegráfico o de líneas férreas o de conexiones informáticas. Estamos empleando una metafora por similitud con la red de pescar (malla). También podemos utilizar una metonimia al deno-minar pies de la cama al sitio donde generalmente quedan los pies de las personas acostadas. En este caso no hay similitud sino contigiiidad entre los objetos o los significados (metonimia). Lo mismo sucede cuando hablamos de una acuarela refiriéndonos al cuadro pintado con acuarelas. En la nominación expresiva se tienen en cuenta los valores expresivos. Decir de una persona que es "un cerdo" pone el énfasis en la falta de limpieza, bien sea física o de su modo de actuar. Una persona "amilanada" es la que está aturdida como cualquier ave perseguida por el milano, y es "un pan" cuando es buena. En todos estos casos apreciamos que se produce una transferencia de sentido de un objeto a otro por similitud o por contigiiidad. Hay una motiváciou semántica que provoca la nominación (cf. 3.3). Una vez creada la palabra y puesta en uso por un cierto numero de personas, puede ser rechazada y desaparecer, o bien puede ser aceptada por la colectivi-dad, pero su sentido puede evolutionär espontáneamente, como sucede en la mayoria de los casos. Hay una evolución que es inconsciente, colectiva y pro-gresiva, que puede desembocar en la pérdida de la motiváciou originaria. Con el paso del tiempo se pueden romper los lazos que existian inicialmente entre las palabras. ^Quién puede relacionar actualmente la palabra pabellón con su origen latino papiliones (mariposa)? Esta se empleaba para designar metafóri-camente las tiendas de campafia, pues un campamento visto desde lejos parecia un campo cubierto de mariposas blancas. Otro tanto sucede con la palabra latina pupilla ('joven'), empleada para designar la pupila del ojo por la figura re-flejada en ella. Hoy ya no se siente ningun lazo de union entre ambas palabras. Se ha producido una pérdida de la motivation iniciál, tornándose las palabras ar-bitrarias u opacas. Mas el proceso vuelve a iniciarse cuando el hombre quiere encontrar o ver de nuevo una motivation en las palabras que son o que con el 362 LEXICOLOGÍA Y SEMÄNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 363 1 tiempo se han vuelto opacas. En tal caso se recurre a la denominada etitnología \ populär. La palabra necromancia ('evocación de los muertos para predecir el \ porvenir') fue relacionada con la mágia negra y se convirtió en nigromancia. En suma, los cambios de significado pueden considerarse, de manera generál, como una alteración, un desplazamiento de la relación entre el significante y el significado y llegan a producirse bien por nomináciou (innovación) o creación consciente individual, bien por evolución en el tiempo, inconsciente, colectiva y progresiva. Hay un paso continuo de lo motivado a lo arbitrario, y de lo arbi-trario a lo motivado. En otras palabras, en los cambios de significado subyace un constante fluir entre la pérdida y la adquisición de motivación semántica, siendo el factor primordial del cambio. Ahora bien iqué tipo de proceso está en la base de estos cambios semán-ticos? Sólo al contemplar cómo han sido tratados a lo largo de la história, obten-dremos una visión más clarificadora de las distintas concepciones del proceso de cambio de significado. 10.3. Tratamientos de los cambios semánticos. _Concepciones_ Los cambios semánticos se han tratado a lo largo de los siglos desde distintas perspectivas (retórica, semántica, pragmática) fundamentándose en principios diferentes (lógicos, asociativos, conceptuales) y con metodologías muy diversas (tradicional o evolucionista, estructural, cognitiva). Abordamos la exposición desde las tres principales perspectivas con que se ha enfocado el terna de los cambios semánticos: la Retórica, la Semántica y la Pragmática. Obviamente, haremos más hincapié en los tratamientos y concepciones de los cambios de significado que se han registrado en la Semántica. 10.3.1. Cambios semánticos y retórica Ya desde la Antigiiedad clásica se han realizado estudios sobre los cambios de significado, centrándose especialmente en los que se denominaron tropos o fi-; guras de palabras opuestos a las figuras de pensamiento o giros de pensamien-i to (lítote, irónia, interrogación oratória, etc.) y a las figuras de construcción que se refieren al orden natural de las palabras (elipsis/silepsis). Únicamente las figuras de significación o tropos consisten en un cambio se-mántico en las palabras (metáforas, metonimia y sinécdoque), pues las figuras de expresión, aunque también consisten en un cambio semántico, afectan a grupos de palabras y oraciones (alegória, irónia, etc.). La teória de los tropos se remonta a Aristoteles quien los trata en su Poética. Los gramáticos y filósofos posteriores desarrollaron sus teorías no sólo en la retórica clásica sino también en la época medieval llegando a clasificar los tropos en catorce tipos diferentes. Estas figuras constituían los elementos base del estilo literario frente al len-guaje ordinario. Es el llamado lenguaje figurado como instrumenta retórico. Se concibe la figúra como un desvío, como una modificación de una expresión original "normal". Con el tiempo, sobre todo a partir de la Edad Media, se estudian las figuras en la literatúra aceptándose una implicación mutua entre el lenguaje figurado y lenguaje poético. En otras palabras, el lenguaje figurado tiene una fun-ción ornamental (poética). Con pösterioridad no faltaron reacciones a esta concepción de desvío, defen-diéndose que todo el lenguaje es metafórico (Vico, Rousseau, Nietzche) y afir-mándose que el lenguaje populär contiene tantas figuras como cualquier otro. En la semántica, esta ultima postura es defendida fervientemente por lingiiistas con-temporáneos como Lakoff, etc. La contaminación de la retórica con las teorías lingiiísticas es manifiesta especialmente en la incidencia de la semántica estructural. A partir de ésta, se analiza la relación abstracta entre los significados (metafora) como entre haces de elementos componentes o semas. Igualmente son muy valiosas las aportaciones de la semántica cognitiva con relación al tratamiento de la metafora y la metonimia, como veremos en el apartado dedicado a estos dos cambios semánticos. La interdependencia entre la retórica y la lingiiística, especialmente la semántica, quedará plasmada en el apartado siguiente, dedicado a los tratamientos en semántica. 10.3.2. Cambios semánticos y semántica En la Semántica los cambios de significado se han tratado de muy diversas ma-neras, en consonancia con los diferentes tipos de tendencias semánticas que se han dado a lo largo de su história. 10.3.2.1. En la semántica tradicional. Forma lógica A finales del siglo xix con la instalación de la nueva ciencia, la semántica, los pri-meros semánticos como Darmesteter, Bréal, Paul, etc., siguieron la tradición de la retórica clásica con el estudio de los tropos con cambios de significado en las palabras, es decir, el estudio principalmente de la metafora, la metonimia, la sinécdoque y la elipsis. Recordemos que en los inicios de la semántica, ésta se identifica con el estudio diacrónico, es decir, de los cambios de los significados de las palabras aisladas (semántica diacrónica). Inspirándose en las leyes fonéticas de los neogramáticos, se intenta formulár las leyes del cambio semántico asi como determinar sus causas. 364 LEXICOLOGfA Y SEMÄNTICA LEXICA Br6al (1897) reconocio la via de la abstraction y generalization. A esta via se corresponde la especializaciön. Breal, fundamentändose en conocimientos de retorica y de etimologia cläsica, propuso la siguiente clasificaciön para los cambios de significado: • Extension y reduction del significado. • Transferencia de significado. Deformation del significado (peyorativa, meyorativo, etc.). Los primeros semantistas (Darmesteter, Paul) describen las mutaciones se-mänticas que afectan a las palabras en terminos de relaciön lögica (extensiön, comprensiön) y se pretende definir las diferentes clases de figuras a partir de ope-raciones fundamentales del pensamiento. Agruparon los tropos en una clasificaciön de tipo lögico, llamada forma lögica de clasificaciön de los cambios semänticos, que se fundamenta en las nociones de extensiön, restricciön y transferencia de sentido. Se ha introducido un orden lögico en la antigua retö-rica. Se apoya en criterios puramente formales y, metodolögicamente estudia la relaciön significante-significado en las palabras aisladas. Esquemäticamente podriamos representar los cambios, segün los presenta esta tendencia, de la siguiente manera: Extensiön Restricciön Transferencia — ->• sinecdoque y elipsis metäfora y metonimia Aclaramos que la sinecdoque y la elipsis pueden encuadrarse tanto en la restricciön como en la extensiön de significado. En el caso de la extensiön, se produce una generalizaciön de un termino, ya que deja de significar un objeto o acciön determinada y restringida para pasar a aplicarse a ideas o hechos mäs generales. Un caso lo tenemos en el verbo embarcar que originariamente significaba "subir a una embarcaciön o navio" {en -barco) y que ha ampliado su significado a "subir a una embarcaciön, tren o aviön". Por el contrario, encontramos restricciön del ärea significativa original o especializaciön en el uso del termino cuando se aplica a una idea menos general que la original. Asi sucediö con la palabra conventus que significaba "reuniön o congregaciön" y que se ha especializado en convento = "casa o monasterio en que viven los religiosos". Concluimos que la semäntica tradicional se centrö en la clasificaciön de los cambios de significado y en el descubrimiento de las causas y las leyes que ri- LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÄNTICOS 365 gen estos cambios. Como afirma Coseriu (1977: 50), «en las investigaciones his-töricas sobre el lexico [...] se ha planteado ante todo la pregunta acerca de como los significantes cambian de significado [...] o bien acerca de como los significa-dos («cosas») cambian de significante («nombre») y se han examinado alternati-vamente las dos relaciones para palabras aisladas [...]». 