PREFIERO QUE ME QUITE EL SUENO GOYA mm- -i O-V - i , ■ PREFIERO QUE ME QUITE EL SUENO GOYA A QUE LO HAGA CUALQUIER HUO DE PUTA SE ESTRENd EL 2 DE OCTUBRE DE 2004 EN ELTEATRO BUERO VALLEJO DE ALCORCdN, CON EL ACTOR GONZALO CUNILL. Prefiero que me quite el sueňo Goya a que lo haga cualquier hijo de puta. Prefiero que me quite el sueňo Goya a que me lo quite Adidas, Pes-canova, Volkswagen, la vecina, un gilipollas que dice ser mi amigo o una cabrona que repite que me quiere. Si no puedo dormir una noche, joder, al menos que sea por un cua-dro de Goya. Y no por un coche que no puedo comprar. Ni por una lata de albóndigas que me zampé fría y me sentó fatal. Ni por haber llegado otra vez tarde a las rebajas a pillar lo más barato de lo peor, que era para lo que nos alcanzaba el dinero. Lo cierto es que me quita el sueňo cada chorrada que me deprimo hasta casi tocar fondo. Y no me gusta nada. Con catorce aňos ya me dije: tú no vas a tocar fondo. Y empecé a comprar, intercambiar y pedir prestados y no devolver jamás libros y a robarlos como un enfermo de donde fuera y a quien fuera, da lo mismo: la FNAC, la Casa del Libro, una biblioteca publica o la del padre de mi mejor amigo. Que les den por culo a todos. La gente piensa que para no tocar fondo hay que planificar algo. Y lo que yo digo es: la única forma de no tocar fondo es hacer algo. Y hacer algo es, evidentemente, lo opuesto a planificar algo. Planifican los tímidos y mientras tanto el mundo se va haciendo torpemente; la historia y la geología avanzan gracias a los que se pringan hasta arriba, a los que tienen huevos. i Pero mira la gente que se pringa! jVaya Hit Parade! Margaret Thatcher, Hitler, Jesus Gil. iQué cabronada! Menos mal que hay gente del otro lado, joder. Inútiles, pero peor es nada. Hay que hacer algo. Sin preocuparse por las consecuencias. Por-que la premeditación es el rasgo que peor han desarrollado los seres humanos y mejor que la premeditación, que no es otra cosa que una montaňa de prejuicios sedimentados, digno de una nueva ciencia que yo llamaría geología psíquica, mucho más fiable resulta el instinto. No sé si cuando se caza con los dientes o se ataja por el camino más corto para atrapar a la presa, se trata de una premeditación elemental (evidentemente el animal no medita, pero a veces parece haber algo un poco más allá del simple reflejo) o no es más que una conducta innata y hereditaria. Sólo sé que tengo pasta en el banco y que debemos hacer algo con toda la pasta ahorrada. Y eso tiene que ser YA. 432 ALGUNAS OBRAS ESCRITAS A PARTIR DE 2000 Tenemos que ir al Prado una de estas noches, le digo a mis hijos. Y ellos me dicen que tertian planeado ir a Disney World de Paris. Nosotros pensamos que ir a Disney World de Paris seria una idea mejor. Porque para comprender la tristeza del hombre moderno, mejor un ratito con Mickey Mouse en persona, o sea, un chaval mal pagado que curra 12 horas calcinado bajo un traje de peluche sin agujeros para respirar, que pasear frente a Saturno devorando a sus hijos o el Duelo a garrotazos o a cualquier cosa que hayan pintado Goya, Velazquez, Zurbarán o El Bosco, me dice el mayor de mis dos chavales. Y yo les digo: mirad chavalotes, no quiero usar vuestras cabezas como putos balones de fútbol. iQué Disney World ni que pollas? Vamos a ir al Museo del Prado una de estas noches y de camino vamos a subir al taxi a algún amiguete para que nos dé un poco de charleta y vamos a llevar algo de beber también, una de esas botellas perfectas que tienen Macallan dentro. Y mogollón de farlopa. Me siento con los pibes en la mesa de la cocina -que es el único sitio de la casa que aguanto- y dejo las cosas ciaras: tengo dinero ahorrado, los ahorros de toda una vida. Y pongo encima de la mesa de la cocina mis ahorros de toda una vida; que fui esta maňana al banco y los saqué, con dos cojones: cinco mil euros. Un pastón. Tengo cincuenta aňos y cinco mil euros en el banco. Tengo casi un kilo en el banco y vamos a hacer algo, les digo a los chavalotes, vamos a hacer algo bien gordo, joder. Con esa pasta no puedes ir ni a la esquina, me dice mi hijó de seis aňos. jCon un kilo no hacemos nada! Ni un piso, ni un viaje cojonudo, ni la cirugia plastica, ni un coche como Dios manda. No puedes comprar nada que te dé estabilidad, porque la estabili-dad tiene un precio, al menos la económica, que ya veremos la emocio-nal, si es que existe. Ya que la estabilidad emocional depende directamente de la estabilidad económica, me dice mi hijo de seis aňos. Y yo le digo a mi hijo de seis aňos que me repita lo ultimo que ha dicho. Y el tío va y lo repite. Y yo me reboto. Y le digo: mira pendejo de mierda, la estabilidad emocional y la estabilidad económica mantienen una relación inver-samente proporcional. Asi que no me toquéis las pelotas. Y mi hijo mayor me suelta, el muy cabrón: Con un kilo, chaval, me parece que eres de lo menos estable que me he cruzado últimamente por la calle. Y yo les digo: No me seáis hijos de puta, nosotros no aspiramos a una vida estable, porque la vida es un follón de la leche y nosotros aspiramos a revolcarnos en ese follón, a confundirnos con lo que tocamos y a diferenciar en la bruma lo que nos da la gana y creemos pertinen-te: lo que nos pertenece a cada uno de nosotros. Según la genética, lo aprendido y el azar. PREFIERO QUE ME QUITE EL SUENO GOYA A QUE LO HAGA CUALQUIER HIJO DE PUTA 433 Y mi hijo de 11 anos interpreta como le da la gana mis palabras y me suelta: A eso le Hämo yo intensificar el vacio. iTü de que vas? jNo so-mos unos tarados! No vamos a ir a una discoteca a meternos pastillas, tio, ^que cojones te pasa? Para cansar un cuerpo, nosotros lo vamos a cansar con cierto sentido, le vamos a dar a la fatiga nuestra propia orientaciön, tiempo y calidades. Y el de seis anos dice: Lo que yo busco es un rayo de plenitud en medio de este marasmo estüpido empenado en agravar la nada Quiero ocultar algo de la vista de todos y quiero cavar Y voy a coger una pala y voy a ponerme a cavar El vertigo no nos da ninguna clase de espesor AI contrario Tanta velocidad nos deja en los huesos Acumular experiencias -lei en un libro- no nos protege. Y yo le suelto: ,;Ah, si?