10.3.2.2. En la semäntica preestructural. Forma semiologica En las primeras decadas del siglo xx, el estudio de los cambios de significado dio un gran viraje. Los semänticos fueron emancipändose paulatinamente de las categories heredadas de la retörica y recurrieron a otras disciplinas, como la filoso-fia, la psicologia y la sociologia, para lograr una mejor comprensiön del hecho de los cambios semänticos. Con el creciente conocimiento de los sustratos sociales, psicolögicos y se-miolögicos del lenguaje, se desarrolla el estudio de los cambios de significado te-niendo en cuenta estos factores, sobre todo a la hora de delimitar las «causas» de los cambios semänticos. Asi, Meillet (1926) estableciö causas lingüisticas, his-töricas y sociales, y Nyrop (1913) trata la «disposiciön psicolögica» (cf. 10.6). Bajo la influencia de la psicologia, que en esa epoca progresaba de manera fulgurante, se clasificaron los cambios de significado a base de la adquisiciön de asociaciones meliorativas o peyorativas. (cf. 10.6.2). Saussure dedicö un capitulo de su Curso al estudio de la naturaleza psicoa-sociativa de la relaciön significante-significado y al estudio semiolögico del cambio de significado. Considera el cambio (1973: 140 y 222) no como «cambios foneticos sufridos por el significante, o bien [...] cambios de sentido que atanen al concepto significado», sino como «desplazamiento de la relaciön entre el significado y el significante». Con el desarrollo de sus teorias se llega a la consideration del cambio en una compleja red de asociaciones. P. Guiraud enfoca los cambios semänticos basändose en la teoria de Saussure del desplazamiento. Explica los cambios teniendo en cuenta las asociaciones que existen en cada palabra (sentido de base o significado en lengua, sentido contextual, valor expresivo y valor sociocontextual). Las tres ultimas asociaciones pueden desarrollarse y deformar el sentido de base, ahogarlo y hasta sustituirlo completamente1. Ya Hermann Paul (1846-1921) afirmö que «las palabras estän unidas entre si: 1) por medio de asociaciones de semejanza y 2) por medio de asociaciones de contigüidad»2 y Roudet (1921) estableciö que los cambios de significado se en-marcan en dos tipos de asociaciones: a) asociaciön entre significados y b) aso-ciaciön entre nombres, y que cada una puede subdividirse en asociaciön por se- Para R. Trujillo (1970: 39) esto no es una explication de los hechos sino mäs bien una «descripciön». Apud H. Arens (1976: 477). 366 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA mejanza y por contigiiidad. Fundamentándose en estas asociaciones que rigen los procesos semánticos, autores como G. Stern y S. Ullmann desarrollaron una nueva clasificación de los cambios semánticos. Nos centraremos en Ullmann, pues su teória es "puente" hacia la semántica estructural. Ullmann abandona la consideración de las palabras aisladas y basa su hipóte-sis de trabajo en las asociaciones entre palabras. Afirma (1972: 238) que «la asociación puede considerarse como una condición necesaria, un sine qua non del cambio semantico». Ullmann, adaptando las teorías de Saussure y las teorías asociacionistas, fundamenta el estudio de los cambios de significado en la bipo-laridad significante-signiflcado y en las asociaciones que se producen entre los signos, pues, para él (1965: 374) «cada palabra se encuentra en el centro de una compleja red de asociaciones fundadas en estas dos relaciones esenciales (seme-janza y contigüidad)». Por tanto, se basa en la bipolaridad significante (nom-bre)-significado (sentido) y en la naturaleza psicoasociativa del proceso, con dos tipos de asociación: la semejanza y la contigiiidad de las imágenes mentales asociadas. En consecuencia, habrá transferencia de nombre y transferencia de sentido bien sea por similitud o por contigiiidad. La combinación de estos elementos acaba en la siguiente clasificación de los principales cambios semánticos que es-quematizamos asi: ♦ Transferencia de nombre 1. Por similitud de sentidos o ideas —> metafora. Se producen nuevas asociaciones de palabras. Ej. sierra para denominar "la cordillera de mon-tes", por similitud con la imagen de la sierra herramienta. 2. Por contigiiidad de sentidos —> metonimia. En cuello de la camisa se ha producido traslación del nombre del contenido al continente (contigiiidad). ♦ Transferencia de sentido 3. Por similitud de nombres —> etimología popular. En el uso de vaga-mundo por vagabunda se ha buscado una motivación semántica tras-ladando el significado por similitud de los nombres. 4. Por contigiiidad de los nombres —> elipsis. En un cortado se ha trans-ferido el sentido de café cortado a cortado por la contigiiidad de los nombres que ha hecho que elidamos uno de ellos. ♦ Cambios complejos. Se deben a asociaciones complejas. En un Monet que se refiere a «un cuadro de Monet» hay metonimia y elipsis. En su explicación de los cambios de significado, pone en evidencia Ullmann la necesidad de recurrir a la red de asociaciones entre palabras o «campos aso-ciativos». Se ha pasado del estudio de las palabras solitarias o aisladas a los «campos asociativos» a que pertenecen. Por tanto, para Ullmann (1965) «El me-canismo psiquico que gobierna las innovaciones semánticas descansa en la es-tructura del signo lingüistico y del "campo asociativo" que le rodea». Aporta un LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 367 ejemplo de este nuevo enfoque del estudio de los cambios semánticos que, como él mismo dice, ilustra la diferencia entre los métodos tradicionales y los moder-nos. Estos Ultimos son los que, según él, tienen en cuenta el campo asociativo. Dice asi (1972: 237): [...] es el caso del vocablo francés viande que, desde el siglo xvn ha perdido su sentido amplio de "alimento" y ha quedado limitado al de "carne", un significado es-pecializado que habia desarrollado en una época tan temprana como el siglo xv. El semántico ortodoxo describirá esto como un caso de restricción, y asi fue induda-blemente. No obstante, se suscita la cuestión de por qué esta restricción hubo de acontecer en el francés, mientras que no sucedió en el espaňol, el italiano o el inglés [...]. La respuesta estriba en el campo asociativo de la palabra francesa. La incorporación del concepto de «campo asociativo» a los métodos de investigation de los cambios semánticos comportará una serie de ventajas que ex-plica asi Ullmann (1972: 272): El dilatado panorama abierto con el concepto de los campos asociativos afec-tará al estudio de los cambios semánticos de tres maneras capitales: 1) proporcio-nará una explicación completa de procesos que sólo podían ser parcialmente ex-plicados por los métodos tradicionales; 2) protegerá al lingiiista contra ciertos peligros inherentes a su material; 3) sugerirá una solución a problemas que de otro modo habrían permanecido insolubles. El estudio de los cambios de significado llevado a cabo en grupos de palabras asociadas, es decir, teniendo en cuenta el «campo asociativo» de las mismas, fue practicado en la geografia lingüistica por autores como J. Guilliéron y J. Jud. Se llega a comprender que la variación diacrónica y la variación dialectal son, en ultima inštancia inseparables. A pesar de la innovation que supuso la teória de Ullmann al propugnar la aplicación del «campo asociativo» de las palabras en las investigaciones sobre los cambios de significado, sin embargo, resultan limitadas y no pueden ser conside-radas plenamente «estructurales» por una razón obvia y contundente: su no aplicación a los «campos lexicos» propiamente dichos, esto es, a las estructuras léxicas de contenido. En otras palabras, no percibe los cambios en el contenido, pues su pro-puesta permanece todavía anclada en el vinculo entre tal significante y tal significado. Es decir, se busca cómo los significantes cambian de significado y viceversa, aunque se examinen las dos relaciones para grupos de palabras "asociadas". Por otra parte, recordemos que los campos asociativos no son estructurales (cf. 7.8.3.3). La no existencia de oposiciones funcionales descarta definitivamente la consideración de este estudio del cambio de significado como investigación estructural. Es de destacar el papel desempeňado por Ullmann y su aplicación de los «campos asociativos» como puente entre la semántica tradicional (histórica) que estudia los cambios de significado desde las relaciones significante-signifi-cado y en las palabras aisladas, y la semántica diacrónica estructural que se sitúa 368 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA desde el punto de visto exclusivamente del contenido e investiga sobre los campos léxicos, como veremos en 10.3.2.3. Otro intento de estudio de los cambios semánticos desde una postura más acorde con las teorías lingiiísticas del momento son los llamados «campos no-cionales» de G. Matoré por los que se estudia el vocabulario de una sociedad te-niendo presente el estado intelectual, económico, etc. de la misma y sus asocia-ciones, pudiéndose comparer dicho vocabulario con el de otros momentos dentro de la história de una lengua. Pero, recordemos que estos campos nocionales tam-poco pueden ser considerados estructurales sino que, como dice Coseriu, son «configuraciones asociativas». (cf. 7.8.3.3) En cualquier caso, hemos de destacar que tanto estos campos nocionales de ; í Matoré como la enumeration de las causas de los cambios semánticos facilitada ! i por Meillet (cf. 10.6.1), reflejan el principio, que se observará en la semántica dia-v crónica estructural, de que la história del vocabulario de una lengua ha de es-; tudiarse teniendo presente la história social, económica y cultural de la co-' j rnunidad que habla dicha lengua. Además de la comprensión de la inseparabilidad de la variation diacrónica y la variation dialectal y del estudio de los cambios en la urdimbre de la história social, económica y cultural, el progreso más importante realizado en el campo de la semán-tica diacrónica llegó con la aparición de los principios del estructuralismo histórico que desembocó en el estudio del desarrollo histórico de los campos léxicos. 10.3.2.3. En la semántica diacrónica estructural Conocido es que los estracturalistas, siguiendo las teorías Saussure, rompieron con la orientación historka de la semántica tradicional y dieron prioridad al estudio sincrónico con una descripción estructural del significado que resultó un gran avance en el análisis del contenido. Esta postura hizo que se relegase a se-gundo piano el estudio del cambio de significado. La preeminencia del estudio sincrónico queda explicada asi en las palabras de Palmer (1978: 26): El estudio sincrónico debe preceder lógicamente al estudio diacrónico, pues no po-demos estudiar el cambio en una lengua hasta que no hayamos establecido prime-ro cómo era la lengua en los tiempos en que cambió. Asi también en semántica no podemos abordar el cambio de significado hasta que no sepamos qué es el significado. Pero, como afirma Lyons (1980: 230) «la semántica sincrónica no puede prescindir de la variación diacrónica de la lengua». Asi, aunque se dio prioridad a la sincronía sobre la diacronía, en un momento determinado, los logros alcanzados LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 369 en la semántica estructural sincrónica favorecieron la creación de la llamada semántica diacrónica estructural. En efecto, una vez detectada la existencia de estructuras léxicas de contenido, análogas a las estructuras fonológicas y gramaticales, Coseriu defendió la hipó-tesis de la posibilidad de un estudio diacrónico estructural de los significados re-ferida a los cambios estructurales de los significados en el léxico, es decir, de la diacronía de las significaciones léxicas, o, dicho en palabras del mismo Coseriu, de una lexemática diacrónica. Si gracias a los campos léxicos ya conocemos las relaciones de significado en-tre las palabras o, dicho de otro modo, la situación del piano del contenido en un estado sincrónico, para el estudio de los cambios que se producen en ese piano (cambios de significado) se tomarán estos campos léxicos como punto de reflexion. Consecuentemente, la suma de las estructuras de contenido y la diacronía nos conduce al objeto de la semántica diacrónica, formulado por Coseriu asi (1977:43): Asi pues, podemos considerar como identificado y establecido el objeto de la semántica estructural diacrónica: es el desarrollo histórico de los "campos con-ceptuales" considerados como estructuras léxicas de contenido. Y, puesto que es-tructura significa ante todo oposición distintiva, la semántica estructural diacrónica tendrá que establecer, estudiar y, en lo posible, explicar el mantenimiento, la aparición, la desaparición y la modification, a lo largo de la história de una lengua, de las oposiciones léxicas distintivas. Bajo este enfoque teórico, únicamente se considerarán cambios semánticos propiamente dichos aquellos que realmente afecten a la estructura del contenido, concretamente a las estructuras lexemáticas. Coseriu reformula el concepto de cambio semántico estableciendo una clara diferenciación entre los cambios no funcionales y el cambio propiamente dicho o cambio funcional. Dice asi (1977: 60): La distinción fundamental de la semántica diacrónica estructural [...] es la distinción entre el cambio léxico no funcional (desde el punto de vista de la estructura del contenido) y cambio léxico funcional (desde el mismo punto de vista), fenómenos a los que proponemos llamar, respectivamente, sustitución (cambio semiasiológico y onomasiológico) y modificación (cambio semántico propiamente dicho). La sustitución corresponde a los cambios de significado considerados desde la perspectiva tradicional, es decir, desde la semasiología y/o la onomasiología, y que, por consiguiente, sólo afectan al significante o al vinculo significante-signi-ficado, sin que se produzca ninguna variación en las relaciones entre los significados léxicos. El cambio propiamente dicho, según la teoría de Coseriu, es denominado modificación ya que, al repercutir directamente en el significado, provoca una va- 370 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA riacion en las relaciones entre los contenidos lexicos, en suma, de las estructuras lexicas de contenido. Se produce un cambio lexico funcional. Veamos algunos ejemplos extraidos entre los diversos que propone este autor: «avis» (latín) —> espaňol ave («avis no pequena») pájaro («avis pequena») Se ha modificado la estructura semäntica de la unidad ünica «avis», dando en espanol ave y päjaro, segün el tamafio. Nos encontramos ante la apariciön de un rasgo distintivo nuevo («pequeno»). Tambien puede ocurrir el hecho contrario, es decir, la perdida de un rasgo distintivo o la disoluciön de una oposiciön. Este seria el caso de: Latin «ater» ("negro no brillante") «niger» ("negro brillante") espaňol —> negro Ha desaparecido el rasgo distintivo «brillante». En ambos casos hallamos un verdadero cambio semántico o cambio funcional, puesto que se ha producido un cambio en el sistema de las significaciones, con la aparición o desaparición de un rasgo distintivo y, en consecuencia, de una oposición. Redefine Coseriu las nociones de «extensiön» y «restriccion» de la semäntica tradicional a la luz del cambio funcional. Considera que la "extension del sentido" es la desaparición de un rasgo distintivo y por tanto de la oposición (el caso de negro en espaňol), mientras que la "restriccion de sentido" es la aparición de un rasgo distintivo y, consiguientemente, de una oposición (el caso de ave y pájaro en espaňol). Ciertos cambios semánticos afectan a campos léxicos enteros. Por ejemplo, en el paso del latín al romance, la distinción «no brillante»/«brillante» que hemos visto en el caso de negro desaparece en todo el sistema de los nombres de los co-lores. El lingiiísta espaňol R. Trujillo sigue en la línea de E. Coseriu y considera los cambios semánticos (1970: 37): «fenomenos que guardan relación con un con-junto estructurado [...] siempre que afecten a la estructura del contenido y no se LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 371 reduzcan a meras sustituciones de significantes o de significados». Estos fenó-menos «tienen su explicación en la evolución de esta estructura». Se produce una reorganización de las relaciones entre semas (aparición y desaparición) que provoca una reorganización de la estructura semántica. En la lingiiística estructural americana sólo algunos autores excepcionalmen-te se dedicaron a los métodos diacrónicos. Resefiamos que L. Bloomfield esta-bleció como tipos de cambios los siguientes: reducción, ampliación, metafora, metonimia, sinécdoque, hipérbole, lítote, degradation y elevación. 10.3.2.4. En la lingiiística generativa No debemos olvidar que la lingiiística generativa es fundamentalmente sincróni-ca y que, por consiguiente, deja de lado los cambios semánticos en general. Pero, puesto que gira en torno a la intepretación de los mensajes, se topa con los pro-blemas de la transferencia de significado. Desde este enfoque son varias las con-cepciones que se han propuesto de los cambios semánticos como manifestaciones sincrónicas. Veamos sucintamente las propuestas o explicaciones que se ofrecen para poder predecir la interpretación de oraciones como Las ideas Verdes dormían furiosamente Chomsky en 1965 sugiriö que una desviaciön de este tipo de oraciones se re-solveria en la estructura profunda imponiendo las condiciones adecuadas en la in-serciön de elementos lexicos dentro de la representaciön de la estructura profunda. Son las restricciones selectivas. Entonces, el verbo dormir quedaria descrito en el lexico como un verbo que solo aparece en oraciones con una fräse nominal (FN) de sujeto que tuviese un nombre animado. Son restricciones sintacticas en la combinatoria de nombres y verbos independientes de los demäs factores que in-tervienen en la oraciön. Las oraciones que rompen estas restricciones selectivas son "desviadas" desde el punto de vista sintäctico. En suma, son oraciones no gramaticales y su desviaciön se debe a la limitaciön de la combinaciön sintäctica, de nombres y verbos en el ejemplo expuesto. Chomsky, en su primera formula-ciön, distingue entre agramatical (desviaciön sintäctica) y asemäntico (desviaciön semäntica) y postula que ünicamente el primer aspecto incumbe a la gramätica ya que debe evitarlo. Posteriormente, Katz y Fodor y Bierwisch formularon unas bases tambien selectivas como condiciön de buena formaciön de oraciones, pero no a partir de estructuras sintacticas, como Chomsky, sino de representaciones semänticas. Segün estos autores, una condiciön para poder interpretar una oraciön que contenga el verbo matar consistiria, por ejemplo, en que el objeto del verbo tuviera una representaciön semäntica con el componente [ANIMADO]. La ruptura de estas restricciones 372 LEXICOLOGIA Y SEMANTICA LEXICA de combinatoria semántica da lugar a las llamadas anomalías semánticas o com-binaciones sintagmáticas de unidades léxicas con rasgos semánticos incompatibles. Katz y Fodor abordaron de manera explícita la cuestión de las anomalías semánticas. Efectivamente, observaron que una de las facetas de la capacidad semántica del hablante es la de descubrir anomalías semánticas. Consecuentemen-te, afirman la necesidad de (1976: 22) «una teoría semántica que seňale las diferencias entre oraciones semánticamente anómalas y oraciones semántica-mente regulares». Asi pues, para estos autores, las anomalías semánticas forman parte de una teoría semántica (p. 24) que: describe y explica la capacidad inteipretativa de los hablantes: al explicar lo que ha-cen para determinar el numero y el contenido de las interpretaciones de una ora-ción; al descubrir anomalías semánticas, al decidir sobre las relaciones de pará-frasis entre oraciones [...]3 Formulan asi el tratamiento de la anomália: «una anomália semántica puede, entonces, ser interpretada como el caso limite de la selección: caso en el que en una oración se encuentra una unidad lexical cuyas ramas son todas excluidas por selecciones debidas a otros elementos de la oración». A la hora de la verdad se es-quiva el problema del estatus teórico de las anomalías semánticas. G. Leech amplía el concepto de anomália semántica. Para él (1977: 177) la anomália semántica «se presenta cuando uno de los argumentos o el predicado de una predicación contiene o bien un desacuerdo entre rasgos contrapuestos, o bien dos predicaciones degradadas que son incoherentes». Hay que distinguir entre las anomalías semánticas combinatorias y las anomalías lógicas. A estas últimas se dedicaron las semánticas de orientación lógica. Explicaría la anomália en oraciones como Las ideas verdes dormían furiosamente o La verdad rompió los tímpanos de los oyentes como oraciones necesariamente falsas, pues presentan condiciones veritativas en conflicto. Según Kempson (1982: 72): [...] una teoría semántica (como parte de un modelo de la competencia) asignará interpretaciones oracionales en tanto que constituyan, para cada oración, el conjunto de condiciones necesarias y suficientes para la verdad. No asignará interpetaciones metafóricas a las oraciones; ni caracterizará ninguna distinción estilística entre ellas. En consecuencia, presentará como contradictoria la oración Smí ojos bailaban de gozo. [...] las interpetaciones metafóricas y estilísticas quedarán tipificadas en una teoría de la pragmática4. LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMANTICOS 373 Las palabras que contienen una metafora tendrán dos entradas en el léxico, una para cada significado. En el dominio de la pragmática, según afirma Kempson (1982: 195) «entran temas como la metafora, la estilística, los recursos retóricos en generál y todos los fenómenos relativos a lo que cabría llamar estructura temática, esto es, el modo como el hablante presenta su enunciado». Hemos de destacar que las oraciones desviadas semánticamente sólo pue-den ser interpretadas metafóricamente. La gramática generativa confinó estos problemas de las trasformaciones que implica el lenguaje figurado bajo la rúbri-ca de la estilística, y no de la semántica, aunque no limitada a usos poéticos de la lengua. Posteriormente, será explicada la metafora por la pragmática como ve-remos en 10.4.1.3. La ruptúra de la concepción de la anomália, especialmente de la metafora, vino de la mano de Lakoff y Johnson (1980) quienes defendieron que la metafora está por todas partes en el lenguaje cotidiano y que es un proceso cognitivo que impregna nuestro lenguaje y pensamiento habituales. Resumiendo Del tratamiento de los cambios semánticos como figuras retóricas en cuanto desvío del lenguaje se ha llegado a su consideración, especialmente de la metafora, como proceso cognitivo incrustado en el lenguaje cotidiano. En este recorrido se ha pasado, entremedias, por la concepción estructural de modificación causante de una reorganización sémica del sistema semántico y las anomalías semánticas en la gramática generativa en cuanto desvío semántico cuya interpretación quedará ubicada en la estilística y en la pragmática. En generál, en la Lingiiística del habla se han estudiado en el nivel del locutor que inserta las palabras en el enunciado. En la actualidad, también se han propuesto estudios de los cambios semánticos centrados en los llamados de "transferencia de significado" (metáforas, metoni-mias y sinécdoques) no como procesos intrínsecamente léxicos, sino considerados como mecanismos lingiiísticos en el proceso frástico que opera en predicados o en categorías. Destacamos el estudio de Geoffrey Nunberg (1996). Por último, la pragmática (máximas conversacionales de Grice, actos de habla de Austin, etc.) ha posibilitado explicaciones en la interpretación de estos fenómenos semánticos, especialmente de la metafora (cf.10.4.1.3). Esta evolución la apreciaremos con mayor nitidez al exponer individual-mente los fenómenos lingiiísticos de los principales tipos de cambios semánticos. 3 Las negritas son nuestras. 4 Las negritas son nuestras. 374 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 375 10.4. Los principales cambios semánticos: metafora metonimia y sinécdoque Hemos adelantado en el apartado 10.3 que estos cambios de significado han sido tratados desde tres principales perspectivas: la retórica, la semántica y la prag-mática. Nos centramos ahora en la descripción de las concepciones que se han de-rivado de los dos Ultimos enfoques e intentaremos establecer las diferencias entre estos tres fenómenos. 10.4.1. La metafora I En general, se acepta que la metafora se basa en la analógia, en la semejanza entre las entidades que se ponen en relación. Ahora bien, puede ser considerada como un desvío del lenguaje (retórica, anomalías semánticas) o como hecho que im-pregna nuestra vida cotidiana (semántica cognitiva). Asi mismo, puede tratarse como mecanismo lingiiístico o como proceso cognitive Su explicación puede fa-cilitarse a partir de su estructura interna sémica o de su estructura interna conceptual. A la hora del estudio de la metafora, especialmente de su interpreta-ción, se han apreciado las limitaciones de la perspectiva semántica propiamente dicha y se han formulado diversas propuestas desde una pespectiva pragmática. Todos estos elementos se han abordado al estudiar la metafora, aunque a veces en-tretejidos. Intentaremos recogerlos todos y proeuraremos clarificar esta urdimbre. Iniciamos la explicación de la metafora en su concepción como comparación abreviada o elidida para, con posterioridad, abordar las diferentes propuestas de su estructura interna (sémica, conceptual), para finalizar con una perspectiva pragmática, indispensable para su interpretación. 10.4.1.1. Metafora = comparación abreviada o elidida Tradicionalmente se ha sostenido que la metafora es una comparación abreviada o una comparación elidida y que su estructura comparativa se basa en analógia o similitud. Hay una relación de semejanza entre las dos realidades que se ponen en comparación. Ya Aristoteles afirmó que el símil es una clase de metafora y es conocida la afirmación de Quintiliano "In totem autum methaphoram brevior est similitude". En las metáforas, según algunos autores, hay dos términos puestos en relación: el que se corresponde con aquello de lo que estamos hablando o término propio (tenor) y aquel con el que lo comparamos (vehículo), siendo elfundamento el ras-go o rasgos que tienen en común. La semejanza entre el tenor y el vehículo puede ser objetiva o emotiva. Precisamente basändose en esta semejanza, Ullmann reconoce que hay cuatro grupos principales de metäföras que se repiten en las diversas lenguas y estilos literarios (1972: 241 y ss.): ä) Metäföras antropomörficas en las que se toman los nombres de partes del cuerpo humano para designar objetos inanimados: la boca de un rio, los pulmones de la ciudad, la cabeza de un clavo, cabeza de partido judi-cial, de familia, etc. b) Metäföras animadas b. 1. aplicaeiön de nombres de animales y plantas a objetos inanimados: pata de gallo, ojo de buey. b.2. aplicaeiön de nombres de animales a la esfera humana: una persona puede ser un lince, un burro, un cerdo, una rata, etc. c) Metäföras sinestesicas. Es la transposieiön de una sensaeiön propia de un sentido a otro: voz cälida, color cälido, color chillön, voz dulce, sonido penetrante, müsica caliente, etc. Le Guern (1973) considera la sinestesia no como variedad de la metäfora sino como categona independiente dentro del universo de las imägenes. d) De lo concreto a lo abstracto. Hay una tendencia universal de traspasar palabras del mundo material al moral o espiritual: el umbral de la vida; arrojar luz sobre un asunto, desvelar (quitar el "velo"), etc. La identificaeiön de la metäfora con una comparaeiön no expresa basada en la semejanza se eneuentra en la mayorfa de las teorias lingüfsticas (preestructural, es-tructural, semäntica de prototipos, semäntica de Langacker, etc.), independiente-mente de la estructura interna de la metäfora que defiendan.(cf. 10.4.1.2). Siguiendo con la base comparativa existente en la metäfora, Miller (1979) pro-pone tres tipos de metäföras diferenciadas formalmente: 1. Nominal o atributiva: Pedro es un lince. 2. Predicativa: Pedro ladra. 3. Oracional: Ahora la pelota estä sobre tu tejado. Se ha propuesto que la interpretaeiön de estas metäföras se lleve a cabo mediante la reconstrueeiön de la comparaeiön. Las comparaciones subyacentes son: 1. Pedro es listo, sagaz como un lince. 2. Pedro habla como un perro (no habla sino que ladra). 3. Hay una semejanza entre el hecho de que una pelota este sobre un tejado y el de que hay una solueiön incierta que tu deberäs decidir. Es evidente la necesidad de un estudio desde la perspectiva pragmätica, pues, en numerosas ocasiones, las metäföras no se construyen sobre rasgos semänticos LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 377 lingiiísticos, sino sobre connotaciones o sobre conocimientos nuestros que a veces son culturales (conocimiento enciclopédico). Asi en Pedro es un bicho (= es malo como un bicho) el sema 'malo' aplicado a bicho no es un rasgo semántico inherente a bicho, pues hay bichos que no son malos. Lo mismo sucede en el tipo 3 (oracional), pues el significado no es una traducción del contenido semántico de la oración sino que la situación de incertidumbre y de su actuación se infiere de nuestro conocimiento del hecho de que una pelota está en tu tejado. Es un su-puesto no lingíiístico acerca del mundo. 10.4.1.2. Estructura interná de la metafora En el ámbito de la lingiiística noiteamericana S.C.Levinson (1989: 139) seňala dos ti-pos de teorías tradicionales sobre la metafora consideradas como teorías semánticas: a) La teória de la comparación: «Las metáforas son símiles con predica-ciones de similaridad suprimidas o elididas*. b) La teória de la interacción: «Las metáforas son usos especiales de ex-presiones linguísticas, donde una expresión 'metafórica' (o foco) se inserta en otra expresión 'literaľ (o marco), de modo que el significado del foco interactúa y cambia el significado del marco y viceversa». Creemos conveniente abrir el abanico a toda la história de la semántica para asi obtener una panorámica más completa de las principales teorías que se han formulado sobre la metafora. En consonancia con la evolución de las teorías linguísticas, podemos sintetizar cuatro principales propuestas en semántica, sobre la estructura interna de la metafora: 1) La psicoasociativa, basada en las asociaciones de las palabras. 2) La estructural, como reducción del semema. 3) La generativa (interpretativa), como combinación de rasgos incompatjbles (anomalías semánticas). 4) La cognitiva, como proceso cognitivo. 10.4.1.2.1. La psicoasociativa En la semäntica preestructural se explica el cambio semäntico por medio de las asociaciones existentes entre palabras (10.3.2.2). El cambio es un proceso de naturaleza psicoasociativa y constituye un desplazamiento del nombre o del sen-tido en el interior del sistema. La transferencia de significado es un proceso lin-güistico diferenciado de las "figuras". Bajo esta optica la metafora será una transferencia de nombre por similitud de sentidos. La metafora presupone una semejanza. Un significante acepta otro significado distinto al propio por la asociación establecida por similitud entre sentidos o ideas. En otras palabras, la metafora consiste en unir una denotación a una connotación psicológica. Como defiende Le Guern (1973: 60 y ss.), la metafora hace intervenir una representación mental ajena al objeto de la información que motiva el enunciado. Es el caso del comecocos (comer + cocos = "cabeza", por similitud en la esferidad) o de Blandió la espada asesina o El jefe ladró a su em-pleado o La vida es un viaje. Es evidente que la metafora afecta a la isotopía del texto5, pues resulta extraňa a la isotopía semántica del texto en que se inserta, instaurando una isotopía del nivel connotativo. Asi, en El prisionero cantó los robos el verbo cantar está tomado con-notativamente y ha roto la isotopía del texto que se refiere al prisionero (cárcel, robos, delincuencia, delaciones, etc.) y no a "producir sonidos melódicos con la voz". 70.4.7.2.2. La estructural. Reducción del semema Ya hemos visto (cf. 7.3) que la semántica estructural aboga por dos principios de descomposición del contenido semántico: uno basado en la enumeración de los rasgos constitutivos del referente (análisis de «asiento» de Pottier) y otro que de-limita el sema común que permite constituir una clase semántica (esferidad = cabeza, melón, coco). De ahí la multitud de designaciones metafóricas para cabeza basadas en la esferidad. Por otra parte, la semántica diacrónica estructural defiende que sólo hay cambio semántico cuando se produce una mutación en la estructura del contenido o semema. El proceso metafórico concierne a la organización sémica desembocando en una restructuración del contenido. En la metafora hay una similaridad sémica y se produce una reducción del semema, p.ej. el calor (dilata los cuerpos) tiene en el semema los semas s9, s10, s11; y el calor de la ovación, tiene en el semema los se-mas s9, s10, donde s9 = 'energia'; s10 = 'intensidaď y s" = 'grado', el s" falta en el segundo caso. Se ha producido una suspension o supresión del sema. En los procesos metafóricos hay una desestimación de unos rasgos y la ac-tualización de otros que sirven de base de comparación. Se destruye la relación entre el término metafórico y el objeto que designa habitualmente. j Cuanto mayor sea el numero de semas de un determinado semema, existe mayor probabilidad de plurivalencia designativa. Como defiende J. Fernandez Sevilla (1975: 143 -144), unos rasgos de un conjunto sémico resultan actualizados léxi-camente en la nomination de la realidad. De ahí el papel decisivo que desempeňa la metafora como motivadora de denominaciones nuevas (cf. 10.2). 5 Es "la propiedad característica de una unidad semántica, que permite captar un discurso como un todo significativo." Pueden existir diversas para un mismo discurso. 378 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 379 70.4.7.2.3. La metafora y la interacción de rasgos Esta concepción es, probablemente, la teória más difundida en la lingiiística gene-rativa. La metafora se produce cuando se combinan sintagmáticamente dos o más unidades con rasgos incompatibles. Es la anomália semántica vista anteriormente (cf. 10.3.2.4) ej. El canto ardiente. Es un problema de combinatoria semántica, al romperse las restricciones selectivas (semánticas) o reglas de selección léxica. Es un desvío semántico. Aunque Katz y Fodor defendieron que una teória semántica debe describir y explicar la capacidad interpretativa de los hablantes «al descubrir ano-malías semánticas», sin embargo, todo el problema de la metafora pasa inadvertido. En la semántica generativa McCawley y Postal apuntaron que la metafora no significa un desvío propiamente dicho, sino que debe ser interpretada en el con-texto apropiado. Por su parte, R. Kempson (semántica veritativa) aclara (1982: 72) que la teória semántica «no asignará interpretaciones metafóricas a las oraciones» y que «las palabras que contienen alguna metafora léxica tendrán dos entradas en el lé-xico». Ubica el estudio de la metafora en la pragmática, «las interpretaciones metafóricas y estilísticas quedarán tipificadas en una teória pragmática» y recalca (p.195) que «en el dominio de la pragmática [...] entran temas como la metafora, la estilística, los recursos retóricos en generál y todos los fenómenos relativos a lo que cabría llamar estructura temática [...]» . Concluye Kempson propugnando el estudio de la metafora en dos niveles: Esta postura teórica viene a afirmar que el análisis de la metafora exige dos niveles separados de interpretación, uno de los cuales hace referencia a los principios generales del comportamiento cooperativo entre hablantes y a los supuestos que los hablantes establecen al usar su lengua en consonancia con estos principios. De nuevo estamos ante una reclamación de la necesidad de estudiar las me-táforas desde la perspectiva de la pragmática (cf. 10.4.1.3). 70.4.7.2.4. La metafora como proceso cognitivo6 G. Lakoff y M. Johnson en su obra Metafhors we Live By (1980)7 rompen con la tradición de considerar la metafora como un desvío (figúra retórica, anomália semántica) y defienden que impregnan nuestro lenguaje cotidiano, pues está en la base de nuestro sistema conceptual, de nuestro pensamiento habitual. El pensa-miento figurado es un hecho real que impregna nuestra vida cotidiana pues somos seres figurativos. Asi, por ejemplo, en el uso cotidiano se concibe la cantidad en términos de verticalidad: 6 Seguimos esencialmente la exposición de M. J.Cuenca y J. Hilferty (1999) para proveer una somera introduccíón a esta concepción de la metafora. 7 Traducción al espaňol: Metáforas de la vida cotidiana. Madrid, Cátedra, 1986. Más cantidad = arriba: a) La subida de los precios b) El índice del desempleo es muy alto c) Las elevadas tasas de crecimiento Menos = abajo: a) Ha bajado el índice de la vivienda b) Caen los precios de los alimentos c) El descenso de la ocupación hotelera. Maria Josep Cuenca y Joseph Hilferty (1999: 100) aportan la siguiente tabla de las principales metáforas: MORIR ES PARTIR LAS TAREAS DIFICILES SON CARGAS LAS PERSONAS SON ANIMALES LA VIDA ES UN VIAJE LAS TEORIAS SON ED1FIC10S EL TIEMPO ES UN OBJETO DE VALOR LAS IDEAS SON ALIMENTOS EL AMOR ES UNA GUERRA Nuestro amigo nos ha dejado. Quiero quitarme este peso de encima. El muy burro me dijo que no sabia resolver el problema. Va por la vida sin la más minima preocupación. Esta teória carece áefundamentos empíricos. El tiempo es oro. No pienso tragarme ni una mentira más. Ella lo conquistó con su sonrisa. Presentan la distinción entre metáforas conceptuales (esquemas abstractos como los de la figúra que sirven para agrupar expresiones metafóricas) y las ex-presiones metafóricas (caso individual de una metafora conceptual). La estructura de la metafora es concebida, siguiendo a Lakoff y Johnson, como «la pro-yección de unos conceptos desde un dominio conceptual (el dominio origen que presta sus conceptos) hacia otro dominio conceptual (el dominio destino)». La función de la metafora es poner en relation entidades que sean analógica-mente semejantes. Es, por tanto, un mecanismo que vehicula el razonamiento analógico. La metafora es un proceso de analógia por el que concebimos un con-cepto de un dominio en términos de otro. Algunos autores presentan la metafora como recurso para resolver problemas cognitivos de representation. Una serie de imágenes conceptuales surge de ex-periencias perceptuales y motoras. Se defiende la hipótesis de que a partir de que la interacción corporal que tenemos con el entorno, abstraemos ciertas pautas que luego subyacen a buena parte de nuestrp sistema conceptual. Nuestra habilidad para esquematizar y reconocer similitudes entre objetos y situaciones producirán las imágenes esquemáticas que fundamentan los procesos simbólicos que impregnan la cognition cotidiana. La experiencia corporal repercute en la configuration de nuestros conceptos. Asi, la imagen de la circularidad surge de nuestra experiencia corporal, por ejemplo, de cosas que giran (ruedas, carruseles, etc.) 380 LEXICOLOGIA Y SEMANTICA LEXICA Esta imagen subyace a conceptos convencionalizados como "redondo", "rodear", "círculo", "en torno a", etc. G. Lakoff insiste en el papel de la metafora en los procesos de categorización y la considera como uno de los elementos de organización de algunas estructuras categoriales. La metafora pone en conexión diferentes modelos cognitivos o ca-tegorías distintas. La metafora como instrumento cognitivo interviene de manera decisiva en el cambio linguístico. 10.4.1.3. La metafora y la pragmática Ya hemos visto en 10.4.1.1. las limitaciones de la semántica y, consecuentemente, la necesidad de recurrir a la pragmática para describir el significado de las metáfo-ras, sobre todo dentro de un enunciado.8 En efecto, a la hora de buscar la interpre-tación de las metáforas se ponen de manifiesto las limitaciones de la semántica para dar cuenta del sentido que una metafora puede adquirir en una situación comuni-cativa determinada. La semántica proporciona una caracterización del significado literal o contenido convencional de las expresiones, y la pragmática, con detalles del contexto, debe proporcionar la interpretation metafórica. Los mecanismos de des-codificación de una oración no son suficientes, ya que en el enunciado intervienen una serie de estrategias que son empleadas intencionadamente por el hablante y que apuntan al significado implícito. Implican presuposiciones, fuerza ilocutiva, etc., que van a requerir unas estrategias inferenciales para interpretarla. Debemos tener presente que existe un sistema de valores semántico-prag-máticos que son susceptibles de actualizarse en un enunciado. Veámoslo esque-máticamente siguiendo a C. Kerbrat-Orecchioni (1998: 150) cuyo esquema tra-ducimos asi: VALORES explícitos (presentes) implícitos (presupuestos) no literates (-»implícitos) propios no propios 8 Un enunciado es toda emisión Iingiiísticat unidad de comunicación, proferida por un hablante deter-minado, en una situación comunicativa determinada y con una intencionalidad precisa. LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 381 Normalmente, en la actualization discursiva, el contexto selecciona los valores literales que están explícitos, provenientes de la polisemia y la homonimia y de los tropos lexicalizados (metafora, metonimia, etc.) y que constituyen el contenido denotado. Pero también se actualizan las presuposiciones que conservan su estatus de contenidos implícitos. El contexto puede intervenir para trastocar la je-rarquia normal de las unidades de contenido y convertir en contenido denotado al-gún contenido implícito. Asi sucede en los «tropos de inversion* (metafora, metonimia, etc.), en los «tropos presuposicionales» y en los «tropos implícitos*. Veámoslo en los enunciados: Eres la sal de mi vida que por metafora puede querer decir "eres mi alegria". Va a Hover que realmente significa "coge el paraguas". Es muy listo que por ironia queremos decir "es muy tonto". Precisamente para obtener el significado real, actualizado, de enunciados de diversos tipos se han formulado distintas propuestas dentro de la pragmática. Nos centramos en la metafora. Seňalamos únicamente las propuestas más cono-cidas y que podemos reducirlas a tres: • Las implicaturas conversacionales de Grice. • La interpretación de Searle. • La teória de la relevancia de Sperber y Wilson. Grice (1975, 1978) sugiere un procedimiento mediante el cual los partici-pantes en una conversación pueden extraer lo que se quiso decir. El aforismo re-gulador es el principio de cooperación o cooperativo («haga que su contribution a la conversación sea la requerida en el estadio en que la contribution tiene lu-gar»). Bajo este principio, Grice plantea cuatro subprincipios específicos que rigen y definen todo intercambio racional. Son las máximas de la conversación. Se asume que tanto el hablante como el oyente se atienen al principio de cooperación y a las máximas que lo componen. Veámoslas: — Maxima de calidad: Intente que su contribution sea verdadera. • No diga aquello que considere falso. • No diga aquello de lo que no tenga pruebas. — Maxima de cantidad: • Haga su contribution tan informativa como sea necesario para los pro-pósitos de ese momento del intercambio. • No haga su contribution más informativa de lo necesario. Maxima de relación o pertinencia: Haga contribuciones pertinentes o relevantes. 382 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 383 — Maxima de manera: Sea claro. • Evite la oscuridad en la expresión. • Evite la ambigúedad. • Sea breve (evite la prolijidad innecesaria). • Sea ordenado. Grice desarrolló la noción de inferencia pragmática o implicatura. / Las implicaturas conversacionales son inferencias de lo que decimos de acuerdo con las máximas, de lo que se dijo sin decirlo. Para Grice la metafora es un caso de explotación o burla (violación) de las máximas, de donde surge una serie de implicaturas. Asi, Juan es un cerdo sería una violación de la maxima de Calidad. Pero la metafora no siempre es una violación de las máximas. Como afirma Levinson (1989: 147) «[...] las metáforas, si se toman al pie de la letra, o bien vio-lan la maxima de Calidad o son conversacionalmente inadecuadas en otros as-pectos, en especial por lo que respecta a la maxima de Pertinencia.» Grice no profundiza en la naturaleza de la metafora, sólo nos presenta un me-canismo para reconocerla pero no para interpretarla. Searle (1979) ofreció algunas sugerencias dentro de este tipo de marco teóri-co, especialmente con respecto al problema de la interpretación. Defiende que una vez reconocida una inadecuación conversacional se debe hacer corresponder un enunciado con una serie de reglas o principios de interpretación compartidos por el emisor y el destinatario. Enumera siete principios, de los cuales sólo uno re-presenta la búsqueda de una relación de similitud. En ellos se pueden distinguir tres tipos de estrategias diferentes: a) De reconocimiento, si hay que buscar una interpretación metafórica por la violación de los principios que regulan la conversación y los actos de habla. b) De cálculo: estrategias para calcular los diferentes valores surgidos no sólo de los rasgos semánticos sino también atribuidos por nuestro conoci-miento del mundo. c) De restricción: estrategias para restringir las posibilidades e identificar de entre todos los valores posibles el factor concreto sobre el que se basa la metafora. El modelo de Searle muestra que Jas interpretaciones dependen no sólo de la información "semántica", sino también de las informaciones que no son estricta-mente gramaticales y que provienen de conocimientos extralinguísticos. Sperber y Wilson (1986) intentaron reducir todos los esquemas de información a un principio de relevancia que abarque todo, elaborado apropiadamente. En su teoria de la relevancia las figuras son consecuencia de una büsqueda de ma-yor relevancia. La metäfora supondrä una separaciön entre el contenido que se codifica (semänticamente) y el que se pretende comunicar. El locutor deja implf-cito parte del contenido que explicitamente se puede parafrasear. Al contrario que Searle, estos autores defienden que no hay que proponer conjuntos de estrategias distintas para la interpretaciön de los usos literales y de los usos "figurados" pues en estos Ultimos el emisor expresa claramente una creencia que espera que nadie la tome literalmente como verdadera. Asi en Juan es un lince según cuales sean las condiciones de emisión, podrá parafrasearse como: "Juan es muy lišto" (metafora) o "Juan es muy tonto" (ironía) 10.4.2. La metonimia (sinecdoque) La metonimia da cuenta de la transferencia de una palabra en la designaciön de otra cosa, en virtud de una relaciön de contigüidad. En el proceso psicoasociativo defendido por Ulimann es la transferencia de nombre con contigüidad de sentidos. La contigüidad puede ser: 1) Espacial: traslaciön del nombre del lugar a la cosa: pergamino < piel de Pergamo; muselina < de Mosul 2) Temporal: el descanso del medio dia: siesta < lat. hora sexta (mediodia) 3) Causal: estilo < lat. stilus = instrumenta para escribir. M.a Dolores Munoz Nüiiez define asi la metonimia (1999: 82): Es una transposiciön consistente en la designaciön de un objeto con el nombre de otro objeto con el que el primero mantiene, en razön de su significado, una relaciön, no interna o lingüfstica, como ocurre con la metäfora sino puramente externa o re-ferencial.9 R. Jakobson (1971: 72-96) y M. Le Guern (1973: 14-15 y 24-23) afirman que la relaciön de contigüidad es externa, referencial y contextual. La metonimia no descubre relaciones nuevas. Surge entre palabras ya rela-cionadas entre si. Las negritas son nuestras. 384 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA Tradicionalmente se presenta la metonimia según las relaciones siguientes: ■ Causa/efecto o viceversa: dar palos = dar golpes con un palo. ■ Continente/contenido: copa = copa de vino/un vino: un vaso de vino. "Pá-same la sal" por pásame el salero. ■ Contenido/continente: Senado (asamblea de senadores), Senado (edifi-cio). Otro tanto sucede con Ayuntamiento, Convento, Colegio, etc. ■ Lugar/producto: Rioja —» un rioja. ■ El instrumento por quien lo toca: el batéria por la persona que toca la batéria. ■ El signo por la cosa significada: "Moscú (capital) restringía la entrada de extranjeros" (= la Unión Soviética). ■ La cosa significada por el signo: la presidencia (función): el presidente (in-dividuo). ■ El nombre concreto por el abstracto: la cocina (lugar) —» arte de preparar la comidä {la cocina francesa, etc.). Debemos especificar el lugar de la sinécdoque con respecto a la metonimia. En primer lugar describiremos la sinécdoque para después compararla con la metonimia. Tradicionalmente se ha considerado la sinécdoque como el empleo de una palabra en un sentido habitual del cual su sentido es sólo una parte, por tanto, se asig-na a una palabra un contenido más amplio del que corrientemente presenta. Es la relation la parte por el todo ("pars pro toto") y el proceso inverso ("totum pro parte"): • La parte por el todo: un trompeta - • El todo por la parte: Espaňa ganó = un hombre que toca la trompeta. : el equipo espaňol. También se ha incluido dentro de la sinécdoque otras relaciones como: • El género por la especie: aparato = avión. • La especie por el género: hombre = ser humano. • Un nombre común por uno propio: el generalísimo = Franco. • Un nombre propio por el común: un Renault = un coche de marca Renault. Ahora bien, entre los autores que modernamente intentan distinguir entre metonimia y sinécdoque, destaca M. Le Guern (1973: 11-22 y 29-38) quien, no obstante, reconoce que al menos las relaciones de la parte por el todo y del todo por la tarde también se basan en la contigüidad de signifícados, como sucede en las metonimias. Este hecho explica que numerosos autores los incluyan en la metonimia. En las transposiciones de lo genérico por lo específico y las del nombre propio por el común se encuentra implicado un proceso metafórico. LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 385 Desde la perspectiva de la lingiiística cognitiva se puede definir la metonimia como «un tipo de referencia indirecta por la que aludimos a una entidad im-plícita a través de otra explicita». Asi en Suena el teléfono sabemos que no suena el teléfono sino una parte del mismo, el timbre. El teléfono será el punto de referencia que activa la subparte relevante (el timbre) y, como tal, sirve para vincular el teléfono con suena. En suma, de acuerdo con esta perspectiva cognitiva, la metonimia es un me-canismo de carácter conceptual por el que nos referimos a una estructura im-plícita a través de otra explícita. Presentamos una tabla de las principales metonimias recogidas por M. J. Cuenca y J. Hilferty (1999: 112) adaptadas de las citadas por otros autores como Santos y Espinosa y Ungerer y Schmid: Principales metonimias LA PARTE POR EL TODO PR turbo diesel ZA coche con motor tur- Es un turbo diesel precioso bo diesel EL TODO POR LA PARTE PR el coche ZA el exterior del coche En verano lavaba el coche una vez por semana EL CONTENIDO POR EL CONTINENTE PR la copa ZA el contenido de la Se bebió tres copas de vino copa LA PERSONA POR SU NOMBRE PR tú ZA tu nombre No estás en las lisías EL LUGAR FfSICO POR LA INSTITUCIÓN SITUADA EN PR Paris ZA el gobierno frances ESE LUGAR Paris aún no se ha pronunciado al respecto EL LUGAR POR EL ACONTECIMIENTO PR Vietnam ZA la guerra de Vietnam Bosnia está a punto de ser otro Vietnam LA INSTITUCIÓN POR LAS PERSONAS RESPONSABLES PR la universidad ZA los responsables de La universidad ha aprobado los planes de estudio la universidad EL PRODUCTOR POR EL PRODUCTO PR marca Kleenex ZA panuelo de papel iPuedes pasarme un kleenex? EL CONTROLADOR POR LOS SUBORDINADOS PR Solana ZA los soldados bajo el Solana podría bombardear a los serbios control de Solana La metonimia asocia dos entidades conceptualmente contiguas pertenecientes al mismo dominio, mientras que la metafora, como hemos visto, asocia entidades provenientes de dos dominios distintos (dominio origen y dominio destino) o dos esferas conceptuales diferentes. Tal vez al desarrollar una comparación entre ambos fenómenos —metafora y metonimia— podamos obtener una idea más precisa de los mismos. 386 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 387 10.4.3. Semejanzas y diferencias entre metafora y metonimia En cuanto semejanzas entre estos fenómenos semánticos, podemos destacar que ambos son operaciones cognitivas que no están constreňidas al uso poético, sino que llenan nuestro discurso en la vida cotidiana. Además ambos son fuente de la polisemia de las palabras (capítulo 9) desde el momento en que a una misma forma gráfica y/o fónica le corresponde más de un significado, como hemos visto, por ejemplo en coco = fruto y cabeza (metafora) y cocina = lugar y arte de preparar la comida (metonimia). No obstante, aunque no son incompatibles ya que en nume-rosas ocasiones se utilizan ambos procesos, están diferenciados no sólo por su es-tructura interna sino también por los procesos interpretativos que requieren. Para R. Jakobson la intepretación de toda unidad lingiiística pone en marcha en cada instante dos mecanismos intelectuales independientes: a) La comparación con las unidades semejantes que pertenecen al mismo paradigma (paradigmáticas). b) La relación con las unidades preexistentes pues pertenecen al mismo sin-tagma (sintagmática). R. Jakobson ha procurado relacionar la metafora y la metonimia con dos ca-tegorías fundamentales del lenguaje: la selección y la combinación. Esta dualidad es, para Jakobson, de gran generalidad y la aplica también a la intepretación de la metafora y la metonimia, las cuales provendrían de la interpretación paradigmá-tica y de la sintagmática, hasta el punto de que a veces considera sinónimos pa-radigmática y metafórica junto a sintagmática y metonímica. Creemos que la diferenciación más ampliamente extendida entre los estudio-sos de estos fenómenos semánticos es el tipo de relación en que se basan, siendo de semejanza en la metafora: un objeto o entidad es designado por el nombre de otro semejante, y de contigiiidad en la metonimia (están asociados en la experiencia). De esta principál diferenciación se han desgajado otras diferencias más sutiles seňaladas tanto por los estructuralistas como por los cognitivistas. La relación de similaridad caracteriza la metafora, es interna, lingiiística y sémica mientras que, como seňalan Jakobson (1971: 72-96) y M. Le Guern (1973: 14-15 y 24-28), la relación de contigiiidad que se establece con la metonimia es externa, referencial y contextual. Explicaremos un poco estas diferencias. La relación que se da en la metafora es exclusivamente lingiiística, se mueve en el ámbito de la denotación10 y produce una modificación de la Organization sémica. Por el contrario, la metonimia es un mecanismo referencial por el que se produce un deslizamiento de la referencia. 10 Dependerá si se consideran exclusivamente los semas denotativos como parte integrante del significado lingiiístico de la palabra o se acepta que éste resulte del conjunto formado por los semas denotativos y los connotativos, diferencia de concepciones expuesta anteriormente (cf. 6.6.2). Según U. Eco (1977: 443), la metafora se basa en una intersección sémica, mientras que la metonimia es una no-intersección. Visto desde la perspectiva cognitiva, la metafora asocia entidades prove-nientes de dos dominios distintos con una base sémica común, por el contrario, la metonimia asocia dos entidades conceptualemte contiguas que pertenecen al mismo dominio. Veámoslo gráficamente: metafora metonimia Figura 10.1. Una recopilación esquemática de estas semejanzas y diferencias existentes entre la metafora y la metonimia puede resultarnos de utilidad: METAFORA METONIMIA SEMEJANZAS - operaciones cognitivas • lenguaje literario y cotidiano • fuente de polisemia • mecanismos de revitalización del léxico • |Ä|gB| ) RELACIÓN DE SEMEJANZA • INTERNA 1 • LINGIIÍSTICA ! • SÉMICA > ESTRUCTURA (produce modificación) RELACIÓN DE CONTIGIIIDAD • EXTERNA • REFERENCIAL • CONTEXTUAL INTERSECCIÓN SÉMICA ~| l ASOCIACIÓN DOMINIOS DISTINTOS O f DE ESFERAS ESFERAS CONCEPTUALESI Figura 10.2. NO - INTERSECCIÓN MISMO DOMINIO O ESFERA CONCEPTUAL 388 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 389 10.5. Otros cambios semánticos: elipsis. _Etimología popular_ 10.5.1. La elipsis" La elipsis fue tratada en la Antigiiedad clásica por Aristoteles y en los inicios de la semántica por Bréal, Nyrop, etc. (cf. 10.3.2.1). Se la consideró un proceso de "acortamiento" en cuanto supresión de uno de los elementos de una combinatoria que desemboca en que el término que permanece se alza como heredero del significado del grupo originario. La elipsis es la transferencia de significado por contigiiidad de nombres, pro-veniente de la asociación de dos nombres contiguos. Ej. un todoterreno (se elide coche), un móvil (se elide teléfono), el respetable (el público), una postal (tarjeta). Es un fenómeno que, aunque no es de los más productivos, en comparación con la metafora y la metonimia, sin embargo, destaca por su peculiaridad formal y su trascendencia lingiiística. A pesar de que, como sefiala Ullmann (1972: 252), la elipsis no se encuentra entre los fenómenos más productivos, pues «es en generál de importancia limita-da», no obstante, según Giinther Haensch (2003: 329), estudioso durante más de medio siglo de varias lenguas románicas, «la elipsis lexicogenética es particular-mente frecuente en espaňol». La peculiaridad formal de la elipsis estriba en ser un fenómeno de naturaleza sintagmática. La base sintagmática lo caracteriza frente a los demás cambios de significado. Se trata de la reducción de una unidad pluriverbal de la que se omiten una o varias palabras que no son necesarias para que el receptor del men-saje pueda interpretarlo, pues lo completa en su mente. Su estructura más frecuente es Sustantivo + Adjetivo unas (zapatillas) deportivas un (teléfono) inalámbrico un (alfiler) imperdible Pero también se puede producir elipsis en: Sustantivo + preposición + sustantivo (s) (+ Adj.,numerates, etc.) Un (hotel de) tres estrellas Un (traje de) dos piezas " No debe confundirse el fenómeno semántico de la elipsis con los de reducción o truncamiento de uni-dades lingúísticas (apocopes, aféresis y síncope) (cf. 3.4.4.3) o las omisiones sintácticas en un sintagma o frase (iQuién ha llamado? Vicente [ha llamado]). La elisión se puede producir bien en el modificador (luz por luz eléctrica) o en el modificado un despertador por un reloj despertador. La unidad resultante de la elipsis en estos grupos sintagmáticos adquiere el va-lor semántico de todo el grupo y obtiene una autonómia sintagmática. Las repercusiones de este fenómeno de carácter sintagmático pueden ser tanto gramaticales como semánticas. Tiene consecuencias gramaticales en cuanto que en numerosas ocasiones da lugar a un cambio de categoría ej. en la terminál (estación terminál) se ha producido un cambio de adjetivo a sustantivo. De igual modo se puede producir un cambio de género (un cabo de primera clase (un cabo primera); por otra parte, en el aspecto semántico no hay un cambio total del significado de la palabra sino un cambio de su valor, ya que, como afir-ma P. Carbonero Cano (1979: 178) «lo que se produce generalmente es una es-pecificación o generalización de dicho significado [...]». En este ámbito del contenido también debemos seňalar una peculiar trascendencia lingiiística de la elipsis en cuanto que está estrechamente ligada a la metafora y la metonimia, pues muchas veces en estos fenómenos subyace una ex-presión elíptica. Asi en Un Picasso por un cuadro de Picasso puede pensarse tanto en la elipsis como en la metonimia. Hay una interacción de dos tipos de asociación. La elipsis, al igual que la metafora y la metonimia, constituye un mecanismo de revitalización del léxico, siendo fuente de polisemia y desembocando en una reorganización de la estructura paradigmática del mismo. 10.5.2. La etimología popular Este mecanismo de cambio semántico no es un factor tan importante en los cambios como la metafora y la metonimia. Con la búsqueda instintiva del hombre de una motivación en las palabras se llega a la denominada etimología popular, pues se pretende descubrir una "etimología" nueva y más comprensible a esa palabra cuyo significado nos resulta opaco e inanalizable. En realidad, como dice Ullmann (1972: 115), el calificativo de popular no es acertado «ya que algunos de estos errores fueron cometidos no por el "pueblo", sino por la gente ilustrada o semi-ilustrada: los copistas medievales, los humanistas del Renacimiento y simi-lares». No obstante existe una tendencia del "pueblo Uano" a buscar la motivación de las palabras. Se produce una transferencia de sentido por similitud de nombres (Ullmann). Asi la explicó Ramón Menéndez Pidal (Gramática: 190-193): Las palabras más usuales y corrientes de la lengua las pronuncia el que habla viendo en ellas íntimamente encarnada su significación; asi que al pronunciar una palabra no tan corriente, sobre todo si tiene apariencia rara [...], le produce una im-presión de extraňeza y queriendo descubrir en ese vocablo la transparencia signi-ficativa que halla en los [sonidos] familiares, propende voluntaria o involuntaria- 390 LEXICOLOGIA Y SEMANTICA LEXICA LOS CAMBIOS DE S1GNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 391 mente a asociar la voz oscura a otra de las más comunes y conocidas [...]. La eti-mologia popular es, pues, como un cruce de palabras procedente de un error de interpretation. Es un factor de adquisicion de motivation que produce un constante inter-cambio de sonidos y sentidos y que da origen a nuevas palabras. La etimologia popular se puede concretar en tres modificaciones: 1. Sólo modification de la forma. 2. Sólo modification semántica. 3. Modification de la forma y también semántica. En el primer caso, la modification puede producirse exclusivamente en el piano formal. Menéndez Pidal cita como ejemplo la palabra vagabunda ("persona que anda errante de una parte a otra") en que se buscó dar sentido a su termination y se modificó por *vagamundo, que nos refleja con más claridad el errar por el mundo. También tenemos el caso de *bocal por su asociación con boca en vez de con voz. Otras veces se trata de una modification sólo semántica, sin que se dé ningu-na modification formal. Este es el caso de los homónimos reinterpretados. Cuan-do dos palabras son idénticas en cuanto al sonido y la diferencia de significados no es muy grande el hablante, desconocedor de las etimologías, establecerá un enlace entre ellos. Ej.: reja (1 = reja del arado < lat. regula; 2 = conjunto de barrotes metálicos o de madera [...] que se ponen en las ventanas, etc. < reggia). Hoy na-die los considera distintos sino como acepciones diferentes. Es una forma especial de la etimologia popular. Por ultimo, si el alejamiento entre los significados no es muy grande, se puede producir una modification de la forma unida a una modification semántica, como consecuencia de la reinterpretación. Este es el caso del empleo de "destor-nillarse de risa" en vez de desternillarse (< ternilla = cartflago). También sucede en roturador por rotulador. 10.6. "Causas" y efectos de los cambios semánticos 10.6.1. Las "causas", "fuentes" o "factores" de los cambios semánticos Ya sabemos que la investigacibn del nivel semantico del lenguaje se ha centra-do, hasta bien entrado el siglo xx, en una busqueda afanosa de las «causas» y las «leyes» de los cambios. Ello llego a producir, segun Trujillo, unos «complicados e inutiles analisis» de las causas. Esta busqueda de las «causas» del cambio que, como afirma Coseriu (1978: 178-179), «tanto han preocupado (y tan sin razon) a una larga serie de estudiosos» es rechazada por los investigadores de la semántica sincrónica y, concretamente, estructural. Como defiende R. Trujillo (1970: 39) «Las causas sólo pueden ser inmanentes, interiores e inherentes al sistema de la lengua, en el cual hay que buscar las causas verdaderas». Pues, como afirma Coseriu (1978: 113-114), estas «causas» son realmente «condi-ciones» o circunstancias en las que suelen ocurrir los cambios y, por tanto, no los provocan, sino que sólo los condicionan. Algunos autores incluso rechazan la denomination de «causas». Asf, por ejemplo, M.a Dolores Mufioz Nunez (1999: 48) afirma: «[...] hablaremos de motivaciones y no de causas, ya que frente a las ciencias de la naturaleza, las ciencias de la cultura no se mueven por el principio de causa-efecto». Otros, como Crystal (1987: 330) o Lyons (1980: 248) hablan de factores. Hallándonos ahora inmersos en la perspectiva diacrónica, y no sincrónica, de-bemos exponer, aunque someramente, los factores o causas que provocan los cambios semánticos. A pesar de que son muchas y alguno de los primeros se-mantistas Uegó a discernir más de treinta, nosotros sólo expondremos algunas de las causas resaltadas por los lingiiistas más destacados en la cuestión. Fue Meillet quien, en 1905 en su articulo «Comment les mots changent de sens» (incluida en Linguistique Historique et Linguistique Generate vol.1 p. 230 y 271), presentó una simple y coherente clasificación de estas causas, estableciendo tres grandes blo-ques: causas linguísticas, históricas y sociales. A estos tres factores capitales se pueden aňadir las causas psicológicas propuestas por K. Nyrop (1913) y la in-fluencia extranjera mencionada por Ullmann. Entre los factores sefialados por Meillet se encuentran: a) Los errores de transmisión de los significados. b) La vaguedad en el significado. c) La pérdida de motivation. d) La existencia de la polisemia. e) La incidencia del contexto. Este ultimo se concreta en la «contaminación» o «contagio» fonético y I o morfológico, fenómeno por el cual el significado de una palabra influye en otra por el hecho de aparecer juntas en muchos contextos. Estos factores podrían incluirse entre las causas linguísticas, por lo que pro-cedemos a resumir las principales causas seňaladas anteriormente. En las causas linguísticas, además de los factores seňalados por Meillet vistos anteriormente, algunos autores incluyen la metafora, la inetoni-mia, la etimologia popular y la elipsis. Pero, como seňala E. Bustos (2000: 98): «parece conveniente distinguir entre las distintas fuentes de los cambios semánticos y entre los diversos medios por los cuales éstos se efec-túan». Estos serían los medios. 392 LEXICOLOGÍA Y SEMÁNTICA LÉXICA LOS CAMBIOS DE SIGNIFICADO O CAMBIOS SEMÁNTICOS 393 • Las causas históricas son el resultado de que los objetos, las instituciones, las ideas, los conceptos científicos, etc., cambian a lo largo del tiempo produciendo paralelamente un cambio en el significado de las palabras designativas. Veamos algunos ejemplos: — Objetos o productos nuevos: fusil ( Cortes Constituyentes (Cámara legislativa con poder y mandate para dictar o reformar la Constitución) —> Cortes franquistas —» Cortes democrá-ticas. — Conceptos científicos. Geometría significaba antes "el arte de medir te-rrenos" y hoy es mucho más (= "Estudio de las propiedades y de las me-didas de las figuras en el piano y en espacio"). Cristal liquido "liquido que cambia por acción de un cuerpo eléctrico". Macroeconomía. , En muchos casos el nombre es conservado, aunque la ciencia haya avanzado. Este es el caso de átomo que ya resulta inapropiado pues su origen es griego y significaba «indivisible». Hoy ya se ha demostrado que no es indivisible. • En las causas sociales se enmarcan prioritariamente la especialización y la generalización del significado, en las que se desplaza el area social de la palabra. Este es el caso de laborare ("trabajar") y se ha especializado en la-brar, o cibus ("comida") especializado en cebo. En el proceso inverso ad-ripare ("ripa = orilla, llegar a la orilla") se ha generalizado a arribar ("lie-gar a cualquier parte"). • Las causas psicológicas han sido estudiadas especialmente a partir de K. Nyrop (1913) quien agrega la «disposicion psicologica» a las causas pre-sentadas por Meillet. Entre ellas destacamos los factores emotivos (bus-queda de la expresividad), el tabú y el eufemismo. La «fuerza emotiva» supone una de las fuentes más relevantes del cambio semántico. H. Sperber estudió en 1923 estos factores. Muestra de ello son los diminutivos y aumentativos con valor afectivo (cf. 4.6.1.2.2), la va-loración estética o moral al denominar demonio a una persona mala o angel en el sentido opuesto o burro ("de poco entendimiento"), etc. No debemos olvidar las numerosas acepciones que obtienen términos como democracia, libertad, etc. Los tabús y eufemismos también se derivan de factores psicológicos que nos llevan a evitar ciertas palabras (tabús) y sutituirlas por otras (eufemismos). La superstición impide a los andaluces hablar de serpiente y entonces la sustituyen por la bicha. La tendencia general a eludir la referencia directa a asuntos desagradables o a acciones no decorosas lleva, por ejemplo, a una vasta denominación sustitutiva de morir (fallecer, pasar a mejor vidajene-cer, cerrar los ojos, etc.) y a utilizar posaderas, trasero, etc. en vez de su palabra auténtica; y no digamos en todo lo relativo al sexo (cf. 2.4 y Anexo I) • La influencia extranjera. Es un factor que favorece no pocos cambios se-mánticos como hemos visto en 3.4.2 y 3.4.5. Consúltese también el Anexo JU, Más acorde con las teorías estructurales es la diferenciación llevada a cabo por Lyons entre factores externos y factores internos. Dice asi (1980: 248): Por factores externos entendemos aquí los cambios del medio ambiente natural o cultural en que una lengua actúa; y por factores internos, las presiones estructurales que se producen en un sistema lingiiístico derivadas de la totalidad de las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas de un determinado campo léxico, que frenan ciertos cambios de significado y promueven o, al menos, permiten otros12. 10.6.2. Efectos o consecuencias de los cambios de significado Las consecuencias de los cambios de significado se pueden observar bien anali-zando las modificaciones en el área significativa y en el estatus valorativo del significado en comparación con el antiguo o bien estudiando su repercusión en el sistema lingiiístico. En el primer caso se han estudiado las consecuencias de los cambios semanticos en dos areas primordialmente, comparandolas con el antiguo significado: a) El radio de action (extensi6n, restriction) del nuevo significado. b) Las tonalidades emotivas adquiridas (peyorativas y/o ameliorativas) con res-pecto al anterior significado. Las nociones de ampliation y restriction del significado fueron empleadas para la clasificación de los cambios de significado en la forma lógica para divi-dirlos en categorias. (cf. 10.3.2.1) pero, con posterioridad, han sido consideradas como consecuencias del cambio semántico. 12 Las negritas son nuestras. 394 LEXICOLOGIA Y SEMANTICA LEXICA En la extension se amplia el area significativa del termino. Se produce una generalization del mismo. Deja de significar un objeto o action determinada y restringida para pasar a designar ideas o hechos mäs generales. Asf hoy entende-mos por alameda cualquier Camino bordeado de ärboles, mientras que inicial-mente se aplicaba ünicamente al camino bordeado de alamos. Encontramos restriction del area significativa en, por ejemplo, lidiar, pro-cedente del latin litigare "disputarse, pelearse con palabras" y que hoy solo se le da el valor de "luchar con el toro" o "porfiar con alguien". El desarrollo peyorativo y/o ameliorativo producido con los cambios semänticos tambien han sido considerados como tipos de cambio y no consecuen-cias. Asi Breal vio en el eufemismo la fuerza motriz que hay deträs de muchos de-sarrollos peyorativos y se trataron estos desarrollos como tipos de cambios entre los primeros semänticos. Incluso hoy en dia, en la Enciclopedia del Lenguaje de la Universidad de Cambridge (1994) se registran como tipos de cambios: extension, estrechamiento, cambio, uso figurativo, mejoramiento y empeoramiento. Pero, realmente, los cambios que se producen en algunas palabras conducen a que cambien de valor ante nuestros ojos, bien sea ennobleciendolas o, por el contrario, envileciendolas. Asi lo apreciamos, por ejemplo, en imbecil que originariamente significaba "debil" y que hoy tiene sentido de "tonto". De igual modo miserable ("digno de conmiseracion") ha ido adquiriendo acepciones de "avariento", "mez-quino", "perverso", "canalla". En el extremo opuesto, algunas palabras han ad-quirido un significado mäs positivo que el que tenian. Este es el caso de, por ejemplo, infeliz que ha perdido su sentido original negativo de desaprobaciön ("desgraciado") y hoy en dia ha pasado a "inocente". En este sentido destacamos que los terminos suerte, fortuna y salud han adquirido un matiz favorable casi siempre. La repercusiön de los cambios de significado en el sistema lingüistico es evidente en los movimientos del lexico, enriqueciendolo con la creaciön lexica (nuevas palabras) y con la adquisiciön de nuevas acepciones, hechos que desembocan en la polisemia y la sinonimia. Pero quizä la mayor consecuencia que debemos destacar es la reorganizaciön o reestructuraciön del sistema semäntico lexico a que dan lugar los cambios semänticos. Anexo I "SEGUNDOS NOMBRES" O SEGÜNDAS DENOMINACIONES Se proponen algunos "segundos nombres" existentes en el espanol actual, es-pecialmente los utilizados en el lenguaje coloquial y/o vulgär. No estän todos, ni mucho menos. Es solo una muestra que el lector podrä completar. Advertimos que algunos no figuran en la ultima edicion del Diccionario de la Real Academia Espanola. 1. CANTIDAD. CALIDAD. ESPACIO. TIEMPO Tiempo: anos {tacos); hace tiempo: (la tira de anos, el aho de la polca, mäs anos que Matusalen, del tiempo de Maricastana) Cantidad: poco (un pelin, una chispa, una pizca, una miaja,...); mucho: (mogollon, una burrada, la mar de..., de lo Undo, cantidubi) bueno (feten, guay, bestial) malo, mala calidad (basura) lejos (en el quinto pino, en la quinta puheta, donde Cristo perdiö la voz) 2. CONSTRUCCIONES Casa (choza, chabola, cueva, infravivienda, palacio, guarida) Negocio (tinglado, chiringuito, tenderete) Retrete (meadero, pisero) 